Señor Jesús, que dijiste: “Dejen que los niños vengan
a mí y no se lo impidan, pues de ellos es el reino de los cielos” vela por nuestros niños a fin de que sean conducidos por el camino del bien. Que ellos encuentren en ti seguridad para sus vidas y la fuerza necesaria para que no entren en el mundo de la violencia, del vicio y de la corrupción. Señor Jesús, te pedimos muchas luces para los niños del mundo entero y para que los adultos respeten sus derechos. Te agradecemos por la dedicación y cariño de tantas personas que trabajan por ellos y te pedimos que tu gracia nos cubra a todos. A ti te encomendamos todos los niños del mundo.