Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Francisco ACEVEDO
“Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que
se levantan contra mí. Muchos son los que dicen de mí: no hay para él
salvación en Dios. Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí: mi gloria, y el
que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde
su monte santo” (Salmo 3: 1-4). En este salmo 3, David manifiesta una gran
depresión por causa de las persecuciones de sus muchos adversarios (“Diez
millares de gente pusieron sitio contra mi”). Y el dolor más grande era la
persecución de su propio hijo Absalón. Pero él, aun siendo rey, teniendo todo
el poder político y militar, clamó y confió en el Señor, quien podía salvarlo y
darle paz porque “la salvación es de Jehová”. Hermano, hermana: “echa
sobre Jehová tu carga, y él te sustentará” (Sal. 55: 22). Dice Jesús: “Venid a
mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mat.
11: 28). “A El correrá el justo, y será levantado” (Sal. 18: 10). La Paz sea
contigo.