La cooperación sino-alemana de 1911 a 1941 fue el mutuo acercamiento en esas fechas
entre la República de China, que sucedió a la Dinastía Qing en 1912, y Alemania.
Tras la expedición del Norte en 1928, China se unificó bajo el Kuomintang o Partido Nacionalista Chino, lo que disminuyó las tensiones entre algunas regiones. Pero el Imperio del Japón se perfilaba como una gran amenaza y ya se temía incluso una invasión. El plan lo ideó Sun Yat-sen, el primer presidente de China y líder del Kuomintang, que buscaba modernizar la industria y las fuerzas armadas del país. Ese objetivo y las necesidades alemanas de una fuente estable de materias primas acercaron a los dos países. Su lapso más intenso fue desde la toma de posesión de los nazi en Alemania en 1933 hasta el comienzo de la Segunda Guerra Sino-Japonesa en 1937. Los efectos en la reforma industrial solo se sintieron hacia 1936. Pero tuvo un efecto profundo en la modernización y la capacidad de China para resistir a los japoneses durante la guerra. A su vez, sembró las bases de su futuro crecimiento económico e industrial.