Está en la página 1de 6

siglo xxi editores, s.a. de c.v.

CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS, 04310, MÉXICO, D.F.

siglo xxi editores, s.a.


GUATEMALA 4824, C1425BUP, BUENOS AIRES, ARGENTINA

siglo xxi de españa editores, s.a.


MENÉNDEZ PIDAL 3 BIS, 28036, MADRID, ESPAÑA

HM621
D53
2009 Diccionario de estudios culturales
latinoamericanos / coordinación de
Mónica Szurmuk y Robert McKee
Irwin ; colaboradores, Silvana
Rabinovich ... [et al.]. — México :
Siglo XXI Editores : Instituto Mora,
2009.
332 p. — (Lingüística y teoría
literaria)

ISBN: 978-607-03-0060-8

1. Cultura — Diccionarios.
2. Cultura — América Latina —
Diccionarios. I. Szurmuk, Mónica,
ed. II. Irwin, Robert McKee, ed. III.
Rabinovich, Silvana, colab. IV. Ser.

primera edición, 2009


© siglo xxi editores, s. a. de c. v.
en coedición con el instituto mora

isbn 978-607-03-0060-8

derechos reservados conforme a la ley


impreso y hecho en méxico

se imprimió en
litográfica tauro
andrés molina enríquez 4428
col. viaducto piedad,
08200, méxico, d. f.
esfera pública pleja red que se extiende por el globo entero,
tal concepción es infructuosa e ingenua.
Es un espacio de discusión y deliberación La incompatibilidad del modelo clásico
colectiva, que está abierta a la participación de la esfera pública con la geometría de
voluntaria de cualquier persona. Al regirse las sociedades modernas ha sido reconoci-
por normas de inclusión, deliberación y da, inclusive, por sus propios partidarios.
publicidad, este concepto se entrelaza con Hannah Arendt consideró que el adveni-
naturalidad con diversos ideales de la mo- miento de la modernidad convirtió en un
dernidad. Especialmente, contribuye a for- asunto de la historia, de una vez por todas,
mular, en el plano normativo, la posibilidad al modelo republicano del espacio públi-
de que exista una convergencia entre la ra- co. En el mismo sentido, Habermas (The
cionalidad y la acción política. A la esfera Structural Transformation) mostró que el
pública se le concibe, entonces, como el es- surgimiento de la burocracia estatal mo-
pacio donde los ciudadanos discuten temas derna, la sociedad de masas y las industrias
de interés colectivo, y donde se definen e culturales condujeron a la decadencia del
implementan los cursos de la acción polí- modelo de opinión pública más cercano al
tica que habrá de seguir la comunidad en ideal clásico: la esfera pública burguesa que
su conjunto. tuvo su auge en la Europa occidental del
Una noción como ésta tiene un poderoso siglo XVIII. Esta interpretación coincide con
atractivo. Sin embargo, su fuerza de atrac- críticas como las de Carl Schmitt y Niklas
ción es proporcional a las dificultades que Luhmann, entre otros, que han desestimado
encuentra para materializarse. Un modelo la posibilidad de que un espacio social de
que busca hacer coincidir la participación comunicación trascienda la irreductibilidad
política y el razonamiento público parece de los antagonismos políticos, o que sea ca-
incompatible con mundo actual. De hecho, paz de sostenerse ante la creciente diferen-
la nitidez del modelo de la esfera pública ciación de los sistemas sociales.
está basada en una concepción simplificada La aspiración de rescatar la noción de
de la relación de lo público con lo privado. esfera pública, si persiste, debe superar
Esta visión asume que el Estado y la socie- todavía un obstáculo más. Se trata de las
dad civil conforman una unidad orgánica. consecuencias políticas de los supuestos
No existe diferencia entre el legislador y el normativos del modelo clásico. Los conteni-
ciudadano; la participación social es parti- dos implícitos en este modelo la hacen sus-
cipación política. Tampoco al interior de la ceptible de servir más como instrumento de
esfera privada se consideran distinciones control y exclusión que como herramienta
significativas: lo privado es un espacio don- crítica. En el modelo clásico de la esfera pú-
de quedan amalgamadas las relaciones de blica, las nociones de “comunidad” y “bien
afinidad y parentesco con las actividades común” decoran una concepción homogé-
económicas. Una concepción de esta índole nea, consensual y cerrada de la sociedad.
puede ser válida para sociedades poco dife- En esta misma postura está presente una
renciadas –por ejemplo, la de la Grecia clá- visión masculina y beligerante de la ciu-
sica–. Para una sociedad que se imagina a sí dadanía. Los ciudadanos virtuosos no son
misma conforme a la metáfora de una com- solamente aquéllos que se interesan por el

[97]
98 ESFERA PÚBLICA

bien común; son también quienes defienden nacionales. El flujo, la inestabilidad, la mo-
a sangre y fuego a la comunidad. Inclusive vilidad, son propiedades que fortalecen la
en una interpretación de corte liberal, las perdurabilidad e influencia de los públicos
normas del espacio público carecen de la fle- virtuales.
xibilidad necesaria para darle cabida a los Con el impulso de las tecnologías virtua-
contrapúblicos (Fraser) –espacios en los que les, se renuevan los ideales del espacio pú-
se expresan identidades y formas de comu- blico. Pero sigue abierta la cuestión de la
nicación contestatarias–. relevancia política de los públicos emergen-
Dadas estas consideraciones, ¿cómo se ex- tes. ¿Cómo revitalizar sus lazos con las as-
plica el renovado interés que tiene el concepto piraciones de una teoría democrática críti-
de esfera pública en la teoría social contem- ca? Para dar respuesta a esta interrogante
poránea? Una respuesta puede encontrarse es preciso reconstruir la articulación entre
en el hecho de que los ideales de inclusión, la comunicación pública y la lógica demo-
deliberación y publicidad no han perdido crática. En principio, la emergencia de cual-
relevancia para diversas expresiones de la quier espacio de publicidad está vinculada
teoría crítica. Por una parte, el desarrollo con la mera posibilidad de que existan accio-
de las tecnologías de comunicación ha per- nes sociales coordinadas a partir de la comu-
mitido repensar las formas de expresión, nicación. La publicidad es una condición
constitución e influencia de diversos tipos estrechamente vinculada con los procesos
de públicos. Por otra, la mera posibilidad comunicativos. Alcanzar un mínimo enten-
de que emerjan múltiples sitios de comuni- dimiento exige que los interlocutores hagan
cación y publicidad, ha revitalizado la teo- explícitos los códigos que regulan la comu-
rización acerca de la articulación entre los nicación. Cuando se trata de coordinar ac-
espacios públicos, las dinámicas asociativas ciones con base en acuerdos, los motivos y
y la expansión de la lógica democrática por propósitos deben ser justificados ante los
diversas esferas de la vida social. demás. La interacción comunicativa genera
El concepto de esfera pública que emerge una forma de relación social constituida por
en la teoría crítica de fines del siglo XX queda la posibilidad del escrutinio y las exigencias
desligado de localizaciones espaciales con- de justificación. Un diálogo de esta natura-
cretas –la plaza pública, o en su caso, el par- leza se hace público, en otro sentido, cuan-
lamento–. Antes bien, la comprensión que se do los juicios y los argumentos expresados
tiene del espacio público es metafórica: se quedan a disponibilidad de otros. La opi-
trata de un espacio virtual, constituido por nión pública –una opinión que es accesible
un entramado amorfo de conversaciones y a cualquiera que esté interesado en conocer-
discusiones. A partir del soporte tecnológico la– se convierte en opinión público-política
proporcionado por los medios de comuni- cuando el objeto de la discusión es qué debe
cación masiva, la accesibilidad de conteni- hacerse para dar solución a problemas co-
dos e información se despega de escenarios lectivos, a saber: la definición de los crite-
espacio-temporales concretos (Thompson). rios para el uso y distribución de recursos,
La visibilidad introducida por los media al- las bases de la cooperación social, el sentido
canza cada intersticio de las interacciones de las normas, la legitimidad de los proce-
sociales. Los recursos virtuales introducidos dimientos.
por la Internet provocan una transforma- Ahora bien, la emergencia y sostenibili-
ción en la comprensión convencional de los dad de la esfera pública dependen de que la
espacios de comunicación pública (Dean). coordinación de acciones sociales basadas
No solamente se expanden las posibilidades en el entendimiento comunicativo pueda te-
de acceso y alcance de las conversaciones y ner una relativa autonomía con respecto a
sus contenidos; al mismo tiempo se abren los imperativos del mercado y la regulación
espacios de experimentación discursiva e del poder político-administrativo. A fin de
identitaria. Las redes de intercambio virtual reconstruir las condiciones de posibilidad
se multiplican. Desvinculados de anclajes te- de una esfera pública democrática, Cohen y
rritoriales, los públicos virtuales dan al tras- Arato han señalado que la protección de los
te con la idea de que la esfera pública está derechos a la libertad de asociación, comu-
limitada por las fronteras de los Estados nicación y expresión desempeña un papel
ESFERA PÚBLICA 99

fundamental para asegurar la autonomía se pueda llevar a cabo. Sin embargo, como
asociativa y el debate público. Para estos han señalado diversos críticos, la reconcilia-
autores, la actualización de los derechos de ción de los postulados normativos de la teo-
ciudadanía contribuye a sostener la diferen- ría crítica con las exigencias sistémicas y
ciación funcional entre las esferas de la eco- funcionales de las sociedades actuales se
nomía, el Estado y la sociedad civil. La so- realiza a tal grado que el resultado es un
ciedad civil es el ámbito de actividad en el modelo bastante convencional. Uno se pre-
que las normas sociales, la solidaridad y la gunta en dónde se localiza el potencial radi-
comunicación son los mecanismos de coor- cal de una democracia que depende de que
dinación social. Desde esta perspectiva, las la opinión pública influya en los procesos
dinámicas asociativas en la sociedad civil legislativos.
sostienen los procesos de comunicación que Una revaloración –poshabermasiana, por
dan forma a la opinión público-política. así decir– del lugar que ocupa el concepto
En el marco de la diferenciación entre de esfera pública en la teoría democrática
las esferas de la economía, la sociedad civil ha sido realizada por los partidarios de la
y el Estado, la esfera pública se desempeña democracia deliberativa. La democracia de-
como una instancia de comunicación que liberativa es un corpus de enfoques norma-
permite tener una visión de conjunto del sis- tivos y de estudios empíricos agrupados por
tema social. A través de esta concepción se la idea de que la deliberación y el debate
actualiza el ideal de un espacio de discusión públicos desempeñan un papel protagónico
y deliberación que sirve, a la vez, como un en la expansión de los principios democrá-
foro donde se discuten los fines colectivos, ticos. Los representantes de esta vertiente de
y como escenario que somete el desempe- la teoría de la democracia, de entrada, to-
ño del poder político a la crítica social. El man distancia de un modelo racionalista de
espacio público es un espacio de opinión la comunicación pública y reconocen la re-
informal y anónima, que se ejerce desde las levancia política de las formas de comuni-
actividades asociativas de los ciudadanos, y cación alternativas (Iris Young). La expre-
cuyo propósito es ejercer influencia sobre el sión de razones públicas no requiere seguir
sistema estatal. De acuerdo con Habermas un modelo racionalista de argumentación;
(Facticidad) –un Habermas que ha dejando puede valerse de una amplia variedad de
atrás las elaboraciones contenidas en La recursos retóricos. Narrativas, testimonios y
transformación estructural de la esfera pú- expresiones emotivas promueven que el de-
blica de 1962–, es una opinión anónima, bate público sea inclusivo. Acciones de pro-
descentralizada y fluida el origen del poder testa o comportamientos colectivos hetero-
comunicativo que habrá de transformarse doxos cumplen una función semejante. El
–una vez que pase por diversos filtros–, en criterio es que la comunicación social, cual-
resoluciones jurídicas y en poder adminis- quiera que sean sus formas de expresión,
trativo. La legitimidad democrática que ten- consiga resaltar la relevancia general de ex-
gan las leyes y políticas no dependerá sola- periencias y puntos de vista particulares.
mente de haber seguido los procedimientos Asimismo, para el enfoque deliberativo,
adecuados, sino también de que traduzcan el concepto de la esfera pública está asocia-
las pulsaciones de la opinión pública. do con la expectativa de multiplicar los es-
En Facticidad y validez, la teorización ha- pacios de justificación política, contestación
bermasiana del espacio público consigue simbólica y de coordinación democrática.
reconciliar los principios normativos de pu- De esta forma, desde una interpretación
blicidad, comunicación y legitimidad demo- discursiva de la democracia, la esfera pú-
crática con las condiciones prevalecientes blica es concebida como un terreno de dis-
en las sociedades complejas. El lado norma- putas simbólicas (Dryzek). Las contiendas
tivo de este modelo da continuidad a las discursivas en la esfera pública cumplen con
aspiraciones de la teoría crítica de articular diversas tareas. Por un lado, proporcionan
la participación democrática con el ejercicio y difunden información; aportan insumos
de la razón pública. El lado descriptivo es- para orientar las políticas públicas; y esta-
tablece cuáles son las mediaciones institu- blecen mecanismos simbólicos de rendición
cionales necesarias para que este propósito de cuentas. En este sentido cumplen con la
100 ESFERA PÚBLICA

función de enriquecer el debate político y permitiera darle racionalidad al ejercicio del


de promover el accountability, o sea la ren- poder y la política–. De igual forma, en pla-
dición de cuentas. no de la investigación histórica, el concepto
Por otra parte, en la medida en que las de esfera pública ha permitido poner de re-
dinámicas discursivas están sostenidas so- lieve la emergencia de los espacios de libre
bre diversas expresiones asociativas, quedan asociación y expresión durante la construc-
vinculadas con redes de influencia y coordi- ción de los Estados nacionales en América
nación social que trascienden los tiempos Latina. En esta línea, diversos estudios han
de la administración pública, y que rebasan dado cuenta de las circunstancias asociadas
las fronteras estatales y regionales. De esta con el desarrollo de la libertad de prensa, los
manera, las disputas simbólicas y sus co- medios de comunicación y diversas formas
rrelatos organizativos están vinculadas con de asociación en los países latinoamerica-
transformaciones en el plano cultural. La nos durante los siglos XIX y XX.
función de los discursos en la esfera pública Sin embargo, uno de los campos en los
no es solamente influir en la conducción del que la reflexión teórica y la investigación
poder político, sino también fortalecer las empírica han sido particularmente produc-
normas y prácticas democráticas al interior tivas es el que ha explorado la relación del
de la sociedad misma. espacio público con la democratización de
Paralelamente, los demócratas delibera- los países latinoamericanos. A partir del de-
tivos se han interesado por las consecuen- cenio de los noventa del siglo pasado, diver-
cias políticas y culturales de la apertura de sos trabajos han analizado el papel de los
diversos espacios públicos. Estos espacios espacios públicos como correlatos de los
pueden denominarse “minipúblicos” (Fung), procesos democratizadores en esta región.
pues son instancias que, bien emergen en Estos estudios han mostrado que la apertu-
coyunturas específicas, o bien se localizan ra y reapropiación del espacio público, a
en sectores especiales del Estado o de la so- través de la expansión de actividades asocia-
ciedad. En la categoría de “minipúblicos” se tivas, la reivindicación de los derechos hu-
incluyen una amplia variedad de formatos manos, las luchas por el reconocimiento, y
de participación y discusión social: foros diversos movimientos sociales, han sido de-
educativos cuyo propósito es promover la cisivos en las transformaciones democráti-
deliberación, órganos consultivos y de ase- cas. Este argumento está expresado sistemá-
soría, mecanismos de participación ciuda- ticamente en un trabajo de Leonardo
dana en la implementación y evaluación de Avritzer, en el cual, el autor discute las bases
políticas públicas, organismos descentrali- institucionales y culturales del autoritaris-
zados de la administración pública que es- mo en América Latina –una concepción co-
tán a cargo de consejos ciudadanizados, lectiva e indiferenciada del “pueblo”, la co-
entre otros. Sus alcances son diversos –la lonización y manipulación por parte del
mayor parte de las veces circunscritos a una Estado de la esfera de las prácticas asocia-
problemática específica–, pero su variedad e tivas, y la hibridación entre lo público y lo
intensidad es significativa para la democra- privado–, para mostrar cómo la emergencia
cia en un sentido particular: representan de diversos “públicos participativos” produ-
instancias plurales en las que la política y la ce innovaciones en la cultura pública de las
deliberación pública pueden converger para sociedades latinoamericanas. Avritzer sos-
ofrecer soluciones efectivas a diversos pro- tiene que estas transformaciones culturales
blemas de coordinación colectiva. impactan, a su vez, en la democraticidad del
Al desarrollo del concepto de esfera pú- Estado, generando innovaciones institucio-
blica los estudios en América Latina han nales de corte deliberativo. Otros estudios
aportado contribuciones innovadoras. En el en esta misma línea (véase, por ejemplo,
terreno de la filosofía política, un trabajo Olvera), aportan evidencia de la relevancia
reciente de Rabotnikof hace explícitas las que tienen las dinámicas asociativas y las
tensiones en el pensamiento político con- contiendas discursivas en la esfera pública
temporáneo asociadas con la posibilidad de para incidir en el desarrollo institucional de
imaginar un “lugar común” –un espacio las democracias latinoamericanas. Paralela-
que, con base en el principio de publicidad, mente, entre los asuntos pendientes de una
ESFERA PÚBLICA / ESTÉTICA 101

agenda de investigación sociocultural de los la percepción de lo bello y lo terrible; en


espacios públicos se encuentran, por un consecuencia, el término llega a asociarse
lado, las condiciones en las que emergen con la percepción artística. Uno de los tex-
distintos públicos, los mecanismos de circu- tos más influyentes de la teoría estética es la
lación los discursos que generan y las ma- Educación estética del hombre de Friedrich
neras en que toman parten en la definición Schiller, publicado a fines del siglo XVIII,
de los códigos simbólicos vigentes. donde el autor plantea una conexión entre
el individuo y el estado moderno a través de
OBRAS DE CONSULTA. Arendt, Hannah, The Human la experiencia estética. Para Schiller, la ex-
Condition, Stanford, Stanford University Press, periencia estética sirve para unir las esferas
1998 (edición original de 1958); Avritzer, Leo- de la sensibilidad y la razón, la particulari-
nardo, Democracy and the Public Space in dad y la universalidad, de tal modo que re-
Latin America, Princeton, Princeton University sista la creciente fragmentación de la condi-
Press, 2002; Cohen, Jean y Andrew Arato, ción humana en la modernidad. La idea
Civil Society and Political Theory, Cambridge, schilleriana de la educación estética se dise-
Massachusetts Institute of Technology Press, minó en el liberalismo del siglo XIX en his-
1992 [Sociedad civil y teoría política (trad. panoamérica y tuvo fuertes repercusiones
Roberto Reyes Mazzoni), México, Fondo en varias instancias del siglo XX en que se
de Cultura Económica, 2000]; Dean, Jodi, consideraba el arte y la cultura como pilares
“Cybersalons and Civil Society: Rethinking the de las naciones-estados.
Public Sphere in Transnational Technoculture”, En América Latina, las cuestiones estéti-
Public Culture, Duke University Press, núm. 13.2, cas ocuparon una posición central en la bús-
2001, pp. 243-265; Fraser, Nancy, “Rethinking queda de los letrados criollos por una iden-
the Public Sphere: A Contribution to the tidad nacional o continental que no fuese
Critique of Actually Existing Democracy”, en imitación de la cultura europea. El esfuerzo
Craig Calhoun (ed.), Habermas and the Public por fundar una cultura artística autóctona
Sphere, Cambridge, Massachusetts Institute of se concentró al final del siglo XIX y en los
Technology, 1992, pp. 109-141; Fung, Archon, primeros decenios del siglo XX con los mo-
“Recipes for Public Spheres: Eight Institutional vimientos del modernismo y el vanguardis-
Design Choices and Their Consequences”, mo, que incluyeron muchos elementos eu-
The Journal of Political Philosophy, vol. 11, ropeos, pero que tuvieron el propósito de
núm. 3, 2003, pp. 338-367; Habermas, Jürgen, establecer una estética propiamente latinoa-
The Structural Transformation of the Public mericana. El impulso por identificar un nue-
Sphere: An Inquiry into a Category of Bourgeois vo origen cultural en las Américas también
Society, Cambridge, Massachussets Institute of opera dentro del populismo cultural prota-
Technology, 1991 (edición original de 1962); gonizado después de la Revolución mexica-
Olvera, Alberto J., Sociedad civil, Esfera pública na por José Vasconcelos, Diego Rivera y
y democratización en América Latina: México, otros. Se logró una especie de síntesis de
México, Fondo de Cultura Económica, 2003; estos movimientos en la narrativa de la mi-
Rabotnikof, Nora, En busca del lugar común. tad del siglo XX (el boom), en la cual se tra-
El espacio público en la teoría política contem- mó una producción narrativa original y úni-
poránea, México, Instituto de Investigaciones ca de las múltiples corrientes de la cultura
Filosóficas, UNAM, 2005. e historia latinoamericanas. Mientras que
estos movimientos literarios intentaron for-
[ALEJANDRO MONSIVÁIS] mular una expresión propiamente latinoa-
mericana, sus críticos alegaron que termina-
ron por ignorar, excluir o apropiarse de las
estética experiencias heterogéneas del continente
para fundar una forma de expresión desti-
Del griego aisthanumai (a˝suånomai) palabra nada exclusivamente a los metropolitanos y
que se refiere a la percepción sensible. El a los extranjeros.
término estética fue recuperado en el siglo Esta tendencia está explícita en uno de
XVIII por la filosofía alemana para designar los textos fundacionales de la estética lati-
una teoría de la percepción, especialmente noamericana moderna, Ariel [1900], del uru-

También podría gustarte