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INTRODUCCION

A las personas que vivimos en la ciudad es posible que en ocasiones se nos hay
irritado los ojos o la garganta; también hemos oído decir que antes se respiraba
un aire más limpio y que era posible ver lugares muy alejados, ya que el aire era
más “transparente”. Independientemente de la nostalgia de los tiempos pasados,
hoy es una realidad que la contaminación del aire es un problema en las ciudades.
Pero ahora ya no solo en las ciudades, sino, que también en esas zonas alejadas
de donde se supone que el aire es “limpio” pero por la presencia de la industria
(ejemplo: La minería) esto cambio.
Los contaminantes presentes en la atmosfera proceden de dos tipos de fuentes
emisoras bien diferenciadas: las naturales y las antropogénicas o artificiales. Las
emisiones naturales provienen fundamentalmente de los volcanes, incendios
forestales y descomposición de la materia orgánica en el suelo y en los océanos.
Las emisiones antropogénicas, como dice su nombre son las causadas por la
actividad humana.
Son precisamente estos contaminantes antropogénicos, los que nos causan
molestias en los ojos, piel y vías respiratorias y forman esas brumas que se ven en
las ciudades, las que nos impiden ver cerros o el mismo cielo.

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