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Introducción al Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento nos presenta una parte nueva y culminante
dentro de la historia de la amorosa forma en que Dios ha buscado la intimidad con todos los pueblos.
Por su gran amor nos dio a su Hijo Jesús, el cual estableció con su muerte en la cruz una nueva
promesa, el nuevo pacto, para que todos y cada uno de nosotros pudiéramos regresar a Dios. El
pacto más antiguo entregado a Moisés en el monte de Sinaí describe a Dios obrando
primordialmente a través de un solo pueblo, Israel, para llevarles la bendición de la salvación a todos
los pueblos del mundo. Las leyes de ese pacto anterior revelaban las justas normas de perfección
que exigía un Dios santo para que los seres humanos lo conocieran. La historia del Nuevo
Testamento se comenzó a relatar después de casi 400 años de silencio. No se había escuchado
palabra alguna de parte de Dios. Desde el profeta Malaquías, el último de los profetas del Antiguo
Testamento. Entonces el Nuevo Testamento rompió ese silencio con la amorosa llegada a la tierra
del Hijo de Dios, quien se hizo hombre y nació con el nombre de Jesús.

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Cuando llegó el momento, Jesús dio su vida para pagar la penalidad debida por los pecados del
mundo. De esta forma se convirtió en el Redentor y Salvador de aquellos que creen en él. Los cuatro
evangelios comienzan esta historia del Nuevo Testamento relatando la vida de Jesús, sus
enseñanzas, obras, muerte y resurrección. El siguiente libro, llamado Hechos de los Apóstoles, nos
habla de la forma en que estalló la Buena Noticia de la salvación en Jesús dentro del mundo del siglo
primero, causando la formación de numerosas iglesias a lo largo de todo el Imperio Romano.
Después aparecen una serie de cartas que enseñan a los creyentes a experimentar a diario la vida
salvadora de Jesús. El resto del relato sobre Jesús se halla descrito en el Apocalipsis, el último libro
del Nuevo Testamento. Ese libro nos habla de que Jesús regresará un día, tal como prometió, para
restaurar a toda la creación, de manera que el pueblo de Dios pueda estar con él a fin de conocerle y
gozar de Él para siempre.