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de la Universidad de Múnich
1. INTRODUCCIÓN
[24]
LIBERTAD DE VOLUNTAD Y CULPABILIDAD 25
DE LA FILOSOFÍA
6 En tiempos más recientes es digno de hacer referencia aqui, entre otros. a los siguien
tes autores y sus trabajos: FLANAGAN, Varieties ofMoral PersonaJity, Harvard, 1993; KANE,
The Signijicance of Free Will, Oxford, 1998; NANCY, The Experience of Freedom, Stanford,
1994; PUTNAM. Mind, Language and Reality, Cambridge, 2." ed., 1979; SEARLE, Intentiona
lity, Cambridge, 1983; WATSON, Free Will, Oxford, 1983; F\SCHER, The Metaphysics ofFree
Will. An Essay on Control, La ed., 1994; HONDERICH, How Free Are You? The Detel'minism
Problem, La ed., 1993; POTHAST, Die Unzuliinglichkeit del' FI'eiheitsbeweise, l. a ed., 1980;
así como también los artículos publicados en Seminal': FI'eies Handeln und Determinismus
(comp.: Pothast), l.a ed., 1978.
7 Cfr. POTHAST, «Mensch und Rechtsfreiheit und Verantwortung», en Beitl'iige zur
10 EPIKUR, Von del' Überwindung del' Furcht, traducido al alemán por O. Gigon, 2." ed.,
1985, p, 109. Aforismo 40 de la colección epicúrea que dice expresamente: «Quien afirma
que todo ocurre necesariamente, no puede hacer ningún reproche al que dice que todo no
ocurre necesariamente, porque tiene que explicar por qué todo ocurre por necesidad.»
11 S:vstem del' Philosophie 1, 1921, p. 302, y, con ese fin exhaustivamente POTHAST, Die
Unzuliinglichkeit del' Freiheitsbeweise, 1980, pp. 252 ss.
LIBERTAD DE VOLUNTAD Y CULPABILIDAD 27
también su propia afirmación como producto causal y por ello tiene que so
meterla a una ley natural, con 10 que la propia pretensión de verdad, esto
es, de un conocimiento sin presupuestos, resultará socavada.
Entre estos extremos se sostienen, del mismo modo que en el pasado,
innumerables soluciones intermedias, las cuales, todas, de alguna manera
acaban en la tesis de la compatibilidad de la libertad del individuo con una
visión determinista del mundo. Para los marxistas, por ejemplo, la libertad
radica en la toma de conocimiento de la necesariedad del proceso histórico,
en el fondo por tanto, en la emancipación de la coacción ejercida por las re
laciones de producción l2 • Con ello se vinculan al pensamiento, desarrollado
por primera vez por David HUME, de que para la vida del hombre en socie
dad sólo puede tratarse de la llamada libertad de acción y no de la libertad
de voluntad en sentido estricto 13. La diferencia de esta simple libertad de ac
ción con el concepto mucho más pretencioso de la libertad de voluntad se
puede explicar de la mejor manera a través de la frase de SCHOPENHAUER:
«Podemos hacer lo que queremos, pero no podemos querer lo que quere
mos»14, 0, en una definición más precisa: aun cuando se tenga que partir de
que las decisiones de acción de un individuo están causalmente determina
das por su carácter, esto es, por sus disposiciones psíquicas, en parte gené
ticamente fijadas y en parte originadas en el proceso de socialización trans
currido hasta ese momento, aún se puede hablar de acción libre, porque
para una aplicación socialmente conveniente de este concepto tiene que
bastar que la acción no se reduzca a coacciones externas incluyendo proce
sos enfermizos del individuo mismo y en este sentido que sea libre.
Ya con esta radical simplificación del problema de la libertad a tres po
siciones básicas ha sido reconocible el eslabón, por decir10 así, más débil
de la cadena argumental filosófica en la que se puede encuadrar el análi
sis específicamente jurídico. Pues mientras el indeterminismo riguroso, al
igual que el rígido determinismo1S, formula enunciados ontológicos sobre
los fundamentos últimos del comportamiento humano, la tesis esbozada en
12 Estas dos tesis centrales del concepto marxista de libertad se desarrollan ya por Frie
drich ENGELS, y posteriormente no han sido tratadas en la discusión; cfr. ENGELS, Anti-Düh
ring, Parte 1, 11, «Moral und Recht - Freiheit und Notwendigkeit», citado por MARX/EN
GELS, Werke, 1956, t. XX, pp. 106 s., 264. Sobre la interpretación y posterior discusión, cfr.
la exposición en POTHAST (supra, nota 11), pp. 275 ss.
13 Fundamental HUME, An Enquiry Concerning Human Understanding, McCormack/Cal
kins (comps.), Leipzig, 1913, pp. 82 s., 99. Sobre la interpretación moderna de esa concep
ción en la filosofia analítica del lenguaje cfr. POTHAST (supra, nota 11), pp. 125 ss.
14 En Die beiden Grundprobleme der Ethik, erster Teil: «Preisschrift über die Freiheit
des Willens», se cita aquí por Griesebach (comp.), Arthur Schopenhauers slimtliche Werke
in 6 Blinden, 2. a ed., 1891, t. III, p. 403.
15 Como representantes del indeterminismo se puede nombrar, por ejemplo, a HART
MANN, Ethik, 2." ed, 1935, pp. 587 ss.; a SARTRE, Das Sein und das Nichts, 1962, pp. 15 SS.;
y, en el ámbito de la filosofia del Derecho, se puede citar entre otros, a WELZEL fundamen
talmente en «Kausalitiit und Handlung», ZStW, 51 (1931), pp. 703 SS.; sobre los represen
tantes de un determinismo «durÜ>l, cfr. POTHAST (supra, nota 11), pp. 45 SS., y, en la discu
sión alemana, sobre todo, DANNER, Gibt es einenfreien WiUen?, 3." ed., 1974.
28 TEMAS ACTUALES Y PERMANENTES DEL DERECHO PENAL
16 Cfr. además de las referencias en supra, nota 13, el seminario: Freies Handeln und
Determinismus, 1978, pp. 142-265, en Pothast (comp.), trabajos traducidos y editados por
Moore, Schlick, Austin, Strawson, White y van Inwagen.
LIBERTAD DE VOLUNTAD Y CULPABILIDAD 29
17 Esta teoría, en el ámbito de la lengua alemana, ha sido la más defendida por Max
PLANCK; cfr. sobre esto las siguientes obras «Vom Wesen der Willensfreiheit», así como
«Kausalgesetz und Willensfreiheit», en PLANCK, Vortriige und Erinnerungen, 10." ed., 1975,
pp. 101 ss.; el primer trabajo en POTHAST, Seminar: Freies Handeln und Determinismus (su
pra, nota 16), pp. 272 ss. Sobre otros sostenedores de esta teoría, cfr. la exposición en POT
HAST (supra, nota 11), pp. 177 ss.
18 Ludwig WITTGENSTEIN, Tractatus logico-philosophicus (junto con los libros de bolsi
llo de 1914-1916 y Philosophische Untersuchungen), 1922, cifra 5.1362: «La libertad de vo
luntad consiste en que las actuaciones futuras no pueden ser conocidas ahora».
19 Al respecto, cfr. el artículo \O de la Constitución española.
30 TEMAS ACTUALES Y PERMANENTES DEL DERECHO PENAL
personalidad», West-ostlicher Divan - Werke,t. 11, TRuNz (comp.), La ed., 1981, p. 71.
22 Artículo 2 de la Constitución (libre desarrollo de la personalidad, derecho a la vida,
integridad corporal y libertad de la persona):
«(2) Todos tienen derecho a la vida y a la integridad fisica. La libertad de la persona es
inviolable. Estos derechos sólo pueden ser restringidos con motivo de una Ley.»
Igualmente, en este sentido, cfr. los artículos 15 y 17 de la Constitución española.
23 Sobre la libertad de conciencia, cfr. también en la Constitución española el artículo 17.
24 KANT, Kritik der praktischen Vernunft, citado de acuerdo con la edición de VorUinder.
9. a ed., 1929, p. 113 (= p. 174 de la edición de 1797).
LIBERTAD DE VOLUNTAD Y CULPABILIDAD 31
26 Cfr. MOORE, en Pothast (supra, nota 11), p. 135; HOBART, también en Pothast, op. cit.,
p. 139, nota 16; así como MACKIE, Ethik-Aufder Suche nach dem Richtigen und Falschen,
1981, pp. 265 ss.
27 SCHOCH, ZSt W, 94 (1982) p. 864; EL MISMO, en FrankJHarrer (comps.), Der Sach
verstiindige in Strafrecht/Kriminalverhütung, Forensia-Jahrbuch, 1. 1, 1990, p. 95; EL MIS
MO, Festschrift fiir Jescheck, 1. 11, 1985, pp. 1081 ss.; ROXIN, Strafrecht, Allgemeiner Teil,
32 TEMAS ACTUALES Y PERMANENTES DEL DERECHO PENAL
t. 1., 3. a ed., 1997, pp. 51,52; DOLLlNG, ZStW, 102 (1990), p. 1; VILSMEIER, MschrKrim,
1990, p. 276; MÜLLER-DIETz, en Jeh1e (comp.), Kriminalpriiventivn und Strajjustiz, 1996,
pp. 227-261, especialmente pp. 242 ss.
28 Supra, nota 26.
35 SCHÜNEMANN, en Silva Sánchez (ed.), El sistema moderno del Derecho penal: cuestio
nesfundamentales, 1991, pp. 147-178.
36 Es básico NOWAKOWSKI, SchwZStr, 65 (1950), p. 30 1; EL MISMO, Festschrift fiir Rit
tler, pp. 55 ss.; JESCHECK/WEIGEND (supra, nota 1), § 37 1; JESCHECK, JBI, 1998, pp. 609 ss.;
ROXIN, Strafrecht, AT, 1, Yed., 1997, § 19, n.''' margo 20 ss.; referencias ulteriores en SCHÜ
NEMANN, en Hirsch/Weigend (comps.), Strafrecht und Kriminalpolitik in Japan und
Deutsch/and, 1989, pp. 151 ss. Para más referencias sobre el concepto social de culpabili
dad, cfr. ACHENllACH, en Schünemann (comp.), GrundjYagen des modernen Strafrechtssys
tems, 1984, pp. 135 ss.; EL MISMO, en Baumgartner/Eser (comps.), Schuld und Verantwor
tung, 1983; FRISTER, Schuldprin::ip, Verbot der Verdachtsstraje und Unschuldsvermutung als
materielle Prin::ipien des Strajrechts, 1988; K. GüNTHER, Jahrbuch jur Recht und Ethik 2
(1989), pp. 143 ss.; KORIATH, Grundlagen strafrechtlicher Zurechnung, 1994; ROXIN, Krimi
nalpolitik und Strafrechtssystem, 2." ed. 1973; EL MISMO, Festschrift./iír Henkel, 1973, p.
171; EL MISMO, ZStW, 96 (1984), p. 641; EL MISMO, SchwZStr, 104 (1987), p. 356; EL MISMO,
Festschri/i fiir Arthur Kaufmann, p. 519.
37 SCHÜNEMANN (supra, nota 35), p. 151; ROXIN, Strafrechtliche Grund/agenprobleme,
1971, pp. 20 s.; EL MISMO, Strafrecht, AT(supra, nota 10), § 19 IV 5.
3g Esto se ha demostrado, de nuevo, con la persecución por el Estado de los delitos cau
sados en la República Democrática Alemana después de la reunificación. Cfr. sobre ello la do
LIBERTAD DE VOLUNTAD Y CULPABILIDAD 35
pp. 21,67, 70, 71; MEYER., Die Willen.~rreiheit und das Strafrecht, 1890; BINDlNG, Die Nor
men und ihre Übertretung, t. 11, La ed., 1877, p. 10, nota 14; por el contrario, acertadamente
36 TEMAS ACTUALES Y PERMANENTES DEL DERECHO PENAL
jeto empírico, cuya conducta, según KANT, sólo puede concebirse en la ca
tegoría de la causalidad41 . Considero necesario, por el contrario, superar la
inadecuada oposición entre el sujeto empírico y el sujeto trascendente, me
diante la idea de calificar la libertad de voluntad como una parte de la
construcción de la realidad social. En segundo lugar, la escuela clásica cre
yó, injustamente, poder invocar la experiencia subjetiva de la libertad
como ta1 42 , la cual, sin embargo, tampoco puede probar su veracidad obje
tiva por razones epistemológicas. La frase de LESSINo, llena de presenti
miento: «no son libres todos los que ridiculizan sus cadenas»43 ha sido
confirmada multitud de veces por investigaciones psiquiátricas y psicoló
gicas, porque no es extraño que tales personas, que ni son capaces de re
conocer la norma ni de cumplirla, dispongan de un sentimiento eufórico de
libertad44. Tampoco se puede oponer esta objeción a mi tercera afirmación,
porque considero la experiencia subjetiva de libertad sólo como condición
necesaria, pero no suficiente para la libertad de voljuntad. Y, finalmente,
me abstengo también de sucumbir a la falacia normativista de declarar a la
libertad de voluntad, modificando la conocida afirmación de KOHL
RAUSCH45 , como una suposición de la realidad necesaria para el Estado.
Pues, una afirmación sobre la realidad no se puede fundamentar, eviden
temente, con la referencia a su necesidad para un concepto normativo de
terminado. Además, esta forma de intentar legitimar el ordenamiento jurí
dico-penal cae en un círculo vicioso. Estas consideraciones deberían ser
suficientes para evitar que mi afirmación se confunda con la posición de
la escuela penal clásica.
en la 2." ed., 1914, pp. 3 ss. Significativas para el apoyo de la escuela clásica a la concepción
del sujeto trascendental son las declaraciones de BELING en su escrito Die Vergeltungsidee
und ihre Bedeutung fi"ir das Strafrecht, 1978 (nueva impresión de la edición de Leipzig de
1908), p. 54: «Así el Derecho retributivo depende de que de hecho la libertad de voluntad
reside empíricamente dentro del hombre; la libertad metafisica del hombre inteligible no
puede ser suficiente cuando falta la libertad empírica».
41 A tal efecto KANT, Prolegomena, Akademie-Ausgabe, 1910 ss., t. IV, pp. 345 s. (§ 53).
42 Así, por ejemplo, BELlNG (supra, nota 40), pp. 54 s.: «Que la voluntad del hombre es
libre y por eso al final cada uno sólo puede invocar sus propias experiencias».
4) LESSING, Nathan der Weise -Ein dramatisches Gedicht, in fünf AufZügen, 1779,
46 W v. HUMBOLDT, Gesammelte Schriften, pp. 1903 ss., t. VI, pp. 16,22 S., 160 S., así
como t. VIl, pp. 53 ss., 94 SS.; WHORF, Sprechen-Denken-Wirklichkeit, 1963, pp. 7 SS., 51 SS.,
74 ss.
47 HUSSERL, Die fiinfie logische Untersuchung -~ Über intentionale Erlebnisse und ihre
«Inhalte», 1988; EL MISMO, Formale und transzendentale Logik- Versuch einer Kritik der 10
gischen Vernunft, 1981; EL MISMO, Grundprobleme der Phiinomenologie, 1992 (conforme a
la edicíón de 1910-1911); EL MISMO, Erfahrung und Urteil-Untersuchungen zur Genealogie
der Logik, 1999; EL MISMO, Die Konstitution der geistigen Welt, 1984; además cfr. EL MISMO,
Die Idee der Phiinomenologie, 1986; EL MISMO, Ideen zu einer reinen Phiinomenologie und
phiinomenologischen Philosophie, 1993; EL MISMO, Cartesianische Meditationen - Eine
Einleitung in die Phiinomenologie, 1995.
48 Cfr. Alfred SCHÜTZ, Das Problem der Relevanz, 1982; EL MISMO, Relevanz und Handeln
- Zur Phiinomenologie des Alltagswissens, 2000; EL MISMO, Der sinnhafie Aujbau der sozia
len rfélt, 2000; Alfred SCHüTz/Thomas LUCKMANN, Strukturen der Lebenswelt, 1, 1994; 11,
1990; EL MISMO, Theorie der Lebensformen, 1981; Alfred SCHüTzlTa!cott PARSONS, Zur The
orie des sozialen Handelns, 1977; George HERBERT MEAD, Mind, Self, Society from the Stand
point ofa Social Behaviorist, 1967 (como los artículos en el idioma inglés están publicados
de forma muy dispersa, se remite al edición alemana: EL MISMO, Gesammelte Auftiitze, 1, 1987;
n, 1987); Harold GARFINKEL, Studies in Ethnology, 1987.
49 BERGER/LUCKMANN, Die gesellschafiliche Konstruktion der Wirklichkeit, 1970.
50 BERGERlLuCKMANN,Op. cit., p. 18.
51 BERGER/LuCKMANN,Op. cit., p. 144.
38 TEMAS ACTUALES Y PERMANENTES DEL DERECHO PENAL
57 JAYNES, en Der Ursprung des Bewuj3tseins durch den Zusammenbruch der bikamera
len Psyche, 1976 (edición alemana, 1988).
LIBERTAD DE VOLUNTAD Y CULPABILIDAD 41
j~ El error del concepto social de culpabilidad (referencias en supra, nota 36) consiste,
ciertamente, en la aceptación equivocada de tener que formar un concepto de realidad
específicamente penal y, en ese ámbito, construir una «culpabilidad social», que no se daría
de acuerdo con las pautas verdaderas de la realidad; mientras que yo me he esforzado en el
texto en demostrar que el concepto mismo de realidad no se ha producido sólo por el Dere
cho penal, sino por nuestra cultura en conjunto, por la libertad del hombre normal y, cuya
responsabilidad, de este modo, tiene consecuencia coercitiva por la acción evitable. Cfr. su
pra, nota 36.
59 Cfr. KANT, Kritik der reinen Vernunjt, Werke I1I, Akademie-Textausgabe 1968 (reim
presión de la 2." ed., 1787). pp. 366-368 (original: pp. 566-569).
60 Más referencias sobre la causalidad como conexión del mundo exterior comproba
ble empíricamente de dos acontecimientos: JESCHECK/WEIGEND (supra, nota 1), § 28 I 1,
p. 227; LAMPE, «Die Kausalitat und ihre strafrechtliche Funktion», en Gediichtnisschrifi/ür
Armin Kau(mann, 1989, p. 189; MAIWALD, Kausalitiit und Stra(recht, 1980; PUPPE, ZStW, 92
42 TEMAS ACTUALES Y PERMANENTES DEL DERECHO PENAL
Cfr. su trabajo conjunto Studies in the Logic olExplanation, 1948. Conforme a éste, es in
dispensable la indicación de todas las condiciones preexistentes A I hasta Ak, de todas las
leyes G 1... Gn y la derivación lógica de este explanans (el sujeto que explica) al explanan
dum (10 explicado). De lo contrario la explicación está incompleta. Además la explicación
sólo es útil si las leyes empíricas son falsificables y todas las declaraciones del método son
altamente comprobables.
62 8AURMANN, Zweckrationalitiit und Stralrecht, 1987, p. 139.
63 LUTERO, De servo arbitrio, de 1525, en discrepancia con la publicación de Erasmo de
ROTTERDAM, De libero arbitrio, de 1524, con lo cual LUTERO deduce el determinismo direc
tamente de la ominipotencia de Dios; cfr., con ese fin, el sentido histórico ya que la materia
en si misma no conduce a nada; MILDENBERGER, Der freie Wille ist offenkundig nur ein Got
tespriidikat (Martin Luther), 1984, p. 8.
64 NIETZSCHE, G6tzen-Diimmenmg, 1889, aforismo n.O 7 en «Die vier groBen lrrtümem.
LIBERTAD DE VOLUNTAD Y CULPABILIDAD 43
"5 Especialmente insistente DANNER, Gibt es einenfreien Willen? (supra, nota 15), y,
además, la exposición de DREHER, Die Willensf;'eiheit, 1987, pp. 337 ss.
"" El fundamento empírico se halla, en cierto modo, en la frase de KANT: «Tú puedes,
porque tú debes», que sin esta base sería circular, porque la responsabilidad se fundaría so
bre la libertad y la libertad sobre la responsabilidad (cfr. únicamente la crítica a KANT por
ENGISCH, Die Lehre von der Willensfreiheit in der strafrechtsphilosophischen Doktrin der
Gegenwart, 2." ed., 1965, p. 41, nota 101).
67 En este punto se encuentra la más moderna y, desde el aspecto empírico, la más per
fecta concepción elaborada del determinismo, que recientemente atribuye el comportamien
to humano a las leyes de la química y a la teoría de la electricidad, y que describe una de las
materias de investigación centrales de la biología moderna; referencias en infra. notas 72 s.
44 TEMAS ACTUALES Y PERMANENTES DEL DERECHO PENAL
68 POPPERlEccLEs, Das Teh und sein Gehirn, 1982, p. 436 (edición original: The Selfand
its Brain - An Argumentlar Tnteraetionism, Londres, 1977).
69 Cfr. a tal efecto POPPER/EccLEs (supra, nota 68), p. 58.
70 A fondo POPPERlEccLEs (supra, nota 68), pp. 56 ss.
71 En general, sobre la extensa tearia del caos cfr. LAUNDERS, Katastrophentheorie,
1986; POSTUN/STEWARD, Catastrophe Theory and Tts Applieations, 1978; BROWN, Chaos and
Catastrophe Theories, 1995; CASAR Y otros, Chaotie Behavior in Quantum Systems, 1985;
GUTZWILLER, Chaos in Classieal and Quantum Meehanies, 1991; HOPPENsTEADT, Analysis
and Simulation 01 Chaotie Systems, 2000; LEWIN, Complexity-Life at the Edge 01 Chaos,
2000; LOlsTL y otros, Chaostheorie - Zur Theorie niehtlinearer dynamiseher Systeme,
1996; LORENz, The Essenee 01 Chaos. 1996; PEITGEN, Chaos and Fraetals, 1992; STUART,
Dynamieal Systems and Numerieal Analysis, 1998.
LIBERTAD DE VOLUNTAD Y CULPABILIDAD 45
72 Cfr., sobre el nivel actual de la fisiología del cerebro, KORNHUBER y HEISS, en Heck
KLER, en HeckhausenlGollwitzerlWeinert (comps.) (supra, nota 72), pp. 365 ss.; KOSLOWS
KI, en Koslowski/Kreuzer/L6w (comps.), Evolution und Freiheit, 1984, pp. 93 ss.
74 Cfr., por lo demás, sobre una explicación biológica del comportamiento humano a tra
vés de la forma moderna del darwinismo desarrollada en el «egoísmo de los genes», Vo
LAND, en Eisenburg (comp.), Die Freiheit des Menschen, 1998, pp. 27 ss.
75 La cita de Albert EINSTEIN de que «Dios no juega a los dados» se cita por doquier;
así, por ejemplo, por Klaus MANZIER, «Zufall», en Enzyklopiidie Philosophie und Wissen
schaftstheorie, t. IV, Jürgen Mittelstral3 (comp.), Stuttgart, 1996, p. 857. La frase se encuen
tra varias veces en sus cartas, véase al respecto DUKAS/HoFFMANN (comps.), Albert EINSTEIN,
Briefe, 1981, p. 65; EINSTEIN/H. U. M. BORN, BriefwechseI1916-1955, 1969, pp. 129 ss.
46 TEMAS ACTUALES Y PERMANENTES DEL DERECHO PENAL
76 POTHAST, Über einige Fragen der Selbstbeziehung, 1971, pp. 84 S.; EL MISMO, Die
Unzulanglichkeit der Freiheitsbeweise (supra, nota 6), pp. 113, 122 s. En este punto, según
mi opinión, se muestra en la argumentación completa de POTHAST, el único error de base so
bre «la insuficiencia de la prueba de la libertad», en su básica monografia del mismo nom
bre, del año 1980. Respecto de la vida práctica en un mundo-horizonte indeterminado, como
él, fatalmente, se nos presenta a través de la estructura de nuestro lenguaje coloquial,
tendríamos entonces, con una reflexión teórica, que constatar (como ya expuse: inevitable
mente, pero para la reflexión teórica es no obstante penoso) una contradicción con el verda
dero conocimiento, si estuviéramos lógicamente obligados a contemplar un mundo comple
tamente organizado de acuerdo con el principio causal como lo único correcto. Si, por el
contrario, la reflexión teórica conduce al resultado de que el comportamiento humano no
puede ser explicado completamente de acuerdo con el principio causal, entonces no se pue
de declarar ese descubrimiento como irrelevante, con la argumentación de que lo casual
no es ningún fundamento para la responsabilidad (lo que hace, sin embargo, a menudo
POTHAST; así, por ejemplo, también en su crítica a SARTRE y a una concepción del determi
nismo que se remonta a POPPER; cfr. op. cit., pp. 97 ss. 183 ss.). Porque, debido a la inevita
bilidad de la visión del mundo indeterminado que tenemos que se cimienta en nuestras es
tructuras del lenguaje, no debemos buscar su cimiento positivo en una ontología fundada
decididamente en la responsabilidad humana, sino podemos darnos por satisfechos con la
constatación de que, a falta de un modelo completo de explicación causal para los compor
tamientos humanos, no existe igualmente contradicción alguna con la concepción teórica de
la realidad.
LIBERTAD DE VOLUNTAD Y CULPABILIDAD 47
rales, cuya recepción por el Derecho no sólo es inevitable, sino que tam
bién parece razonable en el nivel de una reflexión social trascendente y es
céptica.
y esto significa: como la libertad de voluntad y la posibilidad de ac
tuar de otro modo son fenómenos reales, podemos reprochar también el
crimen al autor mentalmente sano, esto es, atribuyéndole su culpabilidad.
la teoría de los elementos negativos del tipo, cfr. SCHÜNEMANN/FIGUEIREDO DIAs, «Funda
mentos de un sistema europeo del Derecho penal», Lihro-homenaje a Claus Roxin con oca
sión de su honoris causa, Univ. de Coímbra, edición española de Silva Sánchez, Barcelona,
1995, pp. 205-245.
48 TEMAS ACTUALES Y PERMANENTES DEL DERECHO PENAL
RI BGHSt, 29, pp. 319, 321 S.; 34, 345, 349 (GS); BGB StV, 1985, p. 366; StV, 1987,
p. 530; NStZ, 1988, p. 497; NStZ, 1990, p. 334; StV, 1993, p. 638; StV, 1996, p. 427; BGHR,
§ 46, apartado 1, Beurteilungsrahmen 1,2,3,5,6, Begriindung 9; SCHÁFER, Praxis der Straf
zumessung, n.o margo 347 con ulteriores referencias; OLG Hamm, NJW, 1972, p. 1150;
BayObLG NStZ, 1988, p. 408; OLG Düsseldorf, NStZ, 1988, p. 325. Sobre la teoría de la li
bertad del marco judicial cfr. BGHSt, 7, p. 32; 20, p. 267; 24, p. 133; 29, p. 320; 34, p. 360;
BGH StV, 1985, p. 366; StV, 1987, p. 530; NStZ, 1990, p. 334; StV, 1993, p. 368; StV, 1966,
p. 427; BGHR, § 46 apartado L ámbito de apreciación 1,2,3,5,6, asimismo argumento 9;
SCHÁFER, Praxis der Straftumessung, n.o margo 347 con referencias ulteriores; OLG Hamm
NJW, 1972, p. 1150; BayObLG NStZ, 1988, p. 408; OLG Düsse1dorf, NStZ, 1988, p. 326;
BADER, JZ, 55, p. 526; BECKMANN, GA, 81, p. 354; BLEl, Stra{recht AlIgemeiner Teil, § 112
111; BRUNS, Stra{zumessungsrecht, 2. a ed., 1974, pp. 105 ss.; FRlSCH, ZSt W, 99 (1987), p. 361;
GRASNlCK, Über Schuld, Strafe und Sprache - Systematische Studien zu den Grundlagen
der Punktstrafen- und Spielraumtheorie, 1987; JESCHECK/WEIGEND (supra, nota 1), § 82 IV,
p. 6; LACKNERlKüHL, StGB, § 46, núm. margo 24; MAURACH/Z¡PF, Strafrecht, AT, 7." ed.,
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