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Razones del mito 181

sino una mitología, es decir, un conjunto narrativo unificado que

representa, por la extensión de su campo y por su coherencia

interna, un sistema de pensamiento original tan complejo y

riguroso a su manera como puede serlo, en un registro diferente,

la construcción de un filósofo. El ejemplo típico de una

mitología así nos lo proporciona la obra de Hesíodo, especialmente

su Teogonia. Ya han pasado los tiempos en que los filólogos,

en nombre de criterios «lógicos» enteramente arbitrarios,

creían poder denunciar el carácter heteroclito y hasta las incoherencias

de un texto que trataban de descomponer distinguiendo

toda una serie de estratos y añadidos sucesivos insertados

en fechas diversas y heterogéneos, cuando no incluso incompatibles

los unos con los otros. Después del estudio clásico de

H. Fránkel, ¿cómo no reconocer, por el contrario, en Hesíodo

al primer pensador de Grecia que propone una visión general

ordenada del universo divino y humano (lo que no quita nada

a las reservas que puedan formularse con respecto a una lectura

que, para comprender a Hesíodo, se sitúa en una perspectiva

de retrospección y lo interpreta, a partir de la filosofía

posterior, como una primera forma de ontología n) ? Si se quiere

evitar una visión del mito en el marco del logos que lo reemplazó,

la explicación del texto debe estar en primer lugar atenta

a todo cuanto se deduce de la organización narrativa del relato.

Los análisis de P. Walcot, y sobre todo el estudio de H. Schwabl,

son en este plano concluyentes: han demostrado, por una parte,


la existencia en el conjunto del texto de un modo de composición

circular (ring composition) que da al relato su cohesión

y permite discernir en él las articulaciones fundamentales, y,

por otra, el recurso regular a paralelismos sintácticos que aseguran,

en el encadenamiento de las diversas secuencias y en su

rigurosa disposición de detalle, el equilibrio general de la narración

y la unidad de su arquitectura 12. El mitólogo no podría,

sin embargo, limitar su investigación al marco del relato; debe

asociar al estudio filológico un análisis del contenido que aspire

a despejar las relaciones semánticas, el juego de las correspondencias

simbólicas, los múltiples niveles de significación introducidos

en el texto y la jerarquía de los códigos utilizados en

el mensaje. Este programa de desciframiento pone evidentemente

en cuestión todos los problemas de método y de fondo con11

H. Frânkel, Dichtung und Philosophie des frühen Griechentums, Munich,

1962.

12 P. Walcot, «The composition of the works and days», Revue des

Etudes Grecques, 1961, pp. 4-7; H. Schwabl, Hesiods Theogonie. Eine unitarische

Analyse, Viena, 1966.

182 Jean-Pierre Vernant

cernientes al mito. Tendremos

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