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LA VACA LOCA S.A.

como inquilina, celebró con MANANTIALES SRL, dueña del campo, un contrato de
arrendamiento rural de un campo de 2300 has en Santiago del Estero, a fin de destinarlo a la cría de
ganado. Según surge de la cláusula segunda del contrato, el arrendamiento del campo se habría de
destinar exclusivamente a la explotación ganadera y MANANTIALES recibiría una retribución
consistente en un 10% de la producción de terneros nacidos y marcados a partir del quinto año de
celebrado el contrato, lo uqe se abonaría en animales o en su equivalente en moneda corriente. La
aptitud para la explotación proyectada dependía de la provisión de agua para riego, ya que en la
zona, las aguas subterráneas eran escasas y salitrosas, por consiguiente, inaptas para el consumo de
la hacienda vacuna. La provisión de riego, a su vez, dependía del caudal del RIO SECO, que, durante
los años posteriores a la celebración del contrato, disminuyó de manera ostensible, ubicándose por
debajo de los promedios verificados en los años anteriores. Resulta comprobable pues, que cuando
menos en tres de los cinco años contratados desde la firma del contrato, los campos no contaron
con la cantidad de agua suficiente para que pudiera lograrse la cria de ganado en la magnitud
proyectada, si bien estas dificultades no implicaron una imposibilidad total y definitiva. Al cabo de
cinco años, LA VACA LOCA decide dejar el campo y devolvérselo a MANANTIALES sin abonarle el
dinero o porcentaje prometidos. MANANTIALES, ante esta circunstancia, promueve demanda contra
aquella, invocando los daños y perjuicios derivados del incumplimiento del contrato. El contrato de
arrendamiento nada preveía acerca de la contingencia de la falta de agua.

Ud. Defiende a VACA LOCA. Que defensa opondría a la acción de MANANTIALES.

Utilice los conocimientos adquiridos en materia de elementos de las obligaciones.

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