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Del
individuo al sujeto: Tejiendo y
destejiendo narraciones
En este sentido, el uso generalizado del término ‘mena’ provoca que este quede
reducido a una sola palabra, una nueva palabra con sus significados socialmente
atribuidos (contenidos categoriales que comentaremos a continuación) y no a
unas siglas (MENA) que remiten a cuatro palabras diferentes con su propio
significado. Por este motivo, en este documento usaremos la nomenclatura
‘mena’ cuando hablemos de la construcción de las identidades de estos/as
menores, ya que nos remite a todo el imaginario asociado a esta categoría. Esta
categorización no es una práctica inocente y neutra ideológicamente, sino que
supone una diferenciación en clave racial que, como veremos, re-significa la
infancia.
Utilizar la categoría ‘mena’ desencadena procesos de identificación ya que
define “el lugar particular que una persona ocupa en la sociedad” (Pujal i
Llombart & Cubells Serra, 2019, p. 29) que, en este caso, remarca la diferente
procedencia de las personas. Concretamente, la categoría ‘mena’
despersonaliza a los infantes borrando su bagaje cultural y personal
(AcampaMadrid, 2020). Además, al enfatizar el rasgo de extranjería (la no
pertenencia ‘plena’ a la sociedad de acogida) la identidad ‘mena’ supone una
connotación negativa de la persona así categorizada, provocando que esta tenga
que demostrar mucho más su validez (como apunta Abdellatif Laqiasse (La
Sexta, 2019)). En cierto sentido, los chicos y chicas sobre los que recae la
identidad ‘mena’ quedan privados de su infancia en tanto que infantes.
El número de niñas ‘mena’ que llega a España es muy inferior al número de niños
y sus vías de llegada pueden estar directamente vinculadas a sistemas de
opresión patriarcal como es el tráfico de personas para la explotación sexual
(Escorial et al., 2016). Por tanto, la identidad de género en una situación de
migración deviene transformada en una experiencia diferente atravesada tanto
por dinámicas raciales como machistas. La desatención mediática y política a las
diferencias de género en las identidades ‘mena’ produce lo que Purdie-Vaughns
(citada en Pujal i Llombart & Cubells Serra, 2019) llama invisibilidad
interseccional, es decir, el fracaso a la hora de reconocer las diferentes
estigmatizaciones en las personas. Esta invisibilización tiene efectos directos
relevantes ya que, al no detectar la problemática, la situación específica de las
niñas ‘mena’ queda fuera de las posibles intervenciones políticas e
institucionales que puedan transformar la situación.
El primer componente a tener en cuenta en esta obra de teatro son las personas
que actúan y el escenario, es decir los espacios donde el ejercicio de roles es
llevado a cabo. Goffman llama establishments a estos espacios con límites para
la percepción donde son posibles la actuación de determinados roles sociales.
Por ejemplo, en el texto “Canarias: el abuso policial se une a la ola de racismo
en un centro de menores” encontramos diferentes personas donde cada una
ejerce su rol. Así, por ejemplo, si nos referimos a las personas que desarrollan
su rol de policía, los otros autores serían los niños/as y los educadores/las
educadoras. El rol esperado de la policía es garantizar la seguridad de la
población y el de los educadores, cuidar a los niños que tienen a su cargo. En
este caso, el establishment es la casa de acogida.
Siguiendo en nuestro caso, como región visible seria esperable que la policía
pueda desempeñar un rol de protección a las personas vulnerables y que los
educadores y las educadoras cuiden materialmente y afectivamente a los niños
y las niñas. Por su parte, esperaríamos que los niños y niñas puedan ejercer su
rol de “niños/as” despreocupados/as por la subsistencia, centrados en el afecto,
los vínculos, el juego, el descubrimiento y el aprendizaje.
En el caso que os proponemos como ejemplo conductor de esta teoría (el relato
del texto “Canarias: el abuso policial se une a la ola de racismo en un centro de
menores”), se evidencia a partir de un vídeo una región invisible que se hace
visible: en ese establishment vinculado con el hogar, quienes deberían
desempeñar un rol de cuidado hacia los niños que viven en él son violentos.
Sucede lo mismo en el caso de la policía, al que el mismo texto pone entre
comillas “cuerpos de seguridad” para poner en evidencia que el rol de protección
que deben ejercer es dudoso, dado que la región invisible (golpes, insultos y
amenazas) se hace visible.
Pero Mead refiere además que la identidad es recíproca y negociada, dado que
las personas devolvemos una imagen del otro y al mismo tiempo ese otro, ajusta
su respuesta y forma de pensarse para redefinir los sentidos que la identidad
adquiere en la interacción. Es el caso en que los jóvenes que alcanzan la
mayoría de edad y ante la mirada de las instituciones públicas que devuelven al
“niño-nuevo adulto/niña-nueva adulta” una identidad independiente, la
Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes 2022, redefine la
condición de jóvenes a partir de la comparación con las/os jóvenes españolas/es.
Evidenciando las dificultades que tiene cualquier joven en alcanzar la autonomía
efectiva en la esfera económica y en la vivienda. Aspecto que se intensifica por
la condición de vulnerabilidad derivada del estatus migratorio (desde las
condiciones de irregularidad a la falta de soporte social): “Existen muchos casos
en los que el/la joven que abandona la tutela se encuentra en situación
administrativa irregular (...)La mayoría de estos/as jóvenes no tiene a su
familia, es decir, carece de una red de apoyo importante, (...) La nula o
escasa formación con la que estos jóvenes abandonan el Sistema de
Protección, (...)Las dificultades para acceder a una vivienda digna. La mayoría
de los jóvenes abandonan el Sistema de Protección sin la consecución de
un empleo ni posibilidades de ello, debido a su situación
administrativa: Residencia temporal no autorizada a trabajar.“ (Asociación
Marroquí para la Integración de Inmigrantes, 2022)
3. Memoria e identidad
Finalmente hay que señalar que Halbwachs también apunta que la acción de
recordar se hace dentro de unos marcos sociales: el tiempo y el espacio. En la
construcción de la identidad de las personas migradas versus las personas
autóctonas, la dimensión espacial toma especial relevancia dado que se crea de
forma preeminente entorno a discursos de territorialidad que considera quién
pertenece o no, de forma “esencial” y “natural” (por nacimiento), a un trozo
delimitado del planeta tierra. El tiempo, a la vez, muestra la disrupción del relato
de la vivencia de las personas migrantes, con un antes y un ahora marcado por
el movimiento de traslado geográfico. Un antes y un ahora que liga
especialmente con un allá y aquí, haciendo evidente esta intrincación
indesligable de estos dos marcos (espacio y tiempo). El tiempo pre-migración es
el espacio geográfico marcado por el nacimiento, mientras que el tiempo post-
migración es el espacio geográfico del lugar de acogida. Y es en la intersección
de estos dos ejes donde se construyen las memorias de estas dos identidades
básicas analizadas al inicio del trabajo: personas autóctonas versus personas
migrantes.
Bibliografia
Escorial, E., Marcos, L., Perazzo, C. (2016) Infancias Invisibles. Safe the
Children.
https://violenciagenero.org/sites/default/files/infancias_invisibles.pdf