POTABILIZACIÓN DEL

AGUA
Principios de diseño, control
de procesos y laboratorio

William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D.

Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
 UNIVERSIDAD PILOTO DE COLOMBIA
Presidente
José María Cifuentes Páez
Rectora
Patricia Piedrahíta Castillo
Director de Publicaciones y Comunicación Gráfica
Rodrigo Lobo-Guerrero Sarmiento
Director de Investigaciones
Mauricio Hernández Tascón
Coordinador General de Publicaciones
Diego Ramírez Bernal
Decano o Director del Programa
Lina Constanza Franco Pardo
POTABILIZACIÓN DEL AGUA
Principios de diseño, control de procesos y laboratorio
Autores
William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D.
Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Facultad de Ciencias Ambientales - Grupo Ambiente y Sostenibilidad (GUIAS)
ISBN
978-958-8537-91-7
Copyright ©
Primera Edición - 2015
Bogotá, Colombia
Revisión Técnica
Ing. Fernando Sánchez Sánchez, M.Sc., Ph.D.
Ing. Alexandra Cerón Vivas, M.Sc., Ph.D.
Diseño de portada y Diagramación
Fabian Bonilla - Daniela Martínez Díaz
Departamento de Publicaciones y Comunicación Gráfica
de la Universidad Piloto de Colombia
fotografía (portada)
National park Plitvice 7 por: Lily Pey
Publicada: Julio 24 de 2009 recuperada: 5 de Mayo de 2015
Tomada de: www.freeimages.com
Impresión
Xpress Estudio Gráfico y Digital S.A.

La obra literaria publicada expresa exclusivamente la opinión de sus respectivos autores, de manera que
no representan el pensamiento de la Universidad Piloto de Colombia. Cada uno de los autores, suscri-
bió con la Universidad una autorización o contrato de cesión de derechos y una carta de originalidad so-
bre su aporte, por tanto, los autores asumen la responsabilidad sobre el contenido de esta publicación.
 Lozano-Rivas, William Antonio
Potabilización del agua: principios de diseño, control de procesos y labora-
torio / William Antonio Lozano-Rivas, Guillermo Lozano Bravo.—Bogotá :
Universidad Piloto de Colombia, 2015.
372 páginas : ilustraciones
Incluye bibliografía (página 347-352)
ISBN 978-958-8537-91-7

1. Agua Potable 2. Procesos de potabilización del agua 3. Purificación

del agua potable I. Lozano Bravo, Guillermo

CDD 628.16
Tabla de Contenido
Presentación 15
Acerca de los autores 19
1. Generalidades de la calidad del agua para consumo
humano 23
1.1 El agua en la naturaleza 24
1.2 Aspectos microbiológicos 25
1.2.1 Organismos indicadores de calidad micro-
biológica 28
1.3 Aspectos fisicoquímicos básicos 31
1.3.1 Características organolépticas y físicas 31
1.3.2 Otros parámetros fisicoquímicos de interés 33
2. Generalidades de la potabilización 37
2.1 Definiciones 37
2.1.1 Agua cruda 37
2.1.2 Tratamiento o potabilización 37
2.1.3 Calidad del agua 37
2.1.4 Agua potable o agua para consumo humano 37
2.2 Unidades convencionales de tratamiento 38
2.3 Esquema convencional de tratamiento 38
2.4 Tipos de potabilizadoras 40
2.5 ¿Qué tipo de potabilizadora y qué unidades
implementar? 43
2.6 Calidad de la fuente y nivel de tratamiento requerido 43
45
3. Dotación, caudales y periodo de diseño
45
3.1 Dotación neta
47
3.2 Dotación bruta 48
 3.3 Caudales de diseño 48
3.3.1 Caudal medio diario 48
3.3.2 Caudal máximo diario 48
3.3.3 Caudal máximo horario 48
3.3.4 Caudales de diseño 48
3.4 Periodo de diseño 49
3.5 Proyección de la población 50
4. Diseño de unidades preliminares 53
4.1 Desbaste o remoción de material flotante 53
4.1.1 Rejillas 53
4.1.2 Trampas de flotantes 58
4.2 Presedimentación y remoción de material grueso
en suspensión 59
4.2.1 Desarenadores 59
4.2.2 Presedimentadores 59
4.2.3 Prefiltros 60
4.2.4 Microtamices 63
4.3 Oxidación química 65
4.3.1 Cloro 66
4.3.2 Permanganato de potasio 66
4.3.3 Ozono 66
4.3.4 Peróxido de hidrógeno 66
4.4 Aireación 67
4.4.1 Bandejas de aireación 67
4.4.2 Cascadas (escaleras) y vertederos 73
4.5 Aquietamiento 79
5. Diseño del canal de entrada 81
6. Fundamentos de los procesos de clarificación 84
6.1 Teoría coloidal y coagulación 86
6.1.1 Los coloides 86
6.1.2 Teoría de la doble capa y el potencial z 87
6.2 Sustancias usadas en la coagulación 90
6.2.1 Coagulantes 90
6.2.2 Alcalinizantes 92
6.2.3 Ayudantes o coadyuvantes de floculación 95
6.3 Factores que influyen en el proceso de coagulación 96
6.4 Tipos de dosificadores de sustancias químicas 99
7. Diseño de mezcladores rápidos 105
7.1 Mezcladores rápidos mecánicos 106
7.2 Mezcladores rápidos hidráulicos 115
7.2.1 Mezcla rápida en vertederos – método de Richter 116
7.2.2 Mezcla rápida en vertederos – método
Lozano-Rivas 119
7.2.3 Mezcla rápida en canaletas parshall 122
7.2.4 Mezcla rápida en dispersores 126
7.3 Conexión de la cámara de aquietamiento y el canal
de entrada con el dispositivo de mezcla rápida 127
8. Diseño de mezcladores lentos o floculadores 129
8.1 Tipos de floculadores 130
8.2 Consideraciones generales para el diseño de
floculadores 132
8.3 Floculadores hidráulicos de flujo horizontal 134
8.4 Floculadores hidráulicos de flujo vertical 143
8.5 Floculadores mecánicos 150
8.6 Floculadores hidráulicos alternativos 164
8.6.1 Floculador hidráulico tipo Cox 165
8.6.2 Floculador hidráulico tipo Alabama 170
8.7 Conexión entre la mezcla rápida y la mezcla lenta 175
9. Diseño de sedimentadores 176
9.1 Tipos de sedimentación y características 177
9.2 Interferencias en el proceso de sedimentación 179
9.3 Diseño de sedimentadores convencionales de
flujo horizontal 179
9.3.1 Criterios de diseño de sedimentadores
convencionales de flujo horizontal 180
9.4 Diseño de sedimentadores lamelares o de alta tasa
de flujo ascensional 200
9.4.1 Criterios de diseño de sedimentadores lame-
lares o de alta tasa 205
9.5 Sedimentadores verticales de contacto a través de
un manto de lodos 220
9.6 Conexión entre floculador y sedimentador 223
10. Diseño de unidades de filtración 224
10.1 Mecanismos involucrados en la filtración 225
 10.1.1 Acciones de transporte y acercamiento 225
10.1.2 Acciones de fijación 225
10.1.3 Acciones de desfijación 225
10.2 Mecanismos de remoción de un lecho o medio
filtrante 226
10.3 Variables generales del proceso de filtración 227
10.3.1 Características del lecho filtrante 227
10.3.2 Características de la operación 337
10.3.3 Características del afluente 228
10.4 Tipos de filtros 228
10.4.1 Según la dirección de flujo 228
10.4.2 Según su velocidad de filtración 228
10.4.3 Según la fuerza impulsora 229
10.4.4 Según los mecanismos de remoción pre-
dominantes 230
10.4.5 Según el tipo de lecho filtrante 230
10.5 Partes constitutivas de un filtro 232
10.6 Características generales del medio filtrante 234
10.7 Diseño de la filtración rápida 235
10.7.1 Hidráulica de la filtración 236
10.7.2 Lavado de los filtros 241
10.7.3 Métodos de operación de los filtros 259
10.7.4 Características de los medios filtrantes en
filtros rápidos 263
10.7.5 Pérdida de carga máxima admitida en las
unidades 264
10.7.6 Número de unidades y tamaño 265
10.7.7 Lechos de soporte 265
10.7.8 Sistema de drenaje 266
10.7.9 Sistema de tuberías, entradas y salidas 274
10.8 Conexión entre sedimentadores y filtros 283
11. Desinfección 284
11.1 Factores que influyen en el proceso de desinfección 284
11.1.1 Tipo y concentración de organismos 284
11.1.2 Tipo, concentración y tiempo de contacto 285
del desinfectante 285
11.1.3 Características del agua 286
11.2 Tipos de desinfectantes más empleados 286
 11.3 Elección del desinfectante 287
11.4 Capacidad destructiva de los compuestos oxidantes 287
11.5 Cloración 288
11.5.1. Mecanismo de acción del cloro 289
11.5.2. Dinámica de reacción del cloro 289
11.5.3. Sistemas de aplicación 292
11.5.4. Estaciones de cloración 298
11.6 Conexión entre los filtros y la etapa de cloración 300
12. Tratamiento de los lodos generados en la potabilización 301
12.1 Igualación 302
12.2 Espesamiento 302
12.3 Secado o deshidratación 304
12.4 Disposición final 305
13. Errores más frecuentes de diseño y operación 306
13.1 Errores en el diseño 306
13.1.1 Dosificadores 307
13.1.2 Mezcladores rápidos 307
13.1.3 Floculadores 308
13.1.4 Sedimentadores 309
13.1.5 Filtros 310
13.2 Errores en la operación 312
13.2.1 Dosificación y mezcla rápida 313
13.2.2 Floculación 314
13.2.3 Sedimentación 314
13.2.4 Filtración 314
13.2.5 Cloración 315
14. Pruebas de jarras, ensayos de tratabilidad y prue-
bas de campo: datos para el diseño y el control de la
potabilización 316
14.1 Reactivos usados 318
14.2 Procedimiento de la prueba de jarras – determi-
nación de las dosis óptimas 319
14.3 Procedimientos adicionales en los ensayos de
tratabilidad 323
14.3.1 Dosis que genera la mayor velocidad de
sedimentación 323
14.3.2 Eficiencia de la sedimentación 324
 14.3.3 Gradiente y tiempos óptimos de mezcla 326
14.3.4 Concentración volumétrica de lodos 327
14.3.5 Volumen y peso de los lodos para su tra-
tamiento 328
14.3.6 Pruebas con trazadores 328
14.3.7 Ensayos adicionales 338
14.4 Transformación de R.P.M. (Revoluciones por minuto)
a gradientes y velocidades 338
14.5 Duración óptima del lavado del filtro 312
14.6 Recomendaciones para la construcción de filtros
piloto 343
Bibliografía 347
Anexos 353
Anexo 1. Propiedades físicas del agua 354
Anexo 2. Catálogo de una canaleta parshall (fragmento) 356
Anexo 3. Características y manejo de sustancias químicas 358
Anexo 4. Ejemplos de curvas de pruebas de trazabilidad 361
Anexo 5. Tasas de sedimentación para diferentes partículas 364
Anexo 6. Ejemplos de planos y esquemas de potabi-
lizadoras 366
Presentación
Esta obra titulada “Potabilización
del Agua – Principios de diseño,
control de procesos y laborato-
rio”, podría parecer, en principio,
para el lector impróvido, un libro
similar a cualquier otro de los po-
cos que encontraría disponible en
una librería o biblioteca. Sin em-
bargo, aunque éste no es un texto
pretencioso, sí ha sido escrito con
la ambiciosa intención de aportar
conceptos o llenar, en una u otra
forma, algunos vacíos (siempre
se olvidan cosas) que, con enfo-
que respetuoso, los autores han
encontrado en los libros (de esta
misma temática) más empleados
en la actualidad por estudiantes,
docentes y profesionales. Aunque
esta modosa crítica podría pen-
sarse dirigida a uno o más auto-
res en particular, el lector puede
15
tener la certeza plena de que, en
ningún momento y bajo ningún
pretexto, se ha tenido la intención
de cuestionar –y mucho menos
criticar– tratados anteriores, de
amplio uso en las aulas de inge-
niería. Prueba de ello es que, a
lo largo de este libro, se encuen-
tran numerosas referencias a muy
reconocidos textos y un cúmulo
importante de menciones a otros
prestigiosos documentos y publi-
caciones técnicas.
Los aportes pretendidos son el
resultado de la propia experien-
cia y de esa incansable búsque-
da de la razón de un concepto y
de la lógica de un diseño, antes
que la rutina del uso constante o
la repetición por comodidad. De
todas maneras y como enfoque
general de esta obra, el propó-
sito que se trazó en cada capí-
tulo, fue el de brindarle, tanto a
profesionales como a estudian-
tes de pregrado y postgrado,
un contenido que no sólo llene
sus expectativas de aprendiza-
je y consulta, sino que también
haga entendible, por el camino
de la razón y sin profundas (y a
veces innecesarias) disquisicio-
nes teóricas, los aspectos más
importantes del diseño, del con-
trol de los procesos y del tras-
cendental papel de los estudios
de laboratorio, en la proyección
matemática y conceptual de las
potabilizadoras. La claridad, la
didáctica y el pragmatismo, han
sido derroteros que los autores
han procurado seguir insistente-
mente, sin detrimento de la alta
calidad y el rigor del contenido.
Tenemos no solo la esperanza de
que saldrán ediciones posteriores,
sino la certeza de que, en cada
una de las siguientes, se mejora-
rá su contenido con las nuevas
experiencias adquiridas en terre-
no, pero, especialmente, con los
aportes técnicos y las sugerencias
temáticas que recibamos de estu-
diantes y colegas, especialmente
de aquellos que se esfuerzan,
como nosotros, cada día, por en-
tregar agua de óptima calidad a
las comunidades.
16
Así, el capítulo 1 se dedica a mos-
trar los aspectos más relevantes de
la calidad del agua para consumo
humano. Los conceptos y definicio-
nes fundamentales de la potabi-
lización y los tipos de potabiliza-
doras, se abordan en el capítulo
2. En el capítulo 3, se plantean los
diferentes aspectos de la dotación,
los caudales y el periodo de dise-
ño de las plantas de tratamiento de
agua potable; se realiza un ejer-
cicio de proyección de población
que intenta aclarar un nefasto error
de cálculo muy común en algunos
de los libros más usados en la ac-
tualidad. El diseño de las unidades
de pretratamiento y de los proce-
sos preliminares que ajustan las ca-
racterísticas del agua cruda antes
de entrar de lleno al proceso de
clarificación, son explicados en el
capítulo 4; estos ajustes previos del
agua son muy necesarios hoy día
como respuesta al ingente deterio-
ro de las fuentes hídricas disponi-
bles para abastecimiento. El dise-
ño del canal de entrada, el cual se
presenta en el capítulo 5, aunque
aparentemente simple, puede re-
presentar un reto para los diseña-
dores neófitos. En el capítulo 6, se
explica de manera clara, sucinta y
contundente, los fundamentos de
los procesos de clarificación, inclu-
yendo la teoría coloidal y buena
parte de los aspectos relacionados
con la actuación de las sustancias
coagulantes en la matriz acuosa.
Del capítulo 7 al 11, se hace una
exposición de las características
y el procedimiento de diseño de
las unidades de tratamiento, en
los que se procuran abarcar los ti-
pos de unidades más usadas en el
mundo. Se dedica el capítulo 12 a
discutir el tratamiento de los lodos
que se generan en las potabiliza-
doras, la cual es una temática que,
generalmente, se obvia en las cáte-
dras universitarias.
Como elementos nuevos, se desta-
ca la inclusión en cada tema, de
inéditos resultados de investiga-
ción (algunos exhibidos de ma-
nera explícita y otros tácitamente)
y análisis, producto del trabajo
investigativo, de docencia y de la-
boratorio, así como de la amplia
experiencia en campo a nivel na-
cional e internacional, que suman
ambos autores. En este sentido, se
plantean no sólo criterios de di-
seño y fórmulas matemáticas pro-
pias, sino también nuevos métodos
de cálculo como lo es el método
de Lozano-Rivas para el cálculo de
la mezcla rápida en vertederos. Se
destacan también los subcapítulos
dedicados a brindar recomenda-
ciones de conexión entre unida-
des de tratamiento, lo cual es un
aspecto que no se aborda en los
libros ni en las aulas de clase y
donde los autores han encontra-
do buena parte de los errores de
17
diseño. A estas fallas de diseño y
de operación se les ha dedicado
un capítulo entero (capítulo 13), el
cual muestra, de manera sencilla,
las faltas más frecuentes encontra-
das en múltiples visitas evaluativas
a potabilizadoras en Colombia y
en otros países. En el capítulo 14
procuraron condensarse las prác-
ticas de laboratorio más usadas
en el diseño, la operación y en la
investigación del comportamiento
de las unidades de tratamiento, así
como los aspectos más importantes
para la construcción de unidades
piloto de filtración.
Los autores han preferido abando-
nar la vetusta costumbre que tienen
los textos académicos de plantear
pequeños ejercicios destinados al
cálculo de algunas características
de las unidades de tratamiento
(e.g., velocidades, áreas, gradien-
tes) para hacer prevalecer, en la
medida de lo posible, un ejemplo
completo del diseño hidráulico de
cada una de las unidades plan-
teadas. Esto tiene el propósito de
que estudiantes y profesionales
puedan visionar el diseño como un
ejercicio holístico a partir del cual
pueden lograr, posteriormente, la
identificación y el cálculo de esas
parcialidades (en la mayoría de
los casos, dependientes e insepa-
rables) que definen, en conjunto,
el comportamiento hidráulico de
cada unidad de tratamiento.
Tenemos la certeza de que, en
esta obra, los lectores encontrarán
un texto de fácil comprensión, el
cual esgrime un lenguaje sobrio,
didáctico e inteligible que llenará
las expectativas, tanto de estudian-
tes de pregrado como los de post-
grado e, incluso, de profesionales
de todos los niveles, interesados en
las plantas de tratamiento de agua
potable, lacónicamente llamadas
potabilizadoras. William Antonio
Lozano-Rivas quiere agradecer de
manera especial a la Administra-
dora Ambiental, Carolina Hurta-
do Oviedo, por haber aceptado
la ardua tarea de digitalizar los
apuntes que dieron soporte inicial
a este libro. Gracias también a la
Universidad Piloto de Colombia
18
por su apoyo y cariño, sin los cua-
les la consolidación de metas aca-
démicas y científicas como ésta no
serían posibles. A la decana de la
Facultad de Ciencias Ambientales,
Lina Constanza Franco, por su li-
derazgo, paciencia, comprensión,
confianza y afectuoso soporte; a
todos los estudiantes y profesiona-
les con los que hemos compartido
y de los que, sin duda alguna,
hemos también aprendido. Agra-
decemos también a quienes nos
enriquecieron con sus aportes. A
todos los que inician aquí la con-
sulta de este texto, les expresamos
nuestro deseo por que su lectura
sea fructífera y tan grata como lo
fue para nosotros escribirlo. A to-
dos, muchas gracias.
Los autores
wlozanorivas@gmail.com
guillermolozanob@hotmail.com
 Gracias al Señor Jesús “…quien da a todos vida y aliento y todas las
“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas.”
Acerca de los
William Antonio Lozano-Rivas
Es Ingeniero Ambiental y Sanita-
rio, graduado con honores de la
Universidad de la Salle. PhD en
Biotecnología Avanzada (men-
ción: Ambiental) por la Universi-
dad Internacional de Andalucía
y con Diploma de Estudios Avan-
zados (DEA), también de la Uni-
versidad de Málaga y la Universi-
dad de Córdoba, España. En este
mismo país obtuvo, con máxima
calificación, el título de Master en
Ingeniería del Agua de la Univer-
sidad de Sevilla. Es Experto por
la Universidad de Salamanca
en Tecnología del Agua. Obtuvo
grado de honor en la Especializa-
ción en Creación de Modelos en
Ecología y Gestión de los Recur-
sos Naturales de la Universidad
19
cosas”
(Hechos 17:25).
(Romanos 11:36).
Autores
Politécnica de Cataluña y posee
estudios en Ciencias Hidrológicas
del Cooperative Program for Ope-
rational Meteorology, Education &
Training -COMET- de los Estados
Unidos. También es Diplomado en
Estadística por el Instituto Alison
de Irlanda, así como en Investi-
gación, Formulación y Gestión
de Proyectos por la Asociación
Colombiana para el Avance de la
Ciencia (ACAC), entre otros mu-
chos estudios.
Ha recibido numerosos reconoci-
mientos nacionales e internaciona-
les por su desempeño académico y
profesional, entre los cuales se des-
tacan: “Development Co-operation
Prize” del Ministerio de Coopera-
ción al Desarrollo de Europa, en
Bruselas, Bélgica, por la invención
de la tecnología de Fibrofiltración
para la potabilización de aguas
en favor de la mejora en la salud,
el progreso y la disminución de
la pobreza en los países menos
desarrollados. También fue ga-
lardonado con la distinción The
Outstanding Young Person de la
Junior Chamber International (JCI)
al Joven Sobresaliente de Colom-
bia en Ciencia y Desarrollo Tecno-
lógico - 2014. A nivel nacional,
ha sido distinguido con el Premio
Nacional al Inventor Colombiano
2013, otorgado por la Asociación
Colombiana para el Avance de la
Ciencia (ACAC) y la Superinten-
dencia de Industria y Comercio,
por una invención en tratamiento
de aguas residuales domésticas y
el Premio Nacional de Ingeniería
“Álvaro Pardo Sánchez” - 2013 a
la Ingeniería Sanitaria y Ambien-
tal, por una innovación para el
tratamiento de aguas residuales
industriales y lixiviados, usando
proteínas esteroidales y glucósidos
anfifílicos extraídos de plantas. De
igual manera, ha recibido, duran-
te dos años consecutivos, la distin-
ción a la Docencia de Excelencia
“José Alberto Alvarado Jiménez”,
en 2013 y 2014, y el Premio al
Mejor de los Mejores de la Comu-
nidad Académica Piloto - 2013 en
innovación tecnológica de la Uni-
versidad Piloto de Colombia.
Ha trabajado en diversos pro-
yectos hídricos y de sanea-
20
miento básico y ambiental para
múltiples empresas y entidades
públicas y privadas. En el año
2011 fue el coordinador del pri-
mer proyecto en Colombia en
evaluación de alternativas para
la recuperación de ríos urbanos,
en la ciudad de Bogotá. Tiene
una importante trayectoria como
docente de pregrado y postgra-
do de varias universidades pú-
blicas y privadas en Colombia y,
como profesor visitante de post-
grado, en España, en la Escuela
Universitaria Politécnica de la
Universidad de Sevilla y tutor
del Curso Superior en Modelos
de Simulación del prestigioso
instituto de investigaciones CSIC
- Consejo Superior de Investiga-
ciones Científicas de España. Es
miembro de la Escuela Interna-
cional de Ingeniería del Agua
de Andalucía, España, y de la
Asociación Colombiana de In-
geniería Sanitaria y Ambiental
(ACODAL).
Es autor de ocho libros y de una
veintena de artículos científicos
publicados en prestigiosas revis-
tas nacionales e internacionales,
así como autor y coautor de nu-
merosos capítulos de libro. En la
actualidad es Docente-Investiga-
dor Titular de la Universidad Pi-
loto de Colombia y Coordinador
de Investigaciones de la Facultad
de Ciencias Ambientales de la
misma Universidad.
Guillermo Lozano Bravo
Es Ingeniero Civil de la Universidad
La Gran Colombia. Magíster en In-
geniería Civil con Especialización
en Ingeniería Sanitaria de la Uni-
versidad Nacional de Colombia y
con estudios de postgrado en Inge-
niería de los Recursos del Agua del
Imperial College of Science and Te-
chnology de la Universidad de Lon-
dres; en Administración Ambiental
(JICA-Tokio-Japón) y en Tratamiento
de Aguas Residuales del Centro
Interamericano de Desarrollo e In-
vestigación Ambiental y Territorial
(CIDIAT) de la Universidad de Los
Andes en Mérida, Venezuela, entre
otros muchos estudios.
Ha sido catedrático y profesor de
Maestría en la Universidad Jave-
riana en Bogotá; director de pro-
yectos de grado e investigación
en la Universidad Industrial de
Santander (UIS). Conferencista,
director de seminarios, cursos y
talleres en varias Universidades y
entidades en Colombia, Ecuador
y República Dominicana. Entre los
reconocimientos se destaca que
fue el ganador en 1987 de la Beca
“James Rooke”, concedida me-
diante concurso por el Gobierno
Británico, para realizar estudios
de especialización en Inglaterra.
En Colombia ha sido galardonado
en dos ocasiones por la Asocia-
ción Colombiana de Ingeniería Sa-
nitaria y Ambiental, ACODAL, por
sus destacados trabajos en obras
hidráulicas sanitarias y en temas
21
ambientales. Fue también con-
decorado con el Honor al Mérito
Antonia Santos, mediante Acuerdo
N°05 de noviembre 25 de 1984,
del Concejo Municipal de Pinchote
(Santander), con la declaratoria de
“Hijo Ilustre” del Municipio por su
destacada y laudable tarea en fa-
vor de la salud pública y el abaste-
cimiento de agua de esta ciudad.
Tiene una muy amplia experiencia
en el sector de agua, saneamiento
y medio ambiente, como experto,
asesor y consultor de diferentes
entidades, tanto nacionales como
internacionales, entre las que se re-
saltan: Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD)
en Colombia; Banco del Estado en
Ecuador; Organización Panameri-
cana de la Salud y la Organiza-
ción Mundial de la Salud (OPS/
OMS); Universidad Nacional Pe-
dro Henríquez Ureña (UNPHU)
en la República Dominicana; Coo-
peración Técnica Alemana (GTZ)
en Colombia, Ecuador y Bolivia;
United Nations Children’s Fund
(UNICEF) en Colombia y Nicara-
gua, así como también en el Fon-
do Multilateral de Inversiones (FO-
MIN) del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) en Bolivia.
Ha publicado más de una vein-
tena de documentos técnicos, ar-
tículos y libros. En la actualidad
se desempeña como consultor y
diseñador de proyectos y obras
en agua potable, agua residual y
manejo de residuos sólidos.
NOTA: las figuras e ilustraciones que encontrará
en este libro tienen un propósito meramente ex-
plicativo y demostrativo. Casi todos los dibujos
se han elaborado sin escala, de manera que ni
las proporciones ni los detalles deben asumirse
como correctos.
Generalidades de la calidad del
agua para consumo humano
E
s usual que, para muchos,
el agua potable sea una
cuestión simple… tan simple
como abrir un grifo y ver cómo
cae agua cristalina (de calidad
y) en la cantidad que se desea.
No obstante, este es un privile-
gio excesivamente limitado. La
Organización de las Naciones
Unidas (ONU) afirma que casi
900 millones de personas viven
sin agua potable en el mundo
(EFE, La ONU afirma que casi
900 millones de personas viven
sin agua potable en el mundo,
2010) y, en 2006, la Aseso-
ra del Director General de la
Organización Mundial de la
Salud (OMS) para asuntos de
Desarrollo Sostenible y Salud
Medioambiental, Susanne We-
ber-Mosdorf, afirmaba que una
media de 4.500 niños menores
de 5 años, morían diariamente
por falta de agua potable o sa-
23
neamiento (EFE, Cada día mue-
ren 4.500 niños en el mundo por
falta de agua potable o sanea-
miento, 2006). En Colombia,
la situación es también crítica:
La Defensoría del Pueblo afirmó
que unas 9 millones de personas
no tienen acceso a agua potable
y que otras 21 millones están en
situación no deseada y de vul-
nerabilidad preocupante por el
mal servicio de acueducto (En
Colombia nueve millones de per-
sonas no tienen acceso a agua
potable, 2009).
El agua potable tiene una estre-
cha relación con la salud, el desa-
rrollo y la pobreza; es un derecho
humano básico, como lo declaró
la ONU en 2010. Cuando se ha-
bla de agua, no basta sólo con
tenerla de calidad sino también
en cantidad suficiente, ya que
también la escasez de agua se
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
relaciona con enfermedades pa-
rasitarias asociadas a falta de
higiene. Malas condiciones en el
agua de bebida afectarán la sa-
lud de las personas y una persona
enferma no trabaja, no produce,
no construye y se convierte en un
pasivo para la comunidad, lo cual
le impide progresar económica y
ambientalmente.
La calidad del agua siempre ha
sido un aspecto de preocupación;
de hecho, el primer intento por de-
finir la calidad del agua se debe
a un ingeniero romano, quien
estableció sus características con
base en la reacción del agua al
hervirla, la forma en que los ve-
getales se cocían en ella y en los
efectos estomacales que producía
cuando se bebía. Es curioso pen-
sar que, apenas a principios del
siglo pasado, las cosas no habían
avanzado mucho en este aspec-
to y que la calidad del agua se
medía con 6 parámetros que obe-
decían a aspectos organolépticos
como el color, el olor, el sabor o
las sustancias suspendidas en el
agua. Actualmente se emplean,
alrededor del mundo, entre 60 y
100 parámetros de calidad para
determinar su potabilidad; en Co-
lombia, se usan cerca de 50.
1.1 El agua en la naturaleza
El agua, en su estado natural,
no es pura. En la naturaleza, las
aguas de ríos, embalses, lagos,
depósitos subterráneos, mares
1.A profundidades superiores a los 15 m, el agua subterránea aumenta cerca de 1°C por cada 10 metros
de profundidad.
24
y lluvias, presentan diferentes
contenidos de sales, minerales,
gases y partículas que están pre-
sentes en aquellos medios en los
que se halla el recurso hídrico
y que son arrastrados por éste;
por ejemplo, en el cauce de un
río, en el estrato geológico en
el que subyace el acuífero o en
la composición de la atmósfera,
entre otros. Así mismo, algunos
contaminantes generados de
forma natural o derivados de
las actividades humanas (aguas
residuales, pesticidas, productos
agrícolas, desechos industria-
les, etc.) son incorporados en
el agua, alterando sus caracte-
rísticas al punto de imposibilitar
muchos de sus usos, incluyendo
el de consumo humano.
Las aguas superficiales son,
evidentemente, más suscepti-
bles de ser alteradas que las
subterráneas1, las cuales están
protegidas por el mismo suelo,
en mayor o menor grado, de-
pendiendo de las característi-
cas de éste y, particularmente,
de su porosidad. No obstante,
las aguas de pozo –aunque ge-
neralmente más claras–, tienen
altas cargas de minerales como
hierro y manganeso, así como
altos contenidos de anhídrido
carbónico proveniente del lava-
do del CO2 atmosférico, lo que
además la hace presentar valo-
res bajos de pH por la conver-
sión de este gas en ácido carbó-
nico. Las aguas lluvias pueden
Potabilización Del Agua
también estar contaminadas con
gases y residuos químicos conta-
minantes presentes en la atmós-
fera y las aguas de mar presen-
tan elevados niveles de cloruro
de sodio (sal) que dificultan su
aprovechamiento. De esta ma-
nera, el agua en la naturaleza
presenta una notable variabili-
dad en su calidad, lo cual exige
un conocimiento profundo de sus
características para identificar,
con certeza, los tratamientos
más apropiados que deben ser
aplicados para mejorarla hasta
hacerla apta para su consumo.
Tabla 1. Causas principales de las enfermedades hídricas en Europa.
Causa
Desinfección Inadecuada
Alteraciones en la red de distribución
Fuentes de agua contaminadas
Causas Indeterminadas
Fuente: Notas de clase. Universidad de Salamanca. 2006
En Colombia, 793 municipios (el
70% de las ciudades del país)
no suministran agua potable a
sus poblaciones por acueducto
(Defensoría del Pueblo, 2009).
25
1.2 Aspectos microbiológicos
El mayor factor de riesgo para
la salud, a ser considerado en el
agua destinada al consumo huma-
no, es el microbiológico; especí-
ficamente, el de los organismos
patógenos asociados con la con-
taminación por heces humanas o
excrementos de animales.
En la Tabla 1 se exponen las cau-
sas principales de la aparición de
enfermedades de origen hídrico en
la Unión Europea (Notas de Clase.
Universidad de Salamanca, 2006).
Porcentaje
40 %
35 %
13 %
12 %
Adicionalmente, se estima que el
95% de las aguas residuales do-
mésticas y agrícolas se vierten sin
tratamiento alguno, mientras que
el 85% de las aguas residuales
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
domésticas no son tratadas ade-
cuadamente (MAVDT, Ministerio
de Ambiente, Vivienda y Desa-
rrollo Territorial de Colombia); no
es extraño que las enfermedades
relacionadas con el agua y las
malas condiciones de higiene,
provoquen el 7,3% del total de
las muertes infantiles (Sánchez
Triana, 2007).
En el agua se pueden presentar di-
ferentes tipos de microorganismos,
a saber:
1. Organismos patógenos:
• Bacterias. Están generalmente
presentes en las heces y cau-
san un sinnúmero de enferme-
dades, siendo la más corriente
la diarrea e infecciones en el
tracto urinario. Pueden ser eli-
minadas casi totalmente con un
buen sistema de potabilización.
Algunos ejemplos de bacterias
de origen intestinal, son: E.coli,
Klebsiella y Salmonella.
• Virus de origen entérico. Este
tipo de unidades infecciosas mi-
croscópicas, presentes en los in-
testinos de humanos y animales,
no son eliminadas totalmente en
el proceso de potabilización.
Se estima que, en una potabi-
lizadora, pueden llegar a ser
2.Se ha encontrado el Papillomavirus (causante de verrugas genitales o condilomas) en aguas de pisci-
nas insuficientemente tratadas (Trujillo López, 2007).
3.Forma vegetativa infectante y de alta resistencia física y química de algunos protozoos.
26
reducidos entre una décima a
milésima parte de la concentra-
ción original. Algunos ejemplos
de virus, son: enterovirus, astro-
virus, adenovirus, virus de la he-
patitis A y E2.
• Protozoos. Son microorganis-
mos de metabolismo mucho
más complejos que el de las
bacterias, algunos, inclusive,
presentan características de
animal y vegetal. Los quistes3
de protozoos son altamente
resistentes a los compuestos
clorados, de manera que el tra-
tamiento convencional los re-
duce pero no asegura su total
eliminación. Actualmente existe
una tendencia a exigir turbie-
dades a la salida de los filtros
inferiores a 0,5 UNT (Unidades
Nefelométricas de Turbiedad)
para tratar de garantizar su
ausencia en las redes de abas-
tecimiento. Algunos ejemplos
de ellos, son: Cryptosporidium,
Entamoeba histolitica y Giar-
dia lamblia.
Entre los principales agentes
etiológicos encontrados en las
aguas de consumo en España,
a finales del siglo XX, se en-
cuentran los relacionados en
la Tabla 2 (Notas de Clase.
Universidad de Salamanca,
2006).
Potabilización Del Agua

Tabla 2. Prevalencia de enfermedades relacionadas con el agua a finales del

siglo XX en España

Agente Etiológico (Infeccioso) Prevalencia

Virus de la hepatitis A 24 %

Salmonella sp. 18 %

Shigella sp. 16 %

Rotavirus 12 %

E. coli 11 %

Otros virus 9%

Giardia sp. 5%

Otras bacterias 4%

Fuente: Notas de clase. Universidad de Salamanca. 2006

2. Organismos molestos. cial de causar mal sabor, olores

Organismos como las algas,
hongos, larvas y pequeños
crustáceos, además de generar
rechazo visual, tienen el poten-
molestos e incrementos de color
y turbidez; incluso los de mayor
tamaño interfieren con el proce-
so de potabilización al obstruir
tamices y filtros.

27
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
1.2.1 Organismos indicadores de
calidad microbiológica
En las décadas de 1870 y 1880,
los trabajos de Robert Koch y Jo-
seph Lister permitieron el recono-
cimiento de que las infecciones
bacterianas pueden ser transmiti-
das por el agua, lo cual llevó a
un acelerado desarrollo de los
métodos de determinación de los
microorganismos que las causan.
Es claro que resulta imposible aislar
e identificar todos y cada uno de los
miles de organismos patógenos en
razón del elevado costo, la obvia
complicación procedimental y la in-
gente demanda de tiempo dedica-
da en el laboratorio. Considerando
esta limitante, hoy se emplean los
llamados Organismos Indicadores
cuya presencia determina, indiscu-
tiblemente, la existencia de muchos
otros organismos causantes de en-
fermedad.
La calidad microbiológica se deter-
mina, entonces, con la detección de
organismos normalmente presentes
en las heces de seres humanos y
animales, lo cual indicará –conse-
cuentemente– contaminación por
organismos patógenos originada
por descargas de aguas residuales
domésticas. Este concepto podría
resumirse de forma simple, así:
Presencia de Organismos Indi-
cadores = Presencia de Orga-
nismos Patógenos
28
Ausencia de Organismos Indi-
cadores = Ausencia de Orga-
nismos Patógenos
Estos Organismos Indicadores de-
ben ser reducidos a unos pocos
organismos o grupos de ellos y
poseer unas características específi-
cas que los constituyan en “buenos
indicadores” de la calidad micro-
biológica del agua. Estas condicio-
nes, son:
1. Que abunden en las heces
de los animales y el hombre.
2. Que estén ausentes, o en nú-
mero muy reducido, en otras
fuentes como el suelo o la ve-
getación.
3. Que sean fáciles de aislar,
identificar y cuantificar.
4. Que no se reproduzcan,
bajo condiciones normales,
en el agua.
5. Que sobrevivan más tiempo
en el agua que la mayoría de
los organismos patógenos.
6. Que sean más resistentes a
los desinfectantes que la ma-
yoría de los organismos pa-
tógenos.
Aunque no cumplen la totalidad
de estas condiciones, a falta de
otros mejores, los que actualmen-
te son más usados como indicado-
res universales de calidad micro-
biológica del agua, son:
• Los Coliformes Totales.
• La Escherichia coli.
Potabilización Del Agua
Coliformes Totales:
Grupo de organismos que fer-
mentan la lactosa con produc-
ción de ácido y gas entre los 35
y 37 °C. Dentro de este grupo
se encuentran los siguientes mi-
croorganismos: Escherichia, En-
terobacter, Klebsiella y Citrobac-
ter, entre otros. Algunos de estos
microorganismos se encuentran
normalmente en el suelo y en la
vegetación, por lo cual no son
indicadores efectivos de conta-
minación fecal; por esta razón,
el grupo Coliforme es usado sólo
como indicador de la contamina-
ción microbiológica, en términos
generales. De igual forma, puede
ser usado como indicador de la
eficiencia de los tratamientos.
Bacteria E. coli:
Coliforme de origen fecal, exclu-
sivamente; no se reproduce en el
agua excepto si ésta tiene materia
orgánica que excede los 14 mg/L
de DBO5 y temperaturas superio-
res a los 13 °C.
Esta bacteria y el grupo Coliforme
son fáciles de detectar pero son
menos resistentes a la acción de
desinfectantes que la mayoría de
virus y quistes de protozoos. No
obstante, como se dijo con antela-
ción, no existe un indicador mejor
en la actualidad.
Sin embargo, se usan también otro
tipo de indicadores, aunque de
forma menos extendida:
29
• Los Coliformes Fecales.
• Los Estreptococos Fecales (lla-
mados también Enterococos).
Coliformes Fecales:
Subgrupo de los Coliformes Tota-
les que se identifican por la capa-
cidad de fermentar la lactosa a
temperaturas más elevadas, entre
los 44 y 45 °C, es decir, son ter-
motolerantes. Sin embargo, ya no
son considerados un indicador
efectivo de contaminación por he-
ces puesto que algunos de ellos,
de origen no fecal, son también
termotolerantes.
Enterococos o Estreptococos Fecales:
Otro grupo indicador que es fre-
cuentemente usado en Europa y
en los Estados Unidos. Tienen la
ventaja de ser más resistentes a los
desinfectantes que los microorga-
nismos del grupo Coliforme.
En 1969 fue propuesto por Gel-
dreich y Kenner (Gerba, 2000), el
siguiente cociente para determinar
si los coliformes fecales encontra-
dos en una muestra de agua, tie-
nen mayoritariamente un origen
humano o animal, así:
[1.1]
Si la relación tiene un resultado
>4,0 se tratará de desechos de
origen humano; si está entre 2,0 y
4,0, predomina la contaminación
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
humana (mezcla humana y ani-
mal); si se encuentra entre 0,7 y
2,0, predomina la contaminación
animal (mezcla animal y humana);
y si es <0,7 se trata de excretas de
origen animal.
Cabe anotar que esta relación
ha sido fuertemente cuestionada
dada la diferencia de resisten-
cia y mortalidad, entre estos dos
indicadores, bajo las mismas
condiciones ambientales (Fede-
ral-Provincial Working Group
on Recreational Water Quality,
1992); adicionalmente, se pre-
sentan aún dificultades en los mé-
todos de determinación de los es-
treptococos fecales, debido a que
no se ha encontrado un medio
de cultivo satisfactoriamente se-
lectivo, lo cual deja serias dudas
sobre su real aplicabilidad (God-
free, Kay, & Wyer, 1997).
Algunas investigaciones en países
tropicales han demostrado que
bacterias identificadas como es-
treptococos fecales pueden estar
presentes, de forma natural, en
las corrientes de agua, sin reflejar
el grado de contaminación de las
mismas (Hardina & Fujioka, 1991).
Otros investigadores recomien-
dan usar preferiblemente el gru-
po enterococo, dada su mayor
capacidad de supervivencia res-
pecto de los coliformes fecales
(termotolerantes), como indica-
dor de calidad en aguas marinas
4.Fase esporulada, altamente resistente, de algunos protistas que les permite sobrevivir largos periodos
de tiempo fuera del hospedador.
30
o en ríos, cuyos puntos de interés
sanitario (una captación o una
zona de recreación) están muy
alejados de la zona en la que
se presume puede haber conta-
minación con excretas. De esta
manera, los enterococos pue-
den considerarse un indicador
de contaminación fecal antigua,
mientras que los coliformes feca-
les señalarían contaminación fe-
cal reciente (Suárez Pita, 2002).
Algunas veces se emplea también
un recuento de Microorganismos
Aerobios para evaluar la eficien-
cia de los tratamientos. Aunque
éstos no indican necesariamente
la presencia de organismos pa-
tógenos, un incremento súbito po-
dría ser una señal de posible con-
taminación. Lo ideal es que los
valores de éstos sean tan bajos
como fuese posible y no mayores
de 100 Unidades Formadoras de
Colonia (UFC) en 100 cm3.
La mayoría de normas sobre
calidad del agua de consumo
humano, a nivel mundial, esta-
blece valores de cero (0), tanto
para Coliformes Totales como
para E. coli, empleando técnicas
de filtración por membrana, sus-
trato definido, enzima-sustrato o
presencia-ausencia. Los valores
aceptables para Giardia es de
cero (0) quistes y cero (0) oo-
quistes4 para Cryptosporidium,
por volumen fijado, según la me-
todología aplicada a cada país.
Potabilización Del Agua

1.3 Aspectos Fisicoquímicos Básicos Los métodos de purificación, algu-

nas veces y por reacción con los
El agua destinada al consumo químicos empleados, convierten
humano puede contener elemen- sustancias de olor suave, como
tos físicos que alteran su apa- las aminas (compuestos derivados
riencia, haciéndola rechazable del amoniaco: R-NH2) y fenoles
por el consumidor, y sustancias (un contaminante industrial usado
químicas que tienen la potencia- como bactericida), en sustancias
lidad de ser peligrosas para la de intenso olor, como las clorami-
salud, generalmente, aplicables nas y los clorofenoles.
a tiempos de exposición relativa-
mente largos. El Olor y el Sabor podrían ser in-
dicadores de:
1.3.1 Características organolépti-
cas y físicas a. Cambios repentinos en la cali-
dad de la fuente abastecedora.
b. Fallas en el proceso de pota-
Las características organolépticas
bilización.
hacen referencia principalmente a
c. Corrosión o crecimiento bio-
dos aspectos:
lógico (biofilms) en la red de
distribución.
• Sabor.
Se encuentra asociado prin-
Los dos parámetros anteriores ge-
cipalmente a la presencia de
neralmente son medidos con el
constituyentes inorgánicos.
criterio de: Ausencia o Presencia.
• Olor.
Se encuentra asociado prin-
Otras características físicas que pue-
cipalmente a la presencia de
den considerarse de tipo organolép-
constituyentes orgánicos.
tico, pero que son medidas fotomé-
tricamente, son color y turbiedad;
La mayoría de las sustancias inor-
éstas se exponen a continuación.
gánicas imparten sabor desagra-
dable a concentraciones mucho
• Color.
menores que las tóxicas. El grupo
Es una percepción óptica re-
de sustancias que imparten olor y
gida por el fenómeno de Tyn-
sabor al agua pueden tener ori-
dall-Faraday y su resultado es
gen natural (orgánico), provenien-
una afectación del aspecto es-
te de descomposición de material
tético del agua. Está causado
vegetal o animal, o pueden tener
por sustancias disueltas5 (en
un origen industrial.

5.Black y colaboradores (1963) y Christman & Gassemi (1966) consideran que estas sustancias no
están del todo disueltas sino que el 91% de ellas tienen tamaños entre 10 y 3,5 nm (nanómetros), de
forma que se encuentran en el límite entre la dispersión coloidal y la solución verdadera (Black, Singley,
Whittle, & Maulding, 1963; Christman & Gassemi, 1966).

31
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

solución) que pueden tener dis- para el caso de la desinfección con

tintos orígenes:
a. Orgánico: generado por sus-
tancias como ácidos húmicos
y fúlvicos, derivados de la
descomposición de vegetales.
b. Mineral: causado, frecuente-
mente, por hierro y manga-
neso presente en los sustratos
geológicos en donde subyace
o discurre la fuente hídrica.
c. Industrial: provocado, por
ejemplo, por descargas de
aguas residuales de industrias
textiles o papeleras.
El color tiene una relación direc-
tamente proporcional con el pH;
en términos generales, al subir el
pH se incrementa también el color.
Este fenómeno puede apreciarse a
nivel doméstico cuando se pone li-
món al té y éste se aclara.
El color es un problema estético; sin
embargo, reviste gran importancia
ya que un agua altamente colorea-
da (especialmente a causa de co-
lor orgánico de ácidos húmicos o
algas, por ejemplo), que sea pos-
teriormente desinfectada, puede
dar lugar a la aparición de subpro-
ductos de cloración que son proba-
damente cancerígenos, como es el
caso de los THM (Trihalometanos)6
y los HAA (Ácidos Haloacéticos)7;
ozono, dará lugar a la formación
de bromatos, bromoformo y alde-
hídos, entre otros, que parecen
causar graves daños a la salud, en
largos periodos de exposición.
Sin embargo, no hay investi-
gaciones con resultados lo sufi-
cientemente contundentes como
para encender alarmas con los
peligros de los subproductos de
desinfección (SPD). En cualquier
caso, es mayor el riesgo –y a
plazo más corto para la salud– el
beber agua sin desinfección que
el de ingerirla con presencia de
dichos subproductos.
Remover el color antes de clorar
también disminuye la probabilidad
de formación de sustancias que dan
sabor al agua como las aminas.
Las unidades de medición del
color son las UPC (Unidades de
Platino Cobalto) o, simplemen-
te, Unidades de Color (UC). Se
mide usualmente en coloríme-
tros o fotómetros. Si no se han
removido partículas en suspen-
sión (turbiedad) de la muestra,
haciéndola pasar por un papel
filtro de 0,45 micras de poro, la
medida de color será Color Apa-
rente; si la turbiedad se remueve
antes, la medida será de Color

6.Son compuestos orgánicos también conocidos como subproductos de la desinfección con cloro
(principalmente). Aparecen cuando el cloro reacciona con la materia orgánica natural (leída como
color). Algunos son considerados mutagénicos, cancerígenos, teratogénicos o tóxicos. Los THM más
comúnmente presentes son: Cloroformo, Bromodiclorometano, Dibromoclorometano y Bromoformo.
7.Son subproductos de la cloración, producto de la reacción del desinfectante con materia orgánica.
Están relacionados con el riesgo de aparición de cáncer. Pueden encontrarse en concentraciones supe-
riores a los THM, dependiendo del pH del agua (mayor concentración de HAA cuando el pH es bajo
y mayor de THM cuando es alto).

32
Potabilización Del Agua
Verdadero. El color aparente no
deberá sobrepasar de las 15
UPC en aguas de consumo.
• Turbiedad o Turbidez.
Es una percepción óptica regida por
la Ley de Beer, resultante de la difi-
cultad del paso de la luz a través de
una muestra de agua. Está causada
por sustancias y material no soluble
en suspensión (entre 1 y 1.000 na-
nómetros -nm-), tales como:
a. Arcilla (principalmente).
b. Sedimentos.
c. Partículas orgánicas coloidales.
d. Plancton.
e. Microorganismos.
Un agua con altos niveles de tur-
biedad es asociada con el térmi-
no de “agua sucia” o “agua con
barro”. Una alta turbidez protege
a los patógenos de la acción del
desinfectante y aumenta la deman-
da del mismo. Adicionalmente, la
turbidez estimula el crecimiento
bacteriano, razón por la cual debe
ser removida del agua, antes de
llegar a la etapa de desinfección.
La turbiedad es una medida indi-
recta de la cantidad de partículas
coloidales en suspensión en una
muestra de agua. Estas partículas
pueden provenir de los procesos
erosivos ocasionados por defores-
tación en la cuenca hidrográfica o
por el arrastre de sedimentos del
cauce de la corriente (especial-
mente en invierno), así como por
la presencia excesiva de microor-
ganismos o por la influencia de
33
vertidos domésticos, industriales o
agropecuarios.
Aunque pocas veces puede asociar-
se con efectos sobre la salud, sí ge-
nera rechazo por parte del consu-
midor. La remoción de la turbiedad
puede ser usada como indicador
de la eficiencia de un determinado
sistema o unidad de tratamiento.
El nivel de turbiedad se expresa
en UNT (Unidades Nefelométricas
de Turbiedad) y se mide en apa-
ratos llamados turbidímetros. Por
encima de 5 UNT, el contenido de
sustancias en suspensión empieza
a ser perceptible para el consumi-
dor; por esta razón, deben ase-
gurarse valores siempre menores,
aún para asegurar una desinfec-
ción efectiva.
1.3.2 Otros parámetros fisicoquí-
micos de interés
a. Temperatura.
Estimula el desarrollo de los mi-
croorganismos y disminuye la so-
lubilidad de los gases, incluyendo
la del cloro y el oxígeno (Gráfica
1), lo cual es negativo para los
objetivos de purificación de agua
potable. Las temperaturas para la
potabilización deberían oscilar
entre los 8 y los 15 °C, con un
óptimo entre 10 °C y 12 °C; no
obstante, este parámetro muy rara
vez se ajusta. Uno de estos casos
especiales es el del sistema de po-
tabilización de Tibú en Norte de
Santander, Colombia, donde se
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
extraen aguas de un pozo profun-
do a unos 55 °C y se hacen pasar
por torres de enfriamiento hasta
alcanzar los 25 °C.
En cualquier caso, una elevada
temperatura en el agua le confie-
re mal sabor (por la pérdida de
oxígeno disuelto) y aumenta la co-
rrosión en las tuberías.
b. pH.
Es un término usado para expresar
la concentración de iones hidronio
[H+] respecto de la concentración
de iones hidroxilo [OH-] y, conse-
cuentemente, el grado de alcalini-
dad o de acidez de una muestra
de agua; no obstante no mide la
alcalinidad total ni la acidez to-
tal de la misma. Influye sobre la
eficacia de los desinfectantes, per-
mitiendo, para pH más bajo en el
Gráfica 1. Solubilidad del gas cloro para diferentes valores de temperatura
c. Alcalinidad y dureza.
Es una medida de la capacidad
del agua para neutralizar ácidos,
dada por la presencia, especial-
34
caso del cloro, que prevalezca un
compuesto clorado más efectivo
(HOCl, ácido hipocloroso) sobre
otro de menor poder desinfectan-
te (OCl-, ión hipoclorito), como se
muestra en la Gráfica 2. Adicio-
nalmente, si el agua presenta un
valor de pH menor a 7 unidades,
el agua puede comportarse como
corrosiva, si es mayor a 7 puede
originar depósitos de calcio que
obstruyen las tuberías de la red de
distribución.
Se mide, generalmente, por medio
de un electrodo unido a un equipo
llamado pH-meter (Peachímetro).
La mayor parte de las normativas
establecen un rango de pH acep-
table, entre 6,5 y 9,0 unidades,
especialmente porque permiten
mantener la integridad y alargar la
vida útil de la red de distribución.
mente, de ión hidroxilo [OH-], ión
carbonato [CO3=] e ión bicarbo-
nato [HCO3-]. La alcalinidad está
asociada a la dureza del agua,
la cual impide la formación de
Potabilización Del Agua
espuma y el consecuente gasto
adicional de jabones y detergen-
tes; así mismo, puede ocasionar
obstrucciones en tuberías e incrus-
taciones o “sarro” en calderas,
calentadores, ollas y utensilios
de cocina. Un agua muy dura
tiene concentraciones mayores a
300 mg/L de carbonato de cal-
cio (CaCO3), que son las unida-
des en que se mide la dureza; un
agua dura tiene entre 150 y 300
mg/L, moderadamente dura entre
75 y 150 mg/L y blanda, si tiene
valores inferiores a los 75 mg/L
de CaCO3. La dureza no tiene
efectos negativos probados sobre
la salud.
La alcalinidad es relevante en el tra-
tamiento del agua ya que reacciona
Gráfica 2. Distribución del ácido hipocloroso (HOCl) y del ión hipoclorito
(OCl-) en agua para diferentes valores de pH.
d. Hierro y Manganeso.
Estos elementos están especial-
mente presentes en aguas subte-
rráneas y casi siempre juntos. Su
35
con los coagulantes (sales de hierro
y aluminio) permitiéndoles actuar
durante el proceso de floculación.
Un agua con una alcalinidad muy
baja (< 15 mg/L), difícilmente for-
mará los flocs de partículas (coloi-
des) desestabilizadas para su remo-
ción por sedimentación.
Para aguas de consumo humano,
el valor de alcalinidad total no
deberá sobrepasar los 200 mg/L
de CaCO3 y para dureza total, no
deberá ser superior a 300 mg/L
de CaCO3. Aguas muy alcalinas
dan mal sabor al agua.
La alcalinidad y la dureza se mi-
den, generalmente, por titulación
o colorimetría.
principal efecto es la coloración
del agua y la formación de man-
chas muy persistentes en artefac-
tos sanitarios y ropas. También
pueden ocasionar obstrucción
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
en tuberías. Generalmente se
eliminan mediante aireación, flo-
culación y filtración. Las concen-
traciones totales de hierro y man-
ganeso no deberán sobrepasar,
para aguas de consumo humano,
los 0,3 y 0,1 mg/L, respectiva-
mente. Aunque no se conocen
efectos adversos sobre la salud,
concentraciones superiores a 2
mg/L de hierro y mayores de 0,4
mg/L de manganeso imparten
sabor desagradable al agua. El
Hierro y el Manganeso se miden,
generalmente, por titulación o co-
lorimetría.
e. Nitratos.
La presencia de este compuesto
puede ser común en aguas de
pozos contaminados. Concentra-
ciones superiores a los 10 mg/L
pueden ocasionar metahemog-
lobinemia infantil (llamada “en-
fermedad de los niños azules”),
que imposibilita el transporte de
oxígeno en sangre al ser trans-
formada en nitritos en el tracto
intestinal. Se puede medir en un
equipo llamado fotómetro.
36
f. Fluoruros.
Aunque el flúor tiene un efecto be-
néfico sobre los dientes, si las dosis
son excedidas aparece la llamada
fluorosis dental o moteamiento de
los dientes, que causa unas man-
chas permanentes sobre el esmalte
dental. Su valor no debería exceder
de 1 mg/L en las aguas de consu-
mo humano. Se pueden medir en
un equipo llamado fotómetro.
g. Sustancias Tóxicas.
Existen varias sustancias que tienen
un demostrado efecto adverso so-
bre la salud humana, aún en con-
centraciones muy bajas. Algunas
de éstas son: antimonio, arsénico,
bario, cadmio, cianuro, cobre,
cromo, mercurio, níquel, plomo,
selenio, trihalometanos (THM’s), hi-
drocarburos aromáticos policíclicos
(HAP) y plaguicidas, entre otros. To-
das estas sustancias deben medirse
y vigilarse en aguas de consumo
humano. Dependiendo del tipo de
sustancia, podría medirse en equi-
pos como fotómetros, espectrofotó-
metros o cromatógrafos.
Potabilización Del Agua
Generalidades de la Potabilización
E
ste capítulo presenta las defini-
ciones básicas asociadas con
la purificación del agua, así
como su esquema convencional de
tratamiento y los tipos de potabili-
zadoras.
2.1 Definiciones
2.1.1 Agua cruda
Es el agua de origen natural que
no ha sido sometida a ningún pro-
ceso de tratamiento.
2.1.2 Tratamiento o potabilización
Es el conjunto de operaciones y
procesos que se realizan sobre el
agua cruda, para modificar sus
características organolépticas, fí-
sicas, químicas y microbiológicas
37
con el propósito de hacerla apta
para consumo humano, de acuer-
do con una norma dada.
2.1.3 Calidad del agua
Es el conjunto de características
organolépticas, físicas, químicas
y microbiológicas que debe tener
el agua, para conferirle un uso
determinado.
2.1.4 Agua potable o agua para
consumo humano
Es aquella que cumple con las
características físicas, químicas,
microbiológicas y organolépticas
en las condiciones que señala
una normativa, de manera que
no presente ningún riesgo para la
salud humana, ni cause rechazo
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

por parte del consumidor, pudien- raciones o procesos más usuales,

do ser empleada sin restricción, que son los siguientes
como bebida directa, en la prepa-
ración de alimentos y en la higie- • Coagulación
ne personal. • Floculación
• Sedimentación
2.2 Unidades convencionales de • Filtración
tratamiento • Desinfección
Las unidades más frecuentemente
encontradas en un sistema de pota- 2.3 Esquema Convencional de
bilización, corresponden a las ope- Tratamiento

Figura 1. Esquema general de un proceso de potabilización convencional

En la Tabla 3 se detalla el propó- potabilización del agua.

sito de los procesos usados en la

Tabla 3. Propósito de los procesos de potabilización

PROCESO PROPÓSITO
Preliminares
Eliminación de material grue-
so (hojas, ramas, animales
Desbaste y remoción de flotantes muertos, etc.) para evitar atas-
cos y daños en los equipos de
la potabilizadora.

38
Potabilización Del Agua

Eliminación de limos, arcillas

y arenas que son materiales
abrasivos y que, ocasional-
Presedimentación y remoción de
mente, pueden disminuir el
material en suspensión
rendimiento de los procesos
de potabilización, incluyendo
excesos de materia orgánica.
Remoción de sustancias or-
gánicas e inorgánicas que
causan problemas de olor y
sabor y que contribuyen a la
formación de subproductos
Oxidación química
de la desinfección (THM’s,
HAA’s, etc.), o que evitan cre-
cimiento de microorganismos
en las paredes de unidades
de potabilización.
Remoción de olores y sabo-
res, transferencia de oxígeno
Aireación y eliminación de CO2, Fe, Mn
y otros compuestos orgánicos
volátiles.
Medición del caudal a ser tra-
tado. El aforo es indispensa-
Aforo
ble para el cálculo de adición
de sustancias químicas.
Clarificación
Aglomeración de coloides y
otras sustancias no sedimen-
Coagulación y Floculación
tables hasta la formación de
flóculos sedimentables.
Eliminación de flóculos de
coloides aglomerados en sus-
Sedimentación pensión. Eliminación de sus-
tancias que le confieren color
y turbidez al agua.
Pulimento en la eliminación de
sólidos en suspensión (color y
Filtración turbiedad), especialmente de
microorganismos como bacte-
rias y protozoos.

39
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Desinfección
Otros procesos adicionales
Ablandamiento
Adsorción
Estabilización
2.4 Tipos de Potabilizadoras
a. Convencional:
son diseñadas por los ingenie-
ros y construidas in situ con
materiales como hormigón.
Sus unidades están separadas
y son fácilmente identificables
(Foto 1).
b. Compacta:
son plantas prefabricadas,
generalmente de patente; es-
tán hechas casi siempre de
láminas metálicas o fibra de
40
Eliminación de organismos
patógenos, especialmente de
algunos virus y otras bacterias
no retenidas en procesos ante-
riores. Aseguramiento de nive-
les residuales de desinfectante
que eviten contaminaciones
posteriores en la red de abas-
tecimiento.
Remoción de la dureza del
agua.
Eliminación de sustancias inor-
gánicas y color.
Ajuste del pH para evitar in-
crustaciones o corrosión.
vidrio. Sus unidades están en-
sambladas de manera que,
exteriormente, lucen como
una sola unidad con divisio-
nes internas que dan lugar
a compartimientos donde se
realizan uno o más procesos
(Foto 2).
c. Filtración Directa:
es una modificación de la
convencional, donde se pres-
cinde de las unidades de flo-
culación y de sedimentación
(Foto 3).
Potabilización Del Agua

Foto 1. Potabilizadora de Ayurá en Medellín, Colombia. Sedimentadores.

Foto 2. Potabilizadora compacta. Guapotá, Colombia.

Archivo de Guillermo Lozano Bravo.

Foto 3. Potabilizadora por filtración directa. Planta Francisco Wiesner.

Bogotá D.C., Colombia.

Archivo de Guillermo Lozano Bravo.

41
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 4. Potabilizadora por Filtración Lenta en Arena (FLA).

Cachipay, Colombia.

Archivo de Guillermo Lozano Bravo.

Otras alternativas son los Sistemas • Filtración en Diversas Etapas

No Convencionales o Tecnologías
Apropiadas. Estos se prefieren en
zonas rurales y municipios peque-
ños, dada su economía y su facili-
dad en operación y mantenimien-
to. Algunos de estos son:
(FDE; tecnología desarrollada,
inicialmente, por el Instituto
CINARA de la U. del Valle,
Colombia, con el nombre de
Filtración en Múltiples Etapas –
FiME) (Foto 5).

• Filtración Lenta en Arena (FLA; • Fibrofiltración Biológica (Tec-

se le ha considerado como el nología desarrollada por el
primer sistema de potabiliza- Ingeniero colombiano William
ción, reconocido, en el mun- Antonio Lozano-Rivas en el año
do) (Foto 4). 2004).

Foto 5. Potabilizadora de filtración en múltiples etapas.

San Sebastián, Colombia.

Archivo de Guillermo Lozano Bravo.

42
Potabilización Del Agua

2.5 ¿Qué tipo de Potabilizadora y bles para ajustar la calidad del

qué unidades implementar? agua.

El agua cruda posee ciertas 2.6 Calidad de la fuente y nivel de

características de calidad (or-
ganolépticas, físicas, químicas
y microbiológicas); la compa-
ración de estas características
con las requeridas para califi-
carla como apta para consumo
humano, indicarán la necesidad
de su tratamiento. A partir de la
discrepancia entre la calidad del
agua cruda y la deseada o exi-
gida para consumo humano, se
procederá a estudiar, evaluar y
seleccionar la mejor alternativa8
que asegure que no serán cons-
truidas unidades innecesarias y
que no faltarán las indispensa-
tratamiento requerido
La fuente hídrica de donde se
abastecerá una comunidad
debe ser caracterizada de la
forma más completa posible y
conforme a la normativa de uso
de agua destinada al consumo
humano. Los análisis de labora-
torio y los muestreos deben se-
guir los métodos estándar y las
disposiciones legales vigentes.
En la Tabla 4 se muestran los ni-
veles de tratamiento requeridos
según el nivel de calidad de la
fuente hídrica.

Tabla 4. Grado de tratamiento requerido según nivel de calidad

de la fuente hídrica

Nivel de calidad de la fuente hídrica de acuerdo a su

grado de polución
Parámetro
Muy
Aceptable Regular Deficiente
deficiente
Promedio men-
< 1,5 1,5 – 2,5 2,5 – 4,0 > 4,0
sual (mg/L)
DBO estándar
Máximo Diario
1-3 3-4 4–6 > 6,0
(mg/L)

Promedio Men-
Coliformes
sual 0 - 50 50 - 500 500 – 5000 > 5000
Totales
(NMP/100 mL)
Oxígeno Disuelto (mg/L) >4 >4 >4 <4

pH promedio (unidades) 6,0 – 8,5 5,0 – 9,0 3,8 – 10,5

8.Tanto en los procesos requeridos, como en el tipo de planta, al seleccionar la alternativa tecnológica,
debe considerarse la capacidad local, tanto económica (tarifas) como técnica (personal capacitado) y
administrativa (organización) para operar y mantener la planta.

43
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Turbiedad (UNT) <2 2 – 40 40 – 150 > 150

Color verdadero (UPC) < 10 10 – 20 20 – 40 > 40
Sabor y Olor Aceptable Aceptable Aceptable Inaceptable
Cloruros (mg/L – Cl) < 50 50 – 150 150 – 300 300
Fluoruros (mg/L – F) < 1,2 < 1,2 < 1,2 > 1,7
GRADO DE TRATAMIENTO REQUERIDO
Tratamiento Convencional NO NO CASI SIEMPRE SI

Tratamientos Específicos NO NO ES POSIBLE SI

(3) = Pretra-
tamiento +
[Coagulación
(1) = Des- (2) = Filtra-
+ Floculación + (4) = (3) +
infección + ción Lenta
Tratamientos Recomendados Estabiliza- o Filtración
Sedimentación + Tratamientos
Filtración Rápi- Específicos
ción Directa + (1)
da] ó [Filtración
en Múltiples
Etapas] + (1)

Basado en el Reglamento Técnico

del Sector de Agua Potable y Saneamiento Básico.

44
Potabilización Del Agua
Dotación, caudales
y Periodo de Diseño
E
n este capítulo se presentan
las dotaciones recomenda-
das según el número de ha-
bitantes que serán abastecidos al
final del periodo de diseño, así
como los caudales y el periodo
de diseño de las obras de abas-
tecimiento.
Debe tenerse en cuenta que el cau-
dal de diseño deberá corresponder
a la cantidad de agua demandada
al final del periodo de diseño, por
lo cual deberá hacerse una pro-
yección de la población mediante
diferentes modelos de estimación,
tales como: aritmético, geométrico,
exponencial, gráfico, Pearl o curva
logística y Wappus, entre otros.
La experiencia muestra que, para
periodos de diseño de hasta 25
años, puede usarse casi cualquie-
ra de los métodos sin incurrir en
errores apreciables, ya que las
45
cifras calculadas por cada méto-
do no muestran una discrepancia
significativa, exceptuando algu-
nos casos muy concretos que se
presentan, especialmente, en po-
blaciones jóvenes emergentes o
en comunidades afectadas por
fenómenos políticos, sociales,
económicos o de otra índole (e.g.
desplazamientos, conflicto arma-
do, minería).
3.1 Dotación Neta
La dotación neta hace referencia
a la cantidad de agua potable re-
querida por un habitante para sa-
tisfacer sus necesidades básicas
en un periodo de tiempo de un
día, sin consideración de las pér-
didas que puedan ocurrir en todo
el sistema de abastecimiento.
Preferiblemente, esta dotación
neta deberá calcularse con base
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

en registros históricos si los hay, Así mismo, otra opción es la de

proporcionados por sistemas con-
fiables de macro o micromedición
de por lo menos un año y consi-
derando un abastecimiento inin-
terrumpido de 24 horas, los 365
días del año. En caso de no haber
medición, podrían instalarse mi-
cromedidores en las acometidas
de algunos usuarios representati-
vos de los usos del agua en el mu-
nicipio (doméstico, comercial, in-
dustrial e institucional, entre otros).
emplear datos de consumo de po-
blaciones similares. Esta similitud
debe ser determinada en términos
de: temperatura media del muni-
cipio, número de habitantes, nivel
socioeconómico, número de indus-
trias y tamaño del sector comercial,
entre otros. En caso de no tener
registros de consumo, se pueden
asumir (cautelosamente) los valores
consignados en la Tabla 5, según el
número de habitantes servidos.

Tabla 5. Dotación Neta por habitante y por día,

según número de habitantes servidos

Número de habitantes abastecidos Dotación Neta Máxima (L/hab*día)

<2.500 110

2.500 – 12.000 135

12.000 - 75.000 145

>75.000 155

Esta dotación puede verse altera- directa, como en el caso de la

da por varios factores que se ex-
ponen en la Tabla 6; de manera
que la dotación neta inicial calcu-
lada, podría ser afectada por un
coeficiente que puede incremen-
tar o disminuir su valor de forma
temperatura, donde a mayor tem-
peratura se espera un mayor con-
sumo, o de forma inversa, como
en el caso del precio por metro
cúbico, donde a mayor costo tari-
fario, menor será el consumo.

46
Potabilización Del Agua

Tabla 6. Coeficiente de afectación de la dotación neta según diversos factores

Coeficiente de
Factor Sentido
Afectación
Incierto
Nivel Socioeconómico (depende del 0,8 – 1,2
régimen tarifario)
Temperatura Directo 0,9 – 1,2
Micromedición Inverso 0,7 – 1,1
Precio Inverso 0,7 – 1,2
Calidad del Agua y
Directo 0,9 – 1,2
Presión en la Red
Desarrollo Industrial Directo 1,0 – 1,2
Población Flotante Directo 1,0 – 1,2

Deben tomarse en consideración, abastecimiento y puede ser calcu-

adicionalmente, aquellas caracte- lada con la siguiente expresión:
rísticas o actividades propias de
la población, tales como lugar [3.1]
turístico, alta migración, manu-
facturas e industrias de alimentos,
planes futuros de vivienda, etc.,
que puedan tener una demanda
inusual de agua. Donde,
Dotación bruta (L/hab*día)
3.2 Dotación Bruta Dotación neta asignada
(L/hab*día)
La dotación bruta es la dotación Pérdidas máximas admisi-
neta más las pérdidas que pue- bles9 (no deberían superar
den presentarse en el sistema de el 25%)

9. Representadas por pérdidas técnicas: fugas en tuberías y accesorios, fugas en estructuras (p.e., re-
boses en tanques de almacenamiento) y consumos propios en la potabilizadora, entre otros; así como,
por las pérdidas comerciales: conexiones fraudulentas, suscriptores por fuera de la base de datos
de facturación, mediciones imprecisas por deficiencia en el funcionamiento de los micromedidores o
por fallas en la lectura que realizan los operarios. Estas pérdidas se miden como Índice de Agua No
Contabilizada (IANC).

47
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
3.3 Caudales de diseño
3.3.1 Caudal Medio Diario
El caudal medio diario (Qmd) es
el consumo promedio diario cal-
culado para la población proyec-
tada al final del periodo de dise-
ño y se calcula con la siguiente
expresión:
[3.2]
Donde,
Caudal medio diario (L/s)
Población proyectada al fi-
nal del periodo de diseño
Dotación bruta (L/hab*día)
3.3.2 Caudal Máximo Diario
El caudal máximo diario (QMD)
es el consumo máximo registrado
en 24 horas durante un año cual-
quiera. Se calcula con la siguiente
expresión:
[3.3]
Donde,
Caudal Máximo Diario (L/s)
Caudal medio diario (L/s)
Coeficiente de consumo máximo
diario (toma valores entre 1,2 y
1,4 según el tamaño de la pobla-
ción, siendo mayor en poblacio-
nes pequeñas)
48
3.3.3 Caudal Máximo Horario
El Caudal Máximo Horario es el
consumo máximo registrado du-
rante una hora en un año cual-
quiera, obviando el caudal de
incendios. Se calcula con la si-
guiente expresión:
[3.4]
Donde,
Caudal Máximo Horario
(L/s)
Caudal Máximo Diario (L/s)
Coeficiente de consumo máximo
horario (toma valores entre 1,2 y
1,8 según el tamaño de la pobla-
ción, siendo mayor en poblacio-
nes pequeñas)
3.3.4 Caudales de diseño
Las potabilizadoras se calcularán
con los siguientes caudales, según
la existencia o no, de tanque de al-
macenamiento:
• Con Caudal Máximo Diario
(QMD): Si existe tanque de al-
macenamiento.
• Con Caudal Máximo Horario
(QMH): Si no hay tanque de
almacenamiento.
Conviene señalar que la ausencia
de tanque de almacenamiento
siempre es muy discutible.
Potabilización Del Agua
Es aconsejable, además de dise-
ñar las obras con el caudal máxi-
mo correspondiente al final del
periodo de diseño (demanda de
la población futura final), verificar
las condiciones de funcionamiento
(tiempos de retención hidráulica,
velocidades, gradientes de mez-
cla, etc.) para cada unidad, con
el caudal mínimo, correspondiente
al inicio de operaciones (demanda
de la población actual inicial).
3.4 Periodo de diseño
El periodo de diseño de las obras
de abastecimiento de agua pota-
ble, incluyendo la planta potabili-
zadora se diseña para un tiempo
máximo de entre 25 a 30 años,
siendo tiempos menores aconseja-
bles para sistemas pequeños.
Dado el alto costo de las estruc-
turas en grandes poblaciones,
y aún en medianas, se aplica
el llamado “periodo óptimo de
diseño” en el que se comparan
las economías de escala deriva-
das de estructuras grandes para
tiempos largos, con los costos de
oportunidad del capital cuando
se deciden capacidades más pe-
queñas para tiempos más cortos,
liberando así recursos para in-
versión en otras obras de interés
general. Algunas normas (e.g.,
Empresas Públicas de Medellín -
EPM) establecen que el periodo
de diseño habrá de seleccionarse
para todo el sistema y, en ningún
caso, de manera independiente
49
para una estructura o componen-
te del mismo.
Ejemplo 3.1
Estime la dotación neta y bruta, así
como los caudales medio diario,
máximo diario y máximo horario,
para una población que tendrá, al
final de su periodo de diseño, una
población de 426.900 habitantes
y que se encuentra ubicada a los
690 msnm. Para la población se
proyecta el suministro con tanque
elevado y no existen factores adi-
cionales que puedan incidir en la
demanda de agua.
Solución:
Para este número de habitantes y
para el clima (cálido) de la pobla-
ción a esta altura, se proyecta una
dotación neta de 140 L/hab*d. Este
será el valor con el que se trabaja-
rá el cálculo del caudal de diseño,
considerando la demanda de agua
por población. Este valor ya incluye
el efecto de la temperatura.
• Considerando una pérdida
del 25%, la dotación bruta
(ecuación 3.1), será,
• El caudal medio diario “Qmd”
(ecuación 3.2), será:
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
• El caudal máximo diario
“QMD” (ecuación 3.3), asu-
miendo un K1 de 1,2, será:
En razón a que la población
cuenta con un tanque de al-
macenamiento, el Caudal
Máximo Diario (QMD) será el
caudal de diseño.
• El caudal máximo horario
“QMH” (ecuación 3.4), asu-
miendo un K2 de 1,5, será:
3.5 Proyección de la población
Deben emplearse los métodos que
mejor se ajusten al comportamien-
to de la población. No obstante,
para periodos de diseño (o de pro-
yección) de hasta 25 años, las di-
ferencias entre varios métodos no
serán significativas.
Para las diferentes formulaciones
de cálculo, se tomará como últi-
mo censo, el dato más reciente
de población que haya sido re-
portado por la agencia encarga-
da de los censos poblacionales10
y, para el llamado censo inicial
con información (nombre con el
que aparece en las ecuaciones
de estimación de población y que
ha dado lugar a confusiones), se
deberá tomar el penúltimo censo.
10. En Colombia es el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística).
50
Uno de los errores frecuentes en
estas estimaciones es tomar el
“censo inicial con información”
como el censo más antiguo o el
primer censo realizado para ese
lugar.
Tomar el primer censo o censo
más antiguo como base de cál-
culo no representará la última
tendencia de crecimiento sino la
tendencia promedio en el tiempo,
lo cual, en el caso de la proyec-
ción de población, proporcionará
datos muy distintos a los reales.
Esto se muestra en el ejemplo 3.2.
Ejemplo 3.2
Este ejemplo resalta la diferencia
de estimar la población futura em-
pleando como censo inicial con
información, el censo más antiguo
y, de otro lado, haciendo uso del
penúltimo censo.
Suponga que se encuentra en el
año 2005, justo antes de la reali-
zación del último censo en Colom-
bia. Usted desea conocer la pro-
yección estimada de la población
de dos (2) ciudades capitales:
una grande, como Bogotá D.C., y
una pequeña, como Pereira.
Los datos de los censos realizados
por el DANE, desde el año 1938
hasta 1993, se muestran en la si-
guiente tabla.
Potabilización Del Agua

Población (número de habitantes)

Ciudad Año 1938 Año 1951 Año 1964 Año 1973 Año 1985 Año 1993

Bogotá D.C. 325.650 715.250 1.697.311 2.855.065 4.236.490 5.484.244

Pereira 57.284 95.150 193.472 325.979 467.067 660.259

En este caso, el último censo sería de crecimiento intercensal, para las

el del año 1993 y, como primer cuales, los datos serán (Método B):
censo con datos, se usará el año
1938 (Métodos A y B) para los • Bogotá (tasa media de cre-
cálculos. Posteriormente se usará el cimiento intercensal 1938-
año 1985 como datos del “primer” 1993): 0,0500
censo con datos, el cual correspon- • Pereira (tasa media de cre-
de al penúltimo censo (Método C). cimiento intercensal 1938-
1993): 0,0234
Para simplificar el ejemplo, se hace
la estimación de la población con Es destacable que la tasa media
el método geométrico, cuyo desa- de crecimiento intercensal (método
rrollo y cálculo matemático puede B) es muy similar a la estimada en
consultarse en normas o textos téc- el método A.
nicos11.
De otro lado, si se toman los datos
Las tasas de crecimiento, conside- del penúltimo censo (1985) como
rando 1993 como los datos del los del primer censo con informa-
último censo y los datos de 1938 ción, las tasas de crecimiento son
como los del censo inicial, son (Método C):
para cada ciudad (Método A):
• Bogotá (tasa de crecimiento
• Bogotá (tasa de crecimiento 1985-1993): 0,0328
1938-1993): 0,0510 • Pereira (tasa de crecimiento
• Pereira (tasa de crecimiento 1985-1993): 0,0157
1938-1993): 0,0252
La estimación de la población
Otros autores exponen que debe para el año 2005, será en cada
hacerse un promedio de las tasas caso de la siguiente manera:

11. Como podrá comprobarse, para el método aritmético (el cual supone un crecimiento vegetativo
balanceado por mortalidad y migración), el uso del primer y último censos, a cambio de emplear los
censos penúltimo y último, eventualmente, dará lugar a una subestimación de la población. Esto puede
ser un inconveniente para las obras proyectadas, en la medida en que su tiempo útil resultará inferior
al tiempo de diseño para el que fueron calculadas.

51
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Población en el año 2005

Método A: Método B: Método C:
Población real Población estimada Población estimada Población estima-
calculada en empleando la tasa empleando la tasa da empleando la
Ciudad
el censo del de crecimiento del media intercensal tasa de crecimien-
año 2005 periodo 1938- de crecimiento del to del periodo
1993 periodo 1938-1993 1985-1993

Bogotá D.C. 6.778.691 9.962.668 9.843.758 8.077.606

Pereira 428.397 517.602 507.100 463.158

Resulta evidente que calcular la tasa
de crecimiento con los métodos A y
B (propuestos en varios libros téc-
nicos) proporciona valores mucho
más altos que los reales, mientras
que el método C, el cual emplea no
el primer censo con información,
sino el penúltimo censo, brinda ci-
fras más cercanas a la realidad.
Para hacerlo más ostensible, se
calculan los valores porcentuales
de error en la estimación, para
cada método.

Error estimado

Método B: cálculo Método C: cálculo

Método A: cálculo
empleando la tasa empleando la tasa de
empleando la tasa
Ciudad media intercensal de crecimiento del periodo
de crecimiento del
crecimiento del periodo 1985-1993
periodo 1938-1993
1938-1993 (penúltimo y último censo)

Bogotá D.C. 47% 45% 19%

Pereira 21% 18% 8%

Es claro que, tanto para una ciu-
dad grande como para una pe-
queña, el uso de métodos, como
los A y B, no son recomendables
aunque algunos textos técnicos
especializados los sugieran. Es
mucho más coherente, lógico y,
sin duda más preciso, estimar la
población futura con la tasa de
crecimiento medida en el último
periodo intercensal (último y pe-
núltimo censo).

52
Potabilización Del Agua
Diseño de Unidades Preliminares
D
ependiendo de la calidad del
agua cruda y de las condicio-
nes de su conducción hasta la
potabilizadora, podrá ser necesa-
rio el uso de unidades preliminares
para el tratamiento del agua po-
table. Estas unidades tienen como
objetivo la preparación del agua
para las operaciones y procesos de
clarificación posteriores.
4.1 Desbastes o remoción de mate-
rial flotante
El objetivo de esta etapa es la de
retirar, del agua cruda que será
potabilizada, elementos gruesos
como ramas, hojas, animales
muertos y otros objetos indesea-
bles. Esta etapa es requerida, es-
pecialmente, en casos en que la
conducción desde el sitio de toma
en el río hasta la potabilizadora
53
(aducción), se haya proyectado
como un canal abierto y no me-
diante tubería. Generalmente, los
dispositivos se ubican sobre la lí-
nea del canal de entrada a la po-
tabilizadora, antes de cualquier
unidad de tratamiento.
Algunos de los dispositivos más
usados en esta etapa son:
• Rejillas
• Mallas
• Trampas de Flotantes
4.1.1 Rejillas
Se clasifican, según su distancia
entre barrotes, en:
• Finas: de 1,5 a 3,0 cm
• Medias: entre 3,0 y 5,0 cm
• Gruesas: de más de 5,0 cm
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Se clasifican, según posición es-
pacial, en:
• Verticales: entre 75 y 85° de
inclinación respecto de la ho-
rizontal.
• Inclinadas: entre 45 y 60° de
inclinación respecto de la ho-
rizontal.
Se clasifican, según su forma de
limpieza, en:
• De limpieza manual: en estas
rejillas, el operario debe reti-
rar, periódicamente, los sóli-
dos retenidos en la superficie
de la rejilla con un rastrillo y
depositarlos sobre una ban-
deja o plataforma de escu-
rrimiento, ubicada justo por
encima de la rejilla, sobre el
canal de entrada. Las rejas
de limpieza manual siempre
son inclinadas para facilitar
el trabajo del operario (entre
45° y 60° de inclinación). És-
tas son las más usadas.
• De limpieza mecánica: son dis-
positivos fabricados industrial-
mente y cuentan con un rastri-
llo de limpieza que retira los
sólidos retenidos y los deposi-
ta en una tolva de recolección.
Su accionar automático puede
obrar a través de un tempori-
zador o calculando la pérdida
de energía generada por la
rejilla colmatada. General-
mente se ubican verticalmente
o con una ligera inclinación
que incluso puede alcanzar
los 60°. Se emplean poco en
54
sistemas de potabilización, ex-
ceptuando grandes instalacio-
nes. Implican mayor costo, no
sólo en la inversión inicial sino
en la operación (energía) y el
mantenimiento.
4.1.1.1 Diseño de una rejilla
para desbastes de sólidos en po-
tabilización
El diseño de una rejilla se fundamen-
ta en tres aspectos fundamentales:
a) el tipo de rejilla (fina, media o
gruesa, según el criterio del diseña-
dor, a partir de las condiciones de
la conducción desde la bocatoma y
las dinámicas de arrastre de mate-
rial desde la fuente abastecedora);
b) la velocidad de paso del agua a
través de la rejilla; c) la pérdida de
energía generada por la rejilla.
La velocidad de paso “VP” que
dependerá de la superficie de
vacíos “Sh”, es decir, del espacio
total entre los barrotes que permi-
te mantener la velocidad de paso
asumida, puede ser calculada
con la siguiente expresión:
[4.1]
Donde,
Velocidad de paso a través
de la rejilla (m/s)
Caudal del Diseño (m3/s)
Superficie de vacíos de la
rejilla (m2)
Potabilización Del Agua

Generalmente, se asume la velo- El número de barrotes puede ser

cidad de paso “Vp” y se calcula la verificado mediante la siguiente
superficie correspondiente de los expresión:
vacíos de la rejilla “Sh”.Una vez se
tenga la superficie de vacíos “Sh”, [4.5]
pueden ser calculados otros aspec-
tos de la rejilla, a través de las si-
guientes expresiones: Donde,
n Número de barrotes de la
[4.2] rejilla
A Ancho del canal en la zona
de rejilla (m)
b Separación útil entre los ba-
[4.3] rrotes (m)
s Diámetro o espesor de los ba-
rrotes (m)

[4.4] Una vez se haya establecido el

ancho de canal de la zona de
rejillas, la velocidad de paso y
las características generales de
la rejilla, se calcula la pérdida de
Donde, energía ocasionada por la rejilla
empleando, por ejemplo, el Mo-
Sh Superficie de vacíos de la delo de Kirschner, así:
rejilla (m2)
Er Ancho total útil o suma de los [4.6]
espacios entre barrotes (m)
Lr Longitud sumergida de la
rejilla (m)
n Número de barrotes de la Donde,
rejilla Δh Pérdida de energía (m)
b Separación útil entre los ba- β Coeficiente que depende de
rrotes (m) la forma de los barrotes de
h Altura del agua en el canal la rejilla (ver Tabla 7)
(m) s Diámetro o espesor de los
α Ángulo de inclinación de la barrotes (m)
rejilla respecto de la hori- b Separación útil entre barro-
zontal (°) tes (m)

55
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

V Velocidad de paso entre los α Ángulo de inclinación de la

barrotes (m/s) rejilla (°)
g Aceleración de la gravedad
(m2/s)

Foto 6. Rejillas de desbaste a la entrada de la potabilizadora de la ciudad de

Valledupar, Colombia.

Tabla 7. Coeficientes de forma para diferentes tipos de barrotes

en rejillas de desbaste

Sentido de
Forma de los barrotes (en proyección vertical)
flujo

Β 2,42 1,83 1,67 1,035 0,92 0,76 1,79

56
Potabilización Del Agua

Tabla 8. Criterios de diseño de las rejillas de desbaste de gruesos

Parámetro Rango o valor

Velocidad media de paso entre las

0,6 a 0,8
rejillas12 a Caudal mínimo (m/s)

Velocidad máxima de paso entre

1,4
rejillas a Caudal máximo (m/s)

45 a 60° para limpieza manual

Inclinación de la rejilla (grados de
inclinación)
60 a 90° para limpieza mecánica

Máxima pérdida de carga permitida

0,15
a caudal máximo (m)

Borde libre a caudal máximo (m) 0,3 a 0,5

Ejemplo 4.1 de paso para el caudal de diseño

propuesto.
Diseñe una rejilla de desbaste,
de 2 cm de separación entre ba- Lo primero es verificar la altura de
rrotes (b) y un ancho de barrotes la lámina de agua en el canal de
(s) de 0,5 cm, a la entrada de aducción, usando la ecuación de
una potabilizadora con un cau- continuidad, así:
dal (Q) de diseño de 0,42 m3/s.
El flujo discurre por el canal de
aducción de 0,7 m de ancho (a)
y 1,0 m de alto, a una velocidad
(V) de 1,0 m/s. Despejando el área (A):

Solución:

En razón a que no se cuenta con

la variabilidad de flujo, se tomarán
valores intermedios de velocidad

12. La velocidad de paso entre la rejilla deberá ser igual a la velocidad de flujo en el canal de ingreso
a la potabilizadora con el fin de evitar remansos y otras variaciones de flujo.

57
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Asumiendo la misma velocidad de
paso en la zona de rejillas, se cal-
cula la superficie de vacíos en la
rejilla Sh, así:
Ahora se calcula la longitud sumer-
gida de la rejilla Lr, asumiendo una
inclinación de rejilla (α) de 60°.
4.1.2 Trampas de Flotantes
Se determina el ancho total útil o
espacio total de los espacios en-
tre barrotes.
Se calcula el número de barrotes (n).
Tabla 9. Criterios de diseño para Trampas de Flotantes
Parámetro
Tiempo de retención hidráulica - TRH (min)
Altura mínima efectiva (m)
Inmersión de las pantallas de retención
Relación Ancho:Largo:Alto
Borde libre a caudal máximo (m)
58
Con 29 barrotes (n), siempre se
tendrá un número n+1 de espa-
cios entre barrotes, es decir, 30.
El ancho de la zona de rejillas
(A), será
Como puede apreciarse, en la zona
de rejillas, generalmente, se presen-
ta un sobre-ancho en el canal.
Las trampas de flotantes son uni-
dades dotadas de pantallas o
bafles parcialmente sumergidos
en la superficie del agua, cuya
finalidad es retener el material
sólido flotante, como hojas, ma-
terial sobrenadante, ramas y
otros, usada especialmente en
aducciones hechas en canales
abiertos.
Su diseño es simple y obedece a los
siguientes criterios expuestos en la
Tabla 9.
Rango o valor
3 para Q< 2LPS
5 para Q>2LPS
0,5 para Q< 2LPS
1,0 para Q>2LPS
0,15 a 0,30 para Q< 2LPS
0,30 a 0,45 para Q>2LPS
1:2:1
0,3
Potabilización Del Agua
El cálculo de su volumen útil, co-
rresponderá a:
[4.7]
Donde,
Volumen útil (m3)
Tiempo de retención hidráu-
lico (s)
Caudal de diseño (L/s)
4.2 Presedimentación y Remoción
de Material Grueso en Suspensión
Sólidos en suspensión como limos,
arcillas y arenas, pueden causar
daños y obstrucciones en equipos
y tuberías. La arena dispersa en
un fluido es un material altamen-
te abrasivo que desgasta en poco
tiempo los materiales con los que
entra en contacto. Por esta razón,
este material debe ser removido
antes de ingresar en el proceso de
potabilización, para lo cual se tie-
nen diversas alternativas, a saber:
1. Desarenadores.
2. Presedimentadores con o sin
aplicación de químicos.
3. Prefiltros.
4. Microtamices.
4.2.1 Desarenadores
Deben proyectarse en conjunto
con la bocatoma y ubicarse lo
59
más cerca de ésta a fin de prote-
ger de abrasión y taponamientos
la línea de conducción a la plan-
ta. Son unidades de sedimenta-
ción de partículas discretas que
funcionan con largos tiempos de
retención, calculados con base en
el tiempo de caída de una partícu-
la crítica de gravedad específica
de 2,65 y que describe una tra-
yectoria semi-parabólica. Su dise-
ño hidráulico se hace aplicando
la Ley de Stokes.
4.2.2 Presedimentadores
Son unidades similares a los desa-
renadores, pero se proyectan,
especialmente, para la remoción
de partículas finas. Pueden ser de
flujo horizontal o vertical y pue-
den consistir en unidades de flujo
vertical ascendente con placas in-
clinadas, similares a los sedimen-
tadores de alta rata. La presedi-
mentación también puede llevarse
a cabo en un embalse o dársena
de sedimentación.
Se usan con aguas que presentan
turbiedad superior o igual a las
1.000 UNT y es posible mejorar
su rendimiento con la aplicación
de coagulantes y floculantes que
asisten y aceleran el proceso
de sedimentación. En cualquier
caso, debe proyectarse siempre
un eficiente sistema de extracción
de lodos.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Foto 7. Dársena de sedimentación. Potabilizadora de Tibitoc.
Bogotá D.C., Colombia.
4.2.3 Prefiltros
Son unidades que trabajan con
medios filtrantes granulares, ge-
neralmente compuestos de grava
y gravilla, que retienen los sólidos
en suspensión. En eventos de llu-
via, estos sólidos suspendidos son
responsables de los picos de turbie-
dad que se presentan en las aguas
crudas de las fuentes superficiales.
Los prefiltros pueden diseñarse
para servir de barreras por etapas
que irán reteniendo sólidos sus-
pendidos de menor tamaño. Los
llamados filtros gruesos, indepen-
dientemente de su configuración,
se proyectan con el objetivo de
generar efluentes con turbiedades
60
inferiores a 20 UNT (en algunos
casos, hasta menos de 10 UNT) y
sólidos suspendidos cercanos a los
5 mg/L, facilitando el posterior tra-
tamiento del agua en unidades de
filtración lenta o biológica. Para los
prefiltros se manejan velocidades
de lavado de entre 0,15 a 0,30
m/s y una altura de agua sobrena-
dante (por encima del lecho filtran-
te) de 0,20 m.
Debido al objetivo principal de
este texto, por el cual no se ahon-
da en detalles de diseño y espe-
cificaciones técnicas de este tipo
de filtros, a continuación se hace
una breve explicación y se resal-
tan algunos elementos de este
tipo de unidades.
Potabilización Del Agua

4.2.3.1 Filtros Gruesos Dinámicos filtra descendiendo a través de 3

En estas unidades, una parte del
caudal de ingreso fluye constan-
temente y en dirección horizontal
por encima del lecho, arrastrando
así el material depositado por la
otra parte del caudal, el cual se
capas de grava que van desde la
fina a la gruesa. Tienen una altu-
ra total de lecho de unos 0,6 m
y manejan cargas hidráulicas que
oscilan entre los 2,0 y 3,0 m/h;
generalmente no exceden de 10
m2 de área por unidad.

Ilustración 1. Filtro Grueso Dinámico.

Imagen tomada de: http://biblioteca.sena.edu.co/exlibris/aleph/u21_1/alephe/www_f_spa/

icon/17651/operacion_potabilizacion/imagenes/imagenes_contenido/Imagen49.jpg

Las capas de grava se organizan 4.2.3.2 Filtros Gruesos de Flujo

en orden descendente (en la di-
rección del flujo), así:
• Primera capa: grava de 3 a 6
mm de diámetro
• Segunda capa: grava de 6 a
13 mm de diámetro
• Tercera capa: grava de 13 a
25 mm de diámetro
No debe olvidarse que, en estas
unidades, una parte del caudal
de llegada se pierde al fluir cons-
tantemente por encima del lecho,
limpiando la superficie del mismo.
Horizontal
Tienen por lo menos 3 comparti-
mientos, cada uno con una longi-
tud variable entre 0,8 y 1,6 m. Tra-
bajan con una carga hidráulica de
0,3 a 1,5 m/h.
Los compartimientos tienen gravas
de los siguientes tamaños (en la di-
rección del flujo):
• Primer compartimiento: grava
de 19 a 25 mm de diámetro

61
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

• Segundo compartimiento: gra- • Tercer compartimiento: grava

va de 13 a 19 mm de diámetro de 4 a 13 mm de diámetro

Ilustración 2. Filtro Grueso de Flujo Horizontal. (Wegelin, 1982).

Modificado por el autor.

4.2.3.3 FILTROS GRUESOS DE emplean hasta 5 capas, una so-

FLUJO ASCENDENTE
Están compuestos de una o varias
unidades en serie con grava que
va en tamaño decreciente, desde
25 mm hasta 4 mm de diámetro,
según la dirección del flujo.
Puede ser Filtración Gruesa As-
cendente en Capas, en donde se
bre la otra, con una carga hidráu-
lica de entre 0,3 y 0,7 m/h.
También se ha empleado la Fil-
tración Gruesa Ascendente en
Serie, en donde se tiene uno o
dos tamaños de grava en cada
unidad (hasta 3 unidades) y ma-
neja cargas hidráulicas entre
0,3 y 0,7 m/h.

62
Potabilización Del Agua
Ilustración 3. Filtro Grueso Ascendente en capas
4.2.3.4 FILTROS GRUESOS DE
FLUJO DESCENDENTE
Tienen la misma configuración de
los Filtros Gruesos Ascendentes
pero, como su nombre lo indica,
con una dirección de flujo inver-
sa. Los criterios de diseño son
prácticamente los mismos que de
los ascendentes.
4.2.4 MICROTAMICES
Estos dispositivos están dotados de
mallas metálicas con aberturas de
entre 0,2 y 3,0 mm de diámetro.
63
Son usados, especialmente, en
aguas captadas de embalses y
lagos donde se presentan niveles
considerables de microalgas. Son
de dos tipos:
• Estáticos
• Rotativos
Entre los estáticos, los más usados
son los curvos. Suelen tener una in-
clinación de unos 25° respecto de
la vertical. El agua ingresa por la
parte superior y, mientras los sóli-
dos quedan retenidos en la super-
ficie, el agua se cuela atravesando
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
el tamiz, para ser recogida por la
parte baja. El material detenido se
va deslizando, por la acción del
agua y el peso del nuevo material
retenido, hacia el extremo inferior,
en donde cae a una tolva.
Los rotatorios cuentan con un tam-
bor filtrante y un cuerpo de filtro,
en acero inoxidable, sobre el cual
se monta el tambor. Dispone de
una rasqueta que elimina los só-
lidos acumulados en la superficie
del tambor.
Los tamices rotatorios tienen una
mayor capacidad de tratamiento
Tabla 10. Capacidad de trabajo de los tamices rotatorios
Abertura del tamiz (mm)
0,15
0,25
0,50
0,75
1,00
1,50
2,00
2,50
3,00
64
por metro lineal, que los tamices
estáticos (cerca de unas 2,5 ve-
ces más), pero tienen la desven-
taja de causar un mayor gasto
energético y más desgaste de
las piezas.
La selección de este tipo de uni-
dades se hace a partir de las dife-
rentes alternativas que ofrecen los
fabricantes y de las características
propias del diseño del tamiz. Sin
embargo, para tener un referente,
Lozano-Rivas plantea unos valores
indicativos de la capacidad de ta-
mizado de estas unidades, en la
Tabla 10.
Caudal tratado por metro
lineal (m3/h)
30
50
90
120
145
180
210
240
260
Potabilización Del Agua

Foto 8. Tamiz estático.

Imagen tomada de: http://www.eau-claire.fr

Foto 9. Tamiz rotativo.

Imagen tomada de: http://www.africasupply.net/tamiz-rotativo-ta-ro-300-1

4.3 OXIDACIÓN QUÍMICA • Nitrógeno amoniacal

• Hierro y Manganeso
La oxidación química, como pre-
tratamiento, tiene como propósito Además de:
la eliminación de: • Disminuir la formación poste-
rior de THM’s
• Olores y sabores • Evitar el crecimiento de algas
• Algas en las paredes de las unidades

65
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Las sustancias químicas oxidantes
más usadas son:
• Cloro (en todas sus formas)
• Permanganato de Potasio
(KMNO4)
• Ozono (O3)
• Peróxido de Hidrógeno (H2O2)
4.3.1 CLORO
Como pretratamiento, debe apli-
carse por debajo del punto de
quiebre para evitar la formación
de THM’s. Puede disminuir la efi-
ciencia de la coagulación si se
usan polielectrolitos pero, si no se
están usando, tiende a mejorar la
eficiencia de la coagulación. Es
muy frecuente su uso para elimi-
nar algas y otros microorganis-
mos que tienden a adherirse a las
paredes de las unidades. En caso
de excederse en las dosis aplica-
das, éstas pueden ser reguladas
usando dióxido de azufre o tiosul-
fato sódico.
El cloro, como dióxido de cloro
(ClO2), tiene ventaja sobre las
otras formas de cloro, en tanto que
remueve mejor olores y sabores,
así como hierro (Fe) y manganeso
(Mn). Esta forma también evita la
formación de THM’s. Sin embar-
go, no es efectivo en la eliminación
de nitrógeno amoniacal y puede
formar cloritos (ClO2-) y cloratos
(ClO3-), que son tóxicos a bajas
concentraciones. Por esto, las con-
centraciones máximas permitidas
están por debajo de 1 mg/L.
66
No obstante, en algunos países,
la precloración está prohibida por
el peligro que supone la probabi-
lidad de formación de sustancias
cancerígenas.
4.3.2 PERMANGANATO DE
POTASIO
El permanganato de potasio re-
mueve muy bien el Hierro (Fe) y
el Manganeso (Mn). Tiene la des-
ventaja de su precio y de que pue-
de generar color en el agua.
4.3.3 OZONO
El ozono, además de no dar ori-
gen a la formación de THM’s,
disminuye la probabilidad de for-
mación posterior en caso de que
se haga desinfección por clora-
ción. Remueve muy bien el color
orgánico y las algas; no obstante,
es muy costoso y puede generar
bromatos que son presuntamente
cancerígenos.
Como pretratamiento se recomien-
da su aplicación en dosis entre
0,3 mg y 0,5 mg por gramo de
Carbono Orgánico Total (COT).
4.3.4 PERÓXIDO DE HIDRÓGENO
Aunque su uso se ha extendido en
los últimos años por su gran efectivi-
dad en la remoción de materia or-
gánica y color asociado, su costo y
delicado manejo, aún no permite su
uso masivo en las potabilizadoras.
Potabilización Del Agua
4.4 AIREACIÓN
La aireación se usa para:
• Transferir O2 al agua
• Disminuir el CO2
• Oxidar Hierro (Fe) y Manga-
neso (Mn)
• Remover otros compuestos
volátiles
Las unidades más empleadas
para este fin son:
• Bandejas de aireación.
Tabla 11. Tiempos de contacto en aireadores para remoción y absorción de
algunos gases y compuestos
Objetivo
Remoción de CO2
Remoción de Compuestos Orgánicos Volátiles
(olor y sabor)
Remoción de H2S
Absorción de O2
4.4.1 BANDEJAS DE AIREACIÓN
Son torres de bandejas perforadas
o ranuradas, que usualmente con-
tienen algún medio grueso de mate-
rial adsorbente, aunque no necesa-
67
• Cascadas (escaleras) y verte-
deros.
La aireación se usa especialmen-
te como pretratamiento de aguas
subterráneas que presentan nive-
les muy bajos de oxígeno y altas
concentraciones de hierro, manga-
neso, anhídrido carbónico y otros
compuestos orgánicos que causan
olores y sabores. Los tiempos de
contacto mínimos para absorción
o desgasificación de gases comu-
nes en la potabilización del agua
se muestran en la tabla 11.
Tiempo mínimo de contacto
(segundos)
0,7 a 1,0
1,0 a 1,5
1,5 a 2,0
0,4 a 0,6
riamente, cuya finalidad, además
de la adsorción de sustancias, es la
de facilitar el intercambio de gases
y mejorar la distribución de flujo.
Los criterios de diseño se presentan
en las tablas 12 y 13.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Tabla 12. Criterios de diseño para las bandejas de aireación

Parámetro Valor o rango

430 a 860 m3/m2*d
Carga Hidráulica (0,10 a 0,20 m2 por cada L/s)
2 a 3 (eventualmente, dependiendo del
Altura total de la torre de aireación (m) número de bandejas, puede alcanzar alturas
superiores a los 5 m)
3 a 5 (se emplean usualmente 5 pero
Número de bandejas en casos especiales, pueden ser hasta 9
bandejas)

Distancia entre bandejas (cm) 30 a 50

Profundidad de cada bandeja (cm) 20 a 25

Altura máxima permitida de lámina de

10 a 12
agua en las bandejas (cm)

Diámetro medio de los orificios (cm) 0,5 a 0,6

Área media de los orificios o ranuras

0,2 a 0,3
(cm2)

Separación media entre los orificios del

2,5
fondo de las bandejas (cm)
Eficiencia esperada en remoción de
30 a 60
CO2 (%)

Tabla 13. Características de los lechos de contacto en

las bandejas de aireación

Parámetro Características o rango

Carbón coque, carbón activado, piedra, ladrillo
Material del lecho de contacto triturado, esferas de cerámica, entre otros.
Tamaño del material del lecho de
4 a 12
contacto (cm)
Espesor o altura del lecho de con-
15 a 20
tacto en cada bandeja (cm)

El área total de las bandejas pue- Donde,

de ser calculada empleando el
caudal de diseño y la carga hi- A Área total de las bandejas
dráulica asumida. de aireación (m2)
Q Caudal de diseño (m3/d)
[4.8] CH Carga hidráulica (m3/
m2*d)

68
Potabilización Del Agua

Foto 10. Bandejas de aireación en un pequeño sistema de potabilización.

La Vega, Colombia

Foto 11. Bandejas de aireación. Guapi, Colombia.

Foto: Diego Díaz

69
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Debe cuidarse que la descarga Donde,

de los orificios o ranuras del fon-
do de las bandejas sea suficien-
te para que no se rebosen. Esta
comprobación puede hacerse em-
pleando la ecuación de descarga
a través de un orificio.
[4.9]
Qo Caudal de descarga del
orificio (m3/s)
Cd Coeficiente de descarga
(=0,85)
Ao Área del orificio (m2)
g Aceleración de la grave-
dad (= 9,81 m/s2)
h Altura de la lámina de
agua en el interior de la
bandeja (m)

Foto 12. Detalle del carbón coque al interior de las bandejas de aireación.
La Vega, Colombia.

70
Potabilización Del Agua
Para calcular, de forma aproxi-
mada, el tiempo de exposición o
contacto del agua en el aireador,
se puede emplear la siguiente ex-
presión:
[4.10]
Donde,
T Tiempo de exposición o
contacto (s)
n Número de bandejas
h Distancia entre bandejas (m)
g Aceleración de la grave-
dad (= 9,81 m/s2)
Para calcular el nivel teórico de
remoción de anhídrido carbóni-
co (CO2) en la torre de bandejas
de aireación, puede emplearse la
fórmula de Scott.
[4.11]
Donde,
Cn Concentración final de
CO2 (mg/L)
Co Concentración inicial de
CO2 (mg/L)
n Número de bandejas
K Constante de aireación (va-
ría entre 0,12 y 0,16 y de-
pende de la temperatura,
la turbulencia generada, la
velocidad del viento, etc. Si
no se conoce este valor, se
debe tomar 0,12)
Debe considerarse que, muy rara
vez, el CO2 se reduce por debajo
71
de 4,5 mg/L con este tipo de ai-
readores.
Algunos autores emplean la fórmu-
la de Scott para calcular el núme-
ro de bandejas, partiendo de los
valores de concentración inicial de
CO2 (que en aguas subterráneas
podría alcanzar los 30 mg/L) y el
valor final deseado, con la salve-
dad del valor máximo de reduc-
ción, que estaría alrededor de 4,5
mg/L. Para efectuar este cálculo se
debe despejar “n” de la fórmula
de Scott empleando las leyes de
los logaritmos, así:
[4.12]
Donde,
Cn Concentración final de
CO2 (mg/L)
Co Concentración inicial de
CO2 (mg/L)
n Número de bandejas re-
queridas
K Constante de aireación (va-
ría entre 0,12 y 0,16 y de-
pende de la temperatura,
la turbulencia generada, la
velocidad del viento, etc. Si
no se conoce este valor, se
debe tomar 0,12)
El cálculo del número de bande-
jas empleando esta expresión de
Scott, tiende a dar números muy
bajos de bandejas; razón por la
cual es mejor elegir inicialmente,
un número entre 3 y 5 bandejas
dependiendo de la calidad del
agua que será aireada.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 13. Detalle del carbón coque saturado de hierro al interior de unas ban-
dejas de aireación. Foto: Ángela Barrios y Natalia Cicery.

EJEMPLO 4.2 Se proyectan 5 bandejas de ai-

reación por lo cual, el área de
Dimensionar y calcular las caracte- cada bandeja es:
rísticas principales de un aireador
de bandejas con carbón coque de
material de soporte, para un caudal
de 25 L/s que tiene una concentra-
ción inicial de CO2 de 18 mg/L. Asumiendo bandejas cuadradas,
se tienen bandejas de 0,79 x
SOLUCIÓN: 0,79 m de lado.

Asumiendo una carga hidráulica de A cada bandeja se le harán per-

700 m/d, se calcula el área total
de las bandejas con la fórmula 4.8.
foraciones de fondo de 0,6 cm de
diámetro (área = 2,83 x 10-5 m2),
para los que se calcula la descar-
ga individual con la fórmula 4.9.
Se espera que la altura de la lámi-
na de agua en las bandejas sea
de 0,12 m.

72
Potabilización Del Agua

El número de orificios requeridos El nivel de remoción teórico de

se calcula con el caudal de dise- anhídrido carbónico se calcula
ño y el caudal de descarga por con la fórmula de Scott [4.11]:
orificio, así:

4.4.2 CASCADAS (ESCALERAS) Y

Como las bandejas son cuadra-
VERTEDEROS
das, los orificios se distribuirán
uniformemente en 26 filas y 26
Pueden ser estructuras escalona-
columnas, con una separación de
das, con o sin cama de agua, o
1,9 cm cada uno, que fue calcula-
pueden ser vertederos de caída
da de la siguiente manera:
libre. La cama de agua mejora la
aireación (turbulencia) y disminuye
(diámetro del orificio ∙ orificios)+(espacio
el impacto de la caída del agua
entre orificios ∙ espacios)=largo de la bandeja
sobre la estructura. No se requie-
ren caídas excesivamente altas
Debido a que el número de espa-
para lograr la aireación y siempre
cios entre orificios es siempre uno
es preferible hacer varias caídas
más que el número de orificios:
cortas que no deberían exceder
(0,06m∙26)+(espacio entre orificios ∙27)=0,79m los 40 cm, ya que con esta altu-
ra basta para lograr entre el 50
espacio entre orificios=0,019m y 60% de remoción de CO2 (Fea-
chem, Mc Garry, & Mara, 1977).
Con una distancia entre bande-
jas, de 0,3 m y una profundidad
En este tipo de estructuras, la ai-
de bandejas de 0,3 m, el tiempo
reación ocurre especialmente por
de contacto se calcula con la fór-
el impacto del agua en el área de
mula 4.10.
salpicadura (huella del escalón).

Los aireadores de cascada son,

principalmente de 3 tipos:

• Vertedero de caída libre: un

solo escalón de altura consi-
derable (mayor a 1,5 m)

73
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

• Escalera: varios escalones de • Vertedero escalonado: de igual

pequeña altura (entre 0,3 y configuración al de escalera
0,4 m) pero con cama de agua en la
huella de cada escalón.

Figura 2. Aireador por vertedero de caída libre

Figura 3. Aireador de escalera

Figura 4. Aireador por vertedero escalonado

74
Potabilización Del Agua
Los criterios de diseño de estas uni-
dades se exponen en la Tabla 14.
Tabla 14. Criterios de diseño para aireadores de escalera
y vertederos escalonados
Parámetro
Carga Hidráulica
Altura de los escalones o de contrahuella (m)
Altura total del aireador (m)
Profundidad de la huella (m)
Número de escalones
La altura total del aireador puede
ser calculada, como lo sugiere Ba-
rret y colaboradores.
[4.13]
Donde,
H Altura total del aireador (m)
R Relación deficitaria de oxigeno
a Coeficiente según el tipo de
agua
b Coeficiente del tipo de aireador
La relación deficitaria de oxí-
geno puede calcularse de la si-
guiente forma:
[4.14]
75
Valor o rango
300 a 1.000 m3/m2*d
(0,08 a 0,29 m2 por cada L/s)
30 a 40
2a5
0,30 a 0,50
4 a 10
Donde,
Cs Concentración de satura-
ción de O2 a temperatura
T° (mg/L)
Co Concentración inicial de
O2 del agua (mg/L)
C Concentración final espera-
da de O2 (mg/L)
No debe esperarse una concen-
tración final igual a la concen-
tración de saturación. Un valor a
ser adoptado podría correspon-
der máximo al 60% del valor de
saturación de oxígeno para cada
temperatura.
Los valores de saturación de oxíge-
no, dependiendo de la temperatu-
ra, se muestran en la Tabla 15.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 14. Aireador de vertedero de caída libre.

Potabilizadora El Dorado, Bogotá D.C. Colombia.

Foto 15. Aireador de Escalera. Potabilizadora de Guapi, Colombia.

Foto: Diego Díaz.

76
Potabilización Del Agua

Tabla 15. Valores de saturación de oxígeno disuelto a una temperatura dada

Temperatura (°C) Oxígeno Disuelto (mg/L)

0 14,2

5 12,4

10 10,9

15 9,8
20 8,8

25 8,1

30 7,5

Según el tipo de agua y el tipo

de aireador, los valores de “a” y
“b” serán:

Tabla 16. Valores de “a” y “b” para aireadores de cascada

a b

Agua de muy buena calidad 1,25 Vertedero de caída libre 1,0

Agua contaminada 1,00 Escalera 1,1

Agua muy contaminada 0,80 Vertedero Escalonado 1,3

El tiempo de exposición puede EJEMPLO 4.3

calcularse de la siguiente manera:
[4.15]
Donde,
T Tiempo de exposición o con-
tacto (s)
n Número de escalones
h Altura de los escalones (m)
g Aceleración de la gravedad
(= 9,81 m/s2)
Dimensionar y calcular las carac-
terísticas principales de un airea-
dor de cascada que tiene plata-
formas circulares concéntricas,
para un caudal de 25 L/s que
tiene una concentración inicial de
O2 de 2 mg/L y una temperatura
media de 15 °C.
SOLUCIÓN:
El área total del aireador, corres-
ponde al área de la plataforma
circular de la base. Para su cálculo

77
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
se adopta una carga hidráulica de
500 m/d.
Entonces, el diámetro inicial de la
plataforma circular base será de
2,35 m y su radio de 1,17 m. Este
valor inicial será recalculado pos-
teriormente.
Se calcula inicialmente la rela-
ción deficitaria de oxígeno con la
ecuación 4.14, considerando que
el valor de saturación de oxígeno
en agua a 15 °C es de 9,8 (Tabla
15) y el valor final esperado de
oxígeno podría corresponder a un
valor cercano al 60% del valor de
saturación, por lo cual se adopta 6
mg/L como el valor a lograr, así:
La altura del aireador se calcula
con la expresión de Barret y cola-
boradores (ecuación 4.13), asu-
miendo unos valores para “a” de
1,0 (agua contaminada) y “b” de
1,1 (aireador en escalera).
Para escalones de 0,35 m de al-
tura, se requerirían 4,5 escalones
78
para dicha altura. Se adoptan 5
escalones, por lo cual, la altura
recalculada del aireador será:
Con un aireador de radio de
1,17 m y con 5 escalones, la pro-
fundidad de huella será:
Como la profundidad de huella
debe estar entre 0,3 y 0,5 m, se
adopta un ancho de huella de
0,3 m con lo que el radio recalcu-
lado de la estructura será de 1,5
m y su diámetro de 3 m.
Con estas características el radio
de las plataformas circulares con-
céntricas será, de abajo hacia
arriba: 1,5; 1,2; 0,9; 0,6 y 0,3.
El área recalculada para el ai-
reador circular será de 7,07 m2
y la carga hidráulica recalculada
será de:
El tiempo de contacto en el airea-
dor será:
Potabilización Del Agua
4.5 AQUIETAMIENTO
En aducciones a presión, de to-
mas de aguas superficiales, el
agua suele llegar con mucha
energía de manera que puede
entorpecer la lectura del caudal
de llegada si se usan vertederos
o Canaleta Parshall como afora-
dores.
Tabla 17. Criterios de diseño para cámaras de aquietamiento
Parámetro
Velocidad ascensional (cm/s)
Tiempo de retención hidráulica (s)
EJEMPLO 4.4
Dimensionar una cámara de aquie-
tamiento, para un caudal de 25
L/s (0,025 m3/s), asumiendo una
velocidad ascensional de 4 cm/s
(0,04 m/s) y un tiempo de reten-
ción hidráulica de 40 segundos.
SOLUCIÓN:
Primero se halla el volumen “∀”
de la cámara, así:
79
Para disipar esta energía que trae
el agua en la aducción, se pueden
proyectar cámaras de aquieta-
miento. Estas son estructuras sim-
ples, de sección circular o cuadra-
da, en donde al agua ingresa por
la parte inferior y sale al canal de
aforos por la parte superior. Estas
estructuras se diseñan con los crite-
rios expuestos en la Tabla 17.
Valor o rango
4 a 10
30 a 60
La velocidad ascensional “Va”
condiciona el área superficial
“As” de la cámara. Su cálculo es:
Es decir, un área de sección cua-
drada de 0,79 x 0,79 m. Geomé-
tricamente, la altura de la cámara
de aquietamiento será:
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 4. Corte y planta de una cámara de aquietamiento que conecta

con el canal de aforos.

Foto 16. Estructura de aquietamiento conectada al canal de ingreso.

El Colegio, Colombia

80
Potabilización Del Agua

Diseño del canal de entrada

L os canales de entrada a la po-

tabilizadora, deberán atender
los siguientes criterios básicos ex-
puestos en la Tabla 18.

Tabla 18. Criterios de diseño de los canales de entrada a la potabilizadora

Parámetro Rango o valor

Estará condicionada por el ancho del vertedero
Velocidad (m/s) de mezcla rápida o el ancho de la cámara de
aquietamiento

Pendiente (%) ~ 0,5

Relación Ancho:Alto 1:1 a 2:1 (más frecuentemente 1:1)

Borde libre a Caudal máximo (m) 0,3 a 0,5

81
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 17. Canal de aducción y obra de derivación a la entrada de la

potabilizadora de la ciudad de Valledupar, Colombia.

En algunos casos, para la verifi- Donde,

cación de la velocidad de flujo
en el canal de entrada, es preciso V Velocidad (m/s)
emplear la fórmula de Manning, n Coeficiente de rugosidad de
la cual es una evolución de la fór- Manning (ver Tabla 19)
mula de Chézy. Rh Radio hidráulico (área/perí-
metro mojado) (m)
[5.1] S Pendiente (m/m)

Tabla 19. Coeficiente de Rugosidad de Manning para algunas superficies

Tipo de superficie o revestimiento n

Acrílico y vidrio (usado en prototipos de laboratorio) 0,009

PVC y fibra de vidrio 0,010

Madera pulida, acero y plástico de alta densidad 0,011

Hormigón liso 0,013

Hormigón irregular 0,017

Terreno liso y uniforme en tierra 0,023

Terreno irregular en tierra 0,035

Terreno natural en roca 0,040

82
Potabilización Del Agua
Aunque algunos autores y normas
técnicas especifican que las velo-
cidades de flujo en canales de en-
trada a potabilizadoras deben os-
cilar entre 0,6 y 1,4 m/s, no tiene
ninguna justificación el mantener
un criterio de velocidad en agua
cuyas arenas y otras partículas
discretas ya han sido retiradas en
el desarenador. En teoría, no de-
berá presentarse sedimentación
en el canal de entrada si se tiene
un buen diseño en el desarenador,
por lo tanto, no tendrá mucha re-
levancia la velocidad de flujo en
el canal de entrada, excepto por
la posibilidad de generar flujos
turbulentos que afecten posterior-
mente el aforo de caudal.
83
Con el fin de no efectuar cambios
de sección en el canal de entra-
da, su ancho estará definido
por el ancho calculado para el
vertedero de mezcla rápida, por
el ancho de la canaleta Parshall
o por el ancho de otros disposi-
tivos de mezcla (Capítulo 7.2).
Cuando se tienen tanques de
mezcla rápida mecánica, basta-
rá tomar, como ancho de canal
de entrada, el mismo ancho de
la cámara de aquietamiento, en
caso de tenerse (Capítulo 4.5).
Debe dejarse una pendiente de
fondo dirigida hacia una válvula
de vaciado, antes del vertedero,
que facilite la limpieza del canal.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Fundamentos de los procesos
de clarificación
T
extos de la India y Egipto de
hace unos 4.000 años dan
cuenta de los primeros trata-
mientos del agua que consistían
en hervirla, exponerla a la radia-
ción solar, hundir en ella siete ve-
ces una barra de cobre caliente y,
posteriormente, filtrarla y enfriarla
en una vasija de barro u otro reci-
piente poroso.
Fueron posteriormente los egip-
cios hacia el 500 a.C. quienes, al
parecer, descubrieron que el uso
de sales de aluminio permitía la
aglomeración y la sedimentación
de los sólidos en suspensión con-
tenidos en el agua, mejorando
aún más su tratamiento.
Los Textos Sagrados relatan que el
profeta Eliseo (850 a 800 a.C.),
estando en Jericó, limpió las
84
aguas contaminadas de los ma-
nantiales de esta ciudad, usando
sales (2 Reyes 2:19-22).
Este proceso de purificación del
agua ha venido mejorando a tra-
vés del tiempo hasta configurar
el tratamiento convencional que
se conoce actualmente y que
consta de las siguientes etapas
básicas:
• Coagulación
• Floculación
• Decantación
• Filtración
Los objetivos principales de la cla-
rificación son:
• La eliminación de los sólidos
en suspensión
Potabilización Del Agua
• La eliminación de los microor-
ganismos patógenos
• La corrección de las carac-
terísticas fisicoquímicas que
hacen al agua no apta para
consumo
Una parte de los sólidos suspen-
didos naturalmente en las aguas
son coloides que tienen tama-
ños entre 1 y 1.000 nanómetros
(nm)13, los cuales tienen cargas
electronegativas (fuerzas repulsi-
vas) en su superficie que impiden
su aglomeración y una velocidad
de sedimentación virtualmente
nula14.
Para que los coloides puedan reti-
rarse del agua, deben efectuarse
dos acciones:
• Desestabilización
• Agregación
La desestabilización de los co-
loides, también conocida como
COAGULACIÓN, consiste en la
adición de reactivos (sales coagu-
lantes) que anulan las cargas elec-
tronegativas (fuerzas repulsivas)
de la superficie de estas partículas,
que no les permiten agregarse.
13. Una millonésima parte de 1 milímetro (mm).
14. Para una partícula del tamaño de 1.000 nm (una bacteria, por ejemplo), el tiempo de sedimen-
tación podría ser de 55 horas para un descenso de 30 cm, mientras que para coloides de 1 nm de
diámetro, éste tiempo podría ser superior a los 60 años.
85
La agregación de los coloides,
llamada también FLOCULACIÓN,
consiste en una suave agitación del
agua con las partículas coloidales
desestabilizadas (que puede estar
coadyuvada por reactivos aglome-
rantes), de manera que se facilite
el encuentro entre partículas para
la conformación de aglomerados
de suficiente tamaño y peso para
sedimentar por efecto de la grave-
dad. Estos aglomerados son llama-
dos flóculos o flocs.
En la SEDIMENTACIÓN, el agua
viaja durante un tiempo determi-
nado a velocidades muy lentas, lo
que permite que los flóculos for-
mados en la floculación decanten
por simple efecto de la gravedad.
Una vez retirada casi la totalidad
de los sólidos en suspensión y otras
sustancias en disolución, el agua
pasa al proceso de FILTRACIÓN en
donde se proporciona pulimento al
tratamiento previo por varios meca-
nismos que incluyen el de cribado
en la superficie del mismo filtro.
Debe tenerse claro que la coa-
gulación y la floculación son
las etapas que mayor influencia
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
tienen en el éxito de un proce-
so de potabilización de agua.
Muchos operadores consideran,
erradamente, que son los filtros
los que tienen el papel más im-
portante cuando, en la realidad,
el filtro es sólo una operación
de pulimento de la calidad del
agua obtenida a través de una
correcta dosificación, una dis-
persión completa y rápida del
coagulante, una floculación que
permita la formación de un floc
de buena calidad, sin romperlo,
y que posteriormente decantará
de manera eficiente en la unidad
de sedimentación.
6.1 TEORÍA COLOIDAL Y COAGU-
LACIÓN
En este proceso se emplea un reacti-
vo capaz de permitir la separación
de la suspensión coloidal mediante
la desestabilización de las partícu-
las cargadas negativamente.
La suspensión coloidal se separa
mediante dos acciones:
• Desestabilización: Anulación
de las fuerzas repulsivas (coa-
gulación).
• Agregación: Aglomeración
de los coloides neutralizados
mediante choques naturales y
86
agitación hidráulica o mecá-
nica (floculación).
Cuando un coagulante es disper-
sado en una masa de agua con
partículas coloidales en suspen-
sión, se presentan básicamente
las tres siguientes fases:
• Hidrólisis: disociación de la
sustancia química coagulante
aplicada en el agua.
• Difusión: dispersión rápida
y homogénea del compues-
to coagulante hidrolizado en
toda la masa de agua.
• Reacción: el coagulante des-
estabiliza y neutraliza las
partículas coloidales en sus-
pensión.
Todas estas 3 fases se desarrollan
en menos de 1 segundo.
6.1.1 LOS COLOIDES
Un coloide puede ser definido
como una micropartícula en sus-
pensión formada por un sistema
de fases heterogéneas que no se
separan.
Los coloides se mueven constan-
temente describiendo trayectorias
zigzagueantes debido a los cho-
ques con las moléculas del agua.
Potabilización Del Agua

Este movimiento es llamado “Mo- por parte de los coloides, de con-

vimiento Browniano15” y se opone
a la decantación de la partícula
incrementando las fuerzas de re-
pulsión entre una y otra.
Las fases de este sistema hetero-
géneo son generalmente dos (aun-
que pueden ser más): fase conti-
nua y fase dispersa. La superficie,
o plano de separación (interfase)
entre estas dos fases, puede tener
tal extensión que muchas de las
propiedades del estado coloidal
son consecuencia de la gran área
de la interfase.
Varias teorías han sido expuestas
para explicar el comportamiento
de los coloides, no obstante, la
más aceptada es la Teoría de la
Doble Capa y el Potencial Z.
6.1.2 TEORÍA DE LA DOBLE
CAPA Y EL POTENCIAL Z
Aunque esta teoría es en alto gra-
do compleja, a continuación se
expone en forma breve, simplifi-
cada y entendible.
Esta teoría tuvo avances sucesi-
vos; los primeros postulados fue-
ron propuestos por Helmholtz en
1879, referidos a la atracción,
traiones presentes en el medio
acuoso, los cuales conforman la
capa fija de la partícula. Poste-
riormente, Gouy-Chapman habló
de una capa difusa de iones al-
rededor de la partícula y Stern en
1924, unió las dos teorías (capa
fija y capa difusa) y explicó sus
interacciones que, con posteriores
profundizaciones, se describen en
los siguientes párrafos.
Los coloides son partículas hi-
drófobas que tienen asociadas
dos capas eléctricas. Una pri-
mera capa está formada por las
cargas propias de la superficie
del coloide (capa interna) y por
iones de carga opuesta (con-
traiones), presentes en el agua,
que son atraídos por la carga de
la capa interna de la partícula y
que se mantienen casi adheridos
a ella por las fuerzas de atrac-
ción actuantes; a esta primera
capa de iones propios y los io-
nes atraídos, se le conoce como
Capa Fija.
Al mismo tiempo, cationes de la
masa de agua que rodean inme-
diatamente la partícula empie-
zan a acumularse formando una
capa difusa alrededor de ella,

15. Este fenómeno fue estudiado, por primera vez en 1828, por un botánico inglés de apellido
Brown, analizando el comportamiento de una suspensión de granos de polen. Este comportamiento
de partículas en el agua fue posteriormente evaluado por Weiner en 1863. En 1906, Einstein y Von
Smoluchowski, trabajando de manera independiente, desarrollaron la teoría completa del movimiento
browniano, la cual además sirvió para calcular el número de Avogadro.

87
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
separándola del agua en que
está suspendida. A esta capa se
le conoce como Capa Móvil. El
espesor de esta capa móvil llega
hasta donde la carga neta de la
capa fija del coloide es capaz
de atraer iones.
El movimiento de la capa móvil
sobre la capa fija, da lugar a un
plano de cizallamiento en donde
la fricción de los iones genera un
potencial eléctrico. La diferencia
entre el potencial eléctrico del pla-
no de cizallamiento y del extremo
de la capa móvil (de la solución
acuosa), es lo que se conoce
como Potencial Z.
Ilustración 5. Estructura de la doble capa y su Potencial Z.
88
Lo que busca el coagulante en
el proceso de desestabilización
de las partículas coloidales no es
sólo la neutralización de su carga
negativa, sino también la compre-
sión (colapso) de la doble capa
eléctrica sobre la superficie sólida
del coloide.
Al disociarse el coagulante en el
agua, libera iones de carga contra-
ria a la de la capa móvil de la par-
tícula, lo que logra la atracción de
las cargas y la compresión de las ca-
pas hasta que el potencial Z se hace
igual a cero, facilitando el acerca-
miento de unas partículas con otras,
como se aprecia en la Ilustración 5.
Potabilización Del Agua

Ilustración 6. Disminución del radio efectivo de separación entre partículas

por colapso de la doble capa

Además de la compresión de la muy alta de sales coagulantes, de

doble capa y la neutralización de
cargas, la coagulación se da tam-
bién por: aparición de enlaces de
hidrógeno, enlaces covalentes o
iónicos, entre otros; por “incorpo-
ración” (conocida también como
“coagulación por barrido”) en
donde se agrega una cantidad
manera que se excede el límite
de solubilidad formándose una
masa esponjosa (llamada “floc
de barrido”) que empieza a des-
cender, arrastrando a su paso las
partículas suspendidas de la ma-
triz acuosa; o por combinaciones
de ellas.

Tabla 20. Tipos de coagulación

Tipos de desestabilización en
la coagulación
Compresión de la doble
capa
Adsorción y neutralización
de cargas
Adsorción y puente
Incorporación o barrido
Descripción
Una dosis de coagulante logra la atracción de las cargas
contrarias de la capa móvil que se comprimen sobre la capa
fija del coloide. Está siempre asociado a la adsorción y neu-
tralización de cargas.
Las sales coagulantes se disocian iónicamente en el agua y
neutralizan las cargas negativas de la superficie del coloide.
Está siempre asociado con la compresión de la doble capa.
Se da principalmente con la aplicación de polímeros (polielec-
trolitos) aniónicos cuyas moléculas poseen grupos químicos que
absorben las partículas coloidales. No obstante, la reacción de
las sales coagulantes con los coloides también propicia la apari-
ción de puentes de hidrógeno y otro tipo de enlaces.
Un exceso de coagulante forma una nata esponjosa precipitable
que arrastra consigo los coloides hasta el fondo del sedimenta-
dor. Se usa especialmente con aguas de muy baja turbiedad16.

16. Aguas de turbiedad muy baja no tienen el suficiente volumen de coloides como para asegurar una
considerable tasa de encuentros que permitan la formación de floc.

89
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

6.2 SUSTANCIAS EN LA COAGU- forma líquida y sólida (polvo,

LACIÓN
6.2.1 COAGULANTES
Para efectuar el proceso de coa-
gulación se usan especialmente
dos tipos de sales:
• De Aluminio
• De Hierro
Entre las Sales de Aluminio la más
usada es el Sulfato de Aluminio
(conocida también como “Alum-
bre” [Al2(SO4)3]), que forma un
floc no muy pesado. No obstan-
te, es la sustancia coagulante
más usada en el mundo por ser
relativamente fácil de manejar
y además tiene un bajo costo.
Se consigue comercialmente en
molido o terrones); sin embar-
go, siempre debe aplicarse en
solución (con una concentración,
generalmente del 1% o, más fre-
cuentemente, del 6%), por lo que
las presentaciones granulares re-
quieren ser diluidas en agua, an-
tes de su aplicación, durante unos
5 minutos. El rango de pH óptimo
de actuación es entre 6,0 y 8,0
unidades. Las dosis generalmen-
te usadas varían entre 10 y 150
mg/L, según la calidad del agua
cruda. En la actualidad, está sien-
do muy popular el uso del sulfato
de aluminio líquido que, además,
resulta más barato en algunos lu-
gares y su manejo es mucho más
cómodo y eficiente. En el caso del
alumbre líquido, éste se dosifica
en solución al 50%, sin dilución.

Foto 18. Alimentación de sulfato de aluminio líquido a los tanques de almace-

namiento de la Potabilizadora Tibitoc. Bogotá D.C., Colombia.

90
Potabilización Del Agua
Las Sales de Hierro forman flóculos
más pesados y tienen la ventaja, so-
bre las sales de aluminio, en que su
pH óptimo de actuación es mucho
menos restrictivo. Su uso se prefiere
sólo en casos en que se requiera
incrementar la eficiencia de los se-
dimentadores, o cuando el pH del
agua cruda no permite el uso del
alumbre. Entre las sales de hierro
más conocidas están: el cloruro fé-
rrico, el sulfato férrico y el sulfato
ferroso. Se consiguen en formas
granulares y líquidas, pero siempre
deben aplicarse en solución.
El Cloruro Férrico [FeCl3], funciona
bien con unidades de pH tan altas
como 11 y tan bajas como 4. No
obstante, para valores de pH entre
6,0 y 8,0 podría ser mejor opción
el sulfato de aluminio. Se prefiere
en aguas ácidas y blandas, fuerte-
mente coloreadas. Comercialmen-
te se consigue en forma de cristales
o en solución. Tiene entre sus des-
ventajas la formación de lodos al-
tamente corrosivos, que manchan
superficies y corrientes de agua, lo
que hace a este compuesto difícil
de manejar. Las dosis generalmen-
te usadas para la clarificación os-
cilan entre 5 y 150 mg/L, según la
calidad del agua cruda. Se reco-
mienda aplicarlo en una solución
entre el 3 y el 4%. Si se encuentra
en solución, se recomienda apli-
carlo sin hacer dilución.
91
El Sulfato Férrico [Fe(SO4)3],
también se prefiere para aguas
ácidas, aunque maneja un pH
óptimo de actuación entre 3,5
y 11,0 unidades, similar al del
cloruro férrico. Las dosis gene-
ralmente usadas para la clarifi-
cación oscilan entre 10 y 150
mg/L, según la calidad del agua
cruda. Este producto es altamen-
te corrosivo, pero menos que el
cloruro férrico. Se aplica en solu-
ciones al 25% y nunca menores
al 1%, diluídas durante al menos
20 minutos.
El Sulfato Ferroso [Fe(SO4)7], co-
nocido también con el nombre
de “coperas” es muy económico
pero tiene la restricción de que
debe usarse siempre en combina-
ción con cal (entre 1 a 5 mg/L),
con lo que podría igualar los cos-
tos de otras sales coagulantes. La
razón de tener que aplicarse cal,
es la de evitar la precipitación del
hidróxido férrico en las tuberías.
Se prefiere su uso en aguas alca-
linas con pH superior a 8,5, aun-
que su rango de actuación podría
oscilar entre 4,0 y 11,0 unidades;
es inapropiada su aplicación en
aguas blandas o con altos niveles
de color. Su presentación comer-
cial es en cristales de color verde.
Las dosis generalmente usadas
para la clarificación oscilan entre
10 y 100 mg/L, según la calidad
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
del agua cruda. Se aplica en so-
luciones al 6%, con tiempos de
dilución de 5 minutos.
Las sales de aluminio o de hierro, al
disociarse en agua (hidrolizarse),
actúan como un ácido; reaccionan
con la alcalinidad presente en el
agua y, al consumirla, causan un
descenso en su pH. Como se verá
más adelante, la efectividad de un
Foto 19. Almacenamiento de sustancias químicas. Potabilizadora de Tibitoc.
Bogotá D.C., Colombia.
6.2.2 ALCALINIZANTES
Si la alcalinidad del agua no es
suficiente para reaccionar con el
coagulante, deben añadirse al
agua, previo a la adición de las
sales coagulantes, sustancias al-
92
coagulante depende en mucho de
las condiciones y características del
agua que lo recibe; en consecuen-
cia, el primer criterio para seleccio-
nar el coagulante tiene que ser el de
la eficiencia que desea alcanzarse
en los procesos de clarificación, lo
que solamente podrá establecerse
en los ensayos de tratabilidad, en
los cuales también se determina la
dosis óptima.
calinizantes. Cuando se requiere,
se estima que deben añadirse en-
tre ½ y ¼ partes de alcalinidad,
por cada parte de sulfato de alu-
minio aplicado y entre ¼ y 1/8
por cada parte de cloruro férrico;
no obstante, cuando se usa Soda
Potabilización Del Agua
Ash como alcalinizante, esta pro-
porción puede variar entre el 50%
y el 100% de la dosis de coagu-
lantes alumínicos añadidos. Algu-
nos de los alcalinizantes más usa-
dos en potabilización, son:
• Soda ash (Carbonato de So-
dio [Na2(CO3)])
• Soda Cáustica (Hidróxido de
Sodio [NaOH])
• Cal Viva (Óxido de Calcio
[CaO])
• Cal Apagada (Hidróxido de
Calcio [Ca(OH)2])
Foto 20. Sistema de apagadores de cal y el efecto de los “vapores de cal”.
Potabilizadora de Tibitoc. Bogotá D.C., Colombia
Estequiométricamente, la alcali-
nidad requerida para la coagu-
93
La soda ash o carbonato de sodio,
llamada comercialmente sosa, por
sus propiedades, se utiliza indus-
trialmente en reemplazo de la “sosa
cáustica”, que es más cara. El óxido
de calcio o cal viva es muy cáustica
y tiene mucha afinidad con el agua
que la transforma en hidróxido (en
un proceso conocido como “apa-
gar la cal”) con abundante despren-
dimiento de calor: el agua se vapo-
riza, entonces, en sus poros y la cal
se hincha pudiéndose desagregar
después en forma de polvo, que es
la cal apagada o hidratada.
lación se presenta en la Tabla
21.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Tabla 21. Alcalinidad requerida para la coagulación

Alcalinidad requerida
Coagulante (mg/L de alcalinidad por cada mg/L de
coagulante)
0,50 HCO3- como CaCO3
Alumbre 0,28 Cal viva (CaO)
Al2(SO4)3 0,37 Cal apagada Ca(OH)2
0,53 soda ash (Na2CO3)
0,92 HCO3- como CaCO3
Cloruro férrico 0,52 Cal viva (CaO)
FeCl3 0,68 Cal apagada Ca(OH)2
0,98 soda ash (Na2CO3)
0,75 HCO3- como CaCO3
Sulfato férrico 0,42 Cal viva (CaO)
Fe2(SO4)3 0,55 Cal apagada Ca(OH)2
0,79 soda ash (Na2CO3)

(Romero Rojas, Calidad del Agua, 2002)

Foto 21. Sedimentadores lamelares para eliminar las impurezas de la

lechada de cal. Potabilizadora de Tibitoc. Bogotá D.C., Colombia.

Si bien la soda ash es más costo- dosificación puede hacerse con

sa que la cal, la preparación de cualquier equipo por gravedad o
una solución de este alcalinizan- bombeo; razón por la cual se pre-
te es relativamente sencilla y su fiere en plantas pequeñas.

94
Potabilización Del Agua
La cal viva, aunque más barata,
debe ser apagada haciéndola re-
accionar con agua. Este proceso
puede tardarse de 15 a 60 mi-
nutos y en él se liberan “vapores
de cal” que terminan por deposi-
tarse y ensuciar pisos y paredes;
por esta razón, deben usarse los
apagadores continuos y cerrados
Tabla 22. Relaciones de la dosis de coagulantes y
alcalinizantes típicamente usadas
Sustancias químicas
Alumbre : soda cáustica
Alumbre : cal apagada
Alumbre : soda ash
Sulfato férrico : cal apagada
Sulfato ferroso : cal apagada
(Romero Rojas, Calidad del Agua, 2002)
La cal apagada debe aplicarse
en soluciones que estén, máximo,
al 6%, con tiempos de dilución
de 5 minutos.
6.2.3 AYUDANTES O COAD-
YUVANTES DE FLOCULACIÓN
Se usan polímeros de alto peso
molecular, llamados comúnmente
polielectrolitos. Pueden ser natura-
les (almidones o compuestos algí-
nicos) o sintéticos que pueden pre-
sentar carga positiva (catiónicos):
cat-floc o polidialildimetilamonio
95
que ofrecen algunos fabricantes.
Otro inconveniente es la baja pu-
reza del material que se consigue
comercialmente, razón por la cual
deberá disponerse también de un
sedimentador lamelar para la le-
chada de cal (suspensión o solu-
ción de agua con cal), antes de
su aplicación.
Relación de dosificación
3:1
3:1
1:1 a 2:1
5:2
4:1
o imina de polietileno; carga ne-
gativa (aniónicos): ácido poliacrí-
lico, poliacrilamida hidrolizada o
sulfonato de poliestireno; o carga
neutra (no iónicos): óxido de po-
lietileno o poliacrilamida. Sirven
para mejorar la resistencia de los
flóculos y hacerlos más grandes y
pesados.
Eventualmente, estos coadyuvantes
pueden usarse como coagulantes
primarios en concentraciones entre
1,0 y 5,0 mg/L, aunque no mues-
tran ninguna ventaja sobre el efecto
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

coagulante de las sales metálicas. y sedimentación previas. Más re-

Cuando se usan como coadyuvan-
tes de floculación17 (aplicados en-
tre 15 y 60 segundos después del
coagulante), la dosificación puede
variar entre 0,1 y 2,0 mg/L o entre
0,01 y 0,5 mg/L, dependiendo del
tipo de producto y conforme a las
recomendaciones del fabricante.
Estudios realizados por Robert Taft
del Centro de Ingeniería Sanitaria
en Cincinatti, Estados Unidos, han
demostrado que las algas son rá-
pidamente coaguladas usando
polielectrolitos catiónicos, que los
polielectrolitos disponibles en el
mercado no son igualmente efecti-
vos con todas las aguas y que do-
sis excesivas producen dispersión
en vez de mejorar la floculación.
Su principal desventaja es su alto
costo. Deben aplicarse polímeros
líquidos ya que los que están en
polvo son bastante difíciles de di-
solver. Si se preparan soluciones,
éstas deben hacerse al 0,1%.
Adicionalmente, se han reportado
problemas de adherencia de es-
tas sustancias a los equipos, las
tuberías y los lechos filtrantes; en
este último caso, se dificulta el la-
vado de los filtros y se acortan los
tiempos de carrera en caso de no
presentarse una buena floculación
cientemente, se ha encontrado
que algunos monómeros de estas
cadenas poliméricas son tóxicos e
incluso cancerígenos.
También pueden usarse polímeros
naturales, como los almidones
(e.g., derivados de la papa, yuca,
trigo o maíz) o compuestos algíni-
cos derivados de las hojas de la
tuna o nopal, los cuales son los
que han dado mejores resultados
y tienen ventaja sobre los sintéti-
cos por su baja o nula toxicidad.
6.3 FACTORES QUE INFLUYEN EN
EL PROCESO DE COAGULACIÓN
Aunque parezca un asunto senci-
llo, la coagulación es el proceso
más importante en el tratamien-
to del agua. Una coagulación
inadecuada, sea por fallas en
diseño que afectan tiempos y
gradientes, o por errores en la
dosis o aplicación de coagulante
en un punto inapropiado, perju-
dicará seriamente todos los pro-
cesos siguientes, derivando en
un incremento de los costos de
operación. Además de las carac-
terísticas fisicoquímicas propias
del agua cruda que será tratada,
otros factores pueden influir en el
proceso, por ejemplo:

17. No debe confundirse el término ayudante o coadyuvante de floculación con el de ayudante de

coagulación. En el primer caso, se obtienen mejores rendimientos al aplicar el polímero después de la
sal coagulante. En el último caso, los polímeros se aplican antes del coagulante, pero esta práctica no
ha mostrado resultados satisfactorios.

96
Potabilización Del Agua
• pH del agua: además de que
cada sal coagulante tiene un
pH óptimo de actuación, se
sabe que para remoción de
color, el pH óptimo es más
bajo (entre 4,0 y 6,0) que
para la eliminación de la tur-
biedad (entre 6,5 y 8,5).
• Alcalinidad del agua: cuando
el agua tiene una alcalinidad
muy baja, las dosis de coagu-
lante deberán ser mayores, al
punto de requerirse efectuar
una coagulación por barrido
o agregar un alcalinizante.
No sobra recordar que se
estima que se requieren entre
1/2 y 1/4 partes de alcalini-
dad por cada parte de sulfato
de aluminio aplicado y entre
1/4 y 1/8 por cada parte de
cloruro férrico.
• Tipo y dosis de coagulante:
dosis muy bajas pueden ser
insuficientes para lograr la
desestabilización de las partí-
culas; no obstante, una sobre-
dosis de coagulante puede no
funcionar tampoco, ya que
cambia la carga de las par-
tículas de la suspensión coloi-
dal (de negativa a positiva)
ocasionando una nueva es-
tabilización de la dispersión.
97
Dosis de sobresaturación pro-
ducen una gran cantidad de
hidróxidos, de manera que se
presenta la coagulación por
barrido. El tipo de coagulante
y la dosis que debe ser apli-
cada se determinan mediante
ensayos de tratabilidad en el
equipo de prueba de jarras.
La dosis de coagulante, una
vez que la potabilizadora
entre en funcionamiento, es
variable y debe determinarse
varias veces al día, en espe-
cial si llueve y cambian las ca-
racterísticas del agua cruda.
• Turbiedad del agua: concen-
traciones muy bajas de co-
loides requieren altas dosis
de coagulantes dado que no
existen suficientes partículas
como para que se presente
el choque entre ellas y se
aglomeren; de manera que,
en estos casos, deberán adi-
cionarse partículas de arcilla
que incrementen la turbiedad
antes de la aplicación del
coagulante, o usar dosis de
sobresaturación para pro-
mover una coagulación por
barrido.
• Concentración del coagu-
lante: generalmente se usan
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
concentraciones líquidas de
coagulante entre el 1% y el
2% (Richter C. A., Mezcla
Rápida: Manual de Instruc-
ción, 1981).
• Punto de aplicación del coa-
gulante: investigaciones de-
muestran que se requieren
mayores dosis de coagulan-
te, cuando éste es agregado
sobre la superficie del agua
antes del punto de máxima
turbulencia generado por el
mezclador, que cuando se
aplica directamente sobre
dicho punto. Se considera
que la velocidad de aglo-
meración de las partículas
puede ser hasta de 3,5 veces
mayor, cuando se aplican los
coagulantes en el punto de
máxima turbulencia y no an-
tes, lo cual puede representar
una economía del 12% en el
uso de estas sustancias quí-
micas (Vrale & Jordan, 1971;
Arboleda Valencia, Teoría y
práctica de la purificación
del agua, 2000); incluso se
han reportado casos de eco-
nomías de hasta el 33% en
el uso de coagulante y dismi-
nuciones entre el 60 y 75%
de la turbiedad del agua se-
dimentada (Shannon, 1961;
Arboleda Valencia, Teoría y
18. Se ha encontrado que para la coagulación por barrido, los gradientes óptimos se encuentran entre
400 y 800 s-1.
98
práctica de la purificación
del agua, 2000). Así mismo,
se obtienen mejores resulta-
dos cuando se aplica el coa-
gulante mediante un múltiple
que cuando se hace en un
sólo punto específico, ya que
se favorece la dispersión de
la sal coagulante en la masa
de agua.
• Energía y tiempo de mezcla:
la mezcla rápida debe ser
lo más corta posible ya que
las reacciones de polimeri-
zación de estas sales coagu-
lantes se dan en menos de
1 segundo para reacciones
de coagulación por deses-
tabilización-compresión de
la doble capa de los coloi-
des y por puente químico; y
entre 1 y 7 segundos, para
coagulación por barrido18.
La energía disipada en la
mezcla, llamada gradiente
de velocidad o gradiente de
mezcla, debe ser alta (por
encima de los 1.000 s-1),
para que el coagulante se
disperse rápida y homogé-
neamente en toda la masa
de agua.
Se ha encontrado que los
gradientes más ineficientes
para la mezcla rápida están
Potabilización Del Agua

entre los 800 y 1.000 s-1, así 6.4 TIPOS DE DOSIFICADORES DE

como entre 3.000 y 5.000
s-1, de manera que deben
evitarse (Armirtharajah &
Trusler, 1986). Los políme-
ros requieren de gradientes
bajos, entre 400 y 800 s-1,
para tiempos de mezcla en-
tre 30 y 60 segundos. Valo-
res de gradiente superiores
a 1.000 s-1, han mostrado
ser perjudiciales para la
aplicación de polímeros.
SUSTANCIAS QUÍMICAS
La dosificación de las sustancias
químicas usadas en la coagulación
debe hacerse siempre en forma lí-
quida (en solución). Los dosificado-
res que manejan productos secos
(en polvo o granulares) incluyen
una cámara de mezcla en donde
se realiza la preparación de la solu-
ción en forma instantánea. Los más
usados se muestran en la Tabla 23.

Tabla 23. Tipos más comunes de dosificadores de sustancias

usadas en coagulación.

Según sustancia química Tipo Características

De cilindro o disco rotatorio
Volumétricos (por volumen) De tornillo
En Seco De cinta
De cinta
Gravimétricos (por peso)
De balanza
Gravedad De orificio
De pistón
En Solución
Volumétricos De diafragma
Peristálticos

(Elaborada por el autor)

Todos estos dosificadores permiten tancias químicas para la coagula-

graduar su descarga de acuerdo ción a ser aplicadas, obtenidas en
a las cantidades necesarias de sus- las pruebas de jarras efectuadas.

99
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 22. Dosificadores “Rotodip”. Potabilizadora Francisco Wiesner, Bogotá

D.C., Colombia.

Foto 23. Dosificadores en seco gravimétricos. Potabilizadora de Tibitoc.

Bogotá D.C., Colombia.

100
Potabilización Del Agua

Foto 24. Dosificadores gravimétricos con cámara de disolución.

Potabilizadora La Laguna, Bogotá D.C., Colombia.

Ilustración 7. Dosificador gravimétrico de cinta transportadora (Programa

Regional HPE/OPS/CEPIS del mejoramiento de la calidad del agua para
consumo humano, 1992).

101
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 8. Dosificador volumétrico de tornillo giratorio (Programa

Regional HPE/OPS/CEPIS del mejoramiento de la calidad del agua para
consumo humano, 1992).

Foto 25. Dosificador de orificio, por gravedad, para sulfato de aluminio

en solución. Potabilizadora Tibitoc. Bogotá D.C., Colombia.

102
Potabilización Del Agua

Foto 26. Dosificador en solución, volumétrico de diafragma.

Imagen tomada de: http://www.bluwhite.com

Foto 27. Dosificador en solución, volumétrico peristáltico.

Imagen tomada de: http://www.bluwhite.com

Ilustración 9. Instalación típica de un sistema de dosificación de sustancias

químicas en potabilizadoras pequeñas. Imagen tomada del catálogo de
Blue-White Industries. Chem-Pro Series C3F y C3V.

http://www.bluwhite.com. Modificada por el autor.

103
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 28. Dosificador flotante de orificio variable y carga fija.

Ilustración 10. Instalación de un dosificador flotante de orificio variable y

carga fija (Organización Panamericana de la Salud/COSUDE, 2007).

104
Potabilización Del Agua

Diseño de mezcladores
rápidos

P
ara lograr una dispersión
instantánea del coagulante
aplicado, se proyectan es-
tructuras de mezcla rápida o se
aprovecha un punto de alta tur-
bulencia de flujo, si existiere un
lugar adecuado.
Esta mezcla rápida puede efec-
tuarse por:
• Dispositivos mecánicos (héli-
ces, turbinas o paletas)
• Dispositivos hidráulicos (resalto
hidráulico, caídas de agua o
dispersores)

Foto 29. Mezcla rápida hidráulica en un vertedero tipo Creager.

Valledupar, Colombia.

105
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 30. Mezcla rápida hidráulica en un vertedero triangular (Thompson). Se

aprovecha también como dispositivo de aforo.
Potabilizadora de Rio Negro, Santander. Colombia.

En cualquier caso, los cuartos 7.1 MEZCLADORES RÁPIDOS ME-

para la preparación de las sustan-
cias químicas (cuartos de dosifica-
ción), deben ubicarse lo más cer-
ca posible de la zona de mezcla
rápida con el fin de evitar largos
tramos de líneas de alimentación
de estas sustancias y, mucho más,
si se está suministrando cal como
alcalinizante debido a que se au-
menta el riesgo de obstrucción de
la tubería.
CÁNICOS
Son tanques de sección circular
o cuadrada en donde el agua es
agitada, aprovechando la energía
de un motor que mueve una turbina
tipo hélice o un conjunto de paletas.
Las hélices, similares a las propelas
de un barco, generan corrientes
axiales muy fuertes y giran a velo-
cidades de hasta de 2.000 RPM19

19. Revoluciones por minuto.

106
Potabilización Del Agua

(Metcalf & Eddy, Inc., 1979) y los 150 RPM, dado que tienen mayor
impulsores de paletas giran hasta área de contacto con el agua.

Ilustración 11. Ejemplo de un mezclador rápido mecánico de 2 cámaras

horizontales en serie.20

Ilustración 12. Ejemplo de mezclador rápido mecánico de 4 cámaras verticales.

20. Para este caso, el tiempo de contacto debe dividirse en dos y calcularse el gradiente para
cada cámara.

107
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 13. Ejemplo de mezclador rápido mecánico de una cámara.

En estas cámaras, para mejorar El gradiente de mezcla o de ve-

la mezcla, el agua ingresa por la
parte de abajo y sale por la par-
te de arriba, rebosando al canal
que conecta con los floculadores.
No es frecuente encontrar mezcla-
dores rápidos mecánicos en pota-
bilizadoras. Los elevados costos
de operación (consumo de elec-
tricidad) y mantenimiento (cambio
de piezas y repuestos) de estas
unidades han logrado que, en
países latinoamericanos, no sean
una opción recomendable.
locidad “G” hace referencia a
la cantidad de energía disipada
por el mezclador. Este gradiente
depende básicamente de la po-
tencia del motor, la viscosidad del
agua (en función de su tempera-
tura) y el volumen del tanque de
mezcla. Sus unidades de medida
son 1/segundo (s-1).
El gradiente es función también
del tiempo de mezcla, como lo
muestra la Tabla 24.

108
Potabilización Del Agua

Tabla 24. Gradiente de diseño según el tiempo de contacto en el mezclador

(AWWA)

Tiempo de contacto (s) G (s-1)

20 1.000

30 900

40 790

> 40 700

El INSFOPAL21 recomendaba, para

mezcladores mecánicos, los si-
guientes valores:

Tabla 25. Criterios de diseño recomendados por el INSFOPAL

Parámetro Valor o rango

Tiempo de contacto (s) 10 a 90

Número de Reynolds ≥ 100.000

Velocidad tangencial de las pale-

0,6
tas (m/s)

A pesar de estos criterios, lo más El gradiente de velocidad o la

común es emplear cámaras de potencia requerida en la mezcla,
mezcla sencillas (Ilustración 13) puede calcularse con la siguiente
con tiempos de contacto de 20 se- ecuación:
gundos y gradientes de 1.000 s-1;
el mismo Hudson recomendaba [7.1]
que los tiempos fueran lo más bajos
posibles y el gradiente no menor a
este valor.

21. Instituto de Fomento Municipal.

109
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Donde, [7.2]

G Gradiente (s-1)
P Potencia del mezclador22 (W)
µ Viscosidad dinámica del agua
(Pa*s)
V Volumen del tanque de mez-
cla (m3)
La potencia desarrollada por el mez-
clador o la velocidad de rotación se
estima con la siguiente expresión:
Donde,
P Potencia teórica requerida (W)
ρ Densidad del agua (kg/m3)
N Revoluciones por segundo (RPS)
d Diámetro del impulsor (m)
K Constante que depende del
tipo de impulsor (dado por el
fabricante)

Tabla 26. Valores de K para algunos tipos de impulsores (en régimen turbulento)

Tipo de impulsor (turbina) K

Hélice de 2 o 3 aletas (ovoides) 1,00

Turbina de 6 aletas planas (ovoides) 6,30

Turbina de 6 aletas curvas (ovoides) 4,80

Turbina ventilador de 6 aletas

1,65
(ovoides)

Turbina de 2 paletas planas

1,70
(rectangulares)

Debe considerarse un factor de Con este cálculo se busca donde el

servicio “Fd” del equipo (motor)
que puede oscilar entre 2,0 y 4,0,
ya que éste necesita funcionamien-
to permanente. Así se puede calcu-
lar la potencia real “PR”:
proveedor, la potencia comercial-
mente disponible del motor.
El Número de Reynolds (Re) puede
calcularse con:

[7.3] [7.4]

22. 1 W (watt) = 1,34x10-3 HP (caballos de fuerza)

110
Potabilización Del Agua

Tabla 27. Densidad, viscosidad dinámica y viscosidad cinemática del agua a

diferentes temperaturas
Densidad Viscosidad dinámica Viscosidad cinemática
Temperatura
ρ (kg/m3) µ (Pa*s) ʋ (m2/s)
5 °C 1.000,0 1,52 x 10-3 1,52 x 10-6
10 °C 999,7 1,31 x 10 -3
1,31 x 10-6
15 °C 999,2 1,14 x 10-3 1,14 x 10-6
20 °C 998,3 1,01 x 10-3 1,01 x 10-6

25 °C 997,1 8,91 x 10-4 8,91 x 10-7

30 °C 995,7 7,99 x 10-4 7,99 x 10-7

35 °C 994,1 7,20 x 10-4 7,20 x 10-7

Las recomendaciones de dimen- En estas cámaras de mezcla debe

sionado de mezcladores rápidos
mecánicos dadas por Richter (Ro-
mero Rojas, Acuianálisis, 1989),
se establecen en la Tabla 28.
dejarse una pendiente de fondo
y, al igual que en todas las uni-
dades de la potabilizadora, debe
instalarse una válvula de purga o
vaciado, antes del vertedero, que
permita su limpieza.

Tabla 28. Criterios de dimensionamiento para mezcladores mecánicos

Relaciones para mezcladores rápidos

mecánicos

D = diámetro del tanque de mezcla

d = diámetro de la turbina (descrita por las paletas)
H = profundidad del agua en el tanque de mezcla
h = altura de la turbina sobre el fondo del tanque de mezcla
B = longitud de las paletas de la turbina
w = ancho de las paletas de la turbina
e = ancho de las pantallas (pestañas) o estatores para evitar la formación de vórtice

111
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

La componente tangencial del flu- vórtice puede ser eliminado colo-

jo, inducida por el giro de la tur-
bina, genera un movimiento de ro-
tación alrededor del eje, llamado
vórtice, el cual deteriora la calidad
hidráulica de la mezcla al poner
toda la masa de agua a girar a
la misma velocidad del agitador
sin que se produzca mezcla. Este
cando pequeñas pantallas (pes-
tañas) o estatores en las paredes
del tanque de mezcla, los cuales
disminuyen la rotación de la masa
de agua y generan corrientes cru-
zadas que mejoran la turbulencia,
lo que resulta beneficioso para la
mezcla rápida.

Ilustración 14. Ubicación de los estatores en mezcladores de sección cuadrada o

circular (vista en planta).

Algunos autores proponen la si- [7.5]

guiente fórmula para calcular la
dosis óptima de sulfato de alumi-
nio o para calcular gradiente y
tiempo óptimo de mezcla a partir
de la dosis de alumbre. No obstan- Donde,
te, debe ser usada con suma pre-
caución ya que esta expresión fue G Gradiente (s-1)
deducida de ensayos de laborato- To Tiempo óptimo mezcla (s)
rio, empleando turbiedad artificial C Dosis óptima de sulfato de
provocada con carbón activado. aluminio (mg/L)

112
Potabilización Del Agua

Los mezcladores rápidos mecá- Se determina el diámetro del tan-

nicos tienen ventaja sobre los hi- que de mezcla, empleando la fór-
dráulicos en que pueden variar el mula del volumen de un cilindro,
gradiente de mezcla, modifican- asumiendo que el tanque de mez-
do la velocidad de agitación de cla tendrá una altura “H” igual a
su turbina. Esto es especialmente su diámetro “D”.
útil a causa de las variaciones de
caudal que tiene la planta durante
su periodo de diseño (menor cau-
dal al inicio y máximo al final).
No obstante, su principal desven- Como H = D, entonces
taja es la dependencia energética
que poseen y, por ende, los costos
asociados a este consumo.

EJEMPLO 7.1

Dimensionar un mezclador con tur-

bina de 6 aletas planas (K = 6,3),
que trata un caudal de 250 L/s,
cuya agua presenta una tempe-
ratura media de 15 °C (ρ=999,2
kg/m3 y µ=1,14x10-3 Pa*s).
El diámetro del impulsor, siguien-
do las recomendaciones de Rich-
ter, será:

SOLUCIÓN:

Se asumen los siguientes valores

de gradiente y tiempo de contacto
según la AWWA: G = 1.000 s-1 y
T = 20 s, los cuales son los más
recomendables. La potencia requerida para el mo-
tor puede calcularse despejando
Se calcula el volumen del tanque su valor en la ecuación de gra-
de mezcla rápida. diente (7.1), así:

113
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Despejando, Siguiendo las recomendaciones

de Richter, el ancho de las paletas
de la turbina será:

Dado que los motores nunca de-

sarrollan su máxima potencia sino
en condiciones ideales y, adicio-
nalmente, previendo desgaste del
motor en el periodo de diseño,
esta potencia debe ser afectada
por un factor de servicio “Fd”, que
se asume del orden de 3,5, y se
recalcula la potencia requerida
“PR”, así:
Asumiendo una relación de h/d =
1, entonces la altura de la turbina
sobre el fondo del tanque de mez-
cla será:
La longitud de las paletas de la
turbina será

Se busca, entonces, un valor de El ancho de los estatores para evi-

potencia comercialmente disponi- tar el vórtice:
ble, inmediatamente por encima
del valor de la potencia real re-
querida calculada; por ejemplo,
30 HP.
Se verifica el valor del Número de
La velocidad de rotación se calcu- Reynolds:
la con la ecuación 7.2, usando la
potencia teórica:

Como 724.384 > 100.000, el Nú-

mero de Reynolds es aceptable.
Despejando,
Se presentan las dimensiones del
tanque de mezcla:

114
Potabilización Del Agua
7.2 MEZCLADORES RÁPIDOS HI-
DRÁULICOS
Estos mezcladores se usan, frecuen-
temente, en caudales inferiores a
los 1.000 L/s. Aprovechan la turbu-
lencia generada por un resalto hi-
dráulico o por una caída de agua,
en cuyo caso debe contarse con su-
ficiente cabeza (altura) disponible;
en caso contrario, se prefiere el uso
de Canaletas Parshall u otros dispo-
sitivos que generen resalto.
Las Canaletas Parshall son reco-
mendables sólo por encima de
23. Aunque algunos autores aceptan el uso de los vertederos rectangulares a partir de caudales de
6 L/s y los vertederos triangulares, por debajo de este valor (Terraza Aragón, 1981).
115
los 100 L/s, ya que con caudales
menores es difícil obtener un resal-
to efectivo y estable, aunque esto
es aún materia de discusión. Los
vertederos rectangulares se usan
para caudales de diseño23 entre
50 y 150 L/s y los vertederos
triangulares se recomiendan por
debajo de los 50 L/s.
Para caudales a partir de 1.000
L/s se recomienda usar vertede-
ros tipos Creager o Wes Están-
dard, muy usados en el diseño
de vertederos de rebose para
represas.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Tienen ventaja sobre los mezcla-
dores mecánicos por cuanto no
requieren de gasto energético
adicional al de la gravedad, ni
necesitan de equipos, repuestos
o piezas móviles asociadas que
necesiten cambio frecuente.
Algunos de los dispositivos de
mezcla rápida hidráulica son:
• Vertederos
• Canaleta Parshall
• Rampas de mezcla
• Tubos Vénturi
Tabla 29. Parámetros de diseño para mezcladores rápidos hidráulicos
Parámetro
Gradiente de mezcla (s-1)
Tiempo óptimo de mezcla (s)
Número de Froude
Deben evitarse gradientes entre 800
y 1.000 s-1 ya que crean condiciones
inestables y mezcla inapropiada.
7.2.1 MEZCLA RÁPIDA EN VERTE-
DEROS – MÉTODO DE RICHTER
Esta metodología de diseño fue
formulada por Richter (Richter
116
• Dispersores de tubos perfo-
rados
• Tanques con bafles de mezcla
• …
En el presente texto sólo se profun-
dizarán los cálculos para mezcla
rápida en vertederos, se darán re-
comendaciones para la elección de
las canaletas Parshall y se hablará
brevemente de los dispersores.
Para mezcladores rápidos hidráuli-
cos, se detallan los parámetros de di-
seño más relevantes, en la Tabla 29.
Valor o rango
1.000 a 3.000
1 a 5 (preferible ≤ 1)
4,5 a 9,0
C., Mezcla rápida en vertederos
rectangulares, 1981), conside-
rando:
• Vertedero sin contracciones y
caída libre
• Relación P/hc > 3 con el fin
de que el vertedero sirva tam-
bién como aforador.
Potabilización Del Agua

Ilustración 15. Resalto hidráulico en un vertedero.

Como se aprecia en la Ilustración [7.8]

15 y empleando de aquí en ade-
lante las unidades del sistema inter-
nacional, el punto de máxima tur-
bulencia se encuentra a la distancia
“Lm” (en metros), medida desde la Donde,
pared del vertedero; puede calcu-
larse de forma aproximada me- g aceleración de la gravedad
diante la ecuación de Scimeni, así: (= 9,81 m/s2)

[7.6] El caudal unitario “q” (en m3/

Empleando la altura crítica de flu-
jo “hc”, (en metros) la ecuación de
Scimeni puede transformarse en:
[7.7]
La profundidad crítica de flujo
“hc” (en metros) es:
m*s) corresponde al caudal “Q”
(en m3/s) por unidad de ancho
del vertedero “B” (en metros), así:
[7.9]
La profundidad del agua en la sec-
ción de máxima turbulencia “h1”
(en metros) se relaciona con la pro-
fundidad crítica “hc” (en metros)
mediante la expresión de White:

117
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
[7.10]
La profundidad después del resal-
to “h2” (en metros) es:
[7.11]
Donde el número de Froude “F1”,
que debe estar comprendido en-
tre 4,5 y 9,0 para tener un resalto
estable y una mezcla eficiente, es:
[7.12]
Donde,
g aceleración de la gravedad
(= 9,81 m/s2)
La velocidad “V1” (en m/s) es:
[7.13]
La velocidad “V2” (en m/s) es:
[7.14]
La pérdida de energía “h” (en me-
tros) en el resalto puede estimarse
con la fórmula de Belanger:
118
[7.15]
La longitud del resalto “Lj” (en me-
tros), para resalto estable, se cal-
cula con la expresión de Smetana:
[7.16]
El tiempo de mezcla “T” (en se-
gundos) se calcula así:
[7.17]
La velocidad media del resalto
“Vm” (en m/s) se calcula:
[7.18]
Finalmente, el gradiente de mez-
cla “G” (en 1/s):
[7.19]
Donde,
γ Peso específico del agua
(= 9800 N/m3)
µ Viscosidad dinámica del agua
que depende de la temperatu-
ra (N*s/m2)
Potabilización Del Agua
7.2.2 MEZCLA RÁPIDA EN VER-
TEDEROS – MÉTODO
LOZANO-RIVAS
Previendo la dificultad de estimar a
priori los valores de altura de caída
“P” y del ancho del vertedero “B”
para lograr el gradiente de mezcla
requerido y con la posibilidad de
que, después de aplicar las 13 ex-
presiones del método de Richter, el
gradiente no sea suficiente y tengan
que ser replanteados los valores
asumidos, el ingeniero Lozano-Ri-
vas presenta el siguiente método,
que es una simplificación gráfica
del método de Richter, a manera de
cálculo de predimensionamiento.
Tiene las siguientes características:
• Es aplicable para caudales en-
tre 0,1 y 500 L/s
Gráfica 3. Caudales unitarios recomendados para mezcla rápida en vertederos
con caudales entre 0,1 y 1 L/s. Método de Lozano-Rivas.
119
• Proporciona gradientes entre
1.100 y 2.200 s-1.
• Genera tiempos de mezcla en-
tre 0,30 y 1,2 segundos
• Número de Froude = 5,3 para
todos los valores
• Para todos los valores, P/hc
> 3, de manera que el mez-
clador también sirve como
aforador (hc = altura crítica
de flujo).
• Está diseñado para vertede-
ros rectangulares, no obstan-
te, puede ser aplicado a otras
formas de vertedero sin incu-
rrir en un error excesivo.
El procedimiento para aplicar este
método es el siguiente:
1) A partir del caudal de diseño,
se ingresa a la curva correspon-
diente (Gráficas 3, 4 y 5).
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Gráfica 4. Caudales unitarios recomendados para mezcla rápida en vertede-

ros con caudales entre 1 y 10 L/s. Método de Lozano-Rivas.

Gráfica 5. Caudales unitarios recomendados para mezcla rápida en vertede-

ros con caudales entre 10 y 500 L/s. Método de Lozano-Rivas.

120
Potabilización Del Agua

2) Estas gráficas sugieren un va- [7.21]

lor de caudal unitario “q” (en
m3/m*s), para cada caudal de
diseño “Q”, con las condiciones
óptimas de gradiente y tiempo de
mezcla, con una relación P/B que
evita las caídas de agua excesiva-
mente altas.
5) La distancia en que se produ-
ce el punto de mayor turbulencia
“Lm” (en metros), para aplicación
del coagulante, puede estimarse
con la siguiente expresión:

3) Se toma el valor de “q” suge- [7.22]

rido, marcado por la curva, y se
calcula la caída de agua “P” (en
metros), con la siguiente expresión:
[7.20]
Valores mayores de “q” produci-
rán mayores gradientes pero tam-
bién, caídas más altas.

En la Tabla 30 se exponen algu-

nos valores de las características
de la mezcla, obtenidas del méto-
4) El ancho del vertedero “B” (en do de Lozano-Rivas, para diferen-
metros) será: tes caudales.

Tabla 30. Valores de características de la mezcla rápida obtenidas del método

de Lozano-Rivas, para algunos caudales

Q q G T
P/B
(L/s) (m3/s*m) (1/s) (s)
0,1 0,009 1116 18,0 0,31
0,2 0,009 1116 9,0 0,31
0,3 0,009 1116 6,0 0,31
0,5 0,012 1116 3,0 0,31
1 0,015 1216 3,7 0,37
5 0,032 1379 2,6 0,47
10 0,049 1481 2,8 0,55
20 0,072 1579 2,6 0,62
50 0,126 1733 2,6 0,75
100 0,189 1855 2,6 0,86
500 0,502 2182 2,7 1,19

121
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

EJEMPLO 7.2 El ancho del vertedero “B” según

la ecuación 7.21:
Calcular las características de
una mezcla rápida hidráulica en
un vertedero rectangular para un
caudal de 120 L/s a 15 °C.

SOLUCIÓN: La distancia en la que se presenta

la máxima turbulencia “Lm” y que
Empleando el método gráfico de corresponde al punto teórico de
Lozano-Rivas, se toma el valor
aplicación del coagulante, según
sugerido de caudal unitario “q”,
la ecuación 7.22, será:
según la gráfica:

Se calcula la caída de agua “P”,

con la ecuación 7.20:

Verificando, mediante el método

de Richter, las otras características
de mezcla son:

Pérdida de energía (h) 0,42 m

Altura crítica (hc) 0,17 m

Longitud del resalto (Lj) 1,96 m

Velocidad media en el resalto (Vm) 2,21 m/s

Tiempo de mezcla (T) 0,89 s

Gradiente de mezcla (G) 1.887 s-1

7.2.3 MEZCLA RÁPIDA EN CA- dispositivos de mezcla y aforo

NALETAS PARSHALL que tienen, sucesivamente, una
sección convergente, una gar-
Introducida por R. L. Parshall en ganta (un estrechamiento con caí-
1920, las canaletas Parshall son da en el fondo) y una sección di-

122
Potabilización Del Agua

vergente (con elevación gradual lencia requerida para efectuar

en el fondo), en donde se crean
variaciones de flujo subcrítico –
hipercrítico – subcrítico, lo cual
crea, en la garganta, un resalto
hidráulico que genera la turbu-
una mezcla rápida. Su uso de-
bería restringirse a caudales por
encima de los 100 L/s ya que,
en caudales menores, el resalto
podría no ser eficiente.

Ilustración 16. Planta y corte de una canaleta Parshall (Lozano-Rivas, 2013).

Adaptado de Briones y García (2008).

En caso de optarse por una cana- preciso, con un dimensionamiento

leta Parshall, deberá adquirirse
prefabricada (generalmente dispo-
nibles en fibra de vidrio) y nunca
construirla in situ. La razón de ele-
girla por catálogo, con una empre-
sa fabricante confiable, obedece a
que es un dispositivo sumamente
muy sensible, cuya hidráulica varía
drásticamente por diferencias de
milímetros en una cualquiera de las
secciones y ésta es una situación
extremadamente difícil de controlar
cuando se funde la estructura usan-
do formaletas o encofrados.

123
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 31. Canaleta Parshall construida in situ. Este es un error frecuente en

las potabilizadoras.

Al igual que los vertederos, puede Su elección, además de satisfacer

usarse también como dispositivo
de aforo (medición de caudales)
verificándose la diferencia de las
alturas de la lámina de agua en
las secciones convergente y gar-
ganta, usando piezómetros late-
rales. A diferencia de los vertede-
ros, la canaleta es autolimpiante
y no acumula sedimentos en su
estructura, por lo cual se prefiere
su aplicación sobre otro tipo de
medidores en estaciones depura-
doras de aguas residuales.
un rango de caudal, debe hacer-
se cuidando la generación de gra-
dientes no inferiores a 1.000 s-1
y preferentemente, superiores. Un
ejemplo de catálogo (parcial) de
una canaleta Parshall, es presen-
tado en el Anexo 124.
Valores de pérdidas de carga
para diferentes anchos de gar-
ganta “W” y caudales en cana-
letas Parshall, se muestran en la
Gráfica 6.

24. El autor aclara que no tiene ningún tipo de vínculo personal y, mucho menos, un interés comer-
cial con la firma dueña del catálogo presentado.

124
Potabilización Del Agua

Gráfica 6. Pérdidas de carga en canaletas Parshall

Debe considerarse siempre que
en las canaletas Parshall –para
un mismo ancho de garganta–,
se presenta un amplio rango de
caudales en los que será útil como
aforador; sin embargo, no es así
cuando se quiere que cumpla una
función efectiva como mezclador,
en cuyo caso, los rangos son muy
restrictivos.
Como referencia al seleccionar el
tamaño de la garganta en la cana-
leta Parshall que asegure gradien-
tes de mezcla no inferiores a 1.000
s-1, el autor (Lozano-Rivas) propone
los siguientes valores (Tabla 31).

Tabla 31. Criterio de selección de una Canaleta Parshall como mezclador

rápido hidráulico (Lozano-Rivas)

Caudal Mínimo Caudal Máximo Ancho de garganta “W” máximo

(L/s) (L/s) (cm)
5 12 5,08
12 55 7,62
55 85 15,24
85 140 22,86

[7.23]

140 2500 Donde,

Wmax Ancho de garganta máximo (cm)

Q Caudal de trabajo (L/s)

125
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Adicionalmente, deberá cuidarse 7.2.4 MEZCLA RÁPIDA EN DIS-

que:
• La velocidad mínima en la
garganta sea de 2 m/s.
• La velocidad mínima del
efluente de la canaleta sea de
0,75m/s.
• El número de Froude esté en-
tre 4,5 y 9,0 o entre 1,7 y
2,5. Esto asegura un resalto
estable.
PERSORES
Estos dispositivos han tenido una
amplia acogida en los últimos años,
como elementos efectivos para ge-
nerar una difusión rápida y apropia-
da de los coagulantes. Son elemen-
tos acoplados a tuberías o insertos
en canales, los cuales están dotados
de varios orificios para la aplicación
repartida de la sustancia química
deseada en toda el área de flujo.
Entre mayor cantidad de puntos de
aplicación se tenga, más rápida y
uniforme será la dispersión.

Ilustración 17. Sistema de inyección de coagulantes en el tubo (Arboleda

Valencia, Teoría y práctica de la purificación del agua, 2000).

Para su instalación en canales, abajo del dispersor sino también

estos dipersores pueden ser
construidos a manera de malla
hecha de tubos con perforacio-
nes. En las tuberías, se pueden
conseguir comercialmente estos
dispositivos que se acoplan igual
que una válvula. Estos mezcla-
dores consiguen turbulencia no
sólo por el flujo trenzado aguas
por el impacto del agua sobre
la estructura o malla del propio
dispersor, siendo esta última la
de mayor influencia en la mez-
cla. Vrale & Jordan, encontraron
eficiencias de mezcla mayores
en estos dispersores que en los
mezcladores mecánicos (Vrale &
Jordan, 1971).

126
Potabilización Del Agua

Foto 32. Difusor hecho con una malla metálica a la cual se han anclado cua-
tro tuberías de PVC con perforaciones para la aplicación del coagulante en el
canal de entrada de la potabilizadora Tibitoc. Bogotá D.C., Colombia.

Debe tenerse en cuenta que estos potabilizadora no hay ninguna

dispositivos pueden obstruirse,
razón por la cual deberían estar
restringidos al uso exclusivo con
coagulantes líquidos, lo cuales no
tienen las impurezas de las pre-
sentaciones en grano o en polvo.
7.3 CONEXIÓN DE LA CÁMARA
DE AQUIETAMIENTO Y EL CANAL
DE ENTRADA CON EL DISPOSITI-
VO DE MEZCLA RÁPIDA
Como se explicó en el Capítulo
5, para canales de entrada a la
razón técnica para establecer
un criterio de velocidad, dado
que están ingresando aguas que
no transportan arenas ni otras
partículas discretas, las cua-
les ya han sido retiradas en el
desarenador. De esta manera, y
para no efectuar cambios inne-
cesarios de sección en el canal
de entrada, deberá dimensio-
narse, primero, el dispositivo de
mezcla rápida y, luego, el ca-
nal de entrada y la cámara de
aquietamiento (en caso de que

127
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
se requiera esta última). Las con-
sideraciones generales se mues-
tran a continuación.
Para dispositivos de mezcla rápi-
da hidráulica: deberá diseñarse,
primero, el vertedero de mezcla rá-
pida o elegirse la canaleta Parshall
que será instalada, y el ancho de
este dispositivo de mezcla rápida
hidráulica será el mismo ancho del
128
canal de entrada. Aún este criterio
podría definir el ancho de la cá-
mara de aquietamiento.
Para dispositivos de mezcla rápi-
da mecánica: se diseñará la cá-
mara de aquietamiento (en caso
de requerirse) y el ancho calcu-
lado para esta cámara (Capítulo
4.5) se podrá tomar como ancho
de canal de entrada.
Potabilización Del Agua
Diseño de mezcladores
lentos o floculadores
C
omo se vio en el Capítulo
6, las partículas coloida-
les, una vez desestabiliza-
das, deben ser aglomeradas en
coágulos, llamados flocs o flócu-
los, que se van incrementando en
tamaño, de manera que alcan-
cen el peso necesario para poder
ser eliminados en un proceso de
sedimentación.
Para facilitar e incrementar la
oportunidad de encuentro o de
contacto entre los coloides deses-
tabilizados es necesario proveer
a la masa de agua de una mezcla
suave, con gradientes de mezcla
que no rompan los flóculos que se
van formando ya que, si la agi-
tación es muy fuerte y rompe los
conglomerados, difícilmente vol-
verán a formarse con las caracte-
129
rísticas requeridas para su elimi-
nación en los sedimentadores.
Argaman y Kaufman (Richter C.
A., Teoría de Floculación: Manual
de Instrucción, 1981) demostra-
ron que si bien la eficiencia de
floculación aumenta con un ma-
yor número de compartimentos o
zonas con diferentes gradientes
en orden decreciente (y se reduce
el tiempo para obtener los mismos
resultados respecto de flocula-
dores con un solo gradiente), la
posibilidad de fragmentación de
los flóculos determina, para cada
caso, un gradiente y un tiempo
máximos por encima de los cuales
el floc preformado se desintegra.
Estos investigadores encontraron
también que se presenta un pe-
riodo de tiempo antes del cual
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
no hay floculación, independien-
temente del valor de gradiente
utilizado.
El fenómeno de la floculación pue-
de dividirse en:
8.1 TIPOS DE FLOCULADORES
a. Floculación pericinética: que
corresponde al contacto entre
los coloides desestabilizados,
causado por los movimientos
erráticos de estos y cuyo origen
se explica –entre varios facto-
res–, por la energía térmica e
iónica del agua; esta tenden-
cia cinética es conocida como
movimiento browniano. No
obstante, este fenómeno no es
muy eficiente en la formación
del floc en potabilizadoras.
b. Floculación ortocinética: que
corresponde al contacto entre
las partículas coloidales des-
estabilizadas, propiciado por
la suave agitación del agua,
inducida por el movimiento de
una turbina o por variaciones
de la dirección del flujo en un
dispositivo hidráulico. En este
caso, la formación de flóculos
se da con mayor facilidad.
Una vez se haya efectuado la mez-
cla rápida con la aplicación del
coagulante y, eventualmente, otras
sustancias como coadyuvantes de
25. No deja de ser curioso que en Japón, hace muchos años, reemplazaron los floculadores
mecánicos por floculadores hidráulicos de forma que, actualmente, sólo se diseñan de este tipo.
130
floculación o ajustadores de pH,
los coloides deben ponerse en con-
tacto unos con otros mediante una
mezcla lenta y prolongada, llama-
da también: floculación.
Al igual que la mezcla rápida, la
mezcla lenta puede hacerse me-
diante dispositivos mecánicos o
hidráulicos25.
Entre los floculadores hidráulicos,
los más usados son tanques divi-
didos por tabiques, mamparas o
pantallas dispuestas para gene-
rar en el agua un flujo horizontal
(zig-zag en “va y viene”) o ver-
tical (zig-zag en “sube y baja”),
de manera que el agua tiene que
efectuar varios recorridos de dere-
cha a izquierda (pasando por los
extremos libres entre los tabiques
y el muro lateral de la unidad) o
de arriba abajo (por encima y por
debajo de los tabiques) a lo largo
de la unidad.
Los hidráulicos de flujo horizon-
tal se usan, más frecuentemente,
para caudales inferiores a los
50 L/s, mientras que los hidráuli-
cos de flujo vertical, con profun-
didades mayores, entre 2 y 3 m,
para caudales entre los 50 y los
1.000 L/s.
Potabilización Del Agua
Una de las mayores desventajas
de los floculadores hidráulicos es
su poca flexibilidad en el control
de los gradientes de mezcla para
caudales variables26. Así mismo,
se cuentan los valores relativa-
mente altos de pérdida de carga
que pueden oscilar, dependiendo
del diseño, entre 20 y 120 cm.
Sin embargo, resultan ventajosos
en tanto que no requieren de su-
ministro de energía eléctrica, re-
puestos, reparaciones de piezas y
equipos, entre otras cosas, lo cual
reduce ostensiblemente los costos
de mantenimiento y operación.
Existen otros tipos de floculadores
hidráulicos (e.g., Cox, Alabama),
de uso importante, al menos en
Colombia, los cuales se explica-
rán más adelante. También hay
algunos, todavía en etapa expe-
rimental (e.g., helicoidal, medio
granular), que no se incluyen aquí
por cuanto se escapan del alcan-
ce de este libro.
Otra de las grandes ventajas es
que los floculadores hidráulicos
(en especial los de tabiques) no
presentan cortocircuitos, razón
por la cual el tiempo de retención
real es prácticamente idéntico al
nominal y el periodo óptimo ob-
tenido en los ensayos de tratabi-
26. Es claro que si el caudal de trabajo de la potabilizadora varía, variará la velocidad de flujo
en el floculador y, por tanto, el gradiente de mezcla y el tiempo de retención hidráulica.
131
lidad o en las pruebas de jarras
puede trasladarse con mismo va-
lor a la unidad real o viceversa.
En los floculadores mecánicos se
induce la mezcla lenta en el agua
mediante el movimiento de unas
paletas ancladas a un motor, cuyo
eje puede ser vertical u horizontal.
En estos casos se recomienda que
el motor que induce el movimiento
rotacional en el agua tenga control
de velocidad, de manera que pue-
dan hacerse ajustes en el gradiente
de mezcla, según el caudal de tra-
bajo de la potabilizadora o acorde
con las necesidades demandadas
en caso de que se presenten cam-
bios imprevistos en la calidad del
agua durante el periodo de diseño.
Entre las desventajas de los flo-
culadores mecánicos están los
elevados gastos energéticos y sus
consecuentes costos en operación
y mantenimiento; mientras que su
fortaleza radica en la facilidad
para hacer control del gradiente
de mezcla mediante cambios en la
velocidad de giro de las paletas.
Otro inconveniente y, quizá, el de-
fecto más marcado de los flocula-
dores mecánicos es que presentan
muchos cortocircuitos que inciden
en la eficiencia del proceso. Se-
gún Hudson y Wolfman (1967),
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
una parte del agua sin una buena
formación de flóculos abandona
las cámaras de mezcla con dema-
siada prontitud, mientras que otra
parte puede quedar retenida por
periodos de tiempo excesivamen-
te largos (Arboleda Valencia, Teo-
ría y práctica de la purificación
del agua, 2000).
8.2 CONSIDERACIONES GENE-
RALES PARA EL DISEÑO DE FLO-
CULADORES
a. El número de colisiones o tasa
de encuentro entre coloides
desestabilizados es depen-
diente del gradiente de mez-
cla generado. Dicho de otra
forma: la efectividad en la for-
mación del floc dependerá del
gradiente o de los gradientes
usados en la mezcla lenta.
b. Los tiempos de mezcla len-
ta no deben ser muy largos
ya que pueden causar, entre
otros: rotura del floc preforma-
do, flóculos de sedimentación
pobre o sedimentación de los
flóculos en el floculador; esto
último debe evitarse ya que
no es simple la limpieza de
estas unidades y aún menos
en las hidráulicas.
c. Los tiempos de mezcla lenta
no deben ser tampoco muy
132
cortos ya que puede ocurrir
que no se alcance a formar un
floc de buen tamaño y peso.
d. La floculación es indispensa-
ble, especialmente en aguas
coloreadas y turbias.
e. Se ha demostrado que la
eficiencia del proceso es
mayor, en el floculador, si se
tienen 2 o 3 gradientes de-
crecientes a lo largo de la
unidad, en vez de un único
gradiente de mezcla.
f. Los gradientes óptimos de mez-
cla oscilan entre 20 y 60 s-1.
g. Para los floculadores mecá-
nicos, generalmente se usan
tres compartimientos (cada
uno con un gradiente distin-
to) separados por pantallas
perforadas que mejoren las
condiciones de flujo a pistón
y eviten cortos circuitos.
h. Aunque algunos autores
afirman que los floculadores
mecánicos de eje horizon-
tal proporcionan flocs más
grandes y pesados que las
unidades de eje vertical,
las cuales forman flocs pe-
queños aunque resistentes
a fuerzas cortantes, el autor
no ha encontrado evidencia
Potabilización Del Agua

científica de tal afirmación, entre 10 y 20 minutos, mien-

por lo que se requieren ma-
yores estudios.
i. En algunos casos, aguas de
difícil tratamiento y que dan
origen a flocs débiles podrían
manejar gradientes tan bajos
como 5 s-1; si, por el contra-
rio, los flocs preformados son
resistentes (según pruebas de
jarras), se podrían manejar
gradientes hasta de 100 s-1.
j. Una vez que el floc se forme en
el floculador, el flujo de agua
que lo contiene no debe ser so-
metido a cambios bruscos de
dirección, caídas, pasos res-
tringidos, entradas a tuberías
u otras situaciones que incre-
menten su velocidad o generen
turbulencia, con el fin de evitar
su rotura; de lo contrario, todo
el proceso se perdería.
k. Los tiempos de retención hi-
dráulica en el tanque flocula-
dor, generalmente varían entre
10 y 40 minutos y depende-
rán de la temperatura del
agua y del tipo de floculador.
Frecuentemente, en climas cá-
lidos (>20 °C) se usan tiempos
tras que, en climas fríos (<15
°C), los tiempos suelen superar
los 25 minutos27.
l. Deberán proyectarse, en lo
posible, 2 unidades por lo
menos. No obstante en po-
tabilizadoras muy pequeñas
podría aceptarse una sola
unidad.
m. El diseño de los floculadores,
como ya se dijo antes, debe
hacerse siempre con base en
los resultados de laboratorio
obtenidos de los ensayos de
tratabilidad, haciendo com-
binaciones de gradientes y
tiempos de mezcla, usando
un equipo de prueba de ja-
rras o, también, un prototipo
a escala de la potabiliza-
dora . No es recomendable
utilizar planos “típicos”, ni
hacer diseños “de escrito-
rio” asumiendo o asignando
valores de velocidades de
flujo, tiempos y gradientes
óptimos; solamente los en-
sayos de tratabilidad en la-
boratorio, permitirán definir
con certeza estos valores
(ver Anexo 2).

27. Estudios efectuados por Camp (Richter C. A., Teoría de Floculación: Manual de Instrucción,
1981) en 20 potabilizadoras de Estados Unidos encontró que los tiempos óptimos de floculación
estaban comprendidos entre 20 y 40 minutos, con un promedio de 37 minutos.
28. Aunque los prototipos y escalados piloto son una grandiosa herramienta para definir los pará-
metros de diseño, su alto costo impide, casi siempre, su aplicación.

133
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Tabla 32. Criterios generales de diseño de floculadores

Parámetro Valor o rango

Número mínimo recomendable de secciones o 2 secciones para hidráulicos
cámaras en el floculador con gradientes distintos 3 cámaras para mecánicos

Gradientes óptimos de mezcla (s-1) 20 a 60

Tiempos de retención hidráulica (min) 10 a 40

Número de Camp (Gradiente*Tiempo de retención

20.000 a 150.000
hidráulica)
2 para potabilizadoras pequeñas29
Número mínimo de unidades (recomendables) 3 para potabilizadoras grandes

El Número de Camp, producto de Por esta razón, en 1965, Hud-

la sumatoria del producto de los
gradientes y los tiempos de reten-
ción hidráulica (G*T), fue desa-
rrollado en 1955 por el ingeniero
Thomas Camp quien observó que,
en Estados Unidos, los floculado-
res que funcionaban satisfactoria-
mente tenían Números de Camp
entre 23.000 y 210.000. No
obstante, nunca se identificaron
las condiciones para optimiza-
ción del proceso de floculación
aunque, en muchos libros de tex-
to, aparece el Número de Camp
como criterio fundamental de
diseño sin aducir ninguna razón
práctica valedera. En realidad, el
Número de Camp sólo indicaría
que dos floculadores con Núme-
ros de Camp similares poseen la
probabilidad de lograr el mismo
número de choques entre coloides
desestabilizados; ahora, realmen-
te, esto no siempre ocurre así.
son formula una ecuación en la
que propone un valor C*G*T
(donde “C” es la concentración
de partículas: sumatoria del pro-
ducto del volumen de las partí-
culas de radio R por el número
de partículas de dicho radio
por unidad de volumen), que es
aislada posteriormente por Ives
(1968) y la cual es una relación
más acertada para caracterizar
la floculación. Es una relación
sumamente interesante de anali-
zar a nivel investigativo y de la-
boratorio pero, hasta ahora, no
muy útil a nivel práctico.
8.3 FLOCULADORES HIDRÁULI-
COS DE FLUJO HORIZONTAL
Este tipo de unidades se emplean
en potabilizadoras que manejan
caudales inferiores o iguales a los
50 L/s.

29. Si el sistema es muy pequeño será aceptable una sola unidad.

134
Potabilización Del Agua

Deben proyectarse, al menos, dos o mamparas del floculador hidráu-

unidades que funcionen en para- lico de flujo horizontal son:
lelo salvo que se pueda efectuar
filtración directa o que sea fácil • Hormigón (construídas in situ
suspender la entrada de agua o prefabricadas).
mientras se efectúan las labores • Fibra de vidrio.
de mantenimiento. • Plástico de alta densidad.
• Acero inoxidable.
Los materiales30 que más se em- • Madera
plean para los tabiques, pantallas

Foto 33. Floculador hidráulico de tabiques de flujo horizontal. Potabiliza-

dora de Tausa, Cundinamarca. Colombia

Los tabiques prefabricados y, tabiques de concreto construidos

aún más, los de fibra de vidrio,
plástico o acero, permiten ha-
cer reducciones en el área de
ocupación de las unidades de
floculación, comparados con los
in situ, los cuales demandan un
excelente cálculo estructural que
permita diseñarlos con poco gro-
sor pero sin sacrificar su resisten-
cia ni durabilidad.

30. Durante un largo tiempo, en potabilizadoras pequeñas, se usaron tejas de asbesto-cemento

como pantallas de floculadores y placas inclinadas de sedimentadores. No obstante, el asbesto o
amianto es hoy un material prohibido en muchos países por su relación con la aparición de cáncer
en vías respiratorias humanas. Aunque nunca se pudieron comprobar, de manera inequívoca, los
efectos nocivos sobre la salud, por vía digestiva, la noticia de su peligrosidad degeneró en mala
publicidad para este material, razón por la cual hoy está prohibido en más de 50 países de todo el
mundo, incluyendo todos los miembros de la Unión Europea (International Ban Asbestos Secretariat,
enero 6 de 2011).

135
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 18. Floculador hidráulico de tabiques de flujo horizontal con 3 zonas.

(Cánepa de Vargas L., Capítulo 6. Floculación), modificada por el autor31.

Tabla 33. Parámetros de diseño para floculadores hidráulicos de tabiques de

flujo horizontal

Parámetro Valor o rango

Caudal de diseño (L/s) ≤ 50

Gradientes óptimos de mezcla (s ) -1 20 a 60

Número de secciones con gradientes diferentes32 2a4

Tiempos de retención hidráulica (min) 10 a 40

Profundidad de la unidad 33
(m) 1,0 a 2,0 (usualmente de 1,6)

Velocidad de flujo entre los tabiques (m/s) 0,15 a 0,60

Debe ser igual a la pérdida de
Pendiente del fondo de la unidad34 carga obtenida en el cálculo

31. En esta ilustración no se aprecia ni la pérdida de carga en cada paso sucesivo ni la pendiente
de fondo que deberá ser igual a dicha pérdida.
32. La variación del gradiente y la velocidad debe ser gradualmente decreciente (mayor al principio
y menor al final).
33. Está limitada por las dimensiones de los tabiques.
34. Al mantener, en el fondo, una pendiente igual a la pérdida de carga, la altura del agua permanece
constante y, así mismo, el gradiente de mezcla.

136
Potabilización Del Agua
Si la disponibilidad financiera lo
permite, los tabiques deberían
ser removibles, móviles y ancla-
dos a rieles o guías en las pa-
redes del floculador, de manera
que permitan variar la sección de
paso y con esto la velocidad de
flujo y su gradiente de mezcla;
no obstante, en potabilizadoras
pequeñas, esta inversión podría
Ilustración 19. Corte de un floculador hidráulico de tabiques de flujo horizon-
tal. La pendiente del fondo es igual a la pérdida de carga calculada.
Una vez se hayan determinado,
en los ensayos de tratabilidad, los
valores óptimos para el gradiente
o la velocidad de flujo y el tiem-
po de retención hidráulica (ver
Anexo 2), se pueden aplicar las
siguientes expresiones.
137
no ser justificable, a no ser desde
el punto de vista de la facilidad
de limpieza.
La pendiente del fondo, además,
facilita la limpieza de la unidad.
Así mismo, deben proyectarse, al
igual que en todas las unidades,
válvulas que permitan el vaciado
completo de la unidad.
Los floculadores se diseñan, ini-
cialmente, como canales con una
longitud de:
[8.1]
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Donde,
L Longitud del canal de flocula-
ción (m)
V Velocidad media de flujo
(m/s)
T Tiempo de Retención Hidráu-
lica (min)
Las pérdidas de carga en los flo-
culadores hidráulicos de tabiques
se presentan, principalmente, por
dos causas:
• Cambios de sección, giros y
turbulencias (h1)
• Por fricción en los tramos rec-
tos (h2)
La pérdida total “H” se puede cal-
cular así:
[8.2]
[8.3]
Donde,
k Valor adimensional que de-
pende de la rugosidad de
los tabiques, el espaciamien-
to, la temperatura, la visco-
sidad del agua, la forma de
los tabiques en la punta (re-
dondeada o cuadrada), etc.
Según Cordón & Samayoa
138
(Arboleda Valencia, Teoría
y práctica de la purificación
del agua, 2000), este valor
es generalmente muy cerca-
no a 3.
N Número de tabiques
V Velocidad promedio del flujo
[8.4]
Donde,
n Coeficiente de Manning (se-
gún material de los tabiques.
Ver Tabla 19)
V Velocidad promedio de flujo
(m/s)
L Longitud total de recorrido en
los canales del floculador (m)
Rh Radio hidráulico (área/perí-
metro mojado) (m)
El gradiente de mezcla “G” pue-
de calcularse así:
[8.5]
Donde,
υ Viscosidad cinemática del
agua (Depende de la tem-
peratura. Ver Tabla 27 en
Cap.7) (m2/s)
Potabilización Del Agua
H Perdida total de carga (m)
T Tiempo de retención hidráulica
(s)
Adicionalmente, el gradiente y la
velocidad de flujo se relacionan
mediante la ecuación:
[8.6]
Donde,
n Coeficiente de rugosidad de
Manning
υ Viscosidad cinemática del agua
(Depende de la temperatura.
Ver Tabla 27 en Cap.7) (m2/s)
Ilustración 20. Relación de distancia entre tabiques y pared.
139
V Velocidad media de flujo
(m/s)
Rh Radio hidráulico (área/perí-
metro mojado) (m)
Aunque esta recomendación no
es absoluta, en los puntos de
cambio de dirección (giros), el
espacio entre el tabique y la pa-
red “E” debe ser 1,5 veces el es-
pacio entre tabiques “b”; esto se
debe a que, al usar el mismo an-
cho entre tabiques en este pun-
to, se genera una turbulencia tan
alta,que podría romper el floc
preformado. Debería verificarse
en estos puntos la velocidad de
flujo, de manera que no exceda
los 0,15 m/s.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 34. Floculador hidráulico de tabiques de flujo horizontal. Potabilizadora

de San Juan de Rio Seco, Cundinamarca, Colombia.

Tabiques prefabricados muy lar- en posición vertical (Lozano Bra-

gos (y/o muy altos) podrían re-
sultar inestables, especialmente
si son muy delgados o muy flexi-
bles, haciéndose necesario utili-
zar, en el extremo libre, un tiran-
te o tensor colocado por encima
del nivel del agua y anclado al
muro, para mantener el tabique
vo, 2013).
El Número de Camp “GT o
NCamp” (adimensional), para
todo el floculador, es:
[8.7]

140
Potabilización Del Agua

Mayores detalles de diseño, se

ilustran con el ejemplo 8.1.

EJEMPLO 8.1

Se proyecta un floculador hidráuli- El área transversal “A” de cada

co de flujo horizontal con un cau- canal, usando la ecuación de conti-
dal de diseño de 30 L/s a 15 °C nuidad, será:
(temperatura mínima esperada en
invierno; viscosidad cinemática =
1,14x10-6 m2/s). Los resultados
de los ensayos de tratabilidad,
efectuados para la floculación en
las pruebas de jarras, arrojaron
los siguientes resultados para una
unidad con 2 zonas, así: Los tabiques usados determinan la
altura del floculador. Si se deja un
• Zona 1: Velocidad “V” = borde libre de 10 cm (para que la
0,18 m/s y Tiempo de Re- placa no quede sumergida), los ta-
tención Hidráulico “T” de 9 biques de 1,3 m de altura queda-
minutos. rán sumergidos 1,2 m; ésta será la
• Zona 2: Velocidad “V” = profundidad útil del floculador “J”.
0,12 m/s y Tiempo de Re-
tención Hidráulico “T” de 14 El ancho de los canales o espa-
minutos. cio entre tabiques “b”, para cada
una de las zonas, será:
Se usarán tabiques de fibra de vi-
drio (n = 0,011) con dimensiones
de 2,5 x 1,3 m y un espesor “e”
de 0,003 m de espesor.

SOLUCIÓN:
El espacio entre el extremo del ta-
Con el tiempo de retención hidráuli-
bique “E” y la pared, será:
ca de cada zona y su velocidad, se
calcula la longitud para cada zona
“L1” y “L2”, como si fuera un canal.

141
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Se deben verificar que las velo-
cidades “Vg” en estos puntos de
giro, no excedan los 0,15 m/s
para evitar ruptura de flocs, así:
El ancho total útil del tanque “B”
será, para cada zona, la suma
del ancho del tabique (en este
caso 2,5 m) y el espacio entre la
punta del tabique y la pared.
El número de tramos del canal
“M” dependerá del número de
cambios de dirección, que a su
vez depende del ancho útil del
tanque para cada zona, así:
El número de tabiques “N” corres-
ponde siempre al mismo número de
tramos de canales menos uno, así:
142
El largo del floculador “P”, será:
Donde “e” es el espesor del tabi-
que (para este caso, 3 mm).
Se calculan las pérdidas “H1”
para la zona 1, considerando un
valor de k = 3 (según Cordón &
Samayoa):
Para estimar la pérdida “h2”, debe
recordarse que el radio hidráulico
“Rh” corresponde al cociente en-
tre el área y el perímetro mojado
(b+2J) del canal de floculación.
La pérdida total “H1”, en la zona
1, será:
Esta pérdida “H1” de 0,187m de-
fine la pendiente del floculador en
el primer tramo. Para un largo de
Potabilización Del Agua
floculador “P1” de 5,15m, la pen-
diente será:
Se realiza el mismo procedimien-
to para la zona 2:
La pérdida total “H2”, en la zona
2, será:
La pendiente, en esta zona 2
“S2”, será:
Se calcula el gradiente de mezcla
para cada zona:
Se verifica el número de Camp
para todo el floculador (debe es-
tar entre 20.000 y 150.000).
143
8.4 FLOCULADORES HIDRÁULI-
COS DE FLUJO VERTICAL
Estas unidades son usadas para
caudales superiores a los 50 L/s y
menores a 1.000 L/s. Son mucho
más compactas y ocupan menos
espacio (área superficial) porque
manejan profundidades entre 2,0
y 4,0 m. El material de los tabiques
es el mismo que para los floculado-
res hidráulicos de flujo horizontal.
La velocidad de flujo en los pasos
inferiores no debe superar 3/2 de
la velocidad entre tabiques.
Maneja gradientes de velocidad
entre 20 y 90 s-1. Para las pan-
tallas sumergidas (tabiques que
llegan hasta el fondo), deberá de-
jarse un espacio igual al 5% del
área horizontal de cada compar-
timiento (área entre tabiques), de
manera que facilite la limpieza de
la unidad y se impida la acumula-
ción de “barro” en el fondo.
Los pasos superiores deben traba-
jar como vertedero rectangular de
pared delgada, sin contracciones
y con descarga ahogada, ya que,
si se presenta una descarga libre,
se corre el riesgo de rotura del floc
preformado en la caída. Como en
todas las unidades, debe dejarse
una válvula de fondo que permita
el vaciado completo del floculador.
Los criterios generales de diseño se
encuentran en la Tabla 34.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

De manera similar a los drena- dual o con múltiple), de manera

jes para evacuar lodo de los se- que la unidad pueda limpiarse
dimentadores, debe dejarse un con facilidad y vaciarse cuando
drenaje en cada cámara (indivi- sea requerido.

Tabla 34. Criterios de diseño de floculadores hidráulicos de tabiques de

flujo vertical
Parámetrov Valor o rango

Caudal de diseño (L/s) 50 a 1.000

Gradientes óptimos de mezcla (s-1) 20 a 90

Número de secciones con gradientes diferentes 2a4

Tiempos de retención hidráulica (min) 20 a 40

Profundidad de la unidad35 (m) 2,0 a 4,0

Velocidad de flujo entre los tabiques (m/s) 0,15 a 0,80

Pendiente del fondo de la unidad (%) 1a2

Ilustración 21. Corte de un floculador hidráulico de tabiques de flujo vertical.

35. Está limitada por las dimensiones de los tabiques.

144
Potabilización Del Agua

La pérdida de carga “H” se deter- El número de tabiques “N” será:

mina de la siguiente forma:
[8.10]
[8.8]

La pérdida de carga “hf” de cada

Donde, tabique es:

H Pérdida total de carga (m) [8.11]

G Gradiente de mezcla (s-1)
υ Viscosidad cinemática del
agua (Depende de la tem-
peratura. Ver Tabla 27 en
Cap.7) (m2/s)
T Tiempo de Retención Hidráu-
lica (s) La sumergencia de los tabiques
“h1” (equivalente a la altura del
El número de compartimientos flujo sobre la cresta del vertedero
“M” es: o corona del tabique) debe osci-
lar entre 0,3 y 0,6 m. Este valor lo
[8.9] asigna el diseñador.

La pérdida de carga, originada por

los pasos superiores “h2”, será:
Donde,
[8.12]
V Velocidad media de flujo en-
tre tabiques (m/s)
T Tiempo de Retención Hidráu-
lica (s) El coeficiente de sumergencia “α”
J Altura útil del floculador (m) se obtiene de la Tabla 35.

145
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Tabla 35. Coeficiente de sumergencia “α” para floculadores hidráulicos de

(tabiques) flujo vertical 36
h2/h1 0,00 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05 0,06 0,07 0,08 0,09
0,0 1,000 1,004 1,006 1,006 1,007 1,007 1,006 1,006 1,006 1,005
0,1 1,005 1,003 1,002 1,000 0,998 0,966 0,994 0,992 0,989 0,987
0,2 0,985 0,982 0,980 0,977 0,975 0,972 0,970 0,967 0,964 0,961
0,3 0,959 0,952 0,953 0,950 0,947 0,944 0,911 0,938 0,935 0,932
0,4 0,929 0,926 0,922 0,919 0,915 0,912 0,908 0,904 0,900 0,896
0,5 0,892 0,888 0,884 0,880 0,875 0,871 0,866 0,861 0,856 0,851
0,6 0,846 0,841 0,836 0,830 0,824 0,818 0,813 0,806 0,800 0,794
0,7 0,787 0,780 0,773 0,766 0,758 0,750 0,742 0,732 0,723 0,714
0,8 0,703 0,692 0,681 0,669 0,656 0,644 0,631 0,618 0,604 0,590
0,9 0,574 0,557 0,539 0,520 0,498 0,471 0,441 0,402 0,352 0,275

Tomado del libro Teoría y Práctica de la Purificación del Agua (2a Ed.), de
Jorge Arboleda Valencia. McGraw Hill, 2000.

El gasto unitario “q” por metro del El área de los pasos inferiores será:
vertedero, será:
[8.16]
[8.13]

Donde,
El ancho del floculador “B”:
Cd Coeficiente de descarga
[8.14] (=0,71)

La altura del paso inferior “a”:

Donde,
[8.17]
Q Caudal de diseño (m /s) 3

El espacio entre tabiques “E” se La velocidad en el paso “Vp” infe-

determina por: rior será:

[8.15] [8.18]

36. Para valores de h2/h1 menores que 0,2 y mayores que 0,8 los valores del coeficiente de
sumergencia no son exactos, sino aproximados, por corresponder a estados de transición.

146
Potabilización Del Agua

El gradiente “G” de los pasos in- –ventanas–, como en el caso de

feriores (fórmula que sirve para el estos pasos inferiores e igual a
cálculo del gradiente en conduc- 0,03 en orificios o secciones re-
tos, canales u orificios), será: dondeadas)

[8.19] υ Viscosidad cinemática del

agua (Depende de la tem-
peratura. Ver Tabla 27 en
Cap.7) (m2/s)
Vp Velocidad media de flujo
Donde, (m/s)
Rh Radio hidráulico (área/perí-
f Factor de fricción (= 0,04 para metro mojado) (m)
orificios o secciones anguladas

Ilustración 22. Localización de pérdidas y velocidades en un floculador

hidráulico de tabiques de flujo vertical.

El Número de Camp “GT o [8.20]

NCamp” (adimensional), que se
calcula para todo el flocula-
dor, es:

147
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 23. Floculador hidráulico de tabiques de flujo vertical con 3

zonas. (ENOHSa), modificada por el autor.

EJEMPLO 8.2 • Zona 1: Gradiente “G” = 55

Se proyecta un floculador hidráu-
lico de flujo vertical con un caudal
de diseño de 300 L/s a 15 °C
(temperatura mínima esperada en
invierno; viscosidad cinemática =
1,14x10-6 m2/s). Los resultados
de los ensayos de tratabilidad
efectuados para la floculación en
las pruebas de jarras, arrojaron
los siguientes resultados para una
unidad con 2 zonas, así:
s-1; V = 0,18 m/s y Tiempo de
Retención Hidráulico “T” de 8
minutos.
• Zona 2: Gradiente “G” = 35
s-1; V = 0,13 m/s y Tiempo de
Retención Hidráulico “T” de
12 minutos.
Se usarán tabiques de fibra de
vidrio (n = 0,011) de 3,0 m de
profundidad y un espesor “e” de
0,007 m. El ancho de los tabiques

148
Potabilización Del Agua

será definido en el diseño, con el se determina la pérdida de carga

ancho del floculador “B”. generada por los pasos superiores
“h2”, así:
SOLUCIÓN:

Se calcula la pérdida de carga

total para cada zona:

Para el cálculo del gasto unitario

Con una altura útil del floculador
“J” de 3,0 m, limitada por la altu-
ra de los tabiques, el número de
compartimientos será:
debe determinarse, para cada
zona, el coeficiente de sumergen-
cia “α” en la Tabla 35, mediante
la relación h2/h1 para cada zona.
Los valores resultantes son:
El gasto unitario “q” es:

Cada zona tendrá 28 y 30 tabi-

ques “N”, respectivamente, para El ancho del floculador “B” será:
las zonas 1 y 2.

La pérdida de carga “hf” de cada

tabique será:

Aquí se puede apreciar que los

anchos de cada sección son dife-
rentes. Sin embargo, por razones
Se asigna un valor de sumergencia constructivas y de distribución espa-
de los tabiques “h1” de 0,3 m y cial de las unidades, se mantendrá

149
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

un valor único de ancho “B” en las El gradiente de los pasos inferio-

dos zonas, tomando como valor el res es:
ancho calculado para la zona 1 (B
= 1,35 m). Con este valor de ancho
de floculador “B” se construirán los
tabiques. Para la zona 2 tendrá
que variarse el espacio entre tabi-
ques con el fin de conservar las ve-
locidades y gradientes de diseño.
Estas son velocidades y gradien-
El espacio entre tabiques: tes bajos que no promueven la
rotura del floc.

La longitud del floculador “L” de

cada zona será:

El área de los pasos inferiores

para cada zona: Se verifica el número de Camp para
el floculador, con los gradientes de
diseño (55 y 35 s-1), el cual debe
estar entre 20.000 y 150.000 (no
confundir el cálculo con los gra-
dientes de los pasos inferiores):

La altura del paso inferior “a”:

8.5 FLOCULADORES MECÁNICOS

En estas unidades, la mezcla está

proporcionada por un conjunto de
paletas unidas a un motor que las
La velocidad en el paso inferior: hace girar alrededor de un eje. Es-
tas unidades pueden ser:

• De eje vertical.
• De eje horizontal paralelo al
flujo.

150
Potabilización Del Agua

• De eje horizontal perpendicu- logra variando el ancho de las

lar al flujo.
En los floculadores mecánicos de
eje vertical, la disminución pro-
gresiva del gradiente de mezcla
se obtiene variando el número de
revoluciones (RPM) de los motores
de cada zona; en los de eje hori-
zontal paralelo al flujo, por el con-
trario, la agitación decreciente se
paletas y, en los horizontales con
eje perpendicular al flujo, pueden
usarse cualquiera de estas dos
alternativas. En los floculadores
mecánicos que usan turbinas, el
dimensionamiento es exactamen-
te igual que los mezcladores rá-
pidos mecánicos, con las conside-
raciones de tiempo y gradientes
apropiados.

Foto 35. Cuatro cámaras de floculación y un sedimentador convencional al

fondo. Potabilizadora de Tibitoc. Bogotá D.C., Colombia

En la Tabla 36 se muestran los para los floculadores mecáni-

criterios generales de diseño cos.

151
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Tabla 36. Criterios generales de diseño para floculadores mecánicos

Parámetro Valor o rango

Gradiente de mezcla (s ) -1 15 a 80

Tiempo de Retención Hidráulica (min) 20 a 40

Velocidad periférica de las paletas (cm/s) 20 a 80

Velocidad de las paletas 37

(RPM) 1a8
10 a 15% del área transversal del tanque de
Área de las paletas mezcla38
Número de paletas por mezclador 2a5

Número de cámaras 3a4

Ancho máximo del floculador Igual al ancho del sedimentador

Profundidad máxima del floculador Igual a la profundidad del sedimentador

Relación Largo:Ancho del floculador ~ 1:1

Distancia de los extremos del mezclador

0,20 a 0,30
al muro, fondo y superficie del agua (m)
Igual a la velocidad de flujo en la cámara sa-
liente. Generalmente se toman velocidades entre
Velocidad de paso entre cámara y cámara 0,20 y 0,35 m/s. Para áreas de paso entre el 6
y 10% del área transversal del tanque de mezcla.
Gradiente de paso entre cámara y cámara Igual al gradiente de la cámara saliente.

Consumo energético 0,5 a 1,5

(W/h por cada m3/d)
3 a 5 para floculadores mecánicos horizontales
Factor de eficiencia 2 a 4 para floculadores mecánicos verticales

Entre cámara y cámara se ubi- los muros y las aberturas de las

can paredes (pantallas) difusoras
con aberturas que eviten el corto
circuito, atendiendo las recomen-
daciones de la Tabla 36 para ve-
locidades de paso entre cámara
y cámara. Manejar estos valores
impedirá la rotura del floc y se
conseguirán pérdidas de carga
menores a 1 cm entre cámaras.
La parte superior de las pantallas
se proyectará hasta la corona de
pantallas se harán unos 5 cm por
debajo del nivel del agua con el
fin de retener espumas, en caso
de que se presenten. En la parte
inferior de las pantallas deberá
dejarse una abertura que facilite
la limpieza del fondo de las uni-
dades; este fondo de los flocula-
dores deberá contar con una pen-
diente entre 1 y 2% y una válvula
de fondo para el drenaje.

37. Según el INSFOPAL (INSFOPAL, 1970).

38. Este valor no debería superar, de ninguna manera, el 20% para prevenir la rotación del líqui-
do alrededor del eje, lo que genera una eficiencia notablemente menor (Bean, 1953; Arboleda
Valencia, Teoría y práctica de la purificación del agua, 2000).

152
Potabilización Del Agua

Foto 36. Armazones de 4 paletas en la primera cámara de floculación.

Potabilizadora de Tibitoc. Bogotá D.C., Colombia.

Además de los criterios consignados de la relación entre el largo y el

en la Tabla 36, otros elementos de
diseño se presentan a continuación.
El coeficiente de arrastre de las
paletas “CD”, el cual depende
ancho de la paleta y determina,
parcialmente, el gradiente de la
mezcla, se encuentra en la Tabla
37.

Tabla 37. Valores de coeficiente de arrastre “CD” de paletas en mezcladores

Longitud de la paleta “l” / ancho de la paleta “b” CD

1,0 1,16

2,5 1,17

3,5 1,18

5,0 1,20

10,0 1,30

15,0 1,40

20,0 1,50
∞ 1,90

153
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

La mezcla más eficiente, en los flo- ancho de las paletas, entre 15 y

culadores mecánicos, se consigue 20; es decir, con coeficientes de
con valores de relación largo/ arrastre “CD” entre 1,4 y 1,5.

Ilustración 24. Marco o armazón de 2 paletas para los mezcladores lentos.

Ilustración 25. Floculador mecánico de eje horizontal perpendicular al flujo

(vista en planta).39

39. Las perforaciones de los tabiques sólo son indicativas y no reflejan ningún criterio de diseño.

154
Potabilización Del Agua

Ilustración 26. Floculador mecánico de eje horizontal perpendicular al flujo

(vista en corte longitudinal).40

Foto 37. Floculadores mecánicos de eje vertical. Potabilizadora La Laguna.

Bogotá D.C., Colombia.

40. Las perforaciones de los tabiques sólo son indicativas y no reflejan ningún criterio de diseño.

155
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

El gradiente de mezcla puede cal- Donde,

cularse con:
P Potencia disipada (W)
[8.21] μ Viscosidad dinámica del agua
(Pa·s)
∀ Volumen del tanque (m3)
Donde, G Gradiente de velocidad (s-1)

G Gradiente (s-1) El número de revoluciones por mi-

CD Coeficiente de arrastre nuto (RPM) del eje del mezclador
A Área de las paletas por com- será:
partimiento (m2)
VP Velocidad Periférica (m/s) [8.23]
υ Viscosidad cinemática del
∀ agua (según Tabla 27) (m2/s)
Volumen del compartimiento Donde,
(m3)
N Número de revoluciones por
La potencia disipada por el mez- minuto (RPM)
clador podrá calcularse así: Vp Velocidad periférica de los
mezcladores (m/s)
[8.22] d Diámetro de los mezcladores
(m)

Ilustración 27. Floculador mecánico de eje vertical.

156
Potabilización Del Agua

Es importante recordar que debe Mayores detalles de diseño se

hacerse un diseño muy cuidadoso pueden apreciar en los Ejemplos
en los pasos hacia el sedimentador 8.3 y 8.4
a fin de evitar la ruptura del floc.

Ilustración 28. Floculador mecánico de eje horizontal paralelo al flujo (vista

en planta). Nótese cómo se reduce el área de las paletas para disminuir el
gradiente en la medida en que se acerca al final del floculador.41

41. Las perforaciones de los tabiques sólo son indicativas y no reflejan ningún criterio de diseño.

157
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 38. Pantalla difusora entre la última cámara de floculación y el

sedimentador convencional (existen inconvenientes hidráulicos para
estas conexiones directas entre el floculador y el sedimentador, como se
menciona en el numeral 9.3.1.7).

Los floculadores mecánicos de eje
horizontal han entrado en desu-
so desde hace ya varios años, a
diferencia de los de eje vertical,
que se siguen diseñando e insta-
lando en muchas potabilizadoras
en el mundo. Generalmente, los
floculadores mecánicos de eje
horizontal están ligados a sedi-
mentadores convencionales y se
diseñan guardando proporciones
prácticamente idénticas, en an-
cho y profundidad, para ambas
etapas del tratamiento, como si
fueran una sola unidad con dos
operaciones unitarias.
EJEMPLO 8.3
Se desea proyectar un flocula-
dor mecánico de eje horizontal
perpendicular al flujo para una
potabilizadora que maneja un
caudal de 100 L/s. La tempera-
tura del agua es de 20 °C (vis-
cosidad dinámica “µ” de 1,01 x
10-3 y cinemática “υ” de 1,01 x
10-6). Se ha decidido emplear 3

158
Potabilización Del Agua

compartimientos en cada una de de 0,35, el ancho interno de la es-

las dos unidades de floculación
que se conectarán (cada una) a
cada uno de los 2 sedimentado-
res convencionales. El ancho de
cada uno de los sedimentadores
es de 7 m y de una profundidad
de 2,5 m, separados por un muro
de 0,35 m de ancho. Se proyec-
ta una cámara seca en medio de
las unidades de mezcla, de 1,2
m de ancho, en donde irán los
motores y sus cadenas para am-
bos floculadores.
Los resultados de los ensayos de
tratabilidad mostraron que el tiem-
po óptimo de floculación es de 32
minutos para unos gradientes de
50, 40 y 30 s-1.
SOLUCIÓN:
Se determina el volumen de cada
floculador.
Al ser 2 unidades, cada una tendrá:
tructura será, entonces, de 14,35 m.
El ancho útil de los floculadores es:
Este es el valor de los dos flocula-
dores. El ancho efectivo de cada
floculador será:
El área de las paredes laterales
del floculador corresponderá al
volumen del floculador dividido
entre su ancho útil:
Con el fin de que las paletas del
mezclador giren manteniendo
equidistancia respecto de los mu-
ros, el fondo y la superficie libre
del agua, las áreas laterales equi-
valentes de las 3 cámaras deben
ser de sección cuadrada; es decir,
su largo “L” debe ser igual a su
profundidad “h”. Así, para cada
cámara, la longitud lateral inicial
(sin contar el ancho de las panta-
llas difusoras) será:

El ancho útil de los floculadores de-

berá considerar un descuento del Como L = h, entonces
ancho útil de la cámara seca com-
partida (1,2m) y 0,25m de ancho
de los dos muros divisorios (a lado
y lado). Como el ancho útil de cada Despejando,
uno de los 2 sedimentadores es de
7 m y están separados por un muro

159
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Este valor corresponde a la lon-
gitud inicial de cada cámara (sin
descontar el ancho de las panta-
llas difusoras) y, también, a la pro-
fundidad del floculador.
La longitud total del floculador será
Considerando las 2 pantallas di-
fusoras (divisiones) de 0,20 m de
espesor, entre cámara y cámara, la
longitud útil del floculador será:
La longitud útil de cada cámara
será, entonces:
Tomando una distancia de los
extremos del mezclador al muro,
fondo y superficie del agua de
0,25 m, el diámetro de las pale-
tas mezcladoras “d” será:
El área de la pared frontal del
floculador, que corresponde a su
área transversal para el caso de
un floculador de eje horizontal
perpendicular al flujo, será:
160
Tomado un área de paletas igual
al 15% del área transversal del
tanque de mezcla, el área de las
paletas será:
En cada una de las cámaras se
harán 3 armazones (marcos) in-
dependientes de paletas siguien-
do con el criterio de:
# marcos o armazones por cámara=# de cámaras
Cada uno de estos 9 armazones
(3 por cada cámara) tendrá 2 pa-
letas (en madera, fibra de vidrio,
acero o plástico). Esto significa
que en cada cámara habrá 6 pa-
letas (2 paletas en cada uno de
los 3 armazones por cámara).
De esta manera, el área de cada
paleta será:
La longitud de los 3 armazones de
cada cámara estará limitada por
el ancho útil del floculador (6,325
m). Restando una distancia del
extremo de las paletas a los mu-
ros de 0,25m (a cada extremo) y
dejando una distancia de 0,15 m
entre cada armazón, la longitud
disponible será:
Potabilización Del Agua

Así, la longitud de las paletas en La velocidad de las paletas puede

cada armazón, que corresponderá ser estimada partiendo de la fór-
a la longitud “l” de la paleta, será: mula de gradiente y despejando
la velocidad, así:

El ancho “b” de cada paleta será:

Para G = 50 s-1

Las dimensiones de las paletas

son: largo “l” 1,84 m y ancho “b”
0,196 m.
Para G = 40 s-1
El coeficiente de arrastre de las
paletas, obtenido de la relación
l/b = 9,4, según la Tabla 37, es:

Para G = 30 s-1

La potencia disipada por el mez-

clador, para cada gradiente,
será:

Para G = 50 s-1 Las revoluciones por minuto de los

ejes de cada cámara serán:

Para G = 40 s-1

Para G = 50 s-1

Para G = 30 s-1

161
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Para G = 40 s-1
Para G = 30 s-1
Sumando las potencias disipa-
das para cada compartimiento
(80,8W+51,7W+29,1W), se esti-
ma una potencia total requerida de
161,6 W para mover los tres ejes
del floculador. No obstante, debe
corregirse esta potencia afectándo-
la por un factor de eficiencia de 4;
la potencia final del motor será:
Se compra, entonces, un motor
de potencia comercial superior a
éste valor calculado y nunca me-
nor a 1 HP, el cual se acoplará a
un reductor de variación continua
1.750 - 0 rpm, para modificar los
gradientes según se requiera.
Los pasos entre cámaras con ta-
biques perforados deberán cal-
cularse considerando los criterios
de área expuestos en la Tabla 36
(entre el 6 y el 10% del área trans-
versal del tanque de mezcla).
EJEMPLO 8.4
Se desea proyectar un floculador
mecánico de eje vertical para una
162
potabilizadora que maneja un
caudal de 100 L/s. La tempera-
tura del agua es de 15 °C (vis-
cosidad dinámica “µ” de 1,14 x
10-3 y cinemática “υ” de 1,14 x
10-6). Se ha decidido emplear 4
compartimientos. Los resultados
de los ensayos de tratabilidad,
mostraron que el tiempo óptimo
de floculación es de 20 minutos
para unos gradientes de 63, 48,
40 y 20 s-1.
SOLUCIÓN:
Se determina el volumen de cada
una de las cuatro cámaras, las cua-
les, al tener igual tamaño, tendrán
cada una un tiempo de retención
de 5 minutos, para un total de 20
minutos de tiempo de floculación.
Con este volumen por cámara, se
estiman las dimensiones. Estimando
que cada cámara tendrá una forma
cercana a la de un cubo:
Dejando un borde libre de 0,29
m, la profundidad total de cada
cámara será de 3,4 m.
Potabilización Del Agua
El diámetro del marco o armazón
“d” de las paletas será de 2,70 m,
dejando 0,205 m de distancia en-
tre el armazón y la pared.
La longitud del armazón corres-
ponde a la profundidad útil de la
cámara, menos 0,20 metros res-
pecto de la superficie del agua y
0,20 metros menos, respecto del
fondo de la unidad, así:
Asumiendo un área de paletas
igual al 15% del área transversal
del tanque de mezcla:
Asumiendo cuatro paletas por ar-
mazón en cada cámara, cada pa-
leta tendrá un área de 1,45m2/4
paletas=0,362 m2. Si la longitud
de las paletas (igual a la del ar-
mazón) es de 2,71 m, entonces el
ancho “b” de la paleta será:
Las dimensiones de las paletas
son: largo “l” 2,71 m y ancho “b”
0,134 m.
163
El coeficiente de arrastre de las
paletas, obtenido de la relación
l/b = 20,2, según la Tabla 37, es:
La potencia disipada por el mez-
clador, para cada gradiente, será:
Para G = 63 s-1
Para G = 48 s-1
Para G = 40 s-1
Para G = 20 s-1
Para comprar el motor se reco-
mienda tomar el valor de la máxi-
ma potencia (el que desarrolla el
gradiente más alto) y afectarlo por
el factor de servicio que, para este
caso, se tomará de 2,5, entonces:
El valor de 340 W es equivalente
a 0,456 HP. En cualquier caso, se
recomienda usar motores de una
potencia mínima de 1 HP, los cua-
les se acoplarán a un reductor de
variación continua 1.750 - 0 rpm.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

La velocidad periférica de las pale- Para G = 48 s-1

tas puede ser estimada partiendo
de la fórmula de gradiente y des-
pejando la velocidad, así:
Para G = 40 s-1

Para G = 20 s-1
Para G = 63 s -1

Las áreas de paso inferiores deben

Para G = 48 s-1 conservar el gradiente de mezcla
de la cámara anterior. Esto puede
verificarse empleando la fórmula
8.19, del capítulo 8.4 (Floculado-
res hidráulicos de flujo vertical).
Para G = 40 s-1 Los pasos superiores, se podrán
calcular como aberturas sumergi-
das, empleando la misma fórmu-
la, o ser calculadas como un ver-
tedero ahogado con una altura
Para G = 20 s-1 sumergida entre 0,3 y 0,6 m.

También pueden calcularse inter-

conexiones con tabiques perfo-
rados considerando los criterios
de área expuestos en la Tabla 36
Las revoluciones por minuto de los
(entre el 6 y el 10% del área trans-
ejes de cada cámara serán:
versal del tanque de mezcla).

8.6 FLOCULADORES HIDRÁULI-

COS ALTERNATIVOS
Para G = 63 s-1 Se han propuesto otros floculado-
res hidráulicos como los tipo Cox,
los cuales han tenido amplia aco-
gida en Colombia y otros países

164
Potabilización Del Agua

latinoamericanos. En muchas refe- 8.6.1 FLOCULADOR HIDRÁULI-

rencias, este tipo de mezcladores
son llamados floculadores de flujo
helicoidal, en principio, porque fue-
ron ideados para que describieran
movimientos circulares ascenden-
tes y descendentes (espiralado) en
las cámaras de mezcla, con ayuda
del efecto de la fuerza Coriolis42.
No obstante, su funcionamiento
hidráulico dista mucho de ser de
esta manera, por lo que el autor
prefiere no llamarlos helicoidales.
Otros floculadores, estos sí de
movimiento helicoidal, fueron
propuestos con escaso éxito
por Carcedo M., en Rosario,
Argentina y por la Universidad
Nacional Autónoma de México
(UNAM).
En este capítulo se abordarán
los floculadores hidráulicos alter-
nativos mayormente usados en
Latinoamérica y que han demos-
trado, como principal ventaja,
sobre los de tabiques, que ocu-
pan mucho menos espacio. Estos
floculadores son:
• Floculador Hidráulico Tipo
Cox
• Floculador Hidráulico Tipo
Alabama. será el que se produzca en las
CO TIPO COX
Este floculador fue ideado por el
ingeniero Charles R. Cox para ser
empleado en los Servicios de Salud
Pública de Brasil y se construyó por
primera vez en la ciudad de Pira-
pora (Minas Gerais), en la década
de 1960. Este mezclador tiene va-
rias cámaras de sección cuadrada
(horizontal) ubicadas en serie, por
donde el agua ingresa a través de
una o dos ventanas rectangulares,
ubicadas en las esquinas inferio-
res de una de sus caras, para que,
luego de ascender, abandone la
cámara por otra ventana (o dos)
ubicada(s) en las esquinas superio-
res de la cara opuesta, ingresando
a la siguiente cámara. De esta ma-
nera se tendrá, en forma alterna,
una cámara de flujo ascendente, la
siguiente descendente y así sucesi-
vamente. En realidad, el floculador
Cox es un floculador hidráulico de
flujo vertical con cámaras provistas
de ventanas de interconexión que,
según su posición, hacen que el
agua descienda en una cámara y
ascienda en la siguiente, de mane-
ra alternada.
El gradiente de mezcla generado

42. Fue descrito por primera vez por el científico francés Gaspard-Gustave Coriolis en 1836. Es el
efecto observado en un sistema en rotación, en donde existe una aceleración relativa de un cuerpo
que se encuentra en movimiento respecto de ese sistema. Esta aceleración es perpendicular al eje
de rotación del sistema y a la velocidad del cuerpo mismo. En el planeta, esta fuerza está dada
por la rotación de la tierra y no debe confundirse con la fuerza centrífuga. Es la responsable de
que el agua descargada en un excusado (o drenada por un sifón) tienda a girar hacia la derecha
en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur.

165
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

ventanas de paso entre cámara y comunicación entre cámaras, me-

cámara. Estas ventanas de paso
suelen tener una altura constante en
todo el floculador y si se desean ha-
cer cambios de gradiente, las que
variarían serían las áreas de dichas
ventanas, pues, al parecer la forma
de éstas no tiene importancia.
Un trabajo de investigación de
la Universidad De La Salle (Cas-
tellanos P., 1982), dirigido por el
Ingeniero Gonzalo Peña Ortíz,
demostró que la utilización de dos
ventanas en vez de una, para la
jora notoriamente la eficiencia de
la floculación y que la forma (cua-
drada, circular, etc.) de estas ven-
tanas no tiene ninguna incidencia
sobre el proceso.
Al igual que las otras unidades,
debe dejarse un sistema de drena-
je en su fondo que permita limpiar
y vaciar la unidad cuando sea re-
querido.
Los criterios de diseño se resumen
en la Tabla 38.

Tabla 38. Criterios de diseño para floculadores hidráulicos tipo Cox

Parámetro Valor o rango

Número mínimo de cámaras 6

Número recomendado de cámaras 8 a 12

Cuadrada (aunque también se han hecho
Sección de las cámaras circulares)
Mínimo: 2,0 m
Profundidad de las cámaras (m) Máximo 4,0 m
Gradiente de mezcla (s-1) 20 a 60
0,75 (en la primera cámara) a 0,25 (en
Velocidad en las ventanas de paso (m/s) última cámara)
Tiempo de Retención Hidráulica total
15 a 30
(min)
Número de ventanas para comunicación
1o2
entre cámaras
0,10 a 0,20 por debajo de la lámina de
Sumergencia de las ventanas superiores
agua, considerando la pérdida de carga en
(m) cada cámara.
Alto de las ventanas 0,25*ancho de la cámara

Para calcular el área de las venta- El área de los orificios de paso

nas debe tenerse claro que es la de sección rectangular se puede
velocidad de paso entre las venta- calcular así:
nas de las cámaras la que produce
el gradiente de mezcla. [8.24]

166
Potabilización Del Agua

Donde, [8.25]

A Área del orificio rectangular

(m2)
Q Caudal por orificio (m3/s)
G Gradiente de mezcla (s-1)
υ Viscosidad cinemática (según
Tabla 27) (m2/s)
Cuando se usan orificios de paso,
de sección circular, el diámetro se
calcula con:
Donde,
d Diámetro del orificio circular
(m)
Q Caudal por orificio (m3/s)
G Gradiente de mezcla (s-1)
υ Viscosidad cinemática (según
Tabla 27) (m2/s)

Ilustración 29. Floculador tipo Cox. (ENOHSa), modificada por el autor.

La pérdida de carga en cada orifi- Donde,

cio de paso se determina median-
te la siguiente expresión: hf Pérdida de carga (m)
Q Caudal por orificio (m3/s)
[8.25]

167
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

g aceleración de la gravedad En cada cámara debe dejarse un

(=9,81 m/s2)
Cd Coeficiente de descarga (=0,71
para orificios angulados; =0,80
para orificios redondos)
A Área del orificio (m2)
desagüe en el fondo, que estará
conectado a un múltiple para dre-
naje de lodos. Este drenaje, gene-
ralmente se proyecta con diáme-
tros de 6 a 8 pulgadas.

Foto 39. Floculador tipo Cox de seis cámaras (hacia el centro de la fotografía).
Archivo de Guillermo Lozano Bravo.

EJEMPLO 8.5 ratura del agua es de 15 °C (υ =

1,14x10-6 m2/s).
Se requiere diseñar un floculador
hidráulico tipo Cox para una po- SOLUCIÓN:
tabilizadora de 250 L/s, con un
tiempo de retención hidráulica de Inicialmente se define el número
25 minutos y gradientes de veloci- de cámaras en 9 (3 para cada
dad de 45, 30 y 18 s-1. La tempe- gradiente).

168
Potabilización Del Agua

El volumen total del floculador Cada una de las dos venta-

será: nas tendrá 0,57m (ancho) x
0,43m (alto)

b. Para el gradiente medio de

El volumen de cada cámara será: 30 s-1:

Con cámaras de sección cuadra-

da y estableciendo una profun- Cada una de las dos venta-
didad de cámara de 3,5 m, las nas tendrá 0,72m (ancho) x
dimensiones efectivas serán: 0,43m (alto)

• Profundidad: 3,50 m c. Para el gradiente final de 18 s-1:

• Largo: 3,45 m
• Ancho: 3,45 m

Se dispondrán 2 ventanas (orifi-

cios) de sección cuadrada para
la interconexión entre cámaras,
alternando orificios arriba y orifi-
cios abajo.
Dado que el alto de las ventanas
u orificios debe ser 0,25 veces el
ancho de la cámara, el alto de la
ventana será de 0,863 m, pero al
proyectarse dos ventanas en cada
cámara, cada ventana tendrá un
alto de 0,43 m.
El área de cada uno de estos ori-
ficios será:
Cada una de las dos venta-
nas tendrá 0,96m (ancho) x
0,43m (alto)
Para estimar la pérdida de
carga en las ventanas, se pro-
cede de la siguiente forma:
a. Para el gradiente inicial de 45 s-1:
b. Para el gradiente medio de
30 s-1:

a. Para el gradiente inicial de

45 s-1: c. Para el gradiente final de 18 s-1:

169
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

La pérdida total en el floculador, haciendo análisis de pérdidas por cáma-

ra, será:

Cámara Tipo Pérdida

Cámara 1 Entrada 0,0263m x 2 orificios = 0,0526 m

G = 45 s-1 Salida 0,0526 m
Cámara 2 Entrada (estos orificios se comparten)
G = 45 s-1 Salida 0,0526 m
Entrada (estos orificios se comparten)
Cámara 3
G = 45 s-1 Salida 0,0165 m x 2 orificios = 0,033 m
(estos orificios se comparten y hay transición
Cámara 4 Entrada de gradiente)
G = 30 s-1
Salida 0,033 m
Entrada (estos orificios se comparten)
Cámara 5
G = 30 s-1 Salida 0,033 m
Entrada (estos orificios se comparten)
Cámara 6
G = 30 s-1 Salida 0,0092 m x 2 orificios = 0,0184 m
(estos orificios se comparten y hay
Cámara 7 Entrada transición de gradiente)
G = 18 s-1
Salida 0,0184 m
Entrada (estos orificios se comparten)
Cámara 8
G = 18 s-1 Salida 0,0184 m
Entrada (estos orificios se comparten)
Cámara 9
G = 18 s-1 Salida 0,0184 m
Pérdida Total 0,3304 m

8.6.2 FLOCULADOR HIDRÁULI- Su principio de funcionamiento se

CO TIPO ALABAMA
Al igual que los floculadores tipo
Cox, los Alabama consisten en cá-
maras interconectadas, pero no me-
diante ventanas u orificios, sino me-
diante tuberías provistas de un codo
y salida ascensional del agua, ubi-
cadas en el fondo de cada cámara.
basa en que la salida de un chorro
ascendente del efluente de la cáma-
ra precedente ocasiona la mezcla
del agua en la cámara actual y la
consecuente aglomeración del floc.
Estos floculadores, al igual que los
Cox, pueden considerarse una va-
riante del floculador hidráulico de
tabiques de flujo vertical.

170
Potabilización Del Agua
Los codos deberían conectarse de
manera alternada (uno al costado
derecho de la cámara y el siguien-
te al izquierdo) para evitar corto-
circuito hidráulico en las cámaras;
no obstante, se usan mucho con
ubicación central, no teniéndose
aún claridad de si existe una mejo-
ra significativa entre una y otra dis-
posición, desde el punto de vista
de la formación de un mejor floc,
que es lo que siempre se busca.
Estos floculadores fueron desarrolla-
dos en Alabama, Estados Unidos y
se han usado mucho, especialmen-
te en Brasil, desde los años 1950.
En el resto de países latinoameri-
canos han tenido mucha acogida,
Tabla 39. Criterios de diseño para floculadores hidráulicos tipo Alabama
Parámetro
Número de cámaras de floculación
Largo de cada cámara (m)
Ancho de cada cámara (m)
Profundidad de cada cámara 43
(m)
Tiempo de Retención Hidráulica total (min)
Velocidades de flujo en los codos (m/s)
Velocidad máxima permitida en los codos (m/s)
Gradientes de mezcla (s )-1
Se debe dejar un múltiple para
el drenaje de fondo, conectado
a cámara, con el fin de efectuar
mantenimiento y limpieza; este
drenaje se proyecta usualmente
con tubería de 6 a 8 pulgadas.
43. En Brasil se suelen diseñar con profundidades nunca superiores a los 3,0 m.
171
quizá, por su sencillez en el cálculo
y la simpleza en el diseño y cons-
trucción. Con todo, se requiere de
mayor investigación sobre este tipo
de unidades con el fin de definir
mejor sus fundamentos de diseño y
los criterios de construcción.
Al igual que para todas las unida-
des, deberá asegurarse la facili-
dad de vaciado de este tipo de
floculador. Para este fin, podrá
disponerse un drenaje de fondo
individual para cada cámara o
interconectarlas mediante peque-
ñas aberturas y una ligera pen-
diente (1 a 2%), como se hace
en los floculadores hidráulicos de
flujo vertical.
Valor o rango
Mínimo: 9
Recomendable: ≥ 12
0,60 a 1,60
0,60 a 1,30
2,5 a 3,5
15 a 25
0,25 a 0,65
0,75
35 a 55
La pérdida de carga en los codos
puede estimarse con:
[8.26]
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Donde,
hc Pérdida en los codos de inter-
conexión (m)
V Velocidad de flujo en los co-
dos (m/s)
g Aceleración de la gravedad
(m/s2)
La pérdida generada por la entra-
da al codo se estima en:
[8.27]
Sumando las dos pérdidas (la del
codo y su entrada), la pérdida to-
tal en cada cámara sería:
Ilustración 30. Floculador tipo Alabama. (ENOHSa), modificada por el autor.
172
[8.28]
El gradiente de mezcla se deter-
mina con:
[8.29]
Donde,
G Gradiente de mezcla (s-1)
g Aceleración de la gravedad
(m/s2)
H Pérdida de carga total (m)
υ Viscosidad cinemática del agua
(según Tabla 27) (m2/s)
T Tiempo de Retención Hidráuli-
ca total (s)
Potabilización Del Agua

El Número de Reynolds en los co- [8.31]

dos es:
Donde,
[8.30]
S Estabilidad del flóculo de sul-
fato de aluminio (tiene que ser
un valor menor a 0,3)
G Gradiente de mezcla (s-1)
Donde, Re Número de Reynolds

Re Número de Reynolds Otra manera más expedita de ha-

ρ Densidad del agua (según
Tabla 27) (kg/m3)
D Diámetro del codo de interco-
nexión (m)
µ Viscosidad dinámica del agua
(según Tabla 27) (Pa*s)
Para verificar la estabilidad del
floc (con sulfato de aluminio) y
evitar su rotura en este tipo de
floculador, se puede emplear la
siguiente expresión:
cer el dimensionamiento es usando
la siguiente guía de diseño para
floculadores tipo Alabama (Rome-
ro Rojas, Purificación del agua,
2000). No obstante, la metodolo-
gía no parece responder a un fun-
damento concluyente de gradientes
y velocidades, estableciendo unos
valores estándar que podrían no
coincidir con lo determinado en
los ensayos de tratabilidad para un
tipo de agua en particular.

Tabla 40. Guía de diseño para floculadores tipo Alabama

Volumen de cada
Caudal Ancho “W” Longitud “L” Diámetro de inter-
cámara
(L/s) (m) (m) conexión “D” (m)
(m3)
10 0,60 0,60 0,15 1,1
20 0,60 0,75 0,25 1,3
30 0,70 0,85 0,30 1,8
40 0,80 1,00 0,35 2,4
50 0,90 1,10 0,35 3,0
60 1,00 1,20 0,40 3,6
70 1,05 1,35 0,45 4,2
80 1,15 1,40 0,45 4,8
90 1,20 1,50 0,50 5,4
100 1,25 1,60 0,50 6,0

Tomado del libro Purificación del Agua, de Jairo Alberto Romero Rojas. Ed.
Escuela Colombiana de Ingeniería, 2000.

173
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

EJEMPLO 8.6 La velocidad de flujo en los co-

dos, teniendo en cuenta que para
Se quiere diseñar un floculador Ala- tuberías de 8 pulgadas el área co-
bama para 20 L/s y 20 minutos de rresponde a 0,324 m2, será:
tiempo de retención hidráulica. La
temperatura del agua es de 20 °C
(υ = 1,01 x 10-6 m2/s; µ = 1,01 x
10-3 Pa*s; ρ = 998,3 kg/m3).
Las pérdidas en cada cámara
serán:
SOLUCIÓN:

Según la Tabla 40, se asumen cá-

maras de medidas:
La pérdida total en el floculador:
• Ancho: 0,60 m
• Largo: 0,75 m
• Profundidad: 2,9 m
• Volumen: 1,305 m3 El gradiente de mezcla es:

El diámetro de interconexión en-

tre cámaras será de 0,25 m que
corresponde, aproximadamente,
a una tubería de 8 pulgadas, la
cual tiene un área de 0,0324 m2.
Para verificar la estabilidad del
Para un tiempo de retención hi- flóculo, se calcula el Número de
dráulica de 20 minutos, el volu- Reynolds:
men total del floculador será:

Y se aplica la siguiente expresión:

Como cada cámara tiene un volu-
men de 1,305 m3, el número de
cámaras será:

174
Potabilización Del Agua
Este gradiente y el Número de
Reynolds, generado por el codo
de interconexión, no generan la
rotura del floc.
8.7 CONEXIÓN ENTRE LA MEZ-
CLA RÁPIDA Y LA MEZCLA LENTA
La conexión entre la unidad de
mezcla rápida y la de mezcla
lenta, puede efectuarse mediante
175
un canal abierto, haciendo las si-
guientes consideraciones:
• La distancia entre la mezcla
rápida y el floculador debe
ser corta.
• El tiempo de transporte del
agua en el canal debe ser
muy corto y nunca mayor de
20 segundos.
• La velocidad de flujo no debe
ser inferior de 1 m/s ni supe-
rior a 2 m/s.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Diseño de sedimentadores
S
e entiende por sedimenta-
ción, la remoción, por efecto
de la gravedad, de las par-
tículas en suspensión presentes en
el agua. Estas partículas, por lo
general, deberán tener un peso
específico mayor que el del fluido
que las contiene.
Básicamente existen dos tipos de
sedimentación:
• De partículas discretas: como
la arena y similares (su tama-
ño, forma y peso no varía
mientras sedimentan).
176
• De partículas floculentas: como
los coloides aglomerados (pue-
den juntarse y variar su densi-
dad, peso, volumen y tamaño
mientras sedimentan).
La sedimentación de partículas dis-
cretas, con peso específico cercano
al de la arena, se presenta en los
desarenadores que acompañan las
obras de captación de agua en ríos
y otras corrientes superficiales. En
casos críticos esta sedimentación
tiene lugar en canales de gran ta-
maño, conocidos como dársenas
de sedimentación o, de forma ge-
neral, presedimentadores.
Potabilización Del Agua

Foto 40. Dársena de sedimentación para las aguas del río Bogotá, fuente abas-
tecedora de la potabilizadora de Tibitoc. Bogotá D.C., Colombia.

9.1 TIPOS DE SEDIMENTACIÓN su concentración, el tipo de se-

Y CARACTERÍSTICAS
La sedimentación puede presen-
tarse de formas diversas, depen-
diendo del tipo de partículas y
dimentador y la zona del tanque
en donde ocurre este fenómeno,
entre otras variables. Estos tipos
de sedimentación son mejor expli-
cados en la Tabla 41.

Tabla 41. Tipos de sedimentación

Tipo de Características de los Características de la Tipos de unidades

sedimentación sólidos sedimentación de tratamiento
Cada una de las
partículas sedi-
Desarenadores,
I Partículas discretas y menta de forma
dársenas de
De partículas aisladas en solucio- independiente sin
sedimentación o
discretas nes diluidas interacciones entre
presedimentadores
ellas ni con el flui-
do que las contiene
Sedimentadores
Las partículas se de agua potable
II Partículas (coloides) van aglomerando y (con coagula-
De partículas floculentas o aglo- forman coágulos o ción-floculación
floculentas merables flóculos de mayor previas) y decan-
tamaño y peso tadores de aguas
residuales

177
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

La sedimentación
Sedimentadores y
Suspensiones de só- es interferida,
III decantadores de
lidos aglomerables dada la cercanía
Zonal o flujo ascendente
de concentración entre partículas y
interferida y de manto de
intermedia se comportan como
lodos
un bloque
Las partículas están
Compactación
en contacto íntimo
de lodos en
entre ellas y su
IV Suspensiones de sedimentadores
peso forma una
Por compresión alta concentración y en unidades de
masa compactada
espesamiento de
en el fondo de las
aguas residuales
unidades

En la práctica, al interior de una presentan, simultáneamente, dos

sola unidad de tratamiento se o más tipos de sedimentación.

Ilustración 31. Tipos de sedimentación para diferentes tipos de unidades

(Arboleda Valencia, Teoría y práctica de la purificación del agua, 2000).
(Modificada por el autor).

178
Potabilización Del Agua

9.2 INTERFERENCIAS EN EL PRO- se desean remover (p.e., cambian-

CESO DE SEDIMENTACIÓN
En la sedimentación se pueden
presentar interferencias de diverso
origen que pueden alterar, en ma-
yor o menor medida, el proceso de
decantación de las partículas que
do los tiempos de retención, gene-
rando turbulencias, resuspendien-
do partículas sedimentadas). Estas
interferencias, las cuales ocurren
de manera notoria en sedimenta-
dores convencionales, se exponen
en la Tabla 42.

Tabla 42. Causas y Efectos de las Interferencias en la sedimentación

Interferencia Causa Efecto

Corrientes de Corrientes térmicas
densidad Corrientes de concentración
Vientos sobre la superficie
Corrientes eólicas
del agua
Alteraciones hidráulicas a
la entrada del sedimentador
Obstrucciones en la zona
Corrientes cinéticas
de sedimentación
Alteraciones hidráulicas a
la salida del sedimentador
Cortos circuitos y giros de la
masa de agua
Desvíos de flujo en superficie
y oleaje
Cortos circuitos y zonas
muertas
Turbulencias que alteran el
floc y los lodos
Zonas muertas y resuspensión
de partículas sedimentadas

En un tanque de sedimentación
9.3 DISEÑO DE SEDIMENTADO- ideal, se tienen 4 zonas: zona de
RES CONVENCIONALES DE entrada, zona de salida, zona de lo-
FLUJO HORIZONTAL dos y zona de sedimentación, como
se muestra en la Ilustración 32.

Ilustración 32. Zonas de un tanque de sedimentación ideal.

179
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
La zona de entrada debe asegu-
rar un reparto uniforme de caudal
en toda el área transversal del
tanque, evitando cortos circuitos
(caminos preferentes) y zonas
muertas, logrando un flujo a pis-
tón con trayectorias horizontales
en la zona de sedimentación.
Igualmente, la zona de salida debe
asegurar un flujo uniforme que no
genere turbulencias o corrientes de
succión que puedan resuspender
partículas ya sedimentadas.
En la zona de lodos se van acu-
mulando las partículas sedimenta-
das para su evacuación posterior
y para que no haya interferen-
cias con las partículas que están
siendo decantadas en la zona
de sedimentación. En teoría, una
partícula que alcanza la zona de
lodos se considera removida.
La zona de sedimentación pro-
porciona un espacio lo suficiente-
mente grande como para que las
partículas puedan asentarse por
efecto de la gravedad y sin inter-
ferencias de las otras 3 zonas.
Hazen y Camp plantearon, a
principios del siglo XX, la relación
existente entre los vectores de la
velocidad horizontal, la velocidad
de asentamiento de la partícula y
la resultante de ellas, con la carga
superficial “Q/A” (caudal/área
180
superficial) del tanque. Encontra-
ron que la carga hidráulica super-
ficial es igual a la velocidad crítica
de sedimentación “Vcs” de la par-
tícula crítica (aquella de determi-
nado peso que entra por la parte
más superficial del sedimentador
y decanta en el extremo opuesto
de la zona de sedimentación. Ver
la Ilustración 32) y, esta velocidad
“Vcs”, es la que debe calcularse
para lograr eficiencias conside-
rables que, en cualquier caso,
deben ser superiores al 70% y,
deseablemente, cercanas al 98%.
El desarrollo de la teoría de sedi-
mentación de Hazen planteó, en
1904, que para un caudal dado,
la remoción de las partículas en
suspensión es función exclusiva del
área superficial del sedimentador
e independiente de su profundi-
dad. No obstante, esta afirmación
es sólo válida para los tanques
ideales que escasamente existen
sólo en los laboratorios. En condi-
ciones reales, los sedimentadores
se encuentran afectados por las
interferencias expuestas en el Ca-
pítulo 9.2. Adicionalmente, existen
otros factores que influyen en la efi-
ciencia de la unidad de sedimenta-
ción y que pueden resumirse en los
siguientes aspectos:
• Calidad del agua cruda en
términos de sólidos suspendi-
dos y turbiedad.
Potabilización Del Agua
• Peso y grado de hidratación
del flóculo formado.
• Forma y tipo del sedimentador.
• Operación y mantenimiento
de la unidad.
• Tipo de dosis y coagulante
usado.
• Control y calidad de los trata-
mientos previos.
Estas interferencias, que inevita-
blemente afectan el funcionamien-
to de los tanques reales, a dife-
rencia de los ideales que no las
tienen, obligan a señalar que la
eficiencia de un sedimentador no
depende únicamente de su carga
superficial, aun cuando ésta sea
la característica de mayor impor-
tancia; en menor grado, la pro-
fundidad y el tiempo de retención
también influyen en el rendimiento
de esta unidad.
9.3.1 CRITERIOS DE DISEÑO DE
SEDIMENTADORES CONVENCIO-
NALES DE FLUJO HORIZONTAL
Aunque los sedimentadores con-
vencionales han entrado en des-
uso debido a su gran ocupación
de áreas y a que presentan rendi-
mientos inferiores a los sedimenta-
dores de alta tasa, los ingenieros
actuales aún se enfrentan a revi-
siones y actualizaciones de dise-
ño para este tipo de unidades en
muchos lugares de mundo.
181
9.3.1.1 CARGA HIDRÁULICA SU-
PERFICIAL
La determinación de la carga
superficial deberá hacerse, en
cualquier caso, y al igual que las
demás unidades de tratamiento,
de manera experimental, efec-
tuando ensayos de sedimenta-
ción en columnas diseñadas para
este propósito, en conos Imhoff o,
más frecuentemente, en las jarras
usadas para los ensayos de tra-
tabilidad. Los siguientes criterios
son únicamente indicativos y sólo
permiten efectuar ejercicios preli-
minares de diseño.
Estudios de Azevedo Netto mues-
tran que los flóculos de alumbre
sedimentan con velocidades com-
prendidas entre 0,015 y 0,070
cm/s, es decir, entre 13 y 60
m/d (m3/m2·d). Sin embargo,
esto ocurre en condiciones idea-
les que nunca se dan en la prácti-
ca. Ensayos efectuados por el au-
tor, válidos para sedimentadores
convencionales, mostraron que
la velocidad de sedimentación
toma los siguientes valores:
• Para floc de alumbre: 12 a
23 m/d
• Para floc con alumbre y po-
lielectrolitos (polímeros): 16 a
29 m/d
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

En la práctica se emplean cargas 9.3.1.2 NÚMERO Y FORMA DE LA

superficiales bajas, entre 15 y 25
m/d y, eventualmente, hasta 30
m/d, para potabilizadoras de fil-
tros de arena sola, considerando
que no existen unidades de sedi-
mentación ideal y, adicionalmente,
previendo fallas en la operación de
las potabilizadoras, lo que es muy
usual en países en desarrollo. Para
potabilizadoras con lechos duales
(arena y antracita) o antracita sola,
estos valores pueden oscilar entre
35 y 45 m/d. No obstante, un va-
lor prudente para nuestros países
no desarrollados es de 30 m/d, en
cualquier caso.
UNIDAD
Deben proyectarse mínimo dos
unidades para municipios menores
y tres para los demás casos. Adi-
cionalmente, según el número de
unidades, deberá proyectarse un
incremento porcentual en el área
superficial de los sedimentadores,
dependiendo de la carga superfi-
cial de trabajo; esto con el fin de
que, en caso de mantenimiento de
una unidad, las otras amortigüen el
caudal excedente sin detrimento de
la eficiencia del proceso. Este incre-
mento se expone en la Tabla 43.

Tabla 43. Incrementos porcentuales de área superficial recomendados en

sedimentadores convencionales según carga superficial y número de unidades

Carga superficial (m/d)

Número de unidades
20 30 40 50
2 0 33 68 100
3 0 11 22 33
4 0 9 17 25
5 o más 0 7 13 20

Los sedimentadores pueden ha- acentúa el flujo a pistón. Los se-

cerse de forma rectangular o
circular. Para agua potable se
prefieren de forma rectangular,
siendo los tanques largos los que
dan mejores resultados ya que se
dimentadores circulares se usan
en potabilizadoras compactas o
de patente, algunas de ellas del
tipo “sedimentador de manto de
lodos”, así como también en los

182
Potabilización Del Agua
decantadores de las depuradoras
de aguas residuales.
Schulz y Okun (1990) afirman que
los sedimentadores de forma cir-
cular no son apropiados para co-
munidades de países en desarrollo
debido a que requieren de equipo
mecánico de evacuación de los lo-
dos, incrementando los costos de
obra y de mantenimiento, así como
también complicando, innecesaria-
mente, las labores de operación.
9.3.1.3 RELACIÓN
ANCHO:LARGO
Esta relación varía entre 1:3 y
1:10, pero más frecuentemente
entre 1:4 y 1:5.
9.3.1.4 VELOCIDAD HORIZONTAL
Experimentalmente se ha encon-
trado que la velocidad horizontal
óptima para este tipo de unidades
está alrededor de 0,5 cm/s. En
cualquier caso, no deberá supe-
rar valores de 1,0 cm/s.
9.3.1.5 PROFUNDIDAD Y RELA-
CIÓN LONGITUD:PROFUNDIDAD
En instalaciones pequeñas, la
profundidad de estas unidades
183
puede variar entre 2,5 y 3,0 me-
tros. Para instalaciones medianas
y grandes puede estar entre 3,5
y 5,0 metros.
La relación longitud:profundidad
del tanque usualmente varía entre
10:1 y 20:1, aunque se pueden
presentar valores al límite, entre
4:1 y 25:1 en casos extremos
(potabilizadoras muy pequeñas o
muy grandes, respectivamente).
La profundidad de los sedimen-
tadores convencionales no debe
ser muy pequeña debido a que la
velocidad horizontal debe mante-
nerse baja para facilitar la sedi-
mentación y por las interferencias
expuestas en el Capítulo 9.2.
9.3.1.6 TIEMPO DE RETENCIÓN
Este tiempo oscila entre 2 y 4 ho-
ras para sedimentadores horizon-
tales convencionales.
9.3.1.7 CARACTERÍSTICAS DE LA
ZONA DE ENTRADA
En realidad no existe un modelo
ideal de entrada. Todas las pro-
puestas buscan una distribución
uniforme de la masa de agua
que asegure un flujo a pistón en
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
toda la cara transversal de la
unidad. Este ingreso usualmente
se busca con paredes o tabiques
perforados, usando canales de
distribución previos o paredes
dobles. De los cuatro casos mos-
trados a continuación, en la Ilus-
tración 33, el ejemplo “d” es el
menos recomendable porque,
según demostraron Richter y Cá-
nepa de Vargas, estas entradas
directas (una sola pared perfo-
rada), cuando hay un floculador
mecánico previo, causan proble-
mas de cortocircuitos y espacios
muertos que reducen la eficiencia
de la unidad de sedimentación
(Richter & Cánepa de Vargas,
Criterios de diseño para flocula-
dores y decantadores. Manual 5.
Diseño. Tomo II, 1992). Se esti-
ma que el diseño de la entrada
es más importante que el de la
salida para prevenir cortocircui-
tos, sin decir que el de la salida
no sea importante (Ingersoll, Mc-
Kee, & Brooks, 1955).
Deben evitarse, entonces, las
conexiones directas (pared sen-
cilla), con tabiques perforados
184
entre las unidades de floculación
mecánica y sedimentación. En
caso de efectuar una conexión
mediante canales de distribu-
ción, éstos deben tener entradas
sumergidas (Ilustración 34) de
forma que se evite el ingreso des-
igual de flujo, por las pérdidas
implícitas en el flujo en canales.
Según A. Netto y Smethurst, la
pantalla (o tabique) perforada
debe ubicarse entre 0,8 y 1,6
metros de la pared de entrada. La
forma de los orificios será preferi-
blemente circular, aunque cuadra-
dos son también aceptables.
La primera hilera de orificios debe-
rá ubicarse a 1/6 de la profundi-
dad del tanque, desde su superfi-
cie, y la última hilera estará a 1/5
de su profundidad, desde el fondo.
La velocidad de entrada en los
orificios de la pantalla difusora
no debe ser mayor a 0,15 m/s.
No obstante, tampoco puede ser
muy baja (no menor a 0,10 m/s),
ya que se generan cortocircuitos y
zonas muertas.
Potabilización Del Agua

Ilustración 33. Diferentes tipos de entrada a sedimentadores. El modelo

menos recomendable es el mostrado en “d”. (Arboleda Valencia, Teoría y
práctica de la purificación del agua, 2000).

Ilustración 34. Canal de distribución y tabique perforado en entrada a sedi-

mentadores (Silva Garavito, 1972).

185
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

El gradiente de velocidad en los [9.1]

orificios no deberá exceder jamás
el gradiente de salida del flocu-
lador y no deberá tampoco ser
superior a 20 s-1. Para determi-
nar el diámetro correspondiente
al gradiente requerido, deberán
hacerse tanteos para diferentes
valores de diámetros, empleando
la ecuación 9.1.
Donde,
υ viscosidad cinemática (m2/s)
V velocidad de paso por el ori-
ficio (m/s)
R radio hidráulico (m). Para orifi-
cios circulares, es igual a d/4
(d = diámetro del orificio).

Foto 41. Tabique con perforaciones para el ingreso homogéneo del agua al
sedimentador. Potabilizadora de Tibitoc, Bogotá D.C.

186
Potabilización Del Agua

EJEMPLO 9.1 SOLUCIÓN:

Se desea calcular el número de Aplicando la ecuación 9.1 y asu-

orificios que debe tener un tabi- miendo, inicialmente, un orificio
que difusor para un sedimenta- de 4” (pulgadas) y una velocidad
dor convencional que tiene 5 m de flujo de 0,10 m/s, se tiene:
de profundidad y 5 de ancho,
trabajando con un caudal de
120 L/s a 20 °C (υ = 1,01 x 10-6
m2/s). El gradiente de mezcla de
la última zona de floculación es Haciendo el mismo procedimiento
de 22 s-1. para otros valores, se obtiene que:

Diámetro
4” 4” 4” 6” 6” 6” 8” 8” 8”
(pulgadas)
Velocidad
0,10 0,15 0,20 0,10 0,15 0,20 0,10 0,15 0,20
(m/s)
Gradiente
12,1 22,2 34,2 9,9 18,1 27,9 8,5 15,7 24,2
(s-1)

Se observa que para una misma El caudal por orificio será igual
velocidad de flujo, al aumentar el al área del orificio por la veloci-
diámetro del orificio se disminuye dad, así:
el gradiente. No obstante, es me-
jor usar muchos orificios peque-
ños que pocos grandes. Según
Romero Rojas, un diámetro cer- El número de orificios será:
cano a los 0,125 m (5 pulgadas,
aproximadamente) genera los
mejores resultados en tabiques
difusores (Romero Rojas, Purifica-
ción del agua, 2000). Atendien- Éstos se distribuirán en el tabique
do a las recomendaciones de difusor de acuerdo con las reco-
no exceder un gradiente de 20 mendaciones dadas.
s-1, ni tampoco una velocidad de
0,15 m/s, se escoge un diáme- 9.3.1.8 CARACTERÍSTICAS DE LA
tro 4 pulgadas (0,1016 m) y una ZONA DE SALIDA
velocidad de flujo de 0,10 m/s
que corresponde a un gradiente Para la salida del agua de la uni-
de 12,1 s-1. dad de sedimentación pueden

187
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

usarse canales o vertederos y tu- pueden prolongarse hacia los cos-

bos perforados, llamados popu-
larmente “flautas”. Estos últimos
se usan más frecuentemente en
sedimentadores lamelares.
Los canales y las flautas, en prin-
cipio, deberán ocupar todo el an-
cho del sedimentador. La carga
de diseño considera el tipo de floc
formado así:
• Para flóculos livianos: 6,0 –
8,5 m3/h · metro de vertedero
• Para flóculos pesados: 9,5 –
12,0 m3/h · metro de vertedero
Si el ancho del sedimentador no
alcanza a satisfacer estos criterios
de carga, los canales o vertederos
tados, hasta 1/3 de la longitud del
sedimentador (Ilustración 36). Estas
estructuras de “alargue” pueden
hacerse en concreto, aunque se pre-
fieren metálicas, de altura ajustable
y con bordes dentados u orificios
sumergidos, dada la dificultad de
construir un rebose totalmente ho-
mogéneo y nivelado que asegure
una descarga equilibrada en toda
su longitud.
En el caso de las flautas, si el lar-
go de ellas excede el ancho del
sedimentador, se preferirán colo-
car tantas como sea necesario,
ocupando todo el ancho del sedi-
mentador en vez de prolongarlas
a los costados.

Foto 42. Canal de salida prolongado hacia los costados del sedimentador,
con orificios sumergidos y flujo libre. Potabilizadora de Tibitoc, Bogotá D.C.

188
Potabilización Del Agua

Los canales recolectores deben [9.3]

estar separados entre sí, a una
distancia de entre 25% y 60%
de la altura efectiva de agua en
el decantador44. Adicionalmente, [9.4]
estos canales trabajarán siempre
a flujo libre, de manera que la
lámina de agua al interior perma-
nezca al menos 0,1 m por debajo Donde,
de su borde.
Q Caudal tratado (m3/s)
Para asegurar esta condición, el b Ancho de la canaleta (m)
canal recolector debe diseñarse ho Máxima altura del agua en el
con las siguientes ecuaciones. canal (m)
hc Altura crítica del agua sobre
[9.2] el fondo del canal (m)
g Gravedad (9,81 m/s2)

Ilustración 35. Corte de un canal de recolección con descarga libre.

La capacidad de flujo “Qd” (en Esta capacidad deberá ser lo sufi-

L/s) en el canal de descarga libre cientemente grande para permitir
se calcula con: recibir el doble del caudal de di-
seño en caso de que otra unidad
[9.5] idéntica de sedimentación salga
de operación.

44. Este criterio aplica también para canaletas o tuberías perforadas.

189
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
EJEMPLO 9.2
Calcule el vertedero de salida de
un sedimentador convencional con
un caudal de diseño de 15 L/s y
con agua que presenta flóculos pe-
sados. El ancho del sedimentador
es de 4 m, como el del ejemplo 9.5.
SOLUCIÓN:
Primero, se verifica el largo requeri-
do por el vertedero, considerando
un valor de carga de 10 m3/h*m
al tener flóculos pesados.
Como el largo del vertedero ex-
cede el ancho del floculador, se
prolongará el vertedero por las
paredes laterales del sedimenta-
dor, 0,7 m a cada costado, de
la manera que lo expone la pri-
mera vista en planta de la Ilus-
tración 36.
Para que el canal funcione con
descarga libre, se diseña de la
siguiente forma:
190
Asumiendo un ancho de canal
de 0,20 m, la máxima altura de
agua en él será (ecuación 9.2):
Se dejará un borde libre de 0,1
m y, por lo tanto, la profundidad
total del canal será de 0,243 m
(24,3 cm).
La altura crítica del flujo en el ca-
nal, con pendiente igual a cero,
será (ecuación 9.4):
La capacidad de flujo total del ca-
nal es (ecuación 9.5):
Esta es una capacidad lo suficien-
temente grande como para per-
mitir recibir el doble del caudal
de diseño en caso de que otra
unidad idéntica de sedimentación
salga de operación.
Potabilización Del Agua

Ilustración 36. Tipos de salida para sedimentadores convencionales (Richter

& Cánepa de Vargas, Criterios de diseño para floculadores y decantadores.
Manual 5. Diseño. Tomo II, 1992).

191
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Para el caso de salidas con tuberías Estimando un diámetro de orificio

perforadas, debe tenerse en cuenta
que se recomienda una carga de 5
a 10 cm de altura de agua sobre
los orificios de la flauta.
El diámetro de la tubería de reco-
lección, trabajando con descarga
libre, se puede calcular de la si-
guiente manera:
[9.6]
Donde,
Q Caudal tratado (m3/s)
D Diámetro de la tubería perfo-
rada o flauta (m)
Para dejar un margen de seguri-
dad que evite que la tubería tra-
baje ahogada, el caudal tratado
será igual al resultante de tener un
sedimentador fuera de servicio.
(generalmente de ½ pulgada), pue-
de calcularse el número de orificios
necesarios para recoger el agua,
manteniendo una recolección ho-
mogénea (caudales iguales) en
toda la longitud de la flauta. Con
la siguiente expresión, se estima
que la discrepancia de los flujos de
ingreso entre el primer y último orifi-
cio, no superará el 5%. La cantidad
de orificios se calcula así (Richter
C., Dispositivos de entrada y salida
para decantadores, 1984):
[9.7]
Donde,
d Diámetro del orificio (m)
D Diámetro de la tubería perfo-
rada o flauta (m)
n Número de orificios necesarios.

Ilustración 37. Recolección de agua sedimentada usando tuberías perforadas

o flautas (Di Bernardo, Sedimentación convencional y laminar, 1988).

192
Potabilización Del Agua
EJEMPLO 9.3
Calcule la tubería perforada, o
flauta, para el efluente de un se-
dimentador convencional con un
caudal de diseño de 15 L/s. El
ancho del sedimentador es de 4
m, como el del ejemplo 9.5.
SOLUCIÓN:
Aunque el caudal real de tra-
bajo es de 15 L/s, el caudal de
servicio para el que se diseña la
tubería, será igual al doble del
caudal real de trabajo, es decir,
30 L/s. Esto evita que la tubería
trabaje ahogada en caso de tener
un sedimentador idéntico fuera de
servicio. El diámetro de la flauta
será, entonces, (ecuación 9.6):
Se elige, entonces el diámetro co-
mercial superior, es decir, 10 pul-
gadas (0,254 m).
Considerando orificios de ½ pul-
gada (0,0127 m), el número de
orificios necesarios será:
193
Respetando la carga del vertedero
calculada para el ejemplo 9.2 de
10 m3/h*m, para la cual se obtuvo
una longitud mayor a la del ancho
del sedimentador, se proyectarán
entonces dos flautas de 4 m de lar-
go (correspondiente al ancho del
sedimentador) con una separación
entre ejes de, aproximadamente,
2 veces el diámetro de la flauta;
es decir, con una separación entre
ejes de 50 cm.
Cada flauta tendrá entonces 92
orificios. Como ya se ha visto en
otros ejercicios, al tener “n” orifi-
cios, se tendrán “n+1” espacios
entre orificios. Por lo tanto, la se-
paración entre los ejes de los orifi-
cios será de:
Esta distancia será también la
misma entre los orificios de los ex-
tremos de la flauta y las paredes
laterales.
9.3.1.9 ZONA DE LODOS
Se estima que el 80% del volu-
men de lodos se deposita en el
primer tercio de la unidad de
sedimentación, por lo cual, para
decantadores pequeños, es reco-
mendable ubicar la descarga en
este punto (Richter & Cánepa de
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Vargas, Criterios de diseño para un barrelodos de acción mecánica,

floculadores y decantadores. Ma-
nual 5. Diseño. Tomo II, 1992).
La descarga de lodos puede hacer-
se de forma semi-continua, continua
o esporádica. Un sistema de extrac-
ción semi-continuo es el empleo de
apoyado en la cresta de los muros
laterales, que se desplaza a muy
baja velocidad, longitudinalmente,
por el sedimentador, empujando el
lodo hacia las bocas de salida, las
cuales se encuentran dotadas de
válvulas de apertura periódica.

Foto 43. Sistema de barrelodos mecánico. Potabilizadora de Tibitoc.

Bogotá D.C., Colombia.

194
Potabilización Del Agua

Otro sistema muy usado para la patente comercial CLARIVAC® (Ilus-

extracción continua de lodos es el tración 38), aunque se encuentran
efectuado a través de sifones in- disponibles otros sistemas de sifones
termitentes como los sistemas de ofrecidos por la industria local.

Ilustración 38. Sistema de recolección de lodos CLARIVAC®. Imagen toma-

da de www.envi-pur.cz, modificada por el autor.

También se han empleado siste- jando por periodos que oscilan

mas aspiradores que se despla-
zan por el fondo del tanque, mon-
tados sobre un carro de impulso
neumático (aire comprimido), que
anda sobre un tendido de rieles.
Estos son muy usados para los se-
dimentadores lamelares.
En la evacuación esporádica los
sedimentadores se dejan traba-
entre 15 días y varias semanas,
dependiendo de la turbiedad del
agua, la dosis y tipo de coagu-
lante y ayudantes de floculación
y el volumen disponible para los
lodos. De manera empírica, se
recomienda que el volumen de la
zona de lodos esté comprendido
entre el 10 y el 20% del volumen
del tanque sedimentador.

195
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Otra forma de determinar la ca- Q caudal tratado (m3/s)

pacidad que debe tener la zona
de lodos, para una operación de
evacuación esporádica y estiman-
do un almacenamiento suficiente
durante 60 días, es empleando
la expresión propuesta por Arbo-
leda, basado en los estudios de
Camp & Hudson:
[9.8]
No obstante, este modelo de cál-
culo de Arboleda, Camp & Hud-
son parece ofrecer valores dema-
siado altos en comparación con
lo que se observa en la práctica.
Ives (1950) estimó la producción
de lodos entre 100 y 200 mL por
cada gramo de coagulante em-
pleado.

Una forma más sencilla, que pare-

Donde, ce dar buenos resultados, es esti-
mar la producción de lodos entre
Vlodos volumen de lodos produci- 0,1% y 3,0% del caudal tratado,
dos (L/s) con valores promedio alrededor
D dosis de coagulante (g/m3) de 0,6% (Sandoval, 1994).

Ilustración 39. Configuraciones típicas del fondo de los sedimentadores, para

extracción de lodos (Arboleda Valencia, Teoría y práctica de la purificación
del agua, 2000; Silva Garavito, 1972).

196
Potabilización Del Agua

Foto 44. Sistema de tolvas para evacuación de lodos, en el fondo de un sedi-

mentador convencional. Potabilizadora de Vitelma, Bogotá D.C., Colombia.

La descarga esporádica de los [9.9]

lodos puede hacerse accionando
manualmente una válvula de com-
puerta o tipo mariposa, el cual es
un método muy usado para plan-
tas medianas o pequeñas.
Adicionalmente, esta válvula des-
agüe del sedimentador deberá per-
mitir un vaciado de la unidad en
un tiempo máximo de 6 horas. En
unidades pequeñas puede acep-
tarse una tubería hasta de mínimo
6” de diámetro y, para grandes
instalaciones, de 12”. No obstan-
te, este diámetro deberá calcularse
con la siguiente expresión:
Donde,
Adesagüe Área de la sección de la tu-
bería de drenaje, limpieza
o vaciado (m2)
As Área superficial del sedi-
mentador (m2)
T Tiempo de vaciado (horas)
p Altura inicial del agua sobre
la boca del tubo de drena-
je, limpieza o vaciado (m)

197
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Deberá siempre existir una pen-
diente mínima de 5% en direc-
ción al punto de la descarga y,
preferiblemente, del 10%. Si la
extracción de los lodos se hace
a través de tolvas, éstas tendrán
una inclinación en sus paredes de
45° a 60°. Las configuraciones tí-
picas de los fondos se muestran
en la Ilustración 39. Si se proyec-
ta una sola boca de desagüe, ésta
debe ubicarse a un tercio de la
longitud desde la entrada del se-
dimentador, ya que en esta zona
se depositan la mayor parte de
los sólidos.
EJEMPLO 9.4
Calcule el diámetro de la válvula
desagüe del sedimentador que
permita el vaciado de la unidad
en 5 horas. La altura inicial del
agua sobre la boca del tubo de
drenaje es aproximadamente de
3,7 m, como en el ejemplo 9.5.
El área de la sección de la tubería
de vaciado será:
El diámetro de la tubería de va-
ciado será:
198
En razón a que el cálculo propor-
ciona un valor de 3,2 pulgadas,
el cual es inferior al mínimo re-
comendado de 6 pulgadas, este
último diámetro será el adoptado.
EJEMPLO 9.5
Se quieren diseñar 3 sedimentado-
res convencionales de 3 metros de
profundidad, para una potabiliza-
dora que maneja un caudal de 45
L/s al final de su periodo de diseño.
Según las pruebas de laboratorio,
el tiempo de retención hidráulica
(TRH) debe ser de 3 horas a una
carga superficial “Cs” de 20 m3/
m2*d. Dimensionar las unidades.
SOLUCIÓN:
Al ser 3 sedimentadores, el cau-
dal de diseño de cada uno de
ellos será de 15 L/s (54 m3/h).
Se calcula el volumen de cada
tanque:
Se calcula el área superficial:
Al manejarse una carga superfi-
cial de 20 m/d, no es necesario
hacer incremento porcentual del
área superficial (según Tabla 43).
Potabilización Del Agua
Por cuestiones de espacio, se de-
termina una relación ancho:largo
de 1:4 para el sedimentador; esto
es, el largo igual a cuatro veces el
ancho. Se determina el ancho de
la unidad:
As=ancho (a) ∙ largo (l)
Como el largo es 4 veces el an-
cho, entonces:
De manera que el largo, que co-
rresponde a 4 veces el ancho, es
de 16 m.
La profundidad útil del sedimenta-
dor será:
El área transversal de la cara del
sedimentador se calcula con el
ancho “a” y la profundidad “h”:
199
La velocidad horizontal será de:
Este valor está por debajo del
máximo óptimo recomendado
(0,5 cm/s).
Estimando un volumen de zona de
lodos equivalente al 20% del volu-
men del sedimentador:
Se deja una altura adicional en el
tanque de:
Se dejan, entonces, 0,5 m adi-
cionales en la altura útil del sedi-
mentador, para dar espacio a los
lodos.
Considerando 0,4 m adicionales,
como borde libre del tanque, la
altura total de la estructura del se-
dimentador, incluyendo la zona
de lodos, será de 3,43 m.
Si se considera la ubicación de la
salida de lodos en el primer ter-
cio de la longitud del sedimenta-
dor, el fondo inclinado tendrá la
siguiente configuración (en corte).
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Nota: Debe recordarse que el dise-
ño completo debe incluir los deta-
lles de la estructura de entrada, el
tabique difusor, el dispositivo de sa-
lida, la configuración del fondo del
sedimentador, las pendientes y el
sistema de evacuación de los lodos.
9.4 DISEÑO DE SEDIMENTADO-
RES LAMELARES O DE ALTA TASA
DE FLUJO ASCENSIONAL
Hazen (1904) propuso dividir
horizontalmente, con bandejas
a manera de entrepisos, los sedi-
mentadores convencionales para
lograr mejores eficiencias. Camp,
en 1946, diseñó sedimentadores
de este tipo, pero finalmente no
tuvieron acogida, principalmente
quizá, por las dificultades de lim-
pieza que presentaban. Otros in-
vestigadores como Culp, Hansen
y Richardson, idearon sedimenta-
dores de muy poca profundidad,
usando módulos tubulares que
conseguían una decantación de
los flocs en muy poco tiempo; estas
200
unidades parecen ser las precurso-
ras de los sedimentadores de alta
tasa que hoy conocemos.
Este tipo de sedimentadores son
llamados también de placas incli-
nadas, laminares, de alta rata o de
flujo laminar. En estas unidades, el
agua ingresa por la parte baja de
la estructura y asciende a través de
placas inclinadas a 60° (respecto
de la horizontal), para ser posterior-
mente recolectada en la parte supe-
rior mediante estructuras de rebose.
Algunas de las primeras investiga-
ciones en sedimentación de flujo
laminar mostraron que las eficien-
cias de remoción máximas se con-
seguían con placas inclinadas entre
los 20° y los 30°; no obstante, la di-
ficultad en la limpieza era el mayor
inconveniente operativo dado que el
lodo no escurría sino que se acumu-
laba sobre las placas (Culp, Hsiung,
& Conley, 1969). Posteriormente, se
determinó que las placas dispuestas
a 60° aseguraban su autolimpieza
Potabilización Del Agua
al arrastrar, por efecto de la grave-
dad, los lodos allí depositados en el
fondo de la unidad. Posteriormente,
en 1970, Yao desarrolló casi la tota-
lidad del soporte teórico de la sedi-
mentación lamelar (Yao, 1970).
Su alta eficiencia, respecto de
los sedimentadores convencio-
nales, obedece en gran parte a
que los sedimentadores lamelares
trabajan con flujos laminares co-
rrespondientes a un Número de
Reynolds “Re” entre 100 y 500,
mientras que los convenciona-
les funcionan con valores entre
10.000 y 250.000, que corres-
ponden a un régimen turbulento,
aunque esto no pueda entenderse
a simple vista.
Es fundamental no considerar a
un sedimentador lamelar como si
fuese un sedimentador horizontal
con placas inclinadas, ya que el
régimen de flujo (según el “Re”)
es nominalmente muy distinto.
Un sedimentador lamelar es una
unidad en donde cada espacio,
o celda, entre un par de placas,
funciona como un sedimentador
independiente.
Estas celdas pueden configurarse
mediante la ubicación de placas
paralelas que, a su vez, pueden
ser lisas u onduladas o pueden
componerse de tubos circulares o
módulos cuadrados o hexagona-
les, a manera de colmena o panal.
201
Las placas usadas en la actuali-
dad, pueden ser:
• Placas angostas: 1,20 m de
alto y 2,40 m de ancho (apro-
ximadamente).
• Placas profundas: 1,20 a
1,50 m de ancho y 2,40 a
3,20 m de profundidad.
Las placas suelen hacerse en made-
ra, plástico o, más frecuentemente,
en acero inoxidable. Los módulos
tipo colmena, panal o tubulares,
son prefabricados en plástico de
alta densidad o en fibra de vidrio.
La madera puede ser durable
siempre y cuando se mantenga
húmeda y se eviten periodos de
desecación alternados. Deben
evitarse las maderas prensadas
que se fabrican con algún tipo
de resina, ya que esta puede di-
solverse en el agua, alterando su
calidad.
El plástico tiene la ventaja de tener
un peso muy bajo, lo que facilita su
manejo. Los módulos de plástico,
generalmente disponibles para ser
usados en sedimentadores, tienen
una altura que varía entre 0,5 y 0,6
m y se fabrican en PVC (policloruro
de vinilo), en polipropileno (PP) o
en ABS (acrilonitrilo butadieno es-
tireno) en forma tubular, tipo panal
o colmena, para que los módulos
no se deformen. Debido al mayor
perímetro mojado de estas formas
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

tubulares y a la poca profundidad de 33% a 38% más altas que en

de las mismas, se crean velocida-
des de flujo mayores que podrían
afectar la hidráulica del proceso.
Yao (1969) demostró que las ve-
locidades en estos módulos cortos
tipo panal o colmena, pueden ser
los sistemas de placas, con un incre-
mento de 50% a 60% de la carga
hidráulica. No obstante, ya empie-
zan a fabricarse módulos, de entre
0,9 m y 1,5 m de profundidad, que
presentan un mejor funcionamiento.

Foto 45. Sedimentador lamelar de placas inclinadas, prefabricado. Imagen

tomada de: http://www.pollutioncontrolsystem.com

En algunos lugares, para evitar económicos ya que no precisan

estos problemas, se han usado
telas de polietileno o polipropile-
no45 tensionadas contra los muros
laterales usando bastidores de
madera con pernos. Estos rollos
tienen anchos de 1,2 m y resultan
estructuras de soporte. Una de las
dificultades de estos plásticos es
la susceptibilidad de degradación
a la radiación solar ultravioleta,
por lo cual deberán adquirirse
plásticos de alta resistencia.

Foto 46. Sedimentador de alta tasa con tiras de polietileno. Rionegro, Colom-
bia. Archivo de Guillermo Lozano Bravo.

45. El polipropileno (PP) ha demostrado ser más resistente a la degradación que el polietileno (PE).

202
Potabilización Del Agua

Foto 47. Sedimentador de alta tasa con placas pandeadas, inapropiada

disposición de las estructuras de recolección del agua clarificada y mal
mantenimiento. Archivo de Guillermo Lozano Bravo.

El acero inoxidable es un material entre 0,7 y 0,9 mm, anchos de 1,2

que, pese a su elevado costo, está a 1,5 y largos de 3,0 a 3,2 m. Es
siendo muy usado en la actuali- un material que tiende también a
dad. Es un material altamente du- pandearse, por lo que requiere de
rable y se encuentra en espesores una cuidadosa instalación.

Foto 48. Sedimentador lamelar con módulos plásticos tubulares tipo panal y
salida de agua usando tuberías perforadas. Imagen tomada de:
http://www.binkleyassociates.com

203
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 49. Sedimentador lamelar con módulos plásticos tubulares tipo panal
y salida de agua usando vertederos de lámina dentada de altura variable.
Imagen tomada de: http://www.westernwater.com

Ilustración 40. Módulo plástico tubular tipo panal (0,99 x 0,48 x 1,48 m).
Tomada de: http://www.aquagenics.com.au

204
Potabilización Del Agua

Foto 50. Sedimentador de alta tasa con módulos plásticos tipo panal que
muestra un mal funcionamiento hidráulico.
Foto: Ángela Barrios y Natalia Cícery.

9.4.1 CRITERIOS DE DISEÑO DE No obstante, la determinación

SEDIMENTADORES LAMELARES
O DE ALTA TASA
9.4.1.1 CARGA HIDRÁULICA
Aunque se mencionó que la ve-
locidad de sedimentación crítica
“Vcs”, resultante entre la velocidad
horizontal y la velocidad de asen-
tamiento de la partícula, es igual
a la carga hidráulica superficial,
la configuración de este tipo de
unidades de alta tasa y la gran efi-
ciencia que permite el flujo laminar
en ellas, facilita el empleo de car-
gas hidráulicas mucho mayores.
Deben manejarse cargas entre
120 y 185 m3/m2/día, para se-
dimentadores lamelares de pla-
cas angostas, y entre 200 y 300
m3/m2/día, para los de placas
profundas.
de la carga hidráulica deberá
hacerse, en cualquier caso y al
igual que las demás unidades de
tratamiento, de manera experi-
mental, efectuando ensayos de
sedimentación. Los valores teóri-
cos expuestos por la literatura o
por normas técnicas son única-
mente indicativos y sólo permiten
efectuar ejercicios preliminares
de diseño.
9.4.1.2 NÚMERO DE REYNOLDS
Su valor oscila entre 100 y 500,
siendo muy frecuente cerca de
200 y preferiblemente siempre me-
nor de 250. En los decantadores
lamelares, el Número de Reynolds,
Re, es consecuencia de la geome-
tría de los elementos tubulares o
de las placas y de la velocidad del
flujo en el interior de éstos.

205
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

El Re nunca es una condición del entre ellas, con lo cual se logra

proyecto, por lo cual algunos pro-
yectistas no lo calculan y conside-
ran que carece de importancia
la obtención de un flujo laminar
puro. No obstante, deberá veri-
ficarse para asegurar las condi-
ciones de trabajo, empleando la
siguiente expresión:
[9.10]
Donde,
Re Número de Reynolds
Vm Velocidad media de flujo en los
módulos o entre placas (m/s)
E Espaciamiento entre placas (m)
υ Viscosidad cinemática del
agua (m2/s)
A medida que el Re se acerca a
su máximo valor (500), se obtiene
una disminución en el número de
placas por incremento del espacio
economía pero en detrimento de
la eficiencia del proceso.
9.4.1.3 ESPACIAMIENTO ENTRE
PLACAS
Se usa comúnmente un espa-
ciamiento cercano a 5 o 6 cm
entre placas. Valores mayores
pueden afectar ostensiblemente
la eficiencia de la unidad y va-
lores menores no representarán
necesariamente una mejora del
proceso. En cualquier caso, de-
berá verificarse la velocidad de
flujo entre placas y el valor de
la longitud relativa “L”, la cual
corresponde al cociente entre la
longitud de la placa y la separa-
ción entre ellas.
Este valor no debe estar por de-
bajo de 20 y, preferiblemente,
por encima de 24, para asegurar
remociones de turbiedad, superio-
res al 80%.

Foto 51. Sedimentador de alta tasa con placas que presentan roturas y dise-
ño deficiente en la estructura de recolección del agua clarificada.

206
Potabilización Del Agua
9.4.1.4 VELOCIDAD CRÍTICA DE
SEDIMENTACIÓN E INCLINA-
CIÓN DE LAS PLACAS
Esta velocidad debe obtenerse a
partir de los ensayos de laborato-
rio. Ensayos efectuados por el au-
tor mostraron que la velocidad de
sedimentación toma los siguientes
valores:
• Para floc de alumbre: 12 a
23 m/d
• Para floc con alumbre y po-
lielectrolitos (polímeros): 16 a
29 m/d
Puede emplearse la siguiente expre-
sión, considerando una velocidad
media de flujo entre los módulos (o
velocidad ascensional) que asegure
un buen comportamiento hidráulico,
el cual (experimentalmente) tiene un
valor “Vm” entre 0,20 y 0,22 cm/s.
Tabla 44. Valores de S según el tipo de celda o módulo.
Tipo de Módulo
Placas planas paralelas
Tubos circulares
Tubos cuadrados
Placas Onduladas
Otras formas tubulares
La longitud relativa “L” está defi-
nida como:
[9.12]
207
[9.11]
Donde,
Vcs Velocidad crítica de sedimen-
tación de las partículas (m/s)
S Constante que depende del
tipo de celda o módulo (adi-
mensional)
Vm Velocidad media de flujo en
los módulos o entre placas
(m/s)
θ Ángulo de inclinación de las
placas o módulos respecto de
la horizontal.
L Longitud relativa de la celda
(adimensional)
Los valores de “S” se pueden con-
sultar en la Tabla 44.
S
1,0
4/3
11/8
1,3
1,33 – 1,42
Donde “E” es el espaciamiento
entre placas (entre 5 y 6 cm) y “l”
es la profundidad de las placas o
los módulos.
El ángulo de las placas define la efi-
ciencia del proceso. Yao demostró
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
que la máxima eficiencia se obtie-
ne con inclinaciones de entre 20° y
40° (siendo el primer valor el ópti-
mo). Sin embargo, esta inclinación
dificulta la limpieza de la unidad.
Finalmente, se encontró que la incli-
nación que permite una remoción
continua y por gravedad, de los
lodos sedimentados, es de 60°. Por
esta razón, el valor de θ es usual-
mente de 60°.
9.4.1.5 VELOCIDAD MEDIA EN
LOS MÓDULOS O ENTRE PLACAS
Aunque algunos autores como
Montgomery recomiendan velo-
cidades menores a 1,0 cm/s y
el CEPIS recomienda entre 0,17
y 0,42 cm/s, los análisis efectua-
dos por este autor muestran que
las velocidades más convenientes
para lograr un flujo uniformemen-
te repartido en todos los módulos,
evitando la generación de zonas
muertas por bajas velocidades,
deben oscilar entre 0,20 y 0,22
cm/s y, como afirma Arboleda Va-
lencia, en lo posible, no deberá ser
inferior a 0,20 cm/s, pero tampo-
co mucho más de este valor, para
evitar la ruptura del floc (Arboleda
Valencia, Teoría y práctica de la
purificación del agua, 2000).
9.4.1.6 TIEMPO DE RETENCIÓN
HIDRÁULICA EN LAS CELDAS
Estas unidades se diseñan para
tiempos de retención hidráulica
208
que oscilan entre 10 y 20 minu-
tos. Este tiempo se puede calcular
con la siguiente expresión.
[9.13]
Donde,
l Profundidad de las placas o
módulos (m)
Vm Velocidad media en los módu-
los o entre placas (m/s)
9.4.1.7 ÁREA SUPERFICIAL DEL
SEDIMENTADOR LAMELAR
Para estimar esta área superficial,
debe usarse la siguiente expresión:
[9.14]
Donde,
A Área que debe ser cubierta
por las placas (m2)
Q Caudal de diseño (m3/s)
Vm Velocidad media en los módu-
los o entre placas (m/s)
θ Ángulo de inclinación de las
placas o módulos respecto de
la horizontal
ε Factor épsilon, el cual relacio-
na el espesor de la placa con
el espaciamiento entre ellas.
Potabilización Del Agua
Este factor épsilon “ε” es calculado
mediante la siguiente expresión:
[9.15]
Donde,
e espesor de la placa
E espaciamiento entre placas
9.4.1.8 NÚMERO DE PLACAS
En caso de que se usen, se deter-
minan con la siguiente expresión:
[9.16]
Foto 52. Sedimentador lamelar de placas profundas en acero inoxidable.
Potabilizadora El Dorado, Bogotá D.C., Colombia.
209
Donde,
N Número de placas
Ls Longitud del tanque sedimen-
tador (m)
l Profundidad de las placas (m)
θ Ángulo de inclinación de las
placas respecto de la hori-
zontal.
E Espaciamiento entre placas
(m)
e Espesor de las placas (m)
9.4.1.9 PROFUNDIDAD DE LA
UNIDAD
Estas unidades oscilan entre los
3,5 y los 5,5 metros de profun-
didad total (placas, zona de en-
trada, zona de salida y zona de
lodos).
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
9.4.1.10 ESTRUCTURA DE EN-
TRADA
En potabilizadoras pequeñas y
medianas se emplean tuberías de
PVC perforadas (flautas) bajo las
placas (o estructuras análogas en
concreto), para el ingreso ascen-
dente y distribución del agua en
el sedimentador. Se recomienda
instalar una tubería perforada o
estructura similar de distribución
por cada 1,20 m de ancho del
sedimentador. Los orificios deben
apuntar hacia el fondo del sedi-
mentador para evitar que los lodos
arrastrados se depositen sobre
los orificios de la flauta causando
obstrucciones. La tubería de distri-
bución debe ir a una distancia mí-
nima de 0,6 m por debajo de las
placas o módulos.
La velocidad de salida del flujo,
a través de estos orificios, deberá
ser igual a la de la salida de la úl-
tima cámara de floculación, pero
no menos a 0,10 m/s ni mayor de
0,15 m/s. Con esta velocidad y el
caudal tratado, se calcula el área
total requerida para los orificios,
los cuales deben mantener una
distancia entre centros “a”, entre
0,1 y 0,5 m y de 0,25 m respecto
de la pared del sedimentador.
El número de orificios estará dado
por:
[9.17]
210
Donde,
N Número de orificios
Ls Longitud del tanque sedi-
mentador (m)
d Distancia entre los orificios
de los extremos, a la pared
del sedimentador (m).
a Distancia entre orificios de
centro a centro (m)
Si se divide el área de paso re-
querida para mantener un gra-
diente no superior al de la última
cámara de floculación entre el
número de orificios, se obtiene el
área de cada orificio y se puede
determinar el diámetro de cada
uno de ellos.
El diámetro de la tubería de repar-
to se puede calcular considerando:
[9.18]
Donde,
d Diámetro de cada orificio
(m)
D Diámetro de la tubería per-
forada o flauta de reparto
(m)
n Número de orificios.
Potabilización Del Agua

Ilustración 41. Cortes longitudinal (arriba) y transversal (abajo) de un sedimen-

tador de alta tasa para pequeños caudales (Maldonado Yactayo V., 2004).

211
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 42. Cortes longitudinal (arriba) y transversal (abajo) de un sedimen-

tador de alta tasa para grandes caudales (Maldonado Yactayo V., 2004).

212
Potabilización Del Agua

Esta verificación, además de ase- Se verifica la velocidad de flujo que

gurar un gradiente de entrada al
sedimentador que no represente
peligro de rotura para el floc, con-
fiere una equirrepartición del flujo
con discrepancias entre los cau-
dales del orificio inicial y final, de
menos del 5%, lo cual es bastante
aceptable.
Debe tenerse en cuenta que una
relación aceptable entre el diáme-
tro de los orificios y el diámetro
de la tubería de reparto, está muy
cerca de 0,25.
correspondería al gradiente de 18
s-1 de la última cámara del flocula-
dor (ecuación 9.1). Para ello debe-
rán hacerse varios tanteos, como se
vio en el ejemplo 9.1.
Haciendo tanteos, se encontró
que para un orificio de 2 pulga-
das (0,0508 m) y una velocidad
de 0,10 m/s, a 20 °C (υ = 1,01
x 10-6 m2/s):

EJEMPLO 9.3

Diseñe una estructura de entrada, Este valor es aproximadamente

con tuberías perforadas, para un igual al de la salida de la última cá-
sedimentador lamelar de 24,4 m mara de floculación. Considerando
de largo y 2,4 m de ancho. El gra- esto, el caudal por orificio es:
diente de la última cámara de flo-
culación es de 18 s-1. El caudal de
trabajo de la unidad es de 100
L/s (como en el ejemplo 9.5). El número de orificios será:

SOLUCIÓN:

Dado que el ancho de la unidad El espacio entre ejes o centros de

es de 2,4 m y que debe proyectar- los orificios será (ecuación 9.17):
se una estructura de entrada cada
1,2 m de ancho de sedimentador,
se proyectan dos flautas distribui-
doras cuyo eje estará ubicado a
0,8 m respecto de la pared de
la unidad. Consecuentemente, la
distancia entre los ejes de las 2
flautas, será también de 0,8 m. Este valor se aproxima bastante al
Por cada una de estas tuberías in- más bajo recomendado de 10 cm
gresará un caudal de 50 L/s. y, por lo tanto, se acepta.

213
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

9.4.1.11 ESTRUCTURA DE SALIDA las placas o módulos “h” e inver-

En ese caso, deben tomarse las
mismas consideraciones de salida
de agua clarificada en tuberías
perforadas y canales a flujo libre,
vistas para los sedimentadores
convencionales (capítulo 9.3.1.8).
samente proporcional a la veloci-
dad ascensional en el tanque de
sedimentación, que se halla con
el caudal y el área superficial.
[9.19]

En el caso en que se usen canales Donde,

recolectores o vertederos (ya sean
en concreto o metálicos de altura
ajustable y con bordes dentados),
debe considerarse que la distan-
cia máxima entre las estructuras
de recolección “d” es función de
la profundidad de instalación de
d Distancia máxima de las es-
tructuras de recolección (m)
h Nivel mínimo del agua sobre
las placas (m)
Vm Velocidad media en los módu-
los o entre placas (m/d)

Ilustración 43. Distancias “d” y “h” que se relacionan con la velocidad

ascensional del flujo.

Estos canales de recolección o Otro criterio similar, es el reco-

flautas deberán ubicarse uno por mendado por Arboleda Valencia
cada 1,2 m de ancho de tanque (2000) que dice que la separa-
o, preferiblemente, cada 0,9 m. ción entre canaletas o estructuras

214
Potabilización Del Agua
de recolección “d”, debe ser 1,5
veces la altura de la lámina de
agua sobre las placas “h”.
9.4.1.12 ZONA DE LODOS
Se diseña con las mismas consi-
deraciones vistas en el capítulo
9.3.1.9 para sedimentadores con-
vencionales. Adicionalmente, la re-
colección de lodos en estas unida-
des, se recomienda hacerla usando
métodos hidráulicos mediante tol-
vas continuas o tolvas separadas
Tabla 45. Relación entre la longitud y el diámetro de un múltiple de evacuación
de lodos en sedimentadores lamelares
Longitud del múltiple (m)
2,0 a 3,5
3,5 a 6,5
6,5 a 12,0
Para asegurar una buena distri-
bución de flujo de lodos en el
múltiple, debe mantenerse la si-
guiente relación:
[9.20]
Donde,
d Diámetro de los orificios de
descarga
D Diámetro del múltiple de des-
carga
n número de orificios de descarga
215
con orificio de descarga individual
(Ilustración 44); la pendiente de
estas tolvas varía entre 45° y 60°
para evitar la adhesión de lodos en
sus paredes.
Otra forma de hacerlo es usar un
canal o múltiple colector como se
aprecia en la Ilustración 45.
Para el caso del múltiple, su diá-
metro dependerá de su misma
longitud, como se aprecia en la
Tabla 45.
Diámetro del múltiple (pulgadas)
4”
6”
8”
La velocidad mínima de arrastre
en los orificios del múltiple (en el
sistema de tolva continua) debe
ser de entre 1 y 2 cm/s para ase-
gurar el arrastre de las partículas
sedimentadas.
El diámetro “D” de los múltiples
de succión de lodos puede asu-
mirse de la siguiente manera:
• Entre 2,0 y 3,5 m de largo,
D = 4” (0,1016 m)
• Entre 3,5 y 6,5 m de largo,
D = 6” (0,1524 m)
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

• Entre 6,5 y 12,0 m de largo, el plano inclinado de la tolva, la

D = 8” (0,2032 m) distancia entre orificios “X”, será:

La distancia entre orificios “X” del

múltiple, en el caso en que se pon-
gan sobre el fondo plano del se-
dimentador, debe calcularse con
la siguiente expresión, conside-
rando que el valor resultante debe
ser igual o ligeramente mayor que
la relación L/n:
[9.21]
En el caso en que los orificios
del múltiple se encuentren sobre
Donde,
X Distancia entre orificios del
múltiple en un fondo plano (m)
d Diámetro del orificio del múlti-
ple (m)
h Tirante o altura de agua sobre
el orificio (m)
va Velocidad mínima de arrastre
asignada (m/s)
L Longitud del múltiple (m)
n Número de orificios, fijando
una distancia de X/2 para el
primer y último orificio, respec-
to del extremo

Ilustración 44. Sistema de tolvas de recolección de lodos para sedimentadores

lamelares (Richter & Cánepa de Vargas, Criterios de diseño para floculadores y
decantadores. Manual 5. Diseño. Tomo II, 1992).

216
Potabilización Del Agua

Ilustración 45. Múltiple colector con orificios y tolvas separadas (Richter & Cá-
nepa de Vargas, Criterios de diseño para floculadores y decantadores. Manual
5. Diseño. Tomo II, 1992).

La descarga de los lodos, de de múltiple de 4 m cada uno. La

manera intermitente, puede ha-
cerse accionando manualmente
una válvula de compuerta o tipo
mariposa, método el cual es muy
usado para plantas medianas o
pequeñas. También pueden usar-
se sifones intermitentes.
EJEMPLO 9.4
velocidad de arrastre “va”, reco-
mendada por economía, es de
1 cm/s (0,01 m/s). La relación
entre el diámetro del orificio y el
del múltiple al cuadrado y por
el número de orificios se fija en
0,40 (ecuación 9.19). Se toma-
rá un diámetro de múltiple de 6”
(0,1524 m) y 7 orificios.

Se debe diseñar un sistema de eva- El diámetro de los orificios será:

cuación de lodos de tolva continua
con 60° de inclinación y múltiple
para un decantador de 9 m de lar-
go, 4,8 m de ancho y 4,6 m de pro-
fundidad efectiva (nivel del agua).

SOLUCIÓN:

Se proyectará un tubo de suc-

ción en el centro y dos tramos

217
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Como el diámetro comercial que
más se acerca para la apertura de
los orificios es el de 1½ pulgadas
(0,0381 m), se calcula de nuevo
la relación con este diámetro.
EJEMPLO 9.5
Como esta relación está entre
0,40 y 0,45, se acepta.
Se calcula la separación entre ori-
ficios “X” a la cual se presentará
la velocidad mínima de arrastre,
fijada en 0,01 m/s (1 cm/s):
SOLUCIÓN:
Dado que esta diferencia, a prime-
ra vista, podría parecer grande y
debe ser sólo ligeramente mayor,
se asume que el valor X es igual
a la relación L/n y se comprueba
o recalcula el número de orificios
que debe tener el múltiple.
218
Este valor permite corroborar
que los 7 orificios asumidos son
correctos. En caso de que el re-
sultado aproximado arrojara otro
valor de orificios, se recalcularía
todo con este nuevo valor.
Se requieren diseñar dos unidades
de sedimentadores lamelares para
tratar un caudal máximo de 200
L/s (100 L/s cada unidad). Las
placas son de acero inoxidable de
dimensiones de 2,40 x 1,20 y 0,9
mm de espesor; inclinadas a 60° y
separadas entre sí 0,06 m. La tem-
peratura mínima esperada es de
15 °C (υ = 1,14x10-6 m2/s) y los
ensayos de laboratorio mostraron
una velocidad de sedimentación
crítica de 20 m/d.
Para poder estimar la velocidad
crítica de sedimentación, debe de-
terminarse inicialmente la longitud
relativa, con la ecuación 9.12.
Asignando una velocidad media
de flujo entre las placas de 0,20
cm/s (0,002 m/s), que asegure
un flujo uniformemente repartido
en todas las celdas (como se men-
ciona en el numeral 9.4.1.5), se
verifica que la velocidad crítica
Potabilización Del Agua

de sedimentación sea menor o

igual que la calculada en el la-
boratorio (20 m/d). Aplicando la
ecuación 9.11. y con un valor de
S para placas inclinadas parale-
las de 1, según la Tabla 44:
El área superficial de cada uno de
los dos sedimentadores, trabajan-
do con 100 L/s (0,1 m3/s), será:

Asumiendo un ancho útil igual al

de las placas (B = 2,4 m), cada
Este valor de trabajo es inferior sedimentador tendrá, entonces,
al calculado en laboratorio (20 un largo de:
m/d), con lo cual se proporciona
un margen de seguridad que ga-
rantiza la eficiencia del proceso.
El número de Reynolds será:

El número de placas, usando la

ecuación 9.16, es:
Este valor de Re es menor que el
recomendado, de 250.

El tiempo de retención hidráulica

en las celdas, usando la ecua-
ción 9.13, será de:

Verificando la carga hidráulica

para cada sedimentador:
El área superficial del sedimentador
se calcula con la ecuación 9.14, es-
timando previamente el factor épsi-
lon con la ecuación 9.15.

219
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Esta carga de 147,44 m/d, se agregado al agua turbia era ca-

encuentra dentro del rango reco-
mendado para sedimentadores la-
melares de placas angostas (120
a 185 m/d).
Nota: Debe recordarse que el dise-
ño completo debe incluir los deta-
lles de la estructura de entrada, el
tabique difusor, el dispositivo de sa-
lida, la configuración del fondo del
sedimentador, las pendientes y el
sistema de evacuación de los lodos.
9.5 SEDIMENTADORES VERTICA-
LES DE CONTACTO A TRAVÉS DE
UN MANTO DE LODOS
Sillar y Wigner en 1869 obser-
varon que el lodo coagulado
paz de precipitar las partículas
en suspensión. Este principio fue
aplicado por el alemán Mueller
Nohnsen en un tanque de sedi-
mentación construido en Dort-
mund, en 1880 y que aunque
nunca fue patentado, pasó a
ser conocido como Tanque Dort-
mund. En él, el agua ingresaba
por la parte inferior que tenía
forma cónica y ascendía atra-
vesando un manto de partículas
en suspensión que ayudaban a
retener la turbiedad del agua, la
cual ya clarificada, era recogida
por unas canaletas de rebose en
la parte superior.

Ilustración 46. Tanque Dortmund (Arboleda Valencia, Teoría y práctica de la

purificación del agua, 2000).

220
Potabilización Del Agua
Estas unidades funcionan con
cargas superficiales entre los 60
y los 120 m/d con tiempos de re-
tención entre 1 y 2 horas. En la
actualidad, se han desarrollado
múltiples variantes de este diseño,
siendo, en su mayoría, modelos
patentados. En América Latina,
hacia los años 80 del siglo 20,
empezaron a tener mucha aco-
gida y se instalaron varios en
diferentes países, con resultados
poco satisfactorios a pesar de su
demostrada eficiencia. Quizá,
la principal razón del bajo ren-
dimiento de estas unidades en
Latinoamérica fue su empleo ca-
prichoso en aguas de baja turbie-
dad, donde la poca formación de
lodos en el interior del sedimen-
tador dejaba sin soporte el prin-
cipio de funcionamiento de este
tipo de unidades.
En resumen y como recomenda-
ción, este tipo de unidades no
Ilustración 47. Accelator® de Infilco Degremond. Imagen tomada de: http://
www.degremont-technologies.com, modificada por el autor.
221
deberían ser diseñadas para su
construcción in situ, sino adquiri-
das de las compañías que poseen
su patente. Adicional a ello, sólo
deben ser empleadas en aguas
que tengan turbiedades entre me-
dias a altas, que aseguren la for-
mación del manto de lodos.
Una de las unidades más em-
pleadas es el Accelator® de la
compañía Infilco Degremont que
se muestra en la Ilustración 47.
En la zona de mezcla primaria,
se efectúa el proceso de coagu-
lación en adición de las sales
coagulantes; la zona de mez-
cla secundaria es análoga a la
floculación o mezcla lenta, en
donde también se mezclan lodos
recirculados. El agua que sale
de esta zona de mezcla se en-
cuentra con un manto de lodos
en donde se realiza una separa-
ción dinámica, obteniéndose así
el efluente clarificado.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 48. Superpulsator® de Infilco Degremond. Imagen tomada de:

http://www.degremont-technologies.com, modificada por el autor.

El Superpulsator® es otro desa- manto de lodos evitando la forma-

rrollo de la industria Infilco Degre-
mont (Ilustración 48). Esta unidad
cuenta con un sistema de vacío
que de manera intermitente, por
pulsos, succiona el manto de lo-
dos, comprimiéndolo, para poste-
riormente liberar la carga de suc-
ción y provocar así una expansión
del manto, expulsando el exceso
de lodos hacia el concentrador.
Este pulso de succión (compre-
sión) y expansión, homogeniza el
ción de grietas o de canales prefe-
rentes al interior de las placas de
sedimentación. Al presentarse en
una sola unidad la coagulación,
la floculación y la sedimentación,
estas unidades son conocidas tam-
bién como clarificadores o clariflo-
culadores. Otros modelos usados
en el mundo, también de Infilco
Degremond son el AcuaDAF®, el
DensaDeg® y el Pulsapak® entre
otros.

222
Potabilización Del Agua
Foto 53. Clarifloculador construido in situ. Municipio de Villeta, Colombia.
9.6 CONEXIÓN ENTRE FLOCULA-
DOR Y SEDIMENTADOR
Para el caso de floculadores me-
cánicos y sedimentadores con-
vencionales, el sedimentador de-
berá construirse inmediatamente
después del floculador, sepa-
rado por una pantalla difusora
con orificios de área equivalente
del 5 al 7% del área de la sec-
ción transversal, cuyas pérdidas
serán menores de 5 mm. Para
223
sedimentadores convenciona-
les, siempre deberán preferirse
conexiones sumergidas que ase-
guren un reparto homogéneo de
flujo que impida la formación
de cortos circuitos y promueva
el flujo a pistón. Deben cuidarse
los gradientes generados en las
estructuras de conexión, de ma-
nera que no se presenten estre-
chamientos o cambios abruptos
de velocidad o de dirección, que
puedan romper el floc formado.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
DISEÑO DE UNIDADES
DE FILTRACIÓN
L
a filtración es una operación
unitaria en donde una mezcla
sólido-líquido atraviesa un me-
dio de porosidad intermedia, para
separar los sólidos. En una planta
potabilizadora, los filtros retendrán
las partículas de turbidez remanen-
te y los microflóculos que no fueron
removidos en el sedimentador y, al
mismo tiempo, permitirán el paso
del agua, liberándola así de la ma-
teria en suspensión (MES).
Se estima que cerca del 90% de
los sólidos son eliminados en los
procesos de floculación y sedimen-
tación, de manera que la filtración
es un tratamiento de pulimento y
no el corazón del proceso de pu-
rificación. La filtración, además
de retirar la turbiedad remanente,
elimina, junto con las partículas,
224
gran parte de los microorganismos
patógenos, muchos de ellos resis-
tentes a la desinfección.
Básicamente, viendo esta opera-
ción de manera simplificada, la
filtración puede presentarse en
dos zonas definidas:
• Filtración en superficie: se
presenta cuando las partícu-
las en suspensión son más
grandes que el tamaño de
los poros del medio filtrante y
quedan retenidas sobre la su-
perficie del lecho. Este meca-
nismo de remoción es quizá
el menos relevante.
• Filtración en volumen o en pro-
fundidad: se presenta cuando
las partículas suspendidas
Potabilización Del Agua
tienen tamaños menores que
los poros del medio filtrante,
penetrándolo, pero quedan,
posteriormente, retenidas en
él, mediante la conjugación
de mecanismos de remoción
propios de los medios o lechos
porosos, mecanismos que se
describirán a continuación.
10.1 MECANISMOS INVOLU-
CRADOS EN LA FILTRACIÓN
Las acciones involucradas en la
operación normal de un filtro,
pueden englobarse de la siguien-
te manera:
10.1.1 ACCIONES DE TRANS-
PORTE Y ACERCAMIENTO
Corresponden a fuerzas de tipo
físico, que acercan las partículas
hacia el lecho filtrante. Algunas
de éstas son:
a. Fuerzas de Gravedad; de la
propia partícula.
b. Fuerzas Inerciales; que man-
tienen a la partícula en una
trayectoria tangente a las lí-
neas de flujo del fluido.
c. Fuerzas de Difusión o Movi-
miento Browniano.
d. Fuerzas Hidrodinámicas;
que hacen que las partícu-
las más alejadas al centro
225
del fluido tengan velocida-
des bajas que favorecen la
deposición de éstas sobre el
medio filtrante.
10.1.2 ACCIONES DE FIJACIÓN
Son fuerzas de tipo electrodinámi-
co, electrostático e hidrodinámi-
co, tales como:
a. Fuerzas Electrostáticas de Van
der Waals (de atracción y
adhesión dependientes de la
densidad de la partícula).
a. Fuerzas Eléctricas de Interac-
ción; que resultan de la propia
carga de la partícula y del mo-
mento dipolar del agua.
a. Fuerzas Hidrodinámicas; mo-
tivadas por el desplazamien-
to de la película de agua que
origina un arrastre que obliga
a las partículas a cohesionar-
se con más fuerza y penetrar
más profundamente dentro
del lecho filtrante.
10.1.3 ACCIONES DE DESFIJA-
CIÓN
Son fundamentales durante las
actividades de lavado del filtro y
pueden ser de dos tipos:
a. Fuerzas cortantes; genera-
das por la acumulación de
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

partículas sobre la superficie 10.2 MECANISMOS DE REMO-

de un lecho filtrante.
b. Fuerzas de avalancha; gene-
radas cuando una partícula
con suficiente energía cinéti-
ca choca con un conjunto só-
lido-sólido conformado por la
partícula retenida y el medio
filtrante, ocasionando el des-
prendimiento de la partícula.
CIÓN DE UN LECHO O MEDIO
FILTRANTE
Adicionalmente, los mecanismos
propios de remoción que logran la
retención de partículas, microfló-
culos, microorganismos y demás,
en un medio filtrante, pueden ser
clasificados según la Tabla 46.

Tabla 46. Mecanismos de remoción en un lecho filtrante (Romero Rojas,

Purificación del agua, 2000). Modificada por el autor

MECANISMO DESCRIPCIÓN
1. CRIBADO
Partículas más grandes que los poros del medio son
a. Mecánico
retenidas mecánicamente.
Partículas más pequeñas que los poros del medio
b. Oportunidad de Contacto son retenidas por oportunidad de contacto con el
medio o con otras partículas retenidas.
Las partículas se sedimentan sobre el medio filtrante,
2. SEDIMENTACIÓN
dentro del filtro.
Las partículas pesadas no siguen las líneas de corrien-
3. IMPACTO INERCIAL
te y chocan contra los granos del medio filtrante.
Muchas partículas que se mueven a lo largo de una
línea de corriente son removidas cuando entran en
4. INTERCEPCIÓN
contacto con la superficie del medio filtrante o con
otras partículas ya removidas.
Las partículas floculentas se adhieren a la superficie
del medio filtrante. Debido a la fuerza de arrastre
del agua, algunas son arrastradas, antes de adhe-
rirse fuertemente, y empujadas más profundamente
5. ADHESIÓN dentro del filtro. A medida que el lecho se tapona,
la fuerza cortante superficial aumenta hasta un límite
para el cual no hay remoción adicional. Algún ma-
terial se fugará a través del fondo del filtro haciendo
aparecer turbiedad en el efluente.
6. ADSORCIÓN QUÍMICA Una vez que una partícula ha entrado en contacto
con la superficie del medio filtrante o con otras par-
a. Enlace
tículas, la adsorción física y/o química, permite su
b. Interacción Química retención sobre dichas superficies.

226
Potabilización Del Agua

7. ADSORCIÓN FÍSICA
a. Fuerzas Electrostáticas
b. Fuerzas Electrocinéticas
c. Fuerzas de Vander Waals
8. FLOCULACIÓN
9. CRECIMIENTO BIOLÓGICO
Son fuerzas de adhesión, llamadas también coulóm-
bicas, que actúan en conjunto con las de Vander
Waals y dependen de la carga de las partículas y
de la mayor o menor dosificación de coagulantes.
Aunque las partículas tengan cargas iguales a las
del medio o una de los dos partes tenga una carga
neutra, las fuerzas hidrodinámicas pueden vencer la
barrera de energía para lograr una adhesión entre
la partícula y el medio.
Son fuerzas de atracción y adhesión de partículas
que dependen, entre otras variables, de su densi-
dad. Es una fuerza análoga a la de la gravedad, en
un sedimentador (Mackrle & Mackrle, 1961).
Partículas más grandes capturan partículas más pe-
queñas y forman partículas aún más grandes.
Reducen el volumen del poro y puede promover la
remoción de partículas.

10.3 VARIABLES GENERALES DEL b. Tipo de material filtrante.

PROCESO DE FILTRACIÓN
Las particularidades propias del
medio filtrante y las prácticas de
operación, conjugadas con las
características del afluente, defi-
nirán la eficiencia del proceso de
filtración. Estas particularidades
se transforman en variables que
determinan el resultado final.
c. Filtrabilidad o capacidad de
retención de sólidos (es fun-
ción de las tres anteriores).
d. Capacidad de almacena-
miento (es función de las cua-
tro anteriores).
e. Profundidad del lecho.
10.3.2 CARACTERÍSTICAS DE LA
OPERACIÓN

10.3.1 CARACTERÍSTICAS DEL Éstas definen especialmente el di-

LECHO FILTRANTE
Éstas definen la eficiencia del
proceso y el comportamiento de
la pérdida de carga; están repre-
sentadas en:
a. Porosidad y conductividad hi-
dráulica del lecho.
mensionamiento de las unidades
y dependen de:
a. Tasa de filtración o carga hi-
dráulica.
b. Pérdida de carga (es una
consecuencia de las caracte-
rísticas del medio filtrante y
del afluente).

227
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
c. Tiempo de carrera (está liga-
do de manera directa a la
pérdida de carga).
10.3.3 CARACTERÍSTICAS DEL
AFLUENTE
Afectan la eficiencia del proceso
y la dinámica de la operación.
Están dadas por:
a. Concentración de Sólidos
Suspendidos Totales (SST)
o Material en Suspensión
(MES).
b. Tamaño y concentración de
los flóculos remanentes.
c. Resistencia de los flóculos re-
manentes.
d. Carga eléctrica de los flócu-
los remanentes.
e. Propiedades físicas del agua.
10.4 TIPOS DE FILTROS
Las unidades de filtración pueden
clasificarse de diferentes maneras.
10.4.1 SEGÚN LA DIRECCIÓN
DE FLUJO
Según la dirección de flujo se cla-
sifican en:
• Ascendentes
• Descendentes
• Flujo mixto
228
Los filtros más usados son los de
flujo descendente. En la actua-
lidad, los filtros de flujo ascen-
dente no son recomendables y
desaparecieron por la dificultad
de efectuar un lavado efectivo
(imposibilidad de generar ex-
pansión y fluidización del lecho
filtrante), y los de flujo mixto,
conocidos como AKX en Rusia,
fueron descontinuados por di-
ficultades iguales a los de flujo
ascendente y, especialmente,
porque su extraña y poco funda-
mentada configuración no apor-
taba ninguna ventaja concreta.
10.4.2 SEGÚN SU VELOCIDAD
DE FILTRACIÓN
Dependiendo de la velocidad de
trabajo, los filtros pueden ser:
• Rápidos
• Lentos
Los filtros rápidos engloban a los
filtros de alta tasa. Los filtros rápi-
dos manejan tasas de filtración ele-
vadas del orden de 120 m/d para
lechos de arena (filtros rápidos) y
velocidades entre 180 y 480 m/d
para filtros de antracita sola y dua-
les de arena y antracita (filtros de
alta tasa en ambos casos).
La filtración lenta en arena, que es
un tratamiento de tipo biológico,
Potabilización Del Agua

maneja tasas muy bajas del orden
de 2 a 5 m/d y, en condiciones
favorables, hasta 10 m/d. No
obstante, Lozano-Rivas desarrolló,
en 2003, la tecnología conoci-
da como “fibrofiltración biológi-
ca”46, en la que reemplazó los
lechos granulares de arena por
lechos de fibras sintéticas y logró
velocidades de filtración del or-
den de 24 m/d y hasta de 50
m/d en condiciones óptimas de
operación y baja turbiedad en el
afluente.

Foto 54. Batería de filtros a gravedad (al fondo se aprecian los sedimenta-
dores de placas). Potabilizadora de Ayurá. Medellín, Colombia.

10.4.3 SEGÚN LA FUERZA Los filtros a presión son filtros cu-

IMPULSORA biertos, cerrados herméticamente,
en donde la fuerza de empuje que
Los filtros se pueden clasificar en lleva al agua a discurrir a través
unidades: del lecho, se logra por la presión
• A presión hidráulica a la que está sometida
• A Gravedad la unidad.

46. Por el desarrollo de esta tecnología le fue concedido el premio “Development Co-operation
Prize, 2003” otorgado por el Ministerio de Desarrollo del Parlamento Europeo y el Museo de
África Central (Tervuren, Bélgica).

229
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

En el caso de los filtros a grave- por el efecto de la acción de la

dad, su superficie se encuentra gravedad sobre la masa de agua
expuesta y el empuje está dado sobrenadante.

Foto 55. Batería de filtros a presión.

Imagen tomada de: http://www.zerobonline.com

10.4.4 SEGÚN LOS MECANIS- lenta en arena (FLA) y en las unida-

MOS DE REMOCIÓN PREDOMI-
NANTES
Estas unidades se clasifican en:
• Biológicos
• Filtración propiamente dicha
El filtro biológico más que un filtro,
puede ser considerado un sistema
completo de tratamiento en donde
se efectúa la remoción de materia y
el abatimiento de organismos pató-
genos por acción bacteriana; esto
ocurre en las unidades de filtración
des de Fibrofiltración biológica.
Las unidades de filtración, propia-
mente dicho, se refieren a filtros
rápidos y de alta tasa en donde no
se presenta una acción biológica
considerable, pero se da la conju-
gación de los demás mecanismos
de remoción descritos (Tabla 46).
10.4.5 SEGÚN EL TIPO DE LE-
CHO FILTRANTE
• Granulares (Un solo medio y
duales)

230
Potabilización Del Agua

• Fibrosos Lozano-Rivas (2003), los cuales

Los filtros de lechos granulares
son los más usados en las plan-
tas convencionales y hacen refe-
rencia al uso de medios filtrantes
porosos como la arena y la an-
tracita. Estos materiales filtrantes
pueden emplearse como medios
únicos (arena sola o antracita
sola) o en combinación (lechos
duales de arena y antracita).
Los lechos fibrosos son los me-
dios filtrantes propuestos por
consisten en capas de fibras sin-
téticas, colocadas una sobre otra,
que dieron paso a la tecnología
de la “Fibrofiltración Biológica”,
reconocida como la alternativa
quizá más económica y eficiente
para la potabilización de agua
para países en desarrollo (Prize of
the Belgian Development Coope-
ration, s.f.). Estos medios fibrosos
han sido probados en filtros rápi-
dos con resultados deficientes y,
de momento, no es viable su apli-
cación en unidades de alta tasa.

Foto 56. Potabilizadora compacta con batería de filtros a presión.

Municipio de Salento, Colombia.

231
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 57. Batería de filtros a presión para una potabilizadora compacta en el

Parque Recreativo y Zoológico Piscilago de Colsubsidio.
Vía Melgar-Girardot.

10.5 PARTES CONSTITUTIVAS DE de floculación pericinética (no

UN FILTRO
Un filtro se encuentra constituido de
la siguiente manera:
• Agua sobrenadante: es la
masa de agua que se encuen-
tra sobre el lecho filtrante y
que le confiere la carga hidros-
tática necesaria para lograr
vencer la resistencia que hace
el lecho al flujo de agua. Allí
también se efectúan procesos
asistida) y sedimentación flocu-
lenta que ayudan en la mejora
de la eficiencia del proceso.
• Medio filtrante: lo constituye el
material del lecho filtrante y es
donde se presentan el cernido
y los demás mecanismos de
remoción que intervienen en el
proceso en sí.
• Sistema de soporte y drena-
je: como su nombre lo indica,
tiene dos funciones. La prime-
ra es la de servir de sostén al

232
Potabilización Del Agua

medio filtrante evitando que el y drenaje, desde los más sim-

material escape de la unidad
y pase al efluente. La segunda
es la de recoger el agua filtra-
da de forma equitativa sobre
toda el área superficial, propi-
ciando un flujo a pistón en la
unidad. De la misma manera,
desempeña esta función de dis-
tribución uniforme durante las
operaciones de retrolavado.
Hay diferentes tipos de soporte
ples, como grava y redes de
tuberías perforadas (flautas),
hasta falsos fondos prefabrica-
dos de varios tipos de material.
• Dispositivos de control: éstos
incluyen los dispositivos de en-
trada y salida, válvulas, com-
puertas, drenajes, medidores
y demás elementos necesarios
para la correcta operación y
control de los filtros.

Ilustración 49. Partes de un filtro (Di Bernardo, Teoría de Filtración, 1981).

Modificada por el autor.

233
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

10.6 CARACTERÍSTICAS GENE- que retiene el resto. También

RALES DEL MEDIO FILTRANTE
Los materiales filtrantes más usa-
dos en las potabilizadoras con-
vencionales son:
• Arena
• Antracita
Estos medios pueden usarse solos
o en combinación47. La arena es
de amplio uso por su disponibili-
dad y bajo costo en algunos lu-
gares; no obstante, viene siendo
reemplazada en la actualidad por
la antracita ya que ésta presenta
mayor capacidad de almacena-
miento de sólidos, genera meno-
res pérdidas de carga y, conse-
cuentemente, ciclos de operación
(tiempos de carrera) mucho más
largos. En Colombia y en el mun-
do, la tendencia es el uso de fil-
tros de antracita sola.
Las características fundamentales
del material filtrante son:
• Tamaño Efectivo (Te): es la
relación de peso –en porcen-
taje– que pasa por una serie
de tamices. El tamaño espe-
cífico se refiere al tamaño de
abertura de tamiz que deja
pasar el 10% del material y
se le conoce como diámetro
efectivo “de” o “d10”.
• Coeficiente de Uniformidad
(Cu): corresponde al cociente
entre el tamaño de abertura
que deja pasar el 60% del
material y el que deja pa-
sar el 10% del mismo; o lo
que es igual: el que retiene
el 40%, dividido entre el que
retiene el 90%. El coeficien-
te de uniformidad es notado
también como “d60/d10” o
como “d60/Te”.
• Coeficiente o Factor de Esfe-
ricidad (ψ): define el nivel de
“esfericidad” de un grano del
material filtrante. Es el cocien-
te entre el área superficial de
una esfera de diámetro “do”
y el área superficial real del
grano que tenga el mismo
diámetro de la esfera.
• Peso específico (Ss): correspon-
de al cociente entre el peso de
un grano de material y el volu-
men efectivo que éste ocupa.
• Porosidad (e): es la relación
entre el volumen de vacíos y
el volumen total ocupado por
el lecho.

47. Los filtros duales, de arena y antracita, fueron desarrollados en la planta de desechos nuclea-
res de Hatford, Estados Unidos, para mejorar las eficiencias de filtración de aguas de enfriamiento
de reactores nucleares contaminadas con partículas radiactivas. Posteriormente se extendió su uso
a la potabilización de aguas. Hay filtros de tres capas o más, comúnmente denominados “multi-
media” y en los que se incluye el granate, por ejemplo, como medio filtrante adicional, usándose
estas unidades especialmente con fines industriales.

234
Potabilización Del Agua
Tabla 47. Factores de esfericidad “ψ” y peso específico “Ss” para los ma-
teriales filtrantes más comunes
F. de esfericidad Peso específico “Ss”
Material
“ ψ”
Arena 0,75 – 0,80
Antracita 0,70 – 0,75
Cuando se tienen lechos duales
o mixtos debe considerarse que
el diámetro de los granos que
se coloquen subsecuentemen-
te debe guardar una relación
máxima de 1:1,8 (CEPIS) a 1:2
(Camp) respecto del diámetro
de los granos del lecho que se
encuentra por encima. Es de-
cir, que el tamaño máximo que
debe colocarse bajo una capa
de material filtrante de diámetro
do debe ser máximo de 2do. Esto
evita que el material superior se
escape por los espacios intersti-
ciales del medio inferior.
10.7 DISEÑO DE LA FILTRACIÓN
RÁPIDA
Son los filtros más comúnmente
usados en las plantas conven-
cionales de potabilización por
su baja ocupación de terreno.
Tienen una altura estructural
total de entre 3,5 y 5,0 m. Su
uso en la mayoría de estas ins-
talaciones de tratamiento impli-
ca, generalmente y con algunas
excepciones, la existencia de
pretratamientos de clarificación,
235
Porosidad “e”
(g/cm3)
2,65 – 2,67 0,45
1,50 – 1,70 0,50
tales como coagulación, flocula-
ción y sedimentación.
En este tipo de unidades no se pre-
sentan acciones de remoción de
tipo biológico considerables; por
el contrario, el trabajo de reten-
ción de partículas está representa-
do en los mecanismos de filtración
propiamente dicha, haciendo la
salvedad de que no se trata sólo
de un proceso de cribado sino
que, en un lecho filtrante, se con-
jugan varios de los mecanismos
presentandos en la Tabla 46.
En este capítulo se centrará la aten-
ción en los filtros de flujo descen-
dente rápidos y de alta tasa, por
ser los de uso común y los que han
demostrado mejores resultados en
cuanto a operación y eficiencia.
No se incluyen los filtros a presión
ya que todos estos corresponden a
unidades prefabricadas de mode-
los de patente, cuyo diseño com-
pete a las empresas fabricantes
y no al ingeniero diseñador; no
obstante, en varios textos especia-
lizados se pueden consultar sus ca-
racterísticas más relevantes.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
10.7.1 HIDRÁULICA DE LA FIL-
TRACIÓN
La hidráulica de la filtración será
abordada a partir de la definición
de tres características fundamenta-
les en la operación de los filtros: la
filtrabilidad, la pérdida de carga y
el tiempo de carrera del filtro.
10.7.1.1 FILTRABILIDAD
A la capacidad de retención de
partículas en el medio filtrante se
le denomina “filtrabilidad”. Esta
propiedad del medio se encuen-
tra caracterizada por la cantidad
de partículas retenidas y por la
calidad del proceso (turbiedad
del efluente filtrado) en función de
la superficie total del filtro y de su
tiempo de residencia. La filtrabili-
dad, entonces, se puede ligar a la
siguiente expresión:
[10.1]
Donde,
F Filtrabilidad
L Altura del lecho filtrante (m)
V Velocidad o tasa de filtra-
ción (m3/m2/día)
d Diámetro del grano (m)
De la anterior expresión puede co-
legirse que, en lo concerniente a
la calidad del efluente filtrado, la
236
modificación de una característica
de la unidad de filtración podría ser
compensada por otra modificación
correlativa de otra de sus caracterís-
ticas. Por ejemplo, la alteración que
produciría un aumento en la tasa
de filtración podría ser corregida o
compensada por un incremento en
la altura del lecho de la unidad o
por una disminución de la granulo-
metría del lecho.
10.7.1.2 PÉRDIDA DE CARGA
La pérdida de carga puede anali-
zarse bajo dos situaciones que se
presentan en los filtros: la primera
de ellas corresponde a un medio
filtrante limpio, el cual se presen-
tará al inicio de la carrera de
filtración (después de haber sido
lavado); la segunda situación se
presenta durante el funcionamien-
to normal del filtro y corresponde
a la colmatación que experimenta
el medio filtrante a causa del nú-
mero creciente de partículas que
van quedando retenidas durante
la operación de la unidad. Cuan-
do un flujo de agua atraviesa un
medio filtrante granular de una
profundidad dada, se genera una
oposición al movimiento del flujo,
ocasionada por la fricción que
éste sufre al atravesar el lecho.
Este fenómeno se traduce en una
pérdida de energía o pérdida de
carga de la presión hidrostática.
Potabilización Del Agua
Al inicio de operación del filtro,
el medio se encuentra limpio y
esta pérdida de carga estará
dada por efecto del tamaño,
forma y porosidad del medio
filtrante; esto es, en razón a las
propiedades hidráulicas conse-
cuentes de sus características fí-
sicas. Esta pérdida sería siempre
constante, de no ser por la re-
tención progresiva de partículas
que el medio experimenta du-
rante su operación. Estos sólidos
atrapados recubren las superfi-
cies del lecho filtrante, incremen-
tando su diámetro y reduciendo
su porosidad inicial, logrando
un incremento paulatino en la
pérdida de carga, en función
del tiempo, por disminución del
área de paso del flujo.
Así, pues, la pérdida de carga en
un filtro limpio obedece a la Ley
de Darcy:
[10.2]
Donde,
V Velocidad o tasa de filtra-
ción (m/s)
k Coeficiente de permeabili-
dad (m/s)
h Pérdida de carga en el lecho
(m)
L Profundidad del lecho (m)
237
Esta ecuación expresa la relación
directamente proporcional que
existe entre la velocidad o tasa de
filtración con la pérdida de carga
en el medio y su permeabilidad,
así como su relación inversamente
proporcional con la profundidad
del mismo.
Mediante análisis dimensionales
de la expresión de Darcy y ensa-
yos experimentales, Rose presentó
una ecuación aplicable a medios
granulares de granos esféricos y
de tamaño uniforme, así (Fair &
Geyer, 1954):
[10.3]
[10.4]
[10.5]
Donde,
h Pérdida de carga a través
del lecho (m)
CD Coeficiente de arrastre
e Relación de porosidad del
lecho
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

L Profundidad del lecho (m) Rose plantea, entonces, que para

d Diámetro de los granos (m) filtros rápidos estratificados su
V Velocidad o tasa de filtra- ecuación se transforma en:
ción (m/s)
g Aceleración de la gravedad [10.7]
(m/s2)
NR Número de Reynolds
υ Viscosidad cinemática (m2/s)

No obstante, los filtros para po-

tabilización son filtros estratifica- Y para filtros (lentos) empacados
dos y su tamaño de grano no es homogéneamente, la expresión es:
totalmente homogéneo; por tal
razón, su tamaño de diámetro [10.8]
no es uniforme en toda la colum-
na filtrante. Para determinar una
condición real aproximada, se
hace necesario considerar otras
variables tales como:
Donde,
• Factor de forma del área su-
perficial del grano “α” CDi Coeficiente de arrastre para
• Factor de forma de volumen “β” los granos de tamaño prome-
dio “di”
Estas dos variables determinan el Pi Fracción en peso de partícu-
Factor de Esfericidad “ψ”, así: las de tamaño “di”
di Es igual a (d1⋅d2)0.5; es decir,
[10.6] el tamaño geométrico de las
aberturas de los dos tamices
adyacentes48.

48.Este tamaño se determina a partir de un análisis granulométrico. No se toca este tema por con-
siderarse fuera del alcance de este texto. Una información detallada al respecto podrá encontrarse
en libros de análisis de suelos.

238
Potabilización Del Agua
Tabla 48. Características de forma de los medios granulares
Tipo de grano β a/β
Angular 0,64
Afilada 0,77
Erosionada 0,86
Redondeada 0,91
Esférica 0,52
Pérez (Centro Panamericano de
Ingeniería Sanitaria y Ciencias del
Ambiente - CEPIS, 1983) sugiere
el uso de una fórmula fundamen-
tada en la profundidad del lecho
“L”, la cual proporciona valores
aproximados de pérdidas durante
la filtración, sólo como referencia
en predimensionamientos:
Para arena:
[10.9]
Para antracita:
[10.10]
Aunque las expresiones de Pérez
son mucho más sencillas, propor-
ciona sólo valores aproximados
útiles en ejercicios de predimensio-
namiento y, en la realidad, estos
valores se acercan más a las pér-
didas durante el retrolavado. En el
diseño debe emplearse la expre-
sión de Rose (ecuación 10.3).
239
ψ
6,9 0,81
6,2 0,85
5,7 0,89
5,5 0,91
6,0 1,00
La pérdida de carga en el lecho
de soporte, puede aproximarse a
(según G.G. Dixon):
[10.11]
Donde,
hG Pérdida de carga generada
por la grava durante la fil-
tración (m)
L Altura de las gravas
V Velocidad o tasa de filtra-
ción (m/min)
La pérdida de carga generada
por el falso fondo durante el filtra-
do, dependerá del tipo de estruc-
tura proyectada. Se pueden usar
las mismas expresiones de cálcu-
lo de pérdidas en el retrolavado
pero reemplazando el valor de
velocidad ascensional de lavado
“Vb” por la tasa de filtración (nu-
meral 10.7.2.6). Así mismo, se
estimarán las pérdidas generadas
por tuberías y accesorios durante
la operación normal de la unidad.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 58. Canal de conexión y unidad de filtración. Potabilizadora de los

municipios de Girardot y Ricaurte. Cundinamarca, Colombia.

10.7.1.3 TIEMPOS DE CARRERA • La sobrealtura estructural de

Esta es una característica muy
importante en el proceso de filtra-
ción y hace referencia a la dura-
ción del ciclo de filtración, es de-
cir, el tiempo de funcionamiento
que transcurre entre dos lavados
consecutivos. Este tiempo de ca-
rrera depende de:
• La concentración de partícu-
las en el agua afluente.
• Las características hidráulicas
del lecho (dadas por el tama-
ño y forma de los granos del
medio y la porosidad del me-
dio filtrante) que generarán
una pérdida de carga.
la unidad de filtración.
En la medida en que el filtro se
colmata, la pérdida de carga
genera una elevación progresi-
va del nivel de agua sobrena-
dante (carga hidrostática) que
compensa la creciente resisten-
cia ejercida por el lecho satu-
rado al paso del agua. En la
medida en que esta sobrealtura
estructural sea mayor, se podrá
entonces admitir mayor pérdida
de carga y, consecuentemente,
albergar mayor altura de agua
sobrenadante en la unidad, in-
crementando así los tiempos de
carrera.

240
Potabilización Del Agua
La sobrealtura mínima para que la
calidad del filtrado se mantenga
durante todo el ciclo será:
[10.12]
Donde,
ψ Factor de esfericidad de los
granos del lecho filtrante.
V Velocidad o tasa de filtra-
ción (m/s)
d Diámetro del grano (m)
L Altura del lecho (m)
Co Concentración inicial de
partículas.
C Concentración final deseable
de partículas en el efluente.
10.7.2 LAVADO DE LOS FILTROS
Durante el proceso de filtrado las
partículas retenidas van obstru-
yendo los espacios porosos del
filtro impidiendo el paso libre del
agua afluente; esta situación lleva
a la necesidad de limpiarlos pe-
riódicamente.
Este proceso se realiza de varias
maneras:
1. Invirtiendo el sentido del flujo
respecto de su funcionamiento
241
normal durante el filtrado. Esto
se logra introduciendo agua
a presión, que produzca una
expansión del lecho conoci-
da como ‘fluidificación’, en la
cual el efecto de frotación en-
tre granos les permite liberar-
se de los sólidos depositados
dentro del medio filtrante.
2. Usando aire y agua, que ge-
neran el mismo efecto con
mayor eficiencia y con menos
gasto de agua.
3. Combinando una de las op-
ciones anteriores con un la-
vado preliminar superficial a
alta presión.
A esta inversión del flujo duran-
te el lavado se le conoce como
‘retrolavado’. Durante esta ope-
ración, la expansión del lecho,
propiciada por el flujo ascenden-
te, debe controlarse regulando la
velocidad del agua de lavado:
un valor muy bajo de velocidad
orientaría los granos de tal forma
que ofrezcan menos resistencia
al flujo de lavado pero no provo-
caría el efecto de frotación entre
ellos, limitando la limpieza del le-
cho; de otro lado, un valor excesi-
vo crearía, además de la pérdida
de material filtrante por las cana-
letas de lavado y desperdicio de
agua, una separación excesiva
de los granos que no daría lugar
a la acción de frote entre ellos.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
10.7.2.1 CRITERIOS EMPLEADOS
PARA EFECTUAR EL LAVADO DE
FILTROS
En la operación normal de los
filtros rápidos de las potabiliza-
doras se emplean tres criterios
básicos para determinar el mo-
mento en que deben ser lavados
los filtros. Generalmente, los filtros
se lavarán tan pronto alguna de
estas tres condiciones se presente:
1. Por deterioro en la calidad
del efluente: generalmente,
se lavará el filtro cuando éste
sobrepase una turbiedad de
1,0 UNT49.
2. Por pérdida de carga: el filtro
se lavará cuando la pérdida
de carga, causada por la col-
matación del filtro, origine una
altura de agua sobrenadante
que supera la pérdida máxi-
ma admitida. Este valor oscila
entre los 2,0 y 3,0 metros de
altura; más comúnmente co-
rresponde a 2,4 metros.
3. Por tiempo de carrera: la uni-
dad deberá lavarse cuando el
periodo o ciclo de funciona-
miento sobrepase las 36 horas.
10.7.2.2 HIDRÁULICA DEL RE-
TROLAVADO
La expansión del lecho filtrante que
se causa durante el retrolavado es
49. Este valor puede variar dependiendo de los valores de calidad del agua en cada país o de
las normas internas del operador del servicio de agua potable.
242
generalmente cercana y ligeramen-
te menor al 50%, en los Estados
Unidos, y entre 5% y 25%, en In-
glaterra. La pérdida de carga en
el lecho fluidificado puede hallarse
mediante la siguiente expresión:
[10.13]
Donde,
h1 Pérdida de carga por fric-
ción a través del lecho fluidi-
ficado (m)
L Altura del lecho fijo (m)
e Porosidad del lecho fijo (ver
Tabla 47)
Ss Peso específico de las partí-
culas (ver Tabla 47)
Otra forma de hacer un cálculo
aproximado de esta pérdida de
carga generada por el lecho fil-
trante fluidificado es:
[10.14]
Para arena:
[10.15]
Para antracita:
Potabilización Del Agua

Foto 59. Durante el retrolavado del filtro, el operario realiza el cepillado

manual de paredes y canaletas para evitar crecimiento de algas.
Municipio de Pacho, Colombia.

Debido a que la masa de mate- L Altura del lecho fijo (m)

rial filtrante permanece constante
independientemente de su estado
fijo o expandido, se puede esta-
blecer una relación entre las po-
rosidades y las profundidades del
lecho en estos dos estados, así:
[10.16]
e Porosidad del lecho fijo
ee Porosidad del lecho expan-
dido
Fair y Geyer (1954) encontraron
experimentalmente el valor de ee,
relacionándolo de la siguiente
manera:

[10.17]

Donde,

Le Profundidad del lecho ex-

pandido (m)

243
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Donde, lavado iguales al 10% de la velo-

cidad de asentamiento (Kawamura,
ee Porosidad del lecho expandido 1975); esto quiere decir que:
Vb Velocidad del agua de la-
vado para fluidización del [10.20]
lecho (m/s)
Vs Velocidad de asentamiento de
las partículas del lecho (m/s) Donde,

Esta velocidad de asentamiento está Vb Velocidad necesaria en el

dada por la Ley de Stokes y puede
hallarse a partir de una expresión
que relaciona el producto entre el
tamaño efectivo y el coeficiente de
uniformidad; o lo que es lo mismo:
el tamaño de abertura de tamiz que
retiene el 60% del material filtrante
“D60”. A una temperatura de 20°C
la expresión es:
lavado para generar fluidifi-
cación del lecho (m/s)
Vs Velocidad de asentamiento de
las partículas del lecho (m/s)
Es decir que para un agua a
20°C de temperatura, la veloci-
dad apropiada para lavado esta-
rá dada por:

[10.18] [10.21]

Para arena: Para arena:

(m/min) (m/min)

[10.19] [10.22]

Para antracita: Para antracita:

(m/min) (m/min)

Kawamura demostró que la limpie- Para temperaturas distintas a

za de un lecho granular durante la 20°C, la corrección puede hacer-
operación del lavado obedece al se mediante:
esfuerzo cortante generado y, es-
pecialmente, por la abrasión o frote [10.23]
del contacto entre los granos del le-
cho fluidificado. Demuestra también
que esta abrasión o frote máximo
se presenta para velocidades de

244
Potabilización Del Agua

Donde, A partir de la expresión [10.13],

se puede obtener una relación de
Vb(T°) Velocidad óptima de lavado expansión RE, igual a:
para una temperatura T°.
Vb(20°C) Velocidad óptima de lava- [10.24]
do a 20°C.
μ(T°) Viscosidad dinámica del
agua a una temperatura T°
(Pa*s)

Foto 60. Durante las labores de retrolavado, el operario realiza limpieza de

las paredes del filtro, con agua a presión, para evitar crecimiento de algas.
Potabilizadora de Tibitoc, Bogotá D.C., Colombia.

245
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Desafortunadamente, para le-
chos duales de arena y antracita,
elegir la relación de expansión
supone varias complicaciones
dadas principalmente porque la
antracita es más liviana y gran-
de que la arena y tiende a ex-
pandirse más que ésta última.
Esto puede ocasionar la falsa
ilusión de tener una expansión
uniforme cuando, en realidad,
sólo las capas superiores de an-
tracita lo están haciendo.
Quizá por esta razón se han
preferido, en los últimos años,
lechos simples, uniformes, de
antracita sola. No obstante,
cuando se diseñen lechos dua-
les, esta dificultad puede ser
sorteada de forma empírica,
instalando el lecho superior de
antracita con granos de tamaño
específico cercano entre 2 y 3
veces el tamaño de los de arena;
esto permitirá calcular velocida-
des óptimas de retrolavado que
lograrán expansiones efectivas
para ambos medios granulares.
Se ha encontrado que la mejor
relación teórica será:
[10.25]
246
Algunos otros autores (Arboleda
Valencia, Hidráulica del lavado
de medios filtrantes granulares,
1977; Amirtharajah & Cleasby,
1972) atribuyen la eficiencia del
lavado sólo a los esfuerzos cor-
tantes de tipo hidrodinámico y le
restan toda importancia al efecto
de impacto y frotación entre los
granos. Afirman, también, que
no es necesaria una fluidización
homogénea del filtro, sino que es
suficiente con que ésta se presen-
te en las capas superiores; esto
en razón a que, en las capas no
fluidificadas del fondo, actuarán
las fuerzas de cizallamiento pro-
ducidas por gradientes de veloci-
dad mayores.
A partir de varios estudios, es-
tos mismos autores afirman que,
para lechos simples de arena,
será suficiente una razón de ex-
pansión del 20% y, para antraci-
ta, del 11%. En el caso de lechos
duales o combinados de arena y
antracita, se afirma que es sufi-
ciente una expansión de 30%;
esta relación, además, mantiene
una estratificación correcta en la
unidad. Sin embargo, como lo
demuestra Kawamura (1975) y
como lo enfatiza Baylis (citado
por Kawamura), la relación de
expansión que ofrece un lavado
efectivo, está cerca del 50%.
Potabilización Del Agua

Foto 61. Inicio del retrolavado de un filtro. Potabilizadora de Tibitoc.

Bogotá D.C., Colombia.

Foto 62. Final del retrolavado de un filtro. Potabilizadora de Tibitoc.

Bogotá D.C., Colombia.

247
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
10.7.2.3 CANTIDAD DE AGUA
PARA LAVADO
Definida la velocidad ascensional,
el caudal de agua necesario será:
[10.26]
Donde,
QL Caudal de lavado de un fil-
tro (m3/min)
Va Velocidad ascensional de la-
vado (m/min)
A Área superficial del filtro (m2)
El volumen total de agua necesa-
ria para el lavado de un solo filtro
“VL”, será:
[10.27]
Donde,
t Tiempo de lavado del filtro
(min)
Este tiempo depende del sistema
de lavado empleado: sólo agua;
aire y agua; o retrolavado mutuo.
10.7.2.4 SISTEMAS DE LAVADO
El lavado puede hacerse de di-
versas formas. En cualquier caso,
248
se cierra el ingreso del agua que
viene de los sedimentadores y se
deja que la unidad siga filtrando
el agua sobrenadante hasta que
descienda a una altura de unos
20 cm sobre el lecho filtrante.
1. Lavado ascendente sólo con
agua: apropiado para pota-
bilizadoras pequeñas. Debe
conseguir una expansión total
del lecho entre 30% y 50%.
El retrolavado se realiza por
espacio de 10 a 14 minutos.
2. Lavado ascendente con lavado
superficial auxiliar utilizando
tuberías fijas o aspersores:
apropiado para potabiliza-
doras con operación califica-
da. Se usa especialmente en
filtros de arena; dado que la
mayoría de los filtros actuales
usan antracita en su superficie
o en la totalidad del lecho, se
puede prescindir del lavado
superficial. Cuando se reali-
za, una vez que se tiene un
sobrenadante de 20 cm sobre
el lecho, se inyecta el agua
superficial, a través de los as-
persores, por espacio de 2 a
4 minutos. Posteriormente, se
suspende el lavado superficial
y se hace el retrolavado con
agua durante unos 10 a 14
minutos. El lavado superficial
puede hacerse mediante un
sistema fijo o rotatorio.
Potabilización Del Agua
En el caso del aspersor rotato-
rio, la misma presión de salida
del agua, al chocar contra la su-
perficie del filtro, hace que la es-
tructura gire. El caudal aplicado
varía entre 30 y 80 L/min*m2,
a una presión entre 30 y 40 me-
tros columna de agua.
Ilustración 50. Dispositivo para lavado superficial a presión, de 3” de diáme-
tro (Arboleda Valencia, Teoría y práctica de la purificación del agua, 2000)
3. Lavado con aire y posterior-
mente con agua: empleado
en plantas grandes con ope-
ración calificada. Una vez
que se tiene un sobrenadan-
te de 20 cm sobre el lecho,
se inyectará aire durante 2 a
5 minutos a una tasa de 10
a 20 L/s*m2. Transcurrido
este tiempo, se suspende la
inyección de aire y se inicia
249
Para los brazos fijos, se usan
flautas sobre la superficie del
filtro, con agujeros separados
a una distancia máxima de 30
cm entre sus centros, a un cau-
dal entre 80 y 160 L/min*m2
y una presión entre 15 y 30
metros columna de agua.
el retrolavado con agua, a la
velocidad ascensional calcu-
lada (entre 0,6 y 1,0 m/min)
y durante unos 7 a 10 minu-
tos, para la lograr una rela-
ción de expansión del 10%.
4. Lavado con aire y agua, si-
multáneamente: empleado en
plantas grandes con opera-
ción calificada. Di Bernardo
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
sugiere esta opción siempre
que sea posible (Di Bernardo,
Métodos e técnicas de Trata-
mento de Agua. Volumen 1,
1993), debido a que la in-
yección de aire aumenta la
intensidad de la abrasión de
los granos durante el lavado,
mejorando el desprendimien-
to del material retenido y la
eficiencia del retrolavado.
Una vez que se tiene un so-
brenadante de 20 cm sobre
el lecho, se inyectará aire a
una tasa de 4 a 8 L/s*m2 y
agua a una velocidad ascen-
sional de 0,15 a 0,30 m/
min, por un periodo de 2 a
5 minutos. Posteriormente, se
Foto 63. Lavado con aire. Potabilizadora de Tibitoc. Bogotá D.C., Colombia.
250
suspende la inyección de aire
y se continúa con el retrolava-
do con agua, a la velocidad
ascensional calculada (entre
0,6 y 1,0 m/min), durante 2
a 5 minutos más.
El lavado inadecuado del filtro
causará problemas, principalmen-
te, manifestados como:
a. Formación de mud-balls (bo-
las de lodo) en el interior del
lecho.
b. Producción de menor volu-
men de agua filtrada.
c. Agua filtrada de mala calidad
d. Aumento de la pérdida de
carga del lecho filtrante.
Potabilización Del Agua
Foto 64. Lavado con aire. Potabilizadora El Dorado. Bogotá D.C., Colombia.
10.7.2.5 APLICACIÓN DEL
AGUA DE LAVADO
Ya se había mencionado que el
lavado de los filtros se refiere,
principalmente, a una inversión
del flujo. Este retrolavado, que
ocasiona una expansión del me-
dio filtrante, se puede lograr de
dos formas:
a. Con agua a presión, prove-
niente de un tanque elevado.
251
b. Con lavado mutuo, usando el
agua de la cámara mutua y
de la que está siendo filtrada
por la batería.
El tanque elevado debe quedar lo
más cerca posible a las unidades de
filtración para reducir las pérdidas
generadas en la línea de conduc-
ción. Puede ubicarse sobre algún
edificio de la potabilizadora, sobre
una torre diseñada para este propó-
sito o sobre una colina cercana.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 51. Retrolavado con tanque elevado.

Tomado de: http://www.bvsde.ops-oms.org/bvsacd/scan/020867/020867-17.pdf

Para el uso del tanque elevado, proveer agua a las instalaciones

parte del agua almacenada y clo-
rada en el tanque de almacena-
miento o contacto, se bombeará a
un segundo tanque que se encuen-
tra a mayor altura. La elevación
del tanque de lavado deberá, ade-
más de proporcionar la presión y
el caudal suficiente para lograr la
fluidización del lecho para una co-
rrecta limpieza, asegurar el caudal
necesario para efectuar las labo-
res de mantenimiento de la planta,
administrativas y el laboratorio
con suficiente cantidad y presión.
Dicho de otra forma, este tanque
no sólo deberá ser el que pro-
porcione el agua de lavado, sino
también actuará como tanque de
almacenamiento, propio para las
instalaciones de la potabilizadora;
por lo tanto, deben considerarse
las pérdidas generadas durante el
retrolavado, como se explica en el
numeral 10.7.2.6.

252
Potabilización Del Agua
De esta forma, la altura del tan-
que estará supeditada a las ne-
cesidades, al uso, distribución
espacial y características de la
planta potabilizadora. En el caso
de que se realice también lava-
do superficial a presión, deberá
considerarse un gasto adicional
en volumen y en presión.
El tanque elevado deberá pro-
veer el volumen de agua sufi-
ciente para lavar 2 filtros simul-
táneamente, durante al menos
10 minutos, y también deberá
satisfacer los gastos de consumo
en las instalaciones (laboratorio,
baños, cocina, mantenimiento,
etc.). El tiempo de llenado del
tanque de lavado debe estar en-
tre 120 (para plantas pequeñas)
a 40 minutos (para grandes pota-
bilizadoras).
En el caso del lavado mutuo, el
agua de retrolavado es proporcio-
nada por el volumen disponible
en la cámara mutua, o canal de
agua filtrada, a la salida de las
unidades filtrantes. Por lo general,
los filtros proyectados con este sis-
tema de lavado tienen profundi-
dades estructurales (no de lecho)
de hasta 4 metros, con el fin de
dar a la salida de la cámara de
253
agua filtrada la presión necesaria
para efectuar el retrolavado.
Para su cálculo, además de las
anteriores consideraciones, de-
berán tenerse en cuenta las pér-
didas generadas, exceptuando
la producida por la tubería y
accesorios, que en este caso son
inexistentes. Algunos autores con-
sideran que es suficiente una altu-
ra de agua en la cámara filtrada
o altura del efluente filtrado de
entre 0,55 y 1,3 m; sin embargo,
esta altura deberá calcularse a
partir de las pérdidas generadas
en el sistema y la expansión del
lecho.
El sistema de retrolavado mutuo
es muy empleado en plantas
pequeñas ya que resulta mucho
más económico por no reque-
rir equipo mecánico ni tanque
elevado, además de demandar
sólo un mínimo de válvulas y
tuberías. No obstante, son po-
cos los sistemas de lavado mu-
tuo que funcionan de manera
apropiada; se requiere de un
diseñador idóneo en hidráulica
y experimentado en el diseño de
estos tipos de sistemas, con el fin
de asegurar su correcto funcio-
namiento.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 52. Batería de filtros con retrolavado mutuo

(Arboleda Valencia, Teoría y práctica de la purificación del agua, 2000).

10.7.2.6 PÉRDIDAS GENERADAS h3 Pérdida provocada por el

DURANTE EL LAVADO DE FILTROS sistema de drenaje (m)
h4 Pérdida de carga generada
Para lograr la mayor eficiencia y por fricción en la tubería de
control en el proceso, deben cal- retrolavado y por los acceso-
cularse las pérdidas presentadas rios (m)
durante el lavado, así:
[10.29]
[10.28]

Donde,
H Pérdida de carga total presen-
tada durante el lavado (m)
h1 Pérdida provocada por el le-
cho expandido (m)
h2 Pérdida provocada por el
soporte de arenas gruesas y
gravas (m)
Donde,
h1 Pérdida de carga generada
por la fricción a través del le-
cho fluidificado (m)
L Altura del lecho fijo (m)
e Porosidad del lecho fijo (ver
Tabla 47)
Ss Peso específico de las partícu-
las (ver Tabla 47)

254
Potabilización Del Agua

[10.30] La pérdida de carga durante

Donde,
h2 Pérdida de carga en el sopor-
te de arenas gruesas y gra-
vas, según G.G. Dixon (m)
L Altura del lecho de soporte de
arenas gruesas y gravas (m)
Vb Velocidad del lavado (m/min)
[10.31]
el retrolavado para fondos tipo
Leopold50, incluyendo el lecho de
soporte, se puede determinar de
manera aproximada así:
[10.32]
Para falsos fondos de placas po-
rosas, la pérdida de carga duran-
te el retrolavado podría aproxi-
marse a:

[10.33]

Donde, Para falsos fondos tipo Wheeler,

la pérdida de carga durante el re-
h3 Pérdida provocada por el trolavado podría aproximarse a:
sistema de drenaje (m)
g Aceleración de la grave- [10.34]
dad (9,81 m/s2)
Vb Velocidad del lavado (m/s)
Ao Área total de los orificios
de los laterales (m2)
As Área superficial del lecho Donde,
filtrante (m2)
Ao/As Esta relación está general- Vb Velocidad ascensional de la-
mente entre 0,002 y 0,007. vado (m/min)

50. En cualquier caso, deben consultarse estos valores de las pérdidas con el fabricante, según
la referencia del falso fondo.

255
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Para vigas prefabricadas:
[10.35]
10.7.2.7 CANALETAS DE LAVADO
Donde,
Qo Caudal por orificio (m3/s)
Ao Área de cada orificio (m2)
Nota: más adelante se incluyen
ilustraciones y fotografías de los
falsos fondos aquí mencionados.
La pérdida de carga en la tubería
de retrolavado y sus accesorios
“h4” podrá ser calculada a partir
de alguna de las expresiones de
uso común como la de Darcy Weis-
bach o la Hazen-Williams. Usando
la ecuación de Darcy Weisbach:
[10.35]
Donde,
h4 Pérdida provocada por la
tubería, válvulas y acceso-
rios (m)
f Factor de fricción
L Longitud equivalente de la
tubería de lavado (m)
D Diámetro de la tubería de la-
vado (m)
g Aceleración de la gravedad
(9,81 m/s2)
256
As Área superficial del lecho fil-
trante (m2)
Vb Velocidad del lavado (m/s)
Estos canales se ubican sobre los
lechos filtrantes y tienen la función
de recoger y evacuar el agua de
lavado, así como de repartir el
flujo influente sobre la superficie
de los lechos al iniciar el ciclo de
operación.
Pueden hacerse de forma rectan-
gular, trapecial, en V o semicircu-
lar, siendo la primera la más co-
mún por su facilidad constructiva.
Deben localizarse por encima
del lecho expandido y su fondo
debe estar a 5 cm sobre éste,
con el fin de disminuir la posi-
bilidad de que una alta presión
en el retrolavado provoque una
expansión excesiva del lecho y
se pierda material filtrante, junto
con el agua de lavado, durante
esta operación.
Las canaletas deben tener la capa-
cidad suficiente para evacuar el
caudal del lavado sin que trabajen
ahogadas. Para ello, se debe em-
plear la siguiente expresión:
[10.36]
Potabilización Del Agua

Donde, W Ancho de la canaleta (m)

ho Profundidad máxima del
QL Caudal de lavado (m3/s) agua en la canaleta (m)

Ilustración 53. Formas de canaletas de lavado (Arboleda Valencia, Teoría y

práctica de la purificación del agua, 2000).

Generalmente, los canales se ha- de las canaletas puede hacerse

cen de sección rectangular o cua- a nivel. El espaciamiento máximo
drada y se les adiciona un bor- entre canaletas será de 1,80 m y
de libre, entre 5 y 10 cm., para su distancia máxima a la pared
evitar su ahogamiento. El fondo de 0,90 m.

Ilustración 54. Distancias recomendadas para la ubicación de las canaletas

de lavado en un filtro rápido (Silva Garavito, 1972).

257
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 65. Dos unidades de filtros cada una con dos canaletas de lavado
rectangulares. Municipio El Colegio, Colombia.

Ilustración 55. Diferentes disposiciones de las canaletas y el canal central en filtros

rápidos (Arboleda Valencia, Teoría y práctica de la purificación del agua, 2000).

258
Potabilización Del Agua
10.7.3 MÉTODOS DE OPERA-
CIÓN DE LOS FILTROS
En todos los filtros rápidos, inde-
pendientemente del tipo de lecho
filtrante, debe controlarse la hi-
dráulica del proceso; en términos
sencillos, la forma como entra y
sale el agua de la unidad. Si esto
no se hiciera así con un lecho
filtrante limpio, el agua afluente
ingresaría y saldría de la unidad
rápidamente, dejando su super-
ficie descubierta y, luego, en la
medida en que el lecho filtrante
se fuera colmatando, el nivel de
agua sobrenadante crecería des-
controladamente para compensar
la resistencia generada por el
medio obstruido, hasta rebosar la
unidad. Éstas son situaciones in-
deseables y por tal razón deberá
disponerse de metodologías y dis-
positivos que efectúen el control
del filtrado, el cual puede efec-
tuarse bajo dos modelos básicos:
a. Filtración a tasa constante:
la velocidad de filtración se
mantiene invariable durante
todo el ciclo de filtrado, es
decir, a lo largo de su carrera
de filtración.
b. Filtración a tasa declinante: la
velocidad de filtración dismi-
nuye de forma progresiva a lo
largo de su ciclo de filtrado,
es decir, durante su carrera
de filtración.
259
Los sistemas de control para estos
modelos de operación deberán
seleccionarse a partir de estas
dos situaciones:
a. Filtración con carga hidrostá-
tica constante.
b. Filtración con carga hidrostá-
tica variable.
El empuje de agua en el filtro está
dado, gracias al efecto de la gra-
vedad, por la carga hidrostática
del nivel sobrenadante del líqui-
do sobre el lecho; este empuje es
denominado “Fuerza Impulsora”.
Esta fuerza impulsora sufre una
oposición generada por la resis-
tencia del lecho filtrante, la cual
crece progresivamente en la medi-
da en que éste se colmate.
Los métodos más comunes de ope-
ración y control se exponen a con-
tinuación.
10.7.3.1 TASA CONSTANTE
CON CARGA HIDROSTÁTICA
CONSTANTE
Al inicio de la operación el lecho
estará limpio y presentará poca re-
sistencia al paso del agua; por esta
razón, si no se controla el caudal
de ingreso o el de salida, entrarán
volúmenes de agua mayores a la
unidad. Generalmente se prefiere
el control a la salida, mediante
el cierre parcial de la válvula del
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

efluente, regulando así la veloci- abierta, debe procederse a reali-

dad de filtración a un valor cons-
tante, dependiente de la colmata-
ción paulatina del medio poroso,
que generará un incremento de
la resistencia del medio. Se hace
necesaria, entonces, la apertura
progresiva de la válvula de salida
con el fin de mantener una fuerza
impulsora que asegure una tasa de
filtración constante. Una vez que
la válvula se encuentre totalmente
zar el lavado.
En este caso, los filtros suelen estar
conectados por un canal de entra-
da común ya que el nivel de carga
hidrostática es el mismo para todos.
Este modo de operación tiene unos
costos elevados (especialmente si
el control es automatizado51) y su
operación puede resultar complica-
da en algunos ámbitos.

Ilustración 56. Esquema general de un filtro con tasa y carga constantes (Centro
Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente, CEPIS).

51. Se recomienda que el control de válvulas, en este caso, sea siempre automatizado, con el fin
de asegurar una correcta operación de la unidad que derive en un proceso eficiente.

260
Potabilización Del Agua

10.7.3.2 TASA CONSTANTE CON Este incremento, correspondiente

CARGA HIDROSTÁTICA VARIABLE
Para este modo de operación es
necesario que los filtros sean inde-
pendientes debido a que la carga
hidrostática sobre ellos será dife-
rente para cada uno en particular,
en la medida en que se van colma-
tando. El nivel de la fuerza impul-
sora y la tasa de filtración se man-
tienen constantes, debido a que la
resistencia progresiva del medio
filtrante es compensada, de forma
paulatina y en igual medida, por
el nivel creciente del agua sobre-
nadante, es decir, por la elevación
de la presión hidrostática.
a la pérdida de carga generada
por el lecho en la medida en que
se colmata, está limitado por la
altura de las unidades de filtra-
ción. De manera resumida, puede
decirse que en esta modalidad de
operación, la tasa de filtración se
mantiene constante, autorregu-
lada por la presión hidrostática
variable. Este método tiene la ven-
taja de que elimina la operación
constante de válvulas, con lo que
se disminuyen costos y se simplifi-
ca la operación de las unidades.
Este modo de operación es, qui-
zá, el más comúnmente empleado
en nuestro medio.

Ilustración 57. Esquema general de un filtro de tasa constante y carga hidros-

tática variable (Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del
Ambiente, CEPIS).

261
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
10.7.3.3 TASA DECLINANTE CON-
TINUA CON CARGA CONSTANTE
Los filtros se encuentran conec-
tados por un canal común, de
manera que las alturas de agua
sobrenadante son idénticas en
todas las unidades. A medida
en que se colmatan los filtros,
se va disminuyendo la tasa de
filtración. El volumen de agua
que no puede admitir la unidad
más sucia es compensado al ser
recibido por los otros filtros, que
se encuentran más limpios y pue-
den trabajar con tasas mayores,
pero manteniendo la misma car-
ga hidrostática durante toda la
carrera.
Cuando el caudal de entrada es
superior a la capacidad de filtrado
de la batería de filtros, se procede
al lavado, en serie, de las unida-
des. Así, a diferencia de los filtros
de tasa y carga constantes, en los
cuales la regulación del caudal y
la compensación por colmatación
del lecho se controla operando
las válvulas, éstos compensan sus
caudales y sus pérdidas a través
de otros filtros menos colmatados.
Este modelo de operación no es
muy empleado en nuestro medio.
262
10.7.3.4 TASA DECLINANTE ESCA-
LONADA CON CARGA VARIABLE
En este caso, los filtros se encuen-
tran conectados por un canal
común, de manera que tienen la
misma altura de agua sobrena-
dante pero, a diferencia de los de
tasa declinante continua con carga
constante, la carga hidrostática os-
cilará entre alturas muy cercanas a
la canaleta de lavado y tan altas
como la altura de la unidad lo per-
mita, sin exceder la pérdida de car-
ga máxima. El filtro, en la medida
en que se colmata, presentará una
disminución en la tasa de filtración,
de manera que el volumen que no
puede tratar será recibido por otra
unidad más limpia. En este método
también se puede prescindir de la
operación constante de válvulas,
con lo que se disminuyen costos y
se facilita la operación.
Adicionalmente, esta operación
ha mostrado un incremento nota-
ble en los tiempos de carrera res-
pecto de las unidades que operan
a tasa constante. Este método,
junto con el de tasa constante con
carga hidrostática variable, son
los más usados en la actualidad,
en razón a sus ventajas.
Potabilización Del Agua

Ilustración 58. Esquema general de un filtro con tasa declinante y carga variable
(Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente, CEPIS).

10.7.4 CARACTERÍSTICAS DE LOS 10.7.4.1 LECHOS DE ARENA

MEDIOS FILTRANTES EN LOS FIL-
TROS RÁPIDOS
Como se expresó con anteriori-
dad, se pueden emplear lechos
únicos de arena o de antracita
(más recientemente) o lechos dua-
les de una combinación de ellos.
Las características más relevantes
del medio, en cada caso, se pre-
sentan a continuación.
• Profundidad del lecho: 0,60
a 0,75 m.
• Tamaño efectivo de grano:
0,45 a 0,55 mm.
• Coeficiente de uniformidad:
1,2 a 1,7 y preferiblemente
≤ 1,5.
• Duración de la carrera: 12 a
36 horas.
• Pérdida de carga inicial: 0,3 m.

263
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

• Pérdida de carga final admiti- 10.7.4.3 LECHOS DUALES DE ARE-

da: 2,4 a 3,0 m.
• Necesidad del agua de Lava-
do: 2% a 4% del agua filtrada.
Es usual colocar una capa de are-
na más gruesa entre la capa fil-
trante y la gravilla con un tipo de
arena que se denomina torpedo.
Las características de la arena
gruesa (torpedo) son:
• Profundidad de la capa: 0,1
a 0,2 m.
• Tamaño efectivo de grano:
0,9 a 4,0 mm.
• Coeficiente de uniformidad:
≤1,7.
10.7.4.2 LECHOS DE ANTRACITA
• Profundidad del lecho52: 0,60
a 0,75 m.
• Tamaño efectivo de grano:
0,6 a 0,9 mm.
• Coeficiente de uniformidad:
≤ 1,5
• Duración de la carrera: 12 a
36 horas.
• Pérdida de carga inicial: 0,3 m.
• Pérdida de carga final admiti-
da: 2,4 a 3,0 m.
• Necesidad del agua de Lava-
do: 6% del agua filtrada.
NA Y ANTRACITA
Se usan las mismas características
granulométricas de cada lecho,
empleando la capa de antracita
sobre la capa de arena, con las
siguientes profundidades.
• Profundidad capa de arena:
0,20 a 0,40 m.
• Profundidad capa de antraci-
ta: 0,30 a 0,55 m.
• Profundidad total del lecho fil-
trante: 0,60 a 0,90 m.
• Duración de la carrera: 12 a
36 horas.
• Pérdida de carga inicial: 0,3 m.
• Pérdida de carga final admiti-
da: 2,4 a 3,0 m.
• Necesidad del agua de Lava-
do: 6% del agua filtrada.
10.7.5 PÉRDIDA DE CARGA MÁXI-
MA ADMITIDA EN LAS UNIDADES
Los filtros deben diseñarse para
pérdidas disponibles de entre 2,0
y 3,0 metros y, más frecuentemen-
te, con valores de 2,4 m. Se re-
comienda que para filtros de tasa
declinante y lechos duales, o de
antracita sola, no se provean altu-
ras mayores de 1,8 m, de manera

52. Recientemente se vienen reportando experiencias exitosas con lechos de capa profunda de
antracita sola que emplean alturas entre 1,2 y 1,8 m, tasas de trabajo entre 300 y 600 m/d y
tamaños efectivos de grano entre 1,0 y 1,8 mm.

264
Potabilización Del Agua

que se eviten esfuerzos cortantes Q Caudal de diseño de la pota-

excesivos que podrían causar de-
trimento de la calidad del efluente
por arrastre de partículas reteni-
das previamente en el lecho.
10.7.6 NÚMERO DE UNIDADES Y
TAMAÑO
En potabilizadoras pequeñas
deberán proyectarse al menos 2
unidades y preferiblemente 4. En
cualquier caso, el número de uni-
dades de filtración puede estimar-
se con la expresión propuesta por
Morril & Wallace (1934), así:
[10.37]
Donde,
N Número de unidades de fil-
tración
bilizadora (m3/d)
Una vez definido el número de
filtros y la tasa de filtración a em-
plear, se puede calcular el área de
cada unidad. En cuanto a la forma
de los filtros, la práctica más fre-
cuente es la de proyectar filtros de
área superficial cuadrada.
10.7.7 LECHOS DE SOPORTE
Debe disponerse una capa de
soporte, compuesta por grava,
de una altura entre 0,30 y 0,45
m, estratificada de forma correc-
ta (usando unos 5 ó 7 tamaños)
para que no se pierdan las capas
que soporta. El tamaño máximo
recomendado de grano es de 5
cm, lo más esférico posible, y con
una densidad relativa no menor
de 2,5 g/cm3.

Tabla 49. Tamaños de grava en los lechos de soporte según el tipo de retrolavado

Lechos medianos Lechos profundos

(para uso con falsos fondos (para uso con vigas o múlti-
Posición tipo Leopold o Wheeler) ples y laterales)
Altura Tamaño Altura Tamaño
(cm) (pulgadas) (cm) (pulgadas)
En el fondo 5 3/4 a 1/2 15 a 12 2a1
Segunda capa 5 1/2 a 1/4 7,5 a 7,0 1 a 1/2
Tercera capa 5 1/4 a 1/8 7,5 a 7,0 1/2 a 1/4
Cuarta capa 5 1/8 a 1/16 7,5 a 7,0 1/4 a 1/8
Quinta capa (opcional) 5 1/16 a 1/32 7,5 a 7,0 1/8 a 1/12
Sexta capa (opcional) - - 7,5 a 7,0 1/16 a 1/24

265
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Para boquillas y placas porosas, conseguir en el mercado con el

el lecho de soporte suele iniciar-
se con arena torpedo de 4 mm
de diámetro.
10.7.8 SISTEMA DE DRENAJE
Como se había mencionado con
anterioridad, el sistema de dre-
naje del filtro permite proveer
una distribución homogénea del
flujo (flujo a pistón), tanto duran-
te la operación de filtrado como
en el retrolavado. Son varios los
tipos de drenaje que se pueden
nombre de falso fondo; la ma-
yoría de ellos requieren de un
lecho de grava que soporte el
medio filtrante.
Entre los falsos fondos más cono-
cidos se encuentran los Leopold
(plásticos), los Wheeler (que usan
esferas de porcelana) y otras confi-
guraciones que emplean vigas pre-
fabricadas de concreto; placas de
concreto a las que se les instalan
boquillas de drenaje (plásticas) u
otro tipo de placas porosas.

Ilustración 59. Falso fondo tipo Leopold para lavado con aire y agua.

266
Potabilización Del Agua

Ilustración 60. Falsos fondo tipo Leopold para retrolavado con aire o con
aire y agua.

Foto 66. Falsos fondos tipo Leopold. Tomado del catálogo ITT Leopold® Type S®.

Foto 67. Módulo de falso fondo similar al tipo Leopold.

267
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 68. Funcionamiento del módulo de falso fondo, similar al tipo Leopold,
durante retrolavado con aire.

Foto 69. Falso fondo Wheeler.

Imagen tomada de: http://www.allservice.com/DSC02083.jpg

268
Potabilización Del Agua

Ilustración 61. Vigas prefabricadas en concreto (Arboleda Valencia, Teoría y

práctica de la purificación del agua, 2000).

De igual manera, se emplean que se instalan como sistemas

placas prefabricadas en concre- de drenaje. Estas boquillas son
to, las cuales se funden con las también usadas en filtros a pre-
camisas de boquillas plásticas sión.

Foto 70. Boquillas en un falso fondo de un filtro a presión.

Imagen tomada de http://www.calplas.com

269
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 71. Placas de concreto prefabricadas, fundidas con las camisas

roscadas de las boquillas.
Imagen tomada de: http://usuarios.arsystel.com/raulh/index.html

Foto 72. Boquilla para drenaje en filtros. La parte de color negro queda em-
bebida en la placa prefabricada de concreto.

Foto 73. Boquilla para uso en placas metálicas, fibra de vidrio u otros falsos
fondos plásticos de poco espesor.

270
Potabilización Del Agua

Otro dispositivo de drenaje fre-

cuentemente usado en potabiliza-
doras pequeñas, consiste en una
serie de tuberías perforadas llama-
das múltiples (tubería principal y
laterales), conocido en el argot de
la construcción como “muñeco”,
“araña” o “espina de pescado”.
En su diseño debe tenerse en
cuenta que:
Adicionalmente,
• Diámetro de los orificios:
1/4” a 3/4” (pulgadas).
• Espaciamiento entre orifi-
cios: 3” a 12” (pulgadas).
• Velocidad en el múltiple: <
2 m/s
• Velocidad en los laterales:
< 3 m/s
• Los orificios deben colocar-
se por debajo, en pares y
con una separación de 60°.

Ilustración 62. Múltiple con laterales como sistema de drenaje para filtros
(Arboleda Valencia, Teoría y práctica de la purificación del agua, 2000).

Las siguientes tablas propuestas por del múltiple, con velocidades de la-
Azevedo Netto facilitan los cálculos vado de 90 cm/min (sólo con agua).

271
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Tabla 50. Pérdidas de carga para diferentes diámetros de orificios y espacia-

miento de laterales (velocidad de lavado de 90 cm/min), según Azevedo Ne-
tto (Arboleda Valencia, Teoría y práctica de la purificación del agua, 2000)

Distancia Espaciamiento entre laterales (eje a eje)

Orificios entre 20 cm 25 cm 30 cm
(pulgadas) orificios Número Gasto por Pérdida Número Gasto por Pérdida Número Gasto por Pérdida
de orificio de carga de orificio de carga de orificio de carga
(cm) orificios (L/s) (m) orificios (L/s) (m) orificios (L/s) (m)

1/4 7,5 66 0,23 2,6 53 0,28 3,8 44 0,34 6,0

3/8 15,0 33 0,46 2,1 26 0,58 3,4 20 0,75 6,0
½ 20,0 25 0,60 1,3 20 0,75 1,8 16 0,94 2,8
5/8 25,0 - - - - - - 13 1,15 1,6

Tabla 51. Datos para el diseño de la tubería principal de drenaje para un

filtro, según Azevedo Netto (Arboleda Valencia, Teoría y práctica de la
purificación del agua, 2000).

Área de los Gasto máximo Diámetro Área de la Velocidades en

filtros (m2) de lavado (L/s) (pulgadas) tubería (m2) la tubería (m/s)
2,5 38 8 0,031 1,21
5,0 75 10 0,049 1,52
7,5 113 12 0,071 1,60
10 150 14 0,096 1,55
15 225 18 0,159 1,41
20 300 20 0,196 1,52
25 375 22 0,238 1,58
30 450 24 0,283 1,59
35 525 28 0,385 1,43
40 600 32 0,503 1,19
45 675 32 0,503 1,34
50 750 32 0,503 1,49

272
Potabilización Del Agua

Ilustración 63. Otros sistemas alternativos de drenaje y falsos fondos

(Thanh & Hettiaratchi, 1982).

10.7.9 SISTEMA DE TUBERÍAS, diseñan filtros convencionales con

ENTRADAS Y SALIDAS
Debe proyectarse una galería para
ubicar las tuberías de operación de
los filtros y los demás dispositivos
de control. Estas galerías son nece-
sarias, especialmente, cuando se
lavado por tanque elevado. Deben
estar bien ventiladas e iluminadas
y ser amplias para asegurar una
cómoda operación. Las tuberías
de los filtros se diseñan con crite-
rios de velocidad, como se expone
en la Tabla 52.

Tabla 52. Velocidades de diseño para las tuberías de operación de las

unidades de filtración (AWWA & ASCE, 2005)

Tubería Velocidad (m/s)

Afluente 0,3 a 1,2
Efluente 0,9 a 1,8
Ingreso del agua de lavado 1,5 a 3,0
Drenaje del agua de lavado 0,9 a 2,4
Drenaje del agua filtrada 1,8 a 3,6

273
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Azevedo Netto, propone los siguentes valores de tamaños de tubería en

los filtros (Tablas 53).

Tabla 53. Tamaño de tuberías de los filtros, según Azevedo Netto (Arboleda
Valencia, Teoría y práctica de la purificación del agua, 2000)
Tubería de ingreso del agua de

Tubería de drenaje de agua de

Tasa de filtración
(m/d)
Tubería de desagüe
lavado (pulgadas)

lavado (pulgadas)
Área filtrante (m2)

(pulgadas)

120 240 360 480

(pulgadas)

(pulgadas)

(pulgadas)

(pulgadas)

(pulgadas)

(pulgadas)

(pulgadas)

(pulgadas)
Afluente

Afluente

Afluente

Afluente
Efluente

Efluente

Efluente

Efluente
2,5 5 8 ½ 4 3 5 4 6 5 8 5
5 8 10 2 5 4 8 5 10 6 10 8
7,5 8 12 2 6 5 10 6 12 8 12 10
10 10 14 2½ 8 5 10 8 12 10 14 10
15 12 16 3 10 6 12 10 16 10 18 12
20 14 20 4 10 8 14 10 18 12 20 14
25 16 22 4 12 8 16 12 20 14 22 16
30 16 24 5 12 10 18 12 22 16 28 18
35 18 28 5 14 10 18 14 22 16 28 18
14 a 20 a
40 5 14 10 20 14 24 18 28 20
20 28
14 a 20 a
45 5 16 12 22 16 28 18 30 22
20 28
16 a 22 a
50 5 16 12 22 16 28 20 32 24
22 32
16 a 24 a
60 6 18 12 24 18 30 22 36 24
24 32
18 a 28 a
70 6 18 14 28 18 32 22 36 28
28 36
20 a 28 a
80 8 20 14 28 20 36 24 40 30
28 40
90 20 28 8 22 16 30 22 36 28 9x9m 30
100 22 30 8 22 16 32 22 40 28 10x10m 30
110 22 32 8 24 16 32 24 40 30 10x10m 32
120 24 32 8 24 18 36 24 9x9m 30 10x12m 36
130 24 36 8 28 18 36 28 10x10m 30 10x12m 36
140 28 36 10 28 18 36 28 10x10m 32 10x14m 36
150 28 36 10 28 20 40 28 10x10m 32 10x14m 40
160 28 40 10 28 20 40 30 10x12m 36 10x14m 40

274
Potabilización Del Agua

Ilustración 64. Batería de filtros (Cánepa de Vargas L., 2004).

Ilustración 65. Batería de filtros pequeña (Cánepa de Vargas L., 2004)

275
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 66. Configuraciones de entrada de los filtros (Arboleda Valencia,

Teoría, Diseño y Control de los procesos de clarificación del agua)

276
Potabilización Del Agua

Ilustración 67. Configuraciones de salida en los filtros (Arboleda Valencia,

Teoría, Diseño y Control de los procesos de clarificación del agua)

EJEMPLO 10.1 da de carga máxima admitida de

Se requiere diseñar una batería
de filtros (filtración rápida) descen-
dente, por gravedad, con lechos
de antracita de 0,65 m de altura,
con un caudal de diseño de 46
L/s, una tasa o velocidad de fil-
tración de 120 m/d y una pérdi-
2,0 m. La temperatura media del
agua es de 15 °C (υ=1,14x10-6
m2/s, y µ=1,14x10-3 Pa*s). Son
filtros de tasa constante y carga
variable, cuyo lavado se realiza-
rá con agua a contraflujo, sumi-
nistrada por un tanque elevado,
durante 10 minutos.

277
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

SOLUCIÓN: el número de filtros, usando la

expresión de Morril & Wallace
Las características del lecho fil- (Ecuación 10.37), será:
trante de antracita son:

• Tamaño efectivo (Te o d10):

0,9 mm No obstante, aún para potabi-
• Densidad específica: 1,5 g/cm3 lizadoras muy pequeñas, el nú-
• Coeficiente de uniformidad mero de filtros no debería ser
(Cu): 1,5 inferior a 4. Por esta razón, se
• Porosidad: 0,4 (40%) asumen 4 unidades.
• Profundidad: 0,65 m
El área de filtración requerida será:
Debido a que la antracita del le-
cho filtrante tiene un tamaño de
0,9 mm, la primera capa que lo
soporta no deberá tener más del
doble de su tamaño (no más de El área de cada uno de los cuatro
1,8 mm) y así sucesivamente para (4) filtros será:
las siguientes capas. Por consi-
guiente, las características del
medio de soporte, recomendado
para uso con falsos fondos tipo
Leopold® (Tabla 49), es: Dado que los falsos fondos tipo
Leopold® tienen las siguientes di-
• Fondo: 5 cm de ½ pulgada mensiones:
(12,8 mm ≈ 1,3 cm)
• Segunda capa: 5 cm ¼ de • Ancho: 30,5 cm
pulgada (6,4 mm) • Alto: 27 cm
• Tercera capa: 5 cm 1/8 de • Profundidad o largo: 122 cm
pulgada (3,2 mm)
• Cuarta capa: 5 cm de 1/16 El área superficial ajustada al fal-
de pulgada (1,6 mm) so fondo, para cada filtro será:

Para una altura total de lecho de • Ancho: 3,05 m (10 módulos)

soporte de 20 cm. • Largo: 2,44 m (2 módulos)

Dado que el caudal de diseño Para un total de 20 módulos tipo

es de 46 L/s (3974,4 m3/d), Leopold®. Con esta configuración,

278
Potabilización Del Agua
cada uno de los 4 filtros tendrá un
área total de 7,44 m2 y trabajará
con una tasa real de filtración de:
Para el análisis de la hidráulica del
retrolavado, se tiene:
• La velocidad de asentamiento
de la antracita, considerando
que el d60 es el producto entre
el coeficiente de uniformidad
(1,5) y el tamaño efectivo (0,9
mm), es:
Reemplazando, la primera ex-
presión en la segunda (Ecua-
ción 10.19),
• La velocidad necesaria en el
lavado, para generar la flui-
dificación del lecho, a 20 °C
(Ecuación 10.20), es:
279
Considerando una temperatu-
ra media de 15 °C (Ecuación
10.23), entonces:
• La porosidad del lecho expan-
dido (Ecuación 10.17), será:
• La profundidad del lecho expan-
dido (Ecuación 10.16), será:
• La relación de expansión (Ecua-
ción 10.24), será:
Esto significa que el lecho se ex-
pandirá 0,315 m más sobre la
altura durante el lavado. Se dice
que la canaleta de lavado debe
tener su fondo 5 cm por encima
de la altura de expansión, esto es,
a 0,365 m sobre el lecho filtrante
durante operación normal.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
• El caudal del lavado del filtro
(Ecuación 10.26), será:
• El volumen total de agua de
lavado (Ecuación 10.27), será:
El tanque elevado, deberá asegu-
rar un volumen suficiente para lavar
dos filtros de manera simultánea, es
decir, deberá tener una capacidad
de agua de lavado de 89,2 m3.
• La canaleta de lavado:
Considerando el área del filtro
(3,05 x 2,44 m) y una distan-
cia servida no mayor de 0,9
m, por cada vertedero de las
canaletas de lavado, se pro-
yectan dos canaletas y un ca-
nal principal lateral.
Al ser dos canaletas de lava-
do, cada una tendrá que eva-
cuar un caudal de lavado de
0,0744/2 = 0,0372 m3/s.
Asumiendo un ancho inicial
de 0,25 m para cada cana-
leta, la profundidad máxima
280
del agua “ho” en ella (Ecua-
ción 10.36), será:
A estas canaletas se les dejará un
borde libre de aproximadamente
unos 10 cm, para una altura total
de las paredes de las canaletas,
de 0,33 m.
• La distancia desde el lecho
filtrante, al vertedero de las
canaletas de lavado será:
»» Expansión del lecho (calcula-
do anteriormente): 0,365 m
»» Distancia de seguridad
entre el lecho expandido
y el fondo de la canaleta:
0,05 m
»» Espesor del fondo (estructu-
ra en concreto) de la cana-
leta: 0,025 m
»» Altura de la canaleta: 0,33
»» ALTURA TOTAL DE REBOSE
RESPECTO DEL LECHO DE
ANTRACITA: 0,77 m
Esta altura corresponderá a la
altura de rebose de la canaleta
Potabilización Del Agua
de lavado sobre el lecho filtran-
te.
• Las pérdidas de carga genera-
das durante el retrolavado son:
»» Pérdida generada por el
lecho filtrante (Ecuación
10.29):
»» Pérdida generada por el
falso fondo tipo Leopold®,
incluyendo el lecho de so-
porte y con una velocidad
de lavado de 0,6 m/min
(Ecuación 10.32):
A estas pérdidas deben su-
marse las de la tubería y ac-
cesorios de la línea que co-
necta el tanque elevado con
los filtros. Debe verificarse la
línea piezométrica dinámica,
281
de manera que se asegure
un retrolavado efectivo y con
la presión requerida en todas
las unidades de la batería de
filtración.
• La altura total de la unidad de
filtración será:
»» Altura del falso fondo:
0,27 m
»» Altura del lecho de soporte:
0,20 m
»» Altura del medio filtrante:
0,65 m
»» Altura de la pérdida de
carga máxima admitida:
2,0 m
»» Borde libre: 0,40 m
»» ALTURA TOTAL DE LA UNI-
DAD DE FILTRACIÓN: 3,52 m
• Las pérdidas de carga presen-
tadas durante la filtración, son:
»» Pérdidas provocadas por la
entrada al filtro: deben cal-
cularse según Darcy Weis-
bach o Hazen Williams,
entre otras expresiones.
»» Pérdida generada por el
lecho filtrante según la
ecuación de Rose (Ecua-
ción 10.3):
Para resolver esta expresión
debe primero determinarse
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

el valor del Número de Rey- y del coeficiente de arrastre

nolds “NR” (Ecuación 10.5) “CD” (Ecuación 10.4).

Reemplazando,

Ilustración 68. Indicaciones de alturas para el filtro del ejemplo 10.1. Los
valores son indicativos, no se encuentran a escala.

282
Potabilización Del Agua
»» Pérdida de carga ocasio-
nada por el medio de so-
porte según la ecuación
de G.G. Dixon (Ecuación
10.11):
»» La pérdida de carga oca-
sionada por el falso fondo
tipo Leopold®, incluyendo
el medio de soporte, pue-
de ser calculada también
con la Ecuación 10.32,
pero sustituyendo el valor
de la velocidad de retro-
lavado, por la velocidad
de filtración (120,7 m/d = 10.8 CONEXIÓN ENTRE SEDI-
0,093 m/min): MENTADORES Y FILTROS
Esta pérdida calculada para el
falso fondo Leopold® y el medio
de soporte pone en evidencia que
sólo el falso fondo Leopold® oca-
siona una pérdida aproximada de:
0,0195m – 0,0062m = 0,0133m;
es decir, de 1,33 cm. De esta ma-
283
nera, las pérdidas ocasionadas
por el lecho filtrante (0,165 m) y
el falso fondo, junto con el medio
de soporte (0,0195 m), durante la
filtración, es de 0,1845 m, aproxi-
madamente unos 18,5 cm.
Las pérdidas provocadas por la
salida del agua filtrada deben cal-
cularse con las fórmulas de Darcy
Weisbach o de Hazen Williams,
entre otras expresiones.
Nota: Debe recordarse que el di-
seño completo debe incluir los de-
talles de las estructuras de entra-
da y salida, sistemas de tuberías
de lavado, incluyendo el tanque
elevado y, si aplica, el diseño del
canal principal de evacuación de
las aguas de lavado con sus com-
puertas y/o accesorios.
Una vez que el agua ha sido se-
dimentada, la conexión de los
sedimentadores con los filtros no
representa mayor dificultad. Por
esta razón pueden utilizarse tu-
berías, aunque siempre es más
apropiado el uso de canales. Es-
tos canales deben estar cerrados
para impedir la entrada de partí-
culas, hojas y otros objetos en el
agua clarificada. Estas estructuras
se suelen calcular con la ecuación
de Manning.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
DESINFECCIÓN
L
a desinfección del agua tiene
como objeto la destrucción de
organismos patógenos o moles-
tos; no obstante, no implica la des-
trucción de todos los organismos
vivos ni la obtención de un agua
esterilizada. Debe recordarse que
los microorganismos se comportan
también como partículas coloida-
les, razón por la cual, los procesos
de coagulación-floculación-sedi-
mentación pueden removerlos por
encima del 98%.
11.1 FACTORES QUE INFLUYEN EN
EL PROCESO DE DESINFECCIÓN
De manera general, los factores
que influyen en el proceso de des-
infección son:
• Tipo y concentración de los or-
ganismos que deben destruirse.
284
• Tipo y concentración del des-
infectante.
• Tiempo de contacto.
• Características del agua: turbi-
dez, color, pH y temperatura.
11.1.1 TIPO Y CONCENTRA-
CIÓN DE ORGANISMOS
La sensibilidad a los agentes des-
infectantes es distinta para cada
organismo. Esta “vulnerabilidad”
puede escalonarse, en términos
generales, de la siguiente manera:
Bacterias Gram-negativas > Bac-
terias Gram-positivas > Bacterias
esporuladas > Virus bacteriófagos
> Virus animales > Quistes de
protozoos
Siendo más sensibles, por lo tan-
to, las bacterias Gram-negativas y
Potabilización Del Agua
más resistentes (o menos vulnera-
bles), los quistes de protozoos.
Obviamente que a mayor con-
centración de organismos se
requerirá una concentración ma-
yor de desinfectante. Se reque-
rirán, también, dosis mayores
cuando la turbiedad o el color
residuales son también mayo-
res, con el agravante de que se
pueden presentar subproductos
de desinfección cancerígenos,
como se explicó en el numeral
1.3.1, “Características orga-
nolépticas y físicas”. Por esta
razón, el agua que será desin-
fectada debe tener los más ba-
jos niveles de turbiedad y color
posibles (deseable: turbiedad
por debajo de 0,5 UNT y color
por debajo de 5 UPC). Esto sólo
se logra con una correcta ope-
ración y control preciso de los
procesos de clarificación.
11.1.2 TIPO, CONCENTRACIÓN
Y TIEMPO DE CONTACTO DEL
DESINFECTANTE
La destrucción de una especie de
microorganismos bajo unas con-
diciones dadas es proporcional al
tipo de desinfectante, a su concen-
tración y a su tiempo de contacto.
Por ejemplo, para cierto tipo de
desinfectante, una concentración
baja con un tiempo de contacto
285
largo puede ser tan efectiva como
una alta concentración y un tiem-
po de contacto menor.
La medida de eficacia de un des-
infectante viene dada por la cons-
tante “K” que relaciona la concen-
tración y el tiempo de contacto
necesario de un desinfectante para
inactivar el 99% de una población
microbiana o viral determinada.
Donde,
K Constante de velocidad de re-
acción (s-1)
C Concentración del desinfec-
tante (mg/L)
t Tiempo de contacto necesario
para la inactivación del 99%
de la población de organis-
mos (s)
11.1.3 CARACTERÍSTICAS DEL
AGUA
Las características del agua tie-
nen una influencia considerable
en el proceso de desinfección.
Si existe mucha materia en sus-
pensión (turbiedad), los organis-
mos pueden ocultarse entre estas
partículas dificultando la accesi-
bilidad del desinfectante y, por
ende, disminuyendo su efectivi-
dad. En este caso, y en razón a
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
que los desinfectantes suelen ser
sustancias oxidantes, buena par-
te de éstos se consumirán en la
oxidación de la materia orgánica
y, por consiguiente, se disminuirá
la cantidad disponible para la
destrucción de los organismos.
El pH incide en la transformación
de subcompuestos desinfectantes
que pueden tener mayor o menor
capacidad germicida. En el caso
del cloro, pH bajos incrementan la
concentración del ácido hipocloro-
so, el cual es más efectivo que el
ión hipoclorito, cuya forma predo-
mina a pH altos.
La temperatura tiene una marcada
influencia: entre más alta sea, ma-
yor será el índice de destrucción
microbiana; sin embargo, esta
condición se ve contrarrestada
por la inestabilidad de la mayoría
de los desinfectantes a temperatu-
ras altas (e.g., pérdida de cloro
hacia la atmósfera).
11.2 TIPOS DE DESINFECTANTES
MÁS EMPLEADOS
Además de lo expuesto en la sec-
ción 4.3 “Oxidación química”,
según el informe del Servicio de
Salud Pública del Consejo Nacio-
nal de Investigación Científica de
los Estados Unidos (NCR - National
286
Research Council), se consideran
adecuados para la desinfección
de aguas de consumo público los
siguientes compuestos oxidantes:
• Cloro
• Dióxido de Cloro
• Ozono
Y en cuanto a métodos físicos, reco-
mienda la Radiación UV, pero hace
hincapié en la dificultad de mante-
nimiento de las instalaciones y en la
ausencia de un efecto residual.
11.3 ELECCIÓN DEL DESINFEC-
TANTE
La selección del método o tipo
de sustancia a emplear en el pro-
ceso de desinfección debe estar
fundamentada en los siguientes
aspectos:
• Capacidad de destrucción de
patógenos
• Posibilidad de seguimiento
preciso
• Actuación sobre los caracteres
organolépticos del agua
• Que no proporcione mal sabor
al agua
• Facilidades de obtención y uso
• Precio
• Que no sea tóxico o peligroso
para la salud a los niveles re-
queridos
Potabilización Del Agua

11.4 CAPACIDAD DESTRUCTIVA DE cloro) > OCl- (ión hipoclorito) >

LOS COMPUESTOS OXIDANTES
Si bien, la efectividad de una u
otra sustancia depende del tipo
de patógenos que se quieran eli-
minar, en términos generales, estos
compuestos oxidantes se podrían
organizar, según su capacidad
germicida, de la siguiente manera:
O3 (ozono) > HOCl (ácido
hipocloroso) > ClO2 (dióxido de
NHCl2 (dicloramina) > NH2Cl
(monocloramina)
La efectividad sobre diferentes
tipos de organismos y el efecto
residual en el sistema de sumi-
nistro para los tipos de desinfec-
tantes más comunes, se exponen
en la Tabla 54, publicada en el
Handbook of Public Water Sys-
tems.

Tabla 54. Efectividad de los desinfectantes más comunes en potabilización

(HDR Engineering Inc., 2002).

Eficacia como biocida para distintos grupos

Agente de organismos Efecto residual
desinfectante Quistes de en el sistema
Bacterias Virus
protozoos
Ácido hipoclo-
roso (HOCl)
Excelente Excelente Moderada Bueno

Ión hipoclorito
(OCl-)
Bueno Moderado Sin datos Bueno

Ozono (O3) Excelente Excelente Excelente Inexistente

Dióxido de
Cloro (ClO2)
Excelente Excelente Sin datos Bueno

Cloraminas
(NHCl2 y NH2Cl)
Moderado Bajo Bajo Excelente

11.5 CLORACIÓN El cloro, además de poseer un

gran poder germicida, interviene
La cloración es el proceso de des- en la oxidación de sustancias or-
infección más usado en el mundo gánicas e inorgánicas que comu-
para la potabilización del agua. nican sabor y olor al agua.

287
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
El cloro generalmente se presenta
de tres formas:
• Gaseoso (Cl2): Es un gas
amarillo-verdoso con una
concentración del 100% de
sustancia activa. Viene en ba-
las o tanques de acero de 68
a 900 kg. Se usa en plantas
grandes y requiere de instala-
ciones apropiadas y equipo
de dosificación.
• Hipoclorito de Sodio (NaOCl):
Es un líquido transparente ama-
rillo-ámbar con un 13%, apro-
ximadamente, de sustancia
activa. Se presenta en canecas
plásticas de 0,5 a 55 Galones.
Se usa más en instalaciones de
bajo caudal y su dosificación
se hace mediante pequeñas
bombas dosificadoras.
• Hipoclorito de Calcio, HTH,
Perclorón (Ca(OCl)2): Es un
sólido granulado o polvo de
color blanco. Viene presenta-
do en tambores plásticos con
una concentración del 30% al
70% de sustancia activa. Se
usa por lo general en potabi-
lizadoras de bajo caudal y su
dosificación se hace mediante
pequeñas bombas dosificado-
ras luego de haber preparado
la solución. Uno de los mayo-
res inconvenientes es que la so-
lución tiende a sedimentarse,
por lo que se requiere algún
mecanismo para agitarla en
forma permanente.
288
11.5.1 MECANISMO DE AC-
CIÓN DEL CLORO
El poder desinfectante del cloro y
sus compuestos, radica en su ca-
pacidad de oxidación. El cloro en
cualquiera de sus formas reaccio-
na con el agua para formar Ácido
Hipocloroso (HOCl) que tiene alto
potencial de oxido-reducción y
por consiguiente, mayor poder de
destrucción de patógenos y orga-
nismos molestos. Las reacciones
de formación son las siguientes:
En un agua a 20 °C y con valores
de pH menores a 5, todo el cloro
activo se encuentra en forma de
ácido hipocloroso; a medida que
el pH aumenta, éste empieza a di-
sociarse así:
A pH 7,5 existe un 50% de com-
puesto de ácido hipocloroso y
la otra mitad de ión hipoclori-
to. Mientras que a un pH 9,5,
se presenta exclusivamente éste
último, el cual es menos efectivo
(Gráfica 2).
El cloro penetra la membrana
plasmática de los organismos y
Potabilización Del Agua
oxida la enzima succinato des-
hidrogenasa que es fundamental
en el ciclo de Krebs, deteniendo
los mecanismos de obtención de
energía. En el caso de los virus,
algunos estudios parecen indi-
car que el cloro oxida de forma
directa a los ácidos nucleicos.
No obstante, el mecanismo de
destrucción del cloro sobre los
Temperatura Desinfectante
pH
(°C) empleado
6 5 Ácido hipocloroso
10 5 Ión hipoclorito
4,5 15 Dicloramina
9 15 Monocloramina
9 5 Monocloramina
11.5.2 DINÁMICA DE REAC-
CIÓN DEL CLORO
La Ilustración 69, corresponde a
una gráfica de cloración a punto
de quiebre y representa lo que
ocurre con el cloro cuando se apli-
ca en un agua y reacciona con
las sustancias orgánicas e inorgá-
nicas que contiene.
Inicialmente, se presenta una fase
de destrucción de sustancias inor-
289
virus no se ha determinado con
certeza.
El tiempo mínimo de contacto suele
ser de 30 min, pero debe estable-
cerse a partir de ensayos de inac-
tivación conforme el tipo de desin-
fectante y organismo a destruir. Por
ejemplo, para la destrucción del
patógeno de origen fecal E. coli:
C*t
Concentración (mg/L) *
tiempo de contacto (min)
0,04
0,92
5,5
64,0
175,0
gánicas (principalmente Hierro,
Manganeso, Azufre y Nitritos), en
donde toda la dosis aplicada se
consume. Aquí no se presenta ele-
vación alguna del cloro medido
sobre las ordenadas.
En el primer sector de la curva
(A-B) se presenta la reacción con
compuestos orgánicos en donde
el cloro es reducido a cloruros que
forman compuestos sin acción ger-
micida que pueden transmitir olor
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
y sabor al agua. También se for-
man las cloraminas por reacción
del cloro con el amoniaco y com-
puestos orgánicos de nitrógeno;
estas cloraminas poseen poder
germicida y son persistentes en el
tiempo; el cloro en este tramo se
conoce como “CLORO RESIDUAL
COMBINADO” (CRC).
En el segundo sector (Tramo B-C),
el declive de la curva se produce
porque, a medida que la concen-
tración aumenta, se destruyen las
cloraminas, transformándose en
nitrógeno gaseoso, óxido nitroso,
agua y el cloro libre combinado
se reduce nuevamente a cloru-
ros hasta un mínimo de la curva,
Ilustración 69. Dinámica de reacción del cloro.
290
denominado “PUNTO DE QUIE-
BRE”, “PUNTO DE RUPTURA” o
“BREAK POINT”, en inglés.
La cantidad de cloro necesaria para
llegar al punto de quiebre se deno-
mina “DEMANDA DE CLORO”.
En el tercer sector (del punto C
en adelante), el cloro ya no tiene
sustancias con qué combinarse;
queda libre y empieza entonces
a aumentar su nivel de concentra-
ción residual en el agua. Este clo-
ro se conoce como “CLORO LIBRE
RESIDUAL” (CLR) y está formado
por Ácido Hipocloroso y Ión Hi-
poclorito en proporciones que de-
penderán del pH del agua.
Potabilización Del Agua
La eliminación de los organismos
patógenos (bacterias, virus y pro-
tozoos) que logran escapar de la
línea de tratamiento, mediante la
aplicación en el agua de agentes
oxidantes, posterior a la etapa de
filtración, es función del tiempo de
exposición al agente desinfectan-
te, llamado tiempo de contacto, y
de la dosis del desinfectante. Esto
puede expresarse de la siguiente
manera, según la Ley de Chick:
[11.1]
Donde,
t Tiempo de contacto (en se-
gundos)
k Constante de velocidad de
reacción
No Número inicial de microorga-
nismos
Nt Número de microorganismos
capaces de sobrevivir al con-
tacto (viables) en un tiempo t.
Para el cloro, que es el desinfec-
tante más usado por su economía
y eficiencia, esta relación es:
EJEMPLO 11.1
[11.2]
291
La eficiencia de la desinfección,
en términos de la mortalidad de
los microorganismos patógenos,
puede ser expresada en términos
de porcentaje, así:
[11.3]
Por lo tanto, la Ecuación 11.2
(para cloro) podría ser transfor-
mada, considerando el porcenta-
je de mortalidad (o la eficiencia
de desinfección), así:
[11.4]
Dado que no es fácil determinar a
priori el valor de la constante de
reacción K, la ley de Chick tiene
utilidad en la evaluación del com-
portamiento de un proceso de des-
infección en donde se conocen Nt
y No y se quiere calcular la cons-
tante de velocidad de reacción.
Calcule el tiempo mínimo de con-
tacto requerido para desinfectar
un volumen de agua con cloro,
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

a una concentración de cloro re- de sodio - líquido) y manejo (no

sidual combinado de 1,4 mg/L
para una mortalidad del 99%,
asumiendo un k = 1,6 x 10-5.
SOLUCIÓN:
requiere de diluir y mantener la
dilución como en el caso del hipo-
clorito de calcio). Por esta razón,
se ahondará más en la aplicación
del cloro gaseoso.

Aplicando la Ecuación 11.4: 11.5.3.1 APLICACIÓN DE CLO-

RO GASEOSO

En la aplicación del cloro gaseo-

11.5.3 SISTEMAS DE APLICACIÓN
El cloro puede aplicarse en forma
líquida o gaseosa. No obstante,
aun en pequeñas potabilizadoras,
se prefiere el uso de cloro gaseo-
so por su facilidad de transporte
(para una misma dosis, ocupa
menor volumen que el hipoclorito
so, el cilindro o la bala de cloro
se conecta a un inyector, eyector
o múltiple difusor. El flujo de cloro
se controla mediante un rotáme-
tro y se suele mantener el cilindro
de cloro (asegurado al piso o a
la pared para evitar su caída ac-
cidental o desplazamiento) sobre
una báscula que permite controlar
la cantidad de cloro usada diaria-
mente, es decir, su gasto.

Foto 74. Sistema de dosificación de cloro. Sobre la bala de cloro se apre-

cia el controlador del rotámetro y, bajo ésta, la báscula.

292
Potabilización Del Agua
El operador controla diariamente
el gasto por pérdida de peso re-
gistrada en la báscula y la dosis
aplicada varias veces al día, ajus-
tando la salida del gas mediante
el control del rotámetro.
En razón a que el cloro gaseo-
so es altamente corrosivo, con
pH entre 2 y 4 unidades, debe
ser transportado hasta el punto
de aplicación mediante tuberías
de acero inoxidable o PVC, en
donde se hallará el sistema de
difusión. Los difusores se pueden
ubicar en tuberías o en canales
Foto 75. Cuarto de almacenamiento de cloro.
293
y tanques abiertos. En el primer
caso, el inyector se introduce
hasta el eje de la tubería princi-
pal del agua filtrada, en donde
también se puede disponer de
un estrechamiento tipo Venturi, el
cual permite una mezcla rápida
del gas con el agua. La difusión
total del cloro en el agua, en el
interior de la tubería, se consi-
gue a una distancia no mayor
a 10 diámetros; para canales
o tanques abiertos, se disponen
los inyectores de manera análo-
ga a lo largo del canal o a la
entrada del tanque de contacto.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Los principales elementos y reco-
mendaciones para el diseño de
un sistema de dosificación de clo-
ro gaseoso, según White, son los
siguientes (White, 1972):
a. La capacidad del clorador
debe ser la suficiente para
proveer un cloro libre resi-
dual de, al menos, 2 mg/L
en el agua, con un tiempo
de contacto de 30 minutos,
para caudal máximo y para
la demanda máxima de clo-
ro prevista (Committee of the
Great Lakes, Upper Mississi-
ppi River Board of State Sani-
tary Engineers, 1976).
b. Se debe contar con una uni-
dad de cloración de reserva
que garantice el suministro
continuo de la dosis apropia-
da para alcanzar una desin-
fección efectiva (Committee of
the Great Lakes, Upper Missis-
sippi River Board of State Sani-
tary Engineers, 1976).
c. Los cilindros de cloro deben
estar protegidos de la inci-
dencia directa de la luz solar.
d. La tasa máxima de extracción
de cloro de un cilindro de 150
lb (68 kg) es de unos 16 kg/d
294
a temperatura ambiente y des-
carga a presión atmosférica.
e. Para el control de la dosifica-
ción de cloro, debe proveerse
de una báscula apropiada
para el tipo y cantidad de ci-
lindros.
f. La distancia entre el cilindro
de cloro y el inyector o difusor
debe ser lo más corta posible
para evitar la relicuefacción
del gas.
g. La temperatura mínima en el
cuarto de cloro debe ser de
10 °C. Por debajo de dicha
temperatura el flujo será críti-
co y deberán aislarse térmica-
mente los cilindros de cloro.
h. A temperatura ambiente, la
tasa máxima de extracción
de cloro de cilindros de 1 to-
nelada es de 180 kg/d. Si la
tasa es mayor de 680 kg/d
se recomienda la extracción
de cloro líquido y el uso de
un evaporador.
i. Todas las tuberías, válvulas
y materiales asociados al
manejo del cloro deben sa-
tisfacer las normas del Insti-
tuto de Cloro.
Potabilización Del Agua

Ilustración 70. Esquema de un sistema de cloración de cloro gaseoso.

Imagen tomada de: http://water.me.vccs.edu/concepts/chlorinator3.gif,
modificada por el autor.

Foto 76. Cuarto de cloro para grandes instalaciones. Los cilindros son movidos
por un puente grúa.

En estaciones de cloración gran- de los cilindros en servicio y se

des, suelen usarse evaporadores evita la relicuefacción del cloro
que permiten extraer cloro líqui- en las líneas de conducción. Es-
do, en vez de gas, de los cilin- tos evaporadores son tanques en
dros. Esto permite la disminución baño maría, a 70-75 °C, lo que

295
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

logra que el cloro pase de estado la distribución del desinfectante

líquido a gaseoso, para llevarlo
así a los cloradores.
11.5.3.2 APLICACIÓN DE CLORO
LÍQUIDO
Al igual que en la aplicación del
cloro gaseoso, la solución de clo-
ro debe aplicarse en un punto
de alta turbulencia que asegure
en toda la masa de agua y en el
menor tiempo posible. Este siste-
ma de mezcla debe ser análogo
al empleado para la coagulación.
Para evitar la producción de hu-
mos de cloro, en canales o tanques
abiertos, debe buscarse una profun-
didad mínima de 1,5 m de agua
sobre la salida del cloro.

Ilustración 71. Sistemas de cloración para cloro líquido. Tomado de Teoría y

Práctica de la Purificación del Agua, J. Arboleda Valencia. Tercera Edición.

En estos sistemas, se debe tener en alimentación, siguiendo los criterios

cuenta el tamaño de las tuberías de expuestos en la Tabla 55.

296
Potabilización Del Agua

Tabla 55. Diámetro de las tuberías para el flujo de cloro líquido

(Romero Rojas, Purificación del agua, 2000)

Flujo máximo de cloro líquido (kg/d)

Diámetro en pulgadas Longitud de tubería Longitud de tubería entre
< 150m 150 y 450 m
¾ 10,9 7,7
1 21,8 15,3
1,25 45,4 32,7
1,5 76,3 52,2

Ilustración 72. Difusor de solución de cloro. Tomado de Purificación del Agua,

J. A. Romero Rojas (2002).

Ilustración 73. Difusor de solución de cloro para canales abiertos. Tomado de

Purificación del Agua, J. A. Romero Rojas (2002).

297
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Ilustración 74. Estación de cloración. Tomado de Teoría y Práctica de la Purifi-

cación del Agua, J. Arboleda Valencia. Tercera Edición.

11.5.4 ESTACIONES DE CLO- c. Punto de aplicación del des-

RACIÓN infectante.

En la cloración del agua se des- La capacidad, en kg/d, que debe

tacan 3 aspectos fundamentales:
a. Almacenamiento de cloro.
b. Sistemas de medición y control.
c. Sistema de inyección.
tener la estación de cloración puede
calcularse de la siguiente manera:
[11.5]

La capacidad de las estaciones

de cloración dependerán de: Donde,

a. Demanda de cloro en el Q Caudal de diseño de la pota-

agua. bilizadora (m3/d)
b. Dosis a aplicar para asegurar C Dosis promedio de cloro
la desinfección. (mg/L)

298
Potabilización Del Agua
Una sala de cloración bien dise-
ñada debería incluir:
a. Área de cargue y descargue,
que permita el ingreso y las ma-
niobras de vehículos pesados.
b. Área de almacenamiento de
cilindros.
c. Área de pesaje de los cilindros.
d. Área de evaporadores.
e. Cuarto de cloradores.
EJEMPLO 11.2
Se quiere diseñar una estación
de cloración para una potabili-
zadora que trabaja con 1 m3/s
(86.400 m3/d). Se ha calculado
una dosis de aplicación de 2,5
mg/L que asegura un residual
suficiente en la red de distribu-
ción. Calcular la capacidad del
equipo clorador.
SOLUCIÓN:
Aplicando la Ecuación 11.5:
11.5.4.1 MEDIDAS DE SEGURIDAD
Para el manejo y transporte de los
cilindros de cloro se deben tener
en cuenta los siguientes puntos:
299
a. Los cuartos de cloro deben
ser abiertos y con ventilación,
tanto por la parte baja como
por la parte superior. El clo-
ro, al ser más denso que el
aire, se desplazará a la parte
baja (en donde debería ir un
extractor) y será evacuado
por las corrientes de aire que
ingresan desde la parte alta
(dotada con un ventilador).
b. No mover los cilindros sin su
caperuza protectora (cilin-
dros de 50 y 75 kg).
c. Evitar la exposición directa al
sol.
d. No encender llamas cerca de
los cilindros.
e. Amarrar los cilindros al piso
o a la pared durante su ser-
vicio, evitando así que se cai-
gan y golpeen (cilindros de
50 y 75 kg).
f. Evitar temperaturas en el cuar-
to de cloración, más bajas
que 10 °C porque se dificulta
la extracción del cloro.
g. Las tareas de cambio de los
cilindros debe ser realizada
entre dos personas. Uno reali-
za la operación y el otro ten-
drá, cerca de las válvulas del
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

cilindro, una botella abierta operadores y dirigirse a una

de amoniaco, la cual reac-
cionará con el cloro, forman-
do una pequeña nube de gas
de color blanco que indicará
indefectiblemente una fuga
peligrosa de gas.
zona alta. Emprender el pro-
cedimiento consignado en el
plan de contingencias.
11.6 CONEXIÓN ENTRE LOS FIL-
TROS Y LA ETAPA DE CLORACIÓN

h. Estas tareas de manipulación Estas conexiones dependen del

deben llevarse a cabo con
máscaras protectoras.
i. Si una fuga no puede re-
pararse con inmediatez, lo
mejor será abandonar el
cuarto, dar aviso a todos los
tipo de clorador y mecanismo de
mezcla que se proyecte. En cual-
quier caso, deben disponerse las
mejores condiciones hidráulicas
para conseguir la mejor cone-
xión, manteniendo las condicio-
nes óptimas de cloración.

300
Potabilización Del Agua
TRATAMIENTO DE LOS LODOS
GENERADOS EN LA POTABILIZACIÓN
E
l lodo, como producto residual
de los procesos de potabiliza-
ción, es una combinación de
sustancias orgánicas (e.g., com-
puestos derivados de la descomposi-
ción vegetal que le otorgan color al
agua, plancton, microorganismos)
e inorgánicas (e.g., arcillas que le
confieren turbiedad al agua, minera-
les, hidróxidos de aluminio o hierro
derivados de las sales coagulantes,
hidróxidos de calcio, polímeros, car-
bón activado, compuestos añadidos
durante el tratamiento).
Dado que todas las aguas son
diferentes en sus características,
no es posible predecir los compo-
nentes que van a ser encontrados
en los lodos, así como tampoco su
volumen o peso. Por esta razón,
301
antes de iniciar el diseño de un
tratamiento de lodos, es preciso
realizar análisis de laboratorio
que permitan determinar el volu-
men de lodos sedimentables, su
masa, su grado de hidratación y
de compactación, así como sus
características fisicoquímicas y
microbiológicas. Estas pruebas
deben ejecutarse varias veces de
manera que se logre abarcar todo
el rango de variabilidad de cali-
dad esperada en el agua para un
año hidrológico.
En una potabilizadora, los lodos
provienen de dos operaciones, a
saber: sedimentación y filtración.
En el primer caso, se tienen lodos
muy concentrados de alta den-
sidad de sólidos; en el segundo
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
caso, las aguas del lavado de los
filtros tienen cargas de sólidos
muy pequeñas (comparadas con
la del drenaje de los sedimentado-
res) y muy diluidas en un volumen
considerablemente grande de
agua. Por esta razón y por eco-
nomía, generalmente, las aguas
originadas de los retrolavados
son arrojadas directamente y sin
tratamiento a una fuente hídrica,
cuando las autoridades ambienta-
les así lo permiten; esto es algo
que no está aún bien resuelto a
nivel normativo.
El tratamiento de los lodos de las
potabilizadoras tiene, básicamen-
te, cuatro etapas:
1. Igualación.
2. Espesamiento.
3. Secado o deshidratación.
4. Disposición final.
12.1 IGUALACIÓN
12.2 ESPESAMIENTO
Se realiza en un depósito que
tiene como función recibir el flujo
intermitente (lavado de un filtro o
apertura de la válvula de fondo de
un sedimentador) proveniente de
los drenajes de la potabilizadora,
de manera que pueda alimentar a
los espesadores de forma continua
con un flujo estable. Este depósito
será de gran volumen si también
debe recibir las aguas de retrola-
vado de los filtros. En el caso en
302
que se conozcan los tiempos de
carrera de los filtros y su secuencia
de lavados, calcular este volumen
resulta mucho más preciso al hacer
un balance de masas muy similar
al que se usa para diseñar los tan-
ques de igualación para las aguas
residuales industriales.
En caso de no poder determi-
nar con mediana precisión estas
dinámicas, se calculará con un
volumen mínimo suficiente para
almacenar el flujo de las aguas
de lavado de 2 filtros durante 15
minutos; es decir, un flujo equiva-
lente a 30 minutos de lavado a
carga máxima y el caudal de des-
carga de lodos de uno de los se-
dimentadores durante esa misma
media hora. A este volumen se le
restará el que es trasegado por
el sistema de bombeo hacia los
espesadores durante este mismo
lapso de tiempo.
Usualmente se lleva a cabo en
tanques circulares que cuentan
con un puente giratorio adosa-
do a una estructura en su fondo,
que rota lentamente agitando los
sólidos y eliminando los espacios
entre ellos, de manera que se van
compactando para ser posterior-
mente extraídos hacia el siste-
ma de secado o deshidratación,
mientras que, en el sobrenadante,
Potabilización Del Agua

queda un líquido clarificado que hasta 20 mg/L o con cal, entre 20

puede ser vertido en una fuente
hídrica si las autoridades ambien-
tales lo permiten; de lo contrario,
podrán descargarse en el inicio
(cabeza) del proceso de potabili-
zación, antes de la mezcla rápi-
da, lo cual podría mejorar el pro-
ceso de floculación al incrementar
la cantidad de coloides y, por
consiguiente, la oportunidad de
contacto entre ellos.
El espesamiento puede mejorarse
aplicando polímeros en dosis de
a 40 mg/L, y con una o dos horas
de retención en los espesadores;
con esto puede conseguirse una
compactación de hasta el 70%.
Actualmente se encuentran en el
mercado equipos modernos de
secado capaces de manejar los
flujos altamente hidratados que
son desechados en una potabili-
zadora. Dependiendo de las ca-
racterísticas de estos equipos y
de los lodos extraídos, se podría
prescindir de los espesadores.

Foto 77. Espesadores para tratamiento de lodos. Potabilizadora El Dorado.

Bogotá D.C., Colombia.

303
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

12.3 SECADO O DESHIDRATA- Este secado también puede hacerse

CIÓN
Esta etapa puede hacerse a través
de un lecho de secado, extendien-
do el lodo extraído de los espesa-
dores sobre placas porosas tendi-
das encima de gravas, a manera
de drenaje (algunos fabricantes lo
ofrecen con un sistema de vacío
que acelera el proceso), y en un
área cubierta (para evitar que la
lluvia estropee el secado). Este mé-
todo es muy sencillo y económico,
pero demanda grandes extensio-
nes de terreno. Una vez secos, los
lodos parcialmente deshidratados
se recogen con un cargador y se
llevan en volquetas al sitio de dis-
posición final.
con dispositivos mecánicos que se
ofrecen de diversas características
y tamaños en el mercado. Los más
conocidos son los filtros prensa de
banda o de placas; éstos últimos
están conformados por marcos
provistos de telas porosas que, a
manera de acordeón, comprimen
los lodos eliminando el exceso del
agua. Aunque éstos ocupan mucho
menos espacio, pueden fallar, lo
cual los hace menos confiables.
El líquido extraído de esta etapa
puede disponerse en una fuente
hídrica, si las autoridades ambien-
tales lo permiten; de lo contrario,
deben ser llevados al tanque de
igualación o al espesador.

Foto 78. Detalle de una placa porosa con soporte de grava, usada para el
secado de lodos. Potabilizadora El Dorado. Bogotá D.C., Colombia.

304
Potabilización Del Agua

Foto 79. Filtro prensa de placas.

Imagen tomada de http://www.gruptefsa.com

Foto 80. Filtro prensa de banda.

Imagen tomada de http://www.johnsonscreens.com

12.4 DISPOSICIÓN FINAL La torta de sólidos que se obtie-

Huelga advertir que la recirculación
de los flujos de lavado puede con-
centrar metales y otras sustancias
presentes en las aguas crudas. Así
mismo, puede provocar una dismi-
nución en la eficiencia del proceso
de coagulación, de manera que lo
mejor es hacer estudios piloto antes
de tomar alguna decisión.
ne al final del proceso de seca-
do o deshidratación, puede ser
llevada a un relleno sanitario. Se
ha intentado darle uso a estos
sólidos sin mucho éxito; incluso,
como mejorador de suelos, los
resultados han sido contradic-
torios, dependiendo de la con-
centración de hierro o aluminio
presente.

305
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
ERRORES MÁS FRECUENTES DE
DISEÑO Y OPERACIÓN
A
partir de una evaluación
efectuada en varias plan-
tas pequeñas en Colombia,
realizada por este autor, se encon-
traron una serie de errores frecuen-
tes en el diseño y en la operación
de estas instalaciones.
Para esta evaluación, se hicieron
inspecciones visuales exhaustivas
a cada una de las potabilizadoras,
se revisaron los planos y las memo-
rias de cálculo de las instalaciones,
se recolectaron los datos de opera-
ción y eficiencia de las unidades y
se pusieron a prueba las habilida-
des de los operarios.
Lozano-Rivas (2005) encontró,
en una muestra evaluada, que
sólo un 62% de las potabilizado-
ras cuentan con equipos mínimos
(prueba de jarras, colorímetro,
turbidímetro, medidor de cloro,
306
medidor de alcalinidad y pH-me-
tro) para el control de la calidad
del agua; que el 70% de las po-
tabilizadoras evaluadas estaban
definitivamente mal operadas,
tanto por falta de capacitación e
idoneidad en los operarios, como
por falta de equipos para control
de la calidad del agua. Así mis-
mo, encontró que la totalidad de
las potabilizadoras visitadas tie-
nen problemas de diseño, de las
cuales, el 80% de ellas suman 3 o
más fallas, especialmente de tipo
hidráulico.
13.1 ERRORES EN EL DISEÑO
Estos obedecen esencialmente a:
• Turbaciones de flujo por mala
comunicación entre las unida-
des (contracciones, turbulen-
cias, caídas, resaltos, etc.).
Potabilización Del Agua
• Distribución inequitativa de
caudales por mal diseño en
las estructuras de reparto (es-
pecialmente a la entrada de
sedimentadores y de filtros).
• Lavados ineficientes de las
unidades de filtración; espe-
cialmente, en baterías de re-
trolavado mutuo, por bajos
valores de carga hidráulica.
• Floculación ineficiente por
fallas de diseño en unidades
tipo Cox (la simplicidad en su
diseño parece causar negli-
gencia en la verificación de
su funcionamiento hidráulico).
• Uso de canaletas Parshall
construidas in situ, que no
aforan ni mezclan bien.
• Recolección inequitativa de flu-
jo en los vertederos usados a la
salida de los sedimentadores.
13.1.1 DOSIFICADORES
Se suelen aplicar las sustancias
químicas antes del punto de
máxima turbulencia y no en el
punto justo. Se ha demostrado
que, si se aplican las sustancias
químicas en puntos diferentes
al de máxima turbulencia, se
requieren mayores dosis para
obtener el mismo resultado en
floculación.
307
Debe procurarse que la turbulen-
cia generada por la estructura
de mezcla rápida (usualmente
vertederos) se presente en todo el
ancho del canal y no en un solo
sector. En coherencia con lo an-
terior, la aplicación de las sustan-
cias químicas deberá efectuarse
de manera homogénea, también
en todo el ancho y no en un sólo
punto, con el fin de evitar que se
presenten zonas de poca mezcla,
con desperdicio de coagulante.
13.1.2 MEZCLADORES RÁPIDOS
Es muy frecuente encontrar cana-
letas Parshall construidas in situ
(en concreto). Estas canaletas son
malos mezcladores y malos afora-
dores, en especial, cuando no se
tiene una cámara de aquietamien-
to a la entrada de la potabilizado-
ra, lo que provoca inestabilidad
del flujo en algunas condiciones
de presión.
Debe tenerse en cuenta que los
rangos de selección de las cana-
letas Parshall que aparecen en los
manuales de los fabricantes, obe-
decen únicamente a su capacidad
de medida de caudal y no a su
facultad para lograr gradientes
de mezcla apropiados.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 81. Canaleta Parshall en concreto. No se presenta turbulencia en la garganta

pero sí a la salida de la canaleta; en ese punto debería aplicarse el coagulante.

13.1.3 FLOCULADORES movimientos sinuosos que minimi-

Uno de los errores más frecuentes,
en los floculadores mecánicos, son
los cortocircuitos generados por
interconexiones deficientes entre
cámaras. La mejor manera de co-
rregir este problema es usando pa-
redes difusoras (con orificios) o, en
el caso de floculadores mecánicos
de eje vertical, se pueden hacer
estas conexiones mediante venta-
nas u orificios intercalados (arriba
y abajo e izquierda y derecha) en
las paredes de conexión, buscando
cen los cortocircuitos.
En cuanto a los gradientes, debe
vigilarse que canales, ventanas, ori-
ficios, compuertas, tuberías y otras
estructuras de conexión conserven
el mismo gradiente precedente.
Esto puede ser verificado usando la
siguiente expresión general:
[13.1]

308
Potabilización Del Agua

Donde, Donde,

G Gradiente (s-1) D Diámetro del orificio (m)

γ Peso específico del agua
(= 9800 N/m3)
n Coeficiente de rugosidad
de Manning
Rh Radio hidráulico (m)
V Velocidad de flujo (m/s)
Para pasos en orificios, la expre-
sión 13.1 puede transformarse en:
[13.2]
q Caudal por orificio (m3/s)
13.1.4 SEDIMENTADORES
Las fallas más frecuentes se presen-
tan en las estructuras de entrada de
estas unidades. Se usan canales
de conexión entre floculadores y
sedimentadores que, al no trabajar
ahogados recargan las primeras
unidades (al inicio del canal de re-
parto) y, al final, con la pérdida de
carga en el canal y la disminución
de flujo, se presenta un ingreso no-
tablemente menor de agua en la
unidad del extremo opuesto.

Ilustración 75. Corte longitudinal de un canal de reparto. La unidad cuya entrada

corresponde a la ventana del extremo derecho recibirá mayor caudal, mientras
que la última (la del extremo izquierdo) trabajará con una carga inferior.

309
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Otra de las fallas frecuentes son esto motiva un ingreso mayor

los canales de recolección o ver- de agua clarificada por un solo
tederos que trabajan sumergidos punto del vertedero y genera
o que no se encuentran nivela- cortocircuitos en los sedimenta-
dos a lo largo de la estructura; dores.

Ilustración 76. Esquema de un sedimentador de placas en un municipio de Cundi-

namarca. La entrada de ventana no permite un reparto homogéneo de flujo y crea
una amplia zona muerta en el extremo opuesto del sedimentador. Adicionalmente,
se instaló la válvula de purga de lodos en el costado contrario del tanque.

13.1.5 FILTROS de bolas de barro (mud balls) en

Se presentan fallas de lavado de-
ficiente por carga insuficiente en
el retrolavado (especialmente, en
unidades de lavado mutuo). Así
mismo, se presentan entradas de
agua, con chorros únicos, que
impactan directamente sobre el
lecho filtrante y lo rompen.
Debe recordarse que los lavados
insuficientes provocan la aparición
el interior del lecho filtrante. Esto
se traduce, no sólo en un mal fun-
cionamiento de la unidad, sino
que, a mediano plazo, acaba ce-
mentando (endureciendo) el medio
filtrante.
No es recomendable agregar cal
al agua, antes de hacerla pasar
por los filtros, con el pretexto de
reducir la corrosión en las tuberías
y accesorios de las unidades de

310
Potabilización Del Agua
filtración. Esta práctica da lugar a
incrustaciones en el lecho, disminu-
ye la calidad del efluente (aumenta
turbiedad y color) e incrementa las
trazas de aluminio residual.
Suele ocurrir que se proyecten
los filtros sin consideración de la
Foto 82. Retrolavado mutuo. El sistema de evacuación del agua de lavado no tiene
capacidad suficiente para extraer las aguas de esta operación.
Estas situaciones ocasionan, a lar-
go plazo, deficiencias en el fun-
cionamiento del filtro, anulando su
eficiencia y propiciando la apari-
ción de grietas y bolas de barro.
El no seleccionar adecuadamente
la granulometría de los lechos en
los filtros duales (e.g., arena y an-
tracita) provoca la pérdida de la
311
granulometría del lecho filtrante;
esto puede conllevar a elegir ve-
locidades de lavado que resultan
deficientes para la correcta fluidi-
zación del lecho o que son excesi-
vas, ocasionando una expansión
mayor que conlleva a pérdida del
material del lecho filtrante.
antracita en los primeros lavados
o la mezcla de ambos lechos al
perderse la estratificación.
A la salida de los filtros, el agua
debe protegerse de la contamina-
ción. Por esta razón, no debe que-
dar expuesta a la intemperie. Esta
situación suele presentarse por la
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

construcción de pesadas tapas de hacia la cloración, que invitan a

inspección en la zona de vertede- los operadores a dejarlas abier-
ros de salida, o en las de ingreso a tas con el fin de evitar levantarlas
los canales que conducen el agua para hacer la inspección.

Foto 83. Canales de agua filtrada destapados (Cánepa de Vargas L., Batería de
filtros de tasa declinante y lavado mutuo, 2013)

13.2 ERRORES EN LA OPERA- »»Manejo de velocidades

CIÓN
Los operadores de las potabiliza-
doras fallan especialmente en:
• Manejo de la prueba de jarras
»» Preparación de la solu-
ción madre.
»» Aplicación de las sustan-
cias químicas.
»» Determinación de la dosis
óptima (uso de criterios
de selección).
y tiempos en correspon-
dencia con las caracte-
rísticas propias de la po-
tabilizadora.
• Nociones matemáticas
»» Traslado de los valores,
hallados en la prueba de
jarras, a la operación de
la potabilizadora.
Adicionalmente, era repetitiva la
carencia de equipos de labora-
torio, reactivos o kits apropiados

312
Potabilización Del Agua
para la determinación de la cali-
dad del agua.
En cuanto a los aspectos de segu-
ridad industrial y salud ocupacio-
nal, los problemas más recurren-
tes fueron:
• Almacenamiento inadecuado
de las sustancias químicas (ex-
puestas al sol, a la humedad,
ausencia de estibas para evi-
tar que se mantengan en con-
tacto con el suelo).
• Casetas de cloración mal
construidas (sin aireación o
con sistemas de aireación mal
distribuidos).
• Casetas de cloración con fa-
llas de seguridad (ausencia
de señalización, ubicadas en
zonas altas, falta de extinto-
res, ausencia de botellas de
amoniaco para la detección
de escapes de cloro).
• Los operadores no cuentan
con equipos de protección
personal (guantes, careta,
monogafas, peto, máscara de
gases, entre otros).
• No hay pasarelas ni baran-
das en los pasillos, entre las
unidades de tratamiento (ries-
go de caídas).
• No hay equipo de comunica-
ción (lo que es imprescindible
en caso de emergencia); en
ocasiones, ni siquiera se tiene
disponible una línea telefónica.
313
• El operador permanece solo
en las instalaciones, lo cual,
en caso de accidente, impedi-
ría la atención médica oportu-
na.
• La señalización es pobre o
inexistente.
• No se encuentran rotuladas
las sustancias químicas ni los
reactivos de laboratorio.
• Se desconocen los peligros y
las recomendaciones de ma-
nejo de estas sustancias.
13.2.1 DOSIFICACIÓN Y MEZCLA
RÁPIDA
Entre los errores más frecuentes re-
lacionados con un floc de pobre
sedimentabilidad, se encontraban:
• Uso de un coagulante inade-
cuado (según el pH del agua
o su valor de color).
• Falta de corrección de una
baja alcalinidad en el agua.
• Inadecuada determinación de
las dosis óptimas de las sus-
tancias químicas coagulantes
y ayudantes de floculación.
• Inadecuada combinación de
las sustancias químicas usadas.
• Cálculo errado en el traslado
de las dosis de sustancias quí-
micas, obtenidas en la prueba
de jarras, a su aplicación en
la potabilizadora.
• No se cuenta con un equipo
de prueba de jarras.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
• Falta de habilidad en la cali-
bración de los dosificadores.
• No se realiza la aplicación de
las sustancias en el punto exac-
to de máxima turbulencia.
• No se verifica la calidad del
floc formado a la salida del
floculador53.
• No se aplican sustancias quí-
micas.
13.2.2 FLOCULACIÓN
Las fallas más reiteradas, en re-
lación con un floc de pobre sedi-
mentabilidad, fueron:
• No se realiza mantenimiento
periódico del floculador.
• Se está aplicando un gradien-
te de velocidad muy alto o
muy bajo (en los mecánicos).
• No se controla el caudal de
entrada a la potabilizadora.
• No se hacen validaciones
de las dosis de coagulante y
coadyuvante (mediante una
prueba de jarras) cuando la
calidad del agua varía (e.g.,
durante eventos de lluvia en
la cuenca abastecedora).
• La prueba de jarras no está
representando las condicio-
nes reales de trabajo de la
potabilizadora (gradientes y
tiempos).
53. Esto suele hacerse de manera visual, tomando una muestra de agua en un frasco de vidrio transparente.
54. Esto suele hacerse de manera visual, tomando una muestra de agua en un frasco de vidrio transparente.
314
13.2.3 SEDIMENTACIÓN
Los errores más frecuentemente,
relacionados con un floc de po-
bre sedimentabilidad, resuspen-
sión del floc decantado o pro-
blemas de evacuación de lodos,
fueron:
• Mantenimiento deficiente.
• Tiempos excesivamente pro-
longados de retención de los
lodos en la unidad; esto pro-
voca la compactación de los
mismos y dificulta su evacua-
ción efectiva. Adicionalmen-
te, puede presentarse diges-
tión de la fracción orgánica
de los lodos, con generación
de gases que interfieren en la
sedimentación del floc.
• No se verifica la calidad del
agua (ausencia de flocs) a la
salida del sedimentador54.
13.2.4 FILTRACIÓN
Los problemas de operación en
la filtración están asociados con
una baja eficiencia del proceso,
variación brusca en la pérdida de
carga, carreras de filtración muy
cortas, aire en los filtros, pérdida
del medio filtrante, formación de
bolas de barro y grietas, entre
otros. Esto puede deberse a:
Potabilización Del Agua
• Problemas de operación y
mantenimiento de las unida-
des previas, empezando por
dificultades en la aplicación
de las dosis óptimas de coa-
gulantes y ayudantes de flo-
culación.
• Inadecuado manejo de las
válvulas del filtro durante el
retrolavado (los poros del me-
dio filtrante quedan con aire).
• Una presión de retrolavado
en ocasiones muy baja (no
hay fluidificación del lecho,
el filtro queda con mugre,
se acortan las carreras y se
pueden empezar a formar
bolas de barro) y, otras ve-
ces, muy alta (pérdida del
lecho filtrante).
• Un tiempo de retrolavado in-
suficiente (el filtro queda con
mugre, se acortan las carreras
y se pueden empezar a formar
bolas de barro).
• Tiempos de carrera excesiva-
mente prolongados.
• Pérdidas de carga admitidas,
excesivamente altas.
315
13.2.5 CLORACIÓN
Las dificultades para garantizar
un nivel de cloro libre residual
apropiado podrían deberse a:
• No está calibrado el rotáme-
tro del sistema de cloración.
• No se chequean periódica-
mente los niveles de cloro en
el tanque de almacenamiento.
• No se determina, en el labo-
ratorio, la dosis de cloro en la
prueba de cloración al punto
de quiebre.
• No hay forma de medir el clo-
ro residual.
Adicionalmente, no se encon-
traron carteleras o afiches que
incluyan instrucciones (procedi-
miento, secuencia, periodicidad,
etc.) de los pasos de operación
y/o de las labores de manteni-
miento en las diferentes unida-
des. Esto se hace más necesario
en cuanto la capacitación de los
operarios es deficiente y, en oca-
siones, nula.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
PRUEBAS DE JARRAS, ENSAYOS DE
TRATABILIDAD Y PRUEBAS DE CAMPO:
DATOS PARA EL DISEÑO Y EL CONTROL
DE LA POTABILIZACIÓN
L
a selección de las unidades
de tratamiento y sus valores
de diseño dependerán siem-
pre y únicamente, de las caracte-
rísticas (calidad) del agua cruda,
incluyendo sus variaciones en el
tiempo (inviernos y estíos en un
año hidrológico) y de la calidad
final deseada o determinada por
el cumplimiento de una norma-
tiva. Un diseño fundamentado
exclusivamente en los valores
recomendados por la literatura
o por las normas técnicas y que
carezca del soporte de los re-
sultados obtenidos en laborato-
rio, a través de las pruebas de
tratabilidad, podrían acarrear
316
eficiencias terriblemente bajas y
funcionamientos desastrosos en
la planta potabilizadora. De esta
manera, sólo los resultados obte-
nidos por unas pruebas de labo-
ratorio correctamente desarrolla-
das podrán ofrecer garantías de
altas eficiencias en las obras de
purificación del agua.
Los primeros ensayos de jarras
fueron desarrollados por Lange-
lier y por Baylis, en Estados Uni-
dos, entre 1918 y 1921, de for-
ma independiente (Black, Buswell,
Eidsness, & Black, 1957). Los
ensayos de jarras se efectúan en
vasos de precipitados de sección
Potabilización Del Agua
circular (4 a 6 de éstos) con vo-
lúmenes entre 1 y 2 litros (más
recientemente se están usando
jarras de sección cuadrada de 2
litros de capacidad). El ensayo
intenta emular las condiciones de
tratamiento de la potabilizadora,
con dos fases de mezcla (rápi-
da y lenta) y una fase de reposo
(sedimentación). Los equipos de
pruebas de jarras constan de un
agitador múltiple, con velocidad
variable controlada, que puede
crear turbulencia simultánea en
todos los vasos o jarras.
No obstante, los resultados de es-
tos ensayos no pueden interpretar-
se siempre como análogos a los
obtenidos en las unidades reales,
siendo equiparables solamente en
un 50% de los casos (Ockershau-
sen, 1965); aunque es importante
aclarar que, por ahora, no existe
otro método mejor para evaluar
dosis, tiempos y gradientes, entre
otras variables de operación y di-
seño de las potabilizadoras. Las
diferencias entre las jarras y las
unidades reales se podrían expli-
car, en resumen, debido a que:
• Las unidades reales funcionan
a flujo continuo, mientras que
las jarras funcionan intermi-
tentes (tipo batch o bache).
• La dosificación de químicos y
el gradiente de mezcla puede
ser mucho mejor controlado
317
en las jarras que en las unida-
des reales.
• Las condiciones hidráulicas
de mezcla son muy distintas
en las jarras que en las unida-
des reales (debido a la escala
y la forma de las jarras).
Los ensayos de laboratorio (ensa-
yos de tratabilidad), efectuados
como pruebas de jarras, son in-
dispensables y obligatorios para
cada diseño y, posteriormente,
en caso de que vayan a ser em-
pleados nuevos procesos, modifi-
caciones sustanciales a unidades
o valores de diseño preexistentes
y que no pueden ser analizados
en laboratorio, deberá construir-
se una planta piloto o prototipo a
escala, que permita evaluar estas
nuevas condiciones.
Los ensayos de tratabilidad se
usan, especialmente, para:
• Evaluar eficiencias de estos
procesos.
• Establecer el tipo de sustan-
cias químicas que deben ser
usadas para la coagulación
del agua (con o sin ayuda de
coadyuvantes de floculación).
• Determinar la necesidad de
uso de alcalinizantes que pro-
porcionen un pH óptimo para
los procesos de mezcla.
• Determinar las dosis óptimas
de los productos químicos.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
• Definir los parámetros ópti-
mos de diseño, como tiempos
de mezcla o retención (para
floculación y sedimentación),
y los gradientes de velocidad
que deben ser empleados.
Estas características deben ser de-
terminadas para varias muestras
tomadas en diferentes épocas del
año hidrológico a efecto de eva-
luar todos los cambios posibles en
las características del agua que
será potabilizada.
Estos ensayos están referidos a
determinar aspectos cualitativos y
cuantitativos, a saber:
Aspectos cualitativos: tamaño y
tipo de floc conseguido.
Aspectos cuantitativos: dosis de
las sustancias químicas a ser apli-
cadas (alcalinizantes, coagulan-
tes, floculantes, etc.), turbiedad,
color, tiempos de retención o de
contacto, gradientes de mezcla,
velocidad de sedimentación de
los flóculos formados, pH, alcali-
nidad y concentración de alumi-
nio o hierro residual.
Así mismo, junto con las pruebas
de jarras, se podrán determinar
otras variables como la cantidad
de lodos generados en la sedimen-
tación, la curva de demanda de
318
cloro y determinación del punto de
quiebre y las isotermas de adsor-
ción de los materiales adsorbentes
usados (como el carbón activado).
14.1 REACTIVOS USADOS
Las soluciones químicas usadas
para los ensayos de jarras, deno-
minadas “soluciones madre”, de-
ben prepararse con las concentra-
ciones apropiadas, de forma que
puedan manejarse con precisión
y comodidad, tanto en el labora-
torio como en la potabilizadora.
Si esta solución se quiere conser-
var por largo tiempo, debe pre-
pararse al 10% (100 g de la sal
coagulante en 1.000 mL de agua
destilada); posteriormente pueden
diluirse 10 mL de esta solución
hasta completar 100 mL de agua
destilada, con lo que se obtiene
una solución al 1%, que se aplica-
rá directamente a las jarras duran-
te la prueba. La solución madre al
10%, puede tener un periodo de
vida útil de 1 mes, para el caso
de sales de aluminio y cal, y de 2
meses, para sales de hierro.
Si se estima hacer varios ensayos,
se puede preparar la solución di-
rectamente al 1% (10 g de sal coa-
gulante hasta completar 1.000 mL
con agua destilada), de manera
que cada mL de solución madre
añadida, por cada litro de agua de
Potabilización Del Agua
muestra, equivalga a una adición
de 10 mg/L ó 10 ppm. Esta solu-
ción madre al 1% no se conservará
más de 24 horas debido a que tien-
de a hidrolizarse, con lo que se dis-
minuye su capacidad de reacción.
Para jarras de 1 litro:
Para jarras de 2 litros:
Si se debe incrementar la alca-
linidad del agua, la solución se
prepara con 10 g de alcalinizan-
te hasta completar 1.000 mL con
agua destilada. Debe evitarse la
exposición prolongada de esta
solución con el aire (especial-
mente con el calcio) ya que pue-
de reaccionar con el CO2 de la
atmósfera, formando carbonatos
que se precipitan.
319
14.2 PROCEDIMIENTO DE LA
PRUEBA DE JARRAS – DETERMINA-
CIÓN DE LAS DOSIS ÓPTIMAS
El propósito de este ensayo es el de
determinar qué tipo de coagulante
y/o coadyuvante, y en qué dosis,
genera la más rápida desestabili-
zación de las partículas coloidales,
formando un floc lo suficientemente
pesado como para ser rápidamen-
te separado en la sedimentación
por el efecto de la gravedad.
En varios ensayos de coagulación,
realizados por el autor, con sulfa-
to de aluminio (alumbre) como
coagulante en diferentes calida-
des de agua, se encontraron unos
rangos usuales de dosis para una
turbiedad (UNT) determinada que
podrían tomarse como un rango
de valores extremos de partida,
haciendo énfasis en que las do-
sis pueden variar dependiendo
de las características propias de
cada agua.
[14.1]
[14.2]
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

La determinación de las dosis (una vez ya se tenga deter-

óptimas se hará de la siguiente
manera:
a. Se toma la muestra de agua
cruda y se determina: tempe-
ratura, color, turbiedad, pH y
alcalinidad. Ocasionalmente
también hierro y manganeso
si son significativos.
b. Se llenan los vasos con la
muestra de agua cruda y
se ubica cada uno bajo los
agitadores del equipo, su-
mergiendo las paletas en las
muestras.
c. Para simular la mezcla rá-
pida, se pone el aparato a
funcionar a 100 RPM55 y se
inyecta la dosis de coagulan-
tes, con ayuda de jeringas
hipodérmicas, de manera
que el coagulante penetre
profundamente en la muestra
de agua (no debe aplicarse
superficialmente porque se re-
duce la eficiencia). Esta mez-
cla se realiza durante 30 a
60 segundos.
d. En un segundo ensayo, para
evaluar los resultados usando
coadyuvantes de floculación
minada la dosis óptima de
coagulante metálico), éstos se
deben aplicar unos 15 segun-
dos después del coagulante,
con dosis que varían entre
0,1 y 2,0 m/L o entre 0,01 y
0,5 mg/L, según las recomen-
daciones del fabricante.
e. Para emular la mezcla lenta o
floculación, se pone al aparato
a girar a 40 RPM (este valor
puede oscilar entre 20 y 60
RPM o a la velocidad equiva-
lente que se tenga en los flocu-
ladores reales) durante 10 a
20 minutos (o en el tiempo de
mezcla real en los floculadores
de la potabilizadora) y se regis-
tran los tiempos de formación y
el tamaño de los flóculos. Para
registrar el tamaño del floc, se
puede usar el índice de Will-
comb (Tabla 56) y considerar
que el floc que se forma más
rápidamente no siempre será
el de mejor sedimentación.
f. Para semejar la sedimenta-
ción, se detiene la mezcla y
se extraen las paletas, cuidan-
do de no disturbar el agua,
dejando los vasos en quietud
durante 10 a 20 minutos56.

55. Los equipos de prueba de jarras manejan usualmente velocidades hasta de unos 400 RPM, lo que
dificulta llevar gradientes reales de mezcla rápida (superiores a 1.000 s-1) a las jarras. Por esta razón y para
evitar el efecto de vórtice, en las pruebas de jarras se usa, como estándar, 100 RPM para la mezcla rápida.
56. El tiempo de sedimentación nunca debe ser menor a 10 minutos

320
Potabilización Del Agua

g. Empleando una jeringa o pipe- Cuando se desconoce la dosis a

ta, se extraen las muestras de
agua tratada para cada vaso,
cuidando de efectuar esta ope-
ración a la misma velocidad
(diferencias en las velocida-
des de succión ocasionarán
un mayor o menor arrastre de
partículas) y a la misma profun-
didad (5 a 10 cm).
h. Se determina pH, color y tur-
biedad de cada una de las
muestras tratadas y se elige
la dosis óptima. Estos valores
pueden graficarse para tener
mayor claridad del comporta-
miento de estos parámetros a
diferentes dosis.
ser aplicada, se pueden manejar
intervalos entre 15 y 10 mg/L de
dosis de coagulante metálico en-
tre vaso y vaso (por ejemplo: 5,
20, 35, 50, 65 y 80 mg/L; o 5,
15, 25, 35, 45 y 55 mg/L, para
cada vaso). En el caso de usar
polímeros como coagulantes, las
dosis generalmente usadas varían
entre 1,0 y 5,0 mg/L.
Una vez que se tenga el valor óp-
timo inicial, se puede afinar la do-
sis usando intervalos de dosis de
5 mg/L de diferencia entre vaso y
vaso, para el caso de los coagu-
lantes metálicos, y de 0,5 mg/L,
para el caso de los polímeros.

Tabla 56. Índice de floculación de Willcomb57

ÍNDICE DE
DESCRIPCIÓN
WILLCOMB
Ausente
0
Floc coloidal. Ningún signo de aglutinación.
Visible
2 Floc muy pequeño; casi imperceptible para un observador no entre-
nado.
Disperso
4 Floc bien formado pero distribuido en toda la columna de agua.
(Sedimentación excesivamente lenta o nula).
Claro
6 Floc de tamaño relativamente grande pero que precipita con lenti-
tud.
Bueno
8
Floc que se deposita fácil y completamente.
Excelente
10
Floc que se deposita totalmente, dejando el agua cristalina.

57. La asignación de los valores del índice de Willcomb son subjetivos y variarán conforme al entrenamiento
y la experiencia del observador.

321
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Durante la prueba de jarras se llena una tabla similar a esta:

Tabla 57. Tabla “tipo” para registro de datos en la prueba de jarras

Alcalinidad
Dosis aplicada de coagu-

(unidades)
Tiempo de formación del

Turbiedad
Dosis aplicada de alcali-

Dosis aplicada de coad-

Color del

del agua

del agua
(mg/L)
pH del

(UNT)
(UPC)
agua

agua
Índice de Willcomb
yuvante (mg/L)
nizante (mg/L)

lante (mg/L)
Vaso #

floc (s)

Tratada

Tratada

Tratada

Tratada
Cruda

Cruda

Cruda

Cruda
1
2
3
4
5
6
ÍNDICE DE WILLCOMB

OBSERVACIONES ADICIONALES 0. Ausente. Floc coloidal. Ningún signo de

aglutinación.
• Temperatura del agua: ____°C 2. Visible. Floc muy pequeño; casi impercepti-
• Orden de aplicación de las ble para un observador no entrenado.
sustancias químicas: 4. Disperso. Floc bien formado pero distribuido
a) en toda la columna de agua (sedimentación ex-
b) cesivamente lenta o nula).
c) 6. Claro. Floc de tamaño relativamente grande
pero que precipita con lentitud.
8. Bueno. Floc que se deposita fácil y comple-
tamente.
10. Excelente. Floc que se deposita totalmente,
dejando el agua cristalina.

La dosis óptima de coagulante ofrecen diferencias significativas

corresponderá a la que ofrezca en calidad, pero que sí repercu-
mejores resultados, en cuanto a tirán en los costos de operación.
remoción de color y turbiedad, sin
causar un descenso fuerte en el Una vez se determine la dosis óp-
pH (para una mejor visualización tima de coagulante, se repite la
de esto, se recomienda graficar), prueba de jarras, agregando esta
considerando también evitar se- dosis óptima de coagulante en to-
leccionar dosis superiores que no dos los vasos y, posteriormente, se

322
Potabilización Del Agua

añaden diferentes dosis de coadyu- de succión) a diferentes intervalos

vante de coagulación en cada jarra
(exceptuando la primera para que
sirva como blanco de referencia).
Al finalizar la prueba, se hacen las
mismas consideraciones analíticas
enunciadas anteriormente.
14.3 PROCEDIMIENTOS ADICIO-
NALES EN LOS ENSAYOS DE TRA-
TABILIDAD
de tiempo (por ejemplo: 1, 3, 5,
10, 15 y 20 minutos).
Se registran los datos en una ta-
bla y se grafica el porcentaje de
turbiedad removida en las orde-
nadas (eje y) y el tiempo de sedi-
mentación en las abscisas (eje x).
El porcentaje de turbiedad remo-
vida se puede calcular así:

14.3.1 DOSIS QUE GENERA LA [14.3]

MAYOR VELOCIDAD DE SEDI-
MENTACIÓN

Para la determinación indirecta

de la dosis que genera la ma- Donde,
yor velocidad de sedimentación,
se efectúa el ensayo de jarras y, Nt Turbiedad leída en el tiempo
cuando se inicia el periodo de si- “t” para cada vaso (UNT)
mulación de la sedimentación, se No Turbiedad inicial de la
toman muestras del sobrenadante muestra (UNT)
(ayudado con jeringa o pipeta,
entre 5 y 10 cm de profundidad y La tabla que puede emplearse
manteniendo la misma velocidad para esta prueba es similar a ésta:

Tabla 58. Cálculo de la velocidad de sedimentación según el porcentaje de

turbiedad removida.
% Turbiedad removida
Turbiedad inicial Turbiedad “Nt” (UNT)
Tiempo de sedi-
de la muestra
mentación (min) Vaso Vaso
“No” (UNT)
1 2 3 4 5 6 1 2 3 4 5 6
1
3
5
10
15
20

323
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Para verificar esta velocidad o la ser obtenida mediante las dosis,

eficiencia del proceso de sedimen-
tación en una potabilizadora ya
construida, se tomarán 6 muestras
del agua de salida del floculador,
se agitarán brevemente para resus-
pender y homogenizar los flóculos
en toda la columna de agua de la
muestra, cuidando no romperlos, y
se hará este mismo ensayo.
A partir de los resultados de estos
ensayos, se puede estimar la velo-
cidad de sedimentación “Vs”, divi-
diendo la profundidad de la toma
de la muestra en las jarras (entre 5
y 10 cm) por el tiempo transcurrido.
14.3.2 EFICIENCIA DE LA SEDI-
MENTACIÓN
La determinación de la eficiencia
de la sedimentación, que puede
gradientes de mezcla y tiempos
óptimos en un ensayo de jarras
o para una serie de muestras
obtenidas a la salida del flocula-
dor, será explicada mediante el
siguiente ejemplo (14.1.).
EJEMPLO 14.1
En una potabilizadora que tie-
ne un sedimentador de 4,5 m
de profundidad y un tiempo de
retención de 3 horas, se efectuó
una prueba de sedimentación en
el laboratorio, empleando una
serie de beakers, para los que
se tomaron muestras a diferentes
intervalos de tiempo y a una pro-
fundidad de 5 cm en cada vaso.
La turbiedad inicial del agua fue
de 69 UNT. Se obtuvieron los si-
guientes resultados:

(1) (2) (3) (4) (5)

Tiempo de
Velocidades de Turbiedad Concentración
Vaso sedimentación
sedimentación (cm/s) “Nt” (UNT) remanente Nt/No
(s)
5 cm /60 s = 0,0833
1 1 min = 60 s 23,0 23/69 = 0,33
cm/s
5 cm/180 s = 0,0277
2 3 min = 180 s 7,6 7,6/69 = 0,11
cm/s
5 cm/300 s = 0,0166
3 5 min = 300 s 4,2 4,2/69 = 0,061
cm/s
5 cm / 600 s =
4 10 min = 600 s 2,3 2,3/69 = 0,033
0,0083 cm/s
60 min = 3600 5 cm/ 3600 s =
5 1,8 1,8/69 = 0,026
s 0,0014 cm/s
180 min = 5 cm / 10800 s =
6 1,7 1,7/69 = 0,025
10800 s 0,00046 cm/s

324
Potabilización Del Agua
Los datos de las columnas 1, 2
y 4 se obtuvieron directamente
del ensayo.
La columna 5, corresponde al
cociente entre la turbiedad me-
dida en cada uno de los tiempos
de sedimentación y la turbiedad
inicial en UNT (Unidades Nefe-
lométricas de Turbiedad).
Para una profundidad “H” de la
unidad de 4,5 m y un tiempo de
retención hidráulica “TRH” de 3
horas, se tiene que la velocidad
crítica de sedimentación58, es:
58. Para el caso de los sedimentadores lamelares, la velocidad crítica de sedimentación puede ser calcu-
lada aplicando la fórmula 9.10.
325
La columna 3, corresponde a la ve-
locidad de sedimentación obtenida
del cociente entre la profundidad
fijada para la toma de muestra (5
cm) y el tiempo de sedimentación
en cada uno de los vasos.
Se grafican los resultados de la colum-
na 3 en las abscisas (eje x) y los de la
columna 5 en las ordenadas (eje y).
Con este valor de velocidad de
sedimentación crítica, se ingresa
a la gráfica y se halla “Co”, que
corresponde a la concentración
remanente de turbiedad “Co”,
trabajando con dicha velocidad
(0,167).
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

El área sobre la curva, la cual co- que correspondería a la fracción

rresponde a la velocidad de asen- remanente mínima teórica posible
tamiento “Vs”, es semejante a un (dado que nunca será igual a 0,
trapecio que tiene su base menor para una eficiencia del 100%),
sobre un valor en el eje y de “Cf” de la siguiente forma.

Como puede deducirse de la grá- Esta sería la eficiencia resultante del

fica, este trapecio tiene un área sedimentador ideal y tendría un va-
igual a: lor cercano para el caso de un sedi-
mentador lamelar. No obstante, en
un sedimentador convencional de
flujo horizontal, podrían obtenerse
valores de remoción inferiores.

14.3.3 GRADIENTE Y TIEMPOS

ÓPTIMOS DE MEZCLA
La remoción total “RT” será:
Una vez se tengan las dosis ópti-
mas de coagulante y coadyuvante
(si es necesario), se repite el pro-
cedimiento de la prueba de jarras
usando las mismas dosis para to-
dos los vasos.

326
Potabilización Del Agua
Una vez finalizada la mezcla rá-
pida en donde se aplicaron los
químicos y dejando fija una ve-
locidad de mezcla lenta para la
prueba (por ejemplo 40 RPM), se
varían los tiempos de mezcla le-
vantando las paletas de los vasos
a intervalos de tiempo definidos.
Por ejemplo, manteniendo el fun-
cionamiento constante del apara-
to, se levanta la paleta del vaso 1
a los 7 minutos, a los 13 minutos
se levanta la paleta del vaso 2, a
los 20 minutos la paleta del vaso
3, a los 27 minutos la del vaso 4,
a los 33 minutos la del vaso 5 y a
los 40 minutos la de vaso 6. Para
cada vaso, se toma la muestra y
se determina pH, color y turbie-
dad a los 10 minutos (tiempo de
sedimentación) después de haber
suspendido la agitación en cada
uno de los vasos.
Los resultados se grafican (tiempo
de floculación en las abscisas y
turbiedad final en las ordenadas).
Este mismo procedimiento (con
variación de los tiempos de mez-
cla) se repite para 3 (o máximo 4)
velocidades distintas. Los resulta-
dos de cada prueba se grafican
(en la misma hoja) y se determina
así el gradiente y tiempo óptimos
de mezcla.
Si se quiere simular el proceso de
filtración, se pueden hacer pasar
las muestras por un papel-filtro
Whatman N°40 o similar.
327
14.3.4 CONCENTRACIÓN VOLU-
MÉTRICA DE LODOS
Para esta prueba, se toma una
muestra de lodos del sedimentador
con un equipo especializado para
tal fin y se vierte en un cilindro gra-
duado, donde se dejará decantar
durante, al menos, 24 horas. Al
finalizar la prueba, se leen los mili-
litros (mL) de lodo compactado en
el fondo del cilindro.
La concentración volumétrica de
lodos corresponderá a:
[14.4]
Este valor en porcentaje se pue-
de expresar también como partes
por millón, multiplicándolo por
10.000.
Para esta prueba no es recomen-
dable el uso de conos Imhoff, ya
que por la reducción progresiva
de área que tiene hacia su fondo,
se crean puentes entre las partícu-
las que incrementan el volumen
final de lodos compactados en la
prueba. Es recomendable el uso
de probetas de 1.000 o 2.000 mL.
Para ayudar a la compactación,
puede girarse el cilindro cada
cierto tiempo durante la prueba.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
14.3.5 VOLUMEN Y PESO DE LOS
LODOS PARA SU TRATAMIENTO
Es preciso conocer, para el diseño
de un sistema de tratamiento de
lodos, el volumen y el peso de los
lodos generados. Esta prueba se
realiza en tres etapas.
Etapa primera
a. Una vez determinada la do-
sis óptima de coagulante
para tratar el agua, se efec-
túa una prueba idéntica en
cuatro jarras, hasta la etapa
de floculación.
b. El agua floculada se vacía en
conos Imhoff, cuidando de no
romper el floc en este proceso.
c. Se deja decantar el agua du-
rante 2 horas y se mide el vo-
lumen de lodos depositados
en el fondo mL/L.
Etapa segunda
a. Conocido el volumen decan-
tado, se aplica polímero al
mismo lodo (20 a 40 mg/L) y
se agita el contenido del cono
muy lentamente.
b. Se deja decantar por otras 2
horas, girando esporádica-
mente el cono para evitar la
formación de puentes entre
partículas y mejorar la com-
pactación.
c. Se mide el volumen resultante
y se compara la reducción,
328
en porcentaje, del volumen de
lodo con polímeros y sin ellos.
Etapa tercera
a. Se extrae la mayor parte del
sobrenadante mediante un
sifón, cuidando de no succio-
nar las partículas.
b. El volumen que queda en los
conos, con los lodos, se hace
pasar por un papel filtro Wat-
man N° 40 o similar, previa-
mente desecado y pesado.
c. Se mete el filtro a un horno a
45 – 50 °C durante 24 horas
para secarlo y, luego de esto,
se pesa. La diferencia del
peso entre el filtro solo y con
lodos (luego del secado), se
expresa en g/L.
14.3.6 PRUEBAS CON TRAZA-
DORES
Estas pruebas permiten conocer
el comportamiento hidráulico de
las unidades de mezcla y de se-
dimentación. Determinan la pro-
porción de flujo a pistón y flujo
mezclado, cortocircuitos y zo-
nas muertas existentes en estas
estructuras.
Las sustancias trazadoras se in-
yectan, con una concentración
conocida, en el afluente de la
unidad que se desea analizar y
se evalúan las concentraciones
en la salida, a través del tiempo.
Potabilización Del Agua
Las sustancias que pueden ser
usadas como trazadores son:
a. Elementos radiactivos: isótopos
b. Colorantes: fluoreceína o ro-
damina.
c. Iones: cloruros, fluoruros o
nitratos.
El uso de isótopos demanda no
sólo equipo sino también personal
especializado, pero arrojan mejo-
res resultados ya que los equipos
de detección son mucho más sen-
sibles y pueden funcionar de ma-
nera contínua sin demandar una
toma de muestras. Los colorantes
son muy usados en pruebas de la-
boratorio ya que permiten visuali-
zar, en unidades transparentes (en
vidrio o acrílico), las líneas de flujo
y la hidrodinámica del comporta-
miento de la unidad. Los cloruros o
fluoruros son trazadores de aplica-
ción muy simple y económica.
Debe elegirse, en todo caso, un
trazador no reactivo con las sus-
tancias normalmente encontradas
en el agua y debe verificarse la
concentración previa de estas sus-
tancias, de manera que no inter-
fieran con la lectura de la prueba
de trazado.
Los trazadores pueden agregarse
de dos formas:
59. Los fluoruros en dosis pequeñas pueden ser removidos parcialmente por el sulfato de aluminio.
329
a. Instantánea. Se aplica una
concentración conocida en
un tiempo muy corto, menor
a 1/30 del tiempo teórico de
retención hidráulica y en un
punto que permita un mezcla-
do completo. Se prefiere en
este caso, el uso de cloruros.
b. Continua. Se aplica una con-
centración conocida por un
tiempo de, al menos, 3 veces
el tiempo de detención teóri-
ca de la unidad analizada.
Se prefiere, en este caso, el
uso de fluoruros59.
Estas concentraciones aplicadas
de los trazadores deben permitir
una medición clara. Por ejem-
plo, si se quiere determinar una
concentración de, al menos, 200
mg/L en el agua (para el caso
de la sal, por estequiometría se
requeriría una cantidad de: 200
mg/L x 1,65 = 330 mg/L de
NaCl), en un volumen de tanque
de 250 m3 (250.000 L):
Esta cantidad de sal debe mante-
nerse agitada y disuelta en varios
tambores y con un sistema de dosi-
ficación a la entrada de la unidad.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Se empezará a muestrear el con-
tenido de iones a la salida del
tanque cada 2, 5 o 10 minutos,
hasta que el nivel sea igual al de-
terminado con anterioridad en el
agua que está siendo tratada.
Las unidades usadas en las pota-
bilizadoras difícilmente pueden
funcionar como un flujo a pistón,
en el que el flujo que ingresó en
un tiempo inicial “t=0” alcanzará
la salida en el mismo tiempo que
el tiempo teórico o nominal de
retención hidráulica “to”. Siempre
existirá una masa que abandone
la unidad en un tiempo menor a
“to” y otra que permanece mucho
más tiempo que “to”. A la porción
de volumen que sale antes, se le
llamará “F” y a la que sale des-
pués, será “(1-F)”.
Cuando el tiempo de retención
real “t” es igual al tiempo de re-
tención teórica o nominal “to”, la
relación “t/to” será igual a 1 y se
tendrá entonces un “F=1”.
Se asimilará “ti” como el tiempo
transcurrido desde que se aplica
el trazador hasta que aparece
en el efluente. El tiempo modal
“tp” es el transcurrido entre “t=0”
y el momento en que aparece la
concentración máxima “Co” en el
efluente. El tiempo medio de resi-
dencia “tm” es el correspondiente
entre “t=o” hasta el centroide de la
curva concentración-tiempo. Como
330
se mencionó antes, “to” es el tiem-
po nominal o teórico de retención
hidráulica, derivado del cociente
entre el volumen de la unidad y el
caudal de trabajo.
En caso de que no existieran cor-
tos circuitos o zonas muertas, el
tiempo medio de residencia “tm”
sería igual al tiempo teórico de
retención hidráulico “to” (tm/to=1).
Entonces, la fracción de flujo a
pistón en la unidad, llamada “p”,
sumada a la fracción de flujo mez-
clado (que no es pistón) “1-p”,
será igual a uno.
[14.5]
Cuando se presentan zonas muer-
tas “m”, el volumen que no hace
parte de esta zona muerta será la
fracción efectiva “1-m”, por tanto:
[14.6]
En la ecuación anterior, el primer
término es la fracción efectiva de
flujo a pistón; el segundo término
corresponde al grado de mezcla
del reactor.
El tiempo medio de residencia
real “tm” del reactor, puede ser
calculado estimando el instante
de tiempo en el que pasa el 50%
de la cantidad total de trazador.
Potabilización Del Agua
Ilustración 77. Concentración del trazador en el efluente del reactor (Pérez
Carrión, 1992). Modificado por el autor.
Como lo muestra la gráfica, el flu-
jo a pistón puro estará represen-
tado por el tiempo en que tarda
en aparecer la primera huella del
trazador empleado; según Hirsch
(1969) (Galvis, 1984; Pérez Ca-
rrión, 1992), se considera que se
puede tomar hasta el punto de in-
flexión “I1” en el que el incremen-
to de la curva es máximo. A partir
de este punto, y hasta el punto de
inflexión “I2” de la curva descen-
dente, el flujo es dual (pistón y no
pistón, combinados) y, luego del
punto “I2”, es flujo mezclado.
De la Ilustración 77, se destacan los
siguientes parámetros principales:
ti Tiempo inicial desde que
se aplica el trazador hasta
que aparece en el efluente.
331
tp Tiempo modal, correspon-
diente al momento en que
ocurre la máxima concen-
tración.
tm Tiempo mediano, corres-
pondiente al momento en
que el 50% del trazador ha
salido del reactor.
to Tiempo medio de retención
o tiempo teórico de reten-
ción (=∀/Q)
tf Tiempo que tarda el traza-
dor en salir completamente
del reactor.
Co Concentración total inyec-
tada de trazador.
Cp Concentración máxima del
trazador detectada en el
efluente.
Un desarrollo matemático para
interpretar analíticamente la curva
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

concentración-tiempo en los reac- Mientras “n” corresponde a la efi-

tores ha sido planteado por Wolf ciencia de la mezcla.
& Resnick y, posteriormente, por
Rebhun & Argaman (Wolf & Res- [14.9]
nick, 1963; Rebhun & Argaman,
1965). En sistemas reales, si la
concentración del trazador es “C”
y la concentración total inyectada
es “Co”, la función “F(t)” está dada
por: Reemplazando,

[14.7] [14.10]

En este caso, θ representa el des- Sacando logaritmos,

plazamiento de la curva a causa
de las zonas, [14.11]

[14.8]

Ilustración 78. Resultados gráficos para diferentes condiciones de flujo (Arboleda

Valencia, Teoría, Diseño y Control de los procesos de clarificación del agua)

332
Potabilización Del Agua

Al graficar en un papel semiloga- [14.14]

rítmico “1-F(t)” en las ordenadas
(eje y) y “t/to” en las abscisas
(eje x), resultará una línea recta
que formará un ángulo “α” con
la horizontal. Esta recta tiene una
pendiente diferente a “-1” y no
pasa por el origen (a menos que
hubiese mezcla perfecta), de ma-
nera que:
[14.12]
La fracción de flujo a pistón será:
[14.13]
Una de las limitaciones más gran-
des de las pruebas de trazadores,
es que reflejan el comportamiento
hidráulico del instante dado en que
se realiza la prueba y pueden co-
rresponder, o no, a valores cercanos
al comportamiento promedio del
reactor. También dicen poco acerca
de la efectividad de los procesos ya
que éstos no solo dependen, nece-
sariamente, de la hidráulica de la
unidad. Se considera que un flujo
a pistón por debajo del 60% es un
muy mal comportamiento hidráulico
para unidades como los floculado-
res o los sedimentadores.

El CEPIS (Centro Panamericano

La fracción correspondiente a las
zonas muertas será:
de Ingeniería Sanitaria y Cien-
cias del Ambiente), presenta las
siguientes relaciones para la inter-
pretación de la solución analítica
propuesta por Wolf & Resnick:

Relación Significado
≈0 (predominio de mezcla completa)
tp/to ≈1 (predominio de flujo a pistón, si también ti/to >
0,5)
=0 (flujo a mezcla completa)
ti/to =1 (flujo a pistón)
<0,3 (cortos circuitos)
tc/to =0,693 (flujo a mezcla completa)
<1 (cortos circuitos y zonas muertas)
tm/to >1 (acumulación indeseada del trazador o error de
ensayo)

Tomado de “Tratamiento de agua para consumo humano. Filtración rápida”

(Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ambiental - CEPIS, 2004).
Modificado por el autor.

333
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

EJEMPLO 14.260 Se realizó una dosificación media

Se realizó una prueba con traza-
dores para una unidad de flocula-
ción de 412,5 m3 de volumen a un
caudal de trabajo de 404,4 L/s y
un tiempo nominal o teórico de re-
tención hidráulica “to” de 17 min.
de 30 mg/L de cloruros (usando
cloruro de sodio al 90%), para lo
cual se agregaron 23 kg. A los
54 minutos se obtuvo la máxima
concentración acumulada “Co =
259,61 mg/L”. Se obtuvieron los
siguientes datos.

(2)
Concentración (5)
(3)
a la salida “C” (4) (3)/ Co = (6)
(1) Concentración
(descontando la (1)/to = t/to ΣC/Co 1-(5) =
Tiempo acumulada a
concentración 1-(ΣC/Co) =
“t” (min) la salida “ΣC”
inicial del traza- (to=17 min) (Co= 259,61 1-F(t)
(mg/L)
dor presente en mg/L)
el agua) (mg/L)
0 0 0 0,00 0,000 1,000
3 43,32 43,32 0,18 0,167 0,833
6 39,99 83,31 0,35 0,321 0,679
9 31,30 114,61 0,53 0,441 0,559
12 26,48 141,09 0,71 0,543 0,457
15 20,71 161,80 0,88 0,623 0,377
18 15,89 177,69 1,06 0,684 0,316
21 13,00 190,69 1,24 0,735 0,265
24 11,98 202,67 1,41 0,781 0,219
27 10,11 212,78 1,59 0,820 0,180
30 9,34 222,12 1,76 0,856 0,144
33 9,15 231,27 1,94 0,891 0,109
36 7,23 238,50 2,12 0,919 0,081
39 5,30 243,80 2,29 0,939 0,061
42 5,30 249,10 2,47 0,960 0,040
45 4,24 253,34 2,65 0,976 0,024
48 2,41 255,75 2,82 0,985 0,015

60. Adaptación (Maldonado Yactayo V. ; Pérez Carrión, 1992).

334
Potabilización Del Agua

51 2,41 258,16 3,00 0,994 0,006

54 1,45 259,61 3,18 1,000 0,000
57 0,00 259,61 3,35 1,000 0,000
60 0,00 259,61 3,53 1,000 0,000

Los datos de las columnas “1” y del mismo. La columna “6” es la

“2”, han sido tomados directamen-
te de la prueba. La columna “3” es
la concentración acumulada en el
tiempo. La columna “4” es el tiem-
po relativo del trazador y la colum-
na “5”, la concentración relativa
función “1-F(t)”, la cual es igual a
“1-(C/Co)” para el inicio de la do-
sificación del trazador.
Graficando la columna “4” en las
abscisas y la “6” en las ordenadas:

Hallando los valores de θ y α:

335
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Se puede encontrar con facilidad,
proyectando la línea de tenden-
cia de la gráfica anterior, que
θ=0,26. Semejando esta figura a
un triángulo, tenemos que el cate-
to opuesto al ángulo “α” tiene un
valor de 1,0 y que el adyacente es
3,3 (intersección de la proyección
de la línea de tendencia con el eje
x) menos el valor de θ=0,26.
Para hallar el flujo a pistón:
El flujo mezclado, corresponde-
rá al porcentaje restante “(1-p)”,
es decir:
336
La fracción de zonas muertas
será:
Así, el porcentaje del volumen
considerado como efectivo será:
El tiempo medio de residencia real
de la unidad “tm” corresponde al
instante en el que pasa el 50%
de la cantidad total del trazador.
Si se grafica la columna “1” en
las abscisas y la columna “3”
en las ordenadas, considerando
una cantidad total acumulada del
trazador “Co” de 259,61 mg/L,
deberá encontrarse el instante en
que haya pasado “Co/2”, es de-
cir, 129,8 mg/L (acumulado) del
trazador, el cual corresponde a la
mitad de la cantidad total.
Potabilización Del Agua
En la gráfica anterior, de concen-
tración acumulada, se aprecia
que ha pasado el 50% de la can-
tidad total acumulada de traza-
dor (129,8 mg/L), alrededor de
los 10,8 min. Este valor se toma
Se aprecia que el tiempo en que
se presenta la punta de concen-
tración de trazador tp, a la salida
del reactor, es de 3 minutos. El
inicio de salida del trazador fue
casi de inmediato (después del
tiempo cero y antes del minuto 3),
sin embargo, como no es posible
determinarlo con precisión, se
Relación Valor obtenido
tp/to 3/17 = 0,18
ti/to 1/17 = 0,06
tc/to 12,8/17 = 0,75
tm/to 10,8/17 =0,64
337
como el tiempo medio de residen-
cia real de la unidad “tm”.
Graficando la columna “1” (tiempo)
en las abscisas y la “2” (concentra-
ción a la salida) en las ordenadas:
asume un valor de ti de 1 minuto.
De la gráfica se puede determi-
nar que el tiempo tc trascurrido,
desde que aparece una concen-
tración media (Cp/2) de la curva
ascendente hasta que se repite
este valor en la curva descenden-
te de concentración, es de 12,8
minutos aproximadamente.
Significado
≈0 (predominio de mezcla completa)
<0,3 (cortos circuitos)
≈0,7 (flujo a mezcla completa)
<1 (cortos circuitos y zonas muertas)
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Estos resultados indican un mal
diseño hidráulico del floculador,
en donde la mayor parte del
flujo (71,4%) es mezclado por
recirculación y en el que el vo-
lumen ineficiente del tanque es
del 37,1%. Se aprecia también
que el tiempo medio de reten-
ción hidráulica real es sólo la
mitad del tiempo teórico de la
unidad. Esto no necesariamente
está relacionado con la efecti-
vidad del proceso químico de
coagulación-floculación que se
está llevando a cabo. El análi-
sis de las relaciones expuestas
en la tabla anterior, demuestran,
además, que el floculador tiene
predominio de mezcla completa,
con presencia de cortos circuitos
y zonas muertas.
14.3.7 ENSAYOS ADICIONALES
En el laboratorio, también sue-
le analizarse la influencia del
pH en los procesos de coagula-
ción-floculación, haciendo uso de
la prueba de jarras. También se
deben hacer análisis de deman-
da de cloro, la determinación
del punto de quiebre y, eventual-
mente, cálculo de isotermas de
adsorción para los sistemas de
aireación mediante bandejas o
también para columnas de inter-
cambio iónico, por ejemplo.
338
14.4 TRANSFORMACIÓN DE
R.P.M. (REVOLUCIONES POR
MINUTO) A GRADIENTES Y VE-
LOCIDADES
Cuando se realizan pruebas de tra-
tabilidad en los equipos de jarras,
una de las inquietudes más frecuen-
tes, de estudiantes e ingenieros, es
la de cómo convertir revoluciones
por minuto (RPM), determinados
en los ensayos de laboratorio, en
gradientes de mezcla (G) y ve-
locidades (m/s) que les permita
efectuar el diseño de las unidades
correspondientes. También, en senti-
do contrario, los operadores de las
potabilizadoras desean conocer la
forma de convertir los gradientes de
mezcla y velocidades con los que
trabajan sus unidades, en revolu-
ciones por minuto, de manera que
les permita hacer pruebas de jarras
más cercanas a la realidad de fun-
cionamiento de la potabilizadora.
Ruey, Hudson, Singley y Camp (Cas-
tro de Esparza & Pérez Carrión,
1981) presentaron gradientes de
velocidad para diferentes rotores y
deflectores; no obstante, otras prue-
bas realizadas presentan discrepan-
cias entre estos valores, quizá por
diferencias de edad, mantenimiento
y estado del equipo de Prueba de
Jarras usado en cada caso espe-
cífico, que se suman a diferencias
Potabilización Del Agua

causadas por ligeras deformidades N Revoluciones por minuto

en la paleta y a la distancia de ésta
respecto del fondo del vaso y a las
paredes del mismo.
Debe comprenderse que no resulta
preciso hacer esta conversión bajo
ninguna expresión, de manera
que siempre se obtendrán valores
aproximados, pero aun así, útiles
para los propósitos de diseño o de
verificación de dosis óptimas en
las pruebas de laboratorio.
En un equipo de jarras sin deflec-
tores (estatores), equipado de una
paleta simple unida en el medio
por el eje del rotor, se podrán
convertir (de forma aproximada)
las revoluciones por minuto en va-
lores de gradiente, empleando las
siguientes expresiones.
Inicialmente, se determina la po-
tencia, así:
(RPM)
d Diámetro del impulsor del
equipo de jarras (cm)
K Constante que depende del
tipo de impulsor.
Para una paleta metálica sencilla,
unida en el medio por el eje del
rotor (configuración más común
en los actuales equipos de jarras),
el valor de K es 0,96 (valor calcu-
lado por el autor de este libro, a
partir de varios ensayos). Por lo
tanto, la expresión anterior será:
[14.16]
Determinada la potencia, se de-
termina el gradiente, así:
[14.17]

[14.15]

Donde,
Donde,
G Gradiente de mezcla (s-1)
P Potencia (W) P Potencia del mezclador (W)
ρ Densidad del agua a la tem- µ Viscosidad dinámica del agua
peratura correspondiente -ver -ver Tabla 27 (Cap.7)- (Pa*s)
Tabla 27 (Cap.7)- (kg/m3) V Volumen de la jarra61 (L)

61. Generalmente se usan de 1 L (litro) y, con menos frecuencia, de 2 litros.

339
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Otra expresión alternativa mu-
cho más sencilla, para convertir
unidades de revoluciones por mi-
nuto, obtenidas en la prueba de
jarras, a gradiente de mezcla (en
s-1), es la siguiente, propuesta por
el autor de este libro (Lozano-Ri-
vas, W. A.), con base en resulta-
dos experimentales para jarras
de sección circular de 1 o 2 litros
y jarras de sección cuadrada de
2 litros, y válida para agua con
temperaturas entre 10 y 20 °C:
Para jarras de 2 litros (de sección
circular):
[14.18]
Para jarras de 2 litros (sección
cuadrada):
[14.19]
Para jarras de 1 litro (de sección
circular):
[14.20]
Donde,
G Gradiente de mezcla (s-1)
340
N Revoluciones por minuto
(RPM)
d Diámetro del impulsor (cm)
Cuando se tienen los valores de
mezcla en RPM (revoluciones por
minuto) de las pruebas de trata-
bilidad, una aproximación a su
equivalente en velocidad (m/s),
sólo como valor indicativo, no
como criterio de diseño, propues-
ta por el autor de este libro (Loza-
no-Rivas, W. A.), para jarras de 1
o 2 litros, podría ser:
Para jarras de 2 litros:
[14.21]
Para jarras de 1 litro:
[14.22]
Donde,
V Velocidad (m/s)
N Revoluciones por minuto
d Diámetro del impulsor (cm)
Estas dos últimas expresiones pro-
puestas por el autor deben ser ma-
nejadas con prudencia. Son muy
útiles como valores indicativos de
Potabilización Del Agua

los cálculos de diseño y dimensiona- muy buena parte, de las pérdidas

miento, pero no podrán ser usados de carga generadas y éstas, a su
directamente como valores definiti- vez, dependen de la rugosidad del
vos. Debe recordarse que en los flo- material de los tabiques y de la ve-
culadores, el gradiente depende, en locidad de flujo, entre otros factores.

Foto 84. Equipo de prueba de jarras que cuenta con una paleta metálica
sencilla, unida en el medio por el eje del rotor. Potabilizadora de Tibitoc.
Bogotá D.C., Colombia.

Foto 85. Equipo de prueba de jarras que cuenta con una paleta metálica
sencilla, unida en el medio por el eje del rotor.

341
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Frecuentemente, la eficiencia lo-
grada al remover turbiedad en
los sedimentadores lamelares de
flujo vertical es superior a la obte-
nida en las pruebas de jarras; no
ocurre así para los sedimetadores
convencionales (flujo horizontal),
en donde la eficiencia será siem-
pre menor que la calculada en los
ensayos de sedimentación.
14.5 DURACIÓN ÓPTIMA DEL LA-
VADO DEL FILTRO
En la práctica, y tratándose de
potabilizadoras pequeñas, el
tiempo de lavado del filtro se
determina por observación de la
calidad del agua de lavado, la
cual saldrá mucho menos turbia
hacia el final de esta operación,
permitiendo ver, a simple vista, el
lecho filtrante.
No obstante, para optimizar el
retrolavado, deberá tomarse una
muestra de agua por cada minuto
de lavado y construirse una curva
de turbiedades contra el tiempo.
Por lo general, en los primeros mi-
nutos de lavado el agua tendrá una
turbiedad cercana a las 1.000 UNT
y, hacia los minutos finales, este va-
lor será de unas 5 UNT. Aunque el
lavado se prolongue durante varios
minutos más, lo más probable es
que esta curva tenga un comporta-
miento asintótico, con lo que tiem-
pos más largos no necesariamente
contribuirán en una mejor limpieza
del lecho. Esto es precisamente lo
que se quiere evidenciar en este
342
ensayo, para establecer un tiempo
óptimo de lavado.
Como es de suponerse, esta prácti-
ca se realiza in situ. Sin embargo,
se pueden efectuar estos ensayos
también en unidades piloto que se
construyen para la determinación
de los criterios de diseño, previo a
la construcción de la potabilizado-
ra. El procedimiento es el siguiente:
a. Se preparan 16 frascos de
volumen entre 100 y 200 mL,
rotulados con números del 0
al 15.
b. Cuando se inicia el retrolava-
do con agua, en el filtro, se
tomará la primera muestra de
agua que alcance a rebosar
por la canaleta de lavado;
esta muestra será la número
cero, “0”.
c. Cada minuto, se continuará
con el muestreo, llenando el
frasco que corresponda a
cada uno de los rótulos.
d. Posteriormente, se determina-
rán las turbiedades de cada
una de las muestras y se
construirá una gráfica de tur-
biedad (UNT) contra tiempo
(minutos) en papel (o formato)
semilogarítmico.
e. El tiempo óptimo de lavado
corresponderá al punto de
inflexión en el que la curva
empieza a tener un compor-
tamiento asintótico.
En la Gráfica 7, se aprecia el resulta-
do de un ensayo de retrolavado para
Potabilización Del Agua
un filtro, en donde se aprecia que el
punto de inflexión se encuentra alre-
dedor de los 11 minutos; a partir de
este punto, no es considerable lo que
Gráfica 7. Ensayo de lavado de un filtro
14.6 RECOMENDACIONES PARA
LA CONSTRUCCIÓN DE FILTROS
DE PILOTO
La construcción de filtro piloto per-
mitirá, entre otras cosas:
a. Obtener datos para estable-
cer los criterios de diseño de
los filtros de una potabilizado-
ras a construir.
b. Obtener datos que permitan
la optimización del proceso
de filtración en potabilizado-
ras existentes.
La profundidad de un filtro no
puede ser escalada de ninguna
343
se gana en mejora de lavado, pero sí
se traducirá en una gran pérdida de
dinero, representado en volumen de
agua desperdiciada.
manera; por esta razón, se ten-
drán que construir con las mismas
particularidades (profundidad y
características de grano) de me-
dio filtrante, medio de soporte y
falso fondo (en lo posible), que
tienen o tendrán los filtros de la
potabilizadora. De esta manera,
lo único que puede cambiarse es
el área superficial de la unidad,
con lo que disminuirá también el
caudal de trabajo, de modo que
se mantengan las tasas de filtra-
ción propias con las que trabajan
o trabajarán las unidades reales.
Por lo general, para la columna
filtrante (cuerpo de la unidad), se
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

usan tubos armados de acrílico La entrada al filtro puede hacerse

transparente de no menos de 10
cm de diámetro y, preferiblemen-
te, no inferior a 15 cm. Su sección
puede ser cuadrada, rectangular
o circular. La altura mínima será
de 1,80 o 2,00 m, de manera
que se permita la expansión del
lecho sin inconveniente alguno.
por bombeo y, preferiblemente,
por gravedad, empleando un tan-
que de alimentación con caudal
constante controlado mediante
una(s) válvula(s), en donde, ade-
más, se evite la sedimentación de
las partículas.

Foto 86. Tanque de alimentación por gravedad, a una batería de 3 unidades

de filtración. Tiene control de nivel a la entrada tipo flotador (parte superior) y
válvulas de control de flujo tipo orificio (tubería en parte inferior).

Deben instalarse piezómetros con- de agua durante las operaciones

sistentes en tubos (mangueras) plás-
ticos flexibles y transparentes, los
cuales permitirán medir las pérdidas
de carga que generan los lechos fil-
trantes y el medio de soporte y falso
fondo, además de las pérdidas ge-
neradas por la retención de partícu-
las a diferentes profundidades.
Estos piezómetros se hacen con
un diámetro entre 0,5 y 1,0 mm.
Para evitar su taponamiento, debe
dejarse un drenaje a cada uno y la
posibilidad de obstruir la entrada
de retrolavado.
Los datos mínimos que se suelen
tomar para la valoración de la
eficiencia de filtración, tanto del
agua a filtrar (entrada o afluente)
como la del agua filtrada (salida
o efluente), son: turbiedad (UNT),
color (UPC), Coliformes Totales
(U.F.C.) y E.Coli (U.F.C.).
Para determinar las características
de operación, deben registrarse,
por lo menos, los siguientes datos:

344
Potabilización Del Agua

caudal de trabajo (tasa de filtra- de carrera y, tiempo y velocidad

ción), pérdida de carga, tiempo de retrolavado.

Ilustración 79. Esquema general del prototipo de un filtro lento de arena.

345
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Foto 87. Montaje de filtros piloto con sus piezómetros. Instituto de Investigación
CINARA. Cali, Colombia.

Foto 88. Filtros piloto para investigación en la potabilizadora de Tibitoc.

Bogotá D.C., Colombia.

346
Potabilización Del Agua
Bibliografía
Amirtharajah, A., & Cleasby, J.
(1972). Predicting expansion of
filters during backwashing. Jour-
nal of the American Water Works
Association(64), 52-59.
Amirtharajah, A., & Trusler, S. (1986).
Destabilization of particles by tur-
bulente rapid mixing. Journ E.E.
Division, ASCE, 1085.
Arboleda Valencia, J. (1977). Hidráu-
lica del lavado de medios filtrantes
granulares. ACODAL(75), 3-32.
Arboleda Valencia, J. (2000). Teoría
y práctica de la purificación del
agua. Bogotá: McGraw Hill.
Arboleda Valencia, J. (s.f.). Teoría,
Diseño y Control de los procesos
de clarificación del agua. En C. P.
CEPIS. CEPIS.
347
AWWA & ASCE. (2005). Water
Treatment Plant Design (4th
Edition ed.). New York: Mc-
Graw-Hill.
Babbitt, H., Donald, J., & Cleasby, J.
(1955). Water Supply Engineer-
ing. McGraw Hill.
Black, A. P., Buswell, A. M., Eidsness,
F. A., & Black, A. L. (1957). Review
of the Jar Test. JAWWA, 49, 1414.
Black, A., Singley, J., Whittle, G.,
& Maulding, J. (1963). Stoichi-
ometry of the coagulation of col-
or-causing organic compounds
with ferric sulfate. Journal AWWA,
1347-1366.
Cánepa de Vargas, L. (2004). Proyec-
tos y fotos de archivo. Lima, Perú:
CEPIS/OPS.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Cánepa de Vargas, L. (14 de No-
viembre de 2013). Batería de fil-
tros de tasa declinante y lavado
mutuo. Obtenido de Biblioteca
Virtual de Desarrollo Sostenible y
Salud Ambiental - CEPIS: http://
www.bvsde.paho.org/bvsatr/
fulltext/tratamiento/manualII/
ma2_cap5.pdf
Cánepa de Vargas, L. (s.f.). Flocula-
ción. Capítulo 6. En Manual I:
Teoría (págs. 264-306).
Castellanos P., L. E. (1982). Estudio
del comportamiento de un flocula-
dor hidráulico de flujo helicoidal.
Bogotá D.C.: Universidad De La
Salle. Facultad de Ingeniería Civil.
Castro de Esparza, M. L., & Pérez Ca-
rrión, J. M. (1981). Criterios para
la selección de los procesos y de los
parámetros óptimos de las unida-
des. En Ciencias Básicas de Trata-
miento de Agua. OPS/EPH/CEPIS.
Centro Panamericano de Ingeniería
Sanitaria y Ambiental - CEPIS.
(2004). Tratamiento de agua
para consumo humano. Filtración
rápida. Lima, Perú: CEPIS.
Centro Panamericano de Ingeniería
Sanitaria y Ciencias del Ambiente
- CEPIS. (1983). Criterios de Dise-
ño de Plantas de Tratamiento de
Agua. Lima, Perú.
348
Centro Panamericano de Ingeniería
Sanitaria y Ciencias del Ambien-
te, CEPIS. (s.f.). Filtración. Capítu-
lo 9. En V. Maldonado Yactayo,
Manual I: Teoría.
Christman, R., & Gassemi, M. (1966).
The nature of organic color in wa-
ter. Journal AWWA, 723.
Committee of the Great Lakes, Upper
Mississippi River Board of State
Sanitary Engineers. (1976). Rec-
ommended Standards for Water
Works. Albany, N.Y.
Culp, A., Hsiung, K.-Y., & Conley, W.
(1969). Tube clarification pro-
cess, operating experiences. Proc.
ASCE. 95:SA5.
Defensoría del Pueblo. (12 de Diciem-
bre de 2009). Setenta de cada
100 municipios colombianos no
tienen agua potable: Defensoría del
Pueblo. Obtenido de Caracol Ra-
dio: http://www.caracol.com.co/
noticias/actualidad/setenta-de-ca-
da-100-municipios-colombia-
nos-no-tienen-agua-potable-defen-
soria-del-pueblo/20091212/
nota/923566.aspx
Di Bernardo, L. (1981). Teoría de Fil-
tración. En E. &. OPS, Manual de
Instrucción Programa Regional
OPS, EHP, CEPIS de Mejoramien-
to de la Calidad de Agua para
Potabilización Del Agua
Consumo Humano (pág. 83).
Lima: OPS, EHP & CEPIS.
Di Bernardo, L. (Octubre de 1988).
Sedimentación convencional y
laminar. Material de Clase, cur-
so de Maestría de la Universi-
dad Nacional de Ingeniería. Fa-
cultad de Ingeniería Ambiental.
Lima, Perú.
Di Bernardo, L. (1993). Métodos e
técnicas de Tratamento de Agua.
Volumen 1. Rio de Janeiro: Abes.
EFE. (8 de Septiembre de 2006).
Cada día mueren 4.500 niños en
el mundo por falta de agua pota-
ble o saneamiento. El Mundo.
EFE. (17 de Marzo de 2010). La
ONU afirma que casi 900 millo-
nes de personas viven sin agua
potable en el mundo. El Mundo.
En Colombia nueve millones de perso-
nas no tienen acceso a agua po-
table. (23 de Octubre de 2009).
La República.
ENOHSa. (s.f.).. Floculación. Capítu-
lo VII - 7. En E. N. Saneamiento.
Argentina.
Fair, G., & Geyer, J. (1954). Water
Supply and Waste Water Dispos-
al. New York and London: Wiley.
349
Feachem, R., Mc Garry, M., & Mara,
D. (1977). Water, Wastes and
Health in Hot Climates. Wiley.
Federal-Provincial Working Group
on Recreational Water Quality.
(1992). Guidelines for Canadian
Recreational Water Quality. (M.
o. Welfare, Ed.) Canadá.
Galvis, G. (1984). Consideraciones
sobre la aplicación del modelo sim-
plificado de Wolf y Resnick. XXVII
Congreso Nacional de Ingeniería
Sanitaria y Ambiental. Barranquilla.
Gerba, C. P. (2000). Indicator Microor-
ganisms. En R. M. Maier, I. L. Pep-
per, & C. P. Gerba, Environmental
Microbiology (págs. 491-503). San
Diego, California: Academia Press.
Godfree, A. F., Kay, D., & Wyer, M.
D. (1997). Faecal streptococci as
indicators of faecal cantamina-
tion in water. J. Appl. Microbiol.
Symp. Suppl.(83), 110S-9S.
Hardina, C. M., & Fujioka, R. S. (1991).
The environmental sources of esch-
erichia coli and enterococci in Ha-
waii’s Streams. Environmental Toxicol-
ogy and Water Quality(6), 185-95.
HDR Engineering Inc. (2002). Hand-
book of Public Water System. John
Wiley & Sons.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Ingersoll, A., McKee, J., & Brooks, N.
(1955). Fundamental concepts of
rectangular settling tanks. Proc.
ASCE, Vol. 81.
INSFOPAL (1970). Especificaciones
para el diseño de plantas potabili-
zadoras de agua.
Kawamura, S. (1975). Design and
Operation of High Rate Filters. J.
AWWA, 67, 653.
Lozano Bravo, G. (10 de Julio de
2013). Conversación personal.
(W. A. Lozano-Rivas, Entrevistador)
Lozano-Rivas, W. (2012). Material
de clase para las asignaturas de
Tratamiento de Aguas Residuales.
Varios documentos. Bogotá D.C.,
Colombia. Disponibles en http://
wlozano.blogspot.com.
Lozano-Rivas, W. A. (2013). Calidad Fi-
sicoquímica del Agua. Bogotá D.C.:
Universidad Piloto de Colombia.
Mackrle, V., & Mackrle, S. (1961).
Adhesion in filters. Proc ASCE,
Vol. 87, N° SA5, p. 17-32.
Maldonado Yactayo, V. (2004). Sedi-
mentación. En L. Cánepa de Var-
gas, A. Barrenechea Martel, M.
C. Aurazo de Zumaeta, & OPS.,
Tratamiento de agua para consumo
humano. Plantas de filtración rápi-
da. Manual I: teoría. (págs. 2-62).
Lima: CEPIS.
350
Maldonado Yactayo, V. (s.f.). Análisis
de flujos y factores que determi-
nan los periodos de retención. En
C. P. CEPIS. Lima, Perú: CEPIS.
MAVDT, Ministerio de Ambiente, Vi-
vienda y Desarrollo Territorial de
Colombia (s.f.). Recuperado el
20 de Febrero de 2011, de WEB
IDBdocs, Inter-American develop-
ment Bank: http://idbdocs.iadb.
org/wsdocs/getdocument.aspx?-
docnum=966629
Metcalf & Eddy, Inc. (1979). Was-
tewater Engineering: Treatment,
Disposal and Reuse. McGraw Hill.
Notas de Clase. Universidad de Sa-
lamanca. (2006). Salamanca,
España.
Ockershausen, R. W. (1965). Pro-
cess Control in Plants Using Al-
uminium Sulfate. Coagulation
Symposium, Part I. Water Wks.
and Wastes Eng.
OPS/EHP/CEPIS. (1981). Opera-
ción de plantas de tratamiento de
agua, Manual de Instrucción.
Organización Panamericana de la
Salud/COSUDE. (2007). Guía
para la operación y mantenimien-
to de sistemas de desinfección.
Lima: OPS/COSUDE.
Pérez Carrión, J. (1992). Análisis de
flujos y factores que determinan
Potabilización Del Agua
los periodos de retención, Tomo
II. Manual de Evaluación. Lima,
Perú: Programa Regional HPE/
OPS/CEPIS de Mejoramiento de
la Calidad de Agua para Consu-
mo Humano.
Prize of the Belgian Development
Cooperation. (s.f.). Prize of the
Belgian Development Coopera-
tion. Recuperado el 20 de Marzo
de 2012, de http://www.devco-
prize.africamuseum.be/laureate/
slow-filtration-synthetic-fibres-subs-
titute-sand-filters
Programa Regional HPE/OPS/CEPIS
del mejoramiento de la calidad
del agua para consumo humano.
(1992). Manual VI. Operación. Se-
rie: Filtración Rápida. Lima: CEPIS.
Rebhun, M., & Argaman, Y. (1965).
Evaluation of hydraulic efficiency of
sedimentation basins. Journ. San.
Eng. Division Proc. ASCE, 37.
Richter, C. (1981). Mezcla rápida en
vertederos rectangulares. ACO-
DAL(100).
Richter, C. (1984). Dispositivos de en-
trada y salida para decantadores.
SANEPAR. Curitiba, Brasil.
Richter, C. A. (1981). Mezcla Rápi-
da: Manual de Instrucción. OPS/
EHP/CEPIS: Programa Regional
de Mejoramiento de Calidad de
Agua para Consumo Humano.
351
Richter, C. A. (1981). Teoría de Flocu-
lación: Manual de Instrucción. Pro-
grama Regional de Mejoramiento
de Calidad de Agua para Consu-
mo Humano: OPS/EHP/CEPIS.
Richter, C., & Cánepa de Vargas, L.
(1992). Criterios de diseño para
floculadores y decantadores. Ma-
nual 5. Diseño. Tomo II. Centro
Panamericano de Ingeniería Sani-
taria y Ambiental (CEPIS).
Romero Rojas, J. A. (1989). Acuianá-
lisis. Bogotá: Escuela Colombiana
de Ingeniería.
Romero Rojas, J. A. (2000). Purificación
del agua. Bogotá D.C., Colombia:
Escuela Colombiana de Ingeniería.
Romero Rojas, J. A. (2002). Calidad
del Agua. Bogotá D.C.: Escuela
Colombiana de Ingeniería.
Sánchez Triana, E. (22 de septiembre
de 2007). Costos del Daño Am-
biental. El Tiempo.
Sandoval, L. (1994). Manual de
agua potable y alcantarillado. Li-
bro II. Potabilización y tratamien-
to. Guía para el manejo, estabi-
lización y disposición de lodos
químicos . México D.F.: Comisión
Nacional del Agua.
Shannon, A. (1961). Improved ope-
ration of four treatment plants at
Detroit. Journal AWWA, 1509.
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.
Silva Garavito, L. F. (1972). Diseño de
Plantas de Purificación de Aguas.
Suárez Pita, M. (2002). Tendencia ac-
tual del estreptococo como indica-
dor de contaminación fecal. Rev. Cu-
bana Hig. Epidemiol.(40), 38-43.
Terraza Aragón, M. S. (1981). Hi-
dráulica aplicada a plantas de
tratamiento de agua. Guatemala:
OPS/EHP/CEPIS.
Thanh, N., & Hettiaratchi, J. (1982).
Surface Water Filtration for Rural
Areas - Guidelines for Design, Con-
struction, Operation and Mainte-
nance. Bangkok, Thailand: ENSIC.
Asian Institute of Technology.
Trujillo López, A. L. (2007). Principios
básicos de calidad y tratamiento
352
de agua potable. Manizales, Co-
lombia: Universidad de Caldas.
Vrale, L., & Jordan, R. (1971). Rapid
mixing in water treatment. Journal
AWWA, 52.
Wegelin, M. (1982). Slow-Sand Fil-
ter Research Project, Report 3.
Tanzania: University of Dar es
Salaam.
White, G. (1972). Handbook of Chlo-
rination. Van Nostrand.
Wolf, D., & Resnick, W. (1963). In-
dustrial Engineering and Chemi-
cal Fundamentals (Vol. II).
Yao, K. M. (1970). Theoretical study
of high rate sedimentation. Jour.
WPCF(42), 218.
Potabilización Del Agua

Anexos

353
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Anexo

PROPIEDADES FÍSICAS DEL AGUA

354
Potabilización Del Agua

Tabla 59. Densidad, viscosidad dinámica y viscosidad cinemática del agua

a diferentes temperaturas.
Temperatura Densidad Viscosidad dinámica Viscosidad cinemática
(°C) ρ (kg/m3) µ (Pa*s) ʋ (m2/s)
0 999,9 1,79 x 10-3 1,79 x 10-6
1 999,9 1,73 x 10 -3
1,73 x 10-6
2 999,9 1,68 x 10-3 1,68 x 10-6
3 1.000,0 1,62 x 10-3 1,62 x 10-6
4 1.000,0 1,57 x 10-3 1,57 x 10-6
5 1.000,0 1,52 x 10-3 1,52 x 10-6
6 999,9 1,47 x 10-3 1,47 x 10-6
7 999,9 1,43 x 10-3 1,43 x 10-6
8 999,9 1,39 x 10 -3
1,39 x 10-6
9 999,8 1,35 x 10-3 1,35 x 10-6
10 999,7 1,31 x 10-3 1,31 x 10-6
11 999,6 1,27 x 10-3 1,27 x 10-6
12 999,5 1,24 x 10-3 1,24 x 10-6
13 999,4 1,20 x 10-3 1,20 x 10-6
14 999,3 1,17 x 10-3 1,17 x 10-6
15 999,2 1,14 x 10 -3
1,14 x 10-6
16 999,0 1,12 x 10-3 1,12 x 10-6
17 998,8 1,09 x 10-3 1,09 x 10-6
18 998,6 1,06 x 10-3 1,06 x 10-6
19 998,4 1,03 x 10-3 1,03 x 10-6
20 998,3 1,01 x 10-3 1,01 x 10-6
21 998,0 9,84 x 10-4 9,84 x 10-7
22 997,8 9,61 x 10 -4
9,61 x 10-7
23 997,6 9,38 x 10-4 9,38 x 10-7
24 997,5 9,16 x 10-4 9,16 x 10-7
25 997,1 8,91 x 10-4 8,91 x 10-7
26 996,8 8,75 x 10-4 8,75 x 10-7
27 996,5 8,55 x 10-4 8,55 x 10-7
28 996,3 8,36 x 10-4 8,36 x 10-7
29 996,0 8,18 x 10 -4
8,18 x 10-7
30 995,7 7,99 x 10-4 7,99 x 10-7
… … … …
35 994,1 7,20 x 10 -4
7,20 x 10-7

355
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Anexo

CATÁLOGO DE UNA CANALETA

PARSHALL (FRAGMENTO)

356
Potabilización Del Agua

Este catálogo completo está disponible en:

http://www.hanains.co.kr/PFD%20Catalogue/HPF2000.pdf

Figura 5. Planta y corte longitudinal de una canaleta Parshall

(Hanains&Tech Co.Ltd.)62

Tabla 60. Cuadro de dimensiones de una Canaleta Parshall

(Hanains&Tech Co.Ltd.)

Nota: Las dimensiones están dadas en milímetros (mm) a menos que se

indique lo contrario.
62. La palabra “SLANT” hace referencia a la relación de pendiente a la entrada de la canaleta.

357
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Anexo

CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE
SUSTANCIAS QUÍMICAS

358
Potabilización Del Agua

Las características de algunas de las sustancias químicas usadas en potabi-

lización se muestran a continuación.

Concen-
Nombre y Nombre Densidad Solubilidad tración
Características
fórmula común (kg/m3) (kg/m3) comercial
(%)
Sulfato de pH = 3,4 en
609 a
aluminio ALUMBRE 303 (16 °C) 15 a 22 solución al
1200
Al2(SO4)3+14H20 1%
Higroscó-
pico, debe
CLORURO
Cloruro férrico almacenarse
FÉRRICO - - 59 a 61
FeCl3+6H2O en recipien-
CRISTALINO
tes herméti-
cos
Soluble en
Sulfato férrico FERRI FLOC ¼a½ Semihigros-
1121 90 a 94
Fe(SO4)3+9H2O FERRI SUL parte de cópico
agua fría
COPERAS
Sulfato ferroso 1009 a
VITRIOL - 55 Higroscópico
FeSO4+7H2O 1057
VERDE
Óxido de Calcio 881 a Alcalina,
CAL VIVA Pobre 70 a 96
CaO 1201 incrustante
Hidróxido de
CAL 320 a Alcalina,
calcio Pobre 82 a 93
APAGADA 801 incrustante
Ca(OH)2
Se
La
705 a recomienda
POLÍMEROS Varios mayoría, Higroscópico
737 solución del
100
0,1 al 0,5%

Tomado del libro Calidad del Agua, de Jairo Alberto Romero Rojas
(OPS/EHP/CEPIS, 1981; Babbitt, Donald, & Cleasby, 1955)

359
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Para el manejo seguro de las sustancias químicas, se hacen las siguientes

recomendaciones.

Sustancia química Procedimientos

Sulfato de • Use máscaras
Aluminio • Almacene en lugar seco y limpio
(alumbre) • No almacene en pilas grandes
• Use ropa protectora
Sulfato Ferroso • No use aire comprimido para la limpieza de los dosi-
ficadores en seco
• Minimice el polvo
• Puede haber explosión si se mezcla con cal viva
• Use protectores para evitar salpicaduras en las bom-
bas dosificadoras
Cloruro Férrico • Use guantes de caucho
Líquido • Use máscara
• Use ropa protectora
• Almacene en tanques con ventilación
• Provea aislamiento térmico para prevenir cristaliza-
ción
Sulfato Férrico • Use máscara
• Use ropa protectora
• Evite la mezcla con cal viva
• Almacene en lugar seco y limpio
Cal viva • Use máscara
• Use ropa protectora
Cal hidratada • Evite la mezcla con sustancias químicas que tengan
(apagada) agua de hidratación; habría calor excesivo y posibles
explosiones
• Almacene en lugar seco y limpio

Tomado del libro Calidad del Agua de Jairo Alberto Romero Rojas (OPS/
EHP/CEPIS, 1981; Babbitt, Donald, & Cleasby, 1955)

360
Potabilización Del Agua

EJEMPLOS DE CURVAS DE PRUEBAS

Anexo DE TRAZABILIDAD

361
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

A manera de representación del análisis de los resultados en las pruebas de

variabilidad, se exponen algunos ejemplos tomados de la literatura y propios.

Gráfica 8. Resultado de la aplicación del método de Wolf & Resnick a un

floculador hidráulico (Maldonado Yactayo V. )

362
Potabilización Del Agua

Gráfica 9. Representación de una curva de concentración del trazador, sus

zonas y valores para la aplicación del método de Wolf & Resnick.

Gráfica 10. Resultado de la aplicación del método de Wolf & Resnick a un

reactor de potabilización de aguas.

363
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Anexo

TASAS DE SEDIMENTACIÓN PARA

DIFERENTES PARTÍCULAS

364
Potabilización Del Agua

Tiempo requerido para que

Diámetro de la Partícula
descienda 30 cm en una
partícula (mm) representativa
columna de agua detenida
SEDIMENTABLES
10 Grava 0,3 s
1 Arena gruesa 3s
0,1 Arena fina 38 s
0,01 Limo 33 min
NO SEDIMENTABLES
0,001 (1.000 nm) Bacterias 55 horas
0,0001 (100 nm) Color 230 días
0,00001 (10 nm) Coloides grandes 6,3 años
0,000001 (1 nm) Pequeños coloides 63 años

(AWWA & ASCE, 2005; Romero Rojas, Calidad del Agua, 2002)

365
 William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

Anexo

EJEMPLOS DE PLANOS Y ESQUEMAS

DE POTABILIZADORAS

366
Potabilización Del Agua

367
William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

368
Potabilización Del Agua

369
William Antonio Lozano-Rivas, M.Sc., Ph.D. Guillermo Lozano Bravo, M.Sc.

370