accidente nuclear sucedido el 26 de abril de 1986 en
la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, ubicada en el norte de Ucrania, que en ese momento pertenecía a la Unión Soviética, a 2,7 km de la ciudad de Prípiat, a 18 km de la ciudad de Chernóbil y a 17 km de la frontera con Bielorrusia. Es considerado el peor accidente nuclear de la historia, y junto con el accidente nuclear de Fukushima I en Japón en 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares Asimismo, suele ser incluido entre los grandes desastres medioambientales de la historia El reactor RBMK (condensador de alta potencia) número cuatro de la planta nuclear de Chernóbil, en Prípiat (Ucrania) estalló. Los responsables de la central no siguieron las medidas de seguridad de la central y el combustible de uranio del reactor se recalentó. Aquellas centrales no incluían lo que se conoce como “estructura de contención”, una cúpula de hormigón diseñado para mantener la radiación dentro de la planta en caso de tal accidente, con lo que la explosión acabaría provocando la dispersión de elementos radiactivos , (plutonio, yodo, estroncio y cesio), que contaminaron un área de 142.000 kilómetros cuadrados en el norte de Ucrania, el sur de Bielorrusia y la región rusa de Briansk. Además, los bloques de grafito utilizados como protección se incendiaron a alta temperatura cuando el aire penetró en al núcleo del reactor, lo que contribuyó a la emisión de materiales radiactivos al medio ambiente.
Actualmente se estima que la contaminación se extiende por un área de
unos 150.000 kilómetros cuadrados, comprendidos entre Bielorrusia, Rusia y Ucrania. La zona de exclusión engloba un radio de 30 kilómetros alrededor de la planta, abarcando una superficie aproximada de unos 5.200 kilómetros cuadrados. La nube radiactiva originada por la explosión alcanzó más de 1.000 metros de altitud, aunque los vientos favorables la mantuvieron lejos de Prípiat, donde la población todavía no había sido evacuada. De no haber sido por la meteorología, la tragedia podría haber sido todavía peor.