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Se empezará con una dinámica de los cierro mis ojos

Tendrán que cerrar sus ojos e imaginar que un compañerito les quitó un juguete y se enojaron mucho. Se le pedirá que abran sus ojos y
explicaran como se sintieron al sentir que alguien les quitaba su juguete favorito ¿Qué hicieron? ¿Cómo reaccionaron? después de ello se les
enseñará una estrategia de relajación donde los niños deberán mirar al cielo respirar y expulsar el aire y deberán simular una sonrisa de
felicidad.
Y después abrazarán a un compañero que este a su lado

Con la ayuda de un vaso con agua y tempera negra deberá agregar al agua ello para que aprendan a diferenciar como nos ponemos cuando
estamos enojados y no sabemos controlarnos y con otro vaso con aguan sin agregar tempera, no se agregará nada, de tal modo que ellos
vean como estamos cuando usamos las estrategias de relajación para mejorar nuestro ambiente. Finalmente se retroalimentará mediante
lluvia de ideas de lo que se comprendió en la sesión y se premiará con una fruta y una estrellita, al alumno que está más atento y/o participa
activamente en la sesión.
El estrés es una respuesta de nuestro cuerpo ante una situación que demanda una adaptación o un cambio. Los síntomas del estrés infantil son
variados y sus consecuencias observables a nivel familiar, escolar y relacional. Seguir algunas pautas puede reducir en gran manera el
impacto del estrés en la infancia. Factores vitales como el nacimiento de un hermano, el inicio de la guardería, un cambio de colegio o
domicilio, la muerte o la enfermedad de un familiar, los deberes, exámenes o un exceso de actividades extra escolares  pueden ser los
causantes del estrés infantil.
Los síntomas del estrés infantil son variados y pueden clasificarse en físicos, emocionales o conductuales. Cada niño lo manifestará de un modo u otro,
presentando más síntomas de un grupo que de otro o una mezcla de todos ellos con mayor o menor intensidad. Los padres debemos presar especial
atención si nuestro hijo empieza a presentar algunos de estos síntomas.

- Síntomas físicos: Agotamiento, cansancio extremo o por el contrario una excesiva agitación, dolor de cabeza o de estómago, cambios en el apetito,
enuresis, pesadillas.

Síntomas emocionales: Llantos incontrolados (niños que lloran por todo cuanto les ocurre), baja tolerancia a la frustración (enseguida explotan ante un no o
algo que les frustra), ansiedad, aparición de nuevos miedos o exacerbación de los antiguos (miedo a la oscuridad, a estar solo, a ir al cole, a los extraños, …),
mamitis o papitis, regresiones (por ejemplo, vuelven a hablar como un bebé, chuparse el dedo...). 

- Síntomas conductuales: Comportamientos tercos y/o agresivos, aparición o aumento de las rabietas, conducta de desgana o abatimiento (no tener ganas
de nada, ni de jugar con los amigos).

CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS EN LOS NIÑOS

Las consecuencias del estrés infantil podemos verlas reflejadas a nivel familiar, escolar y social.

- Cuando en casa tenemos un niño que está sufriendo estrés, el clima familiar se resiente. Nuestro hijo se ha vuelto más irascible, agitado o intranquilo. No
come bien, duerme mal o se despierta por las noches. Bajo estas circunstancias es normal que los padres nos angustiemos y no sepamos qué hacer.

- A nivel escolar, podemos observar como a nuestro hijo le cuesta prestar atención y concentrarse, no es capaz de hacer las tareas escolares como antes y
sus notas empeoran. 

- Es posible que empiece a presentar dificultades para relacionarse con sus amigos, que se aísle, que tenga miedo o empiece a tener comportamientos
agresivos con sus compañeros, a llorar por cualquier motivo o se rinda ante cualquier dificultad.
TOLERANCIA AL
ESTRES
APRENDE A
MANEJER MI
ESTRÉS

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