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Conversar sobre las opciones de métodos

anticonceptivos
Comprender los métodos anticonceptivos es
importante para todos. Sin importar si tu hijo
adolescente decide tener sexo o esperar,
asegúrate de que sepa cómo prevenir un
embarazo y protegerse de las infecciones de
transmisión sexual.
Preservativos
Enfatiza la importancia de siempre usar
preservativos cuando tenga relaciones sexuales,
incluso si tu hijo adolescente usa otro método
anticonceptivo.
 Usar preservativos de forma correcta y en
todas las relaciones sexuales es la protección
más eficaz contra las infecciones de
transmisión sexual para los adolescentes
sexualmente activos.
 Los preservativos ayudan a prevenir el

embarazo.
Anticonceptivos recetados
Hay varios anticonceptivos recetados que
pueden prevenir el embarazo en adolescentes. El
Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos
recomienda que las adolescentes primero
consideren un método anticonceptivo reversible
de acción prolongada, como los dispositivos
intrauterinos y los implantes anticonceptivos,
dado que estas opciones son muy eficaces y no
hay que pensar mucho en el tema una vez
colocados.
Los métodos anticonceptivos de venta con receta
médica que pueden contribuir a la prevención del
embarazo en adolescentes son los siguientes:
 Dispositivos intrauterinos (Mirena, Skyla,
Paragard)
 Un implante anticonceptivo (Nexplanon)

 Píldoras anticonceptivas combinadas

 El parche anticonceptivo (Xulane)

 El anillo vaginal (NuvaRing)

 La inyección anticonceptiva (Depo-Provera)

Para obtener una receta médica a fin de comprar


este tipo de anticonceptivos, tu hija adolescente
tendrá que consultar al médico. Antes de
programar la cita médica, pregúntale si prefiere
que la atienda una médica.
Explícale a tu hija adolescente que el médico
probablemente haga lo siguiente:
 Revisar su historia clínica
 Explicar los riesgos y los beneficios de los
diferentes tipos de métodos anticonceptivos
Si tu hija elige un método anticonceptivo
intrauterino, el médico también le hará un
examen pélvico.
Asegúrate de que tu hija comprenda que un
método anticonceptivo recetado no reemplaza los
preservativos. Los anticonceptivos recetados
ayudan a prevenir un embarazo, pero no ofrecen
protección contra las infecciones de transmisión
sexual.
Métodos anticonceptivos de emergencia
Explícale a tu hija adolescente que siempre es
mejor decidir el método anticonceptivo antes de
tener relaciones sexuales. No obstante, existen
métodos anticonceptivos de emergencia, como la
píldora del día después, levonorgestrel (Plan B
One-Step, Next Choice One Dose, Take Action) o
ulipristal (ella), que pueden ayudar a evitar un
embarazo si tu hija adolescente no planificó usar
otro método o si este fracasó.
 Plan B One-Step es un medicamento de venta
libre, por lo que no requiere receta médica.
 Next Choice One Dose y Take Action se
venden sin receta médica a mujeres de
17 años o más, y se venden con receta médica
a menores de 17 años.
 ella es un medicamento que solo se vende con
la receta de un médico o un proveedor de
atención médica.
Asegúrate de que tu hija adolescente comprenda
que el método anticonceptivo de emergencia se
debe usar lo antes posible después de haber
tenido relaciones sexuales sin protección. La
eficacia será mayor cuanto antes se tome,
aunque se puede tomar hasta 5 días (120 horas)
después de haber tenido relaciones sexuales sin
protección.
Planificación familiar natural
Si el uso de anticonceptivos no es compatible
con tus valores, podrías considerar hablar con tu
hija adolescente acerca de la planificación
familiar natural, que supone no tener relaciones
sexuales en los días más fértiles de una mujer.
Considera lo siguiente:
 Los métodos de planificación familiar natural no
son tan eficaces como los anticonceptivos
recetados y no ofrecen protección contra las
infecciones de transmisión sexual.
 El uso eficaz de los métodos de planificación
familiar natural requiere diligencia y
planificación, y el sexo entre adolescentes
muchas veces no se planifica.
 Las adolescentes suelen tener ciclos
menstruales irregulares, lo que puede dificultar
la identificación de las señales de fertilidad.
No tengas miedo de que las conversaciones
sobre métodos anticonceptivos con tu hijo
adolescente lo alienten a tener relaciones
sexuales. Es probable que tu hijo adolescente
sienta curiosidad por el sexo y los métodos
anticonceptivos, independientemente de que tú
menciones el tema. Al hablar de manera
transparente y honesta, podrás ayudarlo a tomar
decisiones informadas y a actuar de forma más
responsable cuando decida tener relaciones
sexuales, ya sea ahora o dentro de varios años.
Si te cuesta hablar de métodos anticonceptivos
con tu hijo adolescente, pídele ayuda a su
médico. Te podrá asesorar acerca de cómo
hablar con tu hijo y responder, de manera
precisa, sus preguntas sobre el tema.
Cómo fomentar conductas responsables
Es posible que los adolescentes no tengan la
madurez suficiente para usar ciertos tipos de
anticonceptivos de manera adecuada y regular.
Si tu hija adolescente está pensando en usar
anticonceptivos recetados, explícale lo siguiente
para ayudarla a seleccionar un método:
 Frecuencia de uso y comodidad. Por
ejemplo, los anticonceptivos orales combinados
se deben tomar todos los días a la misma hora,
mientras que NuvaRing se usa durante tres
semanas seguidas.
 Seguimiento de las consultas al médico y el

uso de anticonceptivos. Explica la
importancia de llevar un registro de las
consultas al médico y habla sobre cómo lograr
que el uso de anticonceptivos sea una parte de
su rutina (por ejemplo, tomar los
anticonceptivos orales combinados diariamente
cuando prepara para ir a dormir).
 Dosis omitidas. Asegúrate de que tu hija

comprenda lo que debe hacer si se olvida una


dosis o si sospecha que podría estar
embarazada.
Si tu hija adolescente está evaluando la
posibilidad de comenzar a tener relaciones
sexuales, también podrías darle algunos
consejos prácticos, como tener preservativos en
la cartera o en la billetera. Explícale que el
consumo de alcohol y otras drogas podría afectar
su juicio y aumentar el riesgo de contraer una
infección de transmisión sexual.
En resumen
Hablar sobre sexo y métodos anticonceptivos con
tu hijo adolescente no es fácil. Sin embargo, tu
asesoramiento puede ayudar a tu hijo
adolescente a tomar decisiones informadas que
ayuden a proteger su salud sexual.
1 TODOS QUEREMOS PARA NUESTROS HIJOS
QUE VIVAN SU SEXUALIDAD DE UNA
FORMA –es una expresión muy extendida– sana
y satisfactoria. Y por experiencia sabemos que no
es fácil y que, como todo lo que vale, cuesta. La
primera obligación de los padres es trasmitir a sus
hijos e hijas esta complejidad, ayudándoles a
trascender las expresiones más toscas de
la sexualidad y a ser críticos con los discursos que
bien banalizan el sexo o bien lo subliman en
exceso. .
2 EL PUNTO MEDIO ES DIFÍCIL DE
ENCONTRAR, pero siempre se halla más cerca de
la relación personal, de la sexualidad contemplada
-y disfrutada- como un medio, no como un fin. Los
padres tienden a ocuparse y preocuparse de la
sexualidad de los hijos con una actitud defensiva,
preventiva, incluso medrosa. Si de verdad
valoramos la vida en pareja lo lógico es que
trasmitamos a los hijos una visión del sexo alejada
del egoísmo.
3 LOS PADRES Y MADRES SUELEN SUPERAR A
SUS HIJOS, mal que bien, en conocimientos y
experiencia. O al menos les tratamos como si
fuera cierto. En cuestiones de sexo, sin embargo,
es bueno tener la precaución de ponerse al día.
Sobre todo los más mayores, los que aprendieron
del sexo contrario -y del propio- de los amigos y
amigas, de lo poco que sabían los padres y de Dios
sabe qué otras fuentes.
4 EL MISMO MANUAL ESCOLAR QUE TRATA
SOBRE EL SEXO es un buen punto de partida
para que padres y madres se pongan al día. Pero
no es suficiente. Existe una variada bibliografía
que explica, de manera divulgativa, las preguntas
e inquietudes más frecuentes entre los jóvenes, y
que no se refieren solo a la biología. La pareja
puede y debe discutir estos textos.
5 SALUD, FAMILIA, SABER GANARSE LA VIDA,
SER UN TIPO DECENTE, APRENDER A
CONVIVIR EN FAMILIA Y EN PAREJA… Hay al
menos media docena de cosas que son más
importantes que el sexo… pero eso cuéntaselo a
un adolescente. Pues bien, hay que contarlos.
6 HAY QUE HABLAR DE SEXO. Es más, es
urgente hablar de sexo. Está en la calle, en la red,
en la moda, en el ocio… La buena noticia es que
así no faltan ocasiones para comentar en familia
algunas de esas manifestaciones y compartir, de la
manera más natural posible, los valores que en
este asunto deseen transmitir los padres. Por si es
necesario recordarlo: la educación sexual es
responsabilidad de los padres, no de la escuela ni
del Estado.
7 EL ENFOQUE POSITIVO, CUANDO SE HABLA
DE SEXO, SE CONFUNDE A VECES CON SU
ASPECTO MÁS FESTIVO Y PLACENTERO. En
realidad se trata de desdramatizar, y si el humor
se sirve tantas veces del sexo es precisamente
porque se considera algo muy serio. Conseguir
hablar de estos temas con los jóvenes en las dosis
y con el tono adecuados es haber recorrido la
mitad del camino.
8 QUE LA EDUCACIÓN SEXUAL EN LA
ESCUELA ACELERA EL COMPORTAMIENTO
SEXUAL ES SÓLO UN MITO. Más bien todo lo
contrario: fomenta la responsabilidad y facilita que
el menor salga de sí mismo. No es una buena
noticia, por tanto, enterarse de que en la escuela
pasan de puntillas sobre estos temas o que se
limitan a enseñar los conocimientos más básicos
de manera rutinaria. Hay que exigir al centro una
educación completa y que integre los valores que
compartimos.
9 NO LO SABEN TODO, AUNQUE LO PAREZCA.
Hay una información básica que suponemos que
los niños reciben en el colegio, pero debemos
comprobar que efectivamente han entendido esas
nociones de fisiología y que además son las de su
propio cuerpo. Y revisar los textos escolares
porque algunos contienen errores o inexactitudes
científicas desde la Salud Pública, además de
enfoques discutibles sobre las relaciones afectivo-
sexuales.
10 SEGUIMOS EN LA ESCUELA. Allí se
encuentran también los amigos y amigas que
son prescriptores privilegiados de la afectividad y
el sexo. No hay, en este asunto, compañeros de
más o menos confianza, ni tampoco conocer a sus
familias garantiza nada. Un tutor o tutora que
entienda la importancia de la formación afectivo-
sexual será un aliado impagable para ayudar a los
chicos y chicas..
11 CAMBIAMOS DE HORARIO PERO SIN SALIR
DEL ENTORNO ESCOLAR. Los padres, a través
de las AMPA o por otros canales, pueden
promover charlas y debates sobre el sexo, el amor,
el enamoramiento, la paternidad… moderados por
especialistas que tienen la ventaja de no ser ni
padres ni profesores.
12 NO HACE FALTA BUSCAR EXPRESAMENTE
CONTENIDOS SEXUALES EN INTERNET, ni
como estímulo ni para satisfacer la mera
curiosidad: las imágenes, bromas, conversaciones,
etc. surgen en cualquier rincón de la Red, y a
veces con gran violencia visual. Por eso, la
tolerancia que desarrollan los menores nada tiene
que ver con la que vivieron sus padres. Y como es
inevitable, no hay que escandalizarse de ello si no
es para promover un comentario o una charla
positivos.
13 ES VERDAD, NO SE PUEDE HACER MUCHO
PARA SUSTRAERSE A ESTE AMBIENTE
HIPERSEXUALIZADO, pero al menos en casa no
lo pongamos tan fácil. Estamos pendientes de la
televisión y de las publicaciones pero el primer
contacto de un niño con la Red suele ser el móvil
del papá: cuidado con los mensajes, fotos y vídeos
que compartimos.
14 EL MAYOR PELIGRO PARA LA SEXUALIDAD
DE UN ADOLESCENTE ES LA SOLEDAD. Están
los amigos y amigas… pero a veces casi es peor.
¿Cómo conseguir que aclaren sus dudas de
manera rápida y correcta? Porque estas pueden
afectar no sólo al desarrollo de la afectividad sino
también a su salud sexual. Los padres, por eso,
deben ser activos, no dar nada por supuesto y
saber a quién o a qué acuden los hijos para saber
sobre su sexualidad.
15 EN INTERNET PODEMOS DARLE MIL
VUELTAS AL SEXO Y DESDE INFINIDAD DE
PUNTOS DE VISTA… Y ÉSE ES EL
PROBLEMA. ¿Cuáles son las fuentes más fiables?
¿Se ha detectado algún youtuber o instagramer
con dos dedos de frente? ¿Existen foros
mínimamente legibles? Pues bien, existen. En la
escuela a veces hacen buenas sugerencias a los
alumnos, pero si no es el caso los padres pueden y
deben hacer sus propias averiguaciones.
16 DESDE QUE LA PORNOGRAFÍA SE HA
HECHO TAN ACCESIBLE A TRAVÉS DE
INTERNET han empezado a saltar las alarmas por
su uso y abuso entre los menores. Para los padres
puede resultar un tema muy delicado para tratar
con los hijos, pero hay que hacerlo. La pornografía
trasmite una imagen ficticia de la sexualidad
porque prescinde de la persona, pero además
existe un riesgo real de adicción que puede
condicionar su vida afectiva durante mucho
tiempo.
17 LOS PAPÁS CON LOS CHICOS, LAS MAMÁS
CON LAS CHICAS. No son roles machistas,
aunque tampoco una ley universal sin
excepciones. Es evidente que a la hora de hablar
de sexo padres e hijos se entenderán mejor si
comparten la misma fisiología y
experiencias. Estas complicidades, que en otros
asuntos pueden no ser convenientes, hay que
buscarlas y fomentarlas con la esperanza de que
sirvan para hacer aflorar dudas.
18 ¿SEXO SEGURO? Esta expresión es errónea,
por imposible, en casi todos los contextos, pero la
traemos aquí porque constituye un buen ejemplo
de la importancia del lenguaje. En el registro de la
sexualidad se prodigan términos y perífrasis que
no hay que apresurarse a incorporar a nuestro
vocabulario. Unos porque pronto pasarán de
moda, y otros porque responden a discursos o
conceptos con los que quizá no estemos de
acuerdo.
19 EL SEXO TIENE CONSECUENCIAS… y no
hablamos de embarazos imprevistos o
enfermedades venéreas. El sexo se integra
en nuestra intimidad e identidad personal de una
manera tan intensa que, aunque nos lo
propongamos, resulta imposible separarlo de la
afectividad, de las emociones, de toda nuestra
psicología.
20 LOS DEBATES SOBRE LA IDENTIDAD DE
GÉNERO SE ENCUENTRAN
PERMANENTEMENTE en el debate público y, por
eso, en la vida de los jóvenes. Es obligado que
surjan y se comenten estos temas en familia, pero
antes los padres deben preguntarse a sí mismos
cómo piensan… y por qué piensan como piensan.
Y en todo caso, afirmar como primer precepto
familiar el respeto por las ideas diferentes.
21 ES EVIDENTE QUE EXISTE UNA
HIPERVISIBILIDAD de las identidades sexuales
minoritarias, que se explica en parte por el deseo
de combatir injusticias y discriminaciones. Sin
embargo, la confusión sexual en la pubertad y
primera juventud no es un fenómeno tan
minoritario, especialmente entre los varones. La
mayoría de los casos se resuelven, sin mayores
problemas, a favor del sexo asignado, pero si las
dudas permanecen los padres deben requerir la
ayuda de profesionales.
22 EL NIÑO O LA NIÑA SALE CON ALGUIEN… y
siempre nos parece demasiado pronto. En
realidad estas primeras relaciones son, por lo
general, muy positivas. Los jóvenes descubren
que la sexualidad, que hasta ese momento se ha
vivido como algo muy íntimo, sólo es una parte de
la relación y no siempre la más agradable.
Alison Hadley, quien por 12 años dirigió la Estrategia de Prevención
de Embarazo Adolescente en Reino Unido, conoció el trabajo de
Bogotá para reducir los nacimientos en madres menores de 19 años.
Conozca las recomendaciones de la experta para tratar este tema en
casa.

El gobierno de Enrique Peñalosa sigue avanzando en la disminución de


la maternidad y la paternidad temprana en Bogotá: entre 2016 y
2017, los nacimientos en madres menores de 19 años se redujeron en
12,95 %, lo que equivale a 1.872 nacimientos menos durante este
período.

Adicionalmente, gracias al trabajo intersectorial en el Programa


Distrital para la Prevención y Atención de la Maternidad y la Paternidad
Temprana, la ciudad avanza en la meta de aumentar en dos años el
promedio de edad de las mujeres para el nacimiento de su primer
hijo y atender integralmente, desde los servicios sociales y de justicia,
los casos de embarazos en niñas menores de 14 años.

Alison Hadley, experta en reducción de embarazos adolescentes en el


Reino Unido, compartió la experiencia de su país en Bogotá y dio
algunas recomendaciones para el fortalecimiento de la prevención del
embarazo a temprana edad.

“En Inglaterra, los jóvenes tenían problemas similares a los que tienen
los estudiantes en Bogotá. Tenían poco conocimiento acerca de
fertilidad y se sentían muy nerviosos al pedir métodos
anticonceptivos”, aseguró la experta, quien explicó que, gracias al
trabajo conjunto entre la familia y las instituciones, este país pasó de
tener 46 embarazos por cada 1.000 habitantes a solo 18 en la
actualidad.

¿Cómo pueden vincularse los padres de familia a la educación sexual


de sus hijos?¿De qué manera se debería abordar la sexualidad en el
hogar para prevenir embarazos? ¿Qué herramientas tienen los
adolescentes para asesorarse? Estas fueron las recomendaciones de
la experta.

1. Hable abiertamente con sus hijos


Hadley aseguró que los adultos suelen avergonzarse al hablar de
sexualidad con los jóvenes. No obstante, explica que “si ellos les
hablan de manera abierta a sus hijas, hijos, nietos o sobrinos, es mayor
la probabilidad de que retrasen su actividad sexual y utilicen los
métodos anticonceptivos si deciden iniciarla”.

2. Conviértalo en un tema cotidiano


La educación sexual impartida en casa protege a los menores.
Ayudarles a entender sus cuerpos es fundamental desde los primeros
años. De acuerdo con la experta, lo ideal es responder las preguntas o
dudas que surjan de manera natural. “Si no las resolvemos, ellos
creerán que es un tema delicado y buscarán en internet. Allí podrán ver
cosas que quizás no queramos que vean”, señala.

3. Familias y colegios, unidos


Tanto las familias como los colegios deben escuchar y aclarar las
dudas sobre temas de sexualidad con base en los hechos reales. La
educación sexual en las instituciones educativas es esencial para que
los adolescentes resuelvan creencias populares o mitos relacionados
con métodos anticonceptivos y embarazos no deseados. Los padres
de familia “pueden apoyar la tarea de las maestras y maestros”,
continúa Hadley.

4. Promueva la corresponsabilidad
La experta habla de la importancia de impartir una educación sexual
que le hable a niñas y niños por igual. “Son dos personas las que se
embarazan, no solo una”, subraya Alison Hadley. De ahí que madres,
padres e incluso las campañas de prevención deban hacer énfasis en
que el acceso a métodos anticonceptivos es responsabilidad tanto de
mujeres como de hombres.

5. Fortalezca el proyecto de vida de sus hijas e hijos


Hadley señala que es necesario formar proyectos de vida más
robustos en los jóvenes. “El embarazo en la adolescencia impacta la
salud, el bienestar y las oportunidades de la vida de mujeres y
hombres”, explica. Por eso, es fundamental que las familias
acompañen el proceso de crecimiento de los adolescentes y les
recalquen que luego de culminar sus estudios de primaria y
secundaria, deben ingresar a la universidad, viajar o trabajar y hacer
sus actividades favoritas.

6. Respalde a las madres y padres jóvenes


Hay que brindar respaldo constante a los padres jóvenes. Si usted es
madre o padre de un adolescente que quedó en embarazo, “lo más
importante es el apoyo para que las jóvenes y los jóvenes continúen
con sus estudios. Finalmente, es necesario reiterarles que los métodos
anticonceptivos son fundamentales para evitar un segundo embarazo
y prevenir enfermedades de transmisión sexual”, concluye Alison
Hadley.

7. Pregunte en ‘Sexperto’
Esta plataforma digital del gobierno ‘Bogotá Mejor para Todos’ orienta
a la juventud bogotana en asuntos relacionados con los Derechos
Sexuales y los Derechos Reproductivos. De tal modo que los
adolescentes pueden resolver en tiempo real las preguntas que no se
animan a formular a sus papás, docentes o amigos. “Sexperto es muy
bueno y todos los jóvenes y sus familias deberían animarse a
conocerlo”, resalta la experta inglesa.

De acuerdo con la Secretaría de Educación del Distrito, los esfuerzos


de la Administración Distrital por brindar calidad educativa para todos
desde la política de educación inclusiva y el enfoque de cuidado y
autocuidado, no se detienen.

Dentro del Programa Distrital para la Prevención y Atención de la


Maternidad y la Paternidad Temprana, esta entidad ha acompañado a
cerca de 20 mil estudiantes de 140 colegios oficiales y sus familias,
como parte de las estrategias ‘Félix y Susana’ en primaria y primera
infancia y ‘Educación para la Sexualidad: un campo para el ejercicio de
la ciudadanía y la convivencia’ en secundaria y media, para
brindarles herramientas con enfoque de cuidado y autocuidado, que
mejoren el conocimiento y ejercicio de sus derechos sexuales y sus
derechos reproductivos.

Adicionalmente, la Secretaría de Educación del Distrito organiza


talleres, participa en las ferias de sexualidad y fortalece ‘grupos
semillas’ de jóvenes con el fin de orientar, formar y desarrollar las
capacidades de estudiantes, docentes y padres de familia como parte
de un gran equipo para profundizar la educación para la vida en las
instituciones educativas, promover relaciones humanas que produzcan
felicidad y hacer realidad que la educación sea el pilar de desarrollo de
la ciudad.

Porque una ciudad educadora es una Bogotá Mejor para Todos.


 Establecer un buen vínculo con el adolescente y que este perciba que el médico
se interesa y está dispuesto a ayudarle sin paternalismos.

 Explicar las condiciones de confidencialidad de la consulta, facilitar que confíe


sus preocupaciones y dudas. Si asiste con los padres, después de escuchar lo
que éstos tengan que decir, debemos interrogar a solas al adolescente.
Separarlo de los padres les hace sentirse bien, percibe que se respeta su
autonomía y se le considera capaz de ocuparse de su salud. Si van con la
pareja, es lógico atenderles juntos.

 La elección del método ha de ser voluntaria y no condicionado por las


preferencias del médico, presión o coerción de la pareja, por influencias
negativas de padres o del grupo de iguales. Hay que informar y asesorar sobre
riesgos y beneficios, y promover que sean ellos quienes decidan. 1,2

 Dejar que los jóvenes expresen sus ideas y dudas sobre el método. El rol es
informarlos para que ellos tomen una decisión informada, esto aumenta la
adherencia al método.

 Mantener una visión positiva de la sexualidad, pero informarles los riesgos de la


misma.

 Potenciar la asertividad para poder resistirse a presiones a la hora de mantener


o no relaciones y negociar con la pareja el uso del condón.
 Tener relaciones sexuales puede resultar en un embarazo. ¿Estás preparada para
quedar embarazada o estás preparado para convertirte en un padre adolescente? Es
una enorme responsabilidad. ¿Eres capaz de proporcionar alimentos, vestimenta y
un hogar seguro para tu bebé?
 Tener relaciones sexuales presenta riesgos para la salud. Se pueden contagiar de
muchas enfermedades durante una relación sexual. Las infecciones de transmisión
sexual (ITS) incluyen clamidia, gonorrea, hepatitis B, herpes, VIH (el virus que
causa el SIDA), el virus del papiloma humano (VPH) o sífilis.
 Tener relaciones sexuales puede provocar dolor emocional y
distracciones. Puedes sentirte triste o enojado si permites que alguien te presione
para tener relaciones sexuales cuando no estás realmente preparado. Además,
puedes sentirte triste o enojado si decides tener relaciones sexuales, y luego tu
pareja te deja. Incluso puede contarles a otras personas que ha tenido relaciones
sexuales contigo.

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