El alcance de la felicidad es una meta, donde se nos la plenitud perfecta de la
vida en su mejor forma, donde no hay problemáticas ni retos diarios que detrás de ese producto eso es lo que nos quiere decir la publicidad. Lo que es una vil mentira que se nos muestra diariamente ese mundo perfecto de la publicidad al que en algún momento de nuestra vida llegamos a esperar o seguimos esperando persiguiendo exactamente lo que se nos muestra o comprando productos que pocas veces necesitamos pero la supuesta satisfacción saciada esto es el plan u objetivo que principalmente tiene la publicidad, haciendo que cada vez más tengamos esa susceptibilidad hacia el seguimiento de esa satisfacción instantánea asociada a su supuesta plenitud planteada. Nos hace aleja de la realidad, de los estímulos y desafíos que tenemos que pasar para experimentar esos momentos de satisfacción verdadera aunque solo fuera un paseo por algún parque sin ningún milagrosamente necesario, aunque actualmente estamos en constante contacto con la publicidad tenemos que saber que lo que está totalmente mostrado allí no es la realidad y que el alcance a la plenitud viene de nosotros mismos sin tener que recurrir a los ejemplos poco realista. Esto nos hace pensar que aunque después de aceptar que nos venden o nos muestran mucha milagrocidad atraves de estos ejemplos diarios podemos decir que después de verlo ante una vista critica propia si de verdaderamente lo necesito o solo lo quiero por la satisfacción prometida por lo que me mostraron o si necesariamente lo utilizare. Para concluir la felicidad prometida por la publicidad no es algo que vamos a conseguir o conservar con los productos prometidos y la felicidad tampoco es constante como nos lo hacen ver a diario lo que de verdad estamos buscando es un sentimiento de plenitud y armonía con nuestro alrededor y nosotros mismos que debemos conseguir a lo largo de la experiencia y la asimilación de nosotros hacia los obstáculos ademas de realidades diarias.