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Había una vez una blanca gaviota llamada Carlota.

Sus grandes alas le permitían disfrutar de


largos viajes a lo largo del mundo y disfrutaba haciendo piruetas en el aire y planeando sobre
las corrientes de aire cálido.

Había una vez una blanca gaviota llamada Carlota. Sus grandes alas le permitían disfrutar de
largos viajes a lo largo del mundo y disfrutaba haciendo piruetas en el aire y planeando sobre
las corrientes de aire cálido.

Había una vez una blanca gaviota llamada Carlota. Sus grandes alas le permitían disfrutar de
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v Había una vez una blanca gaviota llamada Carlota. Sus grandes alas le permitían disfrutar de
largos viajes a lo largo del mundo y disfrutaba haciendo piruetas en el aire y planeando sobre
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Había una vez una blanca gaviota llamada Carlota. Sus grandes alas le permitían disfrutar de
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