Estrategias positivas
Para reducir el estrés en tu familia monoparental:
Muestra el amor que sientes. Recuerda elogiar a tu hijo. Bríndale tu apoyo y
amor incondicionales. Reserva parte de tu tiempo para jugar, leer o
simplemente sentarte al lado de tu hijo.
Establece una rutina. La organización, al igual que los horarios regulares de las
comidas y los momentos de descanso, ayuda a que tu hijo sepa qué esperar.
Contrata una persona responsable para el cuidado de tu hijo. Si necesitas que
una persona se encargue de cuidar tu hijo de manera regular, busca una
persona idónea y capaz de brindarle estimulación en un ambiente seguro. No
dependas de un niño mayor para que sea el único niñero. Ten cuidado a la
hora de pedirle a un nuevo amigo o pareja que cuide a tu hijo.
Pon límites. Explícale a tu hijo cuáles son las reglas de la casa y cuáles son las
expectativas que tienes, por ejemplo, que sea respetuoso, y hazlas cumplir.
Trabaja con las otras personas que estén a cargo del cuidado de tu hijo para
mantener una disciplina coherente. Considera la posibilidad de reevaluar
ciertos límites, como el tiempo que tu hijo pasa frente al televisor, cuando
demuestre que puede asumir una mayor responsabilidad.
No te sientas culpable. No te culpes ni malcríes a tu hijo para compensar el
hecho de ser un padre soltero.
Cuídate. Incluye la actividad física dentro de tu rutina diaria, mantén una
alimentación saludable y descansa bien. Organízate para dedicar tiempo a las
actividades que disfrutas, solo o con amigos. Date un "descanso" al organizar
el cuidado de tu hijo con otras personas al menos algunas horas a la semana.
Apóyate en otras personas. Organiza un programa de transporte compartido
con otros padres. Participa en un grupo de apoyo para padres solteros o
solicita servicios sociales. Pide ayuda a tus seres queridos, amigos y vecinos.
Los grupos religiosos pueden ser de gran ayuda también.
Mantén una actitud positiva. Está bien ser honesto con tu hijo si estás
atravesando un momento complicado, pero recuérdale que todo mejora y
siempre hay una solución. Dale a tu hijo un nivel de responsabilidad adecuado
para su edad en lugar de esperar que se comporte como un "pequeño adulto".
Mantén el sentido del humor cuando te enfrentes a los desafíos cotidianos.
Ten en cuenta que algunas investigaciones han demostrado que los
adolescentes en hogares monoparentales tienen un mayor riesgo de depresión
y menor autoestima. Los signos y síntomas de la depresión pueden incluir
aislamiento social; sentirse triste, solo o no amado; desagrado por la propia
apariencia; irritabilidad, y una sensación de desesperación. Si observas estos
signos en tu niño o hijo adolescente, habla con su médico.