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AOFOE KPYMTOE Y AKPIBIA EN LA FUNCION DEL SIGNO LINGUISTICO Al Prof. Enrique Moreno Bdez 1.1. Vamos a tratar de precisar el funcionamiento del signo lin- giiistico! en las parcelas Iéxicas denominadas argot y jerga. Para ello vamos a considerar la manera de enriquecerse el significado (signifié) jergal del s. 1. partiendo del significado que ese s. I. presenta en el sistema léxico mds comtin (de Ja lengua espafiola). Recordemos que tanto el argot como la jerga nacen y se desarrollan de la lengua comin, principalmente la segunda. 1.2. Nuestro fin principal se centra en apreciar si el deseo de «precisién significativa», distinto y hasta opuesto a la intencionalidad voluntaria de «ocultamiento significativo», se refleja de algin modo en el s. L, y de manera consiguiente apreciar si la diferencia entre los términos jerga y argot —usados en espafiol frecuentemente junto con otras denominaciones como germania, jerigonza, ete— nos pro- porcionan las «etiquetas» que gradiien Ia «intencionalidad seméntica» del hablante en la comunicacién linglifstica: de una parte, ‘precisién, exactitud’ —acribia— respecto al Iéxico «comtins; de otra, ‘deseo esotérico, criptolégico’ —Idgos cryptés. 1.3. Nuestros ejemplos en espafiol proceden del léxico taurino, del léxico ferroviario y del relacionado con la caza. Nos centramos, pues, en Iéxicos relacionados con actividades profesionales, en donde falta, desde luego, el deseo criptolégico, como veremos més adelante. 1 Abreviado en s. 1. en adelante, con independencia del mimero gramatical que corresponda segiin el contexto. 412 JOSH C, DE TORRES MARTINEZ Para Ja relacién entre el Iéxico y Ja profesién recordemos esta pun- tualizacién de la Escuela francesa: La profession, a remarqué depuis longtemps Michel Bréal, spécia- lise le langage comme Ja mentalité, et crée des associations d'idées, des désignations particulidre aux métiers 2. 24. Definiciones de argot y jerga en diversos autores. ‘Vamos primeramente a repasar la bibliografia extranjera y des- pués citaremos diversos autores nacionales que han estudiado el tema. 22. El término argot es un galicismo prestado a varias lenguas. A. Dauzat?, entre otros autores franceses, ha tratado de su origen. Puede verse también en el Dictionnaire étymologique de 1a langue francaise de 0. Bloch y W. von Wartburg‘ la fecha de aparicién, ast Merece mencién especial Dauzat por el estudio que dedica al tema en Les Argots. De él proceden algunos pérrafos imprescindibles para encarrilar doctrinalmente el desarrollo de estos estudios en los ulti- mos cincuenta afios: ‘Au sens étroit du mot, Vargot, pour Je linguiste, est le langage des malfaiteurs. Par extension, il désigne aussi un certain nombre de Tangages spéciaux qui offrent des traits communs avec le précédent, Crest dans ce sens que nous emploicrons Ie terme, tout en faisant ren- trer dans notre étude la pénétration de Vargot dans la langue popu- lire et familidre de nos jours5. ... Une minorité seulement de lan- gues spéciales accusent une forme argotique, constituent des argots. tout argot —et clest IA peutétre le fait le plus saillant— transforme ou remplace Jes mots courants, comme ceux que je viens de citer pied, fille, soleil, mouton, etc, (en dehors des désignations spéciales au métiers)6, ... Vargot accélére le renouvellement du langage7. Enfin on ne doit jamais perdre de vue que Yargot n'est qu'une Tangue seconde 8. 2 Albert Dauzat, Les argots. Caractires-Evolution-Influence, Paris, Librairie de Ia Grave, 19468, pag. 6. 3 Etudes de Linguistique Frangaise, Paris, Editions d’Artrey, 1§6'0. Vésse ‘tudes argotiquess en Quatritme partie: «Quelques étymologies: argots, pi ginas 3067. 4 Dictionnaire étymologique de la langue francaise, Paris, 1950, Les argots, pig. 5. Ibid, pig. 6. Ibid, pag. 7. Ibid, pig. 8. Aéyog Kpuntég ¥ dxpiBle EN LA FUNCIGN DEL SIGNO LING, 413 En cuanto a Jas condiciones en las que el argot se forma, Dauzat sefiala las de cardcter social y geogréfico: Les argots se développent dans les milieux isolés, oit se pratique la vie en commun... les argots sont spéciaux aux professions ambulan- tes exereées en commun, —profession licites ou non, la sociologie et la Iinguistique n’ayant pas & sfoccuper de I’élément moral. En cuanto a su cardcter: Beaucoup plus fécond, plus proche de la vérité, le point de vue des sociologues qui voient dans Vargot un organe de défense sociale de la part de groupes qui vivent en marge de la société: langue se- créte, mais non plus conventionnelle... Il est plus exact de dire que Yargot constitue un élément de cohésion des groupes fermés, une réaction contre les agents extérieurs de dissociation, contre les pro- fanes, et, au besoin, un organe de protection 1, También puntualiza Dauzat que el argot no tiene nada que ver con el mecanismo de las lenguas artificiales, siendo explicado su na- cimiento y evolucién por normas comunes a todas las Jenguas. De todo lo anterior conviene destacar el uso polisémico en la defi- nicién de argot (‘lengua de los malhechores’ y ‘lengua de Ios oficios"), caracteristica que vamos a comprobar en diversos autores poste- riores. Otro lingiiista francés que estudia el argot es Vendryés", En la traduccién espafiola sélo hallamos el citado término; jerga no apa- rece ®, El conocido libro de I, Iordan Lingilistica Romdnica™ trata am- pliamente en la escuela socioldgica francesa las manifestaciones del argot. Seguimos en las citas, asimismo, la traduccién espafiola, por otro lado Ia més completa de las cuatro ediciones, incluida la original (inglés, alem4n y espafiol). Citamos en nota los parrafos m4s im- prescindibles “, La muy clara exposicién de Iordan nos parece menos » Ibid, pag. 15. 1 Tbid., pags. 201. MEL lenguaje. Introduccién de A. Badia y J. Roca. Traduccién de M. de Montolid. y J. M. Casas, Méjico, UTEHA, 1958. 2 Ibid., pag. 272. 13 L, Romdnica. Evolucién - corrientes - métodos. Reelaboracién parcial y notas de M. Alvar, Madrid, Alcalé, 1967. ¥ «A pesar de las grandes diferencias existentes sobre la naturaleza y sig- nificacién del argot, veremos que su particularidad més evidente y como tal 44 JOSE C, DE TORRES MARTINEZ conseguida cuando aborda las «particularidades puramente lingiiis- ticas» #5, reconocida por todos los lingiiistas, consiste en ser una lengua especial, propia de un grupo social muy bien definido. Asi se explica por qué dedico al argot un apéndice en el capftulo que trata sobre ‘la escuela linglifstica francesa’» (pé gina 629) ... «En primer lugar, gqué es el argot? Este término, segiin las cir- cunstancias, tiene varios valores: 1) lenguaje de los malhechores, vagabundos, mendigos y de otras categorias sociales andlogas, a las cuales los alemanes llaman genéricamente ‘Unterwelt’ y los franceses ‘les bas-fonds de la société’; 2) siné- nimo de jerga, es decir, lengua-especial de unas determinadas categorias so- ciales, como son los soldados, los obreros, los estudiantes, los artistas, etc. 3) los elementos més vulgares que desde el habla popular entran en la lengua culta y que pueden caracterizarse por st naturalidad, espontaneidad, afectivi dad, ete. La aceptacién més difundida, la que podrfamos llamar propia, es Ia primera> (pégs. 630-1). ... «Veamos ahora sus rasgos principales, tal como los entiende W. von Wartburg en el articulo citado ['Vom Ursprung und Wesen des Argot’, Germanisch-romanische Monatsschrift, XVIII, 1930, pags. 376 y sigs. que representa a mi parecer el punto de vista més justo en este problema lin- glilstico, El argot de los malhechores tiene su origen en el llamado ‘milieu’ No es una lengua convencional, creada artificialmente, como lo son, por ejem- plo, las ‘lenguas universales’ —el esperanto y otras—, sino que se caracteriza por estas dos peculiaridades esenciales: 1) pertenece a una categoria social de- terminada, a un grupo relativamente cerrado de individuos, que ademés del argot emplean también Ia lengua comin; 2) puede ser utilizado con el fin de no ser comprendido por las personas que no pertenecen al grupo respectivo (aunque ésta sea la razén més importante, no es la tinica de Ia existencia del ‘argot}» (pigs. 6312). ... «Las diversas profesiones tienen también lenguajes es- peciales. En la mayoria de los casos se trata de términos y expresiones que se Tefieren a su dominio de actividad. Aqui falta habitualmente el elemento inten- ional, es decir, el deseo de ser comprendido s6lo por sus compaiieros de ha- zafias. A veces, empero, interviene también Ia mente de estos poseedores de vocabularios técnicos, la intencién de guardarse de los profanos... En este mismo grupo hay que incluir los siguientes lenguajes especiales: el de los sok dados... el de los estudiantes... Para todas estas hablas, el término més ade. cuado es el de jerga o lenguaje especial, quedando el término argot sélo para el habla de las diversas clases de malhechores» (pags. 6334). ... «Después de esta caracterizacién del argot segin sus rasgos externos, vamos a ver cusles son sus Particularidades puramente linglifsticas. Desde el punto de vista foné- tico, morfol6gico y sintActico no se diferencia en nada de la lengua comin; es auténtico francés. Las diferencias afectan sélo a la seméntica 0, mas exacta- mente, al vocabulario... La mayorfa de las expresiones jergales tienen su origen en la afectividads (pég. 634). ... «Otro método de enriquecimiento del vocabu- lario Io constituyen Ios préstamos de los argots de los pueblos vecinos» (pAgi- na 636). ... eAfirmé mds arriba que la mayoria de las expresiones del argot se plerden, y bastante répidamente, porque no pueden tener un valor indefinido para los impulsos afectivos de los hablantes. Parcialmente penetran, empero, en. Ja Iengua hablada, donde se generalizan con el tiempo y llegan a no ser ya re- conocidas» (pag. 637). 15 Tbid., pags. 634 y sigs. Véase nota 168 en la pig. 636, en donde se habla sobre las denominaciones de Ias hablas jergales en las Ienguas europeas prin- Aéyog Kpuntés ¥ éxpipla EN LA FUNCION DEL SIGNO LING, 415 Otra obra a consultar es el Glossary of Linguistic terminology de M, Pei, Define el argot asf: A class jargon, or special vocabulary, not intelligible to the un- initiated listener. See also cant, jargon, jobelyn Jargon, de esta manera: A collective term for words, expressions, technical terms, etc, telligible to members of a specific group, social circle or profession, but not to the general public 8, Aparte de la nota comtin a ambos términos «not intelligible», pa- rece considerar al argot como un tipo de jargon «or special voca- bulary». Més explicita nos parece la definicién de jargon. 23. La bibliogratia espaiiola. Consideremos primero las definiciones lexicogréficas y después los estudios principales. 23.1. Corominas no registra argot, pero si jerga. En el sentido de ‘lenguaje especial, diffcil de comprender, jerigonza’, es un deriva- do retrégrado del occitano antiguo gergon, procedente del francés antiguo jargon 0 gergon, id., primitivamente ‘gorjeo de los pajaros’. derivado de la raiz onomatopéyica garg, que expresa las ideas de ‘tragar’, ‘hablar confusamente’ y otras relacionadas con garganta. ‘Més adelante afiade que el citado gergon aparece en el sentido de ‘lenguaje de malhechores’ o ‘lenguaje incomprensible’ en un texto del siglo xm y en otro de la primera mitad del siglo x1v. En el francés, en el sentido de ‘Ienguaje incomprensible del hampa’, se halla en el norte de Francia en el siglo x111 y con frecuencia desde principios del siglo xv, En cuanto a su introduccién en Espaiia, sefiala Corominas su procedencia desde Francia como gergon, de donde el regresivo castellano jerga, mds la solucién en caso sujeto girgons, cuya histo- ria posterior deja ya de interesarnos. Es de destacar el sentido eso- térico que adquiere pronto ®, cipales. Diremos por ultimo, sobre Ia versién espafiola, que ofrece bastantes ejemplos en nuestra lengua; asf: pags. 6402, 6445 y 6602, 16 Columbia University Press, New York and London, 1966. 1 Ibid, pig. 20. 1 Ibid, pag. 136. 1 DCELC, Madrid, Gredos, 4 vols. Jerga registrado en el vol. I, pag. 1049 y siguientes. 416 JOSE ¢. DE TORRES MARTINEZ En cuanto al Diccionario de la Real Academia Espaficla™, pre- senta jerga con dos acepciones: Jergat (der. regres. del fr. jargon y éste de la onomat. garg) f. Lenguaje especial y familiar que usan entre si los individuos de cier- tas profesiones y oficios, como toreros, estudiantes, etc. // 2. Jeri- gortza, lenguaje dificil de entender. Falta argot, registrado en su dia en el Diccionario Histdrico. Hay entonces un vacio para denominar el Iéxico creado con un deseo esotérico, pues germania lo refiere a un tiempo pasado: (Del let. germanus, hermano) £. Jerga o manera de hablar de la- drones y rufianes que usaban ellos solos y compuesta de voces del idioma espafiol con significacién distinta de la genuina y verdadera, y de otros muchos vocablos de orfgenes muy diversos. En el Diccionario ideoldgico de J. Casares encontramos argot y jerga® junto a germania, las tres palabras asimismo presentes en el mis reciente Diccionario de uso del espafiol de Marfa Moliner®, Un cardcter més lingiifstico tiene el conocido Diccionario de tér- minos filolégicos de F. Lazaro. En él se halla argot remitido a jerga: Jerga. 1. Lengua especial de un grupo social diferenciado, usada por sus hablantes sélo en cuanto miembros de ese grupo social. Fuera de él hablan la lengua general. Con estas caracteristicas el nombre de jerga recubre multitud de conceptos: A) Lenguaje del hampa, con finalidad esotérica, de naturaleza muy artificiosa. Es la jerga por antonomasia, o germania, en Espafia... el jargon y el argot ® R.A.Es Diccionario de ta lengua espafiota. 19 edicién, Madrid, 1970. 2 cArgot. m. Jerga, germanias. «erga. f, lenguaje especial que usan entre si los individuos de clertas profesiones y oficios // Jerigontas. «Germania. Jerga o manera de hablar entre sf clertos grupos de ladrones o gentes de mal vivir. Es un lenguaje compuesto en su mayor parte de palabras espafioles ar- bitrariamente deformadas, mezcladas con otras de orfgenes diversos» (Barcelo- na, Gustavo Gill, 196) 2B «Argot (galicismo no incluido en el D. R, A. E.). Jergas. elerga 2 (Deri remresivo..). 1. Argot: Conjunto de expresfones que emplean en lenguaje infor- ‘mal las personas de una misma clase 0 de una misma profesin; como los es- tudiantes 0 los toreros. (V. argot, calé, coa, cocoliche, germanta, jacaranda {ja- carandinal, jerigonza, lunfardo, marga, marrega, replana). 2, Jerigonta: Lenguaje dificil de entenders. «Germania. 4. Argot de la gente maleante formado princi palmente por palabras de sentido traspuesto, palabras espatiolas desfiguradas y otras extranjeras espafiolizadas, (T., jacarandina). Cald. Jerga de gitanoss. (Ma- Arid, Gredos, 196, 2 vols.) 3 Madrid, Gredos, 19682, Abyos Kpuntds ¥ piper EN LA FUNCION DEL SIGNO LING. 417 en Francia (nombre este tltimo que se ha hecho internacional, en ‘esta y en las restantes acepciones). B) Lenguaje profesional: jerga de médicos, de filésofos, de tipégrafos, etc. Se designan en Espafia con nombres especiales multitud de jergas gremiales... C) Lenguaje de ‘cualquier tipo social: jerga de deportistas, cazadores, espiritistas, etc. D) Conjunto de palabras procedentes de fuentes oscuras (deformacio- nes de extranjerismos y traslacién seméntica de voces de uso general ‘con sentido ocasional normalmente), que por broma o por ironia se introducen en Ia conversacién familiar de todas las clases sociales. En esta acepcin de jerga entra el lamar monis al dinero © dolo- yosa a la factura. El término slang, por lo demAs, se usa también ‘como sinénimo de argot y jerga. — 2. Lengua de mal gusto, compli- cada o incomprensible, El término jerga alterna en esta acepcién con al de jerigonza. ‘Mas adelante haremos la critica de conjunto de todas estas defi- niciones que vamos considerando. 23.2. Carlos Claveria ha escrito en dos ocasiones sobre el argot ™, tema en el que indudablemente destaca como especialista. La pri- mera vez traté de Hamar Ja atencién sobre las manifestaciones del lenguaje popular en sus distintas clases, desatendido en la bibliogra- ffa espafiola en aquella ¢poca. En su exposicién no precisa una ter- minologia conceptual que pueda aclarar la intencionalidad del ocul- tamiento significativo frente al deseo de precisién semantica en un Iéxico propio de una especialidad (el léxico taurino, por ejemplo), con independencia del cardcter criptico 0 comprensible que pueda tener para los demas usuarios de la lengua ajenos a dicha actividad. ‘Ya hemos sefialado antes la fuente francesa en la que se inspira Cla- veria®, En nota citamos algunos pérrafos destacados del articulo de la RNE*. ¥ Sobre el estudio del argot y del lenguaje populars (Revista Nacional de Educacién, 1, 19H, n2 12, pags. 6580) y eArgot» (Enciclopedia Lingiifstica His- ana, tomo Il, «Hlementos constitutivos y fuentess, Madrid, C.S.I.C., 1967, paginas 349.383). 3 Véase el lugar donde hablamos de Vendryés. % «Queda, ademés, el término argot, que se utiliza para denominar, en sen- tido estricto, el lenguaje particular de los bajos fondos sociales, y también por analogia y extensién, los lenguajes especiales de profesiones determinadas y todo cl lenguaje popular» (RNE, pig. 68). ... «Poco se ha estudiado la cuestién de los argots 0 lenguas especiales y profesionales...» (pig. 73). ... «Leo Spitzer, que hha reaccionado violentamente contra la identificacién de argot y lenguaje po- ular, ha hecho agudas observaciones a este respecto. Pero con esto no queda resuelta la cuestiGn de cémo las jergas o Ienguajes especiales terminan por As Jos C, DE TORRES MARTINEZ En Ja segunda ocasién —articulo en la ELH— trata del origen, ‘uso y ambigtiedad del término argot (ademés de recordar el término inglés slang) para centrarse principalmente en el estudio histérico de la germania (ademés de considerar la ambigiiedad de las voces antiguas jerigonza, la misma germania, jécara y jacarandina, jerga y 1a més moderna caléd), En § 11 vuelve a insistir en el escaso interés que han despertado las distintas manifestaciones del argot espafiol moderno”, y remite al articulo de la RNE*. Es decir, en esta oca- sién trata de la germania, y apunta la bibliografia que hay en el momento sobre el tema relacionado con el espaiiol (ademés de citar fuentes francesas). Otra obra importante que debemos mencionar es la Introduccién @ la lexicografia moderna de J. Casares®. En el cap. IV, «Los par- ticularismos profesionales», encontramos esta acotacién de la jerga: Constituye una zona restringida de la lengua familiar, que limita al sur con la germanfa y el cal6, al este y oeste con la terminologia artesana y al norte con el tecnicismo cientifico ®, Prescindiendo de los puntos cardinales, no hay duda de que estén préximos tales tipos de lenguas especiales. Lineas més arriba, llevado incorporarse a lo que los fildlogos alemanes laman ‘Gemeinsprache’, habla comin de un pueblo, no sélo en Francia, sino también en otros paises. Lo esencial del argot, tomado este como término general para designar un lenguaje especial, es que sea un idioma propio de una cierta capa social o de un grupo, mis 0 menos cerrado, de individuos, y que pueda ser usado por estos para expresarse y comunicarse en cosas que vinicamente estin destinadas al conoci- miento de ios iniciados, debiendo mantenerse secretas para los profanos... Con- cebido asi, el argot se distinguiré del lenguaje popular o familiar y de las di leetos, para comprender, bajo su denominacién, las lenguas secretas, de vieja tradicién en Europa, de malhechores, mendigos y vagabundos (rotwelsch en Alemania, gergo en Italia, cant en Inglaterra, caldo en Portugal, germanta y cald cen Espaiia); los lenguajes profesionales, formados en el ejercicio de las profe- siones y oficios... el lenguaje especial de ciertos grupos, que tiene su origen en Ja vida comin y su aislamiento dentro del grupo social... y toda otra lengua especial que se produzca dentro de cualquier otra unidad por pequefia que sea, del complejo de la vida social, incluso el lenguaje convencional, que es tan corriente entre los alfios en sus juegos o en sus relaciones con sus familiares. ‘Todos esos jargons 0 argots, jergas 0 lenguas especiales, viven al lado del habla comin y levan una existencia paralela a ella» (pags. 689). ELH, pig, 361. 2 RNE, pgs. 75 y sigs. ® Anejo Lil de ia RFE, Madrid, C.S.1. 3 bid, pig. 27. 1950, Aéyos Kpuntdg ¥ dxpifla EN LA FUNCIGN DEL SIGNo LING. 419 Casares de un prurito de distincién social, rechaza el que se puedan considerar como jerga los particularismos profesionales de determi- nadas profesiones liberales, «Y es que, por mucho que atenuemos el concepto de jerga, siempre levard implicito un significado peyora- tivo», tesis insostenible segtin nuestro entender por no aquilatar cientificamente un hecho socio-lingtifstico. Muy otro cardcter presenta la postura de Manuel Seco en Arniches y el habla de Madrid: Entendemos por jerga un vocabulario especial de determinada ac- tividad o profesién, el cual tiene cardcter popular y se diferencia del argot en que carece de intencién crfptica 3, 3.1. Criticas a algunas consideraciones anteriores. La postura més criticable, a nuestro entender, es la que sostiene la indistincién entre argot y jerga, pues Ileva a una polisemia dificil de mantener. Insistimos que lingiifsticamente no son iguales los tres tipos siguientes de Iéxico: 1) El de los grupos sociales cuya vida ronda el margen de la so- ciedad constituida en un pafs o en una regién, en donde viven, a me- nudo, enmarcados desde el nacimiento en el grupo, como es el caso de ciertos malhechores. Hay el rasgo distintivo de estar a cubierto, en determinados conceptos claves, ante los demas miembros de la comunidad. La formacién de este Iéxico esta alejada de una influen- cia sociocultural alta y media, asf como su formacién es de origen hfbrido (deformaciones morfolégicas, préstamos de otras lenguas, etcétera). 2) EI léxico profesional, normalmente sin una base etimolégica directa grecolatina, salido de la lengua comtin, como el de los tore- ros, cazadores 0 el de los ferroviarios, sobre todo en la época de la traccién con maquina de vapor. En estos vocabularios no hay ne- cesidad ni deseo de ocultar nada a los demas. 31 Ibid, pég. 279. 2 Madrid, Alfaguara, 1970, 3 Tbid., pag. 138. Véase también el articulo de R. Senabre, «Creacién y de- formacién en la lengua de Arniches», Segismundo, Revista Hispdnica de Teatro, Madrid, C.S.1.C,, 1967, pags. 247.277 BM Véase nuestro articulo «Notas sobre el Iéxico ferroviarios, BFE, 3031, 1969, pags. 9-25. Y nuestra resefia al Lexique général des termes ferroviaires de Ia Union Internationale des Chemins de Fer, BFE, 3631, 1970, pags. 8143. 420 JOSE C. DE TORRES MARTINEZ 3) El léxico téenico de una profesién formado sobre una base culta etimolégica (el de la Medicina, por ejemplo; distinto es el caso de la Zoologia y la Boténica, en donde hay un vocabulario comin y popular, junto a una terminologia cientffica latina de clasificacién, relativamente moderna). ‘Ademés, apreciamos falta de precisién en algunas de las posturas mantenidas por algunos autores: 1) Cuando emplean los términos argot y jerga, indistintamente, para referirse a los tipos de Iéxico especial, emanados de la lengua comin, 2) Hallamos en ellos, asimismo, vaguedad en el andlisis lingtifs- tico del léxico especial de una profesién u oficio cuando se quiere caracterizarlo tinicamente desde un punto de vista més bien externo: no estudiar el contenido semintico del significado a través del se- mema. 3) Les criticamos, igualmente, un descuido respecto a no valo- rar la «intencién» del hablante de querer ser comprendido en el sig- nificado de sus palabras tinicamente por los miembros del grupo social con los que se siente identificado frente a la sociedad en que viven. Limitacién léxico-seméntica que caracteriza, y de algiin modo debe limitar, el uso del cédigo lingiifstico que sea (espafiol, francés, inglés, etc.) en la comunicacién con él. ¥ por contraste, no tener en cuenta el deseo de precisién significativa en el léxico que guarda re- lacién con una profesién, que exige una exactitud muy acusada, y que ello produce ante los demas usuarios de la lengua un desconocimiento paulatino de aquella parcela léxica, que puede ser de origen culto en parte, Pero que es independiente de un «a priori» crfptico, como es el caso, por ejemplo, de la terminologia de ciertas profesiones Ii- berales y oficios, que requieren una «ensefianza» muy distinta a la del hampa. Ello nos Ileva a considerar Ia conveniencia del uso del galicismo argot para referirnos a los léxicos con deseo esotérico, y jerga para los profesionales, enriquecidos paulatinamente con el desarrollo de una especializacién (aqu{ entraran tecnicismos elaborados con el des- arrollo de la Ciencia) 5. 38 Por razones metodolégicas, no vamos a considerar los teenicismos de ca: rctereulto en su origen etimolégio, propios de las distintas especalidades de la Ciencia. Aédyog Kpumtéc ¥ éxpiBla EN LA FUNCION DEL SIGNO LING, 421 4.1. El signo lingiifstico saussureano. Pero de seguida nos surge otro problema; el de 1a vaguedad del contenido jergal de los Iéxicos de oficio, profesién, etc., pues se puede caer en la ligereza de querer convertir gran parte del patrimonio de palabras de la lengua (sistema) en jerga, por una extensién desme- surada de la profesién y oficio como resultado de la profesionali- zacién. Para paliar esta dificultad, es decir, para precisar el limite gra- dual entre «léxico de la lengua» y «léxico especial» en el s. 1, debe- mos partir de la distincién saussureana de: significado signo lingiifstico significante Respecto al léxico de la lengua, el argot y la jerga son «microsis- temas» que guardan relacién y dependencia con él. El argot, por el sentido esotérico adquirido voluntariamente, recurre con frecuencia a la deformacién y cambio de las unidades fonolégicas que lineal- mente forman Ja lexia, ademas de recurrir asimismo a otros proce- dimientos lingiiisticos para ocultar el concepto en cuestién. Para el espafiol puede consultarse el libro de Iordan citado*, en donde Alvar ha seleccionado ejemplos procedentes de la obra de Salillas*" y ti- pificados lingiifsticamente. Mucho mejor investigado est4 el argot francés, del que ahora no vamos a dar bibliografia (sefialada antes en nuestro trabajo). En cambio, la jerga se motiva por la necesidad de precisar més semasiolégicamente los semas que se dan en el s. 1., a nivel de lengua comin, y al que se suman los sememas de cada unidad lexical espe- cial para perfilar una nueva significacién, necesaria en la parcela 1é- xica relacionada con una profesién u oficio. Se forma asf un nuevo concepto (técnico en muchas ocasiones), que enriquece més el de la Tengua comin a través del semema, distinto ya al del fexema que dio origen al nuevo término™, % Lingiitstica Romdnica, pigs. 402. 37 R, Salillas, Ef delincuente espatiol. El lenguaje, Madrid, 1896. aibis Véase Lingiistica estructural de F. Rodriguez Adrados, Madrid, Gredos, 1969, 2 volimenes, concretamente v. II, 6067, en donde se indica la incidencia funcional en las dos caras del s. 1. de los slangs argots profesionales, etc. IV, 2-9 422 JOSE C. DB TORRES MARTINEZ 4.1.1, Para demostrar esto tltimo, que es una tendencia en el mecanismo de Ja formacién de palabras tipicas de un «microsiste- ma», vamos a recurrir al 1éxico taurino, en donde no hay deseo de ocultar nada, y sf el querer precisar algo nuevo, de lo que no hay necesidad de significar a nivel de lengua comtin o sistema. 4.1.1.1. Composicién y distribucién del léxico taurino. El abundante caudal de palabras relacionadas con el toro de lidia® giran en torno al toro, el torero y la muerte, esta iltima con un muy escaso mtimero de términos. Consecuencia del enfrenta- miento del hombre con el animal, surge el léxico relacionado con la plaza; con el espectdculo en si y con el aficionado (ademas del més tipico de los «revisteros», més tarde «cronistas», es decir, el creado por el periodismo taurino). Volviendo al toro, éste vive dos etapas en su vida: el campo (un léxico ganadero con ciertas distinciones regionales, y el de Veteri- naria) y la plaza (el relacionado con Ja lidia y el toreo del corniipeta, ademés del de Veterinaria, presente en ambos sitios). En cuanto al del torero, se subdivide en el de la época del toreo no asalariado ni profesional (primero, con el ciclo histérico del toreo a caballo de Ia nobleza con la Casa de Austria, y después con el toreo a caballo a la portuguesa, y mds tarde a la espafiola, este tltimo surgido cuando el esplendor anterior a la contienda civil ultima). Viene después el toreo asalariado y profesional (primero con el vari- larguero, més tarde picador, es decir, a caballo, para ir desarrollén- dose al tiempo un toreo a pie, que va ganando importancia frente al anterior y que termina por imponerse). En estos dos ciclos surge un nuevo léxico relacionado con Ia lidia y el tore, as{ como el re- lacionado con los vestidos, armas, ceremonial, etc. Hemos omitido ejemplos y cronologia, segiin las fuentes escritas, para abreviar. 8 Véase nuestra tesis doctoral Contribucién al estudio diacrénico del téxico taurino en Espafia. Fuentes y clasificacién del mismo, (Siglos XVI-XX). Una comunicacién sobre este tema se leyé en el IV Congreso Internacional de la Asociacion Internacional de Hispanistas (Salamanca, verano de 1971), Asimismo nuestra comunicacién «EI léxico taurino en el ‘ciclo celestinesco’, lefda en el I Congreso Intemacional sobre La Celestina, Madrid, junio de 1974, que apa- recerd en las Actas, Aéyos Kpontég ¥ dxpifle EN LA FUNCION DEL SIGNO LING. 423 411.11. Acometida. Es el término que elegimos, que pertenece al relacionado con el toro, en su fase vivida ya en la plaza, donde se le corre y mata, es decir, la lidia y toreo, y mds concretamente el de las acciones del animal cuando embiste. En el Diccionario académico encontramos: (Cossio). Pero en El Toreo. Gran diccionario tauromdquico de Sanchez de Neira (publicado en pleno auge creador del Iéxico taurino: 18791 y 1896%) encontramos: «Acometida. Es el arranque hecho por el toro en direccién a un bulto determinado, pero que aunque le persiga, no le alcanza, y por tanto no lo coge. La Academia no incluye esta pa- labra en su Diccionario, y ala de acometimiento da la definicién de ser accién y efecto de acometer; y como nos parece escasa y dema- siada reducida para este libro, hemos dado la voz anterior, que, salvo el respeto debido a tan ilustre Corporacién, explica mejor, para el Ienguaje taurino, el significado de la palabra». Efectivamente, en la acometida, que a su vez es distinto de hacer por el bulto 0 arrancar, ya que acude, el toro puede llegar 0 no a atropellar al bulto. Porque si el bulto, o diestro que lo esté torean- do, sufre las consecuencias del resultado de la arrancada, encontra- mos esta serie de términos: 424 JOSH Cc. DE TORRES MARTINEZ Acosén (‘cuando acomete al diestro de a pie o a caballo brusca- mente y muy cerca, sin Ilegar a tropezarle’); achuchén (‘empujén 0 herida leve que sufre el diestro por el impetu del toro’); arrolio (‘cuando al consumar una suerte el torero, se le viene tan répida- mente el toro que tiene que librar la cogida por pies. Equivale a poner en derrota’), y de nuevo nos encontramos con el término mas comtin en el sistema de atropellar (‘derribar o empujar violentamente a alguno para abrirse paso’). Tras estas acciones suceden temporalmente las relacionadas con la cabecada y el cornear, De esta manera surge un sentido jergal en acometida que, por otra parte, debido a ser léxico de la lidia y el toreo relacionado con el toro bravo, no esta sometido al cambio de la moda en los toros entre 1879 y 1940 por referirse a la mas primaria accién de defensa del animal: su clase de embestida. (Si fuese el relacionado con el torero, si que habria sufrido una evolucién: 1a época de Lagartijo y Frascuelo frente a la posterior de Joselito y Belmonte). Incluso atin podemos graduar cronolégicamente esta familia de conceptos préximos. En el siglo xvut, Ja lexfa cerrar con apunta a un empleo militar tan frecuente en la nobleza de entonces, que lo mismo guerreaba, practicaba la monta a caballo, que toreaba a ca- ballo. Este ejemplo, ademas, es una muestra del paso a lo taurino de terminologia guerrera, lo que nos lleva a citar de seguida el paso al espafiol conversacional de frases procedentes de los toro. 4.1.12, Vamos a comentar también, brevemente, el léxico fe- rroviario. ‘Su numerosa terminologia podemos estudiarla mejor encuadrada en unas coordenadas: el eje de ordenadas representaré el léxico de cardcter técnico que reflejaré lingiiisticamente el desarrollo de la historia del tren (se apreciar4 la renovacién técnica y mecdnica de la traccién, por ejemplo: primero el movimiento con el vapor; des- pués la electricidad, el fueloil, etc.). En el eje de abscisas podemos incluir Ia condicién socio-cultural de los distintos elementos huma- nos cuya profesién gira en torno a las vias (asf, los ingenieros y % Véase W. Kolbe, Studie iiber den Hinfluss der ‘corridas de toros’ auf die spanische Umganssprache, Hamburg, 1929. Y mds reciente W. Beinhauer, El es- Pafiol cologuial, Madrid, Gredos, 1968, Adyos KpuRtds ¥ dexpiBle EN LA FUNCION DEL SIGNO LING. 425 peritos que disefian y construyen el distinto material ferroviario; los que intervienen ya en el funcionamiento de las redes, como maqui- nistas, factores, etc.). En torno a las coordenadas, distinguimos en nuestro articulo ® varias clases de léxico, que ahora podemos resumir en tres tipos fun- damentales, citados segin una jerarquia de valores: 1) El tecnicismo, en donde hay préstamos de otras lenguas, cuyos paises tienen (o han tenido) un desarrollo industrial superior al nuestro en esta actividad. (En este nivel estamos situados paralela- mente al de los términos cultos de la Medicina, por ejemplo, aunque Ja motivacién sea muy otra.) En el grupo es posible una distribu. cién en campos seménticos, como prueba de la cohesién conceptual de las lexias que se acoplan formando un conjunto arménico. 2) El espafiol comtin, presente junto a cualquier «microsistema» (lo hallamos en el de los toros, la caza, etc.), bien como elemento fundamental del que se parte (caracteristica del léxico relacionado con la lidia y el toreo, por ejemplo), o al que se Hega por el uso, desde el tecnicismo, cuando se generaliza. 3) Por tiltimo, una abundante familia de palabras (y frases) pro- pias de la afectividad de quienes prestan sus servicios en esta pro- fesién; asi, tren botijo ‘tren diurno estival de marcha lenta’; bailar la maquina ‘patinar’; maquina (de vapor) con mucha pierna ‘que co- rre més’; poner el tomate ‘desplegar el banderin rojo’ (0 colocar el farol de noche por el lado de la detencién: luz roja), etc. La conno- tacién seméntica es bien pintoresca y distinta al tecnicismo de las piezas de un vagén, por ejemplo. Sin embargo, este grupo léxico no esté marginado en los sectores socioculturales més inferiores, gene- ralmente mAs numerosos en la época de la méquina de vapor. Pero su creacién no responde a una necesidad objetiva: una «cosa» creada por la técnica, o una nueva necesidad que se impone precisar. Tras esta clasificacién, debemos volver al propésito que nos gufa: gcémo de la lengua comin se desarrolla una jerga ferroviaria no técnica? Creemos que casi por el mismo camino que el vocabulario taurino. Sélo que entre ambos léxicos hay esta diferencia notable: el tecnicismo de los toros responde en su creacién a un grupo socio- © Véanse los apartados 21,, 22,, 23, 34, 41, 42, 5., 52. y también 6.1. del articulo citado anteriormente en la nota 34. 426 JOS ¢, DE TORRES MARTINEZ {stico que no necesita para su formacién recurrir a palabras ajenas a su medio ambiente: el ganadero; los toreros (analfabetos hasta este siglo, a partir de la mercantilizacién del espectéculo en el siglo xvii); los carniceros; los periodistas (que aparte de aceptar el tecnicismo de los diestros, aportaron Ia creacién de un léxico mo- tivado por Ia afectividad, como el muy humorfstico para designar al caballo del picador sin repetirse al citar la suerte de varas, ante la mortandad de los pobres pencos cuando no Hevaban peto). Sélo en el Iéxico veterinario podemos hallar palabras cultas. Entonces, en el tipo de vocablos y frases populares relacionados con el tren, que constituyen un grado més inferior, menos impor- tante que el tecnicismo ferroviario, debemos comprobar si los semas nuevos obran sobre el lexema del «sistema», y llegan a formar una nueva lexia. El resultado de nuestra cala es que, debido a ser un lé- xico creado mds espontaneamente, sin la necesidad de cubrir huecos especificos dentro de unos campos seménticos desarrollados en torno a una necesidad significativa, no arroja la perfeccién y grado de des- arrollo que acometida, por ejemplo, verdadero niicleo jergal dentro del vocabulario taurino; este ultimo es un tecnicismo, emanado, eso si, del patrimonio de la lengua espafiola. Asi complementamos el andlisis seméntico con niveles sociocul- turales para caracterizar distintos tipos de pequefios sistemas léxi- cos relacionados con la Jengua. 4.1.13. El léxico de Ja caza", Es el més antiguo de los tres, pues como actividad humana esté en el mismo origen de nuestros antepasados. En principio la caza se divide en mayor y menor. El rico conjunto patrimonial de términos se pueden dividir en torno a la pieza y en torno al cazador. En él relacionado con Ia pieza se puede considerar: las partes del animal, costumbres, acciones (todo ello segtin sea ciervo, jabali, ince © conejo, perdiz, pato, etc.). 4 Aparte de nuestros articulos «Léxico de la caza de la perdiz con reclamo en Andijars (en RDTP, 24, 1968, pgs. 33342) y «Léxico de la monterfa en An- diijar» (en RDTP, 29, 1973, pags. 443-472), hemos considerado el Vocabulario es- pafiol de ta caza del'Ministerio de Agricultura, Madrid, 1950, 296 pags. Aéyog Kpumtdg ¥ dexplfilcr EN LA FUNCION DEL SIGNO LING. 427 El relacionado con el cazador da lugar al andlisis linglifstico del método de palabras y cosas: traje, armas, dems adminiculos, cos- tumbres a veces (el novio, por ejemplo), e incluso animales emplea- dos (el perro, la rehala, un mismo animal de la misma especie, como Ia caza de la perdiz con reclamo, etc.). Unido a estos dos protagonistas hay que considerar la forma de cazar (en puesto de monteria, al ojeo, con red, etc.), el lugar geogré- fico (la dehesa y sus partes, con las plantas que hay, las que comen los animales, incluso los accidentes fisicos, pues todo ello va unido al tipo de animales que se dan y su influencia en las costumbres). Como todo léxico de origen antiguo cabe considerar en él etapas histéricas (piénsese la evolucién de las armas: la red, atin un medio vivo para algin tipo de caza; la ballesta, la lanza, el cuchillo, tam- bign hoy presente para rematar reses 0 cortar monte, junto al ho- cino, por ejemplo; después las armas de fuego); las variaciones geo- gréficas ¢ incluso a veces las sociolingiifsticas entre el cazador, pro- cedente de la ciudad, y el guarda, auténtico representante del campo por vivir en él y conocer mejor al animal y su entorno. En este léxico, fijado desde hace mucho tiempo, s6lo caben varia- ciones locales y generacionales para designar conceptos que no sean los fundamentales. Podemos decir que la moda afecta mucho menos que su influjo en el toreo —la parte del Iéxico relacionada con la plaza—. Es, en definitiva, un léxico estable, acatado por quienes son sus usuarios cuando de verdad conocen la profesién, y que sélo a nivel més popular —los guardas y podenqueros— es donde surgen variaciones sensibles segin las regiones. 5.1, «Microsistemas» y Sociolingiifstica. José Pedro Rona ha encauzado nuestro tema en un articulo ya clasico en Sociologia lingiifstica. Plantea en é1® el objeto de la Socio- Tingiifstica en relacién con la representacién ideal del diasistema: 4 «Una visién estructural de la Sociolingtiisticas, Santiago, 7, junio 1972, pé- ginas 2236, También debe verse Claus Hutterer, La geografia lingitistica y ta dialectologia. Cuaderno n° 10 del Instituto Lingilistico latinoamericano. Traduc- cién de J. P. Rona, Concretamente el apartado 5: «El aspecto sociolégico de Ia dialectologia». 428 JOSE C. DE TORRES MARTINEZ BJE DIASTRATICO EIE DIATOPICO La Sociolingiiistica esta en el eje diastrdtico, dentro del cual estan el argot y la jerga como tipos de léxico que viven en torno al patri- monio general de Ia lengua. Todo esto esta en la linea de tradicién histérica del estudio del argot. Recordemos el capitulo IV de Ior- dan, concretamente el apartado «Las hablas jergales y los estudios a ellas dedicados», donde hace hincapié a la aportacién sociolégica de Ia escuela francesa. Por supuesto que, en el cubo anterior, los ejes estén en interdependencia, como ya hemos sefialado en los tres tipos de «microsistemas» considerados. Incluso caben pequefios sistemas aislados en su extensién diastrdtica —el Iunfardo de Buenos Aires— 0 en su diacronfa —Ia germanta antigua espafiola, por ejemplo. En su estudio, Rona sefiala un campo de investigacién que nos interesa: b) Efectos de la sociedad sobre el sistema, subdividido en tres puntos: 1) El efecto de Ja sociedad sobre el signo de Ja lengua puede afectar al signifiant. Es el caso de numerosos tabties y eufemismos. 2) Su efecto sobre el signifié. «Este es el caso de numerosas di- vergencias seménticas debidas a la estructura de la sociedad. Un buen ejemplo es cémo tantos gobiernos se autotitulan ‘democraticos’ y reciprocamente se tildan de ‘no-democréticos’ unos a otros.» 3) «Los fenémenos precedentes est4n relacionados con el valor simbélico del s. 1. Els. 1. tiene, sin embargo, también un valor sinto- © Lingilistica Roménica, pags. 629-663. ‘4 Hemos hallado germania en parasinonimia con argot en J. M. Lope Blanch, «Méx. amurabars, en Anuario de Letras, México, 2, 1962, pégs. 292-4, También en A. Trejo, «Argot como medio de expresién en la prosa mexicana», Anuario de Letras, México, I, 1961, pags. 1739. Aédyog xpumtég ¥ dxpiBle EN IA FUNCIGN DEL SIGNo LING. 429 miatico. Este factor sintomético resulta mas aparente cuando es in- esperado, pero esta siempre presente en el discurso... El valor sin- tomitico es también la base de la norma», Més adelante afiade: «El campo de investigacién més fértil para la sociolingiifstica se en- contraré, por Io tanto, en la investigacién de actitudes (b. 3)» *. Para Rona la «actitud» viene representada por una asociacién se- mejante a la del s. 1, es decir: creencia actitud = ‘hechos 5.1. Explicado Io anterior, podemos relacionarlo con el argot y la jerga. En la jerga el usuario tiene una necesidad de mayor precisién se- méntica respecto al Iéxico del sistema, necesidad nacida del deseo de avanzar en el mejor conocimiento y estudio de la profesién a través, del lenguaje, Ello se traduce en una incorporacién de semas (plano del significado), que puede ocasionar Ia creacién de un nuevo con- cepto (semasiclogia > onomasiologia). La actitud del hablante puede ser el deseo de una mayor comprensién lingiifstica profesional. En el argot hay una tdcita voluntad de entendimiento s6lo entre Jos componentes del grupo al hablar. Normalmente ello leva a una alteracién formal del s. 1, ademés de influir en el significado muy de otra manera a como ocurre en Ia jerga: «Con frecuencia todos estos cambios semAnticos estén basados en una interpretacién ele- mentalisima de las cosas» ®, La actitud que podemos deducir es la de un recelo ante los demas miembros de la sociedad ajenos al grupo. 5 Ibid., pags. 267. % Tbid., pig. 3. 47 Una actitud lingitistica es una entidad mas compleja que un s. 1, pero su estructura es muy similar. Se podrfa describir como una asociacién de un hhecho lingtiistico y una creencia (sentimiento) acerca del lenguaje, esto es, una asociacién entre ios valores simbélicos y sintométicos de una lengua, o parte de una lengua, 0 sélo un s. 1. Esta es la misma clase de asociacién que fue postulada por de Saussure entre el signifiant y el signifiés (pag. 33). El valor sintomético se lama creencia. ® I, Tordan, Ling. Roménica, pag. 642. He aqui algunos ejemplos citado: barroso ‘jaro’, porque estd hecho de barro; capa ‘noche’, por lo oscura y, al revés, noche ‘capa’; megra ‘caldera’, por estar timada, o en unas asociaciones puramente auditivas: alba ‘sébana’, por lo blanca; albanado ‘dormido’, te6rica- 430 JOSE C. DE TORRES MARTINEZ La diferencia crucial de actitudes est4 en que en la jerga hay un deseo de comunicacién lingiiistica basado en un incremento espect- fico de cardcter técnico, cientifico o meramente profesional en el Iéxico respecto al sistema, es decir, es algo positivo en si. Mientras en el argot hay un deseo de comunicacién linglifstica més restringi- do, sin salirse del ecédigo» que sea (espafiol, francés...), al buscar el ccultamiento de determinados conceptos (

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