● Análisis de la leche:
La leche es una peculiar emulsión blanquecina que produce una sensación suave en la
boca con un especial sabor entre dulce y salado.
La leche es un producto muy fácil de falsificar, ya que su adulteración es prácticamente
imposible de reconocer a simple vista, por medio del olfato o del gusto.
Una leche de mala calidad podría estropear la fabricación de un buen queso o ser impropia
para el consumo, al grado de ser causante de infecciones o enfermedades crónicas.
Por esto anteriormente mencionado se da la tarea de realizarle varios tipos de pruebas
fisicoquímicas, en las cuales vamos a encontrar pruebas preliminares popularmente
conocidas como pruebas de andén y también encontraremos pruebas más sofisticadas.
Se realizan análisis físico-químicos de: PH, densidad, acidez, yodo, análisis de patógeno,
entre otros.
La prueba de PH es realizada para determinar el grado de frescura de la leche.
La determinación de densidad se realiza para determinar qué porcentaje de agua tiene la
leche.
El análisis de acidez se realiza para determinar el grado de acidez o alcalinidad que tiene
dicho producto, en este caso la leche.
Por lo tanto el análisis de yodo es realizado para determinar si el producto ha sido
adulterado con una sustancia, en este caso con un almidón.
La calidad de la leche abarca aspectos tales como las condiciones higiénico- sanitarias,
composición físico-química, así como las características organolépticas del producto. La
leche cruda de buena calidad no debe contener residuos ni sedimentos; no debe ser
insípida ni tener color y olor anormales; debe tener un contenido de bacterias bajo; no debe
contener sustancias químicas (por ejemplo, antibióticos y detergentes), y debe tener una
composición y acidez normales. La calidad de la leche cruda es el principal factor
determinante de la calidad de los productos lácteos.
No es posible obtener productos lácteos de buena calidad sino de leche cruda de buena
calidad.