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Jacques-Alain Miller la. angustia lacaniana T Paidés Directora de la coleccin: Silvia Geller La angustia lacaniana Secretaria de la coleeci6n: Angélica Marchesini Director responsable de la pubticaci6n: Leonardo Gorostiza Jacques-Alain Miller El Institute Clinico de Buenos Aires es miembro de la Red Internacional del Instituto del Campo Freudiano, y tiene su sede en la Escuela de fa Orientacién Lacaniana. Instituto Clinieo de Buenos Aires / Paidés ‘Titulo original: «Introduction & la lectute du Séminaire Langoisse, de Jacques Lacans y «Les rélérences du Séminaire Vangoisee, des “piaces détachées”s, en La Cause freudienne n° 58 y 59, Paris, BCF, 2004 y 2605 Las seis clases publicadas en este volumen se dictaron los dias 28 de abril, 5 y 12 de mayo, y 2, 9y 16 de junio, en el curso de La orientacién tecaniana 2005-2004. Fueron estabjecidas por Catherine Bonningue y se publican con* Ja gentil autorizacién de Jacques-Alain Miller. ‘Traduccién de Nora Gonzélez Diseito ¢ ilustraciGn de cublerta: Daniel Iglesias y Asociados 189.195 Miller Jacques-Alain cop La angustia lacaniana. 1? ed, 2 reimp. - Buenos Aires : Paidés, 2013. 154 p.; 22x15 em, Traducide por Nora Gonzélez ISBN 978-950-12-8806-3. 4, Psicoandlisis 1. Nora Gonzéler, trad. IL Titulo 2 veimpresion, 2013 Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizaci6n. escrita de fos titulares del copyright, bajo fas sanciones establecidas en las leyes, Ja reproducciGn parcial o total de esta obra por cualquier medio 0 procedimiento, comprendidos ta reprografia.y el tratamiento informdtico. © 2013 de esta edicién Baditorial Paidés SAICF Independencia 1682, Buenos Aires difusion@areapaidos.com.ar www paidosargentina.comar Queda hecho ol depésito que previene la ley 11.725 Impreso en Argentina. Printed in Argentina Irupreso en Primera Clase California 1231, Ciudad de Buenos Aires, en mayo de 2013 ‘Tirada: 1.560 ejemplares ISBN 978-950-12-8806-3 indice Prefacio, Silvia Geller .. il {, La angustia o el concepto .. DE UN LIBRO AL OTRO ... Extrafieza .. Atravesar . ‘Un lugar conceptual Division sosetenen ‘Una ViA DE ACCESO ALO REAL Una distancia Descomposicién del nivel especular Untaller .. Jugarreta .. Resto absoluto DE LA REALIDAR A LO REAL Mis alla del embarazo ... La ausencia del ramillete . Recuperacién de un residuo 22 24 30 El corte .. il, Una brijula .. 37 ‘UN EFECTO DE SORPRESA 37 ‘Una dimensién inédita 37 Un término heterogéneo .. 38 ‘UNA INNOVACION 40 Excepcién paradéjica 40 ‘Una ausencia ..... 42 La mecinica del Otro 4B REVERSO DE LA SEXUALIDAD FEMENINA .. AS Reviviscencia .. . 45 Un érgano paradéjic 47 Falo drgano ... 49 Elogio de la feminidad 51 Dos fantasmas paradigmaticos 52 lll. Placa giratoria ... 57 UNA EXCAVACION .. 57 Objeto irreductible 57 Cambio de coordenadas .. 59 DETUMESCENCIA 60 Desmitologizacién. 60 Corazon de mito 62 Fancién generaliza 64 RESTO REAL .. 66 La dimensién del a 66 El amor velo de la angustia.. Significante innombrable Sefial de lo real . ?, un sefiuelo. IV. Mas aca del deseo UN MOVIL ...-0 Un arte de retérico Momento fenomenolégico y construido Antinomia del deseo .... OBJETO-AL QUE SE APUNTA ¥ OBJETO-CAUSA. De la intencionalidad a la causalidad Condicionalidad del deseo Objeto veridico y objeto falso ‘Lo que no se deja significantizar . La angustia, momento légico ..... APARICIONES, PRRTURBACIONES Y SEPARACIONES. Certeza de la angustia .. Angustia productiva Imaginario perturbado .... V. Una linea de quiebre LOSANGE LACANIANO Desacuerdo .... Antiguas referencias de Lacan EL SENUELO DE LA POTENCIA, Un objeto no especularizable .. De lo ansiégeno a lo erégeno Una extraccién corporal .. E] objeto 4, fracaso del Nombre del Padre La via del andlisis ..... VI. Un hilo de Ariadna .. EL «TRIEBREGUNG>.. ‘Una pequeiia matriz .. ‘Un estadio del espejo desimerrizado Un resto libidinal .. OBJRTO EXTRAN No sin objeto... La escena y el mundo DUELO Y MELANCOLIA .. Acto € inconsciente 122 Lo real contra la verdad 124 OPERADOR DE SEPARACION, 125 Entre fracaso y encuentro. Objero mecénico..... Efecto mayor del lenguaje sobre ef goce 113 113 is 117 119 119 V2 127 129 Anexo ..... LAS REFERENCIAS DEL SEMINARIO DE « y una «designificannizacién». Por tiltimo se publica una conferencia de Jacques-Alain Miller sobre las referencias de Lacan al Seminario de La angustia. Miller define la referencia como un «antiobjeto a», y, paraddjicamente, en Lacan esta es mds un objeto a que en otros. Las referencias pueden ser expliciras, implicitas, solapadas, comentadas y no comentadas. Tenemos la referencia situacién y la referencia mura~ Ila. Abunda asimismo sobre la etimologia de la referencia, de la que extrac tres sentidos que permiten abordar su uso. Se podria decir que Lacan se sirve de las referencias agujeredndolas en la medida en que avanza en el despliegue de su ensefianza. La proe- za del Seminario es quebrar la koiné, quebrar el sistema comin de referencias, lo que implica desviar, aunque no completamente, el marco de referencia en los que lo escuchan. Miller realiza esto con la angustia lacaniana. Hay entonces una angustia lacaniana, que es la buena manera de decir que no es la angustia freudiana. Intentemos vislumbrar el hilo conductor que Miller propone a través de este viaje por el Seminario de Le angus- tia. Quizds esta sea la ocasién para develar algunos misterios hasta ahora desconocidos por nosotros. Siva GELLER 43 i, La angustia o el concepto DE UN LIBRO A OTRO Extrafieza Nos hemos detenido algin tiempo en una obra dedicada a la eva- - luacién de las psicoterapias, para resumirla, dilucidarla y desme- nuzarla, quizd con lo que podriamos Hamar cierto «sadismo laca- niano».! Ahora les presentaré otro libro, cuyo tema ya les es fami- liar bajo otras formas. Su contenido ya se ha ido introduciendo en este curso y en numerosos, innumerables, cursos y articulos.? Pe- ro algo ocurre cuando esta cantidad de novas adquiere forma de li- bro. En todo caso, puedo testimoniar que algo-me pasa a mf en el trabajo mismo de dar esta forma a lo que, por supuesto, he reco- rrido, meditado, como ustedes. Se trata del nuevo tomo que esté por salir del Seminario de Jacques Lacan, La angustia, el libro 10. Les ofrezco las reflexiones de alguien que estd atin, no en medio de la dificultad, sino pese a todo entre las primeras y las segundas 1. Cf. Informe del INSERM (Institut national de ia santé et de la recherche médicale), Psychorbérapie. Trois approches évaluées, Paris, INSERM, 2004, comenta- do por J.-A. Miller y sus colegas en las lecciones de los dias 3, 10, 17, 24y 31 de marzo de 2004 de este mismo curso. Se remitiré fundamentalmente al texto de J-A. Miller y J-C. Milner, . La inhibicion de una funcién vital es por otra parte lo que se diluye en la nocién comodin de disfuncionamiento. La inhibicion es el micleo, el cul- men del disfuncionamiento. El Seminario comienza con una des- composicién de la inhihicién, una descomposicién conceptual que separa el funcionamiento y la traba al funcionamiento. Pero Lacan no utiliza estos términos. Como él se gufa por el primer capitulo de » (960), en Bxritos 2, ob. cit. n. 18, pp. 653-661. 37 UA ANGUSTIA LACANIANA constantemente mediante lo que se presenta como su sigla, me- nos fi (9), que designa el objeto de la castracién como imagina- tio.» Sin duda, Lacan le conserva un lugar central a esta sigla a lo largo del Seminario, asf como da al estadio filico, como se di- ce en Ja literatura psicoanalitica, un lugar central respecto de los diversos estadios del objeto. Encontramos, en efecto, en La an- gustia ~y no solo una vez-, que ~@ es la angustia de castracién respecto del Otro, fo cual no impide que yo mantenga lo que he manifestado sobre este punto. Lacan se pregunta en este Seminario cémo abordaré la cues- tién, mientras valida, explicitamente, que la angustia es un afecto, que se la experimenta, se la siente como tal, El distingue tres mo- dos de abordar el problema, para rechazar dos y elegir uno. Son, si se quiere, las tres c, que enumera y etiqueta con palabras de las que es la inicial. Rechaza catalogar los afectos, como rechaza cla- sificarlos, y elige esta aproximacidn que califica de clave. Rechaza las enumeraciones, incluso ordenadas, incluso jerarquizadas, y ofrece en cambio como via de acceso algo de un orden distinto. Es preciso saber introducix aqui lo que abriré la puerta de entra- da y dard lugar a una dimensi6n nueva. En el Seminario de La an- gustia, se abre, en relacién con lo que Lacan articulé los afios ante- riores, una dimensién inédita, que para nosotros sigue siendo inédi- ta en ciertos aspectos, porque —es un hecho~ Jos primeros afios de su ensefianza determinaron Ja nocién més connin de sus aportes. Entre el Seminario 1 y el 6, y en sus Escritos, lo que llega hasta (1999), en Ei Jenguaje, aparato del goce, Buenos Aires, Diva, 2000, pp. 141-180. At LA ANGUSTIA LACANIANA Mas tarde -mucho més tarde, diez afios mas tarde- Lacan lle- gard a otra cosa. Llegard, por el contrario, a indicar que lo que es- td en juego en 2 no tiene el régimen de la excepcién sino mas bien el régimen de lo que él ha llamado el no todo. El no todo es fo contrario de la excepcién, quiere decir que eso de lo que se trata con 4 —lo que enuncia, demuestra, ilustra el Seminario Aun esta de hecho en todas partes, se extiende al conjunto de fo que es sig- nificante, lo que se observa en declaraciones que se encuentran en este Seminario, como la que destaca el goce del blablabl4, y cuya trascripcién he dado.28 Hay una alianza constante del significante y del goce, se esta én efecto en un régimen completamente distin- to del de La angustia. Pero en este Seminario -asf hay que leerlo, hay que encontrar la novedad-, lo que estd en juego en a, es decir, el goce, aparece en el régimen de la excepcidén. Este Seminario muestra y demuestra que en la estructura del lenguaje hay algo que no puede reducirse al significante, que se asimila, pues, grose- ramente al cuerpo como viviente, y emerge en primer lugar como esta suerte de resto de la operacién subjetiva concerniente al Otro. A= Wx Sx / Ax 8x ca Una ausencia Para los que estén acostumbrados a Ja dimensién que abrié Aun, se vuelve de alguna maneta para atrds. Se vuelve a un mundo muy significantizado, que es como un desierto de goce, y este Semina- tio se afana por hacerlo retornar bajo la forma de 1a excepcién. Cuando se lo aborda por la via del significante, es un resto invisi- ble, un resto imperceptible, y puede decirse que la angustia no tie- ne objeto; pero por la via de la angustia misma, entonces se le res- tituye un objeto. Sobre esta base de anulacién significante, Lacan formula «La angustia no es sin objeto». 28. Cf. J.-A. Miller, «El mondlogo de la apalabra» (1996), en ibfd., pp. 99-118. 42 pennant nen an gene UNA BROJULA Este objeto permanece rodeado por algiin misterio, incluso pa- ra los lectores atentos. En efecto, el objeto de la angustia no se de- signa, hablando con propiedad, en este Seminario. ¢Hay algin misterio? En la medida en que-el objeto se confunde con el signi- ficante, es decir, se concibe como significantizado, puede decirse en la angustia -y en la angustia de castracién debe decirse~ que es- t4 ausente. Y aqui es crucial la angustia de castracién, que se liga en Freud a la percepcién de Ja ausencia de! érgano filico en la mujer y a todo lo que tiende, en ella y en él, a la negacién de esta ausencia. Como, después de Lacan, nosotros tomamos la angustia como un instrumento, escribiré su lugar con una parte del losange laca- niano, marcdndola simplemente en relacién con una ausencia. En esta ausencia se ubicard, por ejemplo, todo lo que Ia fobia puede aportar como referencia para colmarla, para orientar. < AUSENCIA Qué significa? En Freud, la angustia de castracién se infiere de la privacién femenina. Lo mas notable del Seminario de La an- gustia es que nos presenta la sexualidad femenina de un modo completamente inédito en la literatura psicoanalftica, en la medi- da en que comenta, desarrolla, e incluso corrige a Freud. Con es- te Seminario comienza un acercamiento a la sexualidad femenina cuya novedad —yna novedad presente en el Seminario de La angus- tia~ solo se llegard a percibir muchos afios después con el Semina- tio Aun, con el escrito «El atolondradicho». La mecanica del Otro Saben, porque han lefdo el Seminario de La relacién de objeto, c6- mo Lacan comenzé a delimitar Ja privacién femenina, y si quieren evaluar la novedad que ofrece con el Seminario de La angustia, és, en los Seminarios, la referencia que se impone. Lacan explica que esta privacién se inscribe en lo real en la medida en que el objeto al que se refiere es simbélico. Se lo recita, se lo ensefia, y esto quie- re decir que, por el lado que se lo aborde, la teorfa de la angustia 43 | | | ; LA ANGUSTIA LACANIANA de castracién, hasta el Seminario de La angustia, descansa en la sig- nificacién del falo. PRIVACION: AGUJERO REAL > OBJETO SIMBOLICO FRUSTRACION: DANO IMAGINARIO = > OBJETO REAL CASTRACION: DEUDA SEMBOLICA — > OBIETO IMAGINARIO Co) La privacién, concebida como un agujero real, recae sobre un objeto simbdlico. Este es el punto de partida, el abecé de Lacan, es lo que se recita, y es justamente lo que invierte el Seminario de La angustia. De alli, en efecto, se desarrolla la frustracion, califica- da de daiio imaginario tenemos una maquina significante que fanciona de maravillas-, en la medida en que hay alguna falta en la satisfaccién, que podria procurar el objeto real, Se agrega a con- tinuacién este término en el cual se subliman estas correlaciones, la castracién concebida como deuda simbélica que recae sobre un objeto imaginario que, en efecto, encontramos en este Seminario con la sigla -@. Lacan refiere a la necesidad esta satisfaccién, su ausencia o su falta, que produce frustracién; que da lugar a la frus- tracion. Y saben que Lacan introduce como objeto paradigmatico de esta relacién el seno de Ja madre. Cuando se introduce el seno de la madre, todo el mundo bebe, todo el mundo mama. Lo en- contramos en Freud y lo encontramos en Mclanic Klein. Hay al respecto un gran acuerdo. La castracién es la transposicién significante de lo que aqui se cumple, una transposicién donde interviene la ley. ¥ la ley sublima todo lo que aparecié antes como contingencia, como accidente. La ley, a la que se liga el nombre de Lacan, interviene como functor, como operador del objeto perdido. Porque existe 1a ley lo que se concibe como privacién o frustracién se vuelve, hablando con pro- piedad, la deuda. No pretendo resumir wna construccién comple- jaa la que no hago més que aludir, pero esto basta para mostrar que Lacan se inspira en el complejo de Edipo y lo presenta en su pri- mera ensefianza como la articulacién esencial del desarrollo de la sexualidad. Se trata de una articulacién esencial porque el Edipo aporta Ja ley y la interdiccion, por la via de la castracion, que recae sobre el falo imaginario. Esta amenaza de castracién, virtual 0 rea- 44 L : : i : : : I i i i 1h, UNA SROJULA lizada, implica profundamente la incidencia del Otro. Lacan se pregunta cudl es la naturaleza del agente que opera, y resuelve es- ta cuestién de una manera combinatoria. La flamaré imaginaria porque los dos términos precedentes son real y simbélico, luego la Mamard simbdélica, y finalmente real. Tenemos una mecdnica donde la incidencia del Otro es esencial. REVERSO DE LA SEXUALIDAD FEMENINA. Es preciso en primer hagar destacar que, en el Seminario de La an- gustia, ya no queda nada de esta mecénica. Lo tnico que siguen encontrando es esta sigla ~p extraida de toda la mecénica que le da valor y sentido. Queda el falo imaginario marcado por el me- nos, que condensa en si mismo todos estos niveles, porque el falo imaginario es un significante imaginario, una imagen que se vuel- ve significante, un real que se vuelve imagen, Cuando Lacan escri- be -@ en este Seminario, parece resumir el conjunto de to que produce la mecdnica compleja de la falta de objeto, precisamente para aportar lo contrario de Ja falta del objeto, a saber, su presen- cia allf donde no se lo atrapa. Este Seminario interroga el final frendiano del andlisis, lo interroga en cuanto a su tope, el tope que Freud mismo identificé en la experiencia analitica, en su escrito sobre el «Anilisis terminable e interminable»,2? como la angustia de castracién. #Cémo interpreta Lacan en este Seminario este tope de Ia an- gustia de castracién, aun cuando no encontremos esta palabra? Lo interpreta como una frustracién, es decir, como emergiendo en el final del andlisis a Ja manera de la reivindicacién. La palabra esta alli, y basta para remitirnos a la frustracién. Cuando Lacan procu- ra abrir un camino més alld de la angustia de castracién, nos lleva mis alld de la frustracién falica, lo cual pasa por una critica del fa- 29. CE S. Freud, «Anélisis terminable e interminable» (1937), en Obras com- pletas, Buenos Aires, Amorrorta, t, XXUL, pp. 211-254. 45 UA ANGUSTIA LACARIANA lo imaginario. Considera seriamente que se trata del falo imagina- rio, a saber, que es una funcién escépica. Esto es lo que se revela al final del Seminario. Pese a toda esta mecdnica, el falo imagina- rio es una imagen de la potencia -término elaborado en las tlti- mas lecciones-, y es precisamente la ilusién de Ja potencia lo que se trata de atravesar. De este modo, ~9 esta presente en el Seminario de La angustia, y en una posicién central. Pero no hay que detenerse en esta mat- ca, porque el menos fi es aqui un falo designificantizado y desimagi- narizado; es to que Lacan antes Ilamaba el pene real, es decir, lo que en su estudio de Juanito pasaba desapercibido en provecho de los reflejos de 1a fobia, caballos que servian para todo. El mundo de Juanito empezaba a vacilar porque se jugaba una maduracién real del desarrollo. Lo que allf se sefiala al pasar resulta funda- mental en La angustia, donde, para que se entienda ~la palabra no estd en el Seminario-, se vuelve central el falo érgano, que hay que oponer al falo significante. En esta ensefianza dominaba, funcionaba el significante como instrumento para todo, y lo nuevo en este Seminario es que, en lu- gar del significante, se presenta, funciona, se encuentra, el érgano. Del mismo modo, Lacan deja stibitamente de lado la forma espe- cular unitaria del cuerpo para interesarse en las particularidades anatémicas del organismo. No se volveré a encontrar esta mirada de Lacan, este detalle biolégico y anatémico que aparece aqui cuando levanta el velo del significante y cuando el cuerpo, el cuer- po espléndido del espejo, pero al mismo tiempo este cuerpo uni- tario que solo es wna forma, recupera sus érganos. El cuerpo imaginario es un cuerpo sin érganos, retomando una expresién que se utiliz6 precisamente para desarrollar lo que en el Seminario de La angustia mereceria calificarse -aunque no me en- tretengo con esto- de antiedipo. Es lo que borra esta maquinaria para restituir al cuerpo sus 6rganos y deja, pues, de lado el cuerpo imaginario, ese que se comenta indefinidamente en el estadio del espejo; deja de lado el cuerpo mortificado por el trazo del signifi- cante que tacha, el cuerpo marcado por la barra, y que presenta una funcién completamente distinta del trazo, la del corte significante. Por eso, hacia el final del Seminario, Lacan habla de lo que Ilevé a cabo en su recorrido como de una reviviscencia de la dialéctica del 46 L | I i [ f | BUNA BROJULA deseo, porque esta dialéctica, segtin escribe en «La instancia de la letra» 3° no hace mds que producir un deseo muerto. Un érgano paradéjico eQué es la dialéctica del deseo y de la demanda? Noten que es una deduccién que parte del empuje de la necesidad, el cual pasa por Jos desfiladeros de la demanda, donde encuentra el significante. De esto Lacan ya deduce el deseo como un resto ~el término esté alli-, como un retofio, pero un resto significante. En a primera ensefianza de Lacan ya esti presente la nocién de resto, pero el resto de la confrontacién de la necesidad y la de- manda es el deseo, es decir, todavia una funcién significante. Se trata de Ja cadena significante como metonimica. Y se supone que este deseo da cuenta de la libido. Antes del Seminario de La an- gustia, Lacan Yama deseo a lo que vale como Aufbebung signifi- cante de la libido. En cambio, en el Seminario de La angustia, y de manera légica, la libido apareceré como algo completamente distinto. En la ensefianza de Lacan, quedé como una especie de enclave que no se entiende del todo, salvo por su mito inspirado en el Banquete de Platon. Pero en la linea de La angustia, en Los cuatro conceptos fundamentales, la libido apateceré como algo com- pletamente distinto de un resto significante, aparecerd como un érgano paraddjico. EI mito de Ia laminilla, que figura en «Posicién del inconscien- te» y que también se enuncia en Los cuatro conceptos fundamentales, traduce el uso que se hace del término drgamo en lugar del signifi- cante, y muestra bien cudl es la anfibologia del resto. Hasta enton- ces habfamos conocido el resto deseo, el deseo como resto, que es un resto abierto a la dialéctica, y Lacan no se priva de hablar de dialéctica del deseo. En el seminario de La angustia esta ain el res- to, pero es un resto Srgano, que objeta la dialéctica. No es un res- to deseo, sino un resto goce, resto reacio a la Aufbebung. 30. CEJ. Lacan, «La instancia de la letra en el inconsciente o la razén desde Freud» (1957), en Everts 1, Méico, Siglo XI, 2000, pp. 473-509. a7 4A ANGUSTIA LACANIANA éQué es este resto que nos proporciona al comienzo fa divisién subjetiva? Es un resto de goce. Lacan solo indica una vez, pero es suficiente, dénde se inspira en Frend cuando explica que cons- truye aqui una funcién de puntos de fijacién de la libido, es decir, de lo que se aisla en Freud como resistente a la dialéctica del de- sarrolfo. La fijacién designa lo que es reacio a la dufbebung signi- ficante, lo que, en Ja economia del goce de cada uno, no cede a la falicizacion. La falicizacién es una significantizacion, es decir, una mortifi- cacién, Queda afuera lo que esté vivo, y Lacan se lo objeté él mi mo en su escrito «Subversién del sujeto».3! Planted la objecién del goce, y aunque este escrito no esté correctamente fechado, al- gunos indicios parecen mostrar que es contempordnco del Semi- nario de La angustia, por lo menos de su eomienzo. Se habia planteado la objecién del goce, pero para enseguida capturarla otra vez en la instancia félica, en «Subversién del sujeto», donde encuentran la frase que se cita a menudo: «Esto es lo que predes- tina al falo a dar cuerpo al goce, en la dialéctica del deseo» 3? Lacan est4 en ese borde donde se necesita un cuerpo para el goce, pero solo le encuentra wn cuerpo significante que le da el falo. En. el Seminario de La angustia, el goce se libera de la sujecién signi- ficante de su prisién falica y se prueba que, por el contrario, son los objetos 4 los que dan cuerpo al goce. De alguna manera, es la frase qne falta para que se entienda de qué se trata. Esto es lo que Lacan intenta representar mediante é6rganos, cuerpos de goce que no son significantes. Y lo ilustra a veces de manera sumaria como el pedazo de cuerpo ~puede aludir a la «li- bra de carne», que Shakespeare introduce en sus obras. De hecho, son fragmentos de real que se encuentran por primera vez ilustra- dos de modo imaginario, de modo material, y que solo més tarde hallardn su estatuto de consistencia logica. 31. Cf. J. Lacan, «Subversidn del sujeto y dialéctica del deseo en el incons- ciente frendiano», en Esoritos 2, ob. cit. n. 18, pp. 773-807. 32. Ibid., p. 802. 48 t 1 UNA BREJULA Falo 6rgano En

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