La reacción al fármaco es cualitativamente anormal y no corresponde con la acción
farmacológica usual del mismo. Tales reacciones no dependen de un mecanismo inmunológico sino más bien de un déficit metabólico o enzimático genéticamente determinado. (Gárcia, 2006)
Se trata de una respuesta atípica de un enfermo a un medicamento, que habitualmente no
se produce al administrarlo a la mayoría de las personas y que reconoce unas bases genéticas. Por ejemplo, las crisis hemolíticas que provocan las sulfamidas en personas deficientes en glucosa-6-fosfao deshidrogenada. Puede ser farmacocinética o farmacodinámica. (Martín & Velasco, 2018)