Tradofranquismo B

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‘WIKIPEDIA Tardofranquismo El tardofranquismo constituye la iltima etapa de la dictadura franquista que termina con la muerte de Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975. Se suele situar su comienzo en octubre de 1969 cuando se forma el gobierno «monocolor» presidido de facto por el almirante Carrero Blanco, el principal consejero de Franco (tres meses antes el Caudillo habia designado como su «sucesor a titulo de rey» al principe Juan Carlos de Borbén) Esta etapa también se identifica como la de la crisis final del franquismo, cuyo inicio algunos historiadores lo sitéan en el «juicio de Burgos» de diciembre de 1970.2 Solo unos meses después de la muerte de Franco Jorge de Esteban y Luis Lopez Guerra ya constataban que «desde los inicios de la década de los 70 se hizo evidente para la gran mayorfa de espafioles que el pafs, tras una etapa de aparente calma, entraba de nuevo en una situaci6n de crisis declarada, que se manifestaba sobre todo en dos datos: crecientes conflictos en el presente y aguda — §! Generalisimo Francisco Franco inseguridad cara al futuro».3 en 1975. La historia politica de esta ultima etapa de la dictadura estuvo marcada, segin Javier Tusell, por la decadencia fisica y personal del general Franco, la desunién de la clase politica del régimen, la pardlisis provocada por la incertidumbre sobre el futuro y el crecimiento de la influencia social de la oposicién antifranquista.4 Luis Suérez Fernandez ha apuntado, refiriéndose al régimen franquista, que «entre 1969 y 1975 no habia muchas ideas 5 Segiin Borja de Riquer, «los tiltimos seis afios del régimen franquista explican con precisién por qué aquella dictadura no tuvo continuidad tras la muerte del general Francisco Franco. En efecto, la erosién y crisis politica que sufrié aquel régimen autoritario fue tan profunda que las opciones que pretendian perpetuarlo se vieron progresivamente desbordadas y deslegitimadas».® Indice Antecedentes El fracaso del continuismo inmo El gobierno «monocolor» La creciente conflictividad social y politica La crisis del «juicio de Burgos» La tension con la Iglesia catélica El nuevo gobierno y el asesinato de Carrero Blanco sta (1969-1973) La crisis final del franquismo (1974-75) El gobierno de Carlos Arias Navarro y el «espiritu del 12 de febrero» La ofensiva del «bunker» El impacto de la «crisis del petréleo» y el aumento de la conflictividad social y politica El crecimiento de la oposicién antifranquista La agonia final de la dictadura La muerte de Franco Notas Referencias Bibliografia Antecedentes En la década de 1960 los politicos franquistas se plantearon el futuro del régimen después de la muerte del Generalisimo Francisco Franco (en 1962 habia cumplido setenta afios).7 Se definieron dos posturas: = La de los «inmovilistas», cuyo proyecto consistia en asegurar la continuidad del régimen franquista y mantener todo el entramado institucional y los principios de! mismo definidos en las Leyes Fundamentales del Reino mediante la instauracién (que no la restauracién) de la monarquia El general Franco presidiendo el («catélica, social y representativa», no la liberal derrocada —_desfile militar de la Vietoria (Maria en 1931) en la persona del hijo de Juan de Borbén, Juan 5 de junio de 1969). En segundo Carlos, que desde 1948 estaba bajo la tutela del Caudillo, plano el principe Juan Carlos a Los «inmovilistas» estaban integrados por la mayoria de quien al mes siguiente Franco lo los «tecnécratas» vinculados al Opus Dei y cuyo valedor —designaria como su sucesor «a era el almirante Carrero Blanco —el principal consejero de! titulo de rey». Cautillo y presidente del gobierno de facto— y por la «vieja guardia» falangista del Movimiento Nacional.® = La de los «aperturistas» que se proponian introducir algunos cambios que estuvieran en consonancia con la transformacién que estaba viviendo la sociedad espafiola gracias al gran crecimiento econémico que habia experimentado Espafia desde que en 1959, con la aprobacién del Plan de Estabilizacién, se habia abandonado el caduco modelo autarquico (al desarrollo econémico le debia seguir el desarrollo politico, defendian los «aperturistas»).2 Los «aperturistas» procedian de! Movimiento y sus principales representantes eran tres ministros: Manuel Fraga lribame, ministro de Informacién y Turismo; Fernando Maria Castiella, ministro de Asuntos Exteriores; y José Solis Ruiz, ministro-secretario general del Movimiento y delegado nacional de Sindicatos. Este ultimo aprovechando los dos importantes cargos que ocupaba se propuso revitalizar el Movimiento, entonces poco mas que una estructura burocrdtica, abriéndolo a la participacién popular mediante la creacién de «asociaciones politicas» dentro del mismo, y también la Organizacién Sindical propiciando la participacién de los trabajadores. El objetivo Ultimo era extender la base social del régimen.’° 1! Una parte de los «aperturistas», incluido Solis Ruiz y posiblemente Fraga, se oponian a la «solucién mondrquica» de Carrero Blanco y apostaban por un sistema presidencialista parecido al gaulismo (es decir, asegurar la continuidad del régimen con un militar «revestido como regente»; posiblemente el general Mufioz Grandes, pero este no gozaba de buena salud: falleceria en 1970).12 13 El historiador Borja de Riquer ha destacado que las diferencias que separaban a «inmovilistas> y «aperturistas» radicaban en su «diferente diagndstico sobre los cambios experimentados por Ia sociedad espafiola y la naturaleza de la contestacién politica y social». Mientras los primeros consideraban que para hacer frente a la «subversién» era necesario reafirmar «los principios fandamentales del régimen, y no su desnaturalizacién con unas reformas que acabarian llevandole ala perdicién», los segundos pensaban que «el desfase entre las estructuras politicas vigentes y la realidad social y cultural espafiola hacia imprescindible una adaptaci6n del régimen a los nuevos tiempos que evitase una crisis provocada por el creciente anacronismo del franquismo».14 El logro principal de los «aperturistas» fue la aprobacién de la Ley de Prensa de 1966, promovida por Fraga. Sin embargo, José Solis no consiguié sacar adelante el Estatuto de Asociaciones del Movimiento y se encontré con que las elecciones a enlaces y jurados sindicales fueron aprovechadas por las clandestinas y antifranquistas comisiones obreras para escalar posiciones dentro de la Organizacién Sindical.1° 5 En cambio, los «inmovilistas» dieron dos pasos muy importantes en su proyecto politico: la aprobacién de la Ley Organica del Estado de 1967 y la designacién en julio de 1969 por Franco de Juan Carlos como su sucesor, quien inmediatamente juré la Ley de Principios del Movimiento Nacional y recibié el titulo de principe de Espafia (no el de principe de Asturias, que habia sido el tradicional de la monarqufa espafiola)." 17 El fracaso del continuismo inmovilista (1969-1973) El gobierno «monocolor» El triunfo incontestado del almirante Carrero Blanco con el nombramiento de don Juan Carlos como sucesor del general Franco acentué el enfrentamiento en el seno del gobierno entre los «tecnécratas» y los «aperturistas», cuyo episodio final lo __"oviembre de 1968 durante la constituy6 fe] inauguracién de una exposicién de Joan ndalo_Matesa» que estalld en agosto ©°misaro del Plan de Desarrllo, En ol de1969, yaqueen élse _2n¥0e!enlonces miistro de . ‘ Informacién y Turismo M Vieron indirectamente cme y ala izquiréa oacake de Laureano Lépez Rodé (derecha) en n Barcelona cuando era ministro El «aperturistan José Solis en 1962 anuel Fraga cuando era ministro-secretario general del Movimiento, cargo que __implicados dos Barcelona José Maria de Porcoles perdié al formarse el gobierno ministros «monocolor» presidido de facto por por Franco, que no __elliberalismo, que es el «restaurada» en raz6n de unos pretendidos derechos dindsticos—, _ sistema politico mas los segundos proponfan ampliar la base social del régimen y la __f@vorable para debiliar a los sate . ran seas, pueblos y favorecer con esta participacién por medio de las asociaciones politicas «dentro» del Gepiidad el que puedan caer Movimiento. 42 Los que identificaba con el fue en la politica exterior, dirigida por Gregorio Lopez Bravo, con la firma el 30 de junio de 1970 del Acuerdo Preferencial con la Comunidad Econémica Europea (aunque el ingreso en ella seguia vedado por el cardcter antidemocratico del régimen franquista)®5 y en agosto del Acuerdo de Amistad y Cooperacién con Estados Unidos (al mes siguiente el presidente Richard Nixon visité Espafia, «de regreso tras visitar a otro anciano autécrata, el mariscal Tito»; su secretario de Estado Henry Kissinger escribié que habia encontrado a la Espafia de Franco «como en suspenso, esperando que una vida tocara a su fin para poder unirse otra vez a la historia de Europa»).6° Mayor controversia levantaria la firma de tratados comerciales con los paises socialistas del Este de Europa y con la propia Union Soviética (en septiembre de 1972), acercamiento rechazado por los sectores «ultras», y el reconocimiento de la Reptblica Popular de China (rompiendo las relaciones con la China Nacionalista). Lo que no consiguié Lépez Bravo fue mejorar las relaciones con el Vaticano, enquistadas sobre la cuestién de Ja puesta al dia del Concordato de 1953 siguiendo la nuevas directrices del Concilio Vaticano 11.07 68 Juan Carlos de Borbén, Principe de En el intento de mejorar la imagen exterior del régimen colaboré activamente el principe Juan Carlos que, acompafiado de su esposa doiia Sofia, visité varios paises occidentales, lo que en ciertas ocasiones planted algin problema. En su visita a Washington a finales de 1971 varios diarios recogieron declaraciones suyas. Uno de ellos publics que habia dicho: «Yo creo que el pueblo espafiol quiere més libertad. Todo es cuestién de saber a qué velocidad». A la vuelta a Espafia don Juan Carlos se apresuré a visitar a Franco. Este le dijo: «Hay cosas que usted puede y debe decir fuera de Espajia, y cosas que no debe decir dentro de Espafia».£9 Unos meses antes The New York Times habia publicado una entrevista con el sucesor de Franco con el titular: «Juan Carlos promete un régimen democratic». El ministro Laureano Lopez Rodé, mano derecha de Carrero, le recomendé prudencia a don Juan Carlos.7° La creciente conflictividad social y politica Al anclarse en el puro inmovilismo el gobierno «monocolor» sélo supo responder al recrudecimiento de la conflictividad laboral y estudiantil con el empleo de las fuerzas de orden piblico. Entre 1970 y 1973 siete trabajadores resultaron muertos por las acciones de la policia (tres en Granada en 1970;7! uno en Barcelona en 1971; dos en El Ferrol en 1972;7 y uno en San Adrién de Bes6s en 1973).23 En 1971 y 1972 la Organizacién Sindical cesé a 17 643 enlaces sindicales acusados de «actuacién subversiva» y en junio de ese iiltimo afio era detenida la cépula dirigente de las ilegales «comisiones obreras» en un convento de Pozuelo de Alarcon donde se encontraba reunida (los diez encausados, entre ellos Marcelino Camacho, Nicolés Sartorius, Eduardo Saborido y Francisco Garefa Salve, serian condenados a largas penas de prisidn en el «proceso 1001»),74 75 72 En un informe reservado del Gobierno Civil de Barcelona correspondiente a 1972 se decia que si bien los activistas obreros no eran muy numerosos, habfan logrado «si no politizar a la masa trabajadora, s{ sensibilizarla en el espiritu de solidaridad», gracias a la realizacién de asambleas y concentraciones «que sirven para que la pequefia minorfa que las convoca y dirige haga ofr su voz y politice y sensibilice a sus componentes, fomentando con ello el espiritu. de solidaridad».7 Una parte de los politicos del régimen estaban convencidos de que los conflictos los provocaban las “omisiones obreras». Fue detenido «comisiones obreras», «que contaba[n] ya con agentes muy juno con el resto de la direccién de preparados en Ja agitacién de masas» que aprovechaban °° sindicato legal yclandestino cualquier oportunidad que se les presentara77 El propio ° "9 6e 1972, Fue juzgado y Franco se refirié a las «huelgas, algaradas y violencia» que ©"@eN@do Por el Tribunal de Orden , k . Pablico a veinte aos de carcel en ponen «en peligro» las empresas en un discurso pronunciado Piblso8 verve anos de ce ante las Cortes el 11 de noviembre de 1971.78 Las achacé a oie on ctacosinnto de «fuerzas exteriores, muchas veces meramente econémicas y financieras». «No hemos de pensar que se trata de utilizar la violencia y la subversion para poner obstaculo a nuestro proceso industrial?», afiadié.72 Marcelino Camacho, lider de las incidié con el a Carrero Blan de 1973. inato de e120 de diciembre Ain mayor era la conflictividad que se registraba en la Universidad hasta el punto que la situacién era cada vez més ingobernable (Luis Sudrez Fernndez, director general de Universidades de 1972 a 1974, reconocié muchos afios después que «las autoridades fracasaron en sus esfuerzos para conseguir que funcionase mucho mejor la institucién»).8° Las autoridades franquistas la achacaban a los «agitadores subversivos» que , creando «un clima de desobediencia y de desgaste para el principio de autoridad»,8* Jo que obligaba a la constante presencia policial en los centros.8? «El proceso de radicalizacion politica e ideolégica de los estudiantes convirtié una buena parte de las facultades y escuelas universitarias en lugares donde el movimiento universitario podia celebrar regularmente asambleas, colgar carteles murales, distribuir publicaciones clandestinas y organizar actos de solidaridad», al que se sumaba el movimiento de los profesores no numerarios (PNNs). Carrero Blanco escribié en un informe enviado a Franco: «Hay que borrar de los cuadros del profesorado de las Ensefianza Basica y de la universidad a todos los enemigos del régimen y hay que separar de la Universidad a todos los alumnos que son instrumento de la subversién».82 Asi pues, se sucedieron las intervenciones policiales, las sanciones administrativas, las detenciones gubernativas y los asaltos de los nuevos grupos de extrema derecha tolerados por las autoridades (Guerrilleros de Cristo Rey, Accién Universitaria Nacional,...).83 84 Sobre los Guerrilleros de Cristo Rey Paul Preston ha afirmado que eran una «banda terrorista parapolicial», organizada por el SECED de Carrero, cuya misién era «llevar a cabo la labor de represién que el gobierno no deseaba que se le viera realizando».85 En su tradicional mensaje de fin de afio de 1969 el generalisimo Franco se refirié a la agitacién universitaria calificandola como «esas pequefias algaradas estudiantiles que, obedeciendo a consignas comunistas, fomentan en el mundo sus agentes» y las contrapuso «al conjunto de nuestra juventud trabajadora y estudiosa».8© En el mensaje del afio siguiente volvié a ocuparse del tema: «No deja de causar tristeza ver a una pequefia parte de algunas Universidades convertidas en juguetes de mecanismos ideolégicos absolutamente al margen de la auténtica problematica estudiantil».87 Donde la represién fue mas dura fue en el Pais Vasco y Navarra con motivo de la creciente actividad terrorista de ETA, que habia «destrozado el mito de la invulnerabilidad del régimen».88 En 1969, por ejemplo, fueron detenidas 1953 personas, de las cuales 890 denunciaron haber sido maltratadas, 510 torturadas, 93 juzgadas por el Tribunal de Orden Piiblico y 53 en consejos de guerra.899° EI 18 de septiembre de 1970, cuando Franco estaba presidiendo el campeonato mundial de pelota en un frontén de San Sebastian, —_Manifestacién antifranquista en el nacionalista vasco Joseba Eldsegui se prendié fuego y salt6 Amsterdam (en febrero de 1969) desde las gradas gritando Gora Euzkadi askatuta (‘Viva pidiendo el fin del estado de Euskadi libre’). Se lo levaron con graves quemaduras mientras _®xcepcién en el Pais Vasco Franco continué viendo el partido. Pero Elésegui consiguié su decretado por Franco tras e| objetivo pues el hecho tuvo repercusién a nivel internacional. _@sesinato por ETA del comisario de En su diario habia escrito tres semanas antes: «No pretendo _| Brigada Poliico-Social Melitén eliminar a Franco, Sdlo quiero que sienta a poder ser en su Manzanas propia carne aquel fuego que destruyé Guernika» (Elésegui habfa estado al mando de una unidad militar que se encontraba alli cuando se produjo el bombardeo de Guernica en abril de 1937).9! Dos meses y medio después comenzé el «juicio de Burgos» contra dieciséis miembros de ETA (se celebro en Burgos porque fueron juzgados por un tribunal militar y esa ciudad era la sede de la Capitania General a la que pertenecia el Pais Vasco).92 La crisis del «juicio de Burgos» El llamado «juicio de Burgos» iba a suponer el momento mis critico para el nuevo gobierno y para el conjunto del régimen franquista («dio lugar en un corto espacio de tiempo a una escalada de tensiones de tal magnitud que iba a afectar de forma grave a la estabilidad del régimen y ahondar la division existente entre los distintos grupos que componian Ia clase politica franquista)».23 «El proceso iba a revelarse como un dificil trance para el Régimen».24 EL 3 de diciembre de 1970 comenzé en Burgos el consejo Policia Arnades mas conockin como os de guerra contra dieciséis personas acusadas de militar en rises, por al ctlor de su uniforme, ETA (entre ellas dos sacerdotes). Al parecer fueron los lamados generales «azules» (los mas involucionistas) los que presionaron a Franco para que respondiera con un juicio ejemplar a las actividades terroristas de ETA.25 El gobierno estuvo de acuerdo y ademas decidié darle una amplia publicidad al proceso. Pero el efecto que se logré fue exactamente el contrario del que se pretendia, ya que solo el anuncio del juicio sumarisimo levanté una ola de solidaridad en el Pais Vasco y en Navarra que fue un revulsivo clave para que el nacionalismo vasco recuperara su implantacién social. El dia en que comenz6 el juicio hubo huelgas estudiantiles y de trabajadores en varias empresas de Guipiizcoa, acompafiadas de incidentes de diverso tipo en las calles de San Sebastian. El gobierno respondié decretando el estado de excepcién en Guipiizcoa durante tres meses, que el dia 14 de diciembre extendié a toda Espafia (Ios Land Rover Serie Il, utilizado por la incidentes se habfan reproducido en Bilbao y en otros lugares).89 96 97 98 99 Los defensores de los acusados fueron destacados miembros de la abogacia, vinculados con la oposicién antifranquista: Gregorio Peces Barba, Juan Marfa Bandrés, Francisco Letamendia y Josep Solé Barbera.24 Trescientos intelectuales, artistas y profesionales catalanes, entre los que se encontraba el pintor Joan Miré, se encerraron en el monasterio de Montserrat en solidaridad con los procesados «por defender los derechos nacionales del pueblo vasco» (también reclamaban el restablecimiento del Estatuto de Autonom{a de Catalufia de 1932).98 °° En Madrid 131 intelectuales, entre los que se encontraban Ram6n Tamames, Enrique Tierno Galvan, Joaquin Ruiz Jiménez y Manuel Jiménez de Parga, hicieron circular el 23 de diciembre un manifiesto en el que reclamaban la amnistia y las libertades politicas y sindicales (la prensa lo recogié pero para denigrarlo, «siguiendo asi las opiniones del Gobierno»)! También hubo movilizaciones de protesta en muchas universidades.©? Dos dias antes de que comenzara el juicio ETA secuestré al cénsul honorario alemén en San Sebastian, Eugen Beihl, dejandolo en libertad el 25 de diciembre (la Conferencia Episcopal condené el secuestro y apelé «a la conciencia de los responsables del hecho para que liberen a esta persona inocente y no quieran introducir en nuestro pais tan reprobables métodos de violencia»). Al dia siguiente el tribunal dicté la sentencia, condenando a seis de los acusados a la pena de muerte (tres de ellos a una doble pena de muerte) y al resto a larguisimas penas de prision (excepto una mujer que fue absuelta).1°3 194 105 tra de las acciones de ETA durante el juicio fue el intento de apoderarse de un repetidor de televisin situado en los limites de la provincia de Burgos con el fin de interferir sus emisiones (entonces existia un ‘nico canal de television en Espaiia: TVE, la television oficial del Estado); la policia lo impidid.12° El «juicio de Burgos» suscit también una campafia internacional de solidaridad con el pueblo vasco y a favor del restablecimiento de las libertades democrdticas en Espafia°7 94 Asimismo supuso un nuevo jalén en el distanciamiento entre la Iglesia catdlica y el franquismo, ya que motivé una pastoral conjunta del obispo de San Sebastian, | ‘Ti i Jacinto Argaya, y del administrador apostélico del de Bilbao, José Maria Cirarda (que el 5 de junio habia suspendido el tradicional Te Deum por la «liberacién» de Bilbao en Edificio de la Capitania General de 1937),1°8 criticando la pena de muerte y que se juzgara a los la VI Regién Militar en Burgos. acusados por la jurisdiccién militar (ademas de condenar «toda clase de violencias... las estructurales, las subversivas y represivas», lo que provocé la airada respuesta del ministro de Justicia Antonio Oriol Urquijo que alegé que nunca se podia equiparar al delincuente con el defensor de la ley), y un pronunciamiento posterior de la Conferencia Episcopal Espafiola de apoyo a los obispos de San Sebastidn y Bilbao (sin hacer suyo sin embargo el texto de la pastoral) y a favor de la «maxima clemencia>, aunque «haciendo constar que, en ningiin caso y por ningtin titulo, quiere entorpecer la accién de la justicia» (de hecho veintitrés obispos encabezados por José Guerra Campos se mostraron disconformes con el acuerdo; la integrista Hermandad Sacerdotal también se opuso).°7 98 109] nuncio monsefior Luigi Dadaglio, que respaldé a los obispos espafioles, también hizo gestiones para impedir que se pronunciaran penas de muerte. Algunos obispos catdlicos extranjeros fueron mas lejos, como el arzobispo de Paris, monseiior Francois Marty, que denuncié que no se estaban respetando los derechos humanos y que por tanto no se trataba de pedir clemencia sino de exigir justicia..°° Cuando se hizo pablica la sentencia un portavoz del Vaticano dijo que la noticia habia sido recibida con «honda emocién», lo que impresioné al Gobierno. Por otro lado, el gobierno estreché el control sobre la prensa («se regres6 a la politica de amenazas a los directores, de multas, de secuestro de ediciones y de cierres temporales de publicaciones»), que culminaria con el cierre definitivo once meses después del diario Madrid (cuyo edificio seria demolido en 1972). "3 4 Los sectores involucionistas franquistas, entre los que se encontraban las hermandades de excombatientes —que ofrecieron su colaboracién a las fuerzas de orden piblico—, acusaron al gobierno de debilidad y pasividad frente a las condenas internacionales y a la «subversion» y también atacaron a la jerarquia eclesidstica por haberse sumado a las criticas. La Hermandad de Alféreces Provisionales, en relacion a la pastoral de los obispos de San Sebastian y Bilbao, denuncié el «confusionismo que provocan la actitud demagégica y partidista de algin sector del clero».2°4 El capitan general de Catalufia Alfonso Pérez Vifieta manifest que «el Ejéreito esta dispuesto a no permitir jams la vuelta de la horda que ya puso en peligro la existencia de la Patria», y que «si fuera preciso se lamaria otra vez a Cruzada para barrer nuevamente de nuestra Patria a los hombres sin Dios y sin Ley>.2!5 E] 8 de diciembre se congregaron ante la iglesia de San Francisco el Grande, donde se celebraba una misa en honor de la patrona del Cuerpo de Infanteria a la que asistian el principe Juan Carlos y varios ministros, varios centenares de personas, muchas de ellas j6venes con camisa azul, portando pancartas en la que se decia «iViva la unidad de Espafia!», «iEspaiioles, unidos contra el separatismo y el marxismo» y «iBurgos, justicia nacional!» (ademas repartieron un escrito de protesta contra los obispos espafioles). El 14 de diciembre se producia en Valladolid la primera manifestacin «patridtica» de apoyo a Franco y de repulsa a las protestas internacionales, que fueron seguidas por otras en diversas ciudades." En la de Barcelona se exhibié una pancarta que decia: «Al paredén los obispos comunistas».! La mas importante fue la de Madrid que tuvo Montserr En diciembre del afio siguiente trescientos intelectuales, artistas y profesionales catalanes, entre los que se encontraba el pintor Joan Mird, se encerraron alli en solidaridad con los procesados «por defender los derechos nacionales del pueblo vasco» (también reclamaban el restablecimiento de! Estaluto de Autonomia de Catalufia lugar el 17 de diciembre y fue convocada por una organizacién desconocida, la Junta Coordinadora de Afirmacién Nacional, que repartié decenas de miles de panfletos por toda la capital (al parecer la Junta era una entidad fantasma ereada por el SECED). Miles de personas se congregaron en la plaza de Oriente, como en 1946,27 8 para aclamar a Franco y al Ejército (previamente se habfan reunido en la iglesia de la Encarnacién donde se habia celebrado un funeral por las tres victimas mortales de ETA: el guardia civil José Pardines, el comisario Meliton Manzanas y el taxista Fermin Monasterio).""9 97 6 Algunos mani portaban pancartas contra el gobierno como «De los gobiernos débiles iiLfbranos Sefior!!» o «iFranco s{, Opus No!» (y también contra la Iglesia: «.%3° 13! E] parrafo concreto en el julio de 1969 (Duracién: 10 que comunicé su decisién decia lo siguiente:87 minutos). Las clamorosas y multitudinarias manifestaciones de adhesién que habéis rendido en los titimos dias no solamente a mi persona sino al Ejército espafiol y a nuestras instituciones, han reforzado nuestra autoridad de tal modo que nos facilita, de acuerdo con el Consejo del Reino, el hacer uso de la prerrogativa de la gracia de indulto de a titima pena, pese a la gravedad de los delitos que el consejo de guerra de Burgos, con alto patriotismo, juzgé. Tras la decisién de conmutar las penas de muerte por treinta afios de prisién las criticas «ultras» al Gobierno continuaron (segiin el entonces ministro Laureano Lépez Rodé hubo un intento de promover una especie de mocién de censura contra el Gobierno en las Cortes a través de su presidente Alejandro Rodriguez de Valedrcel, a pesar de que las Cortes franquistas carecian de esa potestad y el gobierno solo podia ser destituido por Franco, que era quien lo nombraba).!32_ En un acto organizado por las hermandades de excombatientes el capitin general de Granada, teniente general Fernando Rodrigo Cifuentes,33 les Iamé a combatir la «franemasonerfa blanca del Opus Dei» que «intenta sembrar la discordia entre los elementos mas nobles de la nacién» (fue destituido de su cargo).134 Entre los dias 17 y 23 de febrero de 1971 se reunié a puerta cerrada el Consejo Nacional del Movimiento (la convocatoria la habian firmado cuarenta consejeros el 14 de diciembre, en plena crisis por el «juicio de Burgos», que consideraban que «el Régimen se debilitaba peligrosamente», en palabras del almirante Pedro Nieto Antinez, que encabezaba el grupo).135 En ella abundaron las criticas al Gobierno (y al Opus Dei) y también quedaron patentes las diferencias entre « (y la organizacién se rehizo cuando estaba al borde de la desaparicién),!4°. sino gue la oposicién antifranquista se vio obligada a «tolerar, casi como un mal menor, la violencia practicada por ETA».442 «Fue un grave error politico ya que se convirtié en un proceso politico de repercusin internacional al derivar el proceso en un cuestionamiento de la legitimidad del régimen franquista para procesar a unos patriotas vascos que protestaban por la opresién contra su cultura e identidad», ha afirmado Borja de Riquer.% Por otro lado, el «juicio de Burgos» se ha considerado como el inicio de la crisis final del franquismo, porque cuando el 29 de diciembre de 1931, en su tradicional discurso de fin de afio, el general Franco anuncié de forma casi casual que habia conmutado las penas de muerte, «venia a reconocer ptblicamente, siquiera en forma implicita, la existencia de fuertes tensiones internas que forzaban al Régimen a renunciar a un objetivo inmediato. Por primera vez, de forma evidente, una campa de acciones internas e internacionales habia forzado al poder a revisar urgentemente sus decisiones».142 Segiin Paul Preston, «los juicios de Burgos constituyeron un desastre para el régimen, porque alteraron radicalmente el equilibrio de fuerzas en Espafia. La torpeza del régimen habia unido a las fuerzas de oposicién como nunca antes, la Iglesia se mostraba profundamente critica y los franquistas més aperturistas comenzaban a abandonar lo que vefan como un barco que se estaba hundiendo».443 Sin embargo, segan Javier Tusell, «la decisién final del indulto consiguié calmar la situacién después de unos dias de climax en el sobresalto», aunque reconoce que «el régimen se deterioré mucho por la peculiaridad de este juicio militar en contra de los miembros de ETA y erré muy gravemente en materia de la opinién pablica, espafiola y extranjera».238 Despacho de! Generalisimo Francisco Franco en el Palacio de El Pardo, su residencia oficial, Solo dos meses después de haber conmutado las penas de muerte, Franco recibié la visita del general Vernon A. Walters, segundo jefe de la CIA. Este encontré a Franco «viejo y débil. Su mano temblaba a veces tan violentamente que se la cubria con la otra. A ratos parecia muy distante y en otros iba directamente al grano». Cuando Walters le pregunté sobre qué sucederfa tras su muerte Franco le respondié que la sucesién de don Juan Carlos estaba asegurada y que «el Ejército nunca permitirfa que las cosas se escaparan de las manos». Como ha destacado Paul Preston, «a principios de la década de 1970, los sintomas de la enfermedad de Parkinson (manos temblorosas, movimientos rigidos, expresién vacfa) estaban haciéndose inconfundibles».©® En abril de 1970 el ministro de Asuntos Exteriores de la Reptblica Federal Alemana Walter Scheel visits Madrid, donde, para gran irritacién de Franco, se entrevist el dia 23 con cuatro representantes de la oposicién «moderada» mas o menos tolerada (Joaquin Ruiz Giménez, Enrique Tierno Galvan, José Maria de Areilza y Joaquin Satristegui) quienes Ie reiteraron las demandas aparecidas en el manifiesto de los 131 intelectuales del 23 de diciembre de 1969. Le pidieron a Scheel que no se permitiera cl ingreso de Espafia en la Comunidad Econémica Europea hasta que no cumpliera cinco condiciones: garantias para los derechos individuales y colectivos; suftagio universal; reconocimiento de los partidos politicos; creacién de un Parlamento libremente elegido; y libertad sindical.!44 La tensi6n con la Iglesia catélica Tras el «juicio de Burgos» la entre el régimen franquista y la Iglesia catélica continuaron en ascenso. En enero de 1971 ya se produjo un incidente con el obispo de Oviedo Gabino Diaz Merchan que protesté por la detencién de un sacerdote acusado de aprovechar «la sagrada predicacién con fines politicos o incluso marxistas» alegando que sélo a él le correspondia calificar el contenido doctrinal de los sermones y que el poder civil debia limitarse a castigar las infracciones de las leyes.'45 La tensién se incrementé notablemente cuando a finales de mayo de 1971 fue nombrado arzobispo de Madrid el cardenal Tarancén (por el fallecimiento de su anterior titular Casimiro Morcillo, que era también presidente de la Conferencia Episcopal Espafiola), aunque el nombramiento oficial no tendria lugar hasta diciembre,4® ya que Tarancén, como el obispo de Oviedo Diez Merchén,*47 era partidario de poner fin al «nacionaleatolicismo» y a la «colaboracién» con el régimen, en aplicacién de la nueva doctrina del Concilio Vaticano Il. No hay que olvidar que la Iglesia era uno de los pilares basicos del régimen.448._ Un aiio después Tarancon ocuparia oficialmente la presidencia de la Conferencia Episcopal Espafiola.49 El 25 de junio de 1971 el ministro de Justicia Antonio Oriol Urquijo publicé un polémico articulo en ABC en el que se refirié a la ."55 Por su parte la integrista Hermandad Sacerdotal reunida en Zaragoza 6 absolutamente en contra de las conclusiones a las que habfa Ilegado la Asamblea.15® La vaticana Sagrada Congregacién para el Clero también critieé los documentos aprobados por la Asamblea en un dictamen emitido el 9 de febrero de 1972.157 El cardenal-arzobispo de Madrid Vicente Enrique y Taran Por otro lado, las iglesias y otras dependencias catélicas estaban sirviendo para albergar reuniones clandestinas de la oposicién, para realizar asambleas de obreros en huelga o para acoger encierros de protesta (con frecuentes intervenciones de la policfa). Ademés en los boletines parroquiales y diocesanos, asi como en otras publicaciones catélicas, se informaba en ocasiones de los conflictos, protestas y movilizaciones.15" 52 153 158] Ministerio de Justicia destacé en un informe que los movimientos de apostolado estaban rebasando los limites del Concordato de 1953 al llevar a cabo actividades «politicas».47_ En septiembre de 1971 se desaté la polémica por la decisién del cardenal Tarancén de restablecer en su puesto de parroco de Moratalaz a Mariano Gamo, que acaba de salir de la cércel concordataria de Zamora tras haber cumplido condena por «actos subversivos» (entre ellos el haber cedido su iglesia para reuniones «no autorizadas»).52 Franco recibié la defeccién de la Iglesia y su jerarquia con auténtico desconcierto y profunda amargura, estimndola en privado como una verdadera «pufialada por la espalda». Carrero Blanco fue atin ms lejos y se quejé en piblico, en diciembre de 1972, de la ingratitud eclesidstica hacia un régimen que, desde 1939, «ha gastado unos 300 000 millones de pesetas en construccién de templos, seminarios, centros de caridad y ensefianza, sostenimiento de culto, etc."».160 161 162 163 En ese mismo mes la Comision de Justicia y Paz, presidida por el obispo de Huelva, afirmé en un documento titulado Si quieres la paz trabaja por la justicia que «las estructuras del Régimen anulan toda posibilidad de paz verdadera en Espafia».®4 185 La tensién aumenté en enero de 1973 cuando la Conferencia Episcopal respondié a la peticién de Carrero Blanco de que la Iglesia continuara siendo «nuestro principal apoyo» con una declaracién titulada Iglesia y comunidad politica (aprobada por 59 obispos frente a 20) en la que se defendia la separacién de la Iglesia y el Estado, el respeto a los derechos humanos y el pluralismo democratico. En ese mismo mes tuvo lugar una agitada entrevista entre Pablo VI y el ministro de Asuntos Exteriores Gregorio Lopez Bravo en la que el papa le mandé callar y dio por terminada la audiencia cuando Lopez Bravo criticé la politica vaticana respecto de la Espafia de Franco.!® «La entrevista condujo a una especie de ruptura» entre la Iglesia catélica y el régimen franquista.1©© En junio de 1973 un documento interno del gobierno advertia de que «el progresismo religioso y la oposicién al régimen espafiol coinciden... con valor poco menos de sinonimia». Para entonces ya arreciaba la campaiia de los «ultras» contra los «obispos rojos» y contra Tarancén (con pintadas y carteles con el eslogan «Tarancén al pared6n») y las actuaciones policiales eran cada vez més frecuentes, desalojando, a veces de forma violenta, parroquias y centros catélicos. También proliferaron las multas y las prohibiciones de las publicaciones catdlicas y las detenciones de sacerdotes. Aumenté el nimero de eclesidsticos recluidos en la cArcel concordataria de Zamora, donde en noviembre de 1973, coincidiendo con la visita a Espajia del secretario de Estado vaticano Agostino Casaroli, se produjo una huelga de hambre reclamando la amnistia, la supresion de aquel centro y que la Iglesia no negociara con el régimen franquista. Fueron apoyados por grupos de catélicos que organizaron encierros en centros de las didcesis de Bilbao, San Sebastian y Pamplona. El 6 de noviembre desataron un violento motin (quemaron el altar y los ornamentos littirgicos que se habfan puesto a su disposicién para que pudieran Luigi Dadaglo. celebrar misa), que afecté gravemente al centro penitenciario, por lo que los seis sacerdotes alli recluidos tuvieron que ser trasladados a otras prisiones.!97 #68 Cuatro dias después un centenar de personas de las comunidades de base (entre ellas quince sacerdotes) ocupaban la sede de la Nunciatura como muestra de apoyo (también reclamaban la amnistia para todos los presos politicos y protestaban por el «proceso 1001»). Por su parte, los obispos de Bilbao, San Sebastidn y Segovia firmaron una carta conjunta en la que pedian la clausura de la cdrcel concordataria. El gobierno respondié haciendo publica una nota en la que calificaba de sacrilegio el suceso de Zamora, lo que motivo una dura réplica publicada en El Norte de Castilla por parte del obispo de Segovia, monsefior Antonio Palenzuela. En el seno del gobierno se Ileg6 a plantear la expulsin del nuncio, monsefior Dadaglio, al que consideraban «complice» de la ocupacién de la Nunciatura, cuyo desalojo se habia producido gracias a la intervenci6n de los tres obispos auxiliares de Madrid, que asumieron las reivindicaciones de los encerrados. La respuesta de la integrista Hermandad Sacerdotal no se hizo esperar. El 15 de noviembre hacia publico un comunicado en el que se afirmaba que se estaba destruyendo la fe tradicional de la sociedad espafiola. Un dia antes se habian entrevistado el cardenal Tarancén y el presidente del gobierno Carrero Blanco con el propésito de calmar los Animos (en las notas que escribié Tarancén sobre el encuentro describié al almirante Carrero como un «hombre honrado a carta cabal y buen cristiano, aunque con mentalidad tradicional y anclado més bien en los criterios anteriores al Concilion; y también escribié: «me negué rotundamente a hacer una rectificacién ptblica desautorizando a mis obispos auxiliares»).!69 El dia 29 de noviembre alrededor de cien personas, en su mayoria sacerdotes y religiosas, se encerraron el Seminario diocesano de Madrid. Desde el arzobispado se negocié con la policia para que se les permitiera salir sin ser detenidos.17° EI Nuncio apostélico en Esparia En la represién violenta de los sectores de la Iglesia que mas se habfan distanciado del régimen tuvo un papel destacado el grupo parapolicial «ultra» Guerrilleros de Cristo Rey.°° «La propaganda de izquierda insistirfa en que las Fuerzas de Orden Pablico protegian a estos grupos, pero no tenemos de ellos pruebas fehacientes: resultaba, sin embargo, consecuente que muchas de las personas adictas al Régimen aplaudieran sus actuaciones», afirma Luis Sudrez Ferndndez.7! Los Guerrilleros de Cristo Rey contaban con las simpatias de la Hermandad Sacerdotal, una organizacién integrista que reunfa al clero contrario a las nuevas directrices de la Iglesia espafiola derivadas del Concilio Vaticano II, cuya doctrina rechazaban radicalmente.2° El nuevo gobierno y el asesinato de Carrero Blanco A mediados de 1973 era cada vez mas evidente el fracaso politico del «continuismo inmovilista» de Carrero y los «teenécratas»,!3 lo que revelaba que el franquismo «habfa entrado en una fase terminal de crisis estructural en virtud de su creciente anacronismo respecto al propio cambio social y cultural que habia generado el intenso desarrollo econémico de los afios sesenta. En 1970 la sociedad espafiola ya sdlo era diferente de sus homélogas europeas por la peculiar y desfasada naturaleza autoritaria de su sistema politico» .'72 Este fracaso fue el que denuncié al mismo Franco el ministro de la Gobernacién, Tomas Garicano Gofii, cuando presenté su dimisién en mayo de 1973.173 174 Este habia enviado al Caudillo varios informes confidenciales en los que se quejaba de la «complacencia» del gobierno con la violencia de los grupos «ultras» y defendfa la necesidad de «un auténtico aperturismo».75 76 Garicano Sofi consideraba al Movimiento una «entelequia» que no servia para mantener el orden piiblico sino que esto solo se lograria mediante «una participacién efectiva de todos los espafioles de buena voluntad>. «Mal veo al Principe si la organizacién estatal y politica continia cerrandose», decia también.163 174 E] motivo inmediato de la renuncia al cargo fueron los graves incidentes que se produjeron el 2 de mayo en Madrid durante el funeral del policfa Juan Antonio Fernandez, asesinado el dia anterior por el grupo de extrema izquierda Frente Revolucionario Antifascita y Patridtico (FRAP), y que recordaban los incidentes durante el entierro de Anastasio de los Reyes en 1936. A la salida de la misa un grupo de policias y de civiles se apoderé del féretro y lo llevaron en hombros por el centro de la capital (contando con la colaboracién del director de la Guardia Civil, el teniente general Carlos Iniesta Cano). Varios miles de personas los siguieron al grito de «irojos al paredén!» y pidiendo la dimision de Garicano Gof. En los dias siguientes arreciaron los ataques al ministro (y al conjunto del gobierno) por parte de los sectores «duros» del régimen (en el Boletin de la Guardia de Franco de Madrid se acusaba al gobierno de aplicar una «politica blandengue y timorata» y se denunciaba que «existe lenidad o politica de paiios calientes por parte de las autoridades, al tener contemplaciones con quien no se pueden ni se deben tener»; por su parte Fuerza Nueva decia que a «la subversion sélo se la puede combatir con sus propias armas. Sélo se la podra derrotar con la contundencia de los hechos consumados»).!77 178 Durante la misa grupos de extrema derecha habfan dado mueras contra los «curas rojos» y contra el cardenal Taraneé6n, al que gritaron «Tarancén al paredén», un improperio que seria repetido durante los afios siguientes.79 De la crisis de gobierno motivada por la dimisién del «aperturista» Garicano Gofii salié ain mas reforzado Carrero Blanco, al ser nombrado por Franco presidente del Gobierno, cargo que el Caudillo nunca habia querido ceder en treinta y siete afios de dictadura. «Franco era consciente de que ya le quedaba poca vida y consideraba al nombrado como la mejor garantia de que el régimen mantuviera sus rasgos esenciales a su desaparicién».!8° 174 Carrero nombré un gabinete de su confianza y la tinica concesién que hizo, por indicacién del cfrculo familiar del general Franco —su mujer, Carmen Polo de Franco, y su yerno, Cristbal Martinez Bordiu— que cada vez ejercia mas influencia sobre él dado su deterioro fisico —tenia 81 afios y padecia la enfermedad de Parkinson —, fue nombrar como ministro de la Gobernacién a Carlos Arias Navarro, un «duro» del régimen que habia sido director general de seguridad y alealde de Madrid (Carrero habia pensado primero en Fernando de Lifhan),173 181 182 183 184 Carrero estaba cada ver més decantado hacia el sector «duro» del franquismo, como lo demostraban los articulos que publicd bajo seudénimo en los que arremetia contra los que defendian que se permitieran las asociaciones politicas, aunque fuera «dentro» del Movimiento.185 En su discurso de toma de posesién Carrero reafirmé el «inmovilismo» del nuevo gobierno cuando dijo: «si yo quisiera ahora sintetizar en una cargo ante Franco como presidente sola palabra el programa de accidn que el gobierno se propone, —_ del Gobiemo (unio de 1973) diria simplemente: continuar>. Entre los ministros nombrados por Carrero se encontraba Julio Rodriguez Martinez, al que encargé la cartera de Educacién, Su primera decision fue decretar que el curso universitario comenzara en enero en lugar de septiembre como era lo habitual (se le amé de forma jocosa el «calendario Juliano» en honor de su impulsor).'8¢ #87 Por aquellas fechas el exministro Manuel Fraga Iribarne visité a Franco antes de partir para Londres para hacerse cargo de la embajada espafiola en el Reino Unido y tuvo la impresién de que estaba «cada vez mas fuera de las posibilidades vitales que requeria su gran responsabilidad».88. Por otro lado, coincidiendo con la toma de posesién del nuevo gobierno se produjo un grave conflicto laboral en Pamplona promovido por las clandestinas «comisiones obreras» y que derivé en un enfrentamiento con la Iglesia. Se declaré una huelga en solidaridad con los obreros despedidos de la empresa Motor Ibérica en la que también se reclamé la libertad sindical. Los huelguistas se encerraron en la iglesia de El Salvador y el obispo de Pamplona se negé a que la fuerza publica procediera al desalojo del templo, ademés de proporcionar viveres a los encerrados por medio de Caritas. A los pocos dias la empresa Motor Ibérica se vio obligada a hacer concesiones para acabar con la huelga. Fue una «derrota del sistema, Habia dado la oportunidad a la jerarquia cclesidstica para manifestar que ella también estaba en favor del pluralismo sindical».189 Pero el nuevo gobierno, que no tomé ninguna decision de relevancia (a finales de octubre Ferndndez Miranda present6 un borrador de Ley de Asociaciones Politicas que rechazaba de plano los partidos politicos y que no Ilegé a ser discutido en el consejo de ministros),"®° solo iba a durar seis meses.'9! En la mafiana del jueves 20 de diciembre de 1973 (el mismo dia en que estaba previsto que comenzara el «proceso 1001» contra la capula de las clandestinas ¢ ilegales «comisiones obreras»),!92 ETA detoné una bomba colocada bajé el asfalto en una céntrica calle de Madrid cuando pasaba el coche oficial del almirante Carrero Blanco causdndole la muerte."°2 La rapida asuncién del poder por el vicepresidente Torcuato Fernandez. Miranda, ante el aturdimiento de Franco al recibir la noticia («me han cortado el tiltimo lazo que me unfa al mundo», le dijo a uno de sus ayudantes),'93 194 195 jmpidié que se pusieran en marcha medidas extremas por parte de los sectores «ultras» del Ei coche oficial de Carr régimen y el Ejército no fue movilizado.196 197 198 199] en el balodn de la Casa Profesa de teniente general Carlos Iniesta Cano, director general de la Madiid, inmediatamente deso Guardia Civil, habia cursado un telegrama a todas las del atentado. comandancias para que reprimieran cualquier manifestacion «subversiva> «sin restringir en lo mas minimo el uso de las armas de fuego».23 Fernandez Miranda apoyado por el ministro del Interior Carlos Arias Navarro y por el ministro militar mas antiguo, el almirante Gabriel Pita da Veiga, y contando ‘0 Blanco ademas con el asentimiento del Jefe del Alto Estado Mayor, teniente general Manuel Diez Alegria, obligé a Iniesta Cano a que retirara la orden.20° 201 202 Como ha sefialado Javier Tusell, «si el suceso sorprendié fue simplemente porque era en aquellos momentos una novedad que, por desgracia, en los afios siguientes no lo fue ya. ETA no habia matado mediante atentado personal nada mds que al comisario Melitén Manzanas en el Pais Vasco, hacia ya bastante tiempo. [...] Los dias que siguieron al atentado de Carrero prolongaron la profunda impresi6n que su muerte habia provocado en la sociedad espafiola».2°3. «Es indudable que el Gobierno carecié de noticias acerca de lo que verdaderamente se preparaba», ha subrayado Luis Sudrez Fernandez.2°4 Al dia siguiente del asesinato se celebré una pequefia concentracién de los «ultras» franquistas en el Ingar donde se habia producido el atentado. Los asistentes portaban banderas de Espafia, de Falange y de la Comunién Tradicionalista. Blas Pifiar, lider de Fuerza Nueva, se dirigié a los reunidos para criticar la pasividad del gobierno frente a la «subversién».4% La capilla ardiente se instalé en el palacio de Presidencia y el cardenal Tarancén oficié un misa corpore insepulto (a la salida grupos de «ultras» le gritaron «iTarancén al paredén!»; dos ministros se indignaron con el jefe de los Guerrilleros de Cristo Rey Mariano Sanchez Covisa a quien responsabilizaban de «aquel vergonzoso comportamiento en horas de luto»).2°5 Al entierro, que se celebr6 en la tarde del 21 de diciembre, no asistié el general Franco sino que estuvo presidido por el principe Juan Carlos vestido con uniforme de la Marina (Franco «parecia completamente abrumado. Era incapaz de comer y se encerré en su despacho»; «aquella noche del 20 al 21 no pudo coneiliar el suefio»).206 195 se dia se habia celebrado un consejo de ministros presidido por Franco para conceder el titulo péstumo de duque de Carrero Blanco al almirante asesinado. Franco se habia referido entre lagrimas al a la que acudia el «marxismo» «porque encuentra una Europa débil».2!5 La crisis final del franquismo (1974-75) Como sefialaron pocos meses después de la muerte de Franco Jorge de Esteban y Luis Lopez Guerra, «la situacién de incapacidad estructural del Estado espafiol para enfrentarse con las exigencias de la vida moderna se hizo penosamente evidente en el bienio 1974-1975, al producirse lacrisis mundial derivada, entre otros factores, del siibito encarecimiento de la energia».24° EI gobierno de Carlos Arias Navarro y el «espiritu del 12 de febrero» Véase también: Espiritu del 12 de febrero, Por influencia de su entorno familiar, Franco nombré en enero de 1974 a Carlos Arias Navarro presidente del Gobierno,2%@.5 Jo que supuso que los «tecnécratas» del Opus Dei quedaran definitivamente excluidos.27 218 219 Segan Jorge de Esteban y Luis Lopez Guerra cuando fueron apartados del poder «era ya evidente que cl modelo _teenocratico de pseudomordernizacién parcial no conduefa a ninguna parte... E] hecho es que se queria el desarrollo econémico, pero no sus consecuencias sociales y politicas» 220 Para formar su gobierno Arias recurrié a las «familias» del régimen, intentando guardar un cierto equilibrio entre «inmovilistas» y «reformistas» (entre estos iltimos se encontraban Pfo Cabanillas y Antonio Barrera de Irimo al 7 frente de los ministerios de Informacién y Turismo y de Hacienda, respectivamente; entre los primeros, los «ultras» José Utrera Molina y Francisco Ruiz Jarabo, ministro- secretario general del Movimiento y ministro de Justicia, —-,nco twvo cada vor mas respectivamente).22! 222 223 224225 Los sectores civiles y —jnfuencia sobre él militares involucionistas, encabezados por el presidente de las Cortes franquistas Alejandro Rodriguez de _Valearcel, presionaron a Arias Navarro para que nombrara vicepresidente del Gobierno al camisa vieja y exministro José Antonio Girén de Velasco, pero Arias Navarro se negé (al parecer Franco lleg6 a considerar la posibilidad de nombrar a Girén presidente del gobierno).22° 227 228. Por otro lado Carmen Polo de Franco, esposa de! Generalisimo. En los afios finales de su vida el entomo familiar de Franco estableceria una estrecha relacién («paternal», segtin Paul Preston) con el ministro «ultra» Utrera Molina. En enero de 1974, cuando Utrera le dijo que tenfa la intencién de emprender el rearme ideolégico del Movimiento, Franco le respondié: «En muchas ocasiones hemos ineurrido en el error de haber bajado la guardia».229 De todas formas Arias Navarro carecia de proyecto politico propio.*# 222 28° En un principio, parecié que se alejaba de las posiciones «inmovilistas» y en el discurso de presentacién del nuevo gobierno pronunciado ante las Cortes franquistas el 12 de febrero de 1974, hizo ciertas promesas «aperturi iaciones politicas «dentro» del Movimiento, eleccién «organica» de los alcaldes y presidentes de las diputaciones provinciales, reconocimiento legal de los conflictos laborales—.2#2 231 Arias Navarro hablé de proseguir la «continuidad perfectiva» del régimen, procurando el «ensanchamiento de los cauces de participacién» y buscando «nuevas formulas para dar proyeccién politica al pluralismo real de nuestra sociedad».232_Y por primera vez en la historia del franquismo la «Cruzada» era calificada como «guerra civil», aunque también se decia que «la legitimidad del 18 de julio no es susceptible de reinterpretacién ni de debate».283 Segtin Paul Preston, el discurso fue escrito por dos miembros del grupo «reformista» Técito, Gabriel Cisneros y Luis Jéudenes, por encargo de su superior, el ministro «aperturista» de la Presidencia Antonio Carro, quien por otro lado habfa situado a otros miembros del grupo como subsecretarios en diferentes ministerios.229 Segtin Luis Suarez Fernandez, el texto fue elaborado por Antonio Carro y por Pio Cabanillas y redactado finalmente por Cisneros.233 1s» —aso Ademis, gracias a la politica del ministro de Informacién y Turismo Pio Cabanillas —un hombre préximo a Manuel Fraga Iribarne, cuya presencia en el gobierno fue vetada por el general Franco —#10 la prensa goz6 de un mayor margen de critica, y la oposicién «moderada» fue «tolerada> (los demécrata-cristianos Joaquin Ruiz Giménez y Fernando Alvarez de Miranda; los liberales Joaquin Satrastegui y Joaquin Garrigues Walker; el socialdemécrata Dionisio Ridruejo; o los socialistas Enrique Tierno Galvan y Felipe Gonzélez).234 235 236 «Fueron momentos de gran difusion e influencia de revistas de opinién claramente democraticas, como Cambio 16 0 Triunfo, y de diarios como Ya, Informaciones, Tele/eXprés 0 Diario de Barcelona».287 Por otro lado, Pio Cabanillas fue criticado por los «ultras» por haberse fotografiado levando una barretina en la mano durante una visita a Barcelona, ciudad a donde habia viajado para pronunciar dos discursos en los que defendié la «apertura» del régimen, lo que le valié un editorial muy critico del diario oficial del Movimiento Arriba.238 Pero este nuevo «espiritu del 12 de febrero», como Io bautizé la prensa, sélo duré un par de semanas (de hecho cuando el «ultra» Utrera Molina le explicé a Franco en qué consistia el «espiritu del 12 de febrero», este alarmado le dijo que «si el régimen permite que se ataque a su sustancial doctrina y sus servidores no aciertan a defender lo fundamental, habra que pensar en una cobarde voluntad de suicidio»).229 289 A finales de mes el obispo de Bilbao, monsefior Antonio Afioveros Atatin, era conminado a marcharse de Espafia por haber suscrito una homilfa a favor de la «justa libertad» del pueblo vasco y de un sistema polftico que fuese respetuoso con su «identidad especifica». El gobierno consideré la pastoral un «grave atentado a la unidad nacional». El cardenal Tarancén y la Conferencia Episcopal salieron en defensa de monsefior Afioveros y negaron el derecho del gobierno a expulsar a un obispo, amenazando con la excomunién al que dictara la orden. El papa Pablo VI respaldé a Tarancén y a Afioveros y al final tuvo que intervenir el propio Franco para ordenar a Arias Navarro que diera marcha atrés. «El incidente fue interpretado como una derrota politica del gobierno que se habia visto obligado a ceder ante la férrea posicién de la Iglesia y de la Santa Sede», sefiala Borja de Riquer.24° 241 242 243 244 Que el gobierno habfa caido en el «ridiculo», como escribié en sus memorias el «tecnécrata» Laureano Lépez Rodé, o habia dado «un paso en falso» y no habia superado «la prueba de fuerza», como escribio el «reformista» Manuel Fraga Iribarne, lo probarfa que tres ministros estuvieron a punto de dimitir.245 El 2 de marzo, solo unos dias después del inicio del «caso Afioveros>, el anarquista catalén Salvador Puig Antich, condenado a la pena capital en un consejo de guerra por haber causado la muerte de un policia, era ejecutado a garrote vil Gunto con el polaco Heinz Chez acusado de haber matado a un guardia civil), a pesar de las manifestaciones de protesta duramente reprimidas por la policia y de las peticiones de clemencia procedentes de todo el mundo (incluido el papa Pablo VI).24° 241 24° En las semanas anteriores los sectores «ultras» habian presionado al Gobierno para que no conmutara la pena, ademas de responsabilizarlo del fortalecimiento de la oposicién antifranquista y de los des6rdenes piiblicos que se habian producido. Desde 1966 no se habia aplicado en Espafia la pena de muerte.23! 247 Las protestas internacionales por el caso de Puig Antich recordaban las motivadas por el «proceso de Burgos» (1970) y por el juicio y ejecucién de Julian Grimau (1963).24% Celda de la Crcel Modelo de Barcelona donde estuvo preso El anacronismo y la soledad del franquismo se hicieron Salvador Puig Antich antes de ser patentes cuando el 25 de abril de 1974 triunfo en Portugal un —_*/*cutedo a garrote vil golpe militar que puso fin a la dictadura salazarista, la mas antigua de Europa (y tres meses mds tarde cafa la dictadura de los Coroneles de Grecia). «Las dictaduras personalizadas parecian no sobrevivir a si (Oliveira Salazar haba muerto en 1970).242 Una de las primeras medidas que tomé el Gobierno fue ordenar el secuestro del numero extraordinario de la revista Cuadernos para el Didlogo dedicado a lo que acababa de suceder en Portugal (el titular de la portada decia: «Portugal, el fin de una dictadura»).25° Por su parte los «ultras» franquistas enseguida advirtieron de que lo que baba de pasar en Portugal no pasarfa nunca en Espafia y denunciaron a los «falsos liberales infiltrados» en el Estado y atacaron el «aperturismo» de la prensa y el proyecto de ley de asociaciones del Movimiento.25" s fundadores» La ofensiva del «bunker» E128 de abril de 1974 el diario Arriba publicaba un articulo del exministro falangista Jos los miembros mas destacados del «binker>,25? en el que denunciaba el «aperturismo» del gobierno de Arias Navarro por ser una «traicién» a los Principios del Movimiento Nacional (intentando forzar su destitucién Girén Ie habia dicho a Franco en persona que «Arias habia traicionado al régimen»).253 Fue llamado el «gironazo». En el articulo Giron de Velasco se refirié a la victoria franquista en la Guerra Civil para oponerse de forma muy agresiva a cualquier 255 Antonio Girén de Velasco, uno de Escudo franquista. El ebuinker» lanz6 una ofensiva contra el «Espiritu dol 12 de febrero» tras la caida de la dictadura salazarista en Lo que se pretende en nombre de no sé qué extrafia libertad, es olvidar el compromiso sagrado que contrajimos con el pueblo espafiol quienes un dia nos vimos en el deber inexcusable de empufiar las armas y vimos morir a nuestros mejores camaradas para que Portugal. Espaiia siguiese viviendo. Olvidar esto... constituiria en nosotros una traicién, y en quienes nos incitan con sus actos a ello, un erimen que no perdonaremos. Proclamamos el derecho de esgrimir frente a las banderas rojas las banderas de esperanza y realidades que izamos el 18 de julio de 1936 aunque a ello se opongan los falsos liberales 0 quienes, infiltrados en la Administracién o en las esferas del Poder, suefian con que suene vergonzante la campanilla para la liquidacién en almoneda del Régimen de Francisco Franco. E] «gironazo» fue muy aplaudido por todos los sectores «ultras» (Fuerza Nueva se sumé a la tesis de no dejar en el olvido el «sacrificio de los muertos») y Girdn no fue destituido ni como miembro del Consejo del Reino ni del Consejo Nacional del Movimiento, lo que fue entendido como una tacita aprobacién por parte de Franco.256 257 E] mismo dfa en que en las p4ginas de Arriba aparecia el articulo de Girén, Nuevo Diario publicaba una entrevista con el teniente general Tomas Garcia Rebull, otro destacado «ultra», en las que decia que «como falangista no admito asociaciones de ninguna clase» porque «las asociaciones derivan inevitablemente en partidos politicos y los partidos, para mi, son el opio del pueblo, y los politicos sus vampiros». Ademas afirmaba que detras del asesinato de Carrero Blanco habfa estado la masoneria. Preguntado en qué se basaba respondié: «Pues... en las cosas que veo. Muchas veces me pregunto: pero bueno éde dénde viene esto? Y siempre digo: nada, masoneria. Yo creo que hasta hemos exportado masones».258 248 Al parecer el articulo de Garefa Rebull formaba parte de un plan de los generales «ultras» para que Carlos Iniesta Cano, que estaba a punto de pasar a la reserva, reemplazara al «liberal» Manuel Diez Alegria como jefe del Alto Estado Mayor y Angel Campano ocupara la Direccién General de la Guardia Civil que dejaria libre Iniesta Cano. A continuacién se procederia a una purga de todos los oficiales sospechosos de liberalismo. Tras ser informado por el ministro del Ejército Francisco Coloma Gallegos de lo que se tramaba, el presidente del Gobierno fue a ver a Franco para que actuara o de lo contrario dimitiria. «Franco, que consideraba el reglamento militar y las prioridades de antigtiedad como sacrosantas, respaldé a Arias ¢ Iniesta fue obligado a retirarse en el momento correspondiente, el 12 de mayo», ha afirmado Paul Preston.?59 Pocos dias después del «gironazo» Gonzalo Fernandez de la Mora, el idedlogo de los «teenécratas» inmovilistas, comparaba en ABC a Arias Navarro con el general Damaso Berenguer cuyo gobierno «se habia limitado a asistir a la disolucién del Estado y a su progresiva sustitucién por el que preconizaban, no el pais, sino unas minorfas frivolas o de resentidos contra la Dictadura [de Primo de Rivera}».26° Por su parte Blas Pifiar en sus articulos en Fuerza Nueva calificé de «traidores» a los «aperturistas» y acusé al gobierno de debilidad frente a la «subversion». En un acto piblico celebrado en Ja sede de Fuerza Nueva fue ms lejos que Girén al afirmar que «pese al parte de guerra a cuyo conjuro se depusieron las armas, la guerra no ha terminado, y que la paz, por desgracia, empieza nunca y hay que ganarla con el esfuerzo de todos».26! Dos meses después del articulo de Girén en Arriba fue cesado el jefe del Estado Mayor, teniente general Manuel Diez Alegria, considerado un «liberal» («un claro representante del sector mas profesional y menos politico del ejército»),26 después de un viaje oficial a Rumania donde se habia entrevistado con el dictador comunista Ceausescu, que mantenia relaciones estrechas con Santiago Carrillo, secretario general del clandestino e ilegal Partido Comunista de Espafia (con quien Dfaz Alegria rechaz6 reunirse).*®3 264 Franco se irrité cuando tuvo tuvo noticia del viaje.265 «El cese tuvo lugar, en cierta manera, bajo los efectos de los acontecimientos portugueses, es decir, ante el temor exagerado de que Diez Alegria se convirtiese en un nuevo Spinola (uno de los militares que protagonizé la transicién en el pais vecino), después de que desde las paginas de El Aledzar un articulista que ocultaba su nombre bajo el seudénimo de "Jerjes" le dirigiese un duro ataque».26° De hecho Diez Alegria habia comenzado a recibir como regalo monéculos, como los que utilizaba el general Spinola.27 Pocos dias antes el ministro «ultra» Utrera Molina habia reclamado la necesidad de «rearmar ideolégicamente el sistema frente a la ofensiva de un pensamiento desfigurador y disolvente de nuestras esencias y ante la realidad de una creciente subversién».262 Al afio siguiente, los servicios de informacién del Ejército detenian a once oficiales acusados de ser los dirigentes de la Unién Militar Democrética (UMD), una organizacion clandestina militar fundada en agosto de 1974 en Barcelona que, siguiendo el modelo portugués, intentaba que los oficiales mAs jévenes del Ejército apoyaran un cambio democratico en Espafia —pero su alcance fue extremadamente reducido y sélo consiguié el apoyo de unos doscientos cincuenta tenientes, capitanes y comandantes—.268 269 270 Entre los detenidos se encontraban los que pareefan ser los dirigentes de la UMD, los munista rumano comandantes Julio Busquets y Luis Otero.27! Fue muy Ceaucescu junto a Santiago sintomatica «la apresurada ola de declaraciones en que se negd Carrillo, secretario general del toda importancia» al hecho. Mas directo fue el jefe del Alto Parlido Comunista de Espaia. La «Estado Mayor, teniente general Carlos Fernandez Vallespin, entrevista con Ceaucescu en que afirmé que para «no ir con rodeos, e ir al fondo de la Bucarest del Jefe del Estado Mayor, _euestién, desde que ocurrié la revuelta de Portugal, ha habido teniente general Manuel Diez elementos que han sofiado hacer aqui un 25 de abril».272 Alegria, motivé su destitucion, Diez Alegria se negé a entrevi La sensacién de que se Carrillo estaba asistiendo a la crisis ag6nica y final del franquismo se acentué en julio de 1974 cuando el general Franco fue hospitalizado a causa de una tromboflebitis, lo que le obligé a ceder temporalmente sus poderes al principe Juan Carlos (quien asumiria la Jefatura del Estado durante cuarenta y seis dias).273274 La decisién del médico personal de Franco Vicente Gil de hospitalizarlo molesté al yerno del Caudillo porque no se le consult6 (el marqués de Villaverde, también médico, en aquel momento se encontraba en Filipinas, a donde habia viajado por motivos profesionales?75y donde también habia asistido 975. pero puss corrospancier 2 una al certamen de Miss Mundo).27® Se temié por su vida y un jisita del aio anterior cuando Franco sacerdote le dio la extremauncién. Pero logré estaba hospilalizado recuperarse27 262 y 15 de agosto salié del hospital para pasar unos dias de descanso en el Pazo de Meiras. El 28 recibié al ministro «ultra» Utrera Molina, quien le hablé de unos supuestos planes para incapacitarlo por lo que era urgente que recuperara sus poderes. Franco estuvo de acuerdo (la consider6 una «pretension miserable») y le respondi6: «Yo no soy un dictador que se aferra a no perder prerrogativas, pero no es la primera vez que Espafia me pide mi sacrificio. Pasado un tiempo prudencial, y hechas las rectificaciones que consider inaplazables, reconsideraré mi decisién. [...] No olvide que, en dltimo término, el Ejército defender su vietoria» (Utrera también Ie hablé de la posibilidad de que don Juan Carlos introdujera cambios radicales tras su muerte, a Jo que Franco respondié: «Cuando yo muera todo ser distinto pero existen juramentos que obligan»).278 279 E] 30 de agosto, tras la celebracién del consejo de ministros en el Pazo de Meirds presidido por don Juan Carlos, el ministro de la Gobernacién José Garcia Hernandez le dijo a Franco: «Mi general, es hora de que aligere sus responsabilidades y deje el tim6n en otras manos». «Usted sabe que eso no es posible», le respondié Franco. ‘Tres dias después se hacia publica la reasuncién de sus poderes.28° E] principe Juan Carlos recibié la noticia cuando estaba cenando en Mallorea con su padre, don Juan de Borbén, y con otras personas y se irrité por la forma en que se habia levado a cabo y porque nadie le habia avisado.28 De fondo estaba la crisis que se estaba gestando en la colonia del Sahara Occidental por la pretensién de Hasdn II de incorporarlo al Reino de Marruecos (habia proclamado el afio 1974 como el de «Ja liberacién del Sahara»). Este fue uno de los motivos que més tarde alego Franco para recuperar sus poderes.282 El presidente del gobiemo Carlos Arias Navarro visita al general Franco. La fotografia esté fechada el 23 de tubre El duque de Cadiz (titulo otorgado por Franco) Alfonso de Borbé: Dampierre, fo con la nieta mayor del Caudillo Maria del Carmen Martinez Bordiu Franco, en 1963. Su franquist de los "ultras" para que revocara su decision de 1969 de tal adhesion al régimen lo convirtié en candidato ranco principe Juan Carlos. La alternativa de don Alfonso también contaba con el apoyo de la familia del Durante los dos meses que estuvo convaleciente los «ultras» volvieron a sacar a colacién la candidatura a la sucesién de Franco de Alfonso de Borbén y Dampierre, casado con la nieta mayor del Caudillo, por lo que también contaba con el apoyo de la familia (la ley le permitia al Generalisimo revocar su decisién de 1969 en favor de don Juan Carlos).283 De hecho el marqués de Villaverde, suegro de don Alfonso, le dijo a Vicente Gil, que habia insistido ante Franco para que firmara la cesion temporal de la Jefatura del Estado: «iQué flaco servicio que has hecho a mi suegro! iVaya buen servicio que has hecho a ese nifiaco de Juanito!» (el marqués consiguié que Vicente Gil fuera sustituido por el doctor Vicente Pozuelo Escudero como doctor personal de Franco; una de las primeras decisiones que tomé Pozuelo fue anunciar oficialmente que Franco padecfa la enfermedad de Parkinson).284 Por su parte los embajadores franeés, aleman y briténico informaban a sus respectivos gobiernos de que no vefan posible la continuidad de la dictadura tras la muerte de Franco, por lo que habian iniciado contactos con la oposicién democratica moderada. El ‘nico aliado que le iba quedando al régimen era Estados Unidos, pais muy interesado en la renovacién del tratado del uso de las bases militares y en que Espafia no se desestabilizara tras la desaparicién del Caudillo por lo que apostaban por la continuidad que supondria la Monarquia de Juan Carlos.285 El 13 de septiembre, a los pocos dias de reasumir sus poderes Franco, se producfa un brutal atentado de ETA que causaba la muerte a 12 personas —y heria a mas de 80—, todas ellas civiles. Habian colocado una bomba en la cafeteria Rolando de la calle del Correo de Madrid, al lado de la Puerta del Sol, que solian frecuentar policias de la cereana Direccién General de Seguridad.28° 287 288 Franco comenté a su médico cuando recibié la noticia: «o se acaba con ellos, o ellos acaban con nosotros».288 El atentado de la cafeteria Rolando fue utilizado por la extrema derecha para presionar al gobierno, cuyo presidente se defendié criticando la actitud de «algunos sectores, proclives a anclarse en la nostalgia. Le respondié el lider de Fuerza Nueva Blas Pifiar con un articulo titulado «Sr. Presidente», publicado el 27 de septiembre en la revista del mismo titulo (entonces de poca difusién)?88 , en el que le decia (se habl6 del mejanza con el «gironazo» del 28 de abril):289 29° raZO», por su s Sefior presidente, nos autoexcluimos de su politi Logo del grupo «ultra» Fuerza Nueva, que se puso radicalmente a cualquier intento de ‘apertura" d franquis no. No podemos, después de lo que usted ha dicho, colaborar con usted, ni siguiera en la oposicién... Nosotros no queremos obedecerle ni compafiarle. Pero fijese bien en quienes le acompafian y a donde le acompaiian. Piense si le dirigen o le empujan. Y no se lamente al final si contempla cémo este tipo de democratizacién que tanto urge se levanta sobre una legién de cadaveres, de los que son anunci y adelanto, cuando esa democratizacion inicia, los que sacaron de los escombros, el 13 de septiembre, del corazon mismo de la capital de Espafia. Unas semanas después era la Confederacién Nacional de Excombatientes, presidida por Girén, la que presentaba a sus integrantes como «combatientes de Espafia». «Partimos del hecho irrevocable del 18 de julio de 1936... No somos excombatientes. Somos combatientes de Espafia y de la revoluci6n nacional. [...] Por todo ello aspiramos a que el régimen politico al que somos fieles cumpla con su compromiso revolucionario, En este orden es posible la paz. Pero sin justicia, la paz no es posible ni deseable». El 16 de noviembre era el propio Girén el que en nombre de la Confederacién volvia a emplear tonos amenazantes: «Nos incumbe la misma responsabilidad que por razones de honor nos eché al monte en 1936. [...] Nos impulsa el deber de cerrar el paso a quienes quieren arrebatarnos la victoria».2% El 27 de noviembre los recibié Franco en el Palacio de El Pardo, con Girén al frente, y el Caudillo les dijo: «Estdis en activo y en activo servicio, y estdis prestando a la Patria uno importantisimo, cual es la vigilancia de la paz, la confirmacién de esta paz la unidn nacional». Y les recomendé: «Cerrad filas, conservarlas incdlumes, conservad el espiritu combativo».292 La presién del brinker consiguié que el «reformista» Pio Cabanillas fuera destituido el 29 de octubre (para su gobierno Arias Navarro intenté que también fueran cesados los ministros «ultras» Utrera Molina y Ruiz Jarabo, pero Franco se negé porque ambos eran «muy leales»).293 Se rumore6 que los «ultras» habfan hecho llegar a Franco un extenso dossier con fotos de mujeres en bikini de revistas espafiolas habilmente intercaladas con fotos de revistas eréticas extranjeras, junto con informaciones sobre el caso Reace,2°4 en el que aparecia involuerado Nicolas Franco, de lo que se hacia responsable al ministro. Esto iltimo es lo que al parecer mis irrité a Franco. «De qué sirve que todos digan que Cabanillas es muy listo si no ha podido evitar que el nombre de mi hermano aparezca en la prensa? A Cabanillas no quiero verlo més en un consejo de ministros», se asegura que dijo.295 298 La salida de Cabanillas del gobierno provocé un hecho insélito en la historia del franquismo, ya que en solidaridad dimitieron Antonio Barrera de Irimo, el otro ministro «reformista», y varios altos cargos de la Administracién de la misma tendencia, muchos de los cuales serian protagonistas destacados de la transicién democratica (Francisco Fernandez Ordéfiez, Marcelino Oreja, Juan Antonio Ortega y Diaz Ambrona, Juan José Rosén, etc.).297 298 293 278 «No cabe duda de que el relevo de Cabanillas, que arrastré a todo un equipo, fue decisién del propio Franco», asegura Luis Sudrez Fernandez.289 Por otro lado, tras la salida de Pio Cabanillas del Ministerio de Informacion y Turismo la politica del Gobierno respecto a la prensa se endurecié y este recurrié con frecuencia «a sus prerrogativas para suspender un periddico o exigir la retirada de un articulo».30° La destitucién de Cabanillas y la «catarata de dimisiones» que le siguieron,278 supuso el fin del proyecto «reformista» en vida de Franco y confirmé la ruptura en el seno de la elite politica franquista, lo que se pudo comprobar en diciembre cuando se aprobaron las asociaciones politicas «dentro» del Movimiento,3 ya que la mayoria de los «reformistas» las rechazaron.3°? 303 F] Estatuto de Asociaciones finalmente aprobado (el 16 de diciembre de 1974, por 95 votos a favor y 3 abstenciones)$°4 habia sido elaborado por José Utrera ‘Molina, que habia retomado el proyecto de diez afios antes de José Solis Ruiz, descartando Arias el proyecto presentado por el «aperturista» Antonio Carro que no contemplaba el control de las asociaciones por el Movimiento. Ademés en el Estatuto que se aprobé se impedia que las asociaciones pudieran tener un cardcter regional, pues se exigia que contaran con el apoyo de al menos 25 000 personas residentes como minimo en 15 provineias.3°5 278 306 «Para conseguir la aprobacién del texto fue necesario gestionar un visto bueno muy explicito de Franco, prueba de que, a pesar de su estado, segufa siendo la instancia decisoria e inapelable», ha afirmado Javier Tusell.3°7 De hecho, para disuadirle de la oposicién que habia manifestado se le entregé una Nota titulada Garantias contenidas en el proyecto de Estatuto del Derecho de Asociacion Politica en el que se hacia hincapié en que todos sus articulos cumplian «los Principios del Movimiento Nacional y demas Leyes Fundamentales».3°8 En su tradicional mensaje de fin de afio Franco dijo que las Asociaciones abrian «una nueva e ilusionada expectativa que va a ofrecer a todos los espafioles de buena y limpia intencién la oportunidad de una més activa participacién politica» y Palacio de El Pardo, residencia oficial del Generalisimo Franco.

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