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UNIDAD 6.

LA INDEPENDENCIA MEXICANA Y EL DERECHO DE


TRANSICIÓN.
6.1 Bases jurídicas de la independencia.
Se puede decir que son documentos esenciales para lograr la independencia de
México y aunque no todos aspiraban a ser constituciones, si establecían la forma
de Gobierno monárquico, constitucional.
• Leyes de Burgos el primer código legislativo establecido por la monarquía
española para las Indias, compuesto por 35 leyes firmadas el 27 de
diciembre de 1512.
• Constitución Política de la Monarquía Española, 19 de marzo de 1812.
• Lineamientos Constitucionales, 30 de abril de 1812.
• Sentimientos de la Nación, 14 de septiembre de 1813.
• Acta solemne de declaración de la Independencia de América septentrional,
del 6 de noviembre de 1813.
• Decreto constitucional para la libertad de la América mexicana 22 de
octubre de 1814.
• Plan de Iguala, 24 de febrero de 1821.
• Tratados de Córdoba, 24 de agosto de 1821.
• Acta de Independencia, 28 de septiembre de 1821.
6.1.1 La invasión de Napoleón a la península.
Durante 1808 España fue invadida por el Ejército de Napoleón Bonaparte,
emperador francés: con el pretexto de reforzar el Ejército Franco español en
Portugal.
Barcelona fue tomada el 29 de febrero cuando una columna francesa disfrazada
como un convoy de soldados heridos, logrando así la entrada a la ciudad. Ante
tales hechos, el pueblo español se rebeló en Aranjuez, entre el 17 y 19 de marzo
de 1808, obligando a su rey Carlos IV, a acceder la corona en favor de su hijo
Fernando, a quien asumió con el nombre de Fernando VII (Bucio Ramírez, 2012).
Ante las contradicciones de los Reyes españoles Napoleón Bonaparte reunió a la
familia real en la ciudad francesa de Bayona, y obligó a Carlos IV y a su hijo
Fernando VII a dejar el trono a su hermano José Bonaparte. Napoleón, proclamó
como rey de España a su hermano con el nombre de José I. A partir de ese
incidente surge el 2 de mayo de 1808 un levantamiento popular que impidió la
penetración del Ejército francés en provincias como Zaragoza, Valencia Gerona,
logrando debilitarlo, lo que debilitó considerablemente la monarquía española y
contribuyó al movimiento de independencia de América.
Ante estos acontecimientos, Inglaterra (enemigo de Napoleón Bonaparte) decidió
intervenir activamente en defensa de España, comandado por el General
Wellington. El emperador Bonaparte en persona tuvo que dirigir para derrotar a los
españoles en la Batalla de Somosierra e ingresar a la capital de Madrid.
Sin lugar a duda este hecho contribuyó a romper el equilibrio entre los
gobernantes españoles en las colonias americanas, a causa de producirse un
período casi sin poder.
6.1.2 Acta de Ayuntamiento de la Ciudad de México 1808.
Los órganos de Gobierno más importantes de la nueva España eran, el virrey, la
audiencia y los ayuntamientos.
El virrey, además de gobernador del reino, superintendente de la Real Hacienda y
capitán general del ejército, ejercía facultades legislativas limitadas, que le
permitían dictar reglamentos y ordenanzas, su autoridad se deriva directamente
del Rey, quien extendía y revocaba libremente su nombramiento.
Los cabildos de los ayuntamientos españoles e indígenas administraban las
ciudades y villas españolas, y otros, los pueblos indígenas. Ambos eran
jurídicamente de igual jerarquía y estaban organizados de manera semejante. Las
funciones ejecutivas las desempeñaban los regidores, y las judiciales, los alcaldes.
Notablemente fue la eficacia de los cabildos españoles de América, llamados
criollos, para administrar, proteger, embellecer y servir las ciudades del continente
a su cargo. En base a su experiencia en el manejo de los asuntos públicos, los
ayuntamientos se constituyeron en juntas de Gobierno y ejercieron el poder
durante la crisis política en la que la España quedó bajo el dominio napoleónico
(Tena Ramírez, 2011).
En México, constituían el Tribunal Superior o real audiencia siete oidores y tres
fiscales. En relación con la consulta que hizo el virrey, qué hacer ante la situación
en la cual España se había quedado sin rey, había dos caminos. Uno era rendir
obediencia a Napoleón y el otro, no reconocer la dominación extranjera. Según el
acta de la sesión del real acuerdo, 15 de julio, lo único que se acordó fue
mantener el Reino en estado de defensa, por lo que pudiese sobrevivir.
El Ayuntamiento de la Ciudad de México, con base en las leyes de indias, dio dos
cuestiones fundamentales; primero: que la renuncia de Fernando VII a la corona
era nula, también no serían dados ningún bien que fuera otorgado a Napoleón por
la corona Española y que en caso de ser válida Nueva España era la legítima
heredera, en lo que le correspondía, de la corona; segundo que era conveniente
que Iturrigaray siguiera frente al gobierno, aunque ya no con su antiguo cargo de
virrey sino de encargado del Reino para hacer esto posible era necesario que se
convocara a un Congreso Nacional.
Tales son las bases jurídicas que se obligaría a los miembros del Ayuntamiento de
México, en agosto de 1808, a presentar al virrey José de Iturrigaray una doble
petición:
Que convocará a un Congreso de representantes de todas las ciudades, villas y
demás lugares del reino, que asumieran las atribuciones de las facultades de la
soberanía y que por ende tomará en sus manos la majestad de la nación.
Todas las otras autoridades constituidas debían obligarse a sí mismos ante el
congreso, desde el primero hasta el último de los empleados públicos.
Se tratarían los asuntos más importantes que requirieran resolución soberana
sobre todo en materias de hacienda, guerra, justicia, así como los nombramientos
de los principales funcionarios del reino, debían someterse al congreso.
Así, el reino debía quedar momentáneamente representado por las superiores
autoridades que le gobiernan y administran justicia (virrey y audiencia) así como
por la ciudad (ayuntamiento) y demás corporaciones civiles y eclesiásticas,
reunidas en congreso, y adquirir el compromiso de devolver la soberanía al
monarca cuando se hallase libre de toda presión extraña. La soberanía ya no
residía en el rey, esta residía en las clases que componían el reino, éstas tendrán
la atribución de representarlo frente a otras naciones, expedir leyes, nombrar a sus
autoridades y hacer justicia en todos sus niveles, incluyendo la última instancia,
mientras el rey recupera su trono.
Hasta entonces, las autoridades más importantes habían dimanado del rey. No
existiendo este, las actuales habían perdido fundamento, legitimidad y razón de
ser. La propuesta del ayuntamiento, al invertir la situación, resolvía el problema,
además, en forma conveniente para todas las partes, sobre todo para el virrey.
Los altos funcionarios del reino ya no dependerían del rey, dependerían del reino;
ahora estos incluyendo el rey dependería del reino representado por sus
corporaciones y administrado por el virrey, por lo menos en forma provisional,
hasta que el rey regresará.
Porque si no regresaba se presentó la posibilidad, de que en dichas corporaciones
nombraran a Iturrigaray “primer rey de la Nueva España Independiente”, según
escribió en sus notas Melchor Talamantes y se propagó como rumor en los
círculos políticos de la capital, con gran preocupación de los oidores.
Dos eran las novedades más importantes de esta representación como, se
llamaba a la propuesta:
La creación inmediata y momentáneamente de un nuevo poder político,
provisional, compuesto de varios órganos: ayuntamiento de México, cómo órgano
superior de justicia, y encargado del gobierno del reino, con facultades específicas
en materia de hacienda y guerra, la creación a más largo plazo de un poder
político supremo, el congreso nacional, ante el cual se sometieron todas las
autoridades del país, empezando por el virrey y los oidores con nuevos títulos y
funciones, y seguidos de aristócratas, altos oficiales del ejército, jefes de oficina,
obispos y todos los demás; poder político supremo que descansaría
fundamentalmente en los ayuntamientos, a través de sus representantes.
Pero en términos políticos, la propuesta era de mayor trascendencia, porque
implicaba un pacto entre americanos y peninsulares para gobernar el país en
forma autónoma y mantenerlo en estado de defensa no solo frente a Francia sino
también de la misma España. El virrey sometió a consulta de la audiencia o real
acuerdo la propuesta del ayuntamiento y el 20 de julio, en el curso del debate, los
oidores manifestaron claramente su disgusto.
Con asistencia de alcaldes y fiscales dicho real acuerdo reprochó al Ayuntamiento
dos cosas: primero, que “haya tomado sin corresponderle a la voz y
representación de todo el Reino” y segundo, que haya planteado “medios que no
corresponden al fin propuesto, ni son conformes a las leyes fundamentales de
nuestra legislación, ni tampoco coherentes con los principios establecidos” si
había jurado fidelidad al monarca y obediencia a las leyes de la corona, las
autoridades debían continuar ejerciendo sus funciones de acuerdo con dichas
leyes, hasta que la situación se aclarase.
Al rechazar la propuesta de los americanos, los oidores peninsulares rechazaron
no solo la posibilidad de establecer temporalmente un nuevo órgano de poder, con
facultades específicas para hacer frente a la situación. Sino también de
compartirlo con ellos en igualdad de condiciones. En otras palabras, rechazaron el
pacto político que les fue propuesto. Nunca más se les volverá a plantear con tal
generosidad.
6.1.3 Inicio del movimiento independentista y el bando de Hidalgo.
Con el inicio del movimiento armado, liderado por Miguel Hidalgo, Ignacio Allende,
Mariano Abasolo, entre otros. En la madrugada del 16 de septiembre de 1810, fue
el preámbulo de una lucha armada, que se prolongaría por un periodo de diez
años, en busca de la independencia de la Nueva España de la corona española.
La liberación de México se diferenció de otros movimientos políticos ocurridos en
Hispanoamérica, por aspirar a una transformación social, muestra de ello es la
participación masiva campesina, que imprimió al movimiento insurgente un
carácter notablemente rural. Ese elemento distintivo, hizo de nuestra guerra de
independencia, la primera revolución social de los tiempos modernos, se dividen
en dos etapas:
Primera etapa septiembre de 1810 a julio 1811.
Se puede notar al inicio una improvisación, desorganización y una carencia de
objetivos claros de la lucha revolucionaria, esta situación se manifiesta en el curso
de la lucha revolucionaria, al igual que en el discurso de Hidalgo, donde el
propósito fundamental de la lucha que se iniciaba era ponerle fin al mal gobierno
de los españoles, pero se lanzaron vivas a Fernando VII, Finalmente concluye con
la muerte de Hidalgo y otros importantes líderes del movimiento.
Segunda etapa organización y definición. julio de 1811 a diciembre de 1815.
Finalmente se definen los propósitos del movimiento de independencia. el
documento que mejor refleja al ideario social y político de Morelos, se conoce con
el nombre de sentimientos de la nación donde por primera vez se plantea la
independencia de México del dominio español, además se mantenía la religión
católica como oficial, sin tolerar otra: la soberanía dimanaba directamente del
pueblo, el que la deposita en sus representantes; se dividieron los poderes en
legislativo, ejecutivo y judicial, quedaba proscrita la esclavitud, y la distinción de
castas, entre otras cuestiones (Bucio Ramírez 2012).
6.2 Proyecto Gaditano.
El constituyente gaditano y el novohispano de 1813, guarda diferencias en cuanto
a su perspectiva ideológica y a sus fines inmediatos, sin embargo, ambas
contempla la organización de la forma de gobierno de un Estado, el primero
definido como un Estado Antiguo y el segundo como un Estado Nuevo que apenas
se asoma a la vida independiente.
Dentro de las diferencias que podemos señalar entre el documento peninsular y el
de Apatzingán encontramos las siguientes:
Territorio al que se aplican.
La legislación de Cádiz abarca todo el imperio español, entendiendo por tal a las
provincias de la península Ibérica “con sus posesiones e islas adyacentes”, así
como los territorios bajo dominio metropolitano en América y las Filipinas. En
cambio, el derecho americano sólo abarca lo que en Cádiz denomina “La nueva
España con la nueva Galicia y Península de Yucatán, Guatemala, provincias
internas de Oriente, provincias internas de Occidente”, en suma “La América
mexicana”. El concepto de ciudadanía. En consecuencia, la definición de
ciudadanía de uno y otro territorio será distinta; pero independientemente de esta
primera e inherente diferenciación, vale la pena reparar en que el argumento
americano de ciudadanía es más inclusivo pues establece que: “Se reputan
ciudadanos de esta América todos los nacidos en ella”, quedan fuera entonces los
españoles que no consiguieron carta de naturalización, mientras que la
contraparte metropolitana dota de esta calidad a todos los nacidos en territorio
español avecindados en ellos y con padres que cumplieran los mismos requisitos
a excepción de los descendientes de negros, es decir, si dejaba afuera a las
castas tampoco gozaban de esta condición los desempleados sirvientes
domésticos o deudores. Este punto ha sido considerado fundamentalmente para
que el movimiento insurgente reafirmará su negación a someterse a la legislación
gaditana, pues el hecho de excluir a las castas de la concesión de la ciudadanía
era un recurso eficaz para reafirmar el dominio español en las colonias dado que
si se minaba la base de representatividad americana en las Cortes. En este
sentido, la igualdad entre los habitantes de la península y ultramar de la que hace
ardid la Constitución de Cádiz no es más que una declaración de palabra; la
diferencia estaba presente y se traducía en la continuación de la subordinación
novohispana, aunque matizada. Forma de gobierno. Al hablar las similitudes se ha
dicho que las dos cartas magnas establecen la división del Poder Ejecutivo
Legislativo y Judicial. Sin embargo, es en la conformación de la primera de estas
instancias donde radica la diferencia fundamental. En el escrito de Cádiz: “El
gobierno de la nación española es una monarquía moderada hereditaria”, en tanto
que el Congreso Insurgente contempla una república a la manera de triunvirato
para evitar la concentración del poder en una sola persona. Pensar en el
constitucionalismo gaditano y el de Apatzingán como proyectos completamente
contrapuestos sería un grave error. Como ya se ha señalado, las convergencias
pueden ser mayores que las divergencias en ambos textos. Asimismo, el
fundamento y la finalidad de los mismos es coincidente: dotar de derechos,
libertades y obligaciones a una ciudadanía floreciente como base de un estado
liberal que asegure la igualdad y la libertad para todos.
6.2.1 Constitución de Cádiz.
La invasión de España y la manera en que llevo cabo trajo consigo el
levantamiento generalizado del país contra el emperador. Ante la falta de dirección
España tuvo que crear sus propios órganos rectores conformándolos con
miembros de las clases ilustradas.
La integración de las Cortes de Cádiz favoreció el bando liberal compuesto
principalmente por hombres ilustrados de clase media. Ellos llevaron a cabo una
serie de reformas de tipo liberal y mas trascendental por articular el sistema de
gobierno y cubrir en su totalidad el área política. La Constitución de Cádiz del 19
de marzo de 1812 está dividida en 10 títulos y 384 artículos; enuncia como
principios fundamentales los siguientes:
• La nación española está compuesta por los españoles de ambos
hemisferios.
• La nación es libre e independiente y no puede ser patrimonio de ninguna
familia ni persona.
• La soberanía reside esencialmente en la nación y a esta pertenece el
derecho a establecer sus leyes fundamentales.
• La religión es y será católica, y se prohíbe el ejercicio de alguna otra.
• La nación está obligada a proteger mediante las leyes la libertad civil, la
propiedad y los derechos legítimos de los individuos que la componen.
• La felicidad de la nación es el objeto del gobierno.
• Los poderes del Estado son tres: El legislativo correspondiente a las Cortes
con el rey; El Ejecutivo a cargo del rey; El Judicial con los tribunales de
Justicia.
• La forma de Gobierno es la de una monarquía moderada y hereditaria.
La Constitución trato de complacer a todos: a los nobles les permitió continuar con
sus títulos y honores, al clero conservar el pleno goce de su opulencia, inmunidad
y fueros privilegiados a las clases medias con la seguridad y protección que nunca
habían tenido y al pueblo en general el ejercicio de todos sus derechos y
prerrogativas.
La Constitución de Cádiz fue la primera que rigió formalmente a México, todavía
con el nombre y el régimen de la nueva España.
Además de este texto constitucional se desprendieron luego otras leyes
reglamentarias destacan entre otras:
Noviembre de 1810. Libertad de imprenta.
Diciembre de 1810. Abolición de la esclavitud.
Marzo de 1811. Agricultura e industria en América.
Marzo de 1811. Abolición del tributo de los indios y reparto de tierras.
Abril de 1811. Abolición de la tortura.
Agosto de 1811. Abolición de los privilegios de los señoríos.
Noviembre de 1811. Igualdad de criollos y de peninsulares y libertad económica.
Enero de 1812. Abolición de la pena de la horca.
Enero de 1812. Admisión de negros y mulatos en la Universidad.
Mayo de 1812. Ayuntamientos constitucionales.
Mayo de 1812. Exclusión de eclesiásticos en cargos municipales.
Octubre de 1812. Proceso penal.
Noviembre de 1812. Jurisdicción castrense, religiosa y ordinaria.
Noviembre de 1812. Abolición de la mita y otras formas de servidumbre indígena.
Enero de 1813. Reducción de baldíos y terrenos comunes.
Febrero de 1813. Abolición de la Inquisición y nacionalización de sus bienes.
Marzo de 1813. Responsabilidad de empleados públicos.
Junio de 1813. Servicio militar general.
Junio de 1813. Libertad de gremios.
Junio de 1813. Derechos de autor.
Noviembre de 1813. Abolición de la pena de azotes.
Noviembre de 1813. Supresión de las misiones de religiosos.
6.3 Proyecto insurgente.
Sentimientos de la nación.
• “Sentimientos de la Nación” es un documento que fue leído por José María
Morelos y Pavón el día 14 de septiembre de 1813 durante la apertura del
Congreso de Anáhuac en la ciudad de Chilpancingo en ese entonces,
dentro de la Provincia de Tecpan.
• Se fundamenta con la independencia de Estados Unidos y así como la
revolución francesa.
• Se convirtió en uno de los textos más emblemáticos de México debido a
sus ideas liberales.
Asistieron al Congreso de Anáhuac doce delegados en representación de
provincias.
El primer Congreso Constituyente se instaló en esa fecha.
De entre los diferentes puntos que consta el documento lo más relevante del
contenido fue lo siguiente:
• Declarar la independencia y libertad de América de España de cualquier
otra nación gobierno o monarquía.
• Reafirmar la religión católica como la única aceptada sin tolerancia de otra.
• Establecer que la soberanía dimanaría del pueblo y del Supremo Congreso
Nacional Americano compuesto por representantes de cada provincia en
igualdad de números, eliminándose la figura del rey de España.
• Una vez reconocida la soberanía de la nación y con una política inspirada en
la Revolución francesa, el gobierno se dividiría en tres poderes: legislativo,
ejecutivo y judicial.
• Con la finalidad de proteger a los americanos, los empleos quedarían
reservados para estos.
• Se cambiaría la forma de gobierno, se eliminaría el sistema monárquico y se
establecería un gobierno liberal.

• Socialmente se pretende una mayor igualdad, reduciendo el tiempo de los


jornales y se debe procurar mejores costumbres para las clases marginadas.
De esta manera Morelos exhortó al Congreso trazar leyes para moderar la
opulencia y la pobreza y lograr así una mayor igualdad social.
• Se proscribe la esclavitud y la distinción de castas para siempre y establece
que todos queden iguales.
• Se desaparecen las alcabalas, estancos y el tributo de los indígenas.
Se proscribe la esclavitud y la distinción de castas para siempre y todos queden
iguales. se desaparecen las alcabalas, estancos y el tributo de los indígenas.
6.3.1 Elementos constitucionales Rayón.
Fue el conjunto de lineamientos a manera de proyecto de Constitución para
México (entonces todavía virreinato de Nueva España).
Redactado en abril de 1812, durante la guerra de independencia de México por el
general Ignacio López Rayón.
Fueron puestos a circular a partir del cuatro de septiembre de 1812, en
Zinacantepec, Estado de México.
El objetivo de constituir una nación independiente de España.
Se le señala como antecedente directo y fuente de creación de los Sentimientos
de la Nación de José María Morelos y Pavón y, por tanto, de la posterior
Constitución de 1824.
6.3.2 Sentimientos de la Nación.
La actitud de los criollos se distinguía por establecer desde el seno de la Nueva
España y no depender de las decisiones, más aun teniendo en consideración que
la península se encontraba descabezada, que emanarán desde España. Diversas
fueron las reuniones y juntas que se dieron con el fin de radicalizar su posición. La
de Santiago de Querétaro, celebrada en casa del corregidor Miguel Domínguez y
su esposa Josefa Ortiz, que con la pantalla de tener Tulia académica y literaria,
congregaba a los militares Ignacio Allende y Juan Aldama, ideas jurídicas
centrales del bando de Miguel Hidalgo en Guanajuato el 6 de diciembre de 1810.
Que todos los dueños de esclavos deberán darles libertad dentro de 10 días, o
pena de muerte, la que se les aplicara por transgresión de este artículo, segundo
que cese para lo sucesivo la contribución de tributos, respecto a las castas que lo
pagaban y toda exacción que los indios exija. Tercero que todos los negocios
judiciales, documentos, escritos y actuaciones se hagan uso de papel común,
quedando abolido del sellado.
Morelos juntaría las ideas propias de la clase media y las pretensiones del
campesinado plasmándolas en sus Sentimientos de la Nación.
Los Sentimientos de la Nación, 14 de septiembre de 1813 conformada por 22
artículos titulados y un artículo añadido.
1. Que la América es libre e independiente de España y de otra Nación,
Gobierno o Monarquía, y que así sancione, dando al mundo las razones.
2. Que la religión católica sea única, sin tolerancia de otra.
3. Que todos sus ministros se sustenten de todos; y solo los diezmos y
primicias, y el pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su
devoción y ofrenda.
4. Que el dogma sea sostenido por la jerarquía de la Iglesia, que son el papa,
los obispos y los curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no
plantó: omnis plantatis quam non plantabit pater meus celestis cradicabitur.
Mat. Cap. XV.
5. Y la soberanía dimana inmediatamente del pueblo, el que sólo quiere
depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de
representantes de las provincias en igualdad de números.
6. Que los poderes legislativo, Ejecutivo y judicial estén divididos en los
cuerpos compatibles para ejercerlos.
7. Que funcionarán cuatro años las vocales turnándose, saliendo los más
antiguos, para que ocupen el lugar los nuevos electos.
8. La dotación de los vocales será una congrua suficiente y no superflua, y no
pasará por ahora de 8,000 pesos.
9. Que los empleos sólo los Americanos los obtengan.
10. Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir, y
libres de toda sospecha.
11. Que los Estados mudan costumbres, y por consiguiente la patria no será
del todo libre y nuestra, mientras no se reforme el gobierno, abatiendo el
tiránico, sustituyendo el liberal, e igualmente echando fuera de nuestro
suelo el enemigo español, que tanto se ha declarado contra (Nuestra
Patria/Nación).
12. Porque como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro
Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo,
moderen la opulencia y la indigencia; y de tal suerte se aumente la jornal
del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el
hurto.
13. Que las leyes generales comprendan a todo, sin excepción de cuerpos
privilegiados; y que esto sólo sean en cuanto al uso de su Ministerio.
14. Que para dictar una ley se haga Junta de sabios, en el número posible,
para que proceda con más acierto y exonere de algunos cargos que
pudieran resultarles.
15. Que la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de
castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el
vicio y la virtud.
16. Que nuestros puertos se franqueen a las naciones extranjeras amigas, pero
que estas no sé internen al reino, por más amigas que sean, y sólo habrá
puertos señalados para el efecto, prohibiendo el desembarque en todos los
demás, señalando el diez por ciento.
17. Que a cada uno se le guarden sus propiedades, y respete en su casa como
en un asilo sagrado, señalando penas a los infractores.
18. Que en la nueva legislación nos admita la tortura.
19. Que en la misma se establezca por la ley constitucional la celebración del
día 12 de diciembre en todos los pueblos, dedicado a la patrona de nuestra
libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos la
devoción mensual.
20. Que las tropas extranjeras, o de otro reino, no pise nuestro suelo, y si fuere
en ayuda, no estarán donde la Suprema Junta.
21. Que no se haga expediciones fuera de los límites del reino, especialmente
ultramarinas, pero que no son de esta clase propagar la fe a nuestros
hermanos de tierra dentro.
22. Que se quite la infinidad de tributos, puestos en posiciones que nos
agobian, y se señalé a cada individuo un 5% de semillas y demás efectos u
otra carga igual de ligera, que no oprima tanto, como la alcabala, el estanco
el tributo y otros pues con esta ligera contribución y la buena administración
de los bienes confiscados al enemigo, podría llevarse el peso de la Guerra
y honorarios de empleados.
23. Que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre, todos los años,
como él día del Aniversario en que se levantó la voz de la independencia, y
nuestra Santa libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se
despegaron los labios de la nación para reclamar sus derechos con espada
en mano para hacer oída recordando siempre el mérito del grande héroe, el
señor Don Miguel Hidalgo y su compañero Don Ignacio Allende.

6.3.3 Constitución de Apatzingán.


Morelos se reunió en Chilpancingo el 15 de septiembre de 1813, con un Congreso
de representantes de las religiones liberadas y qué eligió a Morelos como
Generalísimo encargado del Poder Ejecutivo; el poder Legislativo residía en el
Congreso nacional y el Judicial integrado por 15 funcionarios (Bucio Ramírez,
2012).
Dicho Congreso proclamó el 6 de noviembre de 1813, el acta solemne de la
declaración de independencia de la América septentrional estableció una república
y se dedicó a la elaboración (partiendo de los Sentimientos de la Nación y el
Reglamento para la instalación, funcionamiento y atribuciones del Congreso de
1813). La primera Constitución mexicana mejor conocida como la Constitución de
Apatzingán se promulgó en Apatzingán el 22 de octubre de 1814 (Bucio Ramírez,
2012), conformada por 22 capítulos integrados por 242 artículos y establecía los
siguientes puntos:
La religión oficial era la católica sin tolerar otra.
La soberanía es la Facultad de dictar leyes y de establecer la forma de Gobierno
que más convenga al interés de la sociedad.
La soberanía es imprescriptible, inajenable e indivisible.
Los ciudadanos tienen el derecho incontestable de establecer el Gobierno que
más les convenga.
La Ley es la expresión de la voluntad general en orden a la felicidad común y debe
ser igual para todos.
La felicidad del pueblo consiste en el goce de la igualdad, en la seguridad, la
propiedad y la libertad.
Las supremas autoridades son el Supremo Congreso Mexicano, El Supremo
Gobierno y el Supremo Tribunal de Justicia.
Ese documento en cuestión no sólo se configuró como la primera Constitución
elaborada en territorio nacional que estuvo vigente en México, aunque en un
territorio limitado, una invasión para la época es él incorporar un capitulado
exclusivo sobre derechos humanos. En el artículo 24 establece que la felicidad del
pueblo y de cada uno de los ciudadanos consiste en el goce de los derechos que
son objeto de la institución de los gobiernos y el único fin de las asociaciones
políticas. En su texto quedaron estipulados.
Los derechos, la igualdad, la libertad, la prosperidad y la seguridad.
6.4 El fin de la Independencia.
El 27 de septiembre de 1821, el Ejército Trigarante entró triunfal a la Ciudad de
México. se considera la consumación de la lucha de independencia que inició el
16 de septiembre de 1810.
El 4 de febrero, Iturbide invita a Guerrero a que se reúnan, lo que ocurre el 10 de
febrero en Acatempan, municipio de Teloloapan. En esta reunión ocurre el
episodio conocido como abrazo de Acatempan.
6.4.1 Plan de Iguala y los tratados de Córdoba.
El plan de Iguala es el nombre del documento de carácter político dado a conocer
el 24 de febrero de 1821 en Iguala, Guerrero, por el primer emperador de México,
Agustín de Iturbide.
El plan fue proclamado con el apoyo de Vicente Guerrero, donde proclamó la
independencia y mantuvo la monarquía.
En éste se declararon 23 puntos que trataban sobre la unidad religiosa, la total
independencia de España y la Unión e Igualdad de todas las clases sociales. así
los criollos se pudieron unificar al plan.
El plan dio vida al Ejército Trigarante, que velaría por estas garantías para todos
los habitantes de la Nueva Nación, y de su estandarte, que sería la primera
bandera de México como pueblo independiente.
También daba a conocer la forma en la cual se debería de gobernar el país, y ésta
sería bajo la tutela de una monarquía constitucional.
Se reconoce la independencia de México llamado en lo sucesivo “Imperio
Mexicano”. El Gobierno del imperio será monárquico y constitucional moderado
será llamado a reinar el imperio en primer lugar el rey de España Fernando
séptimo, por renunciar o no admisión su hermano el Infante don Carlos, por su
renuncia o no admisión el infante Francisco de Paula, por su renuncia o no
admisión el Infante Carlos Luis por su renuncia o no admisión el que las Cortes del
imperio estimen conveniente la capital del imperio se da la Ciudad de México.
Se integrará una Junta provisional gubernativa compuesta por los primeros
hombres del imperio que deberán manifestar públicamente su instalación nombrar
una regencia de tres personas quién recibirá el Poder Ejecutivo, en nombre del
monarca hasta que éste sea emperador.
La regencia convoca a cortes en las que reside el poder Legislativo.
La Junta provisional gubernativa; gobernará interinamente conforme a las leyes
vigentes en todo lo que no se oponga al plan de Iguala y mientras las Cortes
forman la Constitución del Estado Mexicano.
El tratado de Córdoba:
Documento que ratificaba lo proclamado en el plan de Iguala; saldría a la luz el 24
de agosto de 1821.
Firmado en la ciudad de Veracruz, por Agustín de Iturbide y Juan O´Donojú.
Están compuestos por 17 acuerdos o artículos, destacando en ellos los incluidos
en el plan de Iguala.
Ahí se reconoce la independencia de dicho país y se detallan los puntos
importantes de la política de la Nueva Nación.
Se destaca:
Reconocimiento de México como estado independiente y soberano que llevaría el
nombre de Imperio Mexicano.
Establecer un gobierno de origen monárquico constitucional, es decir con un jefe
del poder ejecutivo y una asamblea o parlamento que gobierna el poder legislativo.
La creación de un gobierno provisional, esta debía organizar el poder ejecutivo y
cumplir el papel del emperador hasta que se defina quién ocuparía el cargo. Juan
O´Donojú formaba parte de esta Junta provisional gubernamental.
Se daría inicio a un proceso electoral para elegir un presidente de la Junta de
Gobierno.
Se respetaría tal cual las leyes del plan de Iguala.
6.4.2 Acta de Independencia de 1821.
Este documento fue redactado en Palacio Nacional de la Ciudad de México, el 28
de septiembre 1821 por Juan José Espinosa de los Monteros, secretario de la
junta provisional gubernativa declarando que México era una Nación Soberana e
Independiente de España, con quien a partir de ese momento no se mantendría ya
una unión. La Nación Mexicana tenía que constituirse conforme a las bases que
se establecieron en el plan de Iguala y los Tratados de Córdoba.
Figurando a la cabeza un militar Agustín Iturbide y un eclesiástico, el doctor
Antonio Joaquín Pérez, los representantes de las dos corporaciones más
conservadoras del virreinato.
El acta de independencia de 1821 en su redacción decía lo siguiente:
La Nación Mexicana que, por trescientos años, ni ha tenido voluntad propia, ni
libre uso de la voz, sale hoy de la opresión en la que ha vivido.
Los heroicos esfuerzos de sus hijos han sido coronados y está consumada la
empresa, eternamente memorablemente, que un genio, superior a toda
admiración y elogió, por el amor y gloria de su patria principio de Iguala, prosiguió
y llevó al cabo arrollando obstáculos casi insuperables.
Restituida pues esta aparte del septentrión al ejercicio de cuantos derechos le
concedió el autor de la naturaleza y reconocen por imaginables y sagrados las
naciones cultas de la tierra; a libertad de constituirse del modo que más convenga
a su felicidad; y con representantes que puedan manifestar su voluntad y sus
designios; comienza a hacer uso de tal precioso don, y declara solemnemente, por
medio de la Junta Suprema del imperio, qué es nación soberana, e independiente
de la nueva España, con quién, en lo sucesivo, no mantendrá otra unión que la de
una amistad estrecha, en los términos que prescriben los tratados; y entablara
relaciones amistosas con las demás potencias y cuantos actos pueden y están en
posesión de permitir las otras naciones soberanas; que va a constituirse, con
arreglo de acuerdo a las bases del plan de Iguala y tratado de Córdoba.
Estableció, sabiamente el primer jefe del Ejército imperial de las tres garantías; y
el fin que sostendrá, a todo trance, y con sacrificio de los haberes y vidas de sus
individuos, (si fuera necesario) esta solemne declaración, hecha en la capital del
imperio a 28 de septiembre del año de 1821, primero de la independencia
mexicana.
6.5 El derecho de transición.
En la época independiente surgió el movimiento constitucionalista, que
básicamente consistía en la intención de crear una Constitución para el naciente
Estado de México; en este movimiento surgieron 2 formas de gobierno, el
centralismo y el federalismo, que con el transcurrir del tiempo resultó en la
oposición entre conservadores y liberales.
entre los años 1822 y 1824, los constituyentes estaban divididos entre federalistas
y centralistas, el 21 de mayo de 1823 surge el primer nuevo Congreso
constituyente, el cual la tendencia favorecía a los federalistas, por lo que se
decidió que la nación mexicana adoptaría en su gobierno la forma republicana
representativa, popular, federal; se puede notar un influencia por la Constitución
Estadounidense como por los elementos federales de la Constitución de Cádiz, ya
que estaban luchando en contra de la tradicional organización de corte centralista
que había imperado en México desde hace antes de la llegada de los
conquistadores.
Se puede notar en la historia constitucional mexicana, un vaivén entre el
centralismo y el federalismo de los años posteriores a la primera Constitución
federal; es hasta 1867 con el triunfo de la República, que el federalismo se
consolidó en México.
6.5.1 La supervivencia del derecho indiano y la sustitución de los
ordenamientos coloniales entre 1821 y 1871.
El punto 20 del plan de Iguala manifiesta la permanencia de las leyes españolas
en todo lo que no contravenga al propio plan, disposición que se vio reforzada en
el artículo segundo del proyecto de reglamento provisional político del imperio. En
tal virtud y para el manejo de los tribunales se siguió aplicando el antiguo derecho
Español, que se entiende que sería derogado paulatinamente en la medida en que
el legislativo de la nación fuera expidiendo en su oportunidad nuevos
ordenamientos jurídicos.
El primer Congreso Constituyente de México decretó en 1822 que quedaban
confirmadas las autoridades jurisdiccionales para que continuarán impartiendo
justicia según las leyes en ese momento vigentes.
Para determinar cuáles eran las leyes vigentes de la época de la dominación
española y su orden de prelación, así como el lugar que ocuparía las nuevas
normas de México Independiente, se ofreció la siguiente lista:
Decretos dados por los congresos mexicanos.
Decretos dados por las Cortes de España, publicados antes de declarar la
independencia.
Reales disposiciones novísimas aún no inscritas en la recopilación.
Leyes de recopilación española de 1805.
Leyes de la nueva recopilación de 1567.
Leyes del fuero real y juzgó de 1255.
Estatutos y fueros municipales de cada ciudad, en lo que no se oponga a Dios, la
razón y a las leyes escritas.
Las 7 partidas, en lo que no estuvieran derogadas.
En 1838 una circular del Ministerio del interior manifestaba que seguían vigentes
las disposiciones de la época en la dominación española, en todo lo que no fueran
contrarias a las normas nacionales.
Posterior a la independencia:
Se intenta crear un Congreso cuyos miembros fueran electos de manera indirecta
entre las clases privilegiadas, a fin de promulgar una Constitución propia; sin
embargo, muchos legisladores se inclinaban por tomar como modelo La
Constitución Española.
Se cambia la figura administrativa y se transforma de un virreinato a un imperio
(imperio de Iturbide), Pero se sigue aplicando el derecho español a carencia de
uno propio; el 24 de febrero de 1822, estableció las bases constitucionales que
serían su fundamento.

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