Josué; - Hola hermanos. Me gustaría contarles algo que presencié.
Guilherme; - Hola querido amigo. Hermeson; - Sí. Cuéntanos qué era ese algo. Josué; - Estaba en mi Universidad y noté que un chico estaba sufriendo una represión por parte de los chicos más conocidos del campus. Hermeson; - ¿Qué tipo de represión? Josué; - Este chico estaba sufriendo racismo. Guilherme; - ¿Cómo puede un ser humano seguir haciendo algo así? Hermeson; - Estás muy triste. Ver esto en el siglo XXI. Guilherme; - ¿Pero qué hiciste? Josué; - No podía fingir ser ciego, tenía que hacer algo. Así que me acerqué a la escena y comencé a preguntar qué estaba pasando. Y me contestaron cosas horribles. Guilherme; - ¿Pero qué hiciste? Hermeson; - Calma. Deja que termine. Josué; - Así que dije que llamaría a la policía. Y se escaparon. Hermeson; - Estos agresores son muy cobardes... humillan a la gente pensando que el mundo es de ellos. Josué; - Así que le aconsejé aun así que el chico denunciara aun porque esto es un delito. Guilherme; - Me entristece ver que en el mundo todavía existen estas acciones. Josué; - Tienes razón hermano. Hermeson; - Todavía veo que el mundo puede esperar algún día ser un lugar mejor. Guilherme; - Basta con que cada uno sea consciente de sus actos. Tener una sociedad en armonía.