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Nombres y Apellidos Código de estudiantes

Amba Alaja Camila Jazmin 72457


Condori Mamani Joselin 69814
Conde Ascui Cristhian Fidel 79634
Diaz Fernandez Erick Gabriel 71623
Autor/es Enriquez Ayala Lenin Franco 70824
Herrera Calisaya Melany Jasmin 70134
Nuñez Sucasaire Brajhan Alexander 69716
Paniura Núñez Keyco Isabel 69719
Rojas Meza Adriana Jazmín 70483

Fecha 14/03/2022

Carrera Medicina.
Asignatura Bioquímica y Biología Molecular II.
Grupo B.
Docente Ingrid Rossmery Michel Loza.
Periodo Académico I/2022.
Subsede La Paz.
Obtenidas por clonación células
productoras de insulina
Un equipo internacional logra una eficaz derivación de
células madre por transferencia nuclear La técnica
vuelve a la primera línea de la investigación

JAVIER SAMPEDRO
Madrid - 28 ABR 2017 - 06:04 PET
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Embriones humanos en una etapa temprana.DIETER EGLI (REUTERS)

Vuelve la clonación terapéutica. La vieja idea de tomar el genoma de una célula de


la piel de un paciente, introducirlo en un óvulo y usar el embrión resultante para
generar cultivos de células madre no solo sigue viva, sino que goza de mejor salud
que nunca. Científicos de Nueva York y Jerusalén acaban de mejorar la técnica
hasta el punto de hacer viable, por primera vez, su aplicación clínica en el futuro
inmediato. Y han conseguido clonar de esta forma, también por primera vez,
células beta pancreáticas —las productoras de insulina— a partir de una paciente
de diabetes de 33 años. La ley norteamericana, sin embargo, va muy por detrás de
la ciencia en este caso.

La generación de células beta pancreáticas era uno de los objetivos prioritarios de


la medicina regenerativa, porque los científicos esperan que pueda ayudar a los
pacientes diabéticos. La obesidad y la consecuente diabetes de tipo 2 es el principal
problema de salud pública de nuestros días, pues de él se derivan los grandes
matarifes —infarto, cáncer y neurodegeneración— en los países occidentales, y
cada vez más en el mundo en desarrollo, a medida que va importando el nefasto
estilo de vida y nutrición de los países ricos.

Las células madre específicas son viables para desarrollar terapias celulares Dieter
Egli, jefe del equipo científico

La medicina regenerativa ha experimentado una revolución en los últimos años


con la invención de un segundo tipo de células madre, las iPS, o células de
pluripotencia inducida, que no requieren la construcción de un embrión humano, y
que valieronhace dos años el premio Nobel de Medicina a su creador, el japonés
Shinya Yamanaka. Pero ni el comité Nobel —que también otorgó el premio a John
Gurdon, el clonador del primer animal— ni el resto de los científicos del campo
han renunciado en ningún momento a la idea original.

Tal y como señalan en Nature Dieter Egli, de la Fundación de Células Madre de


Nueva York, y sus colegas de la Universidad de Columbia de la misma ciudad y
la Universidad Hebrea de Jerusalén, las células iPS, por mucho que puedan
constituir el futuro de la medicina regenerativa, están actualmente plagadas de
escollos de cara a su aplicación clínica. “Las células iPS”, escriben, “son a menudo
defectuosas en su diferenciación (especialización en tipos celulares útiles para
trasplantes), contienen patrones aberrantes de metilación (modificación
epigenética), y adquieren mutaciones somáticas”.

Un cuadro desolador en comparación con las células embrionarias clonadas, que


estarían muy cerca de la aplicación clínica de no ser por el entorno legal adverso.
Entonces, ¿vuelve la clonación terapéutica?

“La respuesta es sí”, dice Egli a EL PAÍS. “La investigación en medicina regenerativa
se ha concentrado con fuerza en las células iPS desde el desarrollo de esta técnica
en 2007 por el premio Nobel Shinya Yamanaka y su equipo. Sin embargo, nuestro
trabajo muestra que las células madre específicas de paciente derivadas por
transferencia nuclear (clonación) son una fuente viable para desarrollar terapias
celulares”.

El entusiasmo sobre la clonación terapéutica está volviendo Insoo


Hyun, Universidad Case Western Reserve de Cleveland

Al igual que otros científicos del campo, el jefe del equipo de Nueva York no ve
razón para renunciar a una línea de investigación prometedora por el mero hecho
de que exista otra. “Todas estas tecnologías, incluidas las células iPS y las células
madre embrionarias derivadas por clonación, permanecen relativamente
inexploradas, y como no sabemos todavía qué estrategia será la más útil para la
medicina, preferimos seguir explorando todas las rutas”.

Pese a todo ello, Egli no tiene la menor crítica contra la concesión del premio Nobel
al descubridor de las células iPS. Más bien todo lo contrario: “El Nobel a Yamanaka
ha galvanizado la investigación en células madre y ha atraído una atención, un
interés y una motivación sin precedentes hacia el campo al mostrar a los científicos
que la tecnología de las células madre tiene un potencial increíble; es verdad que,
al mismo tiempo, ha desincentivado a los laboratorios de la investigación en
clonación; pero creemos que nuestro éxito en este terreno establecerá un nuevo
equilibrio, con ambas líneas progresando en paralelo”.

Otro factor que ha jugado en contra de la clonación humana es el célebre fraude del
investigador coreano Hwang Woo-Suk, cuyos ecos siguen sin apagarse más de una
década después del escándalo. “Cualquier fraude científico genera desconfianza en
un campo de investigación”, reconoce el investigador de Nueva York, “y este sigue
siendo un problema tan real hoy como lo fue en la época; pero aquel trabajo
concreto de Hwang ya no es un factor significativo”.
Resumen
Vuelve la clonación terapéutica. La vieja idea de tomar el genoma de una célula de la piel
de un paciente, introducirlo en un óvulo y usar el embrión resultante para generar cultivos
de células madre no solo sigue viva, sino que goza de mejor salud que nunca. Científicos
de Nueva York y Jerusalén acaban de mejorar la técnica hasta el punto de hacer viable,
por primera vez, su aplicación clínica en el futuro inmediato. Y han conseguido clonar de
esta forma, también por primera vez, células beta pancreáticas las productoras de insulina
a partir de una paciente de diabetes de 33 años.

La generación de células beta pancreáticas era uno de los objetivos prioritarios de la


medicina regenerativa, porque los científicos esperan que pueda ayudar a los pacientes
diabéticos, pues de él se derivan los grandes matarifes (infarto, cáncer y
neurodegeneración)

La medicina regenerativa ha experimentado una revolución en los últimos años con la


invención de un segundo tipo de células madre, las iPS, o células de pluripotencia
inducida, que no requieren la construcción de un embrión humano, y que valieronhace
dos años el premio Nobel de Medicina a su creador, el japonés Shinya Yamanaka

Un cuadro desolador en comparación con las células embrionarias clonadas, que estarían
muy cerca de la aplicación clínica de no ser por el entorno legal adverso.

¿Vuelve la clonación terapéutica?

Al igual que otros científicos del campo, el jefe del equipo de Nueva York no ve razón
para renunciar a una línea de investigación prometedora por el mero hecho de que exista
otra. “Todas estas tecnologías, incluidas las células iPS y las células madre embrionarias
derivadas por clonación, permanecen relativamente inexploradas, y como no sabemos
todavía qué estrategia será la más útil para la medicina, preferimos seguir explorando
todas las rutas.

Otro factor que ha jugado en contra de la clonación humana es el célebre fraude del
investigador coreano Hwang Woo-Suk, cuyos ecos siguen sin apagarse más de una
década después del escándalo. “Cualquier fraude científico genera desconfianza en un
campo de investigación”.

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