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PAES
forma: 4040534
INSTRUCCIONES
1.- Esta prueba contiene 16 preguntas. Todas las preguntas son de 4 opciones de respuesta
(A, B, C y D). Solo una de las opciones es correcta.
2.- Completa todos los datos solicitados en la hoja de respuestas, de acuerdo con las instruc-
ciones contenidas en esa hoja, porque estos son de tu exclusiva responsabilidad.
Cualquier omisión o error en ellos impedirá que se entreguen tus resultados. Se te dará
tiempo para completar esos datos antes de comenzar la prueba.
4.- Las respuestas a las preguntas se marcan en la hoja de respuestas que se te entregó.
Marca tu respuesta en la fila de celdillas que corresponda al número de la pregunta
que estás contestando. Ennegrece completamente la celdilla, tratando de no salirte
de sus márgenes. Hazlo exclusivamente con lápiz de grafito Nº2 o portaminas HB.
6.- Puedes usar este folleto como borrador, pero no olvides traspasar oportunamente
tus respuestas a la hoja de respuestas. Ten presente que para la evaluación se
considerarán exclusivamente las respuestas marcadas en dicha hoja.
8.- Recuerda que está prohibido copiar, fotografiar, publicar y reproducir total o parcial-
mente, por cualquier medio, las preguntas de esta prueba.
9.- Tampoco se permite el uso de teléfono celular, calculadora o cualquier otro dispositivo
electrónico durante la rendición de la prueba.
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Texto 1
Un paseo en coche
Doña Mercedes llamó a Daniel, el mayor de sus cinco nietos, y le dijo que el motor
del Dodge había empezado a hacer ruidos raros y que prefería que fuera él quien
hablara con el hombre del taller.
—¿Ruidos raros? A mí me parece que suena igual de bien que siempre. ¡Escucha,
abuela! ¡Qué sinfonía! —dijo Daniel mientras asomaba la cabeza por la ventani-
lla del Dodge y con gestos de director de orquesta marcaba la cadencia de los
acelerones—. ¡Brum! ¡Brum, brum! ¡Bruuum!
Daniel era un apasionado de las motos y los coches, y más de una vez le había
pedido el auto a su abuela para irse de excursión con sus amigos. Un automóvil así,
aunque a esas alturas fuera una reliquia del pasado, siempre provocaba comentarios
de admiración.
Llevaban las ventanillas abiertas, y el ruido del aire les obligaba a alzar la voz.
Daniel indicó la aguja de la gasolina, que señalaba la reserva.
—¿Y esto?
Unos kilómetros más adelante vieron el letrero de una gasolinera, pero el coche
pasó de largo. La mujer miró en silencio a su nieto, que encendió la radio. Sonó el
estribillo de una canción que había estado de moda durante el verano, y Daniel lo
tarareó en un inglés chapurreado. Cuando llegó el solo de guitarra, soltó temeraria-
mente el volante para hacer en el aire un punteo imaginario. Doña Mercedes emitió
un gritito y se llevó las manos a las sienes, pero lo hizo como jugando, igual que lo
habría hecho ante un niño que la apuntara con una pistola de plástico. Nuevamente
tuvieron a la vista el letrero de una gasolinera. Daniel se colocó en el carril lento
para tomar el desvío, pero pasó de largo otra vez.
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—¡Habrase visto! —protestó su abuela, y él se echó a reír.
—Abuelita, abuelita. . .
Para volver a la casa habrían tenido que voltear, pasados unos kilómetros, por
el desvío hacia el aeropuerto. El coche, sin embargo, siguió en dirección al centro.
—¿Dónde me llevas?
La llevaba a una tienda de fotografía llamada Foto Studio Tempo. Subió el Dodge a
la acera en la esquina de Fernando el Católico con Bretón y la ayudó a salir. Luego
la tomó del brazo y la acompañó hasta el escaparate, en el que se exhibían retratos
de parejas de recién casados y niños vestidos de primera comunión. Había también
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varias fotos de bebés y, mezclada con ellas, una de una niña de unos cinco años.
Doña Mercedes se acercó al escaparate hasta casi rozar el cristal con la nariz.
Los ojos, desde luego, eran del mismo color castaño, y esa barbilla y esa frente
recordaban las del pequeño Daniel de veinte años antes. Pero esa boquita. . .
—Y esas orejas. . .
—Está bien. Me has convencido. ¿Sabes lo que voy a hacer? Voy a entrar aquí
y preguntar cómo se llama la niña, quién es, dónde vive. . . Voy a hablar con su
madre para aclararlo todo.
—Pero ¿por qué te empeñas? —la interrumpió él—. Abuela, escúchame bien: no es
mi hija. ¿Me entiendes? No lo es.
Doña Mercedes le miró fijamente a los ojos y luego sacudió la cabeza con lenti-
tud.
—Aparta, Daniel.
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Desde la calle Daniel solo podía ver un extremo del mostrador y la puertecita
que daba acceso al laboratorio. Vio al dueño del negocio entrar y salir por esa
puerta. Un par de minutos después, lo vio acompañar a su abuela hasta la salida.
Doña Mercedes llevaba un trozo de papel en la mano. El hombre, muy serio, dedicó
a Daniel un movimiento de cabeza que él interpretó como un reproche.
Daniel seguía sin comprender. Ahora fue ella la que guiñó un ojo:
Entonces la abuela se echó a reír. Era la suya una risa sorda, hecha de peque-
ños espasmos que solo al final estallaban en un hipido brevísimo. Tardó un buen
rato en poder pronunciar una frase completa.
Ignacio Martínez de Pisón, La buena reputación. Seix Barral (2014), pp. 4-8
(fragmento adaptado).
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2.- ¿Quién es Pepe?
A) El hermano de Elías
B) El hombre del taller
C) El abuelo de Daniel
D) El fotógrafo
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Texto 2
Durante años, los oceanógrafos chilenos Osvaldo Ulloa y Rubén Escribano se ha-
bían imaginado en sus conversaciones cómo sería el paisaje alienígena de la fosa
de Atacama, esa impresionante hendedura que cae a más de 8.000 metros de pro-
fundidad frente a las costas de Chile y Perú y que ningún ser humano había visto
directamente.
Junto con su equipo, habían mapeado por primera vez parte de la topografía de
la fosa. Durante la Expedición Atacamex en 2018, habían tomado algunas fotos,
videos, muestras de agua y ADN de las extrañas criaturas que habitan el fondo de
este inframundo.
Dado que llegar hasta esas ultraprofundidades es técnicamente más o menos co-
mo ir a la Luna, soñar con ser testigos presenciales de su objeto de estudio nunca
fue una opción. . . hasta ahora.
Ulloa, Escribano y Vescovo son los primeros seres humanos en descender a la fosa
de Atacama.
Cada uno de los dos viajes duró un total de diez horas, para lo cual los acua-
nautas tuvieron literalmente que deshidratarse la noche anterior, llevar ropa de
abrigo y asegurarse de empacar un emparedado.
Bautizado como el Limiting Factor, en honor a las novelas de ficción de Iain Banks,
el sumergible es la maravilla tecnológica que está abriendo en forma rutinaria las
puertas a la exploración de la llamada zona hadal de los océanos, es decir, todo lo
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que hay por debajo de los 6.000 metros.
“El interior de la esfera es gris oscuro, tiene dos cómodas sillas, y está recubierto con
tanques de oxígeno e interruptores para toda la electrónica. En la parte inferior hay
tres ventanas ojo de buey que permiten la vista del fondo marino. Me impresionó
la suavidad de la travesía, y el silencio, solo interrumpido por las comunicaciones
con la superficie”.
El descenso al punto más profundo de la fosa —8.069 metros, según los mapas
que se habían hecho el día anterior— les tomó tres horas y media. Ulloa imaginó
que se iba a aburrir, pero, entre momentos de conversación con Vescovo, terminaron
escuchando música.
Ulloa puso una canción del cantautor chileno Manuel García haciendo dúo con
Mon Laferte, y le mostró a Vescovo fotos de sus hijos, que viven en Suecia. A su
vez, Vescovo escogió Tequila Sunrise, del grupo The Eagles, y le habló de sus moti-
vaciones para terminar explorando las profundidades. Luego, entre risas, decidieron
que al regreso tendrían tiempo de ver un trozo de la serie española El Cid. Y así fue.
“Pero si hay algo que yo, como microbiólogo, quería en esta expedición era en-
contrar tapices de colonias de microbios. Y, por eso, verlos con mis propios ojos fue
algo extraordinario, la confirmación por primera vez de su existencia en la fosa de
Atacama y a más de 8.000 metros”.
Para Rubén Escribano, de 64 años, la experiencia, dos días después, fue igual-
mente intensa.
Puesto que su interés es la fauna, Vescovo descendió únicamente hasta los 7.330
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metros, explorando el talud oriental de la fosa en busca de más abundancia de or-
ganismos.
“A mí me dijeron que teníamos que estudiar la fosa, pero no me dijeron que te-
níamos que ir a ella”, bromeó Escribano tan pronto salió del sumergible y puso los
pies en cubierta.
“Fue algo mágico; como descender sobre otro planeta y ver las estructuras construi-
das por estos seres. Imaginé que eran ciudades pequeñitas hechas por los gusanos
y crustáceos que hacen caminos en el sedimento”.
Los mapas serán claves para determinar el lugar óptimo donde instalar los sensores
de un futuro proyecto para establecer el primer sistema de observación anclado en el
océano profundo, un titánico esfuerzo en ciernes de la comunidad científica chilena.
“Hemos tenido un acceso único hacia dar un salto a la ciencia oceanográfica chilena,
y confío en que este logro va a inspirar a las nuevas generaciones”, dijo Ulloa.
Por su parte, Vescovo dice estar comprometido con el esfuerzo de continuar carto-
grafiando decenas de miles de kilómetros cuadrados por mes para apoyar la inicia-
tiva GEBCO 2030, que busca completar el mapa de todo el lecho marino para el
año 2030.
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(fragmento adaptado).
4.- En el párrafo que inicia con las palabras “Bautizado como el Limiting Factor”, ¿con
qué finalidad se mencionan las novelas de ficción de Iain Banks?
A) Para explicar el origen del nombre dado al sumergible.
B) Para dramatizar la experiencia que vivieron con la inmersión.
C) Para dar cuenta de las preferencias literarias de Ulloa y Escribano.
D) Para explicar cómo se entretuvieron Ulloa y Vescovo durante el viaje.
5.- ¿Cuál de los siguientes enunciados es la idea principal del párrafo que inicia con las
palabras “‘Pero si hay algo que yo, como microbiólogo’ ”?
A) Ulloa tenía como propósito encontrar colonias de microbios en la fosa.
B) Ulloa confirmó la existencia de colonias de microbios en la fosa de Atacama.
C) Las colonias de microbios encontrados en la fosa de Atacama parecían tapices.
D) Las colonias de microbios pueden vivir incluso a 8.000 metros de profundidad.
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8.- Osvaldo Ulloa indica que, de la inmersión en el sumergible Limiting Factor, se sintió
impresionado por la
A) grandiosa vista del fondo marino.
B) suavidad y el silencio de la travesía.
C) velocidad con la que hicieron el trayecto.
D) música y las series que amenizaron el viaje.
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Texto 3
Los niños no están leyendo. Esa es una de las mayores preocupaciones que fa-
milias y docentes han expresado desde que tenemos memoria. ¿Qué tan cierta es
esta aseveración? ¿Qué grietas podemos encontrar en este argumento que a estas
alturas se asemeja más a un mantra? En Estados Unidos, solo el 20 % de los ado-
lescentes reporta leer libros, revistas o periódicos diariamente por entretenimiento,
pero el otro 80 % consume contenido de redes sociales, según sostiene la Asociación
Americana de Psicología.
Podríamos argumentar, entonces, que los niños y jóvenes sí están leyendo, pero
¿cuál es la calidad de lo que leen? ¿Están desarrollando las habilidades y herra-
mientas cognitivas que se supone que la lectura otorga? Entre los beneficios de
la lectura están el entendimiento del lenguaje, el vocabulario, la construcción de
oraciones, la coherencia, el pensamiento crítico, la comprensión, la memoria, la ima-
ginación, la apertura y tolerancia a puntos de vista e ideas diferentes, entre muchas
otras más que necesitaríamos otro texto completo para abordar. ¿Qué tantas de
estas facultades se entrenan leyendo publicaciones de Facebook y Twitter, o blogs
e historias en Reddit?
Si bien este es un tema infraestudiado, vale la pena abrir una conversación so-
bre el valor de este tipo de lectura, además de la manera en la que el Internet y el
contenido digital está cambiando la forma en que niños y jóvenes aprenden y leen.
En un contexto en el que todo tipo de información circula en todo momento y es de
fácil acceso, podemos hablar de una democratización de contenidos, pero también
de una sobreexposición a los mismos. Lo anterior dificulta la lectura profunda, que
es de donde se desprende el aprendizaje de las habilidades recién mencionadas. En
otras publicaciones, he hablado también sobre el manejo de información en redes
sociales, las cámaras de eco y otras prácticas comunicativas que lastiman la cali-
dad de la lectura y disminuyen significativamente su función como recurso didáctico.
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Las redes sociales son un espacio muy diverso. Se pueden encontrar aprendizajes
muy valiosos en subforos de Reddit o hilos de Twitter, o material completamen-
te inútil y polarizante en los mismos foros. Un flujo de información tan variante
debería verse caso por caso. Obviamente, no sería posible cubrirlos todos, pero sí
sería plausible realizar un trabajo de curaduría. Tomar una muestra pequeña de lo
que vemos en la red, usarlo como material de estudio, hacer las preguntas correctas
dependiendo del tema que se quiera tratar en clase. ¿Está bien escrita esta publi-
cación? ¿Qué fallas de ortografía podrían detectarse? ¿Cómo se compara con un
pasaje de un libro que trate el mismo tema? ¿La información es falsa, verdadera,
tendenciosa, incompleta? ¿Qué pensamientos y emociones evoca?
Para inculcar en niños y jóvenes el hábito de la lectura, no basta con escoger libros
con contenido rico en estructura lingüística, vocabulario, ideas, posturas y todos
los demás elementos que hacen una obra aplicable al material didáctico. También
es necesario que las obras se conecten con el alumnado, que la comunicación que
incluyen no esté tan lejos de la que usan los y las jóvenes, que las experiencias que
narran o los temas que manejan sean relacionables. Si, a final de cuentas, la lectura
es una herramienta para entender mejor el mundo, comunicarse y navegarlo, tiene
más sentido que el currículo esté compuesto de obras que reflejen el mundo en el
que los estudiantes viven.
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Sofía García-Bullé, “¿Qué está faltando en la enseñanza de la lectura?”
Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de
Monterrey (13 de abril de 2022) (fragmento adaptado).
9.- ¿Qué opción sintetiza la idea principal de la sección “No es si leen o no, es lo que
están leyendo”?
A) Las cámaras de eco y otras prácticas comunicativas disminuyen la calidad de
la lectura como recurso didáctico.
B) La lectura en plataformas digitales dificulta el desarrollo de habilidades que
se dan gracias a una lectura profunda.
C) La democratización de los contenidos consiste en el fácil acceso a cualquier
tipo de información que circula en la red.
D) Las lecturas que realizan niños y jóvenes actualmente carecen de calidad e
impiden el desarrollo de habilidades básicas.
11.- En relación con el texto, ¿qué función cumplen los dos primeros párrafos?
A) Contextualizar los intereses juveniles respecto a la lectura.
B) Exponer el desinterés de niños y jóvenes por la lectura de libros.
C) Describir por qué está fallando la enseñanza de la lectura en los jóvenes.
D) Ilustrar que los niños y jóvenes leen contenidos en plataformas digitales.
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12.- ¿Cuál es el propósito comunicativo del texto anterior?
A) Informar sobre la evolución de la enseñanza de la lectura.
B) Analizar algunos aspectos que influyen en la enseñanza del hábito lector.
C) Aclarar mitos y creencias erradas sobre la lectura en plataformas digitales.
D) Cuestionar la desconexión entre la escuela y los intereses lectores de los jóvenes.
14.- ¿Qué propone la autora para inculcar el hábito de la lectura en niños y jóvenes?
A) Que las lecturas escolares sean escogidas por los estudiantes.
B) Que se incorporen contenidos propios de los medios digitales.
C) Que se empleen libros que muestren lo mejor del idioma español.
D) Que las obras escogidas en la escuela se conecten con el alumnado.
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16.- Según el texto, ¿qué porcentaje de adolescentes en Estados Unidos lee diariamente
libros o revistas por entretenimiento?
A) 20 %
B) 64 %
C) 65 %
D) 80 %
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