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EXAMEN DE LICENCIATURA

DERECHO PROCESAL
FUNDAMENTOS Y DERECHO PROCESAL ORGÁNICO
I. Fundamentos del Derecho Procesal.
1. Concepto y Contenido:
Con la expresión Derecho Procesal se hace referencia a un conjunto de normas y principios
que reglamentan la función jurisdiccional, y además, una rama especializada de la ciencia
jurídica que tiene por objeto el estudio de esa parte del ordenamiento jurídico.
La expresión Derecho está tomada en el sentido que le corresponde como rama autónoma;
la consideración de que el derecho procesal era un apéndice de otras disciplinas como el
derecho privado o penal está completamente superada. La locución Procesal dice relación
con el objeto de estudio: el proceso.
En cuanto al contenido de la disciplina, su núcleo está compuesto por la función
jurisdiccional, la que se ejerce por los tribunales de justicia, formado por jueces y otros
funcionarios.
El art. 76 CPR se refiere a la función jurisdiccional señalando que la facultad de conocer las
causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece
exclusivamente a los tribunales que establece la ley. La jurisdicción se ejerce dentro de los
límites que fijan una esfera de atribuciones al tribunal, límites denominados competencia.
La función jurisdiccional se realiza a través de una serie de actos que se desarrollan en el
tiempo y que terminan en una sentencia, lo que se conoce como el proceso. Toda sentencia
de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente
tramitado (art. 19 N° 3 CPR).
Los jueces, salvo excepciones, no ejercen la jurisdicción por propia iniciativa sino por
petición de partes. El derecho de las partes para requerir de los jueces el ejercicio de la
jurisdicción se denomina acción, que al deducirse provoca el nacimiento y desarrollo del
proceso.
Producido un conflicto es necesario darle solución, éste puede ser resuelto por las mismas
personas involucradas en él, pero si no es posible, debe existir un mecanismo que resuelva
el conflicto de manera pacífica, obligatoria y definitiva para las partes, para lo cual deben
concurrir las siguientes condiciones:
a) Debe existir un sujeto ante quien se pueda acudir para que dirima el conflicto
(jurisdicción).
b) Debe reconocerse a las partes en conflicto el derecho a acudir ante ese tercero
(acción).
c) Debe existir un medio o instrumento a través del cual este tercero resuelva el
conflicto (proceso).
El Derecho Procesal comprende dos órdenes de materias:
a) El estudio del órgano jurisdiccional, sus atribuciones y competencia (derecho
procesal orgánico).
b) El estudio del procedimiento. La forma como el órgano jurisdiccional y las partes
deben desempeñar su misión. En este caso se habla de derecho procesal funcional,
que se clasifica en dos ramas: derecho procesal civil y derecho procesal penal.
1.1. Características del Derecho Procesal:
a) Pertenece al Derecho Público, puesto que regula una función del Estado, la función
jurisdiccional. En consecuencia, sus normas son irrenunciables y existe una limitada
eficacia a la autonomía de la voluntad.
b) Es un derecho instrumental, es el derecho que sirve para tutelar, siendo el derecho
sustantivo el derecho tutelado. No da las soluciones al conflicto de intereses, sino el
mecanismo para llegar a la composición del mismo.
c) Es un derecho formal, en oposición al sustancial.
d) Presenta unidad conceptual.
e) Es un derecho autónomo. Tiene un régimen jurídico propio.
1.2. Fuentes del Derecho Procesal: Son fuentes directas la ley procesal, e indirectas la
doctrina, la costumbre, la jurisprudencia y los autos acordados.
Los autos acordados son reglas de carácter judicial que contienen normas permanentes,
generales y obligatorias, dictados para el mejor cumplimiento de las normas procesales y
del servicio judicial. Tienen a llenar vacíos en la legislación o corregir prácticas viciosas.
Se dictan en virtud de las facultades económicas de los tribunales superiores. Son normas
jurídicas (en sentido amplio), producto de la potestad reglamentaria de estos tribunales.
2. Formas de solucionar los conflictos jurídicos:
Producido el quebrantamiento de la norma jurídica, debe arbitrarse la solución que haga
cesar el conflicto, y en este caso hay al menos tres soluciones posibles:
2.1. La autotutela o autodefensa: Consiste en la reacción directa y personal de quien hace
justicia por sí mismo. Se caracteriza porque uno de los sujetos en conflicto intenta
solucionarlo por su acción directa en lugar de servirse de la acción dirigida hacia el Estado
a través del proceso.
Este medio de solución de conflictos está prohibido por el derecho y sólo excepcionalmente
se permite la autotutela como en el derecho legal de retención o en la legítima defensa.
2.2. La autocomposición: Consiste en la sumisión o renuncia total o parcial de los
derechos de una parte a favor de la otra. Sumisión total es la renuncia o remisión de la
deuda y sumisión parcial es transacción, conciliación y avenimiento.
La autocomposición puede ser unilateral o bilateral: Es unilateral cuando las concesiones
provengan de una de las partes en conflicto (ej. renuncia, allanamiento y desistimiento); es
bilateral cuando las concesiones provienen de ambas partes (ej. transacción, conciliación y
avenimiento).
Es posible la intervención de un tercero, pero en definitiva el conflicto se resuelve por obra
de las partes y no del tercero, quien se limita a proponer una solución (no está suprapartes
sino que interpartes). Este tercero puede intervenir espontáneamente (mediación) o en
forma provocada, caso en que las partes se comprometen a aceptar la solución impuesta por
el tercero.
La autocomposición tiene dos limitantes que la transforman en un medio poco eficiente:
a) Existe un gran número de conflictos en que hay un interés social comprometido, que
va más allá del interés de las partes involucradas y no puede ponerse fin por mutuo
acuerdo.
b) Es escasa la probabilidad de que, surgido el conflicto, sean las mismas partes las
que se acerquen para ponerle término.
La transacción es una forma autocompositiva de solución de conflictos que se regula como
contrato en los arts. 2446 y siguientes del Código Civil, mediante la cual las partes
solucionan extrajudicialmente un litigio o precaven uno eventual.
La conciliación es un acto jurídico bilateral en cuya virtud las partes, a iniciativa del juez
que conoce del proceso, logran durante su desarrollo, ponerle fin de mutuo acuerdo. Esta es
siempre judicial, por ello puede afirmarse que no es un mecanismo autocompositivo puro.
El avenimiento es el acuerdo que logran directamente las partes de un proceso en virtud del
cual le ponen término a un conflicto pendiente de resolución judicial, expresándoselo así al
tribunal que está conociendo de la causa.
2.3. La heterocomposición: Es un tercero quien resuelve el conflicto, imponiendo su
decisión a las partes, las que quedan jurídicamente obligadas. El tercero se encuentra en
relación a las partes en un estado de suprapartes.
La intervención del tercero puede ser a título de árbitro o de juez, de allí que la
heterocomposición revista dos formas: arbitraje y jurisdicción propiamente tal.
Surge así la noción de proceso como un medio idóneo para dirimir imparcialmente, por
acto de juicio de la autoridad, un conflicto de intereses de relevancia jurídica.
3. El Proceso:
La idea del proceso en sentido jurídico aparece virtualmente en todos los campos del
derecho, sin embargo, de estos diversos tipos de procesos debemos destacar el que
constituye el objeto de nuestro estudio: el proceso jurisdiccional a cargo de los órganos del
poder judicial.
3.1. Concepto: Es el instrumento que el Estado entrega a los particulares, destinado a
satisfacer pretensiones procesales y que se desarrolla a través de una serie de actos jurídicos
de carácter procesal que se desenvuelven concatenada y sucesivamente en el tiempo,
culminando con la decisión del juez que dirime el correspondiente conflicto de intereses.
El concepto de proceso hay que diferenciarlo de los conceptos de procedimiento y
expediente.
a) Procedimiento: Es el conjunto de formalidades específicas a que deben someterse tanto
los tribunales como las personas que concurren ante ellos planteando pretensiones
procesales. Con este término se alude a las normas de desarrollo del proceso o de
tramitación. Responde a una consideración meramente formal o externa de la actividad
procesal.
b) Expediente o carpeta electrónica: Es la materialidad del proceso, consiste en el
conjunto de escritos, documentos y actuaciones de toda clase que se presentan o verifican
en el proceso y que se ordenan cronológicamente (art. 291).
3.2. Importancia del proceso:
a) Es la única forma esencialmente jurídica de resolver un conflicto.
b) No sólo sirve a las partes para determinar o precisar sus derechos discutidos, sino
que también sirve al Estado para el mantenimiento del orden jurídico.
c) Es el medio que ofrece las mayores posibilidades de aportar una solución justa y
pacífica al conflicto, toda vez que sus decisiones se entregan a un tercero imparcial.
4. El Código de Procedimiento Civil:
4.1. Estructura: El CPC está estructurado en 4 libros, 925 artículos y un título final:
a) Libro I: Disposiciones Comunes a Todo Procedimiento (arts. 1 a 252).
b) Libro II: Del Juicio Ordinario (arts. 253 a 433).
c) Libro III: De los Juicios Especiales (arts. 434 a 816).
d) Libro IV: De los Actos Judiciales No Contenciosos (arts. 817 a 925).
El título final hace referencia a la derogación de las leyes de procedimiento.
4.2. Campo de aplicación: Las disposiciones contenidas en el CPC, rigen el procedimiento
de las contiendas civiles entre partes y de los actos de jurisdicción no contenciosa, cuyo
conocimiento corresponda a los Tribunales de Justicia (art. 1°). De modo que sus normas
rigen:
a) El procedimiento de las contiendas civiles entre partes.
b) Los actos de jurisdicción no contenciosa cuyo conocimiento corresponda a los
tribunales de justicia.
Por exclusión, sus disposiciones no se aplican a las contiendas o asuntos voluntarios
expresamente excluidos por la ley, a los juicios seguidos ante tribunales especiales si hay

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Toda referencia a artículo sin indicar el cuerpo al cual pertenece en este apunte se entiende referida al
Código de Procedimiento Civil o CPC.
norma que así lo disponga, ni a los asuntos referidos a la jurisdicción conservadora,
disciplinaria y económica.
4.3. Forma de aplicar las disposiciones del CPC: Se trata de determinar frente a una
causa civil que le corresponda conocer a alguno de los tribunales contemplados en nuestra
legislación, cuál es el procedimiento aplicable.
4.3.1. Asuntos contenciosos civiles:
a) Si la acción que se intenta tiene un procedimiento contemplado en el Libro III, la causa
se debe tramitar conforme al procedimiento especial contemplado en dicho Libro,
complementado con las disposiciones del Libro I. Se le van a aplicar las reglas del Libro II,
referentes al procedimiento ordinario, en la medida que las anteriores fueren insuficientes,
por el carácter supletorio que tiene el Libro II en virtud art. 3°.
b) Si la causa no tiene un procedimiento contemplado en el Libro III se aplica el
procedimiento ordinario del Libro II, que es de aplicación general por el art. 3°,
complementándose con las disposiciones comunes a todo procedimiento del Libro I.
Art. 3° CPC.- Se aplicará el procedimiento ordinario en todas las gestiones, trámites y
actuaciones que no estén sometidos a una regla especial diversa, cualquiera que sea su
naturaleza.
4.3.2. Asuntos no contenciosos civiles:
a) Si el acto judicial no contencioso está reglamentado en el Libro IV, se aplicara dicha
normativa especial, complementada con el Título I del Libro IV disposiciones generales. Si
fueren insuficientes, se complementan con el Libro I, y en subsidio con el Libro II.
b) Si el acto judicial no contencioso no está reglamentado en el Libro IV, se aplican las
disposiciones generales del Título I del Libro IV, complementándose con el Libro I y en
subsidio con el Libro II.
5. La acción:
Es el derecho público subjetivo por el cual se requiere la intervención del órgano judicial
para la protección de una pretensión jurídica.
Nuestro Código de Procedimiento Civil no contiene una definición de lo que debe
entenderse por acción. Con todo, de sus disposiciones puede deducirse que sus redactores
tuvieron presente la concepción de la acción como un elemento del derecho sustancial
(doctrina clásica de la acción2).
5.1. Clasificaciones de la acción (de las pretensiones): Si se sigue el concepto de acción
como un derecho autónomo provocatorio de la actividad jurisdiccional, debe concluirse que
no es dable hablar de clasificaciones de la acción. La ruptura entre el derecho subjetivo
material y la acción ha llevado a que el criterio tradicional de clasificar las acciones con

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Sostenían la identidad entre acción y derecho subjetivo, acción es el derecho subjetivo deducido en juicio.
referencia al derecho subjetivo de que se trata, deje de tener sentido y utilidad 3. Lo
importante no es ya el derecho subjetivo, sino la clase de tutela jurisdiccional que se pide.
De así surge el concepto de pretensión procesal, que es la petición fundada que se dirige a
un órgano jurisdiccional, frente a otra persona. El ejercicio de la acción y la interposición
de la pretensión son distintos, la pretensión es la consecuencia lógica de la acción, se
ejercita el derecho de acción para interponer una pretensión.
Los elementos de toda pretensión son: existencia de un sujeto activo y pasivo; el objeto,
que es el beneficio jurídico que busca obtener el demandante; y la causa, que es el hecho o
acto que sirve de fundamento a la pretensión.
Luego, lo que sí es susceptible de clasificación son las pretensiones. Estas pueden
clasificarse atendiendo a su objeto o finalidad, entre pretensiones declarativas, ejecutivas y
precautorias o cautelares:
5.1.1. Pretensiones declarativas:
a) Pretensiones declarativas puras: Son aquellas cuya finalidad es obtener la simple
declaración de un derecho o de una situación jurídica discutida (ej. declaración de nulidad
de un contrato).
b) Pretensiones constitutivas: Persiguen que mediante una sentencia se constituyan
estados jurídicos nuevos, modificando un estado jurídico existente (ej. acciones de divorcio,
división de la cosa común).
c) Pretensiones de condena: Son aquellas por las cuales el actor pide que se imponga al
demandado el cumplimiento de una determinada prestación (ej. acción reivindicatoria,
acción de pago).
5.1.2. Pretensiones ejecutivas: Tienden a obtener el cumplimiento forzado de una
obligación que consta en un título ejecutivo o que lleva aparejada la ejecución, se busca
obtener coactivamente lo que es debido o su equivalencia en dinero.
5.1.3. Pretensiones precautorias o cautelares: Su finalidad es conseguir una resolución
judicial de carácter provisional que garantice la efectividad de la sentencia que recaiga en el
juicio.
5.2. Ejercicio de la acción: La acción debe ejercitarse con las formalidades que señala la
ley, ese ejercicio debe realizarse a través de un vehículo, de una presentación que se hace al
tribunal. En general, la demanda es el medio hábil para ejercer la acción, siendo esta la
forma de hacer valer el derecho que se reclama.
La acción es un derecho potestativo, su ejercicio depende exclusivamente de la voluntad de
su titular, de modo que nadie puede ser obligado a ejercer una acción. Con todo, hay casos

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Según las teorías modernas, la acción es el derecho a la tutela jurisdiccional, el derecho al proceso, y es
independiente de la existencia de un derecho material subjetivo.
en que la acción debe ejercerse en una determinada oportunidad o término preciso, de lo
contrario se pierde la acción, no puede hacerse valer con posterioridad.
Estos casos son:
a) Situación del art. 21 CPC: Si la acción ejercida por una persona corresponde también a
otra u otras, podrán los demandados pedir que se ponga la demanda en conocimiento de las
que no hayan ocurrido a entablarla, quienes deberán expresar en el término de
emplazamiento si se adhieren a ella.
Si se adhieren a la demanda pasan a asumir el rol de demandantes, aplicándose lo dispuesto
en los arts. 12 y 13 (nombramiento del procurador común). Si declaran no adherirse,
caducará su derecho, es decir, no podrán demandar en el futuro. Si nada dicen dentro del
término de emplazamiento, les afectará el resultado del proceso sin nueva citación. En este
último caso podrán comparecer en cualquier estado del juicio, pero respetando todo lo
obrado con anterioridad.
b) Caso de la jactancia: Cuando alguna persona manifieste corresponderle un derecho del
que no está gozando, todo aquel a quien su jactancia pueda afectar, podrá pedir que se le
obligue a deducir demanda dentro del plazo de 10 días, bajo apercibimiento, si no lo hace,
de no ser oída después sobre aquel derecho. Este plazo puede ampliarse por el tribunal
hasta por 30 días habiendo motivo fundado (art. 269).
Según el art. 270, hay jactancia en los siguientes casos:
 Cuando la manifestación del jactancioso conste por escrito.
 Cuando esta manifestación se haya hecho de viva voz, delante de 2 personas hábiles
para testificar en juicio civil.
 Cuando una persona que ha gestionado como parte en un proceso criminal es titular
a la vez de acciones civiles contra el acusado y no ejercita esas acciones civiles.
La víctima del jactancioso tiene derecho a demandar de jactancia a la persona que se dice
titular del derecho, pidiéndole al tribunal que le fije un plazo de 10 días para que deduzca
su demanda bajo apercibimiento. El juicio de jactancia se tramita conforme a las reglas del
procedimiento sumario.
Si el tribunal declara que ha habido jactancia, el jactancioso tiene el plazo de 10 días para
entablar su demanda. Si lo hace, inicia el juicio correspondiente según el caso; si no lo hace
y vence el plazo, la parte interesada debe solicitar al tribunal que declare al jactancioso
incurso en el apercibimiento. Con dicha declaración el jactancioso no podrá con
posterioridad deducir su demanda. Esta solicitud se tramita incidentalmente.
Esta acción prescribe en 6 meses contados desde que tuvieron lugar los hechos en que se
funda.
c) Medidas prejudiciales precautorias: El solicitante de una medida prejudicial
precautoria, aceptada la solicitud, queda obligado a presentar su demanda en el término de
10 días, el que puede ampliarse hasta por 30 días por motivos fundados. Si no se deduce
demanda oportunamente, por este solo hecho quedará responsable el que las haya solicitado
de los perjuicios causados, considerándose doloso su procedimiento (art. 280).
d) Reserva de acciones y excepciones en el juicio ejecutivo: La sentencia recaída en el
juicio ejecutivo produce cosa juzgada en el juicio ordinario, tanto respecto del ejecutante
como del ejecutado. Con todo, si antes de dictarse sentencia el actor o el procesado piden
que se le reserven para el juicio ordinario sus acciones o excepciones, podrá el tribunal
declararlo así existiendo motivos calificados. Siempre se concederá la reserva respecto de
las acciones y excepciones que no se refieran a la existencia de la obligación misma que ha
sido objeto de la ejecución (art. 478).
En estos casos, la demanda ordinaria deberá interponerse en el plazo de 15 días contados
desde que se notifique la sentencia definitiva, bajo pena de no ser admitida después (art.
478 y 474).
5.3. Pluralidad de acciones (acumulación de pretensiones):
5.3.1. Pluralidad inicial de pretensiones: Conforme al principio de la economía procesal,
la ley permite que se deduzcan conjuntamente varias acciones.
Art. 17 CPC.- En un mismo juicio podrán entablarse dos o más acciones con tal que no
sean incompatibles.
Sin embargo, podrán proponerse en una misma demanda dos o más acciones
incompatibles para que sean resueltas una como subsidiaria de otra.
Según el art. 17, pueden deducirse varias acciones:
a) Tratándose de acciones compatibles entre sí, sujetas a un mismo procedimiento y
competencia de un mismo tribunal, pueden deducirse en un mismo escrito (ej.
resolución del contrato + indemnización de perjuicios).
b) Tratándose de acciones incompatibles, deben interponerse en forma subsidiaria (ej.
nulidad del contrato y en subsidio, la resolución). En estos casos el tribunal debe
pronunciarse primero sobre las acciones principales y sólo en caso de no aceptarlas
se pronunciará sobre las acciones subsidiarias en el mismo orden que han sido
formuladas.
5.3.2. Pluralidad de pretensiones sobrevenida: Esta clase de acumulación opera en los
siguientes casos:
a) Ampliación de la demanda, una vez que ésta ha sido notificada y antes de que sea
contestada.
b) En la reconvención.
c) Por intervención de un tercero excluyente o independiente.
5.3.3. Efectos de la acumulación: Sea inicial o sobrevenida, la acumulación produce que
todas las pretensiones sean discutidas en un mismo juicio, existiendo tantos procesos como
pretensiones, que deben ser substanciados en un único procedimiento. Además, todas las
pretensiones se resolverán en una única sentencia, la cual contendrá tantos
pronunciamientos como pretensiones ejercitadas.
5.4. Extinción de la acción: La única causal de la extinción de la acción civil es la
renuncia que realiza el titular de la misma. La prescripción no opera sobre la acción
procesal, sino sobre el derecho material o sustancial.
Existen acciones personalísimas, como las relativas al estado civil, que se extinguen por la
muerte del interesado, salvo que éste haya comenzado a ejercitarlas.
5.5. Las excepciones: En un sentido amplio, excepción es todo medio de defensa que
utiliza el demandado contra el actor para oponerse a sus pretensiones jurídicas.
Doctrinariamente estas excepciones se les conoce con el nombre de reacción, y tanto acción
como excepción aparecen como derechos paralelos, en oposición.

II. La Jurisdicción4.
1. Generalidades:
El juez, cuando es llamado a resolver un litigio, desarrolla una actividad que le es típica,
dotada de características propias y fines especiales la que es distinta a otro tipo de
actividades ejercidas por otros profesionales. Esta actividad propia, típica de los jueces, es
la jurisdicción.
Ella pertenece a los jueces organizados dentro del poder judicial, que la ejercen dentro de
un marco de independencia e imparcialidad. Pero un juez no interviene en forma ilimitada
en todas las materias, surgiendo una limitación a su jurisdicción: la competencia. Ella
permite que el juez tenga jurisdicción para cierto tipo de casos.
La voz jurisdicción deriva de la locución latina iurisdictio, que significa la acción de decir o
mostrar el Derecho. No obstante, tiene varias acepciones. Se emplea como sinónimo de
ámbito territorial, como sinónimo de competencia, como poder o potestad y como función,
como la actividad con que el Estado provee a la realización de la regla jurídica, y esto es en
esencia la función jurisdiccional.
No toda función jurisdiccional corresponde al poder judicial, existen otras autoridades que
son llamadas por el legislador a resolver, y en estas actuaciones realizan funciones
jurisdiccionales. Doctrinariamente se habla de jurisdicción judicial para separarla de
aquellas otras que pueden ejercer otros poderes del Estado.
Además, no toda función del poder judicial es jurisdiccional. Normalmente lo es, porque es
de su esencia ejercerla, pero no siempre la realiza (ej. en la designación de un funcionario).
2. Concepto:
Según Couture, la jurisdicción es la función pública realizada por órganos competentes del
Estado, con las formas requeridas por la ley en virtud de la cual, por acto de juicio, se

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a. Concepto, clasificaciones y límites; b. La jurisdicción en la legislación chilena.
determina el Derecho de las partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias
de relevancia jurídica, mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada, eventualmente
factibles de ejecución.
Se pueden realizar los siguientes alcances a esta definición:
a) La jurisdicción es, ante todo, una función. No se trata solamente de un conjunto de
poderes o potestades, sino también de un conjunto de deberes. Conlleva el deber correlativo
a la prohibición estatal de la autotutela, deber llamado inexcusabilidad, consagrado en el
art. 76 inc. 2° CPR y art. 10 inc. 2° COT5.
La inobservancia de este deber por los jueces los puede hacer responsables criminalmente
(art. 79 CPR y 224 N° 3 CP), e incluso, en su caso, políticamente (art. 83 CPR).
b) La jurisdicción es una función que se realiza mediante órganos competentes, que son los
tribunales de justicia, aun cuando habrá ocasiones en que la función jurisdiccional también
pueda corresponder a otros órganos del Estado.
c) Se hace con las formas requeridas por la ley, es decir, se cumple mediante el proceso,
aquel instrumento que permite decidir conflictos de relevancia jurídica.
d) Se realiza con el objetivo de dirimir controversias y conflictos. Ese conflicto se decide
mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada. Este es el objetivo perseguido por la
jurisdicción. Este efecto no pertenece ni a la función legislativa ni a la ejecutiva, ni menos a
la administrativa. Donde hay cosa juzgada hay jurisdicción y donde no existe cosa juzgada
no existe función jurisdiccional.
e) Es eventualmente factible de ejecución. Esto significa que la parte vencedora está
facultada para pedir el cumplimiento de la sentencia de condena cuando ella así lo desee.
3. La jurisdicción en nuestro ordenamiento:
No se define ni se le dedican títulos especiales, pero se proporcionan los elementos
constitucionales y legales necesarios para que la doctrina construya el concepto de
jurisdicción y precise sus caracteres.
3.1. En la Constitución: La noción de jurisdicción se encuentra, en primer término, en la
Constitución Política, en los arts. 76 a 82 del Capítulo VI destinado al Poder Judicial. En
particular, el art. 76 en su primera parte señala: La facultad de conocer de las causas civiles
y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los
tribunales establecidos por la ley.
El ejercicio de la función jurisdiccional radica en los tribunales que establece la ley, al
efecto, establece el art. 19 N° 3 inc. 5° CPR que nadie puede ser juzgado por comisiones
especiales, sino por el tribunal que le señale la ley y que se halle establecido con
anterioridad por ésta. Se agrega el art. 19 N° 3 inc. 6° CPR, el cual señala que toda

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Reclamada su intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no podrán excusarse de ejercer
su autoridad ni aún por falta de ley que resuelva la contienda sometida a su decisión.
sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo
legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un
procedimiento y una investigación racionales y justos.
Esta función es una emanación de la soberanía, de conformidad a los arts. 5 a 7 CPR. El art.
5° CPR expresa que: La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza
por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas y, también, por las
autoridades que esta Constitución establece. Ningún sector del pueblo ni individuo alguno
puede atribuirse su ejercicio.
Finalmente, el art. 7° inc. 1° CPR señala: Los órganos del Estado actúan válidamente previa
investidura regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba
la ley.
Para dar forma y hacer operantes los principios contenidos en dichas disposiciones, el art.
77 CPR dispone que una ley orgánica constitucional determinará la organización y
atribuciones de los tribunales que fueren necesarios para la pronta y cumplida
administración de justicia en todo el territorio de la República.
3.2. En el Código Orgánico de Tribunales: La ley referida es actualmente el Código
Orgánico de Tribunales y su legislación complementaria. El COT, en su art. 1°, señala que
la facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de juzgarlas y de hacer ejecutar lo
juzgado pertenece exclusivamente a los tribunales que establece la ley.
Los arts. 76 CPR y 1° COT son similares, pero es el art. 76 más amplio al incluir la
expresión “resolverlas”.
La expresión “facultad de conocer” que utiliza el COT se critica porque se emplea para
referirse a la atribución de los tribunales de administrar justicia, dando a entender que esta
actividad del Estado es una mera prerrogativa, pero en realidad implica una obligación: el
deber de administrar justicia. Por eso decimos que la jurisdicción es un poder-deber. En la
Constitución no se realiza la misma crítica pues el inc. 2° del art. 76 se refiere a la
inexcusabilidad.
En cuanto al contenido de la función jurisdiccional, el art. 76 CPR lo extiende al
conocimiento, a la resolución y al cumplimiento de lo juzgado.
3.3. La causa: Se establece que la función jurisdiccional recae sobra causas civiles y
criminales, empleándose la expresión causa como sinónima de juicio, litigio o pleito. Debe
ser entendida como la controversia jurídica actual entre partes sometida al conocimiento de
un tribunal de justicia.
Los elementos de la causa son:
a) Existencia de una controversia de orden jurídico. La disputa entre dos o más
individuos debe tener relevancia jurídica, debe versar sobre aspectos legales o
hechos de relevancia jurídica. La jurisdicción tiene por objeto resolver conflictos
jurídicos y no aquellos de carácter religioso, moral o espiritual.
b) La controversia jurídica debe ser actual. Es actual cuando versa sobre aspectos
concretos y en la que exista un derecho comprometido y no meras expectativas. Los
jueces no pueden hacer declaraciones abstractas o de mera consulta, no están
llamados a conocer y juzgar discusiones doctrinarias o académicas. Es menester que
haya un derecho comprometido.
c) La controversia jurídica actual debe ser entre partes. Deben existir a lo menos dos
partes, cada parte puede ser una o más personas, y sus intereses deben ser
contrapuestos, de lo contrario no hay litigio.
d) La controversia debe ser conocida por un tribunal de justicia, que la va a resolver.
El tribunal, sea ordinario, especial o arbitral, no puede faltar.
4. Los momentos de la Jurisdicción:
Se emplea el término momentos de la jurisdicción para referirse a las fases o etapas de su
desarrollo. Los momentos jurisdiccionales representan el desenvolvimiento del ejercicio de
la función jurisdiccional, siendo el más relevante el momento del juzgamiento, en que el
tribunal resuelve el conflicto.
4.1. Conocimiento o Notio: Es el derecho a conocer de una cuestión litigiosa determinada.
Lo normal es que el juez no puede actuar de oficio salvo casos excepcionales. Sólo obra a
requerimiento de las partes, éstas impulsan al juez, el que obrará en la medida que sea
competente. La fase de conocimiento comprende las etapas de discusión y de prueba.
Esta fase está informada por dos principios:
a) La legalidad del procedimiento, según el cual los jueces deben tramitar el proceso
de acuerdo a las normas establecidas para el procedimiento.
b) Forma inquisitiva o contradictoria del proceso, que fija la posición del tribual en
esta etapa.
4.2. Vocatio: Es la facultad o carga que tienen las partes para comparecer al juicio dentro
de un cierto término o plazo (término de emplazamiento), en cuya virtud el demandado que
es legalmente emplazado y que no comparece, posibilita que el juicio pueda seguirse en
rebeldía, es decir, en su ausencia.
4.3. Coertio: Quiere decir que es posible emplear la fuerza para el cumplimiento de las
resoluciones judiciales que se dictan dentro del proceso y que permiten el desarrollo del
procedimiento. El empleo de la fuerza puede recaer tanto sobre las cosas como sobre las
personas.
La coercibilidad, como posibilidad de coacción, es una característica común a todas las
normas jurídicas.
4.4. Juzgamiento o iudicium: En este poder se resume la actividad jurisdiccional porque
es la facultad de dictar sentencia poniendo término a la litis con carácter definitivo, es decir,
con efecto de cosa juzgada. Esta fase implica reflexión, estudio y análisis del material de
hecho y de derecho necesario para adoptar una decisión, la que se materializa en la
sentencia.
El juez no puede dejar de resolver una contienda por insuficiencia, oscuridad o silencio de
la ley. Siempre debe fallar, aplicando la ley si es clara, interpretándola si es oscura o
integrándola si ésta falta. El juez no puede aplicar el principio de “non liquet” (no queda
claro), es decir, no fallar el asunto (arts. 76 CPR y 10 COT).
A su vez, al fallar no puede hacerlo fuera de los límites propuestos por las partes en la
demanda y en la contestación. Si el juez falla más allá de ellos, incurre en un vicio de
ultrapetita, susceptible de anular el fallo. También puede incurrir en el vicio de omitir
puntos litigiosos, caso que recibe el nombre de citrapetita. Por último, al fallar puede
decidir sobre una cosa distinta de la pedida por las partes, en cuyo caso incurre en el vicio
de extrapetita.
4.5. Ejecución o executio: Se refiere a la facultad que tienen los tribunales para lograr la
ejecución de sus resoluciones mediante el auxilio de la fuerza pública. Su existencia está
subordinada al contenido de la sentencia en cuanto opera si ésta es de condena, es decir,
impone un deber de prestación y normalmente requiere de coerción, es decir, del auxilio de
la fuerza pública. Esta facultad recibe el nombre de imperio.
Para hacer cumplir sus resoluciones, los tribunales pueden requerir directamente el auxilio
de la fuerza pública (art. 11 COT y 76 CPR). Las autoridades requeridas por los tribunales
para el cumplimiento de sus resoluciones deben prestar su auxilio sin que le corresponda
calificar el fundamento con que se lo pide, ni la legalidad o justicia de la resolución que se
trata de ejecutar. Si la autoridad se niega, comete el delito de denegación de auxilio (art.
253 CP).
5. Características de la jurisdicción:
a) Tiene origen constitucional (art. 76 CPR). Constituye una emanación de la
soberanía, la que reside en la Nación toda, quien delega su ejercicio en las
autoridades establecidas por la Constitución y las leyes (art. 5° CPR).
b) Es una función pública. Para el ejercicio de la soberanía existen tres vías: la función
legislativa, administrativa y judicial. La Corte Suprema ha dicho que la jurisdicción
es la facultad de administrar justicia y la tienen todos los tribunales del país.
c) Su ejercicio es privativo de los tribunales de justicia. Se le entrega a los tribunales,
no al poder judicial, ello explica por qué autoridades administrativas o legislativas
ejercen en forma extraordinaria facultades jurisdiccionales.
d) Presenta unidad conceptual. Es una sola y, como tal, no acepta clasificaciones. Lo
que puede distribuirse entre los jueces es el ámbito sobre el que ejercen la potestad
jurisdiccional, surgiendo la noción de competencia.
e) Independencia, en el sentido de no injerencia de los demás poderes del Estado, y la
sumisión única y exclusivamente al imperio de la Ley.
f) Es inderogable. Es nulo por ilicitud de objeto el hecho de que alguien decida
someter un determinado litigio a la jurisdicción de tribunales extranjeros (art. 5°
CPR y 1462 CC).
g) Es indelegable. Es una materia de Derecho Público, en las que sólo puede hacerse
aquello que está expresamente permitido y no existe norma expresa en nuestro
sistema que permita delegar el ejercicio de la soberanía. No confundir, cuando un
tribunal delega competencia, no está delegando jurisdicción.
h) Es irrenunciable. Se es juez porque se tiene jurisdicción y se tiene jurisdicción
porque se es juez. Renunciar a la jurisdicción importaría renunciar a ser juez, para
abstenerse de juzgar un caso concreto. Ello no es posible y se podría incurrir en el
delito de denegación de administrar justicia. Esta característica tiene su aplicación
práctica en la regla de la inexcusabilidad.
i) Es improrrogable. Prorrogar la jurisdicción significaría transferir el ser juez a otro,
no la posibilidad de juzgar, sino transferir su calidad de tal. No confundir con la
prórroga de competencia, que sí es admisible.
j) El ejercicio de la jurisdicción está ligado a la idea de territorio del Estado, toda vez
que es un atributo de la soberanía, su ejercicio sólo es posible dentro de los límites
del territorio nacional. Esta característica tiene excepciones en el art. 6° COT.
k) Está amparada por el imperio.
l) Es de ejercicio eventual. La jurisdicción se pone en movimiento solamente cuando
la función legislativa resulta insuficiente para mantener la vigencia real del derecho.
Si la ley es cumplida naturalmente por todos, no se requiere de la actividad
jurisdiccional.
m) La jurisdicción produce el efecto de cosa juzgada, que no se encuentra en otra
actividad del Estado. La sentencia que emiten los tribunales de justicia produce el
efecto de verdad indiscutible e inamovible, que vez que ella se encuentra firme o
ejecutoriada. Permite el vencedor obtener el cumplimiento de lo resuelto a través de
la acción de cosa juzgada, y permite al vencido evitar que se le enjuicio nuevamente
a través de la excepción de cosa juzgada.
6. Límites de la jurisdicción:
La jurisdicción se ejerce dentro de ciertos límites en el tiempo y en el espacio. Así, son
límites de la jurisdicción: el tiempo por el cual la poseen sus titulares y el ámbito dentro del
cual ellos la deben ejercer.
6.1. Límite en el tiempo: Los límites de la jurisdicción en el orden temporal están
constituidos por los jueces perpetuos, que constituyen la regla general, pues conforme al
art. 80 CPR, los jueces permanecerán en sus cargos durante su buen comportamiento. La
excepción la constituyen los jueces árbitros, que ejercen jurisdicción temporalmente, ya que
normalmente duran 2 años en el ejercicio de sus funciones.
Constituye otro límite temporal el art. 80 inc. 2° CPR en cuanto señala que los jueces
cesarán en sus funciones al cumplir 75 años de edad.
6.2. Límite en el espacio: El límite relativo al espacio puede ser de orden interno o
externo.
6.2.1. Límites de orden interno: En el orden interno, encontramos la competencia, que
determina la órbita dentro de la cual cada juez o tribunal ejerce su actividad jurisdiccional.
6.2.2. Límites de orden externo: El orden externo se refiere a todo aquello que demarca en
función de poderes extraños a ella, su zona de vigencia o aplicación en el espacio. En
consecuencia, serán límites externos el punto hasta donde se extiende la jurisdicción de
otros Estados o la actividad de otros órganos del propio Estado.
De manera que los límites externos comprenden:
a) Límites de las jurisdicciones extranjeras de otros Estados: Los límites externos de la
jurisdicción chilena quedan fijados por las jurisdicciones de los demás Estados, así como
por los poderes de los otros órganos del propio Estado chileno. Siendo la jurisdicción una
emanación de la soberanía del Estado, ésta no puede ir más allá de los límites territoriales
del país. La jurisdicción de nuestros tribunales está limitada por la jurisdicción de los
propios órganos jurisdiccionales extranjeros, que ejercen sus atribuciones dentro de sus
respectivos territorios.
Se exceptúa a esta regla: las inmunidades de jurisdicción, el cumplimiento de resoluciones
extranjeras en Chile y los exhortos diplomáticos.
b) Las atribuciones de los otros poderes del mismo Estado: Los límites externos
también derivan de los otros poderes del Estado, ejecutivo o legislativo. La jurisdicción de
los tribunales chilenos está limitada por el ejercicio que de sus propias atribuciones pueden
hacer otros poderes del Estado.
Este límite reviste un doble aspecto:
 Desde el punto de vista del poder judicial, según el cual le está vedado arrogarse
funciones que la Constitución y el COT u otras leyes especiales han atribuido a
otros poderes.
 Se refiere a que estos otros poderes no pueden inmiscuirse en las actividades que le
son propias al poder judicial.
Dentro de este concepto de jurisdicción, conviene examinar un punto que se refiere a la
diferencia que existe o puede existir entre el acto de jurisdicción, el acto administrativo y el
acto legislativo. La actividad normativa del Estado se despliega a través de una trilogía que
jerárquicamente son la Constitución, la Ley y la Sentencia. Trilogía que, dadas las
circunstancias, no habría problema en precisar la naturaleza de los actos de cada uno de
ellos, pero no tiene un modo definido y claro.
Existen “zonas grises” que son difíciles de clasificar en algunos de estos tres poderes, para
ello, la doctrina tradicionalmente se basa en tres criterios fundamentales:
 Criterio orgánico, conforme al cual todo aquello que emana del poder legislativo
será legislación; será administración aquello que proviene del ejecutivo y será
jurisdicción toda aquella actividad desplegada por el poder judicial. Este criterio no
es exacto.
 Criterio formal, en cuya virtud se atribuye determinada naturaleza jurídica a ciertos
actos en razón del carácter que tales actos aparentan exteriormente.
 Criterio sustancial, basado en los efectos del acto, con prescindencia del órgano del
cual emana, así como de las formas que pueda revestir.
Además, podemos agregar dos criterios:
 Uno que atiende al interés comprometido en una u otra actividad estatal. En efecto,
es esencial que la actividad del juez sea ajena al interés debatido en el proceso; a la
inversa ocurre con la actividad administrativa porque las autoridades que la realizan
defienden los intereses unilaterales del Estado.
 Otro criterio señala que la característica distintiva del acto jurisdiccional es la cosa
juzgada, efecto ajeno a otros poderes del Estado.
7. Clasificación de la jurisdicción:
La jurisdicción considerada desde un punto de vista general se presenta como una función
cuyo contenido es único; conceptualmente es una, y esa unidad emana de su naturaleza. No
está dividida ni puede clasificarse. Sin embargo, considerada más en particular, es
susceptible de distinciones y especificaciones, por ello es más propio hablar de
manifestaciones de la jurisdicción que clases de jurisdicción.
Esta distinción se hace atendiendo a la naturaleza del acto o del asunto en que se ejerce ella,
es decir, se clasifica considerando su contenido. Así, hablamos de una jurisdicción según
las distintas ramas del Derecho: tenemos una jurisdicción civil, penal, administrativa,
laboral, militar, minera, constitucional.
Ahora bien, si nos limitamos únicamente a la jurisdicción civil es posible afirmar que su
ejercicio comprende las siguientes facultes o atribuciones:
7.1. Jurisdicción contenciosa: Es la jurisdicción propiamente tal, que deriva de los arts. 76
CPR y 1° COT, y se caracteriza porque presupone un conflicto o controversia.
Prácticamente el contenido del COT se refiere a este tipo de jurisdicción. Sin embargo, no
olvidemos que no toda función jurisdiccional corresponde al poder judicial y que no toda
actividad de dicho poder corresponde a la función jurisdiccional.
7.2. Jurisdicción no contenciosa, voluntaria o graciosa u honoraria: Es un tema
ampliamente debatido en este campo del derecho, para la mayor parte de la doctrina, la
jurisdicción voluntaria no es jurisdicción ni es voluntaria. En estos actos no hay partes en
sentido estricto, sólo hay un peticionario o solicitante; tampoco hay controversia, porque si
ésta apareciera el acto se transforma en contencioso.
La actuación del juez en estos actos difiere de su posición en materia jurisdiccional, aquí el
juez no conoce más verdad que la que dice la parte interesada.
El CPC los denomina actos judiciales no contenciosos, y de acuerdo al art. 817 se entiende
por actos judiciales no contenciosos aquellos que según la ley requieren la intervención del
juez y en que no se promueve contienda alguna entre partes6.
Del art. 817 se desprenden los requisitos de un acto judicial no contencioso:
a) La ley requiere expresamente la intervención del juez.
b) Que no se promueva contienda alguna entre partes.
En una gestión voluntaria no se habla de demandante sino de interesado, empero, un acto
judicial voluntario puede devenir en contencioso, si es que se formula oposición por
legítimo contradictor.
Estos actos judiciales no contenciosos están establecidos por el legislador con distintas
finalidades:
a) Proteger los derechos de los incapaces.
b) Servir de solemnidad a ciertos actos jurídicos.
c) Comprobación del cumplimiento de los requisitos que la ley impone para
determinados actos.
Diferencias entre la jurisdicción voluntaria y la jurisdicción propiamente tal:
Jurisdicción contenciosa Jurisdicción voluntaria
Obligatoriedad Los tribunales están obligados a Los jueces intervienen en el
de conocimiento y conocer y fallar todos los asuntos conocimiento de un asunto
fallo que las partes someten a su en la medida que una ley
conocimiento, y no pueden expresa requiera su
excusarse ni aun por falta de ley que intervención.
resuelva la contienda sometida a su
decisión.
Existencia de un Existe una contienda actual entre No existen partes, sino solo
conflicto partes, una causa. un peticionario, solicitante o
interesado, quien no hace
valer un derecho en contra
de otra persona.
Apreciación de la Los tribunales no gozan de libertad, Los tribunales aprecian
prueba están constreñidos por lo que señala prudencialmente las pruebas
el legislador. rendidas por el interesado.
Competencia Para determinar el tribunal que debe Por expresa decisión del
conocer del asunto es menester legislador no se considera el

6
El Prof. Cortez indica en sus clases que a futuro los actos judiciales no contenciosos deberían desaparecer
como función jurisdiccional propiamente tal, dado que la naturaleza jurídica de dichos actos es
eminentemente administrativa, por lo que su conocimiento debería estar entregado a órganos administrativos
y no judiciales.
examinar la posible existencia del fuero.
fuero.
Forma de la Debe sujetarse al art. 170 y el auto Se ciñen por el art. 826.
sentencia 7
acordado de 1920.
Cosa juzgada Las sentencias, una vez firmes, Las sentencias negativas y
producen el efecto de cosa juzgada. las afirmativas incumplidas
no producen el efecto de
cosa juzgada.
Las sentencia afirmativas
producen COSA JUZGADA.
7.3. Jurisdicción conservadora, disciplinaria y económica:
Art. 3° COT.- Los tribunales tienen, además, las facultades conservadoras, disciplinarias y
económicas que a cada uno de ellos se asignan en los respectivos títulos de este Código.
7.3.1. Facultades conservadoras: Son de naturaleza jurisdiccional y tienen por objeto
velar por que todos los poderes públicos actúen dentro de la órbita de sus atribuciones y en
especial de velar por que las garantías individuales consagradas en la Constitución sean
respetadas.
Se comprenden dentro de las facultades conservadoras las siguientes:
a) El recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad (art. 93 CPR).
b) El recurso de amparo o hábeas corpus (art. 21 CPR y art. 306 y siguientes CPP).
c) La acción constitucional de protección.
d) El recurso de reclamación por pérdida de nacionalidad.
e) El privilegio de pobreza, en cuya virtud se trata de asegurar la garantía de igualdad
ante la ley. Para hacer efectiva esta igualdad, el legislador impone como obligación
la actuación gratuita de abogados y funcionarios auxiliares de la administración de
justicia como procuradores, receptores, notarios y otros.
f) Las visitas que los jueces deben practicar a los establecimientos penitenciarios, en
forma semanal o semestral, y que regulan los arts. 567 y siguientes del COT.
7.3.2. Facultades disciplinarias: Son aquellas de índole correccional que tienen los
tribunales en resguardo de su propio prestigio, de la seriedad en los debates judiciales y de
la observancia de las leyes relativas al normal funcionamiento de los órganos que
componen el Poder Judicial. Les permiten aplicar sanciones o de adoptar medidas con el
objeto de velar por la corrección de los debates judiciales y por el correcto desempeño
funcionario y personal de los miembros del Poder Judicial.
Su finalidad no es otra que mantener la disciplina del Poder Judicial. Esta disciplina se
mantiene desde un doble ángulo:

7
Al respecto se discute si los asuntos no contenciosos terminan por sentencia definitiva, atendiendo a que esta
se define como aquella que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto objeto del juicio, lo que
concretamente no ocurre en la jurisdicción no contenciosa.
a) Se vigila y sanciona la conducta ministerial de los jueces8.
b) Se vigila y sanciona la conducta de las partes y de los profesionales que comparecen
ante los tribunales.
Siempre y cuando esta conducta irregular no llegue a configurar una infracción constitutiva
de delito.
Estas facultades disciplinarias se hacen efectivas ya sea de oficio o bien a petición de parte.
Cuando es el afectado el que reclama por el abuso que compromete la responsabilidad
disciplinaria del juez, se habla de Recurso de Queja o Queja propiamente tal (no son lo
mismo).
De acuerdo al art. 82 CPR, la Corte Suprema tiene la superintendencia directiva,
correccional y económica de todos los tribunales de la Nación. Por otro lado, las Cortes de
Apelaciones tienen también las atribuciones necesarias para ejercer la disciplina judicial
dentro de su respectivo territorio jurisdiccional e igual atribución les corresponde a los
jueces de letras dentro de su territorio.
En el ejercicio de esta facultad, los tribunales según su jerarquía y naturaleza de la cuestión
objeto de la corrección pueden aplicar las siguientes medidas disciplinarias:
a) Hacer uso del traslado o de la remoción, facultades privativas de la Corte Suprema
(art. 80 CPR).
b) Aplicación de multas, cuyo monto el legislador regula, según indica el COT.
c) Arrestos y apremios, esas medidas pueden ser aplicadas tanto por la Corte Suprema
como las Cortes de Apelaciones, incluso por los Jueces de Letras.
7.3.3. Facultades económicas: Son aquellas que permiten o autorizan a los tribunales a
adoptar ciertas medidas de orden general, que redundan en beneficio de la buena
administración de justicia. Desde un punto de vista técnico jurídico, no importan una
función propiamente jurisdiccional. De ahí que el COT alude a ellas señalando que los
tribunales tienen “además” estas facultades.
Pertenecen a esta clase de facultades las diversas órdenes y disposiciones que dictan los
jueces para que sean cumplidas por sus subalternos, y las circulares y oficios emanados de
los tribunales superiores, entre los que cobran especial interés los autos acordados.
Forman también parte de estas facultades la intervención que les corresponde a los
tribunales en el nombramiento e instalación de los distintos funcionarios judiciales; la
concesión de permisos y licencias; y la que ejercen de conformidad al art. 5° CC: La Corte
Suprema de Justicia y las Cortes de Alzada, en el mes de marzo de cada año, darán cuenta
al Presidente de la República de las dudas y dificultades que les hayan ocurrido en la
inteligencia y aplicación de las leyes, y de los vacíos que noten en ellas.

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Se llama conducta ministerial aquella que debe observar un juez en el desempeño de sus funciones
jurisdiccionales.
III. La Competencia9.
1. Generalidades:
La jurisdicción no puede ser ejercida por un único tribunal, por ello surge la necesidad de
distribuir la labor jurisdiccional entre varios jueces, surgiendo entonces la competencia de
que están dotados los órganos de la jurisdicción.
Todo tribunal por ser tal tiene jurisdicción, pero no todo tribunal tiene competencia para
conocer de un determinado negocio. La competencia nos indica cuáles son los asuntos
específicos de que va a conocer cada tribunal. Se dice que la jurisdicción es el todo, en
cambio la competencia es la parte, es decir, la cantidad, grado o medida de la jurisdicción
que corresponde a cada tribunal.
Art. 108 COT.- La competencia es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer
de los negocios que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones.
Esta definición resulta confusa, pues se emplea la expresión “facultad”, para referirse a la
jurisdicción, siendo más adecuado referirse a ella como una función. Además, resulta
incompleta pues no sólo la ley coloca un asunto dentro de las esferas de las atribuciones de
un tribunal, sino que también pueden hacerlo las partes interesadas a través de la prórroga
de competencia, o también puede hacerlo otro tribunal con la competencia delegada.
Se completa la noción del art. 108 COT indicando que la competencia es la función que
tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que la ley, las partes u otro tribunal
han colocado dentro de la esfera de sus atribuciones.
2. Clasificación de la competencia:
2.1. Atendiendo a su fuente:
a) Competencia natural o propia: Es la que la ley le asigna a cada tribunal.
b) Competencia prorrogada: Es aquella que arranca de un acuerdo expreso o tácito de
las partes, en cuya virtud le confieren competencia a un tribunal que no es
naturalmente competente para conocer de un negocio.
c) Competencia delegada: Es aquella que un tribunal posee por habérsela delegado
otro tribunal.
Paralelo entre competencia prorrogada y delegada:
Competencia delegada Competencia prorrogada
Tiene su origen en la norma legal que Tiene su origen en una norma legal y se
autoriza la delegación y arranca de un acto produce por un acuerdo de voluntad de las
del juez naturalmente competente que partes.
encomienda a otro, fuera de su territorio
jurisdiccional, la práctica de determinados

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a. Concepto; b. Reglas generales de competencia; c. Competencia absoluta y relativa. Conceptos y factores;
d. Competencia prorrogada y delegada. Conceptos y requisitos; e. De la incompetencia absoluta y relativa.
actos procesales.
Comprende tanto la competencia absoluta Sólo se extiende a la competencia
como la relativa, ya sea en materia civil o contenciosa en materia civil y siempre
penal. que se trate de competencia relativa.
El tribunal exhortado sólo queda habilitado El tribunal a quien se le otorga
para llevar a cabo actos procesales competencia puede íntegramente avocarse
específicamente señalados en dicho exhorto. al conocimiento del asunto como si fuera
el tribunal naturalmente competente.
2.2. Atendiendo a su extensión:
a) Competencia común: Es la que tiene un tribunal para conocer indistintamente de
toda clase de asuntos, cualquiera sea su naturaleza.
b) Competencia especial: Es aquella que faculta al tribunal para conocer sólo de ciertos
y determinados asuntos.
Si bien en nuestro país la regla general es que la competencia sea común, existen tribunales
con competencia especial, es decir, solamente con competencia en materia civil, laboral, de
familia o penal. No obstante, actualmente se observa una clara tendencia que apunta a la
competencia especial.
2.3. Atendiendo a su contenido: Se habla de competencia contenciosa o voluntaria, según
exista o no contienda entre partes.
2.4. Atendiendo al número de tribunales que pueden llegar a conocer del asunto:
a) Competencia privativa o exclusiva: Es la que habilita a un tribunal para conocer de
un determinado asunto con exclusión de otro tribunal (ej. la Corte Suprema tiene
esta competencia para conocer del recurso de casación en el fondo).
b) Competencia acumulativa o preventiva: Es aquella de que están dotados dos o más
tribunales, pero desde el momento que uno cualquier de esos tribunales entra en el
conocimiento de un asunto, los demás dejan de ser competentes por esa sola
circunstancia (art. 112 COT10). Es lo que se llama prevenir en el conocimiento.
2.5. Atendiendo al grado jurisdiccional en que un asunto puede ser conocido por un
tribunal: Se habla de competencia de única, primera y de segunda instancia.
Se entiende por instancia el grado jurisdiccional en que un tribunal conoce de un asunto,
tanto en los hechos como en el derecho.
a) Competencia de única instancia: Ocurre cuando el asunto es conocido sólo por un
órgano jurisdiccional, tanto en el hecho como en el derecho, sin posibilidad de
examen posterior por otro tribunal superior, es decir, la sentencia es inapelable (art.
188 COT).

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Siempre que según la ley fueren competentes para conocer de un mismo asunto dos o más tribunales,
ninguno de ellos podrá excusarse del conocimiento bajo el pretexto de haber otros tribunales que puedan
conocer del mismo asunto; pero el que haya prevenido en el conocimiento excluye a los demás, los cuales
cesan desde entonces de ser competentes.
b) Competencia de primera instancia: Si la ley contempla la posibilidad de recurrir de
un fallo por la vía del recurso de apelación (art. 188 COT).
c) Competencia de segunda instancia: En la medida que, siendo apelable una
resolución, efectivamente se ha interpuesto el recurso y el superior jerárquico ha
entrado a conocer del asunto.
2.6. Atendiendo a la generalidad o precisión con que se determina el tribunal
competente:
a) Competencia absoluta: Es aquella que permite precisar la jerarquía del tribunal
llamado por ley para conocer de un asunto determinado.
b) Competencia relativa: Es aquella que permite precisar qué tribunal, dentro de una
determinada jerarquía, es el competente para conocer de un asunto determinado.
La primera determina el género, en tanto la segunda determina la especie. Entre ambas
podemos realizar el siguiente paralelo:
Competencia absoluta Competencia relativa
Es la singularización del ejercicio Es la singularización del ejercicio de la
jurisdiccional en razón de la jerarquía de jurisdicción por un tribunal preciso de la
los tribunales. jerarquía a que él pertenece.
Se determina por los factores cuantía, Se determina por el factor territorio.
materia y fuero.
Sus reglas son de orden público y en Sus reglas son de orden privado, por tanto,
consecuencia, irrenunciables. renunciables.
El juez debe declarar de oficio su La incompetencia debe declararse a petición
incompetencia, sin perjuicio que pueda ser de parte.
representada por las partes.
No admite prórroga. Admite prórroga expresa o tácita.
3. Elementos o factores de competencia:
En primer término, la extensión territorial del Estado exige asignar a cada tribunal una
determinada superficie que se estime adecuada para el ejercicio de la jurisdicción. Este es el
factor territorio.
Luego, considerada la naturaleza de la materia, la clase de asunto sometido a la decisión del
tribunal, es necesario separar los asuntos civiles de los criminales, y dentro de los civiles
distinguir los propiamente civiles de los laborales o de familia; y dentro de los criminales
separar los crímenes o simples delitos de las faltas. Este es el factor materia.
Por otra parte, los asuntos judiciales tienen una importancia variable según la cuantía de los
mismos, que en las causas civiles corresponde al valor de lo disputado, y en materia
criminal viene dado por la pena que la ley asigna al delito. Este es el factor cuantía.
Finalmente, la calidad o investidura de las partes del proceso es otro factor que influye en la
competencia, entregando el conocimiento del asunto a un tribunal de mayor jerarquía que el
naturalmente competente. Es el factor fuero.
3.1. Elementos o factores de competencia absoluta: Su objeto es determinar la jerarquía
del tribunal que debe conocer de un asunto.
En relación a estos factores no hay prórroga de competencia, el juez debe declarar de oficio
su incompetencia, sin perjuicio de que las partes puedan alegarla en cualquier momento; y
se excluyen en el siguiente orden: prevalece el fuero sobre la materia, y la materia sobre la
cuantía.
3.1.1. La cuantía: En general, la cuantía no es un elemento que sirva para determinar la
atribución del conocimiento de un asunto concreto a un tribunal determinado 11. Ella tiene
relevancia para determinar el procedimiento a que se sujeta un asunto, así, el procedimiento
aplicable puede ser de mínima cuantía, de menor cuantía o de mayor cuantía y también
importa para determinar si un asunto será conocido en primera o única instancia.
En materia penal tiene importancia pues sirve para determinar el procedimiento, y con ello,
el tribunal competente.
a) Definición legal: En los asuntos civiles la cuantía de la materia se determina por el valor
de la cosa disputada. En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito lleva
consigo (art. 115 COT).
b) Determinación de la cuantía: En materia penal no hay dificultad, pues se atiende a la
pena que la ley asigna al delito.
En cambio, en materia civil hay normas de carácter complementario que permiten fijar el
valor de la cosa disputada:
 Casos en que la materia no es susceptible de apreciación pecuniaria o se trata de un
asunto de cuantía indeterminada: Se consideran como asuntos de mayor cuantía
(arts. 130 y 131 COT12).
 Juicios derivados del contrato de arriendo: El art. 125 COT distingue entre juicios
de desahucio o de restitución por un lado y juicios de reconvención, por otro. Los
juicios de desahucio tienen por objeto poner término a un contrato de arriendo y
recuperar la cosa arrendada, y en ellos la cuantía se determina por la renta
convenida para cada periodo de pago. El juicio de reconvención de pago persigue
poner término al contrato de arriendo por falta de pago de la renta convenida y
obtener el pago de las rentas adeudadas, en él la cuantía se determina por el monto
de las rentas insolutas.
 Caso en que son muchos los demandados: Se atiende al valor total de la cosa o
cantidad debida (art. 122 COT).

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Por ello estrictamente no es un factor de competencia absoluta en materia civil, pero sigue siendo señalada
en la ley. Antes existían tribunales que conocían de asuntos de menor cuantía. En materia penal puede
determinar el tribunal cuando el Ministerio Público, conforme a su pretensión punitiva, requiera la aplicación
de un procedimiento especial competencia del Juez de Garantía y no del TOP.
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Tales son por ejemplo: las cuestiones relativas al estado civil de las personas; las que versen sobre validez o
nulidad de disposiciones testamentarias; las relativas al nombramiento de tutores o curadores; las cuestiones
relativas a procedimientos concursales.
 Caso en que se deducen varias acciones: Se determina la cuantía por el monto a que
ascendieren todas las acciones entabladas (art. 121 COT).
 Caso en que el demandado deduce reconvención: El art. 124 COT distingue dos
situaciones: (i) Para determinar la competencia del tribunal se considera el monto de
los valores reclamados en la reconvención separadamente de los que son materia de
la demanda; (ii) Para otros efectos, la cuantía se determina por el monto a que
asciende la acción principal y la reconvención reunidas.
 Cuando se demanda el resto insoluto de una cantidad mayor, se estará únicamente al
valor del resto insoluto (art. 126 COT).
 Caso relativo al pago de pensiones periódicas (art. 127 COT): Distingue entre el
derecho a pensiones futuras o pensiones devengadas. Tratándose de pensiones
futuras, éstas pueden comprender un tiempo determinado o no; si comprenden un
tiempo determinado, se atiende al monto de todas ellas, y si no comprenden un
tiempo determinado, se fija por la suma de las pensiones en un año. Si se trata del
cobro de pensiones devengadas, la cuantía se determina en relación al monto al que
todas ellas asciendan.
c) Momento determinante de la cuantía: Es el momento de la interposición de la
demanda, si el valor de la cosa aumenta o disminuye después, no altera la cuantía.
El art. 128 COT se refiere a ciertos hechos cuya ocurrencia no altera la cuantía del asunto
debatido, de tal manera que, si el valor de la cosa disputada se aumentare o disminuyere
durante la instancia, no sufrirá alteración alguna la determinación que antes se hubiere
hecho con arreglo a la ley.
La misma idea reitera el art. 129 COT, esto es, la determinación tampoco sufrirá alteración
alguna en razón de lo que se deba por intereses o frutos devengados después de la fecha de
la demanda, ni de lo que se deba por costas o daños causados durante el juicio.
d) Forma de acreditar o hacer constar la cuantía en la carpeta electrónica: Para ello
hay que distinguir:
 Si el demandante acompaña documentos que apoyen su acción y en ellos aparece
determinado el valor de la cosa disputada, deberá estarse a lo que conste en dichos
documentos (art. 116 COT).
 Si el actor no acompaña los referidos documentos o si de ellos no apareciere
esclarecido el valor de la cosa, habrá que subdistinguir si la acción es real o
personal.
 Si la acción es real debe estarse a la apreciación que de común acuerdo hicieren las
partes. Por el simple hecho de haber comparecido ante el juez para cualquiera
diligencia o trámite del juicio todas las partes juntas o cada una de ellas
separadamente, sin que ninguna haya entablado reclamo por incompetencia nacida
del valor de la cosa disputada, se presume de derecho el acuerdo (art. 118 COT). Si
no hay acuerdo entre las partes, la cuantía se determina por un perito designado al
efecto por el juez (art. 119 COT).
 Si la acción es personal, debe estarse a la apreciación que el demandante haga en su
demanda (art. 117 COT).
 Si el valor de la cosa disputada no aparece esclarecido de ninguna de las formas
indicadas, el art. 120 COT concede la facultad para que cualquiera de las partes
haga las gestiones convenientes para que dicho valor sea fijado antes que se
pronuncie la sentencia. Esta facultad también la puede ejercer oficiosamente el
tribunal.
3.1.2. La materia: Es la naturaleza del asunto sometido al conocimiento del tribunal y en
ciertos casos el objeto o clase del mismo.
La importancia de este factor radica en que motiva la creación de tribunales, como los
juzgaos de familia para materias de familia; los del trabajo para causas laborales, etc. Por
otra parte, permite que dentro de una determinada jerarquía, un asunto particular quede
entregado a un tribunal específico (ej. los juicios de hacienda son de conocimiento de un
juez de letras de comuna asiento de Corte).
El factor materia prevalece sobre el factor cuantía, se evidencia de los arts. 130 y 131 COT,
que aluden a asuntos en que por la materia se reputan de mayor cuantía.
3.1.3. El fuero: Es la calidad o dignidad que tienen ciertas personas, en cuya virtud los
asuntos en que tienen interés no son conocidos por los tribunales que ordinariamente le
corresponde conocer, sino por uno superior. Este factor prevalece sobre la cuantía y la
materia.
Su fundamento es garantizar la imparcialidad del juzgamiento, pues se estima que un
tribunal de más alta jerarquía es menos susceptible de las influencias que pueda tener la
persona aforada. Por eso no es correcto referirse al aforado como la persona que “goza de
fuero”.
Opera solo en materia civil, en dos supuestos:
a) Fuero menor: Se aplica a las personas que señala el art. 45 N° 2 letra g) del COT 13, para
causas civiles y de comercio. De ellas conoce un juez de letras en primera instancia (no
afecta la competencia sino que modifica la regla en el sentido que estas causas serían
normalmente conocidas en única instancia).

13
Causas civiles y de comercio en que sean parte o tengan interés los Comandantes en Jefe del Ejército, de la
Armada y de la Fuerza Aérea, el General Director de Carabineros, los Ministros de la Corte Suprema o de
alguna Corte de Apelaciones, los Fiscales de estos tribunales, los jueces letrados, los párrocos y vicepárrocos,
los cónsules generales, cónsules o vicecónsules de las naciones extranjeras reconocidas por el Presidente de la
República, las corporaciones y fundaciones de derecho público o los establecimientos públicos de
beneficencia
b) Fuero mayor: Se aplica a las personas que señala el art. 50 N° 2 COT 14, para causas
civiles. Correspondiendo su conocimiento a un Ministro de la Corte de Apelaciones
respectiva según el turno que ella fije15.
Se diferencian el uno y otro en cuanto a las personas que comprende y en cuanto al tribunal
que conoce del litigio.
Con todo, en ciertas ocasiones el fuero no es considerado como elemento de competencia
absoluta, así indican los arts. 133 COT y 827 CPC: No se considerará el fuero de que gocen
las partes en los juicios de minas, posesorios, sobre distribución de aguas, particiones, en
los que se tramiten breve y sumariamente; tampoco se tomará en cuenta el que tengan los
acreedores en el procedimiento concursal de liquidación ni el de los interesados en los
asuntos no contenciosos.
Cobra gran utilidad cuando se trata de un juicio seguido entre personas que gozan de fuero
y otras que no, para asegurar la imparcialidad, igualdad y evitar una ventaja indebida de
una de las partes por sobre la otra.
3.2. Reglas de la competencia relativa: El único factor de esta competencia es el territorio
y se define como el lugar geográfico donde sucede el evento que la ley considera para
determinar la competencia.
Este elemento nos permite conocer qué tribunal específico dentro de la jerarquía precisada
por los factores de la competencia absoluta conocerá del asunto.
Para aplicar este factor debemos distinguir si se trata de materia civil o penal:
3.2.1. Reglas de competencias relativa en materia civil: Habrá que ver si se trata de
asuntos civiles contenciosos o civiles no contenciosos.
a) Asuntos civiles contenciosos: El art. 134 COT indica que en general, es juez
competente para conocer de una demanda civil el del domicilio del demandado, sin
perjuicio de las reglas establecidas en los artículos siguientes y de las demás excepciones
legales. No obstante, esta regla general lo es sólo en la letra de la ley pues son muchas las
excepciones, pasando a ser una regla residual.
En definitiva, las reglas a aplicar son las siguientes:
 Si hay convención, es competente el juez del lugar que las partes hayan estipulado
en aquella (arts. 135 y 138 COT).
14
De las causas civiles en que sean parte o tengan interés el Presidente de la República, los ex Presidentes de
la República, los Ministros de Estado, Senadores, Diputados, miembros de los Tribunales Superiores de
Justicia, Contralor General de la República, Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, General Director
de Carabineros de Chile, Director General de la Policía de Investigaciones de Chile, los Delegados
Presidenciales Regionales, Delegados Presidenciales Provinciales, Gobernadores Regionales, los Agentes
Diplomáticos chilenos, los Embajadores y los Ministros Diplomáticos acreditados con el Gobierno de la
República o en tránsito por su territorio, los Arzobispos, los Obispos, los Vicarios Generales, los Provisores y
los Vicarios Capitulares.
15
Sólo este en realidad puede ser considerado factor de competencia absoluta por cuando conoce un tribunal
distinto.
 Si no hay convención, se atiende a la naturaleza de la acción deducida: Si es
mueble, es juez competente el del domicilio del demandado (art. 138 COT); si es
inmueble, es competente a elección del demandante, el juez del lugar en que se
contrajo la obligación o el del lugar en que se encontrare la especie reclamada.
 Si el inmueble o inmuebles objeto de la acción estuvieren situados en distintos
territorios jurisdiccionales, será competente cualquiera de los jueces en cuya
comuna o agrupación de comunas estuvieren situados (art. 135 COT).
 Si la demanda comprende acciones muebles e inmuebles, será juez competente el
del lugar en que estuvieren situados los inmuebles (art. 137 COT).
Por lo demás, existen otras normas especiales sobre competencia relativa que prevalecen
sobre las generales:
 En materia sucesoria, es juez competente el del último domicilio del causante (art.
148 COT y 955 CC).
 En materia de procedimientos concursales, es juez competente el del domicilio del
demandado (art. 154 COT).
 En materia de interdictos posesorios, es juez competente el del lugar donde
estuvieren situados los inmuebles (art. 143 COT).
 En materia de juicios de alimentos, es juez competente el del domicilio del
alimentante o del alimentario a elección del alimentario (art. 147 COT).
 Para acciones de reclamación de filiación, es juez competente el del domicilio del
demandante o demandado, a elección del demandante (art. 147 COT).
 Para asuntos referidos en el Código de Minas, es el del lugar en donde se encuentra
la mina, sin perjuicio de reglas especiales (art. 146 COT).
 Si el demandado tuviere varios domicilios, es juez competente el de cualquiera de
ellos (art. 140 COT).
 Si hubiere varios demandados con domicilios diversos, es juez competente el de
cualquier lugar donde esté domiciliado uno de los demandados (art. 141 COT).
 Si el demandado es una persona jurídica, es juez competente el del lugar donde
tenga asiento la respectiva corporación o fundación. Si ella tuviere establecimientos,
comisiones u oficinas que la representen en diversos lugares, es juez competente el
del lugar donde exista el establecimiento, comisión u oficina que celebró el contrato
o que intervino en el hecho que da origen al juicio (art. 142 COT).
b) Asuntos civiles no contenciosos o voluntarios: La regla se establece en el art. 134
COT, al tenor del cual en general, es juez competente para intervenir en un acto no
contencioso el del domicilio del interesado, sin perjuicio de las reglas establecidas en los
artículos siguientes y de las demás excepciones legales.
Las excepciones legales son las siguientes:
 Apertura de la sucesión, juez del último domicilio del causante (art. 148 COT y 955
CC).
 Nombramiento del tutor o curador, juez del domicilio del pupilo (art. 150 COT).
 Muerte presunta, último domicilio del desaparecido (art. 151 COT).
 Nombramiento de curador de bienes de ausentes o de herencia yacente, último
domicilio del ausente o difunto (art. 152 COT)
 Nombramiento de curador a los derechos eventuales del que está por nacer,
domicilio de la madre (art. 152 COT).
 Autorización para enajenar, hipotecar o dar en arriendo inmuebles, lugar en que se
encuentran situados (art. 153 COT).
 Gestiones sobre la posesión efectiva abierta en el extranjero y que comprende
bienes situados en Chile, último domicilio del causante en Chile, y si no lo tuvo, el
domicilio del solicitante (art. 149 COT).
3.2.2. Reglas de competencia relativa en materia penal: Se distingue según sean
cometidos dentro o fuera del territorio de la República.
a) Delitos cometidos dentro del territorio de la República: La regla general es el art. 157
COT: Será competente para conocer de un delito el tribunal en cuyo territorio se hubiere
cometido el hecho que da motivo al juicio. El juzgado de garantía del lugar de comisión del
hecho investigado conocerá de las gestiones a que diere lugar el procedimiento previo al
juicio oral. El delito se considerará cometido en el lugar donde se hubiere dado comienzo a
su ejecución.
Respecto de las diligencias que deban practicarse fuera del territorio del juzgado de
garantía, pero dentro de la República, la autorización podrá ser dada por el juez del lugar en
que deban practicarse, en la medida que se trate de diligencias urgentes, y en caso de
conflicto de competencia entre jueces de garantía, mientras éste no se resuelva, todos los
involucrados son competentes (art. 157 COT).
Por otro lado, el art. 159 COT ordena que si el Ministerio Público investigara en forma
conjunta distintos hechos cometidos en distintos territorios, intervendrá en ellos el juez de
garantía del lugar de comisión del primero de los hechos investigados, sin perjuicio de la
facultad del Ministerio Público para ordenar la posterior separación de investigaciones que
llevare conjuntamente, siendo competentes para seguir conociendo de ellas los jueces de
garantía según las reglas del art. 157 COT.
Una excepción a la regla del art. 157 COT se encuentra en el art. 22 de la Ley de Cuentas
Corrientes Bancarias y Cheques, al tenor de la cual será competente para conocer de los
delitos de dicha ley el juez del domicilio que el librador del cheque tenga registrado en el
Banco.
b) Delitos cometidos fuera del territorio de la República: Excepcionalmente, pueden
juzgarse en Chile delitos cometidos en el extranjero. Estos delitos los señala el art. 6°
COT16 y de acuerdo al 167, de ellos deben conocer los Juzgados de Garantía o Tribunales
Orales en lo Penal de la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de Santiago, conforme a un
turno que dicho tribunal fije a través de un auto acordado.
16
Delitos cometidos por un agente diplomático o consular de la República en ejercicio de sus funciones;
malversación de fondos públicos; delitos contra la seguridad exterior del Estado; piratería.
4. Competencia civil de los tribunales criminales:
El juez que conoce de un delito tiene también competencia para conocer de algunas
cuestiones civiles relacionadas con el delito. Esta competencia del juez criminal (JG o
TOP) viene dada por el art. 59 CPP, que señala que la acción civil que tuviere por objeto
únicamente la restitución de la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo
procedimiento penal, de conformidad a lo previsto en el art. 189 CPP.
Asimismo, durante la tramitación del procedimiento penal, la víctima podrá deducir
respecto del imputado, con arreglo a las prescripciones del Código de Procedimiento Penal
(arts. 60 y siguientes CPP), todas las restantes acciones que tuvieren por objeto perseguir
las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible. La víctima podrá también ejercer
esas acciones civiles ante el tribunal civil correspondiente.
La oportunidad para interponer la acción civil en el proceso penal es hasta 15 días antes de
la fecha fijada para la realización de la audiencia de preparación del juicio oral (art. 261
CPP), por escrito y cumpliendo los requisitos 254.
Las otras acciones encaminadas a obtener la reparación de las consecuencias civiles del
hecho punible que interpusieren personas distintas de la víctima, o se dirigieren contra
personas diferentes del imputado, deberán plantearse ante el tribunal civil que fuere
competente de acuerdo a las reglas generales.
En consecuencia, la regla general es el derecho de opción de la víctima en cuanto puede
ejercer las acciones que tuvieren por objeto perseguir la responsabilidad civil derivada del
delito durante el procedimiento penal o ante el tribunal civil correspondiente, salvo cuando
la acción tenga por objeto la restitución de la cosa.
4.1. Acción civil que tiene por objeto la restitución de la cosa materia del delito (acción
civil restitutoria): Esta acción debe interponerse dentro del procedimiento penal y puede
ser ejercida por la víctima o por terceros perjudicados civilmente por el delito, y dirigirse
tanto en contra del imputado como terceros civilmente responsables.
Para la tramitación de esta acción se aplica el procedimiento de las tercerías regulado en el
proceso penal (art. 59 CPP).
4.2. Acción civil que tiene por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas
del hecho punible (acción civil indemnizatoria):
a) Si la acción es interpuesta por la víctima en contra del imputado, la víctima tiene un
derecho de opción, puede elegir entre interponer su acción ante el tribunal con
competencia penal o ante el tribunal civil que fuere competente según las reglas
generales.
b) La acción interpuesta por un sujeto distinto de la víctima o contra un sujeto distinto
del imputado debe interponerse siempre ante el tribunal civil que fuere competente
de acuerdo a las reglas generales.
La ejecución de la decisión civil de las sentencias definitivas dictadas por tribunales
penales corresponderá siempre al tribunal civil que fuere competente de acuerdo con las
reglas generales (art. 171 COT).
5. Cuestiones prejudiciales:
5.1. Concepto y regulación: Una cuestión prejudicial es aquella cuestión sustantiva,
distinta del objeto del proceso, que el juez debe decidir en un juicio con carácter previo a la
cuestión de fondo. Por regla general, el tribunal llamado a conocer de un asunto tiene
competencia para resolver todos los aspectos que surgen en torno al objeto del proceso.
Esta regla se desprende del principio de la extensión (art. 111 COT) y está fundada en la
unidad conceptual que se atribuye a la jurisdicción.
No obstante, existen casos de excepción en que se establece la vía devolutiva para el
conocimiento de las cuestiones prejudiciales, esto es, será competente para conocer de las
un tribunal distinto del tribunal competente para pronunciarse sobre el fondo del asunto.
5.2. Cuestiones prejudiciales penales: Las cuestiones prejudiciales penales que surjan
dentro del proceso civil tienen una regulación especial establecida en el art. 167 CPC, para
que opere esta regla, se exige la concurrencia de las siguientes condiciones:
a) Que la existencia de un delito haya de ser el fundamento preciso de una sentencia
civil o tenga en ella influencia notoria.
b) Que en el proceso penal se haya deducido acusación o formado requerimiento en
contra del imputado.
Si se reúnen estas condiciones, el juez civil puede suspender la dictación de la sentencia
hasta la terminación del juicio penal (sistema devolutivo facultativo). En este caso, lo que
se resuelva en el juicio penal produce cosa juzgada en el juicio civil, manifestación del
efecto positivo o prejudicial de la cosa juzgada.
5.3. Cuestiones prejudiciales civiles: Son aquellas que se refieren a un hecho de carácter
civil que es uno de los elementos que la ley penal estima para:
a) Definir el delito que se persigue.
b) Agravar o disminuir la pena.
c) No estimar culpable al autor17.
La regla general en materia de cuestiones prejudiciales civiles es que sean de competencia
del tribunal con competencia en lo criminal (art. 173 COT).
Por regla general, si en un juicio penal surge una cuestión prejudicial civil, el tribunal con
competencia penal se pronunciará sobre ella. Pero la prueba y decisión de tales cuestiones
se sujetarán a las disposiciones del derecho civil (art. 173 COT).

17
Ej. Si se trata del delito de incesto, se puede formar una cuestión prejudicial civil en el que se cuestione la
existencia del parentesco al que se refiere el artículo 375 del Código Penal, porque si éste no existe, en
definitiva, no hay tal delito.
Excepcionalmente, hay algunas cuestiones prejudiciales civiles que no podrán ser
conocidas por el tribunal con competencia penal y corresponde su conocimiento al tribunal
civil. En estos casos, se suspende el procedimiento criminal hasta que la cuestión civil se
resuelva por sentencia firme (art. 171 CPP). Estas excepciones son:
a) Las cuestiones que versen sobre la validez del matrimonio.
b) Cuestiones sobre cuentas fiscales (de conocimiento del Tribunal de Cuentas que
integra la Contraloría General de la República)
c) Cuestiones sobre Estado Civil cuya resolución deba servir de antecedente necesario
para el fallo de la acción penal persecutoria del delito de usurpación, ocultación o
supresión de Estado Civil.
d) Conocimiento de las excepciones de carácter civil que se oponen a la acción penal,
que se refieren al dominio o a otro derecho real sobre inmueble, si esas excepciones
aparecen revestidas de fundamento plausible y de su aceptación, por la sentencia
que sobre ellas recaiga hubiere de desaparecer el delito. En este caso podrá
suspenderse el juicio criminal (art. 174 COT).
Siempre que para el juzgamiento criminal se requiera la resolución previa de una cuestión
civil en que debiere conocer un tribunal que no ejerce jurisdicción en lo penal, se
suspenderá el procedimiento penal hasta que dicha cuestión se resolviere por sentencia
firme (art. 171 CPP).
6. Reglas de distribución de causas:
Esta materia fue modificada por la Ley N° 29.875 del año 2015.
6.1. Procedencia: En los territorios jurisdiccionales donde existe más de un Juez de Letras,
las reglas de competencia absoluta y relativa no resultan suficientes pues nos encontramos
con dos o más tribunales con igual competencia. Para resolver estos casos, el legislador ha
dispuesto un sistema de distribución de causas en el párrafo 7° del Título VII del COT.
6.2. Sistema de distribución de causas:
a) Si en el lugar no tiene asiento la Corte de Apelaciones: En los asuntos contenciosos
y no contenciosos, toda demanda o gestión judicial se presenta en el Primer Juzgado
de Letras, y la designación del tribunal se hace mediante un sistema informático
(art. 175 COT).
b) Si el lugar es asiento de Corte de Apelaciones: En los asuntos contenciosos y no
contenciosos, toda demanda o gestión judicial se presenta en la Secretaría de la
Corte, y la designación del tribunal se hace por el Presidente de la Corte (art. 176
COT). En la práctica se hace por el sistema informático aprobado por el auto
acordado de las respectivas Cortes.
6.3. Alcance del sistema de distribución de causas: Este sistema también se aplica para la
distribución de exhortos y asuntos judiciales no contenciosos (art. 179 COT). No se aplica a
los casos del art. 178 COT, correspondiendo el conocimiento del asunto al tribunal
designado con anterioridad.
6.4. Otros sistemas de distribución: Una situación diversa de la anterior se da en aquellas
comunas en que si bien hay un solo tribunal competente, en dicho tribunal hay varios jueces
(ej. juzgados de garantía, juzgados de familia). En estos casos, la distribución de las causas
entre los jueces de dichos tribunales se hará mediante un procedimiento general y objetivo
aprobado por el respectivo comité de jueces.
6.5. Naturaleza de estas reglas y sanción por su infracción: Se ha discutido cuál es la
naturaleza jurídica de estas reglas y la sanción que acarrea su infracción. La doctrina y
jurisprudencia han estimado mayoritariamente que estas reglas no son normas de
competencia, sino reglas de carácter económico o administrativo cuya finalidad es distribuir
adecuadamente el trabajo entre los tribunales. En consecuencia, su infracción no permitiría
fundar una excepción de incompetencia ni promover un incidente de nulidad.
Otros autores señalan que, no obstante el carácter económico de estas reglas, se trata de
verdaderas normas de orden público, por lo que son irrenunciables para las partes y su
observancia debe controlarse de oficio por el tribunal, sin perjuicio del derecho de la parte
afectada a denunciar su vulneración.
El juez que no respeta estas reglas queda sujeto a responsabilidad disciplinaria.
7. Reglas o principios generales de competencia:
Podemos definir los principios generales de competencia como aquellos principios
orgánicos básicos que un tribunal debe aplicar en el conocimiento de un asunto, no
importando para ello la cuantía, materia, fuero, personas, territorio, jerarquía o grado, ni la
calidad de ordinario, especial o arbitral que tenga el órgano jurisdiccional que ejerza tal
competencia.
También se ha entendido como ciertas consecuencias que se derivan del hecho de
encontrarse determinado el tribunal preciso que debe conocer de un asunto.
La aplicación de las reglas de competencia absoluta nos da la jerarquía del tribunal; las de
la competencia relativa, el tribunal territorialmente competente dentro de esa jerarquía; y
las reglas del turno y la distribución, el tribunal concreto cuando en el territorio existen dos
o más tribunales competentes. Una vez producida la singularización total y definitiva del
órgano jurisdiccional, este tribunal se rige por las llamadas reglas de competencia.
Estas reglas están tratadas en los arts. 108 a 114 COT.
7.1. Características de las reglas de competencia:
a) Son generales, pues se aplican a todos los tribunales y a todos los asuntos,
cualquiera sea su naturaleza.
b) Son complementarias, pues, aunque no integran la competencia absoluta ni relativa,
las complementan al fijar los límites del ejercicio jurisdiccional en concreto.
c) Son funcionales, porque no se refieren ni al tribual ni al juez, sino que a la función
jurisdiccional.
7.2. Enumeración de los principios:
a) Regla de la radicación o fijeza (art. 109 COT).
b) Regla del grado o de la superioridad (art. 110 COT).
c) Regla de la extensión (art. 111 COT).
d) Regla de la prevención (art. 112 COT).
e) Regla de la ejecución (arts. 113 y 114 COT).
7.3. Principio de la radicación o fijeza:
Art. 109 COT.- Radicado con arreglo a la ley el conocimiento de un negocio ante tribunal
competente, no se alterará esta competencia por causa sobreviniente.
Este principio genera el efecto de hacer irrevocable la competencia de un órgano
jurisdiccional para conocer de un asunto que se encuentra en la esfera de sus atribuciones,
cualesquiera sean los hechos posteriores que puedan modificar los elementos que se
tuvieron en cuenta para determinar la competencia del tribunal.
En consecuencia, tiene los siguientes presupuestos: (i) existencia de una actividad
jurisdiccional; (ii) que el tribunal sea competente; (iii) la intervención del tribunal debe ser
con arreglo a derecho.
7.3.1. Momento en que se entiende radicada la causa:
a) En materia penal: Por regla general la radicación se produce cuando interviene de
algún modo el juez de garantía competente.
b) En materia civil: Hay que distinguir:
 Si el asunto se presenta ante tribunal competente, se entiende radicada la causa
desde que se notifica en forma legal al demandado de la demanda y su proveído.
 Si el asunto se presenta ante un tribunal relativamente incompetente, la radicación
se produce una vez contestada la demanda sin que el demandado reclame de la
incompetencia del tribunal. Se produce una prórroga de competencia que puede ser
expresa o tácita.
Los hechos que ocurren después de que el asunto ha quedado radicado ante tribunal
competente (ej. la persona adquiere fuero), no alteran la radicación (art. 109 COT).
7.3.2. Excepciones a la radicación:
a) La acumulación de autos: Por aplicación del principio de la economía procesal y para
evitar sentencias contradictorias, los arts. 92 a 100 CPC tratan de la acumulación de autos,
cuya procedencia la regula el art. 92: tendrá lugar siempre que se tramiten separadamente
dos o más procesos que deban constituir un solo juicio y terminar por una sola sentencia,
para mantener la unidad de la causa.
La excepción consiste en que dos o más procesos que se tramitan ante tribunales diferentes
pasan a ser conocidos por un solo tribunal.
Si se trata de jueces de igual jerarquía, el más nuevo se acumula al más antiguo; y si son de
jerarquía distinta, se hará sobre aquel que esté sometido al tribunal superior (continúa
conociendo el tribunal superior).
b) El compromiso: El asunto que actualmente esté siendo conocido por un tribunal
ordinario, siempre que no sea materia de arbitraje prohibido, puede sustraerse del
conocimiento del tribunal por las partes mediante el contrato de compromiso, en cuya
virtud el conocimiento del asunto se entrega a un juez árbitro.
c) Las visitas: Se regulan en los arts. 553 y siguientes del COT. Según el art. 555 COT,
tienen por objeto que el superior inspeccione y vigile la marcha de la administración de
justicia en un tribunal. En el ejercicio de estas visitas, el tribunal superior puede avocarse al
conocimiento de causas pendientes ante el tribunal visitado, desplazando la competencia de
este juez y asumir como tribunal de primera instancia el Ministro Visitador.
Puede visualizarse que en estas visitas no se produce la sustitución de un tribunal por otro,
sino que lo que realmente ocurre es la sustitución de un funcionario por otro. De ahí que el
asunto continúe radicado en el tribunal visitado.
7.4. Principio de la gradualidad:
Art. 110 COT.- Una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un juez inferior para
conocer en primera instancia de un determinado asunto, queda igualmente fijada la del
tribunal superior que debe conocer del mismo asunto en segunda instancia.
La doble instancia es la regla general, y una vez determinada la competencia del juez de
primera instancia queda automáticamente determinada la competencia del tribunal de
segunda instancia.
Esta regla tiene los siguientes supuestos: (i) que el conocimiento de un asunto se encuentre
radicado ante un tribunal de primera instancia y; (ii) que proceda recurso de apelación
contra la resolución de que se trata.
El tribunal que va a conocer del negocio en segunda instancia será siempre el superior
jerárquico del que ha conocido del asunto en primera. De esta regla se colige que no cabe la
prórroga de competencia en segunda instancia.
7.5. Principio de la extensión: Esta regla permite precisar hasta dónde llega el ámbito del
ejercicio de la jurisdicción por parte de un determinado tribunal.
Art. 111 COT.- El tribunal que es competente para conocer de un asunto lo es igualmente
para conocer de todas las incidencias que en él se promuevan.
Lo es también para conocer de las cuestiones que se susciten por vía de reconvención o
de compensación, aunque el conocimiento de estas cuestiones, atendida su cuantía, hubiere
de corresponder a un juez inferior si se entablaran por separado18.

18
Esta regla carece de aplicación práctica, pues se han eliminado los jueces inferiores a los jueces de letras y
no existen los jueces de menor cuantía.
Parte de la base de que en todo juicio es posible distinguir las cuestiones principales, que
constituyen el fondo de la cuestión debatida, y las cuestiones accesorias, conocidas como
incidentes, consagrados en los arts. 82 y siguientes CPC. Según esta regla el juez
competente para conocer de una cuestión principal, lo es también para conocer de las
cuestiones accesorias que en el curso de ella se susciten, de la reconvención y la
compensación19.
7.6. Principio de la prevención o de la inexcusabilidad:
Art. 112 COT.- Siempre que según la ley fueren competentes para conocer de un mismo
asunto dos o más tribunales, ninguno de ellos podrá excusarse del conocimiento bajo el
pretexto de haber otros tribunales que puedan conocer del mismo asunto; pero el que haya
prevenido en el conocimiento excluye a los demás, los cuales cesan desde entonces de ser
competentes.
Existiendo dos o más tribunales potencialmente competentes, por el hecho de presentar su
demanda ante alguno de ellos cesa la competencia de los demás.
En el caso que un tribunal se negare intervenir, bajo pretexto de que hay otros tribunales
competentes, incurrirá en el delito de denegación de justicia.
7.7. Principio de la ejecución: La regla general es que las sentencias son ejecutadas por
los mismos tribunales que las dictaron.
Art. 113 COT.- La ejecución de las resoluciones corresponde a los tribunales que las
hubieren pronunciado en primera o en única instancia.
No obstante, la ejecución de las sentencias penales y de las medidas de seguridad
previstas en la ley procesal penal será de competencia del juzgado de garantía que hubiere
intervenido en el respectivo procedimiento penal.
De igual manera, los tribunales que conozcan de la revisión de las sentencias firmes o de
los recursos de apelación, de casación o de nulidad contra sentencias definitivas penales,
ejecutarán los fallos que dicten para su sustanciación.
Podrán también decretar el pago de las costas adeudadas a los funcionarios que hubieren
intervenido en su tramitación, reservando el de las demás costas para que sea decretado por
el tribunal de primera instancia.
Art. 114 COT.- Siempre que la ejecución de una sentencia definitiva hiciere necesaria la
iniciación de un nuevo juicio, podrá éste deducirse ante el tribunal que menciona el inciso
primero del artículo precedente o ante el que sea competente en conformidad a los
principios generales establecidos por la ley, a elección de la parte que hubiere obtenido en
el pleito.
Los tribunales ordinarios y especiales poseen el llamado poder de imperio, esto es, tienen la
facultad de hacer ejecutar lo juzgado en ellos. Este imperio les permite utilizar incluso el
auxilio de la fuerza pública para el cumplimiento de lo resuelto.

19
“Quien puede lo más, puede lo menos”
Este principio tiene una doble consagración:
a) Desde punto de vista positivo, en los arts. 1° y 11 COT, y art. 76 CPR.
b) Desde el punto de vista negativo, el art. 240 le concede al tribunal la facultad para
decretar todas las medidas tendientes a dejar sin efecto lo que se hiciere para burlar
sus resoluciones. Se sanciona al que quebrante lo ordenado cumplir con la pena del
desacato.
8. Prórroga de competencia:
Art. 181 COT.- Un tribunal que no es naturalmente competente para conocer de un
determinado asunto, puede llegar a serlo si para ello las partes, expresa o tácitamente,
convienen en prorrogarle la competencia para este negocio.
Es el acto por el cual las partes, expresa o tácitamente, convienen en someter el
conocimiento de un negocio a un tribunal relativamente incompetente. Es una facultad de
las partes y no del tribunal, de ahí que el tribunal naturalmente incompetente no puede
negarse a aceptarla, rige la inexcusabilidad.
La prórroga se da únicamente respecto de la competencia relativa, por ello, el tribunal a
quien se vaya a prorrogar la competencia debe ser competente a la luz de los elementos de
la materia, del fuero y de la cuantía. Sólo debe ser incompetente en razón del territorio.
8.1. Requisitos:
a) Debe mediar un convenio entre las partes, que puede ser expreso o tácito.
b) En cuanto a la capacidad de las partes, pueden prorrogar la competencia todas las
personas que según la ley son hábiles para comparecer en juicio, y por las que no
son hábiles pueden prorrogar sus representantes legales (art. 184 COT).
c) Debe tratarse de un asunto contencioso civil (art. 182 COT).
d) Opera sólo tratándose de tribunales de única o primera instancia (art. 182 COT).
e) Sólo procede entre tribunales ordinarios de igual jerarquía (art. 182 COT20).
8.2. Convenio de prórroga de competencia: El convenio expreso tiene lugar cuando las
partes convienen la prórroga en el contrato mismo o en un acto posterior, designándose con
toda precisión el juez a quien se someten (art. 186 COT).
El convenio tácito está regulado en el art. 187 COT, que distingue entre el demandante y
demandado para determinar cuándo hay convenio: respecto del demandante, habrá
convenio tácito cuando éste ocurra ante el juez que no es naturalmente competente,
interponiendo su demanda; respecto del demandado, habrá convenio tácito cuando éste se
haya personado al juicio efectuando cualquier gestión que no sea la de reclamar la
incompetencia del juez.
En este último caso es necesario determinar que sucede si el demandado no comparece al
juicio y éste se sigue en su rebeldía. Para algunos, debe entenderse que el demandado
rebelde ha prorrogado tácitamente la competencia; para otros, el demandado rebelde no
20
Se ha resuelto que no procede prórroga en materia de quiebras, asuntos laborales y recurso de protección.
habría consentido en prorrogar la competencia, puesto que la disposición requiere que se
apersona al juicio y realice alguna gestión para entender que acepta la prórroga.
8.3. Efectos de la prórroga de competencia: El efecto propio de la prórroga es que
atribuye competencia a un juez que territorialmente es incompetente, además, el art. 185
COT indica que la prórroga sólo surte efectos entre las personas que la han promovido y no
respecto de otras personas, como pueden ser los fiadores o codeudores.
9. Conflictos de competencia:
Es la incidencia formulada por las partes a los tribunales o a las autoridades políticas o
administrativas, relacionada con su competencia para conocer de un negocio determinado.
Estos conflictos pueden ser de dos tipos: cuestiones de competencia y contiendas de
competencia.
9.1. Cuestiones de competencia: Si un tribunal es incompetente absolutamente va a
declarar de oficio su incompetencia, pero si es relativamente incompetente, es el
demandado quien puede reclamar de esa incompetencia, y lo va a hacer a través de una
incidencia, con el objeto de impedir que ese tribunal conozca del asunto. Este reclamo
recibe el nombre de cuestión de competencia.
Se entiende por cuestión de competencia la incidencia formulada por las partes acerca de la
falta de atribución del tribunal requerido para conocer de un negocio judicial. Se suscita
entre los litigantes y el tribunal.
Puede reclamarse de dos maneras:
a) Por declinatoria, solicitando al tribunal que está conociendo del asunto que se
declare incompetente, indicándole cuál es el competente y pidiéndole que se
abstenga del conocimiento (art. 101). Se formula como excepción dilatoria.
b) Por inhibitoria, solicitándole al tribunal que se estima conveniente que se dirija al
que está conociendo el negocio para que se inhiba y le remita los antecedentes al
tribunal (art. 102). Se formula como acción.
Al optar por una de estas vías, no se puede posteriormente abandonarlas ni tampoco ocurrir
al otro medio. No pueden tampoco usarse estos medios en forma simultánea.
Formulada la incidencia, si el juez no la acepta puede originar una contienda de
competencia.
9.2. Contienda de competencia: Es aquel conflicto suscitado entre dos o más tribunales, o
entre éstos y las autoridades políticas o administrativas, relacionadas con su competencia o
incompetencia para el conocimiento de un determinado asunto.
Las contiendas pueden revestir dos formas, sea que se consideren competentes o
incompetentes para conocer del asunto. Así, tienen un sentido positivo cuando ambos
tribunales se estiman competentes para conocer del negocio, y tienen un sentido negativo
cuando ambos tribunales se estiman incompetentes para conocer de una determinada
gestión.
Pueden ser de diversas clases y producirse entre tribunales ordinarios o especiales, entre
tribunales ordinarios y especiales, tribunales de justicia y autoridades administrativas,
tribunales administrativos, tribunales con competencia criminal, tribunales con competencia
criminal y el Ministerio Público, etc.
Se fallan en única instancia.
9.2.1. Contienda entre tribunales ordinarios: Esta situación la regula el art. 190 COT.
a) Si son de igual jerarquía, es competente para dirimir de la contienda el tribunal que
sea superior común de los que están en conflicto.
b) Si los tribunales tienen superiores diferentes, pero de igual jerarquía, es juez
competente para dirimir la contienda el juez superior del que previno en el
conocimiento del asunto.
c) Si se trata de tribunales de diversa jerarquía, es tribunal competente para dirimir la
contienda el superior de aquel que tenga la jerarquía más alta.
9.2.2 Entre tribunales ordinarios y especiales, o entre especiales: Lo regula el art. 191
COT.
a) Si dependen de una misma Corte de Apelaciones, ésta es competente.
b) Si dependen de distintas Cortes de Apelaciones, resolverá la contienda la que sea
superior jerárquico del tribunal que haya prevenido en el conocimiento del asunto.
c) Si no pudieren aplicarse las reglas anteriores resolverá la contienda la Corte
Suprema.
9.2.3. Entre tribunales y autoridades político administrativas: Esta materia se regula en
el art. 191 COT y arts. 93 N° 12 y 53 N° 3 CPR.
a) Si la contienda se produce entre autoridades políticas o administrativas y tribunales
inferiores, resuelve la contienda el Tribunal Constitucional.
b) Si la contienda se promueve entre autoridades políticas o administrativas y
tribunales superiores, es competente para conocer de esta contienda el Senado.
9.2.4. Entre tribunales arbitrales entre sí: Para estos efectos, los árbitros de cualquier
clase o categoría tienen como superior jerárquico la Corte de Apelaciones respectiva y será
ésta quien deba resolver la contienda que se promueva entre ellos.
9.2.5. Entre tribunales arbitrales y ordinarios o especiales: Para la resolución del
conflicto hay que considerar que el superior jerárquico del tribunal arbitral es la Corte de
Apelaciones respectiva y deberán aplicarse las reglas generales.
9.2.6. Entre jueces con competencia penal: Las contiendas de competencia que se
suscitaren entre un juez del crimen o de letras con competencia criminal y un juez de
garantía o un tribunal de juicio oral en lo penal, serán resueltas por la Corte de Apelaciones
que tuviere competencia sobre el respectivo territorio jurisdiccional. Si no se puede aplicar
esta regla resolverá la Corte Suprema.
9.2.7. Entre el Ministerio Público y juzgado con competencia penal: La contienda es
resuelta por el Tribunal Constitucional.
10. Instrumentos para obtener la declaración de incompetencia:
10.1. Cuestiones de competencia: Es la incidencia formulada por las partes acerca de la
falta de atribución del tribunal requerido para conocer de un negocio judicial. Se puede
hacer valer por vía de declinatoria (excepción dilatoria) o inhibitoria (acción).
10.2. Incidente de nulidad: El art. 83 permite la declaración de nulidad de todo lo obrado,
de oficio o a petición de parte, cuando el tribunal ante el cual se esté conociendo el asunto
sea absolutamente incompetente (sólo en este caso no existe plazo para interponerla).
10.3. Control de oficio de la competencia: Según el art. 84, el juez puede corregir de
oficio los errores que observe en la tramitación del proceso, pudiendo así declarar de oficio
su incompetencia absoluta. Por su parte el art. 775 señala que los tribunales conociendo por
vía de apelación o casación pueden invalidar de oficio sentencias que adolecen de vicios
que dan lugar a la casación en la forma, entre ellos, la de incompetencia del tribunal.
10.3. Recurso de casación en la forma: Una de las causales que habilita su interposición
es justamente la incompetencia del tribunal (art. 768 N° 1).

IV. Órganos de la Jurisdicción21.


1. Los Tribunales de Justicia:
La Constitución, en su capítulo IV “Poder Judicial”, establece los mandamientos generales
conforme a los cuales este Poder Judicial debe estar organizado, a la vez que regula la
actividad de sus miembros. En sus arts. 76 y 82 se señalan la integración de los tribunales,
su organización y atribuciones y se indican los requisitos, condiciones y forma de
nombramiento de sus integrantes, siendo el COT el que regula en forma pormenorizada
estas normas generales contenidas en la Carta Fundamental.
Son los tribunales de justicia los que también reciben la denominación de órganos de la
jurisdicción. A este respecto, debe tenerse presente que no debe confundirse el órgano, que
es el tribunal, con las personas que en calidad de funcionarios sirven a este órgano.
El tribunal es un órgano estatal cuya finalidad esencial es ejercer la jurisdicción. Decimos
que es su finalidad esencial y no única, porque los tribunales no sólo ejercen actos que
importan un ejercicio de la jurisdicción, sino que desempeñan además otros actos no
jurisdiccionales.

21
a. De los tribunales ordinarios, especiales y arbitrales. Concepto; b. De los tribunales ordinarios. Concepto y
características. Corte Suprema, Cortes de Apelaciones, Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, Juzgado de Letras
y Juzgado de Garantía; c. De los tribunales especiales. Juzgados de Familia, del Trabajo y de Policía Local.
Concepto. Reglamentación aplicable.
Podemos definir a los tribunales de justicia como aquellos órganos públicos cuya función
consiste en resolver litigios con eficacia de cosa juzgada y eventual posibilidad de
ejecución, sin perjuicio de cumplir actos de otra índole que las leyes que los organizan les
puedan atribuir.
2. Clasificación de los tribunales:
2.1. Según su naturaleza y las materias que conocen: Se clasifican en tribunales
ordinarios, especiales y arbitrales, distinción que emana del art. 5° COT.
2.1.1. Tribunales ordinarios: De los arts. 5° COT y 76 CPR, se desprende que el carácter
de ordinario de un tribunal deriva de dos elementos:
a) Su regulación: El encontrarse regidos por la Constitución y el COT.
b) Que estos tribunales estén dotados de un aptitud potencial y actual para conocer,
juzgar y hacer ejecutar lo resuelto, independientemente de las materias y de las
personas que en ellos intervienen en todos los asuntos que se promuevan en Chile.
Constituyen la regla general en nuestro país, y según el art. 5° inc. 2° COT, integran el
Poder Judicial, como tribunales ordinarios de justicia:
a) Corte Suprema.
b) Cortes de Apelaciones.
c) Presidentes y Ministros de Corte (tribunales ordinarios accidentales).
d) Tribunales de juicio oral en lo penal.
e) Juzgados de letras.
f) Juzgados de garantía.
2.1.2. Tribunales especiales: Forman parte del Poder Judicial, como tribunales especiales,
los juzgados de familia, los Juzgados de Letras del Trabajo, los Juzgados de Cobranza
Laboral y Previsional y los Tribunales Militares en tiempo de paz, los cuales se regirán en
su organización y atribuciones por las disposiciones orgánicas constitucionales contenidas
en la ley Nº 19.968, en el Código del Trabajo, y en el Código de Justicia Militar y sus leyes
complementarias, respectivamente, rigiendo para ellos las disposiciones de este Código
sólo cuando los cuerpos legales citados se remitan en forma expresa a él (art. 5° inc. 3°
COT). Los demás tribunales especiales se regirán por las leyes que los establecen y
reglamentan, sin perjuicio de quedar sujetos a las disposiciones generales de este Código
(inc. 4°).
Es decir, existen tribunales especiales además de los señalados, pero que no forman parte
del poder judicial.
Los elementos que permiten calificar como especial a un tribunal son:
a) Una ley orgánica especial que los establezca y señale sus estatutos.
b) Que se trate de un litigio cuya solución debe encontrarse en leyes relativas a
materias especiales.
c) La circunstancia de que el tribunal no forme parte del Poder Judicial (ej. Tribunales
Ambientales), a excepción de la norma contenida en el inc. 3° del art. 5° COT.
2.1.3. Tribunales arbitrales: El inciso final del art. 5° COT señala que los jueces árbitros
se regirán por el Título IX de este Código. En ese título se indica que los tribunales
arbitrales son aquellos servidos por jueces árbitros, y que se llama árbitro a los jueces
nombrados por las partes o por la autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un
asunto litigioso (art. 222 COT).
2.1.4. Paralelo: Tanto los jueces que sirven a los tribunales ordinarios como a los
especiales son funcionarios públicos y su estatuto jurídico está contenido en leyes diversas,
particularmente el COT y el Estatuto Administrativo, por lo que estos jueces están ligados
al Estado a través de un conjunto de derechos y obligaciones.
En cambio, los jueces árbitros, cualquiera sea su calidad, no son funcionarios públicos,
carecen de todo vínculo con el Estado, no forman parte del Poder Judicial y carecen de
imperio. Son nombrados por las partes o por la autoridad judicial en subsidio. Además,
tienen un carácter temporal, duran normalmente 2 años en sus funciones.
2.2. Según el número de jueces que lo integran:
Tribunales Unipersonales Tribunales Colegiados
Son aquellos en que la función La función jurisdiccional es ejercida por varias
jurisdiccional es ejercida por una personas
sola persona
Juzgados de Letras Tribunales Superiores y Tribunales de Juicio
Oral en lo Penal
El funcionario se denomina juez Los jueces se llaman Ministros
Existe una categoría intermedia, los tribunales unipersonales de composición múltiple,
compuestos por varios jueces pero en que la función jurisdiccional es ejercida por uno sólo,
como ocurre en los Juzgados de Garantía.
Existe discusión acerca de cuál es la forma de organización más conveniente. Los
tribunales unipersonales presentan como ventaja el hecho de que el juez toma un
conocimiento personal del proceso (acceso directo que tiene el juez con la carpeta
electrónica), y también se dice que la justicia tiende a ser más rápida puesto que es una sola
la persona que dicta las resoluciones. A la vez, presentan el inconveniente que en ellos
disminuye la posibilidad de acierto, la falta de discusión impide llegar con facilidad al
descubrimiento de la verdad y en ellos es más factible que florezca el arbitrio judicial.
Por otro lado, en los tribunales colegiados se promueve la discusión por lo que aseguran
una mayor posibilidad de acierto y ayudan, en fin, a contener el arbitrio judicial. Presentan
como inconvenientes que la responsabilidad de los jueces se diluye, pierde intensidad y por
otro lado que los jueces no toman conocimiento personal del asunto, sino por intermedio de
otros funcionarios.
2.3. En atención a la observancia de la ley: Más que a una clasificación de los tribunales,
con estas denominaciones se atiende a las normas materiales o de fondo que el tribunal
respectivo aplicará para decidir el asunto litigioso.
a) Tribunales de derecho: Aquellos que deben tramitar y fallar los procesos con
estricta observancia de las disposiciones legales vigentes. El juez de derecho
presupone un legislador, un ordenamiento y normas preestablecidas a las que debe
atenerse.
b) Tribunales de equidad: Aquellos que en su fallo sólo se ajustan a lo que su
prudencia y equidad les dictare. El juez de equidad oficia de legislador y de juez al
tiempo de decidir.
2.4. Considerando la fase del procedimiento en que los jueces despliegan su actividad:
a) Tribunales de instrucción: Intervienen en el desarrollo del proceso previo al fallo del
caso, no resuelven el asunto.
b) Tribunales sentenciadores: Son los órganos llamados a resolver el asunto sometido a
su decisión pero que ha sido seguido o tramitado ante un Tribunal de Instrucción.
Este es el procedimiento que rige en materia procesal penal, el juez de garantía es en este
caso el tribunal de instrucción, y el Tribunal Oral Penal (salvas excepciones) es el
sentenciador.
2.5. Considerando su jerarquía: Se clasifican en tribunales inferiores y superiores. Tienen
el carácter de tribunales superiores la Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones, la Corte
Naval y la Corte Marcial. Los demás, los jueces de letras, son jueces inferiores.
2.6. Según el tiempo que los jueces duran en sus funciones: Se clasifican en jueces
perpetuos o temporales. Son perpetuos aquellos nombrados para ejercer su ministerio en
forma indefinida, y son temporales, aquellos cuya designación es por un plazo determinado.
Conforme al art. 244 COT, las calidades en que puede ser nombrado un juez son:
a) Juez propietario: Aquel que es nombrado para ocupar perpetuamente o por el
período legal una plaza vacante. Ocupa el cargo en propiedad.
b) Juez interno: Aquel que es nombrado para que sirva una plaza vacante mientras se
procede a nombrar el propietario. La ley señala que ninguna plaza de la magistratura
podrá permanecer vacante, ni aun en el caso de estar servida interinamente, por más
de cuatro meses. Vencido este término, el juez interino cesará de hecho en el
ejercicio de sus funciones, es decir, sólo dura en su cargo como máximo 4 meses.
c) Juez suplente: Es aquel que es nombrado para que desempeñe una plaza que no
puede ser servida por el propietario en razón de hallarse suspenso o impedido.
La inamovilidad rige no sólo respecto de los jueces propietarios sino también respecto de
los interinos y suplentes. La inamovilidad de los interinos durará hasta el nombramiento del
respectivo propietario, y la de los suplentes hasta que expire el tiempo por el cual hubieren
sido nombrados (art. 247 COT).
2.7. Según el momento en que se constituyan y asuntos que deben conocer:
2.7.1. Tribunales permanentes: Son aquellos que han sido establecidos para funcionar en
forma continua, se hayan suscitado o no los conflictos en que deben intervenir (ej. Juzgados
de Letras).
2.7.2. Tribunales accidentales, unipersonales o de excepción: Son aquellos que se
constituyen para conocer causas en razón de la materia o del fuero de las personas, y que
están constituidos por jueces que forman parte de los tribunales superiores de justicia. No
funcionan permanentemente, sino en el momento en que se produce el hecho que requiere
su funcionamiento. Estos son: un Ministro de Corte de Apelaciones, el Presidente de la
Corte de Apelaciones de Santiago, un Ministro de la Corte Suprema, el Presidente de la
Corte Suprema.
El COT reserva el conocimiento en primera instancia de determinadas causas a estos
tribunales por consideraciones que dicen relación con la naturaleza de ciertos procesos
(fuero real) o por la calidad o estado de las personas que son parte o tienen interés (fuero
personal).
Hay que destacar que estos tribunales no son especiales, sino tribunales ordinarios, pues
aun cuando ellos hayan sido establecidos para juzgar ciertas materias y personas, son
regidos por el COT (arts. 50 a 53) y forman parte del poder judicial.
No se debe confundir el concepto de tribunal accidental con el de tribunal extraordinario. El
tribunal extraordinario es el que se crea especialmente para conocer de determinados
asuntos después de que han ocurrido los hechos que se deben juzgar, los que en Chile son
inconstitucionales.
a) Características:
 Son accidentales, se constituyen una vez que se ha promovido el conflicto de que
deben conocer.
 Son unipersonales.
 Son tribunales ordinarios.
 Son servidos por jueces letrados.
 Por regla general son de primera instancia.
 Son tribunales de derecho.
 Su territorio jurisdiccional es el mismo del tribunal colegiado del que forman parte.
 Tienen un secretario que es el mismo del tribunal colegiado del que forman parte.
 Tienen competencia especial, pues sólo conocen de los asuntos que la ley
expresamente ha sometido a su conocimiento.
b) Organización: Existe un juez que forma parte de un tribunal colegiado permanente,
puede ser cualquiera de los ministros. La forma de designarlo depende el tribunal del que
forma parte: según turno (Ministro de CA); es nombrado por la propia Corte (Ministro de la
CS); o bien el nombramiento es automático pues va unido al cargo de Presidente
Además, existe un secretario, ministro de fe que es el mismo que se desempeña en el
tribunal colegiado del que forma parte el juez.
c) Competencia de Ministro de Corte de Apelaciones (art. 50 COT):
 De las causas civiles en que sean parte o tengan interés personas con fuero mayo
(que indica el art. 50 N° 2 COT).
 De las demandas civiles que se entablen contra los jueces de letras para hacer
efectiva la responsabilidad civil resultante del ejercicio de sus funciones
ministeriales.
 De los demás asuntos que otras leyes les encomienden.
d) Competencia del Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago (art. 51 COT):
 De las causas sobre amovilidad de los Ministros de la Corte Suprema.
 De las demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros de la Corte
Suprema o contra su fiscal judicial para hacer efectiva su responsabilidad por actos
cometidos en el desempeño de sus funciones.
e) Competencia de Ministro de la Corte Suprema (art. 52 COT):
 De las causas a que se refiere la ley sobre la Corporación de Ventas de Salitre y
Yodo de Chile.
 De los delitos de jurisdicción de los tribunales chilenos, cuando puedan afectar las
relaciones internacionales de la República con otro Estado.
 De la extradición pasiva.
 De los demás asuntos que otras leyes les encomienden.
f) Competencia del Presidente de la Corte Suprema (art. 53 COT):
 De las causas sobre amovilidad de los Ministros de las Cortes de Apelaciones.
 De las demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros o fiscales
judiciales de las Cortes de Apelaciones para hacer efectiva su responsabilidad por
actos cometidos en el desempeño de sus funciones.
 De los demás asuntos que otras leyes entreguen a su conocimiento.
En estas causas no procederán los recursos de casación en la forma ni en el fondo en contra
de la sentencia dictada por la sala que conozca del recurso de apelación que se interpusiere
en contra de la resolución del Presidente (art. 53 inc. final COT).
3. Los Juzgados de Letras:
Se regulan en el Título III, arts. 27 y siguientes del COT.
3.1. Definición: Son tribunales unipersonales, bipersonales o pluripersonales, que ejercen
jurisdicción normalmente sobre el territorio de una comuna o agrupación de comunas y en
los cuales reside la plenitud de la competencia contenciosa y no contenciosa de primera
instancia.
Les corresponde conocer asuntos laborales y de menores, en los lugares donde no exista
judicatura especializada, y en algunos casos les corresponde cumplir las funciones propias
de un juez de garantía.
3.2. Características:
a) Es un tribunal ordinario.
b) Puede ser unipersonal, bipersonal o pluripersonal.
c) Es un tribunal de derecho.
d) Es de competencia común, generalmente.
e) Es inferior.
f) Su territorio jurisdiccional está constituido por una comuna o agrupación de
comunas22.
g) Son servidos por jueces letrados.
h) El cargo de juez de letras es perpetuo (tiempo indeterminado).
i) Son tribunales permanentes, han sido establecidos para funcionar en forma
continua, se hallen o no suscitados los asuntos e que deben intervenir.
j) Son remunerados por el Estado.
k) Tratándose de juzgados con competencia civil, poseen un secretario permanente.
Los juzgados de letras con competencia común no cuentan con secretario.
3.3. Organización:
3.3.1. Juzgados de letras con competencia civil: A la cabeza se encuentra el juez de
letras, quien tiene el tratamiento honorífico de "Su Señoría" (SSa.) o " Usía" (US.) Este
juez es nombrado por el Presidente de la República a propuesta en terna de la respectiva
Corte de Apelaciones (art. 78 CPR).
Cuentan con un secretario permanente, nombrado de igual manera que el juez. Los
secretarios letrados de los juzgados civiles podrán dictar por sí solos las sentencias
interlocutorias, autos y decretos, providencias o proveídos, salvo cuando ello pudiere
importar poner término al juicio o hacer imposible su continuación. La reposición que sea
procedente en contra de estas resoluciones, en su caso, será resuelta por el juez.
Existe también el llamado personal de secretaría, que tiene un número variable y su función
es cooperar al Juez y al Secretario en el desempeño de sus funciones.
3.3.2. Juzgados de letras con competencia común: Si el juzgado tiene un juez, la
organización administrativa es similar a la de los jueces civiles, esto es, un juez, un
secretario, y personal de secretaría. Si el juzgado está integrado por 2 jueces, no hay
secretario.
En la medida que estos tribunales tengan dentro de su competencia la resolución de asuntos
de familia contarán, adicionalmente, con un consejo técnico (art. 27 bis COT).

22
En Concepción tienen asiento 3 juzgados de letras en lo civil con competencia sobre las comunas de
Concepción, Hualqui, San Pedro de la Paz y Chiguayante.
Existe un presidente del tribunal, dura un año en el cargo y se comienza por el más antiguo
(art. 27 ter COT). Asimismo, estos juzgados de letras de competencia común con dos
jueces se organizarán en unidades administrativas para el cumplimiento eficaz y eficiente
de las correspondientes funciones (sala, atención al público, administración de causas,
servicios y cumplimiento).
3.4. Clasificación: Pueden clasificarse desde distintos puntos de vista:
a) Según la extensión de su competencia:
 Tribunales de competencia común.
 Tribunales de competencia especial23.
b) Según la posición que ocupan en el Escalafón Judicial:
 Juzgados de Letras de ciudad asiento de Corte24.
 Juzgados de Letras de ciudad asiento de capital de provincia.
 Juzgados de Letras de comuna o agrupación de comunas.
3.5. Requisitos para ser Juez de Letras: Se encuentran en el art. 252 COT.
3.5.1. Requisitos de orden general:
a) Ser chileno.
b) Tener el título de abogado.
c) Haber aprobado satisfactoriamente el programa de formación para
postulantes al escalafón primario del Poder Judicial, sin perjuicio de lo
previsto en el art. 284 bis COT25.
3.5.2. Requisitos específicos:
a) Tratándose de abogados ajenos a la administración de justicia que postulen
directamente a un cargo de juez de letras, deben haber ejercido por 1 año a
lo menos la profesión de abogado.
b) Para ser juez de letras de capital de provincia o de asiento de Corte, se deben
cumplir los requisitos que establece el art. 284 letra b): Para proveer los
demás cargos del Escalafón Primario, se formarán ternas del modo
siguiente: para integrantes de las categorías tercera y cuarta26, con los jueces
letrados más antiguos de la categoría inferior, calificados en lista de méritos

23
Como sucede con los Juzgados de Letras de Santiago, Valparaíso, Concepción, Chillán, Talcahuano y
Temuco.
24
Los Juzgados de Letras en lo Civil de Talcahuano se consideran de asiento de Corte.
25
Si al concurso respectivo no se presentaren postulantes que hubieren cumplido dicho requisito o que ya
pertenecieron al Escalafón Primario, se llamará a un segundo concurso y en él se admitirá la postulación de
abogados que no hubiesen aprobado dicho programa. Tratándose de proveer cargos para la quinta o sexta
categoría, en caso de que no todos los postulantes hubiesen hecho el programa respectivo en la Academia
Judicial, la Corte de Apelaciones deberá someter a estos últimos o al grupo de oponentes que preseleccione, a
un examen de oposición que será preparado y controlado por la Academia Judicial. El resultado de este
examen será considerado, con los restantes antecedentes, al confeccionar la terna.
26
Los jueces de letras de ciudad asiento de Corte pertenecen a la tercera categoría del escalafón primario; los
jueces de ciudad capital de provincia a la cuarta categoría (art. 267 COT).
y que exprese su interés en el cargo; y con dos integrantes de la misma
categoría del cargo que se trata de proveer o de la inmediatamente inferior,
que se hayan opuesto al concurso.
3.6. Incompatibilidades para ser juez:
3.6.1. Incompatibilidades absolutas: Según el art. 256 COT27, no pueden ser jueces:
a) Los que se hallaren en interdicción por causa de demencia o prodigalidad.
b) Los que hallaren acusados por crimen o simple delito o estuvieren acogidos a la
suspensión condicional del procedimiento.
c) Los que hubieren sido condenados por crimen o simple delito.
d) Los fallidos, a menos que hayan sido rehabilitados en conformidad a la ley28.
e) Los que hayan recibido órdenes eclesiásticas mayores.
3.6.2. Incompatibilidades relativas:
a) En razón de cargos desempeñados: Los que hubieren desempeñado los cargos de
Presidente de la República, Ministros de Estado, Delegados Presidenciales
Regionales, Delegados Presidenciales Provinciales o Gobernadores Regionales; sólo
podrán ser nombrados un año después de haber cesado en el desempeño de sus
funciones administrativas (art. 257 COT).
b) En razón del parentesco: No pueden ser simultáneamente jueces de una misma
Corte de Apelaciones, los parientes consanguíneos o afines en línea recta, ni los
colaterales que se hallen dentro del segundo grado de consanguinidad o afinidad
(art. 258 COT). No podrá ser nombrado ministro de Corte de Apelaciones ni ser
incluido en la terna correspondiente quien esté ligado por parentesco con algún
ministro o fiscal judicial de la Corte Suprema, en los grados que la norma indica
(art. 259 COT).
c) En razón de otras funciones remuneradas con fondos fiscales o municipales: Las
funciones judiciales son incompatibles con toda otra remunerada con fondos fiscales
o municipales, con excepción de los cargos docentes hasta un límite máximo de 12
horas semanales (art. 261 COT).
3.7. Funcionamiento de los juzgados de letras: Su funcionamiento puede ser ordinario o
extraordinario, éste último sólo opera cuando se trate de un juzgado de letras civil, pues es
requisito indispensable para ello que cuente con un secretario abogado.
3.7.1. Funcionamiento ordinario: Es lo normal, jueces de letras civiles y de competencia
común conocerán de todas las materias y asuntos que se contienen en los arts. 45 y 46
COT, sin perjuicio de la competencia que le asignen otras disposiciones o leyes, que
también se comprenderán en este tipo de funcionamiento, si no se dice lo contrario.

27
Esta norma fue modificada por la Ley N° Ley 20957 de octubre de 2016, que permite que personas en
situación de discapacidad puedan ser nombradas en cargos de juez o notario, derogando así los numerales 2°,
3° y 4° del artículo 256 (sordos, ciegos y mudos).
28
Debería entenderse modificado por la ley 20.720 de procedimientos concursales.
3.7.2. Funcionamiento extraordinario: Tratándose de juzgados de letras que cuenten con
un juez y un secretario abogado, las Cortes de Apelaciones podrán ordenar que los jueces se
aboquen de un modo exclusivo a la tramitación de una o más causas determinadas, de
competencia de su tribunal, cuando hubiera retardo en el despacho de los asuntos sometidos
al conocimiento del tribunal o cuando el mejor servicio judicial lo exigiere (art. 47 COT29).
La Corporación Administrativa del Poder Judicial informará anualmente a las Cortes de
Apelaciones y al Ministerio de Justicia respecto de la aplicación que hubiese tenido el
sistema de funcionamiento extraordinario y de las disponibilidades presupuestarias para el
año siguiente.
Cuando se iniciare el funcionamiento extraordinario se entenderá, para todos los efectos
legales, que el juez falta a su despacho. En esa oportunidad el secretario del mismo tribunal
asumirá las demás funciones que le corresponden al juez titular, en calidad de suplente, y
por el solo ministerio de la ley (art. 47 A COT).
Quien debiere cumplir las funciones del secretario del tribunal, de acuerdo a las reglas
generales, las llevará a efecto respecto del juez titular y de quien lo supliere o reemplazare.
Tratándose de tribunales de juicio oral en lo penal, las Cortes de Apelaciones podrán
ejercer las potestades señaladas en el art. 47, ordenando que uno o más de los jueces del
tribunal se aboquen en forma exclusiva al conocimiento de las infracciones de los
adolescentes a la ley penal, en calidad de jueces de garantía, cuando el mejor servicio
judicial así lo exigiere (art. 47 C COT).
3.8. Competencia:
3.8.1. En materia civil contenciosa (art. 45 COT):
a) En única instancia: De las causas civiles y de comercio cuya cuantía no exceda de
10 UTM.
b) En primera instancia:
 De las causas civiles y de comercio no susceptibles de apreciación
pecuniaria.
 De las causas civiles y de comercio cuya cuantía excede las 10 UTM.
 De las causas de minas, cualquiera sea su cuantía.
 Causas civiles y de comercio cuya cuantía sea inferior a 10 UTM, en que
sean parte o tengan interés las personas señalas en el art. 45 N° 2 letra g)
COT (fuero menor).
 De las causas del trabajo o de familia que no sean competencia de los
Juzgados de Letras del Trabajo o de Familia.
3.8.2. En materia civil no contenciosas: Conocen de los actos judiciales no contenciosos
cualquiera sea su cuantía, salvo lo relativo a la designación de un curador ad litem.

29
Agrega el art. 47 B COT, que las atribuciones de las Cortes de Apelaciones previstas en el art. 47 serán
ejercidas por una sala integrada solamente por ministros titulares.
3.8.3. Competencia especial de los Juzgados de Letras de comuna asiento de Corte
(art. 48 COT):
a) Conocen en primera instancia, de las causas de hacienda cualquiera sea su cuantía.
Sólo ante estos tribunales se puede demandar al Fisco, pero si el fisco obra como
demandante podrá ocurrir ante estos tribunales o al del domicilio del demandado,
cualquiera que sea la naturaleza de la acción deducida.
b) De los asuntos no contenciosos en que el fisco tenga interés.
3.8.4. Competencia penal (art. 46 COT): Si el juez de letras cumple también funciones de
juez de garantía, tendrá la competencia señalada en el art. 14 COT y conocerán de los
demás asuntos que otras leyes les encomienden.
4. Cortes de Apelaciones:
Están reguladas en el Título V del COT, arts. 54 a 92.
4.1. Definición: Son tribunales colegiados que ejercen normalmente competencia de
segunda instancia como superiores jerárquicos de los juzgados de letras y juzgados de
garantía, conociendo además en única o primera instancia de los demás asuntos que las
leyes les encomienden. Su territorio jurisdiccional es variable comprendiendo varias
provincias, una región o parte de ella.
4.2. Características:
a) Son tribunales ordinarios
b) Son permanentes.
c) Son tribunales de derecho.
d) Sus miembros son letrados.
e) Son tribunales de competencia común.
f) Son tribunales colegiados.
g) Normalmente son tribunales de segunda instancia.
h) Son tribunales superiores de justicia.
i) Sus miembros son remunerados por el Estado.
j) Tienen un secretario y personal de secretaría de carácter permanente.
k) Su territorio jurisdiccional es variable30.
4.3. Organización: Estos tribunales tienen un Presidente, quien dura un año en sus
funciones contado desde el 1° de marzo de cada año. La presidencia es desempeñada por
los miembros del tribunal turnándose cada uno por orden de antigüedad en la categoría
correspondiente del escalafón (art. 57 COT). Las funciones del presidente las señala el art.
9031 y en su ausencia hace sus veces el ministro más antiguo de los que se hallaren reunidos

30
El territorio de la Corte de Concepción comprende las provincias de Concepción, Arauco y Biobío, de la
Región del Biobío, con excepción de la comuna de Tucapel.
31
Presidir el tribunal, instalar las salas, formar las tablas, abrir y cerrar las sesiones del tribunal, mantener el
orden dentro de la sala, dirigir los debates dentro del tribunal, poner materias a votación, entre otras.
en el tribunal (art. 91 COT). En las Cortes que funcionen divididas en salas, el presidente
de cada sala tendrá las atribuciones del art. 92 COT.
Los Ministros son designados por el Presidente de la República a propuesta en terna por la
Corte Suprema. Reciben el tratamiento honorífico de "Su Señoría Ilustrísima" o bien "Usía
Ilustrísima". Su número es variable, según indica el art. 56 COT (ej. Concepción tiene 19).
Además existe un ministro de turno que se designa por la Corte o por una de sus salas para
que en el curso de la semana asuma parte de las atribuciones del tribunal que puedan
delegarse.
Por otra parte, los Fiscales Judiciales, son funcionarios auxiliares de la administración de
justicia que representan ante los tribunales los intereses generales de la sociedad. Su
número es variable y lo señala el art. 58 COT (ej. Concepción tiene 3).
Existen también los Relatores, auxiliares de la administración de justicia cuyo número es
variable (ej. Concepción tiene 11) y su función es imponer al tribunal de los asuntos que
deben conocer haciéndoles una relación de ellos mediante una exposición razonada y
metódica (arts. 59 y 374 COT).
Por último, están los secretarios, ministros de fe pública cuya función es autorizar las
providencias, despachos y actos emanados de la Corte, y custodiar los procesos, papeles y
documentos que se presenten ante ellas. Cada Corte tiene un secretario, salvo la de San
Miguel que tiene 2 y la de Santiago que tiene 3 (art. 60 COT).
El personal de secretaría de la Corte lo determina la ley, y son designados por el Presidente
de la República a propuesta del tribunal.
En nuestro país existen 17 Cortes de Apelaciones, indicadas en el art. 54 COT.
4.4. Requisitos para ser Ministro: Se enumeran en el art. 253 COT.
a) Ser chileno.
b) Tener el título de abogado.
c) Tratándose de los miembros del escalafón primario, deben cumplir con los
requisitos que se establecen en el art. 284 letra a) COT, y haber aprobado el
programa de perfeccionamiento profesional para ser ministro de Corte de
Apelaciones. No puede ser ministro de Corte quien no haya desempeñado efectiva y
continuamente la función de juez letrado por un año a lo menos, sin perjuicio de lo
dispuesto en el art. 280 COT.
4.5. Funcionamiento de las Cortes de Apelaciones:
4.5.1. Funcionamiento ordinario: El conocimiento de todos los asuntos entregados a la
competencia de las Cortes de Apelaciones pertenecerá a las salas en que estén divididas, a
menos que la ley disponga expresamente que deban conocer de ellos en Pleno (art. 66
COT).
a) En pleno: Requiere a lo menos la concurrencia de la mayoría absoluta de los miembros
de que se componga la Corte. En aquellas cortes que tienen 4 miembros su funcionamiento
en pleno casi se confunde con su funcionamiento normal, pues cada sala debe funcionar
con la concurrencia de 3 jueces como mínimo, pero cuando funciona en pleno sólo pueden
estar sus ministros titulares y no otros integrantes.
b) En sala: El quorum de funcionamiento de cada sala es de 3 miembros como mínimo
(art. 67 COT). Cada sala representa a la Corte de Apelaciones en los asuntos de que conoce.
El art. 61 COT señala el número de salas en que se divide cada corte, la de Concepción
tiene 6 salas. La integración del presidente es facultativa.
4.5.2. Funcionamiento extraordinario: Se entiende por tal cuando para el desempeño de
sus funciones deben dividirse en un número mayor de salas del que normalmente le
corresponde. Esto tiene lugar cuando existe retardo en el tribunal, y lo hay cuando
dividido el total de causas en estado de tabla y de las apelaciones que deban conocerse
en cuenta, inclusive las criminales, por el número de salas, el cociente fuere superior a
ciento (a 100) (art. 62 COT).
La nueva sala se integrará con sus fiscales judiciales o abogados integrantes, y si el número
de relatores es insuficiente se nombrarán interinos.
4.6. Tramitación (art. 70 COT): La tramitación de los asuntos entregados a las Cortes de
Apelaciones corresponderá, en aquellas que se compongan de más de una sala, a la primera.
Para dictar las providencias de mera sustanciación bastará un solo ministro. Si se trata de
otra clase de resoluciones es necesaria la firma de todos los ministros.
Se entienden por providencias de mera sustanciación las que tienen por objeto dar curso
progresivo a los autos, sin decidir ni prejuzgar ninguna cuestión debatida entre partes.
Sin embargo, deberán dictarse por la sala respectiva las resoluciones de tramitación que
procedan cuando ya estén conociendo de un asunto.
4.7. Cómo se imponen las Cortes de Apelaciones de los asuntos que deben conocer:
Las Cortes conocen de los asuntos en cuenta o previa vista de la causa (art. 68 COT).
4.7.1. Conocimiento en cuenta: Es la información que se le da a la Corte en forma privada
y sin formalidad alguna, ya sea por su relator o por su secretario. En ella no existe fijación
en tabla ni alegatos. En la práctica, la totalidad de la cuenta la dan los relatores por ser los
funcionarios que están en más íntimo contacto con el tribunal.
Esta es la forma que se utiliza para resolver cuestiones de mera tramitación y también tiene
lugar en los casos que la propia ley lo indique (ej. petición de orden de no innovar).
4.7.2. Previa vista de la causa: Es la información solemne que, a través de un conjunto de
actuaciones, se proporciona a la Corte por el relator acerca del asunto sometido a su
decisión. Se compone de las siguientes actuaciones:
a) Decreto autos en relación: Cuando llega el expediente a la Corte se dicta una
resolución ordenando traer “autos en relación”, que se notifica a las partes personalmente o
por el estado diario.
Previo a este decreto ingresa el expediente o carpeta electrónica a la Corte, lo que es
certificado por el secretario y pasa al relator. El relator debe revisar el expediente y
certificar que se encuentra en estado de relación.
b) Inclusión de la causa en la tabla: La tabla es el listado de asuntos que debe conocer la
Corte o cada una de sus salas durante la semana y que se encuentren en estado de relación.
Se entiende por tal aquellos que hayan sido previamente revisados y certificados al efecto
por el relator.
Esta tabla se debe formar el último día hábil de cada semana y lo hace el presidente del
tribunal. Debe contener las menciones esenciales que señala el art. 163 COT:
 Nombre de las partes, en la forma que aparezcan en la carátula del expediente.
 Día en que cada causa debe verse.
 Número de orden que le corresponde a la causa.
 Sala a la cual corresponde.
Además existen menciones no esenciales, pero que se utilizan en la práctica: (i) el nombre
del relator; (ii) una letra que indica la materia del asunto que se va a conocer 32. La omisión
de estas menciones no esenciales no acarrea consecuencia jurídica, pues la ley no las exige.
Las causas deben figurar en la tabla tan pronto como están en estado y por el orden de su
conclusión (art. 169 CPC y 319 COT).
Hay ciertas causas que gozan de preferencia para su inclusión en la tabla, preferencia que
puede ser especial o general: gozan de preferencia especial las causas señaladas en el art. 69
inc. final COT (ej. recurso de protección). Estas causas deben agregarse
extraordinariamente a la tabla del día siguiente hábil al de su ingreso o el mismo día en
casos urgentes.
Las causas que gozan de preferencia general se señalan en los arts. 319 inc. 3° COT y 162
CPC (ej. cuestiones de competencia). Estos asuntos se incluyen en la tabla antes de aquellas
que no gozan de preferencia alguna.
Existen además las causas radicadas, que deben ser vistas o conocidas en la misma sala que
conoció de ellas por primera vez. Están señaladas en el art. 69 inc. 4° COT (ej. cuando se
ha interpuesto recurso de amparo y apelaciones relativas a la privación de libertad).
c) La vista de la causa propiamente tal: Es la forma en que el tribunal se impone del
asunto, el día correspondiente y de acuerdo con el orden señalado. Lo primero es instalar el
tribunal, por el presidente, quien hace llamar a los funcionarios que integran cada sala.

32
A para apelaciones de incidentes o de artículo; D para apelación de sentencia definitiva; C para casación en
la forma.
Está constituida por tres actuaciones:
 El anuncio: Es el aviso que se les da los interesados de que el tribunal comenzará a
conocer de la causa. Se efectúa colocando en un lugar visible de la Corte el número
de orden de la causa, número que se mantiene fijo hasta que la Corte pasa a conocer
de otro asunto.
 La relación: Es la exposición razonada y metódica que el relator debe hacer al
tribunal de los asuntos sometidos a su conocimiento, de manera que la Corte quede
instruida de la cuestión (arts. 372 y 375 COT).
 Los alegatos: Son las defensas orales que el abogado hace ante las Cortes de
Apelaciones. Sólo pueden alegar los abogados y los postulantes en práctica de las
Corporaciones de Asistencia Judicial.
De estas tres actuaciones la única que puede faltar son los alegatos, pues las otras tienen el
carácter de obligatorias. Es obligación del relator dar cuenta a la sala de los abogados que
se hubiesen anunciado para alegar, y de los que lo hicieron y no llegaron.
Una vez terminada la vista de la causa queda el proceso en estado de sentencia. Puede
suceder que la causa se falle inmediatamente, en cuyo caso se extiende la sentencia, se
firma por los ministros y se notifica a las partes, o bien, puede suceder que la causa quede
en acuerdo.
4.7.3. Los acuerdos: Son discusiones privadas del tribunal sobre el negocio que conocen,
tendientes a obtener el fallo o resolución de dicho asunto y que se otorga por medio de la
valoración de los jueces hasta obtener la mayoría legal.
La causa puede quedar en estado de acuerdo por los siguientes motivos:
a) Cuando se decrete una medida para mejor resolver.
b) Cuando el tribunal manda, a petición de parte, informar en derecho. El término para
informar en derecho no podrá exceder los 60 días.
c) Cuando el tribunal resuelve dejarla en acuerdo para hacer un mejor estudio de ella.
Se entiende terminado el acuerdo cuando se obtiene mayoría legal sobre la parte resolutiva
del fallo y sobre un fundamento, a lo menos, en apoyo de cada uno de los puntos que dicho
fallo comprende. Hay mayoría legal cuando hay mayoría absoluta de los votos conformes
(art. 72 COT). Las Cortes celebran sus acuerdos privadamente (art. 81 COT).
No pueden tomar parte en ningún acuerdo los que no hubieren concurrido como jueces a la
vista del negocio (art. 75 COT). En el mismo sentido el art. 76 establece que ningún
acuerdo puede efectuarse sin que tomen parte todos los que como jueces hubieren
concurrido a la vista, salvo los casos de los artículos siguientes; estos indican que, si antes
del acuerdo falleciere, fuere destituido o suspendido de sus funciones, trasladado o jubilado
alguno de los jueces que concurrieron a la vista, se procederá a ver de nuevo el negocio.
Si antes del acuerdo se imposibilitare por enfermedad alguno de los jueces que
concurrieron a la vista, se esperará hasta por 30 días su comparecencia al tribunal, y si
transcurrido este término no pudiera comparecer, se hará nueva vista. Podrá también, en
este caso, verse de nuevo el asunto antes de la expiración de los 30 días, si todas las partes
convinieran en ello.
Todos los jueces que hubieren asistido a la vista de una causa quedan obligados a concurrir
al fallo de la misma, aunque hayan cesado en sus funciones, salvo que, a juicio del tribunal,
se encuentren imposibilitados física o moralmente para intervenir en ella (art. 79 COT).
Para proceder el acuerdo, el tribunal primero establece los hechos sobre que versa el juicio,
luego debe examinar el derecho y por último debe proceder a aplicar el derecho a los
hechos establecidos (art. 83 COT).
El art. 84 COT señala que en los acuerdos de los tribunales colegiados dará primero su voto
el ministro menos antiguo, y continuarán los demás en orden inverso al de su antigüedad.
El último voto será el del Presidente.
Terminado el acuerdo se nombra un ministro que redacta la sentencia, y aprobada la
redacción se firma por todos los ministros dejando constancia del ministro redactor.
Si luego de votar no se produce acuerdo (discordia de votos), la solución en materia civil la
dan los arts. 86 y 87 COT; mientras que en materia penal se encuentra en el art. 74 COT.
En materia civil, cada opinión particular es sometida a votación, si ninguna obtiene mayoría
absoluta, se excluye la que tiene menos votos, repitiéndose la votación. Si la exclusión
pudiere corresponder a más de una opinión, deben votar cual debe ser excluida; si no
resulta mayoría, se llaman cuantos jueces sean necesarios para que cualquier opinión pueda
formar sentencia. Cuando se llamaren otros jueces, se verá nuevamente la causa, pero antes
de comenzar el acto los jueces discordantes pueden llegar a mayoría legal, quedando sin
lugar la nueva vista.
Si vista de nuevo la causa, ninguna opinión obtiene mayoría, se limita la votación a las
opiniones pendientes al tiempo de llamarse los nuevos jueces. Cuando se realice una nueva
vista de una causa, el presidente del tribunal podrá indicar a los abogados de las partes el
punto de materia del empate para que limiten a él sus alegaciones.
En materia penal se aplican las reglas que regulan los acuerdos de los Tribunales de Juicio
Oral en lo Penal.
4.8. Competencia de las Cortes de Apelaciones: Existe una competencia común a toda
Corte y otra especial de la Corte de Apelaciones de Santiago. Las Cortes de Apelaciones
tienen competencia de única, de primera y segunda instancia y pueden conocer en pleno o
divididas en salas.
4.8.1. Competencia en única instancia, en sala:
a) Recusaciones deducidas en contra de un juez de letras o de un ministro de Corte de
Apelaciones como tribunal unipersonal (art. 204 COT).
b) Recursos de hecho en contra de las resoluciones dictadas por un juez de letras o de
un Ministro de Corte de Apelaciones como tribunal unipersonal (art. 196 CPC).
c) Contiendas de competencia entre jueces de letras de su jurisdicción o entre jueces
árbitros o entre éstos y los meces ordinarios (art. 190 COT).
d) De la implicancia de sus ministros (art. 203 COT).
e) De los recursos de casación en la forma que se interpongan en contra de las
sentencias dictadas por los jueces de letras de su jurisdicción o uno de sus ministros
como tribunal unipersonal y de las sentencias definitivas de primera instancia
dictadas por jueces árbitros (art. 63 N° 1 letra a COT).
f) De los recursos de nulidad interpuestos en contra de la sentencia definitiva dictada
por un tribunal con competencia en lo criminal, cuando corresponda de acuerdo a la
ley procesal penal (art. 63 N° 1 letra b COT).
g) De los recursos de queja que se deduzcan en contra de los Jueces de Letras, Jueces
de Policía Local, Jueces árbitros y órganos que ejerzan jurisdicción dentro de su
territorio jurisdiccional (art. 63 N° 1 letra c COT).
h) De la extradición activa (art. 63 N° 1 letra d COT).
i) De las solicitudes que se formulen para declarar si concurren las circunstancias que
habilitan a una autoridad para negarse a proporcionar determinada información,
siempre que la razón invocada no fuere que la publicidad pudiere afectar la
seguridad nacional (art. 63 N° 1 letra e COT).
4.8.2. Competencia de primera instancia, en sala:
a) Recursos de amparo (art. 63 N° 2 letra b COT).
b) Recursos de protección (art. 63 N° 2 letra b COT).
c) De la querella de capítulos (art. 63 N° 2 letra d COT).
4.8.3. Competencia de primera instancia, en pleno:
a) Desafuero de diputados y senadores (arts. 63 N° 2 letra a y 66 inc. 4° COT).
b) Juicios de amovilidad que se entablen en contra de los jueces de letras (art. 63 N° 2
letra c COT).
c) Del ejercicio de las facultades disciplinarias, administrativas y económicas (art. 66
inc. 4° COT).
4.8.4. Competencia de segunda instancia, en sala:
a) Causas civiles y laborales y actos no contenciosos de que conocieron en primera
instancia los jueces de letras de su territorio jurisdiccional o uno de sus ministros
como tribunal unipersonal (art. 63 N° 3 letra a COT).
b) Apelaciones interpuestas en contra de las resoluciones de los jueces de garantía (art.
63 N° 3 b COT).
c) Apelaciones que se interpongan en contra de las sentencias dictadas por tribunales
arbitrales de derecho y mixtos, cuando de haberse tratado de un juicio ordinario, le
hubiere correspondido conocer de dichas apelaciones (art. 239 COT).
d) De las causas que hayan conocido en primera instancia los jueces de policía local,
siempre que no sean inapelables.
e) De las apelaciones que se deduzcan en contra de las resoluciones dictadas por los
Directores Regionales de Impuestos Internos, en las reclamaciones tributarias
regidas por el Código Tributario.
f) De las causas laborales de que hayan conocido en primera instancia los jueces del
trabajo (art. 63 N° 3 letra a COT).
g) De las consultas de las sentencias civiles dictadas por los jueces de letras (art. 63 N°
4 COT).
4.8.5. Competencia especial de la Corte de Apelaciones de Santiago:
a) De los recursos de apelación o casación en la forma y de la consulta, en su caso, que
incidan en juicios de amovilidad y en las demandas civiles contra los ministros y el
fiscal judicial de la Corte Suprema (art. 66 inc. final COT).
b) De las recusaciones formuladas en contra de los miembros de la Corte Suprema (art.
204 COT).
c) De los recursos de apelación y de casación en la forma y de la consulta que incidan
en las causas de que haya conocido en primera instancia su Presidente (art. 64
COT).
5. La Corte Suprema:
Se regula en el Título VI del COT, arts. 93 a 107.
5.1. Definición: Es un tribunal permanente, de carácter colegiado, que ejerce jurisdicción
sobre todo el territorio de la República y que tiene la superintendencia directiva,
correccional y económica de todos los tribunales a excepción del Tribunal Constitucional,
Tribunal Calificador de Elecciones, Tribunales Electorales Regionales y los Tribunales
Militares en Tiempo de Guerra.
5.2. Características:
a) Es un tribunal ordinario.
b) Es permanente.
c) Es un tribunal de derecho.
d) Sus miembros son letrados.
e) Tiene competencia común y salas especializadas.
f) Es un tribunal colegiado.
g) Sus miembros son remunerados por el Estado.
h) Su sede está en la capital República y ejerce jurisdicción sobre todo el territorio de
la República.
5.3. Organización: Los Ministros tienen el tratamiento honorífico de excelentísimos y son
21. Estos ministros son nombrados por el Presidente de la República a propuesta en quina
por la propia Corte, con acuerdo del Senado (art. 78 CPR).
5 de ellos deben ser abogados extraños a la administración de justicia, tener a lo menos 15
años de título y haberse destacado en la actividad profesional o universitaria, cumpliendo
los demás requisitos de la Ley Orgánica respectiva.
Tiene un Presidente que es nombrado por la propia Corte de entre sus miembros y que dura
2 años en sus funciones, no pudiendo ser reelegido (art. 93 COT). Este presidente tiene las
atribuciones fundamentales que le señala el art. 105, sin perjuicio de las otras normas que le
pueden otorgar. Además, el Presidente debe dar cuenta de las materias que indica el art. 102
COT.
Tiene un Fiscal Judicial, quien es el representante del Ministerio Público ante la Corte
Suprema y el jefe superior de este servicio, nombrado de la misma forma que los ministros.
Cuenta con un secretario que tiene las funciones comunes a esta clase de funcionarios, y
tiene además un prosecretario que subroga al secretario en caso de impedimento o licencia
de aquél, cuenta también con 8 relatores. Por último está el personal de secretaría,
formando parte de éste, además, cinco oficiales auxiliares que prestan servicios como
escribientes de los ministros (art. 498 COT).
5.4. Requisitos para ser Ministro de la Corte Suprema:
a) Ser chileno
b) Tener título de abogado.
c) Los miembros del escalafón primario deben cumplir los requisitos del art. 283 COT:
En la quina debe figurar el Ministro más antiguo de Corte de Apelaciones que esté
en lista de méritos. Los otros cuatro se llenan según mérito y antigüedad.
d) Los miembros ajenos al poder judicial, deben haber ejercido por a lo menos 15 años
la profesión de abogado. En caso de tratarse de abogados que se hubieren retirado
del poder judicial, deberán haberlo hecho voluntariamente y con calificaciones para
ser considerados en lista de méritos.
5.5. Funcionamiento: Puede ser ordinario o extraordinario, correspondiéndole a la propia
Corte determinar una u otra forma de funcionamiento. Funciona ordinariamente dividida en
3 salas especializadas o en pleno, y tratándose del funcionamiento extraordinario, funciona
dividida en 4 salas o en pleno33.
Para el funcionamiento en pleno es necesario texto legal expreso que así lo ordene y es
necesaria la concurrencia de a lo menos 11 de sus miembros; y para el funcionamiento de
cada una de sus salas se requiere de 5 jueces como mínimo (art. 95 inc. 4° COT).
Corresponde a la propia Corte, mediante un auto acordado, establecer la forma de
distribución de sus ministros entre las distintas salas de su funcionamiento ordinario o
extraordinario, distribución que permanecerá invariable por un período de 2 años a lo
menos. También le corresponde establecer las materias de que conocerá cada una de sus
salas en que se divida en el funcionamiento ordinario como extraordinario, pudiendo
33
Primera sala civil, segunda penal, tercera constitucional y contencioso administrativa, cuarta laboral y
previsional.
modificar la distribución de materias por salas cuando una repartición más equitativa de las
mismas así lo requiera.
Cada sala es presidida por el ministro más antiguo, cuando no estuviere el Presidente de la
Corte. La integración del Presidente es facultativa y puede integrar cualquiera de las salas.
5.6. Tramitación: De acuerdo al art. 105 N° 3 COT, le corresponde al Presidente del
Tribunal. Al igual que las Cortes de Apelaciones, la Corte Suprema se impone de sus
asuntos en cuenta o previa vista de la causa. En cuanto a las formalidades de la vista de las
causas y los acuerdos se observan los mismos trámites y normas sobre acuerdos.
5.7. Competencia:
5.7.1. Competencia del tribunal pleno (art. 96 COT):
a) Del recurso de inaplicabilidad reglado en el art. 80 CPR y de las contiendas de
competencia de que trata el inciso final de su artículo 79.
b) Conocer en segunda instancia, de los juicios de amovilidad fallados en primera por
las Cortes de Apelaciones o por el Presidente de la Corte Suprema, seguidos contra
jueces de letras o Ministros de Cortes de Apelaciones, respectivamente.
c) Ejercer las facultades administrativas, disciplinarias y económicas que las leyes le
asignan, sin perjuicio de las que les correspondan a las salas en los asuntos de que
estén conociendo.
d) Informar al Presidente de la República, cuando se solicite su dictamen, sobre
cualquier punto relativo a la administración de justicia y sobre el cual no exista
cuestión de que deba conocer.
e) Conocer y resolver la concesión o revocación de la libertad condicional, en los
casos en que se hubiere impuesto el presidio perpetuo calificado.
5.7.2. Competencia del tribunal, en salas:
a) De los recursos de casación en el fondo (art. 98 N° 1 COT).
b) De los recursos de casación en la forma interpuestos contra las sentencias dictadas
por las Cortes de Apelaciones o por un tribunal arbitral de segunda instancia
constituido por árbitros de derecho en los casos en que estos árbitros hayan
conocido de negocios de la competencia de dichas Cortes (art. 98 N° 2 COT).
c) De los recursos de nulidad interpuestos en contra de las sentencias definitivas
dictadas por los tribunales con competencia en lo criminal, cuando corresponda de
acuerdo a la ley procesal penal (art. 98 N° 3 COT).
d) De las apelaciones deducidas contra las sentencias dictadas por las Cortes de
Apelaciones en los recursos de amparo y de protección (art. 98 N° 4 COT).
e) De los recursos de revisión y de las resoluciones que recaigan sobre las querellas de
capítulos (art. 98 N° 5 COT).
f) De los recursos de queja (art. 98 N° 7 COT).
g) De las apelaciones contra los fallos dictados por una Corte de Apelaciones
conociendo de un Recurso de Queja (art. 551 COT).
h) De las recusaciones de uno o más miembros de una Corte de Apelaciones (art. 204
COT).
i) Contiendas de competencia entre las Cortes de Apelaciones o entre tribunales de
igual jerarquía (art. 190 COT).
j) Contiendas de competencia que se susciten entre tribunales especiales o entre éstos
y tribunales arbitrales.
La sentencia que dicta la Corte Suprema al fallar los recursos de casación de fondo y forma,
de nulidad en materia penal, de queja, de protección, de amparo y de revisión no son
susceptibles de recurso alguno, salvo el de aclaración, rectificación o enmienda del art. 182.
Toda reposición o reconsideración es inadmisible y será rechazada de plano por el
Presidente de la Corte, salvo si se pide la reposición a que se refieren los arts. 778, 781 y
782.

6. Juzgado de Garantía:
Regulados en el Título II del COT, arts. 14 a 16.
6.1. Concepto: Son aquellos que están constituidos por uno o más jueces, con competencia
en un mismo territorio jurisdiccional, que actúan y resuelven unipersonalmente los asuntos
sometidos a su conocimiento.
Su finalidad primordial es asegurar y proteger los derechos de los intervinientes durante la
investigación criminal que realice el Ministerio Público.
Es un tribunal unipersonal de primera instancia, compuesto por un número variable de
jueces, cada uno de los cuales detenta la plenitud de las potestades jurisdiccionales en
forma independiente.
6.2. Territorio: Cada Juzgado de Garantía tiene su asiento en una comuna del territorio de
la República, pero su competencia puede extenderse a una agrupación de comunas, que en
cada caso se van individualizando (art. 16 COT).
6.3. Competencia: Se encuentra señalada en el art. 14 COT.
a) Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal.
b) Dirigir personalmente las audiencias que sean pertinentes de acuerdo al Código
Procesal Penal.
c) Dictar sentencia, cuando corresponda, en el procedimiento abreviado.
d) Conocer y fallar las faltas penales.
e) Conocer y fallar las faltas e infracciones contempladas en la Ley de Alcoholes.
f) Hacer ejecutar las condenas criminales y las medidas de seguridad, y resolver las
solicitudes y reclamos relativos a dicha ejecución.
g) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la ley de responsabilidad
penal juvenil les encomiende.
6.4. Organización administrativa: Estos juzgados se organizan en unidades
administrativas para cumplir en forma eficaz y eficiente las siguientes funciones (art. 25
COT):
a) Sala.
b) Atención de público.
c) Servicios.
d) Administración de causas.
e) Apoyo a testigos y peritos.
Será la Corporación Administrativa del Poder Judicial, conforme a lo establecido en el art.
498 COT, la que determine las unidades administrativas que cada órgano jurisdiccional
tendrá para cumplir las funciones señaladas. Esto es también aplicable a los tribunales de
juicio oral en lo penal.
6.5. Estructura jurídica: El art. 16 COT contempla el número de jueces que tendrá cada
juzgado de garantía y que ejercerá sus funciones en la comuna o agrupación de comunas
que esa misma norma indica (ej. Concepción con 8 jueces con competencia sobre las
comunas de Penco y Concepción).
Además, estos tribunales cuentan con un comité de jueces y un presidente de dicho comité.
La distribución de causas entre los jueces de un mismo juzgado de garantía se realiza de
acuerdo a un procedimiento objetivo y general, anualmente aprobado por el comité de
jueces a propuesta del juez presidente.
7. Tribunales de Juicio Oral en lo Penal:
Regulados en el Título II del COT, arts. 17 a 21.
7.1. Concepto: Es un tribunal ordinario, de única instancia y de derecho, compuesto por
varios miembros que administran justicia simultáneamente, cuyo territorio jurisdiccional
comprende una agrupación de comunas.
En doctrina se le define como aquellos tribunales de Derecho formados por 3 jueces a lo
menos, destinados juzgar las causas criminales y las demás cuestiones que queden
comprendidas dentro de la esfera de su competencia.
7.2. Características:
a) Son tribunales ordinarios.
b) Son permanentes.
c) Son colegiados. Se componen por 3 a 27 jueces que intervienen simultáneamente en
el conocimiento y resolución de los asuntos sometidos a su decisión, quienes
ejercen sus funciones en un plano de igualdad. No hay subordinación entre ellos.
d) Son tribunales inferiores, dependen jerárquicamente de la Corte de Apelaciones
respectiva.
e) Son tribunales de derecho.
f) Son tribunales letrados.
g) Tienen competencia especial, les corresponde conocer de las causas por crimen o
simple delito y de los demás asuntos que la ley procesal penal les encomiende.
h) Son tribunales de única instancia.
i) Su territorio jurisdiccional es el que indica el art. 21 del COT.
j) Son eventualmente ambulatorios, pues podrán constituirse y funcionar en
localidades fuera de la comuna que es su asiento en determinadas circunstancias
(art. 21 A COT).
7.3. Funcionamiento: Cada Tribunal tiene una composición múltiple al variar el número
de jueces que lo componen, y que van desde el mínimo de 3 jueces a un máximo de 27
jueces (ej. Concepción tiene 22 jueces con competencia sobre las comunas de Tomé, Penco,
Florida, Concepción, Coronel, Hualqui, Lota, Santa Juana, Talcahuano, San Pedro de la
Paz, Hualpén y Chiguayante).
Funcionan en una o más salas integradas por 3 de sus miembros, o con otros jueces en
calidad de alternos, con el solo propósito de subrogar a los miembros que están impedidos.
Cada sala es dirigida por un juez presidente, quien tendrá las atribuciones que indica el art.
92 COT y las demás que la ley procesal indique.
La composición de las salas se verificará mediante un sorteo anual que se realizará durante
el mes de enero de cada año. La distribución de las causas entre las diversas salas se hará de
acuerdo a un procedimiento objetivo y general, que deberá ser anualmente aprobado por el
comité de jueces, a propuesta del juez presidente, correspondiéndole al administrador del
TOP distribuir las causas a las salas de acuerdo al procedimiento indicado.
No opera a su respecto la regla del turno contenida en el art. 175 COT.
Las decisiones de los jueces en estos tribunales se rigen por las reglas de los acuerdos de las
Cortes de Apelaciones contenidas en los arts. 72, 81, 83, 84 y 89 del COT. Sólo podrán
concurrir a las decisiones del tribunal los jueces que hubieren asistido a la totalidad de la
audiencia del juicio oral, y la decisión tiene que ser adoptada por la mayoría de los
miembros de la sala.
Cuando se produzca dispersión de votos en una decisión, tratándose de una sentencia
condenatoria o de la determinación de la pena, el juez que sostenga la opinión más
desfavorable al condenado deberá optar por algunas de las otras. Si hay desacuerdo de cuál
es la opinión que favorece más al imputado, prevalecerá la que cuente con el voto del juez
presidente de la sala (art. 19 COT).
7.4. Competencia:
a) Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito, salvo aquellas relativas a
simple delitos cuyo conocimiento y fallo corresponda a un juez de garantía.
b) Resolver en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a
su disposición.
c) Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral.
d) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la ley de responsabilidad
penal juvenil les encomiende.
7.5. Regla especial del art. 21 A COT: Se indica allí que cuando sea necesario para
facilitar la aplicación oportuna de la justicia penal, atendiendo a criterios de distancia,
acceso físico y dificultades de traslado de quienes intervienen en el proceso, estos
tribunales se van a constituir y funcionar en localidades situadas fuera de su lugar de
asiento. Esta movilidad se entiende que lo es dentro de su respectivo territorio
jurisdiccional.
El Tribunal no es libre para ejercer esta facultad. En efecto, el inc. 2° del art. 21 A dispone
que será la Corte de Apelaciones respectiva la que va a determinar anualmente la
periodicidad y forma con que estos tribunales van a cumplir con este deber ambulatorio. La
Corte puede disponer, en cualquier momento, la constitución y funcionamiento del TOP en
una localidad fuera de su asiento, cuando lo aconseje la mejor atención de uno o más casos.
La Corte, a su vez, tiene una limitación para adoptar tal acuerdo, ya que requiere un
informe previo de la Corporación Administrativa del Poder Judicial y del presidente del
comité de jueces de los TOP correspondientes.
8. Tribunales arbitrales34:
Se regulan en el Título IX del COT, arts. 222 a 243.
8.1. Concepto: Son aquellos servidos por jueces árbitros, y se llaman árbitros los jueces
nombrados por las partes o por la autoridad judicial, en subsidio, para la resolución de un
asunto litigioso (art. 222 COT).
8.2. Clases de arbitraje: ‘
a) Asuntos de arbitraje prohibido: Materias que no pueden ser sometidas a arbitraje,
normalmente por estar en ellas comprometido el interés general. Las indican los
arts. 229 y 230 COT: cuestiones de alimentos, separación de bienes y causas
criminales.
b) Asuntos de arbitraje forzoso: Son cuestiones que necesariamente deben resolverse
por árbitros, sin perjuicio de que los interesados puedan resolverlos por sí mismos
de común acuerdo, cuando todos tengan la libre disposición de sus bienes. En caso
de producirse conflicto entre un asunto de arbitraje forzoso y uno de arbitraje
prohibido, predomina el primero.
c) Asuntos de arbitraje voluntario: Son aquellos que las partes pueden o no someter a
arbitraje según les parezca. Constituyen la regla general.
8.3. Fuentes del arbitraje: Puede provenir de la voluntad de las partes o de la ley.

34
Justicia Arbitral: a.- Arbitraje. Concepto. Clases; b.- Árbitros. Concepto. Clases y conceptos; c.- Del
contrato de compromiso y de la cláusula compromisoria; d.- Nombramiento de árbitro; e.- Requisitos para ser
árbitro; f.- Sentencia arbitral.
8.3.1. La voluntad de las partes como fuente de arbitraje: La sustracción de la justicia
ordinaria del conocimiento de un determinado asunto y su entrega al conocimiento de un
juez árbitro puede realizarse a través de dos actos jurídicos diferentes: el contrato de
compromiso y la cláusula compromisoria.
a) Contrato de compromiso: Es una convención por la cual las partes sustraen
determinados asuntos litigiosos presentes o futuros del conocimiento de la justicia ordinaria
y la someten al fallo de uno o más árbitros que designan.
Es un contrato solemne, debe contar por escrito (art. 234 COT), siendo esenciales las
siguientes menciones:
 Nombre y apellido de las partes litigantes.
 Nombre y apellido del árbitro nombrado.
 Asunto sometido al juicio arbitral.
Son cláusulas de la naturaleza: las facultades que se confieren al árbitro, y el lugar y tiempo
en que éste debe desempeñar sus funciones. Si las partes omiten indicar la calidad del
árbitro, se entiende que es árbitro de derecho.
Si falta la designación del lugar, se entiende que es el lugar en que se ha celebrado el
contrato de compromiso; y si falta el tiempo, se entiende que debe cumplirse en el término
de 2 años contados desde su aceptación.
Si se dicta sentencia dentro del plazo, ésta puede notificarse válidamente aun cuando el
plazo esté vencido. Asimismo, el árbitro está facultado para dictar las providencias
pertinentes a los recursos que se interpusieren.
Si durante el arbitraje, el árbitro debiere elevar los autos a un tribunal superior o paralizar el
procedimiento por resolución de esos tribunales, el plazo se entiende suspendido mientras
dure el impedimento.
b) Cláusula compromisoria: Es la estipulación por la cual las partes de un contrato
acuerdan someter a arbitraje la solución de conflictos futuros o eventuales determinados.
La diferencia fundamental con el contrato de compromiso es que no está sometida en su
validez a la designación del árbitro, pero las partes pueden hacerlo si quieren. Por otro lado,
es un contrato consensual.
Tanto en el compromiso como en la cláusula compromisoria está ausente la voluntad del
árbitro, por lo que el nombramiento que puedan hacer las partes es una mera propuesta que
el nombrado puede o no aceptar. Si acepta, surge una nueva convención que se designa
como pacto de compromiso.
8.3.2. La ley como fuente de arbitraje: Lo es en todos aquellos casos en que obliga a
someter determinados asuntos al conocimiento de jueces árbitros, llamado arbitraje forzoso.
Indica algunos de estos asuntos el art. 227 COT (ej. liquidación de la sociedad conyugal,
partición de bienes).
8.4. Calidad de los jueces árbitros: El art. 223 COT distingue entre:
a) Árbitros de derecho: Aquel que falla con arreglo a la ley y se somete tanto en la
tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva a las reglas establecidas
para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida.
b) Árbitros arbitradores o amigable componedor: Es aquel que falla obedeciendo a lo
que su prudencia y equidad le dictaren y no está obligado a guardar en su procedimiento y
fallo otras reglas que las que las partes hayan expresado en el acto constitutivo del
compromiso, y si éstas nada hubieren expresado, a las que se establecen para este caso en el
CPC (Título VIII: Del juicio arbitral, arts. 628 a 644).
c) Árbitros mixtos: En los casos que la ley lo permita, podrán concederse al árbitro de
derecho facultades de arbitrador en cuanto al procedimiento, y limitarse en el
pronunciamiento de la sentencia definitiva a la aplicación estricta de la ley. Es decir,
tramita como los arbitradores y falla como los de derecho.
8.5. Requisitos para ser árbitro: Puede ser nombrado árbitro toda persona mayor de edad,
con tal que tenga la libre disposición de sus bienes y sepa leer y escribir. Los abogados
habilitados para ejercer la profesión pueden ser árbitros, aunque sean menores de edad (art.
225 COT).
El nombramiento de árbitros de derecho sólo puede recaer en un abogado. En cuanto al
nombramiento del partidor, debe estarse a lo dispuesto en los arts. 1323 a 1325 CC.
No puede ser nombrados árbitros para la resolución de un asunto las personas que litigan
como parte en él, salvo lo dispuesto en los arts. 1324 y 1325 CC (art. 226 COT).
Tampoco puede ser nombrado árbitro el juez que actualmente estuviere conociendo del
asunto, excepto cuando el nombrado tuviere con alguna de las partes originariamente
interesadas en el litigio, algún vínculo de parentesco que autorice su implicancia o
recusación (art. 317 COT). Lo mismo se aplica a los fiscales judiciales (art. 480 COT).
8.6. Nombramiento de los árbitros:
8.6.1. Por las partes: Tiene lugar en el contrato de compromiso o en la cláusula
compromisoria, o bien en los conflictos que la ley somete a arbitraje forzoso. Para ello es
necesario el consentimiento unánime de todos los interesados (art. 232 COT).
Es un acto solemne, debe constar por escrito (art. 234).
El juez árbitro nombrado por las partes puede ser de derecho, arbitrador o mixto. Para
designar un árbitro de derecho no hay exigencias especiales, pudiendo figurar entre los
interesados incluso incapaces. Se estima que los intereses de éstos se encuentran
resguardados atendidas las características de estos árbitros.
Para nombrar árbitros arbitradores, se requiere que las partes sean mayores de edad y
tengan la libre administración de sus bienes (art. 224 COT). La misma exigencia rige
respecto de los árbitros mixtos, pero en este caso se permite que entre los interesados en el
juicio haya incapaces.
8.6.2. Por la justicia: Procede cuando no hay acuerdo entre las partes respecto de la
persona que debe desempeñarse como árbitro, lo cual puede darse con motivo de un
arbitraje forzoso, o cuando las partes se encuentran vinculadas por la cláusula
compromisoria.
El procedimiento es el mismo que la ley señala para el nombramiento de peritos (art. 232
COT). El juez efectúa la designación con las siguientes limitaciones:
a) No puede nombrar a ninguna de las dos primeras personas propuestas por las partes.
b) Debe nombrar un solo árbitro, a menos que las partes acuerden un número mayor.
c) Debe respetarse en el nombramiento todas las condiciones establecidas por las
partes, sea en la cláusula compromisoria o en el comparendo al cual fueron citados.
8.6.3. Por el testador: El art. 1324 CC lo permite tratándose del juicio de partición, dicho
nombramiento lo puede efectuar en un instrumento público entre vivos o en el testamento.
8.6.4. Por la ley: Existen casos en que la ley señala el organismo llamado a actuar en
calidad de árbitro. Así sucede con la Superintendencia de Seguros, que en ciertas ocasiones
debe actuar como árbitro arbitrador. La ley no es aceptada por todos como fuente de
arbitraje. Con todo, se dice que en estos casos estamos en presencia de verdaderos
tribunales especiales con carácter permanente, creados por ley y con jurisdicción para
resolver todos los asuntos que la misma ley señala.
8.7. Aceptación del cargo: El árbitro que acepta el cargo debe declararlo así y sólo desde
el momento de la aceptación existe la obligación de desempeñar el cargo, sin embargo, no
basta la sola aceptación para entrar a desempeñarlo legalmente, sino que es además
necesario que el árbitro jure desempeñarlo con la debida fidelidad y en el menor tiempo
posible (art. 236 COT). El juramento debe realizarse frente a un ministro de fe (ej.
secretario del tribunal).
La falta de juramento produce la nulidad procesal del nombramiento, la que debe hacerse
valer dentro del juicio y por los medios de la ley procesal.
La aceptación y juramento se complementan de modo que sin la concurrencia del
juramento se produce la inoperancia de la aceptación.
8.8. Organización de los tribunales arbitrales: Además del juez, los tribunales arbitrales
cuentan con un actuario, que es el ministro de fe del tribunal y cuya función es autorizar los
actos y resoluciones del juez.
Si se trata de un árbitro de derecho, todas las actuaciones deben realizarse ante un ministro
de fe designado por el árbitro, y si no lo hubiere podrá designarse en calidad de actuario a
cualquier persona.
Si se trata de un juez partidor, las actuaciones deben ser autorizadas por un secretario de los
tribunales superiores de justicia, un notario o un secretario de juzgado de letras.
En cuanto al árbitro arbitrador o el mixto, debe estarse en primer término a lo que acuerden
las partes. En su defecto, el juez practicará las actuaciones sólo o con la asistencia de un
ministro de fe, según lo estime conveniente (art. 639). La sentencia definitiva
necesariamente debe ser autorizada por un ministro de fe, o por dos testigos en su defecto
(art. 640).
8.9. Término de las funciones del árbitro: Expiran normalmente con la sentencia
definitiva, pero también cesan en sus funciones por los motivos que señalan los arts. 240 y
241 COT: si las partes recurren de común acuerdo a la justicia ordinaria u otros árbitros,
por encontrarse impedidos o ausentes, por revocación del compromiso, entre otras.
8.10. Pluralidad de árbitros: Cuando las partes obran de común acuerdo pueden nombrar
uno o más árbitros, en este último caso hablamos de pluralidad de árbitros.
Pero las partes no sólo pueden nombrar a varios árbitros, sino que también pueden nombrar
a un tercer árbitro que dirima las discordias que puedan producirse entre los árbitros
nombrados (art. 233 COT). Este recibe el nombre de tercero en discordia.
Cuando existe pluralidad de árbitros, todos ellos deben concurrir al pronunciamiento de la
sentencia, así como a cualquier otro acto de sustanciación del juicio, a menos que las partes
acuerden otra cosa.
Si estos árbitros no se ponen de acuerdo, se reúne con ellos el tercero en discordia, y la
mayoría pronunciará resolución conforme a las reglas relativas a los acuerdos de las Cortes
de Apelaciones (art. 237 COT).
8.11. Resolución de las discordias: Para ello hay que examinar la calidad con que ha sido
designado el árbitro (art. 238 COT):
8.11.1. Árbitro de derecho:
a) Si la resolución es apelable, cada opinión se estimará como una opinión distinta y se
elevarán los antecedentes al tribunal de alzada para que resuelva conforme a
derecho o equidad sobre el punto que haya motivado el desacuerdo de los árbitros.
b) Si la resolución es inapelable y materia de arbitraje voluntario termina el arbitraje.
c) Si la resolución es inapelable y materia de arbitraje forzoso, se procederá a nombrar
nuevos árbitros.
8.11.2. Árbitro arbitrador:
a) Si la resolución es apelable, se elevan los antecedentes a los árbitros de segunda
instancia para que éstos resuelvan conforme a la equidad.
b) Si la resolución es inapelable, queda sin efecto el compromiso.
8.12. Sentencia arbitral: Las sentencias dictadas por los árbitros de derecho deben
ajustarse a las reglas y requisitos que se establecen para los jueces ordinarios. La sentencia
definitiva puede ser ejecutada por el árbitro que la dictó, si no está vencido el plazo de su
nombramiento, o por el tribunal ordinario correspondiente, a elección del que pide su
cumplimiento.
Las sentencias de los árbitros arbitradores, en cuanto a su formalidad se rige por las reglas
generales; pero en cuanto al fondo, se ajusta a lo que la prudencia y equidad le dictaren al
árbitro.
8.13. Segunda instancia en el juicio arbitral: Las resoluciones que dictan los jueces
árbitros son susceptibles de ser recurridas mediante la interposición de ciertos medios de
impugnación. Para determinar que recursos son procedentes en contra de las sentencias se
distingue entre las que dicta un árbitro de derecho y un árbitro arbitrador:
8.13.1. Árbitro de derecho: Sus fallos son susceptibles de ser impugnados por los mismos
recursos que las sentencias de los tribunales ordinarios de justicia. Estos recursos se
interponen ante el tribunal que ha dictado la sentencia y para ante el tribunal que habría
conocido del recurso, de haberse interpuesto en el juicio ordinario.
Estos recursos no procederán:
a) Si las partes, siendo mayores de edad y teniendo la libre administración de sus
bienes, han renunciado a ellos.
b) Si las partes han sometido los recursos a arbitraje en el compromiso o en un acto
posterior (art. 239 COT).
8.13.2. Árbitro arbitrador:
a) El recurso de casación en la forma procede según la regla general.
b) El recurso de apelación sólo tiene lugar cuando las partes, en el acto constituido del
compromiso, manifiestan que se reservan dicho derecho para ante otro árbitros del
mismo carácter y designan a las personas que deben desempeñarse como tribunal de
segunda instancia.
c) No procede el recurso de casación en el fondo porque no hay infracción de ley.
También las partes pueden renunciar al recurso de casación en la forma, sin embargo, la
jurisprudencia ha estimado que aun cuando se hayan renunciado todos los recursos, las
partes pueden impugnar la sentencia dictada por un árbitro de derecho o arbitrador a través
de la casación en la forma por las causales de incompetencia y ultrapetita.
9. Juzgados de Familia:
Son establecidos y regulados por la Ley N° 19.968 de 2004.
9.1. Concepto: Son aquellos que están constituidos por uno o más jueces, con competencia
en un mismo territorio jurisdiccional, que actúan y resuelven unipersonalmente los asuntos
sometidos a su decisión.
Su finalidad primordial es garantizar el interés superior del niño, niña y adolescente que se
encuentren en el territorio nacional, permitiéndoles el ejercicio y goce pleno y efectivo de
sus derechos y garantías. Estos son los principios rectores que el juez de familia debe tener
siempre como consideración principal en la resolución del asunto sometido a su
conocimiento.
Para los efectos de esta ley, se considera niño o niña a todo ser humano que no ha cumplido
14 años y, adolescente, desde los 14 años hasta que cumpla los 18 años de edad.
Se trata de un tribunal especial unipersonal de primera instancia, de composición múltiple,
compuesto por un número variable de jueces, cada uno de los cuales detenta la plenitud de
las potestades jurisdiccionales en forma independiente.
9.2. Territorio: Tiene su asiento en una comuna del territorio nacional, pero su
competencia puede extenderse a una agrupación de comunas. La competencia territorial
puede extenderse más allá de los límites de la comuna asiento del juzgado pertinente. En
efecto, los juzgados de familia que dependen de una misma Corte de Apelaciones pueden
decretar diligencias para cumplirse directamente en cualquier comuna ubicada dentro del
territorio jurisdiccional de dicha Corte.
9.3. Competencia:
a) Causas relativas al derecho de cuidado personal de los menores.
b) Causas relativas al derecho y el deber del padre o de la madre que no tenga el
cuidado personal del hijo, a mantener con éste una relación directa y regular.
c) Causas relativas al ejercicio, suspensión o pérdida de la patria potestad,
emancipación, derecho legal de goce sobre los bienes de los hijos y su
administración.
d) Causas relativas al derecho de alimentos.
e) Disensos para contraer matrimonio.
f) Acciones de filiación y estado civil.
g) Autorización para la salida de menores del país.
h) Separación judicial de bienes.
i) Causas sobre bienes familiares.
j) Acciones de separación, nulidad y divorcio reguladas en la Ley de Matrimonio
Civil.
k) Actos de violencia intrafamiliar.
10. Juzgados del Trabajo:
El Libro V del Código del Trabajo establece y regula los Juzgados de Letras del Trabajo y
los Juzgados de Cobranza Laboral y Previsional, y sus procedimientos.
Son tribunales especiales, que integran el Poder Judicial, su composición es variable y los
jueces resuelven en forma unipersonal, las controversias entre empleadores y trabajadores
por la aplicación de normas laborales o derivadas de la aplicación de un contrato de trabajo
individual o colectivo, y los juicios elativos a la aplicación de normas de previsión o de
seguridad social.
11. Juzgados de Policía Local:
Se regulan en el Decreto Ley N° 307. No forman parte del Poder Judicial, sin embargo
están bajo la supervigilancia directiva, correccional y económica de la Corte de
Apelaciones respectiva.
El Juzgado de Policía Local tiene por objeto administrar justicia en la comuna de acuerdo a
la competencia que le fije la ley.
12. Implicancias y recusaciones:
Se regulan en los arts. 194 a 205 del COT y también en los arts. 113 y siguientes CPC. Son
los medios que la ley establece a fin de que un juez o funcionario judicial no entre a
conocer de un determinado asunto, no obstante ser competente, en razón de carecer de la
imparcialidad necesaria para intervenir en él.
Su fundamento es mantener la imparcialidad.
Se aplica tanto a los tribunales unipersonales como a los colegiados, abogados integrantes,
funcionarios auxiliares de la administración de justicia, jueces árbitros, secretarios y
peritos.
12.1. Implicancias: Son prohibiciones establecidas por ley, en cuya virtud los jueces no
pueden conocer de un determinado asunto. Constituyen normas de orden público y no son
susceptibles de ser renunciadas por las partes.
El juez que falla con manifiesta implicancia que le sea conocida y sin haberla hecho saber
previamente a las partes comete un delito. Esta puede y debe ser declarada de oficio o a
petición de parte.
Las causales se enumeran en el art. 195 COT (ej. ser el juez parte en el pleito o tener interés
personal en él, ser cónyuge de una de las partes, ser ascendiente o descendiente del abogado
de una de las partes, entre otras).
12.2. Recusaciones: Son los medios que la ley da a las partes para impedir que un juez
entre a conocer de un determinado asunto cuando carece de la imparcialidad necesaria para
fallar. Al estar establecidas en favor de las partes, sin esencialmente renunciables.
Las causales de recusación las señala el art. 196 COT (ej. ser alguna de las partes
dependiente asalariado del juez, ser el juez deudor o acreedor de alguna de las partes, haber
declarado como testigo en la cuestión, entre otras).
12.3. Paralelo:
Implicancias Recusaciones
No pueden renunciarse Son renunciables
Deben ser declaradas de oficio por el Se hacen valer a petición de parte
tribunal
El juez que falla con manifiesta El juez legalmente recusado no comete delito
implicancia comete un delito
Constituye por sí sola una causal de Para constituir causal de casación requiere haber
casación sido declarada o hallarse pendiente su
declaración
La implicancia es resuelta por el Es resuelta por el tribunal superior jerárquico
mismo tribunal
13. Subrogación e integración:
Se regula en el Título VIII, arts. 206 a 221 del COT.
13.1. Subrogación: Es el reemplazo automático que se efectúa por el solo ministerio de la
ley de un juez o de un tribunal colegiado superior que está impedido de ejercer sus
funciones.
El impedimento puede obedecer a diversas causales:
a) Implicancia o recusación declarada.
b) Fallecimiento.
c) Suspensión o expiración de funciones.
d) Por ausencia.
La forma y el tiempo de la subrogación será diferente según la causal que la motive.
13.2. Integración: Es el reemplazo automático que se efectúa por el solo ministerio de la
ley de uno o algunos de los ministros de los tribunales colegiados superiores, que están
impedidos para el desempeño de sus funciones, cuando su ausencia prive al tribunal de
quorum indispensable para su funcionamiento.
Cualquier miembro de un tribunal colegiado superior puede estar impedido para actuar por
alguna de las causales generales que indicamos para la subrogación. El reemplazo del
miembro inhabilitado se denomina integración, porque el reemplazante integra el tribunal,
no lo sustituye como en la subrogación.
13.3. Paralelo:
Subrogación Integración
Abarca tanto a los tribunales unipersonales Sólo tiene lugar en los tribunales
como a los colegiados; puede reemplazarse colegiados
un juez como toda una Corte
Es procedente tratándose de jueces y de Sólo procede tratándose de jueces
funcionarios auxiliares a la administración
de justicia
No todos los subrogantes tienen la misma Los integrantes tienen, por regla general, la
competencia, sólo pueden fallar en ciertas misma competencia Dictan resolución en
ocasiones los asuntos que conocen
La subrogación procede siempre que falte No procede siempre que falte un ministro,
el juez por cualquier motivo sino cuando además el tribunal no reúne el
número de miembros necesarios para el
conocimiento y resolución de las causas
Se entiende que el juez está ausente no sólo La ley no extiende esta noción de ausencia
cuando está impedido para toda la accidental para efectos de la integración
tramitación sino también cuando lo está
para determinadas diligencias del proceso
Dura exclusivamente el tiempo de ausencia Se extiende hasta la sentencia definitiva,
del titular aun cuando el impedimento hubiere cesado
Los subrogantes no reciben remuneración Los abogados integrantes reciben
especial por subrogar remuneración especial
Son esencialmente temporales
Operan por el solo ministerio de la ley
Operan tratándose de asuntos contenciosos y no contenciosos. Tratándose de las
facultades disciplinarias o económicas, hay opiniones a favor y en contra de su
procedencia
El impedimento que las provoca puede obedecer a cualquier causa, puede originarse en
dificultades de orden material, legal o moral

NORMAS COMUNES A TODO PROCEDIMIENTO


I. Principios Formativos del Proceso35.
1. Concepto:
Son principios del proceso, las ideas y reglas que constituyen puntos de partida para la
configuración normativa del proceso. Existen principios conforme a los cuales el proceso
siempre debe configurarse, estos son los denominados principios necesarios o principios del
proceso. Otros, en cambio, constituyen criterios diferentes, que responden a la libertad de
configuración del legislador, estos son llamados principios del procedimiento o principios
técnico-jurídicos.
2. Principios necesarios del proceso:
2.1. La contradicción o bilateralidad de la audiencia: Consiste en la efectiva posibilidad
de que toda persona que pueda ser afectada por una resolución judicial, pueda influir en el
contenido de la misma.
Este principio se integra, en primer lugar, por la posibilidad real y efectiva de tomar
conocimiento del contenido material y jurídico del proceso; supone igual posibilidad de
formular alegaciones y peticiones; y además, implica la posibilidad de probar las
alegaciones y de intervenir en la práctica de las pruebas.
No quiere decir que necesariamente deba intervenir las dos partes para que el acto tenga
validez, sino que basta con que se les haya dado a las partes la oportunidad real de
intervenir en ellas.

35
a. Concepto; b. Preclusión, bilateralidad, concentración, inmediación, escritura, oralidad, buena fe.
2.2. Igualdad de las partes: Significa que los derechos, cargas y responsabilidades que
nacen del proceso se concedan, recaigan o se impongan sobre las partes sin discriminación
entre ellas, de modo tal que ninguna pueda ser favorecida con privilegios ni perjudicada
con gravámenes.
Este principio deriva del principio de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley,
reconocido por la Constitución.
Se traduce en igualdad de trato en cuanto a la concesión de derechos de acción y defensa en
juicio, y en que, iniciado el proceso, a las partes, situadas ante un juez imparcial, se les
conceden iguales posibilidades y derechos y se les someten a las mismas cargas.
La consecuencia natural del principio de igualdad de armas es la bilateralidad o
contradicción: cada parte tiene el irrestricto derecho de ser oída respecto de lo afirmado y
conformado por la otra.
3. Principios del procedimiento o principios técnico-jurídicos:
3.1. Principio dispositivo e inquisitivo: Estos principios se relacionan con la
preponderancia de la iniciativa de las partes o del juez en el aporte, reconstrucción y
comprobación de los hechos trascendentes para la resolución final del juicio.
Con el principio dispositivo se alude al sistema en que la iniciativa en la proposición y
producción de las pruebas queda reservada principalmente a las partes, limitándose la
intervención del juez a la ordenación ritual de la prueba, es decir, a su dirección formal.
Nuestro proceso civil se configura en base al principio dispositivo, consecuencias de ello
son: el juicio sólo puede iniciarse a instancia de parte y nunca de oficio por el tribunal; el
contenido del proceso es determinado por las pretensiones de las partes; las partes son
llamadas a aportar el material probatorio destinado a acreditar sus pretensiones; las partes
pueden determinar el término voluntario del proceso (siempre que se trate de derechos
renunciables).
Por el contrario, el principio inquisitivo implica que la labor de reconstrucción y
comprobación de los hechos corresponde tanto a las partes como al juez.
3.2. Principio de instancia de parte y de impulso oficial: El impulso procesal es la fuerza
o actividad que pone en movimiento el proceso y lo hace avanzar hasta su fin, una vez
iniciado. Si esa fuerza procede de los litigantes, se habla de impulso o instancia de parte; si
por el contrario, emana del tribunal, se habla de impulso oficial o de oficio.
Nuestro actual Código de Procedimiento Civil se sostiene en el principio de aportación de
parte. Esto no significa otra cosa que corresponde a las partes alegar los hechos y aportar
las pruebas que los establecerán de cara a sustentar la aplicación del Derecho en la
sentencia. Con todo, este principio tiene su excepción en las medidas para mejor resolver
del art. 159.
3.3. Principios relativos a la apreciación probatoria: El juez puede dar por acreditado los
hechos controvertidos en la sentencia, en la medida que esos hechos han sido probados,
conclusión a la cual llega mediante la ponderación, valoración o apreciación probatoria.
Para llegar a ella existen fundamentalmente tres sistemas:
a) Sistema de prueba legal, tasada o formal: Es aquel en que se determina por ley los
medios probatorios que se pueden hacer valer en juicio, y al mismo tiempo le señala al juez
el mérito probatorio o eficacia de las pruebas que rinden las partes. Es el sistema
predominante en nuestro CPC.
b) Sistema de la libre apreciación de la prueba o de libre convicción: Es aquel en que
todo el establecimiento de la verdad jurídica pende por entero de la conciencia del juez, que
no está obligado por ninguna regla legal, ni debe dar cuenta al fallar de los medios por los
que se convenció.
c) Sana crítica: Es manifestación del correcto entendimiento humano, contingente y
variable con relación a la expresión del tiempo y lugar, pero estable y permanente en cuanto
a los principios lógicos en que debe fundarse la sentencia.
3.4. Principio de la oralidad y la escritura: Es oral el proceso en que las alegaciones, la
prueba y las conclusiones se presentan al juez de viva voz, de modo que la resolución sólo
puede basarse en el material procesal proferido oralmente.
Por el contrario, el principio de la escritura es aquel con arreglo al cual la resolución
judicial ha de basarse sólo en el material procesal manifestado por escrito. La forma literal
constituye el medio normal de comunicación entre las partes y el juez.
Es difícil encontrar un sistema absolutamente oral o escrito, para saber si un proceso
determinado está informado por el principio de la oralidad o escritura hay que atender a la
tendencia dominante.
De ambos principios hay manifestaciones en nuestro sistema (ej. procedimiento ordinario
de mayor cuantía es esencialmente escrito; testigos declaran oralmente).
La oralidad tiene ventajas como la celeridad del proceso, pero sus bondades no derivan
únicamente de este principio sino del resultado de la concurrencia con otros principios
asociados a la oralidad: la inmediación y la concentración.
3.5. Principio de la mediación y de la inmediación: La inmediación es el principio en
virtud del cual se procura asegurar que el juez o tribunal se halle en permanente e íntima
vinculación personal con los sujetos y elementos que intervienen en el proceso, recibiendo
directamente las alegaciones de las partes y las aportaciones probatorias a fin de que pueda
conocer en toda su magnitud el material de la causa desde el principio de ella hasta su
término.
En cambio, la mediación es el principio en virtud del cual el juez o tribunal no se halla en
permanente e íntima vinculación personal con los sujetos y elementos que intervienen en el
proceso, sino que tal contacto o vinculación tiene lugar a través de un agente intermediario.
En los hechos, no obstante existir la inmediación, en nuestro proceso por el recargo de
trabajo de los jueces, estos prácticamente no intervienen en el contacto directo con las
partes.
3.6. Principio de la continuidad o dispersión y el de concentración: El principio de
continuidad se traduce en que la causa se desarrolla a través de diversas etapas constituidas
cada una de ellas por una serie de actuaciones que deben desenvolverse separada y
sucesivamente, abarcando el procedimiento un lapso relativamente prolongado.
El principio de la concentración tiene por finalidad reunir o concentrar en una sola
audiencia o en el menor número de audiencias, y celebradas lo más próximamente posible,
el desarrollo total del proceso. Se desea que los actos procesales se realicen sin demora,
tratando de abreviar los plazos. Requiere para su existencia de determinadas condiciones
que son dadas por otros principios, como la oralidad y la inmediación.
La concentración se opone a la dispersión, que es el predominante en nuestro CPC; pero
existe una tendencia al principio de concentración (ej. juicio sumario).
3.7. Principio de la publicidad y del secreto: El principio de la publicidad es aquel que
requiere que el procedimiento mismo quede abierto no sólo a las partes y sus abogados,
sino también a cualquier persona, tengo o no interés directo en la causa. La publicidad se
concibe como medio para garantizar el debido proceso y la defensa de los derechos del
imputado, frente a jueces arbitrarios y procedimientos injustos; esta noción de publicidad se
refiere particularmente al proceso penal.
Se está en presencia del principio del secreto cuando el procedimiento no puede ser
conocido por los interesados, ni menos por terceros ajenos. Este principio se manifiesta en:
a) Ciertas piezas del proceso, que por su naturaleza o motivos fundados, se manden a
reservar fuera de él (art. 34).
b) Los acuerdos de los tribunales colegiados (art. 81 COT).
c) El pliego de posiciones, antes de que se preste la confesión (art. 386).
d) Determinadas actuaciones de investigación en el proceso penal (art. 182 CPP).
Para algunos autores la publicidad no sólo procede en los procedimientos orales, es
perfectamente compatible con el principio de escritura, como ocurre en nuestro derecho, lo
importante es que se le permita al público conocer lo que realmente ocurre en el proceso.
3.8. Principio del formalismo y del aformalismo: De acuerdo con el principio del
formalismo, las actuaciones procesales deben acomodarse a las prescripciones que en cada
caso determine el legislador. En cambio, el aformalismo se limita a mencionar los actos
procesales, dejando su realización al buen criterio de los que intervienen en la
administración de justicia.
3.9. Principio de la fundabilidad: El principio de la fundabilidad se traduce en la
necesidad de que los litigantes asienten sus peticiones en una exposición de hechos y en
una alegación de los motivos jurídicos que las justifiquen (art. 254 N° 4). Desde el punto de
vista del juez, se requiere iguales fundamentos jurídicos respecto de su sentencia (art. 170
N° 4). Deben someterse a este principio también otros personajes secundarios del proceso,
como testigos, que deben dar razón de sus dichos, y peritos, que deben sujetarse a las reglas
de la ciencia, arte u oficio conforme al cual emiten la pericia.
3.10. Principio de la preclusión y de la libertad o elasticidad: El principio de la
preclusión es aquel que importa la pérdida, extinción o consumación de una actividad
procesal. Cada actividad procesal destinada a una finalidad determinada, tiene establecido
un período en el proceso, transcurrido el cual la actividad no puede realizarse.
A través de la preclusión se produce el efecto que tiene una etapa procesal de clausurar la
anterior, la que permanece firme. El proceso puede avanzar, pero no retroceder. De no
existir la preclusión, los actos procesales podrían repetirse y el proceso no progresaría.
Según el principio de la elasticidad, cualquier actividad puede realizarse en cualquiera de
los períodos procesales (ej. incidentes de nulidad durante el procedimiento, excepciones
que pueden interponerse en cualquier estado del juicio).
Se habla de preclusión y de elasticidad según si el orden de procedencia de los distintos
actos procesales está o no prescrito de un modo preciso y rígido, de manera que, si el acto
no se realiza en el momento o dentro de la fase prescrita, la parte pierde el poder de
realizarlo.
Las principales manifestaciones que puede asumir la preclusión son:
a) El plazo: El transcurso del tiempo sin haberlo aprovechado para cumplir con una
determinada actividad, precluye la oportunidad para llevar a efecto dicho acto.
Ninguna actuación procesal puede realizarse más allá del plazo fijado por ley para
su ejercicio. Todo plazo fatal o perentorio constituye un término preclusivo, y uno
no fatal puede llegar a serlo por la declaración de rebeldía.
b) La consumación procesal: Una facultad procesal se extingue o consuma por su
ejercicio. No se puede cumplir por segunda vez una actividad procesal ya ejercitada
válidamente con anterioridad.
c) La eventualidad procesal: La parte tiene la necesidad de deducir conjuntamente los
diversos medios de ataque o de defensa de que dispone, en previsión de que uno o
más de ellos sean desestimados. Si así no lo hace, precluye su derecho a hacer uso
de los medios que no adujo en oportunidad (ej. todas las excepciones dilatorias se
deben deducir conjuntamente y en un mismo escrito).
d) La incompatibilidad: Tiene lugar en los casos en que se brinda a un litigante dos o
más medios para la consecución de un objetivo, con la condición que sólo puede
hacer uso de uno de ellos, de manera que la utilización de una de estas vías hace
precluir el derecho de hacer valer las demás (ej. para alegar la incompetencia del
tribunal vía declinatoria o inhibitoria pero nunca ambas).
e) La cosa juzgada: La vía procesal se agota en determinado momento, impidiendo su
prosecución, puesto que la cosa juzgada formal se traduce en la prohibición de
volver a discutir lo ya decidido. La doctrina la llama preclusión máxima, pero son
cosas distintas: la cosa juzgada produce efectos fuera del proceso, mientras que la
preclusión sólo produce efectos dentro del proceso; además la cosa juzgada supone
un proceso terminado, mientras que la preclusión supone un proceso en desarrollo.
3.11. Principio de la economía procesal: Este principio persigue que el proceso se
desenvuelva en el menor tiempo, con el menor número de actuaciones y con los menores
gastos. Se manifiesta, por ejemplo, en el privilegio de pobreza, la acumulación de autos y la
reconvención.
3.12. Principio de la buena fe procesal: Es el deber de ser veraces y proceder de buena fe
de todos cuantos intervienen en el proceso, a fin de hacer posible el descubrimiento de la
verdad. Es la exigencia de actuar en el proceso con probidad, con el sincero
convencimiento de hallarse asistido de razón. Persigue impedir los abusos de las partes que
tengan por objeto dilatar u oscurecer el proceso.
Corresponde a todos los intervinientes hacer primar la buena fe y la lealtad procesal, en
todos sus actos, tanto en las relaciones de los litigantes entre sí, como en la de éstos con el
órgano judicial.
4. Características del procedimiento en Chile:
El proceso civil regulado en el CPC responde a los principios de:
a) Escritura.
b) Publicidad.
c) Dispositivo.
d) Aportación de parte.
e) Preclusión y eventualidad.
f) Inmediación en cuanto a las pruebas.
g) Impulso de oficio ocasionalmente.
h) Por regla general, amplia libertad para la valoración probatoria.
i) Sujeto a una doble instancia o revisión.

II. Las Partes del Proceso36.


1. Las partes:
Parte procesal es la persona o personas que interponen la pretensión ante el órgano
jurisdiccional y la persona o personas frente a las que se interpone, siendo indiferente que
esas personas sean naturales o jurídicas.

36
a. Concepto; b. Comparecencia ante el proceso civil, penal, de familia y laboral; c. Mandato judicial y
patrocinio. Conceptos. Constitución. Titulares del ius postulandi. Facultades del patrocinante y del mandatario
judicial; d. Sanciones por la falta o errónea constitución del mandato y patrocinio.
También se define como los sujetos cuyos intereses se encuentran en pugna dentro de un
proceso, o bien, quien solicita y frente a quien se solicita una determina tutela del órgano
jurisdiccional.
El concepto de parte es estrictamente de orden procesal, y la calidad de parte la da la
titularidad activa o pasiva de una pretensión.
1.1. Clases de partes:
1.1.1. Partes principales o directas: Son el demandante y demandado, pero la
denominación que reciben puede variar según el tipo de procedimiento:
a) Ejecutante y ejecutado en el juicio ejecutivo.
b) Apelante y apelado en el recurso de apelación.
c) Recurrente y recurrido en el recurso de casación.
d) El recurso de queja, el que interpone el recurso es el quejoso.
e) En los incidentes, incidentista o articulista, quién lo inicia.
El demandante es la parte que pide el reconocimiento o la declaración de un derecho, o
bien, aquel que formula una pretensión respecto de otra; el demandado es la parte frente a
quien se formula la pretensión, es aquel contra quien se pide algo.
En necesario notar que:
a) Una misma persona puede tener en un juicio la calidad de actor y demandado, en el
caso de la reconvención.
b) El representante legal no es parte en el juicio cuando actúa haciendo uso de la
representación que reviste.
c) En los actos judiciales no contenciosos no se habla de parte pues no hay
controversia. El solicitante o peticionario recibe el nombre de interesado, y no se
habla de causa o litigio sino que de gestión.
1.1.2. Partes indirectas o terceros relativos: Son aquellos que sin ser partes directas en el
juicio intervienen en el por tener un interés actual en sus resultados. Se clasifican en
coadyuvantes, excluyentes e independientes.
Se excluyen los terceros absolutamente indiferentes a la relación jurídico material deducida
del proceso, como los testigos y los peritos.
1.2. Pluralidad de partes: La relación procesal puede ser simple o múltiple. Es simple
cuando interviene un demandante y un demandado; y es múltiple cuando una parte o ambas
están formadas por varios demandados o varios demandantes. En este caso se habla de
pluralidad de partes.
Las personas que litigan conjuntamente se llaman colitigantes o litis consortes, y la
institución o figura procesal recibe el nombre de litis consorcio, la cual puede ser activa,
pasiva o mixta.
1.2.1. Clasificaciones:
a) Atendiendo al momento en que se origina:
 Litisconsorcio inicial: Nace con la iniciación del juicio, por interponerse la demanda
por muchos demandantes contra muchos demandados, o por un actor contra varios
demandados, o por muchos demandantes contra un demandado (art. 18).
 Litisconsorcio sucesiva o sobrevenida: Se forma con posterioridad a la instauración
del proceso y a la notificación de la demanda (art. 21).
b) Atendiendo a las partes que intervienen:
 Activa: Pluralidad de demandados.
 Pasiva: Pluralidad de demandantes.
 Mixta: Pluralidad de demandados y de demandantes.
c) Atendiendo a la obligatoriedad:
 Litisconsorcio facultativa o voluntaria: Nace de la unión de varios colitigantes por
su propia voluntad, libre y espontánea, en los casos del art. 18.
 Litisconsorcio obligatoria o necesaria: Cuando la ley exige que las partes actúen
conjuntamente. No está regulada en forma sistemática (ej. reivindicación de
propiedad indivisa, obligaciones indivisibles).
1.2.2. Requisitos de la litis consorcio: En virtud del art. 18, se requiere: (i) Pluralidad de
partes y; (ii) unidad de procedimiento, que se determina por la unidad de pretensión.
Art. 18 CPC.- En un mismo juicio podrán intervenir como demandantes o demandados
varias personas siempre que se deduzca la misma acción, o acciones que emanen directa e
inmediatamente de un mismo hecho, o que se proceda conjuntamente por muchos o contra
muchos en los casos que autoriza la ley.
La pluralidad de partes tiene lugar:
a) Cuando se deduzca la misma acción: Es decir, que tenga la misma causa de pedir y
la misma cosa pedida (ej. acción reivindicatoria de una cosa común).
b) Cuando se deduzcan acciones que emanen directa e inmediatamente de un mismo
hecho (ej. indemnización de daños ocasionados en un accidente).
c) Cuando se procede conjuntamente por muchos o contra muchos en los casos que
autoriza la ley (ej. herederos demandan de cobro las deudas por sus respectivas
cuotas).
1.2.3. Necesidad de actuar conjuntamente mediante un mandatario común:
Art. 19 CPC.- Si son dos o más las partes que entablan una demanda o gestión judicial y
deducen las mismas acciones, deberán obrar todas conjuntamente, constituyendo un solo
mandatario.
La misma regla se aplicará a los demandados cuando sean dos o más y opongan idénticas
excepciones o defensas.
Frente a la existencia de varios demandantes y demandados, surge la necesidad de actuar
mediante un mandatario común cumpliéndose las siguientes condiciones:
a) Que deduzcan las mismas acciones o excepciones.
b) Que obren conjuntamente en una misma demanda o contestación.
c) Que se constituya un solo proceso.
En estos casos, el procurador común será nombrado por acuerdo de las partes a quienes ha
de representar, dentro de un término razonable que señale el tribunal (art. 12). Si hay
omisión o falta de acuerdo, el nombramiento lo hará el tribunal que conozca de la causa,
debiendo, en este caso, recaer en un procurador del número o en una de las partes que haya
concurrido (art. 13).
Una vez hecho por las partes o por el tribunal el nombramiento de procurador común, podrá
revocarse por acuerdo unánime de las mismas partes, o por el tribunal a petición de alguna
de ellas, si en este caso hay motivos que justifiquen la revocación. Los procedimientos a
que dé lugar esta medida se seguirán en cuaderno separado y no suspenderán el curso del
juicio. La revocación no comenzará a producir sus efectos mientras no quede constituido el
nuevo procurador (art. 14).
El procurador común deberá ajustar, en lo posible, su procedimiento a las instrucciones y a
la voluntad de las partes que representa; y, en los casos en que éstas no estén de acuerdo,
podrá proceder por sí solo y como se lo aconseje la prudencia, teniendo siempre en mira la
más fiel y expedita ejecución del mandato (art. 15).
Cualquiera de las partes representadas por el procurador común que no se conforme con el
procedimiento adoptado por él, podrá separadamente hacer las alegaciones y rendir las
pruebas que estime conducentes, pero sin entorpecer la marcha regular del juicio y usando
los mismos plazos concedidos al procurador común (art. 16).
No están obligadas las partes a litigar conjuntamente y por un procurador común (art. 20):
a) Si son distintas entre sí las acciones de los demandantes o las defensas de los
demandados.
b) Desde que aparezca haber incompatibilidad entre los intereses de las partes que
litigan conjuntamente.
2. Capacidad en materia procesal:
Se distingue en la capacidad para ser parte, para comparecer en juicio, y la capacidad para
pedir en juicio o ius postulandi.
2.1. Capacidad para ser PARTE en juicio: Para ser parte como titular de una relación
jurídica procesal basta tener la capacidad de goce, es decir, la aptitud legal para adquirir
derechos. Toda persona puede ser parte en el proceso desde su nacimiento hasta su muerte,
sean personas naturales o jurídicas, y no sólo las plenamente capaces, sino también las que
son absolutamente y relativamente incapaces.
Esta capacidad implica que todas las personas naturales y jurídicas se encuentran
plenamente habilitadas para ser titulares de la relación jurídica procesal, vale decir, para
detentar los derechos y cargas que conlleva la intervención en un proceso judicial.
Las entidades que carecen de personalidad jurídica no pueden ser emplazadas directamente
en el proceso.
2.2. Capacidad para COMPARECER en juicio o capacidad procesal: Es la aptitud para
realizar válidamente actos procesales, también llamada legitimatio ad procesum. Consiste
en la aptitud de las personas para comparecer en juicio por sí mismas y realizar válidamente
los actos procesales.
La poseen todas aquellas personas que según la ley sustantiva son capaces de ejercer
derechos por sí mismas, sin el ministerio o autorización de otras, es decir, quienes tienen
capacidad de ejercicio.
Carecen de ella los relativa y absolutamente incapaces, quienes deben suplir su incapacidad
de acuerdo a las normas contenidas en el Código Civil, de Comercio o la ley respectiva.
Deberán comparecer ante tribunales autorizados por sus representantes legales, en el caso
de los relativamente incapaces, o a través de sus representantes en el caso de los
absolutamente incapaces (representación judicial).
Las personas jurídicas ejercen su capacidad procesal a través del órgano que ha sido
previamente facultado para expresar la voluntad de la persona jurídica y representarla (ej.
presidente, gerente). En este caso, debe acompañarse en su primera presentación el
instrumento en que se señale la persona sobre quien recae la representación.
Si quien inicia el proceso carece de capacidad procesal, el demandado puede oponer la
excepción dilatoria de falta de capacidad (art. 303 N° 2). Si es el demandado el que carece
de capacidad procesal, y no obstante se le emplaza en juicio, puede anularse todo lo obrado,
de oficio o a petición de parte, y la sentencia podrá ser impugnada mediante un recurso de
casación en la forma (art. 768 N° 9 en relación con el art. 795 N° 1). Además, cualquiera
sea la parte que carece de capacidad, la contraparte podrá formular un incidente de nulidad
procesal respecto de los actos que ella haya realizado, pudiendo también el juez declararla
de oficio (art. 84).
2.3. Capacidad para PEDIR en juicio, capacidad de postulación o IUS
POSTULANDI: Para intervenir durante el proceso haciendo peticiones o solicitando
diligencias se requiere de una capacidad especial, fundada en el carácter técnico jurídico del
proceso, el interés de las partes y del Estado en el correcto ejercicio de la potestad
jurisdiccional, lo que conduce a que las partes no puedan realizar por sí solas los actos
procesales, sino que actúan por ellas técnicos en derecho. Se trata de una capacidad
especial, técnica, regulada en las leyes procesales.
Sólo tienen capacidad de postulación las personas señaladas en el art. 2° de la Ley N°
18.120:
a) Abogados habilitados para el ejercicio de la profesión (aquel que no está
suspendido).
b) Procurador del número (auxiliares de la administración de la justicia).
c) Estudiantes de derecho de tercero a quinto año de alguna de las Universidades
autorizadas.
d) Egresados de derecho hasta 3 años después de haber rendido los exámenes
correspondientes.
e) Egresados que se encuentren realizando la práctica en la Corporación de Asistencia
Judicial, sin importar la fecha en que se haya producido su egreso.
Las personas que carecen de ius postulandi deben suplir su incapacidad con la
representación procesal. El representante se llama procurador y el representado poderdante,
la fuente de la representación es el poder o mandato judicial (art. 4°). Si al tiempo de
pronunciarse el tribunal sobre el mandato, éste no estuviere legalmente constituido, el
tribunal se limitará a ordenar su debida constitución dentro de un plazo máximo de 3 días.
Extinguido este plazo, y sin otro trámite, se tendrá la solicitud por no presentada para todos
los efectos legales.
Se exceptúa a las partes de la necesidad de designar mandatario judicial cuando la ley exige
su intervención personal (ej. en la confesión o en la conciliación).
Estas mismas calidades se requieren para obrar como delegados de un mandatario, incluso
para gestionar o diligenciar exhortos.
El art. 2° de la Ley N° 18.120 se refiere al ius postulandi ante los tribunales de primera
instancia, sean ordinarios, especiales o arbitrales, pero no rigen tratándose de la
comparecencia ante las Cortes de Apelaciones, Corte Suprema y la Corte Marcial o Naval.
Ante las Cortes de Apelaciones y la Corte Marcial o Naval sólo se puede comparecer:
a) Personalmente.
b) Representado por un abogado.
c) Representado por un procurador del número.
Los alegatos deben hacerse a través de un abogado (art. 527 COT).
Si el litigante ha sido declarado rebelde en segunda instancia, sólo puede comparecer y
litigar a través de un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión o por medio de un
procurador del número.
Ante la Corte Suprema sólo puede comparecerse a través de un abogado habilitado para el
ejercicio de la profesión o por medio de procurador del número.
La falta de capacidad de postulación debe alegarse como excepción dilatoria o incidente de
nulidad procesal, sin perjuicio que el juez también está llamado a controlar esta
representación.
3. La Legitimación:
La capacidad responde a la pregunta de quién puede ser parte en un proceso y quien puede
actuar en él, pero en abstracto; la legitimación atiende a quién ha de ser parte un proceso
determinado para que en éste el juez pueda llegar a dictar una sentencia sobre el fondo, es
decir, se trata de establecer quien puede ser demandante y quien puede ser demandado en
un juicio determinado.
La legitimación procesal es la aptitud legal precisa y referida en forma particular a un
proceso determinado, que han de tener las partes, en consideración al objeto del litigio.
Se identifica a la legitimación activa como aquella condición que ostenta quien afirma la
titularidad de una relación jurídica y la legitimación pasiva sería la posición que determina
que, en juicio, efectivamente se encuentra la persona titular del derecho u obligación que se
demanda.
3.1. Legitimación ordinaria: Se comparece con legitimación ordinaria cuando se afirma
que se es titular de un derecho subjetivo y cuando frente a ella se afirma que es titular de
una obligación.
3.2. Legitimación extraordinaria: En ocasiones no es necesaria la afirmación de la
titularidad activa o pasiva, sino que basta con la concesión de legitimación expresa por una
norma procesal. Son casos en que una persona comparece a nombre propio, pero afirmando
derechos subjetivos ajenos (ej. acción subrogatoria).
3.3. Legitimación en la ley de protección de los derechos de los consumidores: El art.
50 de la Ley N° 19.496 indica que son de interés colectivo las acciones que se promueven
en defensa de derechos comunes a un conjunto determinado o determinable de
consumidores, ligados con un proveedor por un vínculo contractual; y son de interés difuso
las acciones que se promueven en defensa de un conjunto indeterminado de consumidores
afectados en sus derechos.
Por su parte, el art. 51 de la misma ley indica que tienen legitimación activa para la defensa
de los intereses colectivos y difusos:
a) El servicio nacional del consumidor.
b) Una asociación de consumidores constituida, a lo menos, con 6 meses de
anterioridad a la presentación de la acción y que cuente con la autorización de su
asamblea para hacerlo.
c) Un grupo de al menos 50 consumidores afectados en un mismo interés.
4. El Mandato Judicial:
Está regido por los arts. 6 y 7 CPC, art. 395 COT y algunas disposiciones del Código Civil,
las cuales se aplican en cuanto no aparezcan modificadas por el COT, CPC o la Ley N°
18.120.
El mandato judicial es el acto por el cual una parte encomienda a un procurador la
representación de sus derechos en juicio (art. 395 COT). Es un mandato especial, porque se
refiere a negocios judiciales.
Art. 395 COT.- El acto por el cual una parte encomienda a un procurador la representación
de sus derechos en juicio, es un mandato que se regirá por las reglas establecidas en el
Código Civil para los contratos de esta clase, salvas las modificaciones contenidas en los
artículos siguientes.
A este mandato se le llama también procuraduría o procúratela, y el mandatario recibe el
nombre de procurador.
4.1. Diferencias entre el mandato civil y el judicial:
Mandato civil Mandato judicial
Formas en que se Es consensual Es solemne, debe constar por
constituye escrito (art. 6°)
Libertad de las Plena libertad para elegir al La designación debe recaer en
partes para elegir mandatario alguna de las personas que
al mandatario menciona el art. 2° de la Ley N°
18.120
Facultades del El mandante tiene libertad Se distingue entre las facultades
mandatario para conferir las facultades ordinarias y extraordinarias
que estime convenientes al
mandatario
Delegación del Requiere autorización del No requiere autorización del
mandato poderdante mandante, pero este puede negar
la facultad de delegar
4.2. Forma en que se constituye el mandato judicial: Para obrar como mandatario se
considerará poder suficiente (art. 6°):
a) El constituido por escritura pública otorgada ante notario u oficial del Registro Civil
a quien la ley confiera esta facultad.
b) El que conste de un acta extendida ante un juez de letras o ante un juez árbitro, y
subscrita por todos los otorgantes.
c) El que conste de una declaración escrita del mandante, autorizada por el secretario
del tribunal que esté conociendo de la causa.
d) Mediante firma electrónica avanzada del mandante, sin que se requiera su
comparecencia personal para autorizar su representación judicial (art. 7° Ley
N° 20.886).
Además, existen otras formas de constituir mandato judicial:
a) La constitución del procurador común (arts. 12 y siguientes).
b) Art. 29 Ley N° 18.092 sobre letras de cambio y pagaré, el endosatario en comisión
de cobranza puede cobrar y percibir judicialmente y tiene todas las atribuciones
propias del mandatario judicial.
c) Art. 54 Ley N° 19.718 sobre defensoría penal pública, el abogado designado tiene
patrocinio y poder suficiente para actuar en favor del beneficiario en los términos
del art. 7° CPC.
4.3. Forma en que se acredita tener el ius postulandi:
a) En el caso del abogado, con el certificado de título profesional.
b) En el caso del procurador del número, con el Decreto Supremo de nombramiento.
c) Los mandatarios designados por la Corporación de Asistencia Judicial lo acreditan
por el certificado que expide la misma corporación.
d) Los estudiantes y egresados de derecho lo hacen mediante la certificación expedida
por la autoridad universitaria pertinente.
4.4. Mandato con administración de bienes: Cuando el mandato sea con administración
de bienes puede conferirse al mandatario la facultad de comparecer en juicio, pero si éste
no fuere abogado habilitado para el ejercicio de la profesión o procurador del número,
deberá delegarlo en una persona que posea alguna de estas calidades (art. 2° inc. 7° Ley N°
18.120).
4.5. Facultades del mandatario:
4.5.1. Facultades ordinarias: Aquellas que comprenden las atribuciones inherentes al
mandato judicial. La ley las confiere al procurador para desenvolver de manera continua y
normal la relación procesal, sin que sea posible al poderdante regularlas a su voluntad.
a) Características:
 Son legales.
 Esenciales.
 Generales.
b) Facultades que confiere: Se autoriza al procurador para tomar parte en el juicio, del
mismo modo que podría hacerlo el poderdante, interviniendo en todos los trámites e
incidentes del juicio y en todas las cuestiones que por vía de reconvención se promuevan,
hasta la ejecución completa de la sentencia definitiva (art. 7° inc. 1°).
c) Delegación de las facultades ordinarias: El mandato judicial puede delegarse, y esa
delegación obliga al mandante a menos que éste haya negado la facultad de delegar. El
delegado no puede a su vez delegar el mandato, no hay delegado del delegado.
e) Limitación de las facultades ordinarias: No pueden limitarse. Las cláusulas en que se
nieguen o limiten las facultades ordinarias son nulas.
4.5.2. Facultades EXTRAORDINARIAS o ESPECIALES: Aquellas que para que
puedan ser ejercidas por el mandatario es preciso que se le confieran expresamente por el
poderdante y para la realización de ciertos actos procesales de carácter dispositivo.
Requieren de mención expresa.
a) Características:
 Son convencionales.
 Son accidentales al poder.
 Son especiales, enumeradas en el art. 7° inc. 2° (enumeración enunciativa).
 Se refieren a actos procesales de carácter dispositivo.
b) Enumeración de las facultades especiales: No se entenderán concedidas al procurador,
sin expresa mención, las facultades de (art. 7° inc. 2°):
 Desistirse en primera instancia.
 Aceptar la demanda contraria.
 Absolver posiciones.
 Renunciar recursos o términos legales.
 Transigir.
 Comprometer.
 Otorgar a los árbitros facultades de arbitradores.
 Aprobar convenios.
 Percibir.
 No lo menciona el art. 7° pero se agregan la conciliación y la novación.
c) Sentido del vocablo sin mención expresa: La doctrina y jurisprudencia han entendido
que se cumple el requisito de la mención expresa de las facultades especiales cuando se
utiliza por el poderdante una expresión genérica, es decir, no es necesario enunciarlas una a
una.
Excepcionalmente, no se requiere mencionar expresamente estas facultades en el caso del
endosatario en comisión de cobranza, pues el art. 29 de la Ley N° 18.092 señala que tiene
todas las facultades del mandatario judicial, comprendidas las extraordinarias.
4.6. Responsabilidad del procurador: Tiene la misma responsabilidad que todo
mandatario (hasta culpa leve), pero además, el legislador le atribuye una responsabilidad
especial de orden procesal en el art. 28: Los procuradores judiciales responderán
personalmente del pago de las costas procesales generadas durante el ejercicio de sus
funciones, que sean de cargo de sus mandantes, sin perjuicio de la responsabilidad de éstos.
4.7. Término del mandato: El mandato judicial en principio termina por las mismas
causales que el mandato civil, señaladas en el art. 2163 CC (ej. desempeño del negocio,
revocación, renuncia, interdicción), con las siguientes salvedades:
a) El mandato judicial no termina por la muerte del mandante (art. 396 y 529 COT).
b) Las causales de expiración del mandato judicial no operan de pleno derecho. Todo
procurador legalmente constituido conservará su carácter de tal mientras en el
proceso no haya testimonio de la expiración de su mandato (art. 10).
c) Si la expiración del mandato se debe a la renuncia del mandatario, éste está
obligado a ponerla en conocimiento del mandante junto con el estado del juicio (art.
10 inc. 2°). Se entiende vigente el mandato hasta que transcurre el término de
emplazamiento contado desde la notificación de la renuncia al mandante, debiendo
dejarse constancia en el proceso de la renuncia, notificación y estado del juicio.
4.8. Pluralidad de mandatarios: En el mandato civil, de acuerdo al art. 2126 CC, puede
haber uno o más mandantes y uno o más mandatarios. Tratándose del mandato judicial,
parte de la doctrina y jurisprudencia lo estimaron improcedente por la discrepancia que
podría presentarse en la actuación de varios mandatarios. Actualmente no se discute esta
facultad a la luz del derecho de defensa garantizado en la Constitución, una persona puede
designar los mandatarios que estime pertinentes.
4.9. Comparecencia sin poder o agencia oficiosa: El Código admite la comparecencia al
juicio de una persona que obre sin poder, en beneficio de otra, con tal que ofrezca garantía
de que el interesado aprobará lo que se haya obrado en su nombre (art. 6°).
El gestor o agente oficioso debe ofrecer una fianza o garantía llamada fianza de rato o de
ratificación, que va a garantizar que el interesado a cuyo nombre se comparece va a ratificar
lo que haga el gestor37. El tribunal, para aceptar la comparecencia, debe calificar las
circunstancias del caso, la garantía ofrecida, y fijar un plazo para la ratificación.
La persona por quien se actúa no tiene la obligación de aceptar las intervenciones del
agente oficioso, y si no ratifica lo obrado dentro del plazo fijado por el tribunal, todo ello
quedará sin valor y la garantía se hará efectiva para responder de los perjuicios causados a
la otra parte.
El agente oficioso debe ser una persona capaz de comparecer ante el tribunal de acuerdo a
la Ley N° 18.120, y si carece de ius postulandi, deberá hacerse representar en la forma
legal.
4.10. Representación judicial de las personas jurídicas: Toda persona jurídica cuenta
con un representante legal y éste se determina conforme a las leyes sustantivas que
reglamentan a la respectiva persona jurídica.
El art. 8° señala que representan legalmente a las personas jurídicas, en el caso de las
sociedades civiles o comerciales, el gerente o administrador de ellas, y en el caso de las
corporaciones o fundaciones, su presidente.
Este representante tiene las facultades generales del mandato judicial del art. 7° inc. 1°
(facultades ordinarias), no obstante cualquier limitación que se establezca en los estatutos o
actas constitutivas, y deben obrar conforme a la Ley N° 18.120.
4.11. Representación de los ausentes: Esta materia se regula en el art. 11, teniendo
presente que, para estos efectos, ausente es la persona que ha abandonado el territorio de la
República.
Cuando exista motivo para temer que una persona se ausente en breve tiempo del país,
puede exigírsele en el carácter de medida prejudicial, que constituya en el lugar donde va a
entablarse el juicio, un apoderado que la represente y responda por las costas y multas en
que eventualmente pueda ser condenado, bajo apercibimiento de nombrársele un curador de
bienes (art. 285).

37
En lo principal: Solicita autorización para actuar como agente oficioso. En el otrosí: Ofrece fiador.
Cuando se trata de una persona ya ausente, hay que distinguir si ha dejado o no constituido
mandato.
Si dejó constituido mandatario, y éste está facultado para contestar demandas, se le notifica
al mandatario y se sigue el juicio con él (art. 11). Si el mandatario no está facultado para
contestar demandas y el ausente tiene domicilio conocido, se le debe notificar la demanda
mediante un exhorto internacional; si no tiene domicilio conocido deberá asumir su
representación el defensor de ausentes.
Si no dejó constituido mandatario y se ignora su paradero, puede solicitarse el
nombramiento de un curador de bienes; si se conoce su paradero, debe notificársele la
demanda mediante el correspondiente exhorto.
4.12. Incumplimiento a la carga de designar mandatario judicial: Si al tiempo de
pronunciarse el tribunal sobre el mandato éste no estuviere legalmente constituido, el
tribunal ordenará su debida constitución dentro de un plazo máximo de 3 días. Extinguido
este plazo y sin otro trámite, se tendrá la solicitud por no presentada para todos los efectos
legales (art. 2 inc. 4º Ley N° 18.120).
5. El Patrocinio:
La ley no sólo impone a los litigantes la carga de conferir su representación a un procurador
para que actúe en su nombre, sino que también les exige designar un abogado patrocinante
en su primera presentación (art. 1° Ley N° 18.120).
Sólo los abogados habilitados para el ejercicio de la profesión pueden asumir el patrocinio.
5.1. Concepto: Es el acto por el cual una persona encomienda a un abogado la defensa de
sus derechos en juicio (art. 528 COT).
La diferencia fundamental con el mandato radica en que a través del patrocinio se
encomienda la defensa de los derechos en juicio y no la representación. Su papel está
limitado a colocar su pericia y conocimientos para obtener un resultado exitoso.
5.2. Forma de cumplir la carga de designar abogado patrocinante: Según el art. 1° inc.
2° de la Ley N° 18.120, esta obligación se entenderá cumplida por el hecho de poner el
abogado su firma, indicando además su nombre, apellidos y domicilio. Sin embargo, el
patrocinio es un contrato consensual que se perfecciona por la mera aceptación, esta norma
sólo establece cuando se entiende cumplida. En la práctica se deja constancia de que se
confiere patrocinio a determinado abogado en un otrosí del primer escrito38.

38
Ejemplo de patrocinio y poder: S.J.L en lo civil de Concepción. Pedro Pica Piedras, blablablá, a US.
respetuosamente digo: Que vengo en designar abogado patrocinante y conferir poder a don XX, abogado
habilitado para el ejercicio de la profesión, domiciliado en blablá, con todas y cada una de las facultades
contempladas en el artículo 7° del Código de Procedimiento Civil, las cuales doy por expresamente conocidas
y reproducidas para todos los efectos legales. POR TANTO, en virtud de lo expuesto y de los artículos 1 y 2
de la Ley N° 18.120, RUEGO A US. tener por conferido patrocinio y poder.
Si no se da cumplimiento a estos requisitos, la presentación no puede ser proveída y se
tiene por no presentada para todos los efectos legales. Las resoluciones que se dicten sobre
este punto no son susceptibles de recurso alguno.
5.3. Naturaleza jurídica del patrocinio: El art. 528 COT señala que el patrocinio es un
mandato y que se halla sujeto a las reglas que el Código Civil establece para este tipo de
contratos. Es consensual.
5.4. Facultades de representación del patrocinante: El patrocinio no origina ni significa
por sí mismo representación; la misión del patrocinante no es sustituir al litigante o
interesado en juicio, sino tener la dirección superior del negocio judicial, esbozar las
presentaciones, preparar las acciones y excepciones, adaptar o acomodar el derecho al caso
concreto que se disputa. En definitiva, es el técnico del derecho, mientras que el procurador
es el técnico del proceso.
El abogado se hace responsable de la marcha y el resultado de la causa, incurriendo en
responsabilidad para con su cliente en el caso de negligencia u otros actos que vayan en su
detrimento o contra sus intereses (obligación de medios).
El Patrocinante puede tomar la representación de su patrocinado en cualquiera de las
actuaciones, gestiones o trámites del juicio. Es una facultad excepcional, pudiendo asumirla
en forma accidental y transitoria.
5.5. Extinción del patrocinio: El abogado conserva el patrocinio y responsabilidad
mientras en el proceso no haya testimonio del cese del patrocinio, el cual puede terminar
por:
a) Renuncia: El abogado Patrocinante, por su mera voluntad, termina el vínculo
representativo. Debe poner su renuncia en conocimiento del patrocinado, junto con el
estado del negocio, y conserva su responsabilidad hasta que haya transcurrido el término de
emplazamiento contado desde la notificación de la renuncia, a menos que se halla
designado con antelación otro Patrocinante.
b) Revocación: Cuando el poderdante pone término al patrocinio constituido por su sola
manifestación de voluntad. La Revocación pude ser expresa, cuando el mandante
manifiesta de manera explícita su voluntad de poner término al vínculo que lo liga con el
Patrocinante; o tácita, cuando proviene de la ejecución de ciertos actos que manifiestan de
manera implícita la voluntad de terminar el patrocinio.
c) Fallecimiento del Patrocinante: En este caso, el interesado debe designar a otro en su
reemplazo en la primera presentación que hiciere, en la forma y bajo la sanción de no
tenerla por presentada.
5.6. Excepciones a la carga de designar Patrocinante: La Ley N°18.120 señala
situaciones excepcionales en que no se precisa la designación de abogado Patrocinante en
el art. 2° inc. 9° (ej. recursos de amparo y protección).
5.7. Paralelo entre mandato y patrocinio:
Patrocinio Mandato
Objeto Defensa de los derechos de las Representación de intereses ante la
partes en juicio justicia
Sujeto activo Sólo puede ser un abogado Puede tener cualquiera de las
calidades que menciona el art. 2° de
la Ley 18.120
Forma de Es consensual y se constituye Se constituye en las formas que
constitución conforme a las normas del indica el art. 6° CPC siendo
mandato civil esencialmente solemne
Estatuto legal Ley N° 18.120 CC, COT y CPC

6. Los Terceros:
6.1. Concepto: Son terceros las personas que sin ser partes directas en el juicio intervienen
en él una vez iniciado por tener interés actual en su resultado, sosteniendo posiciones
armónicas o contradictorias con las de los sujetos directos.
Esta intervención se conoce con el nombre de Tercería39.
6.2. Admisibilidad de la intervención de terceros: La regla general es que se admita la
intervención de terceros sin limitación alguna, se reglamenta en los arts. 22 a 24.
No obstante, en determinados procedimientos se restringe su intervención. Por ejemplo, en
el juicio ejecutivo sólo se permiten las tercerías de dominio, de posesión, de prelación y de
pago. También hay procedimientos en que no se admite la intervención de terceros
absolutamente, lo que es excepcionalísimo (ej. realización de la prenda agraria).
En general, para admitir la intervención de terceros deben cumplirse los siguientes
requisitos:
a) Que el reclamante tenga la calidad de tercero.
b) Existencia de un juicio ya iniciado.
c) Existencia de un interés actual en el juicio. El interés puede ser jurídico o de hecho.
Según el art. 23 se entenderá que hay interés actual siempre que exista comprometido un
derecho y no una mera expectativa, salvo que la ley autorice especialmente la intervención
fuera de estos casos.
6.3. Clases de intervención de terceros: Se excluyen de partida los terceros absolutos o
terceros indiferentes, en tanto, los terceros interesados pueden ser clasificados en:

39
Se incluye en la denominación de intervención procesal todos aquellos casos en que a personas que no eran
inicialmente partes en un proceso, se les permite intervenir en el mismo.
a) Terceros coadyuvantes: Son personas que sin ser partes directas en el juicio intervienen
en él una vez iniciado, por tener interés actual en su resultado, sosteniendo posiciones
armónicas y concordantes con las de una de las partes directas (art. 23 inc. 1°) (ej.
Acreedores de una misma persona, Comuneros).
Se colocan en la misma posición procesal que una de las partes directas, ya sea demandante
o demandado. En este entendido, adquirirá todos los derechos inherentes a la condición de
parte y, por lo tanto, podrá actuar en primera, segunda instancia e incluso interponer
recurso de casación ante la Corte Suprema. Pueden intervenir en cualquier estado del juicio,
respetando todo lo obrado con anterioridad.
Su intervención se somete a un incidente, que de ser acogido, determinará su incorporación
al procedimiento debiendo someterse a la representación por procurador común, sin
perjuicio de poder hacer valer sus derechos en forma independiente.
b) Terceros excluyentes u opositores: Son aquellos que concurren al juicio reclamando un
derecho propio e incompatible con el que pretenden las partes principales (art. 22). Su
situación jurídica es diferente a la de las partes, pues sus intereses son contrarios a ambas.
Acciona contra el demandante y demandado. Se le permite, conforme al art. 16, realizar las
alegaciones y rendir las pruebas que estime convenientes, con independencia de lo que
realicen sus contendores40.
Este tipo de intervención se admite con el fin de evitar juicios sucesivos, por razones de
economía procesal, y además se busca evitar sentencias contradictorias sobre la misma
materia.
c) Terceros independientes: Son los que sostienen un interés propio, independiente y
autónomo del de las partes directas41. En este caso se aplica lo dispuesto en el art. 22 (art.
23 inc. final). Pueden obrar en la forma que más convenga a sus intereses.
6.4. Intervención forzada de terceros en juicio: Es el llamamiento de terceros al pleito en
forma obligada, ya sea a petición del demandante o del demandando cuando se quiere
extender a un tercero los efectos del juicio, así como los de la cosa juzgada (ej. citación por
evicción).
Se suele dar como ejemplo de este caso el art. 21 y la jactancia, pero no corresponde
calificarlas de intervención forzada de terceros, ya que en este caso no se está en presencia
de tercerías sino que es un llamamiento que se hace a personas para que concurran al juicio
en calidad de parte directa.
7. Interrupción de la instancia42:
40
Es una intervención que casi no se da en la práctica, pero podría darse, por ejemplo, en cuestiones relativas
al juicio ejecutivo a través de las tercerías.
41
Ej. En un juicio ejecutivo se embarga por el ejecutante un inmueble de dominio del ejecutado, pero que está
arrendado a un tercero, el arrendatario de ese inmueble es un tercero independiente y puede intervenir en la
ejecución para lograr que se respete su arrendamiento.
42
Cortez se refiere a esta parte de la materia como Sucesión Procesal y señala que se produce en aquellos
casos en que pendiente un proceso, un tercero sucede en su posición procesal al demandante o al demandado
La instancia puede interrumpirse sea que se litigue personalmente o a través de un
representante legal, pudiendo distinguir dos situaciones:
7.1. Fallecimiento de la persona que litiga personalmente: Si durante el juicio fallece
una de las partes que obra por sí misma, quedará suspenso por este hecho el procedimiento,
y se pondrá su estado en noticia de los herederos para que comparezcan a hacer uso de su
derecho en un plazo igual al de emplazamiento para contestar demandas43 (art. 5°).
En este caso, el juicio se suspende de pleno derecho en el día y hora exacta en que la parte
fallece, aun cuando no lo sepa el juez ni la contraparte. Todo lo que se obre con
posterioridad al fallecimiento de la parte que litiga personalmente es nulo.
Si la parte estaba litigando a través de un procurador o mandatario judicial, su muerte es
irrelevante para fines procesales, porque el mandato judicial no se extingue por la muerte
del mandante.
7.2. Término de la representación legal de una persona: Si durante el curso del juicio
termina por cualquier causa el carácter con que una persona representa por el ministerio de
la ley derechos ajenos, continuará no obstante la representación y serán válidos los actos
que ejecute, hasta la comparecencia de la parte representada, o hasta que haya testimonio en
el proceso de haberse notificado a ésta la cesación de la representación y el estado del
juicio. El representante deberá gestionar para que se practique esta diligencia dentro del
plazo que el tribunal designe, bajo pena de pagar una multa de un cuarto a un sueldo vital y
de abonar los perjuicios que resulten (art. 9°).
El representante legal de otro deja de serlo tan pronto como suceden aquellos hechos que en
concepto de la ley sustantiva ponen término a la representación (ej. hijo llega a la mayoría
de edad). En materia procesal se precisa algo más que la simple ocurrencia de esos hechos
para que cese la representación procesal. Se requiere:
a) Que el representado comparezca al juicio ya sea personalmente o a través de un
mandatario.
b) Que en el expediente conste que se haya notificado a ese representado la cesación
de la representación y el estado del juicio. El representante está obligado a gestionar
para que se practique esa notificación dentro del plazo que el tribunal designe.

III. Actuaciones procesales en el Proceso Civil44.


1. Modificaciones introducidas por la Ley N° 20.886:
Esta ley se aplica a todos los tribunales establecidos en el art. 5° inc. 2° y 3° del COT, salvo
a los tribunales militares en tiempos de paz. Entró en vigencia el 18 de diciembre de 2016

por haberse convertido en el titular de los derechos u obligaciones derivados de la relación jurídica litigiosa,
ya sea por sucesión por causa de muerte o por acto entre vivos.
43
Esto si los herederos aceptan la herencia, pues si le repudian se nombrará a un curador de la herencia
yacente quien continuara con el ejercicio de las acciones y defensas judiciales.
44
a. Concepto. Requisitos de existencia y de validez; b. De las resoluciones judiciales. Clases y conceptos
según art. 158 CPC. Requisitos; c. De las calidades de otras resoluciones judiciales.
respecto de las jurisdicciones de las Cortes de Valparaíso, Concepción, San Miguel y
Santiago, rigiendo para las demás desde el 18 de junio de 2016.
Se aplica sólo respecto de las causas iniciadas con posterioridad a la entrada en vigencia de
la ley, entendiéndose por tal la fecha de interposición de la demanda o medida prejudicial.
Desde su vigencia, jueces, auxiliares de la administración de justicia y funcionarios de cada
tribunal están obligados a utilizar y registrar en el sistema informático todas las
resoluciones y actuaciones que se verifiquen en el juicio, las que deben ser suscritas
mediante firma electrónica avanzada.
1.1. La carpeta electrónica: Se forma con los escritos, documentos, resoluciones, actas de
audiencias y actuaciones de toda especie que se presenten o verifiquen en el juicio (art. 29).
Estos antecedentes deben ser registrados y conservados íntegramente en orden sucesivo
conforme a su fecha de presentación o verificación a través de cualquier medio que
garantice la fidelidad, preservación y reproducción de su contenido.
La carpeta electrónica es pública, debe estar disponible en el portal de internet del poder
judicial, salvo que la ley establezca lo contrario o habilite al tribunal para restringir su
publicidad. Las presentaciones cuya eficacia requiere de reserva únicamente serán
accesibles al solicitante hasta que se notifique la resolución recaída en ellas. Ninguna pieza
de la carpeta electrónica podrá eliminarse sin que previamente lo decrete el tribunal que
conoce de la causa (art. 29).
Con la entrada en vigencia de la Ley N° 20.886, se deroga el art. 31, sobre copias, pero se
mantiene la obligación de numerar cada pieza de la carpeta, lo que ahora se hace en forma
automática por el sistema de tramitación electrónica.
1.2. Escritos: Se mantienen los requisitos formales respecto de los escritos (suma, cuerpo,
petición, etc.), pero estos ya no se ingresan por vía del secretario, sino por vía electrónica, a
través del sistema de tramitación electrónica del poder judicial. Para ello, los abogados
deben registrarse.
En casos excepcionales pueden presentarse materialmente por conducto del ministro de fe
respectivo, los cuales serán digitalizados e ingresados a la carpeta electrónica.
Los documentos se acompañarán a través de la entrega de algún dispositivo de
almacenamiento de datos o a través del portal. Aquéllos cuyo formato original no sea
electrónico podrán presentarse materialmente en el tribunal y quedarán bajo custodia del
funcionario o ministro de fe correspondiente.
Cuando un Tribunal requiera la remisión de un expediente original, se enviará la
comunicación de la carpeta electrónica, a la cual deben acceder a través del sistema. Ya no
se envía materialmente el expediente.
2. Formación del Proceso:
2.1. Concepto: El proceso es el instrumento que el legislador pone a disposición de las
partes para hacer valer pretensiones judiciales; y es el instrumento de que se valen los
tribunales para el ejercicio de la jurisdicción.
Desde el punto de vista material, se compone o divide en una sucesión de actos procesales.
Nuestro Código se refiere a ellos como actuaciones procesales, que pueden provenir de
cualquier de los sujetos que intervienen en el proceso, sigue una concepción del proceso
desde el punto de vista material. Es decir, cuando el legislador se refiere a la formación del
proceso, hace alusión a la materialidad del proceso, o formación de la carpeta electrónica o
expediente, en su caso.
Antes de la ley de tramitación electrónica se hablaba de expediente judicial. Estaba
compuesto de todas las actuaciones en papel, con una carátula que la iniciaba. Ahora se
forma una carpeta electrónica en la cual consta el proceso.
2.2. Cómo se compone el expediente o carpeta electrónica: Se forma con los escritos,
documentos, resoluciones, actas de audiencias y actuaciones de toda especie que se
presenten o verifiquen en el juicio (art. 29).
De modo que es necesario precisar cuáles son las piezas que componen el expediente o
carpeta electrónica.
2.3. Los escritos: Son las presentaciones o solicitudes de las partes u otras personas en el
proceso, mediante los cuales se formulan peticiones al tribunal (nunca provienen del juez).
A los escritos se les pueden acompañar documentos.
2.3.1. Requisitos de los escritos:
a) Requisitos comunes o generales: Deben cumplirlos todos los escritos, sin distinción.
 Deben encabezarse por una suma, que indique el contenido o trámite de que se trata
(art. 30 inc. 2°). Si no coincide la suma con el contenido, el juez ordenará que
concuerden o no se tendrá por presentado, o lo devolverá45.
 Deben redactarse en castellano.
 Deben ser firmados por quien provienen. Normalmente llevan la firma del
apoderado o mandatario judicial de la parte que lo presenta, sin ser necesaria la
firma de la parte o del patrocinante, salvo que se trate del escrito en que se
constituye el patrocinio el cual si debe ser firmado por el abogado, y en mandato
judicial debe ser firmado por el mandante.
 Debe indicarse o designarse el tribunal ante el cual se presenta. Basta con indicar su
jerarquía (ej. I. Corte de Apelaciones).
En el sistema antiguo los escritos se firmaban de forma manuscrita, por la persona de quien
proviene el escrito. En el sistema actúan se presentan por vía electrónica y deben ser
firmados por el usuario que está registrado con una clave única en el sistema de tramitación
45
Ej. En lo principal, demanda. En el primer otrosí, acompaña documento con citación. En el segundo otrosí,
patrocinio y poder.
electrónica del poder judicial. Los escritos, en este caso, se entienden suscritos por firma
electrónica simple, es decir, por el simple hecho de subir un escrito al portal, y sin perjuicio
que se puedan firmar con firma electrónica avanzada, de acuerdo a lo que establece el Auto
Acordado de la Corte Suprema del año 2016, que regula la aplicación de la ley de
tramitación electrónica.
b) Requisitos particulares o especiales: Son exigencias establecidas respecto de ciertos y
determinados escritos. Son variables, dependiendo de la naturaleza o importancia del
escrito, pero en general, son exigidos por razones de: (i) certeza jurídica, para que la parte
contraria pueda defenderse oportunamente; (ii) facilita la labor del tribunal y; (iii) delimita
la competencia del juez (ej. enunciación clara y precisa de las peticiones).
2.3.2. Reacción del Tribunal: Siempre que alguna de las partes presenta un escrito, como
acto inmediato viene la dictación de la resolución respectiva del tribunal que recae sobre el
escrito presentado. Para que dicha resolución, que accede o deniega la petición de la arte
que la presenta, surta efecto en el juicio, debe ser notificada por medio del ministro de fe
correspondiente.
El juez debe pronunciarse respecto de todas las peticiones formuladas por las partes en sus
respectivos escritos. Normalmente aparecen resueltos al día hábil siguiente al de su
presentación. Existen casos en que se solicita el despacho inmediato o urgente, esto debe
ser calificado por el juez de la causa.
2.3.3. Cómo se presentan los escritos: Deben ser ingresados electrónicamente en la
Oficina Judicial Virtual. Anteriormente debían presentarse por conducto del secretario,
según indicaba el antiguo art. 33, para ser despachados al mismo día en que se entrega o al
día hábil siguiente.
Actualmente, tanto para la presentación de la demanda como para cualquier escrito, serán
presentados materialmente sólo si la persona no cuenta con los medios tecnológicos
necesarios, pero luego deben digitalizarse e ingresarse a la carpeta electrónica por los
funcionarios competentes (art. 30).
2.3.4. Funciones del Secretario ante la presentación de escritos: El art. 32 dispone que
entregado un escrito al secretario, deberá éste en el mismo día estampar en cada foja la
fecha y su media firma, o un sello autorizado por la respectiva Corte de Apelaciones y que
designe la oficina y la fecha de la presentación. Este sello se conoce como cargo, e indica la
oficina (juzgado) y la fecha de presentación del escrito. Es la única constancia fehaciente
que sirve para demostrar la época de presentación. El secretario debe dar recibo de los
documentos que se le entreguen junto al escrito cuando así lo solicita la parte que lo
presenta.
Esta norma aplica para los escritos presentados en forma material, pues no es necesario en
aquellos ingresados electrónicamente.
Los secretarios letrados de juzgados civiles podrán dictar por sí solos las sentencias
interlocutorias, autos y decretos, providencias o proveídos, salvo cuando ello pudiere
importar poner término al juicio o hacer imposible su continuación. La reposición en contra
de estas resoluciones será resuelta por el juez (art. 33).
2.4. Documentos: Son instrumentos públicos o privados que acompañan las partes al
proceso y que tienen una finalidad esencialmente probatoria en el juicio, para justificar
ciertos hechos, fundamentalmente en apoyo a las alegaciones que formulan (ej. certificados
de nacimiento, escrituras públicas, etc.).
También deben ser ingresados por vía electrónica y si ello no es posible, pueden ser
acompañados materialmente al tribunal. Así, se establece expresamente que los títulos
ejecutivos cuyo formato original no sea electrónico deben presentarse materialmente en el
tribunal, quedando bajo custodia del ministro de fe correspondiente, bajo apercibimiento de
no tener por iniciada la ejecución.
2.5. Resoluciones: Son los actos procesales típicos del tribunal, que contienen sus
pronunciamientos con distintas finalidades. Se pronuncian sobre las cuestiones planteadas o
se dictan para efectos de dar curso al procedimiento y a través de ellas disponer diligencias
o actuaciones (ej. citar a audiencia).
2.6. Actas de audiencia: Son las constancias que deben dejarse en el proceso de la
realización de una audiencia o comparendo, con indicación de los pormenores de lo que
sucedió en aquella audiencia. El acto procesal relevante es la audiencia, el acta es la forma
de acreditar o dejar constancia de su realización y de lo que en ella ocurre.
2.7. Actuaciones de toda especie: Incluye cualquier otra diligencia que compone el
proceso (ej. notificaciones, certificaciones).
2.8. Como se forma materialmente el proceso (expediente o carpeta electrónica):
2.8.1. Orden de agregación de las piezas al proceso y foliación del expediente o carpeta
electrónica: Todas las piezas que deben formar la carpeta electrónica se irán agregando
sucesivamente según el orden de su presentación. El sistema de tramitación electrónica del
Poder Judicial numerará automáticamente cada pieza de la carpeta electrónica en cifras y
letras. Se exceptúan las piezas que, por su naturaleza, no puedan agregarse o que por
motivos fundados se manden reservar fuera del proceso (art. 34).
2.8.2. Custodia de las piezas: Las piezas que se presenten al tribunal se mantendrán bajo
su custodia y responsabilidad. Éstas no podrán retirarse sino por las personas y en los casos
expresamente contemplados en la ley. Corresponderá al tribunal velar por el estricto
cumplimiento de lo establecido en el artículo 393 COT46 (art. 36).
2.8.3. Partes identificadoras del expediente:
a) Todo proceso, expediente o carpeta electrónica, tiene un número de orden o rol que
permite identificar cada uno de ellos. Dicho número se le asigna en la primera
resolución que se dicta.

46
Referido a la labor de los Receptores.
b) Todo expediente tiene una carátula, la tapa donde va identificada la causa. En ella se
indica el número de rol, tribunal que conoce de la causa, nombre y apellido del juez
y del secretario, la materia del juicio y nombres de las partes y sus apoderados.
2.8.4. Eliminación de una pieza del expediente: Ninguna pieza de la carpeta electrónica
puede eliminarse sin que previamente lo decrete el tribunal que conoce de la causa (art 29).
3. Actos Procesales:
El proceso implica un conjunto de actos procesales, que son las distintas diligencias o
actuaciones practicadas por alguna de las personas que intervienen en el juicio, que están
relacionadas entre sí, de modo que cada acto que se realiza en un juicio es un requisito o
condición que establece la ley para el acto que le sigue y en donde la manera de realizar
estos actos constituye el procedimiento.
Cada acto procesal es el presupuesto para el siguiente acto, dentro del orden que establece
la ley, con el fin de la substanciación del proceso, es decir, de la prosecución del juicio
hasta finalizarlo. No es posible nombrar y cuantificar todos los actos de un proceso, pues
son esencialmente variables.
Estos actos forman una cadena en donde están todos relacionados. La ley establece que
algunas de estas actuaciones son indispensables o esenciales para que el proceso se tramite
adecuadamente. Si existe un vicio en alguno de estos actos esenciales, va a repercutir en el
acto siguiente, es decir, se transmite el vicio. Existiendo estas anomalías procesales, debe
analizarse la incidencia de aquel vicio en el proceso (ej. si se pide la nulidad de la
notificación de la demanda, se anulan todos los actos sucesivos).
Siempre hay un acto procesal inicial que abre el proceso, en términos generales es la
demanda, sin perjuicio que puedan existir otras solicitudes previas (ej. medida prejudicial).
Si el proceso se desarrolla normalmente, terminará con la sentencia definitiva de primera o
segunda instancia.
3.1. Concepto: Los actos procesales no están definidos en el Código, sólo se refiere a las
actuaciones judiciales en los arts. 59 y siguientes.
La doctrina los define como actos jurídicos que se realizan en el proceso, ya sea por el
tribunal, por las partes, por terceros o por auxiliares de la administración de justicia y a
través de los cuales el proceso se realiza, produciendo efectos directos e inmediatos en él.
Los actos procesales son demostrativos de una conducta humana y que producen efectos en
el proceso. Se descartan de los actos procesales los hechos de la naturaleza, que sin
embargo puedan tener algún tipo de incidencia en el proceso (ej. trascurso del tiempo,
incapacidad de una persona).
En la realización de cada acto procesal debe respetarse el procedimiento que establece la
ley, cumpliéndose las formalidades legales. Deben llevarse a cabo por las personas
correspondientes, en la oportunidad correspondiente y con las formalidades exigidas. Opera
aquí el principio de preclusión, es decir, para cada acto procesal existe una oportunidad
para ser ejecutado, de lo contrario, cesa esa oportunidad.
3.2. Clasificaciones de los actos procesales:
3.2.1. Considerando el origen del acto o de qué sujeto emana:
a) Actos de parte: Son aquellos actos que emanan de los litigantes, es decir, de las partes
del proceso. Dichos actos se manifiestan fundamentalmente a través de los escritos. Pueden
ser actos de partes directas e indirectas (ej. demanda).
Los actos de las partes pueden estar destinados a obtener una resolución judicial o
destinados a crear una situación procesal (actos de postulación y actos dispositivos).
b) Actos del tribunal: Son todas aquellas actuaciones judiciales y que emanan del órgano
jurisdiccional. Los actos procesales más importantes del tribunal son las resoluciones
judiciales, que son los distintos pronunciamientos del juez en el juicio. Existen cuatro
clases de resoluciones judiciales:
 Sentencia definitiva.
 Sentencia interlocutoria.
 Autos.
 Decretos.
c) Actos de terceros ajenos extraños al juicio: Estos no son partes del juicio, sin
embargo, pueden realizar actuaciones en él (ej. declaraciones de testigos, dictamen de
peritos).
d) Actos de los auxiliares de la administración de justicia: Los auxiliares de la
administración de justicia se regulan en los arts. 350 y siguientes COT. Son de este tipo,
por ejemplo, todas las diligencias relativas a las notificaciones que practica el receptor
judicial; la relación que haga el relator en la Corte; las certificaciones de los secretarios; los
informes de los fiscales judiciales, entre otros.
3.2.2. Considerando la finalidad que persigue la parte: Son denominaciones a que el
Código no se refiere, pero los actos de partes se pueden dividir en:
a) Actos de postulación de parte: Son solicitudes que presentan las partes con la finalidad
de obtener del juez o el tribunal una resolución judicial de un determinado contenido, para
lo cual la parte le proporciona al juez los elementos de juicio para que resuelva, es decir, la
parte debe fundamentar su acto (ej. La demanda es un acto de postulación en que se busca
una sentencia favorable; la contestación busca que se rechace la demanda).
Que el juez disponga o no la resolución especifica que se busca dependerá del
cumplimiento de las formalidades exigidas para el acto y de la fundamentación. Así, la
admisibilidad es la aptitud del acto, dependiente del cumplimiento de ciertos requisitos,
para que su contenido deba ser tomado en consideración por el juez; y la fundabilidad se
refiere a que el contenido del acto sea apropiado para que éste alcance su finalidad.
Dentro de esta clase de actos se distinguen las peticiones, las alegaciones y las aportaciones
de prueba.
b) Actos dispositivos de parte: Se refieren a las actuaciones de las partes que crean ciertas
situaciones procesales. No están dirigidos a obtener una resolución como los anteriores,
sino que son actos que producen efectos jurídicos en el proceso, por sí solos, se bastan así
mismos, y pueden crear, modificar o extinguir determinadas situaciones jurídicas.
Se ejecutan estos actos en virtud de la posibilidad que tienen las partes de disponer de sus
derechos; son los que se denominan actos dispositivos (ej. allanamiento de la demanda,
transacción, conciliación, renuncia, admisión de hechos).
3.3. Requisitos del acto procesal: Para que el acto procesal produzca sus efectos se
establecen requisitos subjetivos (que miran a las condiciones que debe reunir el sujeto),
requisitos de actividad (ej. lugar, tiempo y forma), y requisitos de constancia (que tienen
por objeto dejar un signo de la actuación de modo que pueda ser conocida en un momento
posterior).
3.3.1. Requisitos subjetivos: Atendiendo la aptitud o calidad que debe tener el sujeto que
ejecuta el acto procesal se distinguen distintos requisitos:
a) Actos del tribual:
 Debe estar ejerciendo jurisdicción (estar conociendo de la causa).
 Debe ser competente absoluta y relativamente. Si es incompetente la actuación se
puede anular.
 Debe estar correctamente integrado o conformado, en el caso de los tribunales
colegiados.
b) Actos de los auxiliares:
 Que el funcionario tenga la atribución legal para poder actuar en un determinado
acto, es decir, que se encuentre actuando dentro del ámbito de las funciones que le
han sido conferidas por la ley.
 El funcionario debe estar investido como tal.
c) Actos de parte:
 Cumplir con los requisitos de la capacidad del sujeto. Por los incapaces actúan sus
representantes legales.
 Actuar, en todo caso, debidamente representado procesalmente en juicio, a través de
un mandatario judicial y abogado patrocinante.
d) Actos de terceros:
 Debe estarse a la norma reguladora específica que admite su intervención (ej. la ley
señala inhabilidades para declarar como testigo).
3.3.2. Requisitos de forma del acto procesal: Es la apariencia externa del acto, de qué
modo se manifiesta la voluntad del sujeto que realiza el acto. La ley tiene exigencias
distintas dependiendo de quién emane. De no cumplirse con las formalidades, el acto no va
a producir efectos en el juicio (ej. si las partes no cumplen las formalidades, trae aparejada
la inadmisibilidad del acto).
Las formalidades se exigen con el fin de seguridad y certeza jurídica. Si no se respetan,
habrá vicios de nulidad, en consecuencia, la actuación puede dejarse sin efecto e incluso el
proceso completo, atendiendo a la magnitud del vicio o la importancia del acto en que
incida.
3.3.3. Requisitos de constancia: De toda actuación debe dejarse testimonio fidedigno en la
carpeta electrónica, con expresión del lugar, día, mes y año en que se verifique, de las
formalidades con que se haya procedido y de las demás indicaciones que la ley o el tribunal
dispongan. En los casos de contarse con los recursos técnicos necesarios, podrán registrarse
las audiencias en que participe el tribunal mediante audio digital, video u otro soporte
tecnológico equivalente, el que se agregará a la carpeta electrónica inmediatamente (art.
61).
4. Actuaciones Judiciales:
Las actuaciones judiciales deben cumplir con ciertos requisitos generales de validez, que
reglamenta el Código y se aplican a todos los casos, y además deben cumplir con ciertos
requisitos específicos o propios de algunas actuaciones47.
4.1. Requisitos generales de validez de las actuaciones judiciales:
4.1.1. Deben ser practicadas por el funcionario que la ley señala: Puede tratarse del juez
o auxiliares. La regla general contemplada en el art. 70 es que las actuaciones necesarias
para la formación del proceso debe practicarlas el tribunal que conoce de la causa, salvo las
excepciones que contempla el mismo artículo:
a) Cuando la ley encomiende expresamente a los secretarios u otros ministros de fe (ej.
notificaciones del receptor judicial; relación de los relatores). También es posible,
de acuerdo al art. 33, que los secretarios letrados de juzgados civiles dicten por sí
solos sentencias interlocutorias, autos, decretos y providencias o proveídos, salvo
cuando ello pudiere importar poner término al juicio o hacer imposible su
continuación.
b) Cuando la ley le permite al juez o tribunal delegar sus funciones. En este caso
siempre se requiere una norma legal expresa que lo permita, porque en principio, el
tribunal no puede delegar funciones (ej. el tribunal puede delegar la regulación de
costas en el secretario, art. 140; el secretario puede tomar la absolución de
posiciones, art. 388).

47
A los actos del proceso el Código los denomina actuaciones judiciales. No hay acuerdo en que actuaciones
judiciales sea denominación para las actuaciones realizadas por el tribunal y sus funcionarios, de modo que no
se deben confundir.
c) Cuando las actuaciones judiciales deben ser practicadas fuera del lugar en que se
sigue el juicio, es decir, en otro territorio jurisdiccional, se debe practicar por el juez
que corresponda de acuerdo a las reglas de competencia relativa. En estos casos se
procede a delegar la competencia.
4.1.2. Deben efectuarse en el lugar donde funciona el tribunal: Esta exigencia no está
reconocida en forma explícita, pero debe entenderse que todas las actuaciones judiciales
deben efectuarse en el local en que funciona el tribunal y dentro de su territorio
jurisdiccional, pues el tribunal que conoce de la causa sólo puede ejercer su potestad dentro
de éste territorio.
Con todo, hay ciertos actos que pueden practicarse fuera del local del tribunal, pero en todo
caso dentro de su territorio jurisdiccional, como la inspección personal del tribunal y las
notificaciones.
4.1.3. Deben ser practicadas en días y horas hábiles: La regla general se encuentra en el
art. 59: Las actuaciones judiciales deben practicarse en días y horas hábiles. Son días
hábiles los no feriados. Son horas hábiles las que median entre las 8 y las 20 horas.
El art. 8° del Auto Acordado de la Corte Suprema para la aplicación de la ley de
tramitación electrónica termina por establecer que este requisito es amplio, por cuanto es
válido además para otros sujetos del proceso, como las partes, auxiliares y terceros.
Son días feriados los que las leyes establecen como tales; los días domingos y festivos.
Existen reglas especiales, como para las notificaciones judiciales el art. 60 permite al
tribunal autorizar la habilitación de días y horas inhábiles para su práctica en razón de causa
urgente calificada por el juez.
4.1.4. Debe dejarse constancia fidedigna en la carpeta electrónica de la realización del
acto: Este requisito tiene gran importancia para las partes, para que puedan fiscalizar si la
actuación quedó o no correctamente practicada o ejecutada, con el fin de pedir la nulidad de
la actuación. Lo que no consta en el proceso, no existe.
En el sistema antiguo se exigía dejar constancia escrita en el proceso de la realización de
toda actuación judicial.
Para dejar esta constancia debe expresarse (art. 61):
a) Lugar, día, mes y año en que se verifica. En algunos casos podría agregarse la hora
incluso (ej. comparendo).
b) Formalidades con que se haya procedido.
c) Demás indicaciones que la ley o el tribunal dispongan (ej. constancia del llamado
obligatorio a conciliación).
En los casos de contarse con los recursos técnicos necesarios, podrán registrarse las
audiencias en que participe el tribunal mediante audio digital, video u otro soporte
tecnológico equivalente, el que se agregará a la carpeta electrónica inmediatamente (art. 61
inc. final).
4.1.5. Firma de las actuaciones: Todos los actos procesales deben ser firmados por las
personas que hayan intervenido, las resoluciones y actuaciones del juez, secretario y
auxiliares de la administración, deben ser suscritas mediante firma electrónica avanzada.
4.1.6. La actuación debe ser autorizada por el funcionario que corresponda, siempre
que la ley expresamente lo disponga: La autorización del funcionario a quien corresponda
dar fe o certificado del acto es esencial para la validez de la actuación en todos aquellos
casos en que una ley expresamente lo disponga (art. 61). Autorizar es dar fe de la actuación.
Este funcionario, por lo general, será aquel al cual le corresponda dar fe de la actuación,
normalmente será el secretario del tribunal. Exigida la autorización, si no está, el acto es
nulo.
4.2. Formas en que pueden ser ordenadas, decretadas o autorizadas las actuaciones
judiciales: Existen 3 formas fundamentales, y la importancia de determinarlas es que nos
permite saber el momento en que se puede realizar válidamente una actuación procesal, es
decir, cuándo la diligencia se puede cumplir.
4.2.1. Diligencias con conocimiento de la parte contraria: En este caso, la diligencia o
actuación debe ser ordenada a través de una resolución judicial de manera que frente a la
petición que hace la parte que presenta el escrito en que solicita la diligencia, se requiere
que el juez acceda a ella dictando una resolución que generalmente dirá “como se pide”,
para que la diligencia se pueda ejecutar, y ésta se va a llevar a efecto tan pronto se notifique
legalmente a la parte contraria la resolución que la ordena.
Esta es la forma más frecuente de disponer diligencias en un proceso. Para que produzca
efectos, debe ser notificada legalmente a las partes, es decir, puede llevarse a cabo desde
que se ponga en noticia del contendor lo resuelto (art. 69 inc. final).
4.2.2. Diligencias con citación de la parte contraria: En este caso, cuando una de las
partes pida una diligencia con citación (en los casos que la ley lo establece), el tribunal
ordenará la diligencia dictando una resolución en que indicará “como se pide, con
citación”. En este caso se requiere que la resolución sea notificada legalmente a la parte
contraria, y sólo puede llevarse a efecto la diligencia después de 3 días desde que sea
notificada, ya que dentro de dicho plazo, la parte contraria puede oponerse o deducir
observación (ej. ejecución de sentencias, art. 233; aumento extraordinario para rendir
prueba dentro de la República, art. 336).
La citación no se refiere a la comparecencia de las partes al tribunal sino a una oportunidad
que se le da a la parte contraria para actuar en respuesta a la solicitud.
Art. 69 CPC.- Siempre que se ordene o autorice una diligencia con citación, se entenderá
que no puede llevarse a efecto sino pasados tres días después de la notificación de la parte
contraria, la cual tendrá el derecho de oponerse o deducir observaciones dentro de dicho
plazo, suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta que se resuelva el incidente.
Cuando se mande proceder con conocimiento o valiéndose de otras expresiones
análogas, se podrá llevar a efecto la diligencia desde que se ponga en noticia del contendor
lo resuelto.
En este caso se pueden dar tres situaciones:
a) Que el tribunal resuelva no ha lugar a la diligencia solicitada por la parte.
b) Que el tribunal de lugar a la diligencia, pero que la contraparte se oponga o deduzca
observaciones dentro del plazo de 3 días, generándose un incidente, el cual deberá
ser resuelto por el tribunal. La diligencia en este caso se va a cumplir dependiendo
de lo que el juez resuelva acerca de la oposición formulada, si el juez rechaza la
oposición, la diligencia se va a cumplir una vez notificada la resolución que la
rechaza. Si el juez la acepta, no se podrá cumplir la diligencia.
c) Que el tribunal de lugar a la diligencia y la contraparte no se oponga ni deduzca
observaciones dentro del plazo. Se cumplirá entonces la diligencia.
4.2.3. Diligencias con audiencia de la parte contraria: En este caso, el tribunal no puede
ordenar la diligencia de inmediato, sino que debe oír obligatoriamente a la parte contraria,
debiendo resolver “traslado” y dando un plazo de 3 días para oír a la parte contraria para
que se oponga o haga presente lo que estime pertinente. En este caso, con la petición de la
diligencia se origina de inmediato un incidente, automáticamente. Se debe notificar
legalmente a la parte contraria de la resolución que ordena el traslado y desde ese momento
comienzan a correr los 3 días. Haya o no ésta contestado, resolverá el tribunal la cuestión
si, a su juicio, no hay necesidad de prueba (ej. aumento extraordinario para rendir prueba
fuera de la República, art. 336).
A diferencia de las anteriores, frente a la petición de esta diligencia el juez no la ordena
inmediatamente, sino que se origina el incidente.
4.2.4. Precisiones:
a) Si la ley no dice cómo debe disponerse una diligencia, se entiende que debe hacerse
con conocimiento de la parte contraria.
b) Algunos autores indican que podría existir una cuarta forma de disponer diligencias:
de plano, es decir, sin sujetarse a una tramitación determinada ni oír a la parte
contraria, cuestión que en nuestro ordenamiento prácticamente no se da.
c) En el caso que una diligencia deba ser cumplida en otro territorio jurisdiccional
distinto al del juez que conoce del juicio, este la ordenará, pero debido al principio
de la territorialidad procede la delegación de competencia al tribunal
correspondiente a través de un exhorto.
4.3. Los exhortos: Son comunicaciones que se dirigen los tribunales de distintos territorios
jurisdiccionales ente sí, en virtud de las cuales un tribunal que está conociendo de una causa
(tribunal exhortante), le encarga la práctica de una o más diligencias determinadas a otro
tribunal (tribunal exhortado) de distinto territorio jurisdiccional para que éste último ordene
su cumplimiento.
En otras palabras, es aquella comunicación que envía un tribunal a otro, solicitándole que
practique u ordene practicar, dentro de su territorio jurisdiccional, un determinado acto
procesal.
En todo exhorto se distinguen dos tribunales:
a) Tribunal exhortante, es el que envía la comunicación y que está conociendo del
juicio.
b) Tribunal exhortado, es el tribunal de distinto territorio jurisdiccional y que debe
cumplir el encargo que hace el tribunal exhortante, de acuerdo a las atribuciones
otorgadas en el exhorto. Si el tribunal se excede, se anula.
La ley de tramitación electrónica ha modificado su regulación, actualmente toda
comunicación que se dirija de un tribunal a otro deberá ser conducido por medio del
sistema electrónico y sólo si no fuere posible, por el medio más expedito (ej. correo
electrónico).
4.3.1. Contenido del exhorto: Según el art. 71, la comunicación debe ser suficiente, y para
ello debe contener los escritos, resoluciones y explicaciones necesarias; y el tribunal
exhortado debe ordenar el cumplimiento del exhorto en la forma que en la comunicación se
indique, sin poder decretar otras gestiones que las necesarias para darle curso.
La parte interesada debe solicitar el exhorto en la forma que corresponda (ej. que se oficie
al tribunal de Talca para que declaren los testigos xxx, e insertando las siguientes piezas del
proceso: copia de la demanda, resolución, lista de testigos, etc.), de modo que la diligencia
se pueda cumplir eficientemente.
El exhorto debe ser firmado por el juez (firma electrónica avanzada); si el tribunal es
colegiado, lo firma el presidente.
Además, se debe indicar quien es la persona que se encargará de su cumplimiento (art. 73).
Esto se conoce como diligenciamiento del exhorto, la parte que pide el exhorto debe
establecer quien lo tramitará, pues el tribunal exhortado sólo se limita a dar la orden en la
forma que establece la comunicación para darle cumplimiento. Debe tratarse de una
persona con ius postulandi.
4.3.2. Clasificación de los exhortos:
a) Según la nacionalidad de los tribunales que intervienen: Existen exhortos nacionales
e internacionales. Los exhortos nacionales se dirigen entre tribunales chilenos y se tramitan
según indica el art. 75: toda comunicación para practicar actuaciones fuera del lugar del
juicio será dirigida, sin intermedio alguno, al tribunal o funcionario a quien corresponda
ejecutarla, aunque no dependa del que reclama su intervención; y debe ser conducida por
vía del sistema de tramitación electrónica del poder judicial (art. 77).
Los exhortos internacionales son aquellos que dirige un tribunal chileno a uno extranjero o
viceversa. El exhorto extranjero dirigido a un tribunal chileno debe legalizarse en Chile y
traducirse, se tramita por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores y luego la Corte
Suprema. Si el exhorto es chileno dirigido a un tribunal extranjero, se dirige primero a la
Corte Suprema y luego al Ministerio.
b) Según la cantidad de tribunales que intervienen en el exhorto: El exhorto común es
la comunicación entre dos tribunales; y el exhorto circulante o ambulante, es aquel en que
existen varios tribunales exhortados (art. 74). Es poco común en la práctica, pero puede
darse en los casos en que las diligencias se deben cumplir sucesivamente entre los distintos
tribunales exhortados.
5. Requisitos del tiempo u oportunidad de los actos procesales:
El proceso es una sucesión de actos procesales, por tanto, se debe precisar el marco en el
cual se deben ejecutar y su oportunidad; esta puede estar referida a un plazo o a un término,
los que son distintos sin perjuicio que el Código se refiera a ellos indistintamente (la regla
general son los plazos, los términos son pocos).
5.1. Conceptos:
a) Término: Es un momento preciso en el cual el acto procesal debe realizarse y que está
determinado por un día y hora especifico (ej. en el juicio sumario, la contestación de la
demanda se realiza en la audiencia del 5to día hábil contado desde que se notifica a la
última de las partes).
b) Plazo: Es el tiempo que fija la ley, una resolución judicial o el convenio de las partes,
para el ejercicio de un derecho dentro del proceso o para la ejecución de un acto procesal
(ej. emplazamiento).
Para efectos del cómputo de plazos se aplican los arts. 64 a 68 del Código Civil,
complementadas con los arts. 64 y siguientes CPC.
5.2. Clasificación de los plazos:
5.2.1. Considerando la fuente u origen del plazo:
a) Plazo legal: Es el que establece la ley. Constituyen la regla general (ej. término de
emplazamiento, término probatorio).
b) Plazo judicial: Es el que fija o determina el juez que conoce del proceso mediante una
resolución judicial y siempre que esté facultado por ley para fijar el plazo (ej. plazo para
evacuar informes).
En relación a los plazos judiciales está la “rebeldía de plazo”, que es la resolución que dicta
el tribunal, de oficio o a petición de parte, al vencimiento de un plazo judicial, cuando el
acto procesal no se ha ejecutado dentro de dicho plazo y a través de la cual se tiene por
cumplido el acto o evacuado en rebeldía, para lo cual el juez deberá proveer lo que
convenga para la prosecución del juicio (art. 78).
c) Plazo convencional: Es aquel que emana del acuerdo de las partes en los casos que la
ley lo permite (ej. plazo para suspender el procedimiento de común acuerdo, art. 64).
5.2.2. Considerando el momento de inicio del plazo: Es decir, desde cuando comienza a
correr el plazo, el art. 65 distingue entre:
a) Plazo individual: Es aquel que comienza a correr separadamente para cada parte desde
el momento de su respectiva notificación. Constituyen la regla general (ej. apelación de la
sentencia definitiva).
b) Plazo común: Es aquel que comienza a correr conjuntamente o indistintamente para
todas las partes del proceso, desde la fecha de la última notificación de la resolución
respectiva a alguna de las partes, de modo que termina para todas las partes en el mismo
momento (ej. término probatorio ordinario). Inicia o termina para todas las partes en un
mismo momento. La ley debe disponerlo expresamente.
5.2.3. Considerando el momento en que precluye el derecho que debió ejercerse
dentro del plazo: De acuerdo a lo que señala el art. 64 los plazos son:
a) Plazo fatal: Es aquel a cuyo vencimiento precluye o se extingue por esta sola
circunstancia la posibilidad de la parte para ejercer un derecho o ejecutar un acto que debió
haberse realizado durante la duración del referido plazo. La preclusión se produce por el
sólo vencimiento del plazo.
Los plazos que señala el CPC son fatales, cualquiera sea la forma en que se exprese, salvo
los establecidos para las actuaciones propias del tribunal (ej. plazo para contestar la
demanda).
b) Plazo no fatal: Es aquel a cuyo vencimiento no se extingue la posibilidad de ejercer el
derecho o de ejecutar el acto. En este caso, se pueden ejercer hasta que el tribunal no
resuelva tener por evacuado o por cumplido el trámite, en rebeldía de la parte, a petición de
la parte interesada. Los plazos judiciales son no fatales.
La declaración del juez de que el plazo precluyó para la parte puede hacerse de oficio (raro)
o a petición de parte. Mientras no se efectúe, la parte puede ejercer su derecho aunque el
plazo esté vencido.
5.2.4. Atendiendo a la unidad de tiempo del plazo: Esta clasificación tiene importancia
para determinar el cómputo del plazo y la posibilidad de su suspensión.
a) Plazo de días: Es la regla general, y de acuerdo al art. 66 son discontinuos, es decir, se
entienden suspendidos durante los feriados. En otras palabras, los plazos de días son de días
hábiles.
b) Plazos de meses: Son aquellos que se cuentan mes a mes, sin importar la cantidad de
días que tengan los meses que abarcan, siempre será el mismo día de cada mes (ej. si es de
3 meses y empieza el 3 de marzo, termina el 3 de junio). Los plazos de meses son
continuos, no se suspenden pues el Código dice que sólo los plazos de días se suspenden
(ej. plazo para declarar abandono de procedimiento, 6 meses).
c) Plazo de años: Son continuos y excepcionales (ej. plazo para demandar48).
5.2.5. Según si admiten o no suspensión:
a) Plazo continuo: Es aquel que corre ininterrumpidamente, es decir, se cuenta en días
hábiles e inhábiles. Los plazos continuos constituyen la regla general en materia civil en
virtud del art. 50 CC.
b) Plazos discontinuo: Se interrumpe durante los días inhábiles. Son la regla general en
materia procesal civil.
Art. 66 CPC.- Los términos de días que establece el presente Código, se entenderán
suspendidos durante los feriados, salvo que el tribunal, por motivos justificados, haya
dispuesto expresamente lo contrario.
5.2.6. Considerando si el plazo puede extenderse más allá de su duración: El plazo
puede ser prorrogable o improrrogable. Es prorrogable el plazo que se puede extender más
allá de la época de su vencimiento natural, y siempre que el juez lo ordene, pues ningún
plazo se prorroga automáticamente.
La ley sólo admite la prórroga de los plazos judiciales; y para que opere deben cumplirse
las condiciones establecidas en el art. 67:
 La parte interesada debe solicitarlo expresamente, antes del vencimiento natural del
plazo.
 Que se alegue justa causa, la cual se apreciará prudencialmente por el tribunal.
5.3. Cómputo de los plazos: El art. 48 CC señala que todos los plazos, cualquiera sea su
unidad de tiempo, deben ser completos, es decir, para su cómputo debe considerarse como
día inicial el día siguiente al de la notificación; y que los plazos correrán hasta la
medianoche del último día del plazo, por lo que hasta ese momento puede ejercitarse el
correspondiente derecho o facultad.
5.4. La rebeldía: Se regula en los arts. 78 y siguientes. La rebeldía es la única forma que se
establece para que opere la preclusión en los términos no fatales.
Art. 78 CPC.- Vencido un plazo judicial para la realización de un acto procesal sin que
éste se haya practicado por la parte respectiva, el tribunal, de oficio o a petición de parte,
declarará evacuado dicho trámite en su rebeldía y proveerá lo que convenga para la
prosecución del juicio, sin certificado previo del secretario.
Es la declaración de pérdida del ejercicio de un derecho de que se trata en el proceso, a fin
de poder impulsar su desarrollo hasta lograr el pronunciamiento de la sentencia definitiva.
Se define también como la resolución del tribunal, de oficio o a petición de parte, al
vencimiento de un plazo judicial, cuando el acto procesal no se ha ejecutado dentro de
dicho plazo y a través de la cual se tiene por cumplido el acto o por evacuado dicho trámite.

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Se dice que es así por la prescripción.
Como los plazos judiciales no precluyen por su sólo vencimiento, se requiere la declaración
de rebeldía para la prosecución del juicio, de modo que el juez da por cumplido el trámite,
permitiendo continuar con el trámite siguiente.
La rebeldía solo procede respecto de las partes, no del tribunal, terceros o auxiliares. El
hecho de seguirse en juicio en rebeldía de una de las partes no significa que exista sólo una
parte.
En la práctica es común que se pida la declaración de rebeldía respecto de una actuación
con plazo legal, como la contestación de la demanda, pero no es necesario hacerlo, pues
precluye con el vencimiento del plazo, pero se hace a fin de acelerar la consecución del
proceso.
Los efectos de la rebeldía son distintos según se trate de la primera o segunda instancia:
a) En primera instancia sólo tiene efectos particulares, por tanto, debe acusarse la
rebeldía respecto de cada trámite.
b) En segunda instancia, antes de la modificación introducida por la ley 20.886, tenía
efectos generales, de modo que ante la incomparecencia del apelado no era
necesario notificarle las resoluciones que se dictaren, pudiendo este comparecer en
cualquier estado del recurso. Actualmente no existe la carga de comparecer en
segunda instancia, derogándose la rebeldía como sanción por incomparecencia del
apelado y la figura de la deserción del recurso de apelación.
Se discute que ocurre respecto del demandado si no comparece al juicio donde el
demandante ha prorrogado tácitamente la competencia y éste se sigue en su rebeldía:
a) Para algunos debe entenderse que el rebelde ha prorrogado tácitamente la
competencia.
b) Para otros, el demandado rebelde no ha consentido en la prórroga de competencia
puesto que se exige para la prórroga tácita que se apersone en juicio y realice alguna
gestión que no sea la de reclamar la incompetencia del juez.
Por otro lado, según algunos la rebeldía del demandado después de notificada la demanda
implicaría una suerte de contestación ficta en que el demandado estaría negando todos los
hechos contenidos en la demanda; otros señalan que no puede atribuírsele dicho efecto a la
inactividad del demandado. La postura que se adopte tendrá importancia a la hora de
determinar los puntos sobre los cuales debe recaer la prueba.
6. Las Resoluciones Judiciales:
Son los actos procesales que realiza o ejecuta el tribunal, con el objeto de resolver
peticiones planteadas por las partes, o bien, de disponer medidas procesales o diligencias.
De manera que podemos ver una doble finalidad de las resoluciones judiciales según se
trate de actos de decisión o de ordenación.
El Código no da una definición general de ellas, pero las clasifica en el art. 158.
6.1. Clasificaciones:
6.1.1. Atendiendo al contenido de la resolución:
a) Resoluciones de ordenación procesal: Son aquellos pronunciamientos que dicta el
tribunal y que están referidos a la tramitación formal del proceso, disponen medidas
procesales o diligencias, sirven para sustanciar el proceso y no resuelven cuestiones de
fondo (ej. traslado, resolución que recibe la causa a prueba).
b) Resoluciones que recaen sobre el objeto del proceso: Son aquellos pronunciamientos
que resuelven cuestiones planteadas por las partes, sea principal o accesoria.
6.1.2. Atendiendo a la nacionalidad del tribunal que pronuncia la resolución: Se
distinguen resoluciones dictadas por tribunales chilenos y resoluciones dictadas por
tribunales extranjeros. Esta distinción tiene importancia a efectos del procedimiento de
ejecución de la resolución, en el caso de las resoluciones dictadas por tribunales
extranjeros, debe intervenir la Corte Suprema.
6.1.3. Atendiendo a la instancia: Existen resoluciones de única instancia, de primera
instancia y de segunda instancia. Las sentencias de segunda instancia pueden a su vez ser
confirmatorias, revocatorias o modificatorias.
Esta clasificación tiene importancia a efectos de los requisitos que deben contener y los
recursos que proceden.
Recordar que instancia es el grado de conocimiento y resolución que permiten la revisión
judicial, tanto del contenido fáctico como jurídico del conflicto. En nuestro proceso civil la
doble instancia es la regla general.
6.1.4. Clasificación legal: Según el art. 158 las resoluciones judiciales se clasifican en
sentencias definitivas, sentencias interlocutorias, autos y decretos.
Esta clasificación repercute en los siguientes aspectos:
a) Para determinar los requisitos de cada una de las resoluciones, tanto en su forma
como en su contenido.
b) Para determinar la procedencia de los recursos procesales que pueden utilizarse en
cada caso para impugnar la resolución. Respecto del recurso de apelación, también
determina la forma en que conocerá el tribunal superior.
c) Para determinar, tratándose de tribunales colegiados, el número de ministros que
deben dictarlas.
d) En los juzgados civiles, los secretarios letrados podrán dictar por sí mismos
sentencias interlocutorias, autos y decretos, siempre que no importe ponerle término
al juicio o hacer imposible su continuación (art. 33).
e) Para determinar los efectos que producen las resoluciones, particularmente la cosa
juzgada y el desasimiento.
f) Para determinar la forma en que se debe notificar la resolución.
6.1.5. Atendiendo a la naturaleza del objeto procesal:
a) Sentencias declarativas: La resolución se pronuncia sobre un determinado derecho
subjetivo o relación jurídica concreta, reconociendo su existencia o inexistencia en
respuesta a la parte procesal que insta su tutela.
b) Sentencias constitutivas: Se dirigen a establecer, modificar o extinguir un determinado
estado, relación o situación jurídica.
c) Sentencias de condena: Implican una determinada orden dirigida a una obligación
consistente en dar, hacer o no hacer alguna cosa. Estas sentencias, cuando su cumplimiento
no es voluntario por el condenado, hacen necesaria la iniciación del procedimiento
ejecutivo.
6.1.6. Otras clasificaciones:
a) Sentencias de término: Es aquella sentencia definitiva o interlocutoria que pone fin a la
última instancia que corresponde al juicio de que se trata, de manera que si la sentencia se
pronunció en única instancia, ésta es la sentencia de término; si existe segunda instancia, es
la sentencia de segunda instancia la sentencia de término (no se considera la casación49).
b) Sentencias firmes o ejecutoriadas: Son aquellas sentencias inmodificables, cuya
decisión resulta inamovible, ya que no es posible impugnarlas y, en consecuencia, la
decisión se debe cumplir, debido a que está firme y produce cosa juzgada.
Por firmeza de una resolución se entiende la cualidad consistente en la imposibilidad de que
sea revocada y sustituida por otra, ya porque legalmente no se otorgue recurso contra la
resolución, ya porque, siendo legalmente recurrible, no se recurra o se recurra fuera del
plazo establecido o en forma indebida.
El art. 174 indica el momento en que una sentencia queda firme o ejecutoriada:
 Si no procede recurso alguno en contra de la sentencia, se entenderá firme o
ejecutoriada desde que se haya notificado legalmente a las partes.
 Si proceden recursos en su contra y se han hecho valer, la sentencia va a quedar
ejecutoriada una vez que terminen los recursos deducidos y se notifique el decreto
que mande a cumplir la resolución.
 Si proceden recursos en su contra y no se hicieron valer por las partes, la resolución
va a quedar firme y ejecutoriada desde que transcurran íntegramente todos los
plazos para la interposición de dichos recursos, sin que se hayan hecho valer por las
partes, y el secretario del tribunal haya certificado este hecho, considerándose firme
desde aquel momento sin más trámite.
c) Sentencias que causan ejecutoria: Son aquellas que sin estar firmes se pueden ejecutar,
no obstante existir recursos pendientes en su contra y que han sido deducidos. Constituyen
49
El Código no indica si las sentencias que resuelven la casación son interlocutorias o definitivas, de manera
que es una resolución judicial que falla o resuelve un recurso de casación, sea de forma o de fondo; y es
importante, porque no es una sentencia definitiva, la casación no constituye instancia.
una situación excepcional, pues lo normal es que se pueda ejecutar una sentencia desde que
se encuentre firme o ejecutoriada (art. 175).
La particularidad de estas ejecuciones es que tienen el carácter de provisional, ya que no se
trata de una decisión inamovible. El cumplimiento de estas resoluciones queda supeditado a
lo que se resuelva en los recursos, es decir, es un cumplimiento condicionado a lo que se
vaya a fallar en el recurso que está pendiente (ej. cuando se concede la apelación en el solo
efecto devolutivo; el recurso de casación).
6.2. Sentencias definitivas: Es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia,
resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio (art. 158 inc. 2°).
6.2.1. Requisitos: Para que una resolución pueda calificarse como sentencia definitiva debe
reunir dos requisitos copulativos:
a) Poner fin a la instancia (única, primera o segunda instancia).
b) Que resuelva la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio50.
6.2.2. Clasificación: Atendiendo a la instancia, las sentencias definitivas pueden ser de
única, primera o segunda instancia.
A su vez, las sentencias definitivas de segunda instancia se pueden clasificar en:
 Confirmatorias: Son las que mantienen la decisión de la resolución de primera
instancia sin ninguna modificación.
 Modificatorias: Son aquellas que introducen cambios a la decisión que contiene la
sentencia apelada, pero manteniendo la decisión (ej. aumenta el monto de la
indemnización de perjuicios).
 Revocatorias: Aquellas que deciden en sentido contrario con lo que está resuelto en
la resolución apelada.
Esta clasificación es importante pues el art. 170 distingue el contenido y requisitos que
deben cumplir.
6.3. Sentencias interlocutorias: Es sentencia interlocutoria la que falla un incidente del
juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las partes, o resuelve sobre algún
trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o
interlocutoria (art. 158 inc. 3°).
Estas sentencias se pueden clasificar desde dos puntos de vista:
6.3.1. De acuerdo al art. 158 inc. 3°:
a) Aquella que falla un incidente del juicio estableciendo derechos permanentes en
favor de las partes: Se trata de derechos definitivos que no se modifican en el proceso (ej.
50
Por ello no son sentencias definitivas, por ejemplo, la que declara el abandono del procedimiento o acoge la
excepción de incompetencia del tribunal, pues no resuelven la cuestión objeto del pleito; por otro lado, existen
sentencias que si bien resuelven el fondo, no son sentencias definitivas, como la sentencia de reemplazo que
se dicta al acoger el recurso de casación en el fondo.
la resolución que resuelve un incidente de nulidad procesal; incompetencia del tribunal; la
que acepta el desistimiento de la demanda; la que declara el abandono del procedimiento).
Son llamadas sentencias interlocutorias de primer grado.
b) Aquella que resuelve sobre algún trámite del juicio que sirve de base para el
pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria: No puede resolver sobre
cualquier trámite porque sería un decreto (ej. resolución que recibe la causa a prueba; cita a
las partes a oír sentencia; la que ordena el embargo de los bienes del deudor). Son llamadas
sentencias interlocutorias de segundo grado.
6.3.2. Según la procedencia del recurso de casación:
a) Interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su continuación: Si pone
término al juicio hace extinguir la acción y produce cosa juzgada (ej. resolución que acepta
el desistimiento; declaración de abandono de procedimiento). Que haga imposible su
continuación implica que la acción dentro del mismo juicio no se puede seguir proveyendo
pero si en otro (ej. incompetencia del tribunal). El recurso de casación procede respecto de
este tipo de sentencias.
b) Interlocutoria que no pone término al juicio o hace imposible su continuación: No
procede recurso de casación (ej. la que recibe la causa a prueba).
6.4. Autos: Son resoluciones que resuelven incidentes que no establecen derechos
permanentes en favor de las partes, es decir, sobre derechos transitorios o variables dentro
del proceso (ej. resolución que resuelve sobre alimentos provisorio; la que concede una
medida precautoria).
Se distinguen de los decretos por cuanto resuelven incidentes; de las sentencias
interlocutorias de primer grado en cuanto no establecen derechos permanentes; y de las
sentencias interlocutorias de segundo grado pues no resuelven trámites que sirvan de base
en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria.
6.5. Decretos: Se llama decreto, providencia o proveído el que, sin fallar sobre incidentes o
sobre trámites que sirvan de base para el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo por
objeto determinar o arreglar la substanciación del proceso (art. 158 inc. final).
Se entienden por providencias de mera sustanciación las que tienen por objeto dar curso
progresivo a los autos, sin decidir ni prejuzgar ninguna cuestión debatida entre partes (art.
70 COT) (ej. resolución que tiene por acompañado un documento; traslado).
Así, son dos aspectos los que caracterizan a los decretos: sólo tienen por objeto dar curso
progresivo a los autos y no prejuzgan ni deciden cuestión alguna debatida entre partes.
6.6. Requisitos de las resoluciones judiciales:
6.6.1. Requisitos comunes: El art. 169 señala que toda resolución, de cualquiera clase que
sea deberá:
a) Expresar en letras la fecha y lugar en que se expide.
b) Llevar al pie la firma electrónica avanzada del juez o jueces que la dicten o
intervengan en el acuerdo51. Cuando después de acordada una resolución y siendo
varios los jueces se imposibilite alguno de ellos para firmarla, bastará que se
exprese esta circunstancia en el mismo fallo.
Por su parte, el art. 61 indica que de toda actuación deberá dejarse testimonio fidedigno en
la carpeta electrónica, con expresión del lugar, día, mes y año en que se verifique, de las
formalidades con que se haya procedido, y de las demás indicaciones que la ley o el
tribunal dispongan.
6.6.2. Requisitos particulares de cada tipo de resolución:
a) Primera resolución que se dicte en la causa52: Sin importar el carácter o naturaleza de
esta resolución, se debe indicar:
 Número de rol o de orden del proceso (art. 51). Este sirve para identificar el proceso
y figura con dicho número hasta terminada, importa para efectos de realizar la
notificación del Estado Diario.
 La cuantía del juicio. Esto no siempre se cumple, no es obligatorio; en el juicio
ordinario interesa la cuantía para determinar el procedimiento aplicable.
b) Decretos: Deben indicar señalar concretamente cuál es el trámite o diligencia que se
dispone en la resolución y en virtud del cual se va a dar curso progresivo a los autos (ej. por
interpuesta la demanda, traslado).
c) Autos:
 Deben contener la decisión del incidente promovido (art. 171).
 Debe cumplir con los requisitos n° 4 y 5 del art. 170 sobre sentencias definitivas, en
cuanto la naturaleza del negocio lo permita (art. 171): deben contener las
consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia y la
enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a
los cuales se pronuncia.
 Se debe cumplir con el art. 144 sobre regulación de costas del incidente.
 Nombre del juez que dictó el fallo. Tratándose de tribunales colegiados se debe
dejar constancia de quienes dictan la resolución; si alguno de los ministros tiene una
opinión disidente; y la indicación del ministro redactor.
d) Sentencias interlocutorias:
 Aquellas que resuelven incidentes estableciendo derechos permanentes en favor de
las partes deben cumplir los mismos requisitos de los Autos.

51
Por estar suscrita la resolución con firma electrónica avanzada, no se requiere la autorización del secretario
(en el sistema antiguo la firma era manuscrita), salvo que la ley expresamente lo disponga (lo que señala el
art. 61).
52
No es una resolución independiente, sino que estos requisitos deben darse de la primera, podrá ser por
ejemplo aquella que acoge a tramitación la demanda o la que apercibe al demandante para constituir poder.
 Para las que se pronuncian sobre trámites que deben servir de base para el
pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria se debe determinar en
cada caso qué requisitos particulares exige la ley, los que serán variables (ej. los
requisitos de la resolución que recibe la causa a prueba están en el art. 318).
e) Sentencias definitivas: En general, deben cumplir diversos requisitos especiales,
dependiendo del tipo de sentencia definitiva del que se trate.
 Deben cumplir con los requisitos dispuestos en el art. 170, cuyo cumplimiento varía
dependiendo si se trata de sentencias de primera o segunda instancia; y las de
segunda instancia según si son confirmatorias, modificatorias o revocatorias, y si ha
cumplido o no la sentencia de primera instancia con todos los requisitos del art. 170.
 Deben cumplir los requisitos del auto acordado de la Corte Suprema sobre la forma
de sentencias definitivas del año 1920. Si se omite un requisito que está considerado
únicamente en el auto acordado y no en el art. 170, no es motivo para recurrir de
casación en la forma.
 Debe contener la regulación de las costas del juicio, es decir, si hay condena en
costas o si se exime del pago de las mismas (art. 144). Las costas pueden ser
personales y procesales, las últimas deben tasarse.
 Las sentencias dictadas por tribunales colegiados deben dejar constancia nominativa
de quienes intervinieron en la resolución, de la circunstancia de existir una opinión
disidente, y del ministro redactor del fallo según el turno.
6.7. Estudio particular de los requisitos del art. 170:
6.7.1. Sentencias definitivas de primera instancia y de única instancia: De no cumplirse
con los requisitos del art. 170 la sentencia es anulable vía casación. Una sentencia definitiva
consta de 3 partes:
a) Parte expositiva: Es eminentemente narrativa del asunto que debe resolverse, de la
cuestión que es objeto del juicio y quienes son parte en el asunto. Debe señalarse:
 La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio (art.
170 N° 1). Frente a errores en este aspecto procedería el recurso de aclaración.
 La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y de
sus fundamentos (art. 170 N° 2).
 Igual enunciación de las excepciones o defensas alegadas por el demandado (art.
170 N° 3).
Estos requisitos dan cuenta de la competencia que tiene el tribunal para conocer y resolver
lo que ha dicho el demandante en su demanda y el demandando en su contestación,
estableciendo un marco de competencias específicas del cual el juez no puede salirse, sin
perjuicio de otros escritos.
b) Parte considerativa: Contiene la fundamentación y motivación de la sentencia, es decir,
los razonamientos del tribunal sobre los hechos y el derecho invocado. Esta parte dice
relación con el principio de inexcusabilidad.
Algunos autores distinguen la fundamentación y la motivación, señalando que fundar la
sentencia implica referirla a normas jurídicas concretas, y motivar es hacer una apreciación
critica de las cuestiones planteadas.
En esta parte se exige señalar:
 Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia
(art. 170 N° 4).
 La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con
arreglo a los cuales se pronuncia el fallo (art. 170 N° 5).
En esta parte se determinará si la sentencia es o no ajustada a derecho, y
consecuencialmente si puede ser recurrida. En cuanto a los considerandos hay que
diferenciar:
 Si existen considerandos erróneos en la sentencia (contra el ordenamiento), podrá
ser enmendada o revocada por medio del recurso de apelación, pero no puede ser
anulada, ya que la sentencia tiene considerandos aunque sean erróneos.
 Si los considerandos son insuficientes o no existen, se estaría infringiendo los
requisitos del art. 170, procediendo el recurso de casación en la forma. La existencia
de una contradicción de importante magnitud puede llevar a que los diversos
considerandos se neutralicen y eliminen recíprocamente, entendiéndose en este caso
que ellos faltan.
c) Parte resolutiva: Según el art. 170 N° 6 debe contener: La decisión del asunto
controvertido. Esta decisión deberá comprender todas las acciones y excepciones que se
hayan hecho valer en el juicio; pero podrá omitirse la resolución de aquellas que sean
incompatibles con las aceptadas.
El juez resuelve la cuestión que es objeto del pleito, en concordancia con la parte
considerativa. En el caso de existir contradicción entre la parte considerativa y resolutiva,
se entiende que los considerandos son insuficientes, siendo procedente el recurso de
casación en la forma.
La decisión debe contener todas las acciones y excepciones hechas valer en el juicio, pero
pueden omitirse aquellas incompatibles con las aceptadas, dejando constancia de aquello.
Si se fallan acciones o excepciones incompatibles, dicha decisión constituye una falta al
170 N° 6.
Aquí se aplica el principio de la congruencia, en cuanto a lo que se resuelve en la sentencia
debe ser concordante con las alegaciones y fundamentos de las partes, debido al principio
dispositivo. Importante en este aspecto es el artículo 160 que prescribe que el juez debe
resolver en conformidad al mérito del proceso.
Para esto existen reglas de congruencia:
 El tribunal debe considerar sólo aquellas acciones o pretensiones que se hicieron
valer dentro de la oportunidad que establece la ley. De lo contrario se estaría
pronunciando extrapetita, extendiendo el pronunciamiento a cuestiones no
sometidas a la decisión del tribunal.
 Debe pronunciarse sobre todas las pretensiones o alegaciones que hicieron valer las
partes, salvo las incompatibles, de lo contrario estaría fallando citrapetita.
 Tiene que pronunciarse sólo sobre las pretensiones o excepciones hechas valer por
las partes, es decir, el tribunal no puede alterar la cosa pedida y la causa de pedir de
la pretensión, de lo contrario se origina un vicio de ultrapetita.
Estos tres vicios constituyen causales de casación y posible anulación de la sentencia, como
consecuencia de que la sentencia se debe fundar conforme al mérito del proceso. La única
excepción se da cuando la ley permite al juez realizar declaraciones de oficio (art. 160).
El incumplimiento de los requisitos establecidos en el art. 170 permite deducir el recurso de
casación en la forma por el art. 768 N° 5.
6.7.2. Sentencias definitivas de segunda instancia:
a) Sentencias confirmatorias: Si la sentencia de primera instancia cumplió con todos los
requisitos del art. 170, la sentencia confirmatoria puede no contar con parte expositiva y
considerativa, es decir, sólo se exige la parte resolutiva. En el fondo, la única declaración
que va a contener es que confirma la sentencia apelada.
Si la sentencia de primera instancia no contiene algunos de los requisitos del art. 170, la
sentencia de segunda instancia deberá cumplir con la fundamentación faltante. Ante esta
situación, el tribunal de segunda instancia podría:
 Invalidar de oficio la sentencia y dictar sentencia de reemplazo.
 Devolver el proceso al tribunal de primera instancia para que complemente la
sentencia en la parte omitida (esto es lo más común).
b) Sentencias modificatorias y revocatorias: Estas requieren de fundamentación, por lo
cual deben cumplir con todos los requisitos del art. 170; pero no necesita consignar la
exposición de las circunstancias mencionadas en los números 1°, 2° y 3°, basta que se haga
una referencia a ellas (parte expositiva).
El tribunal de segunda instancia podría pronunciarse por primera vez sobre ciertas acciones
y excepciones, esto ocurre en los siguientes casos:
 Cuando en la segunda instancia se aleguen ciertas excepciones perentorias (las del
art. 310), que se pueden oponer en cualquier estado del juicio.
 Cuando se pronuncie sobre acciones o excepciones incompatibles con las que
fueron aceptadas por el tribunal de primera instancia (art. 208).
 El tribunal de alzada, cuando conoce de la apelación de la sentencia dictada en
juicio sumario, está facultado para pronunciarse, a petición de parte, sobre todas las
cuestiones que hayan sido debatidas en primera instancia y aun cuando no hayan
sido resueltas por la sentencia apelada (art. 692).
 El tribunal de segunda instancia puede hacer de oficio en su sentencia las
declaraciones que por ley son obligatorias a los jueces, aunque el fallo apelado no
las contenga (art. 209).
6.8. Sanción por la falta de requisitos de forma en las resoluciones judiciales: Hay que
distinguir la naturaleza jurídica de la resolución:
a) Si se trata de un auto o decreto las partes podrán interponer el recurso de reposición
ante el mismo tribunal para que subsane el vicio.
b) Si es una sentencia interlocutoria, las partes podrán interponer recurso de apelación.
c) Tratándose de la sentencia definitiva, puede ser atacada vía recurso de apelación y
casación en la forma.

IV. Efectos de las Resoluciones Judiciales53.


1. Desasimiento:
Las consecuencias jurídicas que se producen en el proceso producto de la dictación de
ciertas resoluciones son: El desasimiento, la cosa juzgada, la declaración del derecho y la
retroactividad.
1.1. Concepto: Es el efecto que producen las sentencias definitivas e interlocutorias, en
virtud del cual, una vez que éstas han sido notificadas legalmente a alguna de las partes no
pueden ser modificadas o alteradas de manera alguna por el tribunal que las dictó.
Es la prohibición que la ley impone al tribunal que pronuncia la resolución para alterarla o
modificarla desde que se notifica a cualquiera de las partes.
Art. 182 CPC.- Notificada una sentencia definitiva o interlocutoria a alguna de las partes,
no podrá el tribunal que la dictó alterarla o modificarla en manera alguna. Podrá, sin
embargo, a solicitud de parte, aclarar los puntos obscuros o dudosos, salvar las omisiones y
rectificar los errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de
manifiesto en la misma sentencia.
Lo dispuesto en este artículo no obsta para que el rebelde haga uso del derecho que le
confiere el artículo 8054.
Para que se produzca, basta que una de las partes haya sido notificada. Si la sentencia no ha
sido notificada, aun cuando esté firmada por el juez, este puede modificarla.
53
a. Desasimiento. Concepto y efecto; b. Acción y excepción de cosa juzgada. Concepto. Requisitos.
54
Art. 80 CPC.- Si al litigante rebelde no se le ha hecho saber en persona ninguna de las providencias libradas
en el juicio, podrá pedir la rescisión de lo obrado, ofreciendo acreditar que, por un hecho que no le sea
imputable, han dejado de llegar a sus manos las copias a que se refieren los artículos 40 y 44, o que ellas no
son exactas en su parte substancial. Este derecho no podrá reclamarse sino dentro de 5 días, contados desde
que aparezca o se acredite que el litigante tuvo conocimiento personal del juicio.
Los autos y decretos no producen desasimiento ya que pueden modificarse por medio del
recurso de reposición extraordinario, el cual carece de plazo al hacerse valer nuevos
antecedentes (art. 181).
1.2. Efectos del desasimiento: Se produce la extinción de la competencia del juez para
seguir conociendo de la cuestión debatida que fue resuelta a través de la sentencia definitiva
o interlocutoria.
Sin perjuicio, existen algunas diligencias ulteriores precisas que, no obstante el
desasimiento, la ley faculta al juez para continuar actuando en el proceso. Es decir, el
desasimiento no se extiende a las siguientes actuaciones:
a) La concesión de recursos que puedan interponer las partes en contra de dichas
sentencias definitivas o interlocutorias.
b) El pronunciamiento sobre medidas precautorias.
c) El pronunciamiento sobre la ejecución de la sentencia.
1.3. Excepciones al desasimiento: Son casos en que el desasimiento no opera, por razones
justificadas, y en que va a ser posible que el tribunal pueda modificar la sentencia, no
obstante estar notificada legalmente a alguna de las partes. Esto ocurre en los siguientes
casos:
1.3.1. Recurso de aclaración, el de agregación, y el de rectificación o enmienda 55: En la
medida que sean admitidos, importarán una excepción al desasimiento. Conforme a los arts.
182 a 185, notificada la sentencia definitiva o interlocutoria, puede el juez a solicitud de
parte:
a) Aclarar puntos oscuros o dudosos (ej. hay frases en que no se entiende a qué se está
refiriendo el juez). En estos casos lo que hace el juez es expresar su decisión a
través de una redacción más clara, sin modificar lo resuelto.
b) Salvar omisiones, es decir, cuestiones que por una redacción escueta suelen no
entenderse con la simple lectura del fallo, quedando ambigua su redacción.
c) Rectificar errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de
manifiesto en la misma sentencia.
En estas situaciones, si se acepta el recurso, el mismo tribunal entrará a aclarar, salvar
omisiones o rectificar la sentencia, pero no puede alterar lo sustancial del fallo, no pueden
corregirse errores de fondo.
El tribunal puede corregir de oficio errores de copia, referencia o cálculo número en el
plazo de 5 días desde la primera notificación (art. 184); lo referente a aclarar puntos
dudosos de la sentencia siempre debe ser a petición de parte, para lo que no hay un plazo.

55
No se trata de un mismo recurso, son tres: 1. El recurso de aclaración (para aclarar puntos oscuros o
dudosos); 2. El recurso de agregación (para salvar omisiones); y 3. El recurso de rectificación o enmienda
(para rectificar errores de copia, referencia o cálculos numéricos).
Este recurso se puede pedir no obstante la interposición de otros recursos de la misma
sentencia, y no suspende los plazos respecto de otros recursos. El tribunal puede
pronunciarse de plano o dar tramitación incidental al recurso.
1.3.2. Sentencias interlocutorias contra las cuales procede reposición especial:
Normalmente la reposición procede contra autos y decretos, pero excepcionalmente la ley
establece que procede respecto de ciertas sentencias interlocutorias, estableciendo en cada
caso su tramitación y plazo para interponer el recurso.
Procede en contra de las siguientes sentencias interlocutorias:
a) La que declara la inadmisibilidad, deserción o prescripción del recurso de apelación
(arts. 201 y 202).
b) La que declara la inadmisibilidad del recurso de casación (art. 778).
c) La que cita a las partes a oír sentencia en el juicio ordinario (art. 432).
d) La que recibe la causa a prueba (art. 319).
1.3.3. Nulidad procesal: En último término, como excepción al desasimiento del tribunal,
se encuentra el caso del incidente de nulidad procesal de todo lo obrado por falta de
emplazamiento. Este incidente puede formularse ante el mismo tribunal que dictó la
sentencia definitiva o interlocutoria, no obstante haberse producido el desasimiento de
dicho tribunal (art. 80).
2. Cosa Juzgada:
Puede definirse como el efecto que producen ciertas resoluciones judiciales en virtud del
cual, lo resuelto es inamovible, y por ello se permite exigir su cumplimiento o impedir una
nueva discusión. También ha sido definida como el efecto de verdad jurídica, indiscutible e
inamovible, que la ley reconoce a las resoluciones judiciales una vez que están firmes o
ejecutoriadas.
El fin que las partes persiguen con el proceso es obtener del juez una declaración que
decida de forma definitiva una cuestión litigiosa, de modo que no se pueda volver a discutir
en el mismo proceso, ni en ningún otro en el futuro, y en caso que esa decisión contenga
una condena, que pueda ser ejecutada sin necesidad de una nueva revisión.
La cosa juzgada puede entenderse en dos sentidos: el primero se referiría al estado jurídico
en que se encuentran ciertos asuntos que han sido juzgados previamente y de forma
definitiva e irrevocable en el proceso. El segundo sentido se refiere al principal efecto del
proceso entero. Así, la cosa juzgada puede ser analizada desde un doble aspecto:
a) Negativo: La parte condenada o cuya demanda ha sido rechazada, no puede en un
nuevo juicio discutir la cuestión ya decidida.
b) Positivo: La parte cuyo derecho ha sido reconocido por una sentencia puede obrar
de acuerdo con ese derecho, y sin que le sea permitido a ningún tribunal rehusarse a
tener en cuenta esa decisión. La parte que obtuvo en juicio puede obrar conforme a
lo que dice la sentencia y tiene derecho a que la parte condenada lo cumpla.
2.1. Características:
a) Coercitiva o imperativa: La parte perdidosa en el proceso está obligada a cumplir la
prestación contenida en la sentencia, sea voluntaria o compulsivamente.
b) Inmutable: Las partes en juicio tienen que respetar lo fallado en el proceso sin poder
volver a discutir el mismo asunto en otro juicio.
2.2. Fundamento: El mantenimiento del orden social requiere que los litigios tengan un
fin, que no puedan renovarse indefinidamente para dilucidar la misma cuestión que ya fue
objeto de una decisión judicial.
2.3. En doctrina se distingue entre cosa juzgada formal y material:
a) Cosa juzgada formal: La inmutabilidad de la sentencia sólo se produce respecto del
proceso en que se dicta la resolución, pero no respecto de uno posterior.
b) Cosa juzgada material o sustancial: Autoriza cumplir lo resuelto sin ninguna
restricción o limitación, e impide que lo fallado pueda discutirse en el mismo juicio
o en otro posterior.
La regla general es nuestro sistema es que las resoluciones produzcan cosa juzgada
material, y por excepción, cosa juzgada formal (ej. acciones posesorias; sentencias dictadas
en juicio de arrendamiento; reserva de acciones y excepciones en el juicio ejecutivo).
2.4. Fases o aspectos de la institución: La cosa juzgada es la presunción de la verdad de lo
resuelto, mientras que la autoridad de cosa juzgada es el efecto de la presunción que nace
una vez que se han cumplido los requisitos establecidos por la ley.
Existen dos aspectos a considerar, el primero que entraña la simple presunción de verdad
que emana de la sentencia judicial por el sólo hecho de provenir de la autoridad judicial, y
el segundo que da origen a la acción y a la excepción de cosa juzgada.
Existe cosa juzgada desde que hay fallo del tribunal, esté o no firme. Mientras que la
autoridad de cosa juzgada existe desde que lo resuelto adquiere firmeza por estar
ejecutoriado el fallo en cuestión.
2.5. Efectos de la cosa juzgada: Son la acción y excepción de cosa juzgada, que permiten
la aplicación de autoridad del fallo.
2.5.1. Acción de cosa juzgada: Permite el cumplimiento de la resolución judicial. Se
relaciona con el aspecto positivo.
a) Concepto: Es aquella que la ley confiere al litigante en cuyo favor se ha declarado un
derecho en juicio para exigir el cumplimiento de lo resuelto.
b) Titular de la acción: Corresponde la acción de cosa juzgada a aquel a cuyo favor se ha
declarado un derecho en el juicio, para el cumplimiento de lo resuelto o para la ejecución
del fallo en la forma prevenida por el Título XIX de este Libro (art. 176).
Le corresponde a la parte que obtuvo la resolución favorable, sus herederos o sucesores. Se
ejerce a través del procedimiento de cumplimiento de la sentencia o en juicio ejecutivo.
c) Requisitos:
i. Resolución judicial firme o que cause ejecutoria: Las resoluciones que producen la
acción de cosa juzgada son:
 Sentencias definitivas e interlocutorias firmes o que causen ejecutoria y que sean
condenatorias.
 Autos y decretos firmes, en la medida que sean condenatorios (art. 181 inc. 1°).
Estas deben encontrarse firmes o ejecutoriadas en conformidad al art. 174 o que causen
ejecutoria.
ii. Que la parte que obtuvo en el juicio solicite expresamente el cumplimiento de la
resolución judicial: Expresión del principio de pasividad del art. 10 COT, las resoluciones
sólo pueden cumplirse en la medida que la parte interesada lo pida, además así lo señala el
art. 233 inc. 1°: cuando se solicite la ejecución de una sentencia. Además lo señala el art.
176.
iii. Que la prestación que impone esa resolución sea actualmente exigible (art. 437): Es
decir, no sujeta a plazo, condición o modo. Si la resolución está afecta a una modalidad, la
parte perdidosa puede oponerse al cumplimiento aduciendo que la prestación no es
actualmente exigible (ej. la resolución ordena que debe pagarse después de un mes de su
dictación).
2.5.2. Excepción de cosa juzgada: Evita que entre las mismas personas o entre las mismas
partes, sobre una misma cosa, e invocando análogas razones vuelva a discutirse algo que ya
ha sido resuelto en una sentencia anterior. Se relaciona con el aspecto negativo.
a) Concepto: Es el efecto que producen las sentencias definitivas e interlocutorias firmes,
en virtud del cual no puede volverse a discutir entre las mismas personas legales, y sobre
una misma materia e invocando análogas razones, algo que ya ha sido resuelto en una
sentencia anterior.
b) Titular de la acción: Todos aquellos a quienes según la ley aproveche el fallo. Puede
tratarse de la parte que obtuvo en el pleito como el que perdió el juicio, ambas tienen
interés en que no se vuelva a discutir lo mismo.
c) Características:
 Es renunciable. Debe ser alegada en tiempo y forma, de modo que se renuncia no
siendo alegada.
 Es una excepción perentoria, pero también puede oponerse como dilatoria (art. 304).
Se puede alegar antes de la contestación de la demanda, después de vencido el plazo
para contestar la demanda e incluso en segunda instancia (art. 310).
 Es relativa, solo aprovecha a las partes que intervinieron en el juicio y a sus
herederos. En algunos casos tiene efecto absoluto (ej. las que dicen relación con el
estado civil).
 Es irrevocable, no puede ser alterada.
 Imprescriptible, puede alegarse siempre que se quiera reiniciar un nuevo juicio
donde ya hubo sentencia firme o ejecutoriada.
d) Resoluciones que producen excepción de cosa juzgada: Las sentencias definitivas o
interlocutorias firmes producen la acción o la excepción de cosa juzgada (art. 175).
 Los autos y decretos no la producen, sólo generan la acción.
 Las sentencias que causan ejecutoria no producen excepción de cosa juzgada porque
hay recursos pendientes. Respecto de estas sentencias opera la excepción dilatoria
de litis pendencia (art. 303 N° 3).
 Sentencias dictadas por tribunales extranjeros, es discutido, en general se entiende
que sí la producen porque el art. 175 no distingue.
 Las resoluciones dictadas en actos judiciales no contenciosos hay que distinguir. Si
es negativa, no produce la excepción y el asunto puede volver a plantearse; si es
positiva y no se ha cumplido, tampoco opera, el asunto puede volver a plantearse; y
si es positiva y cumplida produce excepción, pero solo respecto del interesado y no
de terceros.
e) Requisitos: Se requiere que entre el juicio ya resuelto y el que se pretende iniciar o que
ya se inició exista la triple identidad que indica el art. 177:
i. Identidad legal de personas: Demandante y demandado deben ser las mismas personas,
en la misma calidad jurídica, siendo indiferente su identidad física (ej. no hay identidad
legal si en el primer juicio el demandado fue representado por su padre y en el segundo
comparece a propio nombre; entre herederos hay identidad; se discute que ocurre con los
sucesores a título singular).
ii. Identidad de la cosa pedida: La cosa pedida es el beneficio jurídico que se reclama en
el juicio al cual se pretende tener derecho, que es lo que se quiere obtener del tribunal. No
se atiende a la materialidad del objeto que se reclama sino al derecho que se discute.
Hay identidad de la cosa pedida cuando el beneficio que se reclama en el nuevo juicio es el
mismo que se demandó en el juicio anterior (ej. hay identidad si se reclama la entrega de
cosas distintas invocando la calidad de heredero porque lo que en el fondo se pide es el
reconocimiento de la calidad de heredero; cuando se demandan distintos montos de
indemnización por la misma causa).
iii. Identidad de la causa de pedir: La causa es el fundamento inmediato del derecho
deducido en juicio. En los derechos reales, la causa de pedir es el título o causa de la
adquisición (ej. el contrato o la ley); en los derechos personales es el hecho jurídico que
engendra la obligación (ej. accidente, cumplimiento del contrato).
No hay identidad, por ejemplo, si primero se demanda la resolución del contrato por vicio
de error y luego por vicio de fuerza56.
Si existe la posibilidad de que la sentencia del juicio posterior pueda contradecir la del
primer juicio concurre la triple identidad y es posible aducir la cosa juzgada.
f) Forma de alegar la excepción de cosa juzgada:
 Como excepción dilatoria (art. 304). Las excepciones de fondo que se alegan como
dilatorias se denominan mixtas o anómalas.
 Como excepción perentoria (arts. 309 y 310). Lo normal es que se aleguen en la
contestación de la demanda, pero también pueden alegarse hasta antes de la citación
para oír sentencia en primera instancias y hasta antes de la vista de la causa en
segunda instancia.
 Como fundamento de un recurso de apelación, suponiendo que se haya alegado en
primera instancia.
 Como causal del recurso de casación en la forma por el art. 768 N° 6, siempre que
ésta se haya alegado oportunamente en el juicio.
 Como fundamento de la casación en el fondo.
 Como fundamento de un recurso de revisión (art. 810 N° 4).
2.5.3. Paralelo entre acción y excepción de cosa juzgada:
Acción de cosa juzgada Excepción de cosa juzgada
Puede hacerla valer aquel en cuyo favor se Puede alegarse por quien ha obtenido y
ha declarado un derecho en el juicio y para por todos aquellos que según ley
pedir su cumplimiento aprovecha el fallo
Se hace valer para obtener el cumplimiento Tiene diversas oportunidades para hacerla
de la prestación obtenida en un fallo valer
Prescribe según la regla general Es imprescriptible
Emana de sentencias definitivas e Proviene de sentencias definitivas e
interlocutorias firmes o que causan interlocutorias firmes, sean condenatorias
ejecutoria y que sean condenatorias; y de o absolutorias
autos y decretos firmes condenatorios
2.6. La cosa juzgada en los actos judiciales no contenciosos: Los actos judiciales no
contenciosos son esencialmente revocables, en ellos no hay cosa juzgada. El art. 821
establece que los tribunales pueden, variando las circunstancias y a solicitud del interesado,
revocar o modificar las resoluciones negativas que hayan dictado, sin sujeción a los
términos y formas establecidos para los asuntos contenciosos. Podrán también en igual caso
revocar o modificar las resoluciones afirmativas, con tal que esté aún pendiente su
ejecución.
De manera que las únicas resoluciones que producen cosa juzgada en estos actos son las
resoluciones afirmativas cumplidas.

56
En realidad esto es discutido, pero esta es la postura del profesor Cortez.
V. Notificaciones Judiciales57.

STEPHANIE
1. Concepto:
Es la actuación judicial que tiene por objeto poner en conocimiento de las partes una
resolución judicial. También se ha definido como el acto por el cual se pone en
conocimiento de las partes o de terceros una resolución judicial. No existe una definición
legal de notificación en la ley.
Independiente de la definición que se sigua, las notificaciones siempre tienen por fin poner
en conocimiento el contenido de una resolución judicial.
En general, los actos de comunicación son actos del órgano jurisdiccional diferenciados
según el destinatario de la comunicación. Así, entre tribunales, el acto de comunicación
más importante son los exhortos; cuando la comunicación va dirigida a las partes, se habla
de notificaciones, citaciones, emplazamientos y requerimientos.
La notificación es el concepto genérico, presente en todos los demás actos de comunicación
específicos, de modo que la citación, emplazamiento y requerimiento son especies
pertenecientes al género de las notificaciones, y lo que los distingue es su contenido.
a) Citación: Es el acto por el cual el tribunal ordena a las partes o a terceros que
comparezcan físicamente ante él, en el día, hora y lugar que señale. Impone al afectado la
obligación de comparecer ante el juez (ej. citación para rendir prueba confesional; citación
de testigos).
No debe confundirse con la citación para oír sentencia ni con la forma de decretar
actuaciones con citación.
b) Emplazamiento: En sentido amplio, es una resolución judicial que ordena al emplazado
(parte o tercero) que comparezca ante el tribunal dentro de un determinado lapso y no en un
momento preciso. En sentido restringido, es el llamamiento que se hace al demandado para
que se defienda en juicio, compareciendo ante el tribunal en el plazo que señala la ley.
El emplazamiento judicial es un acto procesal de naturaleza mixta, componiéndose de un
acto de comunicación en sentido estricto por el cual se notifica al destinatario la existencia
de un proceso contra él, integrándose, además, por un acto de intimación, para comparecer
en dicho proceso.
c) Requerimiento: Es el acto por el cual el tribunal ordena a las partes o a terceros hacer o
no hacer alguna cosa determinada, que no consiste en su comparecencia ante él. Ordena al
requerido una conducta que consiste en hacer o no hacer algo.

57
a. Concepto. Clases; b. Concepto de notificación personal especial el art. 44, por cédula, por el estado
diario, tácita, por avisos.
Citación, requerimiento y emplazamiento, presentan diferencias con las notificaciones. La
notificación es un acto de comunicación para poner en conocimiento de alguien una
resolución o diligencia determinada. Siempre tiene por objeto una resolución judicial, salvo
excepciones establecidas por la ley. En cambio, los demás son actos de intimación en que
se quiere imponer a una persona el realizar una conducta determinada. Para efectuarlo se
requiere dar a conocer al destinatario la conducta que se le pide, por lo que van unido a un
acto de comunicación.
Todas estas actuaciones son avisos judiciales que deben ponerse en conocimiento de las
partes para los efectos que procedan según su naturaleza, en todas va envuelta la idea de
notificación.
2. Reglamentación:
Se regulan por el Título VI del Libro I, artículos 38 a 58: De las Notificaciones, y por el
Título VII, arts. 59 a 77: De las Actuaciones Judiciales. En caso de haber norma especial,
ésta tendrá aplicación preferente. También se les aplican las reglas comunes a todos los
actos procesales.
Conforme al art. 38, las resoluciones judiciales sólo producen efecto en virtud de
notificación hecha con arreglo a la ley (manifestación del debido proceso).
3. Reglas comunes a todas las notificaciones:
a) No requieren consentimiento del notificado: Para la validez de la notificación no se
requiere el consentimiento del notificado (art. 39)58. De lo contrario sería complejo realizar
válidamente una notificación.
Hay ciertos casos en que se requiere el consentimiento del notificado, como sucede con la
notificación personal que se realiza ante el secretario del tribunal.
b) No requiere ninguna declaración del notificado: Las diligencias de notificación que
se agreguen a la carpeta electrónica, no contendrán declaración alguna del notificado, salvo
que la resolución ordene o, por su naturaleza, requiera esa declaración (art. 57) (ej. en la
interdicción por demanda el juez puede ordenar al receptor que en el acto de notificar la
demanda le realice preguntas para verificar su estado mental).
c) Deben cumplir los requisitos comunes a todas las actuaciones judiciales:
 Deben ser practicadas por el funcionario que la ley señala.
 Deben ser practicadas en días y horas hábiles.
 Debe dejarse constancia fidedigna en la carpeta electrónica de la realización del
acto.
 La actuación debe ser autorizada por el funcionario que corresponda, siempre que la
ley expresamente lo disponga.

58
Por esta razón se ha resuelto que el estado etílico del notificado no tiene incidencia en la validez de la
notificación.
d) Son una condición de eficacia de las resoluciones judiciales: Las resoluciones
judiciales sólo producen efecto en virtud de notificación hecha con arreglo a la ley, salvo
los casos expresamente exceptuados por ella (art. 38). Como se trata de una condición de
eficacia de la resolución, la ausencia de notificación practicada con arreglo a derecho
comporta la ineficacia absoluta del acto de que da cuenta.
Son excepciones a esta regla:
 Medidas precautorias (art. 302), se puede solicitar que se lleve a cabo antes de ser
notificada la parte contraria.
 Medidas prejudiciales (art. 289), pueden dictarse sin audiencia de la persona contra
quien se piden.
 Deserción del recurso de apelación (art. 201). Derogado por la Ley N° 20.886.
 Rebeldía en segunda instancia (art. 202). Derogado por la Ley N° 20.886.
 En el juicio ejecutivo, cuando el tribunal luego de examinar el título resuelve
despachar o denegar la ejecución sin audiencia ni notificación del demandado (art.
441).
4. Notificaciones contempladas en el Código de Procedimiento Civil:
a) Notificación personal (art. 40).
b) Notificación especial (art. 44).
c) Notificación por cédula (art. 48).
d) Notificación por estado diario (art. 50).
e) Notificación por avisos (art. 54).
f) Notificación tácita (art. 55 inc. 1°).
g) Notificación presunta (art. 55 inc. 2°).
h) Notificación electrónica, agregada por la Ley N° 20.886.
5. Notificación Personal:
Se regula en los arts. 40 a 43.
5.1. Concepto: Es aquella que se hace a la persona misma del notificado, entregándosele
copia íntegra de la resolución y de la solicitud en que haya recaído, cuando sea escrita (art.
40).
Es la forma más efectiva y segura de notificar resoluciones judiciales. Si el receptor
certifica la notificación, esa resolución se tiene por cierta (art. 427 59), la notificación
personal es difícil de anular por medio de un incidente.
5.2. Forma de practicarla: Se realiza mediante la entrega a la persona del notificado de
copia íntegra de la resolución que se notifica y de la solicitud en que hubiere recaído
cuando fuese escrita.

59
Se reputarán verdaderos los hechos certificados en el proceso por un ministro de fe, a virtud de orden de
tribunal competente, salvo prueba en contrario.
De la notificación debe dejarse constancia en los autos en los términos del art. 43: La
notificación se hará constar en el proceso por diligencia que subscribirán el notificado y el
ministro de fe, y si el primero no puede o no quiere firmar, se dejará testimonio de este
hecho en la misma diligencia. La certificación deberá, además, señalar la fecha, hora y
lugar donde se realizó la notificación y precisar la manera o el medio con que el ministro de
fe comprobó la identidad del notificado.
El art. 9 de la Ley N° 20.886 señala que el receptor deberán agregar a la carpeta electrónica
un testimonio dando cuenta de la actuación realizada dentro de los dos días hábiles
siguientes a la fecha en que se practicó la diligencia. Debe incluir un registro
georreferenciado, que dé cuenta del lugar, fecha y horario de su ocurrencia.
La constancia del ministro de fe que realiza la notificación es un requisito esencial para su
validez, si se omite o es incompleta, acarrea la nulidad de la notificación.
5.3. Personas que pueden notificar personalmente:
a) El secretario del tribunal puede notificar válidamente sólo en su oficina (art. 380 N°
2 COT).
b) El oficial primero de secretaría, bajo la responsabilidad del secretario (art. 58).
c) Los receptores (art. 390 COT). Fuera de la oficina del Secretario, corresponde a los
receptores practicar las notificaciones personales.
d) Si en el lugar no existe receptor judicial, la notificación puede ser hecha por notario
u oficial del registro civil.
e) El tribunal puede designar como ministro de fe ad hoc a un empleado del tribunal
para el solo efecto de practicar la notificación.
5.4. Casos en que procede la notificación personal:
a) En toda gestión judicial, la primera notificación a las partes o a las personas a
quienes haya de afectar sus resultados, debe ser personal (art. 40). Al actor se le
notifica por el estado diario (inc. 2°). Comprende actos judiciales contenciosos y
voluntarios, juicios sometidos al procedimiento ordinario y aquellos que no tienen
norma especial.
b) Cuando la ley disponga que se notifique personalmente para la validez de ciertos
actos60 (art. 47).
c) Cuando el tribunal lo ordene expresamente (art. 47).
d) Cuando la ley expresamente lo dispone (ej. notificaciones a terceros absolutos, art.
56).
e) Puede, demás, usarse en todo caso (art. 47 inc. final).
5.5. Lugar y tiempo hábil para notificar personalmente (art. 41):

60
Por ejemplo, en la cesión de créditos (art. 1902 CC), notificación judicial de los títulos ejecutivos a los
herederos del deudor difunto (art. 1377 CC), comunicación del juicio a los herederos de la parte que litiga
personalmente (art. 5°), renuncia del procurador, purga de la hipoteca (art. 2428 CC).
a) En lugares y recintos de libre acceso al público (ej. estadio, universidad), puede ser
en cualquier día y hora, procurando causar la menor molestia al notificado. Por
lugar de libre acceso al público se entienden todos aquellos a los cuales una persona
puede acceder sin otro requisito que entrar o pagar la entrada.
b) En recintos privados (ej. casa, lugar donde ejerce su empleo). Puede tratarse de
cualquier recinto privado en que el notificado se encuentre y al cual se le permita el
acceso al ministro de fe; la notificación puede hacerse cualquier día entre las 06 y
22 horas.
c) En el oficio del secretario, donde sólo pueden notificar el secretario o el oficial
primero.
d) En la casa que sirve de despacho del tribual. Los jueces no pueden ser notificados
en el lugar en que desempeñan sus funciones.
e) En la oficina o despacho el ministro de fe que notifica.
Si la notificación se practicó en un día inhábil, los plazos comenzarán a correr desde las 00
horas del día hábil inmediatamente siguiente. Si se practicó fuera de la comuna en que
funciona el tribunal, el plazo aumenta de acuerdo a los arts. 258 y 259.
En caso de que la persona a quien se trata de notificar no tenga habitación conocida en el
lugar en que ha de ser notificada, el tribunal puede ordenar que la notificación se haga en
un lugar distinto de los señalados en el art. 41 (art. 42).
6. Notificación especial sustitutiva de la personal:
Corresponde a una forma especial de notificación personal, que tiene lugar cuando la
persona a quien debe notificarse personalmente, no es habida en su habitación o en el lugar
donde ordinariamente ejerce su industria, profesión o empleo, concurriendo los demás
requisitos legales. Se regula en el art. 44.
No es una notificación propia, en el sentido de que no se puede practicar desde un
comienzo, pues requiere de una resolución judicial que la ordene y del cumplimiento de
requisitos previos.
6.1. Naturaleza jurídica: Para algunos es una modalidad de la notificación por cédula,
idea que está descartada por las diferencias que existen entre ambas: (i) la notificación del
art. 44 requiere una resolución judicial que la autorice y; (ii) puede utilizarse para notificar
cualquier resolución, mientras que la notificación por cédula procede respecto de
determinadas resoluciones.
Más aceptado ha sido decir que es una modalidad de la notificación personal.
6.2. Requisitos:
a) Que la persona a quien deba notificarse haya sido buscada en 2 días distintos en su
habitación o en el lugar donde habitualmente ejerce su industria, profesión u empleo
sin ser habido (ej. no puede ser el martes de esta semana y el martes de la próxima).
La jurisprudencia entiende también que deben ser en horas distintas.
b) Que se acredite que el demandado se encuentra en el lugar del juicio y cuál es su
morada o lugar donde ordinariamente ejercer su industria, profesión o empleo. El
receptor debe certificar ambas circunstancias.
c) Que, establecidos los hechos anteriores, el juez ordene la notificación en
conformidad al art. 44. Como consecuencia del principio de pasividad, certificadas
las circunstancias, debe solicitarse al tribunal que se notifique de este modo61.
6.3. Forma de practicarla: El receptor entrega copia íntegra de la resolución y de la
solicitud en que haya recaído, a cualquier persona adulta en la morada o en el lugar en que
el notificado ejerce su industria, profesión o empleo. Si nadie hay allí, o si por cualquiera
otra causa no es posible entregar dichas copias a las personas que se encuentren en esos
lugares, se fijará en la puerta un aviso que dé noticia de la demanda, con especificación
exacta de las partes, materia de la causa, juez que conoce en ella y de las resoluciones que
se notifican.
Debe hacerse en el mismo lugar en que fue hecha la búsqueda inicialmente. Es
recomendable solicitar expresamente que se notifique en ambas partes.
Si el lugar en que se va a notificar se encuentre en un edificio o recinto al que no se permite
libre acceso, el aviso y las copias se entregarán al portero o encargado del edificio o recinto,
dejándose testimonio expreso de esta circunstancia.
La jurisprudencia ha entendido que no puede pasar un lapso de tiempo superior a un mes
desde las certificaciones del receptor y la notificación por el art. 44.
El ministro de fe debe dejar constancia en el proceso de la notificación en la forma que
establece el art. 43, y debe suscribirla la persona que recibe las copias (art. 45).
Debe, además, dar aviso al notificado, dirigiéndole carta certificada por correo en el plazo
de 2 días contados desde la fecha de la notificación. Debe agregar al expediente el
comprobante de haber enviado la carta (art. 46). La omisión en el envío de la carta no
invalidará la notificación, pero hará responsable al infractor de los daños y perjuicios que se
originen.
Este tipo de notificación produce iguales efectos que la personal y se utiliza en los mismos
casos que ella es obligatoria. Sólo puede ser practicada por un receptor.
7. Notificación por cédula:
7.1. Concepto: Es la forma de notificación que consiste en la entrega que hace el receptor,
en el domicilio designado por la parte notificada, de una cédula que debe contener copia
íntegra de la resolución y de los datos necesarios para su acertada inteligencia (art. 48).
7.2. Forma de realizarla: El receptor entrega copia íntegra de la resolución que se notifica
y de los datos necesarios para su acertada inteligencia a cualquier persona adulta que se
encuentre en el domicilio del notificado. Si no hay nadie o no es posible entregar las copias
61
Atendiendo al mérito de autos, pido se autorice la notificación del art. 44 CPC -> Como se pide, notifíquese
en conformidad al art. 44 CPC.
se fija en la puerta un aviso que dé noticia de la resolución que se notifica, con
especificación exacta de las partes, materia de la causa, juez que conoce de ella y de las
resoluciones que se notifican.
Se pondrá en los autos testimonio de la notificación con expresión del día y lugar, del
nombre, edad, profesión y domicilio de la persona a quien se haga la entrega, o si se adhirió
a la puerta.
Esta notificación se hace sin necesidad de petición de parte ni previa orden del tribunal.
7.3. Lugar donde se realiza: El domicilio para estos efectos es aquel que ha debido señalar
la parte de acuerdo a lo prescrito en el art. 49: todo litigante deberá, en su primera gestión
judicial, designar un domicilio conocido dentro de los límites urbanos del lugar en que
funcione el tribunal respectivo, y esta designación se considerará subsistente mientras no
haga otra la parte interesada, aun cuando de hecho cambie su morada.
La parte que no cumpla su obligación de fijar domicilio en los términos del art. 49, y
mientras no lo haga, será notificada de las resoluciones que debieran notificársele por
cédula, por el estado diario.
7.4. Resoluciones que se notifican por cédula:
a) Sentencia definitiva de única y de primera instancia (la de segunda instancia se
notifica por el estado diario según el art. 221).
b) Resolución que recibe la causa a prueba.
c) Resolución que ordena la comparecencia personal de las partes al tribunal.
d) Casos en que el tribunal lo ordene expresamente.
e) Caso del art. 52: Si transcurren 6 meses sin que se dicte resolución alguna en el
proceso, no se considerarán como notificaciones válidas las anotaciones en el estado
diario mientras no se haga una nueva notificación personalmente o por cédula.
f) Notificaciones a terceros que no sean parte en el juicio o a quienes no afecten sus
resultados deben hacerse personalmente o por cédula (art 56).
8. Notificación por Estado Diario:
Es la regla general, si la ley no indica una forma particular, se entiende que se debe
notificar por el estado diario. Antes de la Ley N° 20.886 era físico, en el tribunal, ahora es
electrónico.
8.1. Forma de realizarse: Mediante la inclusión en una lista (estado) que incluye las
individualizaciones de todas las causas del tribunal en que se hayan dictado resoluciones, el
número de resoluciones que se dictaron en las respectivas causas y las demás indicaciones
que señala la ley.
Las resoluciones no comprendidas en los artículos precedentes se entenderán notificadas a
las partes desde que se incluyan en un estado que deberá formarse electrónicamente, el que
estará disponible diariamente en la página web del Poder Judicial (art. 50).
Estos estados se mantendrán en la página web del Poder Judicial durante al menos 3 días en
una forma que impida hacer alteraciones en ellos. Debe dejarse constancia en la carpeta
electrónica de las notificaciones efectuadas por estado diario, el mismo día en que se
publique el estado, de lo contrario la notificación es nula.
Es nula, también, en caso que no sea posible la visualización de la resolución referida en el
estado diario por problemas técnicos del sistema de tramitación electrónica del Poder
Judicial, lo que podrá declararse de oficio o a petición de parte.
8.2. Contenido del estado diario:
a) Fecha del día en que se forma el estado.
b) Causas en que se haya dictado alguna resolución en la fecha en que se confecciona
el estado.
c) Las causas deben mencionarse con número de rol, apellidos del demandante y
demandado, y número de resoluciones que se han dictado en ella.
d) Firma y sello del secretario o del oficial primero.
8.3. Resoluciones que se notifican por estado diario: Si la ley no señala la forma de
efectuar la notificación de determinadas resoluciones, se harán por el estado diario.
Además, las notificaciones que deberían hacerse por cédula se harán por estado diario
mientras falta la designación de domicilio.
8.4. Estadio diario antes de la Ley N° 20.886: La nómina era confeccionada por el
secretario del tribunal y se mantenía en la secretaría durante 3 días, cubierto con vidrio o en
otra forma que impidiera hacerles alteraciones. En la práctica, fuera de la oficina de
Secretario se habilita un mueble cubierto con vidrio en cuyo interior se dejan los estados.
9. Notificación por avisos:
9.1. Campo de aplicación: Tiene carácter excepcional, suple a la notificación personal o
por cédula, cuando haya de notificarse a (art. 54):
a) Personas cuya individualidad sea difícil de determinar.
b) Personas cuya residencia sea difícil de determinar.
c) Personas que por su número dificulten considerablemente la práctica de la
diligencia.
9.2. Requisitos:
a) Petición de parte.
b) Conocimiento de causa, para determinar las condiciones.
c) Resolución judicial que ordene practicar esta forma de notificación, con indicación
de los diarios en que se harán las publicaciones y el número de veces que debe
repetirse el aviso.
9.3. Forma de realizarla: Deberán publicarse al menos 3 avisos, en días distintos, en
diarios del lugar donde se sigue la causa, o de la cabecera de la provincia o de la capital de
la región, si allí no los hay. Cuando la notificación hecha por este medio sea la primera de
una gestión judicial, será necesario, además, para su validez, un aviso en el Diario Oficial.
Los avisos deben contener los mismos datos que se exigen para la notificación personal;
pero si la publicación en esta forma es muy dispendiosa, atendida la cuantía del negocio,
podrá disponer el tribunal que se haga en extracto redactado por el secretario.
La notificación se entiende practicada en la fecha del último aviso publicado.
10. Notificación tácita y presunta:
Art. 55 CPC.- Aunque no se haya verificado notificación alguna o se haya efectuado en
otra forma que la legal, se tendrá por notificada una resolución desde que la parte a quien
afecte haga en el juicio cualquiera gestión que suponga conocimiento de dicha resolución,
sin haber antes reclamado la falta o nulidad de la notificación.
Asimismo, la parte que solicitó la nulidad de una notificación, por el solo ministerio de la
ley, se tendrá por notificada de la resolución cuya notificación fue declarada nula, desde
que se le notifique la sentencia que declara tal nulidad. En caso que la nulidad de la
notificación haya sido declarada por un tribunal superior, esta notificación se tendrá por
efectuada al notificársele el "cúmplase" de dicha resolución.
10.1. Notificación tácita (inc. 1°): Para que se entienda notificado tácitamente se requiere:
a) La parte a quien afecte una resolución cuya notificación ha sido omitida o realizada
en una forma distinta a la legal.
b) La misma parte hace en el juicio cualquier gestión que suponga conocimiento de
dicha resolución.
c) Que esa gestión se haga antes de haber reclamado, la persona afectada, por la falta o
nulidad de la notificación en cuestión62.
10.2. Notificación presunta (inc. 2°): Algunos autores no la consideran un tipo de
notificación, sino un caso especial de nulidad de la notificación.
11. Notificación electrónica:
Cualquiera de las partes o intervinientes podrá proponer para sí una forma de notificación
electrónica, la que el tribunal podrá aceptar aun cuando la ley disponga que la notificación
deba realizarse por cédula si, en su opinión, resultare suficientemente eficaz y no causare
indefensión. Esta forma de notificación será válida para todo el proceso (art. 8° Ley N°
20.886) (ej. correo electrónico).
La parte es la que decide la clase de notificación electrónica que desea para sí, pero es el
tribunal el que en definitiva la autoriza, teniendo como parámetro el que, en su opinión,
resultare suficientemente eficaz y no causare indefensión.

62
Si no reclama, precluye su derecho a reclamar de la nulidad de la notificación.
Aunque la propuesta de notificación es facultativa, una vez aceptada por el tribunal resulta
obligatorio practicar todas las notificaciones en la forma señalada por la parte, a menos que
el tribunal disponga en forma expresa otra forma de notificación.
Rige para esta clase de notificación la regla general de las actuaciones judiciales en orden a
que deben practicarse en días y horas hábiles y que de ellas debe dejarse constancia escrita
en la carpeta electrónica. Es practicada por el secretario del tribunal.
No se admite en el procedimiento civil ordinario.

PROCEDIMIENTOS DECLARATIVOS COMUNES


I. Preparación y aseguramiento de los Juicios63.
1. Preparación del proceso civil:
Todo proceso civil declarativo comienza con la presentación de una demanda, pero antes de
ello, el demandante habrá realizado ciertas actividades tendientes a la preparación del
proceso. Por regla general, estas actividades previas no están reguladas (ej. estudio y
preparación del caso, reclamaciones extrajudiciales, etc.). Excepcionalmente, hay
actividades previas al proceso que sí están reguladas, y que se deben realizar ante órganos
judiciales o administrativos.
El proceso cautelar es aquel de carácter accesorio, encaminado a garantizar la eficacia del
proceso definitivo al cual acceden. No es autónomo, siempre presupone la existencia de un
procedimiento principal. Sin embargo, para que exista un proceso cautelar no es
indispensable que el juicio definitivo llegue realmente a iniciarse, sino que basta que este se
lleve a cabo en función de algún procedimiento definitivo.
Por otra parte, el procedimiento cautelar podrá consistir en un solo acto y una sola
resolución (ej. alimentos provisorios).
La expresión más típica de tutela cautelar corresponde a las medidas precautorias (arts. 290
y siguientes), las que se encuentran establecidas con el mero objeto de asegurar el resultado
del proceso principal ya iniciado o por iniciar.
2. Procedimiento, acción y providencia o resolución cautelar:
La clasificación de los procedimientos y de las acciones en declarativos, ejecutivos y
cautelares se basa en los fines que las partes persiguen a través de las resoluciones que se
dicten. En consecuencia, para determinar las acciones y procedimientos cautelares resulta
necesario diferenciar previamente las resoluciones cautelares de otro tipo de resoluciones,
para lo cual se atiende a tres factores:

63
a. Medidas prejudiciales. Concepto. Requisitos; b. Medidas precautorias. Clases. Tramitación.
a) Los fines perseguidos: Las resoluciones o providencias cautelares tienen por objeto
impedir o evitar un peligro o daño jurídico derivado del retardo en obtener una
resolución o providencia definitiva.
b) La urgencia: La resolución cautelar ha de ser urgente, por cuanto si ella se retarda,
el daño potencial que se pretende evitar se transformará en daño efectivo.
c) La necesidad: Debe ser indispensable para impedir el daño temido o su agravación
durante la sustanciación del proceso.
3. Clasificación de las resoluciones cautelares:
a) Instructoras anticipadas, son las prejudiciales.
b) Resoluciones dirigidas a asegurar la ejecución forzada (medidas precautorias).
c) Providencias decisorias anticipadas, que se dictan con el carácter de interinas y
provisorias en espera de la sentencia definitiva.
d) Providencias contra cautelares, que se dictan cuando la concesión de alguna
precautoria lleva aparejada la exigencia de garantizar a la contraparte los perjuicios
que dicha medida pudiere ocasionarle.
4. Características de las resoluciones cautelares:
a) Son accesorias, no deciden sobre el fondo, sino que sólo aseguran el efectivo
cumplimiento de las resoluciones definitivas.
b) Son provisorias, están subordinadas a la dictación de la sentencia definitiva, cuyo
resultado práctico tienden a proteger.
c) Son preventivas, tienen por objeto evitar la producción de algún perjuicio jurídico,
para su dictación debe examinarse si a lo menos existe la apariencia de algún
derecho y si existe peligro de que este derecho aparente quede insatisfecho.
5. Medidas Prejudiciales:
5.1. Reglamentación: Título IV del Libro II, arts. 273 al 289: De las Medidas
Prejudiciales. Bajo esta denominación la ley regula una serie de diligencias anteriores al
juicio que puede realizar el futuro demandante, y en ciertos casos, el que teme ser
demandado, destinadas a obtener, con la intervención de los tribunales, los antecedentes
necesarios para preparar la demanda o procurar anticipadamente alguna prueba.
5.2. Concepto: Las medidas prejudiciales son aquellos actos jurídicos procesales,
anteriores al proceso mismo, que tienen por objeto preparar la entrada a éste; disponer la
práctica de alguna diligencia probatoria en forma anticipada o asegurar el resultado práctico
de la acción que se pretende deducir.
Puede suceder que antes de la iniciación del proceso, las futuras partes deban realizar
alguna gestión con el objeto de preparar la entrada al juicio, como la obtención de datos
para fundamentar la demanda.
5.3. Clasificaciones:
5.3.1. Según su finalidad:
a) Medidas destinadas a preparar la demanda (ej. art. 273 N° 1).
b) Medidas destinadas a procurarse medios de prueba que pueden desaparecer o rendir
prueba anticipada (ej. art. 281).
c) Medidas destinadas a asegurar el resultado de la acción (ej. art. 279).
5.3.2. Según su titular:
a) Medidas que pueden ser solicitadas por el futuro demandante.
b) Medidas que pueden ser solicitadas por el futuro demandado (art. 288).
5.3.3. Según su naturaleza:
a) Medidas prejudiciales propiamente tales o preparatorias.
b) Medidas prejudiciales precautorias.
5.4. Características:
a) Son previas, las solicita la futura parte del proceso y se decreta antes de la existencia
del juicio.
b) Son preparatorias.
c) Son taxativas.
d) Son de carácter restrictivo, se otorgan sólo en los casos en que la ley expresamente
los autoriza y en que se den los requisitos.
e) El juez las concederá en la medida que sean necesarias.
f) Tienen tramitación simple por su carácter urgente.
g) Al encontrarse en el Libro II, son de aplicación general a toda clase de juicios de
conformidad al art. 3°.
5.5. Requisitos:
 Debe expresarse la acción que se propone deducir.
 Debe expresarse someramente sus fundamentos.
 Deben cumplirse los requisitos particulares de cada medida.
La doctrina agrega dos requisitos: el bonis iuris o apariencia del buen derecho, es decir,
algún antecedente que justifique la interposición de la medida; y el periculum in mora o
peligro en la demora, es decir, que el retardo en la diligencia solicitada pueda acarrear
perjuicios al solicitante.
a) Apariencia de derecho: La apariencia de derecho es una situación intermedia entre la
incertidumbre propia del inicio del juicio y la certeza que se obtiene con la sentencia
definitiva.
El art. 298 exige que el demandante debe acompañar comprobantes 64 que constituyan, a lo
menos, presunción grave del derecho que se reclama. Esto es, antecedentes que hagan
verosímil la necesidad de la medida y expliquen al tribunal las razones para decretarlas.

64
Entendido como sinónimo de medios probatorios, no restringido a la prueba documental.
En casos graves y urgentes pueden concederse sin acompañar estos comprobantes, dándose
un plazo de hasta 10 días para presentarlos, de lo contrario la medida quedará sin efecto
(art. 299). En este caso se exige caución para responder de los perjuicios que resulten.
b) Peligro en la demora: No existe una norma genérica que lo exija sino que para cada
medida en particular se describen ciertas situaciones de peligro. Por ejemplo, la retención
de dineros o cosas muebles procede cuando sus facultades no ofrezcan suficiente garantía, o
haya motivo racional para creer que procurará ocultar sus bienes (art. 295).
5.6. Campo de aplicación: Una parte de la doctrina estima que, por la ubicación de las
normas dentro del Libro II que regula el juicio ordinario de mayor cuantía, ellas sólo se
aplicarían a este tipo de procedimiento, lo sostienen además por el tenor del art. 273 que
señala: el juicio ordinario podrá prepararse.
La doctrina y jurisprudencia mayoritaria señalan que, sin perjuicio de que la regulación esté
dentro del juicio ordinario, por aplicación del art. 3° 65, se pueden aplicar a toda clase de
procedimientos.
5.7. Tramitación: Por regla general se decretan sin audiencia de la parte contraria respecto
de quien se pide, salvo en aquellos casos en que se requiera expresamente su intervención
(art. 289). El tribunal la concede o deniega de plano, con los antecedentes que rinda el
solicitante. En cualquier caso, decretada una diligencia, el tribunal fijará día y hora para su
realización, resolución que se debe notificar a la parte contra la que se pide para poder
llevarla a efecto.
Se ha entendido que la intervención en la medida prejudicial, no implica prórroga de
competencia.
El hecho de haberse decretado una medida prejudicial no impone al actor la carga de
presentar su demanda en un plazo determinado, sin perjuicio del abandono de
procedimiento y de lo que se verá sobre las medidas precautorias decretadas como medidas
prejudiciales.
5.8. Medidas prejudiciales preparatorias: Son los actos jurídicos procesales anteriores al
juicio que tienen por objeto preparar la entrada a éste. Son aquellas que tienden a obtener
datos necesarios para entablar la demanda. Conforme al art. 273 (taxativas), son las
siguientes:
a) Declaración jurada acerca de algún hecho relativo a su capacidad para perecer en
juicio, o a su personería o al nombre y domicilio de sus representantes (N° 1).
b) La exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción que se trata de entablar
(N° 2).
c) La exhibición de sentencias, testamentos, inventarios, tasaciones, títulos de
propiedad u otros instrumentos públicos o privados que por su naturaleza puedan
interesar a diversas personas (N° 3).
65
Se aplicará el procedimiento ordinario en todas las gestiones, trámites y actuaciones que no estén sometidos
a una regla especial diversa, cualquiera que sea su naturaleza.
d) Exhibición de los libros de contabilidad relativos a negocios en que tenga parte el
solicitante (N° 4).
5.8.1. Titular: Conforme al art. 273, el sujeto facultado para solicitar medidas prejudiciales
preparatorias es el futuro demandante. Por regla general, el futuro demandado no se
encuentra facultado para solicitarlas, excepcionalmente puede solicitar la medida de
reconocimiento jurado de firma y las que indica el art. 288.
El tribunal competente es el mismo tribunal que tiene competencia para conocer del juicio
que luego se iniciará.
5.8.2. Requisitos: Deben cumplir con los requisitos generales de toda medida prejudicial y
los requisitos específicos de la medida prejudicial precautoria en particular. El inciso final
del art. 273 establece que las medidas contempladas en los cuatro primeros números se
otorgarán por el tribunal sólo cuando a su juicio sean necesarias para que el demandante
pueda entrar en juicio.
5.8.3. Tramitación: El tribunal puede optar por decretarlas con o sin audiencia de la
persona contra la cual se piden (art. 289). Si se decretan sin audiencia, el tribunal se
pronunciará de plano admitiéndola o denegándola. Si se decreta con audiencia, se confiere
traslado a la contraparte y se genera un incidente.
Decretada la medida, el tribunal fijará día y hora para su realización, resolución que se debe
notificar a la parte contra la que se pide para que pueda llevarse a efecto.
El requerido podría cumplir voluntariamente la medida o negarse a su realización, si se
niega, la ley contempla sanciones que dependerá del tipo de medida (multas, arrestos).
5.9. Medidas Prejudiciales Probatorias: Son los actos jurídicos procesales anteriores al
juicio, que tienen por objeto la rendición de los medios de prueba establecidos por el
legislador que pudieren con posterioridad, durante el curso del juicio, ser de difícil
realización o recayeren sobre hechos que puedan fácilmente desaparecer.
a) Reconocimiento jurado de firma puesta en instrumento privado (art. 273 N° 5).
b) Inspección personal del tribunal, informe de perito o certificado del ministro de fe
cuando exista peligro inminente de un daño o perjuicio, o se trate de hechos que
puedan fácilmente desaparecer (art. 281).
c) Absolución de posiciones, si hay motivo fundado para temer que una persona se
ausente en breve tiempo del país (art. 284).
d) Prueba testimonial (art. 286).
5.9.1. Titular: El sujeto facultado para solicitar una medida prejudicial probatoria es el
futuro demandante. Excepcionalmente se faculta al demandado en el art. 288: Toda persona
que fundadamente tema ser demandada podrá solicitar las medidas que mencionan el
número 5° del artículo 273 y los artículo 281, 284 y 286, para preparar su defensa.
5.9.2. Requisitos: Deben cumplir con los requisitos generales de toda medida prejudicial y
los requisitos específicos de la medida prejudicial probatoria en particular.
6. Medidas Precautorias:
6.1. Concepto: Las medidas precautorias son las providencias pronunciadas por el tribunal,
a petición del sujeto activo del proceso, que tienen por finalidad asegurar el resultado de la
pretensión hecha valer, cuando se ha demostrado durante el curso del procedimiento la
apariencia o verosimilitud de la existencia de la pretensión cuya satisfacción se pretende y
que existe el peligro de que ella puede ser burlada antes de la dictación de la sentencia
definitiva.
Son aquellas diligencias que puede solicitar el demandante en cualquier estado del juicio,
aun cuando no este contestada la demanda, y para asegurar el resultado de la acción. Lo que
se pretende con estas medidas es asegurar la eficacia práctica de la sentencia que se dicte,
es decir, que si se acoge la pretensión del solicitante, esta pueda cumplirse.
Se regulan en el Título V del Libro II “De las Medidas Precautorias”, arts. 290 a 302.
6.2. Campo de aplicación: Algunos sostienen que se aplican únicamente al juicio ordinario
porque está regulado en el Título V del Libro II. No obstante, la mayoría de la doctrina las
estimas aplicables a todo procedimiento, principalmente por lo dispuesto en el art. 3°.
La jurisprudencia ha fallado que a falta de reglas especiales, las medidas precautorias son
instituciones comunes aplicables a todo procedimiento y su ubicación no es obstáculo para
su aplicación a otros procedimientos.
6.3. Características:
a) No se limitan a las señaladas en el art. 290, sino que se extienden a todo acto que
sea asegurador o protector de la pretensión deducida y de la sentencia favorable que
pudiera dictarse.
b) Son esencialmente provisorias, deben hacerse cesar una vez que desaparezca el
peligro que se pretendía evitar o se rinda caución suficiente (art. 301). La parte
interesada en su alzamiento debe pedirlo, y la resolución que lo dispone es apelable
en el solo efecto devolutivo.
c) Son instrumentales, encuentran su justificación en la necesidad de garantizar el fallo
definitivo.
d) Se cumplen o llevan a efecto previa notificación de la parte afectada, sin embargo,
podrían llevarse a efecto sin notificación siempre que existan razones graves para
ello y el tribunal así lo decrete. Transcurridos 5 días sin que la notificación se
efectúe, la medida queda sin valor. El tribunal puede ordenar que la notificación se
haga por cédula.
e) Deben limitarse a los bienes necesarios para responder de los resultados del juicio.
f) Son acumulables.
g) Son sustituibles por una garantía suficiente (art. 301).
h) Pueden tener el carácter de prejudiciales.
i) Se conceden por cuenta y riesgo de quien las solicita.
6.4. Requisitos: Existen requisitos particulares dependiendo de la medida precautoria, pero
además todas ellas deben cumplir ciertos requisitos generales:
a) Solicitud de parte: La parte que se encuentra legitimada en el proceso para solicitar una
medida precautoria es la que ha hecho valer una pretensión dentro de él, puesto que la
medida tiende a resguardar la satisfacción práctica de ella una vez que se ha reconocido en
la sentencia.
El demando podrá accionar únicamente si deduce demanda reconvencional pues sería
demandante en este caso.
b) Debe existir una demanda deducida por el actor dentro del proceso: La medida
precautoria puede solicitarse desde que existe el proceso, es necesario también que la
demanda se encuentre notificada. El transcurso del término de emplazamiento no es un
requisito de existencia, sino que de validez para la constitución del proceso. En caso que no
exista aún el juicio la medida precautoria puede ser solicitada en el carácter de prejudicial.
Pueden solicitarse incluso después de citadas las partes a oír sentencia (art. 433 inc. 2°).
c) Que se limiten los bienes necesarios para responder los resultados del juicio: El
demandado debe poseer bienes, puesto que sobre ellos debe recaer una medida precautoria
de carácter real o patrimonial. La medida precautoria recae sobre bienes precisos y
determinados, deben ser individualizados en forma precisa y deben ser los estrictamente
necesarios para garantizar el resultado de la pretensión hecha valer.
d) El demandado no debe poseer bienes suficientes para los efectos de responder en el
futuro respecto de la sentencia definitiva que se dicte en su contra: El peligro en la
demora como peligro de infructuosidad en la medida cautelar es un principio general de
estas medidas. Si el demandado posee bienes suficientes, el demandante deberá abstenerse
conforme a su derecho de prenda general.
e) El solicitante debe acompañar comprobantes que constituyan a lo menos una
presunción grave del derecho que reclama: La apariencia de derecho.
f) El demandante debe rendir caución en los casos que el tribunal o la ley lo
determine: La regla general en nuestro derecho es que no se exija caución para decretar la
medida, salvo las medidas prejudiciales precautorias (art. 279), las medidas precautorias
que no estén expresamente autorizadas por la ley (art. 298) y en el caso del art. 299.
6.5. Oportunidad: En primera instancia se pueden intentar en cualquier estado del juico,
aun cuando no esté contestada la demanda y aunque las partes estén citadas a oír sentencia,
incluso puede ser antes de presentada la demanda con el carácter de prejudicial (arts. 290 y
433).
6.6. Medidas precautorias contempladas en nuestra legislación:
6.6.1. Nominadas: Están contempladas en el art. 290:
a) El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda.
b) El nombramiento de uno o más interventores.
c) La retención de bienes determinados.
d) La prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados.
6.6.2. Innominadas: Se subentienden al tenor del art. 298 por cuanto establece “y no
tratándose de medidas expresamente autorizadas por ley”; ello quiere decir que será el actor
quien solicite se decrete alguna medida distinta a las establecidas en la ley, en cuanto sea
necesaria para asegurar el resultado de su acción. En este caso, la ley exige que el actor
rinda caución: podrá también el tribunal, cuando lo estime necesario y no tratándose de
medidas expresamente autorizadas por la ley, exigir caución al actor para responder de los
perjuicios que se originen (art. 298).
6.6.3. Las demás que autoriza la ley: Estas providencias no excluyen las demás que
autorizan las leyes (art. 300). Estas se encuentran reguladas en otros títulos del CPC y en
leyes especiales (ej. embargo en el juicio ejecutivo). En el fondo también son medidas
nominadas.
6.7. Tramitación de las precautorias:
6.7.1. Tribunal competente: Es el tribunal que conoce del juicio, cualquiera sea el
momento en que se formule, aun cuando la causa se encuentre siendo conocida por el
tribunal de alzada en virtud de un recurso. Ello es así porque en contra de la resolución que
se pronuncie concediendo o alzando una medida precautoria cabe el recurso de apelación.
6.7.2. Requisitos del escrito:
a) Requisitos comunes a todo escrito.
b) Individualización precisa del demandante y demandado.
c) Individualización de la medida que se desea solicitar.
d) Individualización de los bienes sobre los cuales la medida va a recaer.
e) Requisitos que la ley exige para cada medida precautoria en particular.
Si las medidas están expresamente contempladas en la ley deberá, además, cumplirse el
requisito común a todas ellas: acompañar comprobantes que constituyan a lo menos
presunción grave del derecho que se reclama (art. 298). En casos graves y urgentes, el
tribunal podrá decretar la medida aun cuando falten los comprobantes requeridos por un
término que no exceda de 10 días, exigiendo caución para responder de los perjuicios que
resulten (art. 299).
Si se trata de medidas no contempladas en la ley pero se acompañan los comprobantes, el
tribunal puede otorgarlas previa caución (art. 298). Si no se acompañan comprobantes la
caución será calificada con mayor intensidad.
6.7.3. Tramitación de la solicitud: Presentado el escrito, el tribunal puede acoger o
rechazar la solicitud.
Art. 302 CPC.- El incidente a que den lugar las medidas de que trata este Título se
tramitará en conformidad a las reglas generales y por cuerda separada.
Podrán, sin embargo, llevarse a efecto dichas medidas antes de notificarse a la persona
contra quien se dictan, siempre que existan razones graves para ello y el tribunal así lo
ordene. Transcurridos cinco días sin que la notificación se efectúe, quedarán sin valor las
diligencias practicadas. El tribunal podrá ampliar este plazo por motivos fundados.
La notificación a que se refiere este artículo podrá hacerse por cédula, si el tribunal así lo
ordena.
Una postura sostiene que estas medidas siempre dan lugar a un incidente que es necesario
tramitar y resolver, por tanto, ante su solicitud debe recaer la resolución “traslado”.
Otra postura sostiene que el tribunal se pronuncia de plano, concediéndola o denegándola, y
no obstante ello confiere traslado. El incidente entonces se formulará únicamente si la
contraria se opone a la medida ya decretada, y de acogerse la oposición se dispondrá su
alzamiento. Esta es la tesis mayoritaria por cuanto cautela los intereses de ambas partes.
Si la notificación de la resolución que concede las medidas precautorias no se efectúa en el
plazo señalado por la ley o dentro de la ampliación otorgada por el tribunal, las diligencias
practicadas quedarán sin valor por el solo ministerio de la ley.
En cuanto a la forma de notificar la resolución que concede la medida existen dos teorías.
Algunos estiman que debe ser por el estado diario conforme a las reglas generales; otros
estiman que debe notificarse personalmente, de lo contrario no tendría sentido el inc. 3°.
6.7.4. Resolución que concede una medida precautoria: La mayoría de la doctrina y
jurisprudencia sostienen que tiene la naturaleza de un auto, puesto que recaería sobre un
incidente, sin establecer derechos permanentes a favor de las partes.
Siendo un auto, procede en su contra el recurso de reposición de acuerdo a la regla general;
el recurso de apelación en forma subsidiaria a la reposición, puesto que se estaría
ordenando un trámite que no está expresamente establecido en la ley.
El recurso de queja y el recurso de casación, ya sea en la forma o en el fondo, no serían
procedente si la resolución tiene la naturaleza jurídica de un auto.
Con todo, un sector minoritario se ha inclinado por señalar que la resolución que concede
una medida precautoria es una sentencia interlocutoria de primer grado.
6.8. Término de las medidas precautorias:
6.8.1. Por caducidad: Se produce en los siguientes casos:
a) Casos en que, por motivos fundados, el Tribunal ordena llevar a cabo la medida sin
previa notificación al demandado, la medida caduca si el demandante no la hace
notificar dentro del plazo de 5 días o su prorroga.
b) Cuando ha sido otorgada sin que se acompañen los comprobantes respectivos y no
se renueva la petición en 10 días.
6.8.2. Por alzamiento: Dado el carácter dinámico del proceso es posible que con
posterioridad, durante el transcurso del proceso, se haya destruido la probabilidad del
acogimiento de la pretensión en la sentencia definitiva y la presunción grave que emana de
los antecedentes acompañados por el actor al solicitar el otorgamiento de la medida
precautoria.
En tal caso, el demandado se encuentra legitimado para solicitar su alzamiento de
conformidad a lo previsto en el art. 301: deberán hacerse cesar siempre que desaparezca el
peligro que se ha procurado evitar o se otorguen cauciones suficientes.
La solicitud de alzamiento forma parte del cuaderno separado de medidas precautorias y da
lugar a un incidente que debe ser tramitado conforme a las reglas generales de los
incidentes.
La resolución que se dicte respecto de la solicitud de alzamiento de la medida precautoria
tendrá el mismo carácter que se estime procedente otorgarle a la resolución que concede la
medida precautoria y en su contra cabrá deducir los mismos recursos.
7. Medidas prejudiciales precautorias:
El art. 279 permite la interposición de medidas precautorias en calidad de prejudiciales, es
decir, se deducen y decretan antes de la interposición de la demanda.
7.1. Concepto: Son las providencias pronunciadas por el tribunal antes de la existencia del
juicio, a petición de quien será el sujeto activo en el proceso, que tienen por finalidad
asegurar el resultado de la pretensión que se hará valer posteriormente en el proceso,
cuando se ha demostrado la apariencia de la existencia del derecho cuya satisfacción se
pretende y existe peligro de que éste puede ser burlado, rindiéndose caución por el
solicitante para garantizar los perjuicios que pudieren causarse con su infundado
otorgamiento.
Sólo le corresponden al futuro demandante, y ellas son: el secuestro de la cosa, el
nombramiento de uno o más interventores, la retención de bienes determinados y la
prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados.
7.2. Competencia: Todas las medidas prejudiciales precautorias son competencia de los
tribunales ordinarios y especiales, nunca arbitrales, aun cuando se haya pactado arbitraje.
7.3. Requisitos:
a) Expresar la acción que se propone deducir (art. 287).
b) Expresar someramente sus fundamentos (art. 287).
c) Acompañar comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho
que se reclama (art. 298).
d) Determinar el monto de los bienes sobre los cuales deberá recaer (art. 279).
e) Que existan motivos graves y calificados (art. 279).
f) Que se rinda fianza u otra garantía suficiente a juicio del tribunal para responder de
los perjuicios que se originen y multas que se impongan (art. 279).
7.4. Cargas procesales66: Una vez concedidas las medidas precautorias con carácter previo
a la demanda surgen para el futuro demandante una serie de cargas procesales previstas en
el art. 280:
7.4.1. Oportunidad de interposición de la demanda: El que obtuvo la medida prejudicial
precautoria debe presentar su demanda en el plazo fatal de 10 días, pudiendo ampliarse
hasta 30 días por motivos fundados. Debe existir una coherencia entre la acción que se
pretendía deducir y la efectivamente ejercida y al presentarse la demanda debe pedirse que
se mantengan las medidas decretadas.
Si no se presenta la demanda dentro de plazo, o si se presenta sin solicitar la mantención de
las medidas decretadas, estas caducan. Además, el actor se hace responsable de los
perjuicios causados, considerándose doloso su procedimiento.
7.4.2. Responsabilidad del solicitante: Quien solicita estas medidas es responsable de los
perjuicios causados por ellas. Conforme al art. 280, se considera doloso su actuar en los
siguientes casos:
a) Si no se deduce demanda oportunamente.
b) Si no se pide en la demanda que continúen en vigor las medidas precautorias.
c) Cuando decretadas, o al resolver sobre esta petición el tribunal, no mantiene dichas
medidas.
7.5. Tramitación: La mayoría de la doctrina y jurisprudencia estiman aplicable a estas
medidas el art. 289 al señalar que las diligencias expresadas en este Título pueden
decretarse sin audiencia de la persona contra quien se piden, salvo los casos en que
expresamente se exige su intervención.
Se decretan de plano, con el sólo mérito de los antecedentes de la solicitud, sin necesidad
de escuchar al destinatario de la medida. El derecho a oponerse a la medida surge con
posterioridad, cuando ya ha sido notificado legalmente de la demanda.

II. Juicio Ordinario de Mayor Cuantía67.


1. Generalidades:
1.1. Regulación: El juicio ordinario de mayor cuantía se reglamenta en el Libro II del
Código de Procedimiento Civil: Del Juicio Ordinario, arts. 253 a 433.

66
En general, carga procesal es una situación jurídica instituida en la ley consistente en el requerimiento de
una conducta de realización facultativa, normalmente establecida en interés del propio sujeto, y cuya omisión
trae aparejada una consecuencia gravosa para él. No es lo mismo que una obligación, que se tiene respecto de
otro.
67
Procedimiento civil ordinario y sumario: a. Concepto y características; b. Etapas o periodos de cada
procedimiento; c. De la contestación u oposición expresa del demandado; d. Conciliación. Concepto y
efectos; e. Recepción de la causa a prueba. Contenido de la resolución. Notificación. Recursos; f. Término
probatorio. Concepto y clases; g. Medios de prueba. Oportunidad legal para ofrecerlos y rendirla; h. De la
sentencia. Reglamentación legal para su pronunciamiento.
1.2. Concepto: Es el procedimiento escrito, declarativo de derechos, común u ordinario,
supletorio y complementario, que se aplica a aquellos asuntos de cuantía superior a 500
UTM y aquellos de cuantía indeterminada.
1.3. Características:
a) Es un procedimiento declarativo.
b) Es escrito.
c) Es el procedimiento común u ordinario, es decir, se aplica siempre que la ley no
señale un procedimiento especial para determinado asunto. El art. 3° dispone: Se
aplicará el procedimiento ordinario en todas las gestiones, trámites y actuaciones
que no estén sometidos a una regla especial diversa, cualquiera sea su naturaleza.
d) Es supletorio, se aplica a todos aquellos procedimientos que, teniendo una
tramitación especial, no estén específicamente reglamentados en ciertas materias
(ej. en el sumario no se señalan los requisitos de la demanda, aplicándose el 254).
e) Se aplica a los asuntos cuya cuantía sea superior a 500 UTM o de cuantía
indeterminada68.
1.4. Etapas del juicio ordinario:
a) Periodo de discusión: Demanda, contestación de la demanda, réplica y dúplica.
b) Conciliación69.
c) Período de prueba.
d) Período de observaciones a la prueba.
e) Período de sentencia o decisión, que comienza con la resolución que cita a las partes
a oír sentencia (art. 432).
f) Algunos autores agregan la etapa de cumplimiento o ejecución de la sentencia, e
incluso se puede considerar la etapa recursiva como otra fase del juicio ordinario.
2. Primera etapa. Período de discusión:
2.1. Formas de iniciar el juicio: El juicio ordinario comienza por la demanda deducida por
el actor, nunca de oficio. Algunos, en base al art. 253, sostienen que puede comenzar por
demanda o por la interposición de medidas prejudiciales.
Art. 253 CPC.- Todo juicio ordinario comenzará por demanda del actor, sin perjuicio de lo
dispuesto en el Título IV de este Libro.
2.2. La demanda:
2.2.1. Concepto: Acto procesal de parte que contiene la petición fundada del demandante
de que se le otorgue determinada tutela jurisdiccional mediante la sentencia.

68
Los arts. 130 y 131 COT señalan asuntos que se entienden como de mayor cuantía (ej. nombramiento de
tutores y curadores).
69
Algunos profesores no consideran la conciliación una etapa del juicio ordinario dado que puede que nunca
se produzca, otros estiman que sí lo es pues se trata de un trámite esencial, además el periodo de prueba
también podría faltar como en la hipótesis del art. 313 y no por eso deja de considerarse.
2.2.2. Importancia:
a) Es la base del juicio y de ella va a depender el éxito o fracaso de la acción.
b) Concreta las pretensiones del actor y limita los poderes del juez, quien debe fallar
conforme al mérito del proceso (art. 160).
c) Sólo puede rendirse prueba sobre los hechos estipulados en la demanda y en la
contestación.
d) Si contiene defectos de forma, el demandado puede oponer excepciones dilatorias
que impedirán el desarrollo del juicio mientras no se subsanen.
2.2.3. Requisitos:
a) Requisitos comunes a todo escrito:
 Debe ser ingresado a través de la Oficina Judicial Virtual.
 En idioma castellano.
 Individualizar el tribunal, los datos de quien comparece y la causa.
 Contener la suma y presuma.
 Firma electrónica de quien presenta el escrito70.
b) Requisitos especiales: Se contemplan en el art. 254, se denominan por la doctrina “leyes
ordenatoria litis”, y sólo versan sobre la tramitación del juicio. Persiguen su ordenada y
completa discusión en el aspecto externo.
Art. 254 CPC.- La demanda debe contener:
1°. La designación del tribunal ante quien se entabla;
Por ejemplo: S.J.L en lo Civil de Concepción; I.C.A. de Concepción.
2°. El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandante y de las personas que
lo representen, y la naturaleza de la representación;
Se refiere al domicilio civil (art. 61 CC), bastando con señalar la comuna; el señalamiento
de casa habitación o morada es una obligación distinta (art. 49). Si el demandante no tiene
capacidad para comparecer el juicio deberá hacerlo a través de un representante, debiendo
individualizarse ambos. Si es una persona jurídica debe individualizarse ésta y su
representante.
Los números 1 y 2 reciben el nombre de parte expositiva.
3°. El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado;
4°. La exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya; y
La fundamentación fáctica sirve para identificar la pretensión, conforma la causa de pedir,
que no puede ser alterada en forma sustancial durante el desarrollo del proceso y a los
cuales debe restringirse el tribunal al momento de resolver (congruencia). La

70
Presentarla a través de la OJV es firma electrónica simple.
fundamentación jurídica no requiere la cita de leyes, basta una exposición que no deje
dudas sobre la naturaleza jurídica de la pretensión (el juez conoce el derecho). No forma
parte del objeto del proceso ni es vinculante para el tribunal, quien puede fundar su
sentencia en normas distintas.
Los números 3 y 4 reciben el nombre de parte narrativa.
5°. La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones que
se sometan al fallo del tribunal.
Esta es la parte petitoria, el actor debe precisar sus peticiones especificando la cosa pedida
y delimitando la competencia del tribunal, el que no podrá fallar sobre un objeto procesal
distinto del propuesto ni más allá de lo que se pide (congruencia). Se inicia con la expresión
“por tanto”.
El cumplimiento de estos requisitos hace que la demanda cumpla con las condiciones de ser
cierta, clara y determinada.
c) Si se trata de la primera presentación: Deberá además:
 Cumplir carga de designar abogado patrocinante.
 Señalar domicilio procesal para efectos de la notificación por cédula (art. 49).
2.2.4. Omisión de requisitos: Si el requisito omitido es alguno de los N° 1, 2 o 3 del art.
254, puede el juez de oficio no darle curso a la demanda, expresando el defecto de que
adolece (art. 256)71, o puede alegarse por el demandado como excepción dilatoria.
Si el requisito omitido es el N° 4 o 5 del art. 254 sólo podría alegarse por el demando como
excepción dilatoria de ineptitud del libelo (art. 303 N° 4).
Si lo omitido es la designación de abogado patrocinante, en virtud del art. 1° de la Ley N°
18.120, dicha presentación no podrá ser proveída y se tendrá por no presentada para todos
los efectos legales. Las resoluciones que al respecto se dicten no serán susceptibles de
recurso alguno.
Finalmente, si el requisito omitido es la falta de designación de domicilio procesal, la
sanción del art. 53 establece que, sin necesidad de petición de parte y sin previa orden
judicial, la forma de notificación de que trata el art. 50 (estado diario) se hará extensiva a
las resoluciones comprendidas en el art. 48 (por cédula), respecto de las partes que no
hayan hecho la designación a que se refiere el art. 49 y mientras ésta no se haga.
2.2.5. Calidades que puede presentar una demanda:
a) Inhábil: Presentada ante tribunal incompetente, desde que se declara su
incompetencia.
b) Improponible: Aquella cuya pretensión es infundable.
c) Irregular: Aquella que no se ajusta a las reglas legales establecidas.
71
Usualmente los tribunales suelen ordenar corregir la demanda dentro de tercero día bajo apercibimiento de
tenerla por no presentada, es decir, no aplican el apercibimiento de inmediato.
2.2.6. Documentos que se acompañan a la demanda:
a) Deben acompañarse los documentos habilitantes, que son aquellos que guardan
relación con la personería o representación legal (art. 6°). Si se omiten, el
demandado podrá oponer la excepción dilatoria del art. 303 N° 2.
b) Pueden acompañarse documentos fundantes y justificantes. Fundantes son aquellos
de los cuales emana el derecho y justificantes son los demostrativos del derecho que
se reclama.
2.2.7. Admisión de la demanda: Si la demanda es admitida, el tribunal conferirá
“traslado”, que es el acto por el cual se pone en conocimiento de una de las partes la
petición de la contraria. El tribunal debe pronunciarse sobre los otrosíes o formulaciones
accesorias vinculadas a la cuestión de fondo72.
No es obligatorio, pero el tribunal puede pronunciarse sobre la cuantía.
2.2.8. Notificación del proveído de la demanda: Al actor la demanda se le notifica por el
estado diario. Al demandado, por regla general será personalmente, pero también podría ser
por el art. 44 por avisos e incluso por el estado diario si no es la primera resolución.
La notificación produce efectos civiles y procesales:
a) Efectos civiles:
 Mora del deudor.
 Se consideran litigiosos los derechos para efectos de su cesión.
 Intervención de la prescripción: la prescripción de corto tiempo continúa como de
largo tiempo.
 Interrumpe la prescripción.
b) Efectos procesales:
 Crea la carga de comparecer al demandado.
 El demandante puede desistirse de la demanda, pero ya no la puede retirar.
 Se produce la radicación.
 Los efectos de la sentencia se retrotraen hasta esta etapa.
2.2.9. Modificaciones a la demanda: Presentada la demanda y antes de notificada puede
retirarse sin más trámite y se tendrá por no presentada (art. 148).
Si la demanda ya fue notificada, pero aún no ha sido contestada, ya no puede retirarse y el
demandante sólo podrá desistirse. El desistimiento es un incidente que se requiere a través
de un escrito, y si el tribunal lo acoge se extingue la acción. Puede, también, ampliarla o
rectificarla, lo que será considerada una nueva demanda para efectos de la notificación (art.
261).

72
Ejemplo: “En lo principal: Por interpuesta la demanda en juicio ordinario, Traslado. Al primer otrosí: Por
acompañados los documentos con citación. Al segundo otrosí: Se tenga presente”.
Después de contestada la demanda sólo podrá desistirse de la demanda. En la réplica podrá
efectuar ampliaciones, adiciones o rectificaciones, pero sin alterar el objeto principal del
pleito (art. 312). Si son varios los demandados, con la contestación de uno ya no puede
modificar la demanda.
2.2.10. Efectos de la demanda:
a) Requiere la intervención jurisdiccional del Estado y el juez está obligado a resolver
sus peticiones.
b) Podría operar la prórroga de competencia por parte del actor (art. 187 COT).
2.3. Emplazamiento: Es una diligencia judicial que tiene por objeto llamar a una persona
con el fin de que comparezca a un juicio a defenderse o a hacer uso de su derecho. La
jurisprudencia lo ha definido como el llamado de la autoridad judicial a una persona a fin
de constituirla parte en el juicio y someterla a sus mandatos.
El demandado debe poder defenderse y preparar su defensa en un tiempo adecuado
(manifestación del debido proceso). Está relacionado con ciertos principios formativos: la
igualdad, bilateralidad de la audiencia y preclusión.
Es un trámite esencial (art. 795 N° 1 y 800 N° 1).
2.3.1. Elementos del emplazamiento:
a) La notificación de la demanda y la resolución recaída en ella, realizada en forma
legal al demandado.
b) Plazo que concede la ley al demandado para comparecer al proceso.
Si no existen estos elementos no hay emplazamiento y la sentencia que eventualmente se
dicte adolece de un vicio de nulidad que es causal de casación en la forma.
Se falta al emplazamiento si la demanda no está notificada o si la notificación no se hizo
legalmente, o bien, si no se respetó el plazo para comparecer a defenderse.
2.3.2. Efecto del emplazamiento: Su efecto principal es que traba la relación procesal de
las partes entre sí y con el tribunal.
2.3.3. Término de emplazamiento: Es el plazo que la ley da al demandado para
comparecer a defenderse73. Es variable, dependerá del lugar en que funcione el lugar que
conoce de la causa y del lugar en que ha sido notificado el demandado (arts. 258 y 259).
a) Si es notificado en la comuna donde funciona el tribunal, el término de
emplazamiento es de 15 días (art. 258 inc. 1°).
b) Si es notificado en el mismo territorio jurisdiccional, pero fuera de los límites de la
comuna que sirve de asiento al tribunal, el término se aumenta en 3 días. Es decir,
será de 18 días (art. 258 inc. 2°).

73
Atendiendo a los conceptos de término y plazo, si bien es llamado término de emplazamiento es,
conceptualmente, un plazo.
c) Si es notificado en un territorio jurisdiccional distinto o fuera del territorio de la
república, el plazo para contestar la demanda es de 18 días más el aumento que
corresponda al lugar en que se encuentre. Este aumento se determina de acuerdo a
una tabla que cada 5 años forma la Corte Suprema (tabla de emplazamiento 74),
tomando en consideración las distancias y las facilidades o dificultades que existan
para las comunicaciones (art. 259 inc. 1°).
d) Si los demandados son varios, sea que obren separada o conjuntamente, el término
para contestar la demanda correrá para todos a la vez y se contará hasta que expire
el último término parcial que corresponda a los notificados (art. 260). Es un plazo
individual en cuanto a su inicio pero común en cuanto a su término.
e) En caso de pluralidad de demandantes, aumenta el término de emplazamiento en un
día por cada 3 demandantes sobre 10 que existan en el proceso. El plazo adicional
no podrá exceder de 30 días (art. 260 inc. 2°).
Si bien el art. 258 no lo dice expresamente, es un plazo de días hábiles por ser la regla
general de los plazos de días del CPC.
2.3.4. Características del término de emplazamiento:
a) Es un plazo legal, se establece en los arts. 258 y 259.
b) Es fatal.
c) Improrrogable.
d) Común.
e) Discontinuo (de días hábiles).
2.4. Actitudes que puede adoptar el demandado luego de su notificación:
2.4.1. Permanecer inactivo en el proceso: Dará lugar a su rebeldía, lo que no significa que
se acepten las pretensiones del actor. Algunos entienden que esto significaría que el
demandado niega todos los hechos, siendo una suerte de contestación ficta. Otros no
consideran esta postura pues no pueden concluir dicho efecto del silencio o inactividad de
la parte. Esto tendrá importancia a la hora de determinar los puntos sobre los cuales deberá
recaer la prueba.
Precluye su derecho para oponer excepciones perentorias, dilatorias y para reconvenir. La
rebeldía se refiere únicamente al trámite que el litigante no ha cumplido dentro de plazo.
2.4.2. Comparecer al proceso: En este caso puede adoptar distintas actitudes: (i) aceptar la
demanda, allanarse; (ii) defenderse o; (iii) reconvenir.
a) Allanamiento y figuras análogas: Si el demandado acepta llanamente las peticiones del
demandante, o en sus escritos no contradice en materia sustancial y pertinente los hechos

74
Esta tabla se formará en el mes de Noviembre del año que preceda al del vencimiento de los 5 años
indicados, para que se ponga en vigor en toda la República desde el 1° de Marzo siguiente; se publicará en el
"Diario Oficial", y se fijará a lo menos, 2 meses antes de su vigencia, en el portal de internet del Poder
Judicial y en los oficios de todos los secretarios de Cortes y Juzgados de Letras (art. 259 inc. 2°).
sobre que versa el juicio, el tribunal mandará citar a las partes para oír sentencia definitiva
(art. 313).
El allanamiento es el acto procesal por el cual el demandado muestra su conformidad con la
pretensión procesal interpuesta por el acto.
Puede ser expreso, reconociendo categóricamente los hechos y el derecho expuestos en la
demanda, o tácito, cumpliendo voluntariamente lo pedido en la demanda. Puede ser total o
parcial, según se refiera a todas las pretensiones del demandante o sólo a algunas de ellas.
Para allanarse no se requiere de una capacidad especial, no obstante el mandatario requiere
facultades extraordinarias (art. 7 inc. 2°). Sólo es posible aceptar una demanda en la medida
que esa aceptación no signifique la renuncia de derechos irrenunciables.
No requiere el consentimiento del demandante. Es un acto puro y simple, carece de eficacia
aquel que se haga con reservas o bajo condición, y se refiere tanto a los hechos como al
derecho.
Presentado el allanamiento, el tribunal da traslado al actor para que replique. Evacuado el
trámite de la réplica, el tribunal cita a las partes para oír sentencia. Con esta resolución
queda cerrada esta etapa y las partes ya no pueden formular ni presentar ningún tipo de
escritos o alegaciones.
El art. 313 asimila el allanamiento a la situación en que el demandado no contradice en
materia sustancial y pertinente los hechos sobre que versa el juicio. En este caso, sólo alude
a los hechos, no comprendiendo los aspectos de derecho. Esto hace innecesario rendir
prueba, pero no necesariamente se acogerá la demanda, por lo que evacuada la réplica, el
tribunal citará a las partes a oír sentencia. Si las partes piden que se falle el pleito sin más
trámite, se dispondrá igual citación.
b) Defensa del demandado: Se realiza mediante excepciones y defensas generales; las
excepciones pueden ser dilatorias o perentorias.
 Las excepciones dilatorias buscan paralizar la acción, sin extinguirla.
 Las excepciones perentorias extinguen la acción. Su objetivo es enervar la acción y
se dirigen al fondo del asunto debatido. Están reguladas en las leyes sustantivas. El
CPC permite también oponerlas en ciertas situaciones como dilatorias.
 Las defensas generales están fundadas en hechos extintivos, impeditivos o
modificativos que el demandado hace valer en su contestación, y que si son
admitidas van a llevar al rechazo de la demanda.
La defensa desconoce la existencia del derecho objeto de la acción deducida, niega el
derecho reclamado, son generales y constituyen simples alegaciones; la excepción supone
que el derecho ha existido y sólo tienda a establecer que por un hecho independiente ha
caducado, también pueden referirse a la corrección del procedimiento. El Código no
reconoce esta distinción, asimilando los términos excepción o defensa, pero el concepto de
defensa es más amplio, hay una relación de género a especie.
Las excepciones dilatorias75 son aquellas que se refieren a la corrección del procedimiento,
sin afectar el fondo de la acción deducida. Tienen por objeto la corrección de vicios en el
procedimiento o defectos en la demanda, postergando el trámite de la contestación mientras
no sean resueltas.
Están enumeradas en el art. 303, enumeración que no es taxativa (en base al N° 6).
En doctrina se clasifican en excepciones dilatorias de efectos permanentes o de efectos
transitorios, según permitan o no la continuación del juicio una vez que sean acogidas. La
resolución que acoge una dilatoria de efectos permanentes será una sentencia interlocutoria
de primer grado susceptible de casación.
Art. 303 CPC.- Sólo son admisibles como excepciones dilatorias:
1a. La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda;
Es de efectos permanentes. Comprende tanto la incompetencia absoluta como la relativa; la
incompetencia absoluta puede ser alegada en cualquier estado del juicio, y la incompetencia
relativa debe alegarse antes de contestar la demanda, en este caso, declarándose por día
declinatoria (art. 111).
Se ha entendido que comprende la excepción de compromiso, por medio de la cual se
invoca el procedimiento arbitral al que las partes han sometido voluntariamente la
resolución del asunto.
Es distinta a la excepción de falta de jurisdicción, que afecta al fondo de la acción deducida
y tiene por finalidad el rechazo absoluto y definitivo de la demanda por falta de acción en el
actor para presentarla ante los tribunales ordinarios. Esta es una excepción perentoria y
debe contenerse en el escrito de contestación (discutido).
2a. La falta de capacidad del demandante, o de personería o representación legal
del que comparece en su nombre;
Es de efectos transitorios y comprende tres situaciones:
 Falta de capacidad del demandante, definida como la aptitud legal para comparecer
en juicio por sí mismo.
 Falta o insuficiencia de personería o representación convencional de la persona que
obra en nombre del actor, es decir, mandato judicial (se relaciona con el art. 6°).
 Falta o insuficiencia de representación legal del actor.
No está contemplado en la ley un mecanismo para reclamar de la falta de capacidad del
demandado, probablemente la vía sea un incidente de nulidad procesal.
Se ha entendido que no comprende la falta de legitimación activa, normalmente se concluye
que dicha excepción es de fondo, reclamable vía excepción perentoria.
3a. La litis pendencia;
75
También llamadas artículos de no contestar, alonjaderas o excepciones procrasatinatorias.
Es de efectos permanentes, tiene lugar cuando existen dos juicios entre las mismas partes,
que persiguen la misma causa y objeto, sea ante el mismo tribunal o no. Su finalidad es
evitar la dualidad de fallos sobre un mismo negocio judicial, economía procesal y buena fe.
Para su configuración deben presentarse los siguientes requisitos:
 Existencia de un juicio pendiente.
 Identidad legal de personas.
 Identidad de causa de pedir (hecho material o jurídico que sirve de fundamento a la
demanda).
 Identidad de cosa pedida (beneficio jurídico perseguido en el juicio).
4a. La ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito legal en el modo de
proponer la demanda;
Libelo es sinónimo de escrito que formula una pretensión. Es de efectos transitorios,
procede por la omisión de cualquiera de los requisitos del art. 254 y los requisitos generales
de los escritos, salvo que su omisión tenga asignada una sanción especial.
Debe fundarse en deficiencias que hagan ininteligible, vaga o mal formulada la demanda, y
dificulten su comprensión. No cualquier defecto formal es suficiente para que prospere esta
excepción (principio de la trascendencia).
5a. El beneficio de excusión; y
Es una excepción de efectos permanentes. Conforme al art. 2357 CC, el beneficio de
excusión es el derecho de que goza el fiador que ha sido demandado para exigir que, antes
de proceder contra él, se persiga la deuda en los bienes del deudor principal, y en las
hipotecas o prendas prestadas por éste para la seguridad de la misma deuda. También
procede en otras hipótesis que autoriza la ley.
6a. En general las que se refieran a la corrección del procedimiento sin afectar al
fondo de la acción deducida.
Esta es la regla general, que quita el carácter taxativo a la enumeración del art. 303. A
través de esta excepción se solicita la corrección de cualquier defecto procesal, a fin de que
sea corregido antes de contestar la demanda (ej. demandar con arreglo a un procedimiento
distinto o la exceptio pluris consorcio del art. 21).
i. Oportunidad de interposición: Las excepciones dilatorias deben oponerse todas en un
mismo escrito, dentro del término de emplazamiento, antes de contestar la demanda76 (art.
305). Si no se interponen en el plazo señalado, no podrá hacerse después.
Si no se hacen valer en esta oportunidad, pueden oponerse en el progreso del juicio sólo por
vía de alegación o defensa y se estará a lo dispuesto en los arts. 85 y 86 (incidente).

76
Se hace antes porque suspenden el término de emplazamiento, pero en la práctica también suele hacerse en
el mismo escrito de contestación para el caso de ser rechazadas, en el sumario se hace así.
Las excepciones de incompetencia del tribunal y de litispendencia pueden oponerse en
segunda instancia, en forma de incidente.
ii. Tramitación: Las excepciones dilatorias se tramitan como incidente (art. 307),
aplicándose el procedimiento de los arts. 82 y siguientes.
Presentado el escrito, el Tribunal da traslado al demandante, quien tiene 3 días para
responder. Vencido este plazo, haya o no constado el actor, el tribunal resolverá, si a su
juicio, no hay necesidad de prueba. Si estima que es necesaria la prueba va a recibir el
incidente a prueba por el término de 8 días, transcurrido el cual el tribunal fallará dentro de
tercero día.
Según el art. 306 todas estas excepciones se deben proponer conjuntamente, en un mismo
escrito, y se fallan a la vez. Si entre ellas figura la de incompetencia y el tribunal la acepta,
no se pronunciará sobre las demás. Sin perjuicio, si apelado el fallo que acoge la excepción
de incompetencia, la Corte lo revoca, puede pronunciarse sobre las demás excepciones que
se opusieron y no se resolvieron en primera instancia (art. 208).
Se estima mayoritariamente que el fallo de las excepciones dilatorias es una sentencia
interlocutoria, procediendo en su contra el recurso de apelación en el solo efecto
devolutivo. Algunos sostienen que se trataría de un auto.
Si se acoge una excepción dilatoria de efectos permanentes procede también el recurso de
casación en la forma (art. 766 inc. 1°).
iii. Efectos de las excepciones dilatorias: Si la resolución acoge la excepción y es de
efectos permanentes termina el juicio; si es de efectos relativos, el actor deberá corregir los
defectos o vicios que sirvieron de fundamento a la excepción. Cumplida esta corrección (no
tiene plazo), el demandado tiene 10 días para contestar la demanda.
Si la resolución desecha la excepción dilatoria, el demandado tiene 10 días para contestar la
demanda, cualquiera sea el lugar donde se le notificó (art. 308).
2.5. Contestación de la demanda: Es el acto procesal por el cual el demandado se opone
expresamente a la pretensión del actor. También se denomina contestación al escrito en que
se traduce este trámite.
Con la contestación queda integrada la relación procesal, y quedan fijados los hechos sobre
los cuales va a recaer la prueba y la sentencia definitiva.
Tiene un contenido variable, integrado principalmente por las excepciones perentorias, que
son aquellas dirigidas a enervar la acción que se deduce. No se pueden enumerar, pues los
hechos que puede alegar el demandado dependerán de la relación jurídico material y su
objeto es que se rechace la demanda. Usualmente corresponden a los modos de extinguir
obligaciones.
2.5.1. Forma y oportunidad de la contestación: El escrito de contestación debe
presentarse dentro del término de emplazamiento, si no se opusieron excepciones dilatorias,
o en la oportunidad que indica el art. 308 en caso de que se opusieran77.
Debe cumplir los requisitos comunes a todo escrito y los requisitos que señala el art. 309:
a) Designación del tribunal ante quien se entabla.
b) Nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado.
c) Excepciones que se oponen a la demanda y exposición clara de los hechos y
fundamentos de derecho en que se apoyan.
d) Enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión, de las peticiones que se
sometan al fallo del tribunal.
2.5.2. Excepciones que pueden oponerse en un momento distinto: En virtud del art. 310,
pueden oponerse en cualquier estado del juicio las siguientes excepciones perentorias:
a) Prescripción.
b) Cosa juzgada.
c) Transacción.
d) Pago efectivo de la deuda cuando ésta se funde en un antecedente escrito.
Deben alegarse por escrito antes de la citación para oír sentencia en primera instancia o
antes de la vista de la causa en segunda instancia y reciben tramitación incidental.
Si se formula en primera instancia después de recibida la causa a prueba, puede recibirse a
prueba si el tribunal lo estima necesario, y se va a reservar su resolución para la sentencia
definitiva. Si se formula antes de recibida la causa a prueba y se estima necesario rendir
prueba, se va a rendir junto con la prueba del asunto principal, dejando su resolución para la
sentencia definitiva.
Si se alega en segunda instancia, el tribunal de alzada se va a pronunciar sobre ellas en
única instancia en su sentencia definitiva.
Por otro lado, el art. 304 faculta al demandado para oponer como dilatorias las excepciones
perentorias de cosa juzgada y transacción, denominadas excepciones mixtas o anómalas.
2.5.3. Tramitación de las excepciones: Tienen tramitación incidental. Si son de lato
conocimiento se mandará contestar la demanda y se reservarán para fallarlas en la sentencia
definitiva, siguiendo con la tramitación normal del juicio.
Existe la posibilidad de renovación de las excepciones perentorias alegadas como dilatorias
en la contestación78.
2.5.4. Efectos de la contestación:
a) Queda integrada la relación procesal.
77
10 días cualquiera sea el lugar donde haya sido notificado.
78
Ósea, fueron mencionadas en oportunidad, antes de la contestación como dilatorias. Pero luego pueden
mencionarse en la contestación.
b) Queda delimitada la cuestión controvertida con las acciones del demandante y las
excepciones del demandado.
c) El tribunal en la sentencia definitiva sólo debe pronunciarse respecto de las acciones
y excepciones deducidas oportunamente.
d) Puede operar la prórroga tácita de competencia por parte del demandado.
e) El demandado no puede oponer excepciones dilatorias salvo como alegaciones o
defensas en el curso del juicio, con la excepción del art. 305 inc. 3°79.
f) En el juicio reivindicatorio, el poseedor de buena fe vencido debe restituir los frutos
percibidos con posterioridad a la contestación de la demanda (art. 907 CC).
5.6. Reconvención: Es la demanda que deduce el demandado contra el actor en el escrito
de contestación a la demanda ejerciendo cualquier acción que tenga en su contra.
El demandado, además de excepciones contra la demanda, puede tener alguna acción en
contra del demandante, que puede o no derivar de la misma relación jurídica (no se exige
conexión objetiva entre las pretensiones).
Ambas acciones deberían tramitarse en procesos diferentes, pero por razones de economía
procesal se permite al demandado acumular en su escrito de contestación de la demanda las
acciones que pueda tener en contra del demandante.
5.6.1. Requisitos de la reconvención:
a) Que el juez ante el cual se sigue el juicio sea competente para conocer de la
reconvención estimada como demanda o que sea admisible la prórroga de
competencia (art. 315).
b) La demanda reconvencional debe formularse en el escrito de contestación de la
demanda (art. 314), sujetándose a las exigencias de los arts. 254 y 261.
c) La acción que se deduce por vía de reconvención debe estar sujeta al mismo
procedimiento que la demanda (art. 316).
5.6.2. Tramitación de la reconvención: Pueden oponerse excepciones dilatorias al igual
que respecto de la demanda principal, debiendo interponerse todas conjuntamente y en un
mismo escrito, en el plazo de 6 días (plazo dado para la réplica).
Si se acoge una excepción dilatoria, el actor debe corregir la demanda dentro del plazo de
10 días. Si no lo hace, se tendrá por no presentada la demanda reconvencional. Opuestas las
dilatorias, se suspende el juicio principal hasta su resolución.
La reconvención se falla y sustancia conjuntamente con la demanda principal (art. 316)80.
El tribunal resolverá “por contestada la demanda; traslado para la réplica. Por interpuesta la
demanda reconvencional, traslado”. En esta oportunidad, el demandante principal podrá
deducir excepciones dilatorias, o bien, evacuar ambos traslados. Ocurrido lo anterior, el
79
Las excepciones 1a. y 3a. del artículo 303 podrán oponerse en segunda instancia en forma de incidente.
80
La demanda reconvencional se interpone en la contestación; la réplica de la demanda original también
contendrá la contestación de la demanda reconvencional; la dúplica de la demanda original será la réplica de
la demanda reconvencional.
tribunal resolverá “por evacuada la réplica, traslado para la dúplica; por contestada la
demanda reconvencional, traslado para la réplica reconvencional”.
5.7. Réplica y dúplica: Son oportunidades procesales que la ley confiere a demandante y
demandado para ampliar, adicionar o modificar las acciones y excepciones que hubiesen
formulado en la demanda y contestación respectiva, sin alterar aquellas cuestiones que sean
el objeto principal del pleito.
También se entiende por réplica y dúplica el escrito evacuado por la parte procesal
correspondiente en estas oportunidades.
De la contestación se da traslado al demandante por 6 días para que replique, y de la réplica
al demandado por el mismo plazo para que duplique (art. 311).
No pueden formularse nuevas acciones o excepciones en estos escritos.
Con el trámite de la dúplica termina el período de discusión del juicio.
5.8. Finalización del periodo de discusión: Terminada la discusión, el tribunal va a
examinar los autos y de ese estudio decidirá si: (i) cita a las partes para oír sentencia
definitiva o; (ii) llama a las partes a conciliación.
El tribunal citará a las partes para oír sentencia en las hipótesis del art. 313:
a) Cuando el demandado acepta llanamente las peticiones del actor.
b) Cuando en sus escritos no contradice en materia sustancial y pertinente los hechos
sobre que versa el juicio.
c) Cuando las partes pidan se falle el pleito sin más trámite.
3. Segunda etapa. Fase de Conciliación:
3.1. Concepto: Es la gestión que efectúa el juez para lograr el arreglo del litigio. Se
incorpora con la Ley N° 19.334 de 1994, y procede una vez terminado el periodo de
discusión y antes de la prueba.
Es un trámite esencial, su llamado es obligatorio, pero tiene poca utilidad práctica (art. 795
N° 2).
3.2. Reglamentación: Esta fase se encuentra reglamentada dentro del Libro II, Título II,
arts. 262 a 268: De la Conciliación.
3.3. Procedencia (art. 262): La regla general es que procede en todo juicio civil en que sea
legalmente admisible la transacción, esto es, que el derecho o interés respecto del que se
litiga sea disponible y siempre que no se trate de los supuestos del art. 313.
No procede en los juicios especiales regulados en los Títulos I, II, III, V y XVI del Libro
III, destacablemente, no procede respecto del juicio ejecutivo.
3.4. Oportunidad para el llamado a conciliación: Una vez agotados los trámites del
periodo de discusión, salvo en las situaciones del art. 313, el llamado a conciliación es
obligatorio. También es procedente en cualquier estado de la causa, después de la
contestación de la demanda (facultativo).
No sólo puede llamar a conciliación el juez que conoce en primera instancia de una causa,
también pueden hacerlo las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema.
3.5. Procedimiento: Terminado el periodo de discusión, el juez cita a las partes a audiencia
para un día no anterior al 5° ni posterior al 15° desde la notificación. Dicha resolución se
notifica por cédula a ambas partes81.
En los procedimientos que contemplan una audiencia para contestar la demanda, la
conciliación se hace una vez contestada la demanda, en la misma audiencia (ej. juicio
sumario).
Se ha entendido que no se falta al trámite esencial si el llamado se hace en una oportunidad
diferente.
3.6. Audiencia de conciliación: Deben comparecer las partes por sí o por apoderado, el
juez puede exigir su comparecencia personal. El juez debe proponer personalmente las
bases de arreglo.
El juez obrará como amigable componedor. Tratará de obtener un avenimiento total o
parcial en el litigio. Las opiniones que emita no lo inhabilitan para seguir conociendo de la
causa (art. 263). Debe ordenar de oficio la agregación de antecedentes y medios probatorios
que estime pertinentes.
Si las partes lo piden, la audiencia se suspenderá hasta por media hora para deliberar. Si el
tribunal lo estima necesario, la postergará para dentro de tercero día, o el plazo mayor que
acuerden las partes.
Si el comparendo no se realiza, el secretario debe certificar dicha circunstancia y entregar
los autos al juez para que éste reciba la causa a prueba.
En los procesos con pluralidad de partes, la audiencia se llevará a efecto aunque no asistan
todas.
De la conciliación total o parcial se levantará acta que consignará sólo las bases del arreglo
y debe ser suscrita por el juez, las partes que lo deseen y el secretario, estimándose como
sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales (art. 267).
La conciliación sólo produce efectos entre las partes que llegaron al acuerdo, continuando
el juicio entre aquellas que no concurrieron a la audiencia o no aceptaron la conciliación.

81
Ej. de la resolución: De conformidad con lo dispuesto en los artículos 262 y 264 del Código de
Procedimiento Civil, vengan las partes por sí o por apoderado, a comparendo de conciliación a la audiencia
del decimoquinto día hábil después de la última notificación a las partes, a las 13:00 horas, y si recayere
sábado, al siguiente hábil a la misma hora. Notifíquese por cédula. En Concepción, a dos de mayo de dos mil
diecinueve. se notificó por el estado diario la resolución precedente.
Se ha discutido la procedencia de aplicar el procedimiento del art. 233 y siguientes
(ejecución de las resoluciones judiciales) para obtener el cumplimiento del acuerdo de
conciliación. Algunos se niegan sosteniendo que no es una sentencia y su forma de obtener
el cumplimiento es mediante el juicio ejecutivo. Otra tesis, más acorde con la economía
procesal, estima que es aplicable el procedimiento de ejecución de sentencias en la medida
que la ley asimila el acta de conciliación a una sentencia ejecutoriada para todos los efectos
legales.
4. Tercera etapa. Fase de Prueba (parte adjetiva):
4.1. Recepción de la causa a prueba:
Art. 318 CPC.- Concluidos los trámites que deben preceder a la prueba, ya se proceda con
la contestación expresa del demandado o en su rebeldía, el tribunal examinará por sí mismo
los autos y si estima que hay o puede haber controversia sobre algún hecho substancial y
pertinente en el juicio, recibirá la causa a prueba y fijará en la misma resolución los hechos
substanciales controvertidos sobre los cuales deberá recaer.
Sólo podrán fijarse como puntos de pruebas los hechos substanciales controvertidos en
los escritos anteriores a la resolución que ordena recibirla.
Terminada la etapa de discusión el tribunal procede a examinar el proceso para establecer si
existen o no hechos substanciales controvertidos. Si no los hay, citará a las partes para oír
sentencia.
4.1.1. Requisitos para que se reciba la causa a prueba:
a) Que exista controversia.
b) Que la controversia se refiera a los hechos.
c) Que los hechos sobre los cuales recae la controversia sean substanciales, esto es que
tengan una decidida importancia en la litis. El hecho insustancial es el ineficaz.
d) Que los hechos sean pertinentes, es decir, que tengan relación con la materia
debatida. Es impertinente el hecho extraño a la cuestión debatida sin
correspondencia ni analogía alguna con ella.
Pese al tenor del art. 318, en la práctica la parte interesada deberá solicitar al tribunal que
reciba la causa a prueba, presentando el escrito correspondiente.
La resolución que recibe la causa a prueba se notifica por cédula (art. 48), y pese a su
común denominación como “auto de prueba”, es una sentencia interlocutoria de aquellas
que resuelven un trámite que va a servir de base para el pronunciamiento de otra sentencia.
Es un trámite esencial cuya omisión da lugar al recurso de casación en la forma (art. 769 N°
9 y 795 N° 3).
4.1.2. Menciones del auto de prueba:
a) La orden de que se reciba la causa a prueba por el término legal.
b) La determinación de los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos sobre los
cuales deberá recaer la prueba (puntos de prueba).
c) Puede contener la fijación de las audiencias para que las partes rindan su prueba de
testigos si es que la van a rendir82.
4.1.3. Recursos contra el auto de prueba: Al dictarse esta resolución, el tribunal puede
incurrir en errores (ej. señalar como hechos controvertidos los que en realidad no lo son u
omitir otros que debía señalar).
El art. 319 faculta a las partes para deducir reposición 83, la cual presenta las siguientes
particularidades:
a) Procede contra una sentencia interlocutoria, las cuales por regla general no son
susceptibles de reposición ya que este recurso procede sólo contra autos y decretos.
b) La ley ha restringido el plazo para interponerlo de 5 a 3 días hábiles, contados desde
la notificación por cédula.
La parte que lo interpone puede pedir que se modifiquen los hechos controvertidos fijados
por el tribunal, que se eliminen algunos de estos hechos y/o que se agreguen otros hechos
controvertidos.
Presentado el recurso, el tribunal puede asumir dos actitudes: pronunciarse de plano, o bien,
darle tramitación incidental (art. 319 inc. 2°).
La resolución que acoge la reposición es apelable en el solo efecto devolutivo (art. 326).
Además de la reposición, la ley faculta a la parte que se sienta agraviada con lo dispuesto
en el auto de prueba a deducir recurso de apelación. La cual, en este caso, debe interponerse
en forma subsidiaria a la reposición (art. 319), si se hubiere interpuesto esta última. Es
decir, el auto de prueba no es apelable directamente.
El recurso de apelación se concede en el sólo efecto devolutivo, y como se deduce en forma
subsidiaria a la reposición, no necesita fundarse si la reposición es fundada y en ella se han
formulado peticiones concretas.
Si el recurso de reposición es rechazado, el tribunal se pronunciará sobre la admisibilidad
de la apelación. Si la estima inadmisible, el apelante podrá deducir recurso de hecho contra
dicha resolución, si es concedido, la apelación será conocida por el tribunal superior
competente, el que en definitiva determinara si confirma la resolución apelada,
82
Ejemplo de la resolución: Concepción, dos de abril de dos mil diecinueve. Como se pide. Se recibe la causa
a prueba por el término legal, y se fijan como hechos sustanciales pertinentes y controvertidos los siguientes:
1. Efectividad de que la demandada incurrió en incumplimiento de las obligaciones que impone el contrato
referido. 2. Efectividad de haberse causado perjuicios consistentes en daño extrapatrimonial a la actora
producto del incumplimiento contractual de la demandada. Monto de los mismos. Para la testimonial se fijan
los últimos tres días del probatorio o cuatro últimos, si alguno de ellos recayere en sábado, a las 09:00 horas.
Proveyó doña Margarita Sanhueza Núñez, Juez Titular. En Concepción, a dos de abril de dos mil diecinueve,
se notificó por el estado diario, la resolución precedente.
83
Medio de impugnación ordinario a través del cual se pide al tribunal que dictó una resolución que la
modifique o la deje sin efecto.
manteniendo el auto de prueba tal como lo dictó el tribunal, o que se modifica, agrega o
elimina algún punto de prueba. En este caso, puede ocurrir que el término probatorio
hubiese vencido (pues la apelación no suspende el curso del juicio), esta es una hipótesis en
que procede la fijación de un término especial de prueba.
Además, conforme al art. 326, es apelable la resolución que implícita o explícitamente
niega el trámite de la recepción de la causa a prueba, a menos que se trate de las hipótesis
del art. 313 inc. 2°, es decir, cuando las partes de común acuerdo solicitan al tribunal que
falle el pelito sin más trámite.
4.1.4. Ampliación de la prueba: El juez sólo puede fijar como puntos de prueba aquellos
hechos sustanciales controvertidos en los escritos anteriores a la resolución que ordena
recibirla, es decir, aquellos fijados en la etapa de discusión. Sin embargo, es posible la
ampliación de la prueba en los casos que contempla el art. 321:
a) Cuando dentro del término probatorio ocurre algún hecho sustancialmente
relacionado con el hecho que se ventila.
b) Cuando la ampliación se refiere a hechos verificados y no alegados antes de
recibirse la causa a prueba, con tal que jure el que los aduce que sólo entonces han
llegado a su conocimiento.
A su vez, al responder la otra parte el traslado de la solicitud de ampliación, puede alegar
nuevos hechos que reúnan las condiciones del art. 321, o bien, otros hechos que tengan
relación con los que se mencionan en la solicitud de ampliación (art. 322).
La solicitud de ampliación se tramita como incidente de acuerdo a las reglas generales, en
cuadernos separados, y no suspende el término probatorio. Todos los incidentes por los que
se pide ampliación de prueba y cuyas causas existan simultáneamente deben promoverse a
la vez, si la parte las promueve después, el tribunal los rechazará de oficio salvo que se trate
de hechos esenciales para el fallo del juicio o de un vicio que anule el procedimiento. La
resolución que acepta la ampliación es inapelable (art. 326).
4.1.5. Práctica de diligencias probatorias: Conforme al art. 324, toda diligencia
probatoria debe practicarse previo decreto del tribunal que conoce en la causa, notificado a
las partes.
La resolución que dispone la práctica de una diligencia probatoria es inapelable (art. 326).
Si se trata de diligencias probatorias cuya omisión pudiese producir indefensión, conforme
al art. 795 N° 4 se les considera como trámites o diligencias esenciales, por lo que
procederá el recurso de casación en la forma por el N° 9 del art. 764.
En los tribunales colegiados la práctica de la diligencia probatoria puede llevarse a cabo
ante uno sólo de los miembros comisionados al efecto por el tribunal (art. 325).
Es un principio procesal que toda la prueba se produce con injerencia y posible oposición
de la parte a la que pudiera perjudicar.
4.1.6. Carga para rendir la prueba testimonial: La parte que desee rendir prueba de
testigos tiene la carga de presentar una minuta de los puntos sobre que piense rendir prueba
de testigos, enumerados y especificados con claridad y precisión. También debe acompañar
una nómina de los testigos de que piensa valerse, con expresión de su nombre y apellido,
domicilio, profesión u oficio.
Conforme al art. 320, el plazo para presentar este escrito es distinto según si se dedujo o no
reposición contra el auto de prueba:
a) Si no se dedujo reposición, el plazo se cuenta desde la primera notificación del auto
de prueba y dura hasta el 5° día de la última notificación.
b) Si se dedujo recurso de reposición, la minuta y nómina podrán presentarse dentro de
los 5 días siguientes a la notificación por estado diario de la resolución que se
pronuncie sobre la última solicitud de reposición.
Si antes de la reposición ya se había presentado lista de testigos, no es necesario presentar
una nueva lista, salvo que habiéndose acogido la parte estime pertinente modificarla.
Si no se presenta la lista de testigos dentro del plazo señalado, no podrá rendirse esta
prueba. No obstante, y aunque la ley no distinga, se ha entendido que si no se presenta la
minuta de los puntos de prueba, los testigos podrán declarar conforme a los puntos de
prueba establecidos en el auto de prueba.
4.1.7. Prueba en los incidentes: La resolución que recibe a prueba un incidente también
debe determinar los puntos sobre los que debe recaer, y la recepción de ella se hace en
conformidad a las reglas establecidas para la prueba principal, pero se notifica por estado
diario (art. 323).
4.2. Término probatorio: Notificada en forma legal la resolución que recibe la causa a
prueba se da inicio al término probatorio.
4.2.1. Concepto: Es el plazo fatal concedido por la ley en el juicio ordinario para que las
partes pidan toda diligencia probatoria que no han solicitado con anterioridad a su inicio y
rindiendo la prueba que estimen conveniente, debiendo practicarse forzosamente dentro de
él la prueba de testigos.
Este término no existe en todos los procedimientos, por ejemplo, en las querellas posesorias
y en los derivados del contrato de arrendamiento, sin perjuicio de que contemplan prueba,
no existe un período destinado a la misma.
4.2.2. Características:
a) Es un plazo legal, pero puede ser precisado por el juez.
b) Es fatal (art. 328).
c) Es un plazo común tanto en su inicio como en su término (art. 320 y 327).
d) Es improrrogable, no obstante, es posible el aumento del plazo para rendir prueba
fuera del territorio jurisdiccional (art. 329).
e) Puede reducirse por acuerdo de las partes (art. 328).
f) No se suspende, salvo que todas las partes lo pidan (art. 339).
g) Dentro del término probatorio debe solicitarse toda diligencia probatoria que no se
ha solicitado con anterioridad a su iniciación (art. 327).
h) Cualquier incidente que se formule dentro de este término debe sustanciarse en
cuaderno separado si se relaciona con la prueba, para evitar la posible suspensión
del término probatorio por la vía incidental.
4.2.3. Clasificación: El Código de Procedimiento Civil establece 3 especies de términos
probatorios:
a) Término probatorio ordinario: Es la regla general, establecido en el art. 328.
Art. 328 CPC.- Para rendir prueba dentro del territorio jurisdiccional del tribunal en que se
sigue el juicio tendrán las partes el término de veinte días.
Podrá, sin embargo, reducirse este término por acuerdo unánime de las partes.
Su duración es de 20 días, salvo que las partes acuerden reducirlo en forma unánime.
Pueden rendirse durante él toda clase de pruebas, tanto en el territorio jurisdiccional donde
se sigue el juicio como fuera de él, y en cualquier parte del territorio de la República,
incluso fuera de ella.
Según el art. 320, el término probatorio ordinario empieza a correr:
 Si no se pidió reposición del auto de prueba, desde la última notificación por cédula
de dicha resolución.
 Si se pidió reposición del auto de prueba, desde la notificación por estado diario de
la resolución que se pronuncie sobre la última solicitud de reposición.
b) Término probatorio extraordinario: Conforme al art. 329, se confiere para rendir
prueba fuera del territorio jurisdiccional del tribunal, pero dentro de la República, y fuera
del territorio de la República. Se aumenta según la tabla de emplazamiento.
Art. 329 CPC.- Cuando haya de rendirse prueba en otro territorio jurisdiccional o fuera de
la República, se aumentará el término ordinario a que se refiere el artículo anterior con un
número de días igual al que concede el artículo 259 para aumentar el de emplazamiento.
Vencido el término ordinario sólo puede rendirse prueba en aquellos lugares para los cuales
se haya otorgado el aumento extraordinario del término (art. 355). El aumento empieza a
correr una vez que concluye el término ordinario y dura para cada localidad el número de
días que señala la respectiva tabla de emplazamiento (art. 333).
Debe pedirse antes del vencimiento del término ordinario, determinando el lugar en que esa
prueba debe rendirse (art. 332).
Su tramitación será distinta según se trate de rendir prueba dentro o fuera del territorio de la
República.
Para rendir prueba dentro del territorio de la República se concederá siempre que se
solicite, a menos que haya justo motivo para creer que se pide maliciosamente con el sólo
propósito de demorar el curso del juicio (art. 330). El aumento se va a otorgar con citación
(art. 336).
Para rendir prueba fuera de la República deben concurrir alguna de las circunstancias que
indica el art. 331:
 Que, del tenor de la demanda, de la contestación o de otras piezas del expediente
aparezca que los hechos a que se refieren las diligencias probatorias solicitadas han
acaecido en el país en que deben practicarse dichas diligencias, o que allí existen los
medios probatorios que se pretenda obtener.
 Que se determine la clase y condición de los instrumentos de que el solicitante
piensa valerse y el lugar en que se encuentran.
 Tratándose de la prueba de testigos, se exprese el nombre y residencia y se
justifique algún antecedente que haga presumir la conveniencia de obtener sus
declaraciones.
Siempre que se solicite este aumento extraordinario, el tribunal debe exigir para dar curso a
la solicitud, que se consigne en la cuenta corriente del tribunal una cantidad cuyo monto no
puede ser inferior a medio sueldo vital ni superior a dos (art. 338).
Esta consignación se va a ceder en beneficio del Fisco si resulta establecido en la causa
alguna de las siguientes circunstancias:
 Que no se ha hecho diligencia alguna para rendir la prueba.
 Que los testigos señalados no tenían conocimiento de los hechos ni se han hallado
en situación de conocerlos.
 Que los testigos o documentos no han existido en el país en que se ha pedido que se
practiquen las diligencias probatorias.
La solicitud de aumento extraordinario para rendir prueba fuera de la República se concede
con audiencia de la parte contraria (art. 336). Los incidentes a que dé lugar la concesión de
este aumento se tramitan en pieza separada, no suspenden el término probatorio, pero no se
van a contar en este aumento los días que transcurran mientras dura el incidente.
La parte que, habiendo obtenido el aumento extraordinario, no rinde prueba o rinde una
impertinente, deberá pagar a la contraria los gastos en que haya incurrido para concurrir a la
diligencia respectiva. Esta sanción se impone en la sentencia definitiva y el tribunal puede
absolver a la parte infractora si ella acredita no haberla rendido por motivos justificados
(art. 337). Prueba impertinente es aquella que no versa sobre las proposiciones y hechos
que son objetos de la demostración, es un hecho no articulado en la demanda o en la réplica
por el actor o en la contestación o dúplica por el demandado. La pertinencia de la prueba se
aprecia en la sentencia definitiva. No confundir con su admisibilidad o inadmisibilidad.
c) Término probatorio especial: Es un nuevo término que, a solicitud de parte, otorga el
tribunal cuando no se ha podido rendir una prueba durante el término ordinario y
concurriendo los requisitos para ello. En general, se concede cuando durante el término
probatorio sucede algún hecho o sobreviene cualquier situación en el proceso que impida
real y legítimamente la recepción de la prueba.
Tiene su origen en una resolución del tribunal que lo concede, se trata de un plazo judicial
establecido en los arts. 339 y siguientes.
Procede en los siguientes casos:
i. Ocurrencia de entorpecimientos dentro del término probatorio que impidan recibir
la prueba: Entorpecimiento es todo obstáculo subjetivo u objetivo que surge de un modo
imprevisto durante el transcurso normal del término probatorio y que impide la producción
de la prueba. Puede ser absoluto o relativo.
En estos casos el tribunal puede otorgar un nuevo término especial por el número de días
que haya durado el entorpecimiento y para rendir prueba sólo en el lugar a que dicho
entorpecimiento se refiere.
La parte afectada por el entorpecimiento debe reclamar en el momento en que se produce o
dentro de los 3 días siguientes.
ii. Cuando se acoge la apelación subsidiaria interpuesta contra la resolución recibió la
causa a prueba: En este caso se ordena agregar o modificar los puntos de prueba fijados
por el tribunal a quo y por tal motivo hay necesidad de rendir nueva prueba. Debe
concederse un término especial de prueba por el número de días que fije el tribunal en
forma prudencial y que no sobrepase los 8 días. Para hacer uso de este término especial no
se necesita reclamar de entorpecimiento alguno.
La prueba que se haya podido producir en la causa tendrá pleno valor en la medida que ella
no haya sido afectada por la resolución del tribunal superior.
iii. Para rendir la prueba testimonial iniciada en tiempo hábil pero no concluida
dentro de él por sobrevenir entorpecimientos: La prueba de testigos sólo puede rendirse
dentro del término probatorio, así, las diligencias iniciadas en tiempo hábil pero no
concluidas por impedimento cuya remoción no haya dependido de la parte interesada,
podrán practicarse dentro de un breve término que el tribunal señalará por una sola vez para
ese objeto (art. 340).
Este término especial debe solicitarse dentro del término probatorio o en los 3 días
siguientes a su vencimiento.
Si lo que impide la recepción de la prueba es la inasistencia del juez que conoce del litigio,
el secretario, a petición de cualquiera de las partes, va a certificar este hecho y con el mérito
de este resultado el tribunal señalará nuevo día para la recepción de la prueba.
iv. Otros casos establecidos por la ley:
 Si en la práctica de medidas para mejor resolver aparece la necesidad de esclarecer
nuevos hechos indispensables para dictar sentencia, el tribunal puede abrir un
término probatorio especial hasta por 8 días, relativo a los hechos que el mismo fije
(art. 159).
 Para la prueba de las tachas, si el término probatorio esta vencido o lo que resta no
fuere suficiente, por un máximo de 10 días (art. 376).
 Puede abrirse un término especial de prueba para la revocación de la confesión
cuando el absolvente señala haber padecido error de hecho y ofrece probar esta
circunstancia, o cuando los hechos no son personales del confesante (art. 402).
 El art. 327 señala que el tribunal puede conceder un término especial de hasta 15
días respecto de: excepciones que pueden oponerse en cualquier estado de la causa
(art. 310), cuando dentro del probatorio ocurre algún hecho sustancialmente
relacionado con el asunto o se trata de hechos verificados y no alegados con tal que
el que los aduce jure que sólo entonces han llegado a su conocimiento (art. 321), y
cuando habiendo dado traslado de la solicitud de ampliación, la contraparte alega
hechos nuevos que reúnen los requisitos del art. 321 o que se relacionan con ellos
(art. 322).
5. Tercera etapa. Fase de prueba (parte sustantiva):
5.1. Generalidades:
5.1.1. Concepto: Es el establecimiento por los medios legales de la verdad de un hecho que
sirve de fundamento a un derecho que se reclama. Probar es demostrar la verdad de una
proposición.
5.1.2. Acepciones del vocablo prueba:
a) Medios o elementos de convicción que señala la ley (art. 1698 CC).
b) Como el hecho de la producción de tales elementos probatorios (art. 1710 CC).
c) En sentido de valoración de los elementos probatorios en la convicción que ellos
producen en el juez (ej. plena prueba, prueba incompleta) (arts. 1700 y 1713 CC).
5.1.3. Finalidad de la prueba: Se discute si la finalidad de la prueba es descubrir la verdad
de los hechos invocados por las partes; descubrir una verdad jurídica; o formar la
convicción del juzgador.
Se ha entendido que lo que se pretende es procurar la convicción del juez sobre los hechos
que se han afirmado, sobre la verdad de ellos, lo que se loga a través de ciertos actos que se
traducen en la aportación de la prueba.
5.1.4. Regulación: El Código Civil regula lo relativo al onus probandi, admisibilidad y
valoración de los medios de prueba en los arts. 1698 y siguientes. Por su parte, el Código de
Procedimiento Civil regula lo relativo al procedimiento probatorio en los arts. 318 y
siguientes.
5.1.5. Aportación de la prueba: Rige aquí el principio de aportación de parte, corresponde
a éstas alegar los hechos y aportar las pruebas que establecerán la convicción del juzgador.
Se exceptúan las medidas para mejor resolver.
5.1.6. Objeto de la prueba: Se prueban los hechos, o más bien, las afirmaciones que hacen
las partes sobre éstos. La regla general es que debe probarse la afirmación de un hecho y no
su negativa, pero en ciertos casos deberá probarse la negación acreditándose el hecho
contrario.
Las afirmaciones que deben probarse son aquellas que dicen relación con hechos
sustanciales y pertinentes.
No requieren de prueba los hechos admitidos, los hechos notorios, los hechos presumidos y
los hechos negativos.
Además, en principio, sólo los hechos requieren de prueba, no el derecho. El derecho debe
probarse excepcionalmente cuando se invoca el derecho extranjero y cuando se invoca la
costumbre.
5.1.7. Sujeto de prueba: Si bien nadie puede ser obligado a probar, el litigante que quiere
obtener en el juicio deberá probar los hechos que alega. La prueba impone al litigante que
debe rendirla una carga, el onus probandi. En otras palabras, el sujeto de prueba es aquel al
que le corresponde la carga de la prueba.
Conforme al art. 1698 CC, incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega
aquellas o ésta. Por tanto, quien alega la existencia de una obligación debe probar los
hechos que la constituyen, y quien alega que se extinguió, debe probar los hechos que
justifican tal extinción. Quien alega un hecho contrario al estado normal de las cosas o que
modifica una situación adquirida debe probarlo.
Se exceptúan las presunciones legales, en que la parte favorecida con la presunción queda
liberada del peso de la prueba, lo que no impide que la contraria pueda destruir los
fundamentos de la presunción; y los pactos de prueba, a través de los cuales las partes
pueden convenir en alterar el onus probandi..
5.1.8. Medios probatorios: Los medios de prueba son la actividad procesal regulada en la
ley necesaria para que una fuente de prueba se incorpore al proceso. En principio, todos los
medios de prueba son admisibles en todos los juicios, pero hay ocasiones en que la ley
limita los medios de prueba que pueden practicarse en determinados procedimientos.
Los medios de prueba son enumerados taxativamente por la ley en los arts. 341 CPC y
1698 CC:
a) Instrumentos.
b) Testigos.
c) Confesión de parte.
d) Inspección personal del tribunal.
e) Informe de peritos.
f) Presunciones.
La ley señala la forma de hacer valer los medios de prueba en juicio y el valor probatorio
que se le asigna a cada uno, además del orden de precedencia en que deben preferirse unos
a otros cuando concurren varios para acreditar un hecho (leyes reguladoras de la prueba).
5.1.9. Apreciación de la prueba: Es la actividad intelectual que se lleva a cabo por el juez
para medir la fuerza probatoria. El juez, para dar por establecido un hecho en el juicio, sólo
puede valerse de los medios que señala la ley, no puede valerse del conocimiento privado
que tenga de un hecho ni si se le acredita de otra forma que la legal.
5.1.10. Clasificaciones de la prueba:
a) Según la oportunidad en que se produce:
 La prueba pre constituida es aquella generada con anterioridad a la litis.
 La prueba a posteriori o prueba simple es la que se produce durante el juicio.
b) Según la fuerza de la convicción:
 Plena prueba es la que por sí sola basta para establecer la existencia de un hecho.
 Prueba semi plena, es aquella que por sí sola no basta para dar por establecido un
hecho.
c) Prueba directa e indirecta:
 Prueba directa es aquella por la cual se prueban los mismos hechos del pleito.
 Prueba indirecta es por la cual se prueban otros hechos de los cuales se deducen los
que dieron origen al pleito.
5.2. Prueba instrumental: Se regula en los arts. 342 a 355.
5.2.1. Documento: Según la concepción amplia, documento es todo objeto que puede ser
llevado físicamente a la presencia del juez. La concepción estricta exige la escritura, de
modo que por documento se entiende la incorporación de un pensamiento por signos
escritos.
La concepción intermedia considera como documento todo objeto material representativo
de un hecho de interés para el proceso, representación que puede obtenerse bien mediante
la escritura u otros medios representativos, siendo lo importante no la grafía sino la
representación.
Nosotros entendemos por documento aquel medio por el cual se tiende a la demostración
fehaciente de un hecho que ya expiró en el tiempo, y al que la ley le otorga determinados
efectos de credibilidad por estar representados en un documento idóneo.
5.2.2. Instrumento: Es todo escrito por el cual se consigna un hecho. Pueden clasificarse
según su autenticidad en instrumentos públicos y privados; y según su función, en
instrumentos por vía de prueba e instrumentos por vía de solemnidad.
5.2.3. Instrumento Público: Instrumento público o auténtico es el autorizado con las
solemnidades legales por el competente funcionario (art. 1699).
a) Requisitos:
 Que se autorizado por un funcionario público.
 Que el funcionario público actúe dentro de la órbita de sus facultades.
 Que dicho funcionario actúe dentro de su territorio jurisdiccional.
 Que sea otorgado con las solemnidades legales, las que varían de un tipo de
instrumento a otro y dependerá de la naturaleza de éste.
b) Clasificación: Los instrumentos públicos se clasifican en instrumentos públicos
propiamente tales, cuya definición corresponde a la entregada por el art. 1699, y escrituras
públicas, las que según el art. 403 COT es el instrumento público o auténtico otorgado con
las solemnidades que fija esta ley, por el competente notario, e incorporado en su protocolo
o registro público.
Además, el art. 342 señala una serie de documentos que son considerados como
instrumentos públicos en juicio, siempre que en su otorgamiento se hayan cumplido las
disposiciones legales que les dan este carácter:
Art. 342 CPC.- Serán considerados como instrumentos públicos en juicio, siempre que en
su otorgamiento se hayan cumplido las disposiciones legales que dan este carácter:
1°. Los documentos originales;
Aquellos en que consta el acto mismo o aquellos en que se ha suscrito el acto mismo,
pueden tener o no matriz. Los documentos que tienen matriz se les llama informativos y los
que carecen de ella se llaman dispositivos.
2°. Las copias dadas con los requisitos que las leyes prescriban para que hagan fe
respecto de toda persona, o, a lo menos, respecto de aquella contra quien se hacen
valer;
Son testimonios o traslados.
3°. Las copias que, obtenidas sin estos requisitos, no sean objetadas como inexactas
por la parte contraria dentro de los tres días siguientes a aquel en que se le dio
conocimiento de ellas;
Se conocen como copias simples y son aquellas otorgadas sin haberse cumplido en su
dación los requisitos señalados por la ley. Para que puedan ser consideradas como
instrumentos públicos en juicio, es menester que la parte contraria no las objete dentro de 3
días contados desde que se les dio conocimiento de ello (la copia se acompaña con
citación).
4°. Las copias que, objetadas en el caso del número anterior, sean cotejadas y
halladas conforme con sus originales o con otras copias que hagan fe respecto de la
parte contraria; y
La contraparte objeta copias simples, y cotejadas aparece que se encuentran conformes con
sus originales o con otras copias que hacen fe respecto de la parte contraria. El cotejo es la
diligencia que consiste en comparar un documento con otro, o una letra o una firma con
otra, así, el cotejo puede ser de letra o de instrumento.
El cotejo de instrumento se hace por el funcionario que haya autorizado la copia presentada
en juicio, por el secretario del tribunal o por otro ministro de fe que designe el tribunal (art.
344).
5°. Los testimonios que el tribunal mande agregar durante el juicio, autorizados por
su secretario u otro funcionario competente y sacados de los originales o de copias que
reúnan las condiciones indicadas en el número anterior.
El testimonio que el tribunal mande agregar durante el juicio se ordena con citación de las
partes y puede constituir una medida para mejor resolver (art. 159).
6°. Los documentos electrónicos suscritos mediante firma electrónica avanzada.
c) Iniciativa para la producción de la prueba: La regla general es que los documentos
sean acompañados por las partes, excepcionalmente podrá solicitarlo el juez a través de una
medida para mejor resolver (art. 159 N° 1 y 6). No obstante, de todos modos lo acompaña
la parte o alguna institución pública o privada que despache el oficio.
d) Forma como se acompañan los instrumentos en juicio: Los instrumentos que se
encuentran en poder de la parte que lo acompaña, sean públicos o privados, deben
acompañarse con citación o bajo el apercibimiento legal que corresponda respecto de la
parte contra la cual se presentan (art. 795 N° 5). La parte contra la que se hace valer el
instrumento público tiene el plazo fatal de 3 días para objetar (el tribunal debe tenerlos por
acompañados con citación). El instrumento público sólo puede objetarse por inexacto (art.
342).
Los instrumentos privados se acompañan bajo el apercibimiento legal, el que contempla un
plazo de 6 días para objetarlos.
Si se trata de instrumentos que se acompañan con la demanda, el plazo para objetarlos, sean
públicos o privados, es el término de emplazamiento.
Si el instrumento está en manos de un tercero o en poder de la parte contraria debe pedirse
la exhibición del documento (art. 349). La exhibición de documentos consisten en la
solicitud para que la contraparte o un tercero presente en el juicio un documento que no está
en poder del solicitante para que se lo examine sin necesidad de dejarlo agregado a los
autos.
Para que proceda la exhibición se precisa que el documento tenga relación directa con la
cuestión debatida y no revista el carácter de secreto o confidencial.
Los gastos en que pueda incurrir con ocasión de la exhibición instrumental son de cargo de
aquel que pide la diligencia.
Si se rehúsa la exhibición sin justa causa existen sanciones:
 Si se trata de la parte misma tiene 2 sanciones, apremio de multa hasta por 2 sueldos
vitales o arresto hasta por 2 meses determinado prudencialmente por el tribunal, sin
perjuicio de repetir la orden y el apercibimiento. Además, pierde el derecho de
hacer valer los documentos en apoyo de su defensa, a menos que también los haga
valer el solicitante en apoyo de su defensa o cuando se justifica o aparece de
manifiesto la imposibilidad de haberlo presentado con antelación o cuando se
refiere a hechos distintos a los que motivaron la solicitud de exhibición.
 Si es un tercero el que se rehúsa se le podrá apremiar con multas o arrestos.
e) Oportunidad para rendir la prueba instrumental: Puede producirse en cualquier
estado del juicio hasta el vencimiento del término probatorio en primera instancia y hasta la
vista de la causa en segunda (art. 348).
Cuando se acompañan en segunda instancia no se suspende la vista de la causa, pero el
tribunal no puede fallarla sino vencido el plazo de citación cuando haya lugar a ella o el
apercibimiento legal en su caso.
f) Instrumentos otorgados en el extranjero: La forma de los instrumentos públicos se
determina por la ley del país en que hayan sido otorgados. Su autenticidad se probará según
las reglas establecidas en el Código de Enjuiciamiento (art. 17 CC).
Para que los instrumentos públicos otorgados en el extranjero tengan valor en Chile, deben
cumplir los siguientes requisitos:
 Que la forma de ellos se ajuste a la ley del país en el que hayan sido otorgados.
 Que se acredite su autenticidad, esto es, el hecho de haber sido realmente otorgados
y autorizados por las personas y de la manera que en ello se expresa. Esto se
consigue acompañándolos legalizados o apostillados.
Deben presentarse debidamente legalizados, es decir, que conste en ellos el carácter de
público y la verdad de las firmas de las personas que los han autorizado, atestiguadas ambas
circunstancias por los funcionarios que, según las leyes o la práctica de cada país, deban
atestiguarlas.
El art. 345 señala la forma como se comprueba la autenticidad de las firmas y el carácter de
los funcionarios. No obstante si el Estado donde se otorgaron es parte de la convención de
la Haya sobre la apostilla, basta presentarlo apostillado, lo cual es más sencillo que la
legalización.
Conforme al art. 347, si los instrumentos están en un idioma diferente al español, pueden
acompañarse al juicio: (i) traducidos al castellano. Esta traducción tiene valor a menos que
la parte contraria exija en el plazo de 6 días, que sea revisada por un perito; (ii) en su
idioma original, en cuyo caso, el tribunal designa un perito para que proceda a su
traducción, siendo los costos de cargo de quién presente dicho documento.
g) Valor probatorio de los instrumentos públicos: Hay que distinguir:
i. Respecto de los otorgantes:
 Hace plena prueba en cuanto a su fecha, al hecho de haberse otorgado y al hecho de
haber efectuado las partes las declaraciones que allí se consignan.
 Hace plena prueba respecto de las declaraciones del funcionario autorizante que se
refieran a hechos propios suyos, en que asevera hechos que percibe por sus propios
sentidos y las declaraciones relativas a hechos que ha comprobado por los medios
que la ley le suministra.
 No produce plena prueba respecto de las declaraciones que hace confiando en el
dicho de otras personas ni aquéllas que importan meras apreciaciones.
 En cuanto a la verdad de las declaraciones hay que distinguir, las declaraciones
dispositivas (las que se refieren al acto mismo) hacen plena prueba si se hacen valer
contra la parte, a favor de la parte se presumen ciertas. Las declaraciones
enunciativas, contra la parte, tienen valor de confesión extrajudicial. A favor de la
parte, a lo más, servirían como base o indicio para una presunción judicial.
ii. Respecto de terceros: Hace plena prueba en cuanto al hecho de haberse otorgado y a su
fecha, y al hecho de que las partes hicieran las declaraciones que en él se contienen, pero no
en cuanto a la veracidad de dichas declaraciones.
Las declaraciones dispositivas y las enunciativas que tengan relación directa con lo
dispositivo también se presumen verdaderas respecto de terceros.
h) Impugnación del instrumento público:
i. Por falta de autenticidad (falsedad): La autenticidad es el hecho de haberse realmente
otorgado y autorizado por las personas y de la manera que en él se expresa. Lo contrario al
instrumento auténtico es el falsificado.
Un instrumento público adolece de falta de autenticidad:
 Cuando no ha sido autorizado por el funcionario que indica.
 Cuando no ha sido otorgado por las partes que expresa.
 Cuando han sido alteradas las declaraciones hechas por las partes.
La falta de autenticidad puede acreditarse por todos los medios de prueba y especialmente
por el cotejo de letras y comparación de firmas.
Hay una limitación para impugnar la autenticidad de una escritura pública mediante testigos
en el art. 429, deben concurrir 5 testigos que reúnan las condiciones del art. 384 N°2
(contestes, sin tacha). Deben acreditar que la parte que se dice haber asistido personalmente
al otorgamiento de la escritura, o el escribano, o alguno de los testigos instrumentales, ha
fallecido con anterioridad, o ha permanecido fuera del lugar en el día del otorgamiento y en
los 70 días subsiguientes. Esta prueba queda sujeta a la calificación del tribunal quien la va
a apreciar según las reglas de la sana crítica.
ii. Por nulidad: El instrumento público es nulo:
 Cuando no ha cumplido con las formalidades y requisitos exigidos por la ley para su
validez según su naturaleza.
 Cuando el funcionario otorgante era incompetente para actuar en el territorio
jurisdiccional en que autorizó el acto.
Mientras la nulidad no sea declarada judicialmente, el instrumento produce sus efectos. Los
hechos que motivan la nulidad pueden acreditarse por cualquier medio de prueba.
Hay que distinguir entre la nulidad de la escritura y del contrato: la nulidad del contrato no
produce la nulidad de la escritura, y ésta sólo acarrea la nulidad del contrato cuando la
escritura es solemnidad legal del mismo.
iii. Por falsedad de las declaraciones: El instrumento público hace plena fe contra los
otorgantes, pero ello no impide que pueda demostrarse la falta de verdad de las
declaraciones. La impugnación puede ser formulada por las partes otorgantes mediante otra
plena prueba, o por terceros, toda vez que respecto de ellos las declaraciones sólo se
presumen verdaderas, pudiendo utilizar cualquier medio de prueba.
La impugnación se puede hacer valer vía principal, con un juicio civil o criminal dirigido a
atacar la validez del instrumento; o por la vía incidental, la parte impugna dentro del
término de citación o del apercibimiento que corresponda al respectivo instrumento.
i) Documentos oficiales: Son certificados o antecedentes emanados de un organismo o
servicio público.
Se ha resuelto que si estos documentos emanan de empresas de utilidad pública revisten la
calidad de prueba instrumental no discutida, pues su mérito probatorio es mayor que el de
los instrumentos privados. Este valor probatorio deriva del hecho de presumirse su
autenticidad amparados por la garantía de la institución de la cual emanan, no obstante
faltarles las solemnidades del art. 1699 CC.
5.2.4. Instrumento privado: Es todo escrito en el cual se consigna un hecho que no tiene
las formalidades de un instrumento público.
En su otorgamiento no interviene ningún funcionario, lo otorgan los particulares en forma
escrita, firmado o no, y en general, no está sujeto a formalidades estrictas. No contando con
la garantía de la fe pública, es indispensable su autenticación por medio del
reconocimiento.
Se discute si la firma del otorgante es o no un requisito esencial del instrumento privado
como medio probatorio. Los arts. 1701, 1702 y 1703 CC preceptúan sobre la base de que
debe estar firmado. En cambio, los arts. 346 y 352 CPC dan a entender que la firma no sería
una exigencia esencial, bastando el texto escrito. La doctrina distingue:
 Si se trata de constatar hechos, la firma no es necesaria.
 Si se trata de reconocer que una persona asume cierta obligación en el acto o
contrato de que el documento da cuenta, la firma es esencial por representar la
expresión de voluntad en orden a obligarse.
a) Aportación: Por regla general son acompañados por las partes. Pueden acompañarse en
cualquier estado del juicio, hasta el vencimiento del término probatorio en primera
instancia y hasta la vista de la causa en segunda instancia. Deben acompañarse con citación
y bajo apercibimiento del art. 346 N° 3, esto es, de tenerse por reconocido si no es objetado.
Los instrumentos emanados de terceros se acompañan con citación.
b) Valor probatorio: Sólo tiene valor probatorio cuando ha sido reconocido o mandado a
tener por reconocer por la parte con quien se hace valer, adquiriendo en este caso el valor
de escritura pública respecto de los que aparecen o se reputan haberlo suscrito y de las
personas a quienes se han transferido las obligaciones y derechos de éstos (art. 1702 CC).
Los instrumentos privados emanados de terceros sólo tienen valor cuando son reconocidos
por el tercero de quien emana. La jurisprudencia ha dicho que los instrumentos privados
que emanan de terceros pueden ser considerados como base para una presunción judicial.
Los instrumentos privados tienen fecha cierta en las situaciones señaladas en los arts. 1703
CC y 419 COT. Según este último, respecto de terceros adquiere fecha cierta desde su
anotación en el repertorio.
c) Reconocimiento: La autenticidad consiste en la acreditación del documento emanada de
la persona quien se atribuye, lo que se obtiene mediante su reconocimiento. Este puede ser
expreso, tácito o judicial.
i. Reconocimiento expreso: Cuando así lo ha declarado en el juicio la persona a cuyo
nombre aparece otorgado el instrumento o la parte contra quien se hace valer (art. 346 N°
1) y cuando igual declaración se ha hecho en un instrumento público o en otro juicio
diverso (art. 346 N° 2).
ii. Reconocimiento tácito: Cuando, puestos en conocimiento de la parte contraria, no se
alega su falsedad o falta de integridad dentro de los 6 días siguientes a su presentación,
debiendo el tribunal, para este efecto, apercibir a aquella parte con el reconocimiento tácito
del instrumento si nada expone dentro de dicho plazo (art. 346 N° 3).
La impugnación puede ser fundada únicamente en la falta de autenticidad o de integridad,
no es motivo de impugnación la calidad de privado del instrumento o referirse a hechos que
se desconocen, estas cuestiones suelen alegarse como objeción.
iii. Reconocimiento judicial: Cuando se declare la autenticidad del instrumento por
resolución judicial (art. 346 N° 4). La parte contra quien se hace valer el documento
privado alega dentro del plazo de 6 días su falsedad o falta de integridad. Se genera un
incidente conforme a las reglas generales, y terminado el incidente el tribunal puede dar por
reconocido el instrumento o estimar que no se le reconoce para estos efectos. En este
incidente son admisibles como medios de prueba, según el art. 355, el cotejo de letras y
aquellas que las leyes autoricen para la prueba de fraude.
d) Instrumentos privados emanados de terceros: El reconocimiento de instrumentos
solamente puede afectar a la parte del cual emana. Si ese instrumento emana de un tercero
ajeno al juicio no puede sostenerse que este instrumento adquiere valor probatorio, estos no
se acompañan bajo apercibimiento sino que con citación. El valor probatorio del
documento emanado de un tercero se confundirá con el de la prueba de testigos.
5.2.5. Documento electrónico: Es toda representación de un hecho, imagen o idea que sea
creada, comunicada o recibida por medios electrónicos y almacenada de un modo idóneo
para permitir su uso posterior (art. 2° Ley N° 19.799).
Si tiene firma, puede ser firma electrónica simple o avanzada. La firma electrónica simple
puede ser cualquier sonido, símbolo o proceso electrónico que permite a su receptor
identificar al menos formalmente a su autor. Firma electrónica avanzada es aquélla
certificada por un prestador acreditado, creada con medios que el titular mantiene bajo su
control de manera que se vincule únicamente al mismo y a los datos a que se refiere,
permitiendo la detección de cualquier modificación verificando la identidad del titulare
impidiendo que pueda desconocer la integridad del documento y su autoría.
a) Forma de acompañarlos en juicio (art. 348 bis): Presentado el documento, el tribunal
cita para el 6° día a todas las partes a una audiencia de percepción documental. Si no cuenta
con los medios técnicos electrónicos necesarios apercibirá a la parte que presentó el
documento con tenerlo por no presentado de no concurrir a la audiencia con tales medios.
Si los documentos no pueden ser transportados al tribunal la audiencia tendrá lugar donde
éstos se encuentren.
En el caso que los documentos electrónicos acompañados puedan ser percibidos
directamente en la carpeta electrónica, el tribunal podrá omitir la citación a audiencia de
percepción, debiéndose entender que han sido puestos en conocimiento de la parte contraria
desde que se notifica la resolución que los tiene por acompañados bajo el apercibimiento
correspondiente. De este modo la audiencia de percepción documental se volvió
excepcional pues por regla general los documentos pueden ser percibidos en la carpeta
electrónica.
b) Impugnación del documento electrónico: Se impugna de acuerdo a las reglas
generales. En el caso de documentos privados se entenderá que han sido puestos en
conocimiento de la parte contrarias en la audiencia de percepción. En caso de objeción el
tribunal podrá ordenar una prueba complementaria de autenticidad, a costa de la parte que
formula la impugnación.
c) Valor probatorio:
 Los documentos públicos suscritos mediante firma electrónica avanzada tendrán el
carácter y valor de los instrumentos públicos.
 Los documentos privados electrónicos suscritos mediante firma electrónica
avanzada tienen el valor probatorio de un instrumento público, sin necesidad de
reconocimiento.
 Los documentos privados con firma electrónica simple, o sin firma, tienen el valor
de un instrumento privado.
5.2.6. Oficios: En la práctica es frecuente que las partes pidan al Tribunal que oficie a
alguna persona, natural o jurídica, para que ésta remita al Tribunal determinado dato,
certificado o documento en su poder, o bien, para que informe acerca de determinadas
circunstancias.
Es discutible su procedencia y no hay jurisprudencia uniforme.
Una primera teoría señala que en nuestro sistema procesal civil predomina el principio
dispositivo y por lo mismo son las partes y no el juez, quienes deben allegar a juicio los
elementos de convicción. Atendido lo anterior y el principio de pasividad, no parecen
aceptables dichas solicitudes. Entregan los siguientes argumentos:
 El tribunal estaría contribuyendo a una parte en el aporte de las probanzas.
 Lo correcto sería recurrir a la prueba testimonial o la exhibición de documentos en
su caso.
 La diligencia probatoria no encuadra en ninguno de los medios de prueba que indica
el artículo 341.
 Se obtendría una probanza sin las formalidades que el CPC señala.
Por otro lado, quienes estiman que los oficios si son procedentes argumentan que:
 El oficio en sí mismo no constituye la probanza y dependerá del resultado de la
gestión para que lo que se allegue al proceso se considere con eficacia probatoria o
no, según las reglas pertinentes de admisibilidad, producción y valoración.
 El tribunal puede pedir cualquier documento que estime necesario para esclarecer el
derecho de los litigantes (art. 159).
 Es una facultad potestativa del tribunal.
5.3. Prueba testimonial: Es un medio de prueba que consiste en la declaración bajo
juramento y en las condiciones que señala la ley que hacen en el juico las personas que
tienen conocimiento de los hechos controvertidos en el pleito.
Se regula en los arts. 356 a 382.
5.3.1. Testigos: Son las personas físicas con capacidad suficiente, ajena a la relación
procesal (debe ser un tercero extraño), llamada a prestar declaración ante el tribunal
respecto de hechos que han percibido por sus sentidos. Los testigos deben declarar sobre
hechos que conozcan, no dar opiniones ni apreciaciones respecto de éstos.
Los testigos se pueden clasificar:
a) Según la forma como conocen los hechos sobre que declaran:
 Testigos presenciales o de vista, relatan hechos percibidos por sus propios sentidos.
 Testigos de oídas, narran hechos conocidos por el dicho de otras personas.
 Testigos instrumentales son los que han concurrido al otorgamiento de un
instrumento público o privado.
b) Según las circunstancias que concurran al hecho que atestiguan:
 Los testigos singulares son los que coinciden en el hecho fundamental sobre el cual
deponen, difiriendo en las circunstancias accesorias del hecho. La discordancia que
puede producirse en un testigo singular puede ser: (i) adversativa u optativa, lo que
se afirma por un testigo es incompatible o contradictorio con el dicho de otro; (ii)
diversificativa, cada testigo declara sobre hechos distintos sin que se complementen
ni estén en contradicción o; (iii) acumulativa, los testigos deponen sobre hechos
diversos que se complementan con relación al punto controvertido.
 Los testigos contestes son aquellos cuyas declaraciones coinciden plenamente en su
objeto y en los antecedentes que los rodean o acceden a él. Están de acuerdo en el
hecho y en las circunstancias accidentales.
5.3.2. Admisibilidad: Por regla general se admite para la prueba de cualquier hecho, salvo:
a) No podrán probarse por testigos las obligaciones que han debido consignarse por
escrito84.
b) Tampoco se admite para acreditar la adición o alteración de lo expresado en un acto
o contrato.
5.3.3. Oportunidad para rendirla: Debe rendirse en primera instancia, dentro del término
probatorio, en las audiencias que señale el juez para tal efecto (art. 369).
Excepcionalmente puede producirse en segunda instancia como medida para mejor
resolver, disponiéndose la recepción de prueba testimonial sobre hechos que no figuren en
la prueba rendida en autos, siempre que la testimonial no se haya podido rendir en primera
instancia y que tales hechos sean considerados por el tribunal como estrictamente
necesarios para la acertada resolución del juicio. El tribunal debe señalar determinadamente
los hechos sobre que deba recaer y abrir un término especial de prueba por el número de
días que fije, que no puede exceder de 8. La lista de testigos deberá presentarse dentro de
segundo día de notificada por el estado la resolución respectiva (art. 207).
5.3.4. Iniciativa en la producción: Por regla general es de iniciativa de las partes, pero
también puede producirse oficiosamente por el tribunal como medida para mejor resolver
(art. 159 N° 5, el juez puede pedir que comparezca un testigo que ya declaró, para que
aclare o explique sus dichos oscuros o contradictorios). En segunda instancia también como
medida para mejor resolver conforme al art. 207.
5.3.5. Producción de la prueba testimonial: Dentro de los 5 días siguientes a la última
notificación de la resolución que recibe la causa a prueba o de la notificación por estado de
la resolución que se pronuncie sobre la última solicitud de reposición, la parte que quiera
valerse de la prueba de testigos debe presentar una minuta de los puntos sobre que piense
rendir prueba de testigos, enumerados y especificados con claridad y precisión, y
84
Deben consignarse por escrito las obligaciones que emanan de actos o contratos que contienen la entrega o
promesa de una cosa que valga más de 2 UTM y las obligaciones que emanan de actos solemnes en que la
solemnidad sea el otorgamiento de instrumento público o privado conforme a los arts. 1701, 1708, y 1709 del
CC.
acompañar nómina de testigos, individualizándolos con su nombre, apellido, domicilio y
profesión u oficio. Sólo se examinan testigos que figuren en esta nómina (art. 372).
Excepcionalmente el tribunal puede autorizar que declare un testigo que no aparece en ella,
en casos muy calificados, y jurando la parte que lo presenta que no tuvo conocimiento de
ellos al tiempo de presentar la nómina.
5.3.6. Capacidad para ser testigo: Es hábil para testificar en juicio toda persona a quien la
ley no declare inhábil (art. 356).
La habilidad es la regla general. La inhabilidad, entendiendo por tal el impedimento que
obsta total o parcialmente para que una persona declare como testigo, es excepcional.
a) Inhabilidades absolutas (art. 357): Afectan a la persona en cualquier juicio. Pueden
fundarse en la falta de capacidad física o intelectual para captar el hecho controvertido (N°
1 al 5) o en carencia de probidad (N° 6 al 9). El tribunal de oficio puede rechazar la
declaración del testigo cuando una de éstas causales aparece de manifiesto (art. 375).
b) Inhabilidades relativas (art. 358): Se fundan en la falta de imparcialidad, la que puede
deberse a los siguientes motivos: parentesco (N° 1 y 2), amistad o enemistad (N° 7),
vínculo de dependencia (N° 4 y 5), existencia de tutela o curatela (N° 3), interés directo o
indirecto en el juicio (N° 6).
5.3.7. Las tachas: Son los medios que establece la ley para hacer efectiva las inhabilidades
de los arts. 357 y 358. Deben oponerse antes de que preste declaración el testigo.
Tratándose de testigos que no figuraban en la nómina puede oponerse hasta 3 días después
de la declaración.
Sólo se admiten tachas que fundadas en alguna de las inhabilidades indicadas en los arts.
357 y 358, las que deben expresarse con la claridad y especificación necesaria para que
puedan ser fácilmente comprendidas. Tachado un testigo, puede ser reemplazado por otro
que la parte haya presentado y que figure en la nómina de testigos.
Las tachas que se oponen no impiden el examen del testigo, pero el tribunal puede repeler
de oficio aquellos que notoriamente aparezcan comprendidos en algunas de las causales del
art. 357.
Si el tribunal lo estima necesario para resolver, puede recibir las tachas a prueba, la que se
rendirá dentro del término probatorio concedido para la cuestión principal. Si está vencido
o no es suficiente lo que resta de él para recibir esta prueba se le ampliará para el sólo
efecto de recibir esta prueba hasta por 10 días. A la prueba de tachas, se le aplican las
disposiciones que reglamentan la prueba de la cuestión principal. Las resoluciones que
ordenan recibir prueba sobre las tachas opuestas son inapelables.
Podría cuestionarse la habilidad de los testigos que van a deponer sobre la tacha: tacha de
tachas, que es la inhabilidad que se hace valer contra el testigo que va a declarar sobre las
tachas deducidas. La tacha de tachas tiene un límite: en ella no se admite prueba de testigos
para acreditar las inhabilidades valer contra los que declaran sobre las tachas. La legalidad
de las tachas y su comprobación las aprecia y resuelve el juez en la sentencia definitiva.
5.3.8. Obligaciones de los testigos:
a) Comparecer a toda audiencia que el tribunal señale para rendir la prueba de
testigos: Toda persona, cualquiera que sea su estado o profesión está obligada a concurrir a
la audiencia que el tribunal señale para los fines de recibir su declaración (art. 359). Si se
exige la comparecencia de un testigo a sabiendas que su testimonio es inútil el tribunal
puede imponer una multa a la parte que lo solicitó.
Hay ciertas personas que no están obligadas a concurrir a la audiencia (pero siguen
teniendo la obligación de declarar), como los rectores de universidades.
Conforme al art. 361 ciertas personas podrán declarar en el domicilio que fijen dentro del
territorio jurisdiccional en que funcione el tribunal. Dentro del tercer día hábil siguiente a la
notificación deben proponer al tribunal lugar y fecha (dentro del término probatorio) para
realizar la audiencia correspondiente, si no lo hacen, el juez fija la audiencia.
Los miembros y fiscales judiciales de la CS o CA y los jueces letrados requieren
autorización de la CS o CA según corresponda, para declarar.
Los chilenos o extranjeros con inmunidad diplomática declaran por informe, siempre que
consientan voluntariamente (art. 362).
b) Declarar, salvo los casos en que la ley exime de esta obligación: Toda persona,
cualquiera sea su profesión está obligada a declarar, salvo aquellas que indica el art. 360.
No es taxativo sino simplemente ejemplificativo, las razones son:
 Secreto profesional, en la medida que los hechos se hayan comunicado
confidencialmente con ocasión de su estado, profesión u oficio.
 Ciertas relaciones de parentesco.
 Si el testigo es interrogado acerca de hechos que afectan su honor, o que importan
un delito que pueda conllevar la responsabilidad penal tanto suya como de los
parientes mencionados en los números 1, 2 y 3 del art. 358.
Si el testigo legalmente citado no comparece a la audiencia respectiva puede ser compelido
a través de la fuerza pública a presentarse ante el tribunal, a menos que justifique la
imposibilidad de venir. Si comparece y se niega a declarar sin justa causa puede ser
arrestado hasta que preste declaración (art. 380). Puede también afectarle una
responsabilidad penal.
c) Obligación de prestar juramento y decir la verdad: El art. 363 señala que antes de
examinarse al testigo este debe prestar juramento al tenor de la fórmula que señala esa
disposición. Si no presta juramento su declaración no tiene valor. El art. 209 CP tipifica el
delito de falso testimonio en juicio civil.
5.3.9. Forma de rendirla: Siempre que lo solicite alguna de las partes, el tribunal mandará
que se cite a los testigos a través de receptor, indicando el juicio en que debe prestar
declaración, el día y la hora en que deberá comparecer (art. 380). Si el testigo para
concurrir al tribunal incurre en gastos tiene derecho a reclamar de quien lo ha presentado el
pago de los gastos en que incurrió, dentro de los 20 días que prestó declaración. Si no hay
acuerdo, el monto lo fijará el tribunal de plano y sin ulterior recurso (art. 381).
Pueden declarar hasta 6 testigos por cada parte, sobre cada uno de los hechos que deban
acreditarse (puntos de prueba) (art. 372). La parte que presenta su testigo debe saber sobre
qué punto va a declarar, puede declarar por más de un punto.
Los testigos son interrogados personalmente por el juez, si es colegiado por uno de los
ministros en presencia de las partes y de sus abogados, si concurren al acto. En la práctica
son interrogados a través de un receptor en dependencias del tribunal.
Si el testigo reside fuera del territorio jurisdiccional en que se sigue el juicio será
examinado por el tribunal de su domicilio a quien se le remite copias de los puntos de
prueba fijados a través del exhorto.
Las preguntas que se formulen versarán sobre los datos necesarios para establecer si existen
causales que lo inhabiliten para declarar en juicio, y sobre los puntos de prueba que se han
fijado. Podrá también el tribunal exigir que los testigos rectifiquen, esclarezcan o precisen
las aseveraciones.
Cada parte tiene derecho para dirigir por conducto del juez las interrogaciones que estime
conducentes con el fin de establecer causales de inhabilidad y para que los testigos
rectifiquen, esclarezcan y precisen los hechos sobre los cuales declaren. Si hay desacuerdo
acerca de la pertinencia de las preguntas resuelve el tribunal.
Los testigos deben responder de manera clara y precisa, expresando la causa porque
afirman los hechos aseverados. No pueden llevar su declaración escrita. La declaración es
un sólo acto que no puede interrumpirse sino por causas graves y urgentes.
Las declaraciones se consignan por escrito y deben conservarse, en cuanto sea posible, las
expresiones que él haya utilizado reducidas al menor número de palabras. Terminada la
sesión de prueba pertinente, la declaración será leída por el receptor en voz alta y ratificada
por el testigo, esta acta la firma el juez, el declarante si sabe hacerlo, y la parte, así también
los abogados presentes y se autoriza por el receptor.
Los testigos de cada parte se examinan en forma separada y sucesiva, comenzando por los
testigos de la parte demandante, y no pueden presenciar las declaraciones de los otros.
5.3.10. Valor probatorio:
a) Testigos de oídas (art. 383): Puede estimarse únicamente como base de una presunción
judicial. Es válido el testimonio cuando el testigo se refiere a lo que oyó decir a alguna de
las partes y de ese modo se explica o esclarece el hecho de que se trata.
b) Testigos presenciales (art. 384):
 La declaración de un testigo imparcial y verídico constituye una presunción judicial
que puede llegar a constituir plena prueba cuando a juicio del tribunal tengan
caracteres de gravedad y precisión suficientes para formar su convencimiento.
 La de dos o más testigos contestes en el hecho y en sus circunstancias esenciales,
sin tacha, legalmente examinados y que den razón de sus dichos puede constituir
plena prueba si no ha sido desvirtuada por otra prueba.
 Si los testigos de una parte están en contradicción con los de la otra, se tiene por
cierto lo que declaren aquellos que parezca que dicen la verdad por estar mejor
instruidos de los hechos, por ser de mejor fama, más imparciales y verídicos, o por
hallarse más conformes sus dichos con otras pruebas del proceso.
 Si los testigos de ambas partes reúnen las mismas condiciones de ciencia,
imparcialidad y veracidad se tiene por cierto lo que declare el mayor número.
 Si son iguales en condiciones y en cantidad se tendrá por no probado el hecho.
 Si las declaraciones de los testigos de una parte son contradictorias, las que
favorezcan a la parte contraria se considerarán presentadas por ésta, apreciándose el
mérito probatorio de todas ellas en conformidad a las reglas precedentes.
Si no se toman en cuenta estas reglas, ello da lugar a un recurso de casación en el fondo.
5.4. Prueba confesional: La confesión es el reconocimiento que uno de los litigantes hace
de la verdad de un hecho que puede producir en su contra consecuencias jurídicas. Se
regula en los arts. 385 a 402.
Una de las partes reconoce o declara sobre la efectividad de un hecho que sirve de
fundamento a las peticiones de la contraria. Es una declaración expresa porque en principio
el silencio de la parte no implica reconocimiento de los hechos alegados por la contraria.
Además de esta confesión medio de prueba, existe la confesión como gestión preparatoria
de la vía ejecutiva (art. 435). También puede obtenerse una confesión como medida
prejudicial (art. 273 N° 1) y como medida para mejor resolver (art. 159 N° 2).
5.4.1. Admisibilidad: La regla general es que procede en todo caso. Sin embargo, hay
excepciones:
a) No es admisible en aquellos casos que se exige por vía de solemnidad un
instrumento público (art. 1701 y 1703 CC).
b) La confesión extrajudicial puramente verbal no es admisible sino en aquellos casos
en que lo sería la prueba testifical (art. 398 inc.1º).
c) En el juicio de separación de bienes por el mal estado de los negocios del marido, la
confesión de éste no hace prueba (art. 157 CC).
d) No es admisible la declaración de uno de los cónyuges ni la confesión del otro
acerca del dominio de los bienes existentes a la época de la disolución de la
sociedad conyugal, pues la ley presume que pertenecen a ella (art.1739 CC).
5.4.2. Requisitos:
a) Capacidad del confesante: Sólo puede confesar válidamente quien tiene capacidad para
actuar personalmente en juicio sin el ministerio o autorización de otro. Los absolutamente
incapaces no tienen capacidad ni para comparecer en juicio ni para confesar, debiendo
comparecer por ellos su representante legal. Respecto del menor adulto, también debe
confesar su representante, sin embargo, si ese menor adulto ejerce una actividad comercial
o tiene peculio profesional, es capaz para confesar por sí mismo y obligar por ende sus
propios bienes que quedan comprendidos en este peculio o actividad comercial. En lo que
concierne al disipador declarado en interdicción, presta la confesión su representante legal
que es el curador. Por las personas jurídicas confesará su representante legal.
b) Debe recaer sobre hechos del juicio: Todo litigante está obligado a declarar bajo
juramento, contestada que sea la demanda sobre hechos pertenecientes al mismo juicio (art.
385).
c) Debe ser voluntaria: La voluntad del confesante debe estar exenta de todo vicio, con la
intención consciente y dirigida del confesante en orden a reconocer un determinado hecho
que le perjudica y que favorece al contendor.
5.4.3. Clasificaciones:
a) Atendiendo a su naturaleza:
 Pura y simple: Se reconoce un hecho sin agregar ninguna circunstancia que restrinja
o modifique sus efectos.
 Calificada: El confesante reconoce el hecho, pero le atribuya una distinta
significación jurídica que restringe o modifica sus efectos (ej. reconoce que recibió
el dinero, pero no como mutuo sino como donación).
 Compleja: El confesante reconoce el hecho, pero agrega otro u otros hechos
destinados a destruir los efectos del hecho confesado (ej. recibió el dinero pero ya lo
pagó).
b) Atendidos sus efectos: Esto es, según si puede o no fraccionarse en perjuicio del
confesante, la confesión puede ser divisible o indivisible.
c) Considerando ante quién se presta la confesión:
 Extrajudicial: Se efectúa fuera del juicio en presencia de la parte que la invoca o de
un tercero, o ante un tribunal incompetente, o en un juicio diverso. Se requerirá para
su incorporación de otro medio de prueba (testigos o documentos). Puede ser verbal
o escrita. Si es verbal se va a transformar en una prueba testifical (personas que la
presenciaron). Si es escrita se va a convertir en una prueba instrumental.
 Judicial: Es aquella que se presta ante el tribunal que conoce de la causa o aquella
que se dé ante otro tribunal por delegación de competencia. Puede ser espontanea,
aquella que se presta voluntariamente en el pleito sin requerimiento de la parte
contraria, o provocada, aquella que se presta a requerimiento de la contraparte o del
tribunal. Esta a su vez puede ser expresa o tácita. Es tácita cuando ley autoriza al
juez para tener por confesado un hecho, no obstante no existir un reconocimiento
expreso en la medida que concurran las circunstancias que la misma ley señala (art.
394).
A la confesión provocada se le llama absolución de posiciones, entendiendo por tal, el
procedimiento que contempla el CPC para obtener la confesión provocada en juicio.
Posiciones son las preguntas que una parte formula a la contraria, para que las conteste bajo
juramento, y que se refieren a hechos controvertidos en el pleito.
5.4.4. Requisitos de la confesión judicial (art. 386): Los hechos sobre los cuales se exige
la confesión deben ser expresados en términos claros y precisos de manera que puedan ser
entendidos sin dificultad. Las preguntas pueden hacerse en forma asertiva. Deben referirse
a hechos que sean objeto del debate de la cuestión controvertida. Puede solicitarse en
cualquier estado del juicio contestada que sea la demanda, hasta el vencimiento del
probatorio en primera instancia, y hasta antes de la vista de la causa en segunda. La
solicitud de absolución no suspende el procedimiento.
5.4.5. Ante quien se efectúa (art. 388): Ante el tribunal que está conociendo de la causa,
el que puede cometer al secretario u otro ministro de fe (receptor) esta diligencia. Las partes
pueden pedir que el tribunal reciba por sí mismo la declaración del litigante. En los
tribunales colegiados el cumplimiento de esta diligencia se comisiona a alguno de los
ministros o se puede encargar al secretario del tribunal.
Si el litigante se encuentra fuera del territorio del tribunal que conoce la causa la confesión
va a ser tomada por el tribunal competente a través de un exhorto, y si está fuera del
territorio nacional, por el agente diplomático por medio de un exhorto internacional.
5.4.6. Cómo se pide la confesión judicial: Las partes presentan un escrito al tribunal
pidiendo que se cite a la contraria para absolver posiciones. Debe acompañar el pliego de
posiciones en sobre cerrado que se mantendrá en custodia mientras no se contesten por el
absolvente. El tribunal provee citando a la parte para un día y hora, esta resolución se
notifica por cédula.
El art. 389 señala personas que no están obligadas a comparecer al tribunal a absolver estas
posiciones, para recibir su confesión el juez debe trasladarse a su casa o comisionar al
secretario para que tome esa diligencia. Puede pedirse hasta 2 veces en primera instancia y
una vez en segunda, pero si se alegan hechos nuevos durante el desarrollo de la litis puede
exigirse una vez más (art. 385).
Notificado legalmente el absolvente de la resolución del tribunal en que fija el día y la hora
en que debe comparecer puede asumir dos actitudes:
a) Concurrir el día y hora señalada: Antes de la declaración se le toma juramento de
decir la verdad. La declaración debe hacerse inmediatamente de palabra y en términos
claros y precisos. Si es sordo o sordomudo podrá escribir su confesión delante del tribunal o
del ministro de fe o se procede en conformidad al art 382 (interprete).
Si se trata de hechos personales debe prestarse afirmándolos o negándolos. El tribunal
puede admitir la excusa de olvido de los hechos en casos calificados, si la excusa se funde
en circunstancias verosímiles y notoriamente aceptables (art. 391).
El confesante podrá añadir las circunstancias necesarias para la recta y cabal inteligencia de
lo declarado. El litigante que pidió la absolución puede presenciar la declaración y formular
al tribunal las observaciones que estime oportunas para aclarar, explicar o ampliar las
preguntas, incluso puede solicitar que se repita la declaración si en las respuestas dadas hay
algún punto oscuro o dudoso que aclarar (art. 392).
Las declaraciones deben consignarse por escrito: se levanta un acta, dejando constancia de
las respuestas que ha formulado el contendor, en el orden indicado en las posiciones, debe
ser firmada por el absolvente si es que sabe, por el juez de la causa, y el receptor
autorizando lo obrado (art. 395).
b) No concurrir: Si el litigante legalmente citado no concurre se le volverá a citar bajo los
apercibimientos de los arts. 394, 395, 393. Si el litigante no comparece al segundo llamado,
o compareciendo se niega a declarar o da respuestas evasivas se le va a dar por confeso, a
petición de parte, en todos aquellos hechos que estén categóricamente afirmados en el
escrito en que se pidió la declaración (confesión tácita).
Si los hechos no están categóricamente afirmados, pueden los tribunales imponer al
litigante rebelde una multa o arrestos hasta por 30 días, sin perjuicio de exigírsele la
confesión.
El interrogado puede solicitar un plazo razonable para consultar sus documentos antes de
responder, el que podrá otorgársele siempre que haya fundamento plausible para pedirlo y
el tribunal lo estime indispensable, o el contendor consienta en ello.
Puede exigirse confesión al procurador de la parte sobre hechos personales de él mismo en
el juicio aun cuando no tenga poder para absolver posiciones (art. 396). El procurador es
obligado a hacer comparecer a su representado a absolver posiciones, dentro del término
razonable que el tribunal señala y bajo el apercibimiento del art. 394.
5.4.7. Valor probatorio:
a) Confesión extrajudicial (art. 398):
 Sólo es base de una presunción judicial (art. 426) y no se va a tomar en cuenta si es
puramente verbal sino en los casos que sería admisible la prueba de testigos.
 Constituye una presunción grave cuando se ha prestado en presencia de la parte que
la invoca o ante juez incompetente pero que ejerza jurisdicción o en otro juicio
diverso.
 Puede constituir plena prueba cuando es prestada en un juicio diverso seguido entre
las mismas partes que actualmente litigan y existiendo motivos poderosos para
estimarlo así.
b) Confesión judicial:
 La confesión que se hiciere en un juicio por sí, o por medio de apoderado especial o
de su representante legal relativa a un hecho personal de la parte produce plena
prueba contra ella (art. 1713 CC).
 Si versa sobre hechos no personales del confesante produce plena prueba en virtud
del art. 399 inc. 2°. Contra esta si se admite prueba en contra (art. 402).
5.4.8. Irrevocabilidad de la confesión: La confesión, siendo una declaración de voluntad,
exige que la parte que la presta esté consciente de que está reconociendo un hecho que le
perjudica y que favorece a la contraria (animus confitendi). Aunque una vez prestada la
confesión es irrevocable, solo en caso de existir un vicio del consentimiento podría ser ésta
revocada.
Si la confesión versa sobre hechos personales del confesante no se recibirá prueba alguna
en contra de ellos, en la medida que hubiesen sido claramente confesados por los litigantes
en el juicio (art. 402). Puede admitirse prueba en contrario e incluso abrirse término
especial de prueba, cuando el confesante alega para revocar su confesión que ha padecido
de error de hecho y ofrece justificar esa circunstancia.
Si la confesión no se refiere a hechos personales del confesante no se requiere haber
padecido error de hecho, pudiendo desvirtuarse rindiendo prueba para este efecto.
5.4.9. Indivisibilidad de la confesión: La indivisibilidad de la confesión consiste en que
no puede aceptarse como verdadera en aquélla parte que le beneficie y rechazarla en cuanto
le sea desfavorable. La confesión no puede fraccionarse en perjuicio del confesante, el
solicitante debe aceptarla tanto en lo que la favorece como en lo que la perjudica.
El art. 401 dispone que el mérito de la confesión no puede dividirse en perjuicio del
confesante, luego, contempla dos situaciones en que puede dividirse la confesión:
a) Cuando comprende hechos diversos enteramente desligados entre sí.
b) Cuando, comprendiendo varios hechos ligados entre sí o que se modifiquen los unos
a los otros, el contendor justifique con algún medio legal de prueba la falsedad de
las circunstancias que, según el confesante, modifican o alteran el hecho confesado.
En todo caso, destacamos que únicamente la confesión compleja puede dividirse en dichas
excepciones, no siendo posible dividir la confesión calificada ni la pura y simple.
5.5. Inspección personal del tribunal: Es el examen que de la cosa litigiosa o del lugar del
suceso realiza el tribunal con el objeto de aclarar la verdad de los hechos controvertidos o
bien de dejar constancia de un hecho. Se regula en los arts. 403 a 408.
5.5.1. Procedencia:
a) Facultativa: Siempre que alguna de las partes lo pida y el tribunal lo estime
necesario.
b) Obligatoria: Cuando la ley lo ordena expresamente en ciertos tipos de
procedimiento (ej. denuncia de obra ruinosa).
c) Cuando el tribunal la decreta como medida para mejor resolver (art. 159 N° 3).
5.5.2. Oportunidad: El art. 327 establece que las partes deben solicitar toda diligencia
dentro del término probatorio si no lo han solicitado con anterioridad, no existe una norma
expresa para la inspección personal del tribunal. Es decir, puede pedirse la IPT hasta el
vencimiento del término probatorio en primera instancia. En segunda instancia no puede
pedirse por las partes. El tribunal siempre puede disponerla de oficio, durante el curso del
proceso o como medida para mejor resolver.
5.5.3. Tramitación: La parte que requiera esta prueba presenta un escrito solicitándola, en
el cual deberá señalar el objeto de la inspección y fundamentar su solicitud. Si el tribunal
accede (o la decreta de oficio) fija día y hora para practicarla, con la debida anticipación,
para que puedan concurrir las partes y sus abogados. La parte que solicitó la inspección,
antes de proceder a ella, depositará en manos del secretario la suma que éste estime
necesaria para costearla. Si es decretada de oficio u ordenada por la ley el depósito se hará
por mitades entre demandante y demandado (art. 406).
Puede verificarse fuera del territorio jurisdiccional del tribunal (art. 403).
Las partes pueden pedir que en el acto del reconocimiento se oigan informes de peritos, lo
que decretará el tribunal si a su juicio dicha medida es necesaria para el éxito de la
inspección y fue solicitada con la anticipación conveniente.
Llegado este día y hora y precisados los hechos de la inspección se lleva a cabo con la
concurrencia de las partes y peritos que asistan, o sólo por el tribunal si éstas no concurren.
Si la inspección se verifica en virtud de decreto del tribunal colegiado, este puede
comisionar para que la practique uno o más de sus miembros.
De la diligencia se levanta acta en donde se deja constancia de las circunstancias o hechos
materiales que el tribunal observe; estas observaciones no pueden estimarse como una
opinión anticipada del tribunal sobre los puntos que se debaten, en consecuencia, ella no
inhabilita al juez que practica esa diligencia. Las partes pueden pedir durante la diligencia
que se consignen en el acta las circunstancias o hechos materiales que consideren
pertinentes (art. 407).
El acta que se levanta (y que se agrega a la carpeta electrónica) debe ponerse en
conocimiento de las partes, mediante la notificación por el estado diario de la respectiva
resolución que recaiga en ella (art. 408).
5.5.4. Valor probatorio: Constituye plena prueba en cuanto a los hechos o circunstancias
materiales que el tribunal establezca en el acta como resultado de su propia observación.
No tiene valor probatorio respecto de deducciones que haga el tribunal, ni hechos de
carácter científico que pueda deducir el tribunal.
5.6. Informe de peritos: Es el medio de prueba que consiste en oír el dictamen de personas
que tienen conocimientos especiales en determinadas materias y que dicen relación con el
asunto controvertido que se litiga. Se regula en los arts. 409 a 425.
5.6.1. Procedencia:
a) Obligatorio:
 Cuando la ley dispone que se oiga el informe de peritos, sea que se valga de estas
expresiones u otras que indiquen la necesidad de oír opiniones periciales (art. 409).
 Cuando la ley ordena que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo informe
de peritos.
Se entenderán cumplidas estas disposiciones agregando el reconocimiento y dictamen
pericial al procedimiento que corresponda usar, según la naturaleza de la acción deducida.
b) Facultativo: Conforme al art. 411, puede oírse el dictamen de peritos:
 Sobre puntos de hecho para cuya apreciación se necesiten conocimientos especiales
de alguna ciencia o arte.
 Sobre puntos de derecho referentes a alguna legislación extranjera.
5.6.2. Oportunidad: Se puede decretar de oficio en cualquier estado del juicio. Las partes
sólo pueden solicitarlo dentro del término probatorio (art. 412). Decretado este informe de
peritos no se va a suspender por ello el procedimiento.
5.6.3. Peritos: Pueden desempeñarse como peritos aquéllos que nominen las partes de
común acuerdo expreso. No pueden ser peritos:
a) Los que sean inhábiles para declarar como testigos en juicio.
b) Los que no tengan título profesional expedido por autoridad competente, si la
ciencia u arte cuyo conocimiento se requiera está reglamentada por la ley y hay en
el territorio jurisdiccional dos o más personas tituladas que pueden desempeñar el
cargo.
5.6.4. Designación del perito: Presentada la solicitud, o decretada de oficio, el tribunal cita
a las partes a una audiencia que tendrá lugar con las partes que asistan. Dicha resolución se
notifica por cédula. Esta audiencia tiene por objeto determinar:
a) Número de peritos que deban nombrarse.
b) Calidad, aptitudes y títulos que deban tener.
c) Punto o puntos que van a ser materia del informe.
Si las partes no se ponen de acuerdo sobre la designación de las personas de los peritos va a
hacer el nombramiento el tribunal, en este caso no puede recaer en ninguna de las dos
primeras personas que hayan sido propuestas por cada parte. Se presume que no están de
acuerdo las partes cuando no concurran todas a la audiencia (art. 415).
Si la designación es por el tribunal lo hará con conocimiento de las partes, las cuales
tendrán tres días para formularle las objeciones u oposiciones por afectarle alguna
inhabilidad. Vencido este plazo se entiende aprobado el nombramiento.
El perito designado deberá ser notificado personalmente o por cédula. Debe aceptar el
cargo, declararlo así, y jurar desempeñarlo con fidelidad. La declaración de aceptación y
juramento (que son coetáneas) debe hacerla en el acto de la notificación de su designación
o dentro de los 3 días inmediatos, dejándose testimonio en los autos (art. 417). Aceptado y
juramentado, el perito práctica un reconocimiento, al cual deberá citar a las partes para que
concurran si quieren, lo que hace presentando un escrito.
5.6.5. Reconocimiento: Las partes pueden hacer en el reconocimiento las observaciones
que estimen oportunas, pueden pedir que se haga constar los hechos y circunstancias que
estimen pertinentes. No pueden tomar parte en las deliberaciones de los peritos ni pueden
estar presentes en ellas (art. 419). Si son varios los peritos procederán unidos a practicar el
reconocimiento salvo que el tribunal los autorice para actuar de otra manera.
La Ley no señala plazo para evacuar el informe, debiendo fijarlo el tribunal. Si no lo
cumple, el tribunal puede apremiarlo con multa, prescindir del informe o decretar el
nombramiento de nuevos peritos (art. 420).
Si los peritos están discordes en sus dictámenes el tribunal puede disponer que se nombre
un nuevo perito si lo considera necesario para la mejor ilustración de los asuntos que deben
resolver. Si no resulta acuerdo con la participación del nuevo perito, el tribunal va a
apreciar libremente la opinión de cada uno tomando en cuenta para este fin los demás
elementos del juicio. Los peritos podrán emitir sus informes conjunta o separadamente.
Los incidentes a que dé lugar el nombramiento de peritos y el desempeño de sus funciones
se llevan en cuadernos separados.
5.6.6. Valor probatorio: Conforme al art. 425, los tribunales apreciarán la fuerza
probatoria del dictamen de peritos de acuerdo a las reglas de la sana crítica.
5.7. Presunciones: Son las consecuencias jurídicas que la ley o el tribunal infieren de
ciertos antecedentes o de hechos conocidos para llegar a establecer un hecho desconocido.
Es una operación intelectual que enlaza el hecho base y el hecho presunto. Así, se parte de
la base de dos hechos distintos:
a) El hecho base o indicio85 es el hecho conocido fijado a través de los demás medios
de prueba.
b) El hecho presunto es el hecho desconocido que se establece a efectos del proceso.
5.7.1. Clasificación:
a) Presunciones legales: Son aquellas establecidas por la ley en ciertos casos y respecto de
ciertos hechos. Pueden ser simplemente legales (admiten prueba en contrario), o
presunciones de derecho (no admiten prueba en contrario). En cualquier caso debe
acreditarse la existencia de los hechos base de los cuales la ley deduce la presunción.
b) Presunciones judiciales: Son aquellas en que el juez es quien hace el enlace entre el
hecho base y el hecho presunto. Las bases o indicios de presunciones judiciales emanan de

85
En nuestra legislación se confunden los términos indicio con presunción lo que no es correcto. Debe tenerse
presente esta impropiedad a la hora de aplicar las normas que regulan esta materia.
otras pruebas rendidas en la causa que no dan convicción del hecho en forma inmediata,
sino que para ello es necesario que el juez realice un proceso o razonamiento lógico.
5.7.2. Valor probatorio: El art. 426 dispone que las presunciones, como medio de prueba,
se regirán por lo dispuesto en el art. 1712 CC, conforme al cual las presunciones judiciales
(los indicios) deben ser:
a) Graves: Que tengan una fuerte probabilidad de ser verdad.
b) Precisas: Que no sean vagas, difusas, ambiguas o susceptibles de aplicarse a
diversas circunstancias o situaciones.
c) Concordantes: Deben ser compatibles entre sí, lo que supone a su vez que debe
tratarse de más de un indicio.
El art. 426 inc. 2° establece que una sola presunción (indicio) puede constituir plena prueba
si a juicio del tribunal reúne caracteres de gravedad y precisión suficientes para formar su
convencimiento. Es decir, un solo indicio podrá bastar para establecer una presunción
judicial, cuando éste reúna los caracteres señalados.
Algo que se ha discutido es si sería factible dar el valor de una presunción a un medio de
prueba que no ha reunido los requisitos que la ley requiere, ante lo cual se ha aceptado que
un medio de prueba imperfecto pueda ser tenido por el tribunal como base de una
presunción judicial.
5.7.3. Presunciones del art. 427: Esta norma señalan que se reputarán como verdaderos:
a) Los hechos certificados en el proceso por un ministro de fe, en virtud de orden de
tribunal competente, salvo prueba en contrario.
b) Los hechos declarados verdaderos en otro juicio seguido entre las mismas partes.
5.8. Apreciación comparativa de los medios de prueba: Cuando para dar por establecido
un hecho hay un solo medio de prueba y éste es admisible de acuerdo a la ley, no existe
dificultad. Si la habrá en el caso de que frente a un hecho existen pruebas contradictorias.
Conforme a lo dispuesto en el art. 428, para solucionar este problema se aplican las
siguientes reglas:
a) Si la ley dispone que para el caso de que se trata se exige un determinado medio
probatorio debe estarse a la disposición legal especial.
b) Entre dos o más pruebas contradictorias y a falta de ley que resuelva el conflicto, los
tribunales deben preferir la que crean más conforme con la verdad. Esto se conoce
en doctrina como “valoración comparativa residual” por ser el tribunal quien
establece finalmente el valor probatorio.
6. Cuarta etapa. Observaciones a la prueba:
Vencido el término probatorio y dentro de los 10 días siguientes, las partes pueden hacer
por escrito las observaciones que el examen de la prueba les sugiera (art. 430). Esto es
conocido como observaciones a la prueba.
Durante este periodo la causa permanece en la secretaría del tribunal y no puede retirarse de
allí a pretexto de tenerse que realizar análisis de la prueba.
Si no se ha devuelto la prueba rendida fuera del territorio jurisdiccional del tribunal que
conoce de la causa no se suspende el curso del juicio ni es obstáculo para que el juez dicte
sentencia (art. 431), tampoco lo es el hecho de no haberse practicado alguna diligencia de
prueba pendiente, salvo que el tribunal por resolución fundada la estime estrictamente
necesaria para la acertada resolución del asunto y si así lo considera debe disponer esa
diligencia probatoria como una medida para mejor resolver.
Si la prueba ha sido recibida por el tribunal una vez dictada la sentencia, ella se agrega a la
carpeta electrónica con el fin de que sea considerada en una eventual segunda instancia.
7. Quinta etapa. Período de sentencia:
Vencido el plazo de observaciones a la prueba, se hayan presentado o no escritos en tal
sentido, existan o no diligencias probatorias pendientes, el tribunal cita a las partes para oír
sentencia.
Esta resolución es inapelable y sólo susceptible del recurso de reposición fundado en error
de hecho, el que debe interponerse dentro de 3° día. La resolución que falla esa reposición
es inapelable y se notifica por el estado diario.
7.1. Efectos de la resolución que cita a oír sentencia:
7.1.1. No se admiten escritos ni pruebas de ningún género: Citadas las partes para oír
sentencia, no se admitirán escritos ni pruebas de ningún género (art. 433). Lo cual se
entiende sin perjuicio de:
a) Incidente de nulidad procesal y facultades oficiosas del juez para corregir errores en
la tramitación del proceso (arts. 83 y 84).
b) Medidas para mejor resolver que puede ordenar de oficio el tribunal dentro del
plazo para dictar sentencia (art. 159).
c) Medidas precautorias que pueden solicitarse en cualquier estado del juicio para
asegurar el resultado de la acción deducida (art. 290).
d) Otros casos señalados en la ley como el incidente de acumulación de autos (art. 98),
incidente de privilegio de pobreza (art. 130) y el desistimiento de la demanda (art.
148).
7.1.2. Ciertos plazos que hubieren comenzado a correr al tiempo de la citación para
oír sentencia continuarán corriendo sin interrupción y la parte podrá dentro de él
ejercer su derecho de impugnación: Los plazos establecidos en los artículos 342 N° 3,
346 N° 3 y 347 que hubieren comenzado a correr al tiempo de la citación para oír
sentencia, continuarán corriendo sin interrupción y la parte podrá dentro de ellos, ejercer su
derecho de impugnación. De producirse ésta, se tramitará en cuaderno separado y se fallará
en la sentencia definitiva, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 431.
a) Art. 342 N° 3 referido a copias de instrumentos públicos.
b) Art. 346 N° 3 referido al reconocimiento tácito de instrumento privado.
c) Art. 347 sobre documentos extendidos en lengua extranjera y que se acompañan
traducidos, en que la parte contraria tiene 6 días para solicitar la revisión de esa
traducción
7.1.3. La citación para oír sentencia es trámite esencial en primera y segunda
instancia: Salvo que la ley señale otro trámite, si se omite se incurre en un vicio de
casación en la forma.
7.1.4. Notificada por el estado diario, el juez tiene 60 días para dictar sentencia
definitiva: El secretario debe anotar en el estado diario el hecho de haberse dictado la
sentencia definitiva, pero esa anotación no significa su notificación. La notificación de
sentencia definitiva se hará por cédula (o por el estado diario cuando no ha designado
domicilio para la notificación por cédula).
7.2. Medidas para mejor resolver: Son medidas probatorias decretadas de oficio por el
tribunal una vez puesto el proceso en estado de dictar sentencia a fin de quedar en
condiciones adecuadas para pronunciar un mejor fallo.
7.2.1. Fundamento: La idea de proceso siempre involucra un interés público y uno social,
por lo que no sólo las partes tienen derechos y obligaciones, sino que también el órgano
jurisdiccional. El objeto de alcanzar la verdad en el pleito, no la verdad formal, sino que la
material, que sería la única que interesa en ese proceso. En consonancia con estas ideas el
juez ha adquirido mayor preponderancia y un papel activo en el proceso civil.
7.2.2. Características:
a) El sujeto de las medidas para mejor resolver es el órgano jurisdiccional, unipersonal
o colegiado.
b) Pueden dictarse en primera y en segunda instancia.
c) Es una institución común a todo procedimiento, incluso en actos no contenciosos.
d) Son diligencias probatorias, recaen sobre hechos. Se discute su procedencia respecto
de aquéllos hechos que no han sido alegados por las partes, pero que se desprenden
de una constancia objetiva en el proceso. Se le impide al juez por la vía de estas
medidas recoger hechos diferentes de los constitutivos de la acción deducida o
hechos que lo modifican, pues si así lo hiciera esos elementos le estarían
permitiendo fallar una cuestión diferente.
e) Los medios que pueden emplearse como medidas para mejor resolver están
enumerados taxativamente y en general corresponden a los diferentes medios
probatorios ya vistos.
f) Las presunciones están excluidas puesto que ellas constituyen una operación mental
del juez.
g) El medio probatorio más utilizado en estas medidas es el instrumental.
7.2.3. Procedimiento: Se aplican las reglas generales en cuanto no aparezcan modificadas
por el art. 159. Cumplida la medida para mejor resolver, ella entra a formar parte del
proceso, integra el mérito del proceso y su fuerza probatoria se valora en conjunto con las
demás pruebas producidas en el juicio.
Son facultativas y privativas del tribunal, dictadas de oficio en uso de su potestad sin
sujeción a lo que las partes le indiquen, pidan o sugieran. El rechazo de las solicitudes no
puede producir agravio o al ser omitidas pretender que se ha incurrido en un vicio de
casación en la forma, y la resolución que las rechazó no es susceptible de recurso alguno.
Sólo pueden decretarse dentro del plazo para dictar sentencia y las que se dictan fuera de él
se tendrán por no decretadas.
Puede ocurrir que, en la práctica de estas medidas para mejor resolver, sea necesario
esclarecer nuevos hechos indispensables para dictar sentencia, podrá el tribunal abrir un
término especial de prueba, no superior a 8 días.
El art. 159 faculta al juez para dictar varias medidas, pero no está obligado a dictarlas todas
de una vez y en una misma resolución, puede ir haciéndolo en forma escalonada. El plazo
para dictar sentencia empieza a contarse desde la fecha que se cumpla la medida para mejor
resolver.
7.2.4. Requisitos: El esclarecimiento de los hechos sobre los cuales recae la diligencia debe
ser necesario, indispensable o de influencia para mejor resolver la contienda. Además, se
exige que el proceso se encuentre en estado de dictarse sentencia.
La citación a las partes para oír sentencia se mantiene, pero va a quedar en suspenso,
mientras no se cumpla la diligencia ordenada por el tribunal, el pronunciamiento de la
sentencia. La medida decretada por el tribunal debe ponerse en conocimiento de las partes.
7.2.5. Cumplimiento: Deben cumplirse en el plazo de 20 días contados desde la fecha de la
notificación de la resolución que las decreta. Las que no se cumplen en este plazo, se tienen
por no decretadas y el juez debe dictar sentencia sin más trámite.
Si en la práctica de esta medida aparece la necesidad de esclarecer nuevos hechos
indispensables para dictar sentencia, el tribunal puede abrir un término especial de prueba
hasta por 8 días, improrrogable y limitado en los puntos que el tribunal designe y en este
caso se aplicará al art. 90 inc. 2º (término probatorio incidental). Vencido este probatorio, el
tribunal dicta sentencia sin más trámite.
7.2.6. Medidas que contempla el art. 159:
1a. La agregación de cualquier documento que estimen necesario para esclarecer el
derecho de los litigantes;
Prueba instrumental. Es la más amplia y se emplea con mayor frecuencia. Se refiere tanto a
instrumentos públicos como privados. La diligencia se ordena con conocimiento de las
partes, resolución se notifica por estado diario. Su cumplimiento corresponde a las partes.
En cuanto a la forma en que se acompañan los instrumentos el criterio más aceptado es que
rigen sobre el particular las normas generales de acompañamiento de instrumentos, es decir,
se acompañarán con citación o con el apercibimiento legal que corresponda.
2a. La confesión judicial de cualquiera de las partes sobre hechos que consideren de
influencia en la cuestión y que no resulten probados;
Puede exigirse de cualquiera de las partes litigantes. No rige la limitación del art. 385 que
sólo se refiere a la confesión provocada por las partes y no a la que provoca el tribunal.
La resolución que fija el día y hora en que debe comparecer el litigante para llevar a cabo
esta diligencia se notifica por cédula a todas las partes litigantes. En cuanto a cómo debe
llevarse a cabo la confesión rige la normativa ya vista.
3a. La inspección personal del objeto de la cuestión;
Esta medida no tiene demasiada importancia porque justamente el tribunal puede decretarlo
en cualquier estado del juicio si lo estima necesario. Al hablar del objeto de la cuestión no
sólo debe entenderse la cosa material sobre la que versa el litigio sino también todos los
hechos importantes e influyentes que consten en el proceso y que sean pertinentes al objeto
del juicio y que sean susceptibles de ser apreciados por los sentidos del juez.
4a. El informe de peritos;
Debe recaer sobre hechos influyentes del pleito que estén dentro del objeto del proceso.
Este tipo de prueba suele ser la más dispendiosa y la que demanda más tiempo dado el
mecanismo que la rige, de allí que su dictación como MPMR debe darse sólo cuando sea
absolutamente indispensable para una sentencia justa.
La ley concede a las partes el derecho de apelar contra la resolución que decreta esta
medida.
La resolución que dispone esta medida debe indicar los puntos sobre los cuales va a recaer
el informe y va a ser el juez el llamado a indicar la calidad o la aptitud que debe reunir el o
los peritos. El art. 159 N° 4 faculta al tribunal para requerir el informe pericial pero no para
designar peritos. Luego, deberá recurrir a las normas generales para su designación, por
tanto, la resolución que disponga esta diligencia pericial, va a tener que contener no sólo el
requerimiento para practicar la diligencia, sino que además la citación a las partes a una
audiencia para su designación.
5a. La comparecencia de testigos que hayan declarado en el juicio, para que aclaren
o expliquen sus dichos obscuros o contradictorios; y
Limitada a testigos que declararon durante el juicio, para que aclaren o expliquen de sus
dichos obscuros o contradictorios. Los testigos no podrían ser llamados a declarar sobre
materias que no hayan sido objeto de su anterior declaración.
No pueden alterar substancialmente sus anteriores declaraciones porque así no habrán dado
explicaciones de sus dichos, por el contrario, las nuevas declaraciones estarían en
contradicción con las anteriores, les quitaría fe.
La resolución que dispone esta medida debe señalar los testigos que deben declarar, cuáles
son los dichos obscuros o contradictorios que deben ser aclarados o explicados, y el día y la
hora en que deben concurrir los testigos.
Las partes litigantes deben hacer cumplir esta medida (llevar a los testigos a la audiencia
fijada por el tribunal). No opera por tanto respecto de ellos el apercibimiento del art. 380
dado que esa norma sólo tiene aplicación cuando la diligencia se pide por uno de los
litigantes. No pueden ser tachados en la audiencia a la cual comparezcan, porque ya han
prestado declaración en el pleito, y el momento oportuno para declarar la tacha fue cuando
se presentaron por primera vez ante el tribunal.
6a. La presentación de cualesquiera otros autos que tengan relación con el pleito.
Esta medida se cumplirá de conformidad a lo establecido en el inciso 3° del artículo
37.
Se trata de una prueba documental especial, puesto que los expedientes entran en la
categoría de instrumentos públicos. En aquellos casos en que otro tribunal requiera la
remisión del expediente original o de algún cuaderno o pieza del proceso, el trámite se
cumplirá enviando la correspondiente comunicación de la carpeta electrónica a la que
deben acceder a través del sistema de tramitación electrónica del Poder Judicial. Lo mismo
se aplicará cada vez que la ley ordene la remisión, devolución o envío del proceso o de
cualquiera de sus piezas a otro tribunal (art. 37 inc. 3°).
7.2.7. Naturaleza jurídica de la resolución que decreta una MPMR: En doctrina es
discutido, existiendo dos posibilidades:
a) Sentencia interlocutoria de segundo grado: Aquella que sirve de base para el
pronunciamiento de una sentencia definitiva. Si se considera así, una vez dictada por el
tribunal y notificada a las partes se produce el desasimiento del tribunal.
b) Decreto: Pues da curso progresivo a los autos. Ello porque el art. 326 hace inapelable la
resolución que dispone la práctica de alguna diligencia probatoria, con lo cual el art. 159
siguiendo esta regla general les da el mismo carácter de inapelable a las medidas que
puedan decretar el tribunal, salvo las dos excepciones mencionadas. El art. 187 hace
apelable las sentencias interlocutorias y si estas medidas tuvieren ese carácter no necesitaría
concederlo expresamente en los 2 casos que le permite. Además, nada Nada impide que el
tribunal la deje sin efecto posteriormente, lo que no acontecería de ser una sentencia
interlocutoria (porque habría operado el desasimiento una vez notificada).
7.2.8. Recursos que proceden contra la resolución que las decreta:
a) Recurso de aclaración, agregación, o de rectificación o enmienda, en la medida que
la resolución tenga algún punto oscuro, errores de copia, de referencia o de cálculos
numéricos.
b) Recurso de reposición. Si se considera que la medida es una sentencia interlocutoria
es improcedente; si se considera un decreto, sí procedería.
c) Recurso de apelación. Son inapelables las resoluciones que se decreten salvo
aquellas que dicta el tribunal de primera instancia disponiendo un informe de peritos
o que abra un término especial de prueba. La apelación se concede en el sólo efecto
devolutivo.
d) No procede el recurso de queja por ser estas medidas el ejercicio de una potestad
privativa del tribunal que está al margen de toda falta o abuso.
e) No procede el recurso de casación en la forma, sea que se estime como sentencia
interlocutoria (porque no pone término al juicio), sea que se les considere un
decreto.
7.3. Formas de poner término al juicio ordinario: La primera instancia puede terminar
por medios normales o anormales.
7.3.1. Dictación de la sentencia: Es el medio normal para poner término al juicio en
primera instancia, es el acto procesal que constituye la resolución del juez sobre el asunto
litigioso, que es una sentencia definitiva.
Notificada en forma legal (por el estado diario) a las partes, la resolución que cita a las
partes a oír sentencia, el juez tiene un plazo de 60 días hábiles (no fatal) para dictar su
sentencia. Esta debe cumplir los requisitos del art. 170 y del auto acordado de 1920. Debe
ser notificada por cédula.
Cuando el juez dicta sentencia, debe anotarse esa circunstancia en el estado diario, pero esta
anotación no importa notificación de la sentencia definitiva, es simplemente constancia de
que se dictó (art. 162).
Termina también el proceso por sentencia en dos supuestos: por renuncia del actor o
allanamiento del demandando. Sin embargo, en estos casos la sentencia no presupone la
completa realización del proceso (en estos casos estamos ante formas anormales).
7.3.2. Medios anormales: Es posible que el juicio termine en primera instancia sin
necesidad que el juez emita un pronunciamiento sobre el asunto controvertido, ello puede
deberse a actitudes positivas o negativas de las partes.
a) Desistimiento de la demanda (art. 148).
b) Abandono del procedimiento (art. 152).
c) Transacción (art. 2446 CC).
d) Contrato de compromiso (art. 234 COT).
e) Conciliación (art. 262).
f) Avenimiento.
g) Aceptación de la excepción dilatoria de incompetencia (art. 303 N° 1).
h) Excepciones perentorias de transacción o cosa juzgada, cuando esas han sido
opuestas como excepciones dilatorias.
Estas formas no solo son aplicables en 1° instancia, sino que también en 2° instancia, e
incluso ante la Corte Suprema.

III. Incidentes y procedimiento incidental86.


1. Generalidades:
En todo juicio se puede plantear por las partes cuestiones accesorias, distintas a la cuestión
principal del proceso, lo que dependerá de las mismas partes. En todo juicio deben
distinguirse las cuestiones alegadas en el carácter de principales, las que constituyen el
objeto del proceso, y las accesorias, en la medida que sean planteadas por las partes.
Producto de los incidentes, el juez que conoce del objeto principal del proceso puede
pronunciarse respecto de las cuestiones accesorias, lo cual es una manifestación del
principio de economía procesal.
Las cuestiones accesorias deben tener relación o conexión con la cuestión principal. Dentro
de los principios o reglas de consecuencia encontramos el principio de la extensión (art.
112 COT), este dice relación con que el juez que conoce la materia principal del juicio tiene
competencia para conocer de cuestiones accesorias a él.
Las cuestiones accesorias se tramitan como incidentes dentro del proceso, y en algunos
casos suspenden la tramitación de la cuestión principal. La tramitación del incidente se
lleva a cabo en cuaderno separado.
El Código contempla los incidentes en el Título IX del Libro I, arts. 82 a 91. Son
disposiciones comunes a todo procedimiento, por lo tanto, se aplican a los procedimientos
comunes y especiales.
2. Concepto y elementos:
Algunos autores señalan que el incidente se encuentra definido en el art. 82.
Art. 82 CPC.- Toda cuestión accesoria de un juicio que requiera pronunciamiento especial
con audiencia de las partes, se tramitará como incidente y se sujetará a las reglas de este
Título, si no tiene señalada por la ley una tramitación especial.
Otros sostienen que esta norma no contiene la definición, pero si los elementos necesarios
para poder elaborarla. Esta definición da a entender que los incidentes deben tramitarse con
audiencia de la contraparte, pero ello no es así, porque existen incidentes que pueden ser
resueltos de plano, es decir, sin necesidad de oír a la contraparte. La audiencia previa de las
partes en un incidente es un requisito formal, más no de fondo, puede existir o no.
La doctrina define los incidentes como toda cuestión distinta y accesoria del asunto
principal del juicio, que presentándose durante el curso del proceso puede en ciertos casos
86
a. Concepto y clases; b. Oportunidades para formularlos; c. Del incidente ordinario. Tramitación.
suspenderlo y sobre la cual debe recaer una resolución especial del tribunal con o sin
audiencia de las partes.
De esta definición podemos sostener que para que exista un incidente en el juicio deben
concurrir ciertos elementos, a saber:
a) La accesoriedad de la cuestión que se plantea frente a la cuestión principal:
Accesoria significa que es una cuestión secundaria y dependiente de la cuestión
principal.
b) La cuestión que se plantea requiere de un pronunciamiento del tribunal: Es
decir, una resolución del juez acerca de la cuestión incidental planteada. El tribunal
debe resolver la incidencia tan pronto como se encuentre en estado de ser fallada,
sin esperar el fallo de la cuestión principal.
c) Tratándose de los incidentes ordinarios se exige, además, que la cuestión
accesoria no tenga señalada una tramitación especial.
El pronunciamiento del tribunal respecto de los incidentes se realiza a través de una
resolución, la ley señala “especial pronunciamiento”, pues no se resuelve en la sentencia
definitiva sino que a través de un auto o sentencia interlocutoria, aun cuando este
pronunciamiento en algunas situaciones muy excepcionales se encuentre materialmente
incorporado en la sentencia definitiva.
El art. 82 pareciera dar a entender que todos los incidentes son con audiencia de las partes,
es decir, escuchando a la parte contraria, pero hay incidentes que se pueden resolver de
plano. Lo que más bien señala el art. 82 es que cuando se tramita una cuestión accesoria
con audiencia de las partes debe tramitarse como incidente. Si no se requiere audiencia de
las partes se resuelve de plano.
3. Finalidad de los incidentes:
Los incidentes nacen con el objeto de clarificar los juicios, de simplificar la labor del juez,
desembarazando del litigio mismo aquellas cuestiones que durante su tramitación van
apareciendo. Mediante ellos se apartan del fondo el juicio todas las materias que, aunque
ligadas con lo fundamental de la litis, pueden perfectamente substanciarse y decidirse
separadamente, con lo que se consigue hacer más fácil y expedito el procedimiento.
Sin embargo, en la práctica suele desvirtuarse su fundamento, transformándose en
herramientas que permiten dilatar la tramitación de los juicios, con grave daño de los
mismos litigantes y de la administración de justicia. Por ello el legislador ha intentado
evitar que los incidentes se utilicen como un elemento perturbador del procedimiento,
regulando la oportunidad en que se deben promover, dándoles una tramitación breve y
sancionando su uso inadecuado.
al interés público y no para corregir cualquier vicio que mira al interés exclusivo de los 4.
Clasificación de los incidentes:
4.1. Atendiendo a la relación o conexión que tiene el incidente con la cuestión
principal:
a) Incidente conexo: Aquel que tiene relación directa con la cuestión principal.
b) Incidente inconexo: Aquel que no tiene relación alguna con la cuestión principal del
proceso. Algunos estiman que este no constituye un incidente pues falta un requisito
fundamental, idea que reafirma el art. 84: Todo incidente que no tenga conexión
alguna con el asunto que es materia del juicio podrá ser rechazado de plano.
4.2. Considerando su tramitación:
a) Incidentes ordinarios: Son aquellos que se tramitan de acuerdo a las reglas de los
arts. 82 a 91. Si la ley nada dice, se entiende que el incidente es ordinario.
b) Incidentes especiales: Aquellos que se tramitan conforme a reglas especiales
establecidas en el Código, estos son: acumulación de autos (arts. 92 a 100),
cuestiones de competencia (arts. 101 a 112), implicancias y recusaciones (arts. 113
a 128), privilegio de pobreza (arts. 129 a 137), costas (arts. 138 a 147),
desistimiento de la demanda (arts. 148 a 151) y abandono del procedimiento (arts.
152 a 157).
4.3. Considerando sus efectos en el proceso:
a) Incidentes de previo y especial pronunciamiento: Aquel sin cuya previa resolución
no se puede seguir sustanciando la causa principal y se suspenderá el curso de esta
(art. 87). Se tramitan en el cuaderno principal pues suspenden el proceso.
b) Incidentes que no son de previo y especial pronunciamiento: Son alegaciones que
una vez deducidas o formuladas permiten seguir tramitando el proceso, sin
suspender la marcha del juicio. Se tramitan separadamente en un cuerdo de
incidentes (art. 87 inc. 2°) (ej. medidas precautorias).
4.4. Atendiendo a la forma que el tribunal resuelve el incidente:
a) Incidentes que pueden resolverse de plano: Puede fallarse sin necesidad de oír a la
parte contraria, esto puede ocurrir cuando el incidente se funda en hechos que
constan en el proceso, o bien, cuando se trata de hechos de pública notoriedad.
b) Incidentes que deben acogerse a tramitación: Son todos aquellos que tienen que
resolverse previa audiencia de la parte contraria. El juez debe conferir traslado al
contrario, el que puede o no pronunciarse respecto del incidente. Constituyen la
regla general.
4.5. Según la oportunidad en que se deben formular:
a) Incidentes que nacen de hechos anteriores al juicio o coexistentes con su principio o
iniciación (ej. excepciones dilatorias).
b) Incidentes que nacen de hechos que acontecen durante el curso del juicio (ej.
nulidad de una notificación).
c) Incidentes que nacen o se fundan en hechos producidos después de dictada la
sentencia definitiva (ej. determinación de las costas del juicio).
5. Oportunidad para promover incidentes en un juicio:
5.1. Reglas principales:
a) El incidente tiene que ser promovido tan pronto como el motivo que lo origina llega
a conocimiento de la parte. Se trata de un conocimiento real y efectivo del hecho que
constituye el incidente. La parte, para estos efectos, puede señalar en el incidente el
momento en que tomó conocimiento del hecho, estimándose como verídico por el principio
de buena fe procesal.
b) Los incidentes se pueden promover durante la tramitación del juicio en que se
producen. En primera instancia, pueden promoverse desde que se notifica legalmente la
demanda hasta que se dicta la resolución que cita a las partes a oír sentencia. Esta regla
tiene excepciones en el art. 433 inc. 2°, como el incidente de nulidad procesal y algunos
incidentes especiales.
5.2. Reglas particulares: Para regular la oportunidad en que se hacen valer los incidentes,
la ley se refiere a la etapa en que se produce el hecho que se tramita en el incidente.
a) Que el incidente se funde en un hecho que ha ocurrido con anterioridad a la
existencia del juicio o coexistente con su inicio: Si el incidente nace de un hecho anterior
al juicio o coexistente con su principio, como defecto legal en el modo de proponer la
demanda, deberá promoverlo la parte antes de hacer cualquiera gestión principal en el
pleito (art. 84). La jurisprudencia ha señalado que la expresión gestión principal se refiere
a alguna gestión que mire al fondo del juicio.
Si se promueve después, el incidente será rechazado de oficio por el tribunal, salvo que se
trate de un vicio que anule el proceso o que sea esencial para la marcha del juicio.
b) Que el incidente se funde en un hecho que ocurre durante la tramitación del juicio:
Es decir, después de notificada la demanda. Este incidente debe ser promovido tan pronto
como el hecho llega a conocimiento de la parte y antes de realizar cualquier gestión en el
juicio (art. 85).
Si en el proceso consta que el hecho ha llegado al conocimiento de la parte, y si ésta ha
practicado una gestión posterior a dicho conocimiento, el incidente promovido después será
rechazado de plano, salvo que se trate de alguno de los vicios o circunstancias a que se
refiere el artículo anterior. En este caso no se refiere a una gestión principal.
c) Caso en que se puedan promover varios incidentes cuyas causas existan
simultáneamente: Es decir, varios incidentes que se fundan en hechos que han ocurrido al
mismo tiempo, la regla es que estos incidentes deben promoverse a la vez (art. 86).
Otra cuestión que establece el art. 84 inciso final, es que los tribunales están facultados para
corregir de oficio errores que observen en la tramitación del proceso, y así mismo, podrán
tomar medidas que tiendan a evitar la nulidad de los actos de procedimiento. Es decir, el
juez debe siempre velar por la corrección del procedimiento. Lo único que el juez no puede
subsanar son las actuaciones viciadas por haberse realizado fuera de plazo.
Si bien lo normal es que las partes sean quienes promuevan la subsanación de los vicios del
procedimiento por medio de los incidentes, el juez está facultado para corregir de oficio los
errores que observe en la tramitación del proceso y para tomar todas las medidas que
tiendan a evitar la nulidad de los actos de procedimiento. Esta facultad es una excepción al
principio de pasividad de los tribunales.
Si bien la ley no distingue respecto de estas actuaciones oficiosas del juez, la jurisprudencia
ha entendido que los errores o vicios a que se refiere el art. 84 deben estar referidos a actos
relevantes dentro de la estructura del proceso, a diligencias esenciales, que miran litigantes.
6. Tramitación correspondiente al incidente ordinario:
Se rigen por los arts. 82 a 91 del CPC, todo incidente debe ser promovido por la parte
interesada dentro del juicio correspondiente.
Frente a la interposición de un incidente, el tribunal puede tener dos actitudes:
a) Resolverlo de plano: Esto ocurre cuando:
 El incidente es inconexo (art. 84 inc. 1°).
 Los incidentes no son promovidos en la oportunidad legal, lo cual dependerá del
caso, si los hechos son anteriores, coexistentes o acontecidos durante el juicio.
 Si se trata de incidentes cuyo fallo se trate de hechos que constan en el proceso, o
bien, en hechos que sean de pública notoriedad. Estos pueden ser acogidos o
rechazados.
b) Acogerlos a tramitación: Todos aquellos casos en que el juez no pueda resolverlos de
plano, el incidente se acogerá a tramitación con audiencia de la parte contraria. Es la regla
general en materia de incidentes.
En la tramitación de un incidente ordinario es posible distinguir los tres periodos clásicos
que se observan en un juicio en general:
6.1. Etapa de discusión: En primer lugar se debe interponer una demanda incidental,
solicitud o petición que hace el incidentista, que es quien formula el incidente.
La demanda incidental, o bien, el escrito en donde se formula el incidente debe ser
presentada o promovida por el mandatario judicial de la parte. No hay normas de requisitos
respecto de esta demanda incidental, sino que en términos generales deberá adecuarse en lo
pertinente a las exigencias de una demanda normal.
El juez debe analizar si el incidente fue promovido oportunamente o no. Si es
extemporáneo debe rechazarlo de plano. Junto con esto, el juez debe analizar la conexión
que tiene el incidente con el asunto principal del juicio, ya que de no ser así podría
rechazarlo de plano. Otra cosa que el juez debe analizar, es si el incidentista está o no
obligado a efectuar una consignación en dinero previo a promover el incidente de acuerdo a
lo establecido en el art. 88. Si la parte está obligada a consignar y no lo hace, la ley señala
que el incidente se debe entender como no interpuesto.
Conforme al art. 87, si el incidente es de aquellos sin cuya previa resolución no se puede
seguir substanciando la causa principal, se suspenderá el curso de ésta, y el incidente se
tramitará en la misma pieza de autos. En caso contrario, no se suspenderá el curso de la
causa principal, y el incidente se sustanciará en ramo separado. De todo esto depende la
resolución que el juez va a dictar.
Si el incidente debe tramitarse, el juez debe conferir traslado a la parte contraria por el
plazo de 3 días para que la parte responda. La resolución que confiere traslado debe ser
notificada por el estado diario. Este plazo de emplazamiento es individual, legal y fatal.
La parte contraria podría (i) aceptar el incidente; (ii) no controvertir los hechos en que se
funda el incidente; (iii) no decir nada; (iv) responder el incidente.
Vencido el plazo de 3 días, con o sin la respuesta de la parte contraria, el juez tiene 2
posibilidades: fallar el incidente o recibirlo a prueba.
En el procedimiento incidental no existe llamado a conciliación.
6.2. Etapa de prueba: Si el juez estima que la prueba es necesaria, el juez debe dictar una
resolución recibiendo el incidente a prueba y estableciendo los hechos controvertidos del
incidente.
La resolución que recibe el incidente a prueba debe contener las siguientes menciones:
a) Declarar que recibe el incidente a prueba.
b) Determinar los hechos controvertidos sobre los que debe recaer la prueba (art. 323).
La resolución que recibe un incidente a prueba se notifica por el estado diario (art. 323), es
inapelable (art. 90 inc. final), pero procede la reposición.
En cuanto a la naturaleza de la resolución que recibe la causa a prueba hay que atenerse a la
naturaleza de la resolución que falla el incidente:
a) Si el incidente es resuelto por una sentencia interlocutoria, la resolución que reciba
la causa a prueba es también una sentencia interlocutoria, porque resuelve sobre un
trámite que va a servir de base a una sentencia interlocutoria.
b) Si el incidente es resuelto por un auto, se discute la naturaleza jurídica de la
resolución que recibe la causa a prueba. Para algunos es un auto y para otros un
decreto.
Para determinar si la resolución que falla el incidente es una interlocutoria o un auto, hay
que ver si ella establece o no derechos permanentes a favor de las partes.
Recibida la causa a prueba, el término probatorio es de 8 días contados desde que se
notifica la resolución por el estado diario.
Respecto de los términos extraordinarios de prueba, se aplica el art. 90 inc. 3°: Cuando
hayan de practicarse diligencias probatorias fuera del lugar en que se sigue el juicio, podrá
el tribunal, por motivos fundados, ampliar una sola vez el término por el número de días
que estime necesarios, no excediendo en ningún caso del plazo total de 30 días, contados
desde que se recibió el incidente a prueba (de modo que el aumento máximo es de 22 días).
En cuanto a términos especiales de prueba no hay ninguna norma especial en el art. 90, de
manera que deberán rendir las reglas generales del procedimiento ordinario.
La nómina de testigos debe presentarse dentro de los 2 primeros días del término
probatorio. Tratándose de este procedimiento, vencido el probatorio no existe un plazo para
hacer observaciones a la prueba, ni tampoco el trámite de citación para oír sentencia.
6.3. Etapa de fallo: Vencido el término de prueba, háyanla o no rendido las partes, y aún
cuando éstas no lo pidan, fallará el tribunal inmediatamente o, a más tardar, dentro de
tercero día, la cuestión que haya dado origen al incidente (art. 91).
La resolución que falla el incidente no es una sentencia definitiva, por eso el art. 82 señala
que las cuestiones accesorias requieren de un pronunciamiento especial por parte del
tribunal. La resolución debe cumplir con los requisitos establecidos en el art. 171 y tener
pronunciamiento sobre las costas del incidente (art. 144). Si la parte resulta absolutamente
vencida en el incidente, debe ser condenada al pago de las costas. Con todo, el tribunal
tiene la facultad de eximir a la parte, a pesar de estar absolutamente vencida, de dicho pago
cuando estime que tiene motivos plausibles para deducir el incidente. Algunos entienden
que si el incidente se falló de plano por el juez no se generarían costas para la parte
contraria, pues no ha habido actuación de su parte.
Las costas del o los incidentes son independientes del juicio principal, e incluso deben
separarse, no corresponden los reembolsos.
7. Reiteración de incidentes:
El legislador ha establecido restricciones para evitar que se promuevan
indiscriminadamente incidentes en juicio. Una primera forma de restringir la interposición
de incidentes es estableciendo las oportunidades en que pueden ser deducidos los incidentes
(arts. 84, 85 y 86).
La parte que haya promovido y perdido 2 o más incidentes en un mismo juicio, no podrá
promover ningún otro sin que previamente deposite en la cuenta corriente del tribunal la
cantidad que éste fije. El tribunal de oficio y en la resolución que deseche el segundo
incidente determinará el monto del depósito. Este depósito fluctuará entre una y 10 UTM, y
se aplicará como multa a beneficio fiscal (art. 88).
El incidente que se formule sin haberse efectuado previamente este depósito se tendrá por
no interpuesto y se extingue el derecho a promoverlo nuevamente.

IV. Procedimiento Sumario.


1. Generalidades:
Es un procedimiento declarativo, reglamentado en el Título XI del Libro III del Código
(procedimientos especiales), en los arts. 680 a 692. En su regulación más bien se señalan
sus diferencias con el procedimiento ordinario.
Sus ventajas es que se trata de un procedimiento más breve, puesto que existen menos
trámites, los plazos son más breves y en alguna medida existe concentración de la actividad
procesal (audiencia).
2. Concepto:
El juicio sumario es un procedimiento de tramitación breve establecido para los casos en
que la naturaleza de la acción deducida requiere una tramitación rápida para que sea eficaz
y para ciertos asuntos taxativamente enumerados por el legislador.
3. Características:
a) Es un procedimiento declarativo, atendida la naturaleza de la pretensión que se hace
valer. Al igual que en el juicio ordinario, lo que se pretende es que el tribunal
reconozca o declare un derecho, en oposición a las pretensiones ejecutivas en que se
pretende el cumplimiento de la obligación.
b) Para algunos autores es un procedimiento ordinario o común, en razón del art. 680
inc. 1°87; para otros es un procedimiento especial, atendida su ubicación en el Libro
III. Este procedimiento presenta ambos caracteres, es ordinario respecto a la
situación que reglamenta el art. 680 inc. 1° y especial respecto de los supuestos
específicos regulados en el inc. 2°.
c) Es un procedimiento verbal (art. 682). Predominan las actuaciones orales, no
obstante, las partes pueden presentar minutas escritas, y en la práctica el juicio
sumario se tramita por escrito ya que las partes optan por esta modalidad.
d) Breve y concentrado. Es breve porque presenta una estructura más simple, con
menos trámites (no hay réplica, dúplica, observaciones a la prueba); y concentrado
en razón de que en este procedimiento tanto la cuestión principal como las
accesorias se fallan conjuntamente (art. 690). Se demuestra también la
concentración en la audiencia que tiene varias finalidades como contestar la
demanda, el llamado a conciliación, oponer dilatorias e incidentes.
e) Es admisible en él la sustitución de procedimiento, del procedimiento sumario
puede pasarse al ordinario y viceversa (art. 681).
f) De doble instancia, es admisible el recurso de apelación contra la sentencia
definitiva de primera instancia. En este procedimiento, el tribunal de alzada tiene
más facultades que las normales. El art. 692 modifica la regla general del 208.
4. Campo de aplicación:

87
El procedimiento de que trata este Título se aplicará en defecto de otra regla especial a los casos en que la
acción deducida requiera, por su naturaleza, tramitación rápida para que sea eficaz.
El art. 680 establece expresamente cual es la procedencia del juicio sumario, para estos
efectos, hay que entender que estas normas son especiales.
Art. 680 CPC.- El procedimiento de que trata este Título se aplicará en defecto de otra
regla especial a los casos en que la acción deducida requiera, por su naturaleza, tramitación
rápida para que sea eficaz.
La aplicación de este inciso es de orden práctico, se aplica a cualquier acción. El
demandante es el que determina esta naturaleza especial, el juez puede limitar la aplicación
de este procedimiento si es improcedente y en caso de erra la parte contraria puede alegarlo.
Los presupuestos copulativos para su aplicación son:
a) Que la acción deducida requiera por su naturaleza de tramitación rápida para que
sea eficaz.
b) Que la acción no esté sometida a un procedimiento de tramitación especial.
El inciso segundo continúa estableciendo la aplicación especial del procedimiento sumario,
aquí el juez no hace ninguna calificación, sino que tendrá que ver si el asunto está o no en
los casos contemplados en este inciso. La única exigencia en estos casos es texto legal
expreso que lo establezca:
Deberá aplicarse, además, a los siguientes casos:
1°. A los casos en que la ley ordene proceder sumariamente, o breve y sumariamente,
o en otra forma análoga:
En este caso de exige de texto legal expreso, la ley debe ordenar proceder de este modo (ej.
art. 612 y 271, jactancia). El legislador usa distintas fórmulas para indicar que un asunto se
somete al procedimiento sumario.
2°. A las cuestiones que se susciten sobre constitución, ejercicio, modificación o
extinción de servidumbres naturales o legales y sobre las prestaciones a que ellas den
lugar:
Quedan fuera de este numeral las servidumbres voluntarias.
3°. A los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el caso del artículo 697:
Este numeral se pone en el caso de los honorarios que procedan de servicios prestados en
juicio, el acreedor tiene derecho a demandar en juicio sumario o bien formulando una
incidencia dentro del mismo juicio, o ante el mismo tribunal que conoció el juicio donde se
prestaron tales servicios.
4°. A los juicios sobre remoción de guardadores y a los que se susciten entre los
representantes legales y sus representados:
Esto debe concordarse con el art. 8 N° 6 de la ley de tribunales de familia, ya que estos
también conocen de cuestiones relativas a las guardas, con excepción de las referidas a
pupilos mayores de edad.
El N° 5 está derogado.
6°. A los juicios sobre depósito necesario y comodato precario.
7°. A los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a que se hayan convertido las
ejecutivas a virtud de lo dispuesto en el artículo 2515 del Código Civil.
8°. A los juicios en que se persiga únicamente la declaración impuesta por la ley o el
contrato, de rendir una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 696.
9°. A los juicios en que se ejercite el derecho que concede el artículo 945 del Código
Civil para hacer cegar un pozo.
10. A los juicios en que se deduzcan las acciones civiles derivadas de un delito o
cuasidelito, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 59 del Código Procesal
Penal y siempre que exista sentencia penal condenatoria ejecutoriada.
Cabe señalarse que la conversión de procedimiento contemplada en el art. 681 solo es
posible respecto de los casos en que se aplique el inciso primero del art. 680, ya que
tratándose del inciso 2° es la ley la que determina la aplicación del juicio sumario.
5. Tramitación:
Este procedimiento presenta las 3 etapas clásicas de todo juicio civil declarativo: discusión,
prueba y sentencia.
5.1. Periodo de discusión: En cuanto a su inicio, se aplican las reglas del juicio ordinario,
es decir, inicia por demanda del actor, sin perjuicio de que es posible prepararlo mediante la
solicitud de alguna medida prejudicial.
5.1.1. Presentación de la demanda: La mayoría estima que la demanda debe ser
presentada por escrito, siguiendo las reglas del juicio ordinario, pues no hay noma
específica que disponga que la demanda puede ser verbal. Aun cuando el Código dice que
el procedimiento es verbal, no significa que la demanda sea verbal, pues el procedimiento
es consecuencia de la demanda.
A falta de norma, la demanda debe cumplir con los requisitos del art. 254.
5.1.2. Providencia recaída en el escrito de la demanda: Deducida la demanda, citará el
tribunal a la audiencia del 5° día hábil después de la última notificación, ampliándose este
plazo si el demandado no está en el lugar del juicio, con todo el aumento que corresponda
en conformidad a lo previsto en el artículo 259 (art. 683).
La resolución recaída sobre la demanda es la citación para que las partes comparezcan a la
audiencia de contestación y conciliación.
El juez no cita a las partes a un día y hora determinado, sino que al quinto día hábil contado
desde la última notificación de la demanda. Ahora bien, respecto de este quinto día debe
señalarse la hora.
Este plazo se refiere al plazo para celebrar la audiencia, no para contestar la demanda.
5.1.3. Notificación y ampliación de la demanda: Se aplican las reglas generales del
procedimiento ordinario por aplicación del art. 3°, en consecuencia, la resolución que
provee la demanda se notifica personalmente al demandado y por el estado diario al actor
(art. 40).
La demanda puede ser retirada antes de su notificación al demandado (art. 148), pero
notificada la demanda y antes de la contestación, el actor sólo puede hacer ampliación de
ella (art. 261). Celebrado el comparendo, no cabe ampliación alguna.
5.1.4. Emplazamiento: Se establece como trámite esencial en el art. 795 N° 1. El
emplazamiento estaría constituido por:
a) Notificación legal de la demanda al demandado.
b) Celebración oportuna de la audiencia ordenada por el juez.
Si la audiencia no se celebra faltaría un elemento del emplazamiento, puesto que en este
juicio es la única oportunidad que tiene el demandado para contestar la demanda. Esta debe
celebrarse sea con la presencia de ambas partes o en rebeldía del demandado. Si no se
celebra la audiencia, la parte interesada debe solicitar un nuevo día y hora para su
celebración.
5.1.5. Audiencia de contestación:
a) Quienes tienen derecho a asistir a la audiencia:
 Las partes. Al menos deberá concurrir el demandado ya que es la única oportunidad
que tiene para defenderse.
 El defensor público, cuando le corresponda intervenir según la ley.
 Ciertos parientes del demandado, cuando la ley exija que sean oídos.
b) Finalidad de la audiencia: Su finalidad última es que el demandado pueda hacer uso de
su derecho de defensa contestado la demanda, pero es posible que se cumplan otras
finalidades como:
 Promover incidentes, pues es un procedimiento concentrado, el art. 670 señala que
los incidentes deben promoverse conjuntamente con la cuestión principal.
 Oponer excepciones dilatorias.
 Oír a otras personas.
 El tribunal debe efectuar el llamado obligatorio a conciliación después de
contestada la demanda o en rebeldía del demandado, aplicándose las reglas
generales.
c) Situaciones que pueden darse en la audiencia:
i. Se celebra la audiencia con asistencia de ambas partes: En la práctica se le permite la
palabra al demandante para que ratifique la demanda, a pesar de que la ley no contempla
este trámite, y luego se escucha al demandado para que ejerza su derecho de defensa.
El demandado puede ejercer su derecho en forma verbal o a través de una minuta escrita
que incorpora en este acto. Con el mérito de lo que exponga en esta audiencia, el tribunal
debe hacer el llamado obligatorio a conciliación.
Se ha discutido si procede la reconvención en el procedimiento sumario, pues la ley nada
dice. La ley que regula el arrendamiento de predios urbanos contempla una audiencia de
contestación y permite la reconvención sólo excepcionalmente, en consecuencia, se ha
estimado que no procede la reconvención en el juicio sumario, pues cuando el legislador la
admite lo señala expresamente. Además, se estima así en consideración al principio de
igualdad de las partes, toda vez que no se contempla otra audiencia o término para
contestar la reconvención.
ii. El demandado no comparece a la audiencia: Si ha sido emplazado legalmente, la
audiencia se va a celebrar en rebeldía del demandado, pues es fundamental que conste su
celebración, con lo cual va a precluir su derecho a contestar la demanda y oponer
excepciones dilatorias. Deberá igualmente dejarse constancia de que el tribunal hizo el
llamado a conciliación.
En este caso el juez puede adoptar dos actitudes:
Puede recibir la causa a prueba, que es la regla general. La no comparecencia del
demandado no supone la contestación ficta de la demanda, pero el actor mantiene la carga
de probar los hechos constitutivos de su pretensión.
O bien, puede acceder provisionalmente a lo pedido en la demanda si el demandante lo
solicita con fundamento plausible (art. 684 inc. 1°). Esta solicitud se traduce en un
pronunciamiento anticipado sobre la cuestión de fondo, con el carácter de provisoria. Si el
demandante nada solicita sobre este punto el tribunal no puede emitir pronunciamiento
anticipado sobre la demanda y el juicio seguirá su curso normal.
Si el tribunal accede a la petición del actor debe notificarse al demandado, quien tendrá
derecho de apelar de dicha resolución o ejercer su derecho de oposición en un plazo de 5
días desde que es notificado (art. 684).
Si se opone, el tribunal debe citar a una nueva audiencia, procediendo conforme al art. 683,
pero sin que se suspenda el cumplimiento provisional de lo decretado. Esta nueva audiencia
no constituye una nueva oportunidad para que el demandado se defienda (este derecho está
precluido), sino que es para escuchar a las partes respecto a la petición formulada por el
demandante. La resolución que cita a las partes a una nueva audiencia se notifica por
cédula.
En la hipótesis de anticipación de condena, el tribunal recibirá la causa a prueba o citará a
las partes para oír sentencia una vez transcurrido el plazo de 5 días si el demandado no
formula oposición (art. 685), o después de celebrado el comparendo en el caso que el
demandado formule oposición.
iii. Que a la audiencia no comparezca el demandante pero si el demandado: La
audiencia se llevará a cabo oyendo al demandado y realizando el llamado a conciliación,
dejándose constancia que no se produjo por haber una parte inasistente.
iv. Que no comparezca ninguna de las partes: No existe norma expresa para este caso,
pero es evidente que audiencia no se podrá realizar. Atendiendo el carácter fatal de los
plazos del CPC, podría pensarse que extingue el derecho del demandado a contestar la
demanda, sin embargo, en el juicio sumario el emplazamiento se compone del plazo y la
audiencia, en consecuencia, debe fijarse nuevo día y hora para celebrar el comparendo,
siendo ello solicitado por quien tenga interés y notificándose dicha resolución por cédula.
5.2. Período de prueba: Concluida la audiencia, el tribunal tiene las siguientes
posibilidades:
a) Recibir la causa a prueba: Cuando corresponda de acuerdo a las reglas generales,
existiendo controversia en los hechos pertinentes y sustanciales del juicio.
b) Citar a las partes a oír sentencia: Es aplicable el art. 313, pudo existir allanamiento, no
existir contradicción o solicitar las partes que se falle la causa sin más trámite.
Fuera de los casos del art. 313, se debe aplicar el art. 686: La prueba, cuando haya lugar a
ella, se rendirá en el plazo y en la forma establecida para los incidentes. Remitiéndose de
este modo al art. 90.
Todo lo relativo a los requisitos de la resolución que recibe la causa a prueba, notificación e
impugnación de la resolución quedan excluidos de esta regla, pues el art. 686 se refiere sólo
al plazo y forma de rendir la prueba.
La resolución que recibe la causa a prueba debe cumplir con los mismos requisitos que en
el juicio sumario, es decir, orden expresa por parte del tribunal de recibir la causa a prueba
y fijación de los hechos controvertidos.
La notificación de esta resolución se hace conforme a las reglas generales, por cédula.
Además, esta resolución puede ser impugnada por el recurso de reposición y apelación en
subsidio.
Respecto del término probatorio, hay que aplicar las reglas sobre incidentes, es decir, 8 días
de término probatorio (art. 90). La lista de testigos debe presentarse dentro de los 2
primeros días del probatorio.
En cuanto a los términos especiales de prueba habría que decir que no son procedentes por
el art. 90, pero sería aplicable por el art. 3°.
5.3. Período de sentencia: En el juicio sumario no existe periodo de observaciones a la
prueba, la ley señala que vencido el término probatorio, el tribunal citará a las partes para
oír sentencia (art. 687). Además, esta citación puede ocurrir una vez realizada la audiencia
si no procede el recibimiento de la causa a prueba. La notificación de esta resolución se
realiza por el estado diario.
El tribunal puede disponer medidas para mejor resolver.
El plazo para dictar sentencia definitiva es de 10 días desde la notificación a las partes de la
resolución que cita para oír sentencia (art. 688). Si fueron decretadas medidas para mejor
resolver, deberá esperarse a que estas se cumplan o transcurra el plazo para cumplirlas y
luego contar el plazo para dictar el fallo.
La sentencia definitiva debe pronunciarse sobre la acción deducida y sobre todos los
incidentes que se hayan planteado, o sólo sobre los incidentes si son previos o
incompatibles con aquella (art. 690).
Las demás resoluciones que se dictan en el procedimiento sumario deben dictarse, a más
tardar, dentro de segundo día.
En aquella parte que la sentencia definitiva se pronuncia sobre los incidentes, la resolución
será una sentencia interlocutoria o un auto, dependiendo de la naturaleza del
pronunciamiento.
En cuanto a los recursos, contra la sentencia definitiva procede el recurso de apelación y de
casación en la forma. La apelación en este procedimiento tiene ciertas particularidades
establecidas en el art. 691:
La regla general es que se conceda en el sólo efecto devolutivo, y excepcionalmente en
ambos efectos (art. 691), esto ocurre:
 Cuando se trata de la apelación de la sentencia definitiva de primera instancia.
 Cuando se trata de la apelación de la resolución que dio lugar al procedimiento
sumario cuando el juicio se hubiese iniciado como ordinario.
Se vuelve a la regla general cuando concedida la apelación en ambos efectos haya de
burlarse o eludirse los resultados de esa resolución.
El inciso final señala que la apelación se tramita de acuerdo a las reglas establecidas para
los incidentes, lo que no tiene mayor relevancia o significación.
El art. 692 se refiere a la competencia del tribunal superior, este se puede pronunciar sobre
todas las cuestiones debatidas en primera instancia, aun cuando no hayan sido resueltas en
el fallo apelado, es decir, puede completar el fallo.
Esto se considera una novedad, porque si el juez no se pronuncia sobre todos los hechos
controvertidos, la sentencia adolece de un vicio de nulidad; en el juicio ordinario la Corte
que conoce del recurso de apelación no tiene la competencia que señala el art. 692, no
puede pronunciarse sobre cosas omitidas en el fallo.
6. Incidentes en el juicio sumario:
6.1. Oportunidad para oponer incidentes: Conforme al art. 690, los incidentes se deben
promover y tramitar en la misma audiencia que la cuestión principal.
La doctrina ha entendido que no todos los incidentes quedan comprendidos dentro de este
artículo, siendo válida la regla del 690 respecto de aquellos incidentes que se funden en
hechos que han ocurrido antes del juicio, que coexisten con su inicio, o en hechos que
pueden ocurrir en el propio comparendo. Más no a aquellos fundados en hechos ocurridos
con posterioridad a la audiencia, estos se rigen por el art. 85, deben ser promovidos tan
pronto lleguen a conocimiento de las partes.
6.2. Tramitación: Se deben tramitar conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar
el curso de ésta, y se fallan en la sentencia definitiva. Tratándose de incidentes
incompatibles o de previo pronunciamiento, si se acogen, la sentencia sólo se pronunciará
sobre el incidente, sin pronunciarse sobre la cuestión principal.
La resolución es una sentencia definitiva, pero en la parte que decide el incidente es un auto
o sentencia interlocutoria, según si se establecen o no derechos permanentes a favor de las
partes.
6.3. Incidentes de sustitución de procedimiento: Es la petición de alguna de las partes
para que el juicio que se inició conforme a las reglas del juicio sumario pueda continuar
tramitándose de acuerdo a las reglas del juicio ordinario o viceversa.
Si bien la naturaleza de la acción deducida determina el procedimiento, la ley autoriza que,
por razones de conveniencia, se ordene durante la tramitación del juicio su continuación
conforme a otro procedimiento (art. 681).
Esta conversión o sustitución del procedimiento procede:
a) Del procedimiento sumario al ordinario, sólo en los casos del art. 680 inc. 1° y
siempre que existan motivos fundados para la conversión.
b) Del procedimiento ordinario al sumario, siempre que aparezca la necesidad de
aplicar el procedimiento sumario. Comprende tanto los casos del inc. 1° como del
inc. 2° del art. 680.
La solicitud en que se pide la sustitución del procedimiento se tramita incidentalmente (no
rige el art. 690). El juez confiere traslado según las reglas generales.
Estos incidentes se pueden deducir en distintos momentos de la tramitación del juicio, antes
de la audiencia, durante ella o incluso después. El Código exige que para deducirlo se
hagan valer motivos fundados, y estas razones pueden surgir en cualquier momento del
juicio.
La ley no establece si estos incidentes suspenden o no el procedimiento, según la regla del
art. 690, no se suspende. Según algunos, debería paralizar la tramitación del juicio sumario.
Si es rechazado, se mantiene el procedimiento en las condiciones que se encontraba. Si el
juez accede, se deberá cambiar la tramitación del juicio.
La calificación de los motivos fundados y la necesidad de aplicar el procedimiento
ordinario corresponde al juez, que decidirá según los antecedentes aportados por la parte
interesada y los que surjan del mérito del proceso.
La resolución que se pronuncia sobre la sustitución del procedimiento es una sentencia
interlocutoria, porque falla un incidente estableciendo derechos permanentes en favor de las
partes. Ese derecho es que se siga tramitando el juicio de acuerdo a un determinado
procedimiento.
Acogida, el juicio continuará su tramitación conforme a las normas del nuevo
procedimiento de acuerdo a la etapa de tramitación en que se encuentre. Es decir, produce
efectos para el futuro y no retroactivos, no afecta las diligencias practicadas anteriormente.
En cuanto a la impugnación de la resolución que resuelve la solicitud de sustitución del
procedimiento hay que distinguir:
a) Si se dicta en el juicio ordinario, tanto la resolución que da lugar a la sustitución
como la que lo niega es apelable en ambos efectos.
b) Si se dicta en el juicio sumario, sea que la sustitución se rechace o se acoge, es
apelable en el sólo efecto devolutivo.

MEDIOS DE IMPUGNACIÓN88
I. Generalidades.
1. Concepto de impugnación:
La impugnación es la acción y efecto de atacar o refutar un acto judicial, documento,
deposición, testimonial, etc., con el fin de obtener su revocación o invalidación.
La impugnación es un género que comprende toda acción para obtener el saneamiento de
defectos de actos procesales, ya sea ante el mismo tribunal que lo dictó o frente a su
superior jerárquico.
Los recursos aparecen como una salvaguardia a los intereses de los particulares, tanto de las
partes como del juez. Además, son instrumento útil para la unificación de la jurisprudencia.
Algunos de los medios de impugnación que el legislador contempla para estos efectos son:
a) El incidente de alzamiento de medidas precautorias.
b) La oposición decretada respecto de la actuación decretada con citación.
c) El incidente de nulidad procesal del rebelde (art. 80).
d) La oposición del tercero (art. 234).
e) El juicio ordinario posterior a la sentencia en las querellas posesorias (art. 581).
88
a. Recursos ordinarios. Reposición, apelación, hecho y aclaración, rectificación o enmienda; b. Recursos
extraordinarios. Casación en la forma y casación en el fondo; c. De los recursos anteriores concepto,
características, resoluciones impugnables, plazo para interponerlos y efectos de la sentencia recaída en cada
uno de ellos; d. Vista de la causa en el recurso de apelación; e. La queja y el recurso de queja. Concepto.
Objeto de cada uno; f. La nulidad procesal. Conceptos y principios que la sustentan.
f) Los recursos.
2. Los recursos:
Se les define como el acto jurídico procesal de la parte o de quien tenga legitimación para
actuar, mediante el cual se impugna una resolución judicial dentro del mismo proceso en
que se pronunció, solicitando su revisión a fin de eliminar el agravio que sostiene se le ha
causado con su dictación.
Los recursos satisfacen los intereses de las partes de ver revisada una resolución ya sea por
el mismo tribunal o por su superior jerárquico.
En general puede hablarse de un derecho a recurrir para que se corrijan los errores del juez
que han causado gravamen o perjuicio.
El recurso es un acto procesal exclusivo de los litigantes en contra de las actuaciones del
tribunal, no de las partes. Es un acto del proceso y con ello se descarta el hablar de recurso
cuando se trata de un nuevo proceso.
2.1. Elementos del recurso: Para que nos encontremos en presencia de un recurso se
requiere:
a) Debe ser contemplada por el legislador la existencia del recurso, determinando el
tribunal que debe conocer de él y el procedimiento que debe seguirse para su
resolución. El tribunal que debe conocer de él debe ser establecido por una ley
orgánica constitucional (art. 74 CPR).
b) Acto jurídico procesal de parte o de quien tenga legitimación para actuar. Como
regla general, la parte es el sujeto que se encuentra en una posición que lo legitima
para impugnar la injusticia de un proveimiento dentro del proceso, pero también un
tercero puede estar facultado para recurrir, sólo aquello que como principal,
coadyuvante o independiente o como sustituto procesal haya podido actuar en el
proceso. No pueden calificarse de recurso los actos que llevan a cabo de oficio los
tribunales.
c) El agravio. Este existe cuando hay una diferencia entre lo pedido por una parte y lo
que el juez concede al peticionario. El agravio se determina y debe existir en la
parte dispositiva de la resolución.
d) Impugnación de una resolución judicial dentro del mismo proceso en que se dictó.
El recurso es el medio para que la parte continúe con su actividad dentro del
proceso a través de una nueva etapa.
e) Revisión de la sentencia impugnada. El objeto de perseguido con el recurso es la
eliminación del agravio producido en la sentencia. Ello se logra mediante (i) la
reforma de la resolución judicial en la que se estima por la parte que no se ha
resuelto en forma justa el conflicto (reposición y apelación); (ii) la nulidad de la
resolución cuando ha sido dictada sin darse cumplimiento a los requisitos previstos
por la ley (casación y nulidad).
2.2. Fuente de los recursos: Los recursos encuentran su fuente en la Constitución, Código
Orgánico de Tribunales, Código de Procedimiento Civil, Código de Procedimiento Penal,
Código Procesal Penal y en diversos procedimientos especiales.
La Constitución contempla cuatro medios que si bien llama recursos, la mayoría de la
doctrina las denomina acciones: (i) recurso de protección; (ii) recurso de amparo; (iii)
recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad y; (iv) recurso de reclamación de
nacionalidad. Por lo demás, establece las instituciones generales del derecho procesal, entre
las cuales debe considerarse a los recursos. Para la existencia del debido proceso es
indispensable un sistema de recursos.
Por su parte, el COT señala los tribunales que van a conocer de cada uno de los recursos, y
es fuente directa del recurso de reposición de carácter administrativo y del recurso de queja
(art. 545 COT).
El CPC reglamenta orgánicamente los recursos procesales:
a) El recurso de reposición, ordinario y extraordinario (art. 181).
b) El recurso de aclaración, rectificación y enmienda (art. 182).
c) El recurso de apelación (arts. 186 y siguientes).
d) El recurso de casación (Título XIX del Libro III).
e) El recurso de revisión (Título XX del Libro III).
El Código de Procedimiento Penal emplea el mismo sistema que el CPC, reglando la
apelación pero en forma casuística, la casación y la revisión, mientras que el Código
Procesal Penal realiza una regulación orgánica de los recursos en su Libro III. Respecto de
los recursos que establece este último Código (NCPP), no rigen supletoriamente las reglas
de los recursos civiles.
Por último, el legislador contempla varios procedimientos especiales en los cuales modifica
las reglas generales de los recursos (ej. derecho del trabajo, de menores, tributario, código
de aguas, código sanitario, ley de municipalidades).
2.3. Clasificación de los recursos:
2.3.1. De acuerdo a la finalidad perseguida:
a) Recursos de nulidad: Son la casación de forma y fondo, y el recurso de nulidad en el
nuevo proceso penal.
b) Recursos de enmienda: Son la reposición y la apelación.
c) Recursos de protección de garantías constitucionales: Son el amparo y protección.
d) Recursos en que se persigue la declaración de determinadas circunstancias: La
inaplicabilidad por inconstitucionalidad.
2.3.2. De acuerdo al tribunal ante el cual se interponen y por quién se falla:
a) Recursos que se interponen ante el mismo tribunal que dictó la resolución para que
el mismo los falle: Recursos de aclaración, rectificación o enmienda y la reposición.
b) Recursos que se interponen ante el mismo tribunal que dictó la resolución para que
lo falle el superior jerárquico: Recurso de apelación, casación en la forma y nulidad
en el nuevo proceso penal.
c) Recursos que se interponen ante el mismo tribunal que dictó la resolución para que
lo falle con competencia per saltum, no su superior jerárquico, sino el tribunal de
mayor jerarquía de éste: Recurso de nulidad en contra de una sentencia definitiva
pronunciada por un tribunal oral o en procedimiento simplificado, que es conocido
por la Corte Suprema.
d) Recursos que se interponen directamente ante el tribunal que la ley señala para los
efectos que lo falle él mismo: Recurso de revisión, de queja y de hecho.
2.3.3. De acuerdo a su procedencia en contra de una mayor o menor cantidad de
resoluciones: En este sentido se pueden clasificar como ordinarios o extraordinarios, lo
cual tiene un doble significado:
a) En cuanto a la procedencia del recurso en contra de la mayoría de las resoluciones
judiciales, en caso de ser ordinario; o que proceda en contra de determinadas
resoluciones, extraordinario.
b) En cuanto al motivo considerado por el legislador para permitir la interposición del
recurso, es ordinario cuando no se han establecido causales específicas,
posibilitándose su interposición por el hecho de existir agravio (apelación y
reposición); y es extraordinario cuando el legislador ha establecido causales
específicas como en la casación.
2.3.4. Como medios de gravamen y acciones de impugnación:
a) Los medios de gravamen persiguen de inmediato la modificación de lo resuelto por
el tribunal superior jerárquico para reparar la injusticia de la resolución recurrida,
como la apelación.
b) Las acciones de impugnación persiguen quitar vigor al fallo, pero sin pretender su
inmediata modificación.
2.3.5. De acuerdo a la fuente de los recursos: Pueden ser constitucionales o legales.
2.3.6. De acuerdo a la resolución objeto de la impugnación:
a) Recurso principal: Es aquel que se interpone en contra de una resolución que
resuelve el conflicto sometido a resolución del tribunal, como la apelación en contra
de la sentencia definitiva de primera instancia.
b) Recurso incidental: Es aquel que se interpone en contra de las resoluciones que no
resuelven el conflicto, sino que recaen sobre incidentes o trámites del juicio, como
la apelación subsidiaria de la interlocutoria de prueba.
2.4. Principios que rigen los recursos:
a) Principio jerárquico: De acuerdo a esta regla el recurso interpuesto siempre lo debe
conocer y fallar el superior jerárquico del tribunal que pronunció la resolución que se
impugna. Son excepción a la regla el recurso de reposición y de nulidad per saltum.
b) Principio de doble instancia: Tanto en materia civil como penal, el legislador establece
la doble instancia como regla general para el resguardo del debido proceso. La excepción lo
constituye el nuevo proceso penal en que la regla general es la única instancia.
c) Principio de preclusión: Transcurrida la oportunidad para interponer un recurso, ellos
son declarados inadmisibles por haberse extinguido o precluido por el solo ministerio de la
ley el derecho a interponerlo. En los recursos se presenta otra modalidad de la preclusión, la
consumación, consistente en que la facultad de recurrir se agota una vez que se ha ejercido.
2.5. Objetivos de los recursos:
a) La nulidad de la resolución, como en los recursos de casación, revisión y nulidad
del nuevo proceso penal.
b) La enmienda de una resolución mediante la modificación total o parcial de la
misma, como el recurso de apelación y reposición.
c) Otros objetivos, según la naturaleza del recurso, como el restablecimiento del
imperio del derecho en el recurso de protección.
2.6. Facultades para conocer los recursos: La regla general es que sean conocidos en
virtud de la actividad jurisdiccional de los tribunales. Sin embargo, en virtud de las
facultades conservadoras se conocen los recursos de amparo, protección e inaplicabilidad;
de las facultades disciplinarias la queja y el recurso de queja; y de las económicas el recurso
de aclaración, rectificación o enmienda.
2.7. Tribunales que intervienen: El tribunal a quo es el tribunal que dictó la resolución
que se pretende impugnar y ante el cual se presenta el recurso; el tribunal ad quem es el
tribunal que falla el recurso interpuesto en contra de la resolución pronunciada por otro
órgano jurisdiccional de menor jerarquía.
a) Recurso de aclaración, rectificación o enmienda: Se interpone ante quien dictó la
resolución para que lo resuelva el mismo.
b) Reposición: Se interpone ante quien dictó la resolución para que lo resuelva el
mismo.
c) Apelación: Se interpone ante quien dictó la resolución para que lo resuelva su
superior jerárquico.
d) De hecho: Se interpone y resuelve por el superior jerárquico.
e) Casación en la forma: Se interpone ante quien dictó la resolución para que lo
resuelva su superior jerárquico.
f) Casación en el fondo: Se interpone ante la Corte de Apelaciones o tribunal arbitral
que conoce asuntos de Corte de Apelaciones para que resuelva la Corte Suprema.
g) Nulidad: Se interpone ante quien dictó la resolución para ser resuelto por la Corte de
Apelaciones, salvo en los casos de competencia per saltum, que conoce la Corte
Suprema.
h) Revisión: Se interpone directamente ante la Corte Suprema para que lo resuelva.
i) Amparo: Se interpone y resuelve ante la Corte de Apelaciones.
j) Protección: Se interpone y resuelve ante la Corte de Apelaciones.
k) Inaplicabilidad: Se interpone directamente ante la Corte Suprema para que lo
resuelva.
l) Cancelación de nacionalidad: Se interpone directamente ante la Corte Suprema para
que lo resuelva.
m) Queja: Se interpone y resuelve por el superior jerárquico en sala; y en pleno se
adopta la sanción disciplinaria.
3. Resoluciones judiciales y recursos:
La relación entre los recursos y las resoluciones judiciales está en íntima conexión con la
naturaleza de éstas, la cual determina la procedencia de ciertos recursos. La ley muchas
veces soluciona los posibles conflictos de determinación de la naturaleza jurídica de las
resoluciones mencionando expresamente los recursos que proceden en su contra.
Por otra parte, el legislador señala que determinados recursos sólo proceden en contra de
determinadas resoluciones.
3.1. Vinculación entre resoluciones judiciales y recursos:
a) Sentencia definitiva: En contra de esta resolución pronunciada en primera instancia
procede la apelación y la casación. Nunca procede la reposición, salvo en el caso del
procedimiento de quiebras.
En materia procesal penal, la regla general es la única instancia, por lo que sólo se
contempla la apelación de la sentencia definitiva en el procedimiento abreviado.
b) Sentencia interlocutoria: El recurso propio de las sentencias interlocutorias es el de
apelación. La reposición no es procedente salvo que la ley lo señale expresamente, como es
el caso de la interlocutoria de prueba.
Existe una clase especial de sentencias interlocutorias, que son las que ponen término al
juicio o hacen imposible su prosecución, las que generalmente se refieren a incidentes
especiales que puedan tener por su naturaleza la característica de establecer derechos
permanentes a las partes. Contra ellas procede el recurso de casación en la forma.
c) Autos y decretos: El recurso propio de estas resoluciones es la reposición. En materia
civil, excepcionalmente son apelables.
3.2. Recursos en particular y resoluciones judiciales:
a) Recurso de aclaración, rectificación o enmienda: De acuerdo al art. 182 procede
fundamentalmente en contra de sentencias definitivas e interlocutorias. Sin embargo, de
acuerdo a las reglas generales que inspiran el procedimiento, es claro que procede también
en contra de autos y decretos, ello se desprende del art. 84 inc. 3°: el juez podrá corregir de
oficio los errores que observe en el procedimiento.
b) Recurso de reposición: Procede por regla general en contra de autos y decretos, por
excepción procede frente a interlocutorias como la que recibe la causa a prueba o la del
tribunal de alzada que declara inadmisible el recurso de apelación.
c) Recurso de apelación: Procede respecto de todas las sentencias definitivas e
interlocutorias de primera instancia, por excepción procede en contra de autos y decretos
cuando alteren la sustanciación regular del juicio u ordenen la realización de trámites no
contemplados en la ley, pero nunca puede ser interpuesto en forma directa contra autos y
decretos, sino en subsidio de la reposición y para el caso de que no sea acogido.
d) Recurso de hecho: En este recurso no reviste importancia la naturaleza jurídica de la
resolución, ya que se vincula a resoluciones específicas.
e) Recurso de casación en la forma: Procede en contra de las sentencias definitivas y de
las interlocutorias cuando ellas pongan término al juicio o hagan imposible su prosecución.
f) Recurso de casación en el fondo: Procede en contra de las sentencias definitivas y de
las interlocutorias cuando ellas pongan término al juicio o hagan imposible su prosecución,
pero además deben ser inapelables y haber sido pronunciadas por una Corte de Apelaciones
o por un tribunal arbitral que haga las veces de tal.
g) Recurso de nulidad: Procede en contra de la sentencia definitiva pronunciada por un
tribunal de juicio oral o por un juez de garantía.
h) Recurso de queja: Procede en contra de sentencias definitivas o interlocutorias que
pongan término al juicio o hagan imposible su prosecución, siempre que dicha resolución
no sea susceptible de ser impugnada por otro recurso alguno, sea ordinario o extraordinario.
3.3. La forma de las resoluciones judiciales y su vinculación con los recursos: El
perjuicio que causa una resolución judicial y que faculta a las partes para impugnarla
generalmente se encuentra en la parte resolutiva. Excepcionalmente, algunos jueces fijan
considerandos con carácter resolutivo que no se repiten en la parte resolutiva por lo que en
algunos recursos, para determinar su procedencia no basta analizar la parte resolutiva del
fallo sino su totalidad, también para ver si existen vicios de forma y si se han cumplido los
requisitos legales.
El problema se presenta con las resoluciones como las interlocutorias o autos que sólo
tienen una parte resolutiva. En este caso el recurso es intuitivo, se debe suponer cuales
fueron la consideraciones erradas del juez al dictar el fallo.
4. Vinculación entre plazos y recursos:
Los recursos deben deducirse por regla general dentro de los plazos que contempla el
legislador para ello. Excepcionalmente, el legislador no contempla plazos sino
oportunidades para deducir el recurso.
En algunos casos, el legislador no ha sido tan exigente en cuanto a los plazos para
interponerlos, como es el caso de:
a) Recurso de aclaración, rectificación o enmienda: No existe plazo fijo, porque lo que
se pretende es obtener una corrección formal.
b) Recurso de reposición extraordinario: Puede interponerse sin limitación de tiempo,
siempre que se hagan valer nuevos antecedentes (art. 181).
c) Recurso de revisión en materia penal: No tiene plazo para su interposición e incluso
puede ser deducido por los herederos en salvaguardia de la memoria del condenado.
Existen otros recursos en que hay plazos tácitos para su interposición:
a) Recurso de amparo: Debe estar vigente la situación que se reclama.
b) Inaplicabilidad: Es necesario que el proceso se encuentre pendiente.
Finalmente, existen recursos en los cuales para la continuidad del debate que se lleva a cabo
en forma oral, se deben hacer valer en forma inmediata, que en caso contrario precluye la
oportunidad para hacerlo, como es el caso de la reposición de resoluciones dictadas en
audiencias orales.
Es posible renunciar a los plazos para la interposición de recursos o a los recursos mismos,
y para hacerlo en forma expresa es necesario poseer las facultades del art. 7 inc. 2°. La
renuncia tácita no requiere dichas facultades ya que la jurisprudencia ha señalado que se
encuentran dentro de las facultades del art. 7 inc. 1°.
5. Efectos de la interposición de un recurso en el cumplimiento de las resoluciones:
a) Recurso de rectificación, aclaración o enmienda: Según el art. 183, radica en el
tribunal la facultad de suspender o no el cumplimiento del fallo de acuerdo a la naturaleza
de la reclamación.
b) Recurso de reposición: En materia civil, el auto o decreto se cumplirá cuando este se
encuentre firme, por lo que el recurso de reposición suspende el cumplimiento de éste. En
materia penal, el art. 56 CPP señala expresamente que la reposición no tiene efectos
suspensivos.
c) Apelación: Puede otorgarse en el sólo efecto devolutivo o en ambos efectos, caso en el
cual se suspenderá la competencia del tribunal inferior para seguir conociendo del asunto,
sin perjuicio de solicitar a la Corte una orden de no innovar. En materia penal, la apelación
generalmente se concede en ambos efectos, pero le entrega al tribunal la facultad de darle
en el efecto devolutivo si la causa está en estado de sumario y se ponga en peligro la
investigación.
d) Recurso de hecho: Al no existir apelación, el fallo se cumplirá de inmediato. Para evitar
aquello, se creó a través de este recurso la orden de no innovar.
e) Recurso de casación: La regla general es que no se suspenda el cumplimiento de las
resoluciones, salvo los casos que la ley señala. En materia penal, se produce la suspensión
del cumplimiento de una resolución cuando se trata de una sentencia condenatoria; y si la
sentencia es absolutoria, el reo es puesto en libertad, aunque esté pendiente el recurso.
f) Recurso de queja: La regla general es que no suspenda el procedimiento, sin perjuicio
de la orden de no innovar.
g) Recurso de revisión: La regla general en materia civil es que no se suspende la
ejecución de la sentencia recurrida, salvo en vista de las circunstancias, oído al ministerio
público y habiéndose rendido fianza. En materia penal, no se suspende a menos que el
tribunal así lo ordene.
h) Consulta: En materia civil, la regla general es que la consulta suspende el
cumplimiento. En materia penal se rige por los mimos trámites que la apelación.

II. Recurso de aclaración, rectificación o enmienda.


1. Generalidades:
Se encuentra reglamentado en los arts. 182 a 185 y 190 en materia civil. El art. 182 inc. 1°
establece en su primera parte el desasimiento del tribunal. El instante en que se produce el
desasimiento es a partir del momento en que la sentencia es notificada a cualquiera de las
partes y desde ese momento precluye la facultad del tribunal de alterarla de manera alguna.
Como excepción a este principio, el art. 182 inc. 1° segunda parte, establece la aclaración,
rectificación o enmienda.
Art. 182 CPC.- Notificada una sentencia definitiva o interlocutoria a alguna de las partes,
no podrá el tribunal que la dictó alterarla o modificarla en manera alguna. Podrá, sin
embargo, a solicitud de parte, aclarar los puntos obscuros o dudosos, salvar las omisiones y
rectificar los errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de
manifiesto en la misma sentencia.
Lo dispuesto en este artículo no obsta para que el rebelde haga uso del derecho que le
confiere el artículo 80.
2. Concepto:
Es un medio que la ley franquea a las partes para que el mismo tribunal que dictó la
resolución, aclare los puntos oscuros o dudosos de la misma, salve omisiones o rectifique
errores de copia, referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de manifiesto en ella.
Se trata de un concepto comprensivo que abarca tanto errores de hecho y de referencia y
que en caso alguno puede alterar o modificar el fondo de las resoluciones.
3. Naturaleza jurídica:
Es una facultad cuyo ejercicio debe encuadrarse dentro de los objetivos procesales
establecidos en la norma que lo establece, es decir, esta facultad permite al sentenciador en
los casos que la sentencia resulte de difícil interpretación que la aclare de forma tal que
haga posible su cumplimiento.
Aclarar puntos oscuros o dudosos es explicar el real contenido de la declaración
manifestada en el fallo, salvar omisiones es llenar los vacíos de la sentencia en la decisión
de peticiones que fueron formuladas por las partes en su oportunidad y forma dentro del
juicio.
Esta facultad no tiene otra limitación que la de no alterar lo decidido en la sentencia en
términos tales que se contradiga con lo ya resuelto en ella, contrariando la cosa juzgada que
de ésta emane. El juez al aclarar una sentencia, debe circunscribir su labor a revelar su
verdadero sentido y alcance, a dar a conocer de manera explícita el real contenido de su
declaración de voluntad, pero no puede, en caso alguno, modificar o alterar su decisión,
producto del desasimiento.
La resolución que rectifica la sentencia no constituye una nueva sentencia definitiva, sino
que se trata de una rectificación de la dictada.
En doctrina se han sustentado dos posiciones: Para algunos, la aclaración, rectificación o
enmienda tiene la naturaleza jurídica de un recurso, puesto que tiende a modificar una
sentencia, incluyendo un punto sobre el cual no ha habido pronunciamiento claro o no
resulta entendible por la parte.
Para otros no tiene la naturaleza jurídica de recurso, sino que de una acción de mera
declaración de certeza que constituye un incidente en el proceso de formación de sentencia.
Argumentan para ello que no cumple con los fines del recurso, pues mediante el recurso se
busca obtener la revocación o invalidación de una resolución, no se persigue con la
aclaración modificar la voluntad declarada en la sentencia sino que enmendar la forma en
que se ha manifestado esa voluntad. Por otra parte, el recurso es un acto procesal de parte, y
la aclaración puede ser materializada de oficio por el tribunal. Además sostienen que no
existe agravio o gravamen, cualquiera de las partes puede requerir la determinación del
exacto sentido y alcance de la sentencia, pero si fuese un recurso sólo podría hacerlo la
parte que hubiere experimentado un agravio. Señalan además el que no existe plazo para su
ejercicio, por lo que no puede ser un recurso o no podría pasar la sentencia en autoridad de
cosa juzgada de acuerdo al art. 174. Por último, indican que, como procede contra de
sentencias ejecutoriadas no podría ser un recurso puesto que estos no pueden interponerse
contra sentencias ejecutoriadas producto de la cosa juzgada.
4. Objetivo:
Para que proceda el recurso debe existir en el fallo una evidente incertidumbre que esté
basada en ciertas omisiones del mismo, por lo cual, la labor del órgano jurisdiccional es
revelar el verdadero sentido y alcance, dando a entender el real sentido de su decisión.
Según el art. 182, el objetivo del recurso puede ser:
a) Aclarar puntos oscuros o dudosos, explicando el real sentido y alcance de la decisión.
b) Salvas omisiones, esto es, llenar los vacíos de la sentencia en los aspectos que fueron
formulados oportunamente por las partes y en forma dentro del proceso. Debe tratarse de
un error involuntario del tribunal, no debe ser un medio para que se emita una decisión
expresamente omitida por el tribunal en la sentencia.
La facultad del tribunal para salvar omisiones puede dirigirse tanto a la necesidad de
rectificar errores materiales cuanto a la de aclarar puntos oscuros o dudosos. Para que ello
procesa, debe existir en el fallo una evidente incertidumbre que esté basada precisamente en
ciertas omisiones del mismo.
c) Rectificar errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de
manifiesto en la sentencia, esto es, corregir errores materiales que pueden haberse cometido
en el documento.
La solicitud de rectificación o complementación excede los límites establecidos en el art.
182 en la medida que no se dirige a aclarar puntos oscuros o dudosos del fallo, ni a llenar
un mero olvido o vacío involuntario, sino que se orienta a obtener una decisión distinta, no
contenida en el fallo que se pretende rectificar.
5. Resoluciones respecto de las cuales procede:
De acuerdo con el art. 182, procede en contra de sentencias definitivas o interlocutorias. No
obstante, podría interpretarse que también procede en contra de los autos y decretos
ejerciendo el tribunal la facultad que le otorga la ley de corregir vicios de procedimiento en
el art. 84 inc. 3°.
6. Sujeto y oportunidad:
Conforme se infiere del art. 182, notificada una sentencia definitiva e interlocutoria se
produce el desasimiento del tribunal, de manera que éste ya no puede alterarla o
modificarla en manera alguna. Sin embargo, el tribunal queda facultado de oficio o a
petición de parte, para aclarar los puntos oscuros o dudosos, salvar las omisiones y
rectificar los errores de copia, de referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de
manifiesto en la misma sentencia.
En consecuencia, se debe distinguir:
a) De oficio por el tribunal: Según el art. 184, los tribunales en el caso del art. 182, podrán
también de oficio rectificar, dentro de los 5 días siguientes a la primera notificación de la
sentencia, los errores indicados en dicho artículo.
La facultad del tribunal para salvar las omisiones puede dirigirse tanto a la necesidad de
rectificar errores materiales cuando a la de aclarar puntos oscuros o dudosos. Para que
proceda, debe existir en el fallo una evidente incertidumbre basada en las omisiones del
fallo.
b) A petición de parte: El Código no contempla ningún plazo para que las partes ejerzan
esta facultad. La doctrina y jurisprudencia han señalado que las partes pueden pedir en
cualquier momento, aún si se trata de sentencias firmes o ejecutoriadas, o respecto de las
cuales haya un recurso pendiente (art. 185), pues precisamente no vulnera la cosa juzgada
desde que al rectificar no se cambia lo decidido.
7. Tramitación y efectos:
Art. 183 CPC.- Hecha la reclamación, podrá el tribunal pronunciarse sobre ella sin más
trámite o después de oír a la otra parte; y mientras tanto suspenderá o no los trámites del
juicio o la ejecución de la sentencia, según la naturaleza de la reclamación.
Es decir, el tribunal puede resolver de plano o darle tramitación incidental, otorgando al
tribunal la facultad de suspender o no la tramitación del juicio.

III. Recurso de Reposición.


1. Generalidades:
Está regulado en los arts. 181, 189, 201, 319 y 780. Puede interponerse durante toda la
primera instancia para corregir vicios.
Se define como el acto jurídico procesal de impugnación que emana exclusivamente de la
parte agraviada, y tiene por objeto solicitar al mismo tribunal que dictó la resolución que la
modifique o la deje sin efecto.
Este recurso presenta las siguientes características:
a) Es un recurso de retractación, se impone ante el tribunal que dictó la resolución para
que la resuelva él mismo.
b) Es un recurso que emana de la facultad jurisdiccional de los tribunales.
c) Es un recurso ordinario, puesto que en materia civil y penal procede en contra de la
mayoría de los autos y decretos, y en materia penal también contra interlocutorias.
2. Resoluciones frente a las cuales procede:
Según el art. 181, procede en contra de los autos y decretos. No obstante, es procedente en
forma excepcional en contra de algunas sentencias interlocutorias:
a) La resolución que recibe la causa a prueba (art. 319), con apelación subsidiaria y
dentro de tercero día.
b) Resolución que cita a las partes para oír sentencia, luego de vencido el plazo de
observaciones a la prueba (art. 432), fundada en un error de hecho y dentro de
tercero día. En cambio, la resolución que cita a las partes a oír sentencia luego del
periodo de discusión y conciliación es apelable directamente (art. 326).
c) La resolución del tribunal de alzada que declara inadmisible el recurso de apelación
(art. 201), dentro de tercero día.
d) La resolución que declara inadmisible el recurso de casación (art. 780), dentro de
tercero día y fundado en error de hecho.
e) La resolución que rechaza el recurso de casación en el fondo por adolecer de
manifiesta falta de fundamento (art. 782), fundado y dentro de tercero día.
f) La resolución que deniega la solicitud para que el recurso de casación en el fondo
sea conocido y resuelto por el tribunal pleno (art. 782), fundado y dentro de tercero
día.
3. Sujeto y oportunidad para deducir el recurso:
El sujeto legitimado para deducirlo es el agraviado con la resolución. En el nuevo proceso
penal, podrá recurrir además el ministerio público.
En cuanto a la oportunidad para deducirlo se debe distinguir:
a) Recurso de reposición en contra de sentencia interlocutoria: En todos los casos debe
ser interpuesto dentro de tercero día. Es un plazo individual, discontinuo, fatal,
improrrogable y no admite ampliación.
b) Recurso de reposición ordinario: Debe ser interpuesto dentro de 5 días contados
desde la notificación de la resolución (art. 181 inc. 2°). Es un plazo individual,
discontinuo, fatal, improrrogable y no admite ampliación.
c) Recurso de reposición extraordinario: No se contempla plazo para su interposición
en la medida que se hagan valer nuevos antecedentes. Los autos y decretos firmes se
ejecutarán y mantendrán desde que adquieran este carácter sin perjuicio de la
facultad del tribunal que los haya pronunciado para modificarlos o dejarlos sin
efecto, si se hacen valer nuevos antecedentes que así lo exijan (art. 181 inc. 1°).
El inc. 1° del art. 181 es solamente aplicable respecto de autos y decretos, no de sentencias
interlocutorias y tampoco recibe aplicación en materia penal. Según la Corte Suprema, los
nuevos antecedentes deben referirse a un hecho que produce consecuencias jurídicas,
existentes pero desconocidas para el tribunal al dictar el auto o decreto en contra del cual
se deduce la reposición. Un precepto legal vigente al momento de dictarse el auto o decreto
contra del cual se deduce la reposición no constituye un nuevo antecedente.
Ante la inexistencia de plazo para su interposición, la jurisprudencia lo ha limitado
asimilándolo a las reglas de los incidentes, de manera que si los nuevos antecedentes dicen
relación trámites esenciales del procedimiento, podrá deducirse sin limitación de tiempo, y
en caso contrario (tramites accidentales), tan pronto lleguen a conocimiento de la parte y
mientras esté pendiente aún la ejecución de lo resuelto.
4. Forma de deducir el recurso:
Deberá deducirse en forma escrita, fundada, señalando la resolución en contra de la cual se
deduce y terminará solicitando que se acoja la reposición, dejando la resolución sin efecto o
modificándola en la forma que sea procedente.
Es posible deducir el recurso de apelación en forma subsidiaria para el evento de que sea
rechazada la reposición, en los casos en que es procedente. En estos casos no será necesario
fundamentarla ni formular peticiones concretas, siempre que el recurso de reposición
cumpla con ambas exigencias (art. 189 inc. 3°).
Si no se deduce el recurso de apelación subsidiaria no es posible apelar con posterioridad,
puesto que la resolución que rechaza la reposición es inapelable.
5. Tramitación y efectos de su interposición:
El recurso de reposición debe ser interpuesto ante el tribunal que dictó la resolución, al que
le corresponderá conocer y resolverlo.
5.1. Autos y decretos:
a) Reposición extraordinaria: No tiene señalada una tramitación específica, por lo que
se señala que se le da tramitación de incidente. En cuanto a sus efectos, por
interpretación del art. 181 inc. 1°, se deduce que sólo fallada la reposición se puede
dar curso a la ejecución del auto o decreto.
b) Reposición ordinaria: El art. 181 inc. 2° señala que se resolverá de plano. No
comprende la suspensión del procedimiento.
5.2. Respecto a la interlocutoria de prueba: El art. 319 inc. 2° establece expresamente
que el tribunal se pronunciará de plano sobre la reposición o la tramitará como incidente.
Por otra parte, la interposición del recurso suspende el cumplimiento de la resolución que
recibe la causa a prueba, ya que el término probatorio se abre desde la notificación de la
resolución que falla la última solicitud de reposición.
6. Fallo del recurso e impugnación:
6.1. Recursos en contra de la resolución que acoge la reposición: En este caso, el sujeto
que interpuso el recurso de reposición no podrá deducir recurso alguno en contra de la
resolución, puesto que ella no le causará agravio. Si hubiere interpuesto el recurso de
apelación en forma subsidiaria, este no le será concedido.
El sujeto legitimado en este caso para recurrir en contra de la resolución que falla
acogiendo la reposición es la contraparte, esto es, aquella parte que no interpuso el recurso
de reposición.
El art. 181 inc. 2° segunda parte establece que: El tribunal se pronunciará de plano y la
resolución que niegue lugar a esta solicitud será inapelable; sin perjuicio de la apelación del
fallo reclamado, si es procedente el recurso.
Algunos entienden que esto significa la procedencia de la apelación de la resolución que
acoge la resolución, puesto que el art. 181 no dice que la resolución sea inapelable para la
contraparte y se refiere sólo a la situación en que la resolución rechaza la reposición. Debe
considerarse, además, el principio de bilateralidad de la audiencia.
Sin embargo, el Código establece como regla general que los autos y decretos son
inapelables. Por otra parte, la expresión “sin perjuicio de la apelación del fallo reclamado,
si es procedente el recurso”, debe entenderse aplicable a la apelación subsidiaria que
interpone la misma parte que interpuso el recurso de reposición, la que va a ser procedente
cuando a través del auto o decreto se hubiere alterado la substanciación regular del juicio o
hubiere ordenado trámites no establecidos en la ley (art. 188).
La contraparte podría, no obstante, deducir recurso de apelación en contra de la resolución
que acoge la reposición en la medida que a ella se le otorgue el carácter de sentencia
interlocutoria.
Pero pensando que la reposición se deduce en contra de un auto o decreto, la doctrina ha
formulado diversas tesis en cuando a la naturaleza de la resolución que falla la reposición:
a) La resolución que falla la reposición mantiene la naturaleza jurídica de la resolución
en contra de la cual se interpuso. Es decir, será un auto o decreto y procederá la
apelación en forma subsidiaria conforme al art. 188.
b) La resolución que falla la reposición es un auto o decreto, pero no es posible deducir
la apelación. No existe norma que niegue la reposición, pero la jurisprudencia ha
estimado que no es procedente la reposición de la reposición, y por lo tanto, no sería
posible interponer la apelación subsidiaria.
c) La resolución que falla la reposición es una interlocutoria, de modo que es posible
deducir la apelación directa. Pero no es posible compartir esta tesis puesto que la
reposición no reviste el carácter de un incidente ni resuelve sobre algún trámite que
deba servir de base para el pronunciamiento de una sentencia definitiva o
interlocutoria.
Así, si la resolución que falla la reposición en contra de un auto o decreto mantiene el
carácter de auto o decreto:
a) Si ese auto o decreto es apelable, se aplica el art. 188.
b) Si es inapelable, no cabe deducir nueva reposición.
6.2. Recursos en contra de la resolución que rechaza la reposición:
a) Si la parte al deducir la reposición ha interpuesto el recurso de apelación
subsidiario, deberá darse curso a este si fuere procedente.
b) Si la parte no interpuso recurso de apelación subsidiario, no será posible apelar
directamente de la resolución con posterioridad.
La contraparte de aquel que dedujo la reposición no podrá deducir recurso alguno en contra
de la resolución que rechazó la reposición manteniendo el primitivo auto o decreto, porque
ella no le causa agravio alguno.
Finalmente cabe agregar que la resolución que se pronuncia sobre un recurso de reposición
no es de aquellas que permiten la interposición de un recurso de queja en su contra.

IV. Recurso de Apelación.


1. Generalidades:
Art. 186 CPC.- El recurso de apelación tiene por objeto obtener del tribunal superior
respectivo que enmiende, con arreglo a derecho, la resolución del inferior.
Es aquel que persigue que la resolución de un conflicto sea vista en dos oportunidades y a
través de dos tribunales de distinto grado. Para su interposición es menester que la parte
haya experimentado un perjuicio con la resolución que se impugna; en otras palabras, la
causal genérica en que se fundamenta este arbitrio es el agravio, el que se genera con
motivo de no haber obtenido el recurrente todo lo que pretendía dentro del proceso.
Mediante su ejercicio materializa nuestro ordenamiento jurídico la doble instancia. Además
y dado que el recurso de apelación debe ser conocido y resuelto en virtud de su efecto
devolutivo por el tribunal superior jerárquico, juega el principio de la jerarquía o del grado.
Está regulado principalmente en los arts. 186 a 230, además de existir otros artículos que lo
reglamentan en el mismo Código.
2. Concepto:
Es el acto jurídico procesal de la parte agraviada, o que ha sufrido un gravamen irreparable
con la dictación de una resolución judicial, por medio del cual solicita al tribunal que la
dictó que eleve el conocimiento del asunto al superior jerárquico, con el objeto de que éste
la enmiende con arreglo a derecho.
Constituye un requisito esencial que, en el escrito a través del cual se materializa, se
expresen los fundamentos de hecho y de derecho en que se apoya, como también las
peticiones concretas que se formulan. Es por ello que una vez ingresado el recurso ante el
tribunal de alzada, éste debe proceder de oficio a efectuar en cuenta un examen acerca de la
admisibilidad o inadmisibilidad del mismo, para lo cual deberá revisar si la apelación fue
interpuesta dentro de plazo, respecto de una resolución apelable, si es o no fundada y si
tiene peticiones concretas.
3. Características:
a) Es un recurso ordinario, procede en contra de la generalidad de las resoluciones
judiciales y para su interposición basta como causal de procedencia la concurrencia
del perjuicio.
b) Se interpone ante el tribunal que dictó la resolución para que sea resuelto por el
superior jerárquico.
c) Es un recurso que emana de las facultades jurisdiccionales de los tribunales.
d) Tiene una causal genérica de procedencia: el agravio.
e) Constituye la segunda instancia, el tribunal que conoce de él puede revisar los
hechos y el derecho de acuerdo a las peticiones concretas de las partes.
f) Es un recurso vinculante, en algunos casos impide interponer otros recursos como el
amparo, y en otros casos es necesaria su interposición para poder interponer otros
recursos con posterioridad (ej. casación de forma).
g) En materia civil procede tanto en asuntos contenciosos como no contenciosos.
h) Es un recurso renunciable. Expresamente y en forma anticipada, para lo cual se
requieren las facultades del art. 7 inc. 2°. Tácitamente, si se deja transcurrir el plazo
sin interponerlo. Vinculado a la renuncia de la apelación se encuentra el trámite de
la consulta, que hace efectiva la revisión por el superior cuando no se haya apelado
respecto de ciertas resoluciones.
4. Resoluciones contra las cuales procede:
Son apelables directamente todas las sentencias definitivas e interlocutorias de primera
instancia, salvo en los casos que la ley deniegue expresamente el recurso (art. 187).
Por regla general, los autos y decretos no son apelables cuando trámites necesarios para la
substanciación regular del juicio (art. 188), por excepción, son apelables pero nunca en
forma directa sino en forma subsidiaria a la reposición y en el caso que no sea acogida
cuando:
a) Alteran sustancialmente el procedimiento, como el caso de la que provee la
demanda en un juicio sumario con traslado.
b) Recaen sobre trámites que no están expresamente ordenados por la ley, como la que
cite a conciliación sin cumplir los requisitos del art. 262.
5. Motivos de improcedencia:
5.1. La cuantía: De acuerdo al art. 45 N° 1 COT, los jueces de letras conocerán en única
instancia de las causas civiles y de comercio de menos de 10 UTM. Esta regla de
competencia es aplicable cualquiera sea el procedimiento que corresponda, siempre se
conoce en única instancia, salvo que las partes sean personas aforadas en virtud del art. 45
N° 2 y 50 N° 2 COT, en cuyo caso se conoce en primera instancia.
5.2. La naturaleza del asunto: El legislador le da el carácter de inapelable, por ejemplo, a
la resolución que rechaza la reposición (art. 181 inc. 2°).
5.3. La naturaleza jurídica de la resolución: En materia civil, por regla general, no es
procedente la apelación en contra de autos y decretos (art. 188).
5.4. La instancia en la cual se dicta la resolución: Las resoluciones que se dicten en
segunda instancia son inapelables, excepcionalmente son apelables las que tengan por
objeto resolver acerca de su competencia (art. 209).
5.5. El tribunal que pronuncia la resolución: Las resoluciones que se pronuncien por la
Corte Suprema son inapelables (art. 209).
5.6. Líneas jurisprudenciales: Se ha establecido que:
a) Contra la resolución que accede ampliación de inventario solemne no procede
apelación. Se trata de una resolución que da curso progresivo a los autos, es un
decreto.
b) Contra la resolución que niega la solicitud de medidas precautorias procede recurso
de apelación.
c) La resolución que da traslado a un recurso de reposición y apelación subsidiaria
interpuesta por tercero no es apelable por ser un decreto.
d) La resolución que dispuso la práctica de un peritaje agregando a tal decisión la
exigencia de que las partes deben acompañar para la diligencia en cuestión nuevos
antecedentes no acompañados legalmente al proceso es un auto recaído sobre un
trámite que no está expresamente ordenado por ley, por lo que es apelable.
e) Las resoluciones que no admiten apelación según el art. 326 están claramente
señalados y son aquellas referidas a la práctica de alguna diligencia probatoria como
también aquellas que dan lugar a la ampliación de la prueba.
6. Causal que fundamenta la interposición del recurso:
La causal genérica que fundamenta el recurso es el agravio que se genera con motivo de no
haber obtenido una parte con la dictación de la resolución todo lo que pretendía durante el
proceso, se determina por la diferencia entre lo pedido y lo otorgado por el tribunal.
EL art. 751 sirve para ilustrar cuando existe agravio:
6.1. Para el demandante:
a) Cuando no se acoja totalmente la demanda.
b) Cuando no se deseche totalmente la reconvención deducida en su contra.
6.2. Para el demandado:
a) Cuando no se deseche totalmente la demanda.
b) Cuando no se acoja totalmente la reconvención por él deducida.
El agravio se encuentra en la parte resolutiva del fallo y no en la considerativa, a menos que
sean indispensables los considerandos para la interpretación de la decisión final.
7. Objeto del recurso de apelación:
De la definición del recurso de apelación se desprende que este persigue la enmienda de
una resolución judicial, esto es, la modificación total o parcial de la misma para eliminar el
agravio causado con ella a la parte.
De acuerdo a la legislación y doctrina se han establecido diversos sistemas de apelación:
a) Sistema de apelación plena: En el que la apelación se configura como una repetición
del proceso ante el tribunal de segunda instancia, el cual se critica porque minimiza
el contenido de la primera instancia.
b) Sistema de apelación limitada o revisora: La función de la segunda instancia es
revisar lo actuado por el juez de primera instancia para comprobar la corrección de
su fallo.
8. Sujetos:
8.1. Legitimado: Para que una persona se encuentre legitimada para interponer el recurso
de apelación se necesita:
a) Que revista el carácter de parte, no sólo principal, también pueden ser terceros
excluyentes, independientes o coadyuvantes.
b) Que la parte haya sufrido un agravio o gravamen irreparable con la resolución.
8.2. Tribunales que intervienen:
a) El tribunal que dictó la resolución que se impugna, ante él debe presentarse el
recurso y le corresponde pronunciarse acerca de la concesión del recurso.
b) El superior jerárquico de aquel que dictó la resolución impugnada, lo que se
desprende de la regla del grado (art. 110 COT).

CAMILA MORAÑES 31 .03.2021.


9. Plazo para interponer el recurso:
La regla general es que debe interponerse dentro del plazo de 5 días contados desde la
notificación a la parte que entabla el recurso (art. 189). Pero también se establecen plazos
determinados para apelar de ciertas resoluciones:
a) Sentencia definitiva: 10 días contados desde su notificación a la parte que entabla el
recurso (art. 189 inc. 2°).
b) Apelación subsidiaria a la reposición: Debe ser entablada dentro del plazo de
reposición, dentro de tercero día.
c) Plazos especiales de apelación, como el de 24 horas en contra de la resolución que
se pronuncia sobre el recurso de amparo.
Todos son plazos discontinuos, fatales, individuales e improrrogables. El plazo para apelar
no se suspende por la interposición del recurso de reposición o de aclaración, rectificación
o enmienda (art. 190).
10. Forma de deducir el recurso:
Debe interponerse a través de un escrito que, conforme al art. 189, deberá contener los
fundamentos de hecho y de derecho en que se apoya y las peticiones concretas que se
formulan.
10.1. Requisitos:
a) Debe ser formulado por escrito: Excepcionalmente, en los procedimientos que la ley
establezca la oralidad, se podrá apelar en forma verbal.
b) Debe contener los fundamentos de hecho y de derecho en que se apoya: Debe
apoyarse en motivos y razones eficaces, indicándose los agravios que se causa al apelante y
como se los obviaría con una resolución diferente89.

89
Se ha resuelto que el recurso de apelación cumple con esta exigencia, si la apelación es deducida
conjuntamente con el recurso de casación en la forma, y el recurrente al referirse a los fundamentos del primer
recurso pide que se tuvieran por reproducidos aquellos dados con ocasión de la casación en la forma.
En aquellos casos en que la apelación se interponga con el carácter de subsidiaria de la
solicitud de reposición, no será necesario fundamentarla ni formular peticiones concretas,
siempre que el recurso de reposición cumpla con ambas exigencias (economía procesal).
Cabe agregar que la circunstancia de existir o no agravio respecto de quien se alce, es una
cuestión que habrá de ser revisada y ponderada al momento en que se conozca la apelación
interpuesta, pero no puede ser ella la causa para negar dicho recurso, máxime sí aquel se
interpuso en contra de una resolución que, por esencia, es apelable.
c) Debe contener las peticiones concretas que se formulan: Las peticiones son concretas
si se reúnen dos menciones esenciales: (i) la solicitud de revocación, modificación o
enmienda de la sentencia apelada o de alguna parte de ella y; (ii) la indicación de cuál es la
o las declaraciones que se pretende reemplacen a las contenidas en la resolución impugnada
y cuya revocación o enmienda se pide90.
Se ha entendido que la exigencia de contener la apelación peticiones concretas obedece a
dos finalidades:
 Delimitar la extensión de la competencia del tribunal de alzada, puesto que aquél no
podrá extender su fallo sino a aquellos puntos respecto de los cuales se han
formulado por el apelante las correspondientes peticiones.
 Asegurar en la segunda instancia la vigencia del principio de bilateralidad de la
audiencia, permitiendo que cada parte conozca oportunamente las pretensiones de la
contraria y sus fundamentos.
El apelante no es libre para formular peticiones concretas en el recurso, sino que debe
encuadrarlas dentro de las acciones y excepciones hechas valer en la primera instancia, con
excepción de la nulidad absoluta que aparezca de manifiesto en el acto o contrato, que
puede hacerse valer en segunda instancia.
El Tribunal sólo puede conocer de los puntos que comprenden las peticiones concretas, y si
no resuelve cada uno, el fallo puede ser casado por no contener la resolución del asunto
controvertido; y si se extiende a puntos con comprendidos en las peticiones, habrá
ultrapetita.
d) Debe ser interpuesto dentro de plazo.
10.2. Sanción y excepción: Si la apelación se ha interpuesto fuera de plazo o respecto de
resolución inapelable o no es fundada o no contiene peticiones concretas, el tribunal
correspondiente deberá declararla inadmisible de oficio (art. 201).

90
Se ha resuelto que si el recurrente en su escrito de apelación expresa que viene en deducir apelación “a fin
que ese tribunal colegiado de jerarquía superior (Corte), conociendo de este recurso, revoque o modifique la
sentencia referida, por cuanto es agraviante para los intereses de mi representada”, y no pide como
consecuencia de ello, el rechazo la demanda, el recurso carece de petición concreta.
También se ha dicho que el escrito de apelación cumple con requisito de peticiones concretas aún si solicita
en parte revocación y en parte confirmación de sentencia.
Excepcionalmente, el art. 189 inc. 3° faculta la interposición oral del recurso y sin que se
contengan en ella los fundamentos de hecho y de derecho y las peticiones concretas, en la
medida que se cumplan los siguientes requisitos:
a) Se trate de procedimientos en que las partes, sin tener la calidad de letrados, litiguen
personalmente.
b) La ley faculte la interposición verbal de la apelación dentro del procedimiento.
11. Efectos y formas de concederse el recurso:
El recurso de apelación comprende los efectos devolutivo y suspensivo.
El efecto devolutivo es aquel en virtud del cual se otorga competencia al tribunal superior
para conocer y fallar el recurso de apelación deducido en contra de la resolución
pronunciada por el tribunal inferior, pudiendo resolver acerca de la reforma o enmienda del
fallo impugnado. Este efecto es de la esencia del recurso, siempre está comprendido en él,
es el que da paso a la segunda instancia.
El efecto suspensivo es aquel en virtud del cual se suspende la competencia del tribunal
inferior para seguir conociendo de la causa (art. 191 inc. 1°), no pudiendo cumplirse la
resolución impugnada hasta que no sea resuelto el recurso interpuesto en su contra. Este
efecto no es de la esencia de la apelación y sólo se comprende respecto de algunas
resoluciones.
No obstante, la suspensión de competencia del tribunal inferior no es total, ya que podrá
conocer de los asuntos en que por disposición expresa de la ley conserve jurisdicción,
especialmente en las gestiones a que dé origen la interposición del recurso hasta que se
eleven los autos al superior, y en las que se hagan para declarar desierta o prescrita la
apelación antes de la remisión del expediente.
Considerando sus efectos, el recurso de apelación puede ser concedido:
11.1. En ambos efectos: Es decir, en el efecto devolutivo y suspensivo. En este caso va a
existir un solo tribunal con competencia, el de segunda instancia, para conocer y resolver el
recurso de apelación deducido.
Esta es la regla general en la concesión del recurso en materia civil de acuerdo al art. 195:
Fuera de los casos determinados en el artículo precedente, la apelación deberá otorgarse en
ambos efectos.
Además, el art. 193 señala: Cuando se otorga simplemente apelación, sin limitar sus
efectos, se entenderá que comprende el devolutivo y el suspensivo.
No obstante, esta regla es sólo nominal por la gran extensión de las excepciones contenidas
en el art. 194 y en los procedimientos especiales.
La mayor aplicación práctica de la concesión del recurso en ambos efectos es:
a) La apelación de la sentencia definitiva dictada en juicio ordinario.
b) La apelación de la sentencia definitiva en el juicio ejecutivo y sumario, deducida
por el ejecutante o el demandante.
c) La apelación de la sentencia definitiva dictada en el procedimiento incidental,
cuando sea deducida por el demandante.
11.2. En el sólo efecto devolutivo: En este caso existen dos tribunales con competencia
para seguir conociendo de asunto. El de segunda instancia tendrá competencia para
pronunciarse acerca del recurso de apelación y el de primera instancia seguirá conociendo
de la causa hasta su terminación, inclusa la ejecución de la sentencia definitiva (art. 192).
La apelación que se concede en el sólo efecto devolutivo genera sentencias que causan
ejecutoria, es decir, pueden ser cumplidas no obstante existir recursos pendientes en su
contra.
Sin embargo, todo lo actuado ante el tribunal de primera instancia con posterioridad a la
concesión del recurso se encuentra condicionado a lo que se resuelva respecto de la
apelación. Si confirma la resolución impugnada, lo actuado por el tribunal de primera
instancia será válido. Si en la apelación se modifica o revoca la resolución impugnada, todo
lo actuado por el tribunal de primera instancia deberá retrotraerse total o parcialmente al
estado en que se encontraba antes de la concesión del recurso.
En cuanto a los efectos de la resolución revocatoria, esta no puede imponerse a terceros, en
el caso que una de las partes, en virtud de la resolución impugnada, creyéndose dueño de la
cosa, la ha enajenado. El tercero en este caso podrá desentenderse de la revocatoria, sin
embargo, como los efectos de esta es retrotraer el juicio, esta enajenación debe reputarse de
cosa ajena o derecho ajeno, concediendo al dueño, acción reivindicatoria en contra del
actual poseedor. Para los efectos de impedir que se produzca tal enajenación, el actor puede
solicitar una medida prejudicial precautoria, una precautoria, en todo el curso del juicio, de
prohibición de celebrar actos o contratos; sin perjuicio de solicitar además orden de no
innovar.
Según el art. 194, se debe conceder el recurso de apelación en el sólo efecto devolutivo:
a) De las resoluciones dictadas contra el demandado en los juicios ejecutivos y
sumarios. Debe entenderse referido respecto de las sentencias definitivas.
Tratándose del juicio sumario debe recordarse el art. 691: La sentencia definitiva y
la resolución que dé lugar al procedimiento sumario en el caso del inc. 2° del art.
681, serán apelables en ambos efectos, salvo que, concedida la apelación en esta
forma, hayan de eludirse sus resultados91.
b) De los autos, decretos y sentencias interlocutorias.
c) De las resoluciones pronunciadas en el incidente sobre ejecución de una sentencia
firme, definitiva o interlocutoria.
d) De las resoluciones que ordenen alzar medidas precautorias.

91
La jurisprudencia ha determinado que la sentencia definitiva que recae en el procedimiento sumario es
apelable en ambos efectos conforme expresamente indica el art. 691.
e) De todas las demás resoluciones que por disposición de la ley sólo admitan
apelación en el efecto devolutivo.
12. Orden de no innovar:
Según el art. 192, en los casos que el recurso haya sido concedido en el sólo efecto
devolutivo, se permite al tribunal de alzada, a petición del apelante y mediante resolución
fundada, dictar orden de no innovar.
12.1. Requisitos de procedencia:
a) Que se hubiere concedido una apelación en el sólo efecto devolutivo.
b) Que el apelante formule una solicitud de orden de no innovar ante el tribunal de
alzada, lo que debe hacerse desde la concesión del recurso hasta la vista de la causa.
c) Que el tribunal de alzada dicte una resolución fundada para los efectos de conceder
la orden de no innovar.
12.2. Efectos de la orden de no innovar respecto de la resolución requerida: Los
efectos pueden consistir en:
a) Suspender los efectos de la resolución recurrida, si ella no se encuentra en estado de
ser cumplida.
b) Paralizar el cumplimiento de la resolución recurrida, si está en estado de ser
cumplida.
c) El tribunal de alzada se encuentra facultado para restringir los efectos mediante
resolución fundada.
12.3. Tramitación: Presentada la solicitud, serán distribuidas por el Presidente de la Corte,
mediante sorteo, entre las salas en que esté dividida y se resolverán en cuenta (art. 192).
12.4. Efectos de la resolución que recae sobre la orden de no innovar respecto del
recurso de apelación: Hay que distinguir:
a) Si la orden de no innovar es concedida, el conocimiento del recurso de apelación
queda radicado en la sala que concedió la orden de no innovar y gozará de
preferencia para su vista y fallo.
b) Si la orden de no innovar no es concedida no se producirán ninguno de estos
efectos.
13. Tramitación del recurso de apelación:
13.1. Tramitación en primera instancia:
13.1.1. Concesión del recurso: Para conceder el recurso, el tribunal de primera instancia
debe efectuar un primer examen de admisibilidad sobre los aspectos formales del recurso,
el cual, según el art. 201, comprende:
a) Si el procedente el recurso de apelación respecto de la resolución en contra de la
cual se interpone.
b) Si se ha interpuesto dentro de plazo.
c) Si contiene los fundamentos de hecho y derecho, en caso de ser procedente.
d) Si contiene peticiones concretas.
El juez a quo no puede analizar si las peticiones del recurso son adecuadas o no, ello escapa
al control de admisibilidad pues se relaciona con el fondo del mismo.
El tribunal de primera instancia se pronuncia de plano acerca del escrito de apelación,
concediéndolo o no. Si la apelación no cumple con estos presupuestos, el tribunal debe
declararla inadmisible de oficio. La parte apelada, en todo caso, podrá solicitar esta
declaración verbalmente o por escrito.
La resolución que concede un recurso de apelación no puede ser impugnada sino a través
del recurso de reposición ante el mismo tribunal o por medio del recurso de hecho ante el
tribunal superior.
Cuando la apelación concedida sea improcedente, el tribunal superior puede de oficio
declarar sin lugar el recurso (art. 196). Del fallo que en estas materias dicte el tribunal de
alzada podrá pedirse reposición dentro de tercero día.
13.1.2. Notificación de la resolución que concede el recurso: Sea que conceda o deniegue
el recurso debe ser notificada por el estado diario. Esta notificación tiene importancia por
cuanto podría constituir el primer elemento del emplazamiento en la segunda instancia, y a
partir de su notificación comienza a correr el plazo para interponer el recurso de hecho (art.
203).
13.1.3. Remisión del proceso al tribunal superior: El tribunal a quo debe remitir
electrónicamente al tribunal de alzada copia fiel de la resolución apelada, del recurso y de
todos los antecedentes que fueren pertinentes para un acabado pronunciamiento sobre éste.
13.2. Tramitación en segunda instancia:
13.2.1. Ingreso del recurso: Recibido los antecedentes por la Corte de Apelaciones, está
procederá a asignarle un número de ingreso y formará un cuaderno electrónico separado
para el conocimiento y fallo del recurso cuando él haya sido concedido en el sólo efecto
devolutivo. Si hubiese sido concedido en ambos efectos, el tribunal de alzada continuará la
tramitación en la carpeta electrónica, la que estará disponible en el sistema de tramitación
electrónica del tribunal de alzada correspondiente (art. 197).
Ingresado el recurso de apelación, el tribunal de alzada debe certificar en la carpeta
electrónica la recepción del recurso y su fecha (art. 200).
13.2.2. Declaración de admisibilidad o inadmisibilidad: El tribunal debe proceder de
oficio a efectuar en cuenta un examen acerca de la admisibilidad del recurso, debiendo
revisar si fue interpuesto dentro de plazo, en contra de una resolución apelable, si es
fundado y tiene peticiones concretas. En el fondo realiza el mismo examen que previamente
hizo el a quo.
De dicho estudio el tribunal puede considerar el recurso inadmisible o extemporáneo,
pudiendo en este caso optar por:
a) Declararlo sin lugar desde luego.
b) Mandar a traer los autos en relación acerca de la inadmisibilidad o extemporaneidad
del recurso (art. 203).
Del fallo que dicte el tribunal podrá pedirse reposición dentro de tercero día (art. 201). Si
declara no haber lugar al recurso, pondrá el proceso a disposición del inferior para el
cumplimiento del fallo. En caso contrario, mandará a que se traigan los autos en relación
(art. 214).
Se ha resuelto que el hecho que el tribunal ad quem declare la inadmisibilidad del recurso
de apelación, luego de haber dispuesto la vista de la causa y que proceda a realizar tal
pronunciamiento en el momento en que debiera dictar sentencia definitiva, constituye una
infracción a las normas del artículo 189 y 201.
13.2.3. Primera resolución que dicta el tribunal de segunda instancia: El tribunal una
vez ingresado el expediente, debe determinar en cuenta la admisibilidad del recurso. Puede
acontecer:
a) Que el recurso sea declarado inadmisible: Desde luego o después de haber mandado a
traer los autos en relación, disponiendo la devolución del proceso para el cumplimiento del
fallo.
b) Que el recurso sea declarado admisible:
 Si el recurso se dedujo en contra de una sentencia definitiva se deberá proveer
ordenando que se traigan los autos en relación (art. 199 y 214).
 Si el recurso se dedujo contra otra resolución que no es sentencia definitiva, se
ordenará traer los autos en relación si cualquier de las partes solicita alegatos dentro
del plazo de 5 días contados desde la certificación de ingreso del recurso en el
tribunal de alzada (art. 200). Si no se han solicitado alegatos, el Presidente de la
Corte ordenará dar cuenta del recurso.
14. La adhesión de la apelación:
Se regula en los arts. 216 y 217, es la facultad que tiene la parte que no ha interpuesto
directamente el recurso de apelación para pedir la reforma de la sentencia en la parte que
estima gravosa el apelado. Esta institución solo juega en caso de que se hubiere
pronunciado una sentencia mixta, es decir, que no se ha acogido íntegramente la petición de
ambas partes o en que se han acogido pretensiones de ambas partes, rechazando otras.
14.1. Presupuestos de la adhesión:
a) Que una de las partes haya interpuesto un recurso de apelación.
b) Que el recurso se encuentre pendiente.
c) Que la sentencia le cause agravio al apelado.
d) Que el apelado manifieste en forma y dentro de plazo su intención de adherirse.
14.2. Oportunidad: Dentro del plazo de 5 días desde la fecha de la certificación de la
recepción de la causa remitida electrónicamente al tribunal de alzada. No será, sin
embargo, admisible desde el momento en que el apelante haya presentado escrito para
desistirse de la apelación (art. 217).
14.3. Formalidades: Debe cumplir los mismos requisitos que establece el art. 189, es decir,
contener los fundamentos de hecho y de derecho en que se apoya y las peticiones concretas
que se formulan. Si la adhesión a la apelación se interpone fuera de plazo o respecto de
resolución inapelable o no es fundada o no contiene peticiones concretas, deberá declararse
inadmisible de oficio. En contra de esta resolución podrá pedirse reposición dentro de
tercero día.
14.4. Naturaleza jurídica de la adhesión: Se han planteado dos tesis:
a) La adhesión de la apelación es una apelación accesoria, y como tal, se extingue por
la extinción de la apelación.
b) La adhesión a la apelación solo nace condicionada a la existencia de la apelación,
pero una vez materializada ella pasa a tener una existencia independiente de la
apelación.
14.5. Efectos:
a) Se amplía la competencia que tiene el tribunal de segunda instancia para los efectos
de conocer y fallar la causa a las peticiones concretas que se formulan en el escrito
de apelación.
b) El apelado respecto de la apelación principal, se convierte en apelante respecto de la
adhesión a la apelación.
c) La apelación adhesiva una vez formulada sigue su propio curso y es independiente
de la apelación principal.
15. Notificaciones en segunda instancia:
Según el art. 221, la regla general es que las resoluciones que se practiquen se notifiquen
por el estado diario, con las siguientes excepciones:
a) La primera resolución que se dicte en segunda instancia debe notificarse
personalmente a las partes.
b) El tribunal puede ordenar la notificación de una resolución en forma distinta,
cuando lo estime conveniente.
c) La notificación que ordene la comparecencia personal de las partes debe ser
notificada por cédula.
16. Incidentes en segunda instancia:
Las cuestiones accesorias que se susciten en el curso de la apelación, se fallarán de plano
por el tribunal, o se tramitarán como incidentes. En este último caso, podrá también el
tribunal fallarlas en cuenta u ordenar que se traigan en relación los autos para resolver (art.
220).
En cuanto a los recursos que proceden en contra del fallo sobre un incidente hay que
distinguir:
a) Si la resolución es un auto, procederá recurso de apelación.
b) Si la resolución es una sentencia interlocutoria de primer grado, por regla general no
procederá la reposición, salvo en contra de la resolución que declara inadmisible el
recurso de apelación, la que lo declara desierto por falta de comparecencia, y la que
declara prescrita la apelación por evidente falta de fundamento.
c) Las resoluciones que recaigan sobre los incidentes en segunda instancia son
inapelables (art. 210), salvo la que declara su incompetencia (art. 209).
17. La prueba en segunda instancia:
La regla general es que en segunda instancia no se admitirá prueba alguna (art. 207), pero
existen excepciones a dicha regla:
a) Si se hacen valer en segunda instancia excepciones anómalas de prescripción, cosa
juzgada, transacción y pago efectivo de la deuda, el tribunal las debe tramitar como
incidentes y abrirá un término probatorio si es necesario (arts. 207 y 310).
b) La prueba documental puede recibirse hasta la vista de la causa en segunda
instancia.
c) Se puede solicitar la absolución de posiciones antes de la vista de la causa.
d) Es posible agregar la prueba rendida por exhorto (art. 431).
e) El tribunal puede ordenar como medida para mejor resolver alguna de las
diligencias que contempla el art. 159.
f) El tribunal puede ordenar como medida para mejor resolver la prueba testimonial
sobre hechos que no figuren en la prueba rendida en autos, siempre que la
testimonial no se haya podido rendir en primera instancia y que tales hechos sean
considerados por el tribunal como estrictamente necesarios para la acertada
resolución del juicio. En este caso, el tribunal deberá señalar determinadamente los
hechos sobre que deba recaer y abrir un término especial de prueba por el número
de días que fije prudencialmente y que no podrá exceder de 8 días. La lista de
testigos deberá presentarse dentro de segundo día de notificada por el estado la
resolución respectiva.
18. Modos de terminar el recurso de apelación:
La forma normal y directa de terminar el recurso es con la dictación de la resolución que se
pronuncia sobre él. Además existe otro medio anormal y directo de terminarla, como lo es
desistimiento del recurso. Y también indirectos, por los cuales termina el proceso en su
totalidad, y por tanto la apelación interpuesta, como son el abandono del procedimiento, el
desistimiento de la demanda, transacción, avenimiento y conciliación.
18.1. Fallo del recurso de apelación:
18.1.1. Competencia del tribunal de segunda instancia: Para determinar su competencia
hay que atenerse a las siguientes reglas:
a) Los grados de competencia del tribunal de segunda instancia: En nuestro
ordenamiento jurídico es posible distinguir tres grados de competencia para conocer y fallar
el recurso.
i. Primer grado de competencia: Constituye la regla general que se aplica al juicio
ordinario de mayor cuantía civil y a todos los procedimientos especiales en los cuales no
exista una norma diversa. De acuerdo con ella, el tribunal de segunda instancia sólo va a
poder pronunciarse acerca de las cuestiones de hecho y de derecho que se hubieren
discutido y resuelto en la sentencia de primera instancia y respecto de las cuales se hubieren
formulado peticiones concretas por el apelante al deducir el recurso de apelación. Ello se
deduce de los arts. 170 N° 6 y 160.
Son excepciones a esta regla:
 El tribunal de segunda instancia puede fallar las cuestiones ventiladas en la primera
instancia y sobre las cuales no se hay pronunciado la sentencia apelada por ser
incompatibles con lo resuelto por ella (art. 208).
 El tribunal de segunda instancia, previa audiencia del Ministerio Público, puede
hacer de oficio las declaraciones que por ley son obligatorias a los jueces, aun
cuando el fallo apelado no las contenga, como la declaración de la nulidad
manifiesta en un acto o contrato (art. 208).
 El tribunal de segunda instancia puede casar de oficio el fallo cuando aparezca de
manifiesto cualquiera de las causales, debiendo oír en este punto a los abogados que
concurran a la vista de la causa, indicándoles los vicios sobre los que deben alegar
(art. 776).
 El tribunal de segunda instancia que advierte que el fallo de primera adolece del
vicio de omisión de pronunciamiento acerca de una acción o excepción que se ha
hecho valer en el juicio, puede limitarse a ordenar al juez de la causa que completa
la sentencia, y entre tanto suspender el recurso de apelación (art. 776).
ii. Segundo grado de competencia: Éste se encuentra establecido con respecto al
procedimiento sumario. En segunda instancia, podrá el tribunal de alzada, a solicitud de
parte, pronunciarse por vía de apelación sobre todas las cuestiones que se hayan debatido
en primera para ser falladas en definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo
apelado (art. 692).
Esta esta regla es más amplia, ya que se refiere a todas las cuestiones debatidas en la
primera instancia, y no sólo las que se hayan resuelto en definitiva.
iii. Tercer grado de competencia: Se encuentra establecido respecto al antiguo proceso
penal. El tribunal de alzada tomará en consideración y resolverá las cuestiones de hecho y
las de derecho que sean pertinentes y se hallen comprendidas en la causa, aunque no haya
recaído discusión sobre ellas ni las comprenda la sentencia de primera instancia (art. 527
CPP).
Es el grado más amplio de competencia que puede tener un tribunal de segunda instancia
puesto que no es necesario que las cuestiones de hecho y de derecho siquiera hayan sido
discutidas en la primera instancia.
b) El tribunal de segunda instancia no puede extender su fallo más allá de lo pedido
por el apelante en su apelación ni puede dictar un fallo más gravoso para el apelante
que el fallo impugnado: Esto por el principio de la congruencia y al prohibición de la
reformatio ad peius. Según esta regla la competencia del tribunal de segunda instancia se
encuentra determinada por el apelante en las peticiones concretas de su escrito. Por tanto el
tribunal no puede:
 Otorgar al apelante más de lo que hubiere solicitado en su escrito de apelación en
sus peticiones concretas.
 Resolver el recurso de apelación modificando el fallo de segunda instancia en contra
del apelante. La prohibición de la reformatio in peius decae sin embargo, en los
casos en que no estemos frente a un apelante único, sino que concurre la contraparte
o se adhiere a la apelación.
18.1.2. La sentencia que resuelve el recurso de apelación: Puede ser:
a) Confirmatoria: Aquella en la que mantiene en todas sus partes lo resuelto por el
tribunal de primera instancia, sin que por ello se acojan los fundamentos y
peticiones concretas formuladas por el apelante en su recurso.
b) Modificatoria: Aquella en que el tribunal de alzada acoge en parte el recurso de
apelación, introduciendo adiciones o efectuando supresiones a lo resuelto por el
tribunal de primera instancia, reemplazando parcialmente el contenido de la parte
resolutiva del fallo de primera instancia y los fundamentos necesarios para respaldar
dicha decisión
c) Revocatoria: Aquella en que el tribunal de alzada acoge íntegramente el recurso de
apelación, dejando sin efecto la totalidad de la parte resolutiva y los considerandos
que le sirven de fundamento contenidos en el fallo de primera instancia,
reemplazándolos conforme a derecho.
En materia civil y penal la sentencia de segunda instancia se notifica por el estado diario,
sin embargo, el cúmplase de la sentencia se debe notificar en persona al reo y no a sus
representantes.
18.2. Desistimiento del recurso: Es el acto jurídico procesal del apelante por medio del
cual renuncia expresamente al recurso de apelación que hubiere deducido en contra de
alguna resolución del proceso. Puede producirse en primera instancia y en segunda
instancia, aun cuando se haya visto la causa y alcanzado acuerdo. El escrito de
desistimiento debe ser resuelto de plano por el tribunal.
El desistimiento produce el término del recurso de apelación, y por tanto la sentencia
impugnada por el recurso va a quedar ejecutoriada, sin perjuicio de otros recursos o su
consulta.
19. Apelación en juicios de menor cuantía:
La apelación de la sentencia definitiva en los juicios ordinarios de menor cuantía se rige por
las normas generales del recurso de apelación previstas en los artículos 186 y siguientes,
por tanto, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 199 en relación con el artículo 213, su
conocimiento por parte del Tribunal de Alzada debe efectuarse en relación o previa vista de
la causa y no en cuenta.
Existen ciertas normas especiales respecto de esta apelación:
a) Los alegatos no pueden durar más de 15 minutos, salvo que el tribunal acuerde
prorrogar ese término hasta el doble.
b) El tribunal destinará, por lo menos, un día de cada semana a la vista preferente de
estas causas.
c) La sentencia debe dictarse dentro del plazo de 15 días, contado desde el término de
la vista de la causa.

V. Recurso de Hecho.
1. Concepto:
Es aquel acto jurídico procesal de parte que se realiza directamente ante el tribunal superior
jerárquico, a fin de solicitarle que enmiende con arreglo a derecho la resolución errónea
pronunciada por el inferior acerca del otorgamiento o denegación de una apelación
interpuesta por él.
Se regula en los arts. 196, 203, 204, 205 y 206.
2. Características:
a) Es un recurso extraordinario que procede sólo para impugnar la resolución que se
pronuncia por el tribunal de primera instancia acerca del otorgamiento o denegación
de una apelación.
b) Se interpone directamente ante el superior jerárquico del que dictó la resolución.
c) Es un recurso que emana de las facultades jurisdiccionales de los tribunales.
3. Causales de procedencia:
El recurso de hecho es procedente cuando el tribunal:
a) No concede un recurso de apelación que es procedente.
b) Concede un recurso de apelación que no es procedente.
c) Concede un recurso de apelación en el solo efecto devolutivo, debiendo haberlo
concedido en ambos efectos.
d) Concede un recurso de apelación en ambos efectos, debiendo haberlo concedido en
el solo efecto devolutivo.
En el primer caso es llamado recurso de hecho verdadero, y los tres siguientes se conocen
como falso recurso de hecho.
4. Recurso de hecho propiamente tal o verdadero:
4.1. Concepto: Es aquél que se interpone directamente ante el tribunal superior jerárquico
en contra de la resolución del tribunal de primera instancia que deniega la concesión de un
recurso de apelación procedente, para que ella se enmiende de acuerdo a la ley.
4.2. Parte agraviada: La parte legitimada es aquella que dedujo el recurso de apelación y
que no le fue concedido.
4.3. Tribunal: Debe interponerse directamente ante el superior jerárquico de aquél que
dictó la resolución, para ser resuelto por él mismo (art. 203).
4.4. Plazo para deducir el recurso: El recurrente de hecho tiene un plazo de 5 días para
recurrir de hecho contado desde la notificación de la resolución que deniega la concesión
del recurso de apelación.
4.5. Tramitación: Se interpone directamente ante el tribunal de alzada. El tribunal superior
proveerá el escrito pidiendo informe al inferior sobre el asunto en que haya recaído la
negativa (art. 204), que se materializa en la resolución “informe el tribunal recurrido”. La
ley no señala un plazo para emitir el informe, pero en la práctica se le señala uno breve no
superior a 8 días. Para este efecto, el tribunal superior remitirá conjuntamente con el oficio
una fotocopia del recurso que se haya deducido. Además, podrá el tribunal superior ordenar
al inferior que ponga a su disposición la carpeta electrónica correspondiente, siempre que a
su juicio sea necesario examinarlo para dictar una resolución acertada.
Es posible que el tribunal superior, a petición de parte, ordenar que no se innove cuando
haya antecedentes que justifiquen esta medida, debiendo resolver en cuenta acerca de este
solicitud.
Con el informe del tribunal recurrido, deberá dictar el decreto de autos en relación. Una vez
visto el recurso, puede resolver:
a) Acoger el recurso: Si el recurso es declarado admisible, el tribunal superior le dará
al proceso tramitación que corresponda y lo comunicará al inferior (art. 205).
b) Rechazar el recurso, comunicándolo al inferior (art. 205).
5. Tramitación del falso recurso de hecho:
5.1. Concepto: Es aquél que se interpone directamente ante el tribunal superior jerárquico
en contra de la resolución del tribunal de primera instancia que concede un recurso de
apelación improcedente, concede una apelación en el solo efecto devolutivo debiendo
concederlo en ambos o concede una apelación en ambos efectos debiendo concederlo en el
solo efecto devolutivo, a fin de que ella se enmiende de acuerdo a la ley.
5.2. Parte agraviada: Será el apelado si se concedió un recurso de apelación improcedente
o en ambos efectos debiendo concederse en el solo efecto devolutivo; o el apelante, si la
apelación se concedió en el solo efecto devolutivo debiendo concederse en ambos efectos.
5.3. Tribunal: Debe interponerse directamente ante el superior jerárquico de aquél que
dictó la resolución y es resuelto por él (art. 196).
5.4. Plazo para deducirlo: El falso recurso de hecho debe interponerse dentro del plazo de
5 días contados desde la certificación de recepción del recurso de apelación en la secretaria
del tribunal de alzada.
5.5. Tramitación: Debe interponerse por escrito directamente ante el tribunal de alzada por
la propia parte o a través de procurador del número o de un mandatario judicial habilitado
para comparecer ante el superior jerárquico.
No es procedente que el superior jerárquico pida informe al tribunal inferior acerca de las
razones por las cuales se ha concedido la apelación en determinada forma; o solicite la
remisión del proceso al inferior, puesto que todos los antecedentes para dictar una
resolución constarán en la apelación ingresada, que se debe tener a la vista para ello.
El tribunal conociendo el recurso puede:
a) Acoger el recurso de hecho, declarando que la apelación es improcedente o que ella
debe entenderse concedida en el solo efecto devolutivo, lo que comunicará al
tribunal inferior para que siga conociendo el asunto. En el caso que declare que
debe entenderse en concedida en ambos efectos, comunicará al inferior que se
abstenga de seguir conociendo el asunto. Todas las actuaciones realizadas por el
tribunal de primera instancia desde la resolución que concedió el recurso de
apelación en el solo efecto devolutivo debiendo concederlo en ambos efectos,
quedan sin efecto.
b) Rechazar el recurso, y en consecuencia continuará el tribunal superior conociendo
de la apelación en la forma que fue concedida, sin tener que realizar ninguna
comunicación al tribunal de primera instancia.
5.6. Facultades del tribunal de segunda instancia: El tribunal de segunda instancia se
encuentra facultado para, no obstante haberse concedido el recurso, declarar de oficio sin
lugar el recurso de apelación improcedente concedido por el tribunal de primera instancia,
art. 196 inc. 2°, lo que no podrá extenderse en cuanto a los efectos en que fue concedido.

VI. Recurso de Queja.


1. Reglamentación:
Este instrumento de impugnación se encuentra reglamentado en el Título XVI del Código
Orgánico de Tribunales, denominado “De la Jurisdicción Disciplinaria y de la Inspección y
Vigilancia de los Servicios Judiciales”, y su párrafo primero que se denomina “Las
Facultades Disciplinarias”.
Tiene su fuente en el art. 82 CPR, el cual establece que la Corte Suprema tiene la
superintendencia directiva, correccional y económica de todos los tribunales de la Nación.
Se exceptúan de esta norma el Tribunal Constitucional, el Tribunal Calificador de
Elecciones y los tribunales electorales regionales. Las facultades disciplinarias son la
superintendencia correccional.
En virtud de estas facultades la Corte Suprema conoce del recurso de queja.
2. Concepto:
Es el acto jurídico procesal de parte que se ejerce directamente ante el Tribunal superior
jerárquico y en contra del juez o jueces inferiores que dictaron en un proceso del cual
conocen una resolución con falta o abuso grave, solicitándole que ponga pronto remedio al
mal que motiva su interposición mediante la enmienda, revocación o invalidación de
aquélla, sin perjuicio de la aplicación de las sanciones disciplinarias que fueren procedentes
por el pleno de ese Tribunal respecto del juez o jueces recurridos.
Tiene por propósito corregir las faltas o abusos graves cometidos por los jueces en el
pronunciamiento de determinados dictámenes jurisdiccionales. Sólo procede cuando la falta
o abuso se cometa en la sentencia interlocutoria que ponga fin al juicio o haga imposible su
continuación o sentencia definitiva, y que no sean susceptibles de recurso alguno, sin
perjuicio de la atribución de la Corte Suprema para actuar de oficio en el ejercicio de sus
facultades disciplinarias.
Por el principio de transcendencia se exige el perjuicio para invalidar las resoluciones,
como en la nulidad y la casación. Las faltas o abusos graves deben tener una entidad tal que
tengan influjo preponderante o grave en lo decisorio del pronunciamiento jurisdiccional
cuestionado.
3. Finalidad:
Su finalidad es corregir las faltas o abusos graves cometidos en la dictación de resoluciones
de carácter jurisdiccional.
A la expresión corregir se le ha dado diversos alcances:
a) Para algunos la única finalidad del recurso consiste en la imposición de una medida
disciplinaria y no en la modificación de la decisión jurisdiccional correspondiente a
la falta. Se basan en las discusiones parlamentarias donde se buscaba que el recurso
de queja dejara de servir para corregir una resolución, buscando que sea un recurso
disciplinario.
b) Otros sostienen que tiene por finalidad tanto lograr la imposición de una medida
disciplinaria y la enmienda de la conducta jurisdiccional ejecutada con falta o abuso
grave. Para ello tienen presente el significado de la expresión corregir y lo prescrito
en el art. 545 COT en cuanto dispone que el tribunal al acoger el recurso
determinará las medidas conducentes a remediar la falta o abuso, remedio que no se
logra con la sola sanción disciplinaria. Esta es la posición seguida por la Corte
Suprema.
4. Características:
a) Es un recurso extraordinario, sólo procede en los casos establecidos en la ley, esto
es, cuando se cometan faltas o abusos graves en la dictación de alguna resolución
judicial que no pueda ser remediada mediante el ejercicio de otros recursos.
b) Se regula en el Código Orgánico de Tribunales.
c) Se interpone ante el Tribunal superior jerárquico de aquel que hubiere dictado la
resolución con falta o abuso grave, para que sea conocido y resuelto por el mismo.
d) Se interpone en contra del juez o jueces que dictaron la resolución con falta o abuso
grave, para que en caso de ser ella acreditada sea modificada, enmendada o dejada
sin efecto.
e) Su finalidad es corregir faltas o abusos ministeriales de parte del sentenciador que
caigan dentro del ámbito de la jurisdicción disciplinaria del superior jerárquico.
f) No constituye instancia, únicamente faculta al superior para examinar su se cometió
la falta o abuso grave invocada por el recurrente.
g) No suspende el cumplimiento de la resolución recurrida salvo que se imparta una
orden de no innovar durante su tramitación.
h) El tribunal superior tiene amplia competencia para su resolución, pudiendo adoptar
todas las medidas convenientes para poner pronto remedio al mal que motiva la
queja, como la revocación, enmienda o invalidación de la resolución92.
5. Resoluciones impugnables por el recurso de queja:
Procede en contra de la sentencia interlocutoria que ponga fin al juicio o haga imposible su
continuación o sentencia definitiva, y que no sean susceptibles de recurso alguno, ordinario
o extraordinario (art. 545 COT).
El art. 63 COT, en materia de competencia de Corte de Apelaciones, dispone que estos
tribunales conocerán, en única instancia, de los recursos de queja que se deduzcan en contra
de jueces de letras, jueces de policía local, jueces árbitros y órganos que ejerzan
jurisdicción dentro de su territorio jurisdiccional. De esta manera, es admisible el recurso
de queja, por ejemplo, contra resoluciones que dicten funcionarios administrativos que
ejercen funciones jurisdiccionales como el Director del SII y Superintendentes.
El recurso de queja no es aplicable a un procedimiento especial de reclamo de avalúo de un
bien raíz, donde el procedimiento no consulta de manera expresa el recurso ni hace
referencia del tribunal llamado a conocerlo.
6. Causales del recurso:
92
Si bien la norma del art. 545 establece todos los requisitos de procedencia, tiene una frase en la que señala
“sin perjuicio la atribución de la Corte Suprema para actuar de oficio en ejercicio de sus facultades
disciplinarias”, permitiendo con esto que la Corte Suprema revise lo que quiera, cuando quiera. Por eso hoy
en día sigue siendo recurrente que los abogados traten hacer valer recursos de queja para que la Corte
Suprema comience a ejercer sus facultades oficiosas.
Para que proceda es necesario que los jueces hayan dictado una resolución jurisdiccional
cometiendo falta o abuso grave, o sea de considerable entidad o importancia; único
contexto que faculta aplicarles una medida disciplinaria que debería imponerse si se lo
acoge.
Con ello se recoge el interés de limitar su procedencia, poniendo fin a la utilización del
recurso de queja para combatir el simple error judicial y las diferencias de criterio jurídico.
No todo yerro judicial es susceptible de calificarse como una falta o abuso grave que deba
ser reprimido disciplinariamente, debe reservarse únicamente para aquellas hipótesis en que
la resolución carece de causa o fue motivada de manera arbitraria, o buen, no posee
fundamentos y la inadvertencia de sustentos de apoyo resulta a primera vista patente e
indubitada.
Además se requiere que esa determinación judicial haya permitido arribar a conclusiones
fácticas o jurídicas erróneas, afincadas en premisas y proposiciones ilógicas, irracionales o
absurdas, que conduzcan a una actuación fuera de los cauces legales, al haberse realizado el
ejercicio del derecho basado en normas inexistentes o fuera de toda lógica.
Esto se relaciona con el principio de la trascendencia, que exige que la falta o abuso tenga
una influencia sustancial, esencial, trascendente en la parte dispositiva de la sentencia.
Nuestros tribunales superiores han ido asentando, por la vía de la jurisprudencia, los casos
en que se está en presencia de una falta o abuso grave, y han señalado que se configura,
entre otros:
a) Cuando se incurre en una falsa apreciación del mérito del proceso, lo que se
presenta cuando se dicta una resolución judicial de manera inconsulta, por valorarse
en forma errónea los antecedentes recabados en las etapas procesales respectivas.
b) Cuando existe una falta o abuso grave, al no cuidar la ritualidad de los procesos que
se sustancian en el tribunal y respecto de los cuales debe emitir pronunciamientos
de trascendencia para quienes acuden al tribunal en busca de justicia. La falta o
abuso grave deben provenir de arbitrariedades, falta de lógica o razonabilidad
debidamente comprobadas.
c) Por contravención formal de la ley. Esta se produce cuando el juez, no obstante el
texto claro y expreso de la ley, se aparta de ella en la dictación de una resolución
judicial. El recurso de queja no ha sido instituido para corregir errores de
interpretación y provocar, por este concepto, una nueva revisión del asunto.
Líneas jurisprudenciales:
a) Una mera discrepancia entre un litigante y el tribunal encargado de conocer y fallar
el negocio, en torno al sentido y alcance de determinadas normas jurídicas, no
autoriza a acoger el recurso.
b) Los jueces de alzada incurren en falta al declarar inadmisible el recurso de nulidad
interpuesto por la defensa alegando que la sentencia se encuentra ejecutoriada,
cuando sigue estando vigente la oportunidad procesal para recurrir.
c) La resolución que rechazó un recurso de reposición deducido en contra del proveído
que desestimó la objeción de la liquidación del crédito y de las costas del juicio no
es susceptible de ser impugnada por esta vía toda vez que no pone término al juicio
ni hace imposible su continuación.
d) La falta de razones para el aumento del daño moral efectuado por los sentenciadores
en segunda instancia, torna esta sentencia en abusiva y caprichosa, pues tampoco se
aviene a la causa que la motiva.
e) Los ministros recurridos, al asignar valor probatorio a piezas que carecían de él y
con ello revocar el fallo de primer grado, han incurrido en falta o abuso grave, que
es necesario enmendar por esta vía extraordinaria.
f) Procede el recurso de queja contra integrantes de corte de apelaciones por confirmar
condena por falta, siendo que el hecho configura un delito.
g) Magistrados recurridos incurren en falta o abuso al imponer una ley posterior más
gravosa a intereses de denunciada no vigente a la época de ocurrencia de la
contravención.
h) Magistrados de corte de apelaciones incurren en falta o abuso grave al no hacer
aplicación de normativa expresa que regula secreto profesional de abogados del
consejo de defensa del estado, y rechazar reclamación por ley de transparencia.
7. Titular del recurso:
El sujeto que puede deducir el recurso de queja debe revestir el carácter de parte en el
proceso en que se dictó la resolución. Además debe haber sido agraviado con la falta o
abuso grave cometido por el juez o jueces con motivo de la dictación de la sentencia (art.
548 COT).
8. Plazo para interponerlo:
El art. 548 COT dispone que el agraviado deberá interponer el recurso en el plazo fatal de 5
días hábiles93, contados desde la fecha en que se le notifique la resolución que motiva el
recurso.
Este plazo se aumentará conforme a la tabla de emplazamiento a que se refiere el art. 259,
cuando el tribunal que haya pronunciado la resolución recurrida tenga su asiento en una
comuna o agrupación de comunas diversa de aquella en que lo tenga el que haya de conocer
el recurso. Con todo, el plazo total para interponer el recurso no podrá exceder de 15 días
hábiles contados desde la fecha de notificación a la parte recurrente de la resolución que
motiva la queja.
9. Tribunal competente:
Si se trata de un órgano jurisdiccional perteneciente al Poder Judicial, el tribunal
competente es el superior jerárquico de aquel juez o jueces que cometieron el abuso al

93
El CPC dice que los plazos de ese código son de días hábiles, pero el COT no tiene tal norma, por tanto
tiene que especificar.
dictar la resolución; si se trata de un órgano que ejerza jurisdicción dentro del territorio
jurisdiccional de una determinada Corte de Apelaciones, esta será la llamada a resolver.
Si vemos los sujetos del recurso de queja, el sujeto es el juez o jueces (art. 63 letra c) COT).
Entonces, si se trata de un TOP, se interpone frente a la CA de la jurisdicción respectiva, y
si se trata de una CA frente a la CS. Como también puede interponerse contra los tribunales
arbitrales, estos se interponen frente a la CS (las resoluciones de los tribunales especiales,
como ocurre con el tribunal ambiental, son conocidas vía recurso de queja por la CS)
(ejemplo, cámara de comercio de Santiago, que cuenta con tribunal arbitral de segunda
instancia, con un reglamento arbitral).
10. Tramitación del recurso de queja:
Lo presenta la parte agraviada personalmente, su mandatario judicial, abogado patrocinante
o procurador del número ante el tribunal superior (ante la Corte Suprema sólo se podrá
comparecer por abogado habilitado o por procurador del número).
Debe presentarse por escrito, cumpliendo con las formalidades comunes a todo escrito. En
el escrito deben indicarse:
a) El nombre de los jueces recurridos.
b) El proceso en que se dictó la resolución que motiva el recurso, transcribiendo ésta o
acompañando copia de la misma.
c) Debe consignarse el día de su dictación, la foja o folio en que rola en el expediente
y la fecha de su notificación la recurrente.
d) Debe señalarse clara y específicamente las faltas o abusos que se imputan a los
recurridos.
e) Debe acompañarse un certificado donde conste el número de rol del expediente y su
carátula, el nombre de los jueces que dictaron la resolución que motiva el recurso, la
fecha de su dictación y de la notificación al recurrente y el nombre del mandatario
judicial y patrocinante de cada parte. Cuando este certificado no pueda ser
acompañado por causa justificada, el tribunal otorgará un nuevo plazo fatal e
improrrogable que no podrá exceder de 6 días hábiles.
El art. 549 COT establece la forma de tramitación.
Presentado el escrito, ingresa a la sala de cuenta para revisar los requisitos de admisibilidad
(plazo, naturaleza de la resolución recurrida y escrito). Si se omite alguno de sus requisitos
será declarado inadmisible. En contra de esta resolución sólo procede reposición por error
de hecho.
Si es declarado admisible o tramitado de oficio, se pide informe al juez o jueces recurridos
para ser evacuado en 8 días. El tribunal inferior deja constancia en el proceso de la petición
de informe y notifica por el estado diario. Esto porque el resto de las partes tienen derecho a
comparecer y la única forma de enterarse de este recurso es mediante la constancia en el
proceso. Hasta la vista del recurso, cualquiera de las partes puede comparecer al tribunal
superior.
En esta situación procede la orden de no invocar a solicitud de parte, en cualquier estado de
la causa, lo que se verá en cuenta.
Una vez vencido el plazo para evacuar el informe, se haya recibido o no, se procede a la
vista del recurso, en relación.
Si no ha habido orden de no innovar, se sortea y se agrega preferentemente a la tabla de la
sala sorteada. No proceden trámites previos a la vista, solamente podrían decretarse
medidas para mejor resolver.
11. Sentencia que acoge el recurso:
Este debe contener:
a) Precisas consideraciones de la falta o abuso.
b) Dictar medidas para poner remedio a la falta o abuso.
c) Puede revocar, modificar o anular la sentencia recurrida.
d) Debe ordenar pasar los antecedentes al Pleno para la imposición de medidas
disciplinarias que no pueden ser menos que amonestación94.
12. Recursos:
En contra de la resolución que falla el recurso de queja no es procedente el recurso de
apelación ni de reposición.
No obstante el art. 551 COT, el cual establece que las resoluciones que pronuncien los
tribunales en ejercicio de sus facultades disciplinarias serán susceptibles de apelación,
prevalece el art. 63 del COT, el cual dispone que las Cortes de Apelaciones conocerán en
única instancia de los recursos de queja.
Para efectos de la ejecución de una sentencia definitiva, esta no está firme si se encuentra
pendiente el recurso de queja.
13. La queja disciplinaria:
También llamada queja propiamente tal o administrativa, tiene por objeto sancionar las
faltas, incorrecciones, actuaciones indebidas o abusos ministeriales cometidos por los
jueces en el ejercicio de sus funciones, cuando la falta o abuso no incide en el
pronunciamiento de resoluciones judiciales.
En virtud de su facultad disciplinaria, las Cortes de Apelaciones oirán y despacharán
sumariamente y sin forma de juicio las quejas que las partes agraviadas interpusieren contra
los jueces de letras por cualesquiera falta y abusos que cometieren en el ejercicio de sus
funciones; y dictarán, con previa audiencia del juez respectivo, las medidas convenientes
para poner pronto remedio al mal que motiva la queja (art. 536 COT).
Opera por faltas o abusos que puedan cometer los jueces en el ejercicio de sus funciones
ministeriales, siempre y cuando esta conducta abusiva del juez no diga relación con
94
Con todo, al tratarse de una facultad, el Pleno no está obligado a imponer una sanción.
resoluciones judiciales, ya que aquí se trata de un mal comportamiento funcionario del juez
(ej. juez que falla fuera de plazo, juez que ejerce como abogado).
Los interesados pueden ejercer esta queja en forma verbal o por escrito, directamente ante
el tribunal superior jerárquico de aquel a quien se imputa la falta o abuso.
El Tribunal Pleno conocerá de las quejas propiamente tales y no se dará curso a estas
después de 60 días de ocurridos los hechos que la motivan, sin perjuicio de la facultad del
Tribunal para proceder de oficio.

VII. Recurso de casación.


1. Reglamentación:
Se encuentra en el Libro III del Código de Procedimiento Civil (juicios especiales), Título
XIX, arts. 764 a 809.
2. Concepto:
Son los medios extraordinarios que la ley otorga a las partes para obtener la invalidación de
una sentencia cuando se ha dictado:
a) En un procedimiento viciado o con omisión de formalidades legales. Es decir, vicios
de procedimiento o vicios cometidos por el órgano llamado a resolver.
b) Cuando el tribunal ha infringido la ley decisoria del conflicto al resolverlo.
3. Características de ambas casaciones:
a) Son medios para hacer valer la nulidad procesal.
b) La casación no es instancia, se caracteriza por dar al tribunal superior aptitud
jurídica para revisar todas las cuestiones de hecho y de derecho del juicio. Debe
limitarse a establecer si a los hechos se les aplicó o no correctamente el derecho y a
verificar si hay o no vicios de procedimiento.
c) Es un recurso de derecho escrito, si se omite alguno de los requisitos establecidos
para este recurso no se declarará admisible.
d) Procede la casación de oficio cuando existen vicios reparables con la sola
invalidación del fallo, estando el tribunal conociendo por cualquier vía.
e) Es un recurso jerárquico, se interpone ante el tribunal que dictó la resolución para
ser resuelto por el tribunal superior de aquel.
4. Diferencias entre la casación en la forma y casación en el fondo:
Casación en la forma Casación en el fondo
Persigue la observancia de las garantías Tiene por objeto una uniforme y correcta
procesales de las partes en el debido proceso, aplicación de las leyes, unificando su
el cumplimiento de los trámites esenciales y interpretación
el respeto de las formas de las sentencias
Conoce la Corte de Apelaciones sobre los Es conocida sólo por la Corte Suprema
falles de primera instancia y la Corte
Suprema respecto de las sentencias de
segunda instancia
Sólo procede por las causales señaladas en elProcede por la causal genérica de
art. 768, que tienen preferencia sobre la infracción de ley o error de derecho (art.
causal de la casación en el fondo 767 en relación con el art. 772 N° 1)95
Procede contra sentencias definitivas o Procede contra sentencias definitivas o
interlocutorias que pongan término al juicio o
interlocutorias que pongan término al
hagan imposible su continuación juicio o hagan imposible su continuación
y que además sean inapelables
La duración de los alegatos se limita a una Los alegatos pueden ser de dos horas
hora por cada abogado
Por regla general requiere de la preparación No requiere de preparación
del recurso
Puede o no dictarse sentencia de reemplazo, Si se acoge, siempre se va a dictar
dependiendo de la causal sentencia de reemplazo
Permite hacer valer la nulidad procesal por Sólo permite anular la sentencia
actuaciones del juicio o por la sentencia
5. Recurso de Casación en la forma:
5.1. Concepto: Acto jurídico procesal de parte agraviada, destinado a obtener del tribunal
superior jerárquico la invalidación de una sentencia por haber sido pronunciada por el
tribunal inferior con prescindencia de los requisitos legales o emanar de un procedimiento
viciado al haberse omitido las formalidades esenciales que la ley establece. Los vicios
pueden estar contenidos en la misma sentencia o en el procedimiento.
5.2. Características:
a) Es extraordinario, procede sólo en contra de algunas resoluciones judiciales y por
las causales que la ley expresamente establece.
b) Se interpone directamente ante el Tribunal que dictó la resolución impugnada, para
que sea conocido y resuelto por el Tribunal superior jerárquico.
c) Es de derecho restricto, deben cumplirse formalidades en su interposición y
tramitación, de lo contrario es inadmisible.
d) Es conocido por los tribunales de acuerdo con sus facultades jurisdiccionales.
e) Tiene por objeto invalidar una sentencia en los casos determinados por la ley (art.
764). No obstante, a través de él puede también lograrse la modificación de la
resolución impugnada cuando el recurso es acogido por las causales de ultra petita,
infracción al art. 170, cosa juzgada y decisiones contradictorias, en tal caso no se
limita al tribunal a anular el fallo sino que a dictar en acto continuo y sin nueva vista
de la causa, pero separadamente, la sentencia que corresponda (art. 786).

95
Hay que tener una cuestión clara, y es que por definición del 767 el recurso de casación en el fondo tiene
lugar contra sentencias siempre que se pronunciaren con infracción de ley. No es necesario hacer una lata
mención de leyes infringidas ya que con el error de derecho se puede argumentar que el tribunal se equivocó
en la interpretación de la ley, y listo. En el error de derecho entran normas de costumbre, de equidad, de
interpretación, por lo que esta amplitud del error de derecho permite que prosperen más los recursos.
f) Procede su interposición en forma conjunta con la apelación respecto de sentencias
de primera instancia y con el recurso de casación en el fondo respecto de sentencias
de segunda instancia.
g) Sólo puede ser deducido por la parte agraviada, configurándose el agravio no sólo
con el perjuicio que provoca el fallo sino además por el que le genera la causal lo
que lo hace procedente.
h) No constituye instancia, la competencia del tribunal que conoce de él se limita a la
causa que se hubiere invocado en el recurso.
i) No se admite, por regla general, su renuncia anticipada. Tratándose de los arbitrajes
ante árbitros arbitradores se posibilita su renuncia anticipada en el compromiso,
pero ésta no puede extenderse a las causales de incompetencia y ultra petita. Dentro
del proceso es factible su renuncia, para ello el mandatario judicial requiere de
facultades extraordinarias.
j) Tiene como fundamento velar por el respeto a las formas del procedimiento
establecidas por el legislador y la igualdad de las partes. De este modo, su
planteamiento debe cimentarse precisamente en las excepcionales situaciones de
transgresión de la ritualidad que permiten la nulidad del fallo dictado en esas
circunstancias.
5.3. Tribunales que intervienen: El recurso debe interponerse directamente ante el
tribunal que dictó la resolución que se trata de invalidar, para ante aquel a quien
corresponde conocer de él conforme a la ley, es decir, el tribunal superior jerárquico (art.
771).
5.4. Titular del recurso: Los requisitos que deben concurrir para que una persona pueda
recurrir de casación en la forma son los siguientes:
a) Debe ser parte en el proceso en que se dictó la resolución.
b) Debe haber sufrido un agravio con la resolución pronunciada en el proceso.
c) Debe el recurrente haber experimentado un perjuicio con el vicio en que se funda el
recurso, consistente en la privación de algún beneficio o facultad. El tribunal podrá
desestimar el recurso si de los antecedentes aparece de manifiesto que el recurrente
no ha sufrido un perjuicio reparable sólo con la invalidación del fallo o cuando el
vicio no ha influido en lo dispositivo del mismo (art. 768)96.
d) El recurrente debe haber reclamado del vicio que lo afecta ejerciendo
oportunamente y en todos sus grados los recursos que establece la ley (preparación
del recurso), a menos que la ley lo exima, atendida la naturaleza del vicio o la
oportunidad en que llegó al conocimiento del recurrente.
5.5. Resoluciones en contra de las cuales procede: Conforme al art. 766, procede en
primera, única o segunda instancia en contra de:
a) Sentencias definitivas.

96
Principio de la trascendencia, la nulidad sin perjuicio no opera.
b) Sentencias interlocutorias que pongan término al juicio o hagan imposible su
continuación97.
c) Excepcionalmente, procede en contra de sentencias interlocutorias que no pongan
término al juicio o hagan imposible su continuación siempre que: (i) se hubieren
dictado en segunda instancia y; (ii) se hubieren dictado sin previo emplazamiento de
la parte agraviada o sin señalar día para la vista de la causa (art. 766)98.
d) Sentencias que se dicten en juicios o reclamaciones regidos por leyes especiales,
con excepción de aquellos que se refieran a la constitución de las juntas electorales
y a las reclamaciones de avalúos que se practiquen conforme a la ley sobre impuesto
territorial y de los demás que prescriban las leyes.
5.6. Causales del recurso: Se encuentran señalados taxativamente en el art. 768, estas
pueden ser divididas en dos grupos. El primer grupo es el de aquellas causales que permiten
anular una sentencia por infracción de normas legales que rigen la ritualidad esencial del
proceso, en este caso se trata de defectos que se producen durante la tramitación del juicio,
es decir, no están contenidos en la sentencia (ej. se omite el llamado a conciliación). El
segundo grupo son aquellas que permiten anular una sentencia cuando se infringen las
normas relativas a los requisitos formales que debe cumplir la sentencia, es decir, que se
producen con motivo de su dictación (ej. sentencia definitiva que se dicta con omisión de
requisitos del art. 170).
En el primer caso hay nulidad en la tramitación del juicio, todo el juicio y la sentencia son
nulos, dependiendo del momento en que haya obrado el vicio, la tramitación se retrotraerá a
ese momento. En el segundo caso se anula solo la sentencia y la consecuencia es la
dictación de una sentencia de reemplazo ajustada a derecho.
El fundamento el recurso de casación en la forma está dado por el resguardo a la garantía
constitucional del debido proceso, resguardando el cumplimiento de todos los trámites
esenciales, establecidos en interés de la sociedad. La falta de trámites no esenciales no trae
aparejada la nulidad de todo lo obrado, puesto que están establecidas solo en el interés de
las partes, éstas habrá que alegarlas y no podrán ser declaradas de oficio por el juez.
5.6.1. Clasificación de las causales del recurso: Estas se suelen clasificar en vicios
cometidos en la sentencia misma (N° 1 a 8), y vicios cometidos durante la tramitación del
procedimiento (art. 768 N° 9 en relación con los arts. 795 y 800).
Otra clasificación se refiere a las causales que dicen relación con aquellas que afectan al
tribunal (N° 1, 2 y 3); aquellas que se refieren a la forma de la sentencia impugnada (N° 4,
5, 6, 7 y 8) y aquellas que se refieren a la forma del procedimiento (N° 9 en relación con los
arts. 795 y 800).
97
Como la resolución que declara el abandono del procedimiento, la que acoge el desistimiento de la
demanda, la que declara la prescripción o deserción del recurso de apelación, la que impide a diversas
personas actuar en litisconsorcio activo en el caso del art. 18.
98
Este último requisito de dictarse la sentencia interlocutoria sin señalar día para la vista de la causa, sólo
podrá tener aplicación cuando la apelación deducida ante ella se debió haber dictado previa vista de la causa
por haber las partes solicitado alegatos dentro del plazo para comparecer, puesto que si no se hubiere
formulado la petición, la causa se debe ver en cuenta y en ese evento no se configurará el vicio (art. 199).
5.6.2. Análisis particular de las causales:
Art. 768 CPC.- El recurso de casación en la forma ha de fundarse precisamente en alguna
de las causas siguientes:
1a. En haber sido la sentencia pronunciada por un tribunal incompetente o integrado
en contravención a lo dispuesto por la ley:
Aquí se contemplan dos situaciones:
a) Haber sido la sentencia pronunciada por un tribunal incompetente. La
incompetencia es la falta de atribución de un tribunal para conocer y fallar un asunto
de acuerdo a los factores materia, cuantía, fuero y territorio. Puede ser absoluta o
relativa.
b) Haber sido la sentencia pronunciada por un tribunal integrado en contravención a lo
dispuesto por la ley. La integración de los tribunales colegiados se regula en el
COT. Antes de la vista de la causa debe reclamarse la integración inadecuada del
Tribunal, si no se reclama posteriormente no podrá interponer la casación en la
forma por este motivo99.
2a. En haber sido pronunciada por un juez, o con la concurrencia de un juez
legalmente implicado, o cuya recusación esté pendiente o haya sido declarada por
tribunal competente:
Esta causal está referida a las inhabilidades a que están afectos los integrantes de la sala o
salas, por las cuales un juez no debería conocer determinado asunto, sea por implicancia o
recusación, por haber perdido la imparcialidad que debe tener todo juez. En esta causal hay
3 situaciones:
a) Que la sentencia haya sido pronunciada por un juez o con la concurrencia de un juez
legalmente implicado, es decir, afecto a alguna de las causales de implicancia del
art. 195 COT, bastando que el juez esté afecto a la causal sin ser necesario que se
encuentre declarada en el proceso.
b) Que la sentencia haya sido pronunciada por un juez o con la concurrencia de un juez
cuya recusación esté pendiente. La recusación debe haber sido alegada por la parte
correspondiente mediante un incidente cuya resolución no ha sido pronunciada. Las
causales de recusación se encuentran en el art. 196 COT.
c) Que la sentencia haya sido pronunciada por un juez o con la concurrencia de un juez
cuya recusación haya sido declarada por un tribunal competente.
99
El Presidente de la Corte diariamente hace la instalación del tribunal, de la cual se levanta un acta. El acta,
que contiene la instalación de todas las salas, es publicada, de manera que las partes toman conocimiento de la
integración a través del “Acta de instalación”. Las partes, además, conocen la integración de la corte a través
de la información proporcionada por el secretario o el relator del tribunal (art. 166). El conocimiento de la
integración de la corte se debe obtener antes de que el tribunal comience a funcionar. Tratándose del segundo
caso, la parte debe solicitar antes de la vista de la causa que se informe acerca de la integración de la sala,
generalmente cuando se anuncia ante el relator. Interesa conocer la integración de una sala ya que alguno de
sus miembros puede estar afecto a alguna inhabilidad legal. A los abogados integrantes se los recusa sin
expresión de causa.
3a. En haber sido acordada en los tribunales colegiados por menor número de votos o
pronunciadas por menor número de jueces que el requerido por la ley o con la
concurrencia de jueces que no asistieron a la vista de la causa, y viceversa:
La expresión “y viceversa” quiere significar que también existe causal de casación cuando
los ministros asistieron a la vista de la causa pero no participaron del pronunciamiento del
fallo. En definitiva, este numeral se desglosa en 4 situaciones, aplicándose exclusivamente
a las sentencias dictadas por tribunales colegiados:
a) En haber sido acordada por un menor número de votos.
b) En haber sido pronunciada por un menor número de jueces que el requerido por ley.
c) En haber sido pronunciada con la concurrencia de jueces que no asistieron a la vista
de la causa.
d) En haber sido pronunciada sin la concurrencia de jueces que asistieron a la vista de
la causa.
No se configura esta causal cuando un ministro ha asistido a la vista de la causa y ha
concurrido al acuerdo pero no ha firmado la sentencia.
4a. En haber sido dada ultra petita, esto es, otorgando más de lo pedido por las partes,
o extendiéndola a puntos no sometidos a la decisión del tribunal, sin perjuicio de la
facultad que éste tenga para fallar de oficio en los casos determinados por la ley:
Para el Código existe ultrapetita en dos situaciones:
a) Cuando la sentencia otorga más de lo pedido por las partes.
b) Cuando la sentencia se extiende a asuntos no sometidos a la decisión del tribunal.
Estas situaciones dicen relación con la congruencia debe tener el fallo con el asunto
sometido al juicio, objeto fijado por el demandante en su demanda al formular su
pretensión. Cuando la sentencia otorga más de lo pedido por las partes incurre en un exceso
cuantitativo, como también puede haber diferencia cuando el juez altera el fundamento o
causa de pedir, de manera que el análisis del fallo debe ser completo.
Debe relacionarse con el art. 160, que señala que las sentencias se pronunciarán conforme
al mérito del proceso y no podrán extenderse a puntos que no hayan sido expresamente
sometidos a discusión por las partes.
Todo lo anterior es sin perjuicio de las facultades que confiere la ley para proceder de oficio
en ciertas circunstancias.
5a. En haber sido pronunciada con omisión de cualquiera de los requisitos
enumerados en el artículo 170:
El art. 170 se refiere a las sentencias definitivas, las sentencias interlocutorias se regulan en
el art. 171. Tradicionalmente se ha sostenido por la jurisprudencia que esta causal sólo
concurre cuando la sentencia definitiva no contiene consideraciones de hecho y de derecho
que sirvan de fundamento a la decisión y carece de normas legales o de equidad que tiendan
a obtener la legalidad del fallo. Esta causal concurre cuando el vicio consiste en la falta de
consideraciones más no en la impropiedad de estas, la circunstancia que las consideraciones
sean erradas o deficientes no se sanciona con la nulidad del fallo.
No obstante, el profesor Hidalgo indica que los razonamientos contradictorios o
incompletos en cuanto al análisis de la prueba rendida configuran esta causal si semejante
omisión es de tal entidad que conlleva a la modificación de la parte resolutiva de la
sentencia o no puede ser ella reparada por otro medio, como podría ser al pronunciarse
respecto de una apelación.
6a. En haber sido dada contra otra pasada en autoridad de cosa juzgada, siempre que
ésta se haya alegado oportunamente en el juicio:
En un segundo juicio se dicta la sentencia que es recurrida, en circunstancias que
anteriormente existía una sentencia ejecutoriada en relación a la cual concurren los
requisitos de la triple identidad.
En el juicio ordinario de mayor cuantía, la cosa juzgada se puede alegar como excepción
dilatoria, como excepción perentoria y como excepción mixta o anómala. Su falta de
alegación oportuna impide la procedencia del recurso de casación, pero hace procedente el
recurso de revisión (art. 810 N° 4).
7a. En contener decisiones contradictorias:
Debe tratarse de una sentencia que contenga varias decisiones en su parte resolutiva y que
estas sean contradictorias entre sí, de modo que no sería posible llevar a efecto las varias
decisiones simultáneamente. No interesa para este efecto una eventual contradicción en los
considerandos de la sentencia, las contradicciones deben estar contenidas en la parte
resolutiva del fallo.
La contradicción de un considerando con lo decisorio no implica la concurrencia del vicio
ya que prima la determinación adoptada, aun cuando no concuerde con la fundamentación
de la misma. La existencia de consideraciones contradictorias podría, eventualmente,
configurar el vicio de falta de consideraciones de hecho o de derecho, pues considerandos
que contengan argumentaciones contradictorias podrían anularse, privando a la sentencia de
sus motivaciones.
Podrá configurarse esta causal de nulidad si la sentencia contiene en su parte considerativa
los denominados “considerandos resolutorios”, es decir, una decisión que se pronuncia
acogiendo o rechazando una pretensión o defensa, si luego se contradice con otra de la
parte resolutiva que decide en sentido contrario.
8a. En haber sido dada en apelación legalmente declarada desistida100:

100
Tratándose de las causas iniciadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la ley 20.886, debe
considerarse el texto primitivo de este numeral: 8°. En haber sido dada en apelación legalmente declarada
desierta, prescrita o desistida.
Se refiere a los casos en que el recurso de apelación termina en forma anormal, debido a
que no se dicta resolución respecto del fondo del recurso. En el proceso debe existir una
resolución que declare desistida la apelación.
9a. En haberse faltado a algún trámite o diligencia declarados esenciales por la ley o a
cualquier otro requisito por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente que hay
nulidad:
Este numeral da el carácter de genérica a la enumeración taxativa del art. 768. En este caso
encontramos dos motivos que producen el mismo efecto:
a) Que en la tramitación del juicio se haya omitido algún trámite o diligencia que la
ley declare esencial. Si esta es omitida o ejecutada en forma deficiente procede el
recurso.
b) Que en la tramitación del juicio no se cumpla cualquier otro requisito para cuyo
efecto la ley declare expresamente que hay nulidad. Se requiere de texto legal
expreso que señale que se produce la nulidad o dé a entender lo mismo (ej. art. 398,
la confesión extrajudicial “no se tomará en cuenta” si es puramente verbal).
Los trámites o diligencias esenciales en el proceso se señalan para cada procedimiento en:
a) Trámites o diligencias esenciales en el juicio de mínima cuantía, art. 789.
b) Trámites o diligencias esenciales en el juicio de mayor cuantía, menor cuantía y
juicios especiales, art. 795. También son los trámites esenciales de primera o única
instancia.
c) Trámites o diligencias esenciales en el juicio de mayor cuantía seguidos ante
árbitros arbitradores, art. 796.
d) Trámites o diligencias esenciales en el juicio de segunda instancia, art. 800.
CAMILA MORALES

Art. 795 CPC.- En general, son trámites o diligencias esenciales en la primera o en la única
instancia en los juicios de mayor o de menor cuantía y en los juicios especiales:
1°. El emplazamiento de las partes en la forma prescrita por la ley:
Puede ser respecto del demandado, demandante o terceros. Detrás de esta diligencia se
encuentra el ejercicio del derecho de defensa. Respecto de la demanda, el emplazamiento se
configura por la notificación legal del escrito de la demanda al demandado, más el
transcurso completo del plazo legal que se establece para que el demandado se defienda.
Habría falta de emplazamiento si la demanda no está notificada o si no se ha hecho con
arreglo a la ley, o si el plazo no ha transcurrido íntegramente.
2°. El llamado a las partes a conciliación, en los casos en que corresponda conforme a
la ley:
Será un trámite obligatorio siempre que no estemos ante las situaciones del art. 313. No
basta que el juez ordene este trámite, la conciliación está compuesta por la resolución que
dispone el trámite y ordena que se cite a las partes a la audiencia correspondiente, luego por
la notificación legal de esa resolución y por la realización de la audiencia. Si se omite
alguno de estos actos es lo mismo que omitir el trámite mismo.
3°. El recibimiento de la causa a prueba cuando proceda con arreglo a la ley:
La causa se recibe a prueba cuando el juez estima que hay o puede haber hechos
controvertidos, sustanciales y pertinentes. Tiene que haber terminado el periodo de
discusión y haberse cumplido el trámite de conciliación.
4°. La práctica de diligencias probatorias cuya omisión podría producir indefensión:
La diligencia probatoria puede ser cualquiera, pero debe tratarse de pruebas aportadas por
las partes y cuya omisión podría producir indefensión, cuestión que deberá verse caso a
caso. Si la parte puede probar el hecho por otro medio de prueba no queda indefenso.
Para estimar que se ha omitido una diligencia de prueba, ésta debe haber sido solicitada y
debe estar ordenada o rechazada por el tribunal. Si es la parte la que no cumple con aportar
la prueba, aunque se produzca indefensión, no puede alegar que se ha omitido la prueba.
5°. La agregación de los instrumentos presentados oportunamente por las partes, con
citación o bajo el apercibimiento legal que corresponda respecto de aquélla contra la
cual se presentan:
La parte debe preocuparse de acompañar el instrumento con citación o bajo el
apercibimiento legal que corresponda, un instrumento mal acompañado no puede ser
considerado por el juez y la parte afectada no podría recurrir de casación.
6°. La citación para alguna diligencia de prueba:
El art. 324 establece que toda diligencia probatoria debe practicarse previo decreto del
tribunal que conoce de la causa, notificado a las partes. Deben disponerse con citación a la
parte contraria, ya que tiene el derecho a oponerse si considera que la diligencia probatoria
resulta improcedente.
7°. La citación para oír sentencia definitiva, salvo que la ley no establezca este
trámite:
Si se omite esta diligencia, la sentencia es nula, pero podría omitirse en los procedimientos
que el legislador no contemple este trámite.
Art. 800 CPC.- En general, son trámites o diligencias esenciales en la segunda instancia de
los juicios de mayor o de menor cuantía y en los juicios especiales:
1°. El emplazamiento de las partes, hecho antes de que el superior conozca del
recurso:
Aquí la comparecencia se da por la notificación de la resolución que concede el recurso de
apelación.
2°. La agregación de los instrumentos presentados oportunamente por las partes, con
citación o bajo el apercibimiento legal que corresponda respecto de aquélla contra la
cual se presentan.
3°. La citación para oír sentencia definitiva:
Este trámite en segunda instancia no existe, terminada la vista de la causa el asunto se falla,
no existe formalmente el llamado a las partes a oír sentencia. Se ha entendido que esto se
refiere al cumplimiento de las formalidades de la tramitación de la apelación, con la
dictación del decreto autos en relación o la resolución que ordene dar cuenta y su
notificación legal. Tratándose de la vista de la causa además deben cumplirse sus
formalidades propias.
4°. La fijación de la causa en tabla para su vista en los tribunales colegiados, en la
forma establecida en el artículo 163.
5°. Los indicados en los números 3°, 4° y 6° del artículo 795, en caso de haberse
aplicado lo dispuesto en el artículo 207:
Esto en la medida que sea pertinente rendir prueba en segunda instancia (situaciones
excepcionales).
5.7. Limitaciones al recurso de casación en la forma: Se trata de circunstancias que
impiden que el recurso pueda ser acogido, no obstante la efectiva existencia de la causal de
casación, quedando el tribunal impedido de pronunciarse sobre el fondo del asunto.
5.7.1. Falta de preparación del recurso: Es condición para que el recurrente pueda
interponer el recurso que éste lo haya preparado previamente, de lo contrario el tribunal
deberá declararlo inadmisible.
El art. 769 inc. 1° explica en qué consiste la preparación, o cuando se entiende que el
recurso queda legalmente preparado: Para que pueda ser admitido el recurso de casación en
la forma es indispensable que el que lo entabla haya reclamado de la falta, ejerciendo
oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos por la ley.
Así, podemos definir la preparación como la reclamación previa de la falta o vicio procesal
por parte del recurrente ejerciendo oportunamente, y en todos sus grados, los recursos
establecidos por la ley101.
La expresión recursos que utiliza el art. 769 está tomada en sentido amplio, referida a
cualquier medio o toda impugnación que resulte procedente.
Se exceptúa la exigencia de la preparación del recurso:
101
Ej. Si el tribunal fuese incompetente, el demandado deberá reclamar cuando la demanda le es notificada
con una excepción dilatoria de incompetencia del tribunal. Si esta es rechaza debe apelar, y si le es denegada
la apelación podrá casar.
a) Cuando la propia ley no admite la posibilidad de reclamo.
b) Cuando la falta o vicio procesal haya tenido lugar en el pronunciamiento mismo de
la sentencia que se trata de casar.
c) Cuando la falta haya llegado a conocimiento de la parte después de pronunciada la
sentencia.
d) Cuando se interpone contra sentencia de segunda instancia por las causales de los
N° 4, 6 y 7 del art. 768.
5.7.2. Cuando el recurrente ha sufrido un perjuicio que no solo es reparable con la
invalidación del fallo, o cuando el vicio de que se trate no influye en lo dispositivo del
fallo: El tribunal podrá desestimar el recurso de casación en la forma, si de los antecedentes
aparece de manifiesto que el recurrente no ha sufrido un perjuicio reparable sólo con la
invalidación del fallo o cuando el vicio no ha influido en lo dispositivo del mismo (art. 768
inc. 3°).
No obstante existir la causal de casación el tribunal podrá desestimar el recurso.
5.7.3. Caso en que el recurso se funde en la falta de pronunciamiento del tribunal
inferior respecto de alguna acción o excepción hecha valer oportunamente: Cuando
una sentencia adolece de un vicio por falta de pronunciamiento se está infringiendo el art.
170 N° 6. La decisión del tribunal debe comprender todas las acciones y excepciones que
se hayan hecho valer en el juicio, pudiendo omitirse la resolución de aquellas que sean
incompatibles con las aceptadas.
En estos casos, el tribunal que conoce del recurso de casación tiene la facultad de no anular
la sentencia sino que ordenarle al tribunal inferior que complete el fallo realizando los
pronunciamientos omitidos.
Esto impide al tribunal superior pronunciarse sobre el fondo del recurso, no es que sea
inadmisible o se rechace, sino que simplemente ordena completar el fallo.
5.8. Interposición del recurso:
5.8.1. Competencia: El recurso de casación es un recurso devolutivo, en su tramitación
intervienen dos tribunales: el tribunal inferior y el superior jerárquico.
Es tribunal competente una determinada Corte de Apelaciones o la Corte Suprema cuando
la sentencia recurrida ha sido pronunciada por una Corte de Apelaciones.
5.8.2. Legitimación: Le corresponde a las partes agraviadas, puede tratarse de partes
directas o indirectas, demandante, demandado o terceros. El agravio debe ser doble, debe
ser agraviada por la decisión desfavorable de la sentencia que se impugna, y debe ser
causado por el vicio específico que alega.
5.8.3. Forma de interposición: Este recurso, y el de casación en el fondo, se interponen
por escrito. Debe ser presentado dentro de plazo legal ante el tribunal inferior que ha
pronunciado la sentencia recurrida.
El plazo para su interposición es individual, se cuenta para cada parte desde que es
notificada, y conforme la art. 770 debe interponerse:
a) En única instancia en el plazo de 5 días desde la notificación de la sentencia.
b) En primera instancia, en el plazo para deducir el recurso de apelación. Esto es, 5
días si se trata de una sentencia interlocutoria y 10 días si se trata de una sentencia
definitiva. Si contra la sentencia definitiva de primera instancia se deduce recurso
de casación y apelación deberán interponerse conjuntamente y dentro del plazo de
apelación (conjunta, no subsidiaria). Por motivos de lógica se interpone primero el
recurso que importa la nulidad y luego los que se refieren al mérito de la resolución.
c) En segunda instancia debe interponerse dentro de los 15 días desde que se notifica a
la parte de la sentencia recurrida.
5.9. Requisitos especiales del escrito de casación en la forma: Se encuentran señalados
en el art. 772:
a) Expresar en qué consiste el o los errores de derecho que adolece la sentencia
recurrida102.
b) Señalar de qué modo ese o esos errores de derecho influyen sustancialmente en lo
dispositivo del fallo.
c) Mención expresa del vicio o defecto en que se funda y la ley que concede el recurso
por la causal que se invoca.
d) Debe contar con el patrocinio de un abogado habilitado que no sea procurador del
número. La ley no extiende el patrocinio del recurso al abogado patrocinante de la
parte.
Si el recurso no cumple con los requisitos establecidos en el inc. 1° del art. 776, el tribunal
lo declarará inadmisible, sin más trámite (art. 778).
En este escrito siempre se debe solicitar que se anule la sentencia impugnada y las
actuaciones viciadas por la o las causales invocadas. Dicha petición lleva a que el proceso
se retrotraiga hasta el momento en que se cometió el vicio.
El recurso debe contener peticiones concretas y determinadas, careciendo de ellas si el
recurrente pide que se invalide el fallo recurrido, determinando el estado en que quede el
proceso, o dicte acto continuo y sin previa vista, pero separadamente, la sentencia que
corresponda con arreglo a la ley. Lo pedido resultan ser dos peticiones contradictorias y sin
especificarse en que caso se debe resolver de una manera y en cual de otra.
Una vez presentado, este escrito es invariable e inalterable, pues se consuma el derecho del
litigante. Por consiguiente, aun cuando en el progreso del recurso se descubra alguna nueva
causa en que haya podido fundarse, la sentencia recaerá únicamente sobre las alegadas en
tiempo y forma (art. 774).

102
Ej. Solicito la invalidación de la sentencia fundada en que se ha omitido un trámite o diligencia esencial en
primera instancia, consistente en la falta de emplazamiento de mi parte.
5.10. Efectos del recurso: Es un recurso devolutivo, la competencia del tribunal superior
se circunscribe a la o las causales que invoque el recurrente en su escrito. El efecto
devolutivo es de la esencial del recurso. En cuanto al efecto suspensivo, la regla general de
acuerdo al art. 773 es que el recurso de casación no suspende la ejecución de la sentencia,
salvo cuando el cumplimiento de la sentencia recurrida haga imposible llevar a efecto la
sentencia que se dicte si se acoge el recurso.
No existe orden de no innovar, pero el recurrente tiene derecho a solicitar que no se lleve a
efecto la sentencia mientras la parte contraria no brinda fianza de resultas. Este derecho se
ejerce por escrito ante el tribunal inferior mediante un escrito separado del recurso, pero
que se presenta en la misma oportunidad. El tribunal a quo se pronuncia de plano y en única
instancia, debiendo fijar el monto de la caución. Mientras esta fianza no se rinda, no se
puede exigir el cumplimiento de la sentencia.
El recurrente no tiene derecho a pedir fianza de resultas cuando: (i) el recurrente sea
demandado en el juicio; (ii) se trate de un juicio ejecutivo, juicios posesorios, de desahucio
y de alimentos.
5.11. Tramitación del recurso de casación en la forma: En un recurso de carácter
devolutivo como el que nos ocupa, tenemos que distinguir una tramitación que se verificará
ante el tribunal inferior y otra que se hará posteriormente ante el tribunal superior.
5.11.1. Tramitación ante el tribunal que dictó la sentencia: El escrito debe ser
interpuesto ante el tribunal que pronunció la resolución materia del recurso, y ante ese
mismo tribunal, de ser pertinente, se solicitará la fianza de resultas (art. 771).
Presentado el escrito, la tramitación comienza con un estudio de admisibilidad por parte de
este tribunal, estudio que, de acuerdo con lo que establece el artículo 776 inc. 1°, está
circunscrito a dos aspectos del recurso:
a) Su oportunidad.
b) Si es patrocinado por un abogado habilitado.
No analiza el tribunal inferior ningún otro aspecto relativo a la admisibilidad. El examen de
admisibilidad se efectuará en cuenta, es el relator el que informa a la sala correspondiente
de estos dos aspectos de la admisibilidad.
Luego el tribunal debe dictar una resolución. Si no cumple con alguno de los requisitos
indicados el recurso será declarado inadmisible sin más trámite (art. 778). Contra esta
sentencia sólo podrá interponerse el recurso de reposición, que deberá fundarse en error de
hecho y deducirse en plazo de 3 días (ej. el tribunal contó mal el plazo). La resolución que
resuelva esta reposición será inapelable.
Si el recurso cumple con ambas condiciones, el tribunal a quo deberá remitir la carpeta
electrónica y todos sus agregados (custodias), debiendo el tribunal de alzada, certificar en la
carpeta electrónica la recepción de la comunicación (art. 779 y 200)103.
Podría ocurrir que el recurrente deduzca recurso de casación en la forma y apelación
conjuntamente, el tribunal deberá pronunciarse sobre el escrito en su totalidad, que contiene
ambos recursos y si se concede en ambos efectos (devolutivo y suspensivo) no se va a
poder cumplir la sentencia y no correspondería que el tribunal determine (para la casación)
las piezas del proceso necesarias para el cumplimiento de la sentencia, porque no es posible
cumplirla.
Las resoluciones que se pronuncian sobre la admisibilidad del recurso se notifican a las
partes por el estado diario104.
5.11.2. Tramitación ante el tribunal superior jerárquico: El tribunal superior tiene que
proceder a ingresar el recurso (en la secretaria de la corte respectiva), para cuyo efecto el
secretario debe cumplir con todas las actuaciones, que son:
a) Anotar el ingreso en el respectivo libro de ingreso (con todos los datos para
individualizar el recurso) asignándole un número de rol o de orden.
b) Dejar constancia del ingreso del recurso en el propio proceso y la fecha de
ingreso105.
5.11.3. Estudio de admisibilidad del recurso por el tribunal superior: El examen de
admisibilidad que en cuenta efectúa el tribunal ad quem respecto del recurso de casación
formal debe recaer en los siguientes elementos:
a) Si la sentencia objeto del recurso es de aquellas contra las cuales lo concede la ley.

103
Tratándose de la causa iniciadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 20.886, código
señalaba que el recurso se concede (en caso de concurrir ambos requisitos) y que se elevan los autos al
superior, y, en la misma resolución, determinar cuáles son los antecedentes que hay que fotocopiar para los
efectos del cumplimiento de la sentencia, porque hay que recordar que el recurso de casación no suspende la
ejecución del fallo, por lo que, la regla general será que haya que realizar las copias (este es un caso de
remisión directa en casación a las normas de la apelación) (art. 776 CPC).
104
Tratándose de la causa iniciadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 20.886, rige, respecto
del recurrente, la misma carga procesal que tenía como apelante, en cuanto a que dentro de los 5 días
siguientes a la notificación de esta resolución, debe depositar en secretaria el dinero suficiente para
confeccionar esas fotocopias. El recurrente tiene que franquear la remisión del proceso al tribunal superior
(significa esto pagar el franqueo que corresponda), artículo 777. Se ha entendido que éste se debe pagar en los
casos en que el tribunal funcione o tenga su sede en una comuna distinta al del tribunal superior que va a
conocer del recurso. Si habiéndose ordenado por el tribunal inferior remitir el proceso al tribunal superior y ha
pasado un tiempo sin que se haya cumplido, y tampoco hay constancia de que se ha producido el franqueo, la
parte contraria, haciendo uso de esta norma, debe solicitar que se tenga por no presentado el recurso; ese es el
apercibimiento del 777, esta norma no contempla un plazo, por lo que siempre se debe solicitar. Esta sería una
segunda causal de deserción. Las fotocopias del proceso junto con el escrito de solicitud de fianza de resultas,
tienen dos posibilidades, o se mantienen en el mismo tribunal o son remitidas al tribunal competente para
conocer de la sentencia (que podría no ser el mismo que pronuncie la sentencia recurrida).
105
Tratándose de la causa iniciadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 20.886, el recurrente y
el recurrido tienen la carga procesal de comparecer ante el tribunal superior en los mismos términos y en las
mismas condiciones que para el recurso de apelación.
b) Si ha sido interpuesto dentro de plazo.
c) Si fue patrocinado por abogado habilitado.
d) Si se menciona expresamente el vicio o defecto en que se funda y la ley que
concede el recurso por la causal que se invoca.
El recurso sólo podrá ser declarado inadmisible siempre y cuando falte alguno de los
requisitos antes indicados y, en caso contrario, se deberá ordenar traer los autos en relación.
Pareciera que ésta es la oportunidad en que la Corte debe verificar si el recurso ha sido
previamente preparado.
En una Corte de Apelaciones este examen le corresponde a la sala tramitadora.
Los resultados del segundo estudio de admisibilidad que hace la corte pueden ser tres:
a) El tribunal puede tenerlo por inadmisible por incumplir algún requisito o
formalidad, esto mediante resolución fundada.
b) Si se estima que el recurso es admisible, se ordenará que se traigan los autos en
relación sin más trámite para que se proceda al conocimiento posterior del recurso.
Estos recursos nunca se conocen en cuenta.
c) La Corte, no obstante haber declarado la inadmisibilidad del recurso, puede estimar
posible una casación de oficio, ordenando traer los autos en relación con la finalidad
de oír a las partes sobre el eventual vicio.
5.11.4. Vista del recurso: El Código, en una remisión al recurso de apelación, dice que
estas reglas se observarán para el recurso de casación, lo que significa que hay que cumplir
todos los trámites formales propios de la vista de la causa: autos decretos en relación,
notificación de las partes, certificación del relator, inclusión en tabla, anuncio, relación y
alegatos. La ley aquí dice que la duración de los alegatos de cada abogado, se limitará a una
hora en los recursos de casación en el fondo, contra la media hora que es la regla general en
las Cortes para las apelaciones. Se pueden deducir conjuntamente los recursos de apelación
y casación, y aquí un abogado se anuncia por cada recurso por separado. Este tiempo es
prorrogable por unanimidad para los alegatos anteriormente referidos.
En la casación los alegatos deben estar referidos a las causales. En el recurso de casación en
la forma hay posibilidad de rendir prueba, esto no es lo habitual, pero puede ocurrir. En los
casos en que la causal del recurso puede constar fehacientemente en el proceso y en este
entendido aquella causal no admite prueba; pero hay otros casos que pueden ocurrir que en
la causal sea controvertida, y que esto no conste en el proceso (ej. juez implicado),
requerirá de acreditación. A petición de parte, el tribunal superior debe abrir un término
prudencial para acreditarla, el cual no puede exceder de 30 días. Es un término especial de
prueba.
5.11.5. Término del recurso: Existe una forma normal de poner término a este recurso, y
hay otras formas que son anormales. La forma normal es con el fallo del recurso, cuando la
Corte resuelve la materia objeto del recurso; y todas las demás formas son anormales,
puesto que lo que las caracteriza es que, en ellas, el juez no se pronuncia sobre la causal que
se dedujo.
Esta resolución que falla un recurso de casación, el Código la denomina sentencia de
casación o sentencia que declara la casación. Según algunos no se trata de un sentencia
definitiva porque no pone término a ninguna instancia. Desde el punto de vista formal, este
fallo siempre acostumbra cumplir con requisitos propios de una sentencia definitiva. En la
parte resolutiva es donde se señala expresamente que se acoge o desecha el recurso, y, si se
acoge, señala expresamente que se anula la sentencia recurrida. Dependiendo de la causal,
también podría determinar en qué estado queda la tramitación del proceso y, además, se
ordena remitir el proceso al tribunal inferior correspondiente a fin de que se continúe con la
tramitación del juicio.
Esa tramitación del proceso debe continuarla un juez no inhabilitado, puesto que el juez que
dictó la sentencia que se recurre queda inhabilitado.
Desde el punto de vista material, siempre habrá un fallo de casación y puede o no haber una
sentencia de reemplazo, lo que dependerá de la causal por la cual se acoja el recurso. Si el
vicio o causal de invalidación de la sentencia se produce fuera de la tramitación del proceso
y, concretamente si se trata de los enunciados en los numerales 4º, 5º 6º y 7º, debe el mismo
tribunal superior dictar sentencia de reemplazo a continuación y sin nueva vista,
separadamente al decir de la ley. El contenido de la sentencia de reemplazo está dado por el
de la sentencia anulada; si se trata de una sentencia definitiva, en principio, ésta deberá
contener la resolución del asunto controvertido.
Si se rechaza el recurso, éste debe mencionarlo expresamente y debe contener los
fundamentos que justifiquen el rechazo.
5.11.6. Otras formas de terminación del recurso: Dentro de las formas anormales está el
desistimiento, entendido como equivalente a la manifestación expresa de voluntad del
recurrente, por escrito, en cuanto a no continuar adelante en la tramitación del recurso. Este
desistimiento se puede hacer valer tanto ante el tribunal inferior como al superior, puesto
que, el único requisito para que concurra, es que la tramitación del recurso esté pendiente.
El desistimiento se revuelve de plano en una resolución en que se tenga por desistido al
recurrente.
La deserción es otra forma anómala que opera como una especie de sanción legal al
incumplimiento de cargas procesales como la comparecencia. Tenemos también, como
formas anómalas de poner término al recurso los acuerdos, o un avenimiento, o incluso una
conciliación.
5.12. Recurso de casación en juicios o reclamaciones que se rigen por leyes especiales:
El artículo 766 inc. 2° dice que el recurso de casación procede respecto de las sentencias
que se dicten en los juicios o reclamaciones regidas por leyes especiales, con las
excepciones que allí mismas se señalan. El código limita las causales de procedencia del
recurso en estas situaciones.
Siempre que se trate de un procedimiento regido por leyes especiales, la ley especial puede
contener aún más limitaciones o derechamente negar la posibilidad de interposición del
recurso. Si ésta nada dice se aplican las reglas del Código.
5.13. Casación en la forma de oficio: La fuente legal que tiene el tribunal para poder casar
o anular de oficio una sentencia es el artículo 775: pueden los tribunales, conociendo por
vía de apelación, consulta o casación o en alguna incidencia, invalidar de oficio las
sentencias cuando los antecedentes del recurso manifiesten que ellas adolecen de vicios que
dan lugar a la casación en la forma, debiendo oír sobre este punto a los abogados que
concurran a alegar en la vista de la causa e indicar a los mismos los posibles vicios sobre
los cuales deberán alegar.
La casación de oficio es una facultad que tienen únicamente los jueces de los tribunales
superiores y no para el mismo tribunal que dicta una sentencia (con ello se diferencia de la
facultad que establece el art. 84 inc. final).
La casación de forma de oficio la podríamos definir diciendo que se trata de una atribución
o facultad que la ley confiere a los tribunales superiores de justicia para que en ciertos casos
puedan, de propia iniciativa, anular o invalidar sentencias dictadas por tribunales inferiores
en los casos en que existan vicios o defectos que constituyen causales del vicio de casación
en la forma.
Constituye una excepción al principio de pasividad de los tribunales establecida en favor de
los litigantes.
El tribunal superior, al hacer uso de esta facultad, no está afecto a las limitaciones que
tienen las partes para su interposición, y no interesa tampoco si la parte que resulta
agraviada reclamó o no; tampoco (suponiendo que la parte dedujo casación por otras
causales) es impedimento que se hayan desechado las causales que invocó el recurrente
para que la Corte utilice otras.
Invalidándose de oficio hay que determinar igualmente cuál es el estado en que queda el
proceso y ordenar devolver el proceso al tribunal inferior para la continuación de la
tramitación dependiendo del estado en que debe quedar el juicio; o, la otra posibilidad es
que, anulándose la sentencia, la Corte, separadamente y sin nueva vista, dicte la sentencia
que corresponde.
Es posible que en esta etapa el tribunal detecte de oficio que el defecto de que adolece la
sentencia es la falta de pronunciamiento sobre alguna acción o excepción, la Corte puede
limitarse a devolver el expediente para que el juez complete el fallo o proceder a casación
de oficio.
6. Recurso de casación en el fondo:
6.1. Concepto: No hay definición legal respecto de este recurso, el artículo 764 señala la
finalidad del recurso de casación en general, que es aplicable a las dos casaciones: El
recurso de casación se concede para invalidar una sentencia en los casos expresamente
señalados por la ley. El artículo 765 dice que es de dos especies, y que es de casación en el
fondo en el caso del artículo 767.
Conforme a los artículos anteriores podemos definir el recurso de casación en el fondo
como un recurso de carácter extraordinario, que la ley concede a la parte agraviada con
determinadas sentencias, con la finalidad de obtener su invalidación en los casos en que han
sido dictadas o pronunciadas con infracción de ley y esta infracción haya influido
sustancialmente en los dispositivo de la sentencia.
Del art. 767 desprendemos que la única causal del recurso de casación en el fondo es la
infracción de ley con influencia sustancial en lo dispositivo de la sentencia.
Se ha definido como es un acto jurídico procesal de parte agraviada con determinadas
resoluciones judiciales, para obtener de la Corte Suprema que las invalide por haberse
pronunciado con una infracción de la ley que ha influido substancialmente en lo dispositivo
del fallo, y que las reemplace por otra resolución en que la ley se aplique correctamente.
6.2. Características:
a) Es un recurso extraordinario, porque procede únicamente por la concurrencia de las
causales indicadas.
b) Es un recurso devolutivo, porque es conocido y fallado por un tribunal superior
distinto del que pronunció la sentencia recurrida.
c) Es de derecho estricto, se deben cumplir requisitos de admisibilidad y formalidades.
d) La competencia de la Corte Suprema está limitada a la causal invocada.
e) No constituye instancia.
f) La labor de la Corte Suprema es determinar si la ley fue o no correctamente
aplicada al caso concreto.
6.3. Resoluciones susceptibles de casación en el fondo: Conforme al art. 767, este recurso
tiene lugar contra sentencias definitivas e interlocutorias y siempre que estas últimas
pongan término al juicio o bien hagan imposible su continuación y que sean inapelables.
Otro requisito es que estas resoluciones deben haber sido dictadas por una Corte de
Apelaciones, o bien por un tribunal arbitral de segunda instancia constituido por árbitros de
derecho cuando estos hayan conocido negocios de la competencia de dichas cortes.
6.4. Causales del recurso: Conforme al art. 767 existe una única causal del recurso de
casación en el fondo, la cual consiste en la infracción de ley con influencia sustancial en lo
dispositivo de la sentencia. Dicho esto, para que proceda esta causal, se deben cumplir dos
requisitos:
a) Que exista infracción a la ley: El Código no dice qué debe entenderse por infracción de
ley, la doctrina señala que fundamentalmente se entiende así en tres situaciones:
 Cuando la sentencia contraviene formalmente lo que la ley dice. Cuando el juez o el
tribunal prescinde abiertamente del tenor literal de la norma.
 Cuando en la sentencia se hace una interpretación errónea de la ley. En este caso se
aplica la ley pero se le da un sentido distinto, infringiendo alguna de las normas de
interpretación del Código Civil.
 Cuando la sentencia hace una falsa aplicación de la ley, es decir, el tribunal aplica
una norma legal en casos para los cuales no fue prevista, o bien, no la aplica a los
casos específicos en que debe ser aplicada.
b) Que dicha infracción a la ley influya sustancialmente en lo dispositivo de la
sentencia: La expresión ley aquí está tomada en sentido amplio, como sinónimo de norma
jurídica. La doctrina distingue entre las leyes ordenatorias de la litis y las decisorias de la
litis. La única exigencia es que la ley sea determinante en la decisión jurisdiccional de la
sentencia.
6.5. Limitaciones para la interposición del recurso:
a) Causales del recurso de casación en la forma: Cuando se incurre en aquellas causales
también hay infracción de ley, pero estas infracciones están previstas como agravios
específicos del recurso de casación en la forma y en virtud del principio de especialidad
deberá interponerse un recurso de casación en la forma y no de fondo.
b) Los hechos del pleito: Es un recurso de derecho, se excluyen los hechos del juicio, la
Corte Suprema no puede entrar a modificar los hechos que han sido dados por establecidos
por los jueces en la instancia respectiva, ellos son inamovibles.
6.6. Caso en que se infringen las normas reguladoras de la prueba: Conforme al art.
807, en el recurso de casación en el fondo no se podrán admitir ni decretar de oficio
pruebas de ninguna clase que tiendan a establecer o esclarecer los hechos controvertidos en
el juicio. Esta regla tiene una excepción que ha sostenido la Corte Suprema, la que ocurre
cuando el tribunal ha infringido las reglas reguladoras de la prueba: peso de la prueba,
medios de prueba, valor probatorio.
Infringiéndose estas normas resulta evidente que los hechos han quedado mal establecidos,
por lo que la Corte Suprema ha dicho que, en estos casos, no tiene sentido acoger el recurso
sin poder modificar los hechos, de modo que en esta situación la Corte modifica los hechos
y posteriormente aplica correctamente el derecho.
6.7. Interposición del recurso: Debe interponerse por la parte agraviada, es decir, debe
tratarse de una parte en el juicio y debe resultar personalmente agraviado por la infracción
de ley que está denunciando.
Se interpone ante el tribunal que pronuncia la resolución, para ante la Corte Suprema, por
escrito, dentro del plazo de 15 días siguientes a la notificación de la sentencia contra la cual
se recurre, sin perjuicio de lo establecido en el art. 791 (art. 770).
En caso que se deduzca recurso de casación de forma y fondo en contra de una misma
resolución deben interponerse simultáneamente y en un mismo escrito. El plazo de
interposición del recurso de casación en el fondo, presenta las mismas características de los
plazos de todos los recursos (fatal, individual, de días, improrrogable, no se puede
suspender, etcétera).
El escrito de interposición del recurso debe contener:
a) Debe expresar en qué consiste el o los errores de derecho de que adolece la
sentencia recurrida. Debe señalar en concreto cuales son las normas legales
infringidas.
b) Debe señalar de qué modo ese o esos errores influyen sustancialmente en lo
dispositivo del fallo.
c) Debe ser patrocinado por un abogado habilitado que no sea procurador del número.
Una vez presentado, no se pueden hacer variaciones al escrito (art. 774).
6.8. Efectos del recurso de casación en el fondo: El recurso de casación no suspende la
ejecución de la sentencia, salvo cuando su cumplimiento haga imposible llevar a efecto la
que se dicte si se acoge el recurso (art. 773) o cuando el recurrente haga uso de su derecho a
exigir que se rinda fianza de resultas.
6.9. Tramitación:
6.9.1. Tramitación ante el tribunal inferior: Presentado el escrito, el tribunal inferior
examinará dos aspectos: oportunidad y patrocinio (art. 776). Cualquiera de esos requisitos
que falte lleva a que el tribunal declare inadmisible el recurso sin más trámite (art. 778). Si
cumple ambos requisitos, el tribunal ordenará remitir la carpeta electrónica al superior
jerárquico.
6.9.2. Tramitación ante el tribunal superior: Recepcionada la carpeta electrónica, se
debe dejar constancia de su recepción por el tribunal de casación. El art. 780 dispone que,
interpuesto el recurso de casación en el fondo, cualquiera de las partes podrá solicitar,
dentro del plazo para hacerse parte en el tribunal ad quem, que el recurso sea conocido y
resuelto por el pleno del tribunal. La petición solo podrá fundarse en el hecho que la Corte
Suprema, en fallos diversos, ha sostenido distintas interpretaciones sobre la materia de
derecho objeto del recurso. Como ya no existe el plazo para hacerse parte se entiende que
esta petición debe plantearse dentro de 5 días desde que se deja constancia de la recepción
de la carpeta electrónica.
La Corte Suprema examina la admisibilidad del recurso, en cuenta, en la sala especializada
que corresponda según la materia del proceso. Aquí se revisan todos los aspectos de la
admisibilidad, es decir, si la sentencia es o no de aquellas recurribles, si se interpuso dentro
de plazo y si cumple con los requisitos formales.
En este caso no se examina la preparación del recuso, es improcedente, porque se considera
el momento en que se produce el vicio, lo cual ocurre al momento de dictarse la sentencia y
no durante el proceso.
6.9.3. Resultado del estudio de admisibilidad: Las posibilidades son:
a) Que la Corte estime que hay mérito para considerarlo inadmisible, dictando una
resolución en este sentido.
b) Que la Corte lo estime admisible, ordenando traer los autos en relación para
proceder a la vista del recurso.
c) Si en opinión unánime de los miembros integrantes de la sala el recurso adolece de
manifiesta falta de fundamento, lo puede rechazar de inmediato (art. 782). Esta
resolución es susceptible de reposición.
d) Que la Corte declare inadmisible el recurso y, no obstante, ordene traer autos en
relación cuando advierta una posible casación de oficio.
6.9.4. Conocimiento y fallo del recurso: Las partes podrán, hasta la vista del recurso,
consignar las observaciones que estimen convenientes para el fallo del recurso (art. 783),
además podrían presentar por escrito un informe en derecho (art. 805).
El conocimiento del recurso es previa vista de la causa, en el cual se observan las reglas
establecidas para las apelaciones. La duración de los alegatos se puede extender hasta por 2
horas. En este recurso no se admite prueba, es únicamente de derecho.
La ley no establece los requisitos que debe cumplir la sentencia de casación, no obstante, en
la práctica los tribunales siguen las mismas normas que para el fallo de una sentencia
definitiva. En su parte considerativa, el tribunal señalará los razonamientos tendientes a
demostrar si existió o no infracción de ley, es decir, si concurre o no la causal alegada, y
debe señalar la influencia de la infracción en lo dispositivo de la sentencia recurrida. En la
parte dispositiva, señalará si el recurso es admitido o rechazado y si la sentencia impugnada
es nula o válida.
Si el recurso se rechaza, la sentencia impugnada es plenamente válida, y el tribunal
devuelve el proceso al tribunal inferior para que se dicte el cúmplase respectivo. Si acoge el
recurso, el fallo debe señalar que anula la sentencia recurrida, y acto continuo, sin nueva
vista y separadamente, se procede a dictar sentencia de reemplazo (art. 785). Esta sentencia
de reemplazo pasa a ocupar el lugar de la sentencia anulada y participa de la misma
naturaleza jurídica que tenía la resolución anulada, de manera que, puede ser una sentencia
definitiva o una interlocutoria.
La sentencia de reemplazo deberá ajustarse a los requisitos propios de la sentencia
reemplazada, reproduciendo los fundamentos de derecho que se mantienen de la resolución
casada, así como la parte del fallo que no resulta afectada.
6.10. Casación en el fondo de oficio: Según el art. 785, la Corte Suprema puede rechazar
un recurso de casación en el fondo por defectos en su formalización, teniendo la facultad
oficiosa de invalidar la sentencia objeto del recurso en la medida que se cumplan las
exigencias que la ley establece, es decir, que exista infracción de ley y que tenga influencia
sustancial en lo dispositivo del fallo.
7. Plazos para fallar los recursos de casación:
7.1. Recurso de casación en la forma: 20 días contados desde el término de la vista de la
causa (art. 806), pero se ha entendido que por la ubicación de esta norma (disposiciones
especiales), este plazo se aplica sólo a la Corte Suprema. El plazo tratándose de las Cortes
de Apelaciones es de 30 días, aplicándose la regla general.
7.2. Casación en el fondo: 40 días contados desde el día en que haya terminado la vista
(art. 805).

VII. Nulidad Procesal.


1. Concepto:
Es la sanción que priva a un acto o actuación del proceso de los efectos normales previstos
en la ley, cuando en su ejecución no se han guardado las formas prescritas para aquella.
Su finalidad es evitar, por resolución judicial, que del acto viciado deriven aquellas
consecuencias establecidas por el legislador para las actuaciones normales, debido a que,
por estar afectado por una irregularidad, ha perdido idoneidad para generar los fines que le
son inherentes.
No está definida en el Código, sólo existen manifestaciones de ella en disposiciones
aisladas y diseminadas.
2. Características:
a) Debe ser declarada judicialmente: No hay nulidad procesal si no existe resolución
judicial que así lo declare. Mientras no medie esa resolución, se le va a atribuir al acto
todos los efectos normales que puede producir un acto válido, y si no se reclama de ese
vicio, el acto viciado va a quedar saneado una vez se termine el pleito. La nulidad procesal
sólo opera mientras el proceso esté pendiente y dentro de los límites del juicio.
Puede ser declarada a petición de la parte afectada o de oficio (art. 83).
No obstante, hay situaciones en que el Código contiene manifestaciones del principio de la
inexistencia, que va más allá de la nulidad, y esa inexistencia opera de pleno derecho, sin
necesidad de petición de parte (ej. art. 256 que permite al juez rechazar la demanda cuando
no cumple con algunos de los requisitos del art. 254).
b) Debe ser alegada por las partes: Sin perjuicio de la declaración oficiosa. Lo normal es
que la pidan las partes perjudicadas con el vicio.
3. Sujeto activo:
Para ser titular de la nulidad procesal se requiere (art. 83):
a) Que el solicitante sea parte en el respectivo proceso.
b) Que sea parte agraviada por la irregularidad del acto.
c) Que esa parte no sea causante del vicio del cual reclama, ni tampoco haber
contribuido a su materialización.
4. Principios de la nulidad procesal:
En doctrina, la nulidad procesal se rige por los siguientes principios, antes de analizarlos, se
debe tener en cuenta que, en todo caso, hay una regla general en materia de nulidad
procesal: no hay nulidad procesal sin daño.
4.1. Principio de la especificidad: Se relaciona con el principio de la trascendencia,
consiste en que no hay nulidad procesal sin ley específica que la establezca, en atención a
que, siendo una sanción excepcional sólo puede decretarse en los casos expresamente
señalados.
Este principio no tiene cabida en Chile, ya que, no obstante su carácter de sanción, la
nulidad procesal se aplica a todos aquellos actos del proceso ejecutados imperfectamente.
Entre nosotros es una sanción genérica, amplísima, destinada a restar eficacia a las
diligencias afectadas de vicios de procedimiento.
No obstante, el Código de Procedimiento Civil contiene manifestaciones sobre la materia
en varios preceptos aislados. Por el contrario, cabe recordar que en ciertos casos el
legislador prescribe especialmente que determinados vicios o irregularidades procesales no
tienen la virtud de producir la nulidad de los actos en que se cometieron, lo que significa
que, a contrario sensu, los demás defectos producen indiscriminada y generalmente tal
sanción.
Sin embargo, en ciertas ocasiones, el legislador cambia de parecer y acoge el principio de la
especificidad, lo que constituye la excepción que confirma la regla general en contrario.
Ello ocurre en el recurso de casación en la forma.
4.2. Principio de la trascendencia: Procede la nulidad de un acto del proceso cuando la
irregularidad que le sirve de antecedente corrompe su substancia y le impide cumplir el fin
para el que fue establecido en la ley. Es posible solicitar y obtener la nulidad en los casos
de haberse incurrido en defectos formales que de alguna manera signifiquen una desviación
de la norma de procedimiento que la rige, aunque ella no sea grave.
Lo anterior tiene una limitación, el apartamiento de la ley debe dar lugar a una injusticia,
causar agravios reparables con la nulidad del acto viciado. Los tribunales sólo pueden
declarar la nulidad cuando el acto afectar particularmente a las partes o en general al orden
público.
Los tribunales pueden declarar de oficio la ineficacia de los actos que constituyen la
estructura misma del proceso y que le dan carácter de instrumento idóneo para cumplir la
función constitucional de administrar justicia, porque en su ejecución está comprometido el
interés público.
4.3. Principio de la extensión: La nulidad de un acto del proceso comunica sus efectos de
ineficacia a todas aquellas actuaciones del mismo que son una consecuencia directa de él.
Los diversos actos formativos del proceso están encadenados entre sí, de manera que hay
una íntima relación entre ellos. Algunos sirven de antecedente indispensable de los demás,
los que se van edificando sobre tales actos. De ahí, entonces, que la ineficacia de una
actuación de esta naturaleza no sólo a ella afecta, sino que se extiende a otras que, aunque
válidamente ejecutadas, se han constituido sobre esa diligencia procesal, llegando en ciertos
casos la ineficacia a todo proceso.
4.4. Principio de la convalidación de los actos viciados: La ineficacia de algún acto del
proceso sólo puede alegarse y declarase en la etapa procesal que corresponda y en todo
caso durante el trascurso del juicio. Si así no sucede, los vicios cometidos quedan saneados
y convalidados las actuaciones irregularmente ejecutadas, las que producirán todos los
efectos previstos en la ley. De acuerdo con el art. 175, terminado el proceso por resolución
ejecutoriada emerge el efecto de la autoridad de cosa juzgada, que impide volver a discutir
entre las partes lo resuelto en él, y cuestionar la corrección de las actuaciones procesales allí
verificadas.
Para determinar en qué momento preciso de su desarrollo se produce la convalidación de
los actos irregulares, se debe distinguir entre actuaciones procesales esenciales y aquellas
complementarias. Alguna las considera como absolutamente necesarias para la estructura
del juicio, de manera que si se omiten o se ejecutan de manera imperfecta, provocan la
ineficacia o nulidad de todo lo obrado. La existencia de esta categoría de actos la reconoce
expresamente el legislador en el artículo 84 inciso tercero. La jurisprudencia incluye dentro
de estos actos los formativos de la relación procesal: la capacidad de las partes, la
notificación de la demanda, el emplazamiento en general, la competencia absoluta del
tribunal, la recepción de la causa a prueba cuando procede, entre otros.
Frente a esos actos esenciales existen otros complementarios de ellos, que si bien son
normales en el desarrollo del proceso, no tienen dentro de él la misma trascendencia. Esos
últimos miran exclusivamente al interés particular de los litigantes, de manera que si se
ejecutan defectuosamente, su nulidad no se extiende a todo el proceso sino que sólo se
circunscribe a ellos o a los que son su consecuencia inmediata. Pertenecen a esta categoría,
por ejemplo, la réplica, la dúplica, la declaración de un testigo, etc.
4.4.1. Nulidad de actos esenciales: Puede solicitarse por la parte agraviada o ser declarada
de oficio por el tribunal, en atención a que tales actos miran al orden público. Los litigantes
pueden formular la respectiva petición, incidentalmente, en cualquier etapa del proceso, aun
después de haber sido citadas para oír sentencia en primera instancia, y hasta la vista de la
causa en segunda. Si se trata de la nulidad de la sentencia, se perseguirá ella por vía de la
casación en la forma.
El tribunal puede declarar de oficio la nulidad de actos esenciales del proceso cuando el
vicio aparece de manifiesto en autos. Está habilitado para hacerlo hasta que se produzca el
desasimiento, lo que ocurre con la notificación de la sentencia a alguno de los litigantes.
4.4.2. Nulidad de actos complementarios: Debe solicitarse por la parte agraviada. La
petición se hará, a falta de norma especial, en las oportunidades normales de interposición
de incidentes ordinarios, esto es, por regla general, tan pronto como la irregularidad llegue
a conocimiento del litigante que reclama de ella, extinguiéndose el derecho a impetrar la
nulidad si él practica una gestión posterior en el proceso con fines diferentes.
La convalidación de los actos viciados del proceso se produce por el simple hecho de no
formularse el incidente de nulidad en la oportunidad establecida por la ley.
La declaración de nulidad de los actos no esenciales del proceso escapa de la función
oficiosa del tribunal.
4.4.3. Clasificación de la convalidación:
a) Definitiva: Se da cuando la resolución que pone término al juicio queda firme, operando
la cosa juzgada. El Código no contempla en forma expresa a este tipo de convalidación y
sólo es posible extraerla de los principios generales que gobiernan la cosa juzgada.
b) Anticipada: Ocurre cuando el litigante que está habilitado para solicitar la nulidad deja
pasar la oportunidad señalada en la ley para hacerlo (preclusión).
El art. 83 inc. 2° señala que la parte que ha convalidado tácita o expresamente le acto nulo,
no podrá demandar la nulidad.
 Tácita anticipada: Se da cuando el titular que pudo ejercer la acción de nulidad deja
pasar la oportunidad para hacerlo. También se le conoce como convalidación por
conformidad.
 Expresa anticipada: El perjudicado con el vicio realiza actuaciones que manifiestan
conocimiento del acto irregular, sin reclamar de la nulidad del mismo,
contribuyendo a que el acto cumpla los fines que la ley previó para él. Se le llama
convalidación por confirmación106.
c) Convalidación por ratificación: La parte que incurrió en un vicio al tiempo de verificar
o realizar un trámite, diligencia o actuación, posteriormente y antes de pedir la nulidad del
acto, lo ratifica, corrigiendo el error en que haya incurrido.
5. Titulares de la nulidad procesal:
5.1. La parte agraviada: Para que pueda pedirse la nulidad procesal por la parte que
supone que sufre el perjuicio se requiere que:
a) Sea parte en el proceso, concepto que incluye a los terceros relativos.
b) Debe ser parte agraviada con la irregularidad que le afecta a ese acto. El agravio o
perjuicio tiene que ser reparable sólo con la invalidación del fallo.
c) El peticionario de la nulidad no debe ser causante del vicio (art. 83).
Además de la situación recién indicada del art. 83, tampoco puede recurrir de nulidad aquel
que ha concurrido a la materialización del vicio, ni aquel que ha convalidado expresa o
tácitamente el vicio.

106
Ej. Se le notifica por el estado diario debiendo haberse notificado por cédula, no obstante, apela de la
sentencia dentro de plazo.
La parte habilitada para impetrar la nulidad procesal puede hacerlo a través de un incidente,
durante cualquier etapa del proceso.
5.2. El tribunal: Está facultado para actuar oficiosamente en ciertos casos y declarar la
nulidad en virtud de haberse cometido un vicio o irregularidad en una determinada
actuación. La actuación de oficio del tribunal sólo es permisible en la medida que se refiera
a actos esenciales de la sustanciación del proceso, en los que está comprometido el interés
público.
Para hacer uso de esta facultad, el juez debe estarse al mérito del proceso. Puede hacerlo
desde hasta que opere el desasimiento.
6. Medios para alegar la nulidad procesal:
6.1. Medios directos: Son aquellos cuya finalidad precisa es obtener una declaración
judicial de ineficacia de algún acto procesal. Se encuentran establecidos en la ley en forma
exclusiva para lograr esta finalidad:
a) Incidente de nulidad procesal: Constituido por una petición de nulidad formulada por
una de las partes, la que es accesoria al juicio y requiere un especial pronunciamiento del
tribunal.
b) Excepciones dilatorias: Si bien son incidentes, la ley las regula especialmente en los
arts. 303 y siguientes. Su finalidad es corregir vicios del procedimiento, sin afectar el fondo
de la cuestión debatida.
c) Recurso de casación en la forma: Establecido para invalidar ciertas resoluciones que
han sido dictadas con omisión de determinados requisitos o formalidades procesales, o
bien, que inciden en un procedimiento vicioso.
d) Facultad de los tribunales para declarar de oficio la nulidad: Se consagra en los arts.
83, 84, 775 (casación en la forma de oficio) y 785 (casación en el fondo de oficio).
6.2. Medios indirectos: Son aquellos que no persiguen en forma exclusiva la nulidad o
ineficacia del procedimiento, pero puede lograrse la nulidad procesal:
a) Recurso de reposición.
b) Recurso de apelación.
c) Recurso de queja.
d) Recurso de revisión.
La jurisprudencia ha sostenido que no puede prosperar la petición de nulidad de un acto si
no se utiliza el medio adecuado.
7. Facultad oficiosa del tribunal para declarar la nulidad:
El art. 84 inciso final señala que el juez podrá corregir de oficio los errores que observe en
la tramitación del proceso. Podrá asimismo tomar las medidas que tiendan a evitar la
nulidad de los actos del procedimiento. No podrá, sin embargo, subsanar las actuaciones
viciadas en razón de haberse realizado éstas fuera del plazo fatal indicado por la ley.
La jurisprudencia ha entendido que esta facultad oficiosa sólo puede ejercerse en la medida
que aluda a los denominados actos esenciales del proceso, los cuales son:
a) Incompetencia absoluta del tribunal.
b) Los relativos a la capacidad de las partes.
c) Los relativos a la falta de personería o representación legal de las partes.
d) Los relacionados con el emplazamiento de las partes.
7.1. Alcance de la facultad del art. 84 inc. final: Su objetivo final es la declaración de
nulidad, pero también contempla la posibilidad de que el juez ordene corregir los errores
que observe en la tramitación del proceso y cuya omisión o irregularidad produjo la nulidad
que está declarando. También le permite al juez tomar las medidas necesarias que tiendan a
evitar la nulidad de los actos de procedimiento.
El límite está en que no puede subsanar las actuaciones viciadas en razón de haberse
efectuado ellas fuera de los plazos legales.
7.2. Oportunidad: La regla general es que el tribunal puede declarar de oficio la nulidad
en cualquier estado del juicio, en la medida en que no haya operado el desasimiento del
tribunal. Esta facultad no puede verificarse sino dentro del juicio y antes de que haya
determinado en forma definitiva (in limine litis).
Por lo demás, para que el juez pueda hacer uso de esta facultad se requiere que el vicio
aparezca de manifiesto dentro de la causa.

EJECUCIÓN Y PROCEDIMIENTOS ESPECIALES


I. El Proceso de Ejecución.
1. Generalidades:
La actividad jurisdiccional del Estado no se limita a la sola función de declarar el derecho,
sino que comprende también la ejecución del mismo: La facultad de conocer las causas
civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente
a los tribunales establecidos por la ley (art. 76 CPR).
El Estado debe entregar los medios de coacción necesarios para que lo ordenado en una
sentencia tenga efectividad práctica. Si el cumplimiento por parte del deudor no es
voluntario, procede la ejecución. Para entrar en la fase de ejecución lo primero que se exige
es un título ejecutivo.
Se discute el carácter de juicio del procedimiento ejecutivo, porque un juicio normal inicia
por demanda y termina con una sentencia, en cambio, el juicio ejecutivo puede terminar sin
que se dicte sentencia cuando el deudor no opone excepciones (art. 472).
2. Proceso de ejecución:
Es el conjunto de actuaciones coactivas cuyo fin es la satisfacción del interés económico
del acreedor a costa del patrimonio del deudor.
Entre el proceso de declaración y el de ejecución existe una unión lógica: Cuando surge una
controversia entre particulares primero hay que determinar quién y en qué medida es
mamparado por el derecho, y solo cuando esta cuestión ha quedado definitivamente
decidida (cosa juzgada) ha de plantearse una eventual actuación práctica. La vinculación se
produce específicamente con el proceso declarativo de condena pues es el único que
establece un deber de prestación (dar, hacer o no hacer), en los procesos meramente
declarativos y constitutivos no se impone un deber de prestación.
3. Regulación del proceso de ejecución:
El Código no presenta una regulación unitaria, regula el proceso de ejecución de títulos
jurisdiccionales (sentencias) en el Título XIX del Libro I “De la ejecución de las
resoluciones”, arts. 231 y siguientes, y en el Libro III la ejecución de títulos extrajudiciales
bajo la denominación de juicio ejecutivo.
4. La acción ejecutiva:
Es el derecho a obtener del tribunal que se haga efectivo en el patrimonio del ejecutado el
deber de prestación contenido en el título ejecutivo.
Para iniciar la ejecución basta con que la demanda o solicitud ejecutiva cumpla con los
presupuestos generales y la aportación del título ejecutivo.
Los requisitos para que proceda la acción ejecutiva son:
a) Que la obligación conste en un título ejecutivo.
b) Que la obligación sea liquida y actualmente exigible.
c) Que no se encuentre prescrita.
5. El Título ejecutivo:
Es el documento al que la ley confiere la eficacia suficiente para obtener el despacho de la
ejecución. El documento debe ser representativo de ciertos actos jurídicos, como una
sentencia o un contrato.
El título ejecutivo por excelencia es la sentencia, la base de la teoría del título ejecutivo es
darle a ciertos documentos la misma eficacia que a una resolución judicial, lo que supuso
una transformación trascendental, el listado de títulos ejecutivos fue creciendo atendiendo a
otros factores. Básicamente todos los títulos cumplen la misma razón de ser, dan una
certeza del derecho más o menos equivalente a la sentencia.
El catálogo de títulos ejecutivo se encuentra en el art. 434.
6. Formas de ejecución:
En el Código de Procedimiento Civil se regulan dos grandes procesos de ejecución y el
criterio de clasificación atiende al carácter del título, a su condición de judicial o no
judicial.
El proceso del Libro I esta dado para un determinado título ejecutivo que son las sentencias
judiciales, y el juicio ejecutivo del Libro III se aplica a los demás títulos ejecutivos.

II. Cumplimiento de las Resoluciones Judiciales pronunciadas por


Tribunales Chilenos107.
1. Cuestiones Generales:
La facultad de los tribunales de hacer cumplir o ejecutar las resoluciones dictadas por ellos
recibe el nombre de imperio, que se encuentra consagrado en el art. 76 inc. 1° de la
Constitución. Para ejecutar sus resoluciones, los tribunales podrán impartir órdenes en
forma directa a la fuerza pública y la autoridad requerida deberá cumplir sin más trámite el
mandato judicial.
El Título XIX del Libro I, “De la ejecución de las resoluciones”, abarca los artículos 231 a
251 y distingue según se trate del cumplimiento o ejecución de resoluciones pronunciadas
por tribunales chilenos o extranjeros.
2. Resoluciones que pueden cumplirse:
La ejecución de las resoluciones corresponde a los tribunales que las hayan pronunciado en
primera o en única instancia. Se procederá a ella una vez que las resoluciones queden
ejecutoriadas o causen ejecutoria en conformidad a la ley (art. 231).
El Código reconoce la existencia de 4 tipos de resoluciones: autos, decretos, sentencias
interlocutorias y sentencias definitivas. Para que estas puedan ser susceptibles de
ejecutarse, deben encontrarse ejecutoriadas o al menos causar ejecutoria.
Conforme al art. 174, una resolución se encuentra firme o ejecutoriada en los siguientes
casos:
a) Desde el momento en que ha sido notificada a las partes, cuando no procede en su
contra recurso alguno.
b) Cuando procediendo en contra de esa resolución algún recurso, transcurren los
plazos establecidos por la ley para su interposición sin que ellos sean deducidos.
c) Cuando habiéndose interpuesto algún recurso en contra de esa resolución, ha sido
resuelto y notificado a las partes la resolución del tribunal inferior que la ordena
cumplir (cúmplase).
Por otra parte, las resoluciones causan ejecutoria en aquellos casos en que, no obstante
encontrarse pendientes los plazos para interponer recursos, o que habiéndose deducido
éstos aún no han sido resueltos por el tribunal superior, la ley señala expresamente que
pueden cumplirse de inmediato (ej. cuando se concede apelación en el solo efecto
devolutivo). Estas resoluciones son susceptibles de cumplirse dentro del mismo
procedimiento.
107
a.- Tribunal competente para su cumplimiento; b.- Clases de procedimientos. Generalidades.
3. Necesidad del cumplimiento forzado de las resoluciones:
La circunstancia de dictarse una resolución no va a significar necesariamente el
cumplimiento forzado de la misma, así, no es necesario en los siguientes casos:
a) Casos en que se cumplen simplemente a través del trámite procesal que ellas
disponen (ej. traslado se cumple sea evacuado o dejando pasar el plazo).
b) Resoluciones meramente declarativas de derechos que no requieren trámites
posteriores para su cumplimiento.
c) Cumplimiento voluntario por el obligado.
4. Tribunal competente:
La regla general, conforme a lo dispuesto en el art. 231 inc. 1°, es que el tribunal
competente para conocer del cumplimiento de una resolución judicial es aquél que conoció
del asunto en primera o única instancia, sea que el tribunal superior haya mantenido su
resolución o la haya cambiado o revocado.
Excepcionalmente le corresponderá conocer a un tribunal distinto en los casos siguientes:
a) Los tribunales que conocen de los recursos de apelación, casación y revisión,
ejecutarán los fallos que ellos mismos dicten para la tramitación o sustanciación de
esos recursos y también podrán ordenar el pago de las costas adeudadas a los
funcionarios que hayan intervenido en ellos (art. 231 inc. 2°).
b) Cuando la ejecución de una sentencia definitiva haga necesaria la iniciación de un
juicio ejecutivo, éste podrá deducirse ante el mismo tribunal que dictó la sentencia
que se trata de cumplir en primera o única instancia, o ante el tribunal competente
conforme a las reglas generales, a elección de la parte que haya obtenido en el pleito
(el ejecutante) (art. 232).
5. Formas de cumplir las resoluciones judiciales:
5.1. Ejecución de sentencias definitivas:
5.1.1. Ante el mismo tribunal que la dictó: Si el cumplimiento se solicita dentro del plazo
de un año desde que la ejecución se hizo exigible se aplica el procedimiento ejecutivo
especial que contemplan los arts. 233 y siguientes, procedimiento que se conoce con el
nombre de ejecución incidental.
Si el cumplimiento se solicita después de vencido el término de un año y la sentencia es de
aquellas que ordena el pago de prestaciones de dar, hacer o no hacer, corresponderá aplicar
las normas del procedimiento ejecutivo ordinario, con la particularidad de que en él no se
podrán hacer valer excepciones que hayan podido alegarse en el juicio declarativo anterior
(art. 237).
5.1.2. Ante tribunal diverso: El ejecutante deberá deducir su demanda conforme a las
reglas generales del juicio ejecutivo ordinario, con la misma limitación en cuanto no podrá
alegar excepciones que debió hacer valer en el juicio declarativo (art. 237). Este
procedimiento se aplicará independiente si se solicita el cumplimiento antes o después de
un año desde que se hizo exigible, toda vez que la ejecución incidental solo procede ante el
mismo tribunal que dictó la sentencia.
5.2. Ejecución de otras resoluciones: Cuando se trate del cumplimiento de resoluciones
no comprendidas en los artículos 233 a 237, corresponderá al juez de la causa dictar las
medidas conducentes a ello, pudiendo al efecto imponer multas que no excedan de 1 UTM
o arresto de hasta 2 meses, determinados prudencialmente por el tribunal, sin perjuicio de
repetir el apremio (art. 238).
5.3. Ejecuciones especiales: Si la ley señala una forma especial de cumplir una sentencia
debe estarse a lo que la norma especial establezca (art. 233 inc. 1°).
5.3.1. En los juicios de hacienda: Si el Fisco es condenado al pago de una prestación, el
art. 752 señala que la sentencia deberá ser cumplida por la autoridad correspondiente dentro
del plazo de 60 días desde que reciba el oficio del tribunal adjuntándole copia de la
sentencia con certificado de encontrarse ejecutoriada.
5.3.2. Sentencias que ordenan el pago de prestaciones periódicas: Si el deudor retarda el
pago de dos o más pensiones, el juez podrá compelerlo a prestar seguridades para el pago
como convertir las prestaciones en intereses de un capital. La petición que se formule en
este sentido se someterá a los trámites de los incidentes (art. 236).
5.3.3. Reclamaciones de obligados a restituir un bien mueble o inmueble: Las
reclamaciones que el obligado a restituir alguno de estos bienes tenga derecho a deducir en
razón de prestaciones a que esté obligado el vencedor y que no ha hecho valer en el proceso
en el que se dictó la sentencia que se trata de cumplir, se tramitarán en forma incidental,
con audiencia de las partes, sin interrumpir el cumplimiento de la sentencia, salvo que la
ley disponga lo contrario, como por ejemplo cuando existe derecho legal de retención (art.
239).
5.3.4. Quebrantamiento de resoluciones: El tribunal tendrá derecho para decretar las
medidas encaminadas a dejar sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo
ejecutado. Por otra parte, el que quebrante lo ordenado cumplir, será sancionado
criminalmente con la pena de reclusión menor en su grado medio a máximo (art. 240).
6. El procedimiento ejecutivo incidental:
Cuando se solicita el cumplimiento de una sentencia ante el mismo tribunal que la dictó
dentro del plazo de un año desde que la obligación se hizo exigible, corresponde aplicar el
procedimiento ejecutivo especial conocido como ejecución del fallo, regulado en los
artículos 233 a 235.
6.1. Solicitud del vencedor: La parte que obtuvo sentencia condenatoria en contra de la
parte contraria en juicio declarativo deberá presentar ante el mismo tribunal una demanda
ejecutiva incidental solicitando el cumplimiento forzado de dicho fallo. Se pide a través de
una solicitud escrita al tribunal “cumplimiento con citación”.
6.2. Resolución del tribunal: El juez examinará el escrito y si en la especie aparece que la
sentencia se encuentra ejecutoriada o causa ejecutoria y el cumplimiento se ha solicitado
dentro del plazo de un año desde que la obligación se hizo exigible, dará curso a la
demanda dictando una resolución “como se pide, con citación”, es decir, se dará un plazo
de 3 días al ejecutado para que este pueda oponerse a la ejecución mediante alguna de las
excepciones que la ley señala en forma taxativa.
6.3. Notificación: La resolución del tribunal deberá ser notificada por cédula al apoderado
que la parte ejecutada tuvo en el juicio declarativo, sin perjuicio de que el receptor deba
remitir además carta certificada al domicilio de la parte misma en el que se notificó la
demanda declarativa.
Si el cumplimiento se pide respecto de algún tercero que no fue parte en el juicio, la
notificación deberá ser personal.
6.4. Actitudes del ejecutado: El ejecutado tiene 3 alternativas: (i) dar cumplimiento a lo
ordenado en la sentencia, con lo que concluye el juicio ejecutivo; (ii) dejar transcurrir los 4
días y no hacer nada, continuándose con la ejecución y; (iii) dentro del plazo de 4 días,
oponer las excepciones que se señalan taxativamente en el art. 464.
Las excepciones que podría oponer el ejecutado son: pago de la deuda, remisión de la
deuda, concesión de plazo para pagar, novación, compensación, transacción, la de haber
perdido la sentencia el carácter de ejecutoria, la pérdida de la cosa debida, imposibilidad
absoluta de cumplir y falta de oportunidad en la ejecución.
Cualquiera de estas excepciones debe cumplir los siguientes requisitos para ser admitida a
tramitación:
a) Deben fundarse en hechos acaecidos con posterioridad a la sentencia de cuyo
cumplimiento se trata, por cuanto si han ocurrido antes debieron ser alegadas en el
proceso declarativo.
b) Deben fundarse en antecedentes escritos, salvo la de imposibilidad absoluta en la
ejecución, pérdida de la cosa debida y falta de oportunidad en la ejecución, las que
para ser admitidas deben aparecer revestidas de fundamento plausible.
6.5. Tramitación de las excepciones: En el caso que se opongan excepciones, el juez
examinará el escrito y sólo le dará curso cuando las excepciones opuestas sean algunas de
las antes nombradas y cumplan los requisitos señalados, de lo contrario, el juez rechazará
de plano la oposición. Si reúnen los requisitos, conferirá traslado al ejecutante para que
dentro de tercero día conteste, generándose un incidente ordinario, pudiendo eventualmente
recibirlo a prueba si existen hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos.
Terminada la tramitación de la incidencia, el juez deberá dictar sentencia acogiendo o
rechazando las excepciones opuestas. Si las acoge, una vez ejecutoriada esa sentencia
terminará el procedimiento ejecutivo incidental; si las rechaza, se seguirá adelante con la
ejecución.
6.6. Procedimiento de apremio: Si no se oponen excepciones o estas son rechazadas se
seguirá adelante con la ejecución en la forma que señala el art. 235:
a) Si la sentencia ordenaba la entrega de una especie o cuerpo cierto, mueble o
inmueble, se llevará a efecto la entrega mediante el auxilio de la fuerza pública en
caso de ser necesario.
b) Tratándose de una especie mueble, si ella no es habida, será necesario proceder a la
tasación de la misma por el tribunal, oyendo a peritos nombrados en la forma
general, de tal modo que la obligación de entregar será reemplazada por la de pagar
el valor de la especie.
c) Si la sentencia ordena pagar una suma de dinero o procede el pago del valor de la
especie no habida, será necesario distinguir si se han retenido al ejecutado con
medidas precautorias dinero u otros bienes o no:
 Si se ha retenido dinero el tribunal ordenará, una vez efectuada la liquidación
del crédito y la tasación de costas, el giro de cheque en favor del ejecutante por
la suma que corresponda.
 Si se ha retenido otras especies se procederá a la realización de las especies.
 Si no han existido medidas precautorias se procederá a embargar bienes
suficientes del ejecutado conforme a las normas del procedimiento de apremio
del juicio ejecutivo ordinario sin necesidad de requerimiento. La resolución que
ordena el embargo y el embargo mismo serán notificados al ejecutado por
cédula.
d) Si la sentencia ordena pagar una cantidad determinada de un género determinado se
procederá de la misma forma que en el caso anterior, pero si es necesario practicar
tasación se recurrirá a peritos.
e) Si la sentencia ordena la ejecución o destrucción de una obra material, la
suscripción de un documento o la constitución de un derecho real o de una
obligación se procederá en la forma que señalan las normas del juicio ejecutivo por
obligaciones de hacer.
f) Si la sentencia ha condenado a la devolución de frutos o a la indemnización de
perjuicios y se ha reservado, conforme al art. 173, al demandante discutir esta
cuestión en la ejecución de la sentencia, el ejecutante en el mismo escrito que
deduce demanda ejecutiva deberá formular otra demanda, la que se tramitará
incidentalmente y de existir oposición, ambos incidentes se sustanciarán y fallarán
conjuntamente.
6.7. Reglas especiales respecto de terceros: Cuando la ejecución de una sentencia se
solicita respecto de un tercero que no ha sido parte en el juicio declarativo en el que se dictó
la sentencia, la ley ha señalado las siguientes reglas especiales:
a) La primera notificación deberá hacerse personalmente la tercero.
b) El tercero tendrá plazo de 10 días para oponer excepciones a la demanda ejecutiva
incidental (art. 234).
c) El tercero, además de las excepciones señaladas, podrá defenderse mediante la
inoponibilidad de la sentencia, es decir, de no empecerle el fallo que se trata de
cumplir.

III. El Juicio Ejecutivo en las Obligaciones de Dar108.


1. Concepto:
El juicio ejecutivo es aquel procedimiento que persigue, por la vía compulsiva, el
cumplimiento de una obligación cierta e indudable, que consta de un antecedente auténtico
al cual la ley le reconoce la aptitud para provocar el apremio y que genéricamente se
conocen como títulos ejecutivos.
2. Características:
a) Es un procedimiento ejecutivo de carácter ordinario.
b) Se busca el cumplimiento de una obligación indubitada. En el juicio ejecutivo no
existe controversia acerca de un derecho toda vez que existe un título ejecutivo.
c) Es un procedimiento compulsivo, se persigue el cumplimiento forzado de una
obligación por la vía del apremio a los bienes materiales del deudor.
3. Clasificaciones:
3.1. Según la obligación cuyo cumplimiento se pretende:
a) Juicio ejecutivo de la obligación de dar. Constituye en el fondo el juicio ejecutivo
ordinario, sus reglas se aplican supletoriamente.
b) Juicio ejecutivo de obligación de hacer.
c) Juicio ejecutivo de obligación de no hacer.
3.2. Según su campo de aplicación:
a) Juicios ejecutivos generales, que son los antes señalados.
b) Juicios ejecutivos especiales (ej. ejecución de prenda).
c) Juicios ejecutivos propiamente tales y ejecuciones incidentales.
4. Requisitos de la demanda ejecutiva:
Para que se pueda intentar una demanda ejecutiva se requiere: (i) la existencia de un título
ejecutivo; (ii) que la obligación sea actualmente exigible; (iii) que la obligación no se
encuentre prescrita; (iv) que la obligación sea líquida o liquidable.
4.1. La obligación debe constar de un título ejecutivo: Por título ejecutivo debemos
entender aquel instrumento al cual la ley le atribuye expresamente el mérito de servir de
108
a.- Juicio ejecutivo. Concepto. Ejecución o demanda ejecutiva. Requisitos; b.- Gestiones preparatorias de la
vía ejecutiva. Concepto. Clases; c.- Requerimiento de pago. Concepto: d.- Cuadernos del procedimiento
ejecutivo. Cuaderno ejecutivo. Cuaderno de apremio. Otros cuadernos; e.- Oposición a la ejecución.
Características. Efectos de su omisión; f.- Término probatorio. Medios de prueba. Oportunidad para ofrecerla
y rendirla; g.- Del mandato de ejecución. Embargo. Concepto. Clases de procedimiento para la realización de
los bienes embargados; h.- Sentencia. Clases y Concepto; i.- Recursos.
antecedente indispensable para deducir una demanda en la cual se cobre compulsivamente
el cumplimiento de alguna obligación que consta de ese mismo título, la cual además debe
ser líquida, actualmente exigible y no prescrita.
El título ejecutivo es prueba perfecta de la existencia de una obligación, motivo por el cual
la ley le atribuye en forma expresa el poder de exigir con su mérito el cumplimiento
compulsivo de la obligación.
Los títulos ejecutivos se encuentran expresamente señalados por la ley, principalmente en
el art. 434, además de algunas leyes especiales.
a) Sentencias definitivas o interlocutorias firmes o ejecutoriadas: Para que pueda
utilizarse una sentencia como título ejecutivo es necesario contar con una copia de la
misma, debidamente autorizada por el funcionario competente, que es el secretario del
tribunal, quien además deberá certificar que se encuentra ejecutoriada.
Las sentencias que causan ejecutoria deben entenderse contenidas en el N° 7 del art. 434
puesto que se trata de otros títulos a los que las leyes dan fuerza ejecutiva.
b) Copia autorizada de escritura pública: Las escrituras públicas constan de una matriz
que se contiene en los protocolos notariales. Los notarios pueden otorgar copia autorizada
de éstas, así como el archivero judicial, una vez que los protocolos le han sido remitidos a
él.
c) Acta de avenimiento: Acta de avenimiento pasada ante el tribunal competente y
autorizada por un ministro de fe o por dos testigos de actuación señala el art. 434 N° 3.
Es el acuerdo al cual llegan las partes en un proceso en forma directa y lo presentan al
tribunal para que éste preste su aprobación, la cual será otorgada siempre y cuando no se
trate de derechos irrenunciables.
El título debe ser una copia autorizada del acta de avenimiento, así como de la resolución
del juez que le presta su aprobación y lo manda a tener como sentencia para todos los
efectos legales. Esta copia es autorizada por el secretario del tribunal o el archivero judicial.
d) Instrumentos privados: La regla general es que los instrumentos privados carecen de
mérito ejecutivo, sin embargo, el art. 434 N° 4 contempla excepciones:
 Instrumento privado reconocido o mandado a tener por reconocido. El
reconocimiento debe ser ante tribunal competente, lo que se efectúa en gestión
preparatoria de la vía ejecutiva.
 Letra de cambio o pagaré, respecto del aceptante de la letra de cambio y del
suscriptor del pagaré109, cuando el documento haya sido protestado personalmente al

109
Aceptante de una letra de cambio es la persona que se obliga directamente a su pago y que la firma en
forma transversal en el anverso; suscriptor de un pagaré es la persona que lo firma y se compromete en él a
pagar en una fecha determinada; girador de un cheque es el titular de la cuenta corriente o el mandatario
habilitado para ello, que firma el cheque; endosantes son todas las personas que firman estos títulos de crédito
transfiriendo su dominio a terceros.
aceptante de la letra o suscriptor del pagará y éstos no hayan opuesto tacha de
falsedad a su firma al momento de efectuarse el protesto por falta de pago.
 Letra de cambio, pagaré o cheque, cuando notificado judicialmente el protesto de
alguno de ellos al obligado a pagarlos, éstos no hayan alegado tacha de falsedad al
momento de la notificación o dentro del plazo de 3 días.
 Letra de cambio, pagaré o cheque, respecto del obligado a su pago cuya firma
aparezca autorizada ante notario u oficial de registro civil, en los casos que este
último se encuentra autorizado para actuar como notario.
e) Confesión judicial: Debe tratarse de una confesión prestada ante un juez en una gestión
preparatoria de la vía ejecutiva.
f) Otros títulos de crédito: Cualesquiera títulos al portador, o nominativos, legítimamente
emitidos, que representen obligaciones vencidas, y los cupones también vencidos de dichos
títulos, siempre que los cupones confronten con los títulos, y éstos, en todo caso, con los
libros talonarios (art. 434 N° 6).
g) Cualquier otro título al cual las leyes le confieran el carácter de título ejecutivo (art.
434 N° 7).
Por otro lado, el art. 435 señala la forma de preparar la ejecución: Si, en caso de no tener el
acreedor título ejecutivo, quiere preparar la ejecución por el reconocimiento de firma o por
la confesión de la deuda, podrá pedir que se cite al deudor a la presencia judicial, a fin de
que practique la que corresponda de estas diligencias. Y, si el citado no comparece, o sólo
da respuestas evasivas, se dará por reconocida la firma o por confesada la deuda.
4.2. La obligación debe ser actualmente exigible: Para que proceda la ejecución, se
requiere además que la obligación sea actualmente exigible (art. 437).
Una obligación es actualmente exigible cuando no está sujeta a ninguna modalidad que
suspensa su nacimiento o ejercicio. Se ha resuelto que la escritura pública que contiene un
contrato de promesa de compraventa carece de fuerza ejecutiva pues la naturaleza
condicional de la obligación de otorgar el contrato definitivo trae como consecuencia que el
título no se baste a sí mismo.
La obligación que da cuenta el título debe aparecer exigible al momento de presentarse la
demanda ejecutiva y no en un momento posterior.
Tratándose de contratos bilaterales debe tenerse presente el art. 1552 CC, el cual dispone
que ninguno de los contratantes está en mora dejando de cumplir lo pactado mientras el
otro no cumpla su obligación. Por ello, en obligaciones derivadas de este tipo de contratos,
en el título debe constar que quien pretende exigir el cumplimiento ha cumplido su
obligación.
4.3. La acción ejecutiva no debe encontrarse prescrita: Las acciones personales se
clasifican en ordinarias y ejecutivas. Las acciones ordinarias prescriben por regla general en
el plazo de 5 años, y las ejecutivas en 3 años, contados desde que se hizo exigible la
obligación (arts. 2414 y 2415 CC).
El tribunal denegará la ejecución si el título presentado tiene más de 3 años contados desde
que la obligación se haya hecho exigible, salvo que se compruebe la subsistencia de la
acción ejecutiva por alguno de los medios que sirven para deducir esta acción en
conformidad al artículo 434 (art. 442).
Presentada la demanda ejecutiva, el juez examinará el título y podrá declarar de oficio la
prescripción de la acción ejecutiva. Esta declaración sólo puede hacerse antes de ordenar
que se despache mandamiento de ejecución y embargo; después de esta resolución, la
prescripción solo podrá ser alegada por el ejecutado a través de la excepción
correspondiente.
El art. 442 presenta el problema de que existen acciones ejecutivas que prescriben en un
plazo menor de 3 años, como la acción ejecutiva emanada del cheque, que prescribe en un
año contado desde la fecha del protesto. Se ha sostenido que el art. 442 es una norma
especial y por lo tanto, de interpretación restrictiva, de modo que el juez sólo podrá denegar
la ejecución cuando el título tenga más de 3 años, sin importar que la acción ejecutiva haya
prescrito en un plazo menor.
Prescrita la acción ejecutiva subsiste la acción ordinaria por dos años, en cuyo caso el
cumplimiento de la obligación puede hacerse efectivo a través del procedimiento sumario
(art. 680 N° 7).
La acción ejecutiva no se suspende. Puede interrumpirse tanto civil como naturalmente, se
interrumpe civilmente con la iniciación de la ejecución y naturalmente por el
reconocimiento de la obligación por parte del obligado a través de las gestiones de
reconocimiento de firma o confesión de la deuda.
4.4. La obligación debe ser líquida o liquidable y determinada: La obligación es líquida
cuando su objeto se encuentra determinado en especie (ej. se demanda una suma
determinada de dinero). Para que la obligación sea liquidable, los antecedentes para
proceder a ella deberán aparecer en forma determinante en el título mismo (ej. se demanda
el pago de intereses y reajustes).
Según el art. 438, la ejecución puede recaer:
a) Sobre la especie o cuerpo cierto que se deba y que exista en poder del deudor.
b) Sobre el valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor, haciéndose
su avaluación por un perito que nombrará el tribunal.
c) Sobre una cantidad líquida de dinero o de un género determinado cuya avaluación
pueda hacerse en la forma que establece el número anterior.
La ley exige que el acreedor exprese en la demanda ejecutiva la especie o cantidad líquida
por la cual solicita la ejecución.
Tratándose de moneda extranjera no será necesaria la avaluación, pero debe acompañarse el
certificado de cotización en plaza de esa moneda extranjera al iniciarse el proceso.
Si la obligación es en parte líquida y en parte ilíquida, podrá procederse ejecutivamente por
la primera, reservándose al acreedor su derecho para reclamar el resto en vía ordinaria (art.
439).
Tratándose de juicios ejecutivos por obligaciones de hacer y no hacer, la obligación deberá
ser determinada o susceptible de ser determinada.
5. Gestiones preparatorias de la vía ejecutiva:
Existen algunos instrumentos que para ser considerados títulos ejecutivos requieren de una
gestión previa que debe llevar a cabo la parte interesada. Eso se presenta en las siguientes
situaciones:
5.1. Reconocimiento de firma puesta en instrumento privado: Si el ejecutante quiere
utilizar un instrumento privado para efectos de deducir una demanda ejecutiva, deberá
acompañarlos en una gestión preparatoria solicitando al tribunal se cite a la persona que
aparece suscribiéndolos a una audiencia con el fin de que ésta reconozca o no su firma. El
tribunal deberá llamar a una audiencia de reconocimiento.
Frente a la solicitud de reconocimiento, legalmente notificada, el citado puede asumir
diversas actitudes:
a) Comparecer y reconocer la firma: Si reconoce la firma y/o la deuda, se levantará un
acta de lo obrado, la que unida al instrumento privado, constituirá el título ejecutivo. No
será necesaria resolución alguna del tribunal y el acreedor podrá presentar su demanda
ejecutiva de inmediato.
Si el citado reconoce la firma pero al mismo tiempo alega el pago de la deuda (art. 436), no
obsta a que se tenga preparada la vía ejecutiva y el deudor deberá oponer la excepción de
pago en el juicio ejecutivo.
b) Comparecer, dando respuestas evasivas: Si el citado no niega ni reconoce
expresamente la autenticidad de la firma, sino que contesta con vaguedad, eludiendo dar
una respuesta en forma categórica, el ejecutante deberá presentar un escrito solicitando que
se tenga por reconocida la firma por haberse incurrido en el apercibimiento del art. 435.
La vía ejecutiva se encontrará preparada cuando la resolución del tribunal que accede a la
solicitud de dar por reconocida la firma se encuentre ejecutoriada.
La resolución que tiene por reconocida la deuda debe ser motivada y notificada al deudor.
Tiene la naturaleza de sentencia interlocutoria de segundo grado. En contra de esta
resolución procede el recurso de apelación, el que ha de concederse en el sólo efecto
devolutivo.
c) Comparecer, desconociendo la firma: La gestión preparatoria termina y el acreedor
carecerá de título ejecutivo, debiendo iniciar un juicio ordinario declarativo para obtener el
cumplimiento de la obligación.
d) No comparecer: El ministro de fe deberá dejar constancia en el expediente de la no
comparecencia, y el actor deberá solicitar al tribunal que dicte resolución por la cual tenga
por reconocida la firma y preparada la ejecución. Con la resolución que tiene por confeso al
deudor se tiene por preparada la vía ejecutiva.
Si la no comparecencia se debe a fuerza mayor o caso fortuito, el citado puede alegar la
nulidad de todo lo obrado en el plazo de 3 días contados desde que hubiera cesado el
impedimento.
5.2. Notificación judicial del protesto de instrumento de crédito: Si el instrumento ha
sido autorizado ante notario vale como título ejecutivo sin necesidad de esta gestión; lo
mismo si el protesto ha sido personal y no se ha opuesto tacha de falsedad en el acto.
Para los demás casos deberá presentarse un escrito solicitando al tribunal que se notifique el
protesto para los efectos de configurar el correspondiente título ejecutivo conforme a lo
previsto en el art. 434 N° 4.
Ordenada la notificación, ella deberá practicarse conforme a las reglas generales,
personalmente o conforme al art. 44.
Notificado judicialmente el protesto, el deudor tendrá el plazo de 3 días para oponer tacha
de falsedad y su oposición dará origen a un incidente en el cual se establecerá o no la
autenticidad del instrumento.
5.3. Citación a confesar deuda: Es una situación similar al reconocimiento de firma, con
la diferencia que en este caso no existe un documento. El gestor solicitará al tribunal que se
cite al presunto deudor a una audiencia con el fin de que confiese adeudar o no la suma que
indica en su presentación.
Si el deudor confiesa, el título quedará preparado previa resolución del juez que así lo
declare; si no comparece o da respuestas evasivas, el juez, a petición de parte, deberá dictar
una resolución en la cual se tendrá al deudor por confeso. Si se niega la deuda en una
ocasión, no podrá reiterarse la diligencia.
Esta gestión sólo puede verificarse ante el juez, quien no puede delegarla en otro
funcionario.
5.4. Confrontación de títulos y cupones: Esta gestión es utilizada para cobrar los títulos al
portador o nominativos emitidos por instituciones legalmente autorizadas para ellos. Esta
gestión preparatoria se lleva a cabo ante el juez a iniciativa del acreedor, quien en su
solicitud pedirá la designación de un ministro de fe que efectué la confrontación. Si la
confrontación resulta conforme, el acta del ministro de fe complementará el título y quedará
preparada la ejecución. Tratándose del cobro de cupones, es menester que ellos estén
vencidos y que además éste se confronte con el título mismo y este último, a su vez, con el
libro talonario respectivo.
5.5. Avaluación de peritos: Cuando la especie debida no exista en poder del deudor o
cuando lo debido es una cantidad determinada de un género determinado deberá avaluarse
previamente por un perito designado por el tribunal, sin llamar a comparendo.
Ejecutoriada la avaluación queda preparado el título ejecutivo.
5.6. Notificación a los herederos: Se trata de una gestión de resguardo a los herederos,
quienes ignorando la existencia de un crédito contra el causante, podrían verse sorprendidos
por un juicio ejecutivo dejándolos en indefensión.
El art. 1377 CC establece que los acreedores no podrán llevar adelante la ejecución o
iniciarla sino sólo después de 8 días desde la notificación de los títulos a los herederos.
5.7. Gestión preparatoria para el cobro por vía ejecutiva de una factura: Consiste en la
notificación judicial para poner en conocimiento del obligado al pago de la o las copias de
la factura o guías de despacho y del recibo de las mercaderías o de la conformidad con la
prestación de los servicios.
Una vez notificado, el obligado al pago de la factura tiene 3 días para alegar la falsificación
material de la factura o guía de despacho o recibo, o la falta de entrega de las mercaderías o
prestación del servicio. Transcurrido este plazo sin oposición se tiene por preparada la vía
ejecutiva.
La impugnación se tramita como incidente y contra la resolución que la deniega procede el
recurso de apelación en el solo efecto devolutivo. Si la impugnación es acogida, fracasa la
preparación de la vía ejecutiva; si es rechazada, se entiende preparada la vía ejecutiva y
podrá deducirse demanda ejecutiva.
6. Estructura del juicio ejecutivo:
En el juicio ejecutivo es posible distinguir dos cuadernos fundamentales: el cuaderno
ejecutivo y el cuaderno de apremio.
A. Cuaderno ejecutivo: Constituye el juicio mismo y contiene las siguientes
actuaciones:
 Gestión preparatoria de la vía ejecutiva (eventual y discutible).
 Demanda ejecutiva.
 Oposición a la ejecución.
 Respuesta del ejecutante a la oposición del ejecutado.
 La prueba.
 Observaciones a la prueba.
 Citación para oír sentencia.
 Sentencia definitiva.
B. Cuaderno de apremio: Se tramita paralelamente y contiene las siguientes
actuaciones:
 Mandamiento de ejecución y embargo.
 Requerimiento de pago.
 Embargo de bienes del ejecutado.
 Administración de bienes embargados.
 Remate de los bienes embargados.
Eventualmente puede existir en el juicio ejecutivo un tercer cuaderno, llamado cuaderno de
tercerías, y que tendrá lugar cuando concurra al juicio un tercero alegando derechos sobre
los bienes embargados, derecho a ser pagados preferentemente, derecho a concurrir en el
pago a falta de otros bienes del deudor u otros derechos concedidos por la ley.
7. Cuaderno ejecutivo o principal:
7.1. Inicio del procedimiento: El cuaderno ejecutivo puede iniciarse de dos maneras:
mediante una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, o por medio de la demanda ejecutiva.
7.1.1. Por medio de una gestión preparatoria de la vía ejecutiva: El título ejecutivo
puede ser perfecto o imperfecto, según requiera o no de gestión preparatoria para iniciar la
ejecución.
La gestión preparatoria de la vía ejecutiva puede clasificarse en (i) gestión preparatoria que
tiene por objeto constituir o crear un título (ej. confesión de la deuda); (ii) aquella que tiene
por objeto complementar un título ejecutivo, estas gestiones son el reconocimiento de
firma, notificación del protesto, confrontación, avaluación, notificación del título a los
herederos del demandado y validación de sentencias extranjeras.
7.1.2. Por medio de la demanda ejecutiva: La demanda ejecutiva es el acto jurídico
procesal del actor por el cual éste somete a consideración del tribunal la pretensión de que
se cumpla forzadamente una obligación de la que dice ser acreedor. Esta demanda debe
cumplir con los requisitos generales y además debe a ella adjuntarse el título ejecutivo en el
cual se funda110.
En el cuerpo del escrito es conveniente solicitar directamente al tribunal que, en mérito de
lo expuesto y del título que se acompaña, se despache mandamiento de ejecución y
embargo en contra del ejecutado.
7.2. Providencia del tribunal: El juez deberá examinar los antecedentes, y si estima que
con ellos se encuentra establecido que existe un título ejecutivo que da cuenta de la
existencia de una obligación actualmente exigible, líquida o liquidable, y que el título no
tiene más de 3 años, dará curso a la demanda111.

110
En lo principal, deduce demanda ejecutiva; en el primer otrosí, acompaña título ejecutivo que indica
solicitando su custodia; en el segundo otrosí, patrocinio y poder. Debe tenerse presente que el título ejecutivo
que no sea electrónico siempre deberá acompañarse materialmente al tribunal según lo dispone la ley 20.886.
111
A lo principal, por interpuesta la demanda ejecutiva, despáchese mandamiento; al primer otrosí, por
acompañado el documento, guárdese en custodia; al segundo otrosí, téngase presente.
7.3. Notificación de la demanda: Con la resolución anterior se inicia el cuaderno de
apremio y el receptor deberá notificar la demanda ejecutiva y la resolución recaída en la
misma conforme a las normas generales. En el cuaderno de apremio deberá practicar o
dejar constancia del requerimiento de pago y del embargo que practique.
Si el proceso ha comenzado por una gestión preparatoria, se notificarán estas resoluciones
por el estado diario (art. 443).
Al notificar legalmente al demandado, conforme al art. 460, si ésta se practica en el
territorio de otro tribunal, la oposición podrá presentarse ante el tribunal que ordenó
cumplir el exhorto o ante aquél que conoce del proceso.
Si el deudor es notificado y requerido de pago en el territorio jurisdiccional o decide
oponerse ante el tribunal exhortado, tendrá para ello el plazo fatal de 4 días, el que se
ampliará en otros 4 si el requerimiento se ha efectuado fuera de la comuna asiento del
tribunal. Si se ha requerido fuera del territorio jurisdiccional del tribunal, el término será el
que corresponda según la tabla de emplazamiento.
Al momento de practicar el requerimiento, el receptor deberá indicar al demandado el plazo
que tiene para deducir excepciones, hecho del cual deberá dejar constancia en el proceso.
Su omisión no acarrea la nulidad pero le hace responsable de los perjuicios que con su
conducta pueda ocasionar.
7.4. Oposición de excepciones: El ejecutado puede oponer las excepciones que señala
taxativamente el art. 464, que son las siguientes:
a) La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda.
b) La falta de capacidad del demandante o de personería o representación legal del que
comparezca en su nombre.
c) La litis pendencia ante tribunal competente, siempre que el juicio que le da origen
haya sido promovido por el acreedor, sea por vía de demanda o reconvención.
d) La ineptitud del libelo por falta de algún requisito legal en el modo de formular la
demanda.
e) El beneficio de excusión o la caducidad de la fianza.
f) La falsedad del título.
g) La falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que
el título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea en relación al demandado.
h) El exceso de avalúo en los casos de los incisos 2 y 3 del art. 438 (cuando la
avaluación efectuada por el perito es objetada por el ejecutado).
i) El pago de la deuda.
j) La remisión de la deuda.
k) La concesión de esperas o la prórroga del plazo.
l) La novación.
m) La compensación.
n) La nulidad de la obligación.
o) La pérdida de la cosa debida.
p) La transacción.
q) La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva.
r) La cosa juzgada.
Estas excepciones pueden referirse al total de la deuda o sólo a parte de ella.
El art. 464 contiene excepciones de dilatorias y perentorias, todas ellas deben ser opuestas
dentro del plazo legal y en el mismo escrito, expresándose en forma clara y precisa los
hechos y medios de prueba con los cuales se pretende acreditarlas en el proceso, de lo
contrario el juez podrá declararlas inadmisibles (art. 465).
Si el ejecutado expresa no tener pruebas para acreditar los fundamentos de las excepciones,
el art. 473 dispone que podrá pedir se le reserve el derecho para juicio ordinario posterior y
que no se pague al ejecutante mientras éste no garantice las resultas. En este caso, el
tribunal en su sentencia accederá a la reserva por el plazo de 15 días dentro del cual el
ejecutado deberá interponer y notificar su demanda ordinaria; si no lo hace, la caución
quedará sin efecto.
7.5. Tramitación de las excepciones: Opuestas las excepciones dentro del plazo de 4 días
se dará traslado de ellas al ejecutante, a fin de que formule las alegaciones pertinentes (art.
466).
El ejecutante podría: (i) contestar, pidiendo su rechazo; (ii) dejar transcurrir el plazo de 4
días sin hacer nada; (iii) desistirse de la demanda dentro del plazo de 4 días, reservándose
para juicio ordinario posterior su acción respecto de los mismos puntos que han sido
materia de la demanda ejecutiva.
Esta última alternativa podría darse cuando el ejecutante advierta que las excepciones
opuestas podrán ser acogidas, puesto que de ser acogida alguna excepción perentoria la
sentencia produce cosa juzgada.
Transcurrido el plazo de 4 días, siempre que no haya existido desistimiento del ejecutante,
el tribunal deberá pronunciarse sobre la admisibilidad de las excepciones opuestas, haya o
no hecho observaciones el demandante. Si las estima inadmisibles, o si no considera
necesario que se rinda prueba para resolver, dictará sentencia definitiva. En caso contrario,
recibirá a prueba la causa (art. 466).
7.6. Término probatorio: Si se estima necesaria la recepción de la causa a prueba, el
tribunal abrirá un término de 10 días, el que podrá prorrogarse por otros 10 días a petición
del ejecutante, siempre que lo solicite antes del vencimiento, sin perjuicio de que las partes
de común acuerdo establezcan los términos probatorios extraordinarios que estimen
pertinentes (art. 468).
La prueba deberá rendirse en la misma forma que en el juicio ordinario y la resolución
respectiva deberá indicar los puntos de prueba sobre los cuales recaerá (art. 469).
7.7. Trámites posteriores a la prueba: Vencido el término probatorio, las partes tendrán 6
días para hacer por escrito las observaciones que el examen de la prueba les sugiera.
Vencido este plazo, háyanse o no presentado escritos, y sin nuevo trámite, el tribunal
citará a las partes para oír sentencia (art. 469).
7.8. Sentencia: La sentencia definitiva debe cumplir con las exigencias del art. 170 y debe
dictarse en el plazo de 10 días desde que el pleito quede concluso (art. 470).
Debe tenerse presente que en la sentencia lo que se está resolviendo son las excepciones
opuestas y no la demanda ejecutiva; la demanda ejecutiva quedó resuelta al dictarse el
mandamiento de ejecución y embargo. Además, debe tenerse en consideración que la
sentencia deberá resolver todas las excepciones opuestas, aun cuando ello pueda resultar o
aparecer incompatible. Así lo ha resuelto la Corte Suprema, por cuanto así se deduce del
art. 471.
Podemos distinguir dos situaciones:
7.8.1. Sentencia absolutoria: La sentencia acoge alguna de las excepciones opuestas por el
ejecutado y, en consecuencia, rechaza la demanda y ordena alzar el embargo. Si se absuelve
al ejecutado, se condenará en costas al ejecutante (art. 471).
7.8.2. Sentencia condenatoria: Rechaza todas las excepciones opuestas por el ejecutado y,
en consecuencia, acoge la demanda y ordena seguir adelante la ejecución. En este caso las
costas se deben imponer al ejecutado (art. 471).
Si la sentencia acoge en parte una o más excepciones opuestas por el ejecutado, las costas
se deben distribuir proporcionalmente, pero pueden imponerse todas al ejecutado cuando en
concepto del tribunal haya motivo fundado para ello. No se trata aquí de que se acojan
algunas excepciones y se rechacen otras, porque si así fuese las costas deben imponerse al
ejecutante; de lo que se trata, es que una misma excepción sea acogida en parte y rechazada
en el resto.
La sentencia condenatoria puede a su vez ser de dos clases:
a) Sentencia de pago: Es aquella en que el embargo se ha trabado sobre dinero o sobre la
cosa o cuerpo cierto que se debe.
b) Sentencia de remate: Cuando el embargo ha recaído sobre cosas que no son dinero ni la
especie o cuerpo cierto que se debe.
7.9. Situación en que no se oponen excepciones: En este caso no será necesaria la
dictación de sentencia, bastando el mandamiento que se pronunció sobre la demanda para
que el acreedor pueda perseguir la realización de los bienes embargados y el pago, de
conformidad a las disposiciones del procedimiento de apremio (art. 472).
7.10. Recursos contra la sentencia definitiva: Proceden en su contra el recurso de
aclaración, rectificación y enmienda, el recurso de apelación y el recurso de casación.
7.10.1. Recurso de apelación: Para determinar los efectos en que se concede el recurso de
apelación se debe distinguir:
a) Si el recurso lo interpuso el ejecutante se concede en ambos efectos de acuerdo a las
reglas generales, de modo que no se puede cumplir la sentencia absolutoria mientras
ella no se encuentre firme. Se debe esperar que esté firme para proceder al
alzamiento del embargo.
b) Si el recurso lo interpuso el ejecutado y la sentencia es de pago, el recurso se
concede en el sólo efecto devolutivo, pero no se puede proceder al pago con el
dinero o especie embargado a menos que el ejecutante consigne las resultas de la
apelación pendiente (art. 475); si la sentencia es de remate, también se concede en el
sólo efecto devolutivo y se permite seguir adelante con los trámites necesarios para
la realización de los bienes, pero vendidos los bienes el producto del remate se
consigna en orden del tribunal y no se puede hacer pago al ejecutante a menos que
éste cauciones las resultas del recurso.
7.10.2. Recurso de casación:
a) Si lo deduce el ejecutante no se suspende el cumplimiento del fallo, pero el
ejecutante puede solicitar que no se lleve a efecto la sentencia mientras el ejecutado
no rinda fianza de resultas (art. 774).
b) Si lo deduce el ejecutado tampoco se suspende el cumplimiento del fallo, pero el
ejecutado puede solicitar que no se lleve a efecto la sentencia mientras no se rinda
fianza de resultas.
7.11. Cuestiones especiales: Si la sentencia acoge las excepciones de incompetencia,
incapacidad, ineptitud del libelo o falta de oportunidad en la ejecución (excepciones
dilatorias), el ejecutante podrá renovar su demanda una vez que corrija los errores o vicios a
que estas excepciones se refieren.
La sentencia definitiva que falla las excepciones produce cosa juzgada tanto en el juicio
ejecutivo como en cualquier juicio declarativo (dándose la triple identidad), salvo en los
casos de reserva de acciones que señala el art. 478.
7.12. Reserva de acciones y excepciones: Ejecutante ejecutado tienen dos oportunidades
para ejercer el derecho de reserva.
7.12.1. Reserva de acción propia del ejecutante: El ejecutante podrá sólo dentro del plazo
de 4 días que concede el inciso 1° del artículo anterior, desistirse de la demanda ejecutiva,
con reserva de su derecho para entablar acción ordinaria sobre los mismos puntos que han
sido materia de aquélla (art. 467). En este caso el juicio termina por desistimiento de la
demanda.
Este desistimiento sólo puede hacerse valer dentro del término concedido para evacuar el
traslado conferido a las excepciones opuestas y deja a salvo para interponer en un juicio
ordinario posterior, la acción respecto de la cual se haya ejercido la reserva (cosa juzgada
formal).
No requiere de tramitación incidental, el tribunal le dará lugar de plano, pues el contrario
no puede oponerse al ejercicio de este derecho.
El desistimiento lleva a que el ejecutante pierda su derecho para deducir una nueva acción
ejecutiva, quedan sin valor el embargo y las demás resoluciones dictadas, y el actor
responderá de los perjuicios causados con la ejecución, salvo lo que se resuelva en el juicio
ordinario (art. 467).
La oportunidad para deducir nueva demanda ordinaria queda entregada por completo a
criterio del acreedor.
7.12.2. Reserva de excepciones propia del ejecutado: Existen dos oportunidades para
efectuar tal petición, a las cuales aluden los arts. 473 y 478.
Si, deduciendo el ejecutado oposición legal, expone en el mismo acto que no tiene medios
de justificarla en el término de prueba, y pide que se le reserve su derecho para el juicio
ordinario y que no se haga pago al acreedor sin que caucione previamente las resultas de
este juicio, el tribunal dictará sentencia de pago o remate y accederá a la reserva y caución
pedidas (art. 473).
Esta hipótesis, al igual que la contemplada en el art. 478, supone el pronunciamiento de la
sentencia definitiva.
Esta reserva produce dos efectos: El ejecutado puede iniciar un juicio ordinario ejerciendo
como acción las mismas excepciones que haya opuesto en el juicio ejecutivo, y no se
procederá a ejecutar la sentencia de pago o de remate si el ejecutante no rinde caución de
resultas.
El ejecutado debe entablar la demanda ordinaria dentro del plazo de 15 contados desde que
se le notifique la sentencia definitiva, de lo contrario se procede a ejecutar la sentencia sin
previa caución, y si esta se ha otorgado queda de pleno derecho sin efecto (art. 474).
7.12.3. Reserva común para ejecutante y ejecutado: Si antes de dictarse sentencia en el
juicio ejecutivo, el actor o el procesado piden que se les reserven para el ordinario sus
acciones o excepciones, podrá el tribunal declararlo así, existiendo motivos calificados.
Siempre se concederá la reserva respecto de las acciones y excepciones que no se refieran a
la existencia de la obligación misma que ha sido objeto de la ejecución. En estos casos, la
demanda ordinaria deberá interponerse dentro del plazo de 15 días, bajo pena de no ser
admitida después (art. 478).
Si las acciones o excepciones cuya reserva se solicita se refieren a la existencia de la
obligación, el tribunal accederá sólo si se invocan motivos calificados; si las acciones o
excepciones reservadas no dicen relación con la existencia de la obligación, el tribunal
deberá decretar siempre la reserva.
La sentencia del juicio ejecutivo debe contener la decisión expresa sobre la reserva de
acciones o excepciones pedida oportunamente por los litigantes. Si el tribunal de alzada
revoca el fallo de primera instancia y acoge una de las excepciones opuestas, está en el
deber de pronunciarse sobre la reserva de acciones planteada por el ejecutante, y si no lo
hace incurre en el vicio de casación formal del art. 768 N° 5 en relación con el art. 170 N°
6.
8. Cuaderno de apremio:
8.1. Mandamiento de ejecución y embargo: El juez, al dar curso a la demanda, ordena
despachar mandamiento de ejecución y embargo en contra del deudor, el cual dicta sin
escuchar previamente a éste. Las gestiones que pudiera hacer el demandado no
embarazarán en manera alguna el procedimiento ejecutivo, y sólo podrán ser estimadas por
el tribunal como datos ilustrativos para apreciar la procedencia o improcedencia de la
acción (art. 441).
Con el mandamiento de ejecución y embargo se inicia el cuaderno de apremio.
El art. 443 señala los contenidos del Mandamiento de Ejecución:
a) La orden de requerir de pago al deudor: El receptor deberá señalar al demandado que
se ha deducido demanda ejecutiva en su contra por tal suma o por tal especie, requiriéndole
para que pague en ese acto.
Este requerimiento debe hacérsele personalmente; pero si no es habido, se procederá en
conformidad al artículo 44.
b) Orden de embargar bienes suficientes: La de embargar bienes del deudor en cantidad
suficiente para cubrir la deuda con sus intereses y las costas, si no paga en el acto.
Para estos efectos, el ejecutante deberá señalar en su demanda los bienes que solicita se
embarguen. Si no ha señalado bienes para el embargo, éste se llevará a cabo en los que
presente el deudor, si en concepto del ministro de fe encargado de la diligencia son
suficientes o si, siendo ellos insuficientes, no hay otros conocidos (art. 448).
Si ni el acreedor ni el deudor señalan bienes, el ministro de fe practicará el embargo en el
siguiente orden: dinero, otros bienes muebles, bienes raíces, salarios y pensiones (art. 449).
c) Designación de un depositario provisional: A esta persona el receptor deberá hacer
entrega de los bienes embargados, en depósito. La designación debe recaer en la persona
que, bajo su responsabilidad, designe el acreedor o en persona de reconocida honorabilidad
y solvencia, si el acreedor no la ha indicado. El acreedor podrá designar como depositario
al mismo deudor o pedir que no se designe depositario. El depositario debe aceptar el
encargo.
d) Otras menciones:
 Si la ejecución recae sobre una especie o cuerpo cierto o si el ejecutante ha señalado
en su demanda bienes para embargar, el mandamiento indicará que la traba del
embargo se efectué sobre ellos. En caso contrario, señalará que éste deberá trabarse
sobre bienes que parezcan pertenecer al deudor.
 Si en concepto del tribunal existe temor fundado de que el mandamiento será
desobedecido, podrá otorgar el auxilio de la fuerza pública.
De los requisitos antes indicados son esenciales, la orden de requerir de pago y la de
embargar bienes suficientes si no paga en el acto, los demás son accidentales.
8.2. Notificación y requerimiento: El receptor deberá notificar personalmente la demanda
ejecutiva y la resolución recaída en ella (el mandamiento), dejando constancia de ello en el
cuaderno ejecutivo.
Dando cumplimiento al mandamiento, en primer lugar deberá requerir de pago al deudor,
de modo que si éste paga en el pago la deuda el juicio concluye, debiendo además pagar las
costas. Si el deudor no paga, el receptor deberá proceder a la traba del embargo.
Si el deudor no es habido, deberá notificársele conforme al art. 44, expresando en la copia a
que ese artículo se refiere, además del mandamiento, la designación de día, lugar y hora en
que el ministro de fe practicará el requerimiento. Esto se denomina cédula de espera.
Si el deudor no concurre a la diligencia de requerimiento, procederá el receptor a dejar
constancia de aquello en el expediente y se podrá proceder sin más trámite al embargo.
8.3. El embargo: Es aquella diligencia procesal por la cual un ministro de fe procede a la
entrega real o simbólica de bienes pertenecientes al deudor, al depositario que se designe,
con el objeto de que con dichos bienes se pague al acreedor, ya sea con las especies mismas
o con el producto que arroje el remate de ellas.
8.3.1. Bienes embargables: Conforme al art. 2465 CC, todos los bienes presentes y futuros
del deudor podrán ser objeto de embargo (derecho de prenda general del acreedor),
exceptuándose los bienes inembargables, que se encuentran señalados en el art. 445.
La inembargabilidad es un derecho establecido en beneficio del deudor, este pude renunciar
al mismo pero no en forma anticipada, salvo que la ley señale lo contrario.
Conforme al art. 445, no son embargables:
a) Los sueldos, gratificaciones y las pensiones de gracia, jubilación, retiro y montepío
que pagan el Estado y las Municipalidades. Tratándose de deudas de pensiones
alimenticias decretadas judicialmente, podrá embargarse hasta el 50% de las
prestaciones.
b) Las remuneraciones de los trabajadores en la forma que determina el Código del
Trabajo.
c) Las pensiones alimenticias forzosas.
d) Las rentas periódicas que el deudor cobre de una fundación o que deba a la
liberalidad de un tercero, en la parte que estas rentas sean absolutamente necesarias
para sustentas la vida del deudor, su cónyuge, conviviente civil e hijos.
e) Los fondos que gocen de este beneficio conforme a la LOC del Bando del Estado.
f) Las pólizas de seguro de vida y las sumas que, en cumplimiento de lo convenido en
ellas, pague el asegurador. Sin embargo, es embargable el valor de las primas
pagadas por el que tomó la póliza.
g) Las sumas que se paguen a los empresarios de obras públicas durante la ejecución
de los trabajos. Esta disposición no tiene efecto respecto de lo que se adeude a los
artífices u obreros por sus salarios y de los créditos de los proveedores en razón de
materiales suministrados para la construcción de dichas obras.
h) El bien raíz que el deudor ocupa con su familia, siempre que no tenga un avalúo
fiscal superior a 50 UTM o se trate de una vivienda de emergencia; los muebles de
dormitorio, de comedor y de cocina, y la ropa necesaria para el abrigo del deudor,
su cónyuge o conviviente e hijos.
i) Los libros relativos a la profesión del deudor hasta el valor de 50 UTM, a elección
del deudor.
j) Las máquinas e instrumentos de que se sirve el deudor para la enseñanza de alguna
ciencia o arte hasta 50 UTM, a elección del deudor.
k) Uniformes y equipos de los militares.
l) Los objetos indispensables para el ejercicio personal del arte u oficio de los artistas,
artesanos, obreros; los animales de labor y material de cultivo del labrador o
trabajador de campo, hasta 50 UTM, a elección del deudor.
m) Los utensilios caseros y de cocina, artículos de alimento y combustible, hasta la
concurrencia de lo necesario para el consumo familiar durante un mes.
n) La propiedad de los objetos que el deudor posee fiduciariamente.
o) Los derechos cuyo ejercicio es enteramente personal, como los de uso y habitación.
p) Los bienes raíces donados o legados con la expresión de no embargables, siempre
que se haya hecho constar su valor al tiempo de la entrega por tasación aprobada
judicialmente; pero podrán embargarse por el valor adicional que después
adquieran.
q) Los bienes destinados a un servicio que no pueda paralizarse sin perjuicio del
tránsito o de la higiene pública.
r) Los demás bienes que leyes especiales prohíban embargar.
8.3.2. Personas que pueden designar bienes para la traba: Puede hacerlo el acreedor en
la demanda ejecutiva o al momento de llevarse a cabo el embargo, siempre y cuando en el
mandamiento éstos no hayan sido señalados por el juez (art. 447).
Si el acreedor no ha señalado bienes, la traba se efectuará sobre los bienes que señale el
deudor, si en concepto del receptor ellos son suficientes para responder del pago, o cuando
no aparece que el deudor tenga otros.
Si el deudor no señala bienes, el receptor deberá embargar primero dinero, luego otros
bienes muebles, luego bienes raíces y por último salarios y pensiones.
8.3.3. Forma de efectuar el embargo: Conforme al art. 450, el embargo se entenderá
hecho por la entrega real o simbólica de los bienes al depositario que se designe, aunque
este deje la especie en poder del deudor. A falta de depositario designado por el juez, hará
las veces de tal el propio deudor hasta tanto se designe un depositario distinto.
Sin embargo, existen algunas reglas especiales:
Si el embargo recae sobre una empresa o establecimiento comercial, o sobre cosas o
conjunto de cosas que sean complemento indispensable para su explotación, podrá el juez,
atendidas las circunstancias y la cuantía del crédito, ordenar que el embargo se haga
efectivo, o en los bienes designados por el acreedor, o en otros bienes del deudor, o en la
totalidad de la industria misma, o en el total o parte de las utilidades que ésta produzca (art.
444).
Si se embarga la industria o las utilidades, el depositario tendrá las facultades y deberes del
interventor judicial, y deberá proceder con autorización del juez de la causa.
Si la ejecución recae sobre el simple menaje de la casa habitación del deudor, el embargo se
tendrá por efectuado permaneciendo las especies en poder del deudor, con el carácter de
depositario, previa confección de inventario y tasación aproximada de las especies,
practicada por el receptor. Esta diligencia debe extenderse por escrito y firmarse por el
ministro de fe, el acreedor si concurre y el deudor, quien, en caso de substracción, incurrirá
en la sanción prevista en el número 1° del artículo 471 del Código Penal. (art. 444 inc.
final).
Tratándose de bienes raíces, para que el embargo quede perfecto y produzca efectos
respecto de terceros, es necesario que se inscriba en el Conservador respectivo (art. 453).
Lo mismo tratándose de derechos reales constituidos sobre inmuebles.
Cuando el embargo recae sobre dinero, alhajas, especies preciosas o efectos públicos,
deberán ser depositados en la cuenta corriente del tribunal (art. 451).
Si la cosa objeto del embargo se encuentra en poder de un tercero quien se oponga a la
entrega, alegando el derecho a gozarla a otro título que el de dueño, la especie quedará en
poder de éste como depositario hasta la enajenación, y sin perjuicio del derecho que
corresponda al tenedor de la cosa para seguir gozando aún después de su enajenación (art.
454).
8.3.4. Acta de embargo: El receptor debe dejar constancia escrita de la diligencia,
señalando día, lugar y hora en que ésta se practicó, la expresión individual y detallada de
los bienes embargados e indicar si fue o no necesario el auxilio de la fuerza pública (art.
450 inc. 2°).
Tratándose de bienes muebles, el acta deberá indicar su especie, calidad y estado de
conservación, así como cualquier otro antecedente necesario para su singularización. En el
caso de los inmuebles, ello se individualizarán por su ubicación y datos de la inscripción de
dominio (art. 450 inc. 3°).
El acta deberá ser firmada por el ministro de fe, acreedor y deudor que hayan concurrido a
la diligencia y deseen hacerlo.
Esta acta se incorpora al cuaderno de apremio, y en el cuaderno principal se indicará la
fecha en que se practicó.
El receptor debe enviar carta certificada al ejecutado comunicándole el hecho del embargo
dentro de los 2 días siguientes. El no envío de la carta no invalida la diligencia, pero el
receptor quedará responsable de los perjuicios causados con su omisión, así como de
cualquier infracción en que incurra durante el embargo.
En las notificaciones, requerimientos o embargos, el acta de la diligencia incluirá un
registro georreferenciado que dé cuenta del lugar, fecha y hora de su ocurrencia. Además,
en el caso de retiro de especies, los receptores incluirán un registro fotográfico o de video
con fecha y hora de los bienes muebles al momento del retiro para su entrega al martillero,
a menos que exista oposición por parte del deudor o depositario.
8.3.5. Efectos del embargo:
a) Conforme al art. 1464 N° 3 CC, existe objeto ilícito en la enajenación de cosas
embargadas por resolución judicial, salvo que el juez lo autorice o el acreedor
consienta en ello.
b) Salvo en los casos en que se designa depositario al deudor, éste va a perder la
administración delos bienes embargados, la que quedará a cargo del depositario (art.
479).
8.3.6. Ampliación, reducción, sustitución y cesación del embargo: Son todas cuestiones
accesorias que se tramitan conforme a las reglas establecidas para los incidentes:
a) Ampliación del embargo (art. 456): El acreedor puede pedir la ampliación del embargo
en cualquier estado del proceso, siempre que exista justo motivo para temer que los bienes
embargados no bastan para cubrir la deuda y las costas.
El hecho de haber recaído el embargo sobre bienes difíciles de realizar será siempre justo
motivo para la ampliación, al igual que el hecho de que se deduzca cualquier tercería
respecto de estos bienes.
Si la ampliación se solicita después de haberse dictado sentencia definitiva, no será
necesaria la dictación de una nueva sentencia para comprender en el remate los bienes
agregados.
b) Reducción del embargo (art. 447): El deudor puede solicitar su reducción en el caso
que en el mandamiento no se señalen los bienes que deban embargarse. La apreciación
acerca de si los bienes son o no bastantes deberá hacerla el receptor al momento de trabar el
embargo, sin perjuicio de lo que posteriormente resuelva el juez a petición de parte
interesada.
c) Sustitución del embargo (art. 457): El deudor, en cualquier estado del proceso, puede
sustituir el embargo por una suma de dinero, consignando al efecto una cantidad suficiente
para el pago de la deuda y las costas, salvo que el embargo recaiga sobre la especie o
cuerpo cierto materia de la deuda misma y de la ejecución.
d) Cesación del embargo: Antes de que se efectúe el remate, el deudor podrá hacer cesar
el embargo pagando la deuda y las costas.
e) El reembargo: Consiste en trabar dos o más embargos sucesivos sobre un mismo bien
de propiedad del deudor, por concepto de varios procesos seguidos en contra de éste. Su
procedencia es discutida, la que normalmente se plantea cuando el deudor tiene varios
acreedores y los primeros embargan todos sus bienes.
i. Doctrina que no acepta el reembargo: Este sería improcedente considerando que, para
que pudiera operar sería necesario pedir a diferentes tribunales que hubieren dispuesto un
embargo la correspondiente autorización para subastar, de modo que no exista objeto
ilícito.
Carecería así de ventajas prácticas, ya que los acreedores que han iniciado sus procesos con
posterioridad podrían hacer valer tercerías de prelación y de pago. El art. 528 señala que si
el acreedor que ha demandado con posterioridad no tiene derecho preferente al pago, podrá
solicitar al juez ante el que presentó su demanda que oficie al que está conociendo de la
primera ejecución, a fin de que retenga una parte proporcional a este crédito del producto
del remate.
ii. Doctrina que acepta el reembargo: Como la ley no prohíbe el reembargo es posible
llevarlo a cabo, señalando que no es necesario solicitar la autorización de otros jueces para
proceder al remate, ya que la autorización que exige el art. 1464 N° 3 CC se cumpliría al
dar la orden de remate el juez a quien se le solicita. Por otro lado, lo contrario implicaría el
establecimiento de un privilegio en favor de los acreedores que demanda y embargan
primero.
Señalan además, que el art. 528 reconoce en forma expresa la posibilidad de que existan
dos embargos sucesivos en procesos diferentes al señalar: si existe depositario en la primera
ejecución, no valdrá el nombramiento en las otras ejecuciones. El ejecutante que a
sabiendas de existir depositario, o no pudiendo menos que saberlo, hace retirar las especies
embargadas en la segunda ejecución por el nuevo depositario, será sancionado con las
penas asignadas al delito de estafa.
Otros estiman que, siendo válido el reembargo, para efectos de proceder al remate se
requiere la autorización de los otros jueces.
8.3.7. Administración de los bienes embargados: Esta materia se regula en los arts. 479 y
480. El encargado de la administración de los bienes embargados es el depositario.
Conforme al art. 479, tratándose de bienes muebles, el depositario podrá trasladarlos al
lugar que estime conveniente, salvo:
a) Que el ejecutado caucione la conservación de dichos bienes donde se encuentren.
b) Que, conforme al art. 450, se designe al propio deudor como depositario
provisional.
c) Que se trate de dinero, especies preciosas o efectos públicos que deberán ser
depositados en un banco a la orden del juez de la causa.
Toda cuestión relativa a la administración de los bienes embargados o a la venta que el art.
483 autoriza efectuar al depositario de los bienes muebles sujetos a corrupción o deterioro o
cuya conservación sea muy difícil o dispendiosa, serán sustanciados en audiencias verbales
que tendrán lugar sólo con la parte que asista.
8.4. Cumplimiento de la ejecución: Tratándose de una sentencia de pago, es decir, si el
embargo se ha trabado en la especie o cuerpo cierto materia de la ejecución o en una suma
de dinero, una vez firme la sentencia, el juez ordenará hacer entrega al actor de dicha
especie u ordenará la liquidación del crédito y tasación de costas, para luego disponer el
pago correspondiente con cargo a los fondos embargados y depositados en la cuenta
corriente del tribunal.
Si la sentencia es de remate, para los efectos de poder licitar las especies embargadas y
luego pagar con su producto al acreedor es necesario practicar diferentes trámites, los que
difieren según la naturaleza de esas especies.
8.4.1. Bienes que se realizan sin subasta o remate:
a) Bienes muebles sujetos a corrupción o susceptibles de próximo deterioro o cuya
conservación sea difícil o muy dispendiosa, pueden ser vendidas por el depositario
sin tasación, previa autorización del juez (art. 483).
b) Efectos de comercio realizables en el acto, sin previa tasación, pueden ser vendidos
por un corredor designado de la misma forma que los peritos (art. 484).
c) B
8.4.2. Bienes que se realizan en Remate o pública subasta: El remate es el acto jurídico
procesal por el cual se venden en forma forzada las especies embargadas, por resolución del
tribunal que así lo ordena, en forma pública y al mejor postor.
a) Bienes Muebles Susceptibles de ser Vendidos al Martillo: Los bienes muebles
embargados se venderán en martillo, siempre que sea posible, sin necesidad de tasación. La
venta se hará por el martillero designado por el tribunal que corresponda (art. 482).
El ejecutante deberá solicitar al tribunal la designación de martillero público, a fin de que
éste proceda a la venta de las especies embargadas en pública subasta al mejor postor. Si
corresponde, el tribunal designará al martillero y ordenará la entrega de las especies
embargadas para su remate.
El martillero deberá indicar día y hora en que se efectuará el remate y además deberá
publicar los anuncios correspondientes conforme a las normas que regulan su actividad. El
martillero designado deberá encontrarse dentro de la lista de martilleros judiciales
elaborados por la Corte de Apelaciones respectiva.
Efectuado el remate, el martillero deberá rendir cuenta de su gestión al tribunal y depositar
los dineros producto del mismo a la cuenta corriente respectiva.
Si la sentencia no se encuentra ejecutoriada, los dineros producto de la subasta quedarán en
esa cuenta corriente y sólo podrán ser entregados pendiente la apelación del fallo si el
ejecutante garantiza su devolución.
b) Otros bienes que se venden en remate: Si el embargo ha recaído sobre otros bienes
diferentes de los antes señalados, es decir, sobre bienes raíces y bienes incorporales, el art.
483 dispone que estos bienes se tasarán y venderán en remate público ante el tribunal que
conoce de la ejecución o ante el tribunal dentro de cuya jurisdicción estén situados los
inmuebles, cuando así se resuelva a solicitud de parte y por motivos fundados.
8.4.3. Trámites anteriores al remate mismo:
a) La tasación: Cuando se trate de bienes raíces, de acuerdo al art. 486, la tasación será la
que figure en el rol de avalúos vigente para los efectos del impuesto territorial o
contribuciones de bienes raíces, salvo que el ejecutado solicite que se efectúe una nueva
tasación.
El ejecutante deberá presentar un escrito, acompañando a él un certificado de avalúo del
bien raíz en referencia, y pedirá al tribunal que se tenga el monto que en él se señala como
valor de la tasación para efectos de la subasta. El tribunal dictará una resolución teniendo
por acompañado el certificado y el avalúo, con citación.
Dentro del plazo de 3 días, el ejecutado podrá oponerse solicitando que se efectúe una
nueva tasación por peritos, petición a la que el tribunal deberá acceder y se procederá a su
designación en la forma que señala el art. 414. Se citará a una audiencia a las partes, la que
se efectuará el segundo día hábil. Si las partes no se ponen de acuerdo sobre la persona del
perito, éste será designado por el juez, nombramiento que no podrá recaer sobre empleados
o dependientes del tribunal.
Los peritos designados deberán evacuar informe, el cual el tribunal ordenará poner en
conocimiento de las partes, las que tendrán el plazo de 3 días para objetarlo. Si nada dicen,
la tasación se tendrá por aprobada.
Si alguna de las partes formula objeción, se conferirá traslado de la misma por 3 días a la
contraria, a fin de que ésta exprese lo conveniente a sus derechos, y transcurrido este plazo
el tribunal resolverá la incidencia. Si la acoge, podrá mandar a que la tasación sea
rectificada por el mismo perito o por otros, pero también podrá el tribunal por sí mismo
fijar el valor de la tasación (art. 487).
Las resoluciones que dicte el tribunal en estos puntos son inapelables (art. 487).
Practicada una nueva tasación, sea por perito o por el tribunal, ella se tendrá por aprobada y
no se admitirán nuevos reclamos.
Cuando se trate de otros bienes que no sean inmuebles, la tasación necesariamente deberá
efectuarse por peritos, toda vez que no existe avalúo.
b) Fijación de las bases del remate: Aprobada la tasación, se señalará día y hora para la
subasta (art. 488). Sin embargo, previamente es necesaria la aprobación de las bases
conforme a las cuales se va a efectuar el remate.
A este respecto, el art. 491 señala que el precio de los bienes que se rematen deberá pagarse
de contado, salvo que las partes acuerden o que el tribunal, por motivos fundados, resuelva
otra cosa. Las demás condiciones para la subasta se propondrán por el ejecutante (mínimo
de las posturas, plazo de entrega del inmueble, etc.), con citación de la contraria. La
oposición que se formule será resuelta de plano por el tribunal, consultando la mayor
facilidad y el mejor resultado de la enajenación.
Si la parte contraria no objeta, las bases se tendrán por aprobadas; si las objeta, la objeción
es resuelta de plano. En este caso será el juez quien fijará las bases del remate, para lo cual
tiene algunas limitaciones:
 Sólo por motivos fundados podrá establecer en las bases que el precio no se pagará
al contado (art. 491).
 No podrá fijar como mínimo de las posturas una suma inferior a los 2/3 del monto
de la tasación (art. 493).
 Deberá señalar que toda persona que desee participar en la subasta deberá rendir
previamente una caución que no podrá ser inferior al 10% del valor de la tasación,
la que subsistirá hasta que se otorgue la escritura definitiva de compraventa o se
deposite a la orden del tribunal el precio o la parte de él que debe pagarse de
contado. Esta caución tiene por objeto asegurar la seriedad de las posturas, si el
subastador no cumple con sus obligaciones la subasta quedará sin efecto y se hará
efectiva la caución. A los postores que no se adjudicaron las especies se les restituye
de inmediato la garantía rendida.
c) Fijación de día y hora para la subasta: Aprobada la tasación y las bases del remate, se
debe fijar día y hora a fin de que éste pueda llevarse a cabo (art. 488). Conforme al art. 489,
el remate se anunciará por avisos publicados a lo menos por 4 veces en un diario de la
comuna asiento del tribunal o de la capital de la provincia o de la región.
Estos avisos deberán ser redactados por el secretario del tribunal, y deberán contener los
datos necesarios para identificar los bienes que van a rematarse. El primer aviso debe ser
publicado a lo menos con 15 días corridos de anticipación de aquél fijado para el remate.
Si los bienes objeto del remate se encuentran ubicados en otra comuna que aquella en la
cual tiene su asiento el tribunal, deberá anunciarse el remate de la misma manera en un
diario de esa comuna o de la capital de provincia o de región.
Estos avisos pueden ser publicados en días inhábiles, lo que tiene por objeto permitir la
mayor difusión posible de la subasta.
En el expediente, el secretario deberá certificar el tenor del aviso publicado y las fechas en
que lo fue.
Si se omiten las publicaciones el remate será nulo.
d) Citación de los acreedores hipotecarios: Tratándose de inmuebles, cuando sobre ellos
se encuentra constituida alguna hipoteca, esto da derecho al acreedor hipotecario para
perseguir el bien de manos de quien lo posea cualquiera sea el título en virtud del cual lo
haya adquirido (art. 24248 CC), salvo que la adquisición haya tenido lugar en pública
subasta ordenada por el juez después de haberse citado a los acreedores hipotecarios, los
que deberán ser pagados de sus créditos con el producto del remate, conforme al orden de
prelación que corresponda.
El art. 492 señala que si un acreedor hipotecario de grado posterior persigue el inmueble
hipotecado contra el deudor personal que lo posee, los acreedores de grado preferente,
citados conforme al art. 2428 CC, podrán exigir el pago de sus créditos sobre el precio del
remate según sus grados o conservar sus hipotecas sobre la finca subastada, siempre que
sus créditos no estén devengados. Si los acreedores nada dicen durante el término de
emplazamiento, se entenderá que optan por ser pagados con el producto del remate en el
orden correspondiente.
En caso que se omita la citación de algún acreedor hipotecario, conservarán sus hipotecas
no obstante la subasta. Es decir, quien remata el inmueble lo hará con esas hipotecas, sin
perjuicio de que podrá subrogarse en los derechos del acreedor hipotecario que obtuvo el
pago de su crédito.
e) Autorización de otros tribunales: Si la especie se encuentra embargada además en otro
proceso, para la validez del remate es indispensable que se obtenga la autorización del otro
juez.
f) Calificación de las garantías o cauciones: En las bases del remate se señalarán las
cauciones o garantías que deberán rendir los subastadores a fin de garantizar la seriedad de
sus posturas. Todo postor, para tomar parte en el remate, deberá rendir caución suficiente,
calificada por el tribunal sin ulterior recurso, para responder que se llevará a efecto la
compra de los bienes rematados. La caución será equivalente al 10% del valor de tasación y
subsistirá hasta que se otorgue la escritura definitiva de compraventa o se deposite a la
orden del tribunal el precio o la parte de él pagadera al contado (art. 494). Las partes, de
común acuerdo, pueden alterar el monto de las garantías.
8.4.4. El remate: Cumplidos los trámites anteriores, en el día y hora señalados para la
subasta, deberá llevarse a cabo ante el tribunal que conoce del proceso o ante aquél que
corresponda al territorio en que se encuentran ubicados los inmuebles (art. 485).
Los subastadores comenzarán efectuando ofertas por sobre el mínimo establecido en las
bases y concluirá cuando se llegue a la postura más alta. A esta subasta puede concurrir
también el propio acreedor, quien no requiere rendir caución.
8.4.5. Acta de remate: Conforme al art. 495, concluido el remate, deberá levantarse acta
del mismo cuando se trate de los bienes señalados en el art. 1801 inc. 2° CC, es decir,
bienes raíces, servidumbres, censos y sucesión hereditaria, acta que se extenderá en un libro
especial que al efecto debe llevar el secretario del tribunal y en la cual se señalarán los
pormenores de la venta efectuada y será suscrita por el Juez, secretario y subastador.
Extracto del acta debe dejarse en todo caso en el expediente.
Esta acta es en realidad el contrato mismo de compraventa, toda vez que en él se indicaran
los requisitos inherentes a dicho contrato (cosa y precio). Esta acta valdrá como escritura
pública para que la venta se repute perfecta, sin perjuicio de que dentro de tercero día deba
extenderse la escritura pública propiamente tal, en la cual el juez comparecerá en
representación del ejecutado.
8.4.6. La escritura pública: Deberá otorgarse dentro de tercero día desde la suscripción
del acta de remate, escritura en la cual comparecerá el juez en representación del
propietario ejecutado y por el rematante, quien mediante esta escritura podrá requerir la
correspondiente inscripción a su nombre en el Conservador de Bienes Raíces respectivo.
En esta escritura además del acta de remate deberán insertarse los antecedentes que sean
necesarios para su debida inteligencia, como por ejemplo señalar el proceso en que se
efectuó el remate, etc.
La escritura será otorgada a petición del subastador, quien en ese mismo momento podrá
solicitar al tribunal el alzamiento de embargos y la cancelación de hipotecas sobre este
bien, petición a la que el tribunal dará lugar con citación de los interesados.
8.4.7. Sanción: Si el subastador no consigna oportunamente el precio conforme a las bases
del remate o no concurre a suscribir la escritura definitiva, el remate quedará sin efecto y se
hará efectiva la caución otorgada. Del monto de esta garantía se deducirán previamente los
gastos del remate, luego el 50% se abonará al crédito y el otro 50 % quedará a beneficio de
la Corporación Administrativa del Poder Judicial.
Las apelaciones que en este caso puede deducir el subastador de los bienes embargados se
concederán en el solo efecto devolutivo.
8.4.8. Ausencia de postores en el remate: El art. 499 otorga al acreedor ejecutivo dos
posibilidades:
a) Puede solicitar que los bienes le sean adjudicados por los 2/3 del valor de tasación
de los mismos.
b) Puede pedir que el tribunal reduzca prudencialmente el monto de la tasación,
reducción que no podrá ser más de 1/3 de la misma.
Si el acreedor solicita la adjudicación de los bienes, el tribunal accederá a ello con citación
del ejecutado y demás interesados, si los hubiere. En este caso existirá una venta en pública
subasta donde el acreedor será el comprador, enterando el precio correspondiente por
compensación de su crédito y en lo demás se procederá como si hubiera habido realmente
remate.
Si el acreedor escoge la segunda alternativa, deberá proceder a efectuarse nuevo remate. Si
efectuado un segundo remate nuevamente no se presentan postores, el acreedor tendrá
derecho a solicitar alguna de las siguientes alternativas (art. 500):
a) Que se le adjudiquen los bienes por 2/3 del nuevo avalúo.
b) Que se pongan los bienes a remate por tercera vez, por el precio mínimo que el
tribunal señale.
c) Que se le entreguen los bienes en prenda pretoria, es decir, que se le entreguen con
el objeto de ir percibiendo las rentas líquidas que éstos produzcan, las que irá
abonando al crédito.
Si el acreedor opta por la prenda pretoria, el ejecutado tiene derecho a oponerse y solicitar
que en cambio se saquen los bienes a remate por última vez, sin mínimo para las posturas.
Si opta por el tercer remate, deberán efectuarse los mismos trámites previos a la subasta,
pero el plazo para la fijación de los avisos se reducirá a la mitad, salvo que hayan
transcurrido más de 3 meses desde el día designado para el remate anterior.
8.4.9. La prenda pretoria: Es un contrato celebrado por intermedio de la justicia, por el
que se entrega al acreedor una cosa mueble o inmueble embargada en una ejecución, para
que se pague con sus frutos.
El contrato se perfecciona con la facción del inventario solemne de los bienes que se
entregan al acreedor en prenda pretoria, y significa para el acreedor los siguientes derechos
y obligaciones:
a) Tiene derecho a aplicar las rentas líquidas de los bienes al pago del crédito a medida
que las va percibiendo.
b) En cualquier momento puede poner término a la prenda y solicitar la enajenación de
ésta o el embargo de otros bienes del deudor.
c) Tiene los mismos derechos que el acreedor prendario sobre los bienes muebles.
d) Tiene la obligación de llevar cuenta exacta, y en lo posible documentada, de los
productos de los bienes y rendir cuenta de su administración una vez al año
tratándose de inmuebles y cada 6 meses en el caso de muebles.
Por su parte el deudor tiene derecho a pedir en cualquier momento la restitución de los
bienes, pagando la deuda, las costas y todo a lo que el acreedor tenga derecho a percibir a
consecuencia de la prenda pretoria.
8.4.10. Nulidad del remate: El remate o venta en pública subasta es un contrato de
compraventa celebrado en forma forzada, de tal modo que el vendedor que es el ejecutado
es representado por disposición de la ley por el juez respectivo, quien en definitiva suscribe
la escritura pública correspondiente. Por este motivo, se señala que el remate es un acto
jurídico tanto de carácter civil como procesal y por esta razón puede ser objeto de nulidad
de orden civil o procesal.
a) Nulidad civil: Si la compraventa en remate adolece de cualquier vicio de orden civil
(objeto ilícito, causa ilícita, ausencia de solemnidades), deberá impetrarse la nulidad del
mismo a través de una demanda en juicio civil independiente de aquél en el cual se subastó
la especie.
b) Nulidad procesal: Puede ocurrir, por ejemplo, si el remate no se efectuó ante el tribunal
correspondiente, no se realizaron las publicaciones, etc. Los vicios de orden procesal deben
ser reclamados en el mismo proceso en el cual se practicó el remate a través del incidente
de nulidad procesal, el que podrá impetrarse sólo hasta el momento en que quede firme o
ejecutoriada la resolución que ordenó la escritura pública de adjudicación en remate.
8.5. Trámites finales de la ejecución:
8.5.1. Destino de los dineros producto del remate: Conforme al art. 509, los fondos o
dineros que se obtengan de la realización de los bienes embargados deberán ser
consignados o depositados en la cuenta corriente del tribunal respectivo, ya sea por el
martillero, por el depositario o por lo compradores cuando se trate de remates efectuados en
el tribunal.
8.5.2. Liquidación del crédito y tasación de costas (art. 510): Ejecutoriada la sentencia
definitiva y realizado el embargo, el ejecutante deberá solicitar la liquidación del crédito, es
decir, el cálculo de los reajustes e intereses que procedan y la tasación de las costas
personales y procesales. Esta liquidación y tasación podrá incluso efectuarse antes de que la
sentencia quede ejecutoriada, cuando el ejecutante caucione las resultas.
La liquidación del crédito la efectúa el Secretario y la tasación de costas procesales
también, mientras que las personales las regula el juez.
8.5.3. El pago al acreedor (art. 511): Practicada la liquidación, el juez ordenará el pago al
acreedor con el dinero embargado o con el que resulte del remate. Si lo embargado fue la
especie misma adeudada, se hará entrega de ella al ejecutante.
8.5.4. Orden en que se efectúa el pago: Los dineros que se encuentran depositados en la
cuenta corriente del tribunal no podrán ser utilizados para pagar otra deuda que la
correspondiente a la ejecución, salvo que la sentencia haya declarado la existencia de un
privilegio respecto de algún crédito conforme a las normas de prelación o se trate de algún
caso expresamente señalado por la ley, como las costas y remuneración del depositario.
En consecuencia, el orden en que deben efectuarse los pagos es el siguiente:
a) Créditos diferentes a aquél que motivó la ejecución y que la sentencia declare
preferentes conforme a las normas de prelación de créditos.
b) Costas y remuneración del depositario.
c) La deuda misma, pagándose en primer término los intereses y luego el capital.
En caso que el producto de la ejecución no alcance para efectuar todos los pagos señalados,
procederá se solicite la ampliación del embargo y la realización de nuevos bienes. Por el
contrario, si el producto excede lo que debe pagarse, el saldo deberá ser entregado al
ejecutado.
8.5.5. Normas relativas al depositario: Al practicar el embargo se hará entrega de los
bienes embargados a un depositario provisional, correspondiendo posteriormente efectuar
la designación de depositario definitivo, nombramiento que es efectuado por las partes de
común acuerdo en una audiencia o por el juez a falta de acuerdo.
El depositario debe encargarse de la conservación y eventualmente de la administración de
los bienes embargados. Expirado el depósito por cualquier razón, el depositario deberá
rendir cuenta de su administración.
El depositario deberá consigna en la cuenta corriente del tribunal los fondos líquidos que
obtenga de los bienes en depósito y, en caso de mora en efectuar este depósito, deberá
pagar los intereses corrientes.
El depositario tendrá derecho a remuneración, la que será determinada por el juez al
momento de pronunciarse sobre la rendición de cuentas.

CAMILA
9. Juicio ejecutivo por obligaciones de hacer:
Es aquel procedimiento ejecutivo a través del cual el acreedor persigue el cumplimiento
forzado de una obligación consistente en la ejecución de algún hecho.
El hecho cuya ejecución se pretende puede consistir en la suscripción de un documento o
en la constitución de una obligación, o en la realización de una obra material.
Se regula en los arts. 530 a 543.
9.1. Requisitos de la demanda ejecutiva: Para que el juez pueda dar curso a una demanda
en juicio ejecutivo por obligación de hacer se requiere:
a) La existencia de un título ejecutivo.
b) Que la obligación sea actualmente exigible.
c) Que la obligación sea determinada.
d) Que la acción ejecutiva no esté prescrita.
Concurriendo estos requisitos, el juez dará curso a la demanda ejecutiva, disponiendo los
trámites pertinentes, los que varían según el tipo de hecho que se pretende.
9.2. Suscripción de un documento o constitución de una obligación: Si el juez estima
que concurren los requisitos de la demanda, le dará curso y despachará mandamiento para
requerir el cumplimiento de la obligación de suscribir un documento o constituir una
obligación dentro del plazo prudencial que señalará.
El ejecutado puede adoptar las siguientes actitudes:
a) Cumple dentro de plazo con la suscripción del documento o constitución de
obligación.
b) Opone excepciones, caso en el cual será necesario esperar la dictación de la
sentencia respectiva.
c) No hace nada. En este caso se omitirá la sentencia, sirviendo el mandamiento para
efectos de seguir adelante la ejecución una vez vencido el plazo de 4 días para
oponer excepciones.
Si el ejecutado no ha opuesto excepciones, o habiéndolas deducido, éstas son rechazadas, la
ejecución seguirá adelante una vez vencido el plazo señalado para el cumplimiento del
requerimiento. En este caso el ejecutante deberá solicitar en el cuaderno de apremio que el
juez proceda a suscribir el documento o a constituir la obligación en representación del
deudor.
9.3. Realización de obra material: Si la demanda cumple con los requisitos, el juez
despachará mandamiento para requerir al deudor el cumplimiento de la obligación,
señalándole un plazo prudencial para que dé inicio a las obras.
El ejecutado puede adoptar una de las siguientes actitudes:
a) Iniciar los trabajos en el plazo señalado y concluirlos, finalizando el proceso.
b) Oponer excepciones. Puede oponer las del art. 464 y la del art. 534, la de
imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra.
c) No hacer nada. La ejecución sigue adelante con el mérito del mandamiento.
Si la ejecución sigue adelante, el ejecutante podrá solicitar al tribunal, a su elección, que se
le autorice a él mismo para hacer ejecutar la obra por un tercero o el apremio al deudor para
la ejecución del hecho convenido. Igual derecho podrá hacer valer el actor si, comenzada la
obra, ella se paraliza por el deudor sin causa justificada.
Si el actor escoge ejecutar la obra por un tercero, junto con la solicitud respectiva deberá
presentar un presupuesto de la ejecución, el que será puesto en conocimiento del ejecutado
para que pueda objetarlo dentro de tercero día. Si no lo objeta se tendrá por aprobado; si lo
objeta, el monto será determinado por peritos designados conforme a las normas generales.
Encontrándose firme el presupuesto, el deudor deberá consignar el importe en la cuenta del
tribunal dentro de tercero día, a fin de que el juez entregue los fondos a medida del avance
del trabajo. Si los fondos se agotan antes de concluirse la obra, el ejecutante podrá solicitar
el aumento de los mismos, siempre que justifique error en el presupuesto o que han
sobrevenido circunstancias imprevistas que han aumentado el valor de las obras.
Si el deudor no consigna fondos dentro de 3 días, se procederá al embargo y remate de
bienes conforme a las normas de las obligaciones de dar.
Concluida la obra, el ejecutante deberá rendir cuenta al tribunal de la inversión de los
fondos recibidos.
El acreedor puede solicitar apremios contra el deudor, consistentes en arrestos de hasta 15
días y multas, que pueden ser reiterados si persisten en el incumplimiento. Para la
procedencia de estos apremios es necesario que el deudor no haya consignado fondos para
la obra o no se hayan obtenido estos mediante la realización de bienes.
Los apremios cesarán si el deudor paga la multa y cauciona suficientemente la
indemnización completa de todo perjuicio al acreedor.
10. Juicio ejecutivo por obligación de no hacer:
Se regula en el art. 554. La obligación de no hacer consiste en que el deudor se abstenga de
la ejecución de un hecho cualquiera, sea éste material o jurídico.
Conforme al art. 1555 CC, las obligaciones de no hacer se resuelven en la de indemnizar
perjuicios, pues no puede deshacerse lo hecho en contravención. Si puede deshacerse lo
hecho, la obligación se transforma en una obligación de hacer (deshacer lo hecho),
tramitándose conforme a las normas del juicio ejecutivo de obligación de hacer, con la
salvedad que el ejecutado podrá alegar incidentalmente que la finalidad perseguida con la
obligación de no hacer incumplida puede obtenerse de otra forma, incidente que se tramita
conforme a las reglas generales.

IV. Las Tercerías112.


1. Concepto:
Tercerías en el juicio ejecutivo son aquellas intervenciones que efectúan en este proceso
terceros extraños al mismo pretendiendo dominio sobre los bienes embargados, posesión de
los mismos, derecho a ser pagado preferentemente o derecho para concurrir al pago a falta
de otros bienes.
La intervención de terceros en el juicio ejecutivo tiene dos características: Es taxativa, solo
se permite la intervención de terceros fundada en ciertas pretensiones; y tienen que existir
bienes embargados.
En el juicio ejecutivo sólo son admisibles las tercerías de dominio, de posesión, de
prelación y de pago (art. 518).
2. Regulación:
Se regulan especialmente en los artículos 518 a 529, aplicándoseles también las normas
comunes a todo procedimiento, en que se contienen normas relativas a las tercerías en
general, y a falta de ellas, las normas del procedimiento ordinario de mayor cuantía.
3. Naturaleza jurídica de las tercerías en el juicio ejecutivo:
Se ha discutido si constituyen un proceso separado del juicio ejecutivo o si sólo son parte
de éste.

112
a.- Concepto. Clases y concepto de cada una de ellas; b.- Tramitación y efectos.
Algunos estiman que tienen carácter accesorio al juico ejecutivo, son incidencias del juicio
ejecutivo promovidas por terceros que sostienen algunas de las pretensiones mencionadas,
que se tramitan conforme a las normas del incidente ordinario, salvo la tercería de dominio
que se sustancia conforme a las normas del juicio ordinario pero sin los trámites de réplica
y dúplica. Se encuentran reguladas entre las normas relativas al juicio ejecutivo de la
obligación de dar y no pueden existir sin que haya juicio ejecutivo al cual acceden, ya que
ellas nacen a consecuencia del embargo.
Otros estiman que constituyen un juicio distinto, a pesar de tener tramitación incidental, y
la sentencia que en ellas se dicta corresponde a una sentencia definitiva.
Determinar la naturaleza jurídica de la tercería tiene importancia para determinar la forma
de notificación, la naturaleza de la resolución que las resuelve, la subsistencia del mandato
judicial, los recursos que se pueden interponer y los efectos de las resoluciones.
La doctrina y la jurisprudencia se han uniformado en el sentido de que la tercería es un
juicio, pero que se tramita como incidente113.
4. Características:
a) Son excepcionales: En el juicio ejecutivo sólo son admisibles las tercerías que señala el
art. 518.
b) Son de carácter accesorio: No pueden existir sin un juicio ejecutivo en el cual se haya
trabado embargo sobre alguna especie, lo cual origina la pretensión del tercero. Son
incidentes del juicio ejecutivo.
Esto tiene las siguientes consecuencias:
 El mandato constituido en el juicio ejecutivo tiene pleno valor para la tercería.
 La resolución recaída en la primera gestión de una tercería, si bien debieran
notificarse por el estado a los apoderados del ejecutante y del ejecutado, por razones
de orden práctico se ha dispuesto que sean notificadas por cédula a los apoderados.
 Las resoluciones que los fallan, al establecer derechos permanentes en favor de las
partes, son sentencias interlocutorias y no definitivas.
5. Tercería de dominio:
5.1. Concepto: Es aquella en la cual una persona extraña al proceso se presenta a éste
formulando su pretensión de que se le reconozca la calidad de dueña de la especie
embargada que sostiene tener.
Puede ocurrir que por error o por mala fe, se proceda a embargar bienes que no sean de
propiedad del deudor, sino que de un tercero; a fin de evitar que esa persona ajena al
proceso se vea privada del dominio sobre la especie que le pertenece, se ha establecido este
procedimiento accesorio. El tercerista de dominio es un tercero que pretender ser declarado

113
Si se trata de un juicio distinto habría que constituir un nuevo mandato, pero en la práctica no se hace.
dueño de algunos bienes que han sido embargados, que se alce el embargo y que se le
entregue los bienes, interpone una pretensión declarativa de condena.
5.2. Oportunidad para deducirla: El código no señala en forma precisa el momento desde
el cual puede interponerse esta tercería ni hasta cuándo. Sin embargo, de las disposiciones
que la regulan se arriba a las siguientes conclusiones:
a) Sólo puede deducirse una vez que se ha iniciado un juicio ejecutivo y en él se ha
trabado embargo sobre la o las especies sobre las cuales el tercero pretende
dominio.
b) Puede deducirse hasta antes de que se efectúe la tradición de los bienes que han sido
objeto del remate, es decir, hasta antes de la entrega de los bienes muebles o la
inscripción de dominio de los inmuebles.
Si ya se ha efectuado la tradición, el tercero que pretende dominio sobre los bienes deberá
deducir acción reivindicatoria.
Si los bienes han sido entregados en prenda pretoria, como no han salido del patrimonio del
ejecutado, el tercero puede deducir su tercería de dominio.
5.3. Tramitación: La tercería de dominio se seguirá en ramo separado con el ejecutante y
ejecutado, por los trámites del juicio ordinario, sin los escritos de réplica y dúplica (art.
521).
La demanda debe reunir los requisitos del art. 254 y no se dará curso a ella si no cumple
con alguno de estos requisitos (art. 523).
Se deduce en contra del ejecutante y del ejecutado, el tercerista será el demandante
mientras que los otros dos los demandados. Si la demanda reúne los requisitos, el juez dará
traslado de ella al ejecutante y ejecutado para que contesten en el término de
emplazamiento, pudiendo oponer las dilatorias que estimen.
5.4. Efectos de la tercería de dominio en el juicio ejecutivo:
5.4.1. En el cuaderno ejecutivo: El art. 522 señala que las tercerías no suspenden en caso
alguno la tramitación del cuaderno ejecutivo, pues no existe relación entre ambos que haga
necesaria la suspensión.
5.4.2. Cuaderno de apremio: El art. 523 señala que la norma general es que la tercería de
dominio no suspenda el procedimiento de apremio, salvo que ella se apoye en instrumento
público otorgado con anterioridad a la presentación de la demanda ejecutiva.
Cuando la tercería no se funda en instrumento público otorgado con anterioridad, el
procedimiento de apremio sigue adelante y se lleva a cabo el remate, pero se entiende que
lo que se remata son los derechos litigiosos que el deudor tiene sobre los bienes
embargados objeto de la tercería, es decir, el subastador adquiere los bienes bajo condición
resolutoria, en forma tal que si se acoge la tercería se resolverá el contrato de compraventa
celebrado en pública subasta.
Cuando la tercería se funda en instrumento público otorgado con anterioridad a la
presentación de la demanda ejecutiva, se suspende el procedimiento de apremio hasta que
ella sea resuelta por sentencia ejecutoriada. Si la sentencia acoge la tercería, se excluirá el
bien del embargo; si es rechazada, continuará el procedimiento de apremio.
En todo caso, la suspensión sólo dice relación con los bienes materia de la tercería.
5.5. Sentencia: La sentencia que falla esta tercería es una interlocutoria. Si acoge la
demanda del tercerista, deberá disponer el alzamiento del embargo sobre la especie en
cuestión y su restitución al tercero. En caso de que el apremio no se haya paralizado, se
producirá la resolución de la venta efectuada en pública subasta.
Si la sentencia rechaza la tercería, una vez ejecutoriada cesa la intervención del tercero.
6. Tercería de posesión:
6.1. Concepto: Es aquella por la cual un tercero extraño al juicio ejecutivo comparece a
éste solicitando se alce el embargo y se respete su posesión respecto de bienes que han sido
objeto de éste, porque al momento en el cual se practicó, la especie se encontraba en su
poder y consiguientemente debía presumirse su dominio.
Mediante ella se persigue el alzamiento del embargo y la restitución de los bienes a la
persona en cuya posesión se encontraban, por cuanto el poseedor se presume dueño.
6.2. Situaciones que pueden presentarse:
a) El embargo recae sobre bienes del deudor que se encuentran en el domicilio de éste.
En este caso no hay problemas.
b) Se embargan bienes de propiedad del deudor que se encuentran en poder de un
tercero. Tampoco hay problemas ya que los bienes están sujetos al derecho de
prenda general.
c) Se embargan bienes de un tercero que se encuentran en el domicilio del deudor; en
este caso corresponde al tercero deducir tercería de dominio.
d) Se embargan bienes de propiedad de un tercero que se encuentran en el domicilio
del tercero; aquí procede la tercería de posesión, la que presenta la ventaja para el
tercero de que sólo debe probar posesión y pasa a presumirse legalmente su
dominio.
6.3. Tramitación: Conforme al art. 521, la tercería de posesión se tramita conforme a las
normas del incidente ordinario, en cuaderno separado, es decir, no suspende el apremio.
El tercerista deberá presentar demanda incidental en la que alegará ser poseedor de los
bienes embargados en ese proceso y solicitará al tribunal que ordene alzar el embargo. Esta
demanda incidental se dirigirá en contra de ejecutante y ejecutado y será resuelta en este
procedimiento incidental por una interlocutoria.
6.4. Efectos:
a) Cuaderno ejecutivo: No produce efecto alguno, se continúa tramitando hasta la
dictación de la sentencia.
b) Cuaderno de apremio: No suspende la tramitación, salvo que se acompañen a la
tercería antecedentes que constituyan presunción grave de la posesión que se reclama (art.
522).
6.5. Momento en el cual se puede deducir esta tercería: Es necesario que se haya
embargado el bien, ya que antes no se encuentra afectada la posesión del tercero, y sólo
puede deducirse hasta antes de que se haya enajenado la especie.
6.6. Sentencia: Ejecutoriada la interlocutoria que resuelve la tercería acogiéndola, deberá
ordenarse el alzamiento del embargo y la restitución de la especie al tercero. Si se rechaza
la tercería, ejecutoriada la sentencia, cesa la intervención del tercero.
7. Tercería de prelación:
7.1. Concepto: Es aquella en la cual un tercero ajeno al juicio ejecutivo comparece a éste
invocando calidad de acreedor del ejecutado y pretendiendo ser pagado en forma preferente
al ejecutante con el producto del remate.
Su finalidad es que se le reconozca al tercero la calidad de acreedor privilegiado y hacer
efectiva su preferencia en el pago sobre el producto de los bienes embargados.
El art. 2470 CC establece las causales de preferencia y su regulación sustantiva.
7.2. Momento en que puede interponerse: Puede deducirse desde que se haya notificado
de la demanda ejecutiva al ejecutado y hasta antes de la conclusión del juicio ejecutivo.
7.3. Tramitación: Se tramita conforme a las normas del incidente ordinario, debiendo
acompañar a la demanda el título que justifique el derecho preferente que se alega.
Sólo puede oponerla un tercero que sea acreedor del ejecutado y que tenga preferencia para
el pago, debiendo su crédito constar de un título ejecutivo que dé cuenta de una obligación
líquida, actualmente exigible y no prescrita.
El tercerista deduce dos pretensiones diferentes, una en contra del ejecutado para el pago
del crédito y otra en contra del ejecutante para que se le pague preferentemente. El
ejecutado podrá oponer las excepciones correspondientes del juicio ejecutivo y el
ejecutante podrá defenderse oponiendo cualquier tipo de excepciones que sean procedentes.
7.4. Efectos de su interposición: Su interposición no suspende ninguno de los dos
cuadernos, el apremio sólo se paralizará después de efectuado el remate, guardándose el
producto de éste en la cuenta corriente del tribunal, a fin de que una vez fallada la tercería
se proceda al pago del o los créditos en la forma que se haya resuelto.
7.5. Acciones que comprende esta tercería: Esta tercería comprende dos acciones, la que
se deduce contra el ejecutado es la acción ejecutiva y la que se interpone contra el
ejecutante es la de preferencia en el pago.
Si la sentencia acoge la ejecutiva pero rechaza la de preferencia, la tercería de prelación se
transforma en tercería de pago, señalando el art. 527 que, si no teniendo el deudor otros
bienes que los embargados, no alcanzan a cubrirse con ellos los créditos de ejecutante y
tercerista, ni se justifica derecho preferente para el pago, el producto se distribuirá entre
ambos acreedores, proporcionalmente al monto de los créditos que se hagan valer.
8. Tercería de pago:
8.1. Concepto: Es aquella por la cual un tercero, acreedor no privilegiado, interviene en el
juicio ejecutivo pretendiendo derecho para concurrir al pago en el producto de los bienes
embargados, a falta de otros bienes y a prorrata de sus respectivos créditos.
Es el derecho que tiene el acreedor de pagarse proporcionalmente con el producto de la
subasta (art. 527).
8.2. Momento en que puede interponerse: Por su naturaleza, no puede deducirse antes de
que exista el embargo, ya que es necesario que el deudor carezca de otros bienes; y debe ser
deducida antes de que se haya efectuado el pago al ejecutante.
8.3. Requisitos de procedencia:
a) El crédito del tercero debe constar en un título ejecutivo (art. 527).
b) El deudor debe carecer de otros bienes que los embargados (art. 518).
8.4. Tramitación: Se tramita como incidente ordinario, el que se siguen entre el tercerista
contra ejecutante y ejecutado.
Si la tercería es acogida y el producto de los bienes embargados no es suficiente para pagar
ambos créditos, el producto del remate se distribuirá entre ellos a prorrata de sus créditos.
Si la tercería es rechazada, el tercero carece de derecho para concurrir al pago. Sin perjuicio
que el tercero pueda iniciar un procedimiento ejecutivo diverso ante el tribunal que
corresponda, procedimiento en el cual podrá solicitar al tribunal que dirija oficio al que
conoce de la otra ejecución, para que retenga de los bienes realizados la cuota que
proporcionalmente le corresponda.
Para determinar estas cuotas será menester efectuar la liquidación de ambos créditos y las
respectivas tasaciones de costas.
8.5. Efectos: No suspende la sustanciación de los cuadernos, se procederá al remate de los
bienes embargados, pero los fondos quedarán depositados en la cuenta corriente del
tribunal mientras se falla la tercería.
8.6. Derechos del tercerista en relación con el depositario y el remate: El art. 529 limita
los derechos que él consigna a al tercerista de pago, no obstante, la jurisprudencia ha
resuelto que estos derechos también pueden hacerlos valer los terceristas de dominio,
posesión y prelación.
Estos derechos son:
a) Solicitar la remoción del depositario por motivo fundado.
b) Intervenir en la realización de los bienes con las facultades del tercero coadyuvante.
9. Tercerías sobre otros derechos:
Los arts. 519 y 520 se refieren a otros derechos que pueden ser reclamados a través del
procedimiento de las tercerías. Estos son:
9.1. Oposición del comunero de la cosa embargada: Si la cosa embargada no pertenece
en forma exclusiva al ejecutado sino que en comunidad con otra u otras personas, los
comuneros pueden efectuar el reclamo pertinente conforme al procedimiento establecido
para la tercería de dominio, en la cual se solicitará se excluya del embargo la parte del bien
que pertenece al o a los comuneros no ejecutados.
Si el ejecutado tiene bienes en comunidad, el ejecutante podrá adoptar una de dos actitudes:
a) Dirigir su acción sobre la parte o cuota en la comunidad que corresponda al deudor,
a fin de que se enajene ésta sin previa liquidación de la comunidad.
b) Exigir que la comunidad de liquide, ante lo cual los comuneros pueden oponerse.
9.2. Exclusión del embargo de bienes inembargables: Si por error se embargan bienes
que por ley no pueden ser objeto de dicha medida, el ejecutado deberá efectuar la
reclamación correspondiente, la que se sustanciará conforme a las reglas generales de los
incidentes. Este incidente se sustancia en el mismo cuaderno de apremio y es de previo y
especial pronunciamiento, motivo por el cual se suspende la tramitación de dicho cuaderno
hasta que la incidencia sea resuelta.
9.3. Derechos que invoca el ejecutado alegando una calidad distinta de aquella en la
cual se le ejecuta: Puede que se demande ejecutivamente a una persona y se proceda al
embargo de bienes de su propiedad, en circunstancias de que dichos bienes no están afectos
al pago de la deuda. En este caso el ejecutado podrá oponerse al embargo efectuado
deduciendo demanda conforme al procedimiento de la tercería de dominio.
Se señala como ejemplo de estos casos la del heredero a quien se embargar bienes propios
para pagar deudas hereditarias no obstante no haber aceptado aún la herencia.

V. De los Actos Judiciales No Contenciosos114.


1. Generalidades:
Algunos consideran que la denominación jurisdicción voluntaria es errónea, puesto que no
se trataría de jurisdicción ni tampoco sería voluntaria. Más bien se trata de asuntos en los
cuales no está presente el conflicto entre las partes. Por ello el Código en su Libro IV los
denomina actos judiciales no contenciosos.
Art. 817 CPC.- Son actos judiciales no contenciosos aquellos que según la ley requieren la
intervención del juez y en que no se promueve contienda alguna entre partes.
114
a.- Concepto y características; b.- Normas generales de tramitación. Título I del Libro IV CPC; c.-
Oposición por legítimo contradictor. Efectos.
Para encontrarnos frente a un acto judicial no contencioso, es necesario que concurran dos
requisitos copulativos:
a) Existencia de una ley que expresamente requiera la intervención del tribunal. Se
diferencian de los actos jurisdiccionales en que se debe resolver aún a falta de ley.
b) Ausencia de conflicto.
Estos actos pueden estar destinados a la protección de los derechos de los incapaces, a
servir de solemnidad a ciertos actos jurídicos, a la comprobación del cumplimiento de los
requisitos que la ley impone para determinados actos, entre otros.
2. Regulación:
El Libro IV del Código de Procedimiento Civil se estructura sobre la base de distinguir un
procedimiento no contencioso general en su Título I, y una serie de procedimientos no
contenciosos especiales.
Existe, fuera del Libro IV, en el Código u otras leyes especiales, otros procedimientos no
contenciosos (ej. procedimiento de cambio de nombre).
Así, para determinar el procedimiento aplicable primero deberá examinarse si existe una
ley especial que regule la materia; luego si se trata de un acto no contencioso regulado
específicamente en el Libro IV; y en defecto de las anteriores se aplicará el procedimiento
general contenido en el Título I del Libro IV.
3. Reglas de competencia:
Existen asuntos no contenciosos que por su carácter administrativo están entregados a la
resolución de autoridades administrativas (ej. el conocimiento del registro civil sobre la
posesión efectiva de las herencias intestadas).
Si su conocimiento está entregado a un tribunal se trata propiamente de un acto judicial no
contencioso, por ello corresponde aplicar las normas de competencia absoluta y relativa
para determinar el tribunal que conocerá de determinado asunto.
3.1. Competencia absoluta: En cuanto a la materia, los actos judiciales no contenciosos
están entregados a los jueces de letras sin que tenga incidencia el elemento cuantía ni el
fuero. Tratándose de la designación del curador ad litem, su conocimiento se encuentra
entregado al tribunal que conoce el pleito en que debe efectuarse la designación.
3.2. Competencia relativa: El art. 134 COT señala que es competente para conocer del
acto judicial no contencioso el juez de letras del domicilio del solicitante. Existen normas
especiales al respecto (ej. la posesión efectiva de la herencia testada la conoce el juez de
letras del último domicilio del causante).
En estos actos no rige la prórroga de competencia. Tampoco rigen las reglas de distribución
de causa, sino siempre el turno.
4. Intervención de los auxiliares de la administración de justicia:
En los actos judiciales no contenciosos, son dos los auxiliares de la administración de la
justicia que intervienen: el receptor y el defensor público.
El receptor interviene cada vez que se realice una información sumaria de testigos y cada
vez que el COT lo llame a intervenir.
5. Procedimiento general de los asuntos judiciales no contenciosos:
5.1. Forma de resolver los asuntos no contenciosos: El procedimiento inicia mediante un
escrito o solicitud presentado por el interesado. Si el Código o leyes especiales disponen
reglas particulares estas deben aplicarse. En los negocios no contenciosos que no tengan
señalada una tramitación especial, procederá el tribunal de plano, si la ley no le ordena
obrar con conocimiento de causa (art. 824).
Así, habrá que distinguir para determinar su tramitación:
a) Si la ley ordena proceder con conocimiento de causa y los antecedentes
acompañados no lo suministran, el juez mandará rendir previamente información
sumaria acerca de los hechos que legitimen la petición y oirá después al defensor
público.
b) Si los antecedentes acompañados suministran el conocimiento de causa exigido por
el legislador sobre los hechos que legitiman la petición, se limitará a oír al defensor
público respectivo, y resolverá en definitiva como fuere de derecho.
c) Si el acto no está regulado en su tramitación y tampoco se ordena proceder con
conocimiento de causa, procederá el tribunal de plano.
A fin de que el juez adquiera este conocimiento de causa, el solicitante puede utilizar
cualquier medio idóneo sin necesidad de cumplir con formalidades legales. El instrumento
principal que la ley le otorga al interesado para lograr este conocimiento es la información
sumaria.
5.2. Información sumaria: Se entiende por información sumaria la prueba de cualquier
especie, rendida sin notificación ni intervención de contradictor, y sin previo señalamiento
de término probatorio (art. 818).
Sin perjuicio de que no existe una norma que limite los medios de prueba, la información
sumaria más usada en la práctica es la de los testigos.
Como en los actos judiciales no contenciosos, no existe contraparte, sería absurdo que se
fijara una solemnidad, o las oportunidades para hacerse valer, porque no existe a una
contraparte a la cual emplazar.
Los tribunales pueden decretar de oficio las diligencias informativas que estimen
convenientes (art. 820). Estas diligencias pueden asimilarse a las medidas para mejor
resolver, pero no están enumeradas en la ley y pueden decretar en cualquier momento.
Los tribunales apreciaran prudencialmente el mérito de las justificaciones y pruebas de
cualquier clase que se produzcan (art. 819).
5.2.1. Características de la información sumaria:
a) Se trata de un acto jurídico probatorio eminentemente unilateral, se rinde sin
notificación ni intervención de contradictor.
b) Se trata de un acto jurídico procesal que carece de una oportunidad específica para
ser realizada, no se señala previamente un término probatorio.
c) El tribunal puede fallar de plano alguna solicitud que se le presente.
d) Recibe aplicación el principio formativo inquisitivo. El tribunal decretará de oficio
las diligencias informativas que estime convenientes.
e) Recibe aplicación el principio de la apreciación de la prueba de la sana crítica.
5.2.2. Información sumaria de testigos: Un mínimo de 2 testigos comparecen ante un
ministro de fe (receptor), el cual en un acta los individualiza e indica lo que los testigos
expresen acerca del hecho que de base a la solicitud del interesado. La diligencia termina
con la firma del acta por todas las personas que hayan intervenido en ella, documento que
posteriormente se agrega al expediente.
6. Naturaleza judicial de la resolución que se dicta en un procedimiento no
contencioso:
En la práctica se llama auto a la resolución que se dicta en un acto judicial no contencioso.
Sin embargo, el art. 826 la califica de sentencia definitiva. No es un auto, porque no
habiendo juicio, no puede haber incidente. Tampoco puede ser una sentencia definitiva, ya
que esta es la resolución que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que ha
sido objeto del juicio, y en el acto judicial no contencioso no hay juicio.
El art. 826, sin embargo, repite casi íntegramente los requisitos que debe cumplir la
sentencia en materia contenciosa.
Art. 826 CPC.- Las sentencias definitivas en los negocios no contenciosos expresarán el
nombre, profesión u oficio y domicilio de los solicitantes, las peticiones deducidas y la
resolución del tribunal. Cuando éste deba proceder con conocimiento de causa, se
establecerán además las razones que motiven la resolución.
Estas sentencias, como las que se expiden en las causas entre partes, se copiarán en el
libro respectivo que llevará el secretario del tribunal.
6.1. Clasificación de la resolución de acuerdo a la decisión del tribunal:
a) Resolución afirmativa: Son aquellas que dan lugar a lo solicitado por el interesado. Se
pueden modificar sólo mientras se encuentre pendiente la ejecución (art. 821).
b) Resolución negativa: Es aquella que no da lugar a lo solicitado. Se pueden revocar y
modificar sin limitación, variando las circunstancias, y a solicitud del interesado (art. 821).
Esta es otra característica que permite afirmar que los actos judiciales no contenciosos son
más administrativos que judiciales, ya que las sentencias judiciales producen cosa juzgada
sustancial.
En los actos judiciales no contenciosos existe una esencial revocabilidad de las resoluciones
negativas y de las positivas pendientes de ejecución. Parte de la doctrina denomina a este
efecto del art. 821 cosa juzgada formal; otros afirman que se trata de cosa juzgada
sustancial provisional.
6.2. Régimen de recursos y medios de impugnación: Contra las resoluciones proceden
los recursos de apelación y de casación según las reglas generales. Los trámites de la
apelación serán los establecidos para los incidentes (art. 822).
Además existe un recurso propio de estos actos, el recurso de REVOCACIÓN O
MODIFICACIÓN: Pueden los tribunales, variando las circunstancias, y a solicitud de
interesado, revocar o modificar las resoluciones negativas que se hayan dictado, sin
sujeción a los términos y formas establecidos para los asuntos contenciosos. Podrán
también en igual caso revocar o modificar las resoluciones afirmativas, con tal que esté aún
pendiente su ejecución (art. 821).
Este último recurso presenta las siguientes características:
a) Sólo puede ser interpuesto por el interesado.
b) Se interpone ante y para el mismo tribunal que pronunció la resolución.
c) Solo procede contra resoluciones negativas, y afirmativas cuyo cumplimiento se
encuentre pendiente.
d) Su causal de procedencia es que hayan variado las circunstancias.
e) No está sujeto a un término ni formalidades legales para su interposición.
7. Conversión del acto judicial no contencioso en contencioso:
El legislador previó la situación de que concurriera en el mismo expediente y
procedimiento otra persona que exhiba interés que el solicitante o uno contrapuesto. Así,
estableció la opción de que un procedimiento no contencioso se convierta en uno
contencioso.
Si a la solicitud presentada se hace oposición por legítimo contradictor, se hará contencioso
el negocio y se sujetará a los trámites del juicio que corresponda. Si la oposición se hace
por quien no tiene derecho, el tribunal la desestimará de plano y dictará resolución sobre el
negocio principal (art. 823).
7.1. Concepto de legítimo contradictor: El legislador no lo define ni entrega reglas para
determinar cuándo una persona podrá intervenir como tal en una gestión no contenciosa. En
la historia fidedigna de la ley se reconoce que es necesaria la existencia de un interés por
parte de quien se opone a la resolución del asunto.
Legítimo contradictor es aquel tercero que en una gestión no contenciosa se encuentra
legalmente habilitado para oponerse a ella, toda vez que tiene un interés jurídicamente
tutelado que tal procedimiento ha puesto en peligro.
También se ha definido como todo aquel que invoque un título, calidad o condición que lo
autorice para oponerse a las pretensiones del interesado.
7.2. Alcance de la voz “derecho”: Debe entenderse como interés jurídicamente protegido.
Asimismo, es necesario que sea legítimo y actual. De esta manera, cada uno de los intereses
jurídicamente protegidos se determinarán en cada una de las especies del acto judicial no
contencioso de que se trate.
7.3. Oportunidad procesal para ejercer la oposición: La oportunidad para oponerse al
acto judicial no contencioso nace para el legítimo contradictor desde que su existencia haya
llegado a su conocimiento.
El problema dice relación con la preclusión de la facultad para oponerse. Hay quienes
afirman que la oposición puede ejercitarse hasta antes que el tribunal dicta la resolución;
otros estiman que puede ejercerse aún después dictada la resolución, en base al art. 821, que
contiene el denominado recurso de revocación. Se discute si el legítimo contradictor puede
caber dentro de la expresión “interesado”. Si se le otorga un carácter amplio a dicha
expresión, el legítimo contradictor podría impetrar el recurso de revocación.
7.4. Providencia que recae en el escrito de oposición: El legislador dotó de amplias
facultades al tribunal para calificar la oposición. El juez determinará si quien se opone a la
petición es o no legítimo contradictor, en caso que estime que no tiene derecho, la puede
desestimar de plano y resolver el asunto principal.
7.5. Tramitación del escrito de oposición: Se tramita conforme a las reglas de los
incidentes ordinarios, pese a que no existe un juicio sino que simplemente un
procedimiento. Ello porque el art. 823 inc. 2° habla de negocio principal, debiendo por
tanto la tramitación de la oposición ser un asunto accesorio.
El escrito en que se haga efectiva la oposición debe cumplir con los siguientes requisitos:
a) Requisitos comunes a todo escrito.
b) Emanar de un legítimo contradictor.
c) Que derechamente se pretenda cambiar el carácter de la gestión no contenciosa en
contenciosa.
d) Requisitos de la Ley N° 18.120.
El tribunal deberá dar traslado de la oposición al primer interesado, fallando con
posterioridad.
La jurisprudencia le ha otorgado el carácter de incidente de previo y especial
pronunciamiento a la oposición, con lo que la gestión contenciosa permanece detenida.
La incidencia de oposición va dirigida únicamente a la transformación de un negocio no
contencioso en uno contencioso, el tribunal se limita a la calificación de la oposición y de
legítimo contradictor. No procede que se pronuncie sobre ninguna cuestión de fondo
respecto del conflicto que se genera.
7.6. Procedimiento aplicable al asunto que se ha hecho contencioso: Será el
procedimiento que fije la ley de acuerdo a las reglas generales (art. 823). La Corte Suprema
ha estimado que la determinación del procedimiento aplicable no puede ser hecha por el
tribunal que conoce de la oposición.
7.7. Situación jurídica de las partes: La ley nada dice, la jurisprudencia ha fallado que
debía tenerse por demanda a la solicitud presentada por el primer interesado y por
contestación de la demanda a la oposición del legítimo contradictor.
8. Procedimientos especiales contemplados en el Libro IV:
El Libro IV se encarga de regular los siguientes procedimientos especiales para tramitar
asuntos judiciales no contenciosos:
a) De la habilitación para comparecer en juicio.
b) De la autorización judicial para repudiar legitimación de un interdicto.
c) De la emancipación voluntaria.
d) De la autorización judicial para repudiar el reconocimiento de un interdicto como
hijo natural.
e) Del nombramiento de tutores y curadores y del discernimiento de estos cargos.
f) Del inventario solemne.
g) De los procedimientos a que da lugar la sucesión por causa de muerte.
h) De la insinuación de las donaciones.
i) De la autorización judicial para enajenar, gravar o dar en arrendamiento por largo
tiempo bienes de incapaces, o para obligar a estos como fiadores.
j) De la venta en pública subasta.
k) De las tasaciones.
l) De la declaración del derecho al goce de censos.
m) De las informaciones para perpetua memoria.
n) De la expropiación por causa de utilidad pública.
9. Diferencias entre la jurisdicción voluntaria y la jurisdicción propiamente tal:
Jurisdicción contenciosa Jurisdicción voluntaria
Obligatoriedad de El art. 10 COT contempla la Los jueces intervienen en la medida
conocimiento y inexcusabilidad que una ley expresamente requiera
fallo su intervención
Conflicto Existe contienda actual No existen partes ni contienda
entre partes
Apreciación de la Tribunales constreñidos a lo Tribunales aprecian
prueba que señale el legislador prudencialmente la prueba
Competencia Se examinan todos los El elemento fuero no se considera
factores de competencia (art. 827)
Forma de la Art. 170 y auto acordado de Art. 826
sentencia 1920
Cosa juzgada Las sentencias firmes Las sentencias negativas y las
producen el efecto de cosa afirmativas incumplidas no
juzgada producen cosa juzgada

DERECHO PROCESAL PENAL115


I. Procedimiento Penal116.
1. Descripción del sistema de justicia penal:
El Derecho Procesal Penal es una rama del ordenamiento jurídico cuyas normas instituyen
y organizan los órganos públicos que cumplen la función judicial del Estado y disciplinan
los actos que integran el procedimiento necesario para imponer una sanción penal o medida
de seguridad
En Chile se ha entregado a la víctima un papel protagónico en el procedimiento, el art. 83
CPR, el art. 1° de la Ley Orgánica Constitucional del Ministerio Público y el art. 6° del
Código Procesal Penal establecen la obligación del Ministerio Público de velar por la
protección de la víctima del delito en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte,
el Tribunal debe garantizar la vigencia de sus derechos durante el procedimiento y el Fiscal
debe promover acuerdos patrimoniales, medidas cautelares y otros mecanismos que
faciliten la reparación del daño causado. La policía y demás organismos auxiliares deberán
otorgarle un trato acorde a su condición de víctima, procurando facilitar al máximo su
participación en los trámites en que debiere intervenir.
El ofendido por el delito y las demás personas que determine la ley podrán ejercer la acción
penal. La ley debe arbitrar los medios para otorgar asesoramiento y defensa jurídica a
quienes no puedan procurárselos por sí mismos (art. 19 N° 3 CPR).
Los principales derechos de la víctima son los siguientes:
a) Derecho a iniciar el procedimiento penal y a convertirse en parte acusadora (art. 83
inc. 2° CPR).
b) Derecho a recibir un trato digno, a la intimidad o inviolabilidad de la vida privada
(art. 19 N° 4 CPR y 289).
c) Derecho a solicitar diligencias de investigación.
d) Derecho a ser oída.

115
En adelante todas las referencias a artículos sin indicación del cuerpo legal al que pertenecen deben
entenderse hechas al Código Procesal Penal (CPP), Ley N° 19.696, y no al CPC.
116
a.- Principios básicos. Exclusividad de la investigación penal. Protección de la víctima, legalidad de las
medidas privativas o restrictivas de libertad. Calidad de imputado. Autorización judicial previa. Sujetos
procesales o intervinientes; b.- Ministerio Público. Concepto. Características. Principales principios que rigen
su actividad; c.- El defensor, la víctima y el querellante: Conceptos. Principales derechos y facultades; d.- De
los tribunales penales en el CPP. Clases. Conceptos. Características. Principales atribuciones de cada uno de
ellos.
e) Derecho a ser informada.
f) Derecho a la reparación.
g) Derecho a oponerse al término anticipado del proceso penal.
h) Derecho a impugnar las resoluciones judiciales.
i) Derecho a ser protegida frente a probables amenazas, hostigamientos o atentados.
j) Derecho a disponer de asesoría y defensa jurídica gratuita a efecto de ejercer la
acción penal (art. 19 N° 3 CPR).
k) Obligación del tribunal de oírlas en la audiencia de suspensión condicional del
procedimiento y derecho a apelar de la resolución que se pronuncie sobre aquella
(art. 237).
No obstante, el protagonista principal del procedimiento penal sigue siendo el imputado, en
cuanto sujeto de la protección o tutela judicial, y desde esa perspectiva se analizan los
derechos que sirven de manifestación a los grandes principios del sistema.
Nuestro modelo, comúnmente llamado acusatorio, es en realidad mixto. Quien acusa no es
quien juzga, pero quien investiga es quien acusa117.
La materia se regula principalmente en el Código Procesal Penal, el cual consta de 485
artículos y un artículo transitorio, distribuidos en cuatro libros:
a) Libro I: Disposiciones Generales (arts. 1-165).
b) Libro II: Procedimiento Ordinario (arts. 166-351).
c) Libro III: Recursos (arts. 352-387).
d) Libro IV: Procedimientos Especiales y Ejecución (arts. 387-485).
2. Principios del sistema procesal penal chileno:
Algunos principios se manifiestan en forma expresa y otros deben ser deducidos desde el
conjunto de normas en que se encuentra estructurado el sistema procesal penal.
2.1. Distinción entre principios y técnicas:
2.1.1. Principios: Constituyen imperativos u órdenes dirigidas a todos los operadores
jurídicos que inciden en el juzgamiento penal. Sintetizan el esfuerzo por alcanzar
estándares adecuados de racionalidad en la determinación de la responsabilidad criminal de
las personas por los hechos punibles que cometen, proporcionando parámetros de control
de sus actuaciones. Deben ser necesariamente considerados por el intérprete para
determinar la solución concreta al conflicto planteado.
Desde una perspectiva constitucional, los principios constituyen la normativización de los
valores que emanan de los derechos fundamentales.
2.1.2. Técnicas procesales: Constituyen mecanismos funcionales a los principios, que le
dan vida en el ejercicio cotidiano de la persecución penal y de la actividad jurisdiccional.

117
El Código de Procedimiento Penal de 1906 contemplaba un modelo inquisitivo en el cual el juez
investigaba, acusaba y sentenciaba.
2.2. Principios:
2.2.1. Procedimiento e investigación racionales y justos: Este principio se expresa en los
arts. 3°, 77 y 166 CPP, 83 CPR y 1° LOCMP, que establecen la exclusividad en la
persecución penal o principio de la oficialidad: Corresponde al Ministerio Público, por sí
mismo y con la colaboración de otros órganos del Estado, esencialmente las policías, la
investigación de los hechos que revistan los caracteres de delito y la presentación de
antecedentes y pruebas deben realizarse en esta sede, debiendo registrarse conforme al art.
227.
El art. 83 CPR consagra la existencia de un organismo autónomo y jerarquizado, con el
nombre de Ministerio Público, que, entre otras funciones, dirigirá en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación
punible y los que acrediten la inocencia del imputado.
El art. 3° LOCMP señala que en el ejercicio de estas funciones, los fiscales del Ministerio
Público adecuarán sus actos a un criterio objetivo, velando únicamente por la correcta
aplicación de la ley. De acuerdo a este criterio, deberán investigar con igual celo no sólo los
hechos y circunstancias que funden o agraven la responsabilidad del imputado, sino
también los que le eximan de ella, la extingan o la atenúen.
Constituye también una manifestación del principio de legalidad, la consagración de la
obligación que se impuso al legislador de establecer las garantías de un procedimiento y
una investigación racionales y justas, no admitiéndose la pluralidad de investigaciones.
La actividad de los fiscales se completa con la de los defensores, que actúan sin estar
obligados ni investidos de ninguno de los principios expuestos, en defensa del imputado.
El fiscal, con arreglo al art. 9°, es el único que puede realizar solicitudes de autorizaciones
judiciales que sean necesarias para la realización de diligencias de investigación que así lo
requieran. Consiguientemente, frente a los jueces, el único responsable de la investigación
es el fiscal. El imputado por sí solo o a través de un abogado defensor por él designado,
tiene derecho a solicitar de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar
las imputaciones que se le formularen. El fiscal ordenará que se lleven a efecto aquellas que
estimare conducentes. Para el caso de negarse a realizar la diligencia, la defensa cuenta con
recursos administrativos contra el Fiscal.
De acuerdo con el art. 104, el defensor puede ejercer los derechos y facultades que la ley
reconoce al imputado, a menos que expresamente se reservare su ejercicio a este último, en
forma personal.
El artículo 9° es explícito al consignar que cuando una diligencia de investigación pudiere
producir la privación, restricción o perturbación al imputado o a un tercero del ejercicio de
los derechos que la Constitución asegura, se requiere de una autorización judicial previa, y
es el fiscal el que deberá solicitarla previamente, no el defensor u otro interviniente.
2.2.2. Principio acusatorio: Las funciones fundamentales del proceso penal deben ser
ejercidas por órganos diversos, desempeñando cada uno de ellos un rol especifico de
máxima relevancia.
Por mandato constitucional, el ejercicio de la acción penal se encomienda en forma
exclusiva y excluyente al Ministerio Público, organismo autónomo que, en el desempeño de
su cometido, se sirve de instituciones auxiliares, especialmente de las policías. En
consecuencia, son de su competencia la investigación criminal, la persecución penal, el
ejercicio y sostenimiento de la acusación. Además le corresponde emprender acciones
eficientes para proteger a víctimas y testigos.
Frente al persecutor estatal se erige la figura del abogado defensor, privado o institucional,
quien ejerce los derechos y garantías del imputado a fin de obtener una investigación y
juzgamiento racional y equitativo.
En tercer lugar encontramos a los tribunales penales, imparciales e independientes, que
tienen a su cargo el control jurídico de las actuaciones de los intervinientes y la decisión
jurisdiccional del conflicto penal, proporcionando a las partes un escenario que asegure la
vigencia y respecto de sus derechos y garantías fundamentales.
En nuestro sistema se reduce a su mínima expresión la actividad oficiosa de los tribunales
penales en la génesis del proceso penal, así como también en el debate probatorio y
argumental previos a la sentencia. La pasividad de los tribunales (art. 10 COT) retoma
especial fuerza, pudiendo actuar de oficio sólo en los casos que la ley señala.
No obstante, a los jueces penales les corresponde un papel activo en ámbito tutelar, esto es,
como custodios de los derechos fundamentales de las partes y de los ciudadanos.
2.2.3. Debido proceso penal: Se traduce en la obligación estatal de proporcionar a los
intervinientes las condiciones legítimas, adecuadas y oportunas para solucionar el conflicto
jurídico penal a través de un mecanismo jurisdiccional.
El art. 19 N° 3 inc. 6° CPR señala que toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción
debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado, correspondiendo al legislador
establecer siempre las garantías de un procedimiento y una investigación racionales y
justos. El art. 1° agrega que ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida a
una medida de seguridad, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal
imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público, desarrollado en
conformidad a las normas del CPP.
Dentro del debido proceso penal se consideran comprendidos los siguientes principios:
a) Independencia e imparcialidad del tribunal: Los tribunales penales deben actuar y
decidir con absoluta independencia, interna y externa, sin pretender favorecer o perjudicar a
las partes. El juez debe ser independiente tanto desde la perspectiva institucional, frente a
los demás órganos estatales, como personal, en relación con otros miembros del Poder
Judicial (art. 12 COT).
La independencia se integra por el conjunto de condiciones subjetivas y objetivas que pone
al juez en situación de atender exclusivamente a los hechos del caso y al derecho aplicable
a éste, a la hora de resolver.
La imparcialidad del juzgador se entiende como la falta de designio anticipado o de
prevención a favor o en contra de alguien o algo, que permite juzgar o proceder con
rectitud. La imparcialidad comprende el derecho al juez independiente, imparcial y natural,
referidos principalmente a que los asuntos criminales deben ser conocidos por los tribunales
establecidos por la ley con anterioridad a la perpetración del hecho punible, sin que otro
poder del mismo Estado pueda avocarse a esa función.
A los jueces ninguna actividad les cabe en la persecución penal, ni en la acusación,
tampoco en la aportación o recolección de la prueba.
Legalmente, la parcialidad de un Juez puede ser reclamada por los motivos de implicancia
o recusación a que se refieren los artículos 195 y 196 del COT. La vulneración de esta
garantía puede ser reclamada por el interviniente perjudicado a través del recurso de
nulidad, sea mediante la causal específica de la letra a) del artículo 374 del CPP o bien por
intermedio de la causal genérica de la letra a) del artículo 373 CPP.
La garantía de un juez natural significa que aquel se encuentra establecido previamente por
la ley, que ésta lo haya investido de jurisdicción y de competencia con anterioridad al hecho
motivador de la actuación o proceso judicial. Se prohíbe, en consecuencia, la constitución
de comisiones especiales.
b) Derecho al juicio previo: Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida
a una de las medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una
sentencia fundada, dictada por un tribunal imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio
previo, oral y público, desarrollado en conformidad con las normas de este cuerpo legal
(art. 1°).
Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo
legalmente tramitado (art. 19 N° 3 CPR).
c) Principio contradictorio o adversarial: Este postulado plantea la necesidad de entregar
a los contendientes todas las posibilidades y oportunidades para controvertir, argumental y
probatoriamente, los planteamientos de la contraria. La afectación de este principio
constituye el motivo absoluto de nulidad previsto en el artículo 374 letra c), por haber
impedido al defensor el ejercicio de las facultades que la ley le otorga.
d) Principio de inmediación: Con él se procura asegurar que el juez o tribunal se halle en
permanente e íntima vinculación personal con los sujetos y elementos que intervienen en el
proceso. Impone al tribunal la obligación de decidir de acuerdo con las impresiones
personales que obtenga del acusado y de los medios de prueba rendidos en el juicio.
Según Roxin, el principio de inmediación implica: (i) el tribunal que dicta la sentencia debe
observar por sí mismo la recepción de la prueba o inmediación formal; (ii) el tribunal debe
extraer los hechos de la fuente, por sí mismo, sin utilizar equivalente probatorio alguno o
inmediación material.
Los jueces deben presenciar en su integridad el desarrollo de las audiencias; una vez en el
juicio, el debate debe realizarse con la presencia ininterrumpida de los miembros del
Tribunal y las partes. En caso contrario, el juicio es susceptible de nulidad (art. 374 letra a)
y b)).
Consecuencia de este principio es que el órgano jurisdiccional no pueda delegar su función
en otros empleados judiciales cuando la ley requiere la intervención del tribunal bajo pena
de nulidad (art. 35).
e) Derecho de defensa: La defensa es reconocida como un derecho a reaccionar frente a un
ataque previo, de carácter jurídico, que específicamente en el proceso penal está constituido
por la imputación o atribución a una persona determinada de la comisión de un hecho
presuntamente delictivo.
Se traduce en el derecho del imputado a ser oído y a que lo que manifieste, cuando decida
hacerlo, sea tomado en cuenta por el juez para formar su decisión, aunque tales alegaciones
sean completamente rechazadas.
Se reconoce en el art 19 N° 3 CPR, constituyendo una prerrogativa esencial de toda persona
y comprende tanto la defensa material como la defensa técnica.
La defensa material alude a la facultad que asiste al propio imputado penal para efectuar
alegaciones que beneficien sus intereses. El art. 8° inc. 2° establece que el imputado tendrá
derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considere oportunos, así como a
intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones del procedimiento,
salvo excepción legal; el art. 102 expresa que si el imputado prefiere defenderse
personalmente, el tribunal lo autorizará solo cuando ello no perjudicare la eficacia de la
defensa.
La defensa técnica se refiere a la asesoría letrada y especializada dirigida a favorecer su
posición jurídica. Desde que se le impute un hecho punible y hasta el fin de la ejecución de
la sentencia condenatoria, el imputado tiene derecho a ser asistido y defendido por un
abogado de su confianza. Si no lo tuviere, el MP solicitará que se le nombre un defensor
penal público, o bien el juez procederá a hacerlo, en forma legal. En todo caso la
designación del defensor debe tener lugar antes de la realización de la primera audiencia a
que fuere citado el imputado, e incluso antes desde la primera actuación del procedimiento
dirigido en su contra (art. 8º y 102). La ausencia del defensor técnico en cualquier actuación
en que la ley exigiere expresamente su participación acarrea su nulidad y eventualmente la
nulidad del juicio y de la sentencia.
Para el ejercicio del derecho de defensa se requiere de la información adecuada de la
imputación penal y de sus derechos como imputado, de un modo que permita la refutación
y contraste de los elementos de cargo, asegure la comparecencia del imputado a los actos
relevantes del juzgamiento, a ser oído y declarar cuando, con plena advertencia, lo desee.
Durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus etapas el imputado tendrá siempre
derecho a prestar declaración, como un medio de defensa de la imputación que se le
dirigiere (art. 98). En el juicio oral podrá ejercer esta prerrogativa una vez concluidos los
alegatos de apertura, pudiendo, además, en cualquier estado del mismo, solicitar ser oído,
con el fin de aclarar o complementar sus dichos (art. 326).
La declaración del imputado puede darse:
 Ante la policía, en presencia de su defensor.
 Ante la policía, por delegación del fiscal y bajo su responsabilidad, voluntariamente,
sin presencia de su defensor si ha renunciado a este derecho.
 Ante el Ministerio Público, si el imputado se allana a prestar declaración y es la
primera vez que lo hace. El Fiscal debe comunicarle detalladamente cuál es el hecho
que se le atribuye y sus circunstancias. En esta hipótesis puede faltar el abogado
defensor sólo si el imputado renuncia libre y advertidamente a contar con su
presencia.
 Ante los tribunales, en audiencia sin necesidad de juramento.
En su faceta negativa, el derecho a declarar se traduce en la prerrogativa a guardar silencio,
para no autoincriminarse. En consecuencia, nadie puede ser obligado a declarar en su
contra y de ese silencio no puede desprenderse ninguna consecuencia adversa.
Otras manifestaciones del derecho a defensa las constituyen:
 El derecho a solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y a recurrir contra la
resolución que lo rechazare (artículo 93 letra f).
 El derecho a no ser juzgado en ausencia (artículo 93 letra i).
 El derecho del imputado privado de libertad a entrevistarse privadamente con su
abogado (artículo 94 letra f).
 Derecho a recurrir del fallo.
La vulneración de esta garantía puede ser reclamado a través del recurso de nulidad, sea
invocando la causal de la letra b) o c) del artículo 374.
f) Derecho a la igualdad procesal: Se traduce en la igualdad de trato y la prohibición de
discriminaciones arbitrarias, procurando garantizar el pleno ejercicio de las facultades y
derechos previstos para los intervinientes. Es función de los jueces preservar este principio
y despejar los obstáculos que impidan su vigencia o la debiliten.
Su vulneración podría autorizar el recurso de nulidad, amparado por la causal genérica
contemplada en la letra a) del artículo 373. Algunos autores estiman que el Ministerio
Público no tiene legitimación activa para utilizar en su favor esta causal.
g) Principio de publicidad: Los actos y procedimientos de la investigación son públicos,
en especial respecto de los intervinientes salvo reserva o limitación autorizada legalmente.
Implica además el deber de fundamentar las decisiones del MP y los tribunales.
h) Libre valoración racional de la prueba: En este principio se incluye la libertad de
medios, la admisión probatoria y la libre valoración de la prueba propiamente tal.
La libertad de medios consiste en que todos los hechos y circunstancias pertinentes para la
adecuada solución del caso sometido a enjuiciamiento pueden ser probados por cualquier
medio producido e incorporado de conformidad con la ley (art. 295). Por exigencia de
inmediación y contradictoriedad, la prueba que haya de servir de base a la sentencia deberá
rendirse durante la audiencia de debate de juicio oral.
Todos los elementos de convicción lícitos, pertinentes y necesarios ofrecidos por las partes,
para ser rendidos en juicio, deben ser admitidos por el Juez de Garantía en la audiencia de
preparación e incluidos en el auto de apertura (art. 276).
La libertad de valoración implica que los Tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero
sin contradecir las reglas de la sana crítica, vale decir, las reglas de la lógica, los
conocimientos científicos afianzados y las máximas de la experiencia, parámetros propios
de la racionalidad (art. 297). La vulneración de las reglas de sana crítica en la valoración
probatoria es sancionada a través del recurso de nulidad por el art. 374 letra e).
i) Principio de fundamentación de las decisiones: Los jueces están obligados a fundar sus
decisiones, expresando los motivos de hecho y de derecho en que se basan. La simple
relación de los documentos del procedimiento o la mención de los medios de prueba o
solicitudes de los intervinientes no sustituye en caso alguno la fundamentación que el
sistema exige.
El tribunal debe valorar la prueba rendida conforme a la sana crítica y hacerse cargo en su
fundamentación de toda la prueba producida, incluso aquella que hubiere desestimado,
señalando los medios a través de los cuales dieren por acreditados cada uno de los hechos y
circunstancias que se han tenido por probados. Además, debe aportar las razones que lo
llevaron a elegir una determinada interpretación y aplicación de la ley. En su decisión el
tribunal debe explicar, a los intervinientes y a la sociedad toda, las razones de fondo en que
se apoya.
El incumplimiento de esta garantía es motivo de impugnación de la decisión infundada o
inmotivada, a través del recurso de nulidad (374 letra e).
j) Principio de celeridad o derecho a un proceso sin dilaciones indebidas: Supone que
los procesos judiciales deben iniciarse y completarse en un plazo razonable. Este derecho
obliga a las autoridades a garantizar que todas las etapas del proceso se completen y los
fallos se dicten dentro de un plazo prudente.
Manifestación de este principio es la norma que fija un plazo legal para el cierre de la
investigación, de 2 años desde la fecha en que la investigación hubiere sido formalizada
(art. 247).
k) Principio de proporcionalidad: Se caracteriza por el hecho de presumir la existencia de
una relación adecuada entre uno o varios fines determinados y los medios con que son
llevados a cabo.
Se descompone en tres subprincipios:
 Adecuación o idoneidad de los medios respecto del o de los fines a conseguir, lo
que excluye cualquier medio que no sea conducente al fin legítimo perseguido.
 Necesidad. Exige que la medida restrictiva sea indispensable para la conservación
de un derecho y no sea posible de ser sustituida por otra medida igualmente eficaz
pero menos gravosa.
 Proporcionalidad en sentido estricto. Implica ponderar, en una relación costo-
beneficio, las ventajas o desventajas resultantes para las personas de los medios
utilizados por el legislador para obtener los fines perseguidos.
l) Principio de eficiencia y eficacia: Se traduce en que los recursos estatales destinados a
la persecución penal deben ser administrados de una manera eficiente y eficaz; del mismo
modo, supone racionalizar administrativamente el trabajo de los actores institucionales,
aprovechando al máximo sus capacidades y dedicación.
El MP dispone de facultades legales de selectividad; los Fiscales sólo deben investigar
aquellos casos en que exista un interés público prevalente y que sean, además, susceptibles
de una pesquisa seria. Se manifiesta en la facultad de no iniciar investigación (art. 168),
archivo provisional (art. 167) y principio de oportunidad en sentido estricto (art. 170).
m) Derecho a deducir recursos: Pueden recurrir a todos los intervinientes agraviados (art.
352); sin embargo, sólo se contempla el recurso de apelación para la sentencia definitiva
dictada en un procedimiento abreviado, mas no para los fallos pronunciados en el juicio
oral y procedimiento simplificado, respecto de los cuales procede el recurso de nulidad.
n) Derecho a la presunción de inocencia: Ninguna persona será considerada culpable ni
tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme (art. 4°).
Se manifiesta en el juzgamiento en libertad, la consideración y trato como inocente, la
interpretación restrictiva de las disposiciones que coarten o restrinjan la libertad personal, la
interpretación en favor del imputado, la carga de la prueba que corresponde al Estado y en
el estándar de convicción necesario para condenar o para decretar medidas cautelares.
2.3. Técnicas procesales:
2.3.1. La oralidad: La audiencia de juicio debe desarrollarse en forma oral, tanto en lo
relativo a las alegaciones y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del
acusado, a la recepción de las pruebas y, en general, a toda intervención de quienes
participaren en ella. Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente por el
tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo
constar en el registro del juicio (art. 291). El tribunal no debe admitir la presentación de
argumentaciones o peticiones por escrito, a menos que se trate de personas que no puedan
hablar.
En las audiencias ante el Juez de Garantía se observarán los principios y técnicas de
oralidad, publicidad, igualdad, inmediación, contradicción, continuidad y concentración.
2.3.2. La escrituración y el registro: Las actuaciones procesales de los tribunales penales
serán registradas por escrito, si la ritualidad empleada es de esa naturaleza, o por cualquier
otro medio apto para producir fe, que garantice su conservación y la reproducción de su
contenido, tal como audio digital, video u otro soporte tecnológico equivalente, en el caso
de las actuaciones orales (art. 39 y 41).
El registro del juicio oral debe demostrar el modo en que se hubiere desarrollado la
audiencia, la observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que hubieren
intervenido y los actos que se hubieren llevado a cabo (art. 42).
2.3.3. La continuidad y concentración: La continuidad se refiere a la exigencia de que el
debate no sea interrumpido, pudiendo prolongarse la audiencia en sesiones sucesivas hasta
su conclusión. La ley entiende por sesiones sucesivas aquellas que tienen lugar en el día
siguiente o subsiguiente del funcionamiento ordinario del Tribunal (art. 282).
La concentración promueve agrupar y desarrollar el mayor número de actuaciones posibles
en un solo acto ininterrumpido (sin suspensión).
3. Directrices de la persecución penal:
Son un conjunto de postulados que obedecen a necesidades de organización del poder de
persecución penal de un Estado y son, por tanto, opciones políticas que no tienen
necesariamente una dimensión garantista.
3.1. Oficialidad: La regla general es la persecución penal pública de los delitos, que
impone una actuación oficiosa del Estado, más allá de la voluntad del ofendido ni de
ninguna otra persona (artículo 83 CPR y 1º LOCMP).
Son consecuencias de la oficialidad:
a) La investigación de los delitos puede ser iniciada y seguida de oficio por el Estado a
través del ejercicio de la acción penal pública.
b) La acción penal pública no es disponible para el Estado.
3.2. Investigación oficial y aportación de parte: Son principios contrapuestos.
3.2.1. Investigación oficial: Supone que la instrucción está a cargo del órgano encarado de
la persecución penal, el que puede y debe producir prueba de oficio, sin vinculación a lo
que las partes digan en relación al establecimiento de la verdad.
3.2.2. Aportación de parte: En virtud del principio acusatorio, rige la regla de la
aportación de parte, debiendo los tribunales penales permanecer ajenos a la recopilación de
la información relevante y en la producción de la prueba en juicio. Son los litigantes
quienes deben probar sus proposiciones, especialmente el fiscal acusador en razón del
estado jurídico de inocencia del imputado.
3.3. Legalidad y oportunidad: La legalidad implica que el MP está obligado a iniciar y
sostener la persecución penal de todo delito que llegue a su conocimiento, sin que pueda
suspenderla, interrumpirla o hacerla cesar a su mero arbitrio.
Por razones de realidad y eficiencia surge el principio de oportunidad que, entendido de un
modo restringido, comprende la facultad del MP para no iniciar, suspender, interrumpir o
hacer cesar el curso de la persecución penal, cuando así lo aconsejen motivos de utilidad
social o razones político-criminales. Se busca, de este modo, descongestionar el sistema
procesal penal.
4. Actores institucionales del sistema procesal penal:
4.1. Los Tribunales Penales: La labor jurisdiccional es ejecutada por dos tipos de
tribunales distintos: Un tribunal unipersonal llamado juez de garantía y un tribunal
colegiado denominado tribunal de juicio oral en lo penal. Para el conocimiento de los
recursos procesales intervienen, además, las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema.
4.1.1. Juez de Garantía: Es un tribunal unipersonal, pero en lo administrativo, a veces, es
de composición múltiple. Tiene como función principal el control de la legalidad de la
investigación oficial desarrollada por el MP, tanto respecto de aquellas actuaciones que
impliquen o puedan significar la privación, perturbación o afectación de derechos
fundamentales del imputado o de terceros, como en la resolución de solicitudes o
decisiones que puedan significar una terminación anticipada del procedimiento. También
tienen a su cargo el conocimiento y la decisión de los procedimientos especiales, esto es, el
procedimiento simplificado, monitorio y abreviado.
Su competencia se extiende desde el inicio del procedimiento (etapa de instrucción) hasta la
dictación del auto de apertura de juicio oral (etapa intermedia). Una vez firme la sentencia
definitiva, le corresponde también la ejecución de lo decidido.
4.1.2. Tribunales de Juicio Oran en lo Penal: Son tribunales colegiados, compuestos a lo
menos por tres jueces letrados que actúan en sala, ninguno de los cuales ha debido tener
intervención en etapas previas del mismo procedimiento y que tienen como función
principal resolver el conflicto penal. En dicho escenario les corresponde dirigir el debate,
controlar la legalidad de las actuaciones de las partes y de la forma de introducir la prueba
en juicio.
4.2. El Ministerio Público: Es un órgano estatal, autónomo constitucionalmente, al que se
le ha asignado la función de dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delito, los que determinen la participación punible y los que acrediten la
inocencia del imputado y, en su caso, ejercer la acción penal pública en la forma prevista
por la ley. También le corresponde la adopción de medidas para proteger a las víctimas y a
los testigos. En caso alguno puede ejercer funciones jurisdiccionales (art. 83 CPR y 1º
LOCMP).
Se encuentra establecido y regulado en el Capítulo VII de la CPR y en su Ley Orgánica
Constitucional N° 19.640.
Se organiza jerárquicamente, en cuya cabeza se encuentra el Fiscal Nacional.
Se encuentra sujeto a diversas formas de control: control político; control procesal; control
disciplinario; control ciudadano; responsabilidad administrativa, civil y penal.
4.2.1. Funciones: Fundamentalmente sus funciones son las siguientes:
a) La dirección exclusiva de la investigación de los hechos constitutivos de delito. En
el ejercicio de esta función los fiscales se encuentran regidos por el principio de
objetividad, de investigar tanto hechos que funden la responsabilidad penal como
aquellos que la excluyan o atenúen.
b) Ejercer, en su caso, la acción penal pública en la forma prescrita por la ley. Lo que
constituye una demostración de los principios de oficialidad y legalidad
morigerados por el principio de oportunidad.
c) Proteger a las víctimas y a los testigos.
4.2.2. Principios orientadores: Existen ciertos principios que rigen la actividad de la
Fiscalía, estos son:
a) Principio de Unidad (art. 2° LOCMP): Los fiscales no están determinados por el
concepto de la competencia y podrán ejercer sus funciones en todo el territorio de la
República. Sólo por criterios administrativos y de mejor servicio se determina su
funcionamiento en comunas o agrupaciones de comunas.
b) Principio de objetividad (art. 3° LOCMP).
c) Principio de control y responsabilidad (art. 45 LOCMP): Los fiscales son
responsables civil, disciplinaria y penalmente por los actos que realicen.
d) Interdicción de funciones jurisdiccionales.
e) Principio de eficacia y eficiencia: Los fiscales deben obrar de manera que no
signifique malgastar recursos públicos, coordinados y propendiendo a la unidad de
acción, para evitar la duplicidad o interferencia de funciones. Además, deberán ser
ágiles y expeditos, para lograr una labor que tienda a la simplificación y rapidez.
f) Principio de probidad administrativa.
g) Principio de igualdad de acceso (art. 10 LOCMP): Dice relación con la postulación
a la planta por parte de toda persona.
h) Principio de legalidad (arts. 6 y 7 CPR).
i) Principio de la reserva: El art. 64 LOCMP impone a los fiscales abstenerse de emitir
opiniones y dar a conocer antecedentes de investigaciones a su cargo a terceros
ajenos a la investigación, fuera de los casos previstos en la ley o en las instrucciones
impartidas por el Fiscal Nacional.
4.2.3. Sistemas de control:
a) Control procesal: Es el que ejercen los tribunales y los otros intervinientes durante
la investigación y el procedimiento.
b) Control político (art. 89 CPR y 53 LOCMP).
c) Control jerárquico.
4.2.4. Responsabilidades: Según lo establecido en el art. 45 LOCMP, las
responsabilidades que pueden hacerse efectivas respecto de un fiscal son:
a) Responsabilidad política del art. 89 CPR, aplicable al Fiscal Nacional y Fiscales
Regionales.
b) Responsabilidad penal (art. 46 LOCMP).
c) Responsabilidad civil (art. 5° LOCMP).
d) Responsabilidad administrativa (arts. 48 a 52 LOCMP).
4.3. Defensoría Penal Pública: Para aquellos imputados que no disponen de los recursos
suficientes para contratar un abogado privado, surge el deber del Estado de proporcionar un
letrado a todos aquellos que carezcan de uno, surgiendo el defensor de oficio o defensor
penal público.
La Ley N° 19.718 (LDDP) estableció un sistema de defensa penal pública, de carácter
mixto, al combinar la existencia de una oficina pública jerarquizada, de abogados
funcionarios, con un sistema de prestación temporal del servicio de defensa penal pública
basado en procesos de licitación y adjudicación de fondos públicos.
El desempeño de los defensores locales y de los abogados que presten defensa penal
pública está sujeto a estrictos controles y da origen a las responsabilidades y sanciones que
la ley establece.
5. Normas generales de procedimiento:
5.1. Efectos de la ley procesal penal en el tiempo: El art. 24 LER dispone que las leyes
concernientes a la substanciación y ritualidad de los juicios prevalecen sobre las anteriores
desde el momento en que deben empezar a regir, pero los plazos que hubieren empezado a
correr y las actuaciones y diligencias que ya estuvieren iniciadas se regirán por la ley
vigente al tiempo de su iniciación. Por su parte, el art. 11 CPP establece que las leyes
procesales penales serán aplicables a los procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio
del tribunal, la ley anterior contuviere disposiciones más favorables al imputado.
En consecuencia, debe determinarse si existe o no un procedimiento penal ya iniciado.
Entenderemos que lo hay cuando, a la época de vigencia de la nueva ley procesal, ya se han
realizado actuaciones administrativas o judiciales de persecución, dirigidas al
esclarecimiento de un hecho punible y a la individualización del responsable, sea que se
verifiquen ante la policía, MP o tribunales penales.
Si a la vigencia de la ley procesal no había un procedimiento penal ya iniciado, entonces
todos los procedimientos nuevos deben regirse por las normas contenidas en el texto legal
vigente. Si a la vigencia de la nueva ley procesal había procedimientos penales ya iniciados,
es preciso determinar si existían en la ley procesal anterior normas más favorables al
imputado, en caso afirmativo deberán aplicarse aquellas y no las reglas de la nueva ley.
5.2. Sujetos procesales e intervinientes: No es lo mismo hablar de interviniente o parte
que de sujeto procesal, existe entre ellos una relación de género a especie: toda parte es
sujeto procesal, pero no todo sujeto procesal es necesariamente parte. Para ser parte o
interviniente se requiere que el sujeto reclame una decisión jurisdiccional respecto a la
pretensión que se debate; le competen derechos en la actuación judicial.
Son sujetos procesales todos aquellos que tienen derecho a participar en la persecución
criminal, sin que se vincule con ello a la pretensión punitiva; son intervinientes aquellos a
quienes la ley les reconoce el derecho de intervenir en el proceso penal desde que realicen
cualquier actuación procesal, o desde que la ley les reconozca la posibilidad de ejercer
determinadas facultades por encontrarse relacionados activa o pasivamente con el hecho
punible.
Sujetos Procesales Intervinientes
 El Tribunal  Fiscales del Ministerio Público
 El Ministerio Público  Imputados
 La Policía  Defensores
 El imputado  Víctimas
 La defensa  Querellantes
 La víctima
 El querellante
5.2.1. Los intervinientes: Se trata de sujetos específicos a los que la ley reconoce
facultades de actuación, derechos y garantías, asegurando su legítima participación en la
decisión del conflicto jurídico penal. Tienen la posibilidad real de influir sobre su resultado.
Son intervinientes el Fiscal, el imputado, el defensor, la víctima y el querellante, desde que
realizan cualquier actuación procesal o desde el momento en que la ley les permitiere
ejercer facultades determinadas (art. 12).
a) Los fiscales: Son los representantes operativos del MP, órgano estatal autónomo a cargo
de la investigación de los hechos criminosos, la persecución penal y el sostenimiento de la
acusación. Además, les corresponde la protección de la víctima y de los testigos y velar por
la reparación de la primera.
b) El imputado: Es la persona a quien se atribuye participación en un hecho punible y
tiene tal calidad desde la primera actuación del procedimiento dirigido en su contra y hasta
la completa ejecución de la sentencia (art. 7°).
Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento cualquiera
diligencia o gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se
realizare por o ante un tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o la
policía, en la que se atribuyere a una persona responsabilidad en un hecho punible.
Se le reconocen diversos derechos, tales como, defensa material y jurídica, que se le
informen los hechos que se le imputen y los derechos que le asisten, solicitar al fiscal
diligencias de investigación, solicitar el sobreseimiento, no ser juzgado en ausencia, entre
otros.
c) El defensor: Es el profesional que presta el servicio de defensa técnica letrada al
imputado, ya sea en su calidad de abogado de confianza o por que éste ha preferido ser
asistido por el servicio de defensa penal pública.
Es derecho del imputado ser defendido por un letrado desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra (art. 8° y 102). La ausencia del defensor en cualquiera
actuación en que la ley exija expresamente su participación acarreará la nulidad de la
misma (art. 103 y 286). El defensor puede ejercer todos los derechos y facultades que la ley
reconoce al imputado, a menos que expresamente se reserve su ejercicio a este último en
forma personal (art. 104).
d) La víctima: Es la persona ofendida por el delito. Además, en los casos en que el
ofendido fallece a consecuencia del hecho o esté impedido de ejercer los derechos que la
ley le otorga, se extiende el concepto de víctima a las siguientes personas (art.108):
 Al cónyuge, conviviente civil y a los hijos.
 A los ascendientes.
 Al conviviente.
 A los hermanos.
 Al adoptado o al adoptante.
La víctima ejerce un control externo y de contrapeso al Ministerio Público, sobre el inicio
(ej. oponerse a la facultad de no investigar), en su dirección (ej. proponiendo diligencias) y
en el cierre de la investigación (ej. oposición al sobreseimiento).
e) El querellante: Es la persona facultada por la ley para deducir querella criminal. El art.
111 señala que la querella puede ser interpuesta por la víctima, su representante legal o su
heredero testamentario.
También se podrá querellar cualquier persona capaz de parecer en juicio domiciliada en la
provincia, respecto de hechos punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos
terroristas, o delitos cometidos por un funcionario público que afectaren derechos de las
personas garantizados por la Constitución o contra la probidad pública.
Los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus respectivas
leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades correspondientes.
5.2.2. Los sujetos procesales: Hasta ahora ya nos hemos referido a los tribunales penales,
el ministerio público, la víctima, la defensa, el imputado y el querellante, de modo que solo
falta referirnos a la policía.
En doctrina se discute la calificación de sujeto procesal de la policía, afirmando que se trata
más bien de un organismo colaborador y auxiliar del MP en la labor de investigación. No
obstante ello nuestro CPP la trata dentro de tales en el Título IV del Libro I.
El art. 79 señala que la Policía de Investigaciones y Carabineros de Chile serán auxiliares
del MP en las tareas de investigación y deberán llevar a cabo las diligencias necesarias para
cumplir los fines de la instrucción, a cargo del Fiscal respectivo. Se agrega Gendarmería.
Ejecutan sus tareas bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales y de acuerdo a las
instrucciones que éstos les impartan, sin perjuicio de su dependencia a las autoridades de la
institución a la que pertenecen. También deben cumplir las órdenes dirigidas por los jueces
para la tramitación del procedimiento (art. 80). No obstante, por razones de eficacia, la ley
les otorga facultades autónomas que pueden realizar sin orden previa (art. 83118).
Pesa sobre la policía la obligación de registrar sus diligencias investigativas y la de
concurrir a juicio a declarar acerca de los hechos que observaron, las actuaciones que
realizaron, las declaraciones que escucharon y, eventualmente, las conclusiones a que
arribaron desde una perspectiva criminalística.
5.3. Los plazos: Se regulan en el Título II del Libro I CPP.
5.3.1. Cómputo de los plazos: Todos los días y horas serán hábiles para las actuaciones del
procedimiento penal y no se suspenderán los plazos por la interposición de días feriados
(art. 14). Cuando un plazo de días concedido a los intervinientes venciere en día feriado, se
considerará ampliado hasta las 24 horas del día siguiente que no fuere feriado.
Los plazos establecidos en este Código son fatales e improrrogables, a menos que se
indicare expresamente lo contrario (art. 16).
Los plazos de horas comienzan a correr inmediatamente después de ocurrido el hecho que
fija su iniciación, sin interrupción (art. 15119).
5.3.2. Nuevo plazo: Se contempla la posibilidad de conceder un nuevo plazo al sujeto
procesal que se hubiere visto impedido de ejercer un derecho o desarrollar una actividad
dentro de plazo, cuando ello se debiere a una causa que no le fuere imputable, a un defecto
en la notificación, a fuerza mayor o caso fortuito. La petición respectiva debe formularse
dentro de los 5 días siguientes a aquel en que hubiere cesado el impedimento (art. 17).
5.3.3. Renuncia de plazos: Los intervinientes pueden renunciar, total o parcialmente, los
plazos establecidos a su favor, por manifestación expresa. Si el plazo es común, la
abreviación o la renuncia requerirán el consentimiento de todos los intervinientes y la
aprobación del tribunal (art. 18).
5.4. Comunicaciones y citaciones del Ministerio Público: Cuando el MP estuviere
obligado a comunicar formalmente alguna actuación a los demás intervinientes en el
procedimiento deberá hacerlo, bajo su responsabilidad, por cualquier medio razonable que

118
Ej. prestar auxilio a la víctima, practicar la detención en casos de flagrancia, resguardar el sitio del suceso y
recibir denuncias del público.
119
Ejemplo de plazo de horas: Las presentaciones escritas serán resueltas por el tribunal antes de las 24 horas
siguientes a su recepción (art. 38 inc. 2°); Presentada la acusación, el juez de garantía ordenará su notificación
a todos los intervinientes y citará, dentro de las 24 horas siguientes, a la audiencia de preparación del juicio
oral (art. 260).
resultare eficaz. Será de cargo del MP acreditar la circunstancia de haber efectuado la
comunicación (art. 22). El Fiscal puede, durante la investigación, requerir la comparecencia
de una persona, mediante una citación efectuada por cualquier medio idóneo. Si la persona
convocada no comparece, puede el Fiscal solicitar del JG autorización para conducirla
compulsivamente a su presencia (art. 23).
5.5. Las notificaciones: Son actos de comunicación a través de los cuales el tribunal pone
en conocimiento de los intervinientes o de terceros el hecho de haberse dictado una
resolución judicial. Se encuentran reglamentadas en el párrafo 4°, Título II del Libro I y
supletoriamente por las normas del Título IV del Libro I del CPC, en cuanto se estimen
aplicables por no oponerse a la naturaleza del proceso penal acusatorio.
5.5.1. Funcionarios habilitados para efectuar las notificaciones: Las notificaciones
deben ser realizadas por los funcionarios del tribunal que hubiere expedido la resolución,
designados al efecto por el Juez Presidente del Comité de Jueces, a propuesta del
Administrador del Tribunal (art. 24). No obstante, el tribunal puede ordenar que una o más
notificaciones determinadas se practiquen por otro ministro de fe.
5.5.2. Contenido de la notificación: La notificación debe incluir una copia íntegra de la
resolución de que se trata, con la identificación del proceso en el que recayere, más los
otros antecedentes que la ley o el Juez estime agregar para la debida información del
notificado o para el adecuado ejercicio de sus derechos (art. 25).
Cuando se trata de la notificación de una citación, debe hacerse saber a los citados el
tribunal ante el cual deben comparecer, su domicilio, la fecha y hora de la audiencia, la
identificación del proceso y el motivo de su comparecencia. Al mismo tiempo debe
advertírseles que su no comparecencia injustificada dará lugar a que sean conducidos por
medio de la fuerza pública. También se les debe indicar que, en caso de impedimento,
deben comunicarlo y justificarlo ante el tribunal, con anterioridad a la fecha de la audiencia,
en cuanto fuere posible (art. 33).
5.5.3. Obligación de los intervinientes de señalar domicilio: En su primera intervención
en el procedimiento, los intervinientes deberán ser conminados por el Juez, por el MP, o
por el funcionario público que practicare la primera notificación, a indicar un domicilio
dentro de los límites urbanos de la ciudad en que funcione el tribunal respectivo y en el cual
puedan practicársele las notificaciones posteriores. Asimismo, deberán comunicar cualquier
cambio de su domicilio (art. 26). Si no cumple, se notifica por el estado diario.
5.5.4. Formas de notificación:
a) El Ministerio Público debe ser notificado en sus oficinas (art. 27).
b) Cuando un interviniente en el procedimiento cuente con un defensor o mandatario
las notificaciones deben ser hechas a éste, salvo que la ley o el tribunal dispusiere
que se notifique también al interviniente (art. 28).
c) Al imputado privado de libertad se le notifica en persona en el establecimiento o
recinto en que permaneciere, aunque éste se hallare fuere del territorio jurisdiccional
del tribunal.
d) La notificación de las resoluciones dictadas en las audiencias orales se entienden
realizadas a los intervinientes que hubieren asistido o hubieren debido asistir desde
que se pronuncian verbalmente (art. 30). Sin perjuicio, se dejará constancia de ello
en el estado diario, mas su omisión no invalida la notificación.
e) Cualquier interviniente puede proponer para sí otras formas de notificación, que7 el
tribunal puede aceptar si, en su opinión, resultan suficientemente eficaces y no
causen indefensión (art. 31).
5.6. Resoluciones judiciales: Son actos jurídico-procesales dictados por los órganos
jurisdiccionales en el contexto de un procedimiento y que tienen por finalidad resolver las
peticiones de las partes u ordenar el cumplimiento de determinadas medidas procesales.
En el ejercicio de sus funciones los tribunales pueden ordenar directamente la intervención
de la fuerza pública y disponer todas las medidas necesarias para el cumplimiento de las
actuaciones que ordene y la ejecución de las resoluciones que dicte (art. 34).
5.6.1. Deber de fundamentación: Es obligación de todo tribunal fundamentar las
resoluciones que dicte, con excepción de aquellas que incidan en cuestiones de mero
trámite (art. 36). El tribunal debe expresar sucintamente, pero con precisión, los motivos de
hecho y de derecho en que se basan. La simple relación de los documentos o la mención de
los medios de prueba o solicitudes de los intervinientes no es suficiente para cumplir el
estándar de razonamiento exigido por la ley.
5.6.2. Firma de las resoluciones:
a) Si se trata de una resolución que se dicta en audiencia no es necesario firmarla, pues
basta el registro de la misma (en la práctica, las sentencias definitivas se firman).
b) Las resoluciones dictadas fuera de audiencia deben ser escritas y firmadas por el
juez o tribunal.
5.6.3. Plazos generales para dictar las resoluciones: Las cuestiones debatidas en
audiencia deben ser resueltas en ella y las presentaciones escritas deben ser decididas por el
tribunal antes de las 24 horas siguientes a su recepción (art. 38).
Existen plazos especiales para diferentes pronunciamientos judiciales:
a) Respecto del ejercicio del principio de oportunidad (art. 170).
b) Para la dictación de la sentencia definitiva, la regla general es un plazo de 5 días
(art. 344).
c) Para la dictación de la sentencia de nulidad se establece un plazo de 20 días (art.
384).
5.7. Registro de las actuaciones judiciales: Todas las audiencias y actuaciones realizadas
por o ante un JG, TOP, Cortes de Apelaciones o Corte Suprema deben ser registradas
íntegramente, por cualquier medio que asegure fidelidad, de modo que se garantice la
conservación y la reproducción de su contenido (art. 39), pudiendo emplear audio digital,
video u otro soporte tecnológico equivalente (art. 41).
Todas las actuaciones del proceso deben registrarse y conservarse íntegramente y en orden
sucesivo en la carpeta electrónica, la que garantizará su fidelidad, preservación y la
reproducción de su contenido.
En el caso del juicio oral se exige que el registro demuestre la manera en que se desarrolló
la audiencia, la observancia de las formalidades previstas para ella, las personas que
hubieren intervenido y los actos que se llevaron a cabo. La omisión de formalidades del
registro sólo lo priva de valor cuando ellas no pudieren ser suplidas con certeza sobre la
base de otros elementos contenidos en el mismo o de otros antecedentes confiables que
dieren testimonio de lo ocurrido en la audiencia (art. 42).
5.8. Certificaciones: Al Jefe de la Unidad de Administración de Causas corresponde
específicamente la labor de autorizar los mandatos judiciales y efectuar las certificaciones
que la ley señale expresamente.
6. La acción penal:
Se regula en el Título III del Libro I CPP.
6.1. Clases de acción penal: La acción penal es pública o privada (art. 53), de acuerdo al régimen
de persecución penal al que esté sometido el hecho de que se trata. El Código divide la acción
penal en acción penal pública propiamente tal, acción penal pública previa instancia particular y
acción penal privada.
En general, los delitos de acción penal pública darán origen al procedimiento ordinario por crimen
o simple delito. Por excepción, podrá aplicarse el procedimiento especial abreviado. Las faltas y,
excepcionalmente, los simples delitos de acción penal pública darán origen a los procedimientos
simplificado o monitorio.
La acción penal, no puede entablarse sino contra las personas responsables del delito. Además, la
responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales, por las personas
jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la
responsabilidad civil que las afectare (art. 58).
6.1.1. La acción penal pública: La acción penal es pública cuando el delito de que se trate puede
ser perseguido de oficio por el MP, sin perjuicio de que pueda ser ejercida, además, por las
personas que determine la ley (art. 53 inc. 2°). La regla general es que los delitos sean de acción
penal pública.
Respecto de los delitos cometidos contra menores de edad, cualquiera sea su naturaleza, la ley
concede siempre acción penal pública.
6.1.2. La acción penal pública previa instancia particular: En los delitos de acción penal
pública previa instancia particular no puede procederse de oficio sin que, a lo menos, el ofendido
por el delito o a quien la ley confiera la facultad de actuar por él, hubiere denunciado el hecho a la
justicia, al MP o a la policía. Efectuada la denuncia exigida por la ley, el procedimiento se
tramitará conforme a las reglas generales relativas a los delitos de acción pública.
Los delitos de acción penal pública previa instancia particular son:
a) Lesiones menos graves y falta de lesiones.
b) Violación de domicilio.
c) Violación de secretos.
d) Amenazas.
e) Comunicación fraudulenta de secretos de la fábrica en que el imputado hubiere estado o
estuviere empleado.
f) Los demás que las leyes señalaren en forma expresa120.
Además del ofendido por el delito, pueden denunciar las personas a quienes el Código reconoce la
calidad de víctima, cuando la misma no pueda ejercer sus derechos en el proceso. Si el ofendido se
encuentra imposibilitado de realizar libremente la denuncia, o cuando quienes pueden formularla
por él se encuentren imposibilitados de hacerlo o aparezcan implicados en el delito, el MP podrá
proceder de oficio.
6.1.3. La acción penal privada: Este régimen de persecución excluye el ejercicio de la acción
penal por otra persona que no sea la víctima. En estos casos, existe un interés privado
preponderante que impide la intervención del órgano oficial. Los delitos de acción penal privada
que señala el CPP son:
a) Calumnia e injuria.
b) Provocación al duelo y el denuesto o el descrédito público por no haberlo aceptado.
c) El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas designadas
por la ley y celebrado de acuerdo con el funcionario llamado a autorizarlo.
En estos casos, el afectado debe querellarse para poner en movimiento la actividad jurisdiccional
del Estado, no interviene en este procedimiento el MP y se rige por las normas contenidas en los
artículos 400 a 405 (procedimiento por delito de acción privada).
6.2. Renuncia de la acción penal: La acción penal pública no se extingue por la renuncia de la
persona ofendida (art. 56).
La renuncia sólo produce ciertos efectos procesales, en los delitos que pueden perseguirse de
oficio, cuando la víctima ha deducido querella. La ley regula el desistimiento (art. 118) y el
abandono de la querella (art. 120), formas que podría adoptar la renuncia por parte de la víctima y
que produce efectos sólo respecto de su intervención como querellante en el procedimiento penal.
Tratándose de delitos de acción penal pública previa instancia particular, la renuncia de la víctima
a denunciarlo produce la extinción de la acción penal (art. 56 inc. 3°). Sin embargo, el efecto
señalado sólo puede producirlo la renuncia expresa. La inexistencia de una denuncia o querella
sólo podría determinar la extinción de la acción una vez transcurrido el plazo de prescripción.
En la acción penal privada, la víctima puede renunciar a su persecución de modo expreso o tácito.
Interpuesta la querella, la víctima puede desistirse o abandonar la acción (arts. 401 y 402).
120
En el caso de los delitos sexuales contemplados en los artículos 361 a 366 quáter del CP, se requiere a lo
menos denuncia de la persona ofendida, sus padres, abuelos o guardadores o por quien la tuviere bajo su
cuidado, mas si la víctima es menor de edad se concede siempre acción penal pública para su persecución.
Producida la renuncia expresa, el desistimiento o el abandono de la querella, se extingue la acción
penal privada. Sin embargo la ley establece una excepción: una vez iniciado el juicio no se dará
lugar al desistimiento si el querellado se opone al mismo. El desistimiento de la querella obliga al
querellante al pago de las costas, salvo que obedezca a un acuerdo con el querellado.
La ley presume la renuncia del ofendido a la acción penal privada cuando sólo ejerce la acción
civil (art. 66).
7. La nulidad procesal:
7.1. Concepto: Es una sanción destinada a restar eficacia a aquellas diligencias o actuaciones
judiciales defectuosas (o investigativas), que no han respetado en su ejecución los requisitos
exigidos por la ley y que ocasionan a los intervinientes un perjuicio reparable únicamente con tal
declaración.
Se trata de un mecanismo de impugnación en cuya virtud el tribunal, de oficio o a petición de
parte, anula actuaciones viciadas.
7.2. Actuaciones o diligencias anulables: La nulidad puede ser planteada y declarada respecto de
cualquier acto viciado, sea que éste haya tenido lugar en la etapa de investigación, durante la fase
de preparación o de juicio oral.
En cuanto al alcance de la competencia anulatoria del tribunal, en la práctica existen dos opiniones
contrarias:
a) Para algunos, como la ley habla de actuaciones o diligencias judiciales, esta sanción es
aplicable solo a los actos que se realizan ante o por el tribunal, pero no a aquellas
diligencias realizadas por el MP o la Policía.
b) Para otros, la voz actuación o diligencia judicial debe entenderse en un sentido amplio,
comprendiendo los actos defectuosos realizados por las partes, el tribunal, los órganos de
persecución o sus auxiliares. Con esta interpretación se cautela de mejor manera los
derechos de los intervinientes en el procedimiento penal.
7.3. Causales que justifican la nulidad procesal: Se hace la siguiente división:
7.3.1. La mera inobservancia de formas procesales que causa perjuicio a los intervinientes:
Entendiendo la ley que existe perjuicio cuando la inobservancia de las formas procesales atenta
contra las posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes (art. 159). Son tres las
condiciones que, en este caso, hacen procedente la nulidad:
a) La inobservancia de la forma procesal.
b) El interés de la parte, que está dado por el perjuicio de la misma.
c) Que ese perjuicio sea reparable únicamente con la declaración de nulidad.
7.3.2. Infracciones que afectan el pleno ejercicio de garantías y derechos constitucionales o
legales de los intervinientes: En cuyo caso basta con el establecimiento de la infracción, pues el
perjuicio se presume de derecho (art. 160).
La infracción debe recaer en formas procesales esenciales, derechos y garantías de los
intervinientes y principios del sistema, cuyo cumplimiento determina la regularidad de un debido
proceso. Además, no se trata de inobservancias leves, sino de irregularidades severas que “afectan
el pleno ejercicio” de tales derechos y garantías (ej. ausencia del defensor en una actuación que la
ley exige su participación).
7.4. Clasificaciones de la nulidad:
7.4.1. Según si la sanción se encuentra expresamente señalada en la ley o no:
a) Nulidad expresa: La ley previene determinadamente los casos de incumplimiento de formas
procesales que producen ese efecto. Así ocurre con la nulidad del juicio oral decretada por el
mismo tribunal, por suspensión de la audiencia o interrupción del juicio por un período superior a
10 días.
b) Nulidad implícita: Opera aun en ausencia de conminación expresa, pero surge ante la
improcedencia de una actuación prohibida o que no cumple las exigencias legales (ej. Notificación
efectuada en domicilio erróneo).
7.4.2. Según el interés en juego y la posibilidad de saneamiento del acto nulo:
a) Nulidad absoluta: Existe un interés público indisponible comprometido en la observancia de la
forma. En general faculta al tribunal para declararla de oficio. Pueden ser reclamadas y declaradas
en cualquier estado del proceso, lo que excluye la posibilidad de convalidación, quedando como
válidas únicamente por los efectos de la cosa juzgada.
b) Nulidad relativa: La nulidad es relativa cuando por la magnitud de la infracción, la ley la
condiciona a la petición de parte interesada, sin la cual no corresponde declararla, y puede
subsanársela por el consentimiento expreso o tácito de los interesados.
7.5. Legitimación activa: Sólo pueden solicitar la declaración de nulidad los intervinientes
perjudicados por el acto viciado y que no hubieren concurrido a causarlo (art. 162).
En ejercicio de su función cautelar, si los tribunales estiman que se ha producido un acto viciado y
la nulidad no se ha saneado aún, debe poner este hecho en conocimiento de la parte perjudicada, a
fin de que proceda como crea convenir a sus derechos. Ahora, si se trata de infracciones que
impidan el pleno ejercicio de sus derechos y garantías, puede, además, declarar la nulidad de oficio
(art. 163).
7.6. Tramitación del incidente de nulidad:
7.6.1. Vicio que se produce en una actuación verificada en audiencia: El interviniente
perjudicado debe impetrar la nulidad verbalmente y dentro de la audiencia. El interviniente
afectado ausente podrá plantear la nulidad por escrito y fundadamente dentro del plazo de 5 días.
7.6.2. Vicio que se produce fuera de audiencia: La solicitud deberá platearse por escrito y ser
fundada, dentro del plazo de 5 días contados desde que el afectado haya tomado conocimiento
fehaciente del acto cuya invalidación persigue. Pero no podrá reclamarse la nulidad de actuaciones
verificadas durante la etapa de investigación después de la audiencia de preparación de juicio oral.
En ambos casos, la solicitud de nulidad debe tramitarse incidentalmente, salvo que haya sido
presentada extemporáneamente, en cuyo evento debe ser declarada inadmisible.
7.7. Prueba de la nulidad:
7.7.1. Objeto de la prueba: En cuanto al vicio, debe probarse la actuación impugnada, y respecto
del perjuicio debemos distinguir:
a) Si se trata de actuaciones o diligencias defectuosas en razón de infracción de formas
procesales legales sin afectación de un derecho o garantía constitucional, además de probar
el defecto alegado, debe establecerse de qué modo ese defecto o inobservancia perjudican
al interviniente atentando contra sus posibilidades de actuación y futuro resultado en el
juicio.
b) Si se trata de actuaciones o diligencias defectuosas en razón de una infracción que impide
el pleno ejercicio de las garantías y derechos fundamentales, además de la prueba del acto
viciado debe justificarse cómo esa infracción ha impedido el pleno ejercicio de tales
derechos y garantías. Hecho lo anterior, se presume la existencia del perjuicio.
7.7.2. Cómo se prueba: Todo medio de prueba es válido para demostrar el acto viciado y el
perjuicio que éste provoca, pudiendo también recurrir al razonamiento jurídico, infiriendo hechos e
interpretando la norma.
7.7.3. Carga de la prueba: No existe norma expresa que resuelva este punto, por lo que se recurre
al criterio de normalidad. La regla general está dada por la regularidad de las actuaciones o
diligencias judiciales, en consecuencia, aquel que reclama acerca de la falta de regularidad de una
actuación judicial deberá probar tal circunstancia.
Sin embargo, resulta también atendible una posición en contrario, en virtud de la cual en aquellos
actos donde los funcionarios públicos tienen un deber cautelar y, por ende, obligaciones que
cumplir en ese sentido, puesta en duda la regularidad de la actuación, corresponde al organismo
persecutor demostrar que se ha actuado dentro de los parámetros legales.
7.8. Saneamiento de la nulidad: De acuerdo al art. 164, las nulidades quedan subsanadas en los
siguientes casos:
a) Si el interviniente perjudicado no impetra su declaración oportunamente.
b) Si acepta expresa o tácitamente los efectos del acto viciado.
c) Cuando, a pesar del vicio, el acto cumple su finalidad respecto de todos los interesados.
Cuando el vicio se sanea por la voluntad de los intervinientes, expresa o tácita, es más preciso
hablar de convalidación.
El saneamiento no opera cuando se trata de infracciones que hayan impedido el pleno ejercicio de
las garantías y derechos constitucionales y legales. Si la forma procesal vulnerada es esencial
(afecta el derecho a un debido proceso), no es susceptible de saneamiento y puede ser declarada de
oficio; en cambio, si la forma procesal no es esencial (incide únicamente en la ritualidad del
procedimiento) puede sanearse.
7.9. Efectos de la declaración de nulidad: La declaración de nulidad de un acto produce su
invalidez e ineficacia, esto es, hay una privación de los efectos que produjo o que estaba
produciendo, impidiéndose los que pudiera producir en el futuro.
La declaración de nulidad del acto conlleva la ineficacia de los actos consecutivos que de él
emanaren o dependieren. En consecuencia el tribunal, al efectuar la declaración, debe determinar
cuáles son los actos a los que ella se extendiere y, siendo posible, ordenará que se renueven,
rectifiquen o ratifiquen (art. 165).
Producto de lo anterior, eventualmente, será necesario renovar o rectificar las actuaciones
invalidadas. Sin embargo, no puede retrotraerse el procedimiento a etapas anteriores salvo que ello
correspondiere de acuerdo con las normas del recurso de nulidad.
La renovación del acto se efectúa mediante la reproducción del mismo, en tanto que la
rectificación tiene lugar a través de la corrección de los defectos advertidos en el acto irregular.
II. Iniciación y desarrollo del Procedimiento Penal121.
1. Formas de inicio del procedimiento:
Si nos encontramos frente a un hecho punible que otorga acción penal pública, el
procedimiento podrá iniciarse por querella, por denuncia o de oficio por el MP cuando el
suceso haya llegado a su conocimiento (art. 172).
Si el hecho otorga acción penal pública previa instancia particular, el MP no puede
proceder de oficio sin que, a lo menos, el ofendido por el delito hubiere denunciado el
suceso a los tribunales, a la propia fiscalía o a la policía. A falta del ofendido por el delito,
pueden denunciar el hecho las personas indicadas en el art. 108 y si la víctima se encontrara
imposibilitada de realizar libremente la denuncia, o cuando quienes pueden formularla por
él se encuentran imposibilitados o implicados en el hecho, puede excepcionalmente, el MP
proceder de oficio. Iniciado el procedimiento de cualquiera de estas formas continuará
tramitándose de acuerdo con las reglas generales relativas a los delitos de acción pública.
Si estamos en presencia de un delito que sólo otorga acción privada, el procedimiento sólo
puede iniciarse por querella.
Se entiende iniciado el procedimiento desde que se realice cualquier actuación por o ante la
policía, el MP o un tribunal con competencia en lo criminal. Este inicio no está
determinado por la realización de actos formales sino por la ejecución de actuaciones que
significan la imputación de un delito y, con ello, la afectación de derechos fundamentales.
2. La denuncia:
2.1. Concepto: Es el acto mediante el cual una persona pone en conocimiento de las
autoridades que señala la ley un hecho que puede revestir el carácter de delito, además, en
cuanto le constare, las circunstancias del suceso y el nombre o datos que permitan
identificar al presunto responsable y a las personas que lo hubieren presenciado o tuvieren
noticia de él (arts. 173 y 174).
El denunciante no es un interviniente del procedimiento penal y sólo adquiere la
responsabilidad que le corresponda por delito cometido por medio de la denuncia o con
ocasión de ella.

121
a.- Iniciación y desarrollo de la investigación penal; b.- Objetivos de la investigación según la
Constitución; c.- Detención y la audiencia de control de detención. Situaciones que la pueden producir. La
flagrancia.
2.2. Autoridades que deben recibir las denuncias: Puede efectuarse directamente ante el
MP, ante las policías, Gendarmería de Chile en los casos de delitos cometidos en recintos
penitenciarios, o ante cualquier tribunal con competencia criminal (art. 173).
Las denuncias que no se hayan efectuado directamente al MP deben hacerse llegar a ese
organismo, para determinar el curso posterior de la misma. En el caso de las policías ello se
hará mediante el respectivo “Parte”, cosa similar ocurrirá con Gendarmería y en cuanto a
los tribunales penales, lo harán mediante un oficio conductor.
2.3. Forma y contenido de la denuncia: Cualquier medio es idóneo para denunciar
debiendo, en todo caso, identificarse al denunciante. Si la denuncia es verbal debe
levantarse un registro en presencia del denunciante quien lo firmará junto con el
funcionario que la recibe. Si es escrita debe ser firmada por quien la presenta y si no
pudiere hacerlo lo hará un tercero a su ruego (art. 174).
La denuncia debe contener, en cuanto le constare al denunciante, las circunstancias del
suceso y el nombre o datos que permitan identificar al presunto responsable del hecho
punible y a las personas que lo hubieren presenciado o tuvieren noticia de él.
2.4. Obligación de denunciar: La denuncia es una facultad discrecional de las personas,
sin embargo, aquellas señaladas en el art. 175 122 están obligados a dar cuenta
oportunamente de los hechos allí señalados y si omiten hacerlo incurren en la pena prevista
en el artículo 494 del CP, o en la señalada en disposiciones especiales. No será aplicable la
sanción referida a quien arriesgaba la persecución penal propia, del cónyuge, de su
conviviente o de sus ascendientes, descendientes o hermanos.
2.5. Autodenuncia: El art. 179 señala que la persona imputada por otro de haber
participado en la comisión de un hecho ilícito, tiene el derecho de concurrir ante el MP y
solicitar se investigue tal imputación. Si el fiscal respectivo se negare a proceder, la persona
afectada podrá recurrir ante las autoridades superiores del ente persecutor a efecto de que
revisen tal decisión.
3. La querella:
3.1. Concepto: Es un acto jurídico procesal mediante el cual la víctima de un hecho
punible o las demás personas o instituciones expresamente facultadas por la ley ponen en
conocimiento de la autoridad competente la existencia de un hecho que puede revestir los
caracteres de un delito.
Si el querellante es una persona o institución distinta a la víctima, adquiere la calidad
procesal de interviniente con todos los derechos o facultades que ello conlleva.
3.2. El querellante: La regla general es que la querella sólo puede ser interpuesta por la
víctima, por el representante legal de la víctima o el heredero testamentario de la víctima
(art. 111). En sentido estricto la víctima es el ofendido por el delito, sin embargo en
aquellos delitos cuya consecuencia es la muerte del ofendido y en los casos en que éste no

122
Policías, Gendarmería, miembros de las Fuerzas Armadas, Fiscales, funcionarios públicos, etc.
pueda ejercer sus derechos, se considera víctima a las personas indicadas en el art. 108 y en
ese orden de prelación.
Además, la ley permite que otras personas o instituciones se querellen (art. 111):
a) Toda persona capaz de parecer en juicio domiciliada en la provincia puede hacerlo
respecto de hechos punibles cometidos en la misma que constituyeren delitos
terroristas, o delitos cometidos por un funcionario público que afectaren los
derechos de las personas garantizados por la Constitución o contra la probidad
pública.
b) Los órganos y servicios públicos pueden hacerlo tratándose de delitos relacionados
con su actividad cuando sus respectivas leyes orgánicas le otorguen expresamente
esa potestad.
Existen dos tipos de querellantes:
a) El querellante conjunto adhesivo o querellante particular, contemplado para los
delitos de acción penal pública como colaborador y control externo del MP, con
posibilidades de forzar la acusación o sostenerla por sí mismo. Puede intervenir
activamente en el procedimiento, adherir a la acusación del Fiscal o presentar una
particular, ofrecer y presentar pruebas en el juicio e interponer recursos.
b) El querellante privado, que tiene el carácter de acusador exclusivo y excluyente en
los delitos de acción penal privada.
3.3. Presentación de la querella:
3.3.1. Oportunidad: En los delitos de acción privada la oportunidad para interponer una
querella criminal está dada por el plazo de la prescripción de la acción penal, dependiendo
exclusivamente de la voluntad de la víctima. En los delitos de acción penal pública, la
querella criminal sólo puede interponerse desde el inicio del procedimiento y hasta el cierre
de la investigación (art. 112).
3.3.2. Requisitos: La querella debe presentarse por escrito ante el JG competente, quien
analizará su admisibilidad a la luz de los requisitos establecidos en el art. 113, a saber:
a) La designación del tribunal ante el cual se entabla.
b) El nombre, apellido, profesión u oficio y domicilio del querellante.
c) El nombre, apellido, profesión u oficio y residencia del querellado, o una
designación clara de su persona, si el querellante ignorare aquellas circunstancias.
d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes, día y hora
en que se hubiere ejecutado, si se supieren.
e) La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare al MP.
f) La firma del querellante o la de otra persona a su ruego, si no supiere o no pudiere
firmar.
3.3.3. Admisibilidad: Si el Juez la declara admisible, la resolución es inapelable y la
querella debe ser remitida al MP; si la declara inadmisible, fundado en alguno de los
motivos contemplados en el art. 114, la resolución es apelable en el solo efecto devolutivo.
En este caso la querella no será remitida al MP, a menos que se trate de delitos de acción
penal pública o previa instancia particular y la declaración de inadmisibilidad se funde en
su presentación extemporánea o en la omisión de subsanar defectos oportunamente, en
cuyo caso el juez debe ponerla en conocimiento del persecutor estatal para ser tenida como
denuncia (art. 117).
Las razones de inadmisibilidad de la querella son:
a) Extemporaneidad.
b) Incumplimiento de la orden judicial de subsanar defectos dentro de plazo.
c) Si los hechos no fueren constitutivos de delito.
d) Si de la información aportada aparece de manifiesto que la responsabilidad penal
del imputado se encuentra extinguida.
e) Cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley.
3.4. Prohibición de querella: No pueden querellarse entre sí los cónyuges, a no ser por
delito que uno hubiere cometido contra el otro o contra sus hijos, o por el delito de bigamia,
y los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y los afines hasta el segundo
grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra sus cónyuge o hijos
(art. 116).
3.5. Desistimiento de la querella: El querellante puede desistirse en cualquier momento
del procedimiento, tomando a su cargo las costas propias y quedará sujeto a la decisión
sobre costas que dictare el tribunal al finalizar el procedimiento (art. 118).
A menos que el querellado acepte expresamente el desistimiento, queda a salvo su derecho
para ejercer la acción penal o civil por querella o acusación calumniosa y a demandar los
perjuicios que le hubiere causado en su persona o bienes y las costas (art. 119).
3.6. Abandono de la querella: Se trata de una sanción impuesta por el tribunal al
querellante, de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, en situaciones que
demuestran negligencia o falta de interés de su parte. Procede en los siguientes casos (art.
120):
a) Si no adhiere a la acusación fiscal o no acusa particularmente en la oportunidad
correspondiente.
b) Si no asiste a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa debidamente
justificada.
c) Si no concurre a la audiencia del juicio oral o se ausenta de ella sin autorización del
tribunal.
La resolución que declara el abandono de la querella es apelable en el solo efecto
devolutivo; en cambio, la que niega lugar al abandono es inapelable.
4. Inicio oficioso del procedimiento:
En virtud de los principios de legalidad y oficialidad, los fiscales del MP deben iniciar de
oficio la investigación cuando presencien o tomen conocimiento personal de la comisión de
un hecho que revista los caracteres de delito y sea perseguible de oficio, sin que puedan
suspender, interrumpir o hacer cesar su curso, salvo en los casos previstos en la ley (art.
166).
En ese escenario y en el evento de no hacer uso de los mecanismos de selectividad penal,
los fiscales iniciarán la investigación respectiva y adoptarán las actuaciones inmediatas
obligatorias, tendientes a esclarecer el hecho y determinar a los responsables, así como
también impedir que el ilícito produzca consecuencias ulteriores (art. 180).
5. Las actuaciones de investigación:
En los delitos de acción penal pública y previa instancia particular, cuando ha existido
denuncia de la víctima, la investigación se encuentra a cargo del MP, cuya actividad es
controlada por el JG. El sistema se encuentra estructurado para efectuar una investigación
dinámica, desformalizada y selectiva, conforme a criterios públicos y objetivos. Además
respeta el principio acusatorio al separar claramente las funciones de investigar y decidir.
5.1. Objetividad de las actuaciones del Ministerio Público: Los fiscales deben investigar
los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participación culpable y los que
acrediten la inocencia del imputado. No están obligados sólo a indagar aquellos hechos
relacionados con su propia estrategia de investigación, sino también aquellos invocados por
el imputado o su defensa para excluir, eximir o mitigar su responsabilidad penal.
5.2. Desformalización de la investigación: La desformalización es propia de la etapa de
instrucción, pero no de las etapas posteriores del procedimiento, en virtud de ella, los
órganos a cargo de la investigación oficial se desprenden de la excesiva formalidad a fin de
hacer más eficiente la persecución.
5.3. Objetivos de la instrucción: La investigación preparatoria se encuentra a cargo de los
fiscales del MP, quienes investigan por sí mismos o encomiendan a la policía las
diligencias de indagación que consideren conducentes al esclarecimiento de los hechos, de
las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los partícipes del hecho y
de las circunstancias que sirvieren para verificar su responsabilidad, asimismo, deberán
impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores (art. 180).
El JG es el órgano jurisdiccional encargado de controlar esas actuaciones, de modo que no
vulneren los derechos fundamentales de los particulares.
Esta etapa puede iniciarse de oficio por el MP, por denuncia o por querella y concluye con
el cierre de la investigación y la decisión del fiscal sobre el resultado de ésta. El resultado
puede ser una acusación, o bien, una solicitud de sobreseimiento o la decisión de no
perseverar en el procedimiento.
La etapa de investigación tiene tres objetivos básicos:
a) Producir los antecedentes probatorios que fundamenten la interposición de la
acusación en contra de una persona y asegurarlos hasta su presentación al juicio.
b) Impedir que pasen a la etapa de preparación del juicio oral los casos de sospechas
infundadas de comisión de un delito.
c) Promover, cuando corresponda, la terminación anticipada del procedimiento en los
casos en que una solución alternativa del conflicto permita prescindir del juicio.
5.4. Actuaciones de la investigación:
5.4.1. Actuaciones inmediatas: Dentro de las 24 horas siguientes desde que un fiscal tomó
conocimiento de un hecho que reviste caracteres de delito de acción penal pública, debe
proceder, por sí mismo o a través de la policía, a efectuar las siguientes actuaciones:
a) Practicar aquellas diligencias pertinentes y útiles al esclarecimiento y averiguación
del delito.
b) Investigar las circunstancias relevantes para la aplicación de la ley penal, de los
partícipes del hecho y de las circunstancias que sirvan para verificar su
responsabilidad.
c) Impedir que el hecho denunciado produzca consecuencias ulteriores (ej. protección
de víctimas y testigos; recuperación de especies).
5.4.2. Investigación autónoma: Los fiscales en forma coordinada con la Policía, pueden
realizar numerosas actuaciones sin necesidad de solicitar autorización al JG (ej. identificar
y tomar declaración de los testigos, levantar los objetos de interés criminalístico) (arts. 187
y 188).
Las Policías, por su parte, pueden realizar una serie de actuaciones si necesidad de
instrucción específica del MP, dentro de las cuales podemos mencionar (art. 83):
a) Prestar auxilio a la víctima.
b) Practicar la detención en casos de flagrancia.
c) Resguardar el sitio del suceso.
d) Identificar a los testigos y consignar las declaraciones que éstos presten
voluntariamente, en los casos de delitos flagrantes, en que se esté resguardando el
sitio del suceso o cuando se haya recibido una denuncia directa del público,
debiendo comunicar o remitir a la brevedad dicha información al MP.
e) Recibir las denuncias del público.
Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un tercero del ejercicio de
los derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare, requerirá de
autorización judicial previa, la que en casos urgentes podrá ser solicitada por el Fiscal y
otorgada, aún antes de la formalización. Así deberá procederse para tomar exámenes
corporales del imputado o del ofendido cuando fuere necesario para constatar
circunstancias relevantes para la investigación.
5.4.3. Proposición y asistencia a diligencias de la investigación: El imputado y los demás
intervinientes pueden proponer al fiscal todas aquellas diligencias de investigación que
consideren pertinentes y útiles para el esclarecimiento de los hechos. El fiscal debe
pronunciarse dentro de los 10 días siguientes a la solicitud y ordenar que se lleven a efecto
aquellas diligencias que estime conducentes. Si rechaza la solicitud o no se pronuncia, se
puede reclamar ante las autoridades del MP, dentro del plazo de 5 días.
El fiscal puede permitir la asistencia del imputado y demás intervinientes a las diligencias
de investigación que practique, cuando lo estime de utilidad, pudiendo impartirles
instrucciones obligatorias que deben observar para el adecuado desarrollo de la actuación e,
incluso, excluirlos de la misma en cualquier momento (art. 184).
5.4.4. El control de identidad: Además de las actuaciones autónomas de la policía
contenidas en el art. 83, existen otras dos diligencias de este tipo: el control de identidad y
el levantamiento del cadáver.
El control de identidad se encuentra regulada en los artículos 85 y 86. La ley faculta a la
policía para solicitar la identificación de cualquier persona que, en casos fundados y según
las circunstancias, permitan estimar que existe algún indicio de que ella hubiere cometido o
intentado cometer un crimen, simple delito o falta, de que se dispusiere a cometerlo, o de
que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen, simple delito
o falta o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o
disimular su identidad. Procede también cuando los funcionarios tengan algún antecedente
que les permita inferir que determinada persona tiene alguna orden de detención pendiente.
Debe realizarse en el lugar en que la persona controlada se encuentra, por medio de
documentos de identificación expedidos por la autoridad pública, como cédula de
identidad, licencia de conducir o pasaporte, debiendo el funcionario policial otorgar
facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos.
Durante el control la policía, sin necesidad de nuevos indicios, puede registrar las
vestimentas, equipaje o vehículo de la persona controlada y cotejar la existencia de las
órdenes de detención que pudieren afectarle, de existir la policía procederá a la detención
sin necesidad de orden judicial, así como también de quienes se sorprenda, a propósito del
registro, en alguna de las hipótesis de flagrancia del art. 130.
En caso de negativa de una persona a acreditar su identidad o si no le fuere posible hacerlo,
la policía la conducirá a la unidad policial más cercana, para fines de identificación.
Acreditada la identidad por otros medios debe ser dejada en libertad.
Todo el procedimiento no debe extenderse por un plazo superior a 8 horas, transcurridas las
cuales, la persona que ha estado sujeta a ellos deberá ser puesta en libertad, salvo que
existan indicios de que ha ocultado su verdadera identidad o ha proporcionado una falsa.
Distinto es el control de identidad preventivo, que no requiere de supuestos de hecho que la
activen, operando bajo la mera discrecionalidad de los funcionarios; sólo puede verificarse
en lugares públicos y en lugares privados de acceso al público; no puede afectar a personas
menores de 18 años; no puede durar más de una hora; y no autoriza el registro de
vestimentas, equipaje y vehículos. Sólo si la persona controlada registra orden de detención
pendiente, puede ser detenida en ese acto.
6. Control jurisdiccional de la investigación:
Al Juez de Garantía le corresponde intervenir controlando las actuaciones de persecución
en los siguientes casos:
6.1. Antes de la formalización:
a) Cuando el fiscal le solicite autorización urgente e inmediata para realizar diligencias
de investigación intrusivas que priven, restrinjan o perturben el ejercicio de los
derechos que la Constitución asegura al imputado o a un tercero. El JG accederá a la
petición cuando la gravedad de los hechos y la naturaleza de la diligencia permitan
presumir que proceder de ese modo es indispensable para el éxito de la diligencia.
La solicitud y la autorización se pueden efectuar por cualquier medio idóneo, sin
perjuicio de la constancia posterior.
b) Cuando el fiscal le solicite la imposición de una medida cautelar que, según la
Constitución y la ley, deba ser autorizada judicialmente (art. 9°).
c) Cuando cualquier persona que se sienta afectada por una investigación del MP, que
no ha sido formalizada judicialmente, solicite al JG que le ordene al fiscal informar
acerca de los hechos que sean objeto de la misma. El juez podrá fijarle al fiscal un
plazo para que formalice la investigación (art. 186).
Esta forma de proceder es excepcional, pues por regla general se requiere de formalización
previa de la investigación.
6.2. Después de la formalización:
a) Cuando el fiscal le solicite una diligencia de investigación intrusiva o limitativa de
derechos sin previa información al afectado, el juez sólo podrá autorizarlo cuando la
reserva resulte estrictamente indispensable para la eficacia de la diligencia (art.
236).
b) Cuando el fiscal solicite medidas cautelares respecto de los imputados, tanto reales
como personales.
6.3. La cautela de garantías: El art. 10 regula la cautela de garantías, un mecanismo de
tutela jurisdiccional en cuya virtud el JG altera excepcionalmente normas legales que, en
una situación ordinaria, deben ser observadas en la sustanciación de la investigación y del
procedimiento.
En cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare que el imputado
no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías judiciales
consagradas en la Constitución, en las leyes o en los tratados internacionales, adoptará, de
oficio o a petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio. Como la
norma no distingue, puede utilizarse en audiencia o fuera de ella.
Se le ha dado una amplia aplicación a esta norma, comprendiendo cualquiera otra
afectación de derechos y garantías del imputado.
Si esas medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una afectación
sustancial de los derechos del imputado, el juez ordenará la suspensión del procedimiento
por el menor tiempo posible y citará a los intervinientes a una audiencia que se celebrará
con los que asistan. Con el mérito de los antecedentes reunidos y de lo que en dicha
audiencia se expusiere, resolverá la continuación del procedimiento o decretará el
sobreseimiento temporal del mismo. Con todo, no podrá entenderse que existe afectación
sustancial de los derechos del imputado cuando se acredite, por el Ministerio Público o el
abogado querellante, que la suspensión del procedimiento solicitada sólo persigue dilatar el
proceso.
En contra de estas resoluciones procede el recurso de reposición y también el de apelación
en el caso que se suspenda el procedimiento por más de 30 días o cuando se sobresea
temporalmente la causa.
7. Diligencias de investigación limitativas de derechos:
Deben ser autorizadas en principio por la víctima y en subsidio por el tribunal.
7.1. Entrada y registro: Persigue la obtención de evidencias para la comprobación del
hecho punible o la participación culpable. El Código regula esta medida y determina sus
requisitos según el lugar en que se realice la actuación:
a) Entrada y registro en lugares de libre acceso al público (art. 204).
b) Entrada y registro en lugares cerrados (art. 205).
c) Entrada y registro en lugares especiales (art. 209).
d) Entrada y registro en lugares que gozan de inviolabilidad diplomática (art. 210).
e) Entrada y registro en locales consulares (art. 211).
Analizaremos sólo la entrada y registro en lugares cerrados: Cuando se presumiere que el
imputado, o medios de comprobación del hecho que se investigare, se encontrare en un
determinado edificio o lugar cerrado, se podrá entrar al mismo y proceder al registro,
siempre que su propietario o encargado consintiere expresamente en la práctica de la
diligencia.
En principio, no se puede efectuar la diligencia sin el consentimiento del propietario o
encargado del recinto. En caso de negativa, la policía deberá adoptar las medidas necesarias
tendientes a evitar la posible fuga del imputado cuando fuere el caso (art. 213) y el fiscal
deberá solicitar la correspondiente autorización judicial.
La ley establece un plazo máximo de 10 días de vigencia de la orden, tras los cuales se
produce la caducidad de la misma.
Excepcionalmente, la ley permite que la policía entre en un lugar cerrado y lo registre, sin
autorización judicial y sin el consentimiento expreso de su propietario o encargado:
a) Cuando se encontrare en actual persecución del individuo a quien debiere detener,
para practicar la detención y para registrar el lugar e incautar objetos y documentos
vinculados al caso, dando aviso de inmediato al Fiscal (art. 129).
b) Cuando las llamadas de auxilio de personas que se encuentren en el interior u otros
signos evidentes indiquen que en el recinto se está cometiendo un delito (art. 206).
c) Cuando exista algún indicio de que se está procediendo a la destrucción de objetos o
documentos que pudiesen haber servido o haber estado destinados a la comisión de
un hecho constitutivo de delito, o aquellos que de éste provinieren (art. 206).
d) Tratándose del delito de abigeato, la policía puede ingresar a los predios cuando
existan indicios o sospechas de que se está perpetrando dicho ilícito, siempre que las
circunstancias hagan temer que la demora en obtener la autorización del propietario
o del juez, en su caso, facilitará la concreción del mismo o la impunidad de sus
hechores (art. 206).
8. Mecanismos de descongestión y salidas alternativas. Principio de oportunidad:
En nuestro ordenamiento la facultad de selección de casos aparece como una excepción al
principio de legalidad, entendido como promoción necesaria de la acción penal e
irretractabilidad de tal ejercicio. Se permite que persecutores penales puedan, por
excepción, no continuar o poner término anticipado a la misma. Además, el sistema permite
optar por vías alternativas a la sentencia penal, que implican soluciones negociadas al
conflicto penal, donde cumple una función importante el afán restaurativo de los intereses
de la víctima y la no desocialización del imputado.
El principio de legalidad, entendido como persecución oficial necesaria, se ve flexibilizado
por el principio de oportunidad, el cual predica que en determinados casos el Estado debe
renunciar a la persecución penal y a la imposición de la pena cuando no existan razones
preventivas, generales o especiales.
Se mencionan como fundamentos del principio de oportunidad:
a) La necesidad de sujetar la selectividad penal a parámetros de razonabilidad y
transparencia.
b) Evitar los efectos criminógenos de la prisión preventiva y las penas privativas de
libertad, y por consiguiente, de la reincidencia.
c) Ausencia de utilidad y sentido de esperar hasta la sentencia para el goce de un
beneficio.
d) La posibilidad de otorgar rápida y oportuna reparación a la víctima.
e) La descongestión del sistema de justicia criminal y la solución rápida y adecuada
del conflicto.
f) La necesidad de racionalizar y planificar la persecución penal, considerando las
limitaciones económicas y políticas en la utilización de los recursos disponibles.
8.1. Mecanismos de descongestión: Son la facultad para no iniciar la investigación, el
archivo provisional y el principio de oportunidad en sentido estricto.
8.1.1. Facultad para no iniciar la investigación:
Art. 168 CPP.- Facultad para no iniciar investigación. En tanto no se hubiere producido
la intervención del juez de garantía en el procedimiento, el fiscal podrá abstenerse de toda
investigación, cuando los hechos relatados en la denuncia no fueren constitutivos de delito
o cuando los antecedentes y datos suministrados permitieren establecer que se encuentra
extinguida la responsabilidad penal del imputado. Esta decisión será siempre fundada y se
someterá a la aprobación del juez de garantía.
Con este mecanismo se busca excluir lo más tempranamente posible del sistema aquellos
casos en que el Estado carece de fundamento para hacer actuar el ius puniendi.
Esta hipótesis opera siempre y cuando no se haya producido la intervención del JG en el
procedimiento, en consecuencia, si la víctima se querella el fiscal deberá seguir adelante la
investigación (art. 169).
La decisión del fiscal debe ser fundada y aprobada por el JG. En la práctica se hace por
escrito. La resolución del juez debe ser fundada y comunicada a la víctima, quien podrá
apelar por ser un interviniente agraviado con una determinación judicial que pone término
al procedimiento o hace imposible su prosecución. La apelación deberá concederse en el
solo efecto devolutivo.
La decisión firme de no iniciar la investigación constituye un equivalente jurisdiccional al
sobreseimiento definitivo del caso, por extinción de la acción penal.
8.1.2. Archivo provisional: En tanto no se hubiere producido la intervención del juez de
garantía en el procedimiento, el ministerio público podrá archivar provisionalmente
aquellas investigaciones en las que no aparecieren antecedentes que permitieren desarrollar
actividades conducentes al esclarecimiento de los hechos (art. 167).
Si el delito mereciere pena aflictiva, el fiscal deberá someter la decisión sobre archivo
provisional a la aprobación del Fiscal Regional.
La víctima podrá solicitar al ministerio público la reapertura del procedimiento y la
realización de diligencias de investigación. Asimismo, podrá reclamar de la denegación de
dicha solicitud ante las autoridades del MP.
En el archivo provisional el reclamo solo es por vía administrativa y no jurisdiccional, sin
perjuicio de que la víctima provoque la intervención del JG deduciendo la querella
respectiva. En este caso, si el juez declara admisible la querella, el fiscal deberá seguir
adelante la investigación conforme a las reglas generales (art. 169).
El archivo provisional sólo produce una suspensión temporal en la persecución penal, la
cual podrá reanudarse con nuevos antecedentes hasta que la acción penal se encuentre
prescrita.
8.1.3. Principio de oportunidad en sentido estricto: Consiste en la facultad de los fiscales
del MP para no iniciar la persecución penal o abandonar la ya iniciada, cuando se trate de
un hecho que reviste caracteres de delito pero que no compromete gravemente el interés
público, a menos que la pena mínima asignada al delito exceda la de presidio o reclusión
menor en su grado mínimo o se trate de un delito cometido por un funcionario público en el
ejercicio de sus funciones (art. 170 inc. 1°).
Se trata de la facultad que se otorga a los fiscales para cerrar aquellos casos en los que, aun
habiendo antecedentes para investigar o incluso acusar, se considere que los hechos son de
una gravedad muy reducida y no comprometen gravemente el interés público.
El ejercicio de esta facultad se regula mediante instrucciones generales dictadas por el MP,
con el objetivo de establecer un uso racional de la misma. La decisión del fiscal debe ser
motivada y comunicada al JG, quien la notificará a los intervinientes, si los hubiere.
Para evitar los abusos, se contemplan dos tipos de controles, uno judicial y otro
administrativo:
a) Control judicial: Dentro de los 10 días siguientes a la comunicación de la decisión del
fiscal, el juez, de oficio o a petición de parte, podrá dejarla sin efecto en los siguientes
casos:
 Cuando estime que el fiscal ha excedido sus atribuciones, en relación a los límites
formales de penalidad mínima y calidad del sujeto activo.
 Cuando la víctima manifieste de cualquier modo su interés en el inicio o
continuación de la persecución penal. Se trata del ejercicio de un derecho absoluto
del ofendido por el delito que tiene un carácter vinculante.
En ambos casos la resolución del juez obliga al fiscal a continuar con la investigación.
b) Control administrativo: Opera cuando, vencido el plazo de 10 días para el control
judicial o rechazada por el juez la reclamación respectiva, los intervinientes reclamen de la
decisión del fiscal ante las autoridades superiores del MP, dentro de un nuevo plazo de 10
días. Estas deben verificar si la decisión del fiscal se ajusta a las políticas generales del
servicio y a las normas que hayan sido dictadas al respecto. Transcurrido este nuevo plazo
sin que se haya formulado reclamación alguna o si, formulada la reclamación, ésta hubiese
sido rechazada, se entiende extinguida la acción penal respecto del hecho de que se trate.
La extinción de la acción penal generada por la aplicación del principio de oportunidad no
perjudica el derecho a perseguir por la vía civil las responsabilidades pecuniarias que
correspondan.
La ley de responsabilidad penal adolescente establece que para el ejercicio del principio de
oportunidad los fiscales deben tener es especial consideración la incidencia que su decisión
podría tener en la vida futura del adolescente imputado. Además, para la aplicación de esta
facultad tendrán como base la pena resultante una vez efectuada la rebaja de un grado
señalada por la ley.
8.2. Las salidas alternativas123: Constituyen una respuesta a la ineficiencia de los sistemas
criminales, mediante la introducción de nuevas formas de solución de los conflictos penales
o de alternativas distintas a las ya existentes que, por un lado, permitan superar de manera
efectiva los efectos negativos del sistema penal, en especial de las penas privativas de
libertad, y que, por el otro, se constituyan en una respuesta socialmente más satisfactoria
para la comunidad, para la víctima del delito y para el sujeto responsable del mismo.
8.2.1. La suspensión condicional del procedimiento:
a) Concepto y fundamento: Es un mecanismo procesal que permite a los fiscales del MP,
con el acuerdo del imputado y con la aprobación del JG, dar término anticipado al
procedimiento cuando se cumplan ciertos requisitos previstos en la ley y se satisfagan
determinadas condiciones fijadas por el juez, que permiten suponer que el imputado no será
objeto de imputación nuevamente (art. 237).
Procede respecto de delitos que no representan un atentado grave o relevante para el interés
público respecto de sujetos sin condenas previas y sin suspensiones condicionales del
procedimiento vigentes.
b) Reglamentación: Se regula en los arts. 237 a 240, 245 y 246 del CPP.
c) Oportunidad para plantear y decretar la suspensión: Puede plantearse durante toda la
fase de investigación, desde la formalización hasta el cierre de la investigación. Después de
este momento sólo puede solicitarse en la audiencia de preparación de juicio oral (art. 245).
d) Procedimiento: Debe ser resuelta en audiencia, que puede ser la de formalización, una
convocada especialmente al efecto o la audiencia de preparación de juicio oral. En la
audiencia el imputado debe contar con un defensor letrado, como condición de validez de la
misma (art. 237).
La solicitud puede ser planteada por el fiscal, con acuerdo del imputado, por el imputado o
el JG. Puede hacerse en forma verbal o escrita.
Si el querellante o la víctima estuvieren presentes en la audiencia tienen el derecho a ser
oídos por el JG antes de resolver, y una vez resuelta la solicitud, tienen derecho a apelar de
ella si les causa perjuicio (art. 237).
El juez al resolver tendrá en consideración lo expuesto por los intervinientes, en especial el
consentimiento informado del imputado, los antecedentes que hubiere requerido del fiscal y
accederá a la suspensión condicional si se reúnen los requisitos de procedencia y el
mecanismo aparece como proporcionado al hecho de que se trate. Además deberá fijar las
condiciones que deberá cumplir el imputado y el período de la suspensión, el que no podrá
ser inferior a un año ni superior a 3.

123
a.- Acuerdos reparatorios. Conceptos. Requisitos; b.- Suspensión condicional del Procedimiento. Concepto.
Requisitos; c.- Intervención del juez y fiscal en las salidas alternativas.
El juez rechazará la solicitud cuando del mérito de los antecedentes concluya que no se
cumplen los requisitos de procedencia o cuando constate que el imputado no ha prestado su
consentimiento en forma libre e informada, con presiones indebidas.
La resolución que se dicte es apelable.
Decretada la suspensión condicional, el MP deberá dejar constancia de ello en el registro
público que establece el art. 246.
e) Requisitos de procedencia:
 Acuerdo entre el fiscal e imputado.
 Que la pena que pudiere imponerse al imputado en el evento de dictarse sentencia
condenatoria (pena en concreto), no exceda de 3 años de privación de libertad.
 Que el imputado no haya sido condenado anteriormente por crimen o simple delito.
 Que el imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento,
al momento de verificarse los hechos materia del nuevo proceso.
f) Condiciones a que puede quedar sujeto el imputado (art. 238):
 Residir o no residir en un lugar determinado.
 Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas.
 Someterse a un tratamiento médico, psicológico o de otra naturaleza.
 Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a algún programa
educacional o de capacitación.
 Pagar una determinada suma a título de indemnización de perjuicios a favor de la
víctima o garantizar debidamente su pago.
 Acudir periódicamente ante el MP y, en su caso, acreditar el cumplimiento de las
demás condiciones impuestas.
 Fijar domicilio e informar al MP de cualquier cambio del mismo.
 Otra condición que resulte adecuada en consideración con las circunstancias del
caso.
Existen otras condiciones que pueden establecerse en los conflictos sobre violencia
intrafamiliar, como la obligación de abandonar el ofensor el hogar que comparte con la
víctima o la prohibición de acercarse a la víctima o a su domicilio.
g) Efectos de la suspensión condicional:
 Suspensión del plazo legal para el cierre de la investigación (art. 247).
 No altera la suspensión del plazo de prescripción de la acción penal producido como
efecto de la formalización.
 Cumplidas las condiciones fijadas durante el plazo de suspensión, se produce la
extinción de la acción penal de pleno derecho, debiendo el tribunal dictar de oficio o
a petición de parte el sobreseimiento definitivo.
 No se extinguen las acciones civiles de la víctima o de terceros (art. 240).
h) Modificación o revocación de la suspensión condicional: Durante el periodo de
suspensión condicional, el juez puede modificar una o más de las condiciones impuestas.
La decisión debe ser adoptada en audiencia y oyendo a los intervinientes presentes (art.
238).
En cuanto a la revocación, son dos las causales que la autorizan (art. 239):
 Cuando el imputado incumple, sin justificación, grave o reiteradamente, las
condiciones impuestas.
 Cuando el imputado fuere objeto de una nueva formalización por hechos distintos.
La revocación debe ser declarada judicialmente, a solicitud del fiscal o la víctima. Dicha
resolución es apelable.
i) Efectos del rechazo o revocación: Si se rechaza la solicitud de suspensión condicional o
si ésta es revocada, el procedimiento continuará su curso de acuerdo a las reglas generales.
Se prohíbe que los antecedentes relativos a la suspensión condicional sean invocados,
leídos o incorporados al juicio oral (art. 335).
8.2.2. Acuerdos reparatorios:
a) Concepto y fundamento: Son salidas alternativas en cuya virtud el imputado y la
víctima convienen formas de reparación satisfactorias de las consecuencias dañosas del
hecho punible. Requieren la aprobación del JG, y una vez cumplidas las obligaciones
contraídas o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima, producen la extinción
de la acción penal (art. 241).
En los casos en que exista un interés público comprometido en la persecución penal, el
acuerdo reparatorio resulta improcedente. También puede rechazarse por razones
preventivas (impedir la reiteración), donde se considera que existe un interés prevalente en
la continuación de la persecución penal.
b) Reglamentación: Se regula en los arts. 241 a 246.
c) Oportunidad: Pueden plantearse desde la formalización hasta el cierre de la
investigación. Después de ese momento sólo pueden solicitarse en la audiencia de
preparación del juicio oral (art. 245).
d) Requisitos de procedencia:
 Que el hecho investigado sólo afecte bienes jurídicos disponibles de carácter
patrimonial, consista en lesiones menos graves o constituya un delito culposo.
 Que exista acuerdo entra el imputado y la víctima, en cuya virtud el primero acepta
efectuar o entregar una prestación para reparar los perjuicios causados por el hecho
ilícito y la víctima acepta. No se exige la presencia del defensor como requisito de
validez.
 Aprobación del JG, debiendo oír en forma previa a los intervinientes presentes en la
audiencia y verificando si la voluntad del imputado y la víctima se ha prestado en
forma libre y con pleno conocimiento de sus derechos, si el hecho investigado es de
los que permiten esta salida alternativa, y que no existe un interés público
prevalente en la continuación de la persecución penal.
Si el juez estima que concurren estos requisitos, aprobará el acuerdo reparatorio dejando
constancia del contenido del mismo. En caso contrario lo rechazará fundadamente,
debiendo continuarse el procedimiento.
e) Efectos del acuerdo reparatorio:
 Extingue la responsabilidad penal cuando el imputado cumple con las obligaciones
contraídas o las garantiza debidamente, a satisfacción de la víctima, dictando el juez
el sobreseimiento definitivo total o parcial (art. 242).
 Produce la suspensión del plazo de 2 años para que el Fiscal decrete el cierre de la
investigación desde que se alcanza el acuerdo reparatorio hasta el cumplimiento de
las obligaciones del imputado (art. 247).
 No extingue las acciones civiles derivadas del hecho punible, siendo necesario
estipularlo expresamente cuando se considera que el acuerdo cubre estos aspectos.
 Ejecutoriado el acuerdo, no puede ser dejado sin efecto por ninguna acción civil y
se podrá solicitar su cumplimiento ante el JG con arreglo al art. 233 CPC.
El sobreseimiento definitivo sólo se decreta una vez cumplidas las obligaciones contraídas
por el imputado o garantizadas debidamente a satisfacción de la víctima. Si desde la
aprobación judicial del acuerdo quedaron obligaciones pendientes del imputado, existirá un
lapso de suspensión del procedimiento, de modo que una vez cumplidas se pondrá término
a la causa con la dictación del sobreseimiento definitivo.
Se genera la duda en relación con el momento en que se produce la extinción de la
responsabilidad penal:
 Podría sostenerse que se produce únicamente al dictarse el sobreseimiento
definitivo, de modo que durante el lapso de suspensión entre la resolución que
aprobó el acuerdo y el incumplimiento del imputado, el querellante o el MP podrían
solicitar la revocación del acuerdo y la reanudación del procedimiento.
 La defensa podría argumentar que con la mera aprobación judicial del acuerdo la
responsabilidad penal del imputado se extingue. No existe hipótesis legal de
revocación del acuerdo aprobado.
f) Registro: Los acuerdos reparatorios aprobados deben hacerse constar en el registro que
señala el art. 246.

III. La formalización de la investigación124.


1. Concepto:

124
a.- Concepto; b.- Quien puede formalizar; c.- Oportunidad para formalizar; d.- Efectos del art. 233. Otros
efectos en el CPP; e.- Plazo de la investigación; f.- Principio de congruencia.
El debido proceso exige que el imputado sepa que se desarrolla una investigación en su
contra y cuál es el hecho que se le imputa, de modo que pueda desarrollar su actividad
defensiva.
Art. 229 CPP.- Concepto de la formalización de la investigación. La formalización de la
investigación es la comunicación que el fiscal efectúa al imputado, en presencia del juez de
garantía, de que desarrolla actualmente una investigación en su contra respecto de uno o
más delitos determinados.
En doctrina se define como una actuación unilateral, exclusiva y soberana del fiscal, que
cumple con una función esencialmente garantista, que consiste en informar al imputado, en
presencia del JG, de manera específica y clara acerca de los hechos que se le atribuyen y su
calificación jurídica.
Esta decisión no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el juez, sin perjuicio de la
facultad del imputado de reclamar ante las autoridades del MP cuando la considere
arbitraria (art. 232).
Desde la formalización de la investigación la defensa adquiere la posibilidad de intervenir
más activamente en la instrucción y el JG asume más intensamente su rol de fiscalizador
del persecutor. El MP dispondrá también de mayores herramientas de actuación que pueden
implicar una mayor restricción a los derechos del imputado.
2. Funciones y efectos:
a) A través de la formalización, el fiscal da un primer paso en cuanto a la definición
del objeto del proceso, tanto en su aspecto material compuesto por los hechos y
circunstancias investigados, como en su faceta personal, a través de la
determinación de los imputados.
b) El acusador debe respetar la exigencia de congruencia entre la formalización y la
acusación (art. 259).
c) El conocimiento que el imputado adquiere a través de la formalización le permite
ejercer adecuadamente su derecho de defensa.
d) Constituye un requisito previo y necesario a la realización de ciertas actuaciones,
como las diligencias de investigación que afecten derechos fundamentales (art.
230).
e) Suspende de pleno derecho el curso de la prescripción de la acción penal (art. 233).
f) Desde la formalización comienza a correr el plazo legal de 2 años para el cierre de
la investigación (art. 233).
g) El MP pierde la facultad de archivar provisionalmente el procedimiento (art. 233).
h) Otra formalización por hechos distintos dentro del periodo de una suspensión
condicional autoriza para revocar esta salida alternativa.
i) Inicia la posibilidad de pedir medidas cautelares.
3. Procedimiento:
De conformidad al art. 230, el fiscal podrá formalizar la investigación cuando lo considere
oportuno.
3.1. Si el imputado se encuentra en libertad: El fiscal debe solicitar al JG la realización
de una audiencia. La solicitud debe contener las menciones señaladas en el art. 231: la
individualización del imputado, la indicación del delito que se le atribuyere, la fecha y lugar
de su comisión y el grado de participación del imputado en el mismo.
A la audiencia se citará al imputado, a su defensor y a los demás intervinientes.
3.2. Si el imputado se encuentra detenido: Debe ser puesto a disposición del JG dentro de
plazo legal, en esa audiencia, el fiscal puede formalizar si cuenta con los antecedentes
necesarios para ello, en caso contrario, podrá pedir la ampliación de la detención hasta por
3 días (art. 132).
3.3. Realización de la audiencia: Una vez verificada la asistencia de los intervinientes y
conminados a señalar domicilio en los términos del art. 26, el juez inicia la audiencia
ofreciendo la palabra al fiscal para que efectúe su exposición verbal y plantee la solicitudes
que desee. Enseguida el imputado podrá manifestar lo que estime conveniente. No procede
controvertir o responder los cargos imputados, tampoco recibir prueba alguna.
Terminada la formalización, el juez abrirá debate sobre las demás peticiones que los
intervinientes deseen efectuar y que pueden consistir en medidas cautelares, diligencias de
investigación intrusivas con conocimiento del afectado, plazo judicial para el cierre de la
investigación, juicio inmediato, prueba anticipada, suspensión condicional del
procedimiento, acuerdos reparatorios y la declaración judicial del imputado.
El MP puede modificar la formalización original, para lo cual debe solicitar una nueva
audiencia. El objeto material y personal del proceso penal queda definitivamente fijado
cuando se cierra la etapa de instrucción.
4. Control judicial anterior a la formalización:
De acuerdo al art. 186 cualquier persona que se considere afectada por una investigación
que no se hubiere formalizado judicialmente, puede pedir al JG que le ordene al fiscal
informar acerca de los hechos que fueren objeto de ella. También puede el juez fijarle un
plazo para que formalice la investigación.
4.1. Petición de información: Se trata de un derecho a la información del contenido fáctico
de la investigación, en cuanto a que las actuaciones de la investigación realizadas por el MP
y la policía son secretas para los terceros ajenos al procedimiento, pero no para el
imputado, calidad que adquiere desde que se realice cualquier actuación procesal en su
contra.
4.2. Fijación de plazo para formalizar: El JG puede fijarle al fiscal un plazo para que
formalice la investigación, pudiendo ocurrir en la audiencia respectiva alguna de las
siguientes hipótesis:
a) Que el JG, en base a los antecedentes proporcionados, no estime razonable acceder
a lo solicitado.
b) Que el JG estime razonable dar lugar a lo pedido fijando un plazo judicial para que
el fiscal formalice al imputado y éste cumpla con ello.
c) Que, fijado el plazo judicial y antes de su vencimiento, el fiscal solicite con justa
causa la prórroga del mismo.
d) Que, fijado el plazo judicial y vencido éste o su prórroga, el fiscal no cumpla con lo
requerido.
4.3. Efectos del incumplimiento de los requerimientos judiciales por parte del fiscal:
La ley nada dice sobre el particular, podrían existir 3 respuestas jurisprudenciales al
respecto:
a) El incumplimiento del plazo debe provocar el sobreseimiento definitivo de la causa
por el JG.
b) El incumplimiento del plazo judicial fijado para formalizar no trae aparejadas
sanciones legales y, por lo mismo, no sería posible compeler al fiscal a formalizar la
investigación.
c) Si bien la consecuencia no debiese ir por el lado de impedir del todo al MP llevar
adelante la persecución penal, debiera significarle algunos costos (ej. disponer la
inutilizabilidad de las evidencias obtenidas con posterioridad).
4.4. Titulares de la garantía contenida en el art. 186: El art. 186 señala que pueden
solicitarlo “cualquier persona que se considerare afectada por una investigación”. No hay
dudas que el imputado es titular de estas peticiones.
Algunos estiman que también se refiere a terceros, no intervinientes, que ven afectado el
ejercicio de sus derechos constitucionales (ej. vecino del imputado a quien afecta una
interceptación telefónica). Este tercero no imputado, pero afectado, podría pedir una
audiencia al JG para los efectos de que se le informe acerca de los hechos que se investigan
y, de ese modo, saber que no tiene la calidad de imputado.
La hipótesis más conflictiva es la de la víctima del delito, sea querellante o no. En
principio, desde la redacción del precepto, los antecedentes de la historia legislativa del
mismo y la naturaleza de la institución de la formalización, creemos que este precepto no
cede a favor de la víctima o querellante. Sin embargo, el Tribunal Constitucional ha
entendido que el art. 186 favorece también al querellante, entendiendo que la ausencia de
formalización de la investigación, por parte del MP, impide absolutamente que el
querellante ejerza efectivamente la acción penal.
5. Actos posteriores a la formalización:
5.1. Plazo judicial para el cierre de la investigación: La investigación tiene un plazo de
duración determinado legalmente, esto es, 2 años contados desde la formalización, llegado
el cual el fiscal debe proceder a cerrarla (art. 247).
No obstante, la ley faculta al JG para reducir ese plazo en el art. 234, lo que constituye un
mecanismo de aceleración del procedimiento. El JG puede ejercer esta facultad de oficio o
a petición de parte, pero siempre en audiencia y previo debate, a lo menos debe oír al MP.
En cuanto a la oportunidad, puede ser solicitada o decretada en la misma audiencia de
formalización o en otra posterior, especialmente convocada al efecto.
Al decretar el plazo judicial el juez tendrá en cuenta las garantías afectadas al imputado y a
los demás intervinientes, y las características de la investigación, su complejidad, número
de imputados, actuaciones que falten por realizar, entre otros factores.
En el sistema de responsabilidad penal para adolescentes, transcurrido el plazo máximo de
6 meses desde la formalización, el fiscal procederá a cerrarla, a menos que el juez le
hubiere fijado un plazo inferior. Antes de cumplirse el plazo, el fiscal podrá solicitar,
fundadamente, su ampliación por un máximo de 2 meses.
El plazo legal o judicial para el cierre de la investigación se suspende en las siguientes
situaciones (art. 247):
a) Cuando se dispusiere la suspensión condicional del procedimiento.
b) Cuando se decrete sobreseimiento temporal.
c) Desde que se alcanzare un acuerdo reparatorio hasta el cumplimiento de las
obligaciones contraídas por el imputado a favor de la víctima o hasta que hubiere
debidamente garantizado su cumplimiento a satisfacción de esta última.
5.2. El juicio inmediato: Es un mecanismo de aceleración del procedimiento que puede ser
solicitado por el MP al JG en la audiencia de formalización, que busca evitar trámites
innecesarios, convirtiendo a la audiencia de formalización en una de preparación de juicio
oral (art. 235).
5.3. La prueba anticipada: Se trata de una medida prejudicial probatoria que el fiscal
solicita al JG, durante la investigación o en la etapa intermedia, cuando tema que un testigo
o perito pueda verse imposibilitado de asistir a la audiencia de juicio oral, por tener que
ausentarse a larga distancia o por existir motivos que hicieren temer la sobreviniencia de su
muerte, su incapacidad física o mental, o algún otro obstáculo semejante.
Si el JG accede a la prueba anticipada debe citar a todos los intervinientes con derecho a
asistir al juicio oral y procederá a recibir la prueba con la posibilidad de examen directo de
la parte que lo presenta y contraexamen de la opositora. La inasistencia del imputado
válidamente emplazado no obstará a la validez de la audiencia en la que se rinda la prueba
anticipada.
Una vez rendida, el registro de la misma podrá ser utilizado en el juicio oral siempre y
cuando subsistan los motivos que determinaron su procedencia (art. 331).

IV. Medidas cautelares personales125.


125
a.- Las medidas cautelares personales; b.- Objetivo y alcance; c.- Citación, detención y prisión preventiva.
Conceptos; d.- Requisitos. Duración; e.- Casos en que la prisión preventiva es considerada por el juez como
1. Las medidas cautelares:
Son mecanismos procesales que procuran asegurar los fines penales y civiles del
procedimiento. Se les denomina cautelares o asegurativas debido a que su finalidad
principal es cautelar, asegurar o garantizar el cumplimiento efectivo de la sentencia. La
necesidad de las medidas cautelares deriva del hecho de que el proceso penal, en general,
exige un tiempo de duración para poder desenvolverse en sus diversas etapas, lo que deja
abierta la posibilidad para que el imputado adopte conductas o realice actos aislados que
impidan o dificulten gravemente el cumplimiento de la sentencia.
Doctrinariamente se señalan como requisitos generales de procedencia la apariencia de
buen derecho (“fumus boni iuris”) y el peligro de retardo (“periculum in mora”).
1.1. Apariencia de buen derecho: Exige que en el proceso esté manifiesta la probabilidad
de que la resolución final declarará el derecho en sentido favorable a aquel que solicita la
medida cautelar. La medida cautelar sólo puede tener lugar cuando durante la investigación
aparezcan indicios de responsabilidad criminal respecto del sujeto pasivo de la medida.
Exige la existencia de signos externos con soporte fáctico real, antecedentes probatorios
extraídos de la investigación que hagan constar la comisión de un hecho punible y que
permitan al juez estimar como probable la participación del imputado en dicho suceso.
1.2. Peligro en la demora: Es el riesgo que la duración del procedimiento genera respecto
de la satisfacción de los fines del mismo, ya sea el establecimiento de la verdad o la
actuación de la ley penal.
Se requiere que la constatación del riesgo o peligro se haga en forma plena y razonable,
demostrando actitudes positivas del imputado o circunstancias reales que hagan temer una
perturbación al normal desarrollo del proceso.
2. Medidas cautelares personales:
Se regulan en el Título V del Libro I, y ellas son: la citación, la detención, la prisión
preventiva y otras medidas cautelares personales menos intensas que la prisión preventiva,
contenidas en el art. 155 y otras disposiciones.
Las cautelares personales son aquellas medidas restrictivas o privativas de la libertad
personal que puede adoptar el tribunal en contra del imputado en el proceso penal, con el
objeto de asegurar la realización de los fines penales del procedimiento.
Las medidas cautelares personales rompen la lógica general de la presunción de inocencia,
surgen como posibilidad excepcional de afectar la situación normal y general, constituida
por el procesamiento en libertad, con fines cautelares.
3. Fines penales del procedimiento:

indispensable para el éxito de la investigación o constituye un peligro para la sociedad o del ofendido; e.- El
recurso de apelación y la prisión preventiva.
Doctrinariamente se entiende por fines penales del procedimiento el correcto
establecimiento de la verdad y la actuación de la ley penal. En todo caso, la ley chilena
agrega como fundamento de medidas cautelares la seguridad del ofendido o de la sociedad
(art. 139).
El correcto establecimiento de la verdad puede estar en riesgo ya sea por la negativa del
imputado a comparecer a los actos del procedimiento (peligro de fuga), ya sea por la
evidencia de que éste desarrollará actos de destrucción u ocultación de pruebas (éxito de la
investigación).
La actuación de la ley penal supone la disponibilidad del sujeto para la imposición y
ejecución de la sanción y puede estar en riesgo cuando exista evidencia de que el imputado
pretenda eludir la acción de la justicia mediante la fuga.
4. Principios rectores de la aplicación de las medidas cautelares:
4.1. Principio de legalidad: Consiste en una reserva legal para el reconocimiento de las
medidas que implican formas de restricción o privación de libertad. Sólo la Constitución y
la ley pueden establecer los casos en que será lícito privar o restringir la libertad.
4.2. Principio de jurisdiccionalidad: Las medidas cautelares personales sólo pueden ser
adoptadas fundadamente por el órgano jurisdiccional competente (art. 122). Además, este
principio implica que el control del régimen de las medidas cautelares personales está
reservado a los tribunales.
4.3. Principio de excepcionalidad: Se trata de medidas de carácter eventual que sólo
deben decretarse cuando resulten absolutamente indispensables y fundadas en causales muy
precisas y especificadas. La ley señala que las disposiciones del CPP que autorizan la
restricción de la libertad o de otros derechos del imputado o del ejercicio de alguna de sus
facultades serán interpretadas restrictivamente y no se podrán aplicar por analogía (art. 5°).
4.4. Principio de instrumentalidad: Estas medidas no constituyen un fin en sí mismas,
sino que son instrumentos orientados a la consecución de fines de carácter procesal penal.
Sólo pueden imponerse cuando aparezcan como indispensables para asegurar los fines del
procedimiento al que acceden.
4.5. Principio de provisionalidad: Estas medidas deben mantenerse sólo mientras subsista
la necesidad de su aplicación y permanezca pendiente el procedimiento penal al que
instrumentalmente sirven (art. 122). Deben cesar cuando desaparezca el peligro o necesidad
que la justifica, o bien sustituirse por otra menos gravosa cuando dicho peligro o necesidad
disminuya o se atenúe (art. 144).
4.6. Principio de proporcionalidad: Las medidas deben estar en relación proporcional con
la finalidad del procedimiento que se persigue cautelar y con la gravedad del hecho que se
investiga. La regla general está constituida por la aplicación de las medidas cautelares
personales menos intensas para la libertad del imputado y la prisión preventiva sólo
procederá cuando las demás medidas fueren insuficientes para asegurar los fines del
procedimiento (art. 139).
5. La citación:
El Código contiene tres tipos de citación: Citación del ministerio público (art. 23), citación
judicial (art. 33) y citación como medida cautelar personal (arts. 123 y 124).
Es una orden de comparecencia emanada de las autoridades de la persecución penal pública
y dirigida a cualquier persona, cuya presencia sea necesaria para la realización de un acto
del procedimiento. Puede dirigirse a un testigo, a un perito, a la víctima o a un imputado,
independientemente de la gravedad del hecho que se investigue y de la autoridad de la cual
emana.
No constituye propiamente una medida cautelar personal, toda vez que no se orienta a
garantizar los fines del procedimiento. Tiene un carácter de medida de coerción procesal,
ya que puede dar lugar al arresto, mas no el de medida cautelar.
Cuando la imputación se refiriere a faltas, o delitos que la ley no sancionare con penas
privativas ni restrictivas de libertad, no se podrán ordenar medidas cautelares que recaigan
sobre la libertad del imputado, con excepción de la citación (art. 124). Esto no tiene
aplicación en los casos del art. 134 inc. 4° (algunas faltas) cuando procediere el arresto por
falta de comparecencia, la detención o la prisión preventiva de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 33 (citaciones judiciales).
Resultan improcedentes la detención y la prisión preventiva sin citación previa.
6. La detención:
En sentido amplio detención es toda privación de la libertad ambulatoria de una persona,
distinta de la prisión o de la ejecución de una pena privativa de libertad, ejecutada para un
fin previsto y permitido por el ordenamiento jurídico.
6.1. Detención judicial por imputación: Es aquella en virtud de la cual, sin citación
previa, se priva de libertad a una persona a quien se le imputa la comisión de un delito, por
un breve lapso, con la exclusiva finalidad de ponerla a disposición del tribunal, con el
objeto de asegurar su comparecencia a algún acto del procedimiento (art. 127).
6.1.1. Requisitos de procedencia:
a) Apariencia de buen derecho, cierto grado de probabilidad acerca de la existencia del
hecho punible y de la participación del imputado.
b) Peligro de retardo, en el sentido que la detención es necesaria pues de otra manera la
comparecencia del imputado pudiere verse demorada o dificultada.
c) La necesidad de la medida, que habrá de ponderarse por el tribunal en los términos
del art. 122, esto es, que la detención sea estrictamente indispensable para asegurar
la realización de los fines del procedimiento
6.1.2. Procedimiento: El tribunal no puede por regla general ordenar la detención de
oficio, requiriéndose petición expresa del MP en ese sentido. Hacen excepción a ello el
caso de delito flagrante en la sala de su despacho y el caso de quebrantamiento de condena
del sentenciado (art. 127).
Si el tribunal deniega la orden de detención solicitada por el fiscal, dicha resolución es
susceptible del recurso de apelación por parte del MP; si el tribunal accede, debe hacerlo
por resolución fundada, expidiendo la orden formal y escrita de detención, que debe ser
extendida de la manera indicada en el art. 154, a menos que se trate de la situación
excepcional a que alude el art. 9°, en cuyo caso la orden podrá otorgarse por cualquier
medio idóneo, como teléfono, fax, correo electrónico u otro, sin perjuicio de la constancia
posterior, en el registro correspondiente.
La orden de detención debe ser cumplida por la policía. En el ejercicio de esta función la
policía está facultada para registrar los lugares y recintos de libre acceso público en
búsqueda del imputado (art. 204), puede entrar y registrar edificios o lugares cerrados en
los que se presumiere que el imputado se encontrare, siempre que su propietario o
encargado consintiere expresamente en la práctica de la diligencia (art. 205), en caso
contrario la policía se limitará a adoptar las medidas para evitar la fuga del imputado,
mientras el fiscal solicite al Juez la autorización para proceder a la entrada y registro.
Además, la policía debe detener a los sentenciados a penas privativas de libertad que
hubieren quebrantado su condena, al que se fugare estando detenido, al que tuviere orden
de detención pendiente y a quien fuere sorprendido en violación flagrante de las medidas
cautelares que se le hubieren impuesto. En tales situaciones podrán ingresar a un lugar
cerrado, cuando se encontraren en actual persecución del individuo, para el solo efecto de
practicar la detención.
Antes de practicar la detención, la policía debe intimar la orden en forma legal al imputado.
El imputado tiene derecho a que la orden le sea exhibida y a obtener una copia de ella. En
el acto de la detención la policía debe informar al detenido acerca del motivo de la
detención y de los derechos a que se refiere el art. 135.
El detenido debe ser conducido al tribunal que hubiere ordenado la detención, a más tardar
dentro de 24 horas (art. 131).
6.2. Detención por funcionarios públicos: Se trata de una detención ordenada por un
funcionario público diferente del juez, pero autorizado expresamente por la ley, con el
mismo objeto de la detención judicial y sujeta a sus mismos supuestos de aplicación y
procedimientos.
6.3. Detención judicial por incomparecencia o arresto: Es la detención del imputado
decretada por el juez, de oficio o a petición del MP, como consecuencia del incumplimiento
injustificado de la citación despachada previamente por el juez o el fiscal y con el objeto de
asegurar su comparecencia a la actuación respectiva.
Su propósito es asegurar la comparecencia del imputado a un acto del procedimiento. Por lo
anterior, en la orden se señalará que la privación de libertad durará hasta la realización de la
actuación correspondiente.
6.4. Detención en caso de flagrancia: Es aquella que puede realizar cualquier persona que
sorprenda a otra en delito flagrante, con el solo objeto de poner inmediatamente al detenido
a disposición de la policía, del MP o de la autoridad judicial más próxima.
La ley no define la flagrancia, limitándose a señalar casos en que entiende existe una
situación de flagrancia en el art. 130.
Delito flagrante es aquel que resplandece, salta a la vista, que es groseramente vistoso y
ostensible. Por ello la idea de flagrancia excluye la inferencia, deducción, indicio, sospecha
o presunción, que constituyen procesos intelectuales y no meramente sensoriales. La
flagrancia se produce cuando el autor de un delito es sorprendido cuando aún está
realizando actos de ejecución propios del hecho, o inmediatamente después de haberlo
consumado.
En nuestra legislación se hacen equivalentes a la situación de flagrancia otras situaciones
que la doctrina denomina cuasiflagrancia, la que se produce cuando el agente del delito,
después de haberlo cometido, huye y es perseguido, o cuando el autor es sorprendido con
cosas o huellas de los que aparece que ha cometido poco antes el delito.
Las situaciones de flagrancia que señala el art. 130 son:
a) El que actualmente se encontrare cometiendo el delito.
b) El que acabare de cometerlo.
c) El que huyere del lugar de comisión y fuere designado por el ofendido u otra
persona como autor o cómplice.
d) El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere encontrado con
objetos procedentes de aquél o con señales, en sí mismo o en sus vestidos, que
permitieren sospechar su participación en él, o con las armas o instrumentos que
hubieren sido empleados para cometerlo.
e) El que las víctimas de un delito que reclamen auxilio, o testigos presenciales,
señalaren como autor o cómplice de un delito que se hubiere cometido en un tiempo
inmediato.
f) El que aparezca en un registro audiovisual cometiendo un crimen o simple delito al
cual la policía tenga acceso en un tiempo inmediato.
En los últimos 3 casos se entenderá por tiempo inmediato todo aquel que transcurra entre la
comisión del hecho y la captura del imputado, siempre que no hubieren transcurrido más de
12 horas.
Se mantienen las obligaciones de informar los derechos del detenido y conducirlo dentro de
plazo ante el juez competente. Sin embargo, en forma previa la policía informará del hecho
de la detención al Fiscal, dentro del plazo de 12 horas. El Fiscal puede disponer la libertad
del detenido o su conducción ante el juez dentro de un plazo máximo de 24 horas contado
desde la detención (art. 131).
Si se trata de un simple delito y no fuere posible conducir al detenido inmediatamente ante
el juez, el oficial a cargo del recinto de detención puede otorgarle la libertad de inmediato y
dejarlo citado (art. 134).
6.5. Duración de la detención: Cualquiera sea el tipo de detención de que se trate, ella
termina tan pronto se cumple el objetivo perseguido. Si se trata de una detención por
flagrancia cesa una vez que el detenido es puesto a disposición del tribunal, lo mismo
ocurre con la detención imputativa, pues el fiscal estará en condiciones de formalizar y
luego pedir, en su caso, medidas cautelares; por último, tratándose de la detención judicial
por incomparecencia, previa citación, cesa del mismo modo al cumplirse con la
comparecencia.
6.6. Plazos de la detención: El art. 19 N° 7 letra c) CPR, distingue entre la detención por
delito flagrante y la detención en los demás casos. En la detención por flagrancia, el
detenido debe ser puesto a disposición del juez competente dentro de las 24 horas
siguientes a la práctica de la detención. En los demás casos, se deberá dar aviso al juez
competente, poniendo a su disposición al detenido, dentro de las 48 horas siguientes a la
detención, autorizando la Constitución para ampliar este plazo hasta por 5 días, y hasta por
10 días en caso que se investiguen hechos calificados por la ley como conductas terroristas.
El CPP al regular la detención reduce los plazos, los arts. 131 y 132 distinguen las
siguientes situaciones:
a) Si se trata de una detención judicial, la policía está obligada a conducir al detenido
inmediatamente a presencia del juez que expidió la orden. Si ello no es posible, el
detenido puede ser mantenido en el recinto policial o de detención hasta la
audiencia, por un período que no debe exceder las 24 horas126.
b) Si se trata de una detención ordenada por funcionarios públicos distintos del juez,
como no existe norma, habrá que estarse a lo que diga la ley que establece la
facultad, en su defecto, procede aplicar la norma que exige la conducción inmediata.
c) Si se trata de una detención por delito flagrante, el plazo máximo para poner al
detenido a disposición del juez es de 24 horas, con la facultad de solicitar
ampliación hasta por 3 días.

126
La policía no puede ingresar durante este plazo al detenido en establecimientos penitenciarios, pues si bien
cuentan con orden judicial para detener, no disponen de una orden de ingreso, como lo exige el artículo 133.
Este plazo para poner al detenido a disposición del tribunal no es ampliable, sin embargo, una vez cumplido
el deber que pesa sobre la policía, el fiscal o el abogado asistente pueden solicitar al JG una ampliación de la
detención hasta por 3 días, fundados en que no están en condiciones de formalizar inmediatamente la
investigación o pedir cautelares, debido a que no cuentan con los antecedentes necesarios. En el evento de
ampliación judicial del plazo de la detención se produce un relevo en el custodio del detenido, la policía lo
entregará a gendarmería para ser llevado a un recinto penitenciario a su cargo, durante el plazo de ampliación
decretado, ello en virtud de la respectiva orden de ingreso expedida por el juez de garantía.
6.7. Control judicial de la detención: Puede producirse por tres vías: la audiencia de
control de la detención, el amparo ante el JG (art. 95) y el amparo constitucional del art. 21
CPR.
6.7.1. Audiencia de control de la detención: Es la primera audiencia judicial del detenido
ante el juez que ordenó su detención imputativa, o en los casos de detención por flagrancia
y las que han sido ordenadas por funcionarios públicos distintos, ante el JG competente.
En el caso de la detención por flagrancia el control se ejercerá, a petición del imputado o de
su defensa, en torno a la efectiva concurrencia de las condiciones señaladas en el art. 130.
En el caso de la detención dispuesta por otros funcionarios públicos, el JG deberá analizar
si efectivamente existe la facultad legal y si ella ha sido ejercida en los casos y de la forma
que esa ley especial señala.
Si de los antecedentes aparece que no concurren las condiciones que hacen procedente la
privación de libertad, el JG está facultado para declarar que se ha vulnerado el estatuto del
detenido y en el evento de que el fiscal o el abogado asistente no formalicen, ni soliciten
cautelares personales, o no comparezcan, dejar en libertad al detenido.
La declaración de ilegalidad de la detención no implica una condena por el delito privación
de libertad ilegal y arbitraria (art. 148 CP). Eventualmente procederá que el MP o la
víctima incoen la respectiva persecución penal por este ilícito.
Si se trata de una detención judicial no procede revisar sus fundamentos, pues el control lo
estaría ejerciendo el mismo juez que la ordenó.
Cualquiera sea la hipótesis, el juez de oficio debe verificar el cumplimiento al deber de
información de derechos al detenido y de comprobar que ello no ha ocurrido, procederá a
informarle personalmente de sus derechos, además, remitirá oficio a la autoridad
competente para que aplique las sanciones disciplinarias correspondientes o inicie las
investigaciones penales que procedieren. También se suele consultar acerca del trato
recibido por el detenido. Sin embargo, ninguna de estas situaciones afecta la legalidad de la
detención.
En esta audiencia, el Fiscal puede formalizar la investigación y pedir medidas cautelares. Si
este no comparece, el detenido quedará en libertad. No obstante, el Juez puede suspender
la audiencia por un plazo breve y perentorio no superior a 2 horas, con el fin de permitir la
concurrencia del representante del MP (art. 132).
Tratándose de los delitos que señala el art. 132 bis, la resolución que declare la ilegalidad
de la detención será apelable por el fiscal en el solo efecto devolutivo. En los demás casos
es inapelable. El Tribunal Constitucional ha resuelto que esta facultad de apelar
excepcionalmente es también aplicable a los otros intervinientes que se sientan agraviados.
6.7.2. El amparo ante el juez de garantía: Es un derecho que se reconoce a toda persona
privada de libertad para ser conducida sin demora ante cualquier JG, para que examine la
legalidad de su privación de libertad y las condiciones en que se encontrare,
constituyéndose, si fuere necesario, en el lugar en que ella estuviere. El juez podrá ordenar
la libertad del afectado o adoptar las medidas que fueran procedentes (art. 95).
El abogado de la persona privada de libertad, sus parientes o cualquier persona a su nombre
podrán siempre ocurrir ante el juez que conociere del caso o aquél del lugar donde aquélla
se encontrare, para solicitar que ordene que sea conducida a su presencia y disponer su
libertad o las medidas del caso.
6.7.3. La acción constitucional de amparo: Todo individuo que se hallare arrestado,
detenido o preso con infracción de lo dispuesto en la Constitución o en las leyes, puede
ocurrir por sí o por cualquiera a su nombre, a la Corte de Apelaciones respectiva, a fin de
que ésta ordene se guarden las formalidades legales y adopte de inmediato las providencias
que juzgue necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida
protección del afectado (art. 21 CPR).
Debe ser tramitada en forma urgente, en un procedimiento sencillo, breve y concentrado.
Su objeto directo es reparar la afectación del derecho amagado. La Corte de Apelaciones
competente tiene facultades para decretar de oficio las diligencias que le parezcan
conducentes a su finalidad.
La sentencia debe dictarse en el plazo de 24 horas desde que el tribunal se encuentra en
situación de fallar el asunto. Es apelable para ante la Corte Suprema, dentro del plazo de 24
horas y debe concederse en el solo efecto devolutivo cuando sea favorable al amparado.
6.8. Situación del detenido en un contexto de legítima defensa privilegiada: Se regula
en forma especial la detención del que se encontrare en los casos de legítima defensa
privilegiada. La detención se hará efectiva en su residencia, y si éste no tuviere residencia
en la ciudad en que funciona el tribunal, la detención debe hacerse efectiva en la residencia
que el detenido señale dentro de la ciudad en que se encuentra el tribunal (art. 138).
7. La prisión preventiva:
7.1. Concepto: Es una medida cautelar personal, de carácter excepcional, que consiste en la
privación temporal de la libertad ambulatoria de una persona, mediante su ingreso a un
centro penitenciario, durante la sustanciación de un procedimiento penal y con el objeto de
asegurar los fines del procedimiento, la seguridad del ofendido o de la sociedad.
7.2. Características:
a) Es una medida cautelar personal excepcional, de última ratio, ya que sólo procederá
cuando las demás fueren insuficientes para asegurar las finalidades del
procedimiento, la seguridad del ofendido o de la sociedad.
b) Sólo puede ser decretada por los tribunales penales.
c) Sólo puede decretarse a solicitud de interviniente legitimado, fiscal o querellante,
nunca de oficio. Sin embargo, el tribunal puede modificar o revocar de oficio la
resolución para sustituirla por otra cautelar menos intensa.
d) Sólo puede decretarse con posterioridad a la formalización de la investigación (art.
230).
e) Impone al imputado un estado de privación de libertad más o menos permanente.
f) Tiene por objeto asegurar la realización de los fines del procedimiento, la seguridad
de la sociedad o la seguridad del ofendido.
7.3. Requisitos:
a) Formalización.
b) Solicitud de parte: Sólo puede solicitarlo el Fiscal o el querellante. Nunca de oficio.
c) Que las demás medidas cautelares personales fueren estimadas como insuficientes
para asegurar los fines del proceso, la seguridad del ofendido y la seguridad de la
sociedad (art. 139).
d) Cumplir los presupuestos materiales consagrados en el art. 140.
El art. 140 exige los siguientes presupuestos:
7.3.1. Que existan antecedentes que justifiquen la existencia del delito que se investiga:
Es decir, la justificación de un hecho típico, antijurídico y culpable. El tribunal se
encontraría impedido de decretar la prisión preventiva respecto de una persona inimputable
o respecto de la cual concurre una causal de justificación. Debe tratarse de elementos de
información objetivos, serios y convincentes.
7.3.2. Que existan antecedentes que permitan presumir fundadamente que el
imputado ha tenido participación en el delito como autor, cómplice o encubridor: No
basta la mera sospecha de participación, deben concurrir elementos informativos que den
un grado de probabilidad importante a la participación del imputado en el delito.
7.3.3. La necesidad de cautela de los fines del procedimiento: Que existen antecedentes
calificados que permitieren al tribunal considerar que la prisión preventiva es indispensable
para el éxito de diligencias precisas y determinadas de la investigación, o que la libertad del
imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad o del ofendido, o que existe peligro
de que el imputado se dé a la fuga.
a) Que sea indispensable para el éxito de diligencias precisas y determinadas de la
investigación: Consiste en un peligro de obstaculización de la investigación, no presenta
problemas de compatibilidad con el principio de inocencia, toda vez que obedece a uno de
los fines del procedimiento penal, a saber, el correcto establecimiento de la verdad.
Lo que se requiere es que existan sospechas graves y fundadas que el imputado intentará
entorpecer las pesquisas, mediante actos concretos y dolosos, por ejemplo, la destrucción,
modificación, ocultación o falsificación de antecedentes que puedan servir de prueba de
cargo.
b) Que la libertad del imputado sea peligrosa para la seguridad de la sociedad: Se
utiliza en este caso la prisión preventiva como un instrumento de prevención y de defensa
social, motivado por la necesidad de impedir al imputado la ejecución de otros delitos. Esta
es la justificación más problemática de la prisión preventiva y menos compatible con la
presunción de inocencia.
El Código entrega criterios que el tribunal deberá considerar al estimar si la libertad del
imputado resulta o no peligrosa para la seguridad de la sociedad:
 La gravedad de la pena asignada al delito.
 El número de delitos que se le imputare y el carácter de los mismos.
 La existencia de procesos pendientes.
 El hecho de haber actuado en grupo o pandilla.
Se entenderá especialmente que la libertad del imputado constituye un peligro para la
seguridad de la sociedad cuando los delitos imputados tengan asignada pena de crimen;
cuando el imputado hubiere sido condenado con anterioridad por delito al que la ley señale
igual o mayor pena; cuando se encontrare sujeto a una medida cautelar personal, en libertad
condicional o cumpliendo alguna de las penas sustitutivas.
c) Que la libertad del imputado sea peligrosa para la seguridad del ofendido: El
término ofendido debe ser entendido en un sentido amplio, es decir, que comprende al
directamente ofendido por el delito y a la familia de éste. También en este caso se entrega
al juez una pauta para determinar cuándo se entenderá que la libertad del imputado pone en
peligro la seguridad del ofendido, esto es, cuando existieren antecedentes calificados que
permitieren presumir que éste realizará atentados graves en contra de aquél, o en contra de
su familia o de sus bienes.
d) Que exista peligro de que el imputado se dé a la fuga: Corresponde con otro de los
fines naturales del procedimiento, cual es la actuación de la ley penal, el riesgo consiste acá
en la no comparecencia del imputado a los actos del proceso, lo que pudiere frustrar el
avance del mismo y, eventualmente, la ejecución de la sentencia condenatoria.
7.4. Situaciones de improcedencia de la prisión preventiva (art. 141):
a) Cuando el delito imputado estuviere sancionado únicamente con penas pecuniarias
o privativas de derechos. Respecto de estos delitos sólo procede la citación, a menos
que el imputado no comparezca injustificadamente a los actos a que fuere citado,
caso en el cual el juez puede ordenar su detención o prisión preventiva.
b) Tratándose de delitos de acción privada.
c) Cuando el imputado se encontrare cumpliendo efectivamente una pena privativa de
libertad. Ahora bien, si por cualquier motivo fuere a cesar el cumplimiento efectivo
de la pena y el fiscal o el querellante estiman necesaria la prisión preventiva, pueden
solicitarla anticipadamente a fin de que la medida se aplique al imputado en cuanto
cese el cumplimiento efectivo de la pena.
En todo caso, podrá decretarse la prisión preventiva en las siguientes situaciones:
a) Cuando el imputado hubiere incumplido alguna de las medidas cautelares del art.
155.
b) Cuando el tribunal considere que el imputado pudiere incumplir con su obligación
de permanecer en el lugar del juicio hasta su término y presentarse a los actos del
procedimiento.
c) Cuando el acusado no asistiere a la audiencia del juicio oral, en cuyo caso la
resolución se dictará en la misma audiencia, a petición del fiscal o del querellante.
7.5. Sustitución de la prisión preventiva por caución: Se aplica únicamente en los casos
en que la medida cautelar hubiere sido impuesta para garantizar la comparecencia del
imputado al juicio y a la eventual ejecución de la pena, esto es, hipótesis de peligro de fuga.
Consiste en el reemplazo de la prisión preventiva por una caución económica suficiente,
cuyo monto fijará el tribunal, teniendo en cuenta factores como la naturaleza del delito, el
estado social y antecedentes del imputado, entre otros.
Prestada la caución, el imputado conserva o recupera su libertad, según el caso, quedando
obligado a comparecer a los actos del procedimiento en que se requiera su presencia y a la
ejecución de la pena. Si el imputado no comparece al acto a que fue citado o se sustrae de la
ejecución de la pena, se procederá a ejecutar la caución y se entregará el monto a la
Corporación Administrativa del Poder Judicial (art. 147).
Existen casos que obligan a cancelar la caución (art. 148):
a) Cuando el imputado fuere puesto en prisión preventiva.
b) Cuando, por resolución firme, se absolviere al imputado, se sobreseyere la causa o
se suspendiere condicionalmente el procedimiento.
c) Cuando se comenzare a ejecutar la pena privativa de libertad o se resolviere que ella
no debiere ejecutarse en forma efectiva.
7.6. Procedimiento para decretar la prisión preventiva: Debe encontrarse formalizada la
investigación, luego, debe existir solicitud del MP o del querellante. Esta solicitud puede
plantearse verbalmente en las audiencias de formalización, preparación o juicio oral, o por
escrito en cualquier etapa de la investigación (art. 142). En la audiencia pueden estar todos
los intervinientes, pero no pueden faltar el imputado y su abogado.
Si la petición se plantea por escrito, el JG debe fijar una audiencia para resolver la solicitud,
a la cual citará al imputado, a su defensor y a los demás intervinientes.
La solicitud debe resolverse en audiencia, donde el solicitante expondrá sus fundamentos.
Luego el tribunal oirá al defensor, a los demás intervinientes que quisieren hacer uso de la
palabra y al imputado. Acto seguido el tribunal debe resolver fundadamente. Si accede a la
medida debe expresar claramente los antecedentes calificados que justifican la decisión y
emitir la orden escrita de prisión preventiva con las menciones señaladas en el art. 154.
7.7. Renovación de la discusión acerca de la medida: Los intervinientes pueden instar
por su revisión solicitando una nueva audiencia.
7.7.1. Revisión de una solicitud de prisión preventiva previamente rechazada: El
solicitante debe hacer valer nuevos antecedentes que justifiquen discutir nuevamente su
procedencia (art. 144). Si no los invoca, la petición será rechazada de plano.
7.7.2. Revisión de una medida previamente decretada:
a) Revisión de oficio: La revisión oficiosa por parte del tribunal puede ser facultativa u
obligatoria. Se puede efectuar en cualquier momento en que el juez lo estime pertinente,
debiendo resolver en audiencia su substitución por otra menos intensa, previo debate (art.
145).
La revisión es obligatoria para resolver sobre su cesación o prolongación, lo que ocurrirá
cuando hubieren transcurrido 6 meses desde el debate oral en que ella se hubiere decidido
(art. 145) o cuando la duración de la prisión preventiva hubiere alcanzado la mitad de la
pena privativa de libertad que se pudiere esperar en el evento de dictarse sentencia
condenatoria (art. 152).
También es obligatoria, para resolver su terminación, cuando estime que no subsisten los
motivos que la justificaron (art. 152). Ello ocurre cuando se considere que no subsisten los
presupuestos materiales de la prisión preventiva.
b) Revisión a petición de parte: La solicitud de revocación por parte del imputado puede
ser rechazada de plano por el tribunal o resuelta en audiencia, previo debate en torno a la
subsistencia de los requisitos que la autorizan (art. 144).
7.8. Impugnación de la resolución que se pronuncia acerca de la prisión preventiva:
Son apelables las resoluciones que ordenen, mantengan, nieguen lugar o revoquen la
prisión preventiva que hubieren sido dictadas en audiencia oral. En los demás casos, no es
susceptible de recurso alguno (art. 149). Por regla general se concede en el solo efecto
devolutivo (art. 368).
Se ha discutido la aplicabilidad del art. 149 cuando la resolución es emitida por el TOP, en
atención a que el art. 364 niega la posibilidad de apelar de las resoluciones dictadas por este
tribunal. En virtud del principio de especialidad debe aplicarse preferentemente la norma
del artículo 149.
Tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142, 361, 362, 365 bis, 390, 391,
433, 436 y 440 del Código Penal, en las leyes N° 17.798 y N° 20.000 y de los delitos de
castración, mutilaciones y lesiones contra miembros de Carabineros, de la Policía de
Investigaciones y de Gendarmería de Chile, en el ejercicio de sus funciones, el imputado
que hubiere sido puesto a disposición del tribunal en calidad de detenido o se encontrare en
prisión preventiva no podrá ser puesto en libertad mientras no se encuentre ejecutoriada la
resolución que negare, sustituyere o revocare la prisión preventiva. El recurso de apelación
contra esta resolución deberá interponerse en la misma audiencia, gozará de preferencia
para su vista y fallo y será agregado extraordinariamente a la tabla el mismo día de su
ingreso al tribunal de alzada, o a más tardar a la del día siguiente hábil (art. 149).
El recurso de apelación, en este caso especial, debe interponerse verbalmente, con
fundamentos y peticiones concretas y si no se cumple con tales requisitos será declarado
inadmisible.
7.9. Ejecución de la prisión preventiva: El art. 150 establece el régimen de su ejecución:
a) Intimación de la orden: Despachada la orden escrita de prisión preventiva el encargado
de su ejecución debe intimarla al imputado dándole copia de la misma.
b) Recintos en que se cumple: En el establecimiento penitenciario o lugar público de
detención que el tribunal haya determinado en la orden, debiendo el encargado del recinto
exigir que se le exhiba la orden, de la cual deberá dejar constancia en un registro público.
c) Segregación y protección de la integridad física del imputado: La prisión preventiva
debe ejecutarse en establecimientos especiales diferentes de los que se utilizan para los
condenados, o al menos separados de éstos. Además, deben separarse los jóvenes y no
reincidentes respecto de la población penitenciaria de mayor peligrosidad.
d) Trato de inocente: La prisión preventiva debe cumplirse de manera tal que no adquiera
las características de una pena, ni provoque otras limitaciones que las necesarias para evitar
la fuga y para garantizar la seguridad de los demás internos y de las personas que
cumplieren funciones o por cualquier motivo se encontraren en el recinto.
e) Permiso excepcional de salida: Por resolución fundada y por el tiempo estrictamente
necesario para el cumplimiento de los fines del referido permiso, siempre que se asegure
convenientemente que no se vulnerarán los objetivos de la prisión preventiva.
f) Supervisión jurisdiccional de la ejecución: Corresponde al tribunal que decretó la
cautelar supervisar el cumplimiento de la medida, debiendo conocer de las solicitudes y
presentaciones realizadas con ocasión de ella.
g) Otras garantías: El art. 94 establece derechos que tiene el imputado sometido a prisión
preventiva, por ejemplo, a recibir visitas, a comunicarse libremente con el exterior, a
entrevistarse en privado con su abogado, entre otros.
Excepcionalmente, el juez puede decretar la incomunicación del imputado, restringiendo o
prohibiendo sus comunicaciones hasta por un máximo de 10 días. Esta decisión podrá
adoptarla, a petición del fiscal, cuando la considere necesaria para el exitoso desarrollo de
la investigación. Esta facultad no podrá restringir el acceso del imputado a su abogado ni al
tribunal. Tampoco se podrá restringir su acceso a una apropiada atención médica (art. 151).
7.10. Terminación de la prisión preventiva: No tiene establecido un límite temporal
absoluto que fije su terminación automática, su término se encuentra ligado al derecho a ser
juzgado dentro de un plazo razonable y a sus características de instrumentalidad,
proporcionalidad y provisionalidad.
a) Terminación natural: Se produce con el término del procedimiento cuyos fines cautela.
b) Revocación: Opera cuando ya no subsistan los requisitos que la autorizaron o los
motivos que la hubieren justificado (ej. sentencia absolutoria).
c) Sustitución: Opera cuando las finalidades perseguidas por la prisión preventiva pasan a
cumplirse, en lo sucesivo, por otra medida cautelar que se dicta en su reemplazo.
8. Otras medidas cautelares personales:
El art. 155 contempla otras medidas cautelares alternativas a la prisión preventiva, que
deben ser utilizadas con preferencia a ésta, cuando el objetivo perseguido pueda ser
cumplido razonablemente con restricciones a la libertad de menor intensidad. Los
intervinientes que pueden solicitar estas medidas son el Fiscal, el querellante o la víctima.
En cuanto a las causales que determinan la existencia o no de la necesidad de cautela el
Código señala que se procura garantizar: el éxito de las diligencias de investigación, la
seguridad de la sociedad, la protección del ofendido o asegurar la comparecencia del
imputado a las actuaciones del procedimiento o ejecución de la sentencia.
Estas medidas son las siguientes:
a) La privación de libertad, total o parcial, en su casa o en la que el propio imputado
señalare, si aquella se encontrare fuera de la ciudad asiento del tribunal.
b) La sujeción a la vigilancia de una persona o institución determinada.
c) La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que él
designare.
d) La prohibición de salir del país, de la localidad en la cual residiere o del ámbito
territorial que fijare el tribunal.
e) La prohibición de asistir a determinadas reuniones, recintos o espectáculos públicos,
o de visitar determinados lugares.
f) La prohibición de comunicarse con personas determinadas.
g) La prohibición de aproximarse al ofendido o a su familia y, en su caso, la obligación
de abandonar el hogar que compartiere con aquél.
h) La prohibición de poseer, tener o portar armas de fuego, municiones o cartuchos.
i) La obligación del imputado de abandonar un inmueble determinado.
El tribunal, a petición del fiscal, del querellante o de la víctima puede imponer una o más
de estas medidas según resultare adecuado al caso y ordenará las actuaciones y
comunicaciones necesarias para garantizar su cumplimiento.
Pueden imponerse desde la formalización de la investigación.

V. Cierre de la investigación. Etapa intermedia127.


1. Conclusión de la investigación:

127
a.- Cierre de la investigación; b.- De la acusación. El ofrecimiento de prueba; c.- El querellante frente a la
acusación; d.- El imputado frente a dos o más acusaciones; e.- La acusación y el principio de congruencia.
Una vez transcurrido el plazo de 2 años desde la formalización de la investigación, o en el
plazo que el JG hubiere fijado para su conclusión, el fiscal deberá proceder a declarar el
cierre de la investigación (art. 247).
Si el plazo es legal, ello implica que no hay prórroga posible, ni aún por acuerdo de los
intervinientes; además, es un plazo fatal, extinguiéndose por su solo transcurso la facultad
de investigar otorgada al MP. La única posibilidad de ampliación sería una situación de
entorpecimiento de las indagaciones, por caso fortuito o fuerza mayor, o por un
impedimento no imputable al MP, en cuyo caso puede operar el art. 17 y solicitarse nuevo
plazo.
Si el plazo es judicial, es prorrogable y no fatal. Por su llegada no cesa, por el solo
ministerio de la ley, la facultad de investigar entregada al fiscal, debiendo declararlo
rebelde en audiencia (art. 234).
2. Naturaleza de la decisión de cierre de la investigación:
Se trata de una decisión administrativa que ejerce soberanamente el MP. Normalmente el
cierre lo efectuará en forma autónoma el fiscal a cargo, en la oportunidad que estime
conveniente, porque considera que ya ha reunido el material informativo suficiente.
El ejercicio de esta facultad se plasma en un escrito del fiscal del caso, dirigido al JG,
donde formaliza su decisión estratégica. Sin embargo, en el evento que haya transcurrido el
plazo legal de 2 años desde la fecha en que la investigación hubiere sido formalizada, o el
plazo menor que haya determinado el JG, el CPP le impone al fiscal el deber de cerrarla. Si
no lo hace así, el querellante o el imputado pueden solicitar al JG que lo aperciba para que
proceda al cierre de la misma, so pena de declarar el sobreseimiento definitivo de la causa
(art. 247).
En tal caso, el juez citará a una audiencia para resolver esta petición, cuyos resultados
dependerán de la actitud que adopte el fiscal:
a) Si no comparece, el juez otorgará un plazo máximo de 2 días para que se pronuncie,
dando cuenta al Fiscal Regional, transcurrido el plazo sin pronunciamiento, el juez
decretará el sobreseimiento definitivo.
b) Si el fiscal comparece y se niega a declarar cerrada la investigación, el juez
decretará el sobreseimiento definitivo de la causa, informando al Fiscal Regional.
c) Si el fiscal se allana a la solicitud de cierre de la investigación, debe formular en la
audiencia una declaración en tal sentido y tendrá el plazo de 10 días para deducir
acusación. Transcurrido el plazo sin acusación, el juez fijará un plazo máximo de 2
días para que el fiscal acuse, dando cuenta al Fiscal Regional; transcurrido el plazo
sin que se hubiere deducido acusación, el juez dictará sobreseimiento definitivo.
El plazo para el cierre de la investigación, sea legal o judicial, se suspende en los siguientes
casos (art. 247):
a) Cuando se dispusiere la suspensión condicional del procedimiento.
b) Cuando se decretare sobreseimiento temporal conforme al art. 252.
c) Desde que se alcanzare un acuerdo reparatorio hasta el cumplimiento de las
obligaciones contraídas por el imputado a favor de la víctima o hasta que hubiere
debidamente garantizado su cumplimiento a satisfacción de esta última.
3. Actuaciones posteriores:
Dentro de los 10 días siguientes al cierre de la investigación el fiscal puede adoptar una de
las siguientes actitudes:
a) Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa.
b) Comunicar su decisión de no perseverar en el procedimiento.
c) Formular acusación, cuando estime que la investigación proporciona fundamento
serio para el enjuiciamiento del imputado contra quien se hubiere formalizado.
Cuando el fiscal decida solicitar el sobreseimiento o comunicar su decisión de no
perseverar, debe formular su requerimiento al JG, quien citará a todos los intervinientes a
una audiencia para dicho efecto (art. 249).
4. Reapertura de la investigación:
El Código regula dos supuestos de reapertura de la investigación: aquel que se encuentra
vinculado con el sobreseimiento temporal de la causa, y el que se contiene en el art. 257. Es
decir, sólo en casos muy excepcionales se otorga la posibilidad al órgano de persecución
penal de prolongar la etapa de investigación.
La hipótesis de reapertura por sobreseimiento temporal se limita a las causales de las letras
a) y b) del art. 252, es decir, la resolución previa de una cuestión civil y la rebeldía del
imputado.
Por su parte, el art. 257 señala que dentro de los 10 días siguientes al cierre de la
investigación, los intervinientes podrán reiterar la solicitud de diligencias precisas de
investigación que oportunamente hubieren formulado durante la instrucción y que el MP
hubiere rechazado o respecto de las cuales no se hubiere pronunciado. Si el juez acoge la
solicitud, ordenará al fiscal reabrir la investigación y proceder al cumplimiento de las
diligencias en el plazo que le fije. El fiscal podrá, en dicho evento y por una sola vez,
solicitar ampliación del plazo judicial.
En todo caso el juez no podrá decretar ni renovar las diligencias que en su oportunidad se
hubieren ordenado a petición de los intervinientes y no se hubieren cumplido por
negligencia o hecho imputable a los mismos, las que fueren manifiestamente impertinentes
y aquellas que hubieren sido solicitadas con fines puramente dilatorios.
Vencido el plazo o su ampliación, o aun antes de ello si se hubieren cumplido las
diligencias, el fiscal cerrará nuevamente la investigación.
5. El sobreseimiento:
El sobreseimiento solicitado por el fiscal puede ser definitivo o temporal, total o parcial.
5.1. Sobreseimiento definitivo: Produce el término del procedimiento con la consiguiente
autoridad de cosa juzgada (art. 251). Se funda en la concurrencia de antecedentes que
demuestran fehacientemente que no existe delito, que se encuentra establecida la inocencia
del imputado o que su responsabilidad penal se ha extinguido.
Los motivos legales que permiten decretarlo son (art. 250):
a) Cuando el hecho investigado no sea constitutivo de delito.
b) Cuando aparezca claramente establecida la inocencia del imputado.
c) Cuando el imputado se encuentre exento de responsabilidad criminal en
conformidad al art. 10 del CP o de otra disposición legal. También puede solicitar el
sobreseimiento el imputado penal, en cualquier estado del procedimiento por este
motivo.
d) Cuando se haya extinguido la responsabilidad penal del imputado por alguno de los
motivos establecidos en la ley (ej. indulto, prescripción, muerte del imputado,
principio de oportunidad, acuerdo reparatorio).
e) Cuando sobrevenga un hecho que, con arreglo a la ley, ponga fin a dicha
responsabilidad.
f) Cuando el hecho de que se trate haya sido materia de un procedimiento penal en el
que haya recaído sentencia firme respecto del imputado. La defensa también puede
pedir el sobreseimiento por esta causal u oponer la excepción de cosa juzgada.
g) Otros motivos señalados en la ley (ej. el fiscal no deduce acusación dentro de
plazo).
Se prohíbe dictar sobreseimiento definitivo respecto de los delitos que sean imprescriptibles
o no puedan ser amnistiados.
5.2. Sobreseimiento temporal: Sólo suspende el curso del procedimiento y admite, por lo
general, la reapertura del mismo; se funda en la concurrencia de situaciones que impiden su
prosecución mientras ellas no sean superadas. Procede en los casos taxativamente señalados
por la ley (art. 252):
a) Cuando para el juzgamiento criminal se requiera la resolución previa de una
cuestión civil, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 171. No toda cuestión
prejudicial civil produce la suspensión del procedimiento penal. Excepcionalmente,
las cuestiones sobre validez de matrimonio, cuentas fiscales, delitos sobre estado
civil, serán conocidas por el tribunal civil y, por ende, suspenden el procedimiento
criminal hasta que dicha cuestión se resuelva por sentencia firme.
b) Cuando el imputado no compareciere al procedimiento y fuere declarado rebelde, de
acuerdo a los arts. 99 y siguientes. Para decretar la rebeldía del imputado es previo
haber decretado judicialmente su detención o prisión y que éste no sea habido.
c) Cuando después de cometido el delito, el imputado cayere en enajenación mental.
Sólo resulta aplicable esta causal al imputado respecto del cual el Fiscal no solicita
una medida de seguridad.
5.3. Decisión relativa al sobreseimiento: En la audiencia respectiva el JG abrirá debate
respecto de la solicitud de sobreseimiento, terminada la discusión se pronunciará en alguno
de los siguientes sentidos (art. 256):
a) Acoger la petición de sobreseimiento en los mismos términos en que fue formulada.
b) Acoger la solicitud, pero sustituyendo la causal invocada.
c) Acoger la solicitud pero decretando un sobreseimiento distinto del requerido.
d) Rechazar la solicitud de sobreseimiento, por estimarla improcedente.
El sobreseimiento que se dicte es apelable (art. 253).
La decisión judicial que acoge un sobreseimiento definitivo produce cosa juzgada. En ese
sentido la formalización de la investigación especificará el contenido de la resolución que
decreta el sobreseimiento definitivo. Sin embargo, la determinación respectiva también
puede realizarse por primera vez en el sobreseimiento mismo, señalando con toda precisión
cuáles son los hechos e imputados respecto de los cuales se dicta la resolución judicial, de
modo que la formalización no se exige como un requisito previo del sobreseimiento.
6. Decisión de no perseverar en el procedimiento:
Su fundamento radica en no haberse reunido durante la investigación antecedentes
suficientes para fundar la acusación. Si el fiscal decide hacer uso de esta facultad debe pedir
al JG la citación de todos los intervinientes a una audiencia donde comunicará su decisión.
Es una prerrogativa exclusiva del MP, no cabe que el juez se pronuncie acerca de su
procedencia, debiendo limitarse a constatar su ejercicio.
En la audiencia, el querellante puede solicitar al juez que lo faculte para forzar la acusación
o formularla el mismo, sosteniéndola en lo sucesivo en los mismos términos que el MP (art.
258).
La decisión de no perseverar produce las siguientes consecuencias (art. 248):
a) Deja sin efecto la formalización de la investigación, en su caso128.
b) Da lugar a la revocación judicial de las medidas cautelares decretadas.
c) Reanuda el plazo de la prescripción de la acción penal que continuará corriendo
como si nunca se hubiese suspendido.
En los supuestos de la decisión de sobreseer o de no perseverar, previo al pronunciamiento
judicial debe existir una revisión de los antecedentes por parte del fiscal regional, como
resultado de este análisis pueden darse dos alternativas:
a) El fiscal regional decide acusar, en cuyo caso debe señalar a su vez si la causa
continuará a cargo del mismo fiscal o si designa uno distinto. La acusación debe ser
formulada dentro de los 10 días siguientes.
b) El fiscal regional ratifica la decisión del fiscal del caso.

128
La formalización no es un requisito indispensable para el ejercicio de esta opción por parte del MP.
Si el fiscal regional no acusa, el JG deberá pronunciarse respecto de la oposición del
querellante. Si la acoge, la acusación podrá ser formulada por el querellante; si la rechaza,
dictará el sobreseimiento que corresponda.
También se puede generar el forzamiento de la acusación si el fiscal estima que el imputado
es enajenado mental y requiera la adopción de medidas de seguridad. En este caso el
querellante puede oponerse al requerimiento, por estimar que el requerido es imputable.
7. La etapa intermedia:
La etapa intermedia o preparatoria del juicio ordinario por crimen o simple delito de acción
penal pública se regula en el Título II del Libro II, arts. 259 a 280.
7.1. Funciones de la etapa intermedia:
a) El control, por parte del JG, de la corrección formal de la acusación o acusaciones.
b) La delimitación precisa del objeto del juicio, respecto de los hechos que serán
debatidos, controlando la congruencia entre formalización y acusación.
c) Que los intervinientes tomen conocimiento recíproco de las pretensiones jurídicas
que harán valer en el juicio y su sustento probatorio, permitiéndoles preparar con la
debida antelación la estrategia de acusación o defensa.
d) El control de la validez y pertinencia de las pruebas ofrecidas oportunamente por las
partes. Las pruebas admitidas por el JG en la preparación son las únicas que pueden
rendirse en el juicio, salvo acotadas excepciones legales.
e) Resolver las incidencias previas al juicio.
f) Constituye la última oportunidad procesal para terminar anticipadamente el proceso
a través de una salida alternativa o un procedimiento abreviado.
g) Fija el tribunal competente y las personas que deben intervenir en el juicio.
7.2. Características:
a) Es una etapa necesaria e ineludible del procedimiento ordinario.
b) Predomina el principio acusatorio formal, atenuado por la eventual intervención del
querellante. Si el querellante no se encuentra conforme con la pretensión punitiva
del persecutor oficial, está facultado para presentar una acusación particular.
c) Se encuentra a cargo del JG. Se busca mantener la imparcialidad del tribunal de
fondo.
d) Consta de dos fases, una escrita y la otra oral. La fase escrita comienza con la
presentación del escrito de acusación por parte del MP y dura hasta antes de la
celebración de la audiencia de preparación (art. 263). La fase oral está constituida
por la audiencia de preparación del juicio (art. 266).
8. La fase escrita:
8.1. La acusación: Es el escrito mediante el cual el MP o el querellante, en su caso,
manifiesta formalmente su decisión de perseguir la responsabilidad criminal del imputado,
cuando estime que existe fundamento serio para acusar.
Si el imputado formalizado es de aquellas personas que gozan de fuero y no se ha solicitado
previamente autorización para proceder criminalmente en su contra, el fiscal de la causa
debe remitir los antecedentes a la Corte de Apelaciones correspondiente, a fin de que, si
hallare mérito, declare que ha lugar a la formación de causa.
La acusación es escrita y debe contener en forma clara y precisa los requisitos señalados en
el art. 259:
a) La individualización de él o los acusados y de su defensor (debiendo coincidir la
persona del acusado con aquella que ha sido formalizada durante la investigación).
b) La relación circunstanciada de él o los hechos atribuidos y de su calificación
jurídica (principio de congruencia respecto de la formalización). Se requiere que la
imputación penal sea precisa y determinada.
c) La relación de las circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal que
concurrieren, aun subsidiariamente de la petición principal.
d) La participación que se atribuyere al acusado.
e) La expresión de los preceptos legales aplicables.
f) El señalamiento de los medios de prueba de que el MP piensa valerse en juicio. En
el caso de la testimonial deberá presentarse una lista de los testigos,
individualizándolos y señalando los puntos sobre los que habrán de recaer sus
declaraciones. En el caso de los otros elementos de prueba, como documentos,
objetos y otros medios atípicos, sólo se requiere su mención expresa.
g) La pena cuya aplicación se solicita, que deberá ser concordante con los hechos
descritos y calificados jurídicamente.
h) En su caso, la solicitud de que se proceda de acuerdo al procedimiento abreviado.
i) El Fiscal debe expresar si la cooperación prestada por el acusado ha sido eficaz.
j) En el evento de que existan dudas acerca de la capacidad delictual del acusado,
puede el fiscal pedir subsidiariamente la imposición de medidas de seguridad (art.
462).
Por último, el Fiscal de la causa debe poner a disposición de los intervinientes, en el
tribunal, los antecedentes acumulados durante la investigación (art. 260), siendo
conveniente que deje constancia de ello en el escrito de acusación.
8.2. Providencia que recae en la acusación y notificación (art. 260): Presentada la
acusación ante el JG, éste, dentro de las 24 horas siguientes, debe dictar una resolución
disponiendo la notificación de la acusación a todos los intervinientes y los citará a la
audiencia de preparación de juicio oral, que deberá llevarse a efecto no antes de 25 ni
después de 35 días.
La notificación de la citación debe incluir una copia íntegra de la resolución, con la
identificación del proceso, la indicación del tribunal ante el cual deben comparecer, su
domicilio, la fecha y hora de la audiencia y el motivo de la comparecencia. Además, debe
contener la advertencia de los efectos de la no comparecencia injustificada.
La notificación al acusado debe efectuarse, a más tardar, 10 días antes de la realización de
la audiencia de preparación (art. 262). En dicha actuación se le entregará copia de la
acusación, en la que se dejará constancia del hecho de encontrarse a su disposición, en el
tribunal, los antecedentes de la investigación.
8.3. Actuaciones eventuales del querellante: Por escrito y hasta 15 días antes de la fecha
fijada para la realización de la audiencia de preparación, el querellante podrá realizar las
siguientes actuaciones (art. 261):
a) Presentar acusación particular, ampliando la acusación del Fiscal a hechos o a
imputados distintos, siempre con respeto al principio de congruencia. También
puede plantear una distinta calificación jurídica de los hechos, otras formas de
participación del acusado, o solicitar penas distintas.
b) Adherir a la acusación del Fiscal.
c) Deducir demanda civil, cuando procediere. La demanda civil en el proceso penal
debe deducirse por escrito conjuntamente con la adhesión o acusación particular y
debe cumplir con el art. 254 CPC y contener la indicación de los medios de prueba.
d) Señalar vicios formales de la acusación, requiriendo su corrección.
e) Ofrecer la prueba que estimare necesaria para sustentar su acusación.
Si el querellante no deduce acusación particular o no adhiere a la acusación, en esta
oportunidad el JG, de oficio o a petición de parte, declarará abandonada la querella (art.
120).
8.4. Actuaciones eventuales del acusado: Hasta la víspera del inicio de la audiencia de
preparación el acusado puede, por escrito, efectuar alguna de las siguientes actuaciones (art.
263):
a) Señalar los vicios formales de que adoleciere el escrito de acusación, requiriendo su
corrección.
b) Deducir excepciones de previo y especial pronunciamiento.
c) Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios129.
d) Oponer excepciones o contestar la demanda civil.
e) Señalar los medios de prueba de que se valdrá en el juicio oral.
Estas mismas facultades puede ejercerlas el acusado y eventual demandado civil, en forma
verbal, durante la audiencia de preparación del juicio (art. 263).
En cuanto a las excepciones de previo y especial pronunciamiento, ellas se encuentran en el
art. 264, son: la incompetencia del JG, litis pendencia, cosa juzgada, falta de autorización
para proceder criminalmente, extinción de la responsabilidad penal. Las excepciones de
cosa juzgada y extinción de la responsabilidad penal también pueden ser discutidas en el
juicio oral (art. 265).

129
En la práctica por razones estratégicas, los abogados defensores normalmente reservan esta opción para los
alegatos de apertura y clausura del juicio oral.
9. Fase oral. La audiencia de preparación del juicio oral130:
9.1. Verificación de asistencia: Llegado el día y hora fijados, el JG procederá a verificar la
asistencia de los intervinientes. No pueden faltar el Fiscal ni el defensor, ya que su
presencia constituye un requisito de validez de la audiencia (art. 269).
Aunque la ley no lo exige en forma expresa, la presencia del acusado es indispensable por
el derecho de toda persona a no ser juzgada penalmente en ausencia y porque esta audiencia
es fundamental para la defensa del acusado. Con todo, se realizan audiencias sin la
presencia del acusado.
Si no comparece el actor civil, se declarará abandonada su acción (art. 64) y si no lo hace el
querellante, se declarará abandonada la querella (art. 120).
9.2. Declaración de inicio de la audiencia: Verificada la asistencia, el JG declarará
iniciada la audiencia. El juez debe estar presente durante toda la audiencia so pena de
nulidad.
9.3. Exposición de las presentaciones escritas: Declarado el inicio de la audiencia, el juez
realizará una exposición sintética de las presentaciones escritas, vale decir, la acusación del
fiscal, la acusación particular del querellante, la adhesión, la demanda civil, la eventual
defensa escrita y, si lo estima oportuno, las solicitudes de corrección de vicios formales
(art. 267).
9.4. Eventual defensa oral del acusado: Si el acusado no hubiere ejercido por escrito las
facultades previstas en el art. 263, el juez le otorgará la posibilidad de hacerlo verbalmente,
si lo desea (art. 268).
9.5. Posibilidad de salidas alternativas. Después del cierre de la investigación, la
suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos reparatorios sólo pueden ser
decretados o aprobados durante la audiencia de preparación de juicio oral (art. 245).
9.6. Posibilidad de procedimiento abreviado: En el evento que el Fiscal hubiere
efectuado solicitud en ese sentido, ya sea por escrito junto a la acusación o en forma verbal
en la audiencia, procede discutir y decidir sobre el particular. Si el acusado acepta los
hechos materia de la acusación y los antecedentes de la investigación y el JG accede a la
petición, termina la audiencia de preparación y se inicia el procedimiento abreviado.
Si el acusado no está de acuerdo con el procedimiento abreviado o el JG rechaza la
solicitud, se continuará con la audiencia de preparación.
9.7. Corrección de vicios formales: El JG, de oficio o a petición de parte, puede ordenar
que los vicios formales de que adolece la acusación del fiscal, la acusación particular o la
demanda civil sean subsanados, en lo posible de inmediato y sin suspender la audiencia. Si
no es posible subsanarlos de inmediato, suspenderá la audiencia por el período que el
tribunal estime necesario, que en ningún caso podrá exceder de 5 días (art. 270).
130
a.- Objetivos; b.- Intervención del juez; c.- La exclusión de prueba; d.- La prueba ilícita; e.- Apertura del
juicio oral.
Si los vicios no son subsanados, la acusación particular o la demanda civil se tendrán por
no presentadas. Si es el Fiscal quien no corrige los vicios observados en su acusación, el
juez puede, a petición de éste, prorrogar la audiencia por otros 5 días, debiendo informar al
Fiscal Regional. Si transcurrido este plazo no se han subsanado los vicios, el juez podrá
disponer que el procedimiento continúe sólo con el querellante, y si no existe, dictará
sobreseimiento definitivo.
9.8. Control de congruencia: La congruencia impone al persecutor la necesaria
correlación entre el componente fáctico, material (objetivo) y personal (subjetivo), de la
formalización de la investigación con aquél señalado en la o las acusaciones.
La obligación de congruencia recae sobre los acusadores, esto es, el Fiscal y el acusador
particular. Estos intervinientes en sus respectivos escritos deberán respetar a cabalidad esta
correlación que debe existir entre los hechos descritos en la formalización y aquellos que se
contengan en sus acusaciones.
El Código no señala la forma de hacer valer o controlar la incongruencia, tampoco los
efectos que el incumplimiento genera. Podría aplicarse el art. 270 respecto de la corrección
de vicios formales.
9.9. Decisión acerca de las excepciones:
9.9.1. Excepciones de previo y especial pronunciamiento: Las excepciones de previo y
especial pronunciamiento que el acusado hubiere planteado en forma oportuna
generalmente serán conocidas y resueltas por el JG en la audiencia de preparación. Para
ello el juez comienza abriendo debate en torno a la cuestión promovida, permitiendo, si lo
estima pertinente, la presentación de antecedentes probatorios que puedan resultar
relevantes para la decisión, enseguida resolverá.
Si se trata de las excepciones de incompetencia del JG, litis pendencia y falta de
autorización para proceder criminalmente, el juez debe resolverlas de inmediato,
acogiéndolas o rechazándolas. Si acoge las excepciones, terminará la audiencia. La
resolución que se dicte es apelable en el solo efecto devolutivo.
Tratándose de las excepciones de cosa juzgada y extinción de la responsabilidad penal, si el
juez estima que los antecedentes de la investigación son suficientes para justificarlas, las
acogerá y dictará el respectivo sobreseimiento definitivo, apelable en el solo efecto
devolutivo.
Por el contrario, si el juez estima que los antecedentes de la investigación no son suficientes
para justificar dichas excepciones, no puede rechazarlas, sino que debe dejar su decisión
para la audiencia de juicio oral. Esta resolución que reserva el conocimiento de las
excepciones para el posterior juicio es inapelable.
9.9.2. Excepciones civiles: El demandado puede oponer excepciones dilatorias o
perentorias. Deben ser resueltas durante la audiencia de preparación del juicio oral. Sin
embargo, ello no parece aplicable a las excepciones de fondo, que constituyen propiamente
la contestación de la demanda y requieren de prueba, por ello corresponde que sean
conocidas y resueltas por el tribunal del juicio.
9.10. Llamado a conciliación en la acción civil: Si se ha deducido demanda civil, el juez
debe llamar a las partes a conciliación, proponiendo al efecto bases de arreglo. Si se
produce la conciliación, se dejará constancia de las condiciones de la misma en el registro
íntegro de la audiencia.
9.11. Las convenciones probatorias: Son acuerdos que celebran los intervinientes ante el
JG, en la audiencia de preparación, en cuya virtud dan por acreditados ciertos hechos, que
no podrán luego ser discutidos y a los cuales el tribunal del fondo deberá estarse al
momento de decidir (art. 275).
9.12. Debate sobre la prueba ofrecida: Si existen solicitudes, observaciones y
planteamientos de las partes sobre las pruebas ofrecidas por los demás, el juez abrirá debate
sobre el particular y luego resolverá (art. 272). Normalmente, tales alegaciones dirán
relación con la prueba impertinente, innecesaria, dilatoria, superabundante, nula e ilícita.
9.13. Reducción y exclusión de pruebas:
9.13.1. Reducción de pruebas (por eficiencia): Excepcionalmente, el JG puede disponer
la reducción de pruebas en los siguientes casos:
a) Por tratarse de pruebas manifiestamente impertinentes, esto es, que no dicen
relación con el objeto del juicio.
b) Por tratarse de pruebas que tienen por objeto acreditar hechos públicos y notorios.
c) Por estimar que es superabundante y dilatoria, tratándose de la prueba testimonial y
documental que tuviere por objeto acreditar unos mismos hechos o circunstancias
que no guardan pertinencia sustancial con la materia del juicio y produzcan en él
efectos puramente dilatorios.
9.13.2. Exclusión de pruebas (por licitud): Es una sanción procesal que opera en las
siguientes hipótesis:
a) Por tratarse de pruebas que provinieren de actuaciones o diligencias que hubieren
sido declaradas nulas.
b) Por tratarse de pruebas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías
fundamentales. Es lo que la doctrina denomina prueba ilícita, obtenida mediante la
afectación, no autorizada, de derechos fundamentales.
9.13.3. La prueba ilícita y la regla de exclusión: La legalidad de la prueba es una
condición para la valoración de la misma, los elementos de prueba sólo tendrán valor si han
sido obtenidos y producidos por medios lícitos e incorporados al proceso en forma legal.
Será ineficaz la prueba obtenida con inobservancia de las garantías fundamentales de las
personas.
a) Derechos y garantías fundamentales: Para estar en presencia de una inobservancia
sancionada con exclusión, debe tratarse del incumplimiento de una norma legal que
contiene un mandato que en sí mismo constituye una garantía de un derecho fundamental y
cuya trasgresión implica o traduce la vulneración de este derecho. El principio en esta
materia es que los derechos fundamentales deben permanecer indemnes frente a cualquier
interferencia no autorizada por la ley o por el JG. Excepcionalmente se autoriza la
vulneración, por ejemplo con la entrada y registro.
b) Fundamentos de la exclusión probatoria:
 El deber de los órganos del Estado de respetar y promover los derechos
fundamentales y, en consecuencia, abstenerse de vulnerarlos.
 Se busca desincentivar los abusos de la policía, al determinar su ineficacia
probatoria.
 Razones de integridad judicial.
 El criterio de confiabilidad de la evidencia, que procura evitar que las decisiones
judiciales se vean influenciadas por la presentación de prueba que no satisface
exigencias mínimas de credibilidad.
 El respeto de la presunción de inocencia del imputado.
 Evitar que el Estado se beneficie de su propia vulneración.
c) Oportunidad para reclamar de la ilicitud de la prueba:
i. En la etapa de investigación: Se han planteado incidentes de exclusión de prueba ilícita
en la audiencia de control de detención, sin embargo la generalidad de los JG no admiten
esta posibilidad por inoportuna, señalando que el momento para efectuar ese reclamo es
durante la audiencia de preparación de juicio oral.
Por otro lado, podría intentarse a través de un incidente de nulidad procesal.
ii. En la etapa intermedia: Durante la audiencia de preparación y con ocasión del debate
acerca de las pruebas ofrecidas los litigantes pueden plantear el tema de la exclusión de la
prueba ilícita. Si la exclusión opera en contra del Fiscal y es aceptada por el JG, el
persecutor puede apelar (del auto de apertura). En cambio, si esa petición es rechazada, la
resolución es inapelable.
Esta es la oportunidad legal por excelencia para controlar la licitud de la prueba, a través de
la regla de exclusión.
iii. En la etapa de juicio oral: Se ha discutido acerca de las facultades del tribunal de
juicio oral para inadmitir prueba que considera ilícita o para no valorarla en la sentencia.
La admisibilidad de la prueba no puede reclamarse ante el tribunal pues el auto de apertura
ya se encuentra firme, produce cosa juzgada. No obstante, el tribunal de juicio oral puede
controlar la admisibilidad de la prueba durante el desarrollo del juicio en base a normas que
regulan el juicio oral.
Si el JG declaró admisible la prueba, el tribunal oral podría negarse a asignarle valor por
estimar que se trata de prueba ilícita. Con todo, hay quienes se oponen a esta posibilidad. Si
el JG declara erróneamente admisible la prueba ilícita, la vía natural para renovar la
discusión es la interposición del correspondiente recurso de nulidad en contra de la
sentencia definitiva dictada con fundamento en la prueba ilícita rendida ante el tribunal del
juicio oral.
iv. A través del recurso de nulidad: Si el tribunal ha valorado prueba que se estima
ilegítima, puede el litigante perjudicado interponer recurso de nulidad fundado en la causal
contemplada en el artículo 373 letra a), esto es, por infracción sustancial de derechos o
garantías asegurados por la Constitución o los tratados internacionales suscritos por Chile.
d) Forma de hacer valer la ineficacia de la prueba ilícita: El art. 276 establece la regla
de exclusión para los casos de obtención de pruebas con inobservancia de garantías
fundamentales. El Juez de Garantía declarará la ilicitud de la prueba y determinará su
exclusión a través de una resolución fundada dictada en la audiencia de preparación del
juicio oral, luego de examinar las pruebas ofrecidas por los intervinientes y escucharlos
sobre el particular.
i. Exclusión de prueba de oficio: El art. 276 impone al JG la aplicación de la regla de
exclusión, pues a él corresponde la función de asegurar los derechos del imputado y demás
intervinientes en el proceso penal. La exclusión de la prueba ilícita se encuentra establecida
como un deber del juez, correspondiendo que cumpla con ello de oficio, sin estar
supeditado a las peticiones de las partes.
ii. A petición de parte: El imputado y su defensa están legitimados para reclamar acerca de
la ilicitud de una prueba, cuando se han afectado sus derechos fundamentales.
El problema radica en la posibilidad de que el imputado solicite esa declaración invocando
la afectación de garantías constitucionales de terceros.
Algunos estiman que es inaceptable que el MP pretenda reclamar la exclusión de prueba
ofrecida por la defensa.
e) Prueba de la ilicitud: Cualquier pretensión de que se declare la ineficacia probatoria de
la prueba ilícita supone la declaración de que el acto en virtud del cual fue obtenida es
ilícito. La ilicitud del acto cuestionado puede tener lugar durante la etapa de investigación,
en la audiencia de preparación o durante la tramitación del recurso de nulidad. En los dos
primeros casos, se trata de incidentes que debieran ser resueltos por el JG previa fijación de
una audiencia especial para recibir los antecedentes, si resulta necesario; en el último caso,
se trata propiamente de prueba de la causal que fundamenta el recurso de nulidad.
En cuanto a la carga de la prueba, correspondería a la defensa allegar antecedentes que
permitan al menos poner seriamente en duda la corrección de las actuaciones de la
investigación y, una vez alcanzado este umbral, debería ser el Estado quien demuestre, más
allá de toda duda razonable, la corrección de sus actos.
f) Alcance de la exclusión: La prohibición de utilización se extiende desde el elemento
probatorio ilícitamente obtenido hasta las pruebas derivadas, en la medida que éstas
participen de la misma vulneración del derecho fundamental. Se hace necesario, por ende,
comprobar en cada caso si la prueba posterior conectada con la ilícita, participa de la
ilicitud de la primera.
Para determinar la extensión del efecto de la exclusión los JG utilizan la idea de la nexo
causal, que consiste en analizar el vínculo existente entre el acto que lesiona el derecho
fundamental y los elementos de prueba que se obtienen como consecuencia de dicho acto, y
que por ello se denominan prueba derivada, de modo tal que los segundos sean fruto o
resultado necesario de la primera (teoría del fruto del árbol envenenado).
9.14. Pruebas aceptadas: Las pruebas que hubieren sido ofrecidas por las partes y no
excluidas por el JG, después del debate respectivo, serán admitidas y señaladas en el
respectivo auto de apertura. Si al terminar la audiencia el JG comprueba que el acusado no
ofreció prueba oportunamente, por causas que no le son imputables, puede suspender la
audiencia en cautela de garantías hasta por un plazo de 10 días.
9.15. Solicitud de prueba anticipada: Las partes pueden, durante la audiencia de
preparación, solicitar que se rinda prueba testimonial y pericial anticipada. En el juicio oral
la lectura de declaraciones de peritos y testigos efectuada en forma previa ante el JG es una
situación excepcional, toda vez que la regla general está constituida por la interrogación
personal de éstos en la audiencia
9.16. Declaración del acusado: Puede ejercer esta prerrogativa durante todo el
procedimiento y en cualquiera de sus etapas. Dicha actuación debe verificarse en la
audiencia y ante los intervinientes.
9.17. Unión y separación de acusaciones: Es una facultad que el art. 274 concede al JG
basada en razones de economía procesal y conveniencia práctica. Se relaciona con la
facultad legal de los fiscales para agrupar o separar investigaciones
9.17.1. Unión de acusaciones: Para que el JG haga uso de esta facultad debe existir una
pluralidad de acusaciones presentadas por el MP, vinculadas entre ellas por referirse a un
mismo hecho, a un mismo acusado, o porque debieren ser examinadas unas mismas
pruebas.
Si el juez estima conveniente someter todas estas acusaciones a un solo juicio oral y ello no
perjudicare el derecho de defensa, previo debate, dispondrá la unión de acusaciones y
dictará un solo auto de apertura.
9.17.2. Separación de acusaciones: En este caso nos encontramos frente a una acusación
presentada por el MP que se refiere a distintos hechos o diferentes imputados que, de ser
conocida en un solo juicio oral, pudiere provocar graves dificultades en la organización o
desarrollo del juicio o detrimento de la defensa, y siempre que ello no implique el riesgo de
provocar decisiones contradictorias.
Si el JG así lo estima, previo debate, dictará autos de apertura de juicio oral separados ya
para los distintos hechos, ya para los distintos imputados.
9.18. Dictación del auto de apertura de juicio oral: Agotados los temas de la audiencia,
el JG debe proceder a dictar el auto de apertura de juicio oral, sentencia interlocutoria que
pone fin a la etapa intermedia y cuyo contenido mínimo es el siguiente:
a) Señalamiento del tribunal competente para conocer el juicio oral (art. 277 letra a).
Corresponde al TOP con competencia sobre el territorio en que se hubiere cometido
el hecho que da motivo al juicio.
b) La indicación de la o las acusaciones que deberán ser objeto del juicio y las
correcciones formales que se hubieren realizado en ellas (art. 277 letra b).
c) La enunciación de la demanda civil, en su caso (art. 277 letra c).
d) La transcripción de las convenciones probatorias que hubieren acordado las partes
(art. 277 letra d).
e) El señalamiento de las pruebas que deberán rendirse en el juicio oral (art. 277 letra
e). Por tratarse de una sentencia interlocutoria firme, produce cosa juzgada para el
TOP, de modo que este con posterioridad, en la audiencia de juicio aceptar prueba
que ha sido excluida o excluir prueba que ha sido ya aceptada.
f) La individualización de quienes debieren ser citados a la audiencia de juicio oral,
con mención de los testigos a los que debiere pagarse anticipadamente sus gastos de
traslado y habitación y los montos respectivos (art. 277 letra f). Deben
singularizarse los abogados litigantes, el acusado, los testigos y los peritos.
g) La expresión en letras de la fecha y lugar en que se expide y la firma del juez que la
dictare.
h) Disponer la devolución a los intervinientes de los documentos que hubieren
presentado durante la audiencia (art. 279).
i) La mención de que pone a disposición del TOP a las personas sometidas a prisión
preventiva o a otras medidas cautelares personales (art. 281).
9.19. Notificación y remisión del auto de apertura: Como se trata de una resolución que
se dicta en audiencia, se entiende notificada a los intervinientes en el momento de su
lectura, dejándose constancia de ello en el estado diario (art. 30). La ley exige al JG que
haga llegar esta resolución al tribunal oral competente dentro de las 48 horas siguientes al
momento en que quedare firme (art. 281).
9.20. Impugnación del auto de apertura: Contra esta sentencia interlocutoria sólo
procede apelación, que debe ser concedido en ambos efectos, únicamente cuando lo
interponga el MP por la exclusión de pruebas decretada de acuerdo a lo previsto en el
artículo 276, inciso 3°, por provenir de actuaciones o diligencias declaradas nulas y
aquellas que hubieren sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales. Es
inapelable en los demás casos.
Excluidas, por resolución firme, pruebas de cargo que el MP considere esenciales para
sustentar su acusación en el juicio oral, el fiscal podrá solicitar el sobreseimiento definitivo
de la causa.
10. Apertura del juicio oral:
El juez de garantía hará llegar el auto de apertura al tribunal competente dentro de las 48
horas siguientes al momento en que quedare firme. En el TOP se le da un rol interno y se
procede a su distribución en las salas del tribunal. Efectuada la distribución se entregan los
antecedentes al juez presidente de la sala designada para que proceda a proveer el auto de
apertura.
La resolución que recae sobre el auto de apertura debe señalar (art. 281):
a) Lugar y fecha del juicio, la que no puede ser antes de 15 ni después de 60 días desde
la notificación del auto de apertura.
b) Composición de la sala.
c) Citación de los intervinientes y demás participantes.
d) Otras menciones relevantes: Designación de funcionarios del tribunal, receptores ad
hoc, oficiar a gendarmería para el traslado de imputados, etc.
Las fases de la audiencia de juicio oral son:
a) Apertura del juicio: Comienza con la declaración de inicio efectuada por el juez
presidente de la sala, continúa con el señalamiento de la acusación y demás
información relevante, y concluye con los alegatos iniciales.
b) Fase de prueba: Puede iniciar con la declaración del acusado, si decide efectuarla,
continúa con la incorporación y rendición de las pruebas del MP, querellantes y
actores civiles, por último de la defensa.
c) Cierre del debate: Comienza con el alegato final de persecutores penales, actores
civiles y termina con el alegato de clausura de la defensa, eventualmente con las
últimas palabras del acusado.
d) Fase de la decisión: Comienza con la deliberación de los jueces, la lectura de la
decisión de absolución o condena y sus fundamentos. En el evento de condena
seguirá inmediatamente la audiencia de determinación de la pena. Dentro del plazo
legal termina el juicio con la comunicación de la sentencia definitiva.

VII. De la prueba en el procedimiento penal131.


1. La fase probatoria:
Concluida la fase de apertura del juicio, el tribunal debe recibir la prueba ofrecida por las
partes. La prueba debe entregar al juez elementos para establecer si un determinado
enunciado, relativo a un hecho, es verdadero o falso.
Los elementos de prueba son datos objetivos que se incorporan legalmente al proceso,
capaces de producir un conocimiento cierto o probable acerca de los extremos de la
imputación delictiva. Hablamos técnicamente de elemento de prueba desde el momento en
que una fuente de información, oportunamente ofrecida y admitida, se incorpora legalmente
al juicio. Sólo ellos pueden valorarse en la sentencia definitiva. Medio de prueba es el
procedimiento formal establecido por la ley tendiente a lograr el ingreso del elemento de

131
a.- Principios generales de la prueba; b.- Oportunidad y ofrecimiento de los medios probatorios.
prueba en el proceso (ej. elemento de prueba es la testimonial y medio de prueba el testigo
declarando en juicio).
El procedimiento probatorio designa la forma y oportunidad en que deben desarrollarse los
diversos actos referidos a la acreditación de los hechos.
Órgano de prueba, en tanto, es el sujeto que porta un elemento de prueba y lo transmite al
proceso. Su función es la de intermediario entre la prueba y el juez.
2. Sistema probatorio:
Todos los hechos y circunstancias pertinentes para la adecuada solución del caso sometido
a enjuiciamiento podrán ser probados por cualquier medio producido e incorporado en
conformidad a la ley (art. 295).
Existe libertad de medios y libertad para apreciar el valor de la prueba. Con todo, el
legislador ha señalado límites racionales: respeto de los principios de la lógica
(permanentes e invariables), las máximas de la experiencia (contingentes y variables en el
tiempo y lugar) y los conocimientos científicamente afianzados (art. 297).
3. El objeto de la prueba:
Es aquello sobre lo cual debe o puede recaer la prueba. Debe recaer sobre los hechos objeto
de la imputación (faz objetiva), sobre la participación punible del acusado (faz subjetiva) y
demás circunstancias jurídicas relevantes (ej. modificatorias de responsabilidad penal), sea
para justificarlas o para desvirtuarlas.
Se excluye el derecho, los hechos públicos, notorios o generalmente conocidos (art. 276) y
aquellos otros que han sido objeto de una convención probatoria (hechos no
controvertidos).
Son objeto de prueba los hechos relevantes, pertinentes, principales o directamente
importantes, esto es, aquellos cuya demostración influye en la decisión de la causa, que
constituyen la condición o el presupuesto para la verificación de los efectos jurídicos
previstos por la norma penal.
Los hechos secundarios, llamados también indicios, adquieren significado cuando de ellos
se puede extraer algún argumento acerca de la verdad o falsedad de un enunciado sobre un
hecho principal; sirven de base a una presunción, aunque sólo tengan una relación remota
con el hecho objeto del proceso (método inferencial).
Los hechos sobre credibilidad de la prueba sirven para valorar la fiabilidad de un medio de
prueba, permiten extraer una conclusión de la calidad de un elemento probatorio.
4. Carga o peso de la prueba:
El acusador debe justificar ante el tribunal, más allá de toda duda razonable, los hechos
objeto de la imputación y sus circunstancias. Si no lo hace, el acusado debe ser absuelto.
Excepcionalmente, cuando se alegue por la defensa una teoría del caso alternativa, le
corresponderá a esta justificar tales aseveraciones.
La prueba civil de la acción civil se rige por las reglas civiles.
5. Momentos de la actividad probatoria:
La actividad probatoria se desarrolla por un conjunto de actos destinados a obtener la
incorporación de los elementos de prueba al proceso, que se desarrolla en cuatro momentos:
a) La proposición de la prueba.
b) La admisión de la prueba.
c) La rendición de la prueba.
d) La valoración de la prueba.
6. Redacción del texto definitivo de la sentencia:
Clausurado el debate, el tribunal pasa a deliberar en privado acerca de si alcanzaron la
convicción que se requiere sobre la comisión del hecho punible y la participación del
imputado, en base a la prueba aportada en el juicio (art. 339).
Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgare adquiriere, más
allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se hubiere cometido el hecho
punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido al acusado una
participación culpable y penada por la ley (art. 340).
Concluida la deliberación, los jueces deben redactar y leer la resolución absolutoria o
condenatoria, por cada uno de los delitos imputados, indicando respecto de cada uno de
ellos los fundamentos para arribar a dicha conclusión. Si es absolutorio, el tribunal debe
disponer el alzamiento de las medidas cautelares y la cancelación de garantías. En caso de
condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias modificatorias de
responsabilidad ajenas al hecho y demás factores relevantes para la determinación y
cumplimiento de la pena, previo debate (art. 343).
Leído el veredicto, el tribunal está facultado para diferir la redacción de la sentencia
definitiva y con ello la determinación de la pena, por un máximo de 5 días, fijando en el
acto la fecha de audiencia de comunicación (art. 344). Si el juicio hubiere durado más de 5
días, el tribunal dispondrá, para la fijación de la audiencia para su comunicación, de un día
adicional por cada 2 de exceso de duración del juicio. El incumplimiento de este plazo
importa una falta disciplinaria grave y eventualmente la nulidad del fallo.
El contenido de la sentencia se encuentra señalado en el art. 342:
a) La mención del tribunal y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y la
de el o los acusadores.
b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la
acusación; en su caso, los daños cuya reparación reclamare en la demanda civil y su
pretensión reparatoria, y las defensas del acusado.
c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias
que se dieren por probados, fueren ellos favorable o desfavorables al acusado, y de
la valoración de los medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones.
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno
de los hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo.
e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno
de los delitos que la acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la
responsabilidad civil de los mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que
hubiere lugar.
f) El pronunciamiento sobre las costas de la causa.
g) La firma de los jueces que la hubieren dictado.
La sentencia condenatoria fijará las penas y se pronunciará sobre la eventual aplicación de
alguna de las penas sustitutivas a la privación o restricción de libertad previstas en la ley. Si
la pena impuesta es temporal, debe expresar con precisión el día desde el cual comenzará a
contarse y fijará el tiempo de abono para su cumplimiento. Para los efectos del descuento se
considerará el tiempo de detención, prisión preventiva y privación de libertad. Debe
disponer, además, el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su restitución,
cuando fuere procedente.
Una vez redactada la sentencia se procederá a darla a conocer en la audiencia fijada al
efecto y desde ese momento se entiende notificada a todas las partes, aun cuando no asistan
a la misma (art. 346).

VII. De los recursos procesales en el procedimiento penal132.


1. Concepto:
Los recursos procesales son un tipo o clase de medio de impugnación a través de los cuales
se pretende un nuevo examen de las cuestiones fácticas o jurídicas resueltas en una
resolución que aun no ha alcanzado firmeza. Se hacen valer dentro del mismo proceso en el
que fue pronunciada la resolución y su objetivo apunta a que dicha resolución sea
modificada o anulada en razón de resultar perjudicial a quien interpone el recurso. Es un
medio de pasar a otro grado de la jurisdicción, sin romper la unidad del proceso.
2. Características del régimen de recursos:
a) Se reconoce el derecho al recurso, pero no se contempla la doble instancia como
regla general.
b) Se entiende que los recursos compatibles con el juicio oral son aquellos que no
buscan alterar los hechos tal cual se han establecido como resultado de las
audiencias, sino que son recursos de derecho, que persiguen controlar la regularidad
del juicio y la corrección de los razonamientos del tribunal.
c) Disminuye el número de recursos en cautela del derecho a ser juzgado en un plazo
razonable, evitando la excesiva dilación de la decisión.
132
a.- Reglas generales; b.- De los recursos de reposición, apelación y hecho; c.- Resoluciones impugnables.
Plazos u oportunidad para interponerlos; d.- De la vista de la causa en el recurso de apelación; e.- Del recurso
de nulidad. Concepto. Causales. Tribunales competentes. Admisibilidad ante el tribunal a quo y ad quem.
d) Se privilegia el control horizontal de las resoluciones judiciales, aquél efectuado por
las partes agraviadas, por sobre el control jerárquico o vertical sobre los jueces.
e) Carácter bilateral de la facultad de recurrir.
3. Elementos de los recursos:
a) Debe existir una resolución impugnable de acuerdo a la ley.
b) Debe existir un tribunal que pronunció la resolución que se trata de impugnar.
c) Debe existir un tribunal que conocerá del recurso, que puede ser el mismo tribunal
que dictó la resolución u otro diverso.
d) Debe existir una parte litigante o interviniente que se sienta agraviada por la
resolución judicial y que la impugna.
e) Debe existir una nueva resolución judicial que enmienda, invalida o confirma la
resolución recurrida.
4. Reglas generales:
Los recursos se regulan en el Libro III. El Título II se refiere al recurso de reposición, el
Título III al recurso de apelación y el Título IV al recurso de nulidad. Se aplican
supletoriamente las disposiciones generales sobre recursos contenidas en el Título I.
Supletoriamente a las anteriores, se le aplican, por remisión del art. 361, las reglas sobre el
juicio oral contenidas en el Título III del Libro II.
4.1. Facultad de recurrir: Sólo pueden recurrir en contra de las resoluciones judiciales el
MP y los demás intervinientes agraviados por ellas (art. 352).
4.2. Cómputo de los plazos: Se rige por las normas generales (arts. 14 a 18). Se trata de
plazos de días corridos, fatales e improrrogables.
En el caso específico del recurso contra de la decisión de un juicio oral celebrado en una
localidad diferente al lugar de asiento del tribunal, el art. 353 dispone que el plazo legal se
aumentará conforme a la tabla de emplazamiento del art. 259 CPC.
4.3. Renuncia y desistimiento de los recursos: Los recursos pueden renunciarse
expresamente, una vez notificada la resolución contra la cual procedieren (art. 354).
La renuncia consiste en la manifestación de voluntad de la parte en el sentido de no hacer
uso de un recurso procesal. En el proceso penal no se admite la renuncia anticipada,
permitiendo únicamente tal acto de disposición una vez dictada y notificada la resolución
judicial.
Una vez interpuesto el recurso, el recurrente puede desistirse de él antes de su resolución
(art. 354 inc. 2°).
Tanto la renuncia como el desistimiento del recurso producen el efecto de dejar a firme la
resolución judicial de que se trata.
Tratándose del defensor, se requiere mandato expreso del imputado para la renuncia o
desistimiento de los recursos.
4.4. Efecto de la interposición de los recursos: La interposición de un recurso no
suspende la ejecución de la decisión impugnada, a menos que se trate de una sentencia
definitiva condenatoria o que la ley disponga expresamente lo contrario (art. 355).
La regla general es que los recursos no produzcan el efecto suspensivo, salvo:
a) El recurso deducido contra una sentencia definitiva condenatoria. Lo resuelto en la
condena no puede ejecutarse sino hasta que la sentencia alcance el carácter de firme
o ejecutoriada.
b) Cuando la ley disponga expresamente que la concesión del recurso suspende los
efectos de la resolución impugnada (ej. prisión preventiva en el caso del art. 149
bis).
4.5. Vista de las causas: Se trata de un procedimiento común establecido para todos
aquellos recursos que son conocidos por un tribunal de alzada, que requieren vista previa.
Las reglas comunes que se siguen están establecidas en los arts. 356 a 359, y son las
siguientes:
a) La vista de la causa se efectúa en audiencia pública.
b) Sólo la ausencia del recurrente da lugar al abandono del recurso, si falta el recurrido
se procede en su ausencia.
c) La audiencia se inicia con el anuncio.
d) Sin previa relación se da la palabra al recurrente para que exponga los fundamentos
del recurso y sus peticiones concretas.
e) Se da la palabra a la parte recurrida.
f) El tribunal concede la palabra a todas las partes para aclaraciones respecto de los
hechos o argumentos vertidos en el debate.
g) En el recurso de nulidad puede producirse prueba sobre las circunstancias que
constituyen la causal invocada, siempre que se hubiere ofrecido oportunamente.
h) En cualquier momento, los miembros del tribunal pueden hacer preguntas o pedir
profundización en la argumentación, o que ésta se refiera a algún aspecto específico.
i) Concluido el debate, el tribunal pronuncia sentencia de inmediato o en un día y hora
que dará a conocer en el acto.
4.6. Competencia del tribunal de alzada:
4.6.1. Regla general, las peticiones son el límite de la competencia: El tribunal que
conociere de un recurso sólo podrá pronunciarse sobre las solicitudes formuladas por los
recurrentes, quedándole vedado extender el efecto de su decisión a cuestiones no planteadas
por ellos o más allá de los límites de lo solicitado (art. 360). Entonces, la competencia del
tribunal de alzada queda determinada y limitada a lo que fue materia del recurso.
Se prohíbe la reformatio in peius, que tiene lugar cuando el recurrente, en virtud de su
propio recurso, ve empeorada o agravada la situación jurídica creada o declarada en la
resolución impugnada.
4.6.2. Excepciones: Existen situaciones especiales en que el tribunal de alzada puede
exceder la competencia otorgada por los recurrentes, por expresa disposición de la ley y
siempre a favor de los imputados, a saber:
a) La decisión favorable a uno de los imputados aprovecha a los demás, aun cuando no
hubieren recurrido, salvo que sus fundamentos fueren exclusivamente personales
del recurrente, lo que el tribunal debe declarar expresamente (art. 360).
b) La facultad oficiosa de la Corte para acoger un recurso de nulidad deducido a favor
del imputado, por un motivo distinto al invocado por el recurrente, tratándose de los
motivos absolutos de nulidad contemplados en el art. 374 (art. 379).
5. Recurso de reposición
5.1. Concepto: Es un medio de impugnación de que disponen los intervinientes agraviados
que tiene por objeto obtener del mismo tribunal que dictó una sentencia interlocutoria, auto
o decreto que lo modifique o lo deje sin efecto en la parte que le resulta agraviante.
5.2. Resoluciones dictadas fuera de audiencia: Son susceptibles del recurso de reposición
todas las sentencias interlocutorias, autos y decretos (art. 362). El plazo de interposición es
de 3 días corridos, fatal e improrrogable. El recurso debe interponerse por escrito y debe ser
fundado.
No tiene efecto suspensivo, a menos que contra la misma resolución proceda apelación y
ésta tenga efecto suspensivo. Si procediendo a la vez apelación, ésta no se interpone
subsidiariamente, se entiende renunciado este recurso.
Por regla general el tribunal debe resolver de plano la reposición, excepcionalmente oirá a
los demás intervinientes en razón de la complejidad del asunto.
5.3. Resoluciones dictadas en audiencia: Son susceptibles del recurso las sentencias
interlocutorias, autos y decretos que no hubieren sido precedidas de debate, en cuyo caso el
recurso debe promoverse verbalmente tan pronto se dicten (art. 363). Si habido debate
previo, el recurso es improcedente. La tramitación y resolución del recurso se efectúa
verbalmente, de inmediato.
El art. 290 declara inadmisibles todo tipo de recursos en contra de las resoluciones que
recayeran en incidentes promovidos en el transcurso de la audiencia de juicio oral. Con
todo, podría caber el recurso de reposición en contra de los decretos, que no activan la
excepción por no recaer sobre incidentes.
En la impugnación de resoluciones dictadas en audiencias orales a través de la reposición,
no cabe la apelación subsidiaria, ya que la interposición de este último recurso debe hacerse
siempre por escrito (art. 367).
6. Recurso de apelación:
6.1. Concepto: Es un medio de impugnación de que disponen los intervinientes que tiene
por objeto obtener del tribunal superior respectivo que, previo análisis de los aspectos de
hecho y jurídicos, enmiende con arreglo a derecho la resolución del inferior que estima
agraviante, en aquellos casos que la ley señala expresamente.
6.2. Características:
a) Es un recurso extraordinario, pues sólo procede contra resoluciones que dicta el JG
en los casos expresamente previstos por la ley, declarándose la improcedencia de la
apelación contra las resoluciones que dicta el TOP.
b) Es un recurso de enmienda, que se interpone ante el mismo tribunal que dictó la
resolución impugnada, para que la conozca y falle el tribunal superior jerárquico.
c) Constituye la segunda instancia.
d) Es una facultad procesal renunciable.
6.3. Resoluciones apelables: Son inapelables las resoluciones pronunciadas por un tribunal
oral colegiado. Sólo son apelables las resoluciones pronunciadas por un JG en los casos que
expresa y determinadamente dispone la ley en el art. 370:
a) Cuando pongan término al procedimiento, hagan imposible su prosecución o lo
suspendan por más de 30 días. Hacen excepción a esta regla las sentencias
definitivas dictadas por el JG en el procedimiento simplificado y en el
procedimiento por delito de acción privada.
b) Cuando la ley lo señale expresamente.
La ley concede expresamente el recurso de apelación en contra de las siguientes
resoluciones dictadas por el juez de garantía:
a) La que declara inadmisible la querella (art. 115).
b) La que declara el abandono de la querella (art. 120).
c) La que niega la orden de detención solicitada por el MP (art. 127).
d) La que declara la ilegalidad de la detención tratándose de los delitos indicados en el
art. 132 bis.
e) La que ordena, mantiene, niega lugar o revoca la prisión preventiva cuando ha sido
decretada en audiencia (art. 149).
f) La que ordena, mantiene, niega lugar o revoca una medida cautelar del art. 155.
g) La que niega o da lugar a una medida cautelar real (art. 158).
h) La que se pronuncia sobre la suspensión condicional del procedimiento (art. 237).
i) La que decreta el sobreseimiento definitivo por no haber comparecido el fiscal a la
audiencia de cierre de la investigación o haberse negado a declararla cerrada
encontrándose vencido el plazo para hacerlo (art. 247).
j) La que decreta el sobreseimiento temporal o definitivo (art. 253).
k) La que niega el sobreseimiento definitivo pedido por la defensa (art. 93 letra f).
l) La que recae en las excepciones de incompetencia del juez de garantía, litis
pendencia y falta de autorización para proceder criminalmente (art. 271).
m) El auto de apertura de juicio oral, sólo cuando lo interponga el MP por exclusión de
pruebas en el caso del inciso 3° del art. 276 (art. 277).
n) La sentencia definitiva dictada por el JG en el procedimiento abreviado (art. 414).
Por otro lado, se concede apelación en contra de la parte de la sentencia definitiva relativa a
las penas sustitutivas dictada por el TOP.
6.4. Plazo e interposición de la apelación: El recurso debe interponerse por el
interviniente agraviado ante el tribunal que dictó la resolución, por escrito, dentro de los 5
días siguientes a la notificación. Debe ser fundada y contener peticiones concretas (art.
367).
En principio, no existe posibilidad de apelar verbalmente en las audiencias orales, salvo el
caso previsto en el art. 149 inc. 2°.
6.5. Efectos de la apelación: La regla general es que el recurso se conceda en el solo
efecto devolutivo (art. 368), a menos que la ley señale expresamente lo contrario.
Excepcionalmente se contemplan los siguientes casos de apelación que se deben conceder
en ambos efectos:
a) La apelación del auto de apertura de juicio oral por el MP, cuando se le ha excluido
prueba por ilicitud (art. 277).
b) La apelación de la sentencia definitiva en el procedimiento abreviado (art. 414).
c) La apelación verbal interpuesta por el persecutor penal en la audiencia donde se
rechace, sustituya o revoque la prisión preventiva, conforme al art. 149 inc. 2°.
Se ha sostenido la improcedencia de la orden de no innovar, opinión que se funda en el art.
355 que establece que la interposición de un recurso no suspenderá la ejecución de la
decisión, salvo que se impugnare una sentencia definitiva condenatoria o que la ley
dispusiere expresamente lo contrario. En consecuencia, sólo podría solicitarse orden de no
innovar en aquellos casos en que la ley lo autoriza expresamente.
Otros consideran que debe entenderse aplicable, supletoriamente, el art. 192, que permite al
tribunal de alzada, a petición del apelante y por resolución fundada, dictar una orden de no
innovar. Esta es la tesis que han adoptado la mayoría de las Cortes de Apelaciones.
6.6. Adhesión a la apelación: La adhesión a la apelación, esto es, que el apelado pida la
reforma de la resolución impugnada en la parte que la estima gravosa, es procedente toda
vez que no se encuentra prohibida y, por el contrario, está expresamente reconocida para el
recurso de nulidad.
La adhesión a la apelación es la revisión de la resolución agraviante, que solicita la parte
que no interpuso originalmente recurso de apelación, solicitando su revocación o enmienda
en lo que a ella resulta desfavorable.
En cuanto a la oportunidad para adherirse, ante la ausencia de norma expresa se aplica
analógicamente el art. 382 que respecto de la adhesión al recurso de nulidad concede a los
otros intervinientes el plazo de 5 días contado desde el ingreso del recurso a la Corte.
6.7. Tramitación: El recurso de apelación está sujeto a un doble trámite de admisibilidad:
primero ante el tribunal a quo, y luego, ante el tribunal ad quem. Esto no se encuentra
contemplado en una norma expresa, pero se concluye de una interpretación sistemática de
las normas generales de procedimiento, por aplicación supletoria de las normas del CPC, y
porque carecería de sentido exigir requisitos de interposición sin que se verificara su
cumplimiento. Además el recurso de hecho contempla como hipótesis la denegación del
recurso por parte del JG.
6.7.1. Tramitación ante el tribunal a quo: El escrito se presenta ante el mismo tribunal
que dictó la resolución que se impugna (art. 365). Este tribunal efectuará un control de
admisibilidad formal relativo a si el recurso se interpuso en contra de una resolución
impugnable por esta vía, dentro de plazo, con fundamentos y peticiones concretas.
Si el tribunal estima que el recurso no cumple con las exigencias formales lo declarará
inadmisible. Por el contrario, si considera que cumple con todas ellas, concederá el recurso,
en el solo efecto devolutivo o en ambos efectos según lo indique la ley, para ante el tribunal
superior jerárquico correspondiente, normalmente la Corte de Apelaciones respectiva,
remitiéndole copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes que fueren pertinentes
para un acabado pronunciamiento sobre el recurso (art. 371).
Si se deniega un recurso de apelación que debió haberse concedido, se concede en forma
errónea en cuanto a los efectos del recurso o se concede uno improcedente, la parte
agraviada con esa resolución puede interponer el recurso de hecho (art. 369).
La resolución que concede el recurso debe ser notificada en forma legal, por el estado
diario o de alguna de las formas especiales que prevé el CPP, tales como fax o correo
electrónico.
El emplazamiento para la segunda instancia se compone de esta notificación, de la
notificación de la resolución del tribunal de alzada que fija el día y la hora para la vista de
la audiencia en que será visto el recurso de apelación, y por la vista misma el día y hora
fijados.
Además, a partir de la notificación de la resolución del tribunal de primera instancia que se
pronuncia concediendo o denegando el recurso de apelación interpuesto comienza a correr
el plazo de 3 días para interponer el recurso de hecho.
6.7.2. Tramitación ante el tribunal ad quem:
a) Ingreso del recurso: Se procederá al ingreso de los antecedentes por la unidad
respectiva, asignación del número de rol a la causa.
b) Control de admisibilidad: El tribunal debe controlar los mismos aspectos formales
controlados por el tribunal de primera instancia. Si encuentra mérito para considerar
inadmisible o extemporáneo el recurso, debe declararlo así desde luego o, si tiene dudas,
convocar a una audiencia de debate sobre este punto; si por el contrario, estima que el
recurso es admisible, debe fijar día y hora para la celebración de la audiencia de vista del
recurso.
La resolución que declara inadmisible el recurso de apelación es susceptible del recurso de
reposición.
c) Trámites previos a la vista:
 Notificación por el estado diario de la resolución que fija el día y hora en que será
visto el recurso.
 Inclusión de la causa en tabla.
 La instalación del tribunal.
d) Vista del recurso: Debe hacerse en una audiencia pública (no se verá jamás en cuenta).
La falta de comparecencia de uno o más recurrentes genera la declaración de abandono del
recurso respecto de los ausentes y la incomparecencia de uno o más de los recurridos
permite proceder a la vista en su ausencia.
La vista se inicia con el anuncio, tras el cual, sin mediar relación se da la palabra a los
intervinientes presentes (art. 358). Primero se otorga la palabra a el o los recurrentes para
que expongan los fundamentos del recurso, así como las peticiones concretas que formulan;
a continuación, se oye a los recurridos y finalmente se vuelve a ofrecer la palabra a todas
las partes para que efectúen las aclaraciones que estimen respecto de los hechos o de los
argumentos vertidos en el debate.
La ley faculta a los miembros del tribunal para que, en cualquier momento del debate,
formulen preguntas a los representantes de las partes o pedirles que profundicen su
argumentación o la refieran a algún aspecto específico de la cuestión debatida.
No está prevista la posibilidad de rendir prueba.
e) Fallo del recurso: Concluido el debate, el tribunal pronunciará sentencia de inmediato o,
si no fuere posible, en un día y hora que dará a conocer a los intervinientes en la misma
audiencia. La sentencia será redactada por el miembro del tribunal colegiado que éste
designare y el voto disidente o la prevención, por su autor (art. 358).
Si el fallo no se emite de inmediato, el plazo que el tribunal de alzada tiene para
pronunciarlo es de 5 días, por aplicación supletoria del art. 344.
La decisión de la apelación puede confirmar la resolución de primer grado, quedando ésta
sin alteraciones, puede modificarla, en cuyo caso se habla de confirmación con declaración,
o puede revocarla, mutando totalmente el sentido de la resolución impugnada.
El tribunal ad quem al momento de decidir sólo puede pronunciarse sobre las solicitudes
formuladas por los recurrentes, o adherentes en su caso, quedándole prohibido extender el
efecto de su decisión a cuestiones no planteadas por éstos o más allá de los límites de lo
solicitado (art. 360).
7. Recurso de hecho:
7.1. Concepto: Es aquel medio de impugnación que la ley concede a las partes cuando el
tribunal inferior al conceder o denegar una apelación comete errores que causen agravio a
dichas partes y que deben ser enmendados por el tribunal superior (art. 369).
7.2. Causales de procedencia: El recurso de hecho sirve para impugnar la resolución
pronunciada por el tribunal de primera instancia al proveer el escrito de apelación, cuando
se ha incurrido en alguno de los siguientes errores (art. 369):
a) No concede un recurso de apelación que legalmente es procedente (verdadero
recurso de hecho).
b) Concede un recurso de apelación que no es procedente de acuerdo a la ley.
c) Concede un recurso de apelación en el solo efecto devolutivo, debiendo haberlo
concedido en ambos efectos.
d) Concede un recurso de apelación en ambos efectos, debiendo haberlo concedido en
el solo efecto devolutivo.
En estos tres últimos casos nos encontramos en presencia del llamado falso recurso de
hecho.
7.3. Tramitación: Debe interponerse en el plazo de 3 días ante el tribunal de alzada, para
que resuelva si ha lugar o no al recurso y cuáles debieren ser sus efectos. El tribunal de
alzada puede solicitar al juez copia de la resolución y de los antecedentes necesarios para el
pronunciamiento y luego fallará en cuenta. Si se acoge el recurso de hecho propiamente tal
(o verdadero recurso de hecho), el tribunal de alzada retendrá los antecedentes o los
recabará, para pronunciarse sobre la apelación.
8. Recurso de nulidad:
8.1. Concepto: Es un recurso extraordinario que se interpone por la parte agraviada por una
sentencia definitiva dictada en procedimiento ordinario, simplificado o de acción penal
privada, ante el tribunal que la dictó, con el objeto de que el superior jerárquico que sea
competente, en conformidad a la ley, invalide el juicio oral y la sentencia, o solamente esta
última, cuando en la tramitación del juicio o en el pronunciamiento de la sentencia se
hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución o
por los tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentran vigentes o cuando,
en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho
que hubiere influido en lo dispositivo del fallo.
8.2. Características:
a) Es un recurso extraordinario, pues procede sólo en contra de determinadas
resoluciones judiciales y para su interposición se requiere la concurrencia de una
causal expresamente señalada en la ley.
b) Se interpone ante el mismo tribunal que dictó la resolución y debe ser conocido por
el tribunal superior jerárquico que corresponda.
c) Da lugar a una revisión que está restringida a las causales de nulidad invocadas, las
que permiten la invalidación del juicio oral y la sentencia, o solamente de esta
última, según corresponda.
d) Se encuentran legitimados activamente todos los intervinientes, incluso la víctima
que no ha intervenido en el procedimiento.
e) Se rige por las reglas especiales contenidas en el Título IV del Libro III, artículos
364 y siguientes, por las reglas generales relativas a los recursos contempladas en el
Título I, supletoriamente por las reglas sobre el juicio oral contenidas en el Título
III del Libro II, y finalmente, por las normas comunes a todo procedimiento del
CPC.
f) Son susceptibles de este recurso las sentencias definitivas dictadas en juicio oral y
las dictadas en los juicios orales especiales de competencia del JG.
g) Es un recurso de derecho estricto, porque deben cumplirse una serie de
formalidades en su interposición y tramitación, so pena de inadmisibilidad.
h) No constituye instancia, puesto que el tribunal que conoce del recurso de nulidad no
revisa todas las cuestiones de hecho y de derecho comprendidas en el juicio, sino
que su competencia se limita a la causal que se hubiere invocado en la interposición.
i) El tribunal ad quem no puede alterar los hechos establecidos por el tribunal del
fondo.
8.3. Tribunales que intervienen: Se interpone directamente ante el tribunal que dictó la
sentencia impugnada, esto es, un TOP, un JG (en los procedimientos simplificados y de
acción penal privada) o un Ministro de la Corte Suprema, en el caso de la extradición
pasiva.
En cuanto al tribunal ad quem, que debe conocer y resolver el recurso, la regla general es
que sea conocido por la Corte de Apelaciones. Excepcionalmente la Corte Suprema será el
tribunal para conocer el recurso de nulidad, en los siguientes casos:
a) En la causal genérica de la letra a) del art. 373.
b) En la causal genérica de la letra b) del art. 373, siempre que respecto de la materia
de derecho objeto del recurso existieren distintas interpretaciones sostenidas en
diversos fallos emanados de tribunales superiores (art. 376).
c) En el conocimiento de las causales anteriores, puede conocer de otras causales en
que se hubiere fundado el recurso y cuyo conocimiento sería normalmente
competencia de la Corte de Apelaciones.
Corresponde el conocimiento del recurso de nulidad a la Corte de Apelaciones en los
siguientes casos:
a) Cuando el recurso se funda en la causal de la letra b) del art. 373.
b) Cuando se funda en alguno de los motivos absolutos de nulidad del art. 374.
8.4. Legitimado activo: Pueden recurrir el MP y los demás intervinientes agraviados por
una resolución judicial (art. 352).
8.4.1. Requisitos que deben concurrir en el recurrente:
a) Ser interviniente en el proceso penal. Los intervinientes son el Fiscal, el imputado,
el defensor, la víctima y el querellante (art. 12).
b) Haber sufrido un agravio con la dictación de la sentencia impugnada.
c) Haber experimentado un perjuicio con el vicio en que se funda el recurso,
consistente en la privación de algún beneficio o facultad procesal dentro del
procedimiento o con la infracción del derecho en que se incurre en la sentencia. El
art. 375 señala que no causan nulidad los errores de la sentencia recurrida que no
influyeren en su parte dispositiva. Excepcionalmente no se exige demostrar el
perjuicio cuando nos encontramos ante los motivos absolutos de nulidad
establecidos en el art. 374.
d) En su caso, el recurrente debe haber reclamado del vicio que lo afecta ejerciendo
oportunamente y en todos sus grados los recursos que establece la ley (preparación
del recurso). Se exige cuando la infracción invocada como motivo del recurso se
refiere a una ley que regula el procedimiento. No tiene lugar esta exigencia en los
casos del art. 374, cuando la ley no admita recurso alguno contra la resolución,
cuando este hubiere tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la sentencia, ni
cuando el vicio o defecto hubiere llegado al conocimiento de la parte después de
pronunciada la sentencia (art. 377).
8.4.2. El acusador como titular del recurso: Algunas opiniones cuestionan la facultad del
MP de impugnar sentencias absolutorias. Sin embargo, en nuestro ordenamiento no existe
ningún antecedente que permita concluir que el derecho a recurrir corresponda sólo al
imputado, el derecho al recurso es una prerrogativa de todas las partes puesto que debe
integrarse como garantía del debido proceso.
También se cuestiona que el MP sea titular del recurso respecto de algunas causales.
Claramente las causales de las letras c), f) y g) operan a favor del imputado y su defensa, de
modo que el MP no se encuentra legitimado para invocarlas. En cambio, no se divisan
obstáculos para que pueda aducir el resto de los motivos, cuyos supuestos fácticos operan
en perjuicio de ambas partes, siendo un legítimo titular del recurso.
La discusión se centra en la causal genérica de la letra a) del art. 373, relativa a la
vulneración de garantías fundamentales. La jurisprudencia ha sido vacilante. Para algunos,
teniendo en cuenta que las garantías se le conceden al imputado en contra del Estado, sólo
él puede recurrir por esta causal, sin que lo pueda hacer el MP, ya que importaría que el
Estado obtiene provecho de sus propias infracciones constitucionales. En contra, se
argumenta que el legislador ha reconocido al MP la calidad de interviniente con todas sus
consecuencias procesales y que el proceso penal está informado por el principio de
igualdad.
8.5. El agravio: Para tener derecho al recurso no basta con ser interviniente en el proceso,
sino que es preciso, además, el gravamen o agravio. En general, se entiende por gravamen
el perjuicio derivado del pronunciamiento de una resolución judicial. Además, los vicios
que autorizan el recurso de nulidad deben estar presentes en la parte resolutiva de la
sentencia o al menos incidir en ella (art. 375).
8.6. Plazo para interponer el recurso: Es de 10 días contados desde la notificación de la
sentencia definitiva (art. 372). Si el juicio oral se efectuó en una localidad fuera del asiento
del tribunal, el plazo se aumentará conforme a la tabla de emplazamiento prevista en el
artículo 259 del CPC (art. 353).
8.7. Resoluciones impugnables: Solo procede en contra de las resoluciones respecto de las
cuales concurran los siguientes requisitos copulativos:
a) Debe tratarse de una sentencia definitiva.
b) Dicha sentencia definitiva debe haberse pronunciado en el juicio oral ante el
tribunal colegiado, en el juicio oral simplificado o en un procedimiento de acción
penal privada.
c) También procede el recurso, sólo por ciertas causales, en contra de la sentencia
pronunciada por un Ministro de la Corte Suprema conociendo del procedimiento
sobre extradición pasiva.
d) Excepcionalmente, no será impugnable la sentencia definitiva que se hubiere
dictado en un segundo juicio, realizado con motivo de haberse acogido un recurso
de nulidad, a menos que el recurso se interpusiere a favor del acusado respecto de
un fallo condenatorio y en el juicio anterior anulado se hubiere dictado sentencia
absolutoria (art. 387).
8.8. Causales del recurso: Estos motivos de nulidad cumplen una doble función: son
requisitos de admisibilidad del recurso y constituyen un mecanismo delimitador del ámbito
de competencia del tribunal ad quem.
8.8.1. Causales genéricas: Son aquellas en que el legislador contempla en forma general el
vicio, correspondiendo al recurrente especificar éste y demostrar que él se subsume dentro
de la causal al interponer el recurso.
Art. 373 CPP.- Causales del recurso. Procederá la declaración de nulidad del juicio oral y
de la sentencia:
a) Cuando, en la cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la
sentencia, se hubieren infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por
la Constitución o por los tratados internacionales ratificados por Chile que se
encuentren vigentes:
Se busca proteger todos los derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los
tratados internacionales. La protección incide en derechos del imputado y de terceros, y las
garantías comprometidas por la investigación no sólo son de orden judicial, sino que
incluyen libertades individuales de alcance más amplio, como ocurre, por ejemplo, con el
derecho a la privacidad.
La infracción de derechos y garantías debe haber sido sustancial, supone que la infracción
sea de tal entidad que comprometa los aspectos esenciales de la garantía. Para que la
infracción sustancial de derechos o garantías pueda servir de fundamento a un recurso de
nulidad, debe haber ocasionado a los intervinientes un perjuicio reparable sólo con la
declaración de nulidad, que existirá cuando la inobservancia de las formas procesales atenta
contra las posibilidades de actuación de cualquiera de los intervinientes en el
procedimiento.
La exigencia en análisis debe ser interpretada en el sentido de influencia en lo dispositivo
del fallo.
b) Cuando, en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea
aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo:
A través de esta causal únicamente pueden denunciarse vicios cometidos en el juzgamiento
jurídico del caso en la sentencia, sea en la interpretación de la ley o en la subsunción
jurídica.
Algunas hipótesis de errónea interpretación o aplicación del derecho son:
 Cuando existe una contravención formal del texto de la ley.
 Cuando se vulnera el verdadero sentido y alcance de una norma jurídica que sirvió
de base y fundamento para la dictación de una sentencia.
 Cuando existe una falsa aplicación de la ley, situación que se verificará cuando el
juzgador deja de aplicar una norma jurídica, cuando resulta evidentemente
pertinente su aplicación.
Además se exige que ese error haya influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. No
causan nulidad los errores de la sentencia recurrida que no influyeren en su parte
dispositiva, sin perjuicio de lo cual la Corte podrá corregir los que advirtiere durante el
conocimiento del recurso (art. 375).
Sólo en el caso que el recurso de nulidad se funde en esta causal genérica podrá invalidarse
únicamente la sentencia y ello ocurrirá si la causal invocada no se refiriere a formalidades
del juicio, ni a los hechos y circunstancias que se hubieren dado por probados, sino que se
debiere a alguna de las siguientes situaciones (art. 385):
 Que el fallo califique de delito un hecho que la ley no considere tal.
 Que se aplique una pena y no procediere aplicar pena alguna.
 Que se imponga una pena superior a la que legalmente corresponda.
Estas tres hipótesis ceden siempre a favor del acusado recurrente, el acusador no tiene
posibilidad de solicitar únicamente la nulidad de la sentencia y la dictación de una de
reemplazo, al estimar que la pena impuesta en la sentencia definitiva es inferior a la que
corresponde en derecho.
8.8.2. Causales genéricas: Se encuentran enunciadas en el art. 374 y se conocen como
motivos absolutos de nulidad. En estas hipótesis no cabe entrar a discutir si la infracción es
sustancial o no, esto es, si afecta o no la garantía en sus aspectos esenciales y si influye o no
en lo dispositivo del fallo.
Respecto de ellas corresponde al recurrente sólo señalar el vicio en que se incurrió en el
procedimiento o en la dictación de la sentencia y mencionar la letra específica del precepto
legal que concede el recurso, sin que sea necesario señalar y demostrar cómo el vicio la ha
afectado esencialmente sus derechos y garantías, por haberse presumido éste por parte del
legislador al contemplarlos como motivos absolutos de nulidad.
Tampoco están sujetos a la carga de preparar el recurso.
Estos motivos absolutos tienen el efecto de anular la sentencia y el juicio, a menos que los
errores de que se trata no tengan influencia en la parte dispositiva del fallo, en cuyo caso el
tribunal ad quem puede corregir aquellos que advierta al conocer del recurso (art. 375).
Art. 374 CPP.- Motivos absolutos de nulidad. El juicio y la sentencia serán siempre
anulados:
a) Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un tribunal incompetente, o no
integrado por los jueces designados por la ley; cuando hubiere sido pronunciada por
un juez de garantía o con la concurrencia de un juez de tribunal de juicio oral en lo
penal legalmente implicado, o cuya recusación estuviere pendiente o hubiere sido
declarada por tribunal competente; y cuando hubiere sido acordada por un menor
número de votos o pronunciada por menor número de jueces que el requerido por la
ley, o con concurrencia de jueces que no hubieren asistido al juicio:
En cuanto a la incompetencia del tribunal, se refiere únicamente a la incompetencia
absoluta, pues existe una norma que determina la preclusión de la facultad para alegar la
incompetencia relativa (art. 74). Entonces, la no reclamación oportuna por las partes de la
incompetencia relativa genera una prórroga tácita.
En cuanto a la incompetencia absoluta, el factor cuantía, determinado por la pena que el
delito lleva consigo, juega un rol importante, ya que puede determinar el procedimiento
aplicable y, con ello, el tribunal competente para conocer del juicio. Así el conocimiento
del procedimiento simplificado y monitorio (ciertos simples delitos y las faltas penales)
corresponde a los JG, otro tanto ocurre con el procedimiento abreviado.
Cuando la sentencia hubiere sido pronunciada por un tribunal integrado de una forma no
legal es sólo es aplicable al Tribunal Oral, pero deben entenderse ampliada a los JG en
casos de infracción de las normas de subrogación.
En cuanto al quorum requerido en los tribunales de juicio oral en lo penal, funcionan en una
o más salas integradas por 3 de sus miembros y sus decisiones sólo pueden ser adoptadas
por los jueces que han asistido a la totalidad de la audiencia del juicio oral, por mayoría de
votos.
b) Cuando la audiencia del juicio oral hubiere tenido lugar en ausencia de alguna de
las personas cuya presencia continuada exigen, bajo sanción de nulidad, los arts. 284 y
286:
La presencia del Fiscal en juicio en su calidad de persecutor penal y sostenedor de la
acusación es indispensable, de modo que su ausencia impide iniciar válidamente el litigio.
La presencia del acusado y del defensor durante todo el juicio es también condición de
validez del mismo.
c) Cuando al defensor se le hubiere impedido ejercer las facultades que la ley le
otorga:
El defensor puede ejercer todos los derechos que la ley reconoce al imputado, a menos que
expresamente se reserve su ejercicio a este último en forma personal (art. 104). Algunas de
estas facultades son:
 Ser informado de manera clara, precisa y oportuna de los hechos que se imputan a
su defendido.
 Exponer los argumentos de defensa que considere necesarios.
 Producir la prueba, oportunamente ofrecida y aceptada, tendiente a justificar sus
argumentos.
 Solicitar la reducción y exclusión de la prueba ofrecida por la contraparte.
 Refutar y contraexaminar la prueba de la acusación.
 Oponerse a la incorporación de prueba en forma distinta a la señalada en la ley.
 Comunicarse libremente con el acusado.
En el evento de que lo afectado sea el derecho a una defensa técnica del imputado, deberá
invocarse la causal genérica del artículo 373 letra a).
d) Cuando en el juicio oral hubieren sido violadas las disposiciones establecidas por la
ley sobre publicidad y continuidad del juicio:
Por un imperativo de transparencia y responsabilidad la audiencia de juicio oral es pública,
el tribunal no puede impedir el acceso de personas a la sala de audiencias salvo excepciones
(ej. el tribunal puede restringir la publicidad, a petición de parte y por resolución fundada,
con el fin de proteger la intimidad, el honor o la seguridad de cualquiera persona que
debiera tomar parte en el juicio).
El principio de continuidad exige que el debate no sea interrumpido, pudiendo prolongarse
en sesiones sucesivas hasta su conclusión. Los recesos que naturalmente se decretan en el
desenvolvimiento de la audiencia no afectan este principio. Las suspensiones de audiencias
deben obedecer a motivos de absoluta necesidad y pueden decretarse hasta por 2 veces.
e) Cuando, en la sentencia, se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en el
artículo 342, letras c), d) o e):
Esto es, la exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias
que se dieren por probados, sean éstos favorables o desfavorables, y de la valoración de la
prueba en que fundan sus conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297; la
exposición de las razones legales o doctrinales que sirvieron para calificar jurídicamente
cada uno de los hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo; y contener la decisión de
absolución o condena respecto de cada uno de los acusados por cada uno de los delitos que
la acusación les hubiere atribuido; la decisión sobre la responsabilidad civil de los mismos
y el monto de las indemnizaciones a que hubiere lugar.
El análisis en cuestión puede traer como consecuencia la determinación de una errónea
apreciación de la prueba rendida que justifica la realización de un nuevo juicio. El tribunal
de alzada debe valorar la valoración probatoria efectuada por el tribunal del fondo, pero no
puede valorar directamente la prueba, sustituyendo a los jueces que estuvieron presentes en
el juicio.
Se incurre en la causal de nulidad que se revisa al incumplir el tribunal con el requisito
específico de la sentencia, vale decir, omitir una exposición clara, lógica y completa de la
valoración de la prueba. Dicho de otra manera, concurre el vicio anotado si no existe tal
exposición o si, existiendo, ella es oscura, ilógica e incompleta. Lo mismo ocurre si los
razonamientos empleados contrarían los conocimientos científicamente afianzados, las
máximas de la experiencia y las reglas de la lógica formal.
La decisión del asunto controvertido es también una exigencia de validez de la sentencia,
para cumplir cabalmente esta obligación los jueces deben hacerse cargo de todas las
imputaciones específicas contenidas en la acusación oficial y, en su caso, en la acusación
particular. Si la sentencia es condenatoria debe indicar lógicamente las sanciones que se le
imponen al acusado, sean ellas principales o accesorias, corporales, pecuniarias o
restrictivas de derechos. En segundo lugar, el tribunal debe pronunciarse sobre la
responsabilidad civil reclamada respecto del acusado.
f) Cuando la sentencia se hubiere dictado con infracción de lo prescrito en el art. 341:
No hay proceso sin acusación y ésta ha de ser formulada por una persona distinta de quien
ha de juzgar. Acusación y sentencia están sujetas al principio de la congruencia, que supone
y exige una correlación o adecuación entre ambas. El juzgador no puede resolver más que
sobre el objeto del proceso propuesto por el acusador y respecto de la persona que ha sido
acusada.
El contenido material del juicio, deviene intangible y se fija con la formalización de la
investigación y la acusación. Por ello, al tribunal le está vedado en la sentencia
condenatoria exceder el contenido fáctico de la acusación, pudiendo sólo abarcar a los
hechos y personas incluidas en el libelo acusatorio, que, a su vez, debe ser congruente con
la formalización.
De lo contrario nos encontramos frente a una situación de ultra o extrapetita, alcanzando la
decisión aspectos que quedan fuera del objeto del juzgamiento que tuvieron en vista las
partes.
Distinta es la situación en lo relativo al juzgamiento jurídico, pues el tribunal puede dar a
los hechos una calificación jurídica distinta o apreciar la concurrencia de agravantes no
incluidas en la imputación siempre que hubiere advertido a los intervinientes durante la
audiencia.
g) Cuando la sentencia hubiere sido dictada en oposición a otra sentencia criminal
pasada en autoridad de cosa juzgada:
La garantía comprometida en este caso es la inadmisibilidad de la persecución penal
múltiple. La posibilidad de aplicar las reglas de la triple identidad al proceso penal ha sido
descartada. No existe propiamente una pretensión. La determinación del objeto del proceso
penal tiene un componente personal y uno material. Respecto del personal, sólo importa la
persona del acusado siendo indiferente quien sea el acusador y, no cabe referirse a
identidad legal sino a identidad física. Respecto del presupuesto material, el objeto del
proceso viene singularizado por la causa de pedir que equivale a un hecho enjuiciable
determinado en la acusación.
La Corte Suprema exige para que opere la cosa juzgada, identidad de acusados y de hechos
punibles.
8.9. Preparación del recurso de nulidad: Consiste en la reclamación que debe haber
efectuado el interviniente que lo entabla, respecto del vicio del procedimiento que invoca al
interponerlo, ejerciendo oportunamente los medios establecidos por la ley.
Para que se entienda que se ha preparado adecuadamente el recurso de nulidad es menester
(art. 377):
a) Que se haya reclamado previamente del vicio de procedimiento que constituye la
causal.
b) Que el reclamo del vicio se haya verificado ejerciendo oportunamente los medios
establecidos en la ley.
c) La reclamación del vicio debe ser efectuada por la parte que interpone el recurso de
nulidad.
Como se trata de un requisito de admisibilidad del recurso de nulidad, si falta la
preparación el medio de impugnación no puede ser admitido a tramitación, lo que será
declarado por el tribunal ad quem en cuenta.
Existen casos en que no es necesario preparar el recurso, en general, no es necesario cuando
la infracción invocada no se refiera a una ley que regula el procedimiento. Sin embargo, a
pesar de que el vicio incide en una infracción de una norma ordenatoria litis, tampoco es
necesario preparar el recurso de nulidad en los siguientes casos:
a) Cuando se tratare de alguna de las causales del recurso de nulidad del art. 374.
b) Cuando la ley no admite recurso alguno contra la resolución que contuviere el vicio
o defecto que se invoca como causal en el recurso de nulidad.
c) Cuando el vicio o defecto haya tenido lugar en el pronunciamiento mismo de la
sentencia.
d) Cuando el vicio o defecto haya llegado al conocimiento de la parte después de
pronunciada la sentencia.
8.10. Forma de interponer el recurso: Debe interponerse por escrito dentro del plazo
legal y debe reunir los siguientes requisitos:
a) Requisitos comunes a todo escrito.
b) Debe mencionar expresamente el vicio o defecto en que se funda, el agravio
causado si se invocan las causales genéricas y la ley que concede el recurso de
nulidad por dicha causal.
c) Debe consignar los fundamentos de las diversas causales que se hubieren hecho
valer y contener las peticiones concretas que se someten al fallo del tribunal.
d) Debe señalarse la forma en que se ha preparado el recurso de nulidad o las razones
por las cuales su preparación no es necesaria.
e) Debe ofrecerse la prueba respecto de los hechos referentes a la causal invocada.
Cuando se trate de la causal prevista en el art. 373 letra b) y el recurrente sostuviere que su
conocimiento corresponde a la Corte Suprema, deberá además, indicar en forma precisa los
fallos en que se hubiere sostenido las distintas interpretaciones que invocare y acompañar
copias de las sentencias o de las publicaciones que se hubieren efectuado del texto íntegro
de las mismas.
8.11. Tramitación del recurso:
8.11.1. Examen de admisibilidad por el tribunal a quo: El control que realiza este
tribunal sólo dice relación con el hecho de que la resolución sea impugnable por esta vía y
se haya interpuesto dentro de plazo. La resolución que declare la inadmisibilidad del
recurso de nulidad es susceptible de reposición dentro de tercero día (art. 380). Declarado
admisible y concedido el recurso el tribunal remitirá a la Corte copia de la sentencia
definitiva, el registro del juicio y del escrito de interposición (art. 381).
8.11.2. Examen de admisibilidad por el tribunal ad quem:
a) Ingreso del recurso: Ingresado el recurso se le asignará un rol específico a través del
sistema informático. A contar de este trámite comienza a correr para los recurridos el plazo
de 5 días para realizar actuaciones previas al control de admisibilidad.
b) Actuaciones previas al control de admisibilidad: Se abre un plazo de 5 días para que
las partes recurridas soliciten se declare su inadmisibilidad, se adhieran a él o le formulen
observaciones por escrito (art. 382).
i. Solicitud de inadmisibilidad: La parte recurrida solicita por escrito al tribunal de alzada
la declaración de inadmisibilidad del recurso de nulidad interpuesto. Podrá ser resuelta de
plano, o bien, oyendo previamente al recurrente (art. 220). Nada impide que su resolución
quede diferida para la sentencia.
ii. Adhesión al recurso: Todo interviniente agraviado por la sentencia está legitimado para
adherirse al recurso, con tal que haya resultado vencido, a lo menos parcialmente. El
fundamento de la adhesión es precisamente permitir a quien no recurrió originalmente,
interponer un recurso de nulidad, mientras se está tramitando el recurso de la otra parte.
La eventual inadmisibilidad del recurso principal ante el tribunal superior no afecta a la
adhesión, en la medida que ésta cumpla con los presupuestos y requisitos que la hacen
procedente.
El escrito debe cumplir los mismos requisitos formales que el recurso de nulidad.
iii. Formulación de observaciones: Se refieren a la posibilidad de plantear las alegaciones
que se estimen pertinentes y que estén dirigidas a la desestimación del recurso, haciéndose
cargo de cada uno de los hechos, motivos y argumentos planteados por el recurrente. Su
omisión no conlleva consecuencia jurídica alguna.
c) Control de admisibilidad: Transcurrido el plazo de 5 días, el tribunal ad quem se
pronuncia en cuenta sobre la admisibilidad del recurso, analizando al efecto la
impugnabilidad de la resolución, el plazo, la fundamentación de hecho y de derecho, las
peticiones concretas y la preparación del recurso si correspondiere (art. 383). No se prevé la
posibilidad de control de los presupuestos de la legitimación para recurrir y el gravamen.
De modo que, estos elementos deben ser considerados como cuestiones que habrán de ser
decididas en la sentencia de nulidad.
Si el tribunal de alzada estima que no se cumple con alguno de los requisitos antes
señalados, declarará inadmisible el recurso, resolución que es susceptible de reposición (art.
362).
Si al analizar la admisibilidad la Corte Suprema estima que no se dan los supuestos legales
de su intervención y que el tribunal competente es la Corte de Apelaciones respectiva, debe
abstenerse de pronunciarse y remitirá el recurso a dicha Corte.
d) Vista del recurso: Declarado admisible el recurso y pasados los antecedentes al
Presidente de la Corte, se procede a la inclusión de la causa en la tabla, fijándose día para la
celebración de una audiencia pública. La audiencia pública sólo puede ser suspendida en
casos excepcionales, y que se desarrolla sin previa relación, a través de un debate
contradictorio. Si no comparece el recurrente se declarará abandonado el recurso (art. 358).
La audiencia se inicia con el anuncio que viene seguido de inmediato del otorgamiento de
la palabra al o los recurrentes para que expongan los fundamentos del recurso así como las
peticiones concretas que formularen. Asimismo, se procederá a recibir la prueba ofrecida
por el recurrente (de acuerdo a las reglas del juicio oral). Luego se concede la palabra a los
recurridos y, finalmente, se vuelve a ofrecer la palabra a todas las partes para que formulen
aclaraciones respecto de los hechos o argumentos vertidos en el debate.
e) Fallo del recurso: El art. 384 dispone que el tribunal debe fallar el recurso de nulidad
dentro de los 20 días siguientes a la fecha en que hubiere terminado de conocer de él. En la
misma audiencia se dará a conocer a los intervinientes el día y hora en que la sentencia será
leída. La comunicación de la decisión consistirá en la lectura de su parte resolutiva o de una
breve síntesis de la misma.
La sentencia que recae en el recurso de nulidad debe contener:
 La exposición de los fundamentos que sirvieron de base a la decisión.
 Pronunciamiento sobre las cuestiones controvertidas, a menos que se acogiere el
recurso, en cuyo caso puede limitarse a la causal o causales que le hubieren sido
suficientes.
 Declaración sobre si es nulo o no el juicio oral y la sentencia, o si solamente es nula
la sentencia.
 Pronunciamiento sobre el pago de las costas.
8.12. Efectos del fallo que acoge el recurso:
8.12.1. Invalidación del juicio y la sentencia: La declaración de nulidad del juicio y la
sentencia opera cuando se ha acogido el recurso fundado en la causal de la letra a) del art.
373, en alguno de los motivos absolutos de nulidad contemplados en el art. 374, y en las
hipótesis de errónea aplicación del derecho del art. 373 letra b), no previstas en el artículo
385.
En este evento, la Corte determinará el estado en que hubiere de quedar el procedimiento y
ordenará la remisión de los antecedentes al tribunal no inhabilitado que corresponda para la
realización del nuevo juicio (art. 386). En realidad se trata del mismo tribunal pero con una
composición diferente de jueces.
Tratándose de la causal prevista en la letra a) del art. 373, en el caso de prueba ilícita, la
única forma de dejar indemne los derechos del imputado es anular lo decidido en la etapa
intermedia, eliminando del auto de apertura las pruebas obtenidas con vulneración de
garantías fundamentales; otro tanto sucede con la hipótesis del defensor que no es abogado,
en cuyo caso parece necesario invalidar todas las actuaciones relevantes en las que este
participó, incluso de la etapa de investigación, por ejemplo una audiencia de formalización,
en cuyo caso debemos retrotraernos a esa fase del procedimiento.
8.12.2. Invalidación únicamente de la sentencia: El tribunal ad quem debe invalidar
solamente la sentencia, conforme a lo previsto en el art. 385, si la causal de nulidad no se
refiriere a formalidades del juicio ni a los hechos y circunstancias que se hubieren dado por
probados, sino se debiere a que el fallo hubiere calificado de delito un hecho que la ley no
considerare tal, aplicado una pena cuando no procediere aplicar pena alguna, o impuesto
una superior a la que legalmente correspondiere. En este caso, el tribunal pronuncia una
nueva sentencia.
La sentencia de reemplazo reproducirá las consideraciones de hecho, los fundamentos de
derecho y las decisiones de la resolución anulada, que no se refieran a los puntos que
hubieren sido objeto del recurso o que fueren incompatibles con la resolución recaída en él,
tal como se hubieren dado por establecidos en el fallo recurrido.
8.13. Improcedencia de recursos en su contra: La resolución que falla el recurso de
nulidad no es susceptible de recurso alguno, sin perjuicio de la revisión de la sentencia
condenatoria firme (art. 387). Tampoco será susceptible de recurso alguno la sentencia que
se dictare en el nuevo juicio realizado como consecuencia de la resolución que hubiere
acogido el recurso de nulidad. No obstante, si la sentencia fuere condenatoria y la que se
hubiere anulado hubiese sido absolutoria, procederá el recurso de nulidad a favor del
acusado, conforme a las reglas generales.
En la práctica se discute acerca de la procedencia del recurso de queja en contra de esta
sentencia de nulidad. Normalmente, la sala penal de la Corte Suprema declara inadmisibles
tales recursos; sin embargo, en forma excepcional los ha admitido a tramitación.

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