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Infecciones de vías urinarias generalidades

Consiste en la invasión generalmente bacteriana en el endotelio, dando como resultado la


respuesta inflamatoria que en su mayoría es sintomática. Comprende diversas entidades clínicas
que incluyen bacteruria asintomática, cistitis, prostatitis y pielonefritis.

Se usa el término UTI para designar a la enfermedad sintomática, cistitis para señalar la infección
sintomática de la vejiga y pielonefritis para nombrar a la infección sintomática de los riñones.

Epidemiologia y factores de riesgo

Las infecciones de vías urinarias, excepto en lactantes y ancianos, surgen con mayor frecuencia en
mujeres que en varones.

En el periodo neonatal, la incidencia de tales infecciones es un poco mayor en varones que en


mujeres, porque los lactantes varones tienen más a menudo anomalías congénitas del aparato
urinario.

Después de los 50 años de vida, se tornan más comunes en varones los casos de obstrucción por
hipertrofia prostática y la incidencia de UTI es casi igual en ambos géneros

Se sabe que incluso 50 a 80% de las mujeres en la población general se contagia de una UTI como
mínimo, durante su vida y, en muchos casos, se trata de una cistitis sin complicaciones.

Etiología

Por lo común los patógenos implicados en las ITU son bacterias, bacilos gramnegativos esféricos
que migraron a las vías urinarias y algunos gram positivos

En la cistitis aguda sin complicaciones, E. coli comprende la mayor parte de los gérmenes aislados;
Staphylococcus saprophyticus, otros microorganismos menos frecuentes Klebsiella, Proteus,
Enterococcus y Citrobacter Pseudomonas aeruginosa

 En la infección nosocomial se encuentran las mismas bacterias que en el entorno


comunitario, pero con prevalencias diferentes y tasas de resistencia más elevadas, la E.
coli es la más frecuente (50%). También Pseudomonas, Citrobacter y Serratía. Un
problema creciente en el ámbito hospitalario es la infección urinaria secundaria a
bacterias productoras de BLEE (betalactamasas de espectro extendido), sobre todo en
cepas de E. coli y Klebsiella, ya que condicionan dificultades importantes para su
tratamiento por la resistencia a antibióticos.
 Hongos: infrecuentes, frecuentes en inmunodeprimidos y en UCI (Candida albicans)

Patogenia

Son el resultado entre el patógeno urinario y el huésped, esta infección depende de:

 La virulencia del patógeno


 Tamaño del inocuo
 Alteraciones de defensa del huésped

Vías de infección:

 Vía ascendente: Las bacterias pueden llegar desde el ano la uretra distal o la vagina,
pueden invadir la uretra y subir, más frecuente
 Hemática: Es poco común y puede ser por bacteriemia por Staphylococcus aureus-Candida
o Mycobacterium tuberculosis
 Linfática: La transmisión directa de bacterias desde órganos adyacentes, se produce en
casos pocos usuales

CLASIFICACION:

Según el agente etiológico - Bacterianas


- Mico bacterias
- Micoticas
Según su localización - IU alta: pielonefritis aguda y crónica
- IU baja: cistitis, prostatitis,
epididimitis, uretritis
Según su complejidad - No complicada
- Complicada
Por su recurrencia - Reinfección
- Recidiva
No complicadas: Afectan a mujeres jóvenes (pre menopáusicas) no embarazadas, sin anomalías
anatómicas o funcionales del tracto urinario y sin patología de base ni instrumentación urinaria
reciente. Responden bien al tratamiento (pautas cortas).

Complicadas: Afectan a varones, mujeres embarazadas o postmenopáusicas y personas con


anomalías anatómicas o funcionales del tracto urinario y/o con patología de base y/o con
instrumentación urinaria reciente. Riesgo moderado de evolucionar a sepsis, destrucción tisular u
otros estados de morbimortalidad.

Reinfección: gérmenes diferentes a tratados con anterioridad >2 semanas, después de la IU


anterior, tratamiento corto y prevención.

Recidivas: mismo microorganismo tratado con anterioridad, <2 semanas, tratamiento largo.

DIAGNOSTICO

SINDROMES CLINICOS

- Bacteriuria asintomática: no tiene manifestaciones locales o sistémica de las vías


urinarias, El cuadro clínico inicial es el de un sujeto a quien se le practica un cultivo de
orina como método de detección inicial por alguna causa no vinculada con el aparato
genitourinario y accidentalmente se descubre bacteriuria.
- Cistitis: disuria, polaquiuria y urgencia miccional, también se puede observar nicturia,
dificultad para la emisión del chorro, molestias supra púbicas y hematuria macroscópica,
dolor en el flanco y fiebre que es indicativo de infección invasora.
- Pielonefritis: febrícula, lumbalgia, escalofríos, náuseas, vómito y dolor en flanco. Entre
esta y la cistitis la diferencia el tipo de fiebre, aquí hay picos altos que muestran mejoría en
72 h de iniciar el tto.
- Prostatitis: anomalías infecciosas y no infecciosas de la próstata. Las infecciones pueden
ser agudas o crónicas, de naturaleza casi siempre bacteriana. El cuadro inicial de la
prostatitis bacteriana aguda comprende disuria, polaquiuria y dolor en la zona prostática,
pélvica o perineal, fiebre, escalofríos y síntomas de obstrucción del cuello vesical.
El cuadro clínico inicial de la prostatitis crónica bacteriana es más inconstante porque hay
episodios recurrentes de cistitis que se acompaña en ocasiones de dolor pélvico y perineal.
En el caso de un varón con un cuadro inicial de cistitis recurrente, habrá que buscar un
foco prostático.

TRATAMIENTO

Bacteriuria significativa asintomática

Su tratamiento sólo está indicado en aquellas situaciones en las que existe evidencia que el
tratamiento antibiótico disminuye el riesgo de infección clínica y de complicaciones a largo plazo.

Cistitis aguda

En una infección sin riesgo de complicación con 3 dias de tratamiento seria suficiente. Los
antibióticos recomendados son: nitrofurantoína, cotrimoxazol, amoxicilina/clavulánico,
cefalosporinas orales de segunda generación (Cefoxitina, cefonicid, cefamandol) y fosfomicina.

En los casos de cistitis aguda con criterios de complicación, el tratamiento debe prolongarse al
menos durante 7-14 días. Tras cumplir el ciclo antibiótico, requiere la realización de un urocultivo
de control para confirmar la efectividad del tratamiento.

Pielonefritis aguda

PNA con criterios de ITU no complicada, sin gran afectación del estado general: Observación
durante 6-12 horas en urgencias y alta domiciliaria. Tratamiento empírico hasta antibiograma
consistente en ceftriaxona, quinolonas o aminoglucósido (gentamicina) asociado a ampicilina
durante 10-14 días. Es conveniente realizar un control analítico en las 48-72 horas posteriores en
consultas externas para ver su evolución

PNA con grave afectación del estado general o pielonefritis aguda complicada: Ingreso
hospitalario. Tratamiento antibiótico empírico intravenoso con cefotaxima más aminoglucósido
(para cubrir enterococo) o monoterapia con betalactámico de amplio espectro (imipenem,
meropenem o piperacilina-tazobactam) hasta tener antibiograma, aunque las pautas anteriores no
están contraindicadas. La duración del tratamiento debe ser 14-21 días. Es obligado la realización
de ecografía o TC ante una PNA sin mejoría en 72 h.

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