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ESTILOS DE CRIANZA

Crianza: Es el acto de criar, es cuidar, alimentar, educar y desarrollar habilidades personales


en un ser vivo. Normalmente, esta palabra se atribuye a los padres o tutores de un niño, que
son los encargados de criarlos.

El estilo de crianza es un modelo de formación que, como padres realizamos; comprendiendo un


conjunto de conductas, pensamientos, emociones y actitudes que proponemos a la crianza y
educación de los hijos.

Uno de los mayores deseos de todos los padres, es poder brindarles una crianza positiva a
sus hijos, ya que ello influirá de manera determinante en el sano desarrollo de sus hijos tanto
en el presente como en el futuro.

Por tal razón es importante prestar atención cuál es el estilo de crianza que estás empleando
con tus hijos. HOY hablaremos de los cuatro estilos de crianza, su importancia y cuando es
necesario buscar ayuda profesional.

La importancia de una buena práctica de crianza con los hijos, radica en la interacción directa
que tengan ellos con sus padres; de ella dependerá continuamente el desarrollo emocional y
social del niño o la niña.

Cuando tenemos hijos, una de las primeras preguntas que se nos vienen a la mente es
pensar como será su crianza; si queremos que sea igual a la que nos dieron a nosotros; o
rotundamente no queremos brindarle a nuestros hijos la misma formación que nosotros
tuvimos de pequeños. 

1. Estilo de crianza autoritario

Los padres que ejercen este estilo de educación, suelen ser los supervisores de sus hijos; todo el
tiempo les dicen que hacer y cómo hacerlo, en muchos casos también emplean la violencia física.

Las consecuencias para los niños en este modelo de crianza, es que crecerán como personas sumisas,
con baja autoestima, en algunos casos suelen ser agresivos; también son temerosos, se estresan
fácilmente, por esta razón este estilo de crianza es considerado como negativo.

2. Estilo de crianza democrático


Este estilo de crianza será la que tendrá un impacto más saludable en el desarrollo del niño y en la
relación afectiva con sus padres. Sin duda, este tipo es uno de los estilos de crianza más positivo para
los hijos.

Los padres democráticos, también emplean consecuencias cuando las normas no son cumplidas, o
los límites son sobrepasados por sus hijos; sin embargo, no optan por la violencia o por castigos
severos, más bien buscan la manera de enseñarle a sus hijos, para que se hagan responsables de los
actos realizados.

3. Estilos de crianza permisivo


En ningún contexto exigen a sus hijos un comportamiento adecuado, son padres muy
relajados; suelen llevar todos los caprichos del niño, con tal de que él no llore ni haga
pataletas.
Las consecuencias a la larga de este estilo de crianza permisivo, es que se estarán educando
niños consentidos y caprichosos; normalmente son pequeños que muestran problemas en
su comportamiento, suelen hacer pataletas cuando se les imparte una norma o un límite;
desean que todo se lo den o se lo hagan en el instante, serán niños dominantes y por ende
les costara tener buenas relaciones interpersonales.

4. Estilo de crianza negligente


Son niños que habitualmente son criados por terceros; la abuela, la tía, la prima, la hermana
o cualquier otro miembro de la familia o un amigo cercano. En pocas palabras, los padres no
están implicados en la crianza de sus hijos; muestran desinterés en todo lo relacionado con
su hijo o hija.

Esta forma de criar a los hijos trae impactos muy negativos en los pequeños, tanto en su
presente como en el futuro; son niños que casi nunca crecen con un sano desarrollo de la
personalidad. Todo esto a raíz de las carencias emocionales que tuvieron por parte de sus
padres.
CRIANZA POSITIVA

Pauta: Según el diccionario, pauta significa “Norma o modelo, que sirve de guía para hacer
algo”. “Pautas de conducta”

Las pautas de crianza son los procesos que permiten establecer un sano acompañamiento
en el desarrollo evolutivo de los niños. No existe como tal un manual para seguir los estilos de
crianza. Cada familia funciona de forma diferente y, por lo tanto, establecen sus propias
pautas de crianza o modelos a seguir.

Ser padres es una labor que en verdad no es fácil, cuando tenemos un hijo muchas veces no
tenemos con claridad cómo formarlo en su educación. Ya que el único precedente que
tenemos es la propia crianza que nos brindaron nuestros padres.

Tiempos atrás, se creía que la única forma de criar hijos bien educados y obedientes, era por
medio de los golpes y gritos. Práctica que, en verdad, tal vez podía funcionar en muchos
niños, lo que generaba una educación basada en el miedo y temor a sus padres.

Actualmente y afortunadamente este pensamiento ha ido evolucionando. Cada vez son más
los padres que se convencen, que con amor, diálogo y comprensión los niños se crían más
felices y con respeto hacia sus padres. Con una correcta implementación de las pautas de
crianza.

Amar a nuestros hijos siempre estará bien, el problema en realidad de la crianza respetuosa y
con amor, es que muchos padres no saben aplicarla en verdad. Porque malinterpretan su
significado y la confunden con la permisividad.
Situación que está generando que muchos niños se vuelvan rebeldes, irrespetuosos,
irresponsables y presenten berrinches constantemente.

Es muy importante que los niños desde pequeños entiendan que es necesario tener normas, deberes
y responsabilidades. Que aprendan a identificar que todos los actos positivos o negativos acarrean
consigo una consecuencia, ya sea buena o mala.

Es importante tener a los niños en cuenta a la hora de asignar las normas, los deberes o las
responsabilidades. Pero siempre dejando el precedente que la autoridad eres tú.

Cuando los niños identifican a sus padres o cuidadores como sus figuras de autoridad. Se
marca una diferencia grande en su desarrollo personal y son los niños los que logran tener
un control en sus emociones de una forma sana. Además, que logran introyectar de manera
más fácil sus deberes y responsabilidades.

Las pautas de crianza implican, que tú como padre seas constante y participes de todo lo que
rodea a tu hijo. Lo que quiere decir, que en los momentos que estés con él, debes corregirlo
cuando se presente algún acto inadecuado. Mostrándole cuáles son las consecuencias y
comunicándote con él para que no se vuelva a repetir.

Recuerda que ningún padre es perfecto, pero si debemos hacer nuestro mayor esfuerzo por
aprender día tras día como formar niños educados, responsables y con mucho amor.

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