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Ingredientes

1 kg. de harina

10 gs. de levadura seca –en polvo-

1 cda. de azúcar

1 cda. de sal fina

2 cdas. de aceite

Agua tibia, cantidad necesaria

Preparación

En un bol con una taza de agua tibia mezclar la levadura con el azúcar, batirla un poco. Dejar
reposar tapado hasta que fermente triplicando el volumen, aproximadamente 20 minutos.

Colocar sobre mesada la harina tamizada con la sal; hacer un hueco en el medio y colocar el
aceite y la levadura, – el poner aceite, grasa de vaca derretida o manteca es opcional, porque
el pan se hace perfecto también sin este agregado – Yo uso aceite, pero muy poquito, porque
le da un poco más de untuosidad y suavidad a la masa -.

Mezclar con los dedos, incorporar agua tibia necesaria hasta formar una masa fácil de trabajar
y que no se pegue a la manos. Amasar por un rato, presionando el bollo con la palma de la
mano izquierda y con la derecha estirar abriendo bien la masa, para volver a doblar y
comprimir, repitiendo esta técnica varias veces; cuánto más se lo amasa más esponjoso saldrá
el pan. Dejar descansar el bollo en lugar templado, tapado con un film o plástico, hasta que la
masa se eleve al doble.

Cortar la masa en bollos amasando cada uno y volver a dejar en reposo 30 minutos.

Formar los panes con cada bollo y colocarlos en una asadera enharinada, dejando que se
leven duplicando su volumen, tapados con un lienzo o repasador.

Darle la forma deseada, hacerles un corte profundo en cruz, o cortes en diagonal, y cocinarlos
en horno moderado aproximadamente 30 minutos, o hasta que se doren.

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