1. Debe pensar en las ideas que desea expresar, tanto para iniciar una conversación
como para responder a un emisor.
2. Debe mover la lengua, los labios, las quijadas para articular los sonidos apropiados.
3. Debe estar consciente de las expresiones funcionales apropiadas tanto gramaticales,
lexicales o culturales necesarios para expresar su idea.
4. Debe estar al tanto y ser sensible al cambio en cuanto al registro o estilo que necesite
la persona con la que está hablando, y de la situación en que la conversación ocurra.
5. Debe cambiar la dirección de sus pensamientos en correspondencia con las respuestas
del receptor.
LA COMPRENSIÓN ORAL
Analicemos ahora la audición como habilidad o proceso que complementa la expresión oral. La
audición es un proceso esencialmente consciente y activo. Widdowson (Johnson, 1983)
distingue entre listening (escuchar) y hearing (oír). Él usa oír para referirse a la habilidad de
reconocer los elementos de la lengua mediante el conocimiento del sistema fonológico y
gramatical del idioma, para relacionar los elementos en las oraciones y entender su significado.
Utiliza escuchar para referirse a la habilidad de entender cómo una oración determinada se
relaciona con lo que se ha dicho y su función en la comunicación. Es a este nivel donde el
receptor selecciona lo que le es relevante para sus propósitos. La primera se basa en la
internalización del conocimiento de las reglas y la segunda en la construcción del mensaje. (En
Acosta Padrón, A. et al, 2000)
Nosotros la relacionaríamos a la comprensión de la lectura desde el punto de vista psicológico,
la analogía radica en que la audición como proceso completo también incluye un plano de
decodificación (de acceso al léxico donde los niveles sensoperceptivos y representacional
desempeñan un activo papel) y otro de codificación (de comprensión a niveles de
razonamiento).
El receptor construye el mensaje de acuerdo a:
Como podemos observar en estos procesos de comprensión y expresión las variables sociales,
fisiológicas, filosóficas, psicológicas influyen en la construcción del lenguaje como herramienta
humana y fenómeno sociocultural.
LA EXPRESIÓN ESCRITA
La escritura como habilidad o como proceso puede estar estrechamente relacionada e
integrada a las demás habilidades comunicativas ya que ellas se manifiestan en la vida real de
esta forma como proceso natural de comunicación.
La escritura es la representación gráfica de la lengua; ella regularmente se utiliza como un
recurso instrumental para desarrollar la lectura, la expresión oral y la audición en la enseñanza
de lenguas. Facilita la práctica del vocabulario y las estructuras. Ayuda a retener en la memoria
patrones de todo tipo, grafemas, palabras, frases, oraciones, textos, etc. En niveles primarios
tiene propósitos pedagógicos:
En todos los niveles lo estudiantes deben comprender que a veces es necesario escribir en vez
de hablar, que el escritor tiene un fin determinado ya que todo texto escrito se realiza con un
propósito comunicativo determinado, que debe mantener contacto con el lector hacia el que
está destinado, organizar el material, y que este requiere de una lógica y recursos gramaticales
que le den la coherencia requerida para lograr su propósito.
LA COMPRENSIÓN ESCRITA
La escritura y la lectura son procesos que se complementan en el esquema de la comunicación
como emisor y receptor, por tanto, el conocimiento de uno (del texto escrito) hace más
efectivo el proceso del otro (su comprensión).
La lectura es un medio de comunicación para obtener información de la lengua escrita, es un
proceso interactivo, de solución de problemas. En este proceso el lector tiene una contribución
activa ya que obtiene información y comprende desplegando las habilidades o destrezas
adquiridas. Grellet (1981) describe la lectura como un proceso de constante adivinanza,
donde, a veces, lo que el lector aporta es más importante que lo que encuentra.
Cuando se lee el lector intenta relacionar lo que está leyendo con sus conocimientos previos
sobre el tema, relaciona lo que el texto dice con los objetos, personas o fenómenos de la
realidad. El lector construye significados del texto interpretando la información textual
mediante sus conocimientos y experiencias previas, por lo que el desarrollo lingüístico es
importante para la lectura, primero se desarrolla la expresión oral y sobre la base de esta,
entonces, se comienza el trabajo con la lecto-escritura.
El proceso de lectura está conectado con el pensamiento y los analizadores visuales,
kinestésico y oral. Desarrolla procesos lógicos del pensamiento a altos niveles (pensamiento
analítico, sintético, crítico-reflexivo, creativo y transformador.
La lecto-escritura recoge dos habilidades que son más complejas y completas, que permiten
recoger y guardar el patrimonio cultural de una nación y de la humanidad. Conocemos hoy las
obras literarias, gracias al desarrollo de estas habilidades de la lengua. En la actualidad en el
mundo académico se habla más de competencias comunicativas que de habilidades, este
hecho está relacionado con el enfoque transdisciplinar, holístico y de sistema que prima en la
actualidad, entonces sería bueno tratar de comprender cuando hablamos de competencias
comunicativas a qué nos estamos refiriendo.
¿QUÉ SON LAS COMPETENCIAS COMUNICATIVAS?
La experiencia de la actividad pedagógica demuestra que no es suficiente que el docente
conozca los fundamentos de las ciencias y la metodología del trabajo docente-educativo, pues
todos los conocimientos y habilidades prácticas solamente puede transmitírselas a los alumnos
a través del sistema de la comunicación viva y directa con ellos. Es por ello que las habilidades
comunicativas constituyen herramientas imprescindibles para alcanzar un mejor desempeño
en el trabajo.
La comunicación establece un proceso substancial en la interacción del grupo y la labor grupal.
Exactamente por ser un medio de reciprocidad e influencia social, constituye un proceso
indispensable para la estructuración y tarea de los grupos, concertando hasta un punto
significativo su eficiencia y bienestar. (En Matías, R. M. et al, 2005)
Por otra parte el sentido, definido como: ¨Ia suma de todos Ios sucesos psicológicos que Ia
paIabra provoca en nuestra consciencia¨ (En Matías, R. M. et al, 2005, p.3), tiene en cuenta la
situación comunicativa concreta y el aspecto subjetivo de los signos. Entre los sentidos
subjetivos está el sentido personal que surge de las experiencias individuales y sus vivencias
afectivas. No es opuesto a lo social, sino que está incluido en él. La formación y desarrollo de
los valores es comprendido como parte inherente en la propia formación de sentidos
personales. Por todas estas razones el objetivo principal de la enseñanza de la lengua no se
queda solo a un nivel de competencia lingüística, sino que es más amplia, va a la enseñanza de
las competencias comunicativas.
Las competencias comunicativas incluyen: competencias lingüísticas (gramatical),
sociolingüística, de estrategias, discursivas y sociocultural; según Wilkins (1983):
Hoy se habla también de las competencias estratégicas o metacognitivas que apoyan el éxito
de las competencias comunicativas estas están dirigidas a reflexión sobre los propios procesos
mentales durante el procesamiento de la información, lo que permite se razone de manera
consciente