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Competencia lectora

PAES
forma: 4040534
INSTRUCCIONES

1.- Esta prueba contiene 16 preguntas. Todas las preguntas son de 4 opciones de respuesta
(A, B, C y D). Solo una de las opciones es correcta.

2.- Completa todos los datos solicitados en la hoja de respuestas, de acuerdo con las instruc-
ciones contenidas en esa hoja, porque estos son de tu exclusiva responsabilidad.
Cualquier omisión o error en ellos impedirá que se entreguen tus resultados. Se te dará
tiempo para completar esos datos antes de comenzar la prueba.

3.- Dispones de 0 horas y 37 minutos para responder las 16 preguntas.

4.- Las respuestas a las preguntas se marcan en la hoja de respuestas que se te entregó.
Marca tu respuesta en la fila de celdillas que corresponda al número de la pregunta
que estás contestando. Ennegrece completamente la celdilla, tratando de no salirte
de sus márgenes. Hazlo exclusivamente con lápiz de grafito Nº2 o portaminas HB.

5.- No se descuenta puntaje por respuestas erradas.

6.- Puedes usar este folleto como borrador, pero no olvides traspasar oportunamente
tus respuestas a la hoja de respuestas. Ten presente que para la evaluación se
considerarán exclusivamente las respuestas marcadas en dicha hoja.

7.- Cuida la hoja de respuestas. No la dobles. No la manipules innecesariamente.


Escribe en ella solo los datos pedidos y las respuestas. Evita borrar para no deteriorarla.
Si lo haces, límpiala de los residuos de goma.

8.- Recuerda que está prohibido copiar, fotografiar, publicar y reproducir total o parcial-
mente, por cualquier medio, las preguntas de esta prueba.

9.- Tampoco se permite el uso de teléfono celular, calculadora o cualquier otro dispositivo
electrónico durante la rendición de la prueba.

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Texto 1

Un paseo en coche

Doña Mercedes llamó a Daniel, el mayor de sus cinco nietos, y le dijo que el motor
del Dodge había empezado a hacer ruidos raros y que prefería que fuera él quien
hablara con el hombre del taller.

—¿Ruidos raros? A mí me parece que suena igual de bien que siempre. ¡Escucha,
abuela! ¡Qué sinfonía! —dijo Daniel mientras asomaba la cabeza por la ventani-
lla del Dodge y con gestos de director de orquesta marcaba la cadencia de los
acelerones—. ¡Brum! ¡Brum, brum! ¡Bruuum!

—Sube, abuela —añadió—. Nos vamos a dar una vuelta.

—¿Una vuelta? ¿Ahora?

—Tenemos que asegurarnos de que todo está bien, ¿no?

Doña Mercedes tardó cinco minutos en cambiarse de chaqueta y de calzado.

Daniel era un apasionado de las motos y los coches, y más de una vez le había
pedido el auto a su abuela para irse de excursión con sus amigos. Un automóvil así,
aunque a esas alturas fuera una reliquia del pasado, siempre provocaba comentarios
de admiración.

Llevaban las ventanillas abiertas, y el ruido del aire les obligaba a alzar la voz.
Daniel indicó la aguja de la gasolina, que señalaba la reserva.

—¿Y esto?

La abuela se encogió de hombros.

Unos kilómetros más adelante vieron el letrero de una gasolinera, pero el coche
pasó de largo. La mujer miró en silencio a su nieto, que encendió la radio. Sonó el
estribillo de una canción que había estado de moda durante el verano, y Daniel lo
tarareó en un inglés chapurreado. Cuando llegó el solo de guitarra, soltó temeraria-
mente el volante para hacer en el aire un punteo imaginario. Doña Mercedes emitió
un gritito y se llevó las manos a las sienes, pero lo hizo como jugando, igual que lo
habría hecho ante un niño que la apuntara con una pistola de plástico. Nuevamente
tuvieron a la vista el letrero de una gasolinera. Daniel se colocó en el carril lento
para tomar el desvío, pero pasó de largo otra vez.

—¡Yuuuju! —gritó Daniel, acelerando.

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—¡Habrase visto! —protestó su abuela, y él se echó a reír.

Avanzaban ligeros entre el tráfico escaso, dejando atrás autobuses y camiones. De


repente, el motor empezó a dar sacudidas y el vehículo a perder velocidad. Daniel
apagó la música y se volvió hacia su abuela con una mueca de alarma.

—¡Ay, ay, que me parece que vas a tener que empujar. . . !

Doña Mercedes soltó un bufido:

—¡Dejamos pasar dos gasolineras y ahora. . . ! —Enseguida comprendió que era


otra de las bromas de su nieto—. ¿Cuándo crecerás, Daniel? ¿Cuándo dejarás de
comportarte como un niño?

El otro, malicioso, le guiñó un ojo.

—Abuelita, abuelita. . .

—¡No me llames así! ¡Soy tu abuela, no tu abuelita!

El ruido del motor recuperó la regularidad. Daniel, intentando contener la risa,


miraba a su abuela de reojo.

—¡Y deja de mirarme con esa cara!

—Ahora me vas a decir que soy igual que el abuelo Pepe.

—Pero es que no eres igual.

Su expresión se relajó por fin.

—No —siguió la abuela—. Tú eres mejor: más guapo, más simpático.

Pararon en la siguiente gasolinera. La abuela le alargó un par de billetes.

Para volver a la casa habrían tenido que voltear, pasados unos kilómetros, por
el desvío hacia el aeropuerto. El coche, sin embargo, siguió en dirección al centro.

—¿Dónde me llevas?

La llevaba a una tienda de fotografía llamada Foto Studio Tempo. Subió el Dodge a
la acera en la esquina de Fernando el Católico con Bretón y la ayudó a salir. Luego
la tomó del brazo y la acompañó hasta el escaparate, en el que se exhibían retratos
de parejas de recién casados y niños vestidos de primera comunión. Había también

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varias fotos de bebés y, mezclada con ellas, una de una niña de unos cinco años.

—¿Ahora qué dices? —preguntó Daniel—. ¿Es o no es?

—¡Entre tu hermano Jacinto y tú me van a volver loca!

—Bueno, ¿qué? ¿Se me parece o no?

Doña Mercedes se acercó al escaparate hasta casi rozar el cristal con la nariz.
Los ojos, desde luego, eran del mismo color castaño, y esa barbilla y esa frente
recordaban las del pequeño Daniel de veinte años antes. Pero esa boquita. . .

— En la familia nunca había habido labios así— dijo la abuela.

—Tampoco pelirrojos y mira a Elías.

—Y esas orejas. . .

—Algo tendrá de la madre, digo yo.

—Está bien. Me has convencido. ¿Sabes lo que voy a hacer? Voy a entrar aquí
y preguntar cómo se llama la niña, quién es, dónde vive. . . Voy a hablar con su
madre para aclararlo todo.

Daniel dio un salto.

—¡Ni se te ocurra! ¿No te he dicho que ya dijo que no era mía?

—Bueno, pues que me lo diga a mí, porque el parecido es evidente. —Señaló la


entrada y añadió, muy seria—: Aparta. Déjame pasar.

Daniel, tenso, no se movió. Su voz sonó suplicante y quebradiza: ¿no le acaba-


ba de decir que esa niña no tenía nada que ver con él?, ¿que se lo había inventado
todo? Él nunca había conocido a la madre. . . Era una mentira, una broma.

—Esta niña no es de tu sangre, Daniel: es de nuestra sangre. Y la familia es lo


más importante.

—Pero ¿por qué te empeñas? —la interrumpió él—. Abuela, escúchame bien: no es
mi hija. ¿Me entiendes? No lo es.

Doña Mercedes le miró fijamente a los ojos y luego sacudió la cabeza con lenti-
tud.

—Aparta, Daniel.

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Desde la calle Daniel solo podía ver un extremo del mostrador y la puertecita
que daba acceso al laboratorio. Vio al dueño del negocio entrar y salir por esa
puerta. Un par de minutos después, lo vio acompañar a su abuela hasta la salida.
Doña Mercedes llevaba un trozo de papel en la mano. El hombre, muy serio, dedicó
a Daniel un movimiento de cabeza que él interpretó como un reproche.

El semáforo de la plaza de San Francisco los hizo parar, y la anciana le entregó


el papel. Había, en efecto, una dirección anotada.

—¿Me vas a decir qué es esto?

—A ver si de una vez sientas cabeza. . . —dijo su abuela—. En toda la ciudad


no hay mejor restaurante para un banquete de bodas.

Daniel seguía sin comprender. Ahora fue ella la que guiñó un ojo:

—Es lo que me ha dicho el fotógrafo.

Entonces la abuela se echó a reír. Era la suya una risa sorda, hecha de peque-
ños espasmos que solo al final estallaban en un hipido brevísimo. Tardó un buen
rato en poder pronunciar una frase completa.

Daniel resopló y permaneció atento a la conducción. Luego expulsó todo el aire


de golpe y se permitió una sonrisa.

—Qué ingenuo eres, Danielito, pero qué ingenuo. . .

Ignacio Martínez de Pisón, La buena reputación. Seix Barral (2014), pp. 4-8
(fragmento adaptado).

1.- Doña Mercedes llamó a Daniel porque


A) vivía cerca.
B) sabía de autos.
C) quería pasear con él.
D) era su nieto favorito.

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2.- ¿Quién es Pepe?
A) El hermano de Elías
B) El hombre del taller
C) El abuelo de Daniel
D) El fotógrafo

3.- ¿Cuál es el tono que el autor utiliza en su relato?


A) Despreocupado, ya que presenta una conversación familiar cotidiana.
B) Ocurrente, ya que presenta una perspectiva novedosa de una familia.
C) Introspectivo, ya que indaga en los sentimientos de los personajes.
D) Misterioso, ya que da a conocer solo ciertos detalles de lo ocurrido.

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Texto 2

“Fue como descender sobre otro planeta”: qué encontraron los


primeros científicos en bajar hasta los 8.000 metros de profundidad de
la fosa de Atacama

Durante años, los oceanógrafos chilenos Osvaldo Ulloa y Rubén Escribano se ha-
bían imaginado en sus conversaciones cómo sería el paisaje alienígena de la fosa
de Atacama, esa impresionante hendedura que cae a más de 8.000 metros de pro-
fundidad frente a las costas de Chile y Perú y que ningún ser humano había visto
directamente.

Ulloa y Escribano, director y subdirector, respectivamente, del Instituto Milenio


de Oceanografía en la Universidad de Concepción, en Chile, se habían resignado a
estudiar la fosa desde la superficie.

Junto con su equipo, habían mapeado por primera vez parte de la topografía de
la fosa. Durante la Expedición Atacamex en 2018, habían tomado algunas fotos,
videos, muestras de agua y ADN de las extrañas criaturas que habitan el fondo de
este inframundo.

Dado que llegar hasta esas ultraprofundidades es técnicamente más o menos co-
mo ir a la Luna, soñar con ser testigos presenciales de su objeto de estudio nunca
fue una opción. . . hasta ahora.

Ambos científicos descendieron al lugar la pasada semana con la expedición del


explorador estadounidense Víctor Vescovo, quien en 2019 se convirtió en la primera
persona en visitar los cinco puntos más profundos de los cinco océanos piloteando
un sumergible especialmente construido para ese propósito.

Ulloa, Escribano y Vescovo son los primeros seres humanos en descender a la fosa
de Atacama.

Cada uno de los dos viajes duró un total de diez horas, para lo cual los acua-
nautas tuvieron literalmente que deshidratarse la noche anterior, llevar ropa de
abrigo y asegurarse de empacar un emparedado.

En dos inmersiones separadas, Ulloa primero y Escribano después abordaron junto


con Vescovo una pequeñísima esfera de titanio cubierta por un grueso revestimiento
protector de espuma sintética, construida por Triton Submarines en la Florida.

Bautizado como el Limiting Factor, en honor a las novelas de ficción de Iain Banks,
el sumergible es la maravilla tecnológica que está abriendo en forma rutinaria las
puertas a la exploración de la llamada zona hadal de los océanos, es decir, todo lo

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que hay por debajo de los 6.000 metros.

“Esta fue la aventura de mi vida y una cúspide en mi carrera como investiga-


dor en ciencias del mar”, dijo a BBC Mundo Ulloa, de 60 años, minutos después
de esa inmersión y ya sobre el buque nodriza Pressure Drop.

“El interior de la esfera es gris oscuro, tiene dos cómodas sillas, y está recubierto con
tanques de oxígeno e interruptores para toda la electrónica. En la parte inferior hay
tres ventanas ojo de buey que permiten la vista del fondo marino. Me impresionó
la suavidad de la travesía, y el silencio, solo interrumpido por las comunicaciones
con la superficie”.

El descenso al punto más profundo de la fosa —8.069 metros, según los mapas
que se habían hecho el día anterior— les tomó tres horas y media. Ulloa imaginó
que se iba a aburrir, pero, entre momentos de conversación con Vescovo, terminaron
escuchando música.

Ulloa puso una canción del cantautor chileno Manuel García haciendo dúo con
Mon Laferte, y le mostró a Vescovo fotos de sus hijos, que viven en Suecia. A su
vez, Vescovo escogió Tequila Sunrise, del grupo The Eagles, y le habló de sus moti-
vaciones para terminar explorando las profundidades. Luego, entre risas, decidieron
que al regreso tendrían tiempo de ver un trozo de la serie española El Cid. Y así fue.

En algún momento durante el descenso comieron la mitad de sus emparedados:


de atún para Vescovo y de ensalada de huevo para Ulloa.

Una vez en el fondo, Vescovo maniobró la nave sobrevolando un terreno asombroso


de valles, crestas y otras formaciones rocosas que arrojarán importante información
en cuanto a la geología característica de esta región del planeta.

“Nos llamó la atención también la gran cantidad de holoturias, una especie de


pepino marino que se ha hallado en otras fosas, pero que aquí estaban presentes
con gran abundancia”, dice Ulloa.

“Pero si hay algo que yo, como microbiólogo, quería en esta expedición era en-
contrar tapices de colonias de microbios. Y, por eso, verlos con mis propios ojos fue
algo extraordinario, la confirmación por primera vez de su existencia en la fosa de
Atacama y a más de 8.000 metros”.

Gusanos arquitectos de ciudades

Para Rubén Escribano, de 64 años, la experiencia, dos días después, fue igual-
mente intensa.

Puesto que su interés es la fauna, Vescovo descendió únicamente hasta los 7.330

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metros, explorando el talud oriental de la fosa en busca de más abundancia de or-
ganismos.

Encontraron criaturas inesperadas para tales profundidades, como corales de agua


fría y una solitaria estrella de mar. También pudieron observar animales presentes
en mayores cantidades que en cualquier otra fosa estudiada hasta ahora, incluyendo
gusanos poliquetos, crustáceos anfípodos y otros seres hadales que apenas ahora se
comienzan a estudiar.

“A mí me dijeron que teníamos que estudiar la fosa, pero no me dijeron que te-
níamos que ir a ella”, bromeó Escribano tan pronto salió del sumergible y puso los
pies en cubierta.

“Fue algo mágico; como descender sobre otro planeta y ver las estructuras construi-
das por estos seres. Imaginé que eran ciudades pequeñitas hechas por los gusanos
y crustáceos que hacen caminos en el sedimento”.

La Expedición Atacama Hadal también realizó mapas de alta resolución de va-


rios trechos de la fosa de Atacama, que con 5.900 kilómetros de extensión es una
de las grietas más largas de las profundidades oceánicas, una estructura formidable
que nace donde la placa de Nazca se hunde bajo la placa de Suramérica, lo que
causa los terremotos y tsunamis que azotan a esta región.

Los mapas serán claves para determinar el lugar óptimo donde instalar los sensores
de un futuro proyecto para establecer el primer sistema de observación anclado en el
océano profundo, un titánico esfuerzo en ciernes de la comunidad científica chilena.

Estudiar cómo cambian en el tiempo las condiciones físicas, geoquímicas y bio-


lógicas presentes en la zona aportaría la base científica que podrá utilizarse para
observar eventualmente los efectos del cambio climático en las altas profundidades
y comprender mejor los procesos que causan los grandes terremotos y tsunamis en
la región.

“Hemos tenido un acceso único hacia dar un salto a la ciencia oceanográfica chilena,
y confío en que este logro va a inspirar a las nuevas generaciones”, dijo Ulloa.

Por su parte, Vescovo dice estar comprometido con el esfuerzo de continuar carto-
grafiando decenas de miles de kilómetros cuadrados por mes para apoyar la inicia-
tiva GEBCO 2030, que busca completar el mapa de todo el lecho marino para el
año 2030.

Ángela Posada-Swafford, “‘Fue como descender sobre otro planeta’: qué


encontraron los primeros científicos en bajar hasta los 8.000 metros de
profundidad de la fosa de Atacama”. BBC Mundo (28 de enero de 2022)

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(fragmento adaptado).

4.- En el párrafo que inicia con las palabras “Bautizado como el Limiting Factor”, ¿con
qué finalidad se mencionan las novelas de ficción de Iain Banks?
A) Para explicar el origen del nombre dado al sumergible.
B) Para dramatizar la experiencia que vivieron con la inmersión.
C) Para dar cuenta de las preferencias literarias de Ulloa y Escribano.
D) Para explicar cómo se entretuvieron Ulloa y Vescovo durante el viaje.

5.- ¿Cuál de los siguientes enunciados es la idea principal del párrafo que inicia con las
palabras “‘Pero si hay algo que yo, como microbiólogo’ ”?
A) Ulloa tenía como propósito encontrar colonias de microbios en la fosa.
B) Ulloa confirmó la existencia de colonias de microbios en la fosa de Atacama.
C) Las colonias de microbios encontrados en la fosa de Atacama parecían tapices.
D) Las colonias de microbios pueden vivir incluso a 8.000 metros de profundidad.

6.- ¿A partir de qué se organiza la información entregada por el texto?


A) De los testimonios de Ulloa y Escribano.
B) De la comparación entre distintas expediciones.
C) De evidencia científica entregada por los microbiólogos.
D) De las características de los organismos hallados en la fosa.

7.- ¿Qué finalidad tiene la inclusión de las fuentes utilizadas en el texto?


A) Conceder proyección al contenido del texto.
B) Aportar en la organización de los datos del texto.
C) Proporcionar vigencia a las explicaciones del texto.
D) Contribuir a la claridad del tema expuesto en el texto.

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8.- Osvaldo Ulloa indica que, de la inmersión en el sumergible Limiting Factor, se sintió
impresionado por la
A) grandiosa vista del fondo marino.
B) suavidad y el silencio de la travesía.
C) velocidad con la que hicieron el trayecto.
D) música y las series que amenizaron el viaje.

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Texto 3

¿Qué está faltando en la enseñanza de la lectura?

Los niños no están leyendo. Esa es una de las mayores preocupaciones que fa-
milias y docentes han expresado desde que tenemos memoria. ¿Qué tan cierta es
esta aseveración? ¿Qué grietas podemos encontrar en este argumento que a estas
alturas se asemeja más a un mantra? En Estados Unidos, solo el 20 % de los ado-
lescentes reporta leer libros, revistas o periódicos diariamente por entretenimiento,
pero el otro 80 % consume contenido de redes sociales, según sostiene la Asociación
Americana de Psicología.

En Inglaterra, 65 % de los niños de 5 a 15 años usan sitios o aplicaciones de redes


sociales. En Colombia, de acuerdo con una encuesta publicada por el Departamen-
to Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), el 70,4 % de los colombianos
mayores de cinco años leyeron en plataformas digitales en el último año, y el 64 %
lo hicieron a través de redes sociales o servicios de mensajería.

No es si leen o no, es lo que están leyendo

Podríamos argumentar, entonces, que los niños y jóvenes sí están leyendo, pero
¿cuál es la calidad de lo que leen? ¿Están desarrollando las habilidades y herra-
mientas cognitivas que se supone que la lectura otorga? Entre los beneficios de
la lectura están el entendimiento del lenguaje, el vocabulario, la construcción de
oraciones, la coherencia, el pensamiento crítico, la comprensión, la memoria, la ima-
ginación, la apertura y tolerancia a puntos de vista e ideas diferentes, entre muchas
otras más que necesitaríamos otro texto completo para abordar. ¿Qué tantas de
estas facultades se entrenan leyendo publicaciones de Facebook y Twitter, o blogs
e historias en Reddit?

Si bien este es un tema infraestudiado, vale la pena abrir una conversación so-
bre el valor de este tipo de lectura, además de la manera en la que el Internet y el
contenido digital está cambiando la forma en que niños y jóvenes aprenden y leen.
En un contexto en el que todo tipo de información circula en todo momento y es de
fácil acceso, podemos hablar de una democratización de contenidos, pero también
de una sobreexposición a los mismos. Lo anterior dificulta la lectura profunda, que
es de donde se desprende el aprendizaje de las habilidades recién mencionadas. En
otras publicaciones, he hablado también sobre el manejo de información en redes
sociales, las cámaras de eco y otras prácticas comunicativas que lastiman la cali-
dad de la lectura y disminuyen significativamente su función como recurso didáctico.

Una cuestión de formatos

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Las redes sociales son un espacio muy diverso. Se pueden encontrar aprendizajes
muy valiosos en subforos de Reddit o hilos de Twitter, o material completamen-
te inútil y polarizante en los mismos foros. Un flujo de información tan variante
debería verse caso por caso. Obviamente, no sería posible cubrirlos todos, pero sí
sería plausible realizar un trabajo de curaduría. Tomar una muestra pequeña de lo
que vemos en la red, usarlo como material de estudio, hacer las preguntas correctas
dependiendo del tema que se quiera tratar en clase. ¿Está bien escrita esta publi-
cación? ¿Qué fallas de ortografía podrían detectarse? ¿Cómo se compara con un
pasaje de un libro que trate el mismo tema? ¿La información es falsa, verdadera,
tendenciosa, incompleta? ¿Qué pensamientos y emociones evoca?

Si hablamos de literatura, valioso y útil no es lo mismo. El Quijote es, sin du-


da, una de las obras literarias definitivas del idioma español, pero fallaríamos como
docentes si no entendiéramos que su valor es más apreciativo que funcional. Es ne-
cesario tener una conversación sobre la diferencia entre los libros que nos muestran
lo mejor del español, por un lado, y, por otro lado, los que nos enseñan a pensar
y comunicar efectivamente dentro del español cotidiano. Son estos últimos los que
pertenecen a los programas escolares de nivel básico, medio y medio superior.

En España, 88 estudiantes fueron encuestados sobre su conformidad con el ma-


terial de lectura escogido por sus escuelas y su utilidad para inculcarles el hábito
de la lectura. Jóvenes entre 15 y 18 años mostraron una seria desconexión entre
las obras escogidas para sus instituciones escolares (la mayoría escritas en la época
medieval) y su capacidad de relacionarse con estos contenidos para aprender de
estos. “[. . . ] La selección de los textos con que se pretende enseñar a leer literatura,
aquellos prescritos en los currículos, no suelen ser adecuados a la experiencia vital,
lectora y cultural de los adolescentes. Seguimos siendo rehenes del índice de la his-
toria literaria nacional, en vez de abrirnos a los clásicos universales y a la literatura
juvenil actual de calidad”, comentaron Guadalupe Jover y Rosa Linares, profesoras
de lengua y coautoras del nuevo currículo de Lengua Castellana y Literatura, que
es la norma que regula cómo se aprende y se evalúa la materia en España.

Para inculcar en niños y jóvenes el hábito de la lectura, no basta con escoger libros
con contenido rico en estructura lingüística, vocabulario, ideas, posturas y todos
los demás elementos que hacen una obra aplicable al material didáctico. También
es necesario que las obras se conecten con el alumnado, que la comunicación que
incluyen no esté tan lejos de la que usan los y las jóvenes, que las experiencias que
narran o los temas que manejan sean relacionables. Si, a final de cuentas, la lectura
es una herramienta para entender mejor el mundo, comunicarse y navegarlo, tiene
más sentido que el currículo esté compuesto de obras que reflejen el mundo en el
que los estudiantes viven.

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Sofía García-Bullé, “¿Qué está faltando en la enseñanza de la lectura?”
Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de
Monterrey (13 de abril de 2022) (fragmento adaptado).

9.- ¿Qué opción sintetiza la idea principal de la sección “No es si leen o no, es lo que
están leyendo”?
A) Las cámaras de eco y otras prácticas comunicativas disminuyen la calidad de
la lectura como recurso didáctico.
B) La lectura en plataformas digitales dificulta el desarrollo de habilidades que
se dan gracias a una lectura profunda.
C) La democratización de los contenidos consiste en el fácil acceso a cualquier
tipo de información que circula en la red.
D) Las lecturas que realizan niños y jóvenes actualmente carecen de calidad e
impiden el desarrollo de habilidades básicas.

10.- ¿Qué aspecto le otorga credibilidad a lo expuesto en el texto?


A) La inclusión de datos estadísticos.
B) La presentación de un punto de vista.
C) La utilización de un lenguaje coloquial.
D) La estructura en que se expone la información.

11.- En relación con el texto, ¿qué función cumplen los dos primeros párrafos?
A) Contextualizar los intereses juveniles respecto a la lectura.
B) Exponer el desinterés de niños y jóvenes por la lectura de libros.
C) Describir por qué está fallando la enseñanza de la lectura en los jóvenes.
D) Ilustrar que los niños y jóvenes leen contenidos en plataformas digitales.

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12.- ¿Cuál es el propósito comunicativo del texto anterior?
A) Informar sobre la evolución de la enseñanza de la lectura.
B) Analizar algunos aspectos que influyen en la enseñanza del hábito lector.
C) Aclarar mitos y creencias erradas sobre la lectura en plataformas digitales.
D) Cuestionar la desconexión entre la escuela y los intereses lectores de los jóvenes.

13.- En el segundo párrafo de la sección “Una cuestión de formatos”, el propósito de


mencionar al Quijote es
A) ejemplificar una obra valiosa de la literatura.
B) describir los clásicos de la literatura universal.
C) ilustrar la literatura que muestra lo mejor del idioma español.
D) evidenciar la función que cumple la literatura en la actualidad.

14.- ¿Qué propone la autora para inculcar el hábito de la lectura en niños y jóvenes?
A) Que las lecturas escolares sean escogidas por los estudiantes.
B) Que se incorporen contenidos propios de los medios digitales.
C) Que se empleen libros que muestren lo mejor del idioma español.
D) Que las obras escogidas en la escuela se conecten con el alumnado.

15.- ¿Qué idea se puede inferir a partir de lo expresado en el texto?


A) Que la lectura reporta beneficios que son poco valorados actualmente.
B) Que la comunicación digital implica la difusión de contenidos diversos.
C) Que la escuela debe buscar nuevas maneras de fomentar el hábito de la lectura.
D) Que la literatura juvenil actual de calidad puede reemplazar a los clásicos
universales.

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16.- Según el texto, ¿qué porcentaje de adolescentes en Estados Unidos lee diariamente
libros o revistas por entretenimiento?
A) 20 %
B) 64 %
C) 65 %
D) 80 %

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