Es la recuperación de la confianza de los ciudadanos en las instituciones y el
diseño y la implementación de una estrategia de pedagogía ciudadana sobre los alcances de los acuerdos, mediante la construcción de valores y un verdadero dialogo que asegure un país en el que contengan todos los ciudadanos y ciudadanas con dignidad y se fortalezcan las relaciones: ciudadanía-Estado y ciudadanía-Gobierno.
Todas las instituciones tendrán un papel fundamental, no solamente tendrán la
responsabilidad de diseñar y poner en marcha los instrumentos y reformas necesarias para dar cumplimiento a los acuerdos, sino para garantizarles a los ciudadanos en general, y a las víctimas en particular, así como a los diferentes actores y sectores políticos, que sus derechos será respetado.
PEDAGOGÍA PARA LA PAZ A NIVEL DEPARTAMENTAL
Uno de los factores primordiales en el desarrollo social del departamento de
Antioquia es la búsqueda de la paz que es y debe ser fundamental de cada nación tanto en forma individual como colectiva, de una manera responsable y con la finalidad de realizar y comprometer a todas las instituciones del departamento a cumplir con los deberes y obligaciones que a cada uno le corresponde. De esta manera elevar el departamento a un nivel comprometido en valores y justicia social. Unos de los semblantes más trascendentales es el de lograr una región con educación en todos los niveles esencialmente para promover una cultura de paz, la cual se orienta hacia la acción y un ámbito de actuación, ya que de esta manera podremos definir metas y objetivos a los problemas actuales de la sociedad en la cual vivimos; realizando un esfuerzo conjunto para que de este modo consolidar una nueva manera de entender, ver y vivir empezando por el propio ser y de ahí continuar con nuestros semejantes.
PEDAGOGÍA PARA LA PAZ A NIVEL LOCAL
El proyecto pedagogías para la paz del municipio de Liborina, permite diseñar un
marco de referencia para una pedagogía comprometida con la paz, que contribuyen al proceso educativo, que pretende el rescate de los valores y la reconstrucción del tejido social como requisito indispensable para la convivencia pacífica, la formación integral del ser humano y el respeto por la integridad física y psicológicas de las personas, sin limitaciones de edad, sexo, orientación política o religión. Además es satisfactorio percibir en los habitantes del municipio esa alegría que produce el roce social cuando viene empapado del anhelo de un mejor futuro para un pueblo ansioso de progreso, desarrollo y paz.