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 EL LENGUAJE.

En nuestro contexto “lenguaje” es una palabra polisémica. Podemos entenderla como


cualquier sistema de comunicación, ya sea para referirnos al conjunto de signos a través del
cual mujeres, hombres o animales comunican sus ideas y sentimientos, o para hacer alusión a
diversas situaciones naturales y significativas en algún aspecto para el ser humano; por
ejemplo, cuando decimos, “el lenguaje del alma”, “el lenguaje de las flores” o el “lenguaje de
la risa”. Sin embargo, en estos ejemplos, la palabra se usa en sentido metafórico para designar
lo que nos inspiran los sentimientos, las flores o la risa (Ibíd.).
La idea del lenguaje como una facultad del ser humano parce ser común; así Saussure 1 diría
que el lenguaje es una facultad multiforme y heteróclita, es decir física, psíquica, fisiológica,
social e individual (1961). Edward Sapir 2 afirmaría que el lenguaje es un modo exclusivamente
humano, no instintivo, para comunicar de forma deliberada ideas, emociones y deseos (1966).
Roca Pons 3 haría énfasis en que la palabra lenguaje propone la facultad de hablar que tienen
los seres humanos (1973). De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
(DRAE) lenguaje es “el conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que
piensa o siente”.
Por tanto, lenguaje en el sentido estricto, se entenderá como la función o facultad humana
“para adquirir, desarrollar o aprender una o varias lenguas naturales, en función de la
aprehensión cognitiva de la realidad, el desarrollo del pensamiento, la socio-afectividad, la
acción y la comunicación sobre estos aspectos” (Niño, 2007, p.118). 
¿CUÁLES SON LAS HABILIDADES DE LA LENGUA?
Las habilidades de la lengua son la expresión oral (hablar) y escrita (escribir)  y la comprensión
oral (escuchar) y de lectura (leer), todas se transmiten por los canales que mayormente
usamos para una actividad u otra, así primero escuchamos, después hablamos y por último
leemos y escribimos, aunque se dan de forma simultánea en el PEA (proceso de enseñanza-
aprendizaje) y aunque las separemos para su estudio, porque tienen sus características muy
particulares, forman un sistema que las conectan como ejercicio propio de la vida social. Por
ello más que habilidades nos gustaría hablar de procesos, por ejemplo, la expresión oraI y Ia
audición son procesos de comunicación que se complementan, así como Ia expresión escrita y
Ia Iectura; su punto de coincidencia y de producción constructiva subyace en la mente humana
y se materializan con la palabra, el lenguaje verbal, son procesos: audición y lectura, y
resultados: la expresión oral y la escritura.
Sin embargo, las cuatro se complementan; según Matías, R. M. et al, (2005) la expresión oral y
la escrita, ¨se relacionan estrechamente, son interdependientes y se influencian mutuamente
aunque, Ia expresión oraI es primaria y Ia expresión escrita se define y organiza a partir de Ia
primera, de aquí su carácter secundario.¨ (p.6)
En nuestra opinión creemos que sería inadecuado definir la escritura como lenguaje de
carácter secundario, cuando en realidad es un lenguaje, debido quizás a sus diferencias, mucho
más completo, exacto, acabado, coherente, conciso.
La autora más adelante apunta que:
Ia comunicación oraI es inmediata en eI tiempo mientras que Ia escritura es definida en tiempo
y espacio. La comunicación oraI es dirigida por una persona real, con vida, hacia otra, también
reaI en un momento específico dentro de un marco que siempre incluye más que Ias paIabras,
mientras que en eI escrito eI receptor no está presente, pero puede ser real. Cuando eI emisor
construye su mensaje puede prever quien es eI receptor, aunque no tenga respuesta
inmediata deI efecto que causa. En Ia comunicación oraI Ios códigos no verbaIes tienen una
gran importancia mientras que en eI escrito Ias paIabras están soIas en eI texto (p. 6).
Si bien es cierto que el lenguaje oral, si no es grabado utilizando las nuevas tecnologías, puede
ser más efímero y que el escrito tiene el don de la perdurabilidad en el tiempo y el espacio, y
que el oral tiene la riqueza del lenguaje no verbal, también es cierto que el escrito posee
determinados rasgos, como el uso de signos de puntuación, las interjecciones, palabras claves,
etc. que le aportan información adicional, que contribuyen a lo intencional, a darle el tono
deseado, una atmósfera especial, etc. que subyace en el subtexto, o sea, de forma implícita,
pero que aquellos escritores y lectores eficaces son capaces de plasmar y captar con facilidad.
Además, un emisor competente es aquel que se desempeña adecuadamente de forma oral o
escrita, en las situaciones comunicativas que le toca actuar, que reconoce las reglas de uno y
otro código, así como sus dificultades. De ahí que se considere una persona letrada aquella
que domine, el lenguaje escrito y la lectura.
Los procesos de enseñanza-aprendizaje en las materias de Lengua y Literatura, así como en
otras materias,  estimula la expresión oral en detrimento de la expresión escrita, hoy se nos
presenta el reto de promover nuevas prácticas de escritura en las clases para convertir el acto
de construcción en una actividad estimulante y creativa, que provoque la reflexión, la
observación, la comparación y la crítica como formas de acercamiento a la elaboración de un
texto escrito, así como desarrollar habilidades que hagan del alumno y del profesional un
comunicador competente.
LA EXPRESIÓN ORAL
La expresión oral es un proceso complejo en el que se realizan acciones tanto mentales como
físicas simultáneamente, según. Finocchiaro (1989, p. 140) el hablante debe realizar las
siguientes acciones:

1. Debe pensar en las ideas que desea expresar, tanto para iniciar una conversación
como para responder a un emisor.
2. Debe mover la lengua, los labios, las quijadas para articular los sonidos apropiados.
3. Debe estar consciente de las expresiones funcionales apropiadas tanto gramaticales,
lexicales o culturales necesarios para expresar su idea.
4. Debe estar al tanto y ser sensible al cambio en cuanto al registro o estilo que necesite
la persona con la que está hablando, y de la situación en que la conversación ocurra.
5. Debe cambiar la dirección de sus pensamientos en correspondencia con las respuestas
del receptor.

LA COMPRENSIÓN ORAL
Analicemos ahora la audición como habilidad o proceso que complementa la expresión oral. La
audición es un proceso esencialmente consciente y activo. Widdowson (Johnson, 1983)
distingue entre listening (escuchar) y hearing (oír). Él usa oír para referirse a la habilidad de
reconocer los elementos de la lengua mediante el conocimiento del sistema fonológico y
gramatical del idioma, para relacionar los elementos en las oraciones y entender su significado.
Utiliza escuchar para referirse a la habilidad de entender cómo una oración determinada se
relaciona con lo que se ha dicho y su función en la comunicación. Es a este nivel donde el
receptor selecciona lo que le es relevante para sus propósitos. La primera se basa en la
internalización del conocimiento de las reglas y la segunda en la construcción del mensaje. (En
Acosta Padrón, A. et al, 2000)
Nosotros la relacionaríamos a la comprensión de la lectura desde el punto de vista psicológico,
la analogía radica en que la audición como proceso completo también incluye un plano de
decodificación (de acceso al léxico donde los niveles sensoperceptivos y representacional
desempeñan un activo papel) y otro de codificación (de comprensión a niveles de
razonamiento).
El receptor construye el mensaje de acuerdo a:

1. Lo que conoce del idioma (sintaxis, léxico y uso);


2. Su familiarización con el tema de discusión.
3. Su conocimiento del medio o contexto real que comparte con el hablante
4. Su familiarización con o asunción sobre las actitudes e intereses del hablante
5. La observación e interpretación de las circunstancias de la conversación
6. La comprensión del contexto cultural en el que ocurre la conversación.
7. La lectura de las claves paralingüísticas (rapidez, longitud de las pauses, lentitud, tono,
expresiones faciales, gestos, etc.)

Como podemos observar en estos procesos de comprensión y expresión las variables sociales,
fisiológicas, filosóficas, psicológicas influyen en la construcción del lenguaje como herramienta
humana y fenómeno sociocultural.
LA EXPRESIÓN ESCRITA
La escritura como habilidad o como proceso puede estar estrechamente relacionada e
integrada a las demás habilidades comunicativas ya que ellas se manifiestan en la vida real de
esta forma como proceso natural de comunicación.
La escritura es la representación gráfica de la lengua; ella regularmente se utiliza como un
recurso instrumental para desarrollar la lectura, la expresión oral y la audición en la enseñanza
de lenguas. Facilita la práctica del vocabulario y las estructuras. Ayuda a retener en la memoria
patrones de todo tipo, grafemas, palabras, frases, oraciones, textos, etc. En niveles primarios
tiene propósitos pedagógicos:

1. Provee vías de aprendizaje, especialmente para aquellos estudiantes con estilos de


aprendizaje predominantemente visuales o cinestésicos, reflexivos o introvertidos.
2. Les muestra a los aprendices su progreso en la lengua.
3. Es un medio para integrar habilidades apropiadamente.
4. Posibilita actividades variadas en el aula.
5. Eleva el contacto directo con la lengua fuera del aula mediante trabajos extractases.
6. Se necesita para evaluar las demás habilidades. (En Acosta Padrón, A. et al, 2000)

En todos los niveles lo estudiantes deben comprender que a veces es necesario escribir en vez
de hablar, que el escritor tiene un fin determinado ya que todo texto escrito se realiza con un
propósito comunicativo determinado, que debe mantener contacto con el lector hacia el que
está destinado, organizar el material, y que este requiere de una lógica y recursos gramaticales
que le den la coherencia requerida para lograr su propósito.
LA COMPRENSIÓN ESCRITA
La escritura y la lectura son procesos que se complementan en el esquema de la comunicación
como emisor y receptor, por tanto, el conocimiento de uno (del texto escrito) hace más
efectivo el proceso del otro (su comprensión).
La lectura es un medio de comunicación para obtener información de la lengua escrita, es un
proceso interactivo, de solución de problemas. En este proceso el lector tiene una contribución
activa ya que obtiene información y comprende desplegando las habilidades o destrezas
adquiridas. Grellet (1981) describe la lectura como un proceso de constante adivinanza,
donde, a veces, lo que el lector aporta es más importante que lo que encuentra.
Cuando se lee el lector intenta relacionar lo que está leyendo con sus conocimientos previos
sobre el tema, relaciona lo que el texto dice con los objetos, personas o fenómenos de la
realidad. El lector construye significados del texto interpretando la información textual
mediante sus conocimientos y experiencias previas, por lo que el desarrollo lingüístico es
importante para la lectura, primero se desarrolla la expresión oral y sobre la base de esta,
entonces, se comienza el trabajo con la lecto-escritura.
El proceso de lectura está conectado con el pensamiento y los analizadores visuales,
kinestésico y oral. Desarrolla procesos lógicos del pensamiento a altos niveles (pensamiento
analítico, sintético, crítico-reflexivo, creativo y transformador.
La lecto-escritura recoge dos habilidades que son más complejas y completas, que permiten
recoger y guardar el patrimonio cultural de una nación y de la humanidad. Conocemos hoy las
obras literarias, gracias al desarrollo de estas habilidades de la lengua. En la actualidad en el
mundo académico se habla más de competencias comunicativas que de habilidades, este
hecho está relacionado con el enfoque transdisciplinar, holístico y de sistema que prima en la
actualidad, entonces sería bueno tratar de comprender cuando hablamos de competencias
comunicativas a qué nos estamos refiriendo.
¿QUÉ SON LAS COMPETENCIAS COMUNICATIVAS?
La experiencia de la actividad pedagógica demuestra que no es suficiente que el docente
conozca los fundamentos de las ciencias y la metodología del trabajo docente-educativo, pues
todos los conocimientos y habilidades prácticas solamente puede transmitírselas a los alumnos
a través del sistema de la comunicación viva y directa con ellos. Es por ello que las habilidades
comunicativas constituyen herramientas imprescindibles para alcanzar un mejor desempeño
en el trabajo.
La comunicación establece un proceso substancial en la interacción del grupo y la labor grupal.
Exactamente por ser un medio de reciprocidad e influencia social, constituye un proceso
indispensable para la estructuración y tarea de los grupos, concertando hasta un punto
significativo su eficiencia y bienestar. (En Matías, R. M. et al, 2005)
Por otra parte el sentido, definido como: ¨Ia suma de todos Ios sucesos psicológicos que Ia
paIabra provoca en nuestra consciencia¨ (En Matías, R. M. et al, 2005, p.3), tiene en cuenta la
situación comunicativa concreta y el aspecto subjetivo de los signos. Entre los sentidos
subjetivos está el sentido personal que surge de las experiencias individuales y sus vivencias
afectivas. No es opuesto a lo social, sino que está incluido en él. La formación y desarrollo de
los valores es comprendido como parte inherente en la propia formación de sentidos
personales. Por todas estas razones el objetivo principal de la enseñanza de la lengua no se
queda solo a un nivel de competencia lingüística, sino que es más amplia, va a la enseñanza de
las competencias comunicativas.
Las competencias comunicativas incluyen: competencias lingüísticas (gramatical),
sociolingüística, de estrategias, discursivas y sociocultural; según Wilkins (1983):

1. Las competencias lingüísticas: son el conocimiento del vocabulario y la maestría de


ciertas reglas estructurales a través de las cuales son procesadas las expresiones de
significado.
2. Las socio-lingüísticas: la habilidad de usar e interpretar las formas de la lengua con
precisión y claridad en determinados contextos y situaciones sociales.
3. Las competencias discursivas: la habilidad de usar estrategias verbales y no verbales
para compensar la comprensión en el conocimiento del hablante.
4. La competencia sociocultural: de la lengua constituye un cierto grado de familiaridad
con el contexto sociocultural en el que se usa la lengua

Hoy se habla también de las competencias estratégicas o metacognitivas que apoyan el éxito
de las competencias comunicativas estas están dirigidas a reflexión sobre los propios procesos
mentales durante el procesamiento de la información, lo que permite se razone de manera
consciente

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