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La cierva y la tuerta

Una pobre cierva, a quien le faltaba un ojo, pastaba con cierta quietud a orillas
del mar.
Con el lado bueno miraba hacia la tierra donde abundaban los cazadores. El
lado malogrado daba hacia el agua, cuyos peligros no eran de cuidado.
Para su mala suerte, unos muchachos que pescaban en las orillas, se dieron
cuenta de la situación de la cierva y dirigieron, sobre seguro, sus tiros sobre ella.
Mortalmente herida, lloraba su desventura, diciendo:
—Ningún daño he recibido por donde lo esperaba; pero sí la muerte por donde
menos podría temerla.
Desde entonces, dicen los ciervos, se debe andar con los ojos bien abiertos.

Apunte
Esopo, griego, con el fin de dar una enseñanza a la humanidad, por ello sigue
vigente.
Subgénero épico
Como atañe al hombre es universal y perdurará mientras el hombre exista
Se crea de forma oral, en verso porque de esa manera se hace más accesible
Características de la fábula:
Moraleja
Tradición oral
En verso, para ser recitada o cantada acompañada de instrumentos para ser
accesible y que todos la escucharan.
Su cuna es Grecia
Personajes animales o seres inanimados
Prosopopeya, aquellos personajes abstractos (alma, amor, muerte)
Sin ubicación temporal ni espacial: sentido universal
Ilógico
Didáctica, para que el hombre viva mejor, no cometa errores y lleve una vida
mejor
Imaginación
Sabio conocedor del hombre
Psicológo, conoce como reacciona el hombre
Brevedad, conciso.
Para no verte en apuro,
recuerda que nada es seguro.
Moraleja: Esta fábula nos enseña que nunca debemos infravalorar o sobrevalorar
las cosas ni a darlas por sentado, sino que debemos analizar todas las
opciones y sus aspectos tanto positivos como negativos de forma realista, sin
dejarnos sesgar por la subjetividad.
Augusto monterroso
La oveja negra y demás fábulas

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