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INDICE
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1.6.2. DISEÑO EMOCIONAL 42
1.6.3.- CULTURAL PRODUCT DESIGN Y CONOCIMIENTO INDÍGENA 43
CONSIDERACIONES IK PARA UN DISEÑO CROSCULTURAL43
1.6.4. - ESTRATEGIAS DE PROTOTIPADO 44
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1.- PROPUESTA DE VALOR ACADÉMICA
1.1 CONCEPTOS
El Pueblo Mapuche (Mapu= tierra, che= gente) representa un 10% de las personas que
viven en Chile (INE 2017) y, a diferencia de lo que usualmente se suele pensar con
respecto a dicho pueblo, la mayoría de los mapuche vive en ciudades, siendo Santiago
donde más se concentran. Son los Warriache (warria= cemento, ciudad) de la capital,
más de 614.881 personas representantes de una historia y cultura particular que se
yuxtapone, se imbrica y contrasta con la historia y cultura del Pueblo Chileno.
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Sin embargo, dicha historia no ha sido fácil. Desde que el mapuche perdió su soberanía
cultural y territorial el panorama dista de ser favorable. Por un lado, debemos considerar
la pobreza en que dicho pueblo se vio sumido desde que el ejercito chileno destruyó su
exitoso sistema socio-enconómico (Bengoa 1985, Boccara 2007); por otro lado, existe y
persiste variadas formas de racismo que emana desde la sociedad wingka a hacia la
mapuche (Mariman et.al. 2004, Richards 2013). Finalmente, cabe destacar que, desde la
Ocupación de Wallmapu, diversos mecanismos se conjugan en pos de prefijar a la
identidad mapuche, y por ende sus posibilidades futuras, como subsidiaria de los
fundamentos pre-históricos de la Nación Chilena, designando la existencia de una
“cultura mapuche” rural y ancestral que debe ser resguardada de su transformación
(Menard 2011, Crown 2013), posicionado al mapuche como un re-productor frente al
chileno como productor.
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EN EL CAMPO Y EN LA CIUDAD, LOS MAPUCHE NUNCA HAN
DEJADO DE EXISTIR…NI DE TRANSFORMARSE
Fotografías tomadas por Luis Sergio durante 2004, Lago Budi
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1.1.2 NECESIDADES WARRIACHE ¿ES POSIBLE UN KÜME MONGEN EN
LA WARRIA?
En Chile sabemos, desde 1992, que la mayor parte de los mapuche viven en ciudades,
momento en que se realizó un censo nacional que por primera vez preguntó “¿es usted
indígena?”. Desde dicho momento se impulsan una serie de iniciativas más o menos
sistemáticas que han tenido por finalidad echar luces a las complejidades del fenómeno
mapuche urbano (Gissi 2001, Aravena 2002, Fontana 2019). Si bien aún queda mucho
por hacer - sobre todo considerando la preponderancia que recibe el mundo mapuche
rural en los enfoques culturales, académicos y económicos (CONADI 2016:47)-
actualmente es posible identificar elementos mapuche warriache desatendidos por
políticas sociales e iniciativas económicas que no consideran la cultura como variable
preponderante, o por proyectos que sí consideran a la cultura pero que homologa el
mundo rural a las particularidades de la vida en ciudad.
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mapuche es un término que reúne diversas prácticas y discursos que apuntan a
establecer relaciones armónicas con la naturaleza, con la sociedad y con el individuo,
elementos que emanan de propuestas indígenas de todo el Abya Yala (América) y que
han sido recogidos por muchos mapuche en tanto son coherentes con el Az Mapu.
Actualmente es posible escuchar a personas mapuche que apuntan a las dificultades de
avanzar en la construcción de un Küme Mongen en la ciudad debido tanto a las
condiciones infraestructurales de la urbe como también a las formas en que esta es
socio-espacialmente proyectada (Fontana 2019).
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Espacio físico 1 Discriminación 6 Pertenencia 11 Violencia de 16
cultural género
Las necesidades recién expuestas, las cuales coinciden con otros estudios y
propuestas (Turra et al. 2014., Sabatini y Rasee 2017), son heterogéneas y presentan
distintos grados de complejidad,. Algunas apuntan a la necesidad de contar con apoyos
logístico-financiero, otras son históricos reclamos referidos al reconocimiento
constitucional o a la propiedad de la tierra; algunas son bastante puntuales, como la
necesidad de contar con enfoque cultural en la obstetricia, mientras otras son
generales, como la demanda por educación y respeto. Sin embargo, es posible percibir
y articular un nódulo en torno al cual gravitan muchos de los discursos enunciados
como “necesidad”: la falta de un lugar donde poder practicar las “costumbres de la
tierra” y poder gozar de los resultados, económicos, sociales y espirituales, de dicha
práctica
La carencia de espacio donde poder ser mapuche está presente cuando se pide por un
“diseños de espacios públicos y comunitarios para distintos propósitos de la población
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indígena urbana” (CONADI 2016: 17), o cuando se demanda “contar con zonas dentro
de la ciudad destinadas al encuentro y ejercicio de prácticas socioculturales” (24);
también la vemos en el ansiado deseo por “dotar a los espacios públicos de espacios
significativos como lo son los huertos medicinales comunitarios” (40), o en materia de
habitabilidad doméstica privada al indicar la “necesidad de contar en ellas [las casas]
con un espacio productivo (huerta, cultivo de hierbas medicinales)” (42) o cuando se
hace hincapié en “las consecuencias negativas de vivir en espacios contaminados y la
necesidad de detener el daño a la biodiversidad que se produce con el estilo de vida
actual” (60).
En definitiva, muchas de las proyecciones warriache para con la ciudad, ya sea tanto en
espacios públicos como privados, apunta a transformar las “condiciones que permitan –
en la medida de lo posible – la reproducción de ciertas prácticas de vida y/o culturales
propias de los pueblos originarios, que aminoren de esta manera el desarraigo y el no
sentirse parte del espacio que habitan” (CONADI 2016: 92), un lugar donde poder
reunirse en torno a las costumbres de la tierra.
La relación con la tierra, sin embargo, es para los warriache uno de los elementos que
más conflictúa a dicha identidad (Fontana 2019) en tanto muchos viven rodeados de
asfalto y tienen escasas posibilidades de ir a Wallmapu. Por otro lado, el problema del
espacio en la urbe es transversal, dificultando entregar grandes extensiones de terreno
para actividades de los mapuche, la gente de la tierra.
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En este sentido una de las preguntas guía de esta propuesta de investigación en diseño
gira en torno a dilucidar como se expresan principios del Az Mapu y del Küme Mongen
en contextos no rurales sino urbanos y modernos. En otras palabras, ¿Es posible
desarrollar nuevas interacciones y formas de relación con la Mapu que apunten a
mejorar las condiciones warriache y/o a satisfacer necesidades de esta cultura?
En muchos de los proyectos que apuntan a mejorar las condiciones de vida de los
mapuche es posible percibir que gran parte de sus componentes están fuertemente
ligados a narrativas funcionales, estéticas y materiales asociadas al mundo tradicional
mapuche pre Ocupación de Wallampu (pre 1883); en otras palabras, cuando se piensa
en medicina, agricultura o juegos mapuche, por nombrar solo algunos ejemplos, los
proyectos usualmente intentan emular una o varias de las condiciones tradicionales de
vida del mapuche (observación personal). En el presente trabajo me gustaría intentar
alejarme de dichas preconcepciones e introducir una nueva variable: las tecnologías
digitales.
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El escenario descrito dificulta la emergencia de nuevas expresiones culturales que, sin
dejar de ser consideradas como mapuche por sus propios usuarios, incorporen nuevas
tecnologías a las formas en que se materializa el Az Mapu y el Küme Mongen. Sin
embargo, actualmente existen ciertos elementos tecnológicos digitales que se han
erguido como fundamentales para el mundo de hoy, y la generación de canales que
incentive su incorporación por parte del mundo mapuche podría traer grandes
beneficios al mapuche y a las relaciones que ellos establecen con su contraparte
wingka.
‘‘the physical world that is richly and invisibly interwoven with sensors, actuators,
displays, and computational elements, embedded seamlessly in the everyday objects of
our lives, and connected through a continuous network’’.
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En este sentido, el presente proyecto intentara reflexionar sobre posibles usos y
potencialidades de la interconexión digital entre diversos mecanismos desde paradigma
del Internet de las Cosas con respecto a interacciones que sujetos warriache asocien al
Az Mapu y el Küme Mongen; entenderemos este “paradigma” según la definición de
Gubbi et.al., es decir la
Los autores también nos entregan los principales elementos a considerar frente a la
construcción de un proyecto que involucre el paradigma mencionado: a) Hardware, en
donde se conjugan sensores, mecanismos que producen una reacción (“actuators") y
un sistema de comunicación; b) Middleware, consistente en capacidad de
almacenamiento de datos y herramientas computacionales para el análisis y
procesamiento de dichos datos; c) Presentación, es decir, una forma fácil y gráfica de
acceso a las distintas plataformas de la interacción digital que posibiliten una
visualización e interpretación de la dinámica, y que permita un control remoto de la red
de dispositivos a través de una o más aplicaciones (Gubbi et.al. 2013).
Las múltiples potencialidades del desarrollo del Internet de las Cosas son
prometedoras, y muchos de los especialistas en el tema reconocen en dicho paradigma
la posibilidad de solucionar múltiples problemas urbanos. En términos generales, se
prevé que la interconexión de sistemas digitales permitirá una gestión coordinada sobre
múltiples materias urbanas tales como sustentabilidad, vialidad, crecimiento,
participación ciudadana, entre muchos otros, mientras se aumenta la eficiencia de estos
mediante las capacidades de automatización (Campbell 2012).
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Finalmente, cabe destacar que si bien el Internet de las Cosas puede parecer la última
utopía de la tecnocracia deshumanizadora, muchos autores reconocen en ella una gran
capacidad para la acción social humana concertada en tanto la interconexión digital
permite múltiples expresiones culturales, como también una mejor coordinación entre
colectivos; en efecto, Martín Tironi puntualiza que
la innovación del imaginario smart city no solo reside en introducir nuevas tecnologías
en la ciudad, sino en la posibilidad de establecer nuevas redes de colaboración e
inteligencia colectiva que permitan una mejor articulación entre instituciones y
ciudadanos. (2019: 06).
Con la pregunta anterior lejos estoy de proponer una renuncia a las condiciones
tradicionales de vida mapuche y a un olvido de la ancestralidad; más bien, me pregunto
por las expresiones contemporáneas mapuche y por las capacidades de dicho pueblo
de adoptar estas tecnologías bajo su propia autodeterminación.
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1.1.5 AGRICULTURA Y AGROECOLOGÍA
Como ya fue mencionado, las necesidades warriache son múltiples y responden a una
gran diversidad de requerimientos y a un complejo entramado socio-cultural. Muchas
de estas necesidades podrían ser objeto de proyectos enfocados a mejorarlas y/o
solucionarlas mediante la incorporación de tecnologías digitales que en su diseño y
aplicación sean conscientes de la diferencia cultural mapuche. En el proyecto aquí
presentado, he decidido volcar los esfuerzos una practica socio-enconómica que podría
servir como nódulo para abordar algunas de las necesidades warriache identificadas: la
agricultura.
Hemos visto que uno de los problemas warriache remite al escaso espacio que estos
sujetos poseen en la urbe, además de verse complicados para consumir ciertos
productos vegetales fundamentales para la alimentación mapuche, aspectos
medicinales y rituales; si bien la exportación de dichos productos desde Wallmapu a la
ciudad podría ser una solución, el warriache en tanto mapuche necesita tener contacto
con aquello que crece y ejercer inarrumen (observación) sobre el proceso de cultivo y
crecimiento. Por otro lado, la practica agrícola mapuche siempre a sido realizada bajo
un sentido de comunidad, obedeciendo tanto a una función generadora de insumos
alimenticios como productora de tejido social (Course 2017).
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Explorar las posibilidades de una agricultura mapuche agroecológica urbana podría ser
un fructífero camino hacia la producción de bienes requeridos por esta población a
través de la utilización de espacios reducidos que permiten nuevas formas de
producción vegetal y social en la ciudad, o “agricultura urbana”.
Desde el problema recién señalado surgen, a nivel global, múltiples iniciativas que
combinan distintas tecnologías para la producción, muchas de las cuales beben de las
influencias del Internet de las Cosas en pos de la regularización, medición y
automatización de procesos, como también de nuevas formas de disponer un cultivo
urbano, trasladado la horizontalidad de la gran extensión cultivada hacia la verticalidad.
En este sentido, en los últimos años han surgido diversos cultivos urbanos que se
desarrollan al interior de espacios confinados, en donde los ciclos naturales se vuelven
irrelevantes bajo al control lumínico LED, donde la tierra que conforma el sustrato de
crecimiento es reducida a ínfimas cantidades y en donde se aprovecha hasta la última
gota de agua. La “desnaturalización” de la agricultura urbana llega incluso a posibilitar
granjas subterráneas en antiguos búnkers atómicos en el subsuelo del centro
londinense.
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donde entra a jugar los lineamientos de diseño que consideraremos en nuestra
aproximación a la cultura warriache.
A lo largo de la historia de las relaciones mapuche-chile muchas han sido las ocasiones
e iniciativas enfocadas en dotar al pueblo mapuche de mejores herramientas
económicas y sociales; sin embargo, la mayoría genera insumos enfocados en la
utilidad y la funcionalidad, rigiéndose por la máxima moderna “forma sigue a la función”.
Muchas veces, sin embargo, la funcionalidad se ve alterada y/o dialoga con la esfera
estética, en un intento por generar productos o servicios que presenten cierto equilibro
entre una tecnología moderna pero que se vea “nativa”, o bien una herramienta indígena
que cumpla con la funcionalidad que el mercado demanda a tal o cual objeto. En otras
palabras, pocas iniciativas abordan, desde su diseño, la creación de valor emocional en
la relación producto-usuario (Overbeeke y Hekkert 1999). Actualmente considero
menester la evaluación del componente emocional en el proyecto planteado en tanto,
como recién se mencionó, una agricultura urbana mapuche que no se “sienta mapuche”
muy posiblemente será percibido por los usuarios como una interacción sin pertinencia
cultural, dificultando la apropiación (o “mapuchización”) de la totalidad del proyecto.
Ho, Michael y Siu, en su artículo que revisa las perspectivas de lo que ha sido llamado
Diseño Emocional hasta la fecha, son explícitos en decir que ninguna definición
concreta ha sido propuesta para este enfoque (2012: 16), sin embargo, reconocen en
este ciertos lineamientos que nos ayudan a comprender parte de las pretensiones que,
sostengo, debemos tener presente para la realización del proyecto aquí propuesto.
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2- Existen- siguiendo lo postulado por Norman en Emotional Design: Why We Love (or
Hate) Everyday Thing del 2004- tres niveles de respuesta frente a un objeto diseñado
para producir emoción: a) nivel visceral, es decir, reacción espontánea; b) nivel de
comportamiento, es decir, las formas de consumo y acciones basadas en la emoción
asociada a aquello diseñado y c) un nivel de reflexión , en donde el usuario aprecia y se
manifiesta para con la emoción en cuestión.
4- Se orienta al consumo por parte del usuario y, por ende, presenta altas posibilidades
de introducirse en el mercado.
Todos estos lineamientos ayudan a dibujar que entenderemos por “Diseño emocional”,
sin embargo, la operacionalización de este puede ser confundido fácilmente; al
respecto, el articulo que me ha dado las nociones fundamentales del diseño emocional
(Ho, Michael y Siu 2012) introduce una distinción que me parece esclarecedora:
- Diseño emocionalizado: Aquel centrado en las emociones del diseñador, quien las
introduce como variables de diseño para catalizar el proceso “creativo”.
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- Diseño emocional: Diseño que “possess the ability to motivate the emotions of the
users/consumers by their consumption” (íbid: 23), es decir, diseño que inicia una
cierta emoción (ej: tranquilidad que siente un paciente al tocar una superficie suave
de un insumo médico durante su convalecencia).
Chile necesita re-evaluar la forma en que se relaciona con los pueblos indígenas que
habitan el interior de sus fronteras nacionales, y sobre todo con el Pueblo Mapuche. La
violencia en las relaciones Estado-Pueblo Mapuche en muchos sectores rurales del país
dista de apaciguarse, sino al contrario, se incrementa; por otro lado, el descontento y la
rabia que sienten muchos mapuche urbanos por la forma en que han sido
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históricamente tratados también se consagra como un requerido lugar de análisis y
trabajo profesional y académico. En suma, debemos prestar atención a los espacios
que como sociedad hemos gestado para la convivencia entre nuestra cultura nacional
las historias y formas de vida de otros pueblos e identidades.
Aquí es muy importante recalcar que al referir a dichos espacios construidos para la
interculturalidad no apunto exclusivamente a la infraestructura, productos y servicios,
sino a las condiciones de posibilidad (Foucault 1973), a las narrativas promovidas que
posibilitan que ciertos discursos sean considerados como verdaderos y/o preferibles, en
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desmedro de otras posibilidades. En este sentido, las características y atributos de los
espacios mapuche que el Estado chileno y la sociedad civil han promovido tienden a
mantener la inscripción pre-histórica de lo mapuche (Menard 2011), promoviendo
prácticas que se acercan al “folklore nacional” (Crown 2013) y exigiendo a la cultura
material mapuche ser “ancestral” y “auténtica” (Labra 2019). La situación señalada
genera que, en gran medida, un objeto o servicio mapuche, para ser considerado como
tal, deba remitir necesariamente a las condiciones materiales previas a la Ocupación de
la Araucanía, por lo que cualquier tipo de inclusión de nuevas tecnologías, sobre todo
en tecnologías digitales, se presenta como dificultosa cuando se relaciona con el
mundo mapuche. En otras palabras, pareciera ser que la innovación mapuche debe
darse desde el campo de la artesanía pero no desde el diseño y, por ende, todo
iniciativa orientada al desarrollo socio-económico del Pueblo Mapuche encontrará sus
limites en las constricciones mencionadas.
La precaria posición material en la que se encuentra gran parte del Pueblo Mapuche en
particular se ve potenciada por el racismo y la discriminación que, a pesar de haberse
modificado en los últimos 25 años, sigue latiendo en el seno de nuestra sociedad
(Richards 2013). De hecho, según el “Estudio, Prejuicio y Discriminación Racial en Chile”
(Universidad de Talca, 2018) casi tres cuartos de las personas encuestadas sostiene que
tener un apellido mapuche dificulta la obtención de empleo, se reconoce la existencia
de un imaginario que asocia al Pueblo Mapuche con pobreza, y un 87,8% de los
encuestados cree que el mapuche es menos inteligente que el no-mapuche.
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En este sentido, creo fundamental plantear un proyecto que no solo busque mejorar las
condiciones materiales de los sujetos con los que espero relacionarme, sino intentar
cuestionar los discursos sobre la reproducción de la pobreza material mapuche en
conjunto a las prácticas sociales actuales. Es en dicha yuxtaposición que la innovación
se yergue como una esfera a ser potenciada, y la tecnología digital como uno de los
elementos angulares de esta en tanto herramienta comprobada como útil y necesaria en
el mundo contemporáneo, pero ademas como una esfera que ha sido considerada
como alejada del pueblo mapuche, como su antípoda.
Por otro lado, al proponer un proyecto que pretende materializar visiones, practicas y
discursos de sujetos indígenas es fundamental poder trabajar con dichos sujetos,
interesarlos en el proyecto y hacerlos partícipe desde etapas iniciales. Para dicho
cometido es menester escoger una esfera que sea atractiva y útil para los warriache, y,
como ya vimos, los pocos espacios para cultivos, la poca conexión con la naturaleza, el
dificultoso acceso a productos orgánicos de la medicina tradicional, pocos “lugares de
encuentro donde poder ser mapuche” y, finalmente, los bajos indices socio-
enconómicos permiten especular sobre una positiva recepción para con un proyecto
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que provea un lugar de reunión en torno a la producción de alimentos, productos
medicinales e insumos vegetales necesarios para ciertos rituales.
A pesar de la importancia de esta actividad, Ibarra et. al. (2018) indican que, en Chile,
los pequeños huertos han recibido muy poca atención a nivel político y académico,
urgencia que según los autores se agudiza a la luz de las dinámicas comerciales
chilenas que, en gran medida, enfocan la producción de alimentos a la exportación
frutícola mientras estructuran la adquisición de dichos productos desde las tarjetas de
crédito y la deuda (CIPER 2020)
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1.2.2.- ANTECEDENTES DEL PROBLEMA.
- Tipo de organización
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En correspondencia a las pretensiones interculturales del trabajo propuesto, se requiere
analizar las formas y lógicas internas de las iniciativas socio-enconómicas mapuche
fructíferas a la fecha, en tanto la diferencia cultural puede ser un terreno desde donde se
despliegan formas asociativas tendientes a la asociación y/o a la presencia de una
“comunidad” (Comaroff y Comaroff 2012). Muchas de estas formas de organización son
promovidas por la Ley Chilena para población que se declara como perteneciente a uno
de los “Pueblos Originarios” reconocidos por el Estado chileno.
- Financiamiento
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SERCOTEC,organismo que ofrece financiamiento de manera constante a
emprendedores en general, cuenta con concursos específicos dirigidos a población
indígena. Dentro de este último tipo de concursos, sin embargo, cabe destacar la
preponderancia del enfoque regional, lo puede ser ilustrado con el funcionamiento del
“Centro de Negocios Sercotec Inakeyu, el cual atiende a micro y pequeños/as
empresarios y emprendedores que realizan negocios con pertinencia cultural Mapuche
en toda la región de la Araucanía.
Coherente con lo anterior, INDAP también ofrece financiamiento tanto para proyectos
asociados a la producción vegetal como para iniciativas realizadas por personas
indigenas. Con respecto al punto aquí tratado- iniciativas indígenas- INDAP cuenta con
el Programa de Cobertura de Inversión Indígena (COBIN), concurso definido por el
Comité de Desarrollo y Fomento Indígena de Corfo. Este fondo presenta dinero para
que, según el director de INDAP, “la Agricultura Familiar Campesina pueda acceder a
recursos para optimizar o mejorar su trabajo”(INDAP 2020) Para optar a dicho fondo no
es necesario que el proyecto postulado esté conformado en un 100% por indígenas,
pero si que tengan una presencia mayoritaria. Entrega créditos de entre las 1.000 a
10.000 UF.
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entidades privadas, quienes reciben recursos de INDAP por medio de Convenios y
Contratos para impartir asesorías a los usuarios.
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- Presencia de sociedades gremiales
La historia de asociatividad empresarial mapuche data de, por lo menos, 1946 (Pairican
2014), lo que se expresa contemporáneamente en la presencia de empresas mapuche
en asociaciones empresariales y productivas no-mapuche (p.e.: Cámaras de comercio
regionales), como también en ENAMA, Corporación de Profesionales Mapuche fundada
en Temuco el 2011. Dicha organización se ha constituido como un activo agente de la
“empresa mapuche” mediante la impulsión de diversos proyectos en general, y como
entidad que agrupa a empresarios y emprendedores en torno a una comunidad
productivista.
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Ninguno de los proyectos encontrados tiene presencia o relación con alguna de las
sociedades gremiales mencionada; sin desmedro de lo anterior, esta variable debe
considerarse a la hora de proyectar el desarrollo de un proyecto, buscar lugares donde
esta puede insertarse e identificar potenciales aliados y/o interesados.
- Área de producción
Variable que intenta dar cuenta de aquello que la iniciativa o proyecto produce o vende.
Algunas son de carácter general en tanto abarcan diversas actividades - como por
ejemplo, “Artesanía” en iniciativas que producen diversos objetos con distintas técnicas
artesanales- mientras otros son más específico, como “Textil” o “Cerámica” cuando son
una producción especializada. Otras variables fueron creadas para albergar posibles
proyectos no incluidos en el presente informe, como la categoría “Productos forestales
no maderables” aún cuando solo encontré un proyecto de este tipo (que trabaja el
piñon). Algunos representan industria extractivista (Forestal), mientras otros procesan
materias primas.
Esta variable intenta presentar cierto carácter inductivo, sin embargo, el bajo número de
casos presentados no permite producir generalizaciones. Se presenta aquí para ilustrar
los casos registrados.
- Tipo de producción
Entenderemos artesanal como un proceso con baja automatización, que depende del
trabajo manual, presenta variación en los resultados finales de piezas confeccionadas
con materias primas orgánicas y/o minerales (u aleaciones) pero que se distancia del
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polímero orgánico plástico y del material sintético. Por otro lado, algunas iniciativas
corresponder a servicios artesanales, es decir, servicios o productos que su objetivo
principal o elemento diferenciador consiste en transmitir una experiencia que acerque a
los clientes a interacciones con objetos artesanales, sin que por eso todos los
elementos que componen el artefacto sean estrictamente artesanales. Lo anterior se
asocia, por ejemplo, a iniciativas de etno-turismo, en donde se puede proveer
almuerzos servidos en platos artesanales pero que utilizaron gas u electricidad para su
cocción.
Categoría que intenta dar cuenta de las maquinarias y tecnologías que utilizaron en la
realización del producto o servicio en cuestión. Es una información que no siempre está
presenta en la información recopilada. Alude a la necesidad de entender cuales son el
nivel de tecnologías empleadas en el contexto general de la “empresa mapuche”. Por
otro lado, cabe destacar la inclusión de la tecnología “Diseño de la marca” en casos en
donde se puede percibir conocimientos y técnicas gráficas, narrativas y estéticas que
intentan diferencias a la iniciativa de sus posibles competidores.
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- Tipo de emplazamiento: rural, urbano, translocal.
- Lugar
- Venta en linea
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trabajo enfocado en la experiencia artesanal. No cuentan con maquinarias ni
tecnologías especializadas.
En Peuma Ñuke (la madre de los sueños) los visitantes reciben sus comidas en una ruka
tradicional del siglo XVIII.
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- Cafe de cebada Kawella de Cooperativa We Mogen
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turismo moderno, por lo que se diferencia de las demás iniciativas focalizadas en el
turismo étnico artesanal. Recibieron financiamiento por parte del Comite Desarrollo y
Fomento Indígena (de INDAP) y financiaron su “Centro Cultural Gastronómico Ruka
Ngütratün” con el fondo “Desarrollo de una producción integral y territorial de la
agricultura familiar mapuche, para predios adquiridos balo la Ley N°19.253”.
Interior de tienda de Cooperativa de Artesanas Follil en Mall de Temuco (Fuete: Prensa UCT
2018)
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- Comunidad Las Mellizas plata Avellano Europeo
- Mejoramiento sistema productivo carbón de aromo por Lof José Martín Curín
!35
- ArterraKutral
Diseñadora Yesica Huentemán, ceramista con estudios en Italia, tiene su taller a las
afueras de Gorbea, en donde fabrica “cerámica mapuche contemporánea” e imparte
talleres. Financiada por Capital Semilla Emprende “FÜNMAPU", es uno de los pocos
emprendimiento 100% artesanales sin un enfoque exclusivo en las narrativas mapuche
tradicionales.
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Formaci Tipo Financia Presenci Cantidad Área de Tipo de Tecnolog Tipo de Luga Venta en
ón de de miento a en de producci producci ía y emplazami r línea
sus organ sociedad personas ón ón maquina ento
ejecutor izació gremial involucra ria
es n das emplead
a
Peuma Ñuke idet familia SERCO No indet etno- artesana ninguna rural Impe No
Etnoturismo r
TEC turismo l rial
Ruta turística bajo coope SERCOT No 10 etno- artesana ninguna rural Trai no
Inarrumen rativa EC
turismo l guen
de
mujer
es
Camping y medio comu comite No indet etno- semi- ninguna rural Tiru no
Hotel Lorcura nitari fomento turismo artesana a
indígena
a l
Comunidad bajo comu PEL FAO No indet agrícloa industria indet rural La no
Las Mellizas nitaria
l unió
plata
Avellano n
Europeo
Mejoramiento indet comu CIEM No indet producc semi- indet rural Galv mo
sistema nitaria ión de industria arino
productivo ltda
carbón de Carbón l
aromo por
Lof José
Martín Curín
Productos medio comu FÜNMA No indet procesa semi- fabrica de trans Lonq si
Wen Kimey nitaria proceso
PU miento industria uima
Gourmet ltda
piñón l/ yy
artesana
l
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1.3.- OBJETIVOS
Objetivo general
Objetivos específicos
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1.4.- PROPUESTA DE SOLUCIÓN.
!39
Se espera entonces co-crear el modelo (Objetivos) en el marco de esta Oficina y con
warriahce asociado a ella, y se propone que las interacciones físicas del proyecto
consideren los espacios de la Corporación Cultural de Recoleta como punto de inicio.
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1.6. ESTRATEGIA METODOLÓGICA
1.6.1 CO-DISEÑO
Como el trabajo propuesto parte desde una exploración a las nociones de agroecología
de los propios usuarios, se propone abordar dichas nociones desde el Co-Diseño.
Entenderemos Co-Diseño “in a broader sense to refer to the creativity of designers and
people not trained in design working together in the design development
process” (Sanders y Stappers 2008: 06). Desde esta visión, el “usuario” es parte integral
del proyecto y el investigador es un facilitador, lo que se manifiesta en desiciones
consensuadas que surgen de un proceso de diálogo entre, en este caso, personas
pertenecientes a organizaciones warriahce. Cabe destacar, sin embargo, que en este
diálogo también puede estar presente la voz del investigador (Halse 2008). Desde esta
perspectiva, Zamenopoulos y equipo (2019: 06) designan al co-Diseño como
herramienta que desplegaría, a través de reuniones de discusión, interaciones
materiales, juegos y prototipado, la
– Capacity to bring to the fore one’s own issues and practices and influence the
design task .
– Capacity to unlock and transform one’s own knowledge and resources to carry
out design
!41
1.6.2. DISEÑO EMOCIONAL
!42
1.6.3.- CULTURAL PRODUCT DESIGN Y CONOCIMIENTO INDÍGENA
!43
Finalmente, cabe destacar que una de las maneras que en los planteamientos del
Cultural Product y del Cross Cultural Design en general, y del IK y Diseño Cosmopolítico
en particular, puede ser evaluados y operacionalizados, es a través de estrategias de
prototipado.
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Poliedro Propuesta de Valor Académico (PPVA)
Puntos enunciados corresponden a 1,2,3: la base del PPVA
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2- CONTEXTO ESTRATÉGICO DEL PROYECTO
El presente proyecto espera enmarcar parte de sus acciones al interior del entramado
de interacciones que posibilita el Internet de las Cosas (IoT). Como ya se mencionó en
“Conceptos fundamentales”, dicho paradigma hace alusión a diversos dispositivos y
objetos interconectados a través de redes digitales. Los tipos de dispositivos y objetos
son muy variados, desde sensores, aparatos mecánicos, emisores de señales, etc. Una
definición académica es traída a colación por Uesca-Veloz y equipo, quienes mencionan
que
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Ambito Dispositivo
Vestíbles Relojes, lentes, bandas fitness y otros dispositivos de salud, anillos, pulseras,
ropa,cinturones, entre otros.
Ciudades inteligentes Detectores de velocidad para monitorizar tráfico, sensores en las estructuras de
los
edificios para monitorizar sus estado, cámaras de vigilancia, sensores para
monitorizar
usos de bicicletas, estacionamientos inteligentes, sensores para medir la
congestión de
tráfico y redirigirlo en tiempo real para agilizar el traslado, vigilancia mediante
drones
Los diversos ámbitos recién señalados pueden ser abordados mediante distintos
dispositivos. En esta etapa de la presente propuesta de investigación me concentré en
identificar mecanismos de fácil construcción y que sirvieran para ilustrar(me) las
capacidades y potencialidades de IoT a una escala realizable; en otras palabras, no
busqué los fastuosos ejemplos producidos en los laboratorios del MIT, sino en las
propuestas asociadas a códigos abiertos y dispositivos fabricables de manera más
artesanal. Es interesante constatar que este procedimiento sirvió para esclarecer
diversas interacciones posibles de realizar con estos dispositivos.
Las variables utilizadas para observar los casos analizados son las siguientes:
- Función principal
- Función secundaria
!47
- Hardware principal requerido
- Software principal
- Software secundario
- Lenguaje principal
!48
Función p. Función s. Hardware p. Hardware s. Otros Software p. Software s Lenguaje Link
Hardware
riego sobre muestra las Arduino (indet) arduino/328p Sensores Arduino Bolt (tipo de Hardserial.ino https://
calculo de mediciones de microcontrolle (humedad de Cloud) www.instructa
humedad de humedad y r tierra, lluvia) bles.com/id/
terreno clima SMART-
IRRIGATION-
SYSTEM-
Using-IoT/
monitor de Swing Raspberry Pi Arduino Mega Sensores Raspbian OS, Google Python 3. https://
guagua Automation, (humedad, Arduino IDE – Firebase Arduino C www.geeksfor
Cry Detecting temperatura). v 1.8.5, programming geeks.org/
Mechanism, Camara video. Python IDLE – project-idea-
Live Video Detector de v 3.4 baby-
Surveillance, llanto y monitoring-
Cloud análisis de smart-cradle/
Computing patron de
(Data llanto (que
Storage). activa la
Notificaciones mecedora)
Garbage ESP8266 Wifi Atmega Sensores (de IOT Gecko (?) MC https://
Monitoring Module Microcontroller próximidad y Arduino Programming nevonprojects
System ultrasónico Language: C .com/iot-
HC-SR04, garbage-
monitoring-
system/
!49
cualidades individuales sino en la heterogénea plétora de opciones que se despliega al
considerar la interconexión entre estos.
Por otro lado, el monitor de guagua, por presentar otro ejemplo, tiene un sensor que se
activa bajo un patrón sonoro específico - el llanto de una guagua- lo que produce una
reacción puntual (una alerta). Dicho patrón sonoro, y he aquí el quid del asunto, es
intercambiable, al igual que la reacción que se genera, lo que permitiría pensar en
alguna reacción física (apertura de puertas, abonado de especies vegetales, etc…)
cuando suene alguna melodía mapuche o cuando se produce un registro musical
asociado a un instrumento tradicional.
En este sentido, el análisis realizado entregó luces tanto sobre las potencialidades
“productivas” del modelo que se espera desarrollar, y de las interacciones básicas de
posibles funcionamiento, como también abrió un abanico de opciones referidas a las
formas en que la cultura mapuche warriache puede materializarse a través de estas
tecnologías.
Los proyectos referentes aquí presentados pueden ser divididos en dos áreas, aquellos
que se relacionan directamente con modelos de producción de especies vegetales
!50
mediante tecnologías IoT, y aquellos que utilizan tecnologías IoT desde diversas veredas
y objetivos.
Entre los primeros me gustaría mencionar a Smartcultiva, empresa que desde el 2016
desarrolla nanosensores que miden parámetros en campos e invernaderos de cultivo;
su centro de investigación y desarrollo está en Buenos Aires, y han trabajado con
Verdeagua hidroponía (la mayor empresa de cultivos hidrópicos de Uruguay y primera
con certificación B), facilitando sensores de parámetros, como el Smartcultiva modelo
CT-200A, que mide niveles de C02, T°, conductividad eléctrica e intensidad de la luz).
Smartcultiva también se ha insertado en la educación, capacitando a alumnos de la Red
de Escuelas Agrícolas de la provincia de Misiones.
!51
Por otro lado, me pareció interesante tomar como referentes proyectos de “granjas de
contenedores” (containers), principalmente porque representan un sistema productivo
autónomo que requiere muy poco espacio. Entre los representantes de las “granjas de
contenedores” tenemos a Freight Farms, primera empresa en fabricar y vender este tipo
de sistemas. Fundada en Boston el 2010, su sistema , modular y customizable, se basa
en proporcionar un sistema climático controlado para cultivos verticales hidropónicos. El
contenedor tiene un lugar para germinar semillas (“nuersery station”) y una zona de
crecimiento y cultivo, ambos con sistema de crecimiento basado en luces LED. Por
cierto, las condiciones y parámetros de cultivo son monitoreados en tiempo real con
tecnología IoT, elementos visualizable y controlables de manera remota a través de una
aplicación.
Otra empresa que desarrolla este tipo de cultivos es “Alesca Life”. Fundada el 2013 en
China. En este punto Alesca Life no se diferencia mucho de los otros dos proyectos
comentados, e incluso es posible identificar otros exponentes de la manufactura de
“granjas de contenedores”, solo destacar que Alesca está asociada a Unreasonable
Brand, comunidad de marcas con valor social, iniciativa de la cual también es parte
“Growing Underground”, empresa fundada en Londres el 2012 y dedicada a al
producción agrícola en un antiguo búnker subterráneo de la Segunda Guerra en el
centro de dicha ciudad. En este sentido, muchas de las iniciativas de sistemas
vegetales urbanos presentan factores favorables en el establecimiento de alianzas con
la comunidad, en tanto atacan un problema social desde perspectivas sustentable y
circulares.
!52
!53
de sensores digitales, ambientes urbanos y la promoción de la sustentabilidad, aunque
sus acciones también se han realizado en ambientes rurales (recolectando datos de
flora y fauna).
Finalmente, solo destacar las influencias del Critical Making, corriente de diseño (más
teórica que metodológica) que se propone establecer relaciones materiales con la
tecnología para promover la critica y reflexión social. Inicialmente postulado por Matt
Ratto en 2008, ha recogido diversos intereses en tanto se propone conjugar dos
aspectos que usualmente se consideran por separado: el hacer y el pensamiento
(crítico). Es importante hacer hincapié en el Critical Making en tanto gran parte del
presente estudio podría asociarse a lo que ha sido llamado Diseño Especulativo y
Crítico, el cual usualmente funciona motivando (a nivel teórico) la construcción de
prototipos que cuestionen aspectos del status quo. Si bien se pueden establecer
similitudes entre ambas corrientes, el Critical Making no se basa tanto en la producción
de objetos finalizados para generar critica social sino que el objeto finalizado es un
subproducto del proceso, el cual está centrado en el aprendizaje en el cuestionamiento.
Es decir, el cuestionamiento viene del proceso y metodología de diseño, se centra en el
proceso y no del objeto en sí, lineamientos con los cuales la presente entrega comulga.
2.3.- ACTUACIONES
El proyecto aquí propuesto y aquellos de carácter similar podrían ser financiados por
iniciativas como “Startus Insigths”, sistema que identifica compañías emergentes
enmarcadas en ciertas áreas de interés (energía, industria, logística, materiales,
movilidad, packaging, entre otras), las analiza y sugiere canales de acción y propone
formas de financiamiento.
!54
Por otro lado, cabe consignar la existencia de fundaciones que aportan financiamiento a
iniciativas que promueven el cambio social. Aquí destacaremos la Shuttleworth
Foundation, creada el 2001 a modo de fondo anual para el desarrollo de una idea.
Una organización que no solo análisis de proyectos y provee financiamiento, sino que
también se involucra en el diseño y ejecución de iniciativas que promueven el cambio
social, es Project Resound. Esta organización recluta profesionales y académicos de
diseño, la industria, artes, finanzas, economía y ciencias sociales para establecer
proyectos en distintas partes del mundo. A la fecha han trabajado co-creando un centro
comunitario para una comunidad Cherokee en Carolina del Norte (EE.UU.), han
trabajando con agricultores cafetaleros en Colombia, mejorando necesidades de favelas
en Río de Janeiro, entre otras.
Existen, por otro lado, organizaciones que apoyan iniciativas enfocadas específicamente
en la producción de especies vegetales, tales como AgFunder Network Partners.
Fundada el 2013, cuenta con 75.000 miembros suscritos, incluyendo emprendedores,
inversores, prensa, profesionales de la industria, agricultores, entre otros agentes
asociados a la producción alimentaria.
A nivel nacional, si bien ya hemos visto algunas Actuaciones que podrían financiar
proyectos agrícolas y/o indígenas, también vale mencionar actuaciones enfocadas en la
innovación y la tecnología. Un ejemplo es el Imagine Lab, empresa privada que funciona
como incubadora de startup tecnológicos para crear valor.
!55
2.5.- MODELOS Y/O METODOLOGÍAS
!56
Con respecto a la agricultura, ya entregué cifras asociadas a soberanía alimentaria y
nutrición para Chile y el mundo. Cabe añadir, sin embargo, que la problemática de la
producción de alimentos no solo presenta complicaciones para su correcta distribución
y satisfacción de las necesidades de consumo, sino también destacar que la agricultura
tradicional es responsable por el 30% de los gases de efecto invernadero del planeta,
ocupa casi el 70% de las fuentes de agua dulce disponibles y se extiende por gran
parte de la superficie de la tierra. La agricultura es, actualmente, un problema que sobre
el cual debemos trabajar.
Con respecto a las relaciones interétnicas, nuestro país realmente requiere atención.
Escribo estas lineas durante el día 78 de la huelga de hambre que posiblemente llevará
a la muerta a una autoridad tradicional mapuche imputado por el asesinato de una
pareja de adultos mayores calcinados en su propia casa. Por un lado, se acusa a
muchos mapuche de flojos, feos, irracionales, violentos; por otro lado, Chile es uno de
los pocos países que no reconoce constitucionalmente la existencia de otros Pueblos al
interior de sus fronteras nacionales, asumiendo así un monismo nacional que es ejemplo
a nivel regional y mundial de una paupérrima y azarosa política intercultural.
El contexto propicio para el desarrollo de la propuesta aquí presentada puede ser, por
ende, múltiple. Confiamos interesar a uno o más comunidades warriache que perciban
en la propuesta tanto una forma de producción que mejora sus vidas como también la
posibilidad de ensayar nuevas formas de relación entre su cultura y el mundo
contemporáneo. Con dicho interés, y posterior a los primeros acercamientos a los
protagonistas de este proceso, será posible comenzar a evaluar financiamiento acorde a
las materializaciones que surjan de los procesos de prototipado. En este sentido, una
!57
alianza con alguna organización universitaria proveería facilidades para acceder a los
conocimientos de ciencia y tecnología, pretensiones fundamentales de esta propuesta.
Una vez que exista mayor claridad a las posibles materializaciones del modelo en
cuestión el proyecto podrá buscar financiamiento nacional tanto dentro de la esfera
pública como privada. Es posible que, con dicho financiamiento, se pueda proyectar la
realización de un producto mínimo viable y obtener una visión panorámica pero integra
de todo el proceso. La escalabilidad del modelo podrá sustentarse con financiamiento
nacional, aunque también será posible evaluar alianzas con actores internacionales
asociados a la innovación tecno-agrícola, innovación social y a los interesados en las
temáticas de pueblos indignas.
Finalmente, cabe destacar el posible rol que las propias organizaciones gremiales
mapuche puedan cumplir, en tanto es posible suponer que organizaciones como
ENAMA (Asociación de profesionales e industriales mapuche) podrían verse
interesados.
!58
3- CARACTERIZACIÓN ETNOGRÁFICA Y
COMUNICOLÓGICA
Las Asociaciones y/o Comunidades Indígenas son agrupaciones amparadas por la Ley
Indígena (N° 19.253) y que usualmente cuentan con personalidad jurídica. Se inscriben
por regiones, pudiendo declarar domicilio en contextos rurales o urbanos. Algunas
cuentan con amplia profundidad histórica, correspondientes con antiguas
organizaciones familiares o socio-territoriales, mientras otras tienen data más reciente.
Requieren contar un presidente o responsable, quien para el caso de muchas
Asociación y/o Comunidad Indígena Mapuche es conocido, usualmente, como el lonko
cuando es hombre o la presidenta cuando es mujer. Es la persona responsable frente al
Estado, como también frente a los miembros de su comunidad. Usualmente es mayor
de 45 años, tiene diversos lazos de parentesco con los demás miembros de la
Asociación y/o Comunidad junto a múltiples conocimientos sobre diversas aspectos de
la cultura mapuche; en este último sentido, usualmente se autoconsidera un interlocutor
válido y un re-presentante de sus asociados. Suele estar presente en las iniciativas que
la organización lleva a cabo, impulsando muchas de ellas. Por otro lado, muchas veces
tienen parientes en Wallmapu, por lo que viaja al sur al menos una vez al año. Puede
trabajar en una amplia variedad de empleos, y usualmente no cuenta con título
profesional universitario.
!59
Es, en definitiva, un personaje clave para un correcto desarrollo de cualquier proyecto
que pretenda trabajar en conjunto a alguna Asociación y/o Comunidad Indígena
Mapuche.
La comunidad no está tan mal, aunque aún queda tanto por hacer. Tenía dudas de sí
inscribirnos en la “CONADIE", ya que andar mendigándole al Estado nunca ha sido lo
que el mapuche ha hecho, pero igual nos ha servido, nos han apoyado. Quizá sí el
encargado de la Oficina no fuera tan jugado la cosa habría resultado peor, nos pudimos
haber dividido; habían algunos que no quería, y si la mayoría no quiere yo, como lonko,
tendría que haberles hecho caso, pero por fortuna nos inscribimos y ahora todo es un
poco más fácil, solo un poco. Era difícil pensar en actividades para mi comunidad y
para el barrio, pensar en como mantener nuestra cultura y entregársela a los más
jóvenes, pero ahora, con el apoyo y el espacio, es más fácil.
Los Talleres van bien, y con las ferias de artesanía igual generamos un ingreso extra,
que harta falta nos hace. Me gustaría que más peñi y lamngien (hermana-hermano
mapuche) compraran los productos mapuche que vendemos, pero parece que son los
wingka los que más compran; no es malo, tampoco hay que ser sectario, yo prefiero
pensar que la cultura mapuche es para todos. Mientras más gente conozca de lo
nuestro, menos será el racismo, más podremos desarrollarnos, que es nuestra
necesidad: desarrollarnos, pero desde nuestra cultura. Pucha que es difícil hacer eso en
la ciudad, pero no pienso abandonarala. Aquí nací.
Claro que faltan muchas cosas por hacer para que nos sintamos bien, pero no hay que
quejarse tanto (solo lo justo y un poco más) y mejor pensar en trabajar para estar mejor,
cada día mejor. Planificar que haremos para el 12 de octubre, la feria de navidad, luego
el día de la tierra y luego nuestro año nuevo. Uf, son hartas actividades, y no sé si
tendré tiempo para todo.
!60
PIENSA
Mi vida está dividida en dos, mi vida chilena y mi vida mapuche. Con la chilena trabajo,
respiro este aire cochino, me como un completo, pago el arriendo de esta casa que no
tiene ventana hacia el este…. impensable no tener newen (energía) del hermano sol por
las mañanas, pero así es la cosa aquí…ni el SERVIU ni el Estado han entendido nuestro
vivir, y nos han hecho vivir como ellos. Maldito Estado, malditos chilenos…pero no, no
todos son tan malos, no todo el wingka es un wingka trewa (perro chileno, traidor). Igual
me gusta el completo, y nunca he sabido si Colo-Colo es un equipo chileno o un equipo
mapuche, supongo que es ambos. Equipo dividido, como yo, medio chileno y medio
!61
mapuche. Pagar el arriendo, ir donde la machi, ir al médico, pagar por el makuñ (poncho
labrado con los símbolos del poder político mapuche) para el ngillatún. Ya nada es tan
claro, solo que soy mapuche, y lo seguiré siendo hasta mi muerte, no me transformarán.
El Mapuche siempre ha resistido a los cambios. No fue sino hasta que llegaron con sus
fusiles y ametralladores que nos quitaron la tierra, y ahora van con mejores fusiles y
ametralladoras a terminar el trabajo. Eso sí que no lo aguanto…que quieran destruir
nuestra tradición, nuestra forma de vida. Que rabia. El mapuche tiene una forma de
vida, y yo estoy orgulloso de ella. Tenemos que protegerla, resguardarla, que no se
pierda nunca. Aunque tampoco hay que ponerse folklórico….algunos peñi son tan
estrictos con eso, pero igual viven en la cuidad, igual se comen el completo, igual sus
vidas están divididas. ¿Habrá sentido Lautaro que traicionaba su tradición cuando
aprendió a montar a caballo?
!62
SIENTE
! De nuevo atrasado a la reunión con las otras comunidades¡ maldito jefe, cada vez me
pasa más pega. Nunca hay calma en esta ciudad, siempre ando corriendo! Bueno, sí
igual siempre comienza tarde, no soy el único sin tiempo, y la reunión de hoy es
importante: tenemos que definir que talleres impartiremos los sábados. Ojalá podamos
!63
darle con el taller de palin (chueca), así podría ver más a mi hijo, que por fin se interesó
por la cultura mapuche (gracias deporte!), pero en la otra comunidad también quieren
hacer uno de palin….mmm, hay que diversificar la oferta de talleres, aunque no hay que
descuidar el taller fundamental: la lengua, aunque ese mejor lo imparte mi cuñado y así
yo me puedo concentrar en el que hago ahora, de artesanía en metal. Ese taller deja
algo de platita, y así podemos vender cosas hechas con nuestras manos, no solamente
las poleras con el wenüfoye (bandera mapuche).
Chuta, hay una protesta, la micro no puede seguir. Supongo que llegaré muy tarde a la
reunión…..mmm, sí, ya no llegó.
(peñi agarra su celular y llama desde la micro): Mari mari lamngien ( Hola hermana),
porfa toma apuntes por mi, que me topé con la manifestación, y creo que me voy a
bajar para sumarme, si total ya no no llego a la hora, y la cosa en Wallmapu esta super
fea, así que hay que apoyar a la causa. Acuérdate de pedir el espacio para el sábado, el
patio, para hacer el taller de palin. Si, estoy seguro, es verdad que entonces estaremos
ocupados de lunes a sábado, pero bueno, el domingo descansamos de la pega y de los
talleres. Con eso me basta, total, soy mapuche, nunca me canso (suspira cansado).
!64
HACE
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4- PROPUESTA DE VALOR
Como ya se mencionó, se propone desarrollar un modelo comunitario de producción
agroecologica warriache de especies vegetales que incorpore tecnologías IoT en
comunidades mapuche asociadas a la Oficinas de Pueblos Originarios de alguna
comuna de Santiago para mejorar la producción y el acceso a vegetales tradicionales
mapuche. Se propone, como caso de estudio, intervención y testeo, la Oficina de
Pueblos de la comuna de Recoleta.
Lo fundamental de esta propuesta es relacionarse con los usuarios desde los inicios de
la investigación para entender cuales son los discursos, deseos y prácticas que ellos
enuncien con respecto a la agroecología warriahce. Cabe aquí repetir que la
agroecología son las relaciones socio-ambientales que se establecen para la
producción, distribución y consumo de productos vegetales, es decir, comprende tanto
las practicas culturales como las productivas, superando la noción agrícola centrada en
la masificación de la producción. En este sentido, el proyecto busca establecer la
pregunta por la agroecología mapuche en la ciudad, las formas en que se producen
productos vegetales, las relaciones que se establecen con la naturaleza, y las relaciones
sociales que se desprenden de esta actividad. Es, en definitiva, un enfoque holístico
desde donde se espera reflexionar sobre las concepciones sobre la “naturaleza” en el
medio urbano y, desde allí, proponer y ensayar nuevas relaciones que los sujetos
puedan sentir como propias.
Las visiones sobre agroecológica funcionará como eje transversal desde donde incluir
interacciones asociadas a tecnologías IoT que faciliten el funcionamiento del sistema de
producción y, posiblemente, los canales de distribución. Por otro lado, también
esperamos considerar las posibles interacciones que estas tecnologías puedan aportar
en los intentos por “hacer sentir natural” y “hacer sentir mapuche” el modelo a
desarrollar. En este sentido, las tecnologías digitales y del IoT podría facilitar la
construcción de distintos ambientes e interacciones que apunten a las formas en que
!66
los usuarios experimenten el sistema a desarrollar, alejándolo de las ideas tradicionales
de agricultura urbana hipe tecnologizada. En otras palabras, se espera utilizar la
tecnología para desarrollar un modelo que los sujetos mapuche warriache a los que está
dirigido lo sienta, al menos en parte, como natural.
De esta forma esperamos co-diseñar un espacio (no exclusivamente físico, sino también
social y virtual) en donde personas warriache se puedan reunir, aprender y utilizar
nuevas tecnologías digitales que se perfilan como herramientas fundamentales del
mundo contemporáneos y de los futuros próximos, con la finalidad de generar
productos vegetales que puedan tener usos alimenticios, medicinales y rituales,
cumpliendo así con las necesidades de abastecimiento, reunión y aprendizaje.
!67
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