CASTELLANA
POR
decir, que según esta interpretación, común hoy entre los psicólogos, ¡os
llamados procesos mentales son identificados con la actividad más com
pleja del sistema nervioso, con lo cual en la ecuación psiquissoma (cuerpo-
alma) la actividad psíquica queda reducida a los términos de un proceso
meramente nervioso. Hasta aquí condujo el dualismo cartesiano al pensa
miento psicológico contemporáneo.
Consecuentes con esta interpretación, los grandes capítulos de la psi
cología han sido despojados de su verdadero valor psíquico y reducidos a
mera reacción neuro-hormonal provocada por un estimulo simple o por una
situación estimulante compleja, sin que contenido subjetivo alguno, es de
cir, de valor psíquico, intervenga en la respuesta.
El avance conseguido en estos últimos años por la psicología fisioló
gica, obligó al behaviorismo a rectificar sus postulados más radicales y
admitir que entre el estimulo (S), recibido por los órganos sensoriales, y la
respuesta (R), ejecutada por los sistemas motor o visceral, existe un proce
so llamado "central", “ autónomo”, "intrínseco” o, más recientemente, "in
termediario”, del cual son responsables las estructuras más complejas del
sistema nervioso central. En virtud de este proceso, toda respuesta a una
situación-estimulante compleja tiene un carácter opcional, es decir, que
en ella interviene un factor llamado de "plasticidad” del sistema nervioso,
en virtud del cual la respuesta escapa en algún sentido a la determinación
tiránica y rígida que, según la interpretación mecanicista del behaviorismo,
imponía el estímulo.
La psicología conciencista actual ha sentido también la necesidad de
superar sus postulados más radicales, afirmando que el hombre no es pura
conciencia, y que, por tanto, no agota su realidad psíquica en la pura
intencionalidad; su conducta se revela como intencionalidad inserta en un
mundo de objetivaciones.
Así la psicología actual desde estas dos perspectivas, y desde otras a las
que se podría hacer alusión, pone de relieve el equívoco fundamental que se
encubría bajo la aparente simplicidad del dualismo cartesiano, al divorciar
los dos componentes que constituyen esa realidad psicofisiológica que es el
hombre; conciencia y cuerpo, psiquis y soma.
Si se recurre a los datos proporcionados por la experimentación animal,
tan cultivada actualmente, también la interpretación estrictamente meca
nicista del behaviorismo radical se ha visto superada al comprobarse que
la cortesa cerebral, en la mayor parte de su actividad funcional, no operar
como se pretendía, a manera de una central que recibe "llamadas" de estí
mulos y automáticamente funciona con respuestas preestablecidas, sino que
la cortesa cerebral en su actividad es "equipotencial”, es decir, que cada
zona puede funcionalmente sustituir a otras, haciéndose responsable de las
actividades de éstas. Es decir, que la corteza cerebral, que representa la
parte más diferenciada, o por así decir, más perfecta del sistema nervioso,
se adapta funcionalmente y en todo momento a las situaciones estimu
lantes, que solicitan su actividad mediadora de una respuesta, tanto como
a circunstancias subjetivas.
Estas dos cualidades del sistema nervioso—equípot'encialidad y plasti
cidad—son las que garantizan el carácter opcional, autónomo o indetermi
4 Introducción
Los análisis que acabamos de hacer no suponen más que un simple inten
to de acercamiento entre los puntos de vista de la psicología de S an to T omás
y él estado actual de los conocimientos experimentales acerca del proceso
sensorial. Como se ve, este acercamiento no sólo es posible, sino fructífero,
pues con él ambos puntas de vista se enriquecen y completan mutuamente.
Ello exige un conocimiento crítico, y no de tal o cual dato o conclusión
experimental, más o menos provisional e insuficientemente verificada, sino
de la marcha general de la ciencia experimental en sus conclusiones adecua
damente valoradas en su contexto experimental y en su interpretación
hipotético-deductiva. También exige una indagación de los principios de la
psicología de S an to T om á s , no limitándose al análisis textual de fórmulas
repetidas una y otra vez por sus comentaristas, o a consideraciones exegéti
cas de valor puramente histórico de los textos de S an to T omás
En materia psicológica, y sobre todo en lo que se refiere a la psicología
de funciones orgánicas o sensoriales, la interpretación última de la doctrina
de S a n t o T om ás exige, si quiere ser científicamente fecunda, un conocimien
to de primera mano de la ciencia experimental de nuestros días.
M. ü. P., o. p.