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Carl E. Schorske Viena Fin-de-Siécle Politica y Cultura (BBlioteco Daniel Casto Villegas El, GOLEGIO DE MEXICO, 4. G GG Arte Indice Agradecimientos Introduccién I. Politica y psique: Schnitzler y Hofmannsthal Il, La Ringstrasse, sus criticos y el nacimiento del moder- nismo urbano Ill. Politica en un nuevo tono: un trio austriaco IV. Politica y parricidio en La interpretacién de los sueios de Freud V. Gustav Klimt: Ja pintura y 1a crisis del ego liberal VE. La transformacién del jardin VII. Explosién en el jardin: Kokoschka y Schoenberg Notas Indice onoméstico, de instituciones y de conceptos 25 45 134 192 215 293 333 383 IU. Politica en un nuevo ton un trio austriaco «A quienes atin no habfan nacido», escribié Robert Musil en re- lacién con el Fin-de-Siécle austriaco, «les resultard dificil creerlo, pero el hecho es que entonces el tiempo corria a mayor velocidad que un camello de caballeria. [...] Pero en aquella época nadie sabia hacia dénde se movia. Ni nadic sabia distinguir», contintia Musil, «entre Jo que estaba arriba y lo que estaba abajo, entre lo que avanzaba y lo que retrocedia».!® - Las fuerzas sociales que surgieron para desafiar el poder liberal no podian dejar de desconcertar a un observador que las contemplara a través de una pantalla conceptual liberal y con expectativas hist6: cas liberales. En la década de 1860 los Jiberales austriacos, aunque ni utopistas ni creyentes en ta perceptibilidad, tenian nociones bastante claras de «qué estaba arriba y qué abajo [...] qué avanzaba y qué retrocedia». Socialmente, tenia la conviccién de que Ia clase aristocra- tica, que habfa estado «arriba» durante casi toda Ia historia, se estaba liberalizando o sumergiendo en un inofensivo hedonismo ornamental. Los principios y programas que compon(an el credo liberal estaban destinados a suplantar sistematicamente fos de «los feudales», como se denominaba peyorativamente a los aristécratas. La monarquia cons- titucional sustituiria al absolutismo aristocrdtico, el centralismo par- lamentario al federalismo aristocrtico. La ciencia reemplazarfa a la religin. Los de nacionalidad. alemana. desempefiarfan..funciones. de tutores y maestros para educar a los .pueblos..sometidos. y--no -para mantenerlos en condiciones de siervos. ignorantes.como habfan, hecho, los feudales. Asf, la nacionalidad misma funcionarfa como, un, prin- cipio de cohesién popular en un estado multinacional. «Los alemanes de Austria», escribié el Wider liberal J. N. Berger en 1861, «no deben esforzarse por la hegemonjia politica sino por la hegemonfa cultural 134 2 entre los pueblos de Austria.» Aquéllos debfan «llevar la cultura al este, transmitir Ja propaganda del intelecto germano, de Ia ciencia germana, del humanismo germanon.” Por ditimo, el liberalismo que- braria la arbitraria. regla de privilegios en Ja esfera econémica y harfa del mérito —no del privilegio o de la caridad— la base de Ja compen- sacién econémica. En todos estos aspectos de su programa, los liberales austriacos sabfan que combatfan contra lo socialmente superior y lo histérica- mente anterior: se yeian a. si_mismos como conduciores de lo que estaba debajo_y_avanzaba en contra de lo que estaba arriba y retroce- dia. Si bien atin no podia confiarse en el pueblo —puesto que éste no siempre comprendfa—, la expansién de la cultura racional con- tendria algtin dia las condiciones previas para un sistema ampliamente democratico, El poder pépular sélo aumentarfa como ‘una funcién de Ja responsabilidad racional. La sociedad austriaca no_respetd estas. coordenadas liberales de orden y progreso, Durante el dltimo cuarto-del siglo xix, el programa que los liberafes habfan elaborado contra [as clases altas provocé cl estallido de Jos de abajo. Los liberales Jograron liberar las energias politicas de las masas, pero contra sf mismos y no contra sus antiguos enemigos: Cada disparo apuntado al enemigo de arriba provocaba una hostil salva de cafionazos desde abajo. A un nacionalismo germano articulado contra los cosmopolitas aristocraticos, los patriotas eslavos vespondieron clamando por Ja autonomia. Cuando los liberales mo- deraron su germanismo en beneficio del estado multinacional, fueron tildados de traidores al nacionalismo por una petite bourgeoisie ger- mana antiliberal. El laissez-faire econdmico, destinado a liberar a la economia de las trabas del pasado, inspir6 a los revolucionarios manxis- tas del futuro. El catolicismo, desbancado de escuelas y tribunales como doncella de la opresién aristocrdtica, retorné en tanto ideologfa del campesino y del artesano, para quienes liberalismo significaba ca- pitalismo y capitalismo significaba judafsmo. A finales del siglo incluso Jos judfos —a quienes el liberalismo austriaco habia ofrecido emanci- pacién, oportunidades y asimilacién a la modernidad— comenzaron a volver la espalda a sus benefactores, EI fracaso del liberalismo dejé al judfo como victima y Ja respuesta mds perstiasiva a la victimizacién fue la huida a la tierea natal que propuso el sionismo. En tanto otros nacionalistas amenazaron al estado austriaco con Ja ruptuta, los sio- nistas amenazaron con la Secesién. Entonces, Jejos de unir a Jas masas contra Ja antigua.clase ,do- minante de arriba, inconscientemente los. liberales extrajeron “de las 135 profundidades sociales las fuerzas de una desintegracién general. Lo bastante fuerte para disolver el viejd orden politico, el Hiberatismo no pudo dominar las fuerzas sociales liberadas por esa disolucién y que, generaron nuevo empuje centrifugo bajo Ja tolerante pero inflexible égida del liberalismo. El nuevo movimiento de masas.antiliberal —el nacionalismo checo, el pangermanismo, el socialismo cristiano, la de- mocracia social y el sionismo— surgié desde shale para, desali No nos oJ st remontarnos a la compleja historia de la expulsién de los liberales austriacos del poder politico, ni de la pa rélisis del parlamontarismo por el conflicto nacional y social. Nos con sus propios orfgenes liberales, organizaron.y expresaron. las_aspi- raciones, de. los. y Nuestro trfo de lideres de los nuevos movimientos de masas pone en evidencia, a pesar de sus diferentes objetivos politicos, nuevo. estilo comin, heraldo de una oueva cultura politica en Ja que el poder y la responsabilidad se integraban de manera.diferente que-en-la-cultura del liberalismo racional. No. todos los’ nticvos_moyimientos -nacionales ideolégicos—| que: atacaron. el ascendiente liberal desde Jos flancos y. desde abajo representaron desviaciones de la cultura politica liberal. Los partidos nacionalistas rio germanos y los socialdemécratas fueron menos diffci- les de asimilér para los liberales corrientes. Después de haber estado implicados durante medio siglo en una lucha por la autodeterminacién alemana, los liberales alemanes podian comprender, aunque Jo lamen- taran o lo rechazaran, las demandas cada vez més radicales de los checos por Ja igualdad en las instituciones legales y culturales. Los socialdemécratas —formalmente organizados como partidos en 1889— tampoco presentaban muchos enigmas a la mentalidad liberal. Por cierto, de todos los révoliés que aspiraban a reemplazar a sus padres, ninguno acusaba més pronunciadamente que los socialdemédcratas las caracteristicas paternas. Su retérica era racionalista, su laicismo mi- “litante, su fe en la educacién prdcticamente ilimitada. Es cierto que el principal Ider socialdemécrata, Victor Adler, se habia rebelado contra el racionalismo en sus tiempos de estudiante, cuando abrazé el nacionalismo germano y las ideas de Wagner en cuanto a Ia inte- gracién social sobre una base populista.”” Pero al abrazar posterior mente el credo marxista, Adler afirmé una Jealtad fundamental con la herencia racionalista de la ciencia y Ia ley. 136 Los mismos liberales sentfan la afiliacién socialista a su cultura a través de las cuestiones que los dividian. Podian condenar a los so- cialdemécratas por su utopismo, por sus absurdas demandas de un estado benefactor antes de que se hubiesen creado «las condiciones previas més rudimentarias» del esclarecimiento politico. Pero ni el impaciente racionalismo ni el cosmopolitismo con orientacién de clases de los socialistas destruy6 en los liberales su sentido de afinidad con ellos,‘Aunque era posible rechazar la posicién de un socialista, se podia discutir con él en el mismo idioma. Para la mente liberal, el socialdemécrata era irrazonable pero no irracional.. Otros_moyimientos resultantes del fracaso liberal en introducir a Jas masas en el Estado representaron una ruptura mucho més.revo- lucionaria con Ja tradicin, del liberalismo austriaco y provocaron una respuesta més dramética en [a comunidad liberal, Estos movimientos fueron el pangermanismo, el socialismo cristiano y.—en_ respuesta a ambos— el sionismo. Contra la frfa politica racional del liberalismo, los poderosos Ifderes ‘movimientos desarrollaron lo que llegé @ conocerse como el _sostenid jou modo de condu ta politica virtuosos del nuevo tono —Georg von Schinerer enire los pangerma- nistas y Karl Lueger, socialcristiano— llegaron a ser inspiradores y modelos politicos de Adolf Hitler. El otro componente del trio, Theo- dor Herzl, fue el primero. en proponer a las victimas de Hitler la més conmovedora y poderosa respuesta politica ideada ante el reino gentil del terror. Asi, antes aun de que los intelectuales de Viena abrieran el camino de la cultura superior del siglo xx, tres de sus hijos fueron pioneros de su politica posracional. Schénerer,.Lueger. y, Herzl. iniciaron. gus. carreras coma. politicos liberates y.Iuego renegaron. para, organizar. a. las.masas, abandonadas o rechazadas por el mo en_ascenso.. Los tres poseyeron. el. pe- culiar don de responder a las nécesidades sociales: y.espirituales. de. sus seguidores componiendo collages ideolégicos hechgs con, fragmen-~ tos de modernidad, vislumbres de, futuro. y_ restos. resucitados, de..un. pasado semiolvidado. A los ojos liberales, estos mosaicos ideolégicos eran mistificadores y repulsivos, confundian el «arriba» con el «aba- Jo», el «hacia adelante» con el «hacia' atrés». No obstante, cada uno de estos artistas de la politica —Schdnerer, Lueger y-Herzli—.com- prendié una realidad sociopsicolégica que los liberales nto podian ver. * Cada uno de ellos expresé en politica una rebglién contra la razén y fa key, que pronto se extendid. Eh la forma de secesién de Ia tradicién 137 politica liberal y en el modo de desafio que planted a sus valores, este trio de politicos bosquejé un concepto de vida y una forma de accién que, trascendiendo lo puramente politico, formé parte de Ja revolucién cultural mas amplia que anunci6 el” siglo xx. i Georg von Schénerer (1842-1921) organiz6..a. Jos. nacionalistas germanos radicales en 1882 y los condujo a.una politica antisemita extrema. Aunque nunca logré. plasmar. un. partido poderoso, elevé.el antisemitismo a una importante fuerza desintégradora en. la. vida. po- Iitica. attstrfaca. Fue el responsable, quizd mds que cualquier otra fi- gura individual, de la nueva estridencia en la politica austrfaca, del «tono sostenido» de ronco debate y camorra callejera que marcé la ultima década del siglo xix. Curiosa mezcla de gangster, filisteo y aristécrata, Schinerer se yeia a si mismo como el militante caballero redentor del Volk aleman, Disfrutaba con los epitetos impregnados de nobleza: «Caballero Georg» 0, por su finca de la Baja Austria, «Caballero de Rosenau». La can- cién oficial de su partido, Ritter George hoch!, se cantaba al son con que los austriacos honraban tradicionalmente a su héroe militar, el principe Eugenio de Saboya, «el noble caballero» que habia salvado a Austria de los turcos.” Sorprende que pata su programa de subver- sidn macional revolucionaria, Schdnerer apelara a estudiantes demo- ¢rdticos y alas frustradas clase media y artesanal con la roaica ves- timenta de caballero. Su. pretensién atistocratica da una clave de las fuentes psicolégicas de su propia rebelién rencorosa contra Ja. cultura liberal y de las sensibilidades sociales de los estratos que éf organizé. Georg von Schinerer adquirid sutitulo por honesta herencia, pero estaba lejos de ser un aristécrata de sangre. Es el tinico de nuestros tres lideres“que provenia de la nueva clase industrial. Su padre habia recibido el titulo de nobleza de manos de un emperador agradecido pot sus servicios como ingeniero y administrador ferroviario. Asi, Georg era hijo de un self-made man, «un hombre con cualidades». Pasé la vida oscilando entre reivindicar o refutar su legado. Matthias Schénerer: jqué padre, qué hombre arquetfpico de la temprana eda industrial! En 1828, cuando sdélo tenia veintiin afios, construyé el primer ferrocarril de Austria —tirado por caballos— y 138 después varias lineas con locomotoras de vapor." Después de una gira de estudios sobre ingenierfa ferroviaria en Estados Unidos, regresé a Viena en 1838 con la primera locomotora de vapor, la «Philadelphia». De inmediato organizé las primeras f4bricas de locomotoras y de cons- truccién de vagones para eliminar la dependencia austrfaca de equipos fordneos, contratando ingenieros estadounidenses de locomotoras para capacitar a condutores nativos,"” Entre otras gratificaciones, adjudica- ron a Matthias una vivienda en la nueva Estacién del Sur, en Viena; en este modero establo nacid, en 1842, el futuro salvador del nacio- nalismo germano. Schdnerer padre desplegé la misma aptitud para la administracién que para la construccién.** En una industria en la que era indispensable la mAs estrecha colaboracién entre ingenieros y ban- queros, Schénerer desarrollé excelentes relaciones de trabajo con los grandes magnates financiers de la época, Ya fucse gracias a su ta- lento diplomético o a su indispensabilidad en tanto constructor ferro- viario, logré trabajar con dos de los rivales mas encarnizados de las altas finanzas austrfacas: por un lado con la Casa de Rothschild y por el otro con el barén Simon Sina, que en sus aventuras ferroviarias a menudo se asociaba con la casa judia de Arnstein y Eskeles. Cuando la competencia entre estos grandes banqueros privados adquirié la forma més formidable de una lucha entre las nuevas y colosales so- ciedades anénimas por acciones —el Crédit Mobilier de Sina y el Oesterreichische Creditanstalt de los Rothschild ™—, encontramos a Matthias Schénerer en los consejos de las empresas ferroviarias de ambos grupos. En 1934, los Rothschild recurrieron a 6 como experto para decidir si su proyectado Nordbahn debia ser propulsado a caballo 0 a vapor.” Precisamente este ferrocarril se convertirfa, en’ 1884, en + EL empuje, la perspicacia comercial y Ia implacabilidad de Schénerer asomaron a la superficie en esta primera aventura, donde recmplaz6 al jefe de delineantes —su macsiro—, ponigndose del Jado de los directores con mentali- dad econémica contra 61. Véase Oesterreichischer Bisenbahnbeamtenvercin, Geschichte der Eisenbahnen der Oesterreichisch-Ungarischen Monarchie, Viena, ‘Feschen y Leipzig, 1897-1908, vol. I, parte I, pp. 99 2 101. ‘** Un jarrén que su leal personal regalé a Schnerer en 1846, cuando era director del ferrocarril Viena-Gloggnitz, celebraba sus diversos talentos con la variedad iconogréfica caracteristica de la época: Minerva representaba a “In- genieria Civil”; Mercurio se veia elevado de su papel tradicional de embaucador y mensajero de los dioses a representante de Ja “Administracién”; al pantedn se sumaba una locomotora en representacién de la “Direccién Ferroviaria”, en tanto un yunque con Ja leyenda “Construccién de Mquinas” completaba el cuarteto de simbolos, Véase Constantin yon Wurzbach, Oesterreichische National- biographie, Viena, 1856-1891, yol XXXI, p. 149. 139 el foco de la cruzada antisemita nacionalista del hijo de Schénerer. Matthias alcanz6 la cumbre de su carrera comercial como miembro de Ja junta de directores del Ferrocarril Emperatriz Isabel (construido en 1856-1860), Empresa controlada por los Rothschild, su junta di- rectiva estaba muy relacionada con la del Creditanstalt. EI activo ingeniero se conyirtié en un hombre acaudalado, colaborador de ban- queros, liberales, judios, bolsistas y burécratas imperiales: todos los tipos sociales a cuya destruccién dedicarfa su hijo Georg su vida po- Iitica.., después de la muerte del padre. En 1860, con ocasién de la consagracién del Ferrocarril Empe- ratriz Isabel, el agradecido emperador premié a Matthias Schénerer con un titulo de nobleza por sus servicios como constructor ferrovia- tio. A semejanza de otros orgullosos de sus logros en el mundo de la industria y el comercio, Schénerer escogié un escudo acorde con su profesién: una rueda alada con los colores de Ia tecnologfa: plateado y azul. También su ‘divisa, Recta sequi [«Seguir el camino recto»] concordaba con la ética, aunque no siempre con Ja préctica, de su cla- se y de su generacién."* Menos tipica fue la decisién de Matthias de celebrar su éxito social mediante la compra de una propiedad feudal. Adquirié el feudo de Rosenau —en las cercanias de Zwettl—, una fina del siglo xtv con un encantador castillo de los tiempos de Maria Teresa. En Inglaterra, la época habia consagrado el pasaje del mer- cader a la aristocracia rural por via de la casa de campo. En Austria se habian vuelto comunes los tftulos de nobleza por servicios presta- dos, pero su simbolo y acompafiamiento normal era la cultura superior, no una finca campestre. La adquisicién de una finca noble no era de buen gusto: comportaba cierto estigma de presuncién social. Schdnerer padre no se sintié tocado por las mismas ansias. A di- ferencia de otros hombres de su época que habian triunfado por su propio esfuerzo, no parecia preocupado por fomentar en su progenie Ja cultura humanistica integral del estilo social de la haute bourgeoisie austriaca y especialmente de Ja nobleza de servicios en la que ahora habia ingresado. Dos de sus cinco hijos sobre los que se sabe algo fueron intelectuales medianamente cultos segtin los criterios de su clase. Alexandrine von Schdnerer —hermana de Georg— compartia los talentos organizativos de su padre y de su hermano, pero también la dominante pasién vienesa por el teatro. Después de algunas expe- riencias como actriz, Alexandrine voleé su capacidad y su considera- ble patrimonio en la empresa teatral. En 1889 compré el Theater an der Wien, uno de los centros m4s antiguos del teatro popular, (Su director original fue Immanuel Schickaneder, libretista de La flauta 140 médgina de Mozart y primer director de escena del Fidelio de Bectho- ven.) Bajo Ja administracién de Mme. Schénerer se convirtié en el principal teatro de opereta, en el que las obras hedonistas de Johann Strauss y Karl Millécker reemplazaron a las comedias de moralidad social més austera de Johann Nestroy y Ludwig Anzengruber. En tanto miembro de la cosmopolita comunidad austriaca, de la que par- ticipaban muchos judios, Alexandrine rechazé explicitamente la po- litica antisemita de su hermano, En su condicién de entusiasta del teatro-como-entretenimiento y por su espfritu empresarial, permanecié: Jeal a la cultura media del liberalismo vienés."* Georg parece haber sufrido més profundamente que su hermana dades que acosan a la descendencia de un pujante par- yenu. En la educacién que brindé Matthias Schénerer a su hijo volve- mos a sospechar de cierta excentricidad en este hombre, en todo otro sentido un empresario comtin y corriente al servicio de la realeza. No envié a su hijo al Gymnasium —lo habitual para su clase—, sino a Ja Oberrealschule, de orientacién tecnolégica. El hecho de que Georg cambiara varias yeces de escuela sugiere algin tipo de problemas de adaptacién.* En 1859, Georg ingresé en la Escuela de Comercio de Dresden. En los afios siguientes, cuando su padre adquirié el titulo nobiliario y compré una finca, Georg cambié de rumbo. Abandoné la escuela comercial en 1861 y completd su educacién en dos academias agricolas. Con el espiritu aunque no bajo la presién de su padre, Georg se preparé asi para heredar las tierras y el titulo recientemente adqui- ridos... y para volver rentable la vida de terrateniente: la pretensién aristocrética y el realismo econémico armonizarfan en el segundo Ritter von Rosenau, ya que no en el primero, . Era apropiado, en consecuencia, que Georg coronara su educa- cién prestando servicios como administrador de las tierras de uno de Jos més grandes empresarios aristécratas austrfacos, Johann Adolf, principe Schwarzenberg. El principe Schwarzenberg fue a la moderni- zacién econdémica de la aristocracia terrateniente lo que su talentoso hermano Felix —el mentor de José— habia sido a su aggiornamento politico en 1848-1852." Educado en Inglaterra segiin las dltimas téc- nicas de la agricultura capitalista, la elaboracién de alimentos y la extraccién. de minerales, Johann Adolf transformé sus antiguas fincas en un imperio agrario sumamente lucrativo. Lo llamaban «principe entre agricultores y agricultor entre los principes». Como lider politico de la Dieta bohemia fue un pilar del extremo conservadurismo aris- tocratico, pero como empresatio operd en el mismo cfrculo burgués de finanzas ¢ industria en el que también se movia Matthias Schéne- 141 rer. El principe Schwarzenberg fue miembro del comité fundador y primer presidente de la junta directiva [Verwaltungsrat] del Oestex- reichische Creditanstalt, que estaba muy estrechamente ligada a la junta admivistrativa del Ferrocarril Emperatriz Isabel." Matthias Schénerer debia de tener facil acceso al principe a través de sus re- laciones financieras comunes, Aunque no existen pruebas concretas, cabe suponer que el padre aprovechd sus relaciones para conseguir tan yalioso ingreso de su hijo en la aristocracia tecnocrética, En oual- quier caso, el futuro Caballero de Rosenau no podria haber encontrado un aprendizaje més prometedor que el que le fue dado hallar en Las tierras del principe Schwarzenberg. £n tanto la mayoria de los hijos de la exitosa clase media aus- triaca abrazaban una profesién urbana,.el cometido de Georg Schénerer consistié en convertirse en una modesta.réplica del princi- pe Schwarzenberg, llevando. la ciencia.y_el espiritu empresarjal_a_la i como un modémno sefior del feudo. Ignoramos si su carrera 15 en los deseos del padre o en las ambiciones del hijo.” Lo cierto es que, Georg se esforz6 con conviccién tenaz aunque carente de gracia por desempefiar el papel de grand seigneur. Pero dentro del marco de la honesta y «noble» forma de ser de Rosnau, se prepar6 paso a paso’ para rebelatse. practicamente contra todo lo que su padze habia construido en Ja vida: Jealtad a los Habsburgo, capi- talisme, tolerancia interracial y especulacién financicra. Como frus- trado’ pseudoatistécrata, Georg se preparé casi inconscientemente para dirigir a los estratos sociales que bullian a fuego lento bajo el dominio de la burguesia industrial de la que é1 mismo habia surgido. A su debido tiempo se encontrarfan las masas rebeldes y el hijo sublevado, El proceso de transformacién del Caballero de Rosenau en de- magogo nacionalista avanz6 lentamente y sélo concluyé después de la muerte de su padre, acaecida en 1881. Gracias a su fortuna, su energia y su conocimiento prictico de las necesidades rurales, en principio Schdnerer establecid: en su comarca una base firme para una carrera politica. Formé y financié asociaciones para la mejora de la agricultu- ra, equivalentes a las sociedades norteamericanas para el fomento agra- rio, y cuerpos de bomberos voluntarios. Para el trabajo en su propio distrito electoral escogié el simbolo ideoldégico del Volkskaiser, José I, cuyo programa consistié en Ievar los frutos de Ja ciencia a la tierra y, en cfear un campesiriado fuerte. En diversas aldeas de su circunscrip- cién, Schénerer descubrié placas en las que se vefa al emperador José con la mane sobre el arado."” En este caso el culto liberal por la cien- cia y el bienestar pblico se mezclaron con Ja lealtad a los Habsburgo: 142 evidentemente Schénerer atin estaba dentro de los marcos de la tradi- cién liberal josefista. Schénerer inicié su carrera parlamentaria sobre esta segura base teal. Elegido miembro del Reichsrat en 1873, se, uni6. al. Fortschritt-. sklub,* el ala demoerdtica de izquierdas del campo liberal. Pronto gané fama como defensor de los intereses del agricultor y en breve entrd en conflicto, con las, fuerzas liberales dominantes. Hubo dos cuestiones que provocaron la insatisfaécién de Schénerer con sus correligionatios: Ja indiferencia de éstos ante los problemas sociales y su inadecuado vigor. al combatir el nacionalismo eslavo. Bn éste tiltimo frente alcanz6 Schénerer su primer gran éxito en hacer flaquear al liberalismo aus- trfaco. Los liberales germanos se estaban dividiendo entonces por la cuestién de la nacionalidad. Hacer concesiones a los checos significa. ba debilitar cl dominio de Ia clase media alemana sobre Bohemia y Moravia, quitando asi fuerzas al liberalismo. Por otro lado, al llevar a los pueblos eslavos a una reaccién més profunda, Ja falta de con- cesiones podfa amenazar al Imperio propiamente dicho. De cualquier Tiberales carecfan de un principio que enlazara sus leal- tades..nacionales, cosmopolitas”y s6cialés. Su mejor defensa parecia ser el mantenimiento.del sistema de sufragio limitado, que mantenfa a Jas masas nacionalistas radicales alejadas de las urnas.“! Si bien sus valores nacionales sufrieron alguna pérdida, atin’ podfa mantenerse la integridad del imperio multinacional con ef ascendiente liberal en lo Jegal y en lo social sélo levemente debilitado. . Después que los liberales divididos cayeron del poder en 1879, Schénerer y un importante grupo de, j6venes intelectuales universitarios que lo habfan adoptado como representante parlamentario, se rebela- von abiertamente contra la linea de su partido, Antepusieron los prin- cipios de la democracia y el nacionalismo alemén a la estabilidad imperial y de la oligarquia de clase media,”* En el asi {lamado progra- ma de Linz (1882), este grupo formuld una plataforma que combinaba la democracia radical, la reforma social y el nacionalismo a semejanza * El Kiub ora Ja unidad basica de la organizacién del partido dentro del Parlamento, Un partido era una estructura abierta generalmente formada por varios de estos grupos. . “= Entre ellos se encontraban Victor Adler y Engelbert Pernerstorfer, més tarde Iideres de la socialdemocracia; Robert Pattai, después lider social cristiano, y el historiador liberal Heinrich Friedjung. El grupo se origin6 prin- cipalmente en una organizacién estudiantil universitaria, la Leseverein der deutschen Studenten Wiens (1871-1878), Véase William J. McGrath, “Student Radicalism in Vienna”, en Journal of Contemporary History, vol. IL, n° 2, 1967, pp. 183 a 195. r 143 del fenémeno contempordneo del populismo en Estados Unidos. En su apoyo de las industrias nacionales y el «trabajo equitativoy, certi- ficado de estudios obligatorio para los artesanos y prohibicién de Ja venta ambulante de puerta en puerta, el programa tomaba en consi- deraci6n. las. quejas.de. las. asociaciones. artesanales viencnesas. de.o1 tacién. antisemita. Estas eran sobrevivientes de una cra econémica anterior ahora apremiada por el advenimiento de Ja fabrica, la tienda al por menor y el buhonero, judio. que. vendia. productos. de, fabrica.a dos antiguos.clientes. del artesano fijo..No obstante, ef programa no era de intenciones directamente. antisemitas, El programa de Linz contenfa insinuaciones de una «gtan Alema- nia» en sus demandas dé una unién aduanera y de tratados mas firmes con el Imperio Aleniin.!? Sin embargo, no incorpord un objetivo que Schénerer habia expresado en el Reichsrat en un momento de célera: «iSi ya perteneciéramos al Imperio Alemén!». Los compa cionali de \Snerer no habfan alcanzado, en 1882, el desear Ia disolucién total del imperio de los Habsburgo y la mayoria de ellos nunca Jo alcanzaria. Pero coincidian con él en vincular dos de las grandes demandas ‘al estado austrfaco, que los liberales. habfan desunido pero no podian refrenar-ni satisfacer; las reivindicaciones del ascendiente nacional y de la justicia social,» Schinerer expresé su sintesis de disolventes en un manifiesto redactado para su asociacién nacionalista, la Verein der deutschen Volkspartei, en 1881: «Queremos dar viva expresion al sentimiento de solidaridad de la nacién alemana en Austria no s6lo disputando con el eslavismo, sino también en una lucha contra la explotacién de las més nobles fuerzas del pueblo [probablemente campesinos y artesa- nos] para ventaja de unos pocos».' Esa sintesis podia abarcar un frente bastante amplio de nacionalistas liberales austroalemanes preo- cupados por la reforma social. Pero no fue posible estabilizar esc frente, El propio Schénerer presioné para extender ambos términos de su sintesis hasta el punto de volverlos totalmente incompatibles con el liberalismo austriaco. En el aspecto nacional, interpretaba que «el sentimiento de solidaridad» no sdlo abarcaba a «los alemanes en Austria» sino a los alemanes de todas partes. En este punto Schéne- rer desarrollé el ideal grossdeutsch de 1848, cuando los revolucionarios democriticos alemanes intentaron suplantar el sistema de estados mo- nérquicos no nacionales por una reptiblica unitaria pangermana. Du- rante la guerra francoprusiana y con la fundacién del Imperio Ale- mé4n en 1871, los estudiantes universitarios de Viena y otros sitios habfan hecho una campafia en favor de la ampliacién de la unificacién 144 al pais de Jos Habsburgo, En 1878, Schénerer fue elegido miembro honorario de la Leseverein estudiantil, al mismo tiempo que el anciano capellén de la Legién Académica de la Revolucién de 1848. Esta coin- cidencia pone de relieve lo diffcil que resultaba distinguir «avanzar» de «retroceder> y con cudnta facilidad el viejo nacionalismo democré- tico podia reencararse en nuevas formas radicales de derechas, Por “su parte, Schénerer no apuntaba a una reptiblica germana unitaria, como los demédcratas de 1848, sino al desmembramiento de la mo- nargufa .«proeslava» de los Habsburgo con el propésito de- que su porcién occidental pudiese unirse a la monarquia bismarckiana, No muchos progresistas de izquierdas podfan seguir a Schdnerer en esta direccién conservadora-revolucionaria, pero su evolucién de lealtad na- cional antiaustriaca encontré resonante eco en los circulos estudianti- » Jes. Las, universidades, otrora centros del austroliberalismo triunfante, a finales de los setenta y en los ochenta se convirtieron en escenario de bronca agitacién nacionalista, a medida aue se extendié la influen- cia del Schénerianer1* La segunda prolongacién que hizo Schinerer de su programa nacional-social incursioné en el antisemitismo, Hizo su primera de- claracién programética contra los judfos en una plataforma electoral, en el afio 1879, En este caso Schénerer vinculd, como era caracteristico en él, a la aristocracia y al pueblo: «los intereses de la propiedad agra- tia.y de las manos productivas» contra «los hasta ahora privilegiados intereses del capital mévil y el [...] poder judio del dinero y la pa- labra {por ejemplo, Ia prensa] ». Como si condenara a su anciano pa- * dre y por elevacién a las fuentes de su considerable fortuna, exigid eyes «contra los peligros morales y econémicos emanados de la inade- cuada responsabilidad de fundadores de empresas y de juntas direc- tivas de corporaciones»."’ Pronto se abrieron més amplias oportunida- des politicas para Schénerer en tanto radical antisemita, oportunidades que coincidieron con la préxima muerte de su padre en 1881 y que liberaron su agresividad inhibida contra todo lo que Matthias Schénerer representaba. Convergieron la base social para el liderato antiliberal de Georg y las condiciones psicoldgicas para afirmarlo. Asi como en el pangermanismo se le habian adclantado Jas aso- ciaciones estudiantiles nacionalistas, en el antisemitismo social se le anticip6 el. movimiento artesanal. En 1880 seounds en Viena ia primera Sociedad para la Defensa del Trabajador Manual, de orientacién anti- semita. En 1882, ésta fue absorbida por el Sindicato Reformista Aus- triaco, en cuya reunion inaugural Schdneret fue el principal orador, declaréndole Ia guerra al «violento vampiro [...] que golpea [...] la 145 casa de ventanas estrechas del agricultor y del artesano aleman»: el judio.” EI cnueyo tono» rencoroso de st retérica era tanto un Ma- mamiento a los artesanos frustrados como ia los estudiantes partidarios de’ Wagner. Schénerer alcanzé su mayor notoriedad como parlamentario en los afios 1884-1885, cuando encabez6 Ia lucha por Ja nacionalizacién del Nordbahn, el ferrocarril que afios atrés su padre habia aconsejado construir a los Rothschild. La concesién de esta lucrativa linea debfa renovarse en el momento mismo en que Ja rebelién contra el liberalis- mo se hacfa sentir en diversos estratos de la sociedad. Orientando, lucha popula contra los banqueros y bolsistas por canales antisemi- ias, Schdnerer confirié a la cuestiéa la explosiva energia de su tardfa rebelién edipica, No sélo acus6 a liberales y ministros, sino indirecta- mente a la corte misma de «inclinarse ante el poder de los Rothschild Y sus camaradas», y amenaz6 a todos con «colosales vueleos contun- dentes> en manos del pueblo si mo se quebrantaba este poder."* El retorno de lo reprimido on la sociedad capitalista tuyo su analogia ea, el retorno de Jo reprimido en Ja psique de Schdnerer. Los liberales, ante este estallido de crudo rencor, se encontraron entre la espada y la pared, ‘EI otro blanco de la campafia antisemita de Schénerer, tuvo.ins- pirac recta en fos artesanos radicalizados de Viena, con quienes habia Hegado a idéntificarse. El buhonéro judio era el equivalente de clase baja del propietario judio de grandes almacenes: ambos amena- zaban_al, tendeto tradicional, s atraian tanto | idad como. la olientela.del, pequefio consumidor. Por tiltimo, Schénerer-centrd.su campafia. contra, los judios,en..un intento, por. restringir. su inmigracién. desde Rusia en la época de Ios pogroms. Asf como su padre habia buscado ingenieros norieamericanos como modelos técnicos del disefio ferroviario, Georg bused en Estados Unidos un modelo legislativo para Ja disctiminacién racial: el Decreto de Exclusién de los Chinos, del afio 1882. En,algunos.,sentidos,, el antisemitism de Schénerer .es mucho més. importante, que su_nacionalis mo tal para la consideracién de, su_influencia desintegradora en Ia sociedad liberal. Los, judfos, como observé acertadamente Hannah.Arendt, eran en, Austria el «pueblo estado» por, excelencia.” No_.constituian una nacionalidad, ni siquiera una de las ast Ilamadas nacionalidades no histéricas, como los eslovacos © los ucranianos. Su existencia, cfvica: y.econémica no dependia. de su, participacién en una comunidad nacional —como la. alemana o'la checa— sino, pot él contratio, en no adquirir esa condi- 146 cién. Aunque se asimilaran totalmente a la cultura de una nacionali- dad dada, no podian perder su condicién de «conversos» a esa nacio- nalidad. Ni la lealtad al emperador ni Ja lealtad ‘al libetalismo como sistema politico planteaban semejantes di fades... El. emperador,y el sistema liberal les concedian condicién legal sin exigirles nacionali- dad; se convirtieron en el pueblo supranacional dei estado multinacio- nal, el pueblo que, en efecto, pasé a ocupar él lugar” de la ‘anterior aristocracia. Sus fortunas aumentaban y se derrumbaban con las del estado liberal cosmopolita. Lo que es mas importante adn para nues- tro interés, la fortuna del credo liberal se mezclé al destino de los dudios. Asi, en la medida en que los nacionalistas trataron de debilitar ef poder central de la monarqufa en su interés, los judios fueron ataca- dos en nombre de todas las naciones. Schdnerer. fue el antisemita mas fuerte _y mas. prc coherente que produjo Austria. Era igual y correspondientemente. el, gnemigo més acérrimo de todos los principios de integracién, median- te los cuales podia mantenerse unido el imperio multinacional: del Hberalismo, del socialismo, del catolicismo y de la autoridad imperial. En tanto nacionalista hecho y derecho, ‘no podia estar coniento con el estado imperial. Ante sus ojos el emperador representaba —correc- tamente— una componenda entre los pueblos en que se dividia na- cionalmente su reino y las ideologias en que su reino se dividia socials mente. Si el cmperador era supranacional,!los judfos eran subnacio- aales, el pucblo omnipresente del imperio, a cuyos representantes Podia, encontrarse en toda agrupacién nacional y doctrinaria, En nin- guno de.los grupos’en los que participaron, intentaron los judios des- membrar el imperio. Por tal raz6n se convirtieron en victimas de toda fuerza centrifuga en tanto y sdlo en tanto dicha fuerza apuntara a derroéar al imperio. Schénerer fue el primer cabecilla de [a fuerza centeffuga d outrance que surgid en Ja era del dominio liberal. Jamas nadie abrazé tan a fondo toda potencialidad desintegradora de la sociedad: clase, ideolo-- gia, nacionalidad. y religiéa, El nacionalismo. fue el centro positivo del credo de Schiinerer, pero dado que el nacionalismo podia satis facerse sin ia desintegracién social, necesité de un elemento negativo Para dar coherencia a su sistéma. Ese elemento fue el antisemitismo, que le permitié ser simulténeamente antisocialista, anticapitalista, anti- catélico, antiliberal y anti-Habsburgo. Schénerer no logré crear un gran movimiento de masas como hicieron Lucger y Hitler. Su principal impacto duradero correspondié al campo de] proceder politico, en palabras y en accién, donde su estilo 147 era tan agresiyo como su ideologia, pero més contagioso., Schénerer y sus correligionarios introyectaron el «tono agudo», con su ronco diapasén de disturbios ¢ invectivas, en el Reichsrat, centro de la legali- dad y la dignidad liberal. Ese augusto cuerpo tuvo que acostumbrarse a sus diatribas contra los judios de las finanzas, los judios del Ferro- earril del Norte, los buhoneros judfos, los judios de la prensa, los estafadores judfos y asi sucesivamente. Schénerer asestaba estos ata- ques en nombre del «noble» pueblo alemén en presencia de judios y gentiles. A muchos les cosié acostumbrarse. En junio de 1886, el Dr, Ernst von Plener —lider del Partido Liberal, digno abogado y caballero angléfilo— intenté fijar un plazo a la agitacién antisemita en el Reichsrat. Expres6 su pesar porque el presidente (del cuerpo), «que en todo otro sentido [...] tanto se ha interesado por Ja dignidad de la cémarax hubiese permitido que semejantes vituperios la dividieran. Aludié a la posibilidad de un empleo mas severo del ejercicio de la presidencia. Plener también pro- puso que los antisemitas presentaran en forma de propuestas Jegisla- tivas sus tan cacareadas exhortaciones para poner coto a los judios. «Entonces», concluyé Plener, «veremos qué intentan realmente estos caballeros y Iuego la [...] cémara tendré la oportunidad de expresar su opinién con respecto a Ja agitacién que es uno de Los sintomas més jamentables de nuestros tiempos». Schinerer respondié al desaffo con una ardiente combinacién de accién parlamentaria y amenaza de la fuerza. Prometié presentar una serie de proyectos para refrenar a los judios. La amenaza caia en- tre la promesa y su cumplimiento. Si el presidente de la cémara acep- taba la sugerencia de Plener en el sentido de coartar Ja libertad de discusién sobre la cuestién judfa, «la cuestin no puede acercarse a una solucién a través de propuestas hechas y palabras pronunciadas en el Parlamento, en cuyo caso tendrén que hablar los pufios fuera del Parlamento». Mientras los parlamentarios liberales condenaban «“el as{ Hamado movimiento antisemita como indigno de un pueblo civilizado”», el Caballero de Rosenau exigia el «renacimiento moral de la madre patria» mediante la elabdracién de . Ya cuando estudiaba en el Gymnasium, Herzl habia teconocido Jos peligros que acechan al autor de feuilletons, Pero estos peligros —narcicismo, un exceso de subjetividad— formaban parte de su pro- pia naturaleza © hicieron de él un maestro del género. Después de casi una década de experiencias como periodista independiente, sus logros Je proporcionaron una via de escape. En 1891 eligieron a Herzl para cubrir uno de los puestos més codiciados en el periodismo austria- co, el de corresponsal de la Neue Freie Presse en Paris. Aunque las obligaciones inherentes a este cargo le dejaban bastante libertad para el cultivo del espfritu, también imponian una dura y fria informacion sobre la escena politica y social. Paris devolvié a Herzl al mundo de la realidad social del que desde sus tiempos de universitario habia escapado orienténdose hacia el periodismo estético. «En Paris», dijo Herzl, «me mezclé —al menos como observador— en Ia politica.» * Véase p. 31. 169

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