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Extinción y recuperación espontánea

Hemos visto la forma en que el condicionamiento clásico y el operante dan como resultado
la adquisición de nuevas conductas. Pero ¿cuánto dura ese aprendizaje? ¿Puede
recuperarse una vez que se pierde?

Condicionamiento clásico
Regresemos al ejemplo de los perros de Pavlov, los cuales habían aprendido a salivar al
escuchar una campana. ¿Qué piensa usted que suceder con el tiempo cuando los perros
escuchen la campana (EC) sin que aparezca la comida (EI)? La respuesta condicionada a
la campana (la cantidad de salivación) disminuirá gradualmente hasta que a la larga cesará
del todo: los perros ya no salivarán al escuchar la campana. Este proceso se denomina
extinción. Si el sonido que se produce al abrir una lata o la puerta de la alacena (EC) ya no
se asocia con la vista o el olor de la comida (EI), su gato puede dejar de ronronear (RC)
cuando escuche el EC. Si la música tétrica de las películas (EC) ya no se asocia con
eventos aterradores en la pantalla (EI), dejará de ponerse tenso y ansioso (RC) cuando
escuche ese tipo de música. Éstos son ejemplos de extinción de respuestas adquiridas
mediante condicionamiento clásico. Una vez que una respuesta condicionada se ha
extinguido, ¿ha desaparecido el aprendizaje para siempre? Pavlov entrenó a sus perros
para que salivaran al escuchar una campana, luego extinguió el aprendizaje. Unos cuantos
días después, los mismos perros fueron llevados de nuevo al laboratorio. En cuanto
escucharon la campana, su boca empezó a hacerse agua. La respuesta que había sido
aprendida y luego extinguida reapareció por sí misma, sin un nuevo entrenamiento. Este
fenómeno se conoce como recuperación espontánea. La respuesta del perro tenía sólo la
mitad de la fuerza que tenía antes de la extinción, pero el hecho de que ocurriera indicaba
que el aprendizaje original no se había perdido por completo durante la extinción (vea la
figura 4-7). De manera similar, si su gato se ausenta por un tiempo y luego regresa a casa,
puede correr a la cocina y empezar a ronronear las primeras veces que escucha que se
abren latas o las puertas de la alacena. Y si usted deja de ir al cine por cierto tiempo, la
próxima vez que vaya, se dará cuenta de que la música tétrica lo vuelve a poner tenso o
ansioso. En ambos casos, respuestas que habían sido extinguidas reaparecen
espontáneamente luego del paso del tiempo. Sin embargo, note que las respuestas que
reaparecen durante la recuperación espontánea no regresan con toda su fuerza, y por lo
general vuelven a extinguirse con mucha rapidez. ¿Cómo es que la conducta extinguida
puede desaparecer para luego reaparecer cierto tiempo después? De acuerdo con Mark
Bouton (1993, 1994, 2002), la extinción no borra las respuestas condicionadas. Más bien, la
extinción ocurre porque el nuevo aprendizaje durante la extinción interfiere con la respuesta
previamente aprendida. Es decir, los estímulos que fueron pareados con respuestas
condicionadas llegan a provocar respuestas diferentes y, en ocasiones, incompatibles con
las respuestas condicionadas originales. Un timbre asociado con una descarga eléctrica
inicialmente significa “¡Se acerca el dolor!”, y llega a provocar una serie de respuestas (por
ejemplo, cambios en el ritmo cardiaco y en la presión sanguínea) que acompañan a la
estimulación dolorosa. Durante la extinción, la asociación entre el timbre y el dolor
desaparece; en consecuencia, el timbre provoca otro conjunto de respuestas que pueden
ser completamente diferentes de las respuestas aprendidas originalmente. En efecto, esas
nuevas respuestas pueden incluso antagonizar u oponerse a las respuestas originales. Por
ejemplo, si durante el entrenamiento una respuesta era un incremento en el ritmo cardiaco,
pero la nueva respuesta durante la extinción es una disminución del ritmo cardiaco, es claro
que no pueden suceder las dos cosas al mismo tiempo. El resultado es la interferencia, y la
recuperación espontánea consiste en superar esta interferencia. De acuerdo con Bouton,
una forma de superar esta interferencia es a través de lo que denomina el efecto de
renovación. Imagine que se le condiciona etrn un escenario (por ejemplo, en un laboratorio
poco iluminado y oscuro), y luego se extingue su respuesta condicionada en un escenario
muy diferente (por ejemplo, una habitación brillante y alegre). Incluso con la total extinción
en el nuevo escenario, si regresa a la habitación del laboratorio original, de inmediato
reaparecerá su respuesta condicionada. Esto ocurre porque las nuevas respuestas de
interferencia aprendidas durante la extinción están asociadas con estímulos del nuevo
escenario y no con los estímulos de la habitación del laboratorio original. Entonces, las
conexiones estímulo-respuesta aprendidas originalmente están intactas.

Condicionamiento operante
La extinción y la recuperación espontánea también ocurren en el condicionamiento
operante. En este caso, la extinción ocurre como resultado de retener el reforzamiento. Pero
la retención del reforzamiento por lo regular no conduce a un decremento inmediato en la
frecuencia de la respuesta; de hecho, cuando el reforzamiento se descontinúa, al principio
suele haber un breve incremento en la respuesta antes de que disminuya la fuerza o
frecuencia de la respuesta. La conducta en sí misma también cambia al inicio de la
extinción: se vuelve más variable y a menudo más enérgica. Por ejemplo, si usted introduce
monedas en una máquina expendedora y ésta no entrega los bienes, quizá jalará la palanca
con más violencia o golpeará el panel de cristal con el puño. Si la máquina expendedora
sigue sin entregar el producto que pagó, sus intentos por hacerla funcionar disminuirán, y al
final dejará de intentarlo. Sin embargo, igual que en el condicionamiento clásico, la extinción
no borra una respuesta para siempre. La recuperación espontánea puede ocurrir si pasa un
periodo de tiempo después de la extinción inicial. Y una vez más, tanto la extinción como la
recuperación espontánea pueden ser entendidas en términos de interferencia de nuevas
conductas. Si una rata ya no es reforzada por presionar una palanca, empezará a emitir
otras conductas (como alejarse de la palanca, mordisquear las esquinas de la cámara
operante, intentar escapar, etcétera) y esas nuevas conductas interferirán con la respuesta
operante de presionar la palanca, causando extinción. La recuperación espontánea es una
breve victoria del entrenamiento original sobre esas respuestas que interfieren. ¿Qué tan
sencillo es extinguir conductas aprendidas mediante condicionamiento operante? Cuanto
más fuerte sea el aprendizaje original, más tiempo se llevará lograr que la acción deje de
realizarse. Además, cuanto mayor sea la variedad de escenarios en que tuvo lugar el
aprendizaje, más difícil será extinguirlo. La conducta compleja también es mucho más difícil
de extinguir que la conducta simple. Las respuestas que sólo son reforzadas
ocasionalmente durante la adquisición, por lo general, resisten con más fuerza la extinción
que las respuestas que son reforzadas cada vez que ocurren. Y por último, las conductas
aprendidas con castigo más que con reforzamiento son especialmente difíciles de extinguir.

Extinción: Un decremento en la fuerza o frecuencia de una respuesta aprendida a causa de


no continuar el pareamiento del EI y el EC (condicionamiento clásico) o de retener el
reforzamiento (condicionamiento operante).

Recuperación espontánea: Reaparición de una respuesta extinguida después del paso del
tiempo, sin mayor entrenamiento.

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