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AVES MARINAS

Chapter · December 2002

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2 authors:

Gustavo Jiménez-Uzcátegui David Wiedenfeld


Charles Darwin Foundation American Bird Conservancy
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ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

CAPÍTULO 19

AVES MARINAS

Gustavo Jiménez Uzcátegui & David A Wiedenfeld

Estación Científica Charles Darwin, Santa Cruz, Galápagos, Ecuador

1 INTRODUCCIÓN

Se conoce que existen aproximadamente 88 especies de aves marinas y costeras que ocurren o han
ocurrido en las Islas Galápagos. A pesar de que las aves costeras técnicamente no son ‘aves marinas’,
éstas serán incluidas en este capítulo. Todas las aves costeras conocidas en las Islas Galápagos se
encuentran en la costa oceánica, y por ende están asociadas con la Reserva Marina de Galápagos
(RMG); algunas, sin embargo, también ocurren en lagunas salobres y pozas de agua dulce tierra
adentro. Aún así, serán incluidas en este capítulo. Las 88 especies pueden ser divididas en tres grupos:
reproductoras (21 especies), migratorias (23) y ocasionales o errantes (44). De las especies que
ocurren en el Archipiélago, el mayor interés en cuanto a su conservación debería enfocarse en las 44
especies reproductoras y migratorias. Las 44 especies errantes no ocurren en las Islas Galápagos con la
suficiente frecuencia como para merecer o permitir un despliegue de esfuerzos específicos de
conservación o manejo dedicados a ellos. Cinco especies de aves marinas merecen especial atención
ya que constan como ‘en peligro crítico’, ‘en peligro’ o ‘vulnerable’ en el Libro Rojo de las Aves
Ecuatorianas (Granizo et al. 2002). Estas cinco especies son: el pingüino de Galápagos, el albatros de
Galápagos, el petrel de Galápagos (pata pegada), el cormorán no volador y la gaviota de lava. Cada
una de estas cinco especies será objeto de una detallada discusión más adelante.

Existe poca información sobre la distribución de las aves marinas cuando están en el mar alejadas de
tierra. La información de las aves costeras en el Archipiélago por lo general tampoco incluye su
distribución real, pero sí menciona si la especie usualmente se encuentra en playas o costas rocosas.
Sin embargo, para la mayoría de las especies reproductoras, el área costera es crítica, ya que la
mayoría de las aves marinas anidan dentro de los primeros 100 metros de la costa. Por esta razón, las
áreas costeras son esenciales para la supervivencia de las especies reproductoras e importantes para su
manejo apropiado.

1.1 Especies registradas

Las 21 especies que se reproducen en las Islas Galápagos pueden ser subdivididas en endémicas (ya
sea especies o subespecies) y nativas. Las aves endémicas son aquellas exclusivas de determinada
región, las endémicas en Galápagos son únicas en el mundo. Nativas son aquellas especies que se
reproducen en el Archipiélago, pero que existen y se reproducen en otras partes del mundo. En la
actualidad no existen aves marinas o costeras introducidas a las Islas Galápagos. Las migratorias
(Apéndice 1) son especies que no se reproducen en el Archipiélago, pero que se registran cada año por
lo menos en números bajos. La mayoría de las migratorias se registran durante el invierno boreal, de
octubre a abril. Cabe destacar que las migratorias suelen ser aves costeras y no aves marinas
verdaderas. Las aves errantes (Apéndice 2) son especies que no se registran anualmente. Muchas de
estas especies han sido registradas sólo una o dos veces desde el año 1890 en las Islas Galápagos.

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19 AVES MARINAS

Tabla 1. Especies de aves marinas y costeras que se reproducen en el Archipiélago de Galápagos. esp
= especie, subesp. = subespecie.

Nombre común Nombre común (inglés) Nombre científico Estatus


(español)
Pingüino de Galapagos penguin Spheniscus mendiculus esp. endémica
Galápagos
Albatros de Galápagos Waved albatross Phoebastria irrorata esp. endémica
Pata Pegada Galapagos petrel Pterodroma phaeopygia esp. endémica
Pufino Audubon's shearwater Puffinus lherminieri subesp. endémica,
P. l. subalaris
Golondrina de mar de White-vented storm-petrel Oceanites gracilis subesp. endémica,
Elliot O. g. galapagoensis
Golondrina de mar de Band-rumped storm-petrel Oceanodroma castro
Madeira
Golondrina de mar de Wedge-rumped storm- Oceanodroma tethys subesp. endémica,
Galápagos petrel O. t. tethys
Pájaro tropical Red-billed tropicbird Phaethon aethereus
Piquero enmascarado Nazca booby Sula granti antes considerada subesp.
de
S. dactylatra.
Piquero de patas Blue-footed booby Sula nebouxii subesp. endémica,
azules S. n. excisa
Piquero de patas rojas Red-footed booby Sula sula subesp. endémica,
S. s. websteri
Pelicano café Brown pelican Pelecanus occidentalis Subesp. endémica,
P. o. urinator
Cormorán no volador Flightless cormorant Phalacrocorax harrisi esp. endémica, antes en el
de Galápagos género Nannopterum
Fragata real Magnificent frigatebird Fregata magnificens subesp. endémica,
F. m. magnificens
Fragata común Great frigatebird Fregata minor
Ostrero American oystercatcher Haematopus palliatus subesp. endémica,
H. p. galapagensis
Tero real Black-necked stilt Himantopus mexicanus
Gaviota de lava Lava gull Larus fuliginosus subesp. endémica
Gaviotin negro Sooty Tern Sterna fuscata
Gaviota de cola Swallow-tailed gull Creagrus furcatus esp. endémica
bifurcada
Gaviotín cabeza Brown noddy Anous stolidus subesp. endémica,
blanca A. s. galapagoensis

1.2 Estudios generales de aves marinas

En Galápagos existen tres órdenes de aves marinas: Sphenisciformes, Procellariiformes y


Pelecaniformes. En los últimos 20 años se han realizado algunos estudios generales de aves marinas;
al compartir éstas un entorno silvestre, pueden resultar afectadas por cualquier variación en el medio
ambiente, ya sea natural, como el evento de El Niño (Anderson 1987b) o por intervención humana
(pesca de altura, contaminación). Por ello es importante conocer su interrelación y estado actual
(gracias a los censos que se han realizado, Harris 1984, Hayes & Baker 1989, Cruz 2001, Lougheed en
prep.), y la adaptación de las aves marinas (Snow & Nelson 1984) para que en el presente y en un
futuro sean un recurso turístico bien manejado (Llorente & Rivera 1996).

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ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

1.3 Aves marinas amenazadas

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Libro Rojo de las
Aves del Ecuador (Granizo et al. 2002), las aves marinas de Galápagos que se encuentran en esta lista
son: el petrel de Galápagos o pata pegada Pterodroma phaeopygia que se halla en estado de peligro
crítico; el pingüino de Galápagos Spheniscus mendiculus, el albatros de Galápagos Phoebastria
irrorata y el cormorán no volador Phalacrocorax harrisi que están en estado de peligro; y la gaviota
de lava Larus fuliginosus que está en estado vulnerable.

El pingüino de Galápagos es un ave endémica (Castro & Phillips 1996) cuya distribución comprende
las costas de Fernandina e Isabela (en el lado oeste, desde el norte de cabo Berkeley hasta caleta
Iguana) y la costa norte de Floreana. Las aves inmaduras algunas veces se encuentran al este de
Isabela, Santiago, Bartolomé, Rábida, norte de Santa Cruz (Harris 1982) y en Sombrero Chino, pero
no hay evidencia de anidación. El pingüino de Galápagos se alimenta en aguas costeras (aunque se
puede alejar como 10 km) y anida en grietas o cuevas de lava (Granizo 2002b). Los estudios de las
poblaciones de pingüinos comenzaron en la década de 1970 (Boersma 1977, 1978). La especie ha sido
objeto de un interés continuo, con trabajos de investigación en las décadas de los ochenta y noventa
(Boersma 1998) hasta el presente.

El cormorán no volador es un ave endémica que mide 95 cm de largo y tiene atrofiadas las alas por lo
que está impedido de volar, pero ha desarrollado el arte de ser un excelente nadador. Abren las alas
para secarlas. El adulto es café y ligeramente claro en la zona ventral, con ojos color turquesa y un
cuello largo. El macho es más grande que la hembra y tiene la parte baja más obscura. Los inmaduros
son negros con ojos de color café. Cuando nadan la cabeza y el cuello son visibles. Esta ave pone 3
huevos en su nido construido sobre las rocas; la incubación dura 35 días y anidan de 5 a 9 meses. Su
alimentación está basada en anguilas, pulpos y peces. Las colonias se encuentran principalmente en las
costas de Fernandina y el oeste Isabela (Harris 1974a, Castro & Phillips 1996). Al cormorán no
volador de Galápagos lo han estudiado por varios años diferentes científicos para conocer sobre su
dinámica poblacional (Harris 1979, Tindle & Harris 1984, Valle 1995), distribución, biología y
ecología (Trillmich et al. 1983).

El objetivo de este capítulo es presentar información sobre el estado actual de las cinco especies de
aves marinas que aparecen en el Libro Rojo de las Aves del Ecuador. Presentamos los resultados de
nuestra investigación sobre las poblaciones de pingüinos de Galápagos y cormoranes no voladores
llevadas a cabo en el 2002, y resúmenes del estado del petrel de Galápagos, el albatros de Galápagos y
la gaviota de lava. Adicionalmente, se proveen recopilaciones cortas del estado de otras aves marinas
que no se mencionan en el Libro Rojo de las Aves del Ecuador.

2 MATERIALES Y MÉTODOS

2.1 Objetivos, fechas y áreas del censo 2002

Se presenta la metodología para el más reciente censo de pingüinos y cormoranes, llevado a cabo entre
el 4 y 12 de septiembre de 2002. Las áreas censadas incluyeron las islas Floreana, Isabela, Fernandina,
Santiago, Bartolomé, Sombrero Chino y Rábida (Tabla 2). El censo fue llevado a cabo por David A.
Wiedenfeld (ECCD), Hernán Vargas (ECCD), Héctor Serrano (SPNG), Alex F. Waier (SeaWorld,
Orlando, Florida, USA), Diógenes Aguirre (ECCD), Franklin Gil (panguero, SPNG).

Los objetivos fueron: (i) censar las poblaciones de pingüinos de Galápagos y de cormoranes no
voladores, (ii) conocer en detalle la distribución de ambas especies, y (iii) obtener información
adicional sobre la distribución de otras especies de vertebrados, presentes en las mismas áreas.

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Tabla 2. Itinerario diario del censo de pingüinos y cormoranes realizado en septiembre de 2002,
detallando las islas y áreas investigadas.

Fecha Isla Áreas censadas


09/2002
4 Floreana Punta Cormorant - Black Beach - La Lobería (Área 10.1)
5 Isabela Punta Essex - Punta Moreno (Área 8 y comienzo del área 7.1)
6 Isabela Islotes Marielas (Área 7.2)
6 Isabela Norte de Punta Moreno hasta la orilla frente a los islotes
Marielas (Área 7.1)
7 Isabela Desde la orilla frente a los islotes Marielas hasta el norte de
Bahía Elizabeth (Área 7.3), e inicio del área 7.4 - Caleta Black
(comienzo del área 6)
Colonia de cormoranes Los Cañones: revisadas etiquetas PIT
8 Fernandina Punta Espinosa - Cabo Douglas (Área 1)
Colonias de cormoranes Escondida y Cabo Douglas: revisadas
etiquetas PIT
8 Fernandina Cabo Douglas - justo al oeste de Punta Mangle (Área 2).
9 Fernandina Área 2 hasta Punta Mangle - Punta Espinosa (Área 3)
Colonia de cormoranes Carlos Valle y en otras sin nombre:
revisadas etiquetas PIT
10 Isabela Área 6 desde Caleta Black hasta Punta Albemarle (Área 5)
11 Isabela Punta Albemarle - El Ritz - Punta García (Área 9)
12 Santiago Sartén hacia el suroeste del islote Sombrero Chino (Área 10)
12 Bartolomé Toda la franja costera.
12 Sombrero Chino Franja costera occidental
12 Rábida Rábida (Área 10.2)

2.2 Aspectos generales de la metodología

El censo del año 2002 se realizó siguiendo la metodología previamente establecida, descrita en forma
general en el manual de censos (‘Manual Instructivo de Censo de Pingüinos y Cormoranes,
2002.doc’). Estos métodos se establecieron originalmente en 1970, aunque se han ido añadiendo
nuevos elementos. Estos nuevos elementos (como por ejemplo la subdivisión del área 7 en cuatro
unidades; la inclusión del área 10; el marcaje de aves con etiquetas PIT y su control, especialmente en
cormoranes; y la recolección adicional de datos de otras especies que se encuentran en esos sitios) no
entran en conflicto con los métodos anteriores, mas bien los refuerzan. Por lo tanto, los datos básicos
del censo de población de los primeros recuentos se mantienen compatibles con los recuentos actuales.

Los datos recolectados incluyen:

• Número de pingüinos y cormoranes, cuadrados por área y subárea. Cada individuo avistado sobre
el agua y en tierra se registra como adulto, juvenil o ‘edad no determinada’.
• Ubicación de todos los individuos por latitud y longitud, usando GPS.
• Registro del contenido de los nidos del cormorán no volador. El contenido se describe como
huevos, polluelos o como nido ‘vacío pero activo’.
• Registro de la presencia de etiqueta PIT en cormoranes no voladores, principalmente en colonias
de la isla Fernandina (en abril de 2001 se realizó una campaña extensiva de marcaje).
• Registro de la ubicación y número de cerca de 30 otras especies de vertebrados que se fueron
encontrando durante el censo.

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ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

Registro diario, a las 06:00 horas, a las 12:00, y a las 18:00 horas, de la temperatura superficial del
mar, del aire, de la transparencia del agua (por medio del uso de un disco Secchi) y de la nubosidad.

En el 2002 hicimos un censo completo de las 10 áreas y de sus subáreas (Figura 1).

3 RESULTADOS Y DISCUSIÓN

3.1 Pingüinos

3.1.1 Abundancia y distribución


Durante el censo del 2002 contamos 848 pingüinos de Galápagos (Tabla 3). Esta cifra representa un
aumento del 9 % sobre los 780 pingüinos contados en el 2001, un 6 % sobre los 802 individuos
contados en el 2000, pero un 24 % sobre el recuento de 683 en 1999. También significa un incremento
del 113 % sobre el número mínimo histórico de pingüinos, 398 individuos en 1983; pero menos de la
mitad (solamente un 44%) de la cantidad máxima registrada de 1 931 aves en 1971. De los 770
pingüinos que pudieron ser clasificados por edad, 633 (82 %) eran adultos y 137 (18 %) eran juveniles
(Tabla 3). Esto es una proporción algo más alta de juveniles que en el 2001 y ligeramente inferior que
el 20 % de juveniles registrados en el 2000. Esto indica un índice de reproducción más elevado para el
período 2001–2002 que para el período anterior (2000–2001), pero ligeramente inferior al período
correspondiente a 1999–2000.

Como en años precedentes, el mayor número de pingüinos se contabilizó en las áreas 4, 7.1, 7.2 y 8,
todas ellas con más de 100 individuos (Tabla 3, Figura 1). No se registró ningún pingüino en las áreas
9 (este de Isabela), 10.2 (Rábida) y 10.3 (Sombrero Chino), y se registró un sólo pingüino en la
subárea 10.1 (Floreana). Parecen concentrarse a lo largo de las costas del noroeste (áreas 1, 5, 7.1 y 8)
y a ambos lados del canal Bolívar (áreas 4 y 7.4). Los islotes Marielas (subárea 7.2) se destacan

Figura 1. Abundancia de pingüinos de Galápagos por áreas y subáreas en 2002. Las líneas oscuras
indican los límites de las áreas y de las subáreas. Nota: las subáreas 7.2 (islotes Marielas), 10.3 (islote
Sombrero Chino), y 10.5 (isla Bartolomé) son muy pequeñas y aparecen solamente como un punto a
esta escala. Puntos más grandes indican un mayor número de individuos. Los tamaños de los puntos
(de menor a mayor) representan: de 1–40, 41–80, 81–120, 121–160 y más de160 pingüinos.

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19 AVES MARINAS

por tener la concentración más alta de pingüinos de Galápagos que cualquier otro sitio de la RMG. Los
tres islotes que forman las Marielas comprenden un área total de 1.5 ha y una franja costera total de
unos 800 m, dando una densidad de unos 128 pingüinos por kilómetro de costa. Los recuentos por
áreas y subáreas, sin embargo, ocultan algunos patrones acerca de la distribución de pingüinos. Los
lugares reales en los que se hallaron pingüinos están señalados en la Figura 2. Cabe destacar que la
presencia de pingüinos es discontinua a lo largo de la costa. Áreas sin presencia son la mayor parte del
área 6, la mitad sur de la subárea 7.4 y la parte norte de la subárea 7.3, y casi la totalidad de las áreas 2
y 3 (oeste y sur de la isla Fernandina). La distribución de los pingüinos de Galápagos parece estar
estrechamente relacionada con las áreas de afloramiento oceánico (ver Capítulo 2), señaladas en verde
en la Figura 2. Sin embargo, la correspondencia no es absoluta. Aunque la gran mayoría de pingüinos
estaban dentro de las áreas de afloramiento, no todas éstas tienen pingüinos; y especialmente en las
islas Santiago y Bartolomé, los pingüinos no están asociados a áreas de afloramiento.

3.1.2 Protección de los pingüinos


Pocas colonias de pingüinos reciben los niveles más altos de protección en la RMG (Figura 3). La gran
mayoría de pingüinos se registra en la subzona reservada para Conservación y Uso Extractivo y No
Extractivo (azul en la Figura 3), que cubre el 77 % de la costa. Algunas áreas importantes para
pingüinos que reciben mayor protección (áreas naranja y rojas en la Figura 3) son: el canal Bolívar y
casi todas las colonias en las islas Santiago y Bartolomé.

Tabla 3. Comparación del número de pingüinos de Galápagos observados por áreas y subáreas en los
años 2000, 2001 y 2002, con su respectiva clasificación por edad: adl = adultos, juv = juveniles, no det
= edad no determinada, tot = total.

Isla Área Subárea 2002 2001 2000


Adl Juv No det Tot Adl Juv No det Tot Adl Juv No det Tot
Fernandina 1 Pta. Espinosa - C. Douglas 61 15 3 79 45 5 0 50 76 7 10 93
Fernandina 2 C. Douglas - C. Hammond 9 3 1 13 10 0 1 11 7 1 0 8
Fernandina 3 C. Hammond - Pta. Mangle 15 2 4 21 8 0 0 8 3 2 2 7
Fernandina 4 Pta. Mangle - Pta. Espinosa 119 11 6 136 74 5 10 89 69 17 9 95
Total Fernandina 204 31 14 249 137 10 11 158 155 27 21 203

Isabela 5 C. Berkeley - Pta. Albemarle 43 15 5 63 68 27 1 96 33 11 4 48


Isabela 6 Caleta Tagus - C. Berkeley 51 10 5 66 33 6 5 44 8 6 9 23

Isabela 7 7.1 Pta. Moreno - Bahía 76 36 3 115 86 13 4 103 100 30 14 144


Elizabeth
Isabela 7 7.2 Islotes Marielas 76 23 3 102 54 2 0 56 50 20 13 83
Isabela 7 7.3 Bahía Elizabeth - Bahía 10 1 18 29 35 0 8 43 33 2 14 49
Urbina
Isabela 7 7.4 Bahía Urbina - Caleta Tagus 15 2 0 17 23 4 0 27 16 5 5 26
Isabela 7* Pta. Moreno - Caleta Tagus 177 62 24 263 198 19 12 229 199 57 46 302

Isabela 8 Pta. Essex - Pta. Moreno 126 19 30 175 161 39 14 214 109 32 40 181
Isabela 9 Pta. Albemarle - Pta. García 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Total Isabela 397 106 64 567 460 91 32 583 349 106 99 554

Floreana 10 10.1 Pta. Cormorant- La Lobería 1 0 0 1 7 1 0 8 7 0 3 10


Rábida 10 10.2 Orilla Norte Hasta Final De 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Sendero Turístico
S.Chino 10 10.3 Canal Sombrero Chino - 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Santiago
Santiago 10 10.4 Enfrente De Sombrero Chino 20 0 0 20 8 2 0 10 12 0 1 13
- Sartén
Bartolomé 10 10.5 Toda la línea costera 11 0 0 11 20 1 0 21 20 1 1 22
Total otras islas 32 0 0 32 35 4 0 39 39 1 5 45

Total en el Archiépelago 633 137 78 848 622 105 53 780 543 134 125 802
*Incluye los totales de las cuatro subáreas

348
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

Figura 2. Sitios donde se contaron pingüinos de Galápagos. Los puntos representan la observación de,
al menos, un pingüino, pero en algunos sitios se encontraron hasta nueve pingüinos. Las líneas indican
los límites de las áreas y subáreas. Las zonas marcadas con líneas inclinadas indican las áreas de
afloramiento. Fuente: Howard Snell, Mapa de Sensibilidad 2002.

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Figura 3. Sitios de pingüinos en relación a la zonificación de la Reserva Marina de Galápagos. Los


sitios de pingüinos están representados por puntos negros. Se detallan las subzonas de manejo:
Comparación y Protección (rojo, 2.1), Conservación y Uso No Extractivo (naranja, 2.2),
Conservación, Uso Extractivo y No Extractivo (azul, 2.3), y semillero y protección (verde, 2.4).

349
19 AVES MARINAS

3.1.3 Reproducción
Como se ha mencionado en párrafos anteriores, se registró un mayor número de juveniles en el año
2002 que en el 2001 (Tabla 3). Esta información, unida al incremento de 68 individuos en los
recuentos entre el 2001 y el 2002, indica que la reproducción del pingüino de Galápagos durante el
último año fue aparentemente muy constante. Sin embargo, el número registrado de juveniles puede
no constituir una buena medida de reclutamiento para la población en el futuro. Esto se evidencia por
el hecho de que el número de juveniles fue alto en el 2000 pero inferior al año siguiente (se censaron
780 individuos en el 2001). No obstante, parece que la reproducción en general ha sido buena durante
los pasados últimos años, evidenciada por el lento (aunque no continuo) incremento en el número de
pingüinos contados durante los censos.

3.1.4 Comparación histórica de poblaciones


Durante los últimos cuatro años (1999–2002) la población de pingüinos de Galápagos ha aumentado
un apreciable 24 % (ver más abajo): de 683 a 848 individuos. El crecimiento poblacional ha sido
bastante general (Figura 4), dándose en todas las áreas en las que hay pingüinos. En ninguna ha sido
constante, excepto en el área 6, que tiene relativamente pocos pingüinos. Tampoco se ha registrado
una disminución constante en área alguna en particular. La mayor proporción del incremento en el
número de pingüinos ha ocurrido en las áreas 1, 4, 5, 7.2 y 8. El primer censo de pingüinos de
Galápagos del que tenemos datos se realizó en 1970, con recuentos completos (censando toda el área
donde se encuentran pingüinos) llevados a cabo, desde entonces, en 14 de los 33 años que han
transcurrido: 1970, 1971, 1980, 1983–1986, 1995–1997 y 1999–2002. En algunos años solamente se
hicieron recuentos parciales y en otros no se realizó el censo. En los primeros años, el área 7 no estaba
dividida en subáreas; por lo tanto las subáreas 7.1, 7.2, 7.3 y 7.4 aparecen juntas en el análisis a
continuación. El área 10 (las islas Floreana, Rábida, Santiago, Bartolomé y Sombrero Chino) no se
añadió hasta 1993, por lo que no se ha incluido sus datos para la comparación histórica. El número
máximo de pingüinos registrado en el área 10 (las cinco islas) fue de 83 individuos en 1997.

1 10.4
Santiago
7.4 10.5
2 Fernandina 10.3
10.2
4 7.3 Rábida
7.2
3

8 7.1
Isabela

10.1

Floreana

Figura 4. Cambios en la población de pingüinos de Galápagos entre 1999 y 2002. Cada gráfico de
barras indica el recuento de pingüinos en el área o subárea; el número encima de las barras indica la
respectiva área o subárea. De izquierda a derecha, las columnas representan: 1999 (gris), 2000 (verde),
2001 (turquesa) y 2002 (rojo). Nota: no se contaron pingüinos en ninguno de los cuatro años en las
áreas 9, 10.2, o 10.3.

350
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

La tendencia general, desde el primer recuento en 1970, ha sido descendente. En la actualidad, se


registra cerca de la mitad (44 %, ver más abajo) del número máximo de 1971 y solamente un 54 % del
número consignado al comienzo de los censos (1 584 a 848, Figura 5). El descenso no ha sido fijo; sin
embargo, fue más evidente después del evento El Niño de 1983, cuando la población alcanzó su
número más bajo con 398 individuos, a lo que siguió una recuperación que llegó a 1 346 individuos en
1995. Hubo otras dos caídas desde mediados hasta finales de los noventa, probablemente también
relacionadas con El Niño. Dentro de la región, los patrones han sido bastante constantes, con la
mayoría de las áreas siguiendo la misma tendencia (Figura 6). No obstante hay dos patrones
relevantes. Uno, es el elevado número de pingüinos en las áreas 2 y 3 durante los primeros años,
especialmente en el censo de 1980. En 2002, en estas mismas áreas se registró un total de 34
pingüinos, contrastando con los 295 de 1980. Su número nunca alcanzó niveles tan altos en otros años.

2000
Número de pingüinos

1500

1000

500

0
1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
Año

Figura 5. Tendencias generales en la población total de pingüinos de Galápagos desde 1970. Sólo
están representados los años en que se realizaron recuentos completos, y no están incluidos los datos
del área 10, ya que esta área no se añadió hasta 1993.

El segundo corresponde al área 8 que también muestra un patrón inusual, con un número elevado de
pingüinos al comienzo de los censos, bajo número de individuos a mediados de la década de 1980 y un
acercamiento a los niveles iniciales en la década de 1990. Esta área figura también entre aquellas que
han visto un notable aumento en el número de cormoranes no voladores (ver 3.2.5 este Capítulo).

La comparación de la distribución actual (Figura 2) con un mapa de distribución histórica de


pingüinos (Boersma 1977, Figura 7) demuestra algunos cambios importantes. Sin embargo, el mapa de
este autor no puede contrastarse exactamente con aquel de la Figura 2, dado que no indica la ubicación
precisa de los pingüinos, y puede haber exhibido una extensión potencial. Además, Boersma (1977) no
censó el área 9 (o área 10, nombre que lleva a partir de 1993).

Según Boersma (1977, Figura 7) había pingüinos de Galápagos a lo largo de la costa oeste de Isabela
hasta punta Albemarle, en el norte de la isla. Comparando las Figuras 7 y 2, se puede ver claramente
que si bien los pingüinos están ahora tan al sur como en 1976, no se extienden tanto hacia el este en
Isabela, como es el caso de punta Albemarle. Además, la Figura 7 indica que la distribución de los
pingüinos a lo largo de las costas de las islas Isabela y Fernandina era continua (Boersma 1977).
Ciertamente esto no es el caso en el 2002 (Figura 2), encontrándose mas bien los pingüinos
distribuidos por parcelas a lo largo del oeste de Isabela, y casi estrictamente en las costas norte y este
de Fernandina. No se sabe si la diferencia en los patrones de distribución entre Boersma (1977) y el
trabajo actual sea el resultado de la aplicación de distintos métodos para marcar la ubicación de los
pingüinos. Con todo, se debe tener en cuenta que Boersma (1977) se basó en censos realizados en un
tiempo en que la población de pingüinos era casi el doble de lo que es ahora. La disminución en el
número bien puede haber tenido como consecuencia una restricción en su distribución.

351
19 AVES MARINAS

800
Área 1
Área 2
Área 3
600 Área 4
Área 5
Número de pingüinos

Área 6
Área 7
400
Área 8
Área 9

200

0
1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
Año
Figura 6. Tendencias en la población de pingüinos de Galápagos por áreas desde 1970. Nota: las
subáreas del área 7 están reunidas en este gráfico. Solamente están representados los años en que se
realizó un recuento completo.

Figura 7. Distribución de pingüinos de Galápagos a principios de los años 1970 (Boersma 1977). La
distribución está indicada por puntos a lo largo de la línea costera.

352
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

3.2 Cormorán no volador

3.2.1 Recuento y distribución


Durante el censo del año 2002 contamos 1 312 cormoranes no voladores (Tabla 4). Esto es un
aumento del 7 % sobre los 1 226 cormoranes contados en el 2001, un 31 % de incremento sobre los 1
000 individuos contados en 2000 y un 46 % de incremento sobre el recuento de 900 cormoranes en
1999. Triplica el número mínimo de cormoranes contados en 1983, siendo especialmente notable
porque es el registro más alto de cormoranes no voladores.

De las 1 312 aves, 1 254 fueron clasificadas por edad (adulta o juvenil). De éstas, el 92.5 % eran
adultas y el 7.5 % juveniles (Tabla 4), lo que indica una tasa de reproducción más alta en este año que
en 2001 o en 2000, cuando solamente se identificaron por clasificación de edad cerca del 1.5 % y el
3.5 % de cormoranes juveniles, respectivamente. Como en años precedentes, el mayor número de
cormoranes se ubicó en las áreas 4, 5 y en la subárea 7.1, cada una de ellas con más de 200 individuos
(Tabla 4 y Figura 8). Las cuatro subáreas del área 7, desde punta Moreno hasta caleta Tagus, en el
oeste de Isabela, cuentan con 426 individuos, cerca de un tercio de todos los cormoranes contados.

Sin embargo, igual que con los pingüinos, los recuentos por áreas y subáreas ocultan algunos patrones
de distribución. Los sitios reales en los que se encontraron cormoranes no voladores están reflejados
en el mapa de la Figura 9. Por ejemplo, en el área 9 casi todos los individuos se registraron cerca del
límite norte del área, justo al sur de punta Albemarle. Hay vacíos notables donde no se registraron
cormoranes, que incluyen casi toda el área 6 (con solamente unos pocos individuos cerca de los límites
con las áreas 5 y 7.4) y una sección del área central 7.3. También es evidente la escasez de cormoranes
en las costas occidental y sur de la isla Fernandina. Nota: estos patrones son, de alguna forma,
parecidos a los patrones de distribución de los pingüinos de Galápagos (Figura 2), especialmente en lo
referente al área 6 y su bajo número en las áreas 2 y 3.

Tabla 4. Comparación del número de cormoranes no voladores observados por áreas y subáreas en los
años 2000, 2001 y 2002, con su respectiva clasificación por edad: adl = adultos, juv = juveniles, no det
= edad no determinada, tot = total.

Isla Área Subárea 2002 2001 2000


Adl Juv No det Tot Adl Juv No det Tot Adl Juv No det Tot
Fernandina 1 Pta. Espinosa - C. Douglas 91 8 8 107 89 1 1 91 74 0 4 78
Fernandina 2 C. Douglas - C. Hammond 64 6 1 71 58 0 0 58 35 2 4 41
Fernandina 3 C. Hammond - Pta. Mangle 43 0 2 45 62 2 0 64 30 0 2 32
Fernandina 4 Pta. Mangle - Pta. Espinosa 192 16 0 208 183 0 0 183 133 14 7 154
Total Fernandina 390 30 11 431 392 3 1 396 272 16 17 305

Isabela 5 C. Berkeley - Pta. Albemarle 223 31 9 263 216 5 2 223 151 3 5 159
Isabela 6 Caleta Tagus - C. Berkeley 22 1 0 23 22 0 1 23 52 3 3 58

Isabela 7 7.1 Pta. Moreno - Bahía Elizabeth 223 18 14 255 230 3 3 236 198 7 3 208
Isabela 7 7.2 Islotes Marielas 1 0 0 1 1 0 0 1 1 0 0 1
Isabela 7 7.3 Bahía Elizabeth - Bahía Urbina 95 2 20 117 143 1 1 145 69 2 6 78
Isabela 7 7.4 Bahía Urbina - Caleta Tagus 47 5 1 53 60 0 0 60 43 3 3 49
Isabela 7* Pta .Moreno - Caleta Tagus 366 25 35 426 434 4 4 442 311 12 12 336

Isabela 8 Pta. Essex - Pta. Moreno 138 7 1 146 112 3 1 116 109 1 2 112
Isabela 9 Pta. Albemarle - Pta. García 21 0 2 23 23 2 1 26 28 0 0 30
Total Isabela 770 64 47 881 807 14 9 830 651 19 22 695

Total Isabela y Fernandina 1 160 94 58 1 312 1 199 17 10 1 226 923 35 39 1 000


*Incluye el total de las cuatro subáreas.

353
19 AVES MARINAS

Figura 8. Abundancia de cormoranes no voladores por áreas y subáreas en 2002 (para la


identificación de áreas y subáreas ver Figura 1) Los puntos más grandes indican un mayor número de
individuos. Los tamaños de los puntos (de menor a mayor) representan: 1–50, 51–100, 101–150, 150-
200, y >200 cormoranes.

Figura 9. Sitios donde se contaron cormoranes no voladores. Los puntos representan la observación
de, al menos, un cormorán, pero en algunos sitios se encontraron hasta 30 individuos. Las líneas
negras indican los límites de las áreas y subáreas. Las zonas marcadas con líneas inclinadas indican las
áreas de afloramiento. Fuente: Howard Snell, Mapa de Sensibilidad de Galápagos 2002.

354
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

Es importante señalar que, como ocurre con el pingüino de Galápagos, la distribución de los
cormoranes no voladores parece estar estrechamente relacionada con las áreas de afloramiento
oceánico, indicadas en la Figura 9. Todos los registros de los cormoranes están dentro del área de
afloramiento, exceptuando una sola colonia en la parte sur del área 9. Esta colonia incluía solamente
ocho aves.

3.2.2 Protección del cormorán no volador


Igual que los pingüinos de Galápagos, pocas colonias de cormoranes no voladores reciben los niveles
de mayor protección en la RMG (rojo en Figura 10). La gran mayoría se registra en la subzona de
Conservación y Uso Extractivo y No Extractivo (azul en la Figura 10), lo cual no sorprende ya que
esta área cubre el 77 % de la costa.

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Fernandina #
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### Isabela
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Figura 10. Sitios con presencia de cormoranes en relación a las áreas de la RMG. Los sitios con
cormoranes están indicados por puntos negros. Las áreas de la Reserva Marina de Galápagos son:
Comparación y Protección (rojo); Conservación y Uso No Extractivo (naranja); Conservación, Uso
Extractivo y No Extractivo (azul); y semillero y protección (verde).

3.2.3 Reproducción
Se localizó un total de 278 nidos de cormoranes durante el censo del 2002, cifra menor que el recuento
de 295 nidos en el 2001. De los 278, en 35 no se determinó el contenido, registrándose por ende 243
nidos. La proporción de nidos que contenían huevos en el 2002 (44 %) es considerablemente inferior
que en el 2001, cuando el 54 % de los nidos presentaban huevos. Además, solo el 14 % de los nidos
registrados en el 2002 estaban en construcción (esto es: ocupados por adultos, pero todavía sin huevos
ni pichones), mientras que durante el censo del 2001, el 26 % estaba en construcción. Aunque el censo
se realizó aproximadamente en la misma época del año, estos dos factores indican que la temporada de
procreación estuvo más avanzada durante el censo del 2002 que en el 2001. En el 2002 se observó un
número mucho mayor de juveniles que en el 2001 (Tabla 4).

Esta información, combinada con el elevado número de nidos en el 2001 más el aumento de 90
individuos entre los recuentos del 2001 y el 2002, indica que la reproducción de los cormoranes no
voladores, desde el censo del 2001, fue aparentemente más marcada que lo usual. En general, parece
ser que la reproducción ha sido buena durante los últimos años, como es evidente por el incremento en
el número de cormoranes contados en los censos.

355
19 AVES MARINAS

3.2.4 Monitoreo de etiquetas PIT


Los PIT (passive integrate transponder) tags, son pequeñas etiquetas pasivas e inertes que tienen
circuitos integrados o transmisores electrónicos (microchips) con una identificación única de ocho
dígitos (números diferentes). Estos deben ser implantados subcutáneamente con una jeringa especial
en una zona del cuerpo que no afecte las actividades normales de las aves, igualmente puede ser
implantado a cualquier especie. En abril de 2001 se usaron etiquetas PIT para marcar 88 cormoranes
no voladores que se encontraban en seis colonias. Las etiquetas PIT se colocaron en la base de la pata
izquierda. Controlamos el máximo número de aves posible en las mismas seis colonias y en ocho
colonias adicionales. Los PIT tags se leyeron usando una extensión del lector de etiquetas. No
capturamos las aves para leer las etiquetas, por lo que no se pudo controlar su presencia en todos los
individuos de cada colonia. La mayoría de los individuos revisados estaban en nidos. Chequeando 111
cormoranes por la presencia de etiquetas PIT, detectamos un total de 21 individuos con etiquetas. La
mayoría (17) encontrada durante el censo de 2002 eran tags de aves marcadas en la misma colonia en
abril de 2001, demostrando una fidelidad razonable al sitio. Sin embargo, cuatro aves se habían ido de
la colonia; una de estas solamente se había trasladado una corta distancia, de la colonia de cabo
Douglas a la colonia de cabo Douglas este. Sin embargo, las otras tres aves se habían desplazado hasta
21 km de distancia. Estas tres eran originarias de la colonia Escondida. En septiembre de 2002, cuando
visitamos la colonia Escondida, no había aves ni nidos activos. Por lo tanto, parece que las aves de
este sitio se han dispersado hacia otras colonias.

3.2.5 Comparación histórica de poblaciones


Durante los últimos cuatro años (1999–2002), la población de cormoranes no voladores se ha
incrementado constante y firmemente, de 900 a 1 312 individuos. El aumento se ha concentrado en
áreas donde se da el mayor número de cormoranes (Figura 11). Las áreas 3, 6 y 9, que ya contaban con
pocos cormoranes, han mostrado poco o ningún crecimiento durante este período. Por el contrario, las

1
7.4
2 Fernandina
7.3
4
3 7.2

8 7.1
Isabela

Figura 11. Cambios en la población de cormoranes no voladores, 1999–2002. Cada gráfico indica el
recuento de cormoranes en el área o subárea, con el número de la respectiva área o subárea encima del
gráfico. De izquierda a derecha, las columnas representan: 1999 (gris), 2000 (verde), 2001 (azul) y
2002 (rojo).

356
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

áreas 4, 5, 7.1 y 8, que albergan algunos de los números más elevados de cormoranes, han demostrado
incrementos estables y grandes. En las tres áreas con más de 200 cormoranes en 1999, el aumento total
en el 2002 (áreas 4, 5 y 7.1) llega a los 201 individuos. Esto es alrededor del 40 % de diferencia entre
los recuentos de 1999 y 2002. Todas las áreas y subáreas salvo una, la subárea 7.4, muestran en el
2002 un crecimiento en el número de cormoranes a partir de 1999. La subárea 7.4 muestra un
descenso de 75 a 53 individuos.

El primer recuento de cormoranes no voladores del que se tiene datos se realizó en 1977, con
recuentos completos (censando toda el área donde se encuentran estas aves) en 15 de los 27 años que
han pasado desde entonces: 1977, 1980, 1983–1986, 1993–1997 y 1999–2002. En algunos años se
hicieron solamente recuentos parciales, y en otros no se realizó el censo. En los primeros años el área
7 no estaba dividida en subáreas; por lo tanto las subáreas 7.1, 7.2, 7.3 y 7.4 aparecen reunidas en el
análisis a continuación. La tendencia general desde el primer recuento de 1977 es de crecimiento, casi
duplicando en el 2002 el número registrado en 1977 (683 a 1 312, Figura 12).

1400

1200
Número de cormoranes

1000

800

600

400

200

0
1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
Año

Figura 12. Tendencias generales en la población de cormoranes no voladores desde 1977. Solamente
están representados los años en que se realizaron recuentos completos.

Sin embargo, el incremento no ha sido continuo, con grandes descensos evidentes después del
fenómeno de El Niño de 1983, cuando la población alcanzó su mínimo de 409 individuos, y algunos
otros descensos, posiblemente también relacionados con El Niño (por ejemplo: en 1997). Sin embargo,
en los años 2001 y 2002 se han establecido nuevas cotas para la población de cormoranes.

Como es de esperar, el incremento no ha favorecido a todas las áreas (Figura 13). Aunque casi todas
presentan un número más elevado de cormoranes en el 2002 que en 1977, las áreas 3 y 6 tienen,
ambas, menos individuos. El área 3 nunca tuvo muchos cormoranes, con un máximo de 65 individuos
en 15 censos, y aunque su número es ahora menor que en 1977, el recuento de 45 individuos en el
2002 representa solamente las tres cuartas partes del máximo. Sin embargo, el área 6 ha mostrado una
disminución significativa: de 136 cormoranes en 1977, el año en que más hubo, a solamente 23 en el
2002 (ver también Figura 13). Hay otros patrones que resaltar. El gran descenso que siguió al
fenómeno de El Niño de 1983 afectó a cada una de las áreas excepto las 4 y 9, ambas con aumentos de
unos pocos individuos. Posteriormente, la mayoría de las áreas mostraron fuertes incrementos en 1984.
Un segundo patrón notable es el aumento en el área 7 desde 1977 hasta el 2002, año en que el recuento
dio más del doble, de 202 en 1977 a 426 en el 2002.

Los cambios en la población de otras dos áreas, las 6 y 8, también son substanciales. Como se
menciona en párrafos anteriores, el área 6 ha mostrado un descenso marcado en el número de

357
19 AVES MARINAS

500 Área 1
Área 2
Área 3
400 Área 4
Área 5
Número de Cormoranes

Área 6
300 Área 7
Área 8
Área 9
200

100

0
1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
Año

Figura 13. Tendencias en la población de cormoranes no voladores por áreas a partir de 1977. Nota:
Las subáreas del área 7 están reunidas en este gráfico. Solamente están representados los años en que
se realizó un recuento completo.

cormoranes. Esta disminución ha dado como resultado una reducción de 136 individuos contados en
1977 a 23 en el 2002, un descenso de más del 80 %. Curiosamente, el área 6 mostró un notable
incremento durante los dos años que siguieron al evento El Niño de 1983, al igual que las otras áreas,
pero seguido de una fuerte caída que ha persistido desde entonces. Contrastando con el descenso en el
área 6, está el aumento de cormoranes en el área 8. En los primeros cinco censos, 1977–1985,
solamente se contabilizó un máximo de dos cormoranes en el área. Sin embargo, a partir de 1986, la
población de cormoranes en el área 8 empezó a incrementarse, y para el 2002 había alcanzado 146
individuos. Bastante interesante es el hecho de que el aumento en el área 8 está contrarrestado con el
descenso en el área 6, indicando que la mayor parte del incremento en el número de individuos se ha
dado en las otras áreas, sugiriendo una fuerte expansión de cormoranes hacia el sur de Isabela.

Otro cambio puede ser que la población se haya disminuido en el este de Isabela desde la década de
1970. Harris (1974a) indicó que los cormoranes se hallaban, más o menos continuamente, en el este de
Isabela, desde punta Albemarle hasta tan al sur como punta García, zona a la que nos referimos como
área 9 (Figura 14). Hoy en día los cormoranes escasean a unos pocos kilómetros al sur de punta
Albemarle (Figura 9). Sin embargo, el número de cormoranes contados en el área 9 nunca ha sido muy
elevado, con solamente ocho individuos censados en 1977, un máximo de 33 registrados en 1993 y
1994, y 23 en el año 2002. Como Harris (1974a) no dio la ubicación exacta de los cormoranes, no está
claro si se encontraban por toda el área o sólo cerca del norte, en los alrededores de punta Albemarle,
como es el caso en el presente. Por el bajo número contado en el censo de 1977, parece poco probable
que los ocho cormoranes estuvieran distribuidos por toda el área. Sin embargo, si lo estaban, el cambio
entre 1977 y 2002 indicaría una reducción en su distribución desde el sur hacia el norte.

Harris (1974a) también consideraba que la distribución de los cormoranes se extendía en el oeste de
Isabela solo hasta punta Moreno, límite entre las áreas 8 y 7. La distribución de la especie se ha estado
expandiendo claramente hacia el suroeste en el área 8, mientras que al mismo tiempo puede haberse
estado contrayendo en el noreste.

358
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

Figura 14. Distribución de cormoranes en 1974 (Harris 1974a). El autor consideraba que los
cormoranes estaban distribuidos por toda la costa de Fernandina y además por el área de la costa de
Isabela, señalada entre los dos triángulos grandes. Los puntos grandes del mapa indican colonias con
10 o más nidos.

3.3 Petrel de Galápagos o pata pegada

Antiguamente llamado petrel de Hawai, al petrel de Galápagos o pata pegada se lo consideraba una
subespecie del petrel de Hawai. Basado en los estudios de Browne et al. (1997) sobre la diversidad y
diferencia genética entre los petreles de Galápagos y Hawai, la Unión Ornitológica Americana cambió
el nombre científico del petrel de Hawai Pterodroma sandwichensis en la última edición de Lista de
Aves del Norte, elevando a la categoría de especie al ave que vive en Galápagos con el nombre petrel
de Galápagos o pata pegada P. phaeopygia (Browne et al. 1997, Banks et al. 2002). Hoy constituye
una especie endémica que anida en las partes altas de las islas Santa Cruz, Santiago, San Cristóbal,
Floreana e Isabela (Santo Tomás y Alcedo). No es común en el mar, excepto de diciembre a marzo y
en tierra es muy raro observarlo.

Según los estudios de marcaje realizados (bandas y anillos), se conoce que no hay intercambio de
poblaciones entre islas y el arribo de las aves para nidificar varía de isla en isla. Las aves buscan zonas
altas donde anidan en agujeros de lava protegidos por alguna cobertura vegetal. Las parejas eligen el
mismo sitio año tras año, reconstruyendo el agujero en caso que esté dañado (Granizo 2002a). Ponen
un huevo blanco, entre junio y agosto, el cual lo incuban durante unos 50 días. Las primeras aves en
llegar a los nidos usualmente son los machos (Castro & Phillips 1996).

El petrel de Galápagos P. phaeopygia (familia Procellariidae) es de tamaño medio con 43 cm de largo


y 91 cm de envergadura de alas, tiene tubos nasales independientes que desembocan en la parte dorsal
del pico que está provisto de un gancho afilado útil para capturar peces y calamares en la superficie.
La configuración de las alas largas y estrechas propicia un vuelo planeado a ras de las olas. Su plumaje
es negro café oscuro en el dorso y alas, mientras que la cara y partes ventrales son blancas (Castro &
Phillips 1996). Es un ave seminocturna, la cual se alimenta en diferentes partes del Archipiélago
(Figura 15). Se encuentra en diferentes islas y su ecología es muy interesante (Imber et al. 1992). En
Santa Cruz, el área de control de la zona de anidación, localizada a 600–800 metros sobre el nivel del
mar (msnm) en la zona húmeda de la isla en el cerro Media Luna y sus alrededores, cubre 10 hectáreas
donde se encuentran 9 colonias y una colonia con nidos artificiales. En cada colonia existen de 10 a 50

359
19 AVES MARINAS

Figura 15. Sitios de reproducción del petrel de Galápagos Pterobroma phaeopygia en las Islas
Galápagos (cuadrados negros). Dos nidos fueron hallados en el 2002 en Sierra Negra, isla Isabela
(Jacinto Gordillo, com. pers., cuadrado blanco). Citado en Tomkins & Milne (1991).

nidos con un promedio de 15 nidos activos que son monitoreados mensualmente. En la actualidad
existen 243 nidos incluyendo los artificiales.

La colonia de anidación más grande de Galápagos, con un total de 276 nidos activos, fue descubierta
en Cerro Pajas, Floreana, entre los 300 y 640 msnm. Desde su descubrimiento en 1981 se la ha
mantenido bajo control. Se estima que deben existir 432 nidos, los cuales son difíciles de localizar
dada la densidad de la vegetación. En la parte alta de Santiago, a 500–900 msnm, existe un área
aproximada de 35 kilómetros cuadrados con un total de 378 nidos en la que se observaron 80 petreles
en 1995. En San Cristóbal se reportó actividad de anidación, pero no se desarrolló un plan de
monitoreo continuo ni control de roedores. En 1998 se determinó que existen 55 nidos activos a una
altitud de 750 msnm, y se está elaborando un estudio sobre la fenología y éxito reproductivo del petrel
de Galápagos P. phaeopygia en San Cristóbal con el auspicio de la Agencia Española de Cooperación
Internacional, el SPNG y la ECCD (Cruz en prep.). En Isabela (Alcedo), en 1996, Felipe Cruz, durante
una campaña de erradicación de chivos, encontró tres nidos activos de pata pegada. La búsqueda se
intensificó en 1997, hallándose dos nidos, pero en 1998 no hubo resultados positivos. La isla Isabela
no fue incluida en la evaluación del proyecto ‘Monitoreo y Protección del Petrel Pata Pegada P.
phaeopygia, en las Islas Galápagos’ (Jácome 2001). Sin embargo, a principios de este año la
representación de Isabela de la Fundación Charles Darwin (FCD), el SPNG y The Nature Conservancy
prepararon un programa de planificación y conservación para Isabela Sur en el que se definieron los
ocho sitios prioritarios para la conservación. Dentro de este gran programa está el petrel de Galápagos
o pata pegada. En agosto del 2002, Jacinto Gordillo de la ECCD, registró dos nidos en Santo Tomás.

Las especies introducidas como los cerdos, perros, gatos y ratas, depredan los huevos, pichones e
incluso petreles adultos. En la actualidad la población está en descenso. Desde 1982, la Estación
Científica Charles Darwin (ECCD) y el Servicio Parque Nacional Galápagos (SPNG) iniciaron un
programa intensivo de control de especies introducidas en el cerro Pajas en Floreana, que se extendió a
Santa Cruz en 1989. También se zonificaron las áreas agrícolas para evitar daños a los sitios de
anidación. Por otro lado, la Ley de Régimen Especial para la Conservación y Desarrollo Sustentable
de Galápagos, en su artículo 61, prohíbe la introducción de organismos exógenos a las islas. Se debe
realizar una campaña que se extienda a todas las islas con mayor intensidad (Granizo 2002a).

360
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

Observando las diferentes poblaciones, conociendo cuántos son los nidos activos en cada isla y su
éxito reproductivo actual, controlando a los animales introducidos que son depredadores de esta
especie, se podrá determinar si existe aumento o disminución de nidos activos, crías y de la población
en general.

3.4 Albatros de Galápagos

El albatros de Galápagos P. irroratra es un ave endémica que mide 90 cm de largo y con una
envergadura de alas de 235 cm, el albatros de Galápagos es el ave marina más grande del
Archipiélago. El pico es de color amarillo; la cabeza, el cuello y el pecho son de color blanco,
mientras que el tórax es negro. Tiene cejas pronunciadas. El macho es más grande que la hembra y se
diferencia también por el ancho y largo del pico. Después de un prolongado y colorido cortejo, pone
un huevo, el cual es incubado por 60 días para dar una cría color café que permanece en el nido 170
días más. Esta etapa de vida solo transcurre en la isla Española, donde existen colonias en punta
Suárez, punta Cevallos y en el sureste. Se lo encuentra de marzo a enero, pero también hay un grupo
migratorio que va al sur del Ecuador continental (Castro & Phillips 1996). Se alimenta de peces,
crustáceos y calamares, entre las islas o, rumbo al continente, en el mar abierto. Por ser endémico a
Galápagos, se han efectuado varios tipos de estudios: genéticos, demográficos (Anderson 1996), de
distribución (Douglas 1998), etológicos (Merlen 1996), migratorios (Fernández et al. 2001) y
comparativos con otros albatros que tienen problemas de captura incidental en la pesca de altura. La
migración de esta ave hacia el continente sigue en estudio. Los datos, obtenidos de unos pocos
individuos en relación al tamaño de la población, nos indican que viaja hacia el Ecuador continental, y
al norte y centro del Perú, mas no al continente propiamente dicho, sino hacia la zona económica
exclusiva, zona contigua y mar territorial, recorriendo casi 600 millas (Figura 16).

Desde el año 2000, el programa de ornitología de la ECCD, en colaboración con el SPNG, reinició el
monitoreo de la población de albatros de Galápagos, realizando dos monitoreos anuales en los meses
de junio y diciembre con el objetivo de conocer el estado de la población y el éxito reproductivo

Figura 16. Distribución en el mar de albatros Phoebastria irrorata en 1996, en el período de crianza
de polluelos. Fuente: Fernández et al. (2001).

361
19 AVES MARINAS

basado en un censo y marcaje con bandas de las aves, y censo de los nidos, crías y huevos
(Wiedenfeld & Jiménez 2002). El monitoreo inicialmente comenzó en 1973 y continuó hasta 1980,
cuando lastimosamente se detuvo por causas foráneas a la institución. El albatros de Galápagos se
encuentra principalmente en las partes sur y oeste de las Islas (Figura 17). Si bien los sitios de los
nidos han cambiado con el tiempo, los albatros de Galápagos anidan exclusivamente en la isla
Española (Figura 18).

Figura 17. Avistamientos de albatros entre el 1 y 14 de septiembre de 1995. Centro y parte oeste del
Archipiélago. Fuente: Merlen (1996).

Figura 18. Mapa de la isla Española, Galápagos, de Douglas (1998), detallando los límites de las
colonias de albatros según Harris (marcadas por líneas) y como fueron descritos en 1993–1994 (áreas
en negro). Debido al uso de diferentes niveles de tecnología, los límites no son necesariamente
comparables. Las cruces indican colonias que han desaparecido desde hace 1971.

362
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

3.5 Gaviota de lava

La gaviota de lava L. fuliginosus ave endémica que mide 53 cm de largo, tiene 130 cm de
envergadura. Se distingue por su color gris oscuro en todo el cuerpo, color blanco en las plumas
alrededor del ojo, ojos de color negro, pico largo y negro como las patas. Los juveniles tienen un
plumaje de color café más claro. Se alimenta de peces muertos, restos de comida, invertebrados
marinos, placenta de lobos marinos, lombrices de tierra, iguanas marinas recién nacidas y huevos de
aves marinas (Harris 1974b, Castro & Phillips 1996). Debido a su hábito de acercarse a embarcaciones
y a los puertos, da la falsa impresión de que se trata de una especie abundante (Valle 2002).

En el 2002 su población se estima en 400 parejas (Valle 2002), habiendo disminuido


vertiginosamente, dado que en 1974 existían entre 10 000 y 15 000 parejas (Harris 1974b). Pese a
disponer de un estimado de la población y del estado actual del ave, existe un gran vacío biológico y
ecológico, porque los últimos estudios datan de tres décadas atrás (Bailey 1961, Moynihan 1962,
Snow & Snow 1967). Estas aves hacen nidos como parejas solitarias a lo largo del Archipiélago,
excepto en las islas donde las aguas son más frías, como al oeste de Isabela y en Fernandina. Incuban
los huevos por 33 días y anidan en 60 días. La creciente población humana y el incremento de la
actividad pesquera constituyen amenazas por lo que el 7 de enero de 2000, se prohíbe su cacería,
según la resolución ministerial No. 105, y está protegida desde los inicios del PNG (Valle 2002).

3.6 Otras aves marinas y costeras

Los estudios de aves costeras en general, por ejemplo Sosa (1985), han sido pocos. Tampoco han sido
prioritarios por no encontrarse en la lista de UICN o en el Libro Rojo de las Aves. Aquí revisamos el
estado de conocimiento de varias especies y grupos de aves marinas y costeras.

3.6.1 Pufino
El pufino Puffinus lherminieri subalaris es un ave endémica-residente, la cual se alimenta de plankton,
crustáceos, peces pequeños. Usualmente se la observa junto a petreles de Galápagos y gaviotines en
todas las islas (Castro & Phillips 1996). Su incubación es de 51 días, mientras que su anidación es de
75 días (Harris 1974b). Los estudios disponibles son muy pocos por no estar considerada en el grupo
de aves vulnerables del Archipiélago; sin embargo, éstos tuvieron su auge hace tres décadas atrás
(Harris 1968, Snow 1965a). Existen varias colonias distribuidas en todo el Archipiélago según los
estudios de 1967 (Harris 1968). No se conoce su situación actual, distribución, estado biológico,
ecológico, etc.

3.6.2 Gaviota de cola bifurcada


La gaviota de cola bifurcada Creagrus furcatus es un ave endémica que mide 58 cm de altura y 130
cm de envergadura de alas. Adaptada a ser un ave nocturna, se alimenta de peces y calamares. Tiene la
cabeza negra y el contorno de su ojo es rojo igual que las patas; la pared dorsal del cuerpo y de las alas
son de color gris con la cola negra, el resto del cuerpo es blanco. Los machos son más grandes que las
hembras. La pareja incuba 34 días y su anidación es de 90 días (Harris 1974b, Castro & Phillips 1996).
La mayoría de los estudios de las gaviotas de cola bifurcada en Galápagos fue realizada en la década
de los setenta (Hailman 1965, Snow & Snow 1965, Harris 1970, Burtt 1993). La distribución de esta
ave es prácticamente en todo el Archipiélago, con excepción de Fernandina y al oeste de Isabela
(Figura 19), es decir la zona fría (Harris 1974b, Castro & Phillips 1996).

3.6.3 Golondrinas
Las golondrinas de mar, familia Procellariidae, no deben ser confundidas con las golondrinas del aire,
familia Hirundinidae. Las golondrinas de mar pertenecen a un grupo que en el Archipiélago incluye
especies endémicas, residentes, migratorias y errantes. Se destacan los estudios realizados sobre la
golondrina de Madeira Oceanodroma castro que es residente, la golondrina de Galápagos
Oceanodroma tethys tethys y la golondrina de Elliot Oceanites gracilis galapagoensis que son
endémicos-residentes. Su alimentación es muy parecida en las tres especies, basada en pequeños

363
19 AVES MARINAS

Figura 19. Distribución y tamaño estimado de las colonias de Creagrus furcatus en Galápagos.
Fuente: Harris (1970).

peces, calamares y crustáceos; sólo la golondrina de Elliot O. gracilis galapagoensis difiere un poco
dado que se alimenta principalmente de los restos de comida dejados por los mamíferos marinos. La
distribución es variada, dependiente del alimento. Es así que la golondrina de Madeira O. castro se
encuentra cerca de Santa Cruz, Isabela, Floreana, Plaza Norte, Plaza Sur, Daphne, Genovesa y
Bartolomé, mientras que la golondrina de Galápagos O. tethys tethys se localiza cerca de San
Cristóbal, Genovesa e Isabela, y la golondrina de Elliot O. gracilis galapagoensis se presenta en la
cercanía de los botes de pesca o cerca de los delfines o ballenas asesinas (Harris 1974b, Castro &
Phillips 1996). Existen pocos estudios de estas aves, datando la mayoría de la década de los setenta. El
último estudio se realizó en el 2001 (Nelson 1966a, Snow & Snow 1966, Harris 1969b, Smith 2001).

3.6.4 Pájaro tropical


El pájaro tropical Phaethon aethereus es un ave residente, pelágica, que se alimenta de peces
pequeños y medianos, y calamares; se distribuye por Santa Cruz, Plaza Norte, Plaza Sur, Santiago,
Seymour Norte, Daphne y Genovesa (Castro & Phillips 1996). Las investigaciones se realizaron en los
años sesenta (Snow 1965b, Harris 1969a), desconociéndose su situación actual tanto biológica como
ecológica.

3.6.5 Pelícano café


El pelícano café Pelecanus occidentalis se distribuye en las costas del trópico del norte y sur América,
pero la subespecie Pelecanus occidentalis urinator es exclusiva de Galápagos. Es un ave endémica-
residente, no migratoria que se la puede observar por todo el Archipiélago. Mide 114 cm de altura y su
envergadura de alas es de 203 cm. Es grande e inconfundible, generalmente de color café la cabeza, y
el cuello ligeramente amarillento en los adultos, mientras que los inmaduros son de color grisáceo. Se
alimenta de peces y suele estar pescando junto con los piqueros. El alimento capturado por esta ave, en
ocasiones es sustraído por las fragatas Fregata spp. (Castro & Phillips 1996). Pese a ser tan común en
el Archipiélago y en otras partes del mundo, se han realizado pocos estudios sobre su estado biológico
(Eshelman 1978).

3.6.6 Piquero de patas azules


El famoso Sula nebouxii excisa se encuentra en todo Galápagos, siendo una subespecie endémica-
residente; mide 80 cm de largo y 152 cm de envergadura de alas. De los tres piqueros que anidan en
Galápagos, el de patas azules es el mediano. Su identificación es muy fácil por las patas azules en los

364
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

adultos, tono que puede variar a azul verdoso. El pico es ligeramente gris, la parte ventral es blanca y
la parte dorsal es café. La hembra es más grande y la pigmentación del iris mayor que la del macho.
Después de un colorido cortejo, la pareja cuida de 2 o 3 huevos incubándolos por 42 días. Cuando
nacen las crías, solo una sobrevivirá tras 102 días de anidación. Su alimentación está basada en peces
y casi siempre pescan en grupo, lo que es un espectáculo sin igual (Castro & Phillips 1996). Existen
varios estudios de esta ave que se han desarrollado a través de los años y se encuentran aún vigentes
(Maridueña 1975, Narváez 1980, Anderson 1987a, Anderson & Ricklefs 1987).

3.6.7 Piquero enmascarado


El piquero enmascarado Sula granti se encuentra en todo el Archipiélago, siendo un ave residente-
endémica, que mide 86 cm de largo, con una envergadura de alas de 152 cm. Es el piquero más grande
de Galápagos y su identificación resulta muy fácil debido al color blanco predominante en todo el
cuerpo, excepto las plumas primarias y secundarias de las alas que son negras. El pico es anaranjado.
Lo que se destaca es el color negro alrededor de los ojos y pico, que da la impresión de que llevan una
máscara. No existe diferencia entre los sexos, pero la hembra es ligeramente más grande. Su
alimentación está basada en peces; a menudo pesca en grupos de individuos de la misma especie o con
otros piqueros Sula spp., pero también se lo puede ver pescando a solas (Castro & Phillips 1996).
Muchas investigaciones han sido realizadas sobre esta ave por varios años (Nelson 1967a, Pitman &
Jehl 1998). Algunos de ellos siguen en marcha, con diferentes objetivos como aspectos biológicos,
ecológicos y distribución. Sus zonas de pesca son en sitios específicos de la RMG, entre ellos los
llamados ‘bajos’, o en sitios donde se puede encontrar fácilmente el alimento deseado, como muestran
algunos estudios.

3.6.8 Piquero de patas rojas


El piquero patas rojas Sula sula websteri es una subespecie endémica-residente que mide de largo 71
cm y que tiene una envergadura de alas de 96 cm. Es el más pequeño de los piqueros en Galápagos. Su
identificación es muy fácil por las patas rojas en los adultos. Tiene los ojos más grandes porque es una
especie seminocturna, construye nidos en los árboles y presenta gran variación del plumaje entre
individuos. En Galápagos existen dos morfotipos: uno blanco y otro café. En ambos, la cola es negra,
y la zona facial presenta una coloración azul, rosada y morada. El pico es azul. El morfotipo café es
predominante en las islas (95%). Los inmaduros lucen como el morfotipo café, pero las patas y el pico
son de color café. La pareja cuida un solo huevo que incuban por 45 días, anidando con su cría 132
días; a esto hay que añadir 90 días adicionales hasta que la cría sea totalmente independiente. Siendo
un ave seminocturna se alimenta de peces y calamares. Su distribución es pequeña en relación con la
de los otros piqueros Sula spp. Sólo ocurre en Genovesa, San Cristóbal, Darwin, Wolf, Gardner de
Floreana y Marchena. Estas aves viven donde el gavilán de Galápagos Buteo galapagoensis no se
encuentra (Castro & Phillips 1996). La diversidad de los morfotipos ha llamado la atención de varios
científicos, los que han realizado estudios en diferentes años y sobre temas muy diversos (Nelson
1966b, Nelson 1969, Martinez & Martinez 1979, Anderson 1991).

3.6.9 Fragata
En Galápagos existen dos especies de fragatas: la fragata real Fregata magnificens magnificens que es
una subespecie endémica-residente, y la fragata común Fregata minor que es un ave residente. La
distribución es muy variada y depende de la especie. La fragata real F. magnificens se encuentra a lo
largo de las costas del Archipiélago, principalmente en Seymour, Gardner, Isabela, San Cristóbal,
Daphne Menor, Darwin y Genovesa, mientras la fragata común F. minor está en Española,
Fernandina, Isabela, Genovesa, punta Pitt (San Cristóbal), Darwin, Wolf, Seymour Norte y cerca de
los barcos (Castro & Phillips 1996). Los estudios han sido variados, como censos (Gordillo 1980), de
distribución, de ecología (Nelson 1967b, Coello et al. 1977), y monitoreo hasta la década de los
ochenta.

3.6.10 Gaviotines
Existen en Galápagos varias especies de gaviotines, algunos de ellos endémicos, residentes,
migratorios y errantes; pero los que se destacan son el gaviotín cabeza blanca Anous stolidus

365
19 AVES MARINAS

galapagensis que es un ave residente-subespecie endémica y el gaviotín negro Sterna fuscata que es
un ave residente. Su distribución es muy diferente. Al gaviotín cabeza blanca A. stolidus galapagensis
se lo puede observar en todas las islas del Archipiélago, mientras que al gaviotín negro S. fuscata
solamente en Darwin y Wolf. Los gaviotines, especialmente los cabeza blanca A. stolidus
galapagensis, cuando se alimentan, acompañan a los petreles de Galápagos P. phaeopygia o pelícanos
P. occidentalis porque aprovechan los restos que son botados por estas aves; además pescan peces
pequeños (Castro & Phillips 1996).

3.7 Aves asociadas con el ambiente marino

Algunas aves están asociadas con el ambiente marino o costero sin ser aves marinas en el sentido
estricto. Estas incluyen aves costeras pero también algunas especies comúnmente asociadas con los
hábitats de manglar.

Pinzón de manglar
El pinzón de manglar Camarhynchus heliobates pertenece a la familia de pinzones de Darwin y es el
ave más severamente amenazada de las Galápagos. En la actualidad su población total se estima en
menos de 100 individuos (Granizo 2002c). Tal como sugiere su nombre, habita sólo hábitats de
manglar. Anteriormente la especie ocurrió en los manglares alrededor de las islas Isabela y
Fernandina, y probablemente también en otras islas. Actualmente su rango se restringe a dos parches
de manglar, ambos en la parte oeste de Isabela y a dos km de distancia entre sí, en caleta Black y playa
Tortuga Negra. Estos dos sitios representan la totalidad de la población de esta especie severamente en
peligro. Entre las amenazas para la supervivencia de la especie se destacan: ratas, gatos, y hormigas
coloradas, pero también la pérdida de su hábitat de manglar. Dada la importancia del pinzón de
manglar, su población extremadamente reducida y su presencia restringida a tan sólo dos sitios, el área
costera de caleta Black y Tortuga Negra ha sido asignada el máximo nivel de protección.

4 CONCLUSIONES

La RMG ofrece escasa protección directa a las poblaciones de aves marinas. Debido a que el 75 % de
la línea costera de las Islas Galápagos forma parte de la subzona de Uso Extractivo y No Extractivo
provisional, aves marinas como pingüinos y cormoranes, y las aves costeras, muchas de las cuales
están distribuidas a lo largo de las costas de las Islas, cuentan con escaso refugio de los usos
extractivos. La RMG proporciona la más alta protección (brindada por las categorías de Comparación
y Protección o Conservación y Uso No extractivo) a pocas colonias de anidación. Adicionalmente,
muchas de las áreas de Conservación y Uso No Extractivo (2.2) son sitios de visita turística, lo que
puede causar altos niveles de perturbación para las aves que están anidando. Un ejemplo de un sitio
2.2 con potencial para grandes disturbios en cuanto a la anidación de aves marinas, es la isla
Genovesa, el principal lugar de anidación en las Islas Galápagos para los piqueros de patas rojas S.
sula y las fragatas comunes F. minor. La zonificación de la RMG otorga muy poca protección a
especies que no tienen colonias de anidación centralizadas como los piqueros, pero que tienen sitios de
anidación distribuidos por las costas, como es el caso del pingüino de Galápagos S. mendiculus.

Las especies de aves marinas que se alimentan y viajan en alta mar, como el albatros de Galápagos y
el petrel de Galápagos, están amenazadas por el uso de técnicas de pesca como el palangre y redes.
Ambas especies tienen poblaciones pequeñas (unos pocos miles de petreles de Galápagos P.
phaeopygia y unos 17 000 albatros de Galápagos P. irrorata) y bajas tasas reproductivas. Una pérdida
anual por el uso del palangre por menor que sea, por ejemplo en el rango del 1%, podría tener efectos
devastadores en las poblaciones en los próximos 50 años. A pesar de que los controles y regulaciones
provistos por la RMG pueden proteger a estas aves indirectamente, algunas especies, como el albatros,
frecuentan el mar abierto, fuera de los límites de la Reserva. La RMG puede facilitar una protección
directa a estas aves cuando están en mar abierto mediante el control de los métodos utilizados por la

366
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

pesca de altura, tales como el palangre, y mediante la exigencia de medidas preventivas y de seguridad
que eviten la captura accidental, las heridas y la muerte a estas aves.

La RMG puede brindar protección indirecta a las aves marinas y costeras limitando el número de
pescadores, sus capturas y los métodos de pesca. Estas medidas ayudarían en su conservación al frenar
la reducción de las fuentes alimenticias de las aves marinas. Especialmente en años con eventos El
Niño-Oscilación del Sur, una disminución en el alimento causada por pesquerías humanas, podría
afectar potencial y drásticamente las poblaciones de algunas especies sensibles como el pingüino de
Galápagos. La población de pingüinos resulta muy afectada por la restricción de la disponibilidad de
alimento durante años El Niño, y una restricción adicional podría ocasionar pérdidas irrecuperables en
los pingüinos. Limitar los métodos de pesca, sería una forma de controlar el volumen de captura.

Para mejorar la efectividad de la conservación de las aves marinas en la RMG, sugerimos se


implementen las siguientes medidas:

• Incluir en la zonificación permanente de la RMG las áreas inmediatamente próximas a las colonias
de anidación en un nivel más alto de protección del actualmente provisto en la mayoría de ellas,
esto es, cómo mínimo a un nivel de ‘Uso No Extractivo’.
• Restringir los métodos de pesca permitidos, manteniendo la prohibición del palangre y dando
preferencia a los métodos más artesanales, como línea de mano, y promover el uso de
embarcaciones pequeñas y motores pequeños.
• Asegurar se realicen medidas preventivas para la protección de aves marinas (pingüinos, albatros,
etc.) por ejemplo en lo referente al tiempo de permanencia de redes pesqueras en el agua.
• Reducir la cuota de pesca durante eventos El Niño, para aminorar el impacto en las fuentes
alimenticias de las aves marinas ya de por sí estresadas durante este evento.
• Prohibir la pesca durante El Niño en ciertas áreas específicas del Archipiélago, como el canal
Bolívar, las aguas circundantes a Fernandina y los montes submarinos (‘bajos’).

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369
19 AVES MARINAS

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370
ESPECIES NO-EXTRACTIVAS

Apéndice 1. Aves marinas migratorias y aves costeras de Galápagos.

Nombre común (Español) Nombre común (Inglés) Nombre científico


Águila pescadora Osprey Pandion haliaetus
Playero cabezón Black-bellied Plover Pluvialis squatarola
Chorlitejo Semipalmated Plover Charadrius semipalmatus
Chorlo real Greater Yellowlegs Tringa melanoleuca
Chorlo chico Lesser Yellowlegs Tringa flavipes
Playero aliblanco Willet Catoptrophorus semipalmatus
Errante Wandering Tattler Heteroscelus incanus
Correlino Spotted Sandpiper Actitis macularia
Zarapito Whimbrel Numenius phaeopus
Aguja canela Marbled Godwit Limosa fedoa
Vuelve piedras Ruddy Turnstone Arenaria interpres
Chorlito de rompientes Surfbird Aphriza virgata
Playero común Sanderling Calidris alba
Playero enano Least Sandpiper Calidris minutilla
Agujeta piquicorta Short-billed Dowitcher Limnodromus griseus
Faloropo de Wilson Wilson's Phalarope Phalaropus tricolor
Faloropo norteño Red-necked Phalarope Phalaropus lobatus
Faloropo rojo Red Phalarope Phalaropus fulicaria
Gaviota reidora Laughing Gull Larus atricilla
Gaviota de Franklin Franklin's Gull Larus pipixcan
Gaviotin real Royal Tern Sterna maxima
Gaviotin común Common Tern Sterna hirundo
Martín pescador migratorio Belted Kingfisher Ceryle alcyon

371
19 AVES MARINAS

Apéndice 2. Aves marinas y aves costeras errantes registradas en Galápagos.

Nombre común (Español) Nombre común (Inglés) Nombre científico


Somormujo Pied Billed Grebe Podilymbus podiceps
Albatros de ceja negra Black-browed Albatross Thalassarche melanophris
Albatros paseador o Albatros Diomedea sp. (Probably Wandering
rey o real Albatross, D. exulans, or Royal
Albatross, D. epomophora.)
Albatros de pies negros Black-footed Albatross Phoebastria nigripes
Petrel plateado Southern Fulmar Fulmarus glacialoides
Petrel del Cabo Cape Petrel Daption capense
Mottled Petrel Pterodroma inexpectata
Petrel de Gould Gould's Petrel Pterodroma leucoptera
Petrel gigante Macronectes sp. (Probably Southern
Giant Petrel, Macronectes giganteus.)
Petrel de Parkinson Parkinson's Petrel Procellaria parkinsoni
Petrel ballena Dove Prion Pachyptila desolata
Parderela patirrosada * Pink-footed Shearwater Puffinus creatopus
Pardela del Pacifico Wedge-tailed Shearwater Puffinus pacificus
Pufino negro Sooty Shearwater Puffinus griseus
Golondrina de mar Leach's Storm-Petrel Oceanodroma leucorhoa
Golondrina de tormenta negra Black Storm-Petrel Oceanodroma melania
Golondrina de Markham Markham's Storm-Petrel Oceanodroma markhami
Golondrina cariblanca White-faced Storm-Petrel Pelagodroma marina
Bailarín White-bellied Storm-Petrel Fregetta grallaria
Red-tailed Tropicbird. Phaethon rubricauda
Piquero pardo * Brown Booby Sula leucogaster
Playero dorado American Golden-Plover Pluvialis dominica
Chorlo dorado del Pacifico * Pacific Golden-Plover Pluvialis fulva
Chorlo de Wilson Wilson's Plover Charadrius wilsonia
Playero gritón Killdeer Charadrius vociferus
Playero solitario Solitary Sandpiper Tringa solitaria
Aguja Hudsoniana * Hudsonian Godwit Limosa haemastica
Vuelve piedras negro Black Turnstone Arenaria melanocephala
Playero pecho rufo Red Knot Calidris canutus
Playero semipalmeado Semipalmated Sandpiper Calidris pusilla
Playero occipital Western Sandpiper Calidris mauri
Playero de rabadilla blanca White-rumped Sandpiper Calidris fuscicollis
Playero de Baird Baird's Sandpiper Calidris bairdii
Tin guin Pectoral Sandpiper Calidris melanotos
Stilt Sandpiper Calidris himantopus
Praderito canelo * Buff-breasted Sandpiper Tryngites subruficollis
Great Skua Stercorarius skua
South Polar Skua Stercorarius maccormicki
Salteador Pomarine Jaeger Stercorarius pomarinus
Págalo parásito * Parasitic Jaeger Stercorarius parasticus
Págalo colilargo * Long-tailed Jaeger Stercorarius longicaudus
Gaviota dominicana Kelp Gull Larus dominicanus
Gaviota negra Black Tern Chlidonias niger
Gaviotin blanco White Tern Gygis alba

* Nombres comunes continentales (Ridgely & Greenfield 2001).

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