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Fuente: Flores, R. (2009).

Observando observadores: Una introducción


a las técnicas cualitativas de investigación social. Santiago: Ediciones
Universidad Católica. (Anexo Entrevista pp. 357-362)

Anexo Nº 1
Entrevista

Previo a comenzar la serie de preguntas se realiza una conversación peque-


ña a modo de introducción y finalmente para aclarar el fin mismo de la
entrevista. Esto no quedó registrado por la grabadora.

E = Entrevistador
MS = Entrevistado

E: Bueno, como le decía la entrevista que realizaremos a continuación


(...) tiene como por fin conocer un poco más sobre el 3º A, en donde
usted hace clases de...
MS: Historia (sonríe).
E: Así es. Bueno, primero cuénteme, ¿hace cuánto tiempo trabaja en el
establecimiento?
MS: Cinco años. En realidad no es hace mucho (...), pero llegué claro, el
2003 en marzo.
E: Ah, OK, y ¿es desde ese mismo momento que comienza a hacerle
clases a las chicas del 3º A?
MS: No, a las niñas en realidad les hago clases del 2006 (...), si porque ese
año empezaron su enseñanza media, entonces serían dos años, casi
pasando a los tres ves, jaja.
E: Claro, de este año ya no queda nada. Oiga, y ¿qué tal el 3º A? ¿Qué
me podría decir de las características de este grupo curso?
MS: Uy, de este curso nada que decir, en realidad en este colegio ningún
curso pasa desapercibido (...). Estas chicas también tienen algo en
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particular que las hace únicas, son alumnas muy motivadas, de re-
pente hasta hiperactivas jaja (...). No, pero muy inteligentes, en su
mayoría responsables y buenas compañeras, eso sí, son muy unidas,
por lo que veo yo al menos en mi clase y logramos conversar en los
consejos de profesores.
E: Ah, un curso bueno al parecer.
MS: Sí. muy bueno. Las chicas tiene un potencial increíble, seguramente
serán chicas exitosas en su futuro. Yo les tengo mucho cariño.
E: Así veo. ¿Tiene que ver con su historia con el curso?
MS: Puede ser (...), ahora que lo dices desde que me recibieron en 1º me-
dio este curso es como mi regalón, más por las niñas, porque como te
digo se proyecta un buen grupo.
E: Ha logrado como concretar una relación algo (interrupción...)
MS: Perdón (...), aunque con todos los cursos hay un afecto especial.
E: Me imagino, he escuchado testimonio de otros profesores y en reali-
dad siempre existe un afecto especial por los cursos.
MS: Mmmm... (Al parecer asintiendo).
E: Y a nivel más colegio, me explico: en general entre profesorado y
alumnas, ¿cómo es la relación?
MS: Ah, sí, mira, yo diría que buena.
E: ¿Buena en qué sentido?
MS: Mira, en este colegio se vela mucho por ser comunidad (...). En ese
sentido alumnos, profesores, directivos somos como una familia, casi
puras mujeres (...) ¡Lo pasamos chancho! Jaja, qué quiere que te diga
(...). Las chicas son respetuosas y nosotras tratamos de ser cercanas, de
ser así como una palanca para que aprendan. Noooo, de todas mane-
ras la relación es muy buena, en general (...), pocas excepciones.
E: Y ahora en términos particulares, ¿cómo es la relación entre usted y
sus alumnas?
MS: ¿Con todas las alumnas del colegio, o sea las que les hago clases?
E: Claro, a las que les hace clases.
MS: Aaaah, mira buena. Las chiquillas son un siete, nada de qué quejarme.
Este colegio, también por su formación, propicia un ambiente en don-
de las profesoras —en este caso yo— son bien respetadas y queridas.
E: Entiendo (...) y cuénteme, de manera particular, ¿cómo se lleva usted
con las alumnas del 3ºA? (observado)
Anexos 359

MS: Bastante bien, ah. Mira, para ser sincera, yo no percibo nada en la cla-
se que me haga sentir incómoda o disgusto; es más, me gusta mucho
hacerles clases a estas niñitas. Aparte le ponen empeño, a muchas les
aburre un poco la historia, o no sienten tanta afinidad por la asigna-
tura, pero ponen lo mejor de cada una. La relación, como te decía, se
basa en eso, en que ella y yo tratamos de dar casi el cien por ciento,
para que las cosas resulten. Es una relación dinámica, muy buena.
E: ¿Logra establecer lazos de cercanía con ellas?
MS: A ver (...), creo que dentro lo normal, ciertamente con aquellas donde
hay cierto grado de empatía hay una relación más cercana. Es típico
que a las que les gusta la historia o no sé, les caigo mejor, a otras puedo
serles algo más indiferente, creo. ¿A ti no te pasaba?
E: De hecho mi profesora más cercana era la de historia, es que me en-
cantaba el ramo.
MS: ¡Viste! Si pasa (...), no es que uno quiera más a una que a otras, pero
claro hay más cercanía.
E: Jaja, sí (...). En un momento usted habló de algunas excepciones en
cuanto a la relación entre profesoras y alumnas. ¿Existe alguna “ex-
cepción” en este curso?
MS: No, ninguna. Puede prestarse para confusión, pero a decir verdad las
chicas son críticas entre ellas, eso puede generar de vez en cuando un
pequeño problema (...). No más que eso, es una crítica constructiva.
Pero ninguna es como la chica conflictiva o algo así, para nada.
E: ¿Se dan conflictos en el aula entre las mismas alumnas?
MS: Generalmente no.
E: Y si se dan, ¿cómo actúa usted?
MS: Escucho a cada parte, oriento para que cada una de ellas vea su error
y dejo que solucionen solas el problema. Es mejor así, si uno se mete
mucho las alumnas pueden ver algo de imparcialidad, lo que no es
bueno para la relación profesora-alumna, creo. En realidad casi nunca
es necesario esto, jaja.
E: ¿Y no le ha tocado enfrentarse con una alumna? O sea, ¿ha entrado
en conflicto con alguna de ellas?
MS: Te mentiría si te digo que no (...), pero cosas pequeñas, por compor-
tamiento en el aula o en otro tipo de actividades.
E: ¿Cómo lo enfrenta?
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MS: Tomando el conflicto como una instancia más de aprendizaje (...), soy
bien pedagógica pa’ mis cosas, jaja.
E: Así veo. Dígame, ¿qué características propias de alumnas facilitan
o dificultan la relación?
MS: A ver (...), facilitan la relación aquellas niñas que tienen intereses co-
munes con la asignatura y también propios de su edad y su concep-
ción de mundo (...). Ellas saben que tiene que esforzarse, participar,
ser las mejores (...). Veo súper fuerte un aspecto religioso que las mo-
tiva. No sé si sabes que el colegio es Opus Dei (...).
Y bueno, las dificultan aquellas que son avasalladoras y no respetan
las diferencias individuales de sus pares, en términos generales, pero
en este curso algunas son muy competitivas —lo hemos conversado
en el concejo de profesoras—, eso de repente puede despertar alguna
rivalidad que entorpezca el proceso de aprendizaje y la relación más
que nada entre ellas, lo que finalmente a una igual le afecta.
E: ¿Y qué características de usted, facilitan o dificultan la relación
con sus alumnas?
MS: Mmmm (...). La buena disposición para escuchar y simplificar las
situaciones que se presentan, con una actitud integradora para todo el
grupo curso. ¿Dificultan? Puede ser la exigencia, a veces puedo pasar-
me un poco, no sé.
E: Aaah, OK. ¿Cómo ve las actitudes de respeto de sus alumnas hacia
usted?
MS: ¡Qué quieres que te diga! Muy respetuosas dentro y fuera del aula,
también en actividades extraprogramáticas, demostrando que el res-
peto es una constante en su formación. Creo que deber ser por lo que
les inculcan en sus casas y aquí mismo. Eso es bien lindo, sabes...
E: Me imagino.Pasando a otro tema, ¿cómo influye en la dinámica de
la clase, el número de alumnas en el curso?
MS: Uy, en nada, trabajar con 31 niñas es una delicia. Piensa que anterior-
mente trabajé con cursos de hasta 45 a 47 alumnos en donde todo era
una chacota. Cuando son menos se puede ser más versátil y creativa en la
planificación de una clase; es más manejable, po. Aparte, se da la exigen-
cia a la profesora de un trato más personalizado, que es siempre bueno.
E: Respecto a lo último que nombró, sobre las planificaciones de las cla-
ses, ¿le sirve de ayuda la disposición del aula? (referir a iluminaria,
disposición de mesas, espacio, ventilación).
Anexos 361

MS: Son unas salas bien cómodas, a decir verdad, pero las mesas no están
diseñadas para trabajar en grupo, lo que dificulta la postura corporal
de ellas, de acuerdo a las estrategias que generalmente diseño: traba-
jos en grupo que derivan en trabajos de investigación y exposicio-
nes, por ejemplo.
E: Respecto a la planificación de sus clases, ¿éstas permiten la genera-
ción de instancias de participación en el aula?
MS: Considerando que pienso en trabajos grupales de investigación, di-
sertaciones, planteamiento de hipótesis frente a hechos históricos o
contingentes, sí se generan estas instancias. Piensa que las chicas dan
su opinión fundada, po, y eso creo que es elemento fundamental de la
participación en clases, al menos.
E: ¿Cómo es la participación de las alumnas en su clase?
MS: Bastante activas e interesadas. A mí en particular me sorprenden. En
estas instancias claro.
E: ¿La participación es mediada por usted?
MS: Mira, de repente ellas solas son capaces de mediarse en cuanto a en
qué momento entablar una discusión histórica, en qué momento le
toca hablar a tal o cual. Hay un concepto de participación bien en-
tendido. Yo principalmente, como dices medio, pero en otro aspecto,
tal vez más relacionado al disciplinario y al académico en sí, yo soy la
profe, entonces doy como los pases, para que ellas vayan y creen una
instancia participativa (...) no sé si entiendes.
E: Sí, claro (...) De todas maneras (...) Y ¿cómo maneja usted la parti-
cipación de las alumnas?
MS: Con el método cooperativo, grupos de cuatro niñas, cada participante
desempeña un rol dentro del grupo en donde todas interactúan.
E: Bien dinámico. Y por último, ¿qué actitudes toma frente a compor-
tamientos de las alumnas que son negativos para la clase?
MS: Una actitud mediadora, resaltando sus rasgos positivos, elevando su
autoestima y estableciendo límites de mutuo acuerdo. Creo que este
tipo de consensos es más fructífero (...).
E: Para cerrar, y de acuerdo a su experiencia, ¿cree usted que las dinámi-
cas que se dan entre los profesores y alumnas de este colegio difieren
de otras realidades similares?
MS: Mira, estoy segurísima de que este tipo de colegios en cuanto a disci-
plina y comportamiento, y por tanto a la relación profesorado-alum-
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nado, es la envidia de muchos profesores que se ven enfrentados a rea-


lidades más crudas, en donde el respeto y la disciplina se ha perdido
completamente (...). Ya sabrás tú cuantos profes’ han sido golpeados
por sus alumnos, apoderados y que sé yo. Es realmente triste (...). Yo
creo que sin duda, este colegio difiere de otros colegios de niñitas que
pueden existir en algunos lugares de Santiago.

Luego de esta última pregunta se procedió a concluir, agradeciendo la


participación y aclarando los puntos de publicación de la entrevista.

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