Este joven tiene un encuentro esperanzador con Cristo Jesús, Marcos detalla que salió corriendo manifestando así su prisa y anhelo como alguien que se apresura a obtener algo, porque tenía la gran oportunidad de consultar a este gran Maestro Jesús, sobre algo de vital importancia y no quería desperdiciar la ocasión cuando Jesús salía para ponerse en su camino. Cayendo de rodillas ante El, en señal de rendimiento que le tenía, para hacerle una pregunta: Maestro bueno ¿Qué haré para heredar la vida eterna? V:17 Esta pregunta revela que el joven cree que la vida eterna es la recompensa por las buenas obras. Pero a la pregunta ¿Qué haré? Y que significa ¿Qué haré? Qué hago con mis actos, con mis obras, con mi yo. Dando a entender que se puede obtener la vida eterna solo por nuestras obras. V:18 En este verso podemos ver que Jesús dirige la atención del joven hacia Dios, el más elevado modelo de bondad, pues solo Dios es absolutamente bueno, por ser la fuente de toda bondad. V:19 Además lo dirige a la práctica y le menciona los mandamientos, es decir a los que se refiere con relación a nuestro prójimo: entendemos que cada mandamiento alude a las prácticas concretas de la vida cotidiana a las que el cristiano debe atenerse, por lo tanto, no solo es suficiente conocer los mandamientos sino tomarlos como camino y como norma. V:21 Entonces el respondió Maestro todo lo he guardado desde mi juventud, pareciendo bien preparado para guardar la vida eterna, ya que se veía libre de gran violación de los mandamientos expuestos. Luego de su respuesta Jesús mirándolo con amor, sintió afecto por el, porque vio sinceridad en su corazón. El pensaba que había observado escrupulosamente los mandamientos con relación a su prójimo. Jesús le respondió: una cosa te falta: vende todo lo que tienes y dalo a los pobres. Jesús quien conoce los corazones de los hombres y que todo lo escudriña, viendo que le faltaba en su corazón rendido completamente a Dios, le puso al descubierto que había convertido las riquezas materiales en un ídolo (recordando que no se puede servir a dos señores) MT 6:24 Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas. Olvidando así los frutos del amor al prójimo, necesitando un corazón desprendido para compartir con el necesitado.