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Dios en su soberanía derribara lo que sea necesario para que nos enfoquemos en la asignación que El ha
determinado para cada uno.
Porque nos derriba Dios…,
para tratar nuestra altivez, religiosidad, orgullo, frialdad, intelecto, arrogancia, todos enemigos de la Fé.
Cuando la incredulidad, la religiosidad, la altivez, el orgullo, la dureza de corazón, la frialdad toma espacio en
nuestras vidas, Dios debe derribarnos para recordarnos que no somos nosotros los importantes sino El.
En la iglesia muchos en algún momento fueron derribados por Dios, escucharon su voz, pero de sus ojos no
cayeron las escamas para poder ver la Revelación de Cristo Glorificado.
En la Iglesia hay personas que dicen tener a Cristo pero no le conocen. Por eso no predican, le desconocen y
aun desconocen su palabra. Dios solo derriba a aquellos a quienes les dio asignación. Es decir que
cualquiera puede ser derribado por Dios, ya que el nos predestino de antemano para buenas obras. Cuando
Dios te derriba es para su Gloria, es para su propósito es para su Reino. Pero cuando satanás te derriba es
para acabar contigo. Muchos han sido derribados y no saben quien fue quien les derribo. Y eso apago su Fé y
se perdió la revelación de Cristo.
Si estas fuera de tu asignación o no sabes cual es tu asignación divina es tiempo de entrar en oración y ayuno
para que las escamas de los ojos caigan y así comiences a desarrollar y ejercer tu asignación dada por Dios.