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Relativamente perfecto es aquel que posee una naturaleza finita y las excelencias

correspondientes a ella.
Dios es absolutamente perfecto (de fe)
LA ABSOLUTA PERFECCIÓN DE DIOS  Concilio Vaticano: («Omni Perfectione infinitus»); Dz 1782; cf. Mt 5, 48
 Sagrada Escrituras: Dios encierra en sí las perfecciones de todas las
criaturas. Eclesiastico 43, 29.
 Los Santos Padres: esencial, universal, y que todo lo sobrepuja.

Lo infinito es lo que no tiene fin ni limite. El infinito se divide en potencial y actual.


 Potencial: puede aumentarse sin fin, pero que en la realidad es finito y
limitado
 Actual: es el que excluye positivamente todo límite.
LA INFINITUD DE DIOS Dios es actualmente infinito en cada perfección (de fe).
 Concilio V. II: “intellectu ac voluntate omnique perfectione infinitus»; Dz 1782;
cf.
 Los Santos Padres: no puede ser abarcado por un concepto humano

Simple es lo que no tiene composición de partes y no es, por tanto, divisible.


Dios es absolutamente simple (de fe).
LA SIMPLICIDAD DE DIOS  Concilio IV de Letrán y concilio V. II: «substantia seu natura simplex
omnino»); Dz 428, 1782.
De esta verdad se derivan las siguientes proposiciones:
1. Dios es espíritu puro, es decir, que Dios no es materia ni está compuesto de
materia y espíritu.
2. Dios es espíritu absolutamente simple, es decir, en Dios no se da ninguna
clase de composición.
 La Sagrada Escritura indica la absoluta simplicidad de Dios cuando toma las
propiedades divinas por su misma esencia; cf. 1 Juan 4,8; Juan 14, 6 
No hay más que un solo Dios (de fe).
La mayor parte de los símbolos de fe enseñan expresamente la unicidad de Dios.
 El símbolo niceno-constantinopolitano profesa: «Credo in unum Deum» ;
Dz 54, 86.
LA UNICIDAD DE DIOS  El concilio Iv de Letrán declara (1215): «Unus solus est verus Deus» ; Dz
428; cf. 1782.
 Es doctrina fundamental del Antiguo y del Nuevo Testamento que no hay
más que un solo Dios; Dt 6, 4; MT 12, 29.
 Los Santos Padres: prueban la unicidad de Dios por su perfección absoluta y
por la unidad del orden del mundo
1. La verdad ontológica de Dios: es la conformidad de un objeto con su idea.
El único Dios es verdadero Dios en sentido ontológico (de fe):
 El concilio IV de Letrán y el concilio del Vaticano llaman a Dios «Deus verus»
(Dios verdadero) cf. Juan 10, 10; Juan 17, 3; 1 Tesalonicense 1, 9.
 Dios es el ser y también la verdad misma, Todo ser creado es la realización
de una idea divina, que es recogida y pensada por la inteligencia creada,
Dios es la verdad total, Dios es la suprema verdad.
LA VERDAD DE DIOS 2. La verdad lógica de Dios: consiste en la conformidad del pensar con el ser.
Dios posee una inteligencia infinita (de fe):
 Concilio del Vaticano, Dios posee «un entendimiento infinito» (intellectu
infinitus); Dz 1782. Salmo 146, 5; 43, 22; 93, 11; 138, 1-6.
 La verdad moral: comprende la veracidad («veritas in dicendo, veracitas») y
la fidelidad («veritas in agendo, fidelitas»)
a) Dios es absolutamente veraz (de fe):
 El concilio del Vaticano dice que Dios no puede engañar («qui... nec fallere
potest») ; Dz 1789. Cf. Dz 1782: «omni perfectione infinitus» (infinito en toda
perfección).
 La Sagrada Escritura da testimonio de la veracidad de Dios y de la
incompatibilidad de la mentira con su esencia; Juan 8, 26; ; Timoteo 1, 2;
Hebreo 6, 18; Romanos 3, 4.
b) Dios es absolutamente fiel (de fe):
 «Es fiel Yahvé en todas sus palabras; 2 Tim 2, 13.
 Cf. SAN AGUSTÍN, Enarr. in Ps 123, 2: (porque la verdad [divina] ni puede
engañarse ni puede engañarnos).
1. La bondad ontológica de Dios: Una cosa es buena en sí (bonum quod) si
posee las perfecciones que corresponden a su naturaleza; es buena relativamente
(bonum cui) si es capaz de perfeccionar a otras cosas («bonum est diffusivum sui»).
Dios es la bondad ontológica absoluta, en sí y en relación con los demás (de
fe).
 El concilio del Vaticano enseña que Dios es infinito en toda perfección
LA BONDAD DE DIOS («omni perfectione infinitus» ; Dz 1782)
 Dios es la absoluta bondad ontológica en relación con otros, por ser causa
ejemplar, eficiente y final de todas las criaturas (Rom 11, 36: «De Él y por Él, y
para Él son todas las cosas).
2. La bondad moral (santidad) de Dios: La bondad moral o santidad
consiste en la carencia de pecado y en la pureza de la conducta moral.
Dios es la absoluta bondad moral o santidad (de fe; Dz 1782):
 La literatura ensalza la santidad de Dios en el Sanctus de la misa.
 La Sagrada Escritura da testimonio de la santidad de Dios en su aspecto
negativo y positivo; Deuteronomio 32, 4; Salmo 5,5 ; Salmo 76, 14; Isaías 6, 3:
¡Santo, santo Yahvé sebaot!
3. La benignidad de Dios:
 Dios es absolutamente benigno (de fe; Dz 1782): se manifiesta en los
innumerables beneficios de orden natural y sobrenatural.
Dios es la belleza absoluta; cf. Dz 1782: Dios reúne en sí de la forma más perfecta
las tres notas que, según SANTO TOMÁS (S.th. 1 39, 8), forman el concepto de lo
APÉNDICE: La hermosura de Dios bello:
a) «integritas sive perfectio»: Dios es absolutamente perfecto;
b) «debita proportio sive consonantia»: Dios, a pesar de la infinita riqueza de su
ser, es absolutamente simple;
c) claritas: Dios, en tanto que es espíritu puro y absolutamente simple, es también el
ser más claro y luminoso.
Dios es absolutamente inmutable (de fe).
 El concilio IV de Letrán y el concilio del Vaticano enseñan que Dios es
inmutable (incommutabilis); Dz 428, 1782.
LA INMUTABILIDAD DE DIOS  La Sagrada Escritura excluye de Dios todo cambio y le atribuye positivamente
la inmutabilidad absoluta. Isaías 1, 17; Salmo 101, 27ss; Salmo 32, 11 ; Isaías
46, 10; Hebreo 6, 17; Malaquías 3, 6, Con la inmutabilidad de Dios va
vinculada al mismo tiempo la vida y la actividad ; cf. Sabiduría 7, 24.27
 Los santos padres descartan de Dios todo cambio:
TERTULIANO insiste en que la encarnación del Logos no trajo consigo ninguna
transformación o cambio en Dios: «Par lo demás, Dios es inmutable e transformable, por
ser eterno» (Adv. Prax. 27). 
La eternidad de Dios se demuestra por su absoluta inmutabilidad.
Dios es eterno (de fe):
LA ETERNIDAD DE DIOS  El dogma dice que Dios: posee el ser divino sin principio ni fin, sin sucesión
alguna, en un ahora permanente e indiviso.
 El concilio IV de Letrán y el concilio del Vaticano asignan a Dios el
predicado de «eterno» ; Dz 428, 1782
 La Sagrada Escritura da testimonio de todas las notas de la eternidad divina.
En el Salmo 89, 2; Salmo 2, 7; Juan 8, 58; Salmo 101, 27 s
 Los santos padres:
San Agustín explica la eternidad de Dios como presente estable: «La eternidad de
Dios es su misma sustancia, que nada tiene de mudable. En ella no hay nada
pretérito como si ya no fuera; no hay nada futuro como si todavía no fuera. En ella no
hay sino "es"», es decir, presente (Enarr. in Ps. 101, 2, 10).
La razón última de la eternidad de Dios es su plenitud absoluta de ser, que excluye
toda potencialidad y, por tanto, toda sucesión; Santiago 10, 2-3.
Inmensidad quiere decir negación de todo límite espacial; omnipresencia significa la
relación de Dios con el espacio real. La inmensidad es un atributo
negativo y absoluto; la omnipresencia lo es positivo y relativo.
LA INMENSIDAD DE DIOS Y SU 1. La inmensidad de Dios Dios es inmenso (de fe)
OMNIPRESENCIA  El símbolo Quicumque nos enseña: «Immensus Pater, immensus Filius,
immensus Spiritus Sanctus, sed tarnen non tres immensi, sed unus
immensus» ; Dz 39.
 El concilio IV de Letrán y el concilio del Vaticano aplican a Dios el atributo
de «inmenso» ; Dz 428, 1782.
 La Sagrada Escritura testifica que Dios está por encima de toda medida
espacial.
La inmensidad de Dios se demuestra por la infinita riqueza de su ser. Ésta no admite
limitaciones y, por tanto, excluye las barreras del espacio.
2. La omnipresencia de Dios
a) Realidad de la omnipresencia Dios se encuentra presente en todo espacio
creado (de fe).
La omnipresencia de Dios es objeto del magisterio ordinario y universal de la Iglesia,
conteniéndose en el dogma de la inmensidad divina como la parte en el todo.
 La Sagrada Escritura habla en forma gráfica de la omnipresencia de Dios en
Salmo 138, 7ss; Hecho de los Apóstoles 17, 27ss; cf. Deuteronomio 4, 39;
Sabiduría 7, 24; 8, 1.
Especulativamente, Santo Tomás demuestra la omnipresencia de Dios por su
omnicausalidad. Dios, en cuanto causa de la existencia, se halla íntimamente
presente en todas las cosas mientras éstas existen; Santiago 18, 1.
b) Definición más precisa de la omnipresencia
Los teólogos, desde PEDRO LOMBARDO (Sent. I 37, 1), omnipresencia divina
concretando que es una presencia de poder (per Potentiam—presencia dinámica),
de saber (per praesentiam sive scientiam.-presencia ideal) y de
esencia (per essentiam—presencia esencial o sustancial).

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