Fundamentación:

El período de inicio nos permite un acercamiento a un lenguaje artístico, para los más
pequeños un mundo nuevo basado en la escucha, la ejecución e imitación de los sonidos.
Permite los primeros accesos al canto a través de las canciones, a la memorización y al disfrute
de la fantasía que transmiten estás obras. A todo esto debemos sumarle la expresión corporal
como recurso didáctico para canalizar la energía infantil, el conocimiento constituido del
cuerpo y su movimiento, la motricidad gruesa y también como herramienta lúdica y
socializadora. Como dicen las educadores musicales Silvina Mairet y Karina Malvicini en su
libro “didáctica de la música en el nivel inicial”, el inicio de la etapa escolar permite el
encuentro formal de la música y el niño, y es allí donde la educación musical afronta, junto a
las otras disciplinas artísticas, un gran desafío: sacar a la luz ese germen de sensibilidad y
promover el espíritu creativo.
El período de adaptación es el inicio de una serie de experiencias y vivencias que ampliara el
marco de referencia de los chicos y les posibilitará entablar nuevos vínculos. Se trata de un
período para construir nuevas relaciones:

- Entre los niños y sus padres con la institución.

- Entre la institución y la nueva familia
- De los chicos entre sí.

Estás relaciones se van consolidando sobre la base de la contención afectiva que posibilita el
establecimiento de vínculos de confianza y seguridad en el ámbito escolar.