Está en la página 1de 44

Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco

Nivel Intermedio - Grupo AR02G


Índice VI. Conclusión
VII. Bibliografía
I. Justificación
II. Objetivos I. Justificación
III. Introducción
IV. Diseño del libro y de la página
V. Análisis semántico-diseñístico de
los elementos de la página y del libro
a. Soporte
b. Retícula
c. Márgenes
d. Columnas
e. Letras
f. Capitulares
g. Ilustraciones
h. Encuadernación
-Analizar el libro medieval desde una perspecti- (O DQiOLVLV VH OOHYDUi D FDER SULPHUR DO
va diseñística en los siguientes puntos: soporte, esclarecer la diferencia entre el diseño de
Los análisis diseñísticos que se realizan hacia retícula, márgenes, columnas, letras, capitulares, XQ OLEUR \ GH XQD SiJLQD HVWR FRQ HO ÀQ
la época medieval han terminado como ilustraciones y encuadernación. de evitar errores que nos imposibilita-
excelentes contribuciones a la comprensión ría comprender atributos importantes en
del entorno de las obras, sin embargo no -Relacionar la perspectiva diseñística del cada uno. Posteriormente analizaremos
han actualizado de alguna manera la rique- libro medieval con una interpretación semán- los siguientes elementos, al mismo tiempo
za del diseño que ellas presentan. tica actual. que se realice una interpretación semántica
actual: el soporte, la retícula, los márgenes,
Lo anterior hace necesario realizar un estu-
GLRGHOGLVHxRJUiÀFRGHOOLEURHQOD(GDG II. Introducción las columnas, las letras, las capitulares, las
ilustraciones y la encuadernación. Finaliza-
Media que nos permita emitir interpretacio-
remos el trabajo con la síntesis de nuestros
nes semánticas que puedan contribuir a la
utilización actual del diseño medieval. (QOD(GDG0HGLDH[LVWLyXQDJUDQULTXH]D elementos y análisis conducidos hacia el
JUiÀFDHQORVOLEURVPLVPDTXHUHTXLHUHVHU GLVHxRHGLWRULDOGHOD(GDG0HGLDHQUHOD-
puesta en la mira del diseñador editorial FLyQ GLUHFWD FRQ HO GLVHxR JUiÀFR DFWXDO D
para retomar aspectos que podrían serle de través de las interpretaciones semánticas.
II. Objetivos indudable utilidad.

(V LPSRVLEOH GHFLU TXH HQ OD (GDG 0HGLD


General: existía la concepción de diseño editorial, lo
FXDOKDFHHYLGHQWHODÀQDOLGDGGHHVWHWUDED-
- Comprender diseñísticamente al libro de jo: analizar la época Medieval atribuyéndole
OD (GDG 0HGLD FRQ OD ÀQDOLGDG GH HPLWLU VLJQLÀFDGRVTXHHQHVWHPRPHQWRFRQFHEL-
interpretaciones semánticas desde la actua- mos para lograr comprenderla, es decir, no
lidad. se tratará la información de manera estricta-
mente hermenéutica, por no ser histórica la
ÀQDOLGDGGHHVWHWUDEDMRORFXDOLQFOXLUiXQD
serie de especulaciones semánticas acerca
de las obras, con la intención de atribuirles
una interpretación desde la perspectiva del
diseño editorial actual, lo cual implica notar
palabras como retícula, interlineado ó tipo-
grafía en un libro de horas, de liturgia ó en III. Diseño del libro y de la página
la Biblia.
Específicos:

I
(V SUHFLVR HQXQFLDU OD GLIHUHQFLD HQWUH HO ORV VLJQLÀFDQWHV PRVWUDQGR DO VLJQLÀFDGR planta acuática de la familia de las ciperá-
diseño del libro y de la página, para lograr HVSHFtÀFDPHQWHTXLHQDVXYH]QRVOOHYDUi ceas, ubicada generalmente en las aguas
comprender importantes diferencias al a una página nueva que nos presentará algo palustres y estancadas. Su difusión se hizo
abordar en retrospectiva el diseño editorial diferente, quien inevitablemente nos invita- DRULOODVGHOYDOOHGHO1LORGHO(~IUDWHVGH
GHOD(GDG0HGLD rá a seguir adelante. (WLRStD6LULD3DOHVWLQD\ÉIULFD7URSLFDOOR
cual le ayudó a persistir a lo largo de varios
(O SULPHUR HV OD FRQVWLWXFLyQ FRQMXQWD GH
todas las páginas, mientras el segundo
V. Análisis semántico-diseñístico de milenios, lo que le hace ser considerada
como una de las plantas con más antigüe-
representa el orden de elementos menores los elementos de la página y del libro dad conocidas por el ser humano, además
que lo conforman, tales como la retícula, los de haber jugado un rol fundamental en la
márgenes, las letras, las columnas, las capi- A continuación se realizará un análisis de evolución del pensamiento, fue vehículo
tulares y las ilustraciones para transmitir los componentes de la página desde la pers- de las ideas por varios milenios en civili-
una idea concreta, al mostrarnos vía signi- pectiva semánticamente ejemplos de obras zaciones muy poderosas como la egipcia,
ÀFDQWH DTXHOOR TXH HO VLJQLÀFDGR WLHQH /D medievales. donde fue utilizada casi durante cuatro mil
página tiene la función de transmitirnos un años; griega, donde fue hizo su aparición
FRQMXQWR GH LGHDV HVSHFtÀFDV TXH XQLGDV a. Soporte hacia el siglo VII a.C.; romana, donde se dio
a otras páginas y enlazadas a la portada y continuidad a la utilización griega; medie-
la encuadernación nos muestra un objeto 8QVRSRUWHHQOD(GDG0HGLDIXHODVXSHUÀ- val, donde el papiro fue conocido en Sicilia
FDUJDGRGHLQÀQLWRVVLJQLÀFDGRVTXHSHUFL- cie sobre la que el copista realizó su trabajo, como “paperio” o “pampero” y por simi-
biremos a través de la vista, del tacto, del ODFXDOYDULyFRQHOWLHPSRORTXHLQÁX\yGH litud “parruca” o . “pilucca”; en 1780 sería
ROIDWR«(OOLEUR gran manera en la obra. Analizar los sopor- redescubierto por Saverio Landolina cerca
tes es muy importante, ya que al conocerlos, del río Anapo, echando a andar de nuevo
(OGLVHxRGHOOLEURVHHQFDUJDUiGHEULQ- se comprenden varios factores que ayudan esta industria.
darle un sentido general a la significa- a esclarecer ciertos aspectos de la obra que
ción, la cual provocará una reacción en tienen que ver con su contexto y con su 6X SUHSDUDFLyQ HQ (JLSWR QR GHELy VHU
SULPHUD LQVWDQFLD HQ TXLHQ OR XWLOLFH (O diseño mismo. La utilización de los sopor- GLVWLQWDDSULQFLSLRVGHOD(GDG0HGLD\VL
libro siempre representa una idea gene- WHVIXHYDULDGDDORODUJRGHOD(GDG0HGLD así lo fue, no se tienen registros de su elabo-
ral que se percibe a través de la unifor- dependiendo del lugar y del siglo. ración en esta época.
midad significativa de sus elementos:
portada, páginas y encuadernación. El papiro “Se cortaba solamente el tallo, que podía
alcanzar hasta cinco metros de altura, de
(OGLVHxRGHODSiJLQDYDHQIRFDGRDTXLHQ sección triangular. Se introducía primero en
ya ha tomado el libro. Una página nos va a agua, después se le quitaba la corteza verde y
Utilizado al principio de la época medie- se cortaba en sentido longitudinal en tiras de
PRVWUDUFRQWRGRVVXVHOHPHQWRVDOVLJQLÀ- val, el papiro ó cyperus papyrus fue una 25mm de ancho con un instrumento llamado
cado que está detrás de ellos. La página son

J
acu. Las tiras obtenidas, denominadas hojitas surgir a la liviandad, delgadez e incapaci- numeraban progresivamente, lo cual posi-
(philirae), se extendían entonces sobre una dad para doblarse. bilitó al escriba tener un control de lo que
VXSHUÀFLHSODQDXQDDOODGRGHODRWUD\VH plasmaba, de otra manera, hubiera tenido
mojaban con agua del Nilo. Sobre esta capa se 'HHVWDPDQHUDVXUJLUtDHOOLEURFRQIRUPD que escribir a lo largo del libro en forma de
ponía otra en sentido transversal (texendi labor) GH UROOR (Q (JLSWR HVWDED IRUPDGR SRU  rollo, lo cual suena casi imposible.
y uniéndolas mediante presión se dejaban secar hojas de papiro enrolladas en una varilla de
al sol durante un par de días. Se obtenía así
KXHVRPDUÀORPDGHUD/DHVFULWXUDKHFKD (QHODQWLJXR(JLSWRHOSDSLURIXHXWLOL]DGR
una hoja compacta (plagula)TXHD~QK~PHGD
se aplanaba con un martillo y se pulía y alisa- en él se realizaba generalmente sólo en una para la escritura augusta o real, la cual se
EDFRQXQLQVWUXPHQWRGHPDUÀO'HVSXpV cara de la hoja, debido a la forma de utilizar- hacía en el de tonalidad hierática, caracterís-
la plagulaVHFRUWDED\ÀOHWHDEDSDUDREWHQHU lo –el libro frente al usuario de manera verti- WLFRSRUVXEODQFXUDGHOJDGH]\UHÀQDFLyQ
hojas de un mismo formato, generalmente de cal, apoyado sobre los rodillos formados lo cual le hacía de un prestigio social más
entre 12 y 33cm de largo y de 22 a 33cm de alto, por las hojas de papiro enrolladas sobre la DOWRTXHHOHOHJLGRSDUDODHVFULWXUDFRP~Q
VHJ~QSDUDTXpVHIXHUDQDXWLOL]DU\VLQQLQJ~Q varilla, para después ir siendo desenrollado es decir, el de tonalidad leucósica, caracte-
WLSRGHUHODFLyQÀMDHQWUHODEDVH\ODDOWXUD/D de un lado y enrollado del otro para poder rístico por ser más oscuro y pesado.
unión entre tiras y capas se efectuaba mediante ir avanzando en la lectura-, el utilizarlo por
un adhesivo, o también por medio de simple DPEDVFDUDVVLJQLÀFDEDLPSUDFWLFLGDGWDQWR (Q OD (GDG 0HGLD HO SDSLUR IXH XWLOL]DGR
presión (…), dado que la planta segregaba una
para el escriba como para el lector. para documentos y manuscritos literarios,
sustancia adhesiva (turbidum liquoris gluti-
de éstos solo se conservan cinco ejemplos,
num)…” (Bologna) Sin embargo, existieron los papiros “opis- resaltando De Trinitae de San Hilario del
WURJUiÀFRVµ TXLHQHV HUDQ LPSUHVRV SRU siglo VI y Antichitá Giudaiché de Giuseppe
'HELGR D TXH OD XWLOL]DFLyQ GHO SDSLUR HQ ambas caras, lo cual indicaba que eran de Flavio del siglo VIII.
OD (GDG 0HGLD IXH HVFDVD OR TXH VLJQLÀFD uso privado ó reciclaje de un papiro ya utili-
falta de conocimiento de su utilización para zado anteriormente. (O SDSLUR HV XQ VRSRUWH SXHGH WUDQVPLWLU
componer el libro o la página, explicaremos semánticamente sus características físicas
VX XWLOL]DFLyQ SDUD HVWRV ÀQHV EDViQGRQRV Las características de este soporte hacían (fragilidad, liviandad, delgadez e incapaci-
en la cultura egipcia. que la composición de la página fuera dad para doblarse) a un diseño. Si actual-
GLVWLQWDDRWURVVRSRUWHVHQ(JLSWRVHHVFUL- mente realizáramos un libro utilizándolo
Una vez preparado el papiro, estaba listo EtDSDUDOHODPHQWHDODVÀEUDVKRUL]RQWDOHV como soporte, seguramente nos encontra-
para ser utilizado como soporte de la escri- SDUDHYLWDUGLÀFXOWDGHV\JDQDUYHORFLGDG ríamos con sensaciones intuitivas como
WXUD\DÀJXUDEDFRPRXQHOHPHQWRGLVHxtV- al escribir, a esto podemos agregar que inestabilidad, liviandad y debilidad, lo cual
tico del libro. Para poder hacer el diseño del la escritura que se realizaba era distinta a ser de utilidad en proyectos que requirie-
libro a base de papiro, se tuvo que tener en OD MHURJOtÀFD OR FXDO LQGLFD OD DGDSWDFLyQ ran conceptualmente estas características,
cuenta una característica física muy impor- del modo de escribir (técnica y diseñísti- como un cartel de la anorexia o la bulimia,
tante: la fragilidad, responsable de hacer camente) al soporte que se tenía, además SRUHMHPSOR(VWDLQWHUSUHWDFLyQVHPiQWLFD
se formaron columnas estrechas que se es aplicable en la actualidad, lo cual deja de

K
lado su traslación hacia la época donde se (OSHUJDPLQRVXVWLWX\yDOSDSLURVXVUD]R- “…lavar la piel en agua corriente y fría durante
utilizaba. QHV IXHURQ GLVWLQWDV VHJ~Q HO iQJXOR TXH un día y una noche, o sencillamente, (…) hasta
se trate, históricamente, al caer el Imperio que esté lo bastante limpia. Cuando una piel
(Q JHQHUDO HO SDSLUR HV XQ PDWHULDO TXH Romano de Occidente, los turcos se apode- comienza a pudrirse, su pelo se cae de modo
condicionó el diseño de los libros egipcios, QDWXUDO(QSDtVHVFiOLGRVODVSLHOHVSRGtDQ
raron de las rutas comerciales más impor-
ponerse al sol para acelerar el proceso. Sin
griegos, romanos y medievales (hasta el WDQWHVGHOD(XURSDFRQRFLGDXQDGHHOODV embargo y por lo general, la caída del pelo se
s. III aprox.) debido a sus características era el mar Mediterráneo, quien la comuni- KDFtDGHPRGRDUWLÀFLDOSRQLHQGRHQUHPRMR
físicas, provocando la forma de rollo en el FDED FRQ (JLSWR SULQFLSDO H[SRUWDGRU GH las pieles en tinas de madera o de piedra con
libro y la constitución de los elementos la SDSLUR OR FXDO WUDMR FRQVLJR GLÀFXOWDGHV una mezcla de cal y de agua por un tiempo que
página (pequeñas columnas, escritura no en su abastecimiento, además, otros luga- oscilaba entre tres y diez días (más en invierno,
MHURJOtÀFD HWF  (Q OD DFWXDOLGDG OD IUDJL- res que lo elaboraban subieron sus precios y en cualquier caso, mejor pescando por exceso
lidad, liviandad, delgadez e incapacidad debido al incremento en su demanda y se que por defecto), y removiendo el contenido
para doblarse del papiro, pueden ser reuti- GLÀFXOWy HFRQyPLFDPHQWH VX REWHQFLyQ varias veces al día con una pértiga de madera.
lizadas para distintos proyectos por medio 'HVGHHOiQJXORGHODVOH\HQGDV3OLQLRQRV
Una a una, las mojadas y resbaladizas pieles
de la semántica. FXHQWDTXH3WRORPHR)LODGHOÀRUH\GH(JLS-
son sacadas de la tina y colgadas, con el pelo
WRVHQHJyDDEDVWHFHUGHSDSLURD(XPHQHV hacia fuera, en una gran plancha de madera
Pergamino II, rey de Pérgamo, debido a su deseo de FXUYDGD\YHUWLFDO'HWUiVHOSHUJDPLQHUR
impedir que la biblioteca manejada por este va raspando el pelo, de arriba abajo, con una
~OWLPRFUHFLHUDPiVTXHODGH$OHMDQGULD(Q cuchilla larga y corva de asas de madera en
(VWH VRSRUWH HV KHFKR FRQ OD SLHO GH XQ el punto de vista de los materiales, el perga- ORVH[WUHPRV(OSHORVHGHVSUHQGHGHPRGR
DQLPDO 6X XWLOL]DFLyQ S~EOLFD HV DWULEXtGD mino fue un soporte más resistente que sería sorprendentemente rápido, apilándose en el
D OD ELEOLRWHFD GHO UH\ (~PHQHV GH 3pUJD- capaz de mantener perdurables los libros en VXHORHQK~PHGR\SHVDGRPRQWyQ9DDSDUH-
contraste al papiro, lo cual hizo que se deja- ciendo así la piel desnuda, rosada allí donde el
mo, reconocida por dejar muy atrás a la de
VHGHODGRDHVWH~OWLPR pelo era blanco, y más descolorida allí donde
Alejandría, aunque cabe mencionar que la era castaño. Siempre que ello es posible, se
utilización de la piel como soporte de la elimina también la capa más externa de la
escritura ya se realizaba tiempo atrás con lo (O SHUJDPLQR HV XQ VRSRUWH TXH FRQOOHYD
SLHO(VWHODGRGHODSLHOHQTXHKDEtDEURWDGR
egipcios, judíos, asirios y persas, concreta- XQ SURFHVR GH HODERUDFLyQ PX\ ODUJR (O el pelo es el lado granuloso del pergamino.
mente con la piel. Los romanos en el siglo III Percamenarius era el encargado de fabricar La piel sigue estando todavía muy mojada , y
a.C. procesaron la piel de manera distinta, ORVSHUJDPLQRVVXRÀFLRYDULyHQIRUPDGH goteando la mezcla de agua y cal en que estuvo
adaptándola mejor a los procesos de escri- lugar a lugar y de fecha a fecha. Lo primero VXPHUJLGD(QRFDVLRQHVYXHOYHDODWLQD\D
tura, siendo producida por ello en grandes que se recomendaba hacer era escoger las VLQSHORV(QWRGRVORVFDVRVODSLHOHVGHVSXpV
cantidades y dándose a conocer como perga- pieles aptas para este soporte eran las de puesta de nuevo en la plancha de madera de
oveja, cabra, ternera, cordero, ciervo, cerdo modo que quede hacia fuera el lado no tratado
mineum, debido a que la innovación se llevó
y en raras ocasiones liebre y ardilla, para KDVWDDKRUD(QWRQFHVHOSHUJDPLQHURVHGHGLFD
a cabo en Pérgamo. a eliminar con la cuchilla corva los residuos de

L
VLQSHORV(QWRGRVORVFDVRVODSLHOHVGHVSXpV pocos centímetros y en torno a los bordes de
puesta de nuevo en la plancha de madera de la piel, se incrustan diminutas piedrecillas,
modo que quede hacia fuera el lado no tratado formando con ellas unos a modo de bultos,
KDVWDDKRUD(QWRQFHVHOSHUJDPLQHURVHGHGLFD HQOD]DGRVSRUPHGLRGHXQDFXHUGD(ORWUR
a eliminar con la cuchilla corva los residuos de extremo de ésta se sujeta a la ranura de una

Escena donde se puede apreciar el instrumento que sujeta la piel


FDUQHYLVFRVD\ÁiFLGDTXHSXHGDQTXHGDU6L clavija giratoria instalada en el marco. Uno
la operación se hace con demasiada fuerza, se tras otro, esos “bultos” y sus cuerdas quedan
puede, inadvertidamente, hacer un corte en la unidos alrededor de los bordes hasta que la piel
piel, pues este enérgico y rápido trabajo exige llega a parecer una especie de trampolín verti-
al propio tiempo una sorprendente delicadeza cal y las clavijas acaban por sujetar fuertemente
y experiencia. La piel, ya deprovista de pelo y la piel.” (Hamel, 1999).
limpia, vuelve a ser puesta en remojo (ahora en
agua clara) durante dos días más, con objeto
GHTXHGHVDSDUH]FDQORVUHVWRVGHFDO7HUPLQD
así la primera (…) etapa en la fabricación de los
pergaminos.” (Hamel, 1999)

´(VHQODVHJXQGDIDVHGHOSURFHVRFXDQGROD
piel se transforma realmente en pergamino. Se
trata ahora de poner a secar la piel extendién-
dola bien tensada en un bastidor de madera.
3HVDGD\PRMDGDFRPRFRQVHFXHQFLDGHVX~OWL-
ma inmersión, la piel cuelga totalmente exten-
dida en el mencionado bastidor, el cual puede
circular (los manuales medievales lo describen
precisamente como un circulus) o bien más o
menos rectangular, parecido al de una pizarra
y de un tamaño semejante, tal y como aparece
en un manuscrito de Bamberg del siglo XIII.
La piel no puede ser clavada al marco, pues
conforme se seca se va encogiendo, y los bordes
acabarían por romperse; en todo caso, el conti-
nuo uso de los bastidores los haría inservibles
si se los acribillara con clavos.” (Hamel, 1999).

“Así pues, el pergamino cuelga la piel por


medio de pequeñas cuerdas sujetas a una serie
de clavijas ajustadas al marco de madera. Cada

M
Pergamino roto debido a la existencia de pequeño hoyo a la hora de su preparación
FDUQHYLVFRVD\ÁiFLGDTXHSXHGDQTXHGDU6L trata ahora de poner a secar la piel extendién-
la operación se hace con demasiada fuerza, se dola bien tensada en un bastidor de madera.
puede, inadvertidamente, hacer un corte en la 3HVDGD\PRMDGDFRPRFRQVHFXHQFLDGHVX~OWL-
piel, pues este enérgico y rápido trabajo exige ma inmersión, la piel cuelga totalmente exten-
al propio tiempo una sorprendente delicadeza dida en el mencionado bastidor, el cual puede
y experiencia. La piel, ya deprovista de pelo y circular (los manuales medievales lo describen
limpia, vuelve a ser puesta en remojo (ahora en precisamente como un circulus) o bien más o
agua clara) durante dos días más, con objeto menos rectangular, parecido al de una pizarra
GHTXHGHVDSDUH]FDQORVUHVWRVGHFDO7HUPLQD y de un tamaño semejante, tal y como aparece
así la primera (…) etapa en la fabricación de los en un manuscrito de Bamberg del siglo XIII.
pergaminos.” (Hamel, 1999) La piel no puede ser clavada al marco, pues
conforme se seca se va encogiendo, y los bordes
´(VHQODVHJXQGDIDVHGHOSURFHVRFXDQGROD acabarían por romperse; en todo caso, el conti-
piel se transforma realmente en pergamino. Se nuo uso de los bastidores los haría inservibles
si se los acribillara con clavos.” (Hamel, 1999).

“Así pues, el pergamino cuelga la piel por


medio de pequeñas cuerdas sujetas a una serie
de clavijas ajustadas al marco de madera. Cada
pocos centímetros y en torno a los bordes de
la piel, se incrustan diminutas piedrecillas,
formando con ellas unos a modo de bultos,
HQOD]DGRVSRUPHGLRGHXQDFXHUGD(ORWUR
extremo de ésta se sujeta a la ranura de una
clavija giratoria instalada en el marco. Uno
tras otro, esos “bultos” y sus cuerdas quedan
unidos alrededor de los bordes hasta que la piel
llega a parecer una especie de trampolín verti-
cal y las clavijas acaban por sujetar fuertemente
la piel.” (Hamel, 1999).

“Conforme ésta se estira, todo corte, por


pequeño que sea, toda hendidura accidental
hecha en la piel, se hará visible en forma de
roturas circulares u ovales, que no son raras de
encontrar en las páginas o en los márgenes de
los manuscritos medievales. Si el pergaminero
los descubre a tiempo, los cose con hilo con

N
objeto de impedir que se hagan más grandes; a lado granuloso, correspondiente a donde había
veces pueden verse roturas en los manuscritos estado el pelo, tenía que rasparse de modo
con señales de que sus bordes fueron cosidos, e HVSHFLDOHQHWDSDÀQDOSDUDHOLPLQDUHOEULOOR
indicando, sin duda, la intervención de la aguja, satinado, que impedía la escritura. Se quitan
pero también que la tensión a que estaba sujeto ODVFODYLMDVVHVDFDHOSHUJDPLQRÀQRVHFR\
HOSHUJDPLQRKL]RLQ~WLOWDOLQWHQWRGHDUUHJORµ opaco, que puede así ser almacenado, o bien
(Hamel, 1999). SXHVWRDODYHQWDµ %RORJQD ,/8675$5

“Ahora la piel está tensa y elástica, pero toda- 'HVSXpVGHKDEHUSDVDGRSRUWDQODUJRSURFH-


YtDPRMDGD(OSHUJDPLQHURODPDQWLHQHDVt so, el pergamino sigue su camino hacia el
echándole encima paletadas de agua caliente GLVHxRGHOOLEUR'HQWURGHWRGDVODVFDUDFWH-
que resbalan por la piel y forman un charco en rísticas materiales del pergamino, una deter-
HOVXHOR'HVSXpV\PLHQWUDVVXMHWDÀUPHPHQWH
minaría el cambio en el diseño del libro: el
el bastidor con el pie, comienza a raspar con
fuerza la piel, utilizando otro cuchillo corvo, SRGHUGREODUVH(OOLEURFRQIRUPDGHFyGLFH
ahora con asa en el centro. Un cuchillo normal sería el diseño que se adaptaría a este soporte,
ya que sería capaza de sostener varios cuader- hojas, una para cada mes de año y otros que
suele ser de punta aguda y podría dañar con
IDFLOLGDGODWHQVDVXSHUÀFLHGHODSLHO(OGHO nos formados al doblar una o más hojas de siguen un orden distinto.
pergaminero, en forma de media luna, (…) pergamino, cosidos unos con otros.
se utiliza para dar a los dos lados de la piel Las hojas de pergamino eran utilizadas por
un raspado profundo, especialmente en el La etimología del libro con forma de códice ambas caras, aunque cada una fuera distinta.
lado interno. Conforme avanza el trabajo, el puede remontarse a acudes, tronco de árbol La cara interior de la hoja era lo de adentro
pergaminero no cesa de apretar mas y más las ó corteza ó a godaTXHHVWDEOD(VWHGLVH- del animal, lo que le hacía estar más suave y
clavijas, y de golpearlas con un martillo para ño consistía a grandes rasgos en el doblez claro. La cara contraria era lo que protegía al
PDQWHQHUODVÀMDV/DSLHOVHYDHQFRJLHQGR\ animal del medio ambiente, es decir, era el
del pergamino en cuatro hojas, formando
WHQVDQGRWRGDYtDPiVVHGHMDSRUÀQVHFDUHQHO lado de los pelos y de la consistencia obscu-
propio bastidor, sin duda con la ayuda del sol,
un cuadernillo, de ahí su nombre, luego
se uniría a otros cuadernillos que tenían ra. Al doblar esto se tenía en cuenta, ya que
pues ahora conviene que el secado sea rápido.”. las caras interiores siempre quedaban frente
la continuación de lo escrito en el prime-
“Ya seca por completo la piel, comienza de ro, por medio de la costura, formando el a las interiores y las exteriores con las exte-
QXHYRRWUDVHVLyQGHUDVSDGR(VWiDKRUDWDQ volumen. Si el escrito continuaba, entonces riores, lo cual denotó cuidado en el equili-
tensa como un tambor nuevo, lo que hace VH IRUPDEDQ RWUR YRO~PHQHV GHSHQGLHQGR brio del diseño del libro.
que sea considerable el ruido producido por la extensión, a estos se le llamarían tomos.
HOFXFKLOORHQFRQWDFWRFRQODVXSHUÀFLH6H (OOLEURFRQIRUPDGHFyGLFHHVHOIRUPDWR
La extensión de cada libro dependería del
desprenden delicadas peladuras conforme que hoy utilizamos al leer un libro, lo cual
manejo que el escriba le diera al contenido,
se va desbastando la piel capa a capa. (…) La no evita que brindemos una descripción
SRU HMHPSOR KD\ OLEURV OLW~UJLFRV  FRQ 
cantidad de desperdicios depende de la delga- DFHUFDGHVXXWLOL]DFLyQ(OOLEURHUDWRPD-
GH]GHOSHUJDPLQRTXHVHHVWiKDFLHQGR « (O do con ambas manos, con una se sujetaría

O
y con otra se pasaría página por página, a representarlas: ilustraciones, capitulares,
lo cual se puede hacer gracias a la unión PDQFKDWLSRJUiÀFDHWF
de las hojas por la costura, hasta llegar a
terminar la obra. Gracias a la resistencia del pergamino al
doblez, fueron surgiendo con el tiempo
([LVWLHURQ RFDVLRQHV H[WUDRUGLQDULDV TXH elementos que ayudaron a representar
afectaron en aquel entonces al diseño del concretamente el contenido del texto, cons-
OLEURXQDGHHVWiVVHGLRHQOD$OWD(GDG tituyendo poco a poco lo que hoy en día es
Media (especialmente en los siglos VII y el diseño de la página.
VIII), donde se elevó el precio del pergami-
no, lo cual hizo necesario volver a escribir Los libros con forma de códice con soporte
sobre un pergamino ya utilizado (a estos de pergamino fueron utilizados en todos los
se les llamaba palimpsestos), perjudican- ámbitos en que un libro podría ser solicita-
do al primer contenido de varias manera, do: ceremonias religiosas, copias de libros
en ocasiones se sobrescribía un texto sobre antiguos, documentos reales, etc.
otro permitiendo la lectura de ambos, en
otras sólo es posible saber el contenido (OSHUJDPLQRHVXQVRSRUWHFDUJDGRVHPiQ-
del primero gracias a reactivos, en otras WLFDPHQWH GH VLJQLÀFDGRV TXH QRV UHPLWHQ
de plano se borraba el primero con leche al reino animal, ya que está hecho con sus
R SLHGUD SyPH] (O GLVHxR GHO OLEUR GH pieles. Su textura del lado liso recuerda al
manera improvisada ayudó a superar una animal pelón, la del lado exterior nos remite
necesidad que evitaba seguir escribien- inmediatamente a la imagen del mismo pero
do libros, perjudicando algunas veces y con pelos; su olor al conservar indicios de su
ayudando en otras. origen, nos transmite la sensación animal;
cualquier característica de este soporte nos
(OGLVHxRGHOOLEURKL]RSRVLEOHTXHVHWXYLH- UHPLWHDODLGHDGHXQDQLPDOORFXDOLQÁX-
UD XQ HVSDFLR GH GLPHQVLRQHV HVSHFtÀFDV ye directamente en la interpretación que le
e invariables a lo largo de la obra: la pági- demos al contenido que estemos trabajando.
na. A diferencia del libro en forma de rollo Su utilización nos podría ayudar en diseños
consecuencia del papiro, el códice ayudaría que conceptualmente estén involucrados
a establecer orden y control en el conteni- con la zoología
do, esto haría posible que se trataran las
ideas concretamente, lo cual desencadena- Finalmente, el pergamino es un soporte que
ría en invariables elementos que ayudarían sustituyó al papiro, propiciando el cambio
del diseño del libro de rollo al de códice.

P
(OSHUJDPLQRDGLIHUHQFLDGHOSDSLURWLHQH
resistencia al doblez, lo cual causó la forma-
ción páginas y con ello libros hechos a base
de ellas. Las páginas permitieron represen-
tar ideas de manera concreta, lo que provo- lo para que el papel se gestara como nuevo
en el siglo XI, en el XII a Italia y a Francia en soporte, ya que desde el siglo XIII existie-
có que surgieran con el tiempo, elementos el XIV.
que ayudarían a la representación del conte- ron las fábricas de Fabriano, de Bolonia, de
&ROOH 9DO G(OVD GH 3UDWR DPSOLDQGR OD
nido como capitulares, ilustraciones de la (OSDSHOVHUtDXWLOL]DGRHQRFDVLRQHVFRQVL-
página, hasta elementos que hoy son utili- fabricación de papel para el siglo XIV.
deradas secundarias o no trascendentales,
]DGRVFRPRPDQFKDVWLSRJUiÀFDVGLVWLQWDV lo cual implica que no llegaría a sustituir al (OPpWRGRGHHODERUDFLyQGHHVWHVRSRU-
columnas, etc. Actualmente la utilización SHUJDPLQRHQOD(GDG0HGLDVLQRKDVWDOD te es menos largo que el del pergamino,
del pergamino puede traer consigo reaccio- época de la imprenta. Antes de eso no fue lo cual le hizo sustituirlo en tiempos
QHVGLVWLQWDVDODVGHOD(GDG0HGLDGHELGR posible debido a obstáculos culturales, por de la imprenta, donde la practicidad y
a la carga semántica que simboliza su textu- ejemplo, se consideraba socialmente como rapidez era requerida.
ra, olor y vista, haciéndolo apto para repre- un soporte menos resistente que el perga-
sentar contenidos que tengan que ver con el mino, lo cual lo hizo ser considerado secun- ´(OPpWRGRGHIDEULFDFLyQGHOSDSHOHVHO
reino animal. dariamente; el rey Federico II prohibió su mismo desde sus orígenes hasta el siglo XIX,
uso para Sicilia en 1231 en los documentos \D~QDKRUDVHXWLOL]DSDUDSDSHOGHOXMR/RV
Papel RÀFLDOHVHQODVFDQFLOOHUtDVLPSHULDOSRQWL- trapos de cáñamo, algodón y lino, macerados
ÀFLD\GXFDOHVQRVHXVDEDHQDFWRVVROHP- y golpeados con mazos hasta ser reducidos
(OSDSHOHVXQVRSRUWHGHVFXELHUWRHQHODxR nes, dejándolo sólo para las cartas, tanto es a una pasta líquida y homogenea, se vertían
en tinajas en las que se introducía la “forma”.
G&HQ&KLQDSRU7ViL/XHQTXLHQWXYR así que el primer documento que se conoce
(VWDFRQVLVWtDHQXQWHODUUHFWDQJXODUGRQGHVH
la idea de elaborar una especie de pasta que escrito en papel es la carta escrita en grie- habían tendido delgados hilos de latón (alam-
proviniera de la corteza de la morera, del go y árabe de la condesa Adelaida de Sicilia bres) sostenidos por bastoncitos de madera
cáñamo, y de desechos de la seda y de tela. del año 1109; el lado técnico no fue obstácu- (coroneles) dispuestos perpendicularmente a
Luego de China se dirigió a Asia Central en los primeros, sostenidos entre ellos por hilos de
el siglo V d.C. Para el 751, los chinos misio- FREUH ÀORQHV GLVWDQFLDGRVGHDPPXQR
neros de los árabes revelaron el secreto de de otro; sobre el telar, un cuadrado móvil deter-
su fabricación en Samarcanda, pasando minaba el espesor del papel. Una vez sacado
GHVSXpV D %DJGDG OXHJR D 6LULD (JLSWR \ GHODWLQDMDVHSURFHGtDDVXVHFDGRFRQÀHOWURV
ÉIULFD6HSWHQWULRQDOGRQGHSDVyD(VSDxD prensados y exponiéndolo al aire; a continua-
ción se realizaban las operaciones de encolado,
alisamiento y satinado.” (Bologna).

(O SDSHO VH FDUDFWHUL]y ItVLFDPHQWH SRU VX


PD\RU ÁH[LELOLGDG OLYLDQGDG FODULGDG

Q
fuerza y durabilidad, lo cual le hizo ser sensaciones nuevas, al tener a esas caracte-
SUiFWLFR HQ OD HODERUDFLyQ (O SDSHO HV XQD rísticas como atributos estándar de lo que se
combinación de los mejores atributos del considera hoy en día “un buen papel”.
papiro y el pergamino para la escritura,
al tener lo liviano del primero y la capaci- Finalmente, el papel es un soporte que
GDGSDUDGREODUVHGHRWUR(VWROHSHUPLWLy IXHXWLOL]DGRHQOD(GDG0HGLDGHPDQHUD
conservar la forma del libro del códice con secundaria, al ser relegado a obras consi-
Páina en blanco con retícula trazada

la liviandad del papiro, es decir, este nuevo deradas no trascendentes o importantes a


soporte no traería cambios en el diseño del pesar de contar con características físicas
libro de hasta entonces. más idóneas para la escritura y la conserva-
ción del libro, como liviandad, resistencia,
([LVWLy XQ HOHPHQWR GLVHxtVWLFR PX\ HQUL- IXHU]D ÁH[LELOLGDG \ FODULGDG 'HELGR DO
quecedor que se plasmaba al marcar el éxito y aceptación del diseño del libro con
OXJDU GH IiEULFD ODV ÀOLJUDQDV 6L ELHQ ODV forma de códice, el papel se adaptó él, apor-
páginas y el diseño del libro con forma de WDQGR ~QLFDPHQWH XQ HOHPHQWR GLVHxtVWLFR
códice no cambiaron, este nuevo elemento DO OLEUR ODV ÀOLJUDQDV &RPR FRQVHFXHQFLD
UHSUHVHQWyXQDULTXH]DJUiÀFDH[FHSFLRQDO de las características materiales idóneas
que solía esconderse a simple vista y salir del papel, su utilización a través del tiem-
DWUDYpVGHODOX]/DÀOLJUDQDHVHOGLVHxR po fue ascendiendo hasta llegar a nuestros
hecho a través de pequeños alambres que días, haciendo que se tomen como estándar
se sujetaban a un cucharón que servía para sus características, lo que ha provocado que
dar forma a la pasta de papel a través del intuitivamente el papel no aporte alguna
contacto constante. sensación nueva, al menos que se trate de
XQWLSRGLIHUHQWHDOFRP~QPHQWHXWLOL]DGR
La connotación semántica de este soporte (bond 75gr).
depende del tipo de papel, ya que hoy en día
existe una variedad enorme de este soporte.
A grandes rasgos, las características físicas
b. Retícula
TXH WLHQH HO SDSHO VRQ ÁH[LELOLGDG OLYLDQ-
dad, resistencia, claridad y fuerza, lo cual se La retícula hoy en día es un elemento del
podría trasladar semánticamente a la sensa- diseño editorial que ayuda a organizar los
ción intuitiva del usuario, sin embargo, es un elementos de la página, al brindar un orden
VRSRUWHXWLOL]DGRWDQFRP~QPHQWHTXHPH que permite controlar el diseño.
atrevo a decir (al menos en los papeles más
usuales, como el bond de 75gr) no provoca

R
En este pergamino se pueden notar las perforaciones guía para trazar la retícula
(Q OD (GDG 0HGLD IXH XQ HOHPHQWR FRQ La retícula técnicamente se realizaba de
características similares pero con diferen- una manera muy distinta a la actual. Para
FLDV VLJQLÀFDWLYDV HQ GLIHUHQWHV iPELWRV comenzar a trazarla era necesaria la concen-
técnicos, conceptuales y por tanto, diseñísti- tración del copista, ya que la actividad
cos, lo cual hace necesario un detenimiento requería fuerza y certeza, lo cual arriesgaba
en su estudio. en gran medida el soporte. Los materiales
de trazado cambiarían con el tiempo, debi-
/D UHWtFXOD HQ OD (GDG 0HGLD QR HUD XWLOL- do a la utilización de nuevos materiales.
zada conceptualmente, lo cual hizo que se
dictaran parámetros que todos los copistas Hasta el siglo XII se trazaba el rayado de
debían seguir, es decir, se utilizaba un solo las páginas con punta seca, ya fuera de un
tipo de retícula para todos libros, debido a cuchillo o un punzón.
la predominancia cultural de un estilo (exis-
tían fórmulas matemáticas que pretendían (QHOVLJOR;,,VHFRPHQ]yDXWLOL]DUODSXQWD
hacer que lograra una proporción correc- TXH SLQWDED OD VXSHUÀFLH VX FRQRFLPLHQWR
ta numéricamente, la comprobación de exacto es desconocido, sin embargo se dice
VX XWLOL]DFLyQ QR HV GHO WRGR FHUWHUD  (VWD TXHSRGUtDVHUJUDÀWRSORPRySODWD
consistía en el trazo de líneas horizontales
visibles, Para el siglo XIII el trazado de líneas ya se
hacía con pluma y tinta. Se conocen ejem-
formando una rejilla a modo de falsilla plares que contienen tinta verde, marrón,
sobre los manuscritos que servían de guía S~USXUD R FRQ OD FRPELQDFLyQ GH HOORV OR
en la escritura. que le hacía adquirir un aspecto diseñístico
distinto. La utilización del color en el traza-
La diferencia en la utilización de la retícula do de la retícula le hacía cambiar el aspecto
se llegó a notar de libro a libro por la exten- GHODSiJLQD\DTXHODPDQFKDWLSRJUiÀFD
sión del texto, es decir, cada libro conta- transformaría su aspecto, lo cual cambiaría
ED FRQ XQ Q~PHUR GHWHUPLQDGR GH OtQHDV inmediatamente la sensación del espacio.
dependiendo de la cantidad del contenido, en la página hacia el bastidor bastaba para
lo cual no quiere decir que el parámetro (QHOVLJOR;9SDUWLFXODUPHQWHHQ,WDOLDGHO dejar trazado el entramado de líneas.
horizontal de la retícula haya cambiado. nordeste, se utilizó un bastidor que trazaba
(OHVWiQGDUGHODUHWtFXODHUDHOSDUiPHWUR ODV OtQHDV DO WHQHU XQ HQWUDPDGR GH ÀQtVL- /D UHWtFXOD VH XWLOL]y SDUD LQGLFDU JUiÀFD-
dentro del cual el copista podía moverse mos alambres ordenados como se deseaban mente el lugar donde el texto iría colocado
para hacer su diseño. la retícula de la página. Un poco de presión al componer la página, al hacer posible la
RUGHQDFLyQGHODPDQFKDWLSRJUiÀFD

S
Su manipulación en la composición de la

Página con márgenes ya trazados, esperando la introducción del texto


SiJLQDIXHGHGLYHUVDVPDQHUDV(QRFDVLR-
nes solían llegar hasta el borde de la pági-
na, lo cual se dio por causa técnica, ya que
se facilitaba el trazo rápido de la retícula, al
XVDUFRPRJXtDVSHTXHxRVRULÀFLRVKHFKRV
con cuchillos de punta triangular, en los
bordes de la página (ellos serían una ayuda
al trazar la misma retícula en todas las
páginas del libro, lo cual era una actividad
PRQyWRQD\DEXUULGDTXHSRGtDLQÁXLUHQ
el estado de ánimo del copista y por tanto
en la obra).

(Q RWUDV QR WRGDV ODV OtQHDV OOHJDEDQ D


los bordes, sólo algunas de ellas, aquí
la causa podría obedecer al copista que
tuviera la intención de trazar distinto la
retícula para representar el contenido con
una interpretación que desease salir de las
pautas técnicas.

(QOD$OWD(GDG0HGLD\DVHWUD]DEDODUHWt-
cula de los pergaminos en su etapa de elabo-
ración, lo cual hacía que los cuadernillos
estuvieran ya listos para la escritura, lo cual
evitó al escriba trazar su retícula ahorrando
tiempo y evitando con ello un control del
GLVHxRGHVXOLEUR(VWRVyORIXHSRVLEOHHQ
centros especializados en la elaboración de
pergaminos, es decir, fuera de los monas-
terios; la venta de pergaminos reticulados
sólo pudo darse en un período donde se
comenzaba a pensar en el mejoramiento de

T
los procesos y descuido de los resultados…

Páginas con los márgenes delimitados, previo al resto de la composición


era el comienzo del Renacimiento.

La retícula fue utilizada en la mayoría de


los libros, al ser considerada un elemento
cultural y diseñístico elegante que tenía
carácter imprescindible. Las obras que no
lo tenían eran consideradas de mal gusto,
generalmente se decía que estaban desnu-
das o mal hechas.

La retícula en la actualidad connota algo


dependiendo el uso que se le asigne, sien-
do invisible la mayoría de las veces y visi-
EOHHQDSOLFDFLRQHVUDUDVSHURH[LVWHQWHV(Q
OD(GDG0HGLDVXXWLOL]DFLyQGHSHQGLyGHO
HVWLORSUHGRPLQDQWHGHXQDpSRFDHVSHFtÀ-
ca, siendo en cada una trazada para ser vista,
lo cual afectó la percepción de la página.

(OWUD]DUOtQHDVGHEDMRGHFDGDOtQHDGHVWL-
nada a la escritura, connota semánticamen-
te orden, dado que el conjunto de rayas
forma una especie de enrejado, quien es
relacionado a la delimitación. La carga
aumenta o disminuye dependiendo del
grosor de la línea, la más gruesa hará que
se logre una sensación pesada de encierro;
la mediana connotará simplemente orden;
la ausencia de ellas le brindará libertad a
la composición de la página. La utiliza-
ción visible de la retícula en la actualidad

U
puede ayudar en proyectos que requieran
connotar orden y delimitación.

Para concluir, la utilización de la retícula


ayuda a ordenar la colocación del texto al
aportar un lugar destinado para la escritu-
ra, siendo un elemento imprescindible para
componer la página. Su utilización en la
(GDG0HGLDWXYRXQDSHTXHxDJUDQGLIHUHQ-
cia que la distinguió de la de actualidad: su
YLVLELOLGDG(QHOPHGLRHYRVHWUD]DEDFRPR
un elemento diseñístico de la página, que
brindaba culturalmente elegancia y buen
gusto a la composición, además de cumplir
con la función descrita arriba; actualmente se
utiliza como una ayuda invisible en la orde-
nación del texto, sólo el diseñador editorial

Boceto de una página a dos columnas


sabe de su existencia al hacer los bocetos, lo
cual la deja fuera de la composición “visi-
ble” de la página. Si hoy en día se utilizara
FRPRXQHOHPHQWRJUiÀFRVHPiQWLFDPHQWH
nos connotaría una sensación de delimita-
ción y orden que seguramente ayudaría en
proyectos concretos que así lo requirieran.

c. Márgenes

(OPDUJHQHVXQHVSDFLRXWLOL]DGRHQHOGLVH-
ño de la página para proteger el texto del
UHÀQH SRU XQ ODGR \ SRU RWUR SDUD EULQ-
dar una sensación intuitiva de liviandad;
también sirve para dar legibilidad al texto.
([LVWHQ FXDWUR WLSRV GH PiUJHQHV HO LQWH-

V
rior, es aquel que se encuentra del lado del se puede ver perjudicada, ya que pueden
lomo; el exterior, es el que se encuentra del percibir que la página está apretada, lo
ODGRGHOUHÀQHHOVXSHULRU\HOLQIHULRU cuál causa otras sensaciones como pesa-
dez y encierro, lo que a su vez provoca
(Q OD (GDG 0HGLD VH RUGHQDED HO WH[WR angustia, apatía y frustración.
de tal manera que quedaban espacios en
blanco, en los que se ponían ilustraciones (OSDSHOGHORVPiUJHQHVHQOD(GDG0HGLD
para ornamentar e ilustrar el escrito; así, fue distinto al de la actualidad, al ser un
HOPDUJHQHQOD(GDG0HGLDHUDHOHVSDFLR espacio donde se colocaban las ilustracio-
GHVWLQDGRSDUDODVLOXVWUDFLRQHV(VWRVHVSD- nes , sin embargo, brindaban, al igual que
cios en blanco eran señalados con líneas que en la actualidad una sensación de livian-
se trazaban antes de realizar la ilustración. dad, por lo tanto, los márgenes son elemen-
(Q ORV PiUJHQHV VH VROtD LQGLFDU FRQ OHWUD tos escenciales en el diseño de la página,
~QLFDPHQWH YLVLEOH SDUD HO LOXPLQDGRU OD porque ayudan a emitir un juicio intuitivo
temática de las ilustraciones. Al término de
la obra, estas notas eran borradas y se pasa-

Boceto de una página con una columna


ba a la encuadernación del libro.

(OPDUJHQIXHXWLOL]DGRSDUDHVFULELUQRWDV
al pie, esto era más habitual en textos litera-
rios o históricos que en los libros de horas.
(QRFDVLRQHVHVWDVDQRWDFLRQHVHUDQ~QLFD-
mente guías para el iluminador, éstas notas
servían de indicadores para el diseño de la
SiJLQD (Q ORV PiUJHQHV GH ORV PDQXVFUL-
tos se realizaban diagramas del tamaño de
una uña o pequeños esbozos de las escenas
UHSUHVHQWDWLYDVGHOWH[WR(OPDUJHQVHHQOD-
za íntimamente con el diseño de la retícula.

La aportación semántica de los márgenes


en el diseño de la página consiste en brin-
dar una sensación intuitiva de espacio.
(VWR HV PX\ LPSRUWDQWH GHELGR D TXH OD
lectura de un libro en lectores que inician

W
de la lectura, antes de que la persona lea el
contenido del texto.

d. Columnas

Una columna es un elemento del diseño del


libro que ayuda a distribuir el texto de mane-
ra ordenada por medio de la agrupación.

La realización de las columnas está íntima-


mente ligada a la retícula, desde los mate-
riales hasta el trazado, es decir, se colocaba
la columna en la retícula destinada para

Boceto s de varios tipos de letra

X
ella, y los materiales para trazar ambas Materialmente, la columna es un elemento
eran los mismos. que conjunta al texto en un espacio reduci-
e. Letras
do, aprovechando al máximo el soporte.
'LVHxtVWLFDPHQWH OD FROXPQD VH WUD]D
/DOHWUDHVHOJUiÀFRUHDOL]DGRDWUDYpVGHO
VREUH XQD VXSHUÀFLH DSWD SDUD WUDQVPL- La columna también se utiliza para orde-
trazo manual del escriba.
tir una idea concreta; por ejemplo, en los nar un conjunto de ideas, es decir, una
manuscritos o comentarios bíblicos se serie de párrafos relacionados se agrupan (QOD(GDG0HGLDVHWUD]DURQFRQSOXPDVGH
utilizaban tres columnas: una central de en una de ellas. oca y otras aves, y de caña, una gran canti-
proporción ancha, donde iría colocado el dad de tipos de letra, todas ellas resultado
texto bíblico, y dos a los costados donde se Actualmente, la columna aporta semántica-
GHXQWLHPSR\XQOXJDUGHÀQLGR
colocaban los comentarios. mente una sensación intuitiva de orden, al
DJUXSDULGHDVGHOPLVPRRUGHQ(VWRHVPX\ A continuación se presenta una breve
(QOD(GDG0HGLDHOQ~PHURGHFROXPQDV importante debido a que el contenido del descripción de los principales tipos de letra
utilizadas en la página, variaba a través de texto presenta un hilo lógico a través de los de la época medieval.
los siglos y dependiendo el texto, por ejem- párrafos, lo cuál hace notar que en el diseño
SORHUDFRP~QQRWDUPX\SRFDVFROXPQDV de la página es indispensable un elemento
HQORVFyGLFHVGHOD%DMD(GDG0HGLDHQORV TXHUHSUHVHQWHDWUDYpVGHOVLJQLÀFDQWHHO Escrituras insulares
manuscritos carolingios se usaba una sola KLOROyJLFRGHOVLJQLÀFDGRGHOWH[WR
Nacieron de la preocupación de los irlan-
columna muy ancha; los góticos y romá-
deses e ingleses por transcribir códices
nicos solían usar dos columnas delgadas
(QOD(GDG0HGLDODFROXPQDIXHXWLOL]DGD dentro de sus centros episcopales y mona-
y altas, en la mayoría de las ocasiones; las
para aprovechar el espacio que se tenía para FDOHV(OORVSURGXMHURQOLEURVPLQLDGRVFRQ
narraciones literarias de Francia y Alema-
diseñar la página, es decir, fue un elemento letras solemnes de tipo capital y uncial,
nia tenían habitualmente tres columnas; los
que ayudó a ahorrar el material en la mayor además de documentos con escritura de
libros de horas, una; los breviarios solían
medida posible; también sirvió para facili- pequeño formato.
tener dos.
tar la lectura, debido a que leer renglones
'HQWUR GH HVWiV OHWUDV H[LVWLHURQ ODV OHWUDV
'HVGH OD (GDG 0HGLD IXH XWLOL]DGD SDUD de gran extensión es complicado y cansado
agudas, las cuáles fueron más altas que
GLVWLQWRV ÀQHV HO SULQFLSDO IXH DSURYHFKDU SDUDHOOHFWRU(QODDFWXDOLGDGDVXVIXQFLR-
anchas, con ligaduras y abreviaturas frecuen-
al máximo el espacio del soporte, debido a nes se le unió la aportación semántica del
tes, las cuales están directamente relaciona-
que el costo de este era muy alto y su elabo- orden en la representación de las ideas, a
das con la escritura romana.
ración era complicada. través de la presencia de ideas similares
reunidas en una columna; es por esto que es La escritura insular se extendió desde los
'LVHxtVWLFDPHQWHODFROXPQDD\XGDDRUGH- un elemento diseñístico imprescindible en monasterios de Irlanda hasta el continente
QDUODPDQFKDWLSRJUiÀFDORFXiOPHMRUDOD la representación del orden de las ideas, al HXURSHRÁRUHFLHQGRFRQUDSLGH]
percepción de la composición de la página. hacer la página.

Y
una pequeña línea horizontal unida al palo
sobre el ojo del lado derecho.
Escrituras nacionales
Las características de la letra merovingia le
Son producto de la falta de hegemonía daban un aspecto elegante.
HQ (XURSD GHELGR D OD FDtGD GHO ,PSHULR
Romano. Se dio en los pueblos merovingio, Minúscula cursiva de la Italia Septen-
visigodo, napolitano, así como en la canci-
OOHUtDSRQWLÀFLD\HQODV]RQDVVHSWHQWULRQDO trional.
y sur de Italia.
Las escuelas que más usaron esta letra
IXHURQ%REELRLQÁXLGRSRUODIRUPDLQVXODU
Escritura visigoda Verona, Lucca y Vercelli, quienes permane-
FLHURQÀHOHVDODOHWUDXQFLDO
(VWDOHWUDDSDUHFLyHQ(VSDxD\FRPELQy
las características particulares de la región
con la letra romana vulgar. Su utilización
se dio en los siglos VIII al XII, para docu-
mentos y manuscritos.

Escritura merovingia
La letra romana vulgar tuvo mas variantes
en Francia que en otras regiones del occi-
GHQWHGHELGRDOHOHYDGRQ~PHURGHFHQWURV
episcopales y monásticos y a su posición de
intercambio entre el norte y el sur. Fue tanta
la cantidad de variantes, que en un mismo
centro de escritura había muchos tipos de
OHWUD ([LVWLy HO WLSR ´D]µ OODPDGR DVt SRU
OD IRUPD H[WUDxD GH OD ~OWLPD OHWUD HO WLSR
“a-b”, utilizado del siglo VI al VIII, carac-
terístico por el trazo de la a, formado por
una i adosada a una c, y por la b, que tenía
Boceto de párrafos diseñados con leras variadas

Z
La característica primordial fue el uso de (Q HO DxR  WUDV OD XQLÀFDFLyQ WHPSR-
HOHPHQWRV FXUVLYRV (Q )UDQFLD HO DVSHFWR UDO GH ODV SURYLQFLDV VH ÀUPy OD SD] GH
de la letra fue feo y desagradable. 9HUG~QKDFLHQGRTXHHOWHUULWRULRXQLÀFD-
Escritura beneventana do se dividiera en tres: Germania, Francia
(QODDEDGtDGH0RQWHFDVVLQRVHGHVDUUROOy Escritura carolina H,WDOLD(VWRWUDMRFRQVLJRHOGHVDUUROORGH
FRQ EDVH HQ OD HVFULWXUD FRP~Q XQD OHWUD escrituras más homogéneas que las reali-
muy original: la beneventana, que perduró Hacia el año 750, surgen los primeros ]DGDVDQWHVGHODXQLÀFDFLyQGH&DUORPDJ-
hasta el siglo XIII. Se utilizó en Cava, Capua, esfuerzos para hacer una escritura gene- no. La letra carolingia fue la base de todas
%DUL\'DOPDFLD ral, que pudiera ser utilizada de manera estas escrituras; en la mayoría de los casos,
fácil. Carlomagno, rey germánico que fue VyORVXIULyDOJXQDVPRGLÀFDFLRQHVKHFKDV
coronado en el año 800, conquistó lo que por el copista en turno. La letra carolingia
Escritura curial romana DFWXDOPHQWHFRQRFHPRVFRPRODYLHMD(XUR- también sirvió para realizar la escritura
Fue el resultado de la combinación de SD *HUPDQLD )UDQFLD H ,WDOLD  XQLÀFDQGR gótica y la humanística.
OD HVFULWXUD FRP~Q FRQ SDUWLFXODULGDGHV durante algunos años provincias que antes
propias de la cancillería imperial: trazado se encontraban separadas, provocando Escritura discontinua
ancho, curvas amplias y palos muy altos DVtHOVXUJLPLHQWRGHXQDKHJHPRQtD(VWD
hacia arriba y abajo, y líneas muy separadas; hegemonía dio origen a una escritura que Se da posterior a la letra carolina y ante-
HVWD ~OWLPD FDUDFWHUtVWLFD VH GLR GH PRGR pudo ser utilizada de manera sencilla, debi- ULRU D OD JyWLFD (VWD HVFULWXUD D GLIHUHQFLD
HVSHFLDOHQOD´FXULDODQWLJXDµ(QOD´FXULDO do a su legibilidad. de la carolingia y la gótica, no usa un trazo
nueva” se utilizaron letras más compactas, HVSHFtÀFRGDGRSRUIRUPDVSUHHVWDEOHFLGDV
La tarea de hacerla le fue encomendada a canónicamente; sino elementos que le harán
como resultado de la sustitución del papiro
$OFXLQR\VXVFRPSDxHURVUHOLJLRVRV(OORV cambiar su sintaxis, tales como el espacio
por el pergamino.
formaron la llamada escritura carolina, la HQWUHOHWUDV\HQWUHSDODEUDV(VGHFLUKDEOD-
FXDOVHGDHQPLQ~VFXODVHVFRPSDFWDOHJL- mos de la manera de estructurar un texto a
Escritura curialesca EOH\IiFLOGHHVFULELU(VWDOHWUDVHFDUDFWHUL- partir de la introducción de espacios, más
za por la claridad en la textura y la sencillez no de trazos elegidos para hacer legible a la
(PSOHDGD SRU ORV HVFULEDV S~EOLFRV GH en el trazado. letra. Se trata de dar legibilidad al texto por
*DHWD \ $PDOÀ DVt FRPR SRU ODV FXULDV
medio de algo distinto al trazo.
QDSROLWDQDV (VWD OHWUD IXH HQ JHQHUDO PX\ &DUORPDJQR OD GLIXQGLy SRU WRGD (XURSD VXVWL-
DUWLÀFLRVD tuyendo en dos decenios los sistemas de escritura (O SDVR GH OD HVFULWXUD FRQWLQXD FDUHQWH
local del imperio franco existentes hasta entonces. de espacios entre letra y letra, y palabra
Escrituras locales, pre-carolinas Para el siglo XII, llegó a triunfar en Inglaterra e Irlan- y palabra) a la discontinua (con espacios
da. Sirvió como instrumento de gobierno y difu- entre letras y palabras), fue paulatino.
Se remontan a mediados del siglo VIII en el sión de ideas del imperio carolingio, difundiendo (VWRV FDPELRV TXH VH GLHURQ DO LU LQWUR-
sur de Francia, Norte de Italia y Alemania. las ideas de manera clara, legible y práctica.

AA
duciendo elementos visuales para mejorar distingue de manera clara la letra, la pala- que el copista adquiera un nuevo rol en
la lectura, se iniciaron en el siglo VI, en EUD\ODRUDFLyQ7RGRHVWRWUDHFRQVLJRXQ la composición de un libro, interviniendo
las Islas Británicas, y fueron incluidos en cambio muy grande en la sintáctica hasta no sólo en la simple copia, sino también en
los criterios de legibilidad del siglo XI, en entonces existente, haciéndose más unifor- ORVHOHPHQWRVYLVXDOHVFRQODÀQDOLGDGGH
Francia, Lorena y Germania. PH(VWRKDUiSRVLEOHRUGHQDUFODUDSUHFLVD hacer legible la lectura.
HLQHTXtYRFDPHQWHODVLGHDV(VWRFRQOOHYD
(QHOVLJOR;,,*XLEHUWRGH1RJHQWUHFLELy la formación de la puntuación sintáctica, la A partir de esta idea comienza a desarro-
el encargo de elaborar un compendio de las cual le da agilización a la lectura. llarse la utilización de signos que permiten
SUiFWLFDV RUWRJUiÀFDV GH VX pSRFD FRPR distinguir claramente una palabra de otra,
la separación canónica de las palabras con (QHVFULWXUDFRQWLQXD DQWHULRUDODGLVFRQ- lo cual culminará con la transformación de
formas terminales, entre las que se encuen- tinua) el lector se encargaba de introducir la escritura continua en discontinua, gracias
WUDODOHWUD´6µPD\~VFXOD1RJHQWIXHGHORV signos para separar las palabras, ya que el al uso de espacios.
primeros en realizar un intento por hacer copista no se preocupaba por hacer enten-
notar las palabras de alguna manera. GLEOH HO WH[WR SDUD HO OHFWRU (VWR FDPELy Escritura Gótica
cuando el copista comenzó preocuparse
Posteriormente Hugo de San Víctor, falle- por el lector, comenzó a percibir al lector (VWD HVFULWXUD KL]R VX SULPHUD DSDULFLyQ
FLGR HQ HO DxR GH YXHOYH D LQWURGXFLU como una persona que, además de leer en DODPLWDGGHOVLJOR;,,HQ)UDQFLD(QHVH
OD OHWUD ´6µ DO ÀQDO GH FDGD SDODEUD SDUD voz alta hacia un auditorio, llevaba a cabo entonces el conocimiento comenzó a salir
distinguir entre una y otra. Además emplea XQD OHFWXUD LQGLYLGXDO \ HQ VLOHQFLR (VWD de los monasterios gracias al surgimiento
ODV PD\~VFXODV LQLFLDOHV HQ ORV QRPEUHV idea tiene sus inicios en Juan de Fécamp de las universidades a las que podían acudir
propios para indicar una separación de las y Anselmo de Canterbury, en el siglo XI, eclesiásticos y laicos, lo que trae consigo
GHPiV OHWUDV FRQ HO ÀQ GH KDFHU PiV OHJL- quienes pertenecían a la orden de los cirter- una transformación enorme en la sociedad
ble la lectura, aportando un elemento visual niences en Francia, ellos consideraban a la medieval, ya que el pueblo tuvo acceso a los
que permitirá distinguir un componente del lectura como una fase anterior a la medita- OLEURV TXH HVWDEDQ JXDUGDGRV ~QLFDPHQWH
resto del texto. Por otro lado, los espacios ción. Algo similar se encontrará en el siglo en los monasterios. La urbanización hizo
que introdujo entre las palabras fueron el posterior, en Hugo de San Víctor, y conti- que la vida cultural se desplazara de los
equivalente a una doble unidad de espacio nuará siendo desarrollada por otros perso- monasterios aislados a las catedrales cuyas
(igual a la distancia entre las dos patas de najes importantes, como Juan de Salisbury, escuelas dieron lugar a un renacer cultural
la “n”); que propició el uso de la escritu- quien distinguía la prelectio, lectura en complementario a los renacimientos econó-
ra discontinua incluyendo elementos que YR]DOWDRIUHFLGDDXQS~EOLFRGHODOHFWLR mico y religioso. Aumentó considerable-
destacaban dentro del texto. lectura íntima que implica una relación mente la población estudiantil y en el siglo
especial entre libro y lector. ;,, DSDUHFLy OD IDPRVD ÀJXUD GHO PDHVWUR
Al introducir espacios perceptibles que
que ya no es un monje, sino un miembro del
separen todas y cada una de las palabras, Aquellas nuevas concepciones acerca de clero secular, que podía desplazarse de una
se incrementa la legibilidad del texto y se la relación entre libro y autor hicieron

AB
ciudad a otra para impartir sus enseñanzas. Usada en las ediciones de libros de lujo. la sustitución de los pies por un corte hori-
Se despertaron nuevas preocupaciones inte- 7DPELpQVHOHVXHOHGDUHOQRPEUHGHIRUPD- zontal en la variante cortada.
lectuales y se estudiaron con profundidad la da, porque los impresores copiaron de
dialéctica y la lógica como medios para crear manera exacta el estilo de los amanuenses La textura gozó de gran auge en el norte de
una metodología que condujera a la verdad de la época. (XURSD ,QJODWHUUD $OHPDQLD \ 'LQDPDU-
ÀORVyÀFD7DPELpQVXIULyXQFDPELRODUHWy- FD (Q,QJODWHUUDVHOHFRQRFHFRPR´EODFN
rica, que no pretendía formar oradores sino ([LVWHQGLVWLQWRVWLSRVGHHVFULWXUDOLEUDULD letters” o “letras negras”, lo cual hace refe-
enseñar a escribir con corrección, pues se textura, redonda y fractura. UHQFLDDOFDUiFWHURVFXURTXHOHFRQÀHUHQVXV
generalizaba más la expresión escrita para trazos anchos y condensados, que dejaban
disposiciones de la autoridad. Además se Textura poco espacio libre entre las letras, esto daba
desarrollaron con notable empuje los estu- la impresión de manchas negras.
dios de medicina. (V OD PDV IRUPDO \ FXLGDGD GH WRGDV ODV
variantes de la letra gótica. Fue usada en Redonda
'HELGRDOVXUJLPLHQWRGHXQLYHUVLGDGHVOD ediciones de lujo. Su nombre proviene
demanda del libro aumenta sobremanera, GHO ODWtQ ´WH[WXPµ TXH VLJQLÀFD HQWUHOD- Presenta un trazado que favorece su lectura,
haciendo necesario el desarrollo de un siste- ]DGR WHMLGR (Q HVWD YDULDQWH ODV OHWUDV al no compactarse excesivamente los signos.
ma de escritura que le facilite al copista la se encuentran muy juntas, dando una Se parece a la letra carolingia, aunque sus
reproducción rápida de estos. Para cubrir apariencia de tejido entre ellas. La letra trazos son mas gruesos y es más angulo-
esta necesidad surge la escritura gótica, importa como un todo, lo cual hace que VD OR FXDO KDFH TXH OD PDQFKD WLSRJUiÀFD
la cuál se propago rápidamente por toda pierda importancia la letra por sí sola, esto parezca más pesada. Se utilizó bastante en
(XURSDHQHOVLJOR;,,,HKL]RGHOOLEURXQD VLJQLÀFDXQDDSXHVWDSRUHOLPSDFWRYLVXDO Italia y en la península Ibérica. Fue utilizada
mercancía, instalándose talleres especializa- GHO FRQMXQWR (VWR FDXVDUi TXH DOJXQDV en escritos en latín y en lenguas vernáculas,
dos en la producción. letras se puedan llegar a confundir, como como el poema del Mío Cid.
la “c”, la “t”, la “u” y la “n”.
La escritura gótica se originó en el siglo
XII, arraigándose en el siglo posterior debi- La textura fue utilizada por Gutenberg en la
Fractura
do al aumento en la difusión de los libros. edición de la Biblia. Su nombre se debe a la ruptura que se da
Posteriormente se iría diferenciando en las
en sus líneas rectas. Surge como síntesis
GLVWLQWDV UHJLRQHV GH (XURSD OR FXDO KL]R La textura, tiene a su vez dos variantes: la
GH ORV WLSRV XVDGRV HQ HO VLJOR ;9 (VWi
que existieran diferentes tipos de gótica: cuadrada y la cortada. La principal dife-
compuesta por elementos redondeados
rencia entre ambas es la presencia de unas
y de líneas de ángulo. Las ligaduras y
pequeñas apoyaturas con forma de rombo
la marcada ornamentación de las letras
o diamante en las letras que descansan en la
PD\~VFXODVVRQIUHFXHQWHV
línea del renglón en la variante cuadrada, y
Gótica libraria

AC
Se utilizó en Alemania en 1510. Su uso fue WRODLQÁXHQFLDGHODOHWUDJyWLFDOLEUDULD\
propulsado por el emperador Maximiliano DODDWULEXFLyQSHUVRQDOGHOFRSLVWD'HQWUR
I y en las tesis de Lutero, por lo cuál se uso GHODVYDULDQWHVVHHQFXHQWUDQOD´PLQ~VFX-
FRPROHWUDQDFLRQDOKDVWDDxRHQTXH la cancilleresca italiana”, la cual era usada
Hitler dictó un decreto de prohibición del para textos en lengua italiana; la “cursiva
uso de la letra gótica, al argumentar que se bastarda”, una mezcla de forma cursiva y
trataban de letras judías. sentada que se usaba principalmente en
códices en lengua francesa, sobre todo en la
Gótica cursiva región de Borgoña, por lo que también se le
conoce como borgoña, aunque es cursiva,
'HULYDDOLJXDOTXHODJyWLFDOLEUDULDGH apareció en libros de horas.
la escritura carolingia, teniendo como
diferencia el tratamiento fácil y espontá-
neo de las formas.

(VWDHVFULWXUDHVODTXHVHXVyFRP~QPHQWH
en cancillería, libros de registro, y correspon-
dencia epistolar privada; también fue utili-
zada como escritura libraria, especialmente
para textos escritos en lengua vulgar.

'HELGR D TXH HV FXUVLYD VX HMHFXFLyQ HV


rápida. Las letras que componen las pala-
bras son trazadas de manera continua ligán-
dose, lo que favorece la aparición de astas
altas con lazos y ojuelos; también es puntia-
guda en la cabeza y en el pie. Líneas grue-
sas y tratamiento anguloso de las formas
con tendencia hacia una escritura derecha
y cerrada, letras muy juntas con un fuerte
FRQWUDVWH HQWUH WUD]RV ÀQRV \ JUXHVRV VRQ
característica esencial de esta letra.

(QHVWDOHWUDVHSUHVHQWDXQDJUDQYDULHGDG
de tipos, debido a la celeridad del tratamien-

AD
Escritura Humanística
(Q HO VLJOR ;,9 OD OHWUD JyWLFD DOFDQ]y VXV
expresiones más elegantes, convirtiéndose
en una especie de manierismo decorativo.
Las característica de esta escritura hacían
difícil la legibilidad debido a su excesivo (Q OD DFWXDOLGDG VH XWLOL]D OD WLSRJUDItD D
estilismo, sin embargo, esto no hacía de diferencia de las letras trazadas manualmen-
ODGRXQYHUGDGHURJRFHYLVXDO(QXQIXWX- WHHQOD(GDG0HGLDORFXiOQRGHMDGHODGR
ro se daría una crisis, lo cual favorecería el ODDSRUWDFLyQVHPiQWLFDGHOVLJQLÀFDQWHGH
surgimiento de un tipo de letra que ayuda- dichas letras. La sensación intuitiva depen-
ría a mejorar la trascripción de los textos, sin de de cada letra, por ejemplo, la letra gótica
WHQHUGLÀFXOWDGHVHQODOHJLELOLGDGODHVFUL- al presentar formas alargadas que apun-
tura humanística. tan hacia arriba con una especie de picos,
teniendo gran estilización en sus formas,
Las variantes de esta nueva escritura fueron podría interpretarse actualmente como una
la redonda y la cursiva. La primera repro- letra que denota: poder, esto a través de la la adaptación de la letra a los materiales
ducía en general el tipo de carolina más dirección vertical de las formas, lo cuál la con que se escribía; por otro lado, el estilo
avanzada, con elementos extraídos por los hace ser una letra alta (la altura en la socie- de cada época se fue formando de acuerdo
copistas del siglo XV de la letra gótica. La dad occidental está asociada al estatus, el al convenio paulatino de cánones estilísti-
segunda tenía un aspecto ligero, era traza- cuál, por antonomasia brinda poder); agre- FRV7DPELpQKXERXQFDPELRHQODPDQH-
da con pluma de punta, primero derecha y sividad, debido a sus formas picudas, resul- ra de ordenar las letras: el paso de las letras
después muy inclinada hacia la diestra, con tado del quiebre de sus formas (los picos en continuas a las discontinuas, lo cuál trajo
todas las letras de una sola palabra unidas; la sociedad occidental se relacionan con lo consigo cambios en el pensamiento de las
fue utilizada en cartas, documentos y en maligno, tal vez se deba a que la persona- personas de la época, que a su vez provo-
menor medida, en libros. lización de la maldad extrema se hace con FyJUDQGHVUHYROXFLRQHVHQOD(GDG0HGLD
cuernos). Así, cada letra evoca una serie de Actualmente, la manera de organizar las
VHPDVHVSHFtÀFRVGDGDVVXIRUPDV letras y ellas mismas es distinta, ya que su
función ha sido reconstruida a lo largo del
'XUDQWH OD (GDG 0HGLD VXUJLy XQD JUDQ tiempo, dejándonos lo que semánticamente
FDQWLGDG GH OHWUDV TXH VH IXHURQ PRGLÀ- nos producen a nivel intuitivo, por lo tanto,
cando gracias al cambio del contexto y a se deberían utilizar las letras medievales en
ODV QHFHVLGDGHV KLVWyULFDV (O PRWLYR GH proyectos concretos que requieran concep-
la aparición de cada letra se debe a varios tualmente lo que ellas representan.
factores, los principales fueron, por un lado

AE
f. Capitulares

La capitular es la combinación del texto y


la ilustración, situada al inicio de la mancha
WLSRJUiÀFD6XXVRFRPHQ]yHQOD%DMD(GDG

Capitular “diminuendo”
Media, con la costumbre de hacer más gran-
de la letra inicial y colorearla, en Irlanda, por
ejemplo, se solía adornar la letra con líneas
HQWUHOD]DGDV\ÀJXUDVVHQFLOODVGHDQLPDOHV
Fue muy utilizada durante los ochos siglos
posteriores y perdura hasta actualidad.

/DV FDSLWXODUHV SXHGHQ FODVLÀFDUVH SRU


GRV FULWHULRV (O SULPHUR HV HO WDPDxR ODV
“Initium” se prolongan hacia el lado infe-
rior de la página, ocupando casi toda su
extensión.

/DV ´'LPLQXHQGRµ UHSUHVHQWDQ HQ HVFDOD


GHFUHFLHQWHODLQIRUPDFLyQJUiÀFDEULQGDQ-
do jerarquía al texto; las de tamaño están-
dar, suelen sobresalir del texto de cuatro a
seis líneas, éstas fueron el tipo de capitu-
Capitular “initium”

lares predominante en el diseño de la pági-


QDDORODUJRGHOD(GDG0HGLD([LVWtDXQD
inicial de doble tamaño a la que le seguía
una de menor altura, sucedida por una de
WDPDxRPHQRUODV~OWLPDVFXDWUROHWUDVGH
la primera palabra tenían un tamaño decre-
ciente y del mismo tamaño que las siguien-
WHVGRVSDODEUDV\SRU~OWLPRHOWH[WRHVWH
tipo de iniciales une la gran letra inicial con
el texto.

AF
2WUD FODVLÀFDFLyQ HV SRU PHGLR GH OR TXH
PHWDIRUL]DQ ODV LQLFLDOHV ODV ]RRPyUÀFDV
representan escenas que tienen relación
con los animales, o que siguen al estilo de
la época.

ODVDQWURSRPyUÀFDVUHSUHVHQWDEDQDSHUVR- Capitular antropomórfica


najes centrales del texto, como los santos,
personajes bíblicos o a Cristo.

Capitular antropomórfica
Capitular
AE
floral
Capitular zoomórfica

/DVÁRUDOHVTXHVLJXHQDODFRUULHQWHJUiÀFD
del momento, y que difícilmente represen-
taban el contenido del texto.

AG
Las escénicas, representaban complejamen-

Capitular escénica
te el escenario del que hablaba el texto, casi
siempre estaban acompañadas de seres
humanos.

/DV VHQFLOODV QR PHWDIRUL]DEDQ D DOJ~Q

Capitular escénica
personaje, más bien, era la letra en gran
tamaño con un pequeño ornamento.

/DV TXH WHQtDQ LQÁXHQFLD GH RWURV HVWLORV


JUiÀFRVSRUHMHPSORHOFHOWDHUDLQÁXHQFLD-
do por el estilo árabe.

AH
Previo a la realización de las capitulares se lo que se llamó “jerarquía de la decoración”, Durante la Edad Media el uso de la capitu-
contaba, al igual que las ilustraciones, con TXH FRQVLVWtD HQ FODVLÀFDU ORV HOHPHQWRV lar fue representar la idea general del texto a
un muestrario de imágenes que servirían diseñísticos de la página, lo cuál tiene que través de la primera letra, lo cual se lograba
SDUD UHDOL]DU ODV LQLFLDOHV 7DPELpQ H[LVWLH- ver con la idea cultural de la jerarquía. al hacer una metonimia de letra con ilustra-
ron personas experimentadas en este arte, ción. En la actualidad, se ha prescindido de
que fueron capaces de realizarlas sin una La capitular no sólo era la letra inicial de esta metonimia, dejando solamente la letra y
UHIHUHQFLDJUiÀFD un texto, también contenía una representa- olvidando la finalidad medieval, por lo tanto,
FLyQGHOVLJQLÀFDGRGHOPLVPRORFXiOKDFtD la capitular metonimizada debería ser consi-
Primero, se realizaba un bosquejo de la GHO GLVHxR GH OD SiJLQD DOJR JUiÀFDPHQWH derada como un elemento indispensable en el
FDSLWXODU FRQ FDUERQFLOOR R JUDÀWR TXH complejo, debido al tamaño de la ilustración. diseño de la página en la actualidad, al ser un
después sería remarcado con tinta y relle- componente riquísimo diseñísticamente.
nado con color. Las capitulares aportan semánticamente en
ODDFWXDOLGDG UHÀULpQGRQRVDODVFDSLWXODUHV
([LVWLHURQ ÁRULGDV OHWUDV LQLFLDOHV GRQGH GLVHxDGDVHQOD(GDG0HGLD ODUHSUHVHQWD-
el relleno se hacía con un solo monocolor ción de la idea
y sin realce.
general de la página, al metonímizarse con
(OUHOOHQRGHFDSLWXODUHVORGHVFULEH*|WWLQ- ODIRUPDGHODOHWUD(VWRHVLPSRUWDQWH\D
gen de la siguiente manera: “debes aplicar que ayuda al lector a comprender el texto a
todos los colores, sombrearlos y reforzarlos groso modo, previo a la lectura.
con un pincel, excepto en los fondos forma-
dos por casillas cuadriculadas, donde hay
que utilizar las pluma al aplicar los colores
y el cepillo al reforzarlos; por otro lado, en
HOIROODMH\HQODVÁRUHVVHWUDEDMDFRQFHSLOOR
grande o pequeño”

Se colocaba arriba y a la izquierda de la


página, teniendo un tamaño en ocasiones
grande, y en otras no tanto.

La capitular era utilizada para introducir al


lector en el contenido, dada la inexistencia
GHORVWtWXORVVLHQGRHOHOHPHQWRJUiÀFRPiV
JUDQGH\YLVWRVRGHOWH[WR(VWRFXPSOLyFRQ

AI
g. Ilustraciones

Boceto de ilustración
Antes de realizar la ilustración, se bosquejaba la
escena a representar. El bosquejo generalmente
se hacía a la misma proporción que tendría en
la página; el bosquejo a veces se trazaba en el
lugar apropiado y quizá era modificado “hasta
lograr una composición aceptable para una
miniatura, una ondulante curva para el reborde
de hojas de hiedra, o un entrelazado geométri-
camente simétrico. Si un círculo forma parte de
la composición, es fácil notar las huellas dejadas
por el compás que llegan a atravesar la página.”
(Hamel, 1999). El bosquejo era realizado en unas
ocasiones con grafito, y en otras con carbón, lo
cuál hacía que unos pequeños gránulos ásperos
quedaran en la superficie. Al final el bosquejo
era remarcado con tinta.

Las ilustraciones se basaban en álbumes de


dibujos o láminas con ejemplos gráficos. Éstos
álbumes contenían iniciales y márgenes orna-
mentados a modo de muestra. Los temas más
comunes eran las aves y otros animales: ciervos,
leones, unicornios, y garzas; éstos eran encon-
trados generalmente en los márgenes y en las
miniaturas de manuscritos muy diferentes.

También existían modelos propios de algunos


talleres y de artistas específicos, sobre todo en
París, desde aproximadamente 1220.

AJ
A mediados del siglo XV, las ilustraciones

Boceto de ilustración
eran grabadas o los grabados existentes eran
utilizados como ilustraciones, en ellos eran
comunes grandes rosas, hombres salvajes o
venados rascándose una oreja (estos temas
eran frecuentes en cualquier lugar en el
QRUWHGH(XURSD 

Se piensa que la reproducción de los dibu-


jos provenientes de álbumes para hacer
ilustraciones, era realizada por copistas
experimentados, sin embargo, existían
personas que eran capaces de realizar una
LOXVWUDFLyQ VLQ FRSLDU ([LVWHQ SUXHEDV GH
que ciertas composiciones de las miniaturas
eran hechas a través de las carta lustra o carta
lucidaRSRUPHGLRGHOVLVWHPDGH´ORVRULÀ-
cios”, donde las líneas básicas de la original
pasaban a una nueva página y eran señala-
GDVFRQDOJ~QFRORU´FRPRSRUHMHPSORHO
carbón obscuro, mediante un conjunto de
puntos” (Hamel, 1999).

(Q ODV pSRFDV FDUROLQJLD \ URPiQLFD DEXQ-


GDQODVLOXVWUDFLRQHV~QLFDPHQWHGLEXMDGDV
Sin embargo, era más usual iluminar y colo-
rear la ornamentación, los libros de horas,
por ejemplo, casi siempre eran iluminados.
´(QVHQWLGRHVWULFWRXQPDQXVFULWR´LOXPL-
nado” contiene oro o plata que brillan a
la luz. Un manuscrito sólo coloreado, por
mucha ornamentación que tenga, si carece
de oro o de plata, no esta en sentido técnico,
“iluminado” (Hamel, 1999).

AK
“La iluminación con oro se remonta a la anti- SHTXHxRFHSLOOR7DPELpQVHOHFRQRFHFRPR (Q OD pSRFD PHGLHYDO ODV LOXVWUDFLRQHV VH
güedad, pero se generalizó de modo particular “oro mate” u “oro líquido”. Se aplicaba al códi- XWLOL]DURQSDUDHVFHQLÀFDUHOWH[WR\DGHQ-
GXUDQWHOD%DMD(GDG0HGLD  ([LVWHQYDULRV ce –al contrario que con el pan de oro- después trar al lector en las aventuras que este
métodos para la aplicación del oro a las pági- de dados los colores. Se trata de un sistema cuenta. Actualmente la ilustración se usa
nas del códice, y en ocasiones se han utilizado utilizado especialmente en la segunda mitad
para representar lo que el texto dice, lo cuál
mas de uno en la misma miniatura, con objeto del siglo XV...” (Hamel, 1999)
de conseguir efectos diferentes. Los sistemas
le hace ser un elemento en el diseño de la
básicos apropiados para libros son tres; en dos Las ilustraciones servían para representar el SiJLQDTXHD\XGDDFODULÀFDUODVLGHDVGHO
de ellos se utiliza el pan de oro; en el otro, oro contenido del texto, a través de la iconogra- texto, brindando a su vez una sensación
HOSROYR(QHOSULPHURVHKDFHXQGLVHxRFRQ fía y el simbolismo de la época. O~GLFD\GHGLYHUVLyQ
SLQFHOHQXQDHVSHFLHGHFRODK~PHGDWUDVGH
lo cual se coloca encima un pan de oro, al que Las ilustraciones medievales en la actuali-
VHEUXxHXQDYH]VHVHFD(VWpFQLFDXWLOL]D- dad cumplen semánticamente con varias
da sobre todo en manuscritos de época muy
funciones: atraen al lector al contenido del
temprana, y con ella pueden obtenerse zonas
de un brillo extraordinario, como en los fondos libro, lo ayudan a encontrar más sentido en
dorados de muchos cuadros medievales (...) la lectura, y lo adentran en el texto hacien-
Si se utiliza el pan de oro, ha de aplicarse al do que se interese desde antes de empezar
PDQXVFULWRDQWHVTXHORVFRORUHV(OORHVIXQGD- DOHHUHVGHFLUHVFHQLÀFDQHOWH[WRGiQGR-
mental por dos razones: la primera, porque el OHFRQÀDQ]DDOOHFWRUSDUDDFHUFDUVHDOOLEUR
oro se adhiere a cualquier pigmento ya presen- previo a su lectura.
te en el pergamino, estropeando así el dibujo;
la segunda, porque hay que bruñir el oro con
fuerza, con lo que se corre el riesgo de manchar
OR\DFRORUHDGR  (QHOVHJXQGRPpWRGRVH
prepara un pegajoso yeso mate en el cual el
diseño es verdaderamente tridimensional. Una
vez aplicado el oro y bruñido con un instru-
mento apropiado, parece muy grueso, al tiem-
po que las partes curvadas del dibujo desellan
intensamente. Se trata, en efecto del mas mara-
villoso oro de los manuscritos medievales (...)
(OWHUFHURGHORVPpWRGRVPHQFLRQDGRVFRQVLVWH
en utilizar lo que se llama “oro de concha”, esto
es, oro molido mezclado con goma arábiga y
una especie de tinta dorada (producida por
un molusco marino, entre mejillón y ostra; de
ahí el nombre), aplicada con una pluma o un

AL
h. Encuadernación mente. Lo mismo ocurre con los siguientes
cuadernillos, hasta que todos ellos termi-
nan fuertemente cosidos a las tiras a través
GH VXV ORPRVµ +DPHO   (O EDVWLGRU
La encuadernación es la unión de los cuader- fue un buen ayudante de los encuaderna-
nillos por medio de un cosido con hilo a dores desde al menos el siglo XII “se trata
lo largo del dobles central, llamado lomo; de un artilugio de madera con forma como
cubierto por dos tapas de madera recubier- de puerta, y que se pone derecho sobre el
ta de cuero, y en ocasiones, con una placa de banco de trabajo. Las tiras destinadas al
metal incrustada. lomo del volumen se sujetan al bastidor
verticalmente, tanto en la parte superior
'H ODV PiV DQWLJXDV HQFXDGHUQDFLRQHV VH FRPRHQODLQIHULRU(OSULPHUFXDGHUQLOORVH
conoce la copta, los coptos en el siglo IV utili- coloca con el lomo hacia las tiras, tensadas,
zaron “el “cosido en cadena”, esto es, que y se cose a través de su dobles central y en
cada cuadernillo está cosido en su dobles torno a aquellas. Se coloca el segundo en lo
y luego en torno a su lomo al siguiente, a alto, colgando de él un taco de madera con
su vez cosido y unido al que viene después REMHWRGHTXHTXHGHÀUPH\HVWLUDGR\VH
\ DVt VXFHVLYDPHQWH (O OLEUR HVWD IRUPDGR cose del mismo modo que el anterior. Y así,
de este modo por una serie de cuadernillos uno tras otro, hasta que todo el libro termi-

Encuadernado con forro de cuero


unidos uno con otro, y con los extremos na por estar sujeto al bastidor por el lomo.”
del libro que sirve para coser el primero y (Hamel, 1999). Las tiras se separaban del
HO ~OWLPR GH ORV FXDGHUQLOORV DQXGDGRV D EDVWLGRUDOÀQDOGHOFRVLGRORTXHKDFHTXH
ODV FXELHUWDVµ +DPHO   (VWH VLVWHPD ORV FXDGHUQLOORV TXHGHQ XQ SRFR ÁRMRV OR
de encuadernación fue usado por los grie- FXiOVHVROXFLRQyDOÀQDOGHOD(GDG0HGLD
gos, orientales, las primeras encuadernacio- al coser dos tiras en los extremos superior e
QHV PRQiVWLFDV HQ OD (XURSD RFFLGHQWDO \ inferior del lomo.
DFWXDOPHQWHHQ(WLRStD

(Q FDVL WRGD OD (GDG 0HGLD ORV FXDGHUQL-


llos eran cosidos a listones, tiras de cuero o
cordones que atravesaban el lomo horizon-
talmente en los ángulos rectos. “Aquí, el cosi-
do de cada cuadernillo atraviesa el dobles
central y alrededor del listón, de nuevo el
dobles y el siguiente listón, y así sucesiva-

AM
Las cubiertas del libro medieval eran gene- ULDOHVFRPRODÀOLJUDQDHVPDOWHVFRORULGRV
UDOPHQWHGHPDGHUD(Q,WDOLDVHXWLOL]DEDHO piedras preciosas o semipreciosas.
pino o el haya (madera más ligera en rela-
ción con las otras), y en Inglaterra el roble. Los armenios formaron una escuela de
(Q RFDVLRQHV HO PDWHULDO GH FXELHUWD HUD HO UHQRPEUHDOUHGHGRUGHOVLJOR;,,'HVWDFDHO
cuero y en otras la pasta, formada por varias WDOOHUGHSODWHUtDGHND\VHULTXHVHPDQWX-
capas encoladas de desperdicios de papel o vo en actividad durante setenta años; sus
de pergamino, lo cuál daba como resultado WUDEDMRVVHDFHQW~DQSRUVHUHVWLOtVWLFDPHQWH
una especie de cartón; esto se usó en el siglo uniformes, en ellos se hicieron los grabados
;,9 HQ OD (XURSD PHULGLRQDO VREUH WRGR por medio del presionado de la lámina de
(VSDxD H ,WDOLD /DV FXELHUWDV JHQHUDOPHQ- plata desde atrás, al tiempo que se dejaba
WH VH DFRPRGDEDQ D OD IRUPD GHO OLEUR (Q GHVFDQVDU VREUH XQD VXSHUÀFLH PDOHDEOH
manuscritos tempranos, solían quedar a la de cera o brea, para después ser engasta-
DOWXUDGHODVSiJLQDVRVHFRUWDEDQDOÀOR da, grabada y moldeada. La mayoría de
sus diseños provienen de la iluminación de
Una vez cosidos los cuadernillos y prepa- los manuscritos: pequeñas cruces de plata,
radas las tapas, se unían con unas estan- cruces cuadrifoliadas de plata con piedras
quillas de madera y a veces con clavos. semipreciosas y clavos redondos de metal

Cubierta armenia de placa repujada


Frecuentemente se añadía al libro una que formaban diseños o piezas en ángulo.
especie de guardas por ambos lados (solían Los motivos de los grabados de las pastas
ser de hojas ya utilizadas). fueron escenas bíblicas.

(OH[WHULRUGHOOLEURHUDUHFXELHUWRGHFRUGR-
bán blanco, tostado o teñido. Algunas obras
tenían grabados en las tapas, por ejemplo,
las encuadernaciones carolingias tenían
estampados en el cuero unos sencillos dibu-
MRV HQ )UDQFLD D ÀQDOHV GHO VLJOR ;,, VH
dieron las encuadernaciones estampadas;
existieron cubiertas con placas de placas de
plata trabajadas por hábiles orfebres y plate-
ros, quienes las ajustaban a las cubiertas de
los manuscritos y encuadernados, mediante
tornillos, su decoración se hacía con mate-

AN
Se utilizó una “técnica artesanal decorati-
YD GHO WUDEDMR GHO HVPDOWH HQ OD FXiO ÀQDV
bandas de metal son soldadas en un motivo
RUQDPHQWDO VREUH XQD VXSHUÀFLH PHWiOLFD
Los compartimentos así obtenidos, llama-
dos divisiones (cloison) se llenan con esmal-
te coloreado, luego se hornean. La técnica se
desarrolló probablemente en Oriente Medio,
HQHODUWHEL]DQWLQR\VHH[SRUWyD(XURSD
\ $VLD /RV EDUURV \ ORV DOÀOHUHV GLYLGLGRV

Cubierta armenia con incrustaciones y un grabado de mármol


VHUHDOL]DEDQHQ(XURSDHQOD(GDG0HGLD
pero se mejoró la técnica en Japón duran-
te los siglos XVII, XVII y XIX”. (Cremades).
La encuadernación medieval en Armenia
continuó siendo utilizada para los libros
OLW~UJLFRVKDVWDHOVLJOR;9,,,

AO
AP

Cubierta armenia de plata repujada


Cubierta armenia repujada
AQ
AR

Cubierta con incrustaciones y Cloisonnés

Cloisonnés
3RU~OWLPRSDUDFHUUDUHOOLEURVHXWLOL]DURQ
distintos mecanismos, como las presillas
R ODV DEUD]DGHUDV GH GLVWLQWRV WLSRV (UD
FRP~QHOHQIXQGHGHORVOLEURVFRQ´FDPL-
sas” que las protegían del polvo.

Se encuadernaban los libros para proteger-


los de las inclemencias del tiempo y conser-
varlos en buen estado.
La encuadernación brinda semánticamente
en la actualidad la sensación intuitiva
general del libro, es decir, nos hace emitir
un juicio hacia el libro antes de utilizarlo,
desde belleza hasta fealdad, con todo lo
TXHHVWRVLJQLÀTXHHLPSOLTXHDWUDFFLyQR
rechazo hacia el libro.
(QOD(GDG0HGLDODHQFXDGHUQDFLyQIXHHO
elemento que ayudó a conjuntar una obra
de manera diseñística, a su vez ayudó a
proteger el libro y a hacerlo práctico para
VX WUDVODGR (Q OD DFWXDOLGDG OD HQFXDGHU-
nación nos hace emitir un juicio intuitivo
hacia el libro sin haberlo utilizado, por lo

Encuadernación gótica
cuál, este elemento debería unir la función
~WLO SURWHJHU DO OLEUR  FRQ XQD VHPiQWLFD
correctamente usada para atraer al lector.

AS
VI. Conclusión

(O GLVHxR JUiÀFR GHO OLEUR HQ OD pSRFD


medieval es algo impresionante y complejo,
desde la preparación de los soportes hasta
la encuadernación meticulosa de la obra.

(Q OD DFWXDOLGDG VH WUDEDMD FRQ PXFKRV VII. Bibliografía


elementos comunes a aquella época, como
las columnas, la retícula, los márgenes, las
ilustraciones, la encuadernación y las capi-
tulares, aunque con una función y utili- Christopher de Hamel
zación muy distinta, llegando a quitarle Artesanos medievales. Copistas e iluminadores, ed.
riqueza al diseño de la página, semántica- Akal, S.A., 1999
mente hablando.

(Q GHODQWH GHEHUtD FRQVLGHUDUVH D FDGD Giulia Bologna


elemento del diseño de la página medieval Manuscritos y miniaturas. El libro antes de
FRPR~WLOHQODDFWXDOLGDGGHVGHODSHUVSHF- Gutenberg.
tiva semántica. Aunque su estudio debería
ampliarse y profundizarse en la mirada Guglielmo Cavallo y Roger Chartier
tocada y en muchas otras: pragmática, Historia de la lectura en el mundo occidental, ed.
VLQWiFWLFDVLJQLÀFDQWHVLJQLÀFDWLYDHWF Taurus, Madrid, 2001

José Luis Checa Cremades.


Los estilos de encuadernación, ed. Ollero Ramos

George Lakoff & Mark Johnson


Metáforas de la vida cotidiana, ed. Cátedra, S.A.,
1986

AT
La primera impresión de la primera edición se terminó
en México en el 2009

También podría gustarte