Los tributos son los aportes que como ciudadanos tenemos que pagar al estado, para que se haga

una redistribución del ingreso, cubrir el gasto público y la inversión social. De esta manera
podemos decir que los tributos se clasifican en: impuestos, tasas y contribuciones.

Los impuestos son tributos exigidos sin contraprestación y su hecho imponible está constituido
por negocios, actos o hechos de naturaleza jurídica o económica que demuestran la capacidad
económica del sujeto pasivo.

Las tasas son tributos que el ciudadano paga al estado por un servicio que se recibe directamente,
en este tipo de tributo se recibe una contraprestación directa al contribuyente.

Las contribuciones son un tributo que el ciudadano paga al estado por la realización de obras
públicas en donde se recibe un beneficio al ciudadano, esta contribución se paga
proporcionalmente al beneficio que se obtiene.

Por otra parte los impuestos se pueden clasificar en directos e indirectos.

Los directos gravan el ingreso, la riqueza y la propiedad.

Los indirectos gravan el consumo o el gasto de los ciudadanos.

Dentro de los impuestos indirectos está el impuesto al valor agregado (IVA) el cual se cobra sobre
la venta de la mayoría de bienes y servicios y se cobra a las personas sin tener en cuenta su
capacidad económica, es decir se cobra a todas las personas por igual, por lo cual es un impuesto
regresivo.