¿Platos o preparaciones culinarias?

BY UPN · PU

BLISHED 8 JUNIO, 2016 · UPDATED 8 JUNIO, 2016

Cuando hablamos de comidas hablamos de alimentos, cuando hablamos del

lugar donde encontramos alimentos elaborados hablamos de restaurantes,
cuando hablamos de los “agachaditos” hablamos de alimentos al paso, y así
podríamos continuar definiendo cada lugar en el que restauramos nuestras
energías de una manera peculiar y con la idiosincrasia que nos caracteriza.

Hemos notado que al hablar criollamente de platos, lo hacemos para referimos

a las preparaciones que se sirven en los mismos. Lo hacemos porque lo
tenemos instituido y es parte de nuestras prácticas y hábitos que vienen de
generaciones atrás, y también porque nos resulta más sencillo compartir la
denominación con el recipiente en el cual se sirven los manjares elaborados en
las cocinas propias de la gastronomía.

Sin embargo, sin el ánimo de pretender que se convierta en una norma, pero sí
con el de llamar a cada cosa con propiedad, sería mucho mejor referirnos a
nuestras exquisiteces como preparaciones culinarias.

En favor de esta propuesta abona el que seamos una potencia gastronómica

valorada justamente por nuestra amplia gama de preparaciones. Los sabores
inconfundibles de cada una de nuestras regiones merecen con justicia un
nombre más significativo que el genérico “plato”.

No existe norma o ley que diferencie estas palabras y sus significados, e

indistintamente optamos por un vocablo que no expresa en toda su dimensión
lo que se elabora en los fogones.

Los invito a reforzar esta breve reflexión de manera que hagamos y digamos
lo apropiado, ya que la verdadera cultura es aquella que construimos al
expresar correctamente, en este caso, cada uno de los elementos de nuestra
virtuosa cocina, un universo maravilloso que tiene por protagonistas, lo
reafirmamos, a nuestras preparaciones culinarias.

En suma, utilizar una adecuada terminología gastronómica hará que

encontremos sentido a que… una preparación culinaria no es lo mismo que un
plato o platillo.

*Este post es una colaboración de Martín Henderson Fartolino, docente de

la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte.