EL ME SOSTUVO EN SUS BRAZOS

Había una vez una pareja atea que tenía una hija. La pareja nunca le
había hablado acerca de Jesús a la niña. Una noche cuando la niña
tenía apenas cinco años de edad, los padres discutieron entre sí y el
padre mató a la madre con un tiro en la cabeza. Al poco tiempo, el
papá se suicidó.

Todo esto ocurrió a la vista de la niña. La niña quedó sola y fue

mandada a un orfanatorio. La persona que la cuidaba era cristiana y
un día la llevo a la iglesia. En su primer día asistió a una escuela
dominical, la señora que con tanto cariño cuidaba de la niña le dijo a
la maestra que la niña nunca había escuchado de Jesús y que tuviera
paciencia con ella. La maestra empezó la clase sosteniendo un
retrato de Jesús en sus manos y dijo: “¿Alguien sabe quién es El?” la
niñita entonces respondió: “yo se, ese es el hombre que me estaba
sosteniendo en sus brazos la noche que mis padres murieron”.

¡Que envidiable la confianza de esa niñita! ¿Nos sentiremos nosotros

en los brazos de Jesús ante las dificultades de nuestra vida?... ¿Por
mas duras que estas parezcan?