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ENSAYO

INTRODUCCIÓN:

En la actualidad la educación en el marco legal han ampliado su función social, no sólo


en actividades en educar, sino también en direccionar hacia un desarrollo integral, que
permita un buen desempeño dentro de la sociedad en la que se encuentra, además que
permita la interrelación entre ellos; y en efecto, llegar en muchas oportunidades, a
generar un conocimiento basado en la propia experiencia vinculado a las políticas
públicas implementadas por los gobiernos nacionales.
Dentro de la simbiosis educativa mundial, es pertinente tener presente los roles que
desempeñan las instituciones y sus actores para llevar adelante la gestión del
conocimiento; no obstante, las instituciones educativas latinoamericanas dejaron de ser
entidades cuya responsabilidad no era imperativa, y pasaron a ser permanentemente
interpeladas por la colectividad, es decir, se le reclama el producto social de los recursos
públicos invertidos en ella. Al respecto, Inciarte et al (2015) plantean que la universidad
como institución responsable en la formación del talento humano, orienta su desarrollo
a la generación de conocimiento dirigido a la solución de problemas contextuales,
aunado a la construcción de capacidades coadyuvantes con el desarrollo humano y
sustentable.1 Por ello, es imperante para analizar y comprender críticamente en la
educación los aspectos que intervienen en este proceso, definiendo el marco legal que la
contempla y su accionar como política pública.
Según Pérez (2009) el marco legal compendia el conjunto de leyes, reglamentos,
normas, decretos, entre otras publicaciones oficiales, donde se establece el basamento
jurídico sobre el cual se sustenta cualquier protocolo investigativo.
Atendiendo a esas consideraciones, la educación como accionar principal en el
desarrollo de los pueblos, requiere urgentemente su redimensión, exigida por el
momento histórico que se vive, sin perder el norte establecidos por organismos
internacionales que le dan sustento como fin principal en el desarrollo holístico
del individuo. Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la ciencia y la Cultura [UNESCO] (2016), en el objetivo 4 del desarrollo sostenible
plantea que la educación es la clave para poder alcanzar otros objetivos.
DESARROLLO:
En nuestro país, en los últimos años la educación superior universitaria ha tenido un
giro de trescientos sesenta grados debido a la nueva Ley Universitaria, debido a que
exige que universidades tanto privadas cómo públicas garanticen las condiciones
básicas de calidad para poder ser licenciadas, acreditadas y autoevaluadas por el sistema
educativo nacional.2
Esta circunstancia se viene a presentar, a raíz que las universidades peruanas tenían una
oferta educativa muy por debajo de la educación de calidad, educación que es un
derecho fundamental amparado en nuestro marco constitucional.
Por las propias exigencias de la educación de calidad que exige el mundo
contemporáneo, es que se empiezan a emitir determinadas normas jurídicas con la
finalidad de crear una cultura de calidad en la educación, para fortalecer esa cultura se
necesitaba de un compendio de normas jurídicas que las institucionalice, con el fin de
cumplir con las Políticas de Estado, política de gobierno, política nacional en educación,
entre otros instrumentos jurídicos.
Por estas razones, es que, en el año 2014, se da nacimiento a la Superintendencia
Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU), como ente rector de la
política de aseguramiento de la calidad de la educación superior universitaria,
desactivando la antigua Asamblea Nacional de Rectores, que a nuestro criterio era un
“club de socios” que no garantizaba calidad en la educación. Con la nueva entidad
perteneciente al Ministerio de Educación, esta tiene como tarea supervisar la calidad del
servicio educativo universitario, para lograr los objetivos y las metas trazadas por el
gobierno para mejorar la educación en el país.
La Ley N° 30220, nueva Ley Universitaria, que apenas ha cumplido 7 años en el mes de
julio, ha ayudado a mejorar las condiciones básicas de calidad de las universidades,
desapareciendo algunas pseudo universidades que no garantizaban ningún tipo de
seguridad, fiabilidad y confianza para los educandos.
La universidad del futuro es una universidad que se tiene que adaptar a los nuevos
acontecimientos, una universidad que en estos tiempos garantice la transformación
digital y de paso a los nuevos desafíos de la cuarta revolución industrial, como son los
temas relacionados a la robótica, la inteligencia artificial, la nube, entre otros factores.
Por ello, la creatividad, la ciencia y la tecnología son pilares fundamentales en la
innovación de los productos y/o servicios educativos universitarios.
Sin lugar a duda, esta nueva Ley universitaria garantiza que las universidades estén
condicionadas a modernizarse y reformarse cada cierto tiempo, para que estén
actualizados sus planes de estudio, bajo las condiciones de calidad que deben de
impartir en su educación para los estudiantes. El proceso de licenciamiento, acreditación
y autoevaluación, al fin y al cabo, es un proceso administrativo que se resolverá con una
Resolución, pero el verdadero fin y esencia es cumplir con las condiciones básicas de
calidad para tener egresados más competitivos en el mercado laboral nacional e
internacional, garantizar una estructura educativa sólida, con infraestructura de primer
nivel que cumpla con los objetivos académicos y muy importante tener líneas de
investigación, una universidad que no investiga -a nuestra percepción- no es una
universidad, podrá llamarse de cualquier otra forma, menos universidad. La universidad
tiene como esencia y obligación moral investigar constantemente, porque producto de
sus investigaciones permite el desarrollo y el crecimiento del país.
Ahora bien, tenemos una Ley Universitaria, pero también tenemos una Ley General de
Educación que es la Ley N° 28044, que busca la calidad de educación de manera óptima
para la formación de las personas y que estas puedan alcanzar el desarrollo humano,
ciudadanía y la constante capacitación durante toda la vida, para ello se requiere de la
calidad educativa desde los primeros años de infancia (nivel inicial) hasta la formación
adulta constante. La calidad, como hemos manifestado, es fundamental en todo tipo de
formación y servicio o producto que se pueda brindar, pero en la educación juega un
papel transcendental, ya que se está formado futuros valores para el desarrollo del país.
Por ello, que esta Ley General de Educación, te da la directriz general de la educación
del país; sin embargo, a través de las leyes especiales se va a fortalecer la materia
educativa nacional.
Si bien es cierto, tenemos el Plan Bicentenario, pero este Plan está quedando obsoleto
este año, el Perú viene diseñando y elaborando el Plan de Desarrollo Estratégico
Nacional hacia el 2030 con la Visión 2050 que fue aprobado en el Acuerdo Nacional del
29 de abril de 2019. Este Plan se visiona en la línea de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible al 2030 de las Naciones Unidas, y dentro de esta visión está el
fortalecimiento de la educación con calidad en todo el territorio nacional con una misión
vanguardista y equitativa para todos.
Adicionalmente, a las normas jurídicas mencionadas, hay que señalar que por D.S. N°
016-2015-MINEDU se aprobó la política de aseguramiento de la calidad de la
educación superior universitaria, con el objetivo que todos los jóvenes del país tengan la
posibilidad de acceder al servicio educativo universitario de calidad, para buscar la
excelencia académica, que nos garantice: jóvenes para el desarrollo nacional, en base a
la inclusión y la equidad de la calidad en la educación.
Finalmente, tenemos un marco normativo que nos direcciona a cumplir con los
propósitos que tienen objetivos y metas; no obstante, si no tenemos voluntad para hacer
que este nuevo sistema funcione, será difícil tener resultados positivos, la inversión en
educación es una inversión social y a largo plazo, pero que garantiza el futuro de una
nación. Sin educación, un país no podrá salir adelante ni desarrollarse ni mucho menos
crecer, la educación es el camino correcto para asegurar vigencia durante los próximos
cincuenta años dentro de un país que busca modernidad y crecimiento para alcanzar los
objetivos planteados por los estándares internacionales. Las buenas prácticas en
educación siempre arrojan resultados positivos. Por todas estas razones, consideramos
que las normas jurídicas emitidas y mencionadas si garantizan y aportan a la calidad de
la educación en el Perú, un Perú del Bicentenario que se visiona al 2050.
CONCLUSIÓN:

Esta investigación ha incluido analizar el marco legal o normativo de la educación en


todo el contexto global,este estudio se desarrolló bajo revisión documental, y
basamentos legales que permitieron contrastar diferentes concepciones sobre la
temática,entre los resultados más significantes se encontró que el marco normativo
facilita la construcción de políticas públicas concebidas como justificación legal
garantes del derecho a la educación para todos los ciudadanos, como un deber
constitucional del cual depende la realización del proyecto de vida individual, colectivo
y cultural en la sociedad, proporcionando así valor al conocimiento del desarrollo
sostenible.

Bibliografía:

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