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11º Clase
Docente: Dr. Pablo Ariel Scharagrodsky
Introducción
La siguiente clase caracteriza, analiza y profundiza las complejas relaciones entre el campo
de la pedagogía moderna, los distintos dispositivos educativos como, por ejemplo, el
currículum, los procesos de escolarización y, muy especialmente, los sistemas escolares
como espacios constructores de un cierto tipo de masculinidad en el ámbito educativo así
como las resistencias, negociaciones, fugas, re-significaciones y cuestionamientos de parte
de ciertos agentes individuales y actores sociales (docentes, alumn@s, inspector@s,
director@s, padres, madres, iglesia, clubes, medios de comunicación, etc.) a ciertos
‘guiones’ masculinos hegemónicos, patriarcales, coercitivos y dominantes en la particular
trama educativa. Así como ‘no se nace mujer sino que se llega serlo’, tampoco se nace
varón sino que se llega a serlo. Dicho en otros términos, el varón/alumno es tanto un
producto social como lo es la mujer. Y esa construcción nunca acabada se produjo -y
produce- en varios espacios sociales, entre ellos el educativo y escolar. Para dar cuenta de
ello se sintetizará brevemente algunos de los conceptos centrales producidos en el marco de
los estudios sobre masculinidades articulándolos con el campo pedagógico y educativo.
Como ya hemos señalado tanto el discurso pedagógico moderno como el sistema escolar
estatal constituido durante el siglo XIX en varias zonas de Europa y América, generaron un
conjunto de efectos sobre los cuerpos. Entre ellos se destacaron aquellos vinculados con los
procesos de generización y sexualización. Los efectos más materiales de tales relaciones
han sido la construcción de feminidades, cuestionando u omitiendo otras alternativas
posibles de vivir y experimentar la condición femenina.
La mayoría de los grandes pedagogos de entre los siglos XVII y XIX, que contribuyeron a
configurar el discurso pedagógico moderno -John Amos Comenius (1592-1670), Jean-
Jacques Rousseau (1712-1778), Jean-Baptiste de La Salle (1651-1719), Johann Heinrich
Pestalozzi (1746-1827) o Johann Bernhard Basedow (1723-1790)-, tuvieron una
participación central en el armado de un orden generizado en el cual la jerarquía, el
binarismo sexual y la exclusión fueron el común denominador.
Pero la masculinidad, como ya lo han manifestado los referentes de los Men’s Studies, es
una construcción sociohistórica tanto como la feminidad y requiere ser analizada,
especialmente en las instituciones educativas ya que como ha sugerido Connell “no hay
ningún misterio sobre el porqué algunas escuelas construyen masculinidades: fueron
creadas para eso”. (Connell, 2001)
Fabricando Masculinidades
Mal que le pese a algunos, en las sociedades modernas no hay machos sino varones. Ni la
testosterona, ni poseer pene y testículos, ni la formula cromosómica “xy” definen a la
masculinidad. No existe algo así como una determinada esencia masculina. Múltiples
prácticas y discursos van construyendo determinados ‘guiones masculinos’ excluyendo
otras alternativas posibles. Este proceso -que no es lineal ni homogéneo y que está
históricamente situado- arranca desde los primeros días de vida del niño. De hecho, apenas
nace y es identificado por sus genitales como varón, la sociedad trata de hacer de él lo que
ésta entiende por varón. Se trata de fomentarle unos comportamientos, de reprimirle otros y
de transmitirle ciertas convicciones sobre lo que significa ser un ‘buen varón’.
Como señala en un clásico libro Badinter, si ‘xy’ constituye la condición primera del ser
humano masculino, no basta para caracterizarlo” (Badinter, 1993). Vale decir, el varón no
es menos un producto social de lo que lo es la mujer. Por lo tanto, la masculinidad no es
algo eterno, una esencia sin tiempo que reside en lo profundo del corazón -o, mejor dicho,
de los testículos- de todo hombre. La masculinidad no es estática ni atemporal; es histórica,
no es la manifestación de una esencia interior; es construida socialmente, es creada en la
cultura. Así es que la masculinidad significa cosas diferentes en diferentes épocas para
diferentes personas.
Este supuesto de que la masculinidad está construida socialmente y que cambia con el curso
de la historia, no debe ser entendida como una pérdida, como algo que se le quita a los
hombres. En lugar de intentar definir la masculinidad como un objeto (como un carácter de
tipo natural, una conducta promedio, una norma), es necesario centrarse en los procesos y
relaciones por medio de los cuales los hombres y mujeres llevan vidas imbuidas en el
género. Ninguna masculinidad surge, excepto en un sistema de relaciones de género. La
masculinidad “si se puede definir brevemente, es al mismo tiempo la posición en las
relaciones de género, las prácticas por las cuales los hombres y mujeres se comprometen
con esa posición de género, y los efectos de estas prácticas en la experiencia corporal, en la
personalidad y en la cultura” (Connell, 1995).
Uno de los cientistas sociales más importantes del siglo XX, Pierre Bourdieu, escribió un
texto importante en el campo de los estudios sobre masculinidades. Para Bourdieu la lógica
del género es una lógica de poder, de dominación. Esta lógica es, según Bourdieu, la forma
paradigmática de violencia simbólica, definida por este sociólogo francés como aquella
violencia que se ejerce sobre un agente social con su complicidad o consentimiento.
Bourdieu dice que el orden social masculino está tan profundamente arraigado que no
requiere justificación: se impone a sí mismo como autoevidente, y es tomado como
"natural". Señala que la eficacia masculina radica en el hecho de que legitima una relación
de dominación al inscribirla en lo biológico, que en sí mismo es una construcción social
biologizada
La dominación de género muestra mejor que ningún otro ejemplo que la violencia
simbólica se lleva a cabo a través de "un acto de cognición y de falso reconocimiento que
está más allá de, o por debajo de, los controles de la conciencia y la voluntad". Según
Bourdieu, este acto se encuentra en las oscuridades de los esquemas de habitus, esquemas
que a su vez son de género y engendran género.
Bourdieu afirma que la dominación masculina está fundada sobre la lógica de la economía
de los intercambios simbólicos, o sea, sobre [...] la asimetría fundamental ente hombres y
mujeres instituida en la construcción social del parentesco y el matrimonio: esa entre sujeto
y objeto, agente e instrumento. Y es la relativa autonomía de la economía del capital
simbólico la que explica cómo la dominación masculina se puede perpetuar a sí misma a
pesar de transformaciones en el modo de producción.
Lo cierto es que los niños ingresan a la escuela con un ‘núcleo duro’ sobre lo que significa
ser un ‘verdadero’ varón. Movimientos, gestos, desplazamientos, estilos, posturas
corporales, formas de expresión, tipos de miradas o ciertas vestimentas son un buen
ejemplo de esto último. Sin embargo, estas cuestiones no permanecen inmutables o fijas
sino que están en permanente cambio. Dicho de otra manera, los niños pueden ajustarse,
negociar o cambiar los ‘regimenes de género’ y, en algunos casos, los ponen en cuestión.
Según Connell el régimen de género de las escuelas esta atravesado por cuatro tipos de
relaciones: “1. relaciones de poder (entre los maestros y los alumnos, patrones de
dominación, acoso y control de recursos entre alumnos), 2. división de trabajo (los varones
concentran su tarea en la enseñanza de las ciencias, de las matemáticas y las artes
industriales mientras las mujeres en la enseñanza de la literatura o de lengua, elecciones
vocacionales, etc.), 3. patrones de emoción (vinculadas con al sexualidad y las ‘reglas del
sentir’ y la prohibición hacia la homosexualidad), 4. simbolización (las escuelas reproducen
pero también producen su propia simbólica: uniformes, códigos de vestido, códigos de
1
También, la familia, los medios de comunicación, los clubes deportivos, la iglesia son algunos de los
diversos espacios ‘extraescolares’ en donde la masculinidad es formada y reformada.
lenguaje, la (re)presentación de ciertas disciplinas escolares como masculinas o femeninas
obtura pero a la vez produce subjetividades generizadas, etc.)”. (Connell, 2001: 160-161)
¿Qué sucede hoy en día en las instituciones educativas con relación al régimen de género y
a la construcción de las masculinidades?, ¿cuáles son los aspectos más estimulados? y
¿cuáles los aspectos más denigrados?, ¿qué modelos de masculinidades se configuran en el
entramado escolar? En definitiva ¿que se pone en juego en lo escolar y cuáles son algunos
de sus efectos en términos generizados?
Actividades:
1) Según Connell ¿cuáles son las dos explicaciones sobre la masculinidad más populares?
¿cuáles son las dificultades conceptuales de ello?
4) Analicé la película: Billy Elliot2 (2000) dirigida por Stephen Daldry y protagonizada por
Jamie Bell. Centre la reflexión en tres puntos: 1) Indague cómo se enseña a "ser hombre"
en la película y cómo socialmente se asocian actividades, valores, funciones, propiedades y
formas de vivir en función del género. 2. Reflexione sobre el hecho de por qué cuando una
persona rompe con lo que esperan de ella como varón o mujer se pone en cuestión su
orientación sexual. ¿Qué implica ello en el ámbito escolar? 3. Identifique las dificultades,
las tensiones y los mecanismos de afirmación personal y de autoestima que se expresan en
la película para avanzar hacia los propios deseos e intereses. ¿Cómo potenciamos en el
ámbito escolar el respeto por la diversidad sexual?
2
Sinopsis: En 1984, durante una huelga de mineros en el Norte de Inglaterra, los enfrentamientos entre
piquetes y policía están a la orden del día. Entre los que protestan con más vehemencia se encuentra un padre
empeñado en que su hijo pequeño, Billy, reciba clases de boxeo, pero él carece de pegada. Billy, en el
gimnasio, se fija en una clase de danza, le llama la atención y lo prueba. Cuando su padre se entera de que
practica una actividad tan poco de hombres, le obliga a abandonar las clases. Pero el chico tiene un gran
talento para bailar y quiere dedicarse a ello. Ver la película gratis en: http://www.peliculasdcine.com/ver-
pelicula-billy-elliot-musical-live-online-y-gratis/ o http://www.peliculasdk.com/2015/01/billy-elliot-
musical-live-2014.html
ocio en el proceso de la civilización, FCE, México, pp. 323-342.
http://es.scribd.com/doc/81278616/Dunning-El-Deporte-Como-Coto-Masculino#scribd
Bibliografía
Bibliografía de consulta