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TALLER

DE LECTURA
Y REDACCIÓN

Manuel Medina Carballo


Carolina Fuentes Ayala
Fernando García Núñez trillas®
TALLER
DE LECTURA
Y REDACCIÓN
TALLER
DE LECTURA
Y REDACCIÓN
Manuel Medina Carballo
Carolina Fuentes Ayala
Fernando García Núñez

EDITORIAL
TRILLAS
Mexico, Ai(|(inlliin, I spulili,
( '(ilumhlu, l'uoilo Ilici), V .....i
[|
i i i i Im I (10
Catalogación en la fuente
^ Medina Carballo, Manuel \
Taller de lectura y redacción. - 4a ed. - México :
Trillas, 1992 (reimp. 2011).
88 p. : //. ; 25 cm.
Incluye bibliografías e índices
I5BÍ1 9 7 8 -9 6 8 -2 4 -4 0 8 6 -1

1. Lectura (Enseñanza superior). I. Fuentes Ayala,


Carolina. II. (jarcia flúñez, Fernando. III. t. IV. 5er.

D -4 !O M 5 5 2 t _______ LC- P51'M4.8________1541

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Reimpresión, 2011*
Col. (oral. Pedro María Anaya,
C. P. 05540, México, D. F. Impreso en México
Te!. 56884255, FAX 56041564 Printed in Mexico
División Comercial, 5e imprimió en
Calzada de la Viga 1152, Encuadernaciones Maguntis, 5. A. de C. V
C P. 09459, México, D. F.
Te!. 56550995, FAX 56550870 B 105 TW
Presentación

El estudiante de nivel m edio superior o bachillerato cuenta con dife­


rentes op cion es (Preparatoria, CCH, C olegio de Bachilleres, etc.) para for­
marse y posteriorm ente ingresar en el ciclo de licenciatura y continuar sus
estudios en los distintos niveles de posgrado. En los programas de enseñan­
za de este nivel educativo, se han establecido temas com unes o subtemas
que se im parten de m anera perm anente. La correlación de estos subte-
mas ha generado efectos de distinto tipo, entre los cuales destaca el au­
m en to de la dem anda de materiales de apoyo didáctico.
En Taller de lectura y redacción se co n ced e particular im portancia a los
actuales sistemas de enseñanza, a la consistencia m etodológica y a la cla­
ridad en la com unicación, para que los estudiantes de las diferentes insti­
tuciones puedan satisfacer los requérim ientos educativos. También se ha
escrito com o un texto sencillo y conciso que simplifica esfuerzos de inves­
tigación a los profesores.
El en foq u e de la obra, el lenguzye claro y la seriedad con que sus auto­
res m anejan cada tem a son reflejo de su experiencia y conocim iento de los
actuales planes y programas de enseñanza.
6

Los módulos de la serie Temas básicos mantienen una dinámica


propia que se renueva permanentemente y brinda una aportación di­
dáctica y adecuada a las demandas actuales del sistema educativo de
México. Este trabajo de actualización de contenidos es el fruto de los
esfuerzos de sus autores, que revelan un efectivo dominio en el cam­
po específico de sus conocimientos.
Las obras que constituyen la serie Temas Básicos, escritas como
unidades o módulos, forman parte de los programas vigentes de ense­
ñanza. El enfoque que se les ha dado, la amplitud de su desarrollo y
la seriedad con que han sido tratados, permiten afirmar que su edición
y reimpresión, en función de los actuales planes y programas de ense­
ñanza, serán de utilidad para sus lectores.

Asociación Nacional de Universidades


e Institutos de Enseñanza Superior
Indice de contenido

Presentación

Cap. 1. Clasificación del texto

Textos literarios, 10. Textos científicos, 10. Textos informativos,


11. Bibliografía, 13.

Cap. 2. Técnica de lectura

Lectura global, 15. Búsqueda de palabras desconocidas, 15. Ideas


principales, 16. Elaboración del resumen, 16. Localización del
tema, 18. Uso del diccionario, 20. La reseña, 22. Bibliografía, 23.

Cap. 3. Textos informativos

El periódico, 25. Estructura del discurso periodístico, 30. La no­


ticia, 31. El reportaje, 32. La crónica, 35. El artículo, 40. La en­
trevista, 43. Bibliografía, 47.

Cap. 4. La semántica

Denotación, 49. Connotación, 50. Polisemia, 51. Sinonimia, 51.


Antonimia, 52. Campo semántico, 52. Bibliografía, 52.

Cap. 5. Estructura del texto

El texto, 55. El párrafo, 55. El enunciado, 56. Clasificación del


enunciado, 56. Oración, 57. Elementos lingüísticos de yuxtaposi­
ción, coordinación y subordinación, 59. Localización del enuncia­
do, 60. Bibliografía, 64.
8

Cap. 6. Textos literarios 65

Historia, 69. Discurso, 69. Bibliografía, 72.

Cap. 7. Textos científicos 73

El informe, 77. Bibliografía, 82.

índice analítico 85
1
Clasificación
del texto
Clasificación de los textos

Narrativos: cuento, novela


Dramáticos: drama, tragedia,
Literarios 4 comedia
Líricos: himno, oda, elegía,
canción

Científicos
Tecnológicos
Científicos < Didáctipos
Clasificación De divulgación
De consulta

Informativos: noticia,
reportaje
reseña
descriptiva
Informativos
Crónica
artículo
De comentario o^
entrevista
valorativos
reseña
valorativa
10

El texto es todo discurso escrito que gira alrededor de un tema o


asunto. El tema tratado podrá estructurarse de la siguiente manera:
introducción, desarrollo y conclusión. En general, los textos se clasi­
fican como literarios, científicos o informativos.

TEXTO S L IT E R A R IO S

Los textos literarios son aquellos escritos en que el autor denota


emotividad como producto de la realidad en que vive, así como de su
ideología, de lo que percibe y siente en el momento en que escribe
la obra.
El escritor se expresa por medio de un lenguaje metafórico y rico
en expresividad. Los textos literarios son subjetivos y cada lector in­
terpreta estas obras desde su punto de vista particular.
Los textos literarios se clasifican como narrativos, dramáticos o
líricos.
Textos narrativos. Éstos son composiciones escritas en prosa. Con­
tienen un relato sobre algún acontecimiento real o ficticio, desplaza­
do en el tiempo y en el espacio. Entre este tipo de textos destacan
la novela y el cuento.
Textos dramáticos. Estos textos ofrecen como, panorama el con­
flicto entre dos o más personajes; el desarrollo de la obra está encami­
nado a presentar cómo se desarrolla dicho conflicto y cuál es su des­
enlace.
Los textos dramáticos están escritos para ser representados y dan
la idea de que los acontecimientos están ocurriendo en ese momento,
aun cuando se trate de acontecimientos pasados; el relato lo hacen di­
rectamente los personajes.
Se habla de tragedia cuando el personaje principal resulta destrui­
do física o moralmente, y se dice que una obra es dramática si la sal­
vación o destrucción del personaje depende de él mismo. Cuando en
la obra predomina un tono ligero y tiene final feliz, se dice que es una
comedia.
Textos líricos. En estos textos se manifiestan sentimientos y
emociones puestos en el yo del autor o en boca de un personaje de­
terminado. Entre los textos líricos se encuentran himnos, odas, ele­
gías y canciones.

TEXTOS CIEN TÍFIC O S


Los textos científicos desarrollan a profundidad temas acerca de
la naturaleza, la sociedad y sus fenómenos y procesos; son resultado
11

de las investigaciones de hombres especializados en las diversas áreas


del conocimiento humano.
Los textos científicos se clasifican como propiamente científicos,
tecnológicos, didácticos, de divulgación o de consulta.
Textos científicos. Por lo general, son especialistas quienes escri­
ben este tipo de textos. Su lenguaje está lleno de tecnicismos y va
dirigido a los científicos de las diferentes ramas del saber.
Textos tecnológicos. Éstos se basan en los textos científicos y
explican cómo se aplican en forma práctica los descubrimientos y es­
tudios realizados por la ciencia.
Textos didácticos. Este tipo de textos explican, en forma gradual,
los conocimientos científicos, para que puedan asimilarse de acuerdo
con el nivel académico de los estudiantes.
Textos de divulgación. En éstos se tratan los temas científicos en
un nivel accesible, ligero y ameno para todo tipo de lectores.
Textos de consulta. En éstos se presentan, en forma ordenada y
especializada, los conocimientos del ser humano.

TEXTOS IN FO R M A TIV O S
Los textos informativos se distinguen por dar la información y el
enjuiciamiento público, oportuno y periódico de los hechos de inte­
rés colectivo. Por tanto, se pueden clasificar como textos netamente
informativos o textos de comentario, o valorativos. La noticia y el
reportaje constituyen un ejemplo de lo que son los textos informati­
vos, y se caracterizan porque comunican acontecimientos o sucesos
actuales, sin comentarlos. Los textos de comentario o valorativos
son: crónica, artículo y entrevista; éstos, además de informar sobre
los hechos actuales, ofrecen la opinión de quien los escribe.
12

Crucigrama*
1 2 3 4 5 6 7 8

9 10 11

12 13 14 15

16 17 18 19 20

21 22 23 24 25

26 27 28

29

30 31 32 33

34 35 36 37 38 39

40 41 42 43 44

45 46 47 48

49 50 51

52

Horizontales 26. V asija grande que sirve para diversos


usos. (In v .)
1. Q u e tie n e c o n e x ió n o relación de varias 28. P a rte d e la n te ra de la nave.
cosas e n tre sí. 29. F ija r lím ite s , d e slin dar.
9. D espojos de q u e se a p od eran los solda­ 30. H erm anas o prim as del pa d re o la m ad re
dos en el c am p o o país enem igo. d e una persona, respecto de ésta.
1 0. S u p e rfic ie de la tie rra . 32. A p e llid o del santo fu n d a d o r de la C o n ­
12. A d je tiv o y sustan tivo m asculino ita lia n o gregación del O ra to rio . N a c ió en F lo ­
qu e s ign ifica d u lce. rencia.
1 4. A lc e una carga. (Im p e r a tiv o .) 34. R e c o rrí con la vista lo escrito para e n te ­
16. P ro n o m b re personal de segunda persona ra rm e de e llo . (In v .)
singular. Úsase siem pre con preposi­ 35. S ím b o lo q u ím ic o del arsénico. (In v .)
c ió n . (In v .) 37. In te rje c c ió n . D e n o ta resolución o sirve
1 7. Pájaro de c o lo r pa rd o , de carne d elicada. para a n im a r o e stim u la r.
20. En fo r m a fig u rad a, el p rim e ro en su 39. H ueso de la cadera. T a m b ié n es a b rev ia ­
clase. tu ra d e C o m p a ñ ía . (In v .)
21. T í t u lo de d ig n id a d , q u e h o y se aplica a 40. S ím b o lo q u ím ic o del cobre.
casi to d o s los ho m b res de cie rta ed a d , y 41. P od er que tie n e u n o sobre una perso­
sólo se a n te p o n e al n o m b re de pila. na o a n im a l.
23. P ro n o m b re personal de segunda persona 44. S ím b o lo del v o ltio -a m p e r io , u n id a d de
en am bos géneros y n ú m e ro plu ral en p o te n c ia a p a re n te en las c o rrie n te s al­
d a tiv o o acusativo. ternas.
24. D ip to n g o . 45. Espacio c u b ie rto de v eg etació n y, a veces,
25. En lengua náh u atl o m e x ic a n a , posposi­ co n m an an tia le s , en m e d io del d esierto.
ción que in dica c a n tid a d , a b u n d a n c ia : 47. N o m b re del " b u e n la d ró n " .
acatla, lugar llen o de cañas; quauhtla, 49. A d o rn a r con orla.
boscoso, llen o de árboles; tecpintla, llen o 51. C ria tu ra p u ra m e n te e s p iritu a l.
de pulgas; tetla, lugar pedregoso. 52. C o n ju n to de los elegidos.

* Crucigrama (de cruz y el griego gramma-texto, letra) m. Juego de ingenio que consiste
en acertar la palabra justa que sugiere una definición e incluirla en una cuadrícula de casillas
blancas y negras, escribiendo cada letra en una casilla blanca. Las casillas tienen doble senti­
do, vertical y horizontal, por lo que cada letra corresponde, a la vez, a dos palabras.
13

Verticales
se u tiliz a , sobre to d o , en la te rm in o lo ­
1. P lanta c ru c ife ra h o rtense, de la que hay gía c ie n tífic a .
m uchas variedades com estibles. 22. Lugar d o n d e las gallinas po nen por lo
2. D iv is ió n de la ob ra d ra m á tic a . (In v .) general los huevos.
3. A gua s o lid ific a d a p o r el fr ío . 25. E s tim u la r a las bestias con la voz o el
4 . P rep osició n. Sirve para in d ic a r el lugar, lá tig o .
la po sición, el tie m p o . 27. El te rc e r h ijo de A d á n y Eva. (In v .)
5. E xiste. 28. A lim e n to hecho de harin a am asada, fe r ­
6. H ija p o lític a ; la m u je r del h ijo respecto m e n ta d a y co c id a al h o rn o .
de los padres de éste. 30. En la m ito lo g ía , h ijo de H erm es y de la
7. T e jid o de lana, seda, lin o , e tcé te ra. n in fa D río p e .
8. N o m b re de la d e c im o te rc e ra letra del 31. Las cin c o vocales en desorden.
a b eced ario español y d écim a de las c o n ­ 33. C o m p e tid o r, c o n te n d ie n te , c o n tra rio .
sonantes. 35. Cansados, flo jo s , sin fu e rz a . (In v .)
9. C a p u llo , flo r cerrada y c u b ie rta p o r los 36. A b re v ia tu ra de antes de m e d io d ía . S ím ­
sépalos. b o lo q u ím ic o del a m e ric io .
11. C urva cerrada o b lon ga y s im é tric a co m o 37. P rep osició n. S irv e para in d ic a r el lugar,
la elipse. la p o sición, el tie m p o .
12. R e la tiv o a la enseñanza. 38. E stad o del A sia m e rid io n a l. (In v .)
1 3. P re fijo p riv a tiv o que in dica supresión o 41. E xprésale, m a n ifié s ta le .
negación, m ezc la, po sición in te rio r o 42. M overse, tran sp o rtars e de un lado para
s uperior. o tro .
1 5. Q u e p erm anecen en un m ism o estado; 43. P ercibo el son id o .
en fo rm a fig u ra d a , que se q u ed aro n 46. A b re v ia tu ra de señores, sin la v ocal. Igual
asom bradas. en am bos sentidos.
1 8. I n te rje c c ió n usada p o r los c arre tero s para 48. H o m b res , en el id io m a inglés.
hacer que se d etengan las cab allerías. 50. Isla francesa del océano A tlá n tic o . N o ta
(In v .) m usical.
19. P re fijo que da el s ig n ific a d o de d o b le y 51. In te rje c c ió n . ¡Q u ia ! (In v .)

B IB LIO G R A FIA

Barbosa, Leopoldo, Reportaje , ENEP-Aragón, Universidad Nacional Autónoma


de México, México, 1979.
Martín Vivaldi, Gonzalo, Curso de redacción, 12a edición. Editorial Paraninfo,
Madrid, 1973.
Martín Vivaldi, Gonzalo, Géneros periodísticos, Editorial Paraninfo, Madrid,
1973.
Quillet, Arístides, Enciclopedia autodidáctica Quillet, 4a edición, Editorial Qui-
llet, México, 1965.
Valle de Montejano, Margarita del y Pérez Gutiérrez, Leticia , Metodología de la
lectura, ITESM-CEMPAE, México, 1979.
2
Técnica
de lectura

1. Lectura global.
Técnica 2. Búsqueda de palabras desconocidas.
de " 3. Localización y subrayado de ideas principales.
lectura 4. Elaboración del resumen.
5. Localización del tema.

La lectura es un complejo proceso autodidáctico, ya que el indivi­


duo la realiza por sí mismo y aprende a examinar el contenido de la
obra, a analizar cada una de sus partes y cómo están expuestas, a des­
tacar lo esencial (ideas principales o tema) y a comparar conocimien­
tos ya existentes con los recién adquiridos.
Leer correctamente significa dominar nuevos conocimientos.
Asimilar la nueva información y aprovecharla en la labor práctica
presupone el hábito de resumir y anotar correctamente lo leído y lo
comprendido, de reproducir su esencia en el papel en forma breve y
exacta.

LECTURA GLOBAL

La lectura global permite comprender las ideas y las tesis rectoras


de una obra; se realiza desde el principio hasta el final del texto.

BUSQUEDA DE PALABRAS DESCONOCIDAS

En todos los textos se pueden encontrar palabras que desconoce­


mos, y entonces es necesario consultar el diccionario para encontrar

15
16

su significado. No obstante, se debe recordar que el diccionario da el


significado general de las palabras, y que éstas adquieren un significa­
do particular en el contexto, es decir, dentro de la lectura que se rea­
liza.

IDEAS PRINCIPALES

Todo texto manifiesta las ideas de un escritor. Estas ideas se re­


presentan por medio de enunciados simples o compuestos. Los enun­
ciados encierran las ideas de quien los escribe, y éstas pueden ser prin­
cipales o secundarias.
El texto es una unidad cuyas ideas se relacionan entre sí por me­
dio de las ideas principales; éstas desarrollan el tema de que trata el
texto, según el estilo del autor. Las ideas principales pueden estar al
inicio, en medio o al final del párrafo, y van a estar determinadas por
lo que nosotros, como lectores, vamos a buscar en el texto.
Las ideas principales contienen la mayor parte de significación
pero, para llegar a comprenderlas mejor, se necesitan las ideas secun­
darias del contexto que explican, amplían, ejemplifican o reiteran las
ideas principales.
En nuestra lectura las ideas principales ya están subrayadas. En
los párrafos 1, 2 y 3 se subrayan palabras o frases que describen el lu­
gar donde se desarrolla el cuento; como usualmente las descripciones
son estáticas y describen con palabras cómo es algo o alguien, no ne­
cesitan verbos sino adjetivos. Los párrafos del 4 al 14 narran las accio­
nes del cuento y, por tanto, las ideas principales se caracterizan por
llevar un verbo conjugado: son enunciados simples o compuestos.

ELABORACIÓN DEL RESUMEN

El resumen es la reducción de un texto a sus partes esenciales. Para


hacerlo se usa la categoría lógica del análisis, que consiste en distin­
guir las ideas principales de las secundarias. Las ideas principales cons­
tituyen la base del resumen. Éste tiene como fundamento la catego­
ría lógica llamada síntesis, que se pone en marcha cuando separamos
las ideas principales de las secundarias para encontrar la esencia del
texto.
Antes de continuar es necesario delimitar los significados de las
palabras “resumen” y “síntesis” . El resumen es simplemente la re­
ducción del texto, respetando su sentido y empleando “ servilmente” ,
como dice Maddox, las palabras del autor.
17

Los resúmenes son útiles en las primeras etapas del estudio, pero más tarde
—para que el aprendizaje sea real, para que el concepto sea verdaderamente
internalizado- hay que enseñar a organizar el pensamiento en forma signi­
ficativa y creadora. La síntesis exige un proceso mental de elaboración que
transforma lo leído en elementos comprendidos y asimilados.*

Por tanto, se puede decir que el resumen consiste en exponer la


esencia de un texto con palabras del autor, mientras que la síntesis
denota con las palabras del lector la esencia de un texto. Existen dos
clases de resúmenes: el que se hace a través de una exposición cohe­
rente y el que se hace en cuadro sinóptico.
La exposición coherente tiene como objetivo informar lo esencial
de un texto; es decir, las ideas principales. Los pasos para elaborar la
exposición coherente son:

a) búsqueda de palabras desconocidas;


b) selección de las ideas principales;
c) escritura de las ideas principales; y
d) comparación del texto escrito con el original.

Respecto al cuadro sinóptico se puede decir que es un resumen


esquematizado. En él se registran, debidamente jerarquizados por
medio de la clasificación y la división, los conceptos, categorías o da­
tos a los cuales hace referencia el texto. Las llaves, las flechas o cuales-
quier otro signo que ayude a la mejor comprensión del resumen son
auxiliares del cuadro sinóptico. Fuera de la llave principal se anota el
tema o idea general del texto. Luego, dentro de la llave principal, la
clasificación o división del texto o ideas principales; a continuación,
si son necesarias las subclasificaciones o subdivisiones, habrá más lla­
ves. Es necesario mencionar que el lenguaje que se usa en el cuadro
sinóptico es sintético.
En el fragmento que sigue hemos resumido los párrafos 1, 2 y 3
del cuento Corrido, que corresponden a la descripción del lugar don­
de se realizan las acciones.

Zapotlán es un pueblo que tiene una plaza y una calle ancha y empedrada.
La plazuela se llama de Ameca, tiene sus esquinas ochavadas y sus casas de
grandes portones, además de una pileta de piedra.

Elabora el resumen de los párrafos 4 al 14 del cuento Corrido, que


aparece en la página siguiente.

* Echcgaray de Juárez, Elena M., Estudio dirigido 1. Técnicas del trabajo intelectual,
Editorial Kapclusz, Buenos Aires, 1971, pág. 27.
18

LO C A LIZA C IÓ N DEL TEM A

Se llama tema a la idea central con que se organiza un texto. El


tema es el principal elemento, porque todas las ideas que se desarro­
llan a lo largo de un escrito dependen de esa idea central, dándole
variantes o reafirmándola.
La idea central o tema de nuestro cuento es la rivalidad; amplián­
dola un poco sería la rivalidad amorosa.

Cuento
Corrido
1. Hay en Zapotlán una plaza que le dicen de Ameca, quién sabe
por qué. Una calle ancha y empedrada se da contra un testerazo,
partiéndose en dos. Por a llí desemboca el pueblo en los campos
de maíz.
2. Así es la plazuela de Ameca, con su esquina ochavada y sus casas
de grandes portones. Y en ella se encontraron una tarde, hace
mucho, dos rivales de ocasión. Pero hubo una muchacha de por
medio.
3. La plazuela de Ameca es tránsito de carretas. Y las ruedas mue­
len la tierra de los baches, hasta hacerla finita, finita. Un polvo
de tepetate que arde en los ojos cuando el viento sopla. Y allí
había, hasta hace poco, un hidrante. Un caño de agua de dos
pajas, con su llave de bronce y su pileta de piedra.
4. La que primero llegó fue la muchacha con su cántaro rojo, por la
ancha calle que se parte en dos. Los rivales caminaban frente a
ella, por las calles de los lados, sin saber que se darían un tope en
el testerazo. Ellos y la muchacha parecía que iban de acuerdo
con el destino, cada uno por su calle.
5. La muchacha iba por agua y abrió la llave. En ese momento los
dos hombres quedaron al descubierto, sabiéndose interesados en
lo mismo. A llí se acabó la calle de cada quien, y ninguno quiso
dar paso adelante. La mirada que se echaron fue poniéndose t i­
rante, y ninguno bajaba la vista.
6. —Oiga amigo, qué me mira.
7. — La vista es muy natural.
8. Tal parece que así se dijeron, sin hablar. La mirada lo estaba di­
ciendo todo. Y ni un ai te va ni ai te viene. En la plaza que los
vecinos dejaron desierta como adrede, la cosa iba a comenzar.
9. H| chorro de agua, al mismo tiempo que el cántaro, los estaba lle­
nando de ganas de pelear. Era lo único que estorbaba aquel si­
lencio tan entero. La muchacha cerró la llave dándose cuenta
19

cuando ya el agua se derramaba. Se echó el cántaro al hombro,


casi corriendo con susto.
10. Los que la quisieron estaban en el últim o suspenso, como los ga­
llos todavía sin soltar, embebidosunoy otro en los puntos negros
de sus ojos. Al subir la banqueta del otro lado, la muchacha dio
un mal paso y el cántaro y el agua se hicieron trizas en el suelo.
11. Esa fue la merita señal. Uno con daga, pero así de grande, y otro
con machete costeño. Y se dieron de cuchillazos, sacándose el
golpe un poco con el sarape. De la muchacha no quedó más que
una mancha de agua, y all í están los dos peleando por los destro­
zos del cántaro.
12. Los dos eran buenos, y los dos se dieron en la madre. En aquella
tarde que se iba y se detuvo. Los dos se quedaron all í bocarriba,
quién degollado y quién con la cabeza partida. Como los gallos
buenos, que no más a uno le queda ta n tito resuello.
13. Muchas gentes vinieron después, a la nochecita. Mujeres que se
pusieron a rezar y hombres que dizque iban a dar parte. Uno de
los muertos todavía alcanzó a decir algo: preguntó que si tam­
bién al otro se lo había llevado la tiznada.
14. Después se supo que hubo una muchacha de por medio. Y la del
cántaro quebrado se quedó con la mala fama del pleito. Dicen
que ni siquiera se casó. Aunque se hubiera ¡do hasta Jilotlán de
los Dolores, allá habría llegado con el la, a lo mejor antes que ella,
su mal nombre de mancornadora.
J u a n J osé A r r e ó la

Arreóla, Juan José, Confabularlo, 2a edición, Editorial Joaquín Mortiz, México, 1972.

Vocabulario
adrede (adv. m.). De propósito, de caso pensado, con deliberada intención.
dizque (de “dice que” , m.). Dicho, murmuración, reparo.
embeber (v. t.). Absorber un cuerpo sólido otro en estado líquido. 2. Fig. In­
corporar, incluir una cosa inmaterial dentro de sí a otra. 3. Fig. Embebecer,
quedar absorto.
mancornar (de “mano” y “cuerno” , v. f.). Poner a un novillo con los cuernos
fijos en la tierra, dejándole sin movimiento. 2. Atar dos reses por los cuer­
nos para que anden juntas. 3. Fig. y fam . Unir dos cosas de la misma espe­
cie que estaban separadas.
ochavada (adj\). Dícese de cada figura con ocho ángulos iguales y cuyo contor­
no tiene ocho lados.
pileta (f. d. de pila). Pieza de piedra o de otro material, cóncava y profunda,
donde cae o se deposita agua para varios usos.
tepetate (m.). Capa caliza muy ligera que se corta como la cantería y se utiliza
para la construcción de casas.
20

testera (de “testa”, /.). Frente o fachada principal de una cosa,


testerazo (m.). Golpe dado con la testa o cabeza.

USO DEL DIC C IO N A R IO

Los diccionarios presentan, en orden alfabético, las dicciones que


corresponden a uno o más lenguajes, o a una o más materias. Los pa­
sos para consultar adecuadamente un diccionario son los siguientes:
1. Leer las instrucciones que se encuentran en las primeras páginas.
2. Leer en las primeras páginas, la lista de abreviaturas que se em­
plean en las definiciones de las palabras.
3. Observar que las palabras están en riguroso orden alfabético.
4. Observar que al principio de cada columna o en la esquina su­
perior derecha de cada página se encuentran las letras o pala­
bras guía.

Crucigrama*
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

11 12 13 14

15 16 17 18 19

20 21 22 23

24 25 26 27

28 29 30 31 32

33 34 35 36 37 38

39 40 41 42

43 44 45

46 47 48 49

50 51 52 53 54 55 56

57 58 59

60 61 62 63 64 65

66 67 68 69 70 71 72 73

74 75

* Recuerda que el alfabeto español consta de 28 letras y que la ch y la ll son letras de


este alfabeto aunque cada una este formada por dos caracteres; no deben separarse en dos
casilleros dentro de un crucigrama.
21
Horizontales 7 4 . H is to ria de la v ida de una persona.
7 5 . P ro n o m b re personal.
1 C C o n ju n to de títu lo s de obras que versan
sobre una cues tió n .
1 1 . C h ile n is m o fa m ilia r q u e significa: p ro ­
te sta r, r e fu n fu ñ a r, g ru ñ ir. Verticales
12. U n a de las cinco partes del m u n d o .
1 5. A c c ió n de ir. 1. C as a m ie n to y fiesta que lo a co m p aña.
16. V o lv e r a caer en un pecado o fa lta . 2. C ó le ra, e n o jo .
19. D o c u m e n to p o r el cual se recon oce una 3. N o m b re de le tra de nu estro a lfa b e to .
deud a u ob lig ac ió n ; pagaré. (In v .) 4. N o m b re de los dioses p ro te c to re s de la
2 0 . S ím b o lo q u ím ic o del arsénico. (In v .) casa u hogar e n tre los rom an os.
2 1 . A r tíc u lo d e te rm in a tiv o en género m ascu­ 5. A c u d iré , asistiré.
lin o y n ú m e ro singular. (In v .) 6. P re fijo griego q u e sign ifica tie rra , y e n tra
2 3 . N o ta de la escala m usical. en la c o m p o s ic ió n de m uchas palabras.
2 4 . Q u e tie n e p o r o b je to describir. 7. M u je r acusada y encarcelada po r un de­
2 8 . Ser a rra s tra d o un c u e rp o de a rrib a abajo lito . (In v .)
p o r su p ro p io peso. (In v .) 8. In te rje c c ió n . D e n o ta cansancio o re­
3 0 . En la Edad M e d ia se llam a b a lengua de pu gnancia.
" - - - " a la lengua h ablad a en F rancia al 9. A sistiré , acu diré.
sur del L o ira , p o r op o s ic ió n a la lengua 10. A la b a n z a . Poem a d ra m á tic o c o rto c o m ­
de oil, hablad a al n o rte de d ic h o río . puesto para cele b rar algún a c o n te c im ie n ­
3 1 . Pedazos de un leño o m ad ero a b ie rto to n o ta b le o a alguna persona ilustre.
lo n g itu d in a lm e n te . (In v .)
3 3 . S ím b o lo q u ím ic o del e rb io . 1 1. In te rje c c ió n . ¡C h itó n !
3 4 . D iv is ió n de una ob ra qu e fo rm a , po r lo 1 3. C o n ju n to de dos cosas iguales.
general, un v o lu m e n c o m p le to . 14. A n im a l v e rte b ra d o , o v íp a ro , de respira­
3 6 . S ím b o lo q u ím ic o del setenio. c ión p u lm o n a r y sangre c alie n te .
3 8 . D ícese del h ilo o seda po co to rc id o s. 1 7. A ro de un to n e l.
3 9 . A d je tiv o y sustan tivo. Juicio so , cuerd o. 1 8. A c c ió n y e fe c to de e x p o n e r.
4 1 . R e la to de los a c o n te c im ie n to s y de los 21. A c c ió n de leer. C u ltu ra , c o n o c im ie n to
hechos dignos de m e m o ria . de una persona.
4 3 . C o n ju n c ió n d is trib u tiv a . A féresis de 22. P e rc ib ir el sonido.
ahora. 24. E n tre g a , do na.
4 4 . Perro. En a s tro n o m ía , n o m b re de dos 25. D e qu é m an era, po r qué m o d o .
constelaciones. (In v .) 26. U tiliz a c ió n , a p ro v e c h a m ie n to de una
4 5 . R ío de la U. R. S. S. qu e nace en los cosa.
m on te s que llevan su m is m o n o m b re y 27. M a n c h a lív id a a lre d e d o r de la base del
desem boca en el m ar C aspio. p á rp a d o in fe rio r. Úsase más en p lu ral.
4 6 . In te rje c c ió n : poco a poco. O n o m a to - 28. N o tic ia y análisis som ero de una obra
peya de los golpes dados a una p u erta lite ra ria .
para llam ar. 29. N o m b re de la v ig e s im o p rim e ra le tra y
4 8 . D o n d e . A d v e rb io de lugar qu e se usa en d e c im o s é p tim a c o nson an te del abeced a­
poesía. (In v .) rio castellan o.
5 0 . P arte del c u e rp o de algunos anim ales. 32. E levación de te rre n o , m e n o r que la m o n ­
5 1 . Soga de esparto m achacado, te jid a co m o tañ a. (In v .)
una tre n za . (In v .) 35. E n tre los antig uos, to d o po em a de s tin a ­
5 3. Q u e cuesta m u c h o . Q u e rid o , am ado. do a ser c a n ta d o .
(In v .) 37. E x is te .
5 6. In te rje c c ió n fa m ilia r. ¡Q u ia ! 40. A n te c e d e n te s que p e rm ite n llegar más
5 7 . R e u n ió n , p o r o rden a lfa b é tic o o id e o ló ­ fá c ilm e n te al c o n o c im ie n to de una obra.
gico, de tod as las palabras de un id io m a (In v .)
o de una ciencia. 41. In te rje c c ió n que expresa g e n e ra lm en te
6 0 . L e tra griega que corre s p o n d e a nues­ a d m ira c ió n , sorpresa o pena. (In v .)
tra " p " . 42. P ro n o m b re personal de segunda persona
6 2 . P atriarca hebreo. C o n s tru y ó p o r conse­ en singular.
jo de D ios el arca que h a b ía de preservar­ 47. U n o de los Estados de la P enín su la Bal­
le del d ilu v io con su fa m ilia , y fu e padre cánica b añado p o r los mares Egeo, M e ­
de las nuevas razas hum anas. (B ib lia .) d ite rrá n e o y Jó n ico . (In v .)
6 3 . S alid a del Sol o de o tro astro. 49. P rep osició n la tin a que significa a, ju n to ,
6 6 . C o rta r m en u d a m e n te con los dientes hacia, y entraben la fo rm a c ió n de m uchas
una cosa dura. palabras. (In v .)
6 8 . E x p o s ic ió n sum aria de lo que se ha d ich o 51. A nsar, ave. Juego de dados. (In v .)
o escrito. 52. A n tig u a m ed id a de lo n g itu d chin a. S ím ­
7 3 . En fo rm o fig u rad a, el p rim e ro en su clase. b o lo del litio .
22
54. Q u e no se pu ed e d iv id ir en dos núm eros 64. C a lific a tiv o que se aplica a persona o
e n te ro s ¡guales. (In v .) cosa de que se ignora o no se recuerda
5 5. N o m b re del Sol e n tre los egipcios: re­ el n o m b re .
presentábase bajo la fig u ra de un h o m b re 65. P ro n o m b re personal de segunda persona
con un disco solar sobre la cabeza. (In v .) en am bos géneros y n ú m e ro p lu ral en
58. In s c rip c ió n qu e puso P ilato en la cru z d a tiv o o acusativo.
de Jesucristo. 67. S ím b o lo q u ím ic o del b e rilio . (In v .)
59. V o z qu e, re p e tid a , sirve para a rru lla r al 69. T e rm in a c ió n verbal.
n iñ o . (In v .) 70. Sociedad a n ó n im a.
60. M overse, tran sp o rtars e de un lado para 71. In te rje c c ió n . D e n o ta cansancio o re­
o tro . pugnancia.
61. R ío del n o rte de Ita lia , que nace en el 7 2. In te rje c c ió n . D e n o ta resolución o sirve
m o n te V iso, pasa p o r T u r ín y d e sem b o­ para a n im a r o e stim u la r.
ca en el A d riá tic o .

LA RESEÑA

La reseña, en el caso de los libros, es el informe sobre el contenido


y cualidades de una obra; se clasifica como descriptiva y crítica, o va-
lorativa.
La reseña descriptiva se limita a presentar el resumen del conteni­
do de un libro, sin establecer juicios o conclusiones; además, propor­
ciona los datos bibliográficos de la obra y los datos biográficos del
autor.

a) Datos bibliográficos.
b) Datos biográficos.
c) Resumen del contenido del libro.

La reseña crítica, o valorativa, establece juicioso valoraciones acer­


ca del contenido de un libro y, al mismo tiempo, hace comparaciones
con otros escritos que tratan el mismo tema; aprecia su técnica su
método, sus datos y las aportaciones que represente para la ciencia a
la cual pertenece.

a) Datos bibliográficos.
b) Datos biográficos.
c) Resumen del contenido del libro.
d) Valoración personal.

La reseña “La revolución de Einstein” consta de cuatro párrafos.


El primero y el segundo contienen los datos bibliográficos descriptivos
de la obra. Los párrafos tercero y cuarto, en forma combinada, ma­
nejan algunos datos biográficos de Einstein y el resumen del contenido
del libro.
23

Reseña

La rev o lu ció n de E in stein te, como creíamos, en que todo es re­


lativo, sino en que hay cosas que no
Datos bibliográficos: Albert Eins­ cambian, y que precisamente lo que
tein, El significado de la relatividad, no cambia, es que las leyes de la natu­
Coedición Origen Planeta, México, raleza son las mismas para todos.
1985, 237 págs. El pensamiento científico del señor
Es poco frecuente que la literatura Einstein causó una verdadera revolu­
científica especializada se ponga al al­ ción en las concepciones del Universo.
cance del público en general, que fre­ Citemos el título de un libro de poesía
cuentemente recibe refritos que distor­ de un querido amigo, Homero Aridjis
sionan el conocimiento en lugar de di­ para situar al hombre del siglo XX: An­
vulgarlo. Por ello nos resulta extraor­ tes del reino y después de él, Albert
dinario que, en México, aparezca una Einstein. Es increíble que, con argu­
edición de 70 mil ejemplares de una mentos sencillos y “tratando de no co­
obra que nos da la oportunidad de en­ meter pecados mortales contra el santo
tender una fuente de conocimiento espíritu de la claridad”, Einstein nos
científico. enseñe a razonar en un mundo donde
Cuando Einstein publicó esta obra, todo se mueve. La neutralidad de la
lo hizo con la intención de dar una idea ciencia teminó cuando se ligó a la po­
de sus teorías a todas aquellas personas lítica de los grandes del mundo. Por
que, sin tener conocimientos matemá­ eso hay que luchar contra la carrera
ticos profundos, tenían intereses cien­ armamentista. “La energía atómica
tíficos sobre el tema. Y en verdad que desencadenada, ha cambiado todo me­
por lo que respecta a los capítulos que nos nuestro modo de pensar.“ ¿Estará
tratan de la Teoría Especial de la Rela­ la solución en el espíritu, en el corazón
tividad (si nosotros, legos en dos pies, del hombre?
la entendemos), él libro logra su come­
tido. En él puede uno enterarse de que “La revolución de Einstein”, Excélsior,
el Principio de la Relatividad no consis­ (México, D. F.), 27 de julio de 1985.

B IB LIOG RA FÍA

Arreóla, Juan José, Confabularlo, 2 a edición, Editorial Joaquín Mortiz, México,


1972.
Baena Paz, Guillermina, Manual para elaborar trabajos de investigación documen­
tal, 3a edición, UNAM, México, 1977.
Echegaray de Juárez, Elena M., Estudio dirigido 1. Técnicas del trabajo intelec­
tual, Editorial Kapelusz, Buenos Aires, 1971.
Krapivin, V., M etodología de autoeducación política, Editorial Progreso, Moscú,
1983.
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 19a edición, Espasa-
Calpe, Madrid, 1981.
24

Salcedo Aquino, José Manuel, Redacción e investigación documental II, I a reim­


presión, Universidad Pedagógica Nacional/SEAD, México, 1981.
Saavedra, Agueda et al., Redacción e investigación documental /, Universidad Pe­
dagógica Nacional/SEAD, México, 1982.
Valle de Montejano, Margarita del y Pérez Gutiérrez, Leticia , Metodología de la
lectura, ITESM-CEMPAE, 1979.
3
Textos
informativos

El discurso periodístico es la exposición o relato escrito sobre


acontecimientos actuales de interés general, y tiene como objetivos
principales informar y comentar los sucesos.
La estructura esquemática del discurso periodístico consiste en
una serie de categorías jerárquicamente ordenadas; estas categorías
son importantes porque organizan el proceso de lectura, compren­
sión y reproducción del discurso periodístico.

EL PERIÓDICO

La palabra periódico se utiliza para referirse a publicaciones que


aparecen diariamente. El objetivo primordial del periódico es infor­
mar al público acerca de los acontecimientos que tienen importancia
general, ya sea en el aspecto local, nacional o internacional. Cada pe­
riódico tiene una manera determinada de acomodar sus páginas, sec­
ciones, columnas, etcétera, pero hay algunos elementos en que todos
los diarios coinciden.

Tamaño

El tamaño más usual de los periódicos, llamado normal o están­


dar, es de 57.5 X 38 cm; otro tamaño más pequeño es el que se co­
noce con el nombre de tabloide o compacto, y que por lo general
mide 38 X 29 cm.
En el tamaño estándar caben ocho columnas y en el tabloide,
cinco, aun cuando algunos presentan variaciones de una o dos colum­
nas menos. Para disponer y presentar tipográficamente el material

25
26

informativo de los periódicos se usan los términos diagramación,


formato, diseño y otros más. Para medir la altura de las columnas
se usa el término “líneas ágata” (catorce líneas ágata equivalen a
una pulgada). Para medir el ancho de las columnas se usan los “cua­
dratines” . Una columna mide 11 cuadratines equivalentes a 22 lí­
neas ágata o 4 cm en el tamaño estándar. En los periódicos tabloide
el ancho mide 13 cuadratines, 26 líneas ágata o 4.7 cm.
La plana de un diario estándar tiene ocho columnas con un total
de 300 líneas ágata de alto por cada una (debido a los márgenes supe­
rior e inferior en la práctica se aprovechan sólo 280 líneas).
La plana de los periódicos tabloide pueden tener de cuatro a seis
columnas, aunque la más común es la de cinco columnas de ancho y
210 líneas ágata de altura.

Cabeza

Todos los periódicos tienen en su primera plana, en tamaño ma­


yor, un logotipo con el nombre del periódico, el cual forma su “cabe­
za” . Inmediatamente debajo de ésta hay un enunciado propio de cada
periódico: el lema; por ejemplo: “El mejor diario de México” , “El
periódico de la vida nacional” , “El periódico que dice lo qüe otros
callan” . El logotipo aparece en tamaño menor en todas las páginas
de los periódicos.

Cintillo

Se llama así al título de una información y se coloca arriba de


la cabeza del periódico; ocupa las ocho o cinco columnas por consi­
derarse que es la segunda información en importancia.

Orejas

Van a los lados de la cabeza. Generalmente son espacios que se


ocupan con anuncios y, en ocasiones especiales, con informaciones
de última hora que, aunque breves, deben publicarse.

Fechar ¡o

La fecha del día de publicación así como número del periódico,


año, tomo o volumen, nombre del fundador y/o de su director actual
aparecen en seguida el nombre y del lema.
27

Directorio

Es la parte en la cual aparecen los nombres de los principales fun­


cionarios de la publicación así como sus cargos.

Página editorial

Es en la que aparecen artículos sobre temas diversos. Los que i^o


llevan firma constituyen la opinión oficial del periódico; los demás
van firmados por sus autores.

Secciones

Los periódicos dividen su información en secciones y las identifi­


can con letras o números, o bien en forma específica por los temas
tratados en ellas. Por lo general, la sección “A” o primera, está desti­
nada a información general tanto nacional como internacional. En
ella aparecen también las páginas editoriales y las noticias de última
hora.
Otras secciones son: deportes, sociales, espectáculos y anuncios
clasificativos. Dentro de las secciones hay también páginas o colum­
nas especializadas en agricultura, automovilismo, modas, etcétera.

Encabezado de noticias

Es el que, de manera sintética y a veces espectacular, da una idea


del contenido de la información.

Entrada o LEAD

Para captar mejor la atención del lector, sobre todo cuando las
informaciones son muy extensas e importantes, se acostumbra que
éstas vayan precedidas de lo que los estadounidenses llaman el lead\
es decir, del resumen inicial en donde se da lo esencial de la infor­
mación. Después se detallará, pero lo principal está en dicho resu­
men previo.

Fotografías

Para realzar cualquier información y darle más atractivo a la pre­


sentación del periódico se publican fotografías acompañadas de ex­
plicaciones alusivas al grabado. A esas leyendas se les llama pie de
grabado.
28

Plana del periódico


C abeza

Una Política Económica de Restricciones Deterioró la Planta Fabril: Canacintra } C in tillo

Tokio

O re ja EL PERIODICO DE LA VIDA N ACIO N AL O re ja

ÀftO UOC- TOMO IVj haFaeT T Í duCIH j REGlNOWAzl^ONPO I MEXICO, D. F.-—MARTES 12 PC AGOSTO DE 1986 [ ju v ì NtTìTo Q tim A LOPEZ | NUMERO 25,274
} F e c h a rio
E ncabeza
m ie n to

Ofrece la Casa Blanca Influir Para que los Bancos lo Respalden Planteará a RR Buscar Fórmulas
E n tra d a 'k Se Requieren Posibles Cambios en lo Regulación de fas Instituciones
o lead Demostrará EU Confianza en el Futuro de México ★ Sólo con Nuevos Préstamos Podremos Pogor y Reoctivor lo Economío
* En la Junta "Preferirlo Aprovechar Para Trotar Asuntos Bilaterales"
★ De la Madrid se Entrevistará Mañana con Ranald Reagan Durante des Horas ★ "Desearíamos Moyor Coherencia" de sus Diferentes Sectores Hocio Nosotros
★ No Esisten Elementos Pora Pensar en un Colapso Económico o Político Aquí * Desacuerdos Sobre CA Restaron Mucho Tiempo en Mesicali: Funcionarios
S u m a rio k Advierte Washington que el Asunto de Chihuohua no Está en el Temario Par WILL1AM STOCKTON, 4. The New York Time.
★ Decliné el Presidente Estadunidense Recibir o Pete Wilson y D. DeConcmoi
Par A. eenOEÍO ARVtZU y 3. M. NAVA, «nród« y «wrwpenM! di EXCELStOB CIUDAD DE MEXICO, 11 de agón- teres en reformar las regulaciones
lo.—El Presidente Migue] de la Madrid técnicas.

G ra b a d o

Pie de
grabado
29

Registro de identificación del periódico

El registro de identificación del periódico examina las caracterís­


ticas esenciales que permiten tener una imagen real, y lo más comple­
ta posible, de un diario; además, estas características permiten distin­
guirlo de los demás periódicos. Los datos son los siguientes:

1. Nombre del periódico.


2. Lema del periódico.
3. Sede de la administración.
4. Sede de la redacción.
5. Periodicidad.
6. Momento de aparición (mañana o tarde).
7. Fecha del primer número.
8. Zona principal de difusión.
9. Precio del ejemplar.
10. Precio de la suscripción.
11. Formato (página, modelo o tamaño grande, tabloide o tama­
ño mediano).
12. Secciones o cuadernillos de que consta el periódico y núme­
ro de páginas de que consta cada sección.
13. Número total de páginas.
14. Colores habituales del periódico.
15. Número de columnas por página.
16. Promedio de ilustraciones por página.
17. Fichero o índices de contenido.
18. Descripción del logotipo del periódico.
19. Tipos de información que proporciona (local, regional, na­
cional, internacional, deportiva, policiaca, de espectáculos,
económica, religiosa, publicitaria, de sociedad, literatura, ar­
tes, ciencias).
20. Servicios de prensa contratados por el periódico.
21. Porcentaje de los anuncios publicitarios en relación con las
informaciones noticiosas.
22. Esquema de organización del periódico (consultar el direc­
torio).
30

ESTRUCTURA DEL
DISCURSO PERIO DÍSTICO
Discurso periodístico

o o
título lead

El discurso periodístico se divide en dos categorías principales:


el resumen y el relato periodístico. El resumen expone en pocas pa­
labras el contenido del discurso periodístico; la finalidad del resumen
es permitir que el lector lea y comprenda la información relacionada
con los puntos principales, sobre todo cuando vienen impresos en ti­
pos especiales al comienzo del discurso. El relato periodístico, a di­
ferencia del resumen, es la narración ampliada de sucesos actuales.
El resumen se divide en encabezamiento, entrada o lead y suma­
rio. El encabezamiento equivale al título de la información y se des­
taca porque trae los tipos de mayor tamaño.
La entrada o lead equivale a un subtítulo y complementa la infor­
mación del encabezamiento o título. El tipo de letra es menor que el
de dicho encabezamiento.
El sumario es otro subtítulo formado por dos o más enunciados
que sintetizan la información del relato periodístico. El tipo de letras
que se usan es todavía menor que el utilizado en la entrada.
El relato periodístico se divide en sucesos, consecuencias y co­
mentarios. Los sucesos son las acciones parciales que suceden y tie­
nen importancia para el desarrollo del proceso; no obstante, existen
acciones que sucedieron anteriormente y constituyen los sucesos pre­
vios. Las acciones que, por su actualidad, son el centro de la infor­
mación periodística, se llaman sucesos actuales.
Las consecuencias son las acciones o sucesos que se esperan como
resultado de los sucesos actuales; las consecuencias incluyen declara­
ciones de personajes u organismos sobre sucesos actuales.
Los comentarios son las explicaciones de los aspectos oscuros o
confusos de los sucesos; además, valoran y aprecian la importancia
de los mismos.
31

LA N O TIC IA

La n oticia es el in form e de un a c o n te c im ie n to actual, interesante


y com u n icab le; no in clu y e com en tario. L os e le m e n to s de la n oticia
son su jeto, h ech o , m o d o , lugar, tiem p o , causa y con secu en cia , que
corresp on d en a las preguntas:

¿Quién? Sujeto de la in form ación .


¿Qué? H ech o, lo qu e ha su ced id o .
¿C óm o? M odo, el m é to d o o m anera de producirse el hecho.
¿D ónde? S itio , el lugar en el q u e se prod u jo este a co n tecim ien to .
¿Cuándo? F a cto r tie m p o (añ o, d ía , hora o m in u to ; la p recisión de la
fech a d ep en d e d e l h ech o ).
¿Por qu é? La causa, e le m e n to fu n d am en tal q u e da la razón d e lo que
ha pasado.

La técn ica in form ativa en la n o ticia co n siste en em pezar por lo


m ás im p ortan te y term inar p or lo m en o s in teresante. T o d o s los g én e­
ros p e r io d ístic o s, in clu so la n oticia, llevan un resum en inicial d on d e
se d a lo esen cia l de la in fo rm a ció n .

G
0> Entrada L L A M A D O A E S T U D IA R

£<D
E n ca b eza m ien to f B achilleres niega validez al paro
o títu lo l en el p la n tel diez.
José M. Alanís ■ Las autoridades
del Colegio de Bachilleres denunciaron
que “personas ajenas a la institución
exigen supuestos beneficios para los es­
tudiantes, que no corresponden a la
realidad ni al proyecto académico,
como es el pase automático a la Uni­
versidad Nacional Autónoma de México
o S u ceso (UNAM) o en su defecto una universi-
o « dad para los egresados”.
actual Por estos motivos, la dirección del
Colegio de Bachilleres hizo un llamado
.2 a los alumnos del plantel número 10
<1>
O* (Aeropuerto), para que “de inmediato
O se reintegren a las actividades académi­
cas, tomando en cuenta que el semestre
"3 lectivo está a punto de terminar y que
el tiejnpo que queda será el justo para
, recuperar el tiempo perdido”.
32

Los alumnos de ese plantel perma­


necen en paro desde hace poco más de
Suceso seis semanas para exigir mayor amplitud
< de cursos en el semestre, pase automá­
previo tico a la UNAM, materiales didácticos
y prácticas de campo, entre otras de-
_ mandas.

Alanís, José M., “Bachilleres niega validez al paro en el plantel diez“, La Jor­
nada, México, 9 de febrero de 1985.

Esquema de la noticia

Noticia

Sucesos Sucesos
previos actuales

Elementos de la noticia

¿Qué? Niegan validez al paro de los alumnos en el plantel diez.


¿Quién? Las autoridades del Colegio de Bachilleres.
¿Cómo? Lo denunciaron.
¿Dónde? En México, D. F.
¿Cuándo? El 9 de febrero de 1985.
¿Por qué? Exigen demandas que no van de acuerdo con la realidad.

Síntesis

Las autoridades del Colegio de Bachilleres denunciaron que niegan


validez al paro de los alumnos del Plantel 10, porque éstos exigen de­
mandas que no están de acuerdo con la realidad.

EL REPORTAJE

La palabra reportaje es voz francesa de origen inglés y adaptada al


español. Proviene del verbo latino reportare, que significa traer o lle­
var una noticia.
El reportaje es un “ relato periodístico esencialmente informativo,
libre en cuanto al tema, objetivo en cuanto al modo y redactado pre-
33

ferentemente en estilo directo, en el que se da cuenta de un hecho o


suceso de interés actual o humano” .1
Dentro de las características del reportaje destaca <el que sea un
relato puramente informativo —serie de acontecimientos en tomo a
un mismo tema—, pero sin el comentario que es característico de la
crónica.
El reportaje es objetivo porque el reportero debe quedar siempre
en segundo plano, lo que importa son los hechos que se narran, es di­
recto en su estilo porque no hay margen para la interpretación del
suceso narrado o del fenómeno descrito, como sucede en la crónica.
Además, el reportaje “ lleva noticias y entrevistas; reúne en su desarro­
llo a todos los géneros periodísticos; constituye el examen de un tema
en el que se proporcionan: antecedentes, comparaciones, derivacio­
nes y consecuencias de tal manera que el asunto queda tratado con
amplitud, en forma cabal” .2
El reportaje se clasifica en corriente o estándar y profundo o in­
terpretativo, también llamado gran reportaje. La diferencia entre
uno y otro es muy sutil, ya que ambos (el corriente y el gran reporta­
je) siguen un orden descendente en cuanto a la importancia de los
sucesos, es decir, se amplía una noticia; se empieza con el resumen
de la misma y se sigue con los hechos según su orden de importancia.
El gran reportaje maneja con mayor detalle los distintos géneros pe­
riodísticos y proporciona antecedentes del tema, lo argumenta y ofre­
ce conclusiones.

Reportaje

título( Indira Gandhi fue asesinada; recibió ocho balazos,


lirada! Dos m¡litantes sikhs, miembros de su guardia personal, le dispa-
' raron.
Sumario

El atentado fue en su residencia de Nueva Delhi, cuando salía de


sus habitaciones privadas. Las balas le entraron en el pecho y en el
abdomen. Inútiles los esfuerzos de doce médicos para salvarle la vida.
NUEVA DELHI, India, miércoles 31 de octubre (UPI, AP, AFP). In-
dira Gandhi, primera ministra de la India, falleció hoy a los 66 años
de edad, poco después del mediodía, a consecuencia de ocho heridas
de bala en el pecho y en el abdomen.

1 Martín Vivaldi, Gonzalo, Géneros periodísticos, Editorial Paraninfo, Madrid, 1973,


pág. 65.
2 Guajardo, Horacio, Elementos de periodismo, 2a. edición, Promociones Editoriales,
México, 1970.
34

El atentado se registró a las 9:10 horas, tiempo local, dentro de


la residencia oficial de la primera ministra, cuando salía desús habi­
taciones privadas. El deceso ocurrió cuatro horas más tarde.
Dos miembros de su propio cuerpo de seguridad, ambos militares
sikhs, le dispararon con un fusil automático y con un revólver. La se­
ñora Gandhi cayó inmediatamente.
Agonizante, fue trasladada al Instituto de Ciencias Médicas de la
India, el más prestigiado del país, donde un equipo de doce médicos
trató infructuosamente de salvarle la vida.
En su primera declaración, el cuerpo médico había informado
Sucesos actuales

que el estado de la señora Gandhi "era crítico; está muy, muy grave.
La hemorragia es muy intensa y se le aplican continuas transfusiones
de sangre", añadieron los médicos.
"Se hacen esfuerzos para extraer las balas, pero los daños internos
son considerables, hemos encontrado 16 heridas diferentes", precisa­
ron.
Tanto la agencia United Newsof India, como la Press Trust of In­
dia, habían informado, inicialmente, que los atacantes de la primera
ministra habían sido tres miembros de su guardia personal. Posterior­
mente rectificaron y señalaron que solamente habían sido dos los agre­
sores, los cuales, al llegar más miembros del cuerpo de seguridad y los
integrantes de su séquito hogareño, arrojaron las armas, levantaron
los brazos y se rindieron sin oponer resistencia.
Versiones sin confirmar, proporcionadas por las dos agencias noti­
ciosas, indican que la señora Gandhi, como de costumbre, se disponía
a abandonar su residencia, ubicada en el número 1 de la calle Safdar-
jang, en el centro de esta ciudad, para dirigirse a su despacho oficial
ubicado en una construcción que se encuentra enfrente, atravesando
una calle peatonal.
Hace un mes, en declaraciones a la United Press International, la
señora Gandhi había expresado que no tenía temor de los intentos de
asesinato.
"No, no tengo miedo, y como usted ve viajo en automóvil descu­
bierto. Varias veces me han atacado, una vez con una pistola y en otra
ocasión un hombre se lanzó contra mí con un cuchillo. Ni hablar de
piedras, ladrillos o botellas, especialmente en periodo electoral."
En esa entrevista, recordó que en 1967, en el estado de Orissa,
Sucesos previos

mientras pronunciaba un discurso, una piedra arrojada con violencia


le rompió la nariz y le partió el labio. Aún así, ella se negó a abando­
nar la tribuna.
En junio de este año, a raíz de que ordenó que fuera desalojado
el Templo Dorado de Amritsar, el santuario sagrado de los sikhs, és­
tos habían lanzado amenazas en su contra.
35

Debido a lo anterior, la señora Gandhi había estado celosamente


custodiada durante las pasadas semanas.
Ayer martes, por la noche, la primera ministra había regresado de
una gira política preelectoral de dos días por el estado oriental de Ori-
ssa, donde constató la inquietud que se está presentando en algunas
provincias de la India.
Al conocerse inicialmente la noticia del atentado, una m ultitud
comenzó a congregarse frente a la clínica mientras que la policía
acordonó tanto la residencia en el núm. 1 de la calle Safdarjang, en
Consecuencias

el centro de Nueva Delhi, como el hospital en que se internó a la se-


. ñora Gandhi.
Horas más tarde, al difundirse la noticia de la muerte de la seño­
ra Gandhi, se registraron escenas de desesperación entre los miles de
habitantes de esta capital, mientras que las medidas de seguridad fue­
ron extremadas tanto por la policía como por las fuerzas armadas.
La señora Gandhi fue elegida primera ministra por primera vez
en 1966 y ocupó cuatro veces el cargo.
Era hija de Jawájarlál Nerhu, quien fue primer ministro de la In­
dia emancipada de la corona británica y quien ocupara ese cargo du­
rante 17 años.
Indira Gandhi llegó al poderen 1966, tras la muerte de Lal Bahadur
Shastri. Fue reelegida en 1967, en 1971 y 1972.
Sucesos previos

En 1975, respondiendo a exigencias de que renunciara por un es­


cándalo pol ítico, declaró un estado de emergencia nacional. Miles de
sus oponentes fueron encarcelados, se restringieron los derechos civi­
les y se impuso una rígida censura a la prensa.
Durante los 21 meses subsiguientes, el régimen de la señora Gan­
dhi utilizó la detención preventiva, obligó a mucha gente a someterse
a esterilización y enmendó la constitución nacional a fin de legalizar
sus decisiones.
En 1977 convocó a elecciones y fue derrotada por Morarji Desay.
Sin embargo, regresó al poder mediante una amplia victoria electoral
en 1980.
“Indira Gandhi fue asesinada; recibió ocho balazos”, El Universal (México, D. F.), 31
de octubre de 1984, pág. 1.

LA CRÓNICA

Según, Martín Vivaldi, “ La crónica es una información interpreta­


tiva y valorativa de hechos noticiosos, actuales o actualizados, donde
se narra algo al propio tiempo que se juzga lo narrado” .3 La palabra
3 Martín Vivaldi, Gonzalo, Géneros periodísticos, Editorial Paraninfo, Madrid, 1973,
pága. 128 y 129.
36

“ cró n ica ” se deriva de la v o z griega cronos, q u e significa “ tie m p o ” ;


a n tig u a m en te la crón ica relataba h e c h o s h istó rico s según u n orden
tem p oral.
La crón ica está integrada p or el relato de h ech o s n o tic io so s y por
el co m en ta rio de lo s m ism os. El relato de h ech o s n o tic io so s se co n ­
fo rm a p or u n a serie de a c o n te c im ie n to s en to rn o a u n m ism o tem a,
e sto s h e c h o s p u ed en ser a ctu ales o to m a d o s de a c o n te c im ie n to s pasa­
d o s q u e siguen vigen tes. El co m en ta rio e s el en ju iciam ien to o inter­
p reta ció n , la am p liación y el o rd en a m ien to d e los h ech o s n o tic io so s,
realizad os p o r el cronista.
C o m o en to d a in fo rm a ció n p erio d ística , la crónica em p ieza el re­
lato p o r lo m ás im p ortan te; adem ás el cro n ista va fu n d ien d o el relato
y el co m en ta rio en lo s en u n ciad os.
La crón ica se clasifica en crón ica, p ro p iam en te d ich a, croniquilla
y co lu m n a . La crón ica tien e c o m o tem a o asu n to la gran n o ticia o el
gran su ceso , en ca m b io la cron iq u illa trabaja lo m in ú scu lo , lo co tid ia ­
n o , lo q u e p o d ría d en om in arse “ crón ica de la vida diaria” . La colu m ­
na, c o m o la crónica, d eb e ser in terp retativa y valorativa d e h e c h o s
n o tic io so s; lo s e le m e n to s q u e la id en tifica n son: p eriod icid ad , lugar
y esp a cio fijo s, te x to en m arcad o y t ítu lo e sp e c ífic o .
Las crón icas p u ed en clasificarse según los tem as d e q u e traten (d e­
portivas, parlam entarias, d elictivas, d e esp ectá cu lo s, artísticas, litera­
rias, e tc .).

Crónica

Golearon los Pumas,


pero fueron muy generosos
con los regiomontanos

Alejandro Caballero ■ Sólo el de goles en el estadio México 68. Tarde


tiempo le fue quitando lo arisco al que empezó a escribirse cuando España
Monterrey, que poco a poco se quedó intentó un centro que rebotó en la pier­
sin argumentos que exponer ante un na de Esquivel. El balón cayó justo
rival que el propio Francisco Avilán, donde aparecía Negrete, quien al bote-
técnico debutante del cuadro regio­ pronto empalmó el esférico con fuerza
montano, calificó como el modelo a y precisión para colocar su envío en el
seguir. Aparentó ser respondón al fi­ ángulo superior izquierdo de la portería
nal de cotejo, pero fue más por cues­ defendida por Gregorio Cortés. Y a
tión de desgano universitario que por ganarse los aplausos, que no gritos de
aplicación de los visitantes. gol, del escaso público que ocupó las
Universidad 4, Monterrey 2, en una frías bancas del inmueble universitario.
tarde golosa de jugadas preciosistas y Era el minuto 34, que como anteceden­
37

(<Continuación )

te cargaba con la sombra de un juego tano. Hiladas por el buen fútbol puma,
pálido, carente de chispa porque los las acciones de peligro se hicieron mu­
pumas trabajan de más el balón y falta­ chas en poco tiempo. La defensiva re-
ba cooperación en el receptor para mo­ giomontana era lenta, desubicada y con
verse al espacio y hacer lo que saben: un líder claudicando: el negro Esquivel.
la pared, el desborde, o la precisión. .Llegó el minuto 51 y Villegas se
Así como lo hicieron después de la ano­ junta con Negrete. Este toca a Peña,
tación inicial. Monterrey era la oncena quien regresa a Negrete que incursiona-
que quería ser ordenada por temor a la ba ya por el extremo izquierdo. Ahí,
derrota. Cuando ésta se inclinó en de­ sobre la carrera taconea hacia la apari­
finitiva hacia sus colores fueron menos ción de Peña, y éste, sin pensarlo, eje­
precavidos, menos temerosos y les hi­ cuta un tiro potente que se detiene en
cieron otros tres, que no fueron más el fondo de la red. 4-0 y se olía un
por ese conformismo puma y porque marcador de escándalo.
también los visitantes apreciaron el va­ Ahora bien, ya en el minuto 50 le
lor de atacar y se dedicaron a practicar­ habían anulado un gol a Tadei. Monte­
lo sabedores de que sin remedio eran rrey empezaba a mostrarse en la habili­
ya los perdedores. dad del A b u elo y en el empeño de Ro­
Entonces, luego del portento de mero, y se desdibujaba lo que parecía
gol conseguido por Negrete, empezó el marcador sin proporciones.
pan de cada jornada universitaria, o de Al minuto 54 Monterrey se apuntó
casi todas. Eran laterales ofensivos, re­ en el marcador. E l Jalapa Ortega eje­
levos oportunos, trato justo al balón, cutó un tiro de esquina que acertada­
el pase atrasado y el tiro que ponía en mente conectó. E l A buelo para un pe­
alerta al portero Cortés. Eran 10 ele­ queño acercamiento: 4-1. Siguió anhe­
mentos abocados a permitirle al rival loso y provocativo Cruz. Encimaba
que cascara lo menos posible el esféri­ al rival, no lo dejaba trabajar el esféri­
co y así, antes del cierre del primer co y, cuando se hacía de él, practicaba
tiempo, ya el marcador señalaba 2-0. la gambeta y enseñaba la velocidad. Sin
En esta ocasión fue Amador quien ser constante, fue el hombre más im­
llegó hasta la línea de fondo por el portante de las ofensivas regiomonta-
extremo izquierdo, centró medido a nas. Por pecar de encimista provocó el
la llegada de Negrete quien golpea con penal que, ejecutado por su compañero
la cabeza el balón y lo envía pegado al Romero, significó el segundo gol de
poste izquierdo para consumar la ano­ Monterrey. El árbitro, Bonifacio Núñez
tación. dejó de marcar una falta inicial contra
Para el Complemento, Avilán dejó Espinoza, y luego marcó la que el can­
en la banca a Mario Souza, brasileño cerbero le hizo a Cruz. Error del sil­
inédito, para que ingresara E l A buelo bante que provocó el 4-2.
Cruz. También dejó a Gamboa para la El marcador no tendría más modi­
entrada de Becerra, en tanto que Uni­ ficaciones porque ambas escuadras erra­
versidad sacó a Amador y apareció Vi­ ron sus disparos finales. El mismo ex­
llegas. Era el minuto 46, y Migel Espa­ tremo habilidoso del Monterrey falló
ña, en alarde individual, dejando a tres en su toque cuando Espinoza no atinó
marcadoras en el camino, concretó la al balón y García Aspe estrello un vio­
tercera anotación. Si Monterrey había lento disparo en el cuerpo de Cortés.
salido con la idea de acercarse al área Universidad descuidó mucho su línea
enemiga, Universidad parecía dispues­ defensiva y tocó con desenfado el esfé­
to a no abandonar despacio régiomon- rico en el tramo final del encuentro.
38

(Continuación)

Monterrey, desordenado y con el apor­ Macedo y Amador (Villegas, 45’); Peña,


te solitario del A b u e lo , no tuvo tama­ España, Negrete y Ferre ti; Flores (Gar­
ños para apretar el marcador. En lo cía Aspe, 84’) y Luque, M onterrey:
que respecta a su linea defensiva fue Cortés, García, Esquivel, Fuentes y
una incitación constante a que el puma Mora; Gamboa (Becerra, 45’), Ruiz,
se mostrara peligroso. Tadei y Ortega; Souza (Cruz, 45’) y
U niversidad : Espinoza, Servin, Cruz, Romero. Á rb itro : Bonifacio Núñez.

Caballero, Alejandro, “Golearon los pumas,...”, La Jornada, (México, D. F.), 15 de


enero de 1985.

Columna

Los secreteros

Una organización fascista m exica­ Un estudiante que apenas el año


na, apoyada económ icam ente por em ­ pasado firm ó su adhesión, decidió ha­
presarios y políticos, pero tam bién por cer revelaciones la sem ana pasada, presa
organismos del gobierno estadouniden­ del arrepentim iento. Así, esta colum na
se com o la CIA, dom ina com pletam en­ obtuvo docum entos internos que la o r­
te una de las universidades más grandes ganización tratab a de m antener bajo
en el occidente del país. Su m étodo de estricto control.
afiliación de estudiantes consiste en Entre los más im portantes —que
exigirles ju ram en to de secreto, bajo p e ­ darem os a conocer en tres ediciones
nas que van desde azotes y expulsión consecutivas— figuran: m achote para
hasta la misma m uerte. la solicitud de ingreso: esquemas para la
Los jóvenes m iem bros de algo que prim era y segunda investigación; otro
vagamente se designa com o “ la organi­ titulado “ Pruebas a las que se sujetarán
zación” o “ el m ovim iento” , son obliga­ los m iem bros de Preos” ; cerem onial de
dos a negar obediencia a sus padres, y ingreso a la Brigada A nticom unista de la
aun a delatarlos si se oponen a la mili- UAG; cerem onial de sesiones ordinarias
tancia del hijo. de la BADUAG; fórm ula para el ju ra ­
Cada aspirante debe som eterse a m ento secreto; p ro testa de ingreso a la
un m inucioso interrogatorio y autorizar BADUAG; cartilla núm ero 1; y o tro
expresam ente una investigación de sus más titulad o “ El je fe ” , que describe las
padres, herm anos, medios herm anos, características exigióles a los principales
amigos, m aestros y lugar de trabajo. dirigentes de brigadas.
Estas prácticas tienen com o princi­ La solicitud de ingreso contiene
pal escenario la Universidad A u tónom a más de 60 preguntas que se desarrollan
de Guadalajara. Esta sociedad secre­ en 5 hojas. Desde la prim era línea el
terà llam ada “ T ecos” afecta a num ero ­ solicitante com prende hasta qué p u n to
sas familias jaliscienses, pero tam bién va a quedar atrapado de p o r vida. Debe
aspectos im portantes de la seguridad aceptar un com prom iso ex p lícito con­
nacional. cebido en los siguientes térm inos:
39

(Cori tinuación)

“ Prom eto por m i honor contestar ge un “ Pulsador Investigador” y super­


con absoluto apego a la verdad, sin de­ visa un “ O rganizador In sp ecto r” .
cir m entira, las preguntas que se me En los docum entos figuran n o m ­
hacen en la presente solicitud; estando bres. Por ejem plo, el del ingeniero
de acuerdo en que si m iento u oculto Ignacio Sánchez Ram írez com o “ O rga­
algo, se me tenga com o espía y traidor nizador In sp ecto r” , De aq u í en ade­
a esta asociación y que caiga sobre m í lante, la sociedad ta p atía sabrá a qué
la m aldición de Dios y el castigo que atenerse respecto a este profesional,
m erecen los traidores.” cuyas actividades encubiertas represen­
Y en seguida el aspirante tiene que tan un alto riesgo para cualquiera.
resolver un largo cuestionario. Al hacer La investigación es tan severa, que
esto aprende lo que será su principal incluye visitas p o r sorpresa al d om ici­
oficio dentro de la organización: espía lio. La intim idad de la fam ilia no im ­
y delator. p orta, sino o b ten er “ todo lo de interés
E specíficam ente se le exige revelar para el M ovim iento que el inspector
—bajo la am enaza de “ la m aldición de haya observado” , según se especifica
D ios” y la im posición del castigo “ que en la página 2 del instructivo sobre la
merecen los traidores” — la ideología prim era investigación.
de sus padres, herm anos, novia —en En caso de “ sospecha p ro b ab le”
otros casos será el novio, el esposo o la durante la segunda investigación, se o r­
esposa—, m aestros, patrones que lo ha­ dena el uso de un “ técnico o p alero ”
yan em pleado, etcétera. Debe dar de (sic) que tratará de hacer caer en afir­
cada uno de ellos nom bres com pletos, m aciones incrim inatorias al investigado.
domicilios privados, teléfono y varios Espías especializados com o el in ­
datos más. geniero Sánchez R am írez, deben averi­
C uidadosam ente se interroga al guar el grado de pertinencia o sim patía
m uchacho aspirante sobre el origen y que el aspirante guarde respecto a los
la orientación p o lítica de sus padres, partidos políticos, otras organizaciones
Pero sobre todo interesa que el joven secretas de fanáticos religiosos —com o
diga si será capaz de ocultarles infor­ MURO, “ Y u n q u e” , GUIA, LUX, etcé­
m ación. te ra —, y sobre unas 22 organizaciones
Desde el prim er instante debe acep­ autorizadas p or la Iglesia Católica.
tar el futuro “ te co ” que por encim a La lista de pruebas a que se sujeta­
del respeto filial y de la unidad de la rán todos los aspirantes incluyen discre­
fam ilia estarán siempre los intereses ción, obediencia, disciplina, valentía,
del “ m ovim iento” . constancia, p untualidad y ‘‘capacidad
Después de que la solicitud de in­ para resistir presiones ex trañ as” .
greso fue presentada, el aspirante es
som etido a dos inquisiciones que diri­ MANUEL BUEXDÍÁ

Buendía, Manuel, “ Los secreteros”, Excélsior, México, D. F., 5 de abril de 1984.

/
40

EL A R T ÍC U L O

El a r tíc u lo es un escrito en el q u e el articulista interpreta, valora


o ex p lica un h e c h o o una idea actu ales según sus co n v ic c io n e s id e o ló ­
gicas.
L os e le m e n to s d el a rtícu lo son: co m en tario o valoración , n om bre
del p ersonaje resp on sab le, y técn ica y tem á tica libres. El buen artícu lo
es un co m en ta rio q u e interpreta h ech o s actu ales con la finalidad de
orien tar al p ú b lico .
La o p in ió n d el articulista es el eje, la esen cia, lo fu n d am en tal del
artícu lo ; el personaje q u e op in a siem pre aparece en prim er plano ya
que es r e c o n o c id o p or su p restigio p o lític o e id eo ló g ico . P uede escri­
bir sobre cualquier tem a, siem pre y cu a n d o dé una visión original del
m ism o; d e igual m anera, la técn ica q u e usa n o se so m ete al orden des-
ced e n te n i ascen d en te; es libre. Se clasifica en a rtícu lo de colab ora­
c ió n y a r tíc u lo ed itorial o de fo n d o .
El a rtícu lo de co la b o ra ció n se caracteriza p orq u e personas de re­
c o n o c id o p restigio p o lític o e id e o ló g ic o op in an sobre h ech o s de ac­
tualidad. En ca m b io , el a rtícu lo ed itorial refleja el sentir p o lític o e
id e o ló g ic o de la em presa ed itora c o m o órgano de o p in ió n . L os p e­
rió d ico s diarios siem pre reservan determ inadas páginas para los ar­
tíc u lo s de co la b o ra ció n y ed itoriales.

Artículo

El presupuesto federal

Por Heberto Castillo

En todos los diarios salió publicado El 12.87% de esos recursos provendrá


el presupuesto de egresos de la Federa­ de Pemex y el 26.87% de créditos,
ción. Como ocurre todos los años. Y préstamos.
sabemos bien que pocos ciudadanos El presupuesto de este año es su­
le hacen algún caso. Son números y perior al de 1984 en 58.5%. Esto es,
los números son difíciles de entender en términos reales no creció, pues la
para el grueso de la población. Pero inflación en 1984 fue del mismo or­
son números importantes que hay que den. La austeridad sigue.
analizar. Ellos nos dicen cómo va la Lo más grave que se percibe de un
nación. Y el Gobierno. Aunque a ve­ primer análisis es que estamos más en­
ces se pretende ocultar con ellos sínto­ deudados que hace un año. La hipoteca
mas del mal que padece el país. nacional crece. Ahora se tendrá que ob­
El presupuesto es elevado, 18.4 tener financiamiento por 4.941 billones
billones de pesos en números redondos. de pesos, alrededor de 23.53 mil millo­
41
(iContinuación)

nes de dólares, pero habrá que pagar La perspectiva es fúnebre. La con­


por el servicio de la deuda más de la ter­ tracción del gasto público será feroz por­
cera parte del presupuesto de la Fede­ que el Gobierno busca salir de proble­
ración. En equivalente, ahora, de 32.67 mas contrayendo los gastos en obras de
miles de millones de dólares. Es decir, infraestructura, aumentando los precios
deberemos devolver 1.39 dólares por de los bienes y servicios que producen
cada dólar que nos presten. Primera las empresas del Estado y manteniendo
vez en muchos años que pagaremos más constantes los salarios de los trabaja­
por el servicio de la deuda que lo que dores. Es de prever, desde ahora, que
recibamos como crédito. En el régimen la reducción del poder adquisitivo del
de José López Portillo, de infausta me­ salario será más grande que la que su­
moria, llegamos a escandalizarnos por­ frió en 1985.
que de cada dólar que recibimos como Es conveniente prepararse para re­
préstamo tuvimos que gastar en el ser­ montar estos problemas, que no tomen
vicio de la deuda 83 centavos de dólar. por sorpresa a la clase trabajadora. Hay
Ahora no queda un solo centavo y en que saber que desde el Gobierno se pre­
cambio tenemos que entregar 39 centa­ paran nuevas agresiones contra su eco­
vos más. ¿A dónde iremos a parar? nomía y que los dirigentes oficialistas
Pudiera pensarse que pagamos más de los trabajadores recibirán nuevas pre­
de lo que recibimos a los bancos para siones para mantener los salarios bajos.
ir saliendo de la deuda pero no es así. Entre las presiones estarán, sin duda
Al finalizar este año deberemos más a las canonjías y prebendas, como resul­
la banca internacional que ahora. Ya tan ser las diputaciones “obreras” y
andamos por los cien mil millones de “campesinas” del PRI.
dólares de deuda externa. Según el Es necesario que los que viven de
Presidente de la República sólo aumen­ vender su fuerza de trabajo por un sa­
tará ésta en 1985 en mil millones. Pero lario participen en las luchas políticas
en 1984, se recuerda, se autorizaron que se darán este año, en especial en la
4 000 millones de dólares como incre­ elección de diputados federales que se
mento neto de la deuda para ese año. llevará a cabo el 7 de julio de 1985.
Y el incremento neto habido fue del Si los trabajadores no participan,
orden de los 7 500 millones de dólares. y no buscan estar representados por
Así las cosas, este año tendremos miembros de su clase en el Congreso, na­
que pagar más de 9 000 millones de die hablará por ellos, nadie defenderá
dólares de lo que nos entreguen nues­ sus derechos. O lo hará en minoría im­
tros prestamistas. ¿De dónde los saca­ potente de modificar las maniobras gu­
remos? Exportando mercancías, nos bernamentales para seguir manteniendo
dirán. Pero lo que podemos exportar, a la clase trabajadora en la miseria.
ya lo sabemos, es petróleo. Y los ingre­ Este año será decisivo para los tra­
sos del petróleo, según el presupuesto bajadores de la nación y para el futuro
de marras serán 2.366 billones de pe­ de México.
sos, es decir 11.27 miles de millones de Si crece la miseria y la marginación
dólares. Tres veces menos que el total aumentará el peligro de la violencia ge­
del servicie* de la deuda. neralizada en nuestra patria.

Castillo, Heberto, “ El presupuesto federal”, El Universal, México, D. F., 25 de enero


de 1985, pág.4.
42

Disminuir el ruido
Nuevos reglamentos para la cons­ Resulta censurable que el des­
trucción de inmuebles y fabricación de arrollo tecnológico y el crecimiento ur­
automóviles anuncia el Departamento bano no hayan tomado en cuenta el
del Distrito Federal, al tomar como base bienestar y la salud de los habitan­
las investigaciones sobre el fenómeno tes; por esa indiferencia la población
creciente del ruido en la metrópoli. Se metropolitana está a expensas de la in­
proporciona el preocupante dato de controlable contaminación ambiental,
que el ruido es ya superior a 100 deci- el exceso de desperdicios tóxicos en el
beles día-noche, cuando el limite per­ aire y el incremento de fenómenos da­
mitido para no dañar el oído humano ñinos como el ruido, respecto de los
sería del orden de 25 por ciento menos que las especificaciones para su control
al que se registra. no parecen estar a la altura de las caóti­
Como la atmosférica, la contami­ cas circunstancias. Junto con los regla­
nación acústica causada por el desacato mentos prohibitivos es urgente que se
a las normas para evitarla, y también limiten los factores que alientan la proli­
por reglamentos ya obsoletos, motiva feración de la contaminación acústica;
afecciones que van desde la pérdida de también la atmosférica, que causa
la capacidad auditiva hasta la aparición enfermedad y muerte.
de enfermedades nerviosas y graves al­
teraciones en los aparatos digestivo y
circulatorio.

“Disminuir el ruido”, Novedades, México, D. F., 10 de febrero de Í986, pág. 20.

LA E N TR E V IS TA

La entrevista es un género p e r io d ístic o que hace entrar en c o n ta c to


co n in d iv id u o s de q u ien es se d esea o b ten er determ inada in form ación .
Se clasifica según la relevancia de d o s a sp ecto s fu n d am en tales, el qué
y el quién.
La entrevista in form ativa o de n o tic ia perm ite co n o cer las o p in io ­
nes de un personaje de renom bre sobre un su ceso de actualidad. E sta
entrevista resp on d e a la p regunta ¿qué! La en trevista-retrato o de
personaje es la q u e d ice al le c to r quién es y có m o es d eterm inada per­
son a, y se auxilia de la d escrip ció n del in d ivid u o y el am b ien te qu e lo
rod ea, así c o m o de la narración de su co n d u cta . Esta entrevista res­
p o n d e al ¿quién!
En to d a en trevista de personaje se d eb e describir el am bien te y la
persona q u e se entrevista, y se d eb e d om in ar la técn ica d el d iálogo. El
am b ien te es la d escrip ción d el lugar o lugares d on d e se desen vu elve el
personaje (m o b ilia rio , d eco ra ció n , grupo social). A n tes de describir
al personaje es n ecesario c o n o c e r d eta lles tales com o: su carácter,
43

carrera p ro fesio n a l, vida privada, trabajo, a ficio n es, o p in io n e s genera­


les y , en particular, p o lític a s y religiosas. D urante la entrevista se d es­
cribe su fiso n o m ía está tica y dinám ica; lo s rasgos de la cara (o jo s y
b o c a ) y de las m a n o s reflejan su personalidad.
El d iálogo p erm ite c o n o c e r las o p in io n e s d el entrevistad o en form a
directa, a sí c o m o tam b ién percatarse de lo q u e calla, de la m od u la­
ció n q u e expresa al hablar, de lo s g e sto s q u e utiliza. El entrevistador
deb e seleccion ar lo m ás sign ificativo d el d iálogo.
La en trevista tien e form as afjnes c o m o son la en cu esta y las ruedas
de prensa. La en cu esta es una serie de preguntas y respuestas en qu e
n o va m atizad o el d iálogo y n o se describe el am b ien te. Las ruedas
de prensa se caracterizan p orq u e un personaje es en trevistad o por un
grupo de periodistas. Es una en trevista m asiva c u y o valor es ú n ica­
m en te in fo rm a tiv o .

Entrevista

JU A N RULFO

Me irrito: “ ¿Qué más podría es­ Así es de que empiezo el artículo


cribir sobre Rulfo? ¿Para qué demon­ con un malhumor rulfiano: “Ya estuvo
tres escribir sobre Rulfo?” El propio bueno de Rulfo”. Además este Rulfo
Rulfo sólo escribió las 170 páginas de taimado, hosco, timorato que nunca
“E l Llano en Llam as ” y las 156 páginas quiere opinar sobre nada porque “mira,
de “Pedro P áram o ”, ni una más. En este, me tiene muy mála voluntad” ,
total 326 páginas. Trescientas veinti­ “aquella crítica es una muía, se ha me­
séis páginas a lo largo de 62 años (pues tido conmigo”, “el de más allá me ha
Juan Rulfo nació en 1918, el 16 de hecho muy malas pasadas”, “no sé por
mayo para ser exactos) no es mucho. qué me odia esta vieja, pero el hecho
Claro, hay otras páginas: “E l Gallo de de que me odia ahí está”, “de esto no
Oro ” que recoge sus guiones de cine, y hablemos porque puede ser peligroso,
dos cuentos o fragmentos de novela que ya ves qué mala es la gente”, “toda la
el mismo Rulfo recogió en una Antolo­ gente es mala te lo aseguro, no hay gen­
gía Personal: “Un pedazo de n o c h e ” y te buena, no hay, al menos yo no la
“La vida no es m u y seria en sus cosas”. conozco”, “a mí qué me puede haber
De ahí en fuera nada, salvo monólogos ido bien, eso es lo que tú crees, pero
lacónicos, entrevistas concebidas a re­ mírame nomás cómo estoy, fíjate bien,
gañadientes, miradas huidizas o de pla­ después de verme ¿puedes afirmar que
no refractarias y hasta hostiles y un me ha ido bien?”, “ ¿cómo voy a tener
hombre que se va adelgazando hasta dinero si no tengo ni un petate en que
parecer una/pura sombra, un fantasma, caerme muerto?” , “Los otros saben ad­
un espíritu, un ectoplasma que flota y ministrarse, hacerse publicidad, pro­
se presiente y al que se le conjura: “En moverse. Yo soy un pobre venadito
el nombre de Dios te digo, si eres de perdido en la serranía como aquella
este mundo u de otro” . .. canción que cantaba Jorge Portilla”.
44
(iContinuación)

Rulfo prende un cigarro (y no de que yo nunca leo nada, ni voy a nada,


hoja) y se sienta en un sillón, (no en ni me entero de nada. Ni quiero ¿pa
un terrón de tepetate ni en una piedra qué? A ver dime tú nomás ¿pa qué?
del camino) y rumia uno tras otro, sus Además yo ni soy escritor, yo soy afi­
rencores. “Yo no sé por qué tú pien­ cionado, lo hago a mis horas y eso, si
sas que uno tiene que vivir contento”. tengo horas.” Rulfo rezonga y masca
“Si la vida es unapura desgracia, de dón­ las palabras al hacerlo y sigue rezongue
de quieres que me salgan las sonrisas”. y rezongue hasta que sume por comple­
“A mí me gusta salir triste en las foto­ to su cabeza de pajarito asustado entre
grafías, y eso, cuando me dejo tomar sus hombros. “ iEpa tú pichón. Juani-
fotografías”, “sólo la muerte pela los to, volte pa’cá!” Entonces sonríe, y
dientes” , “sólo la muerte y tú y Díaz hasta medio ríe, porque a Rulfo, las
Ordaz”. Rulfo mira inquieto en tomo cosas más insólitas son las que lo traen
suyo, inquieto desde la punta de sus a la tierra y lo echan a andar. Sólo hay
pies hasta el último de sus cabellos blan­ que saberse la clave del teletipo.
cos, porque ahora están blancos, pero — Ya no me estés castigando,
yo los conocí negros y chinos cuando — Pero ¿quién te está castigando?
era un hombre fuerte que embarnecía — Cómo no, todo eso que me pre­
bonito. Ahora es un hombre borronea­ guntas es castigarme de muchos modos.
do y distinguido. Distinguido porque — Ya no te quejes, te has vuelto
lo distinguen los demás, y porque así un costal de quejumbres; pareces las 1
lo es su porte, sus facciones. Distin­ flores del camposanto que se quejan
guido de su de por sí. Porque tiene cada vez que sopla el viento.
buena facha. Y aunque muchos creen — ¿Qué flores? ¿Qué camposanto?
(por sus cuentos) que Rulfo es un arrie­ — Unas de una canción de Guty
ro de sombrero de soyate, o una cabe­ Cárdenas. Es un verso de “La llorona”.
za olmeca que anda rodando por valles O yejuanito ¿tú sabías que Benito Juá­
y collados. Rulfo prende uno tras otro rez comía quelites sin huevo?
sus cigarros con sus manos finas, blan­ — ¿Quién te lo dijo?
quísimas que salen de los puños de una — El otro día, una viejita de Oaxa-
camisa también muy blanca, que a su ca.
vez se asoman fuera de un saco de casi­ — ÍAy qué muchachita tan loca
mir gris muy oscuro, gris oxford, el co­ ésta! Tú eres la condesa Krassinskaya
lor de los ingleses. De arriero o labra­ de Ponianski, ése es tu verdadero nom­
dor o de indígena juarista Rulfo no tie­ bre, Eduviges Krassinskaya de Ponian-
ne sino la desconfianza. De ellos, sólo sky y aunque no te acuerdas de nada
comparte los rencores. de por allá de tu tierra, yo si me acuer­
“A ver pues ¿qué vas a querer pre­ do. ..
guntarme? Porque yo ya lo he contes­ — ¿No te canto el Alabado?
tado todo, y no me sé una sola respues­ — Andale pues.
ta. ¿Qué respuesta puedo tener yo? (A Rulfo le gusta mucho escuchar
Los demás que expliquen mis cuentos el Alabado, y yo me lo sé, pero mal. A
y que digan lo que se les antoje, ¿Tú Rulfo lo entristecen las entrevistas for­
crees que a m í me interesa todo lo que males, las preguntas lo mortifican, ¿las
la gente discurre? Por mí que digan lo respuestas? ya se aburrió de darlas. En­
que quieran. Tú también puedes decir tonces, entonces hay que irlo arriando
lo que quieras, al cabo no te voy a des­ por otro camino, despacito, y soltarle
mentir, y eso, si me pongo a leerte por­ las preguntas en medio de otras, pero
45

(Continuación)

así con una poca de ocurrencia.) (Pero Rulfo no me regala nada al


— ¿Te canto el Tantum Ergo? Es despedirnos porque se le olvida.)
el que mejor me sale. — ¿Y “El Gallo de Oro”?
— Bueno. ¿Te sabes algo en polaco? — Eso no deberían haberlo publi­
— No nada. cado, son puros textos recogidos por
— ¿En francés? “ai” , de cine, de lo que sea, sobre todo
—Sí. de cine . . .
— Mejor en polaco. — ¿A ti te gustó escribir para cine?
— No sé nada en polaco. — Pues te diré . . . Lo que no me
— ¿Como no vas a saber? Yo te gustaron fueron las películas. Bueno,
ayudo. “La fórmula secreta” sí, un poco.
— Tú tampoco sabes, Juan.
— Y ¿quién te dijo que yo no sé?
Y entonces Rulfo se emperra que
él si sabe polaco y también checoslo­
vaco y las únicas que no saben nada de
su tierra son las condesas polacas que Rulfo y su fórmula secreta
vienen a refugiarse a México entre los
tepemezquites,
— Y ¿qué opinas Juanito de todas Ya no quería yo escribir sobre Rul­
las obras que se han escrito sobre ti, fo, no porque haya escrito mucho, sino
todos los trabajos críticos, las tesis, los porque me resulta muy difícil. Pero
estudios sesudos, y hasta los lingüísti­ me puse a leerlo así nomás por no de­
cos y estructurales como los de Viole­ jar, “ £/n pedazo de n o c h e ” que no re­
ta Peralta y Liliana Befumo Boschi? cordaba o que quizá jamás leí y que
— ¿Estudios sobre de mí? Rulfo me contó así en alguna entrevis­
— Bueno, sobre tu obra, que es lo ta: “Anda por allí rodando todavía
mismo. una cosa que se llama ‘Un pedazo de
— Yo no soy lo mismo que mi obra. noche’ que trata de un hombre que
— ¿Te gustó la autobiografía ar­ anda cuidando a un niño así chiquito
mada de Reina Roffo? pero quiere meterse con una postitu-
— Si, sí. ta pero ella no quiere con el niño. Se
— No suenas muy entusiasmado . . . lo dice muy claro:
— Sí me gustó, te digo. Pero tam­ — ÍNo! —le dije y o — Así no.
poco la tengo muy presente, es más no — ¿Así no qué?
me acuerdo lo que dice, es más creo — Con eso que llevas encima,
que no la leí. — A él no le interesan todavía estas
— Es una escritora argentina... cosas— respondió —. Ahora que no es­
— i Ah! taría por demás que ya se fuera instru­
— ¿Y lode Ruffinelli, el de Jalapa? yendo”.
— Bueno, a él si lo tengo presente. Total que se van caminando por
El ha hecho varios prólogos y estudios, todas las calles, sin hacer nada, porque
el del libro de Ay acucho y el de la “An­ el hombre no tiene dónde dejar al niño,
tología Personal” de “Nueva Imagen”. .. y así hasta que amanece. Este cuento
Si quieres el de “Nueva Imagen” te lo a diferencia de los cuentos “rulfianos”
regalo después, allá tengo unos ejem­ es citadino y se sitúa en el callejón de
plares. Valerio Trujano.
46

(Continuación)

“Yo, en mis primeras cosas, fui muy lleno de lugares comunes; escri­
muy discursivo, hasta cursi, escribía yo bía yo una frase previsible tras otra. . .
muy feo, con un montón de calificati­ — ¿Una frase previsible?
vos, decía que las montañas eran de — Sí, de cajón, todo de cajón, por
púrpura, que el sol las teñía de oro y aquello de que más vale malo por co­
otras imágenes; todo lo llenaba yo de nocido que bueno por conocer. . .
adjetivos, un sustantivo un adjetivo y — Pero si tú eres todo menos pre­
asi me iba yo hasta producir un esper­ visible.
pento . , . Luego, empecé a llevar una — Bueno, eso ahora. En el De­
especie de diario en el que el persona­ partamento de Migración, me ayudó
je central era la soledad porque yo no Efrén Hernández; luego me fui yo al
conocía a nadie aquí en esta ciudad, Papaloapan a trabajar de promotor de
nadie me hablaba, hasta mucho tiem­ las obras del Papaloapan, durante la
po después fui a Mascarones, y entre época de Miguel Alemán. El ingeniero
tanto me puse a escribirle a mi soledad Sandoval Landázuri era el vocal ejecu­
para no sentirme tan solo ¿verdad? y tivo de la cuenca y yo viví en Ciudad
me dediqué a esta novela que me salió Alemán durante dos años y andaba en
muy larga, por cierto, por culpa de los el Alto del Papaloapan con el ingenie­
adjetivos y de las descripciones del cie­ ro Cruikshank que ahora es subsecre­
lo y del paisaje. Me salió como de 350 tario de Recursos Hidráulicos.
páginas. — Pero tú ¿qué hacías?
— Tú ¿350 páginas? — Escribía artículos para “El Dic­
— Sí, yo, yo, pero la rompí en mil tamen” de Veracruz promoviendo las
pedazos porque era mala, muy retórica, obras que se estaban realizando en una
muy alambicada... Le puse: “E l Hijo especie de campaña de divulgación.
del Desaliento ”. Después dejé el Papaloapan y obtuve
— Oye Juan: ¿tú crees que Carlos la beca del Centro Mexicano de Escri­
Fuentes rompería una novela de 350 tores para terminar .■■“El Llano en lla­
páginas? mas” que casi tenía yo terminado, eso
— No sé. El las escribe de más de fue en 1964 pero desde los 40 y tantos
tres mil ¿no? aunque yo no he leído tenía yo escrito la mayoría de los cuen­
“Terra Nostra”. Precisamente debido a tos, lo mismo me sucedió con “Pedro
mi prosa sobrecargada de adjetivos in­ Páramo”, ya los traía dentro de la ca­
tenté buscar otra forma de expresión y beza cuando me dieron el segundo año
fue cuando empecé a escribir los cuen­ de beca dizque para escribirlo, pero ya
tos de “El llano en llamas”. estaba todo escrito, porque yo, cuando
— Pero si ya habías publicado un tengo las cosas en la cabeza, es que ya
cuento en “Pan” en Guadalajara con están escritas... “Pedro Páram o ” lo
Arreola y Antonio Alatorre . . . hice en un año . . . “E l llano en llam as ”
— Sí, sí, por eso. Escribí otros va­ también en un año . ..
rios que tiré a la basura también junto
al manuscrito de “El hijo del desalien­
to ”. Hice experimentos de diversos es­
tilos, de diversas formas, no escribí de Un escritor grande de verdad
golpe y porrazo como escribo ahora,
intenté muchas formas a ver en cuál
me sentía yo más en mi ambiente, tra- Decía yo que no pensaba escribir
sobre Rulfo, pero empecé a hojear “El
Llano en L lam as ” y caí en “Lluvina” en
47

(Continuación)

la página 110 (de la primera edición, que pasan de bulto, de cuerpo entero,
conste) y me agarró eso de “San Juan y se van apoderando de uno. En torno
Lluvina” . “Me sonaba a nombre de cie­ a la cama, el aire era de piedra gris, y el
lo aquel nombre. Pero aquello es el viento seguía subiendo encañonado:
purgatorio. Un lugar moribundo donde “Un viento que no deja crecer ni las
se han muerto hasta los perros y ya no dulcamaras; esas plan titas tristes que
hay ni quién le ladre al silencio; pues apenas si pueden vivir un poco untadas
en cuanto uno se acostumbra al venda­ a la tierra, agarradas con todas sus ma­
val que allí sopla, no se oye sino el si­ nos al despeñadero de los montes. Sólo
lencio que hay en todas las soledades. a veces, allí donde hay un poco de som­
Y eso acaba con uno. Mírenme a mí. bra, escondido entre las piedras, florece
Conmigo acabó. Usted que va para allá el chicalote con sus amapolas blancas.
comprenderá pronto lo que le digo . . . ” Pero el chicalote pronto se marchita.
y me quedé atorada en frases como ésta: Entonces uno lo oye rasguñando el aire
“Por el pequeño cielo de la puerta se con sus ramas espinosas, haciendo un
asomaban las estrellas’"o en la desespe­ mido como el de un cuchillo sobre una
ración de “tanta y tamaña tierra para piedra de afilar”. A las tres de la ma­
nada” o en ese principio escueto y de­ ñana, supe que Rulfo poseso, se pose­
finitivo de “Pedro Páramo” : “Vine a sionaba de uno y lo dejaba a uno abier­
Cómala porque me dijeron que acá vi­ to, abierto a las visitaciones, a los espí­
vía mi padre, un tal Pedro Páramo”. ritus, a los fantasmas, a las ánimas en
Seguí leyendo hasta bien avanzada la pena, al más allá, al pequeño cielo de
noche cuentos que ya conocía, leí, leí la puerta por el cual se asoman las es­
cada vez más despierta y angustiada trellas.
hasta que quedé barrida por todos los
vientos de Cómala, esos que vuelan
bajo, rastreando el piso, esos vientos ELENA PONIATOWSKA

Poniatowska, Elena, “Juan Rulfo“, Comunidad Conacyt (México, D. F.) Julio de 1980
(115): 33-35.

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Warren, Cari N., Géneros periodísticos informativos; nueva enciclopedia de la
noticia, traducción de Alfonsos Espinel Gou, Editorial A. T. E., Barcelona,
1975.
4
La semántica

La semántica es la rama de la lingüística que estudia el significado


y los cambios de significado de las palabras y de las expresiones.
El significado de las palabras puede tener lugar de dos distintas
formas; la primera, remitiéndose a los componentes principales que for­
man la estructura de la palabra, y la segunda, estudiando las palabras
en acción e interesándonos en que forma operan dentro de un con­
texto.

DENOTACIÓN

La denotación es el significado primario de palabras y expresiones


que tienen relación referencial con el objeto o fenómeno a que remi­
te; por tanto, se considera objetivo porque la referencia es directa.
Socialmente hablando, es el significado común a un grupo lingüístico,
lo cual le da estabilidad al sistema; dicho significado aparece en los
diccionarios.
La denotación y la connotación se combinan en la mayoría de los
mensajes, no obstante, se pueden distinguir en éstos según sea domi­
nante una u otra. El lenguaje científico es esencialmente monosémico,
en otras palabras, tiene un solo significado, y por tanto se le puede
considerar como denotativo; por mencionar un ejemplo: una fórmu­
la quím icao algebraica.

1. En la plaza que los vecinos dejaron desierta.


2. La muchacha cerró la llave dándose cuenta cuando ya el agua se derra­
maba.
3. Se echó el cántaro al hombro.
50

CO NNOTACIÓN

La connotación corresponde a los valores secundarios de palabras


o expresiones que se agregan al significado primario o denotativo. Es­
tos valores secundarios están determinados culturalmente por:

a) la situación de un acto del habla (tabúes, exclamaciones, ono-


matopeyas, formas hipocorísticas, etc.);
b) el texto en cuanto organización de estructuras mayores de sen­
tido (el significado de una palabra o expresión está determina­
do por los significados que le rodean);
c) el manejo de la lengua en sociedad (niveles o estratos sociales,
dialectos geográficos, lenguas especializadas; técnicas o argots,
cultismos, arcaísmos, extranjerismos, etc.).

Con la connotación, el sistema de la lengua se presenta bajo su as­


pecto dinámico debido a los cambios constantes de significado. Los
valores connotativos de las frases y las palabras son característicos del
lenguaje poético, el cual se encuentra en textos literarios.

1. La mirada lo estaba diciendo todo.


2. El chorro de agua, al mismo tiempo que el cántaro, los estaba llenando
de ganas de pelear.
3. Era lo único que estorbaba aquel silencio tan entero.
51

POLISEMIA

La polisemia se presenta cuando una misma palabra puede tener


dos o más significados distintos; su significado concreto se precisa o
define en el contexto lingüístico.

1. Sin saber que se daría un tope en el testerazo.


(Significa: golpe)
2. La carreta saltó al pasar por un tope.
(Significa: prominencia en caminos que obliga a aminorar la marcha).
3. Cuando me tope con esa muchacha, recordaré esa historia.
(Significa: encontrar)

Tope (m . de la onomatopeya “top” , de choque, como “topar” ).


Parte por donde una cosa puede topar con otra. 2. Pieza que en al­
gunas armas o instrumentos sirve para impedir que con su acción o
movimiento se pase de un punto determinado. 3. Cada una de las
piezas circulares y algo convexas que al extremo de una barra horizon­
tal, terminada por resorte, se ponen en las traviesas de los carruajes
de ferrocarril, para mantenerlos en contacto y ligeramente oprimidos
entre sí cuando forman parte de un tren. 4. Material duro, por lo ge­
neral de suela, que se pone por dentro, como armadura, en la punta
del calzado para que no se arrugue. 5. Tropiezo, estorbo, impedimen­
to. 6. Encuentro o golpe de una cosa con otra, topetón. 7. Fig. Punto
donde estriba o de que pende la dificultad de una cosa. 8. Fig. Re­
yerta, riña o contienda.

S IN O N IM IA

La sinonimia consiste en asociar dos o más palabras que tienen


significado similar. El mejor método para delimitar los sinónimos es
la prueba de la sustitución, que consiste en intercambiar las palabras
en un contexto.

“La Plazuela de Ameca es ^_____ d e __________ Y las ruedas_________


(tránsito) (carretas) (muelen)
la tierra de l o s _______hasta hacerla_______ _ finita. Un polvo de tepetate que
(baches) (finita)
_______en íos ojos, cuando e l _________________ Y a llí________ hasta hace poco,
(arde) (viento) (sopla) (había)
u n ____________ U n _______ de agua de dos pajas, con su llave de bronce y su
(hidrante) (caño)
________ de piedra.”
(pileta)
52

A N T O N IM IA

La antonimia consiste en asociar dos o más palabras que tienen


significado contrario o contrastante. La contraposición del significa­
do de las palabras puede dar la negación de uno, pero la aceptación
del otro; por ejemplo: macho, hembra; soltero, casado. En otros
casos, existe la gradación del significado; por ejemplo: frío, tibio,
caliente; blanco, gris, negro.

“L a _________ iba por agua y _______ la llave. En ese momento los dos
(muchacha) (abrió)
________ quedaron a l _________ __ sabiéndose__________ en lo mismo. Allí
(hombres) (descubierto) (interesados)
s e ______la calle de cada quien, y ________ quiso dar p a so ---------------La mi-
(acabó) (ninguno) (adelante)
rada que se echaron fue poniéndose________ y ninguno _ _ _ l a vista.”
(tirante) (bajaba)

CAMPO SEMÁNTICO

El campo semántico es un conjunto de palabras organizadas al­


rededor de un significado común o general; no obstante, cada pala­
bra tiene ciertos rasgos de significado que contribuyen a delimitarla
de las otras.

Muebles con patas: silla, banca, sofá, banco, butaca, mecedora, curul,
tresillo.
Sin patas: taburete, poyo, diván.
Con brazos: sofá, sillón, curul, mecedora.
Sin brazos: banca, silla, butaca, banco, tresillo, taburete, diván.
Con respaldo: silla, sofá, butaca, mecedora, curul, poyo.
Sin respaldo: banco, tresillo, banca, diván, taburete.

Campo semántico de res: (hembra) vaca, (cría macho) becerro,


(cría hembra) ternera, (macho capado) buey, (cuidador) vaquero,
etc.

B IB L IO G R A F IA

Blanco Botta, Ivonne et al., Curso de lingüística general, Editorial Pueblo y Edu­
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Ullmann, Stephen, Semántica. Introducción a la ciencia del significado, 2a. edi­
ción, traducción de Juan Martín Ruiz-Werner, Editorial Aguilar, Madrid,
1972.
5
Estructura
del texto

EL T E X TO

La palabra texto viene del latín textus y sus significados, según el


Diccionario de la Lengua Española son:

1. Lo dicho o escrito por algún autor.


2. Todo lo que se dice en el cuerpo de la obra manuscrita o im­
presa, a diferencia de lo que en ella va por separado; como por­
tadas, notas, índices, etc.

En el caso del cuento Corrido, de Juan José Arreóla, se dice que


es un texto porque en él se expresa un tema: la rivalidad por el amor
de una joven. El texto se presenta en trozos de escritura los cuales
conforman los párrafos.

EL PÁRRAFO

Proviene del latín paágrafo y significa cada una de las divisiones


de un escrito, señaladas por letra mayúscula al principio del renglón,
y por punto y aparte al final del fragmento de escritura. El cuento
Corrido tiene 14 párrafos. La mayoría de ellos contiene cuatro ren­
glones; los párrafos 6 y 7 son de un solo renglón (véase el cuento Co­
rrido en la pág. 6).
Los párrafos realizan diferentes funciones dentro de un texto;
unos introducen al tema de trabajo; otros desarrollan o demuestran
el problema y, finalmente, otros párrafos dan las conclusiones del
tema o problema expuesto. En el cuento que trabajamos, la estruc­
tura de los párrafos podría quedar de la siguiente forma:
56

Párrafos de introducción. Los párrafos 1, 2 y 3 ubican al lector


en el lugar donde se desarrollará la acción e indican de manera gene­
ral qué va a tratar el cuento (véase los dos últimos enunciados del
párrafo 2).
Párrafos de desarrollo. Del párrafo 4 al 12 se desarrollan las ac­
ciones esenciales del cuento.
Párrafos de conclusión. En los párrafos 13 y 14, después de rea­
lizadas las acciones esenciales, se les da punto final; en nuestro cuen­
to, el párrafo 13 concluye las acciones que se dieron inmediatamente
antes y el párrafo 14 las concluye a largo plazo, tomando en cuenta
lo sucedido dentro del cuento.

EL ENUNCIADO

Lee el siguiente párrafo:


[Hay en Zapotlán una plaza que le dicen de Ameca, quién sabe por qué.]
[Una calle ancha y empedrada se da contra un testerazo, partiéndose en
dos.] [Por allí desemboca el pueblo en los campos de maíz.]
Como puede notarse, hay tres comunicaciones; cada una, separa­
da de las demás, con pleno sentido. En otras palabras, hay tres enun­
ciadosr, tres unidades mínimas de comunicación, cada cual con su
propia extensión. En este ejemplo gráfico cada enunciado está deli­
mitado por punto y seguido. También pueden delimitarse por pun­
tos suspensivos ( . . . ) ; cuando es final de párrafo, por punto y aparte,
y también por punto final. Además, el enunciado lleva, al principio,
mayúscula.4

CLASIFICACIÓ N DEL ENUNCIADO

Lee el siguiente párrafo:


[l] La Plazuela de Ameca es tránsito de carretas. [2] Y las ruedas muelen la
tierra de los baches, hasta hacerla finita, finita. [3] Un polvo de tepetate
que arde en los ojos, cuando el viento sopla. [4] Y allí había, hasta hace
poco, un hidrante. [5] Un caño de agua de dos pajas, con su llave de bronce
y su pileta de piedra.

En el párrafo anterior hay varios enunciados que difieren en cuan­


to a su estructura. El primero es un enunciado simple (oración sim-

4 Ávila., Raúl, Curso de introducción a la lingüística, Dirección General de Mejoramien­


to Profesional del Magisterio, México, 1976, pág. 107.
b/

pie), los enunciados 2 y 3 se clasifican como complejos, por úlllmn,


los enunciados 4 y 5 son compuestos.

Enunciado simple

El enunciado simple puede presentar una de dos estructuras: es


tructura unimembre o estructura bimembre. El enunciado simple de
estructura unimembre es muy variado: va desde una palabra hasla un
sintagma más o menos extenso.
Los títulos de películas, libros, etc., constituyen un amplio arse
nal de enunciados simples de estructura unimembre; así también las
fechas de documentos, los nombres propios (de ciudades, de personas
—como los de los autores de libros, directores de cine, actores, etc.
de editoriales) ligados a un contexto.
El enunciado simple de estructura bimembre se identifica con dos
tipos de oración: la oración simple y la oración principal, más oracio­
nes subordinadas.

Enunciado compuesto

El enunciado compuesto puede estar formado por dos o más es­


tructuras unimembres coordinadas o yuxtapuestas, una o varias estruc­
turas unimembres coordinadas o yuxtapuestas con una o varias es­
tructuras bimembres, o bien, dos o más estructuras bimembres coor­
dinadas o yuxtapuestas.

ORACIÓN

En cuanto a la oración es importante señalar que puede presentar


varias estructuras.

Oración simple. Un sujeto interrelacionado con un predicado


(enunciado simple de estructura bimembre).
Oración principal. Sus partes, o alguna de ellas, están ampliadas
por una oración a la que se llama oración subordinada.
Oraciones yuxtapuestas. Dos o más oraciones sin nexo.
Oraciones coordinadas. Dos o más oraciones que sí tienen nexo.

“Por lo tanto, la oración siempre estará contenida en un enunciado


y no viceversa, y por otra parte, un enunciado no siempre contendría
58

oraciones; piénsese en el enunciado simple de estructura unimembre


o en el compuesto formado por varias estructuras unimembres.”5

E structura Palabra

Simple
U n im em b re
{ Construcción

O ración sim ple

Estructura
bimembre " Oración compleja:
oración principal
Enunciado * más oración(es)
subordinada(s)

Dos o más estructuras unimembres


coordinadas o yuxtapuestas
Dos o más oraciones coordinadas o
^ Compuesto < yuxtapuestas
Cualquier combinación de
estructuras unimembres más
bimembres.

A continuación se dan ejemplos tomados del párrafo 3 del cuento


Corrido.

Enunciados simples de estructura unimembre

Ameca.
La plazuela de Ameca
Un caño de agua de dos pajas.
Con su llave de bronce.
Su pileta de piedra.

Enunciado simple de estructura bimembre


(oración simple)

La plazuela de Ameca es tránsito de carretas.


Las ruedas muelen la tierra de los baches.

5 Ávila, Raúl Curso de introducción a la lingüística. Dirección General de Mejoramien-


to Profesional del Magisterio, México, 1976, págs. 112 y 113.
Enunciados simples de estructura bimembre
(oración compleja)

Las ruedas muelen la tierra de los baches hasta hacerla finita.


Un polvo de tepetate que arde en los ojos cuando el viento sopla.

Enunciado compuesto

Un caño de agua de dos pajas, con su llave de bronce y su pileta


de piedra.
Y allí había, hasta hace poco, un hidrante.

ELEMENTOS LING ÜÍSTICOS DE


YUX TA P O S IC IÓ N , CO O RDINACIÓ N
Y SUBORDINACION

A continuación se proporciona una lista de elementos lingüísticos


que te ayudarán a ubicar mejor las relaciones de yuxtaposición, coor­
dinación y subordinación.
La yuxtaposición se establece cuando se usan los signos de pun­
tuación siguientes: coma ( ,) , punto y coma ( ;) , dos puntos y segui­
do ( : ) , guiones ( —) dentro del enunciado y paréntesis ( ).
La coordinación fija las relaciones entre elementos lingüísticos de
un mismo nivel sintáctico; para ello usa las conjunciones coordinantes.

Adversativas o correctivas. Denotan oposición


o diferencia entre las oraciones enlazadas: mas,
pero, empero, aunque, sino, sin embargo.
Consecutivas, continuativas o ilativas. Presen­
tan una de las oraciones como consecuencia de
la otra: pues, que, supuesto que, puesto que,
Conjunciones luego, conque.
coordinantes " Copulativas. Denotan simple enlace, sin matices
especiales: y, e, ni.
Distributivas. Cada una de las disyuntivas que se
reitera. También realizan esta función muchas
palabras que se repiten o se oponen: bien. . .
bien; y a .. ..ya; a q u í. . . allá; éste. . . aquél; etc.
Disyuntivas. Expresan contradicción: o, u.
60

La subordinación se caracteriza porque la oración subordinada se


introduce en la oración principal por medio de un pronombre relati­
vo, un adverbio relativo o una conjunción subordinante.

Causales. Indican que una de las oraciones es


causa o motivo de la otra: porque, pues, pues
que, ya que, como, como que. Estas conjuncio­
nes y las consecutivas ofrecen matices interme­
dios coordinantes y subordinantes.
Comparativas. Así como, así también, de modo
que, tal como, mejor que, cual. . . tal, cuanto .. .
tanto. Muchas de ellas tienen también valor
consecutivo.
Concesivas. Expresan en la oración subordina­
da una objeción o dificultad para que se efec­
túe lo que indica la principal , pero este obstácu­
lo no impide la realización del hecho: aunque,
Elementos por más que, a pesar (de) que.
lingüísticos “ Condicionales. La subordinada expresa la con­
de dición para que se realice lo que se dice en la
subordinación principal: si, con tal que, a condición (de) que,
en caso (de) que, con sólo que.
Finales. Expresan en la subordinada el fin de
la principal: a que, para que, a fin de que.
Modales. Interviene en su composición un ad­
verbio de modo: conforme, como, según, de
modo que, de manera que, así como, etc.
Temporales. Interviene en la composición de
algunas un adverbio o expresión de tiempo:
cuando, aún no, no bien, desde que, luego que,
antes que, después que, mientras (que), entre­
tanto, etc.

LO CALIZAC IÓ N DEL ENUNCIADO

Párrafo 2 del cuento Corrido:


[1] Así es la plazuela de Ameca, con su esquina ochavada y sus casas de
grandes portones. [2] Y en ella se encontraron una tarde, hace mucho,
dos rivales de ocasión. [3] Pero hubo una muchacha de por medio.

En este párrafo existen tres enunciados; se deben analizar para


saber su estructura. Los pasos son los siguientes:
ni
1. Localizar y subrayar los verbos conjugados en cada cmiiu'liuln
2. Localizar los elementos lingüísticos que establezcan la yiinla
posición, la coordinación o la subordinación; enccrrlimlitlnn
en un círculo u óvalo.

Enunciado 1

Así es la plazuela de Ameca, con su esquina ochavada y sus casas de fumi


des portones.

En este enunciado solamente hay un verbo: es; por tanto, es un


enunciado simple de estructura bimembre: oración simple.

Enunciado 2

Y en ella se encontraron una tarde, hace mucho, dos rivales de ocasión.

La conjunción copulativa y introduce el enunciado. Tiene dos


verbos conjugados, el primero es parte de la oración “Y en ella se en­
contraron una tarde dos rivales de ocasión” . Esta oración simple se
rompe para introducir en ella otra oración simple “hace mucho” , la
cual va entre comas. Este enunciado es compuesto con dos oracio­
nes yuxtapuestas, una de ellas coordinada.

Enunciado 3

Pero hubo una muchacha de por medio.

Este enunciado, al igual que el número 2, es introducido por una


conjunción coordinante, en este caso adversativa. En ambos casos
la conjunción establece una relación con el contenido del enunciado
anterior. Este enunciado es simple de estructura bimembre: oración
simple.

Ejercicio

Erase una vez un país.. . no recuerdo bien su nombre, pero le lla­


maremos el "País de las cien palabras". En ese país los hombres eran
muy felices. Vivían en un pueblo ni grande ni pequeño, y todos se
conocían. Si alguna vez se peleaban dos, los demás los separaban; si
62

alguien se enfermaba, los vecinos lo cuidaban, le daban sus medicinas,


barrían y sacudían; si uno tenía que salir de viaje, los amigos le ayu­
daban a acomodar las ropas en la maleta, lo despedían y, cuando re­
gresaba, iban a esperarlo para darle la bienvenida. En fin, todos se
querían y ayudaban.

* * *

¿Has viajado alguna vez de noche en tren? Afuera está todo oscu­
ro. Tú tienes sueño; empiezas a dormitar. De pronto sientes un so­
bresalto: ¡El tren está caminando para atrás! Está rodando, rodando
rápidamente en dirección contraria a la que llevaba antes. ¡Está re­
gresando a tu pueblo!

* * *

Sus ojos parecían dos carbones encendidos. Una larga cabellera


gris caía sobre sus hombros. De sus muñecas y de sus tobillos colga­
ban unas pesadas cadenas y unos grilletes herrumbrosos. Yo soy ca­
paz de todo. ¡No me conocéis, Catalina! Mi voluntad es de hierro:
cuando me propongo una cosa la hago, pese a quien pese. En cuanto
a vos, tenéis detractores, dicen que sois desdeñosa, que tenéis pésimo
carácter.. Se equivocan, porque sois dulce como la piel de armiño.

* * *

Lector: yo soy un pequeño filósofo; yo tengo una cajita de plata


de fino y oloroso polvo de tabaco, un sombrero grande de copa y pa­
raguas de seda con recia armadura de ballena. Lector: yo emborrono
estas páginas en la pequeña biblioteca del Collado de Salinas. Quiero
evocar mi vida. Es medianoche; el campo reposa en silencio augusto;
cantan los grillos en un coro suave y melódico; las estrellas fulgura­
ban en el cielo fuliginoso; de la inmensa llanura de las viñas sube una
frescor grata y fragante.

* * *

Yo estoy sentado ante la mesa; sobre ella hay puesto un velón


con una redonda pantalla verde que hace un círculo luminoso sobre
el tablero y deja en una suave penumbra el resto de la sala. Los volú­
menes reposan en sus armarios; apenas si en la oscuridad destacan los
blancos rótulos que cada estante lleva, a fin de que me sea más fácil
recordarlos.
63

Crucigrama*

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

11 12

13 14

15 16 17

18 19 20 21 22

23 24 25 26 27

28 29 30

31 32 33 34 35

36 37 38 39

40 41 42

43 44

45 46 47

48

Horizontales 24. V o z qu e, re p e tid a , sirve para a rru lla r al


niñ o .
1. E stab lecido s con arreglo a un orden de­ 26. S alid a del Sol o de o tro astro.
te rm in a d o los d ife re n te s valores (lite r a ­ 28. R o d a , p a rte de la q u illa . (In v .)
rios, a d m in is tra tiv o s , e tc é te ra ). 29. S ím b o lo q u ím ic o del a m e ric io .
1 1. Palabra la tin a que s ign ifica " fu e r a d e " y, 30. In te rje c c ió n . D e n o ta resolución o sirve
c o m o p re fijo , se c olo ca d e la n te de algu­ para a n im a r o e stim u la r.
nos no m b res para in d ic a r lo que ha sido 31. S ím b o lo q u ím ic o del rad io. (In v .)
una persona. 33. P e rc ib ir el sonido.
1 2. Ponga nú m eros a cada un o de esos o b ­ 34. Im p a r.
jetos. 36. Hueso de la cadera. T a m b ié n es a brevia­
1 3. D ícese del soldado qu e no tie n e cargo tu ra de C o m p a ñ ía . (In v .)
especial. 38. A p e llid o de un m a ta d o r de to ro s m e x i­
14. Pedazos pequeños, frag m e n to s. can o n a cido en 1 8 8 8 , creado r de un lan­
15. A d je tiv o posesivo de p rim e ra persona ce con la capa.
singular. Se e m p lea a n te p u e s to al n o m ­ 40. Prep arar los hilos de la u rd im b re de una
bre. (In v .) tela. M a q u in a r, tra m a r. (In v .)
1 6. O rd e n im p e ra tiv a de ir. 42. Prep osició n francesa que significa: a h í
1 7. Prep osició n qu e in dica la posesión, el está, he a h í. (In v .)
o rig en , la m ate ria , la e x tra c c ió n , el c o n ­ 43. Rece. (In v .)
te n id o , el m o d o de hacer una cosa, la 44. La p a rte más baja del barco. Pedazo que
sep aración , las cualidades personales. se c o rta de cierto s fru to s para p ro b a r­
(In v .) los. (In v .)
18. E s tié rc o l, fim o . 45. P e rc ib í p o r m e d io de los ojos.
21. E stafa, h u rta . 46. M u é v ete , d iríg e te de un lado hacia o tro .
23. E n fe rm e d a d de la piel c a ra c te riza d a por 48. R ep re s e n ta ció n gráfica c o m p e n d iad a de
la fo rm a c ió n de pústulas pequeñas. (In v .) un asu nto o te m a .

* Resolver crucigramas es tarca que permite, a quienes la emprenden, mejorar su voca­


bulario, ortografía e incluso su cultura en forma amena y divertida. Permite, especialmente
a los estudiantes, familiarizarse con el manejo de los diccionarios, tan indispensable para me­
jorar la lectura y la redacción de todo tipo de textos.
64

Verticales

1. D es c e n d ien te de M a h o m a . P rín c ip e 2 5 . In d ic io o señal de alguna cosa. (In v .)


árabe. 2 7 . A s ie n to de c ere m o n ia de los reyes y los
2. In te rro g a r a un c a n d id a to . V e rific a r. em p erado res.
3. C ír c u lo o a n illo ríg id o de h ierro , m ad e­ 3 0 . In s tru m e n to rec to , p lan o y largo, que
ra, etc. sirve para tra z a r líneas. (P a la b ra escrita
4. Esencia o m o tiv o de un asunto. en deso rd en .)
5. P rep osició n la tin a que sign ifica " e n tr e " 3 1 . Q u e se . . . , que es osado, que se arriesga.
y fo r m a p a rte de cierto s com puestos. 3 2 . H o m b re castrado. G u a rd iá n de un serra­
6. Q u e usa la m an o izq u ie rd a m e jo r qu e la llo. (In v .)
derech a. 3 4 . E je rc ic io de una p o te n c ia . A c to , a c tiv i­
7. P la n ta u m b e lífe r a o rig in a ria de las Islas dad. (In v .)
C anarias, de o lo r p a rec id o al del oréga­ 3 5 . V ia jo p o r m ar, p o r un r ío , etc.
no; ámeos. 3 6 . E n tre los antig uos, to d o p o em a d e s tin a ­
8. D ie zm a r. do a ser c an tad o . (In v .)
9. R eza. 3 7 . T e rm in a c ió n verbal.
10. Juicio so , c uerd o. 3 9 . Parte del c u e rp o de algunos anim ales.
16. H ija de In ac o , tra n s fo rm a d a en vaca p o r 4 1 . M e m b ra n a colo re a d a del o jo , situada
Zeus y gu ardada p o r Argos. (M ito lo g ía .) detrás de la córnea y d e la n te del c ris ta li­
19. R e p e tic ió n de un sonido re fle ja d o por no y atravesada po r un o r ific io que es la
un c u e rp o d u ro . p u p ila.
20. G ran e xte n s ió n de agua salada que cubre 4 4 . R aja de m adera resinosa, q u e sirve para
la m a y o r p a rte del globo. a lu m b ra r. (In v .)
22. G é n e ro de o fid io s de gran ta m a ñ o . 4 7 . D a tiv o y acusativo del p ro n o m b re p e r­
24. N o m b re da d o al dios del Sol en la m ito ­ sonal de p rim e ra persona de singular.
lo g ía egipcia. (In v .)

BIB LIO G RA FIA

Avila, Raúl, Curso de introducción a la lingüistica, Dirección General de Mejo­


ramiento Profesional del Magisterio, México, 1976.
Beristain, Helena, Gramática estructural de la lengua española, UNAM, México,
1975.
Gili Gaya, Samuel, Curso superior de sintaxis española, l i a . edición, Editorial
Vox-Bibliograf, Barcelona, 1973.
Lope Blanch, Juan M., Análisis gramatical del discurso, UNAM, México, 1983.
Martínez Lira, Lourdes, De la oración al párrafo, 3a. reimpresión, Editorial Tri­
llas, México, 1983.
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 19a. edición, Edito­
rial Espasa-Calpe, Madrid, 1981.
Salcedo Aquino, José Manuel, Redacción e investigación documental, la . reim­
presión, Universidad Pedagógica Nacional-SEAD, México, 1981.
Seco, Rafael, Manual de gramática española, Instituto Cubano del Libro, La Ha­
bana, 1973.
Vox, Manual de gramática y expresión, Editorial Bibliograf, Barcelona, 1979.
6
Textos
literarios
En el capítulo primero se indicó que los textos literarios son aque­
llos en los que la subjetividad del autor se manifiesta con toda clari­
dad. Además, el lenguaje connotativo tiene uso constante.
A continuación presentamos un esquema y el glosario del análisis
de un relato literario.
Relato literario

Perspectiva
del narrador

Glosario

Acciones. Las acciones permiten caracterizar a los personajes por su relación con
otros personajes. Los actantes o personajes realizan las acciones. Los actan-
tes se caracterizan por el sistema de índices o indicios.
Argumento. Secuencia de acciones principales del relato que tiene una apertura,
una realización y una clausura.
Discurso. Es el modo en que el autor cuenta el relato. Los elementos del discur­
so son: temporalidad, espacialidad, perspectiva del narrador y niveles ideo­
lógicos.
Espacialidad. Es el lugar o lugares donde se ubican los protagonistas y donde se
desarrollan las acciones.
Funciones. Son las unidades narrativas mínimas, y están constituidas por verbos
de acción. El encadenamiento de una serie de acciones relacionadas entre
66

sí forma el relato. Todo relato tiene una apertura, una realización y una
clausura.
Historia. Es lo que narra o relata, y está constituida por sus personajes y sus rela­
ciones, así como por los acontecimientos o acciones que forman la trama.
Indicios. Describen o definen a las personas o actantes. Por medio de ellos el
lector puede identificar las características físicas y psicológicas de los pro­
tagonistas.
Ideología. Se refiere a las ideas que el autor plasma en el relato literario: reli­
giosas, políticas, artísticas, éticas, científicas, etc.
Personajes. Los sujetos de las acciones dentro del relato. Greiman les llama ac­
tantes.
Perspectiva del narrador. El narrador es el sujeto que relata la historia, en terce­
ra persona, en segunda persona, o en primera persona. En tercera persona
es el narrador omnisciente, en primera persona, hay dos clasificaciones: na­
rrador-personaje de la historia y narrador-héroe de la historia. El narrador
es objetivo cuando se limita a ofrecer una visión desde fuera de los hechos
(teatro, narración dialogada). El narrador es subjetivo cuando sabe tanto
o más que cualquiera de los personajes de la historia.
Relato. Serie de acciones coherentes ligadas temporalmente, realizadas por los
personajes y ubicadas en un espacio determinado. El relato literario se cla­
sifica en narraciones y dramas.
Temporalidad. El narrador comunica al lector acciones o hechos pasados; estos
hechos pueden relatarse en orden cronológico (lineal), se alteran cuando
iniciado ya el relato se da un resumen de acciones pasadas (retrospección)
o se da un resumen de acciones futuras (prospección o anticipación).

En seguida, se transcribe un cuento del escritor colombiano Ga­


briel García Márquez, así como su análisis literario.

Un día de éstos

El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escovar, den­


tista sin títu lo y buen madrugador, abrió su gabinete a las seis. Sacó
de la vidriera una dentadura postiza montada aún en el molde de yeso
y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos que ordenó de ma­
yor a menor, como en una exposición. Llevaba una camisa a rayas,
sin cuello, cerrada arriba con un botón dorado, y los pantalones sos­
tenidos con cargadores elásticos. Era rígido, enjuto, con una mirada
que raras veces correspondía a la situación, como la mirada de los
sordos.
Cuando tuvo las cosas dispuestas sobre la mesa rodó la fresa hacia
el sillón de resortes y se sentó a pulir la dentadura postiza. Parecía
no pensar en lo que hacía, pero trabajaba con obstinación, pedalean­
do en la fresa incluso cuando no se servía de ella.
67

Después de las ocho hizo una pausa para mirar el cielo por la ven­
tana y vio dos gallinazos pensativos que se secaban al sol en el caba­
llete de la casa vecina. Siguió trabajando con la idea de que antes del
almuerzo volvería a llover. La voz destemplada de su hijo de once
años lo sacó de su abstracción.
— Papá.
— Qué.
— Dice el alcalde que si le sacas una muela.
— Dile que no estoy aquí.
Estaba puliendo un diente de oro. Lo retiró a la distancia del
brazo y lo examinó con los ojos a medio cerrar. En la salita de espera
volvió a gritar su hijo.
— Dice que sí estás porque te está oyendo.
El dentista siguió examinando el diente. Sólo cuando lo puso en
la mesa con los trabajos terminados, dijo:
— Mejor.
Volvió a operar la fresa. De una cajita de cartón donde guardaba
las cosas por hacer, sacó un puente de varias piezas y empezó a pulir
el otro.
— Papá.
— Qué.
Aún no había cambiado de expresión.
— Dice que si no le sacas la muela te pega un tiro.
Sin apresurarse, con un movimiento extremadamente tranquilo,
dejó de pedalear en la fresa, la retiró del sillón y abrió por completo
la gaveta inferior de la mesa. A llí estaba el revólver.
— Bueno —d ijo —, Dile que venga a pegármelo.
Hizo girar el sillón hasta quedar de frente a la puerta, la mano
apoyada en el borde de la gaveta. El alcalde apareció en el umbral.
Se había afeitado la mejilla izquierda, pero en la otra, hinchada y
dolorida, tenía una barba de cinco días. El dentista vio en sus ojos
marchitos muchas noches de desesperación. Cerró la gaveta con la
punta de los dedos y dijo suavemente.
— Siéntese.
— Buenos días —dijo el alcalde.
— Buenos —dijo el dentista.
Mientras hervían los instrumentos, el alcalde apoyó el cráneo en
el cabezal de la silla y se sintió mejor. Respiraba un olor glacial. Era
un gabinete pobre: una vieja silla de madera, la fresa de pedal, y una
vidriera con pomos de loza. Frente a la silla, una ventana con un can­
cel de tela hasta la altura de un hombre. Cuando sintió que el dentis­
ta se acercaba, el alcalde afirmó los talones y abrió la boca.
Don Aurelio Escovar le movió la cara hacia la luz. Después de
68

observar la muela dañada, ajustó la mandíbula con una cautelosa pre­


sión de los dedos.
— Tiene que ser sin anestesia —dijo.
— ¿Por qué?
— Porque tiene un absceso.
El alcalde lo miró en los ojos.
— Está bien —dijo, y trató de sonreír. El dentista no le corres­
pondió. Llevó a la mesa de trabajo la cacerola con los instrumentos
hervidos y los sacó del agua con unas pinzas frías, todavía sin apresu­
rarse. Después rodó la escupidera con la punta del zapato y fue a
lavarse las manos en el aguamanil. Hizo todo sin mirar al alcalde.
Pero el alcalde no lo perdió de vista.
Era un cordal inferior. El dentista abrió las piernas y apretó la
muela con el gatillo caliente. El alcalde se aferró a las barras de la
silla, descargó toda su fuerza en los pies y sintió un vacío helado en
los riñones, pero no soltó un suspiro. El dentista sólo movió la mu­
ñeca. Sin rencor, más bien con una magra ternura, dijo:
— Aquí nos paga veinte muertos, teniente.
El alcalde sintió un crujido de huesos en la mandíbula y sus ojos
se llenaron de lágrimas. Pero no suspiró hasta que no sintió salir la
muela. Entonces lo vio a través de las lágrimas. Le pareció tan ex­
traña a su dolor, que no pudo entender la tortura de sus cinco noches
anteriores. Inclinado sobre la escupidera, sudoroso, jadeante, se desa­
botonó la guerrera y buscó a tientas el pañuelo en el bolsillo del pan­
talón. El dentista le dio un trapo limpio.
— Séquese las lágrimas —dijo.
El alcalde lo hizo. Estaba temblando. Mientras el dentista se la­
vaba las manos, vio el cielorraso desfondado y una telaraña polvo­
rienta con huevos de araña e insectos muertos. El dentista regresó
secándose las manos.
— Acuéstese —d ijo — y haga buches de agua de sal.
El alcalde se puso de pie, se despidió con un displicente saludo
m ilitar y se dirigió a la puerta estirando las piernas, sin abotonarse
la guerrera.
— Me pasa la cuenta —dijo.
— ¿A usted o al municipio?.
El alcalde no lo miró. Cerró la puerta, y dijo, a través de la red
metálica.
— Es la misma vaina.
G a b r ie l G a r c ía M árquez

García Márquez, Gabriel, Los funerales de la mamá grande , 7a. edición, Kditorial Sud­
americana, Colombia, 1970.
H IS TO R IA

Argumento

1. El dentista se levantó a las seis y se puso a trabajar una denta­


dura postiza.
2. Después de las ocho, su hijo le dijo que el alcalde quería que
le sacara una muela.
3. El dentista se negó, el alcalde lo amenazó con pegarle u tiro.
4. El alcalde, con la mejilla hinchada, entró en el consultorio.
5. El dentista preparó sus instrumentos y, al observar la muela
dañada, indicó que la extracción sería sin anestesia.
6. Al momento de extraer la muela, el dentista dijo: “Aquí nos
paga veinte muertos, teniente” .
7. Al alcalde se le rodaron las lágrimas de dolor y el dentista le
dio un trapo para que se secara las lágrimas.
8. Antes de despedirse, el alcalde le dijo que le pasara la cuenta
al municipio.

Personajes

Los personajes del cuento son: el dentista, el hijo del dentista,


el alcalde-teniente.
El dentista se llama Aurelio Escovar; políticamente es opositor
del alcalde y por eso se niega a extraerle la muela, cuando lo hace
se venga del alcalde.
El alcalde-teniente es del partido triunfador, cuando se presenta
al dentista lleva cinco días sin dormir por el dolor de muela; esto lo
hace amenazar al dentista. Después se pone en manos de él y cuando
le extrae la muela le ruedan las lágrimas de dolor.
El hijo del dentista tiene once años y su voz es destemplada.
El dentista (sujeto) trabaja una dentadura postiza (objeto). Llega
el alcalde-teniente (oponente) a que le saquen una muela (objeto). El
dentista (destinador) extrae la muela (objeto) del alcalde-teniente
(destinador).

DISCURSO

Temporalidad *■

Las acciones del cuento suceden un día lunes en la mañana. Em­


piezan a las seis, cuando el dentista se levanta y se pone a trabajar;
70

prosigue después de las ocho cuando llega el alcalde para que le ex­
traiga la muela, lo cual hace en el transcurso de la mañana.
En el relato se habla retrospectivamente cuando se dice:

1. “ . . . tenía una barba de cinco días. El dentista vio en sus ojos


marchitos muchas noches de desesperación” .
2. “Aquí nos paga veinte muertos, teniente” .
3. “Le pareció tan extraña a su dolor, que no pudo entender la
tortura de sus cinco noches anteriores” .

Estos enunciados explican lo que ha sucedido y entendemos el


por qué de la oposición política entre el dentista y el alcalde-teniente.

Espacialidad

El relato se desarrolla en el consultorio de un dentista, el cual tie­


ne un gabinete pobre: una vieja silla de madera, la fresa de pedal y
una vidriera con pomos de loza. El sillón con cabezal. El cielorraso
del gabinete estaba desfondado y lleno de telarañas.
El ambiente tranquilo, al principio, se vuelve conflictivo con las
amenazas del alcalde; luego la tensión disminuye para dar paso a la
venganza del dentista. Climatológicamente ha llovido mucho.

Perspectiva del narrador

El cuento se inicia con la descripción del dentista y su quehacer.


El narrador es omnisciente y está en tercera persona. Este relato in­
tercala diálogos, esencialmente entre los protagonistas, quienes son
oponentes políticos; esto hace que los enunciados del diálogo sean
breves.
La narración participa tanto de lo objetivo (diálogo) como de lo
subjetivo (narración omnisciente).

Niveles ideológicos de contenido

Político. El cuento relata la rivalidad política entre el dentista y


el alcalde-teniente; oposición que ha costado vidas y donde ha gana­
do el partido de los militares.
Científico. Desde el inició de la narración se describe el trabajo
del dentista y los diferentes instrumentos que usa para extraer la
muela.
71
*
Etico. El dentista es un personaje apegado a su profesión y aun
cuando el alcalde lo amenaza, al verlo todo adolorido y desvelado,
prevalece su ética profesional por encima de sus ideas políticas y le
extrae la muela.
Geográfico. Las acciones se desarrollan en un pueblo de Colom­
bia en donde llueve constantemente.

Analiza el siguiente cuento del escritor uruguayo Mario Benedetti.

Amor por el bosque

Había una vez un bosque lleno de trastos viejos y florecillas nuevas,


entre los que Inconscientemente alegres, corrían, volaban, saltaban o
simplemente transitaban sus habitantes naturales: gorriones, vaquí-
tas de San Antonio, mulitas, zorrillos, liebres, perdices, ranas, coto­
rras, picaflores, etc. Las relaciones zoo-cio-lógicas eran relativamente
buenas. Después de la lluvia, los hongos nacían como hongos y eso
daba abundante motivo a los cantos, graznidos, cotorreos, mugidos,
rebuznos y otros medios de comunicación de masas.
Las flores eran vulgares y silvestres, pero por lo menos nadie las
pisoteaba. Con su zamba de una sola nota, las insistentes ranas llena­
ban la noche: eran verdaderamente llenadoras. En épocas de relativa
escasez los animales mayores corrían la liebre, pero cuando la escasez
era más grave, hasta las liebres corrían la liebre. Sin embargo, y pese
a todas las dificultades de la vida salvaje, aquél era un bosque feliz.
Naturalmente, había objeciones contra la tozudez de las mulitas, la
difamación de las cotorras o la ronca sapiencia de los sapos, pero des­
pués de todo, un picaflor tenía los mismos derechos que un yacaré;
la única diferencia estaba en la dentadura. Todos estaban autorizados
a ver el cielo que aparecía entre las altas ramas y cuando las calan­
drias cantaban el himno del bosque, los pinos se quitaban respetuosa­
mente las copas y todos los árboles lo escuchaban de pie.
Por supuesto, un bosque es un conjunto de árboles y matas, pero
en él todo marcha mucho mejor cuando se arbola que cuando se mata.
Esto no pareció importarle demasiado a un hombrecito ceñudo y sa­
ñudo que apareció en el bosque una mañana gris. De entrada miró
con resentimiento arbustos y alimañas. Como anticipo pisoteó un
escarabajo y le arrancó lentamente las alas a una mariposa.
Al día siguiente vino con otros hombrecitos igualmente ceñudos
y sañudos, acompañados de extraños instrumentos, herramientas y
maquinarias. Durante dos o tres semanas, indiferentes a las más hon­
das aspiraciones de la flora y de la fauna, taló y taló. No dejó un solo
72

árbol en pie. Los animales y animalitos que por algún azar lograron
sobrevivir a la hecatombe, pasado el estupor inicial, huyeron despa­
voridos.
Por fin, el hombrecito hizo cargar todos los troncos en enormes
camiones. Sólo una tortuga quedó, por razones que ustedes podrán
imaginar, para presenciar esta última operación. Por tanto, fue ella
el único testigo de un extraño gesto; el hombrecito desenrolló un
gran cartel y lo colocó en el primero de los camiones. Como la to r­
tuga era analfabeta, no pudo enterarse del texto del letrero que de­
cía: Yo quiero a mi bosque. ¿Y usted?.

M a r io B enedetti

Benedetti, Mario, Letras de emergencia, Editorial Nueva Imagen, México, 1982.

BIBLIOGRAFIA

Benedetti, Mario, Letras de emergencia, Editorial Nueva Imagen, México, 1982.


Beristain, Helena, Análisis estructural del relato , UNAM, México, 1981.
Beristain, Helena, Diccionario de retórica, Editorial Porrúa, México, 1985.
García Márquez, Gabriel, Los funerales de la mamá grande, 1&. edición, Sudame­
ricana, 1970.
7
Textos
científicos

Las obras científicas dan a conocer los resultados de las investiga­


ciones realizadas por los científicos acerca de la naturaleza, la socie­
dad y el hombre como individuo. A continuación se presenta un tex­
to científico de divulgación.

El "sentido común" protesta

1. Todo esto ahora nos parece evidente y no provoca duda algu­


na. Y, sin embargo, la historia testimonia que el comprender la rela­
tividad del arriba y del abajo no fue tan fácil para la humanidad. Los
hombres tienden a atribuir a los conceptos el significado de absoluto,
si su relatividad no es evidente en la experiencia cotidiana (como en
el caso de la "derecha" y la "izquierda").
2. Recordamos aquella objeción ridicula respecto a la esfericidad
de la Tierra, que llegó hasta nosotros de la Edad Media: i ¿Cómo van
a andar los hombres cabeza abajo?!
3. El error de este argumento estriba en que no se reconoce la rela­
tividad de la vertical, relatividad derivada de la esfericidad de la Tierra.
4. Y, claro está, si no se reconoce el principio de la relatividad de
la vertical y se considera, por ejemplo, que la dirección de la vertical
en Moscú es absoluta, es indudable que los habitantes de Nueva Ze­
landia andan cabeza abajo. Pero debemos recordar que, a su vez, no­
sotros, desde el punto de vista de los neozelandeses, también andamos
cabeza abajo. Aquí no hay contradicción alguna, ya que en realidad,
la dirección vertical no es concepto absoluto, sino relativo.
5. Hay que destacar que empezamos a darnos cuenta del signifi­
cado real de la relatividad de la vertical, tan sólo cuando examinamos

73
74

dos puntos de la superficie terrestre bastante alejados entre sí, por


ejemplo, Moscú y Nueva Zelandia. Por ejemplo, si se examinan dos
terrenos cercanos, dos casas de Moscú, prácticamente puede suponer­
se que todas las direcciones verticales en éstas son paralelas, es decir,
que la dirección vertical es absoluta.
6. Y solamente cuando se trata de terrenos comparables por sus
dimensiones con la superficie de la Tierra, la tentativa de usar la ver­
tical absoluta conduce al absurdo y a contradicciones.
7. Los ejemplos examinados demuestran que muchos de los
conceptos que utilizamos son relativos, es decir, adquieren sentido
solamente al indicar las condiciones en las que se efectúan las obser­
vaciones.

L. L a n d a u e Y .R umer

Landau, L. e Y. Rumer, Qué es la teoría de la relatividad, traducción de V. Llanos Más,


Editorial Mir. Moscú.

En este texto practicaremos la misma técnica de lectura que se


realizó en un capítulo anterior; asimismo, se practicarán nuevos as­
pectos.
Lectura global. Es leer el texto desde el principio hasta el final;
esto permite entender la idea central del discurso.
Localización de tecnicismos. Los tecnicismos son los términos de
uso particular de cada una de las ciencias, también se les conoce como
términos o voces técnicas. En los textos escritos para científicos, el
autor supone que los lectores conocen todos los tecnicismos propios
de la especialidad. Un texto didáctico explica en el cuerpo de la obra
los tecnicismos que usa, para que los estudiantes los comprendan, o
bien, lleva un glosario de los términos técnicos más usuales.
Algunas de las voces técnicas del texto científico anterior podrían
ser éstas:

Absoluto. Lo que no está condicionado por nada, que existe por sí


mismo. En el sentido común y corriente lo absoluto es lo incon­
dicionado, lo que no admite dudas ni discusiones. Conceptos
antípodas son.los relativos, lo condicional, lo limitado, lo tran­
sitorio.
Esfera (geom.). Sólido terminado por una superficie curva cuyos pun­
tos equidistan todos de otro interior llamado centro. La esfera
se concibe como producto de la revolución de un semicírculo en
torno del diámetro que sirve de eje.
75

Paralela (geom.). Aplícase a las líneas o planos equidistantes entre


sí y que por más que se prolonguen no pueden encontrarse. Cada
uno de los círculos menores, paralelos al ecuador, que se suponen
descritos en el globo terráqueo y que sirven para determinar la
latitud de cualquiera de sus puntos o lugares.
Relatividad (fís.). Teoría formulada por Einstein, que consiste en el
desarrollo matemático de los dos postulados siguientes: 1. sidos
sistemas en movimiento relativo tienen una velocidad lineal, el
observador situado en un sistema sólo podrá determinar, median­
te la comprobación y medida de los fenómenos observados en el
otro sistema; la existencia del movimiento relativo; 2. la medida
de la velocidad de la luz en cualquiera de ambos sistemas siempre
dará el mismo valor numérico, cualquiera que sea la posición de
la fuente luminosa.
Vertical (geom.). Aplícase a la recta o plano perpendicular al del ho­
rizonte. Cualquiera de los semicírculos máximos que se conside­
ran en la esfera celeste perpendiculares al horizonte.

Identificación del tema. El tema es la idea central de un texto;


en la lectura, la idea fundamental es la relatividad.
Localización de ideas principales. (Véase el capítulo 2.)
Estructura interna del texto. Se refiere al contenido de la obra y
a la forma en que el autor lo ha estructurado. Por lo general, se sigue
un esquema que difiere según sea el texto: informativo, literario o
científico. En seguida se presenta un esquema que se aplica a los tex­
tos científicos.

Hipótesis

Marco teórico Diseño

/
Planteamiento del
\
Observación o
experimentación
problema

Análisis de
resultados
j
Conclusiones

El planteamiento del problema consiste en delimitar el tema de


estudio. Para ello se enumeran o describen los elementos que los in­
tegran. En nuestra lectura, el tema de estudio o el problema estudia­
do, la relatividad del arriba y del abajo, aparece en el párrafo 1.
76

El marco teórico es un sistema de conocimientos generalizados


acerca de un objeto de la realidad; este sistema describe las propieda­
des y aspectos del objeto, así como las leyes que lo rigen. El marco
de referencia del texto es la teoría de la relatividad, y aparece en to­
dos y cada uno de los párrafos.
La hipótesis es una suposición comprobable basada en ciertos in­
dicios. La hipótesis se presenta cuando no resulta claro el nexo entre
los objetos de estudio y la causa de los mismos, no obtante que se co­
nocen muchas circunstancias que lo preceden o acompañan. En este
caso, la hipótesis de trabajo es: la relatividad de la vertical se deriva
de la esfericidad de la Tierra (párrafos 2 y 3).
El diseño es el programa de trabajo o la descripción de las fases
del problema de investigación que se piensa comprobar. La lectura
que se utiliza no describe el diseño de la investigación.
La siguiente fase del proceso de investigación consiste en aplicar
los instrumentos diseñados para verificar la hipótesis, esto se puede
hacer por medio de la observación o de la experimentación.
La observación es un procedimiento que se usa para obtener in­
formación objetiva acerca de los procesos existentes; también se uti­
liza en las ciencias para obtener información primaria sobre los obje­
tos investigados o para comprobar las consecuencias empíricas de la
hipótesis.

En el acto de la observación se pueden distinguir: 1. el objetivo de la ob­


servación; 2. el sujeto de la observación; 3. los medios para la observación;
4. las condiciones de la observación; y 5. el sistema de conocimientos a
partir del cual se formula la finalidad de la observación y se interpretan los
resultados de ésta. Estos componentes del acto de observación deben to­
marse en cuenta al exponer los resultados, con el fin de que puedan ser re­
cibidos por otro observador.6

Las observaciones se encuentran en los párrafos 4 y 5 de nuestra


lectura; en el primer caso la observación es indirecta para comprobar
el principio de la relatividad vertical en Moscú y Nueva Zelandia; en
cambio, en el segundo caso la observación es directa cuando se prue­
ba la vertical de dos casas de Moscú.
La experimentación es:

. . . un tipo de actividad realizada para obtener conocimientos científicos, des­


cubrir leyes objetivas y que influyen en el objeto (proceso) estudiado, por
medio de mecanismos e instrumentos especiales, gracias a lo cual se obtiene:
1. la separación, el aislamiento del fenómeno estudiado de la influencia de

6 Academias de ciencias de la URSS y Cuba, Metodología del conocimiento científico,


Editorial Quinto Sol, México, pág. 233.
77

otros semejantes, no esenciales y que ocultan su esencia, así como estudiar­


lo en forma pura; 2. reproducir muchas veces el curso del proceso en con­
diciones fijadas y sometidas a control; 3. modificar planificadamente, va­
riar, combinar, diferentes condiciones con el fin de obtener el resultado
buscado.7

La experimentación no se usa en el texto que trabajamos.


El análisis de resultados permite ordenar todos los datos y las ob­
servaciones para distinguir y separar los elementos del problema y en­
contrar las relaciones que guardan entre sí. De esta manera se verifica
si la hipótesis es falsa o verdadera y se incluye en la teoría científica
de que trate. El párrafo 6 podría considerarse como el que analiza los
resultados en forma breve.
Por último, las conclusiones son las afirmaciones finales a que llega
el investigador referentes a la validez de la hipótesis de trabajo. En el
párrafo 7 se establece la conclusión de manera general: muchos de
los conceptos que usamos son relativos.
Sabemos que el esquema planteado para analizar la estructura in­
terna del texto científico a veces no corresponde a la estructura del
trabajo analizado, pero pensamos que es un intento de acercamiento
al conocimiento de todo texto de esta naturaleza.

EL INFO RM E

En toda investigación realizada en instituciones de enseñanza me­


dia superior es necesario presentar los resultados en forma escrita. Hay
varias formas de redacción, nos ocuparemos aquí de la más solicitada:
el informe.
El informe es una comunicación que describe o enumera hechos
observados en la investigación de campo; si el trabajo es de laborato­
rio, el informe consiste en describir los fenómenos observados y en
una interpretación de ellos; previamente se habrá diseñado el experi­
mento.
Para elaborar un buen informe es útil tener un guión de lo que se
quiere comunicar; entre otros elementos, el guión podría tener el mar­
co teórico, la estrategia, la cronología de los hechos relatados y las
sugerencias. Proponemos en seguida, un esquema de elementos del
informe:

Introducción. Es la presentación del tema o asunto; también pue­


de incluir el marco teórico, limitaciones del informe, enumeración de
7 Academias de ciencias de la URSS y Cuba, Metodología del conocimiento científico,
Editorial Quinto Sol, México, pág. 248.
78

fuentes informativas, instrumentos de trabajo y plan de observación


que se ha seguido.
Exposición o desarrollo. En este elemento se expone en forma
ordenada el conjunto de fenómenos observados, indicando los ele­
mentos que intervienen en ellos y las circunstancias en las que apare­
cen. Se señalan las características y el valor atribuido a las fuentes
informativas (personas) en la investigación de campo, o el tipo de
instrumentos de experimentación empleados y sus alcances técnicos
en la investigación de laboratorio. Los datos se organizan estadística­
mente en forma de cuadros, gráficas, organigramas y mapas; en algu­
nos casos será necesario agregar fotografías y dibujos esquemáticos.
Conclusiones. El informe debe dar sugerencias que se desprendan
de los materiales informativos ofrecidos, señalar los principales fenó­
menos que se deben investigar ampliamente y proponer los métodos
adecuados para realizar estudios posteriores.

Los informes llevan datos complementarios (como referencias bi­


bliográficas y/o hemerográficas, citas, gráficas, cuadros, mapas y otros
documentos que se pueden insertar en los anexos). Todo lo anterior
sirve para ampliar la información.
Las referencias bibliográficas consisten en un conjunto de elemen­
tos suficientes para facilitar la identificación de una publicación o
parte de ella. Sus datos son los siguientes:

1. Nombre del autor. Se escriben primero los apellidos con ma­


yúsculas seguidos de una coma ( , ) , y luego el nombre, o nom­
bres, seguido de punto ( . ) . Si son dos o tres autores, después
de escribir el primero en la forma antes mencionada, el segun­
do y el tercero se escriben empezando por sus nombres y a
continuación sus apellidos. Si son dos autores se relacionan
por medio de la conjunción “y” , en caso de que sean tres, en­
tre el primero y el segundo se coloca una coma ( , ) , y el segun­
do y el tercero se relacionan con la conjunción “y” .
Si son más de tres los autores, se anota el primero únicamente,
seguido de la expresión latina et al, o su significado en español:
y otros.
2. El nombre de la obra va subrayado; en caso de llevar subtítulo,
éste también se subraya. Entre el título y el subtítulo se escri­
be punto y coma ( ; ) y al final del subtítulo, punto ( . ) . La
primera palabra del título se escribe con inicial mayúscula, y
después sólo se usan mayúsculas en los nombres propios.
3. Nombre del traductor o prologuista. Se escribe primero su
nombre y después sus apellidos, se anteponen las abreviaturas
79

“Trad.” y “Prol.” y la preposición “de” ; después del nombre


se escribe una coma (, ).
4. Número de edición siempre que no sea la primera. En este
caso no es escribe; va seguido de la abreviatura “ed.” y luego
de una coma (,).
5. Nombre de la ciudad donde se imprimió el libro, seguido de
coma (, ).
6. Nombre de la editorial seguido de coma ( , ) , se le antepone la
abreviatura “Ed.” .
7. Año de la última edición seguido de punto (. ), si no tiene de­
rechos de autor o copyright. Si tiene copyright, éste se escri­
be después del año de edición, precedido de una “c” minúscu-
cula entre paréntesis.

BANY, Mary A. y Lois V. Johnson. La dinámica de grupo en la edu­


cación; la conducta colectiva en las clases de primera y segunda
enseñanza. Trad, de Manuel de la Escalera, 1a. reimp., Madrid,
. Ed. Aguilar, 1973(c1964).

Si la referencia remite a un artículo de libro se anotan los siguien­


tes datos:

1. Nombre del autor, empezando por sus apellidos con mayúscu­


las y, después, su nombre, seguido de punto (.).
2. Nombre del artículo entrecomillado y sin subrayar, seguido
de punto (. ).
3. Si lo hubiera, nombre del compilador o coordinador del libro,
empezando por su nombre, seguido de los apellidos y antece­
dido por la abreviatura “Comp.” , o “Coord.” .
4. Todos los números de la ficha bibliográfica, excepto el 1.
5. Al final se anotan los números de las páginas donde se encuen­
tra comprendido el artículo en el libro, precedidos de la abre­
viatura pp. (páginas).

PEREYRA, Carlos. "Estado y sociedad". Coords. Pablo González')


Casanova y Enrique Florescano. México hoy. México, Ed. Si-1
glo XXI, 1979, pp. 289-305.

En una investigación también se recurre a las fichas hemerográ-


ficas. En ellas se describen los elementos necesarios para identificar
80

la publicación periódica: revistas, diarios, etc. Los elementos de la


ficha hemerográfica son los siguientes:

1. Nombre del autor, empezando por los apellidos con mayúscu­


las, luego con el nombre o nombres con inicial mayúscula. Des­
pués del nombre se escribe punto (.).
2. Nombre entrecomillado del artículo de revista o diario. La
primera palabra debe empezar con inicial mayúscula. Des­
pués del nombre se escribe punto (. ).
3. Nómbre subrayado de la revista o periódico y seguido de pun­
to (. ).
4. Número de volumen; sólo se anota “v.” seguida del número
correspondiente.
5. El número de la publicación se abrevia con una “n.” seguida
del número correspondiente.
6. La ciudad donde se imprime la publicación. No se anota cuan­
do el título proporciona este dato.
7. Fecha de la publicación.
8. Número de páginas consultadas; se escribe la abreviatura “p.”
o “pp.” para la página o páginas consultadas. En la ficha del
periódico se anota el número de página, la sección y el núme­
ro de columna.
Los datos de los números 4 al 8 van separados por comas (, ).
9. Las ilustraciones se colocan dentro del texto y de preferencia
en la página donde se estudia. Al presentarla en el cuerpo del
escrito se dejan tres espacios arriba y abajo del texto. En la
página siguiente presentamos una ilustración tomada del libro
México en el siglo x ix (1821-1910).

Las citas se denominan las llamadas o referencias a un libro al


cual remitimos a los lectores, y también al texto mismo o a las pala­
bras originales que tomamos de otro autor. Además, sirven para ini­
ciar una discusión o reforzar conclusiones.
Una cita contiene cuatro elementos:

1. Texto que se transcribe.


2. Apellido del autor.
3. Año de la publicación.
4. Página donde se encuentra.

£
PINTO SANTOS, Carlos. "Los gastos de la guerra". Cuadernos del
Tercer mundo, n. 73, México, marzo 85, pp. 60-63.
5
81

Distribución geográfica de la producción


minera 1850-1876

F u e n te : Francisco Calderón R., Historia Moderna de México, la República restaurada, la


vida económica, capítulo de minería, pp. 20.

Las ilustraciones facilitan la comprensión de los resultados de la in­


vestigación;'también pueden emplearse en cualquier parte del trabajo.
Zubizarreta dice:

Toda ilustración, ya sea que represente directamente (fotografías y dibujos),


esquematice (mapas, cronologías y cuadros sinópticos), ordene los datos (ta­
blas estadísticas), o ya sea que muestre ciertos valores absolutos o relativos
(gráficas estadísticas), permite ver, en figuración entera, con más claridad
y evidencia, aquello que la explicación verbal, a ratos demasiado abstracta y
por momentos en exceso concreta, entrega sólo paulatinamiente.8

Son varias las recomendaciones para el uso de las ilustraciones en


los trabajos de investigación, a continuación se enuncian algunas:

1. Todas llevan un título breve.


2. Se numeran en orden en todo el trabajo.
3. Se anota la referencia si se tomó de alguna fuente.
4. Al pie de la ilustración se colocan notas que explican la in­
formación que se da, así como las siglas y abreviaturas.
5. Las referencias que se hagan de las ilustraciones dentro del
texto atienden al número que se les asignó.
8 Zubizarreta, Armando, F., La aventura del trabajo intelectual. Cómo estudiar e in­
vestigar, 2a. edición, Editorial Fondo Educativo Interamericano, México, 1985, pág. 167.
82

El apellido y el año de publicación sirven para identificar el es­


crito en la lista alfabética de referencia que se encuentra al final del
trabajo.
Las citas se dividen en textual corta y textual larga.
La cita textual corta comprende un texto transcrito palabra por
palabra que emplea menos de 40 vocablos; se coloca entre comillas
a continuación del mismo renglón del párrafo que se está escribiendo
sin alterar la sintaxis de las oraciones; por ejemplo:

El hombre busca la verdad, la realidad y para ello utiliza los sentidos y la


razón. “Los sentidos nos engañan, la razón corrige sus errores; por lo tan­
to, así se concluye, la razón es el camino hacia lo duradero.”9 (Nietzsche,
1973, p. 41).

La cita textual larga comprende un texto transcrito literalmente


que ocupa cuarenta o más palabras escritas. Se escribe aparte del
texto que se está escribiendo, sin comillas y a renglón cerrado, dejan­
do en blanco cinco espacios hacia el margen izquierdo para todos los
renglones de la cita.

“El nihilismo psicológico tiene además una tercera y última forma. Dadas
estas dos consideraciones; que el devenir está desprovisto de fin, y que no
está dirigido por una gran unidad en la que el individuo pueda sumergirse
por completo como en un elemento de valor supremo, queda una escapato­
ria posible: condenar todo este mundo como ilusorio e inventar un mundo
situado más allá de éste, y considerarlo como un mundo verdadero.”10
(Nietzsche, 1973, p. 42).

Por último, debemos mencionar que el informe definitivo consis­


te formalmente de las siguientes partes como mínimo.

1. Portada.
2. Tabla de contenido, o índice.
3. Introducción.
4. Exposición o desarrollo.
5. Conclusiones.
6. Referencias bibliográficas.

B IB LIO G R A FIA

Academias de ciencias de la URSS y Cuba, Metodología del conocimiento cientí­


fico, Editorial Quinto Sol, México.
9,10 Nietzsche, Fiiederich, En torno a la voluntad de poder, traducción de Manuel Car-
bonell, Editorial Península, Barcelona, 1973, págs. 41, 22.
83

Arana, Federico, Método experimental para principiantes, 7a. edición, Editorial


Joaquín Mortiz, México, 1985.
Asti Vera, Armando, Metodología de la investigación, Editorial Kapelusz, Buenos
Aires, 1968.
Baena Paz, Guillermina, Manual para elaborar trabajos de investigación documen­
tal, 3a. edición, UNAM, México, 1977.
Barahona, Abel y Francisco Barahona, Métodología de trabajos científicos , 4a.
edición, Editorial IPLER, Bogotá, 1984.
Cardoso, Ciro (Coord.),México en el siglo XIX (1821-1920); historia económica
y de la estructura social, 2a. edición, Editorial Nueva Imagen, México, 1981.
Garza Mercado, Año, Manual de técnicas de investigación, 3a. edición, El Colegio
de México, México, 1981.
Gómez Jara, Fancisco y Nicolás Pérez Ramírez, El diseño de la investigación so­
cial, 4a. edición, Nueva Sociología, México, 1982.
Landau, L. e Y. Rumer, Qué es la teoría de la relatividad, traducción de V. Lla­
nos Más, Editorial MIR, Moscú.
Munguía Zataraín, Irma y José Manuel Salcedo Aquino, Técnicas de investiga­
ción documental; manual de consulta, SEP/Universidad Pedagógica Nacio­
nal, México, 1980.
Nietzsche, Friedrich, En torno a la voluntad de poder, traducción de Manuel
Carbonell, Editorial Península, Barcelona, 1973.
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 19a. edición, Edito­
rial Espasa-Calpe, Madrid, 1981.
Rojas Soriano, Raúl, El proceso de la investigación científica, 2a. reimpresión,
Editorial Trillas, México, 1985.
Rosental, M. M. y P. F. luáin, Diccionario filosófico, traducción de Augusto Vi­
dal Roget, Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo.
Valle de Montejano, Margarita del y Leticia Pérez Gutiérrez, Metodología de la
lectura, ITESM-CEMPAE, México, 1979.
Vox, Manual de gramática y expresión, Editorial Bibliograf, Barcelona, 1979.
Zubizarreta, Armando F., La aventura del trabajo intelectual; cómo estudiar
e investigar, 2a. edición, Editorial Fondo Educativo Interamericano, México,
1985.
índice analítico

Acciones, 65 consecutivas, 59
Ambiente, 43 continuativas. Véase Conjunciones
Análisis, 16 consecutivas
de resultados, 77 coordinantes, 59
Antonimia, 52 copulativas, 59
Argumento, 65 correctivas. Véase Conjunciones
Artículo, 40-42 adversativas
clasificación, 40 distributivas, 59
de colaboración, 40 disyuntivas, 59
de fondo, 40 ilativas. Véase Conjunciones con­
definición, 40 secutivas
elementos, 40 Connotación, 50
Consecuencias, 30
Búsqueda de palabras desconocidas, 1 5 Consulta, textos de, 10
Coordinación, 59
Cabeza, 26 elementos lingüísticos de, 59
Campo semántico, 52 Crónica, 35-38
Cintillo, 26 definición, 35
Cita(s), 80 elementos, 36
elementos, 80 Cuadro sinóptico, 17
textual
corta, 82 Denotación, 49
larga, 82 Desarrollo. Véase Exposición
Colaboración, artículo de, 40 párrafo de, 56
Columna, 36, 38-39 Diccionario, uso del, 20
Comedia, 10 Directorio, 27
Comentarios, 30 Discurso periodístico, 65
Conclusión(es), 77-78 definición, 30
párrafo de, 56 estructura, 30
Conjunciones objetivos, 30
adversativas, 59 Diseño, 76
86

Divulgación, textos de, 10 Hipótesis, 76


Drama, 10 Historia, 66

Elaboración de una exposición cohe­ Ideas principales, 16


rente, 17 localización de, 75
Elementos lingüísticos, 59 Ideología, 66
de coordinación, 59 Ilustraciones, 81
de subordinación, 60 Indicios, 66
de yuxtaposición, 59 Informe, 77-82
Encabezado de noticias, 27 definición, 77
Encabezamiento, 30 elementos, 77
Encuesta, 44 Introducción, 77-78
Entrada, 27, 30 párrafo de, 56
Entrevista, 43-47
de noticia. Véase Entrevista infor­
Lead. Véase Entrada
mativa
Lectura
de personaje. Véase Entrevista re­
definición, 15
trato
global, 15, 74
definición, 43
técnica de, 15-23
informativa, 43
Lema, 26
retrato, 43
Enunciado
clasificación, 56 Marco teórico, 76
compuesto, 57
localización, 60-61
simple, 63 Narrador, perspectiva del, 66
de estructura Noticia(s)
bimembre, 63 definición, 31
unimembre, 63 elementos, 31-32
Espacialidad, 65 encabezado de, 27
Estructura del texto, 55-62 entrevista de. Véase Entrevista in­
Estructuración del tema, 10 formativa
Experimentación, 76
Exposición, 78
coherente Observación, 76
elaboración de una, 17 Oración(es)
objetivo de la, 17 coordinadas, 57
principal, 57
simple, 57
Fechado, 26 yuxtapuestas, 57
Fichas hemerográficas, 79 Orejas, 26
elementos, 80
Fondo, artículo de, 40
Funciones, 65 Página editorial, 27
Palabras desconocidas, búsqueda de, 15
Párrafo
Grabado, pie de, 27 de conclusión, 56
87

de desarrollo, 56 Resumen, 17, 30


de introducción, 56 clasificación, 30
definición, 55 definición, 16
funciones, 55 Ruedas de prensa, 43, 44
Periódico, 25-29
elementos, 25
objetivos, 25 Secciones, 27
plana del, 28 Semántica, 49-52
registro de identificación del, 29 Sinonimia, 51
tamaño del Síntesis, 16
compacto. Véase Tamaño del pe­ narrativa, 33
riódico tabloide Subordinación, 60
estándar. Véase Tamaño del pe­ elementos lingüísticos de, 60
riódico normal causales, 60
normal, 25 comparativos, 60
tabloide, 25 concesivos, 60
Personaje(s), 66 condicionales, 60
entrevista de. Véase Entrevista re­ finales, 60
trato modales, 60
Perspectiva del narrador, 66 temporales, 60
Pie de grabado, 27 Sucesos, 30
Plana del periódico, 28 actuales, 30
Planteamiento del problema, 75 previos, 30
Polisemia>51 Sumario, 30
Prensa, ruedas de, 44
Problema, planteamiento del, 75 Tamaño del periódico, 25
Técnica de lectura, 15-23
Referencias bibliográficas Tecnicismos
definición, 78 definición, 74
elementos, 78-79 localización de, 74
Registro de identificación del perió­ Tema
dico, 29 estructuración del, 10
Relato, 66 identificación del, 75
periodístico localización del, 18
clasificación, 30 Temporalidad, 66
definición, 30 Térñiinos. Véase Tecnicismos
Reportaje, 32-35 Texto(s)
características, 32 científicos, 10, 73
clasificación, 33 clasificación, 11
definición, 32 definición, 10
Reseña de consulta, 11
clasificación, 22 de divulgación, 11
crítica, 22 definición, 10, 55
definición, 22 didácticos, 11
descriptiva, 22 dramáticos, 10
valorativa. Véase Reseña crítica estructura del, 55-62
Resultados, análisis de, 77 interna, 75
88

informativos, 11, 25 -29 Tragedia, 10


clasificación, 11
definición, 10 Uso del diccionario, 20
líricos, 10
literarios, 65-72
clasificación, 10 Voces técnicas. Véase Tecnicismos
definición, 10
narrativos, 10 Yuxtaposición, 59
tecnológicos, 11 elementos lingüísticos de, 59
TALLER DE LECTURA Y REDACCIÓN
Manuel Medina Carballo • Carolina Fuentes Ayala
Fernando García Núñez

La presente publicación forma parte del Área Taller de Lectura y Redacción


que se propone introducir gradualmente al estudiante en la comprensión de la
estructura de la lengua española. Por ello, los autores explican la clasificación de
los textos según sus funciones y su estructura; asimismo, desarrollan temas
de importancia como la semántica y enseñan al alumno las técnicas para llevar a
cabo una buena lectura del texto. El contenido de los temas se ha estructurado
con el propósito de auxiliar al profesor en su exposición y así obtener un mayor
aprovechamiento del tiempo de clase.

Contenido

Clasificación del texto •Técnica de lectura


Textos informativos ♦ La semántica
Estructura del texto «Textos literarios
Textos científicos

ISBN 978-968-24-4086-1

Tienda en línea
www.etrillas.com.rnx 789682 440 861
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